E :t. CA ~OI.ICO.
TRIM. I. ANO n. Bogota, 24 de mayo de 1864, NUMERO 61.
CONVENTO DE FRANCiSCANOS.
A t setzo1· Secretario de la Curia Metropolitana.
Acabo de recibir la protesta del P. f¡·ai MMcelino
Bem:1l, i la incluyo p:ua satisfaccion de ese
su pcrior Tribuuttl. ·
Dios gunrde a U.-Fn. J. ANACLETO Gó~IEZ.
:r.II AUREPENTU.IIENTO I RESOLUCION.
El debe¡· mas sagrado es el que me impulsa a
dar esta manif'estacion a mis P1·elados i al público
ortodojo, que observando el estravío de que me
hice delincuente, me habrá condenado anatematizándorne
con el formidable poder de la justicia.
Pero, perdonact en el nombre del Huo de MARÍA
a éste fnfo1·tunado relijioso que con la venda mas
1 espesa sobt·e sus ojos no alcanzó a percibir el cáos
horroroso en que se precipitaba 1 La debilidad, la
coaccion i la poca fé, me al'l'astrat·on pot· la senda
terrible del mal; i héme allí · aprobando con mi
nombre la ~'obediencia" a los decretos de que se
valieron para esclaviza¡· la Iglesia i estraerle sus
sagradas fincas. Yo me horripilo en mi desventura,
i cada pensamiento que por mi frente resbala es
una lava de fuego que criada por el re.mm·dimiento,
posa en mi cm·azon, esterminando mi existencia.
¡Pero Dios Santo m~ has dado el bálsamo consolatorio
del arrf'pentimiento i éste jermínará en mi espú
·itu, cual en otro tiempo tu inspiracion a Pablo!
La penitencia pa1·a ante Vos borrará mis faltas, i
ante tus adoradores mi conducta futura las esterminará,
haciéndome con esto, bien pronto digno
de ellos. Empero: si necesidad hubiese del martirio
( para pt·oba¡·Jo que estampo en estas líneas)
estoi pronto a recibirlo, derramando mi sangre por
sostener los mandntos divinos i las leyes de la Iglesia.
Quizá ésta, aunque del mas indigno Sacet·dote,
aplacaría la justicia del Omnipotente, i haría que
renaciera et1 mi infortunada Patl'ia el Catolicismo
que con tanta viDlencia se le ha querido arrancat·.
Fn. MARCELINO BERNAL.
Popayan, t de ~bril de 1864.
Cuando el señor Mlll'illo nos babia hecho concebit'
la mui risueiia esperanza de que se abririan
de par en par las pum·tus del país a la paz, i quedada
enteiTacla para no resucitat· ya la época luctuosa
de Ja tiraníR, vemos de repente que esa
tiranía, cobijada impíamente con el manto de una
mentirosa lil>ertéld, empufta con mas fuerza su
matador puñal, para seml>rar de nuevo la discordia
en un suelo abonado con la sangre de sus hijos.
El seiior Mmillo, de quien esperábamos una
conducta mas leal al grito de la opinion, mas hu~
mana i conciliadora, ha puesto, el ejecútese a la
siguiente lei:
LEI SOBRE INSPECCTON DE CULTOS.
El Cong1·eso de los Estad(:)s Unidos de Colombia,
DECRETA:
Art. 1. 0 El derecho de suprema inspeccion sobre
los culto~, de que trata el artículo 23, en relacion con
el inciso 16, articulo 15 de la Constitucion, se ejerce
por el Gobierno Jeneral i los Gobiernos de los Estados,
en los términos de la presente lei.
Art. 2. 0 El derecho de suprema inspeccion sobre
losculfostiene por objeto sostener lasoberaníanacionada en nog:.t á ,~a 16 de mayo de 1864.
El Presidente del Senado de Plenipotenciarios,
• ANTONIO FERRO.
El Presidente de la Cámara de Representantes,
Jos:E M. SAMPER.
El Secretario del Senado de Plenipotenciarios,
C. Benedeti.
El Secretario de·la Cámara de Representantes,
Alejand?'o Có1·dova.
Bogotá, 17 ele máyo de 1864.
Publlquese i ejecutese.
(L. S.) M. 1\JURILLO.
El Secretario de Jo Interior i de Relaciones Esterio-res,
ÁNTON 10 l\I. PRADlLLA.
Como se vé, las disposiciones de ésta leí iníeua,
sobrepujan a la de 23 de abl'il de 1863.
El artículo 2. 0 declam que la práctica del Catolicisrno
(porque ésta es la unica Relijiou que hai
en el país) puede se¡· contnll·ia a la soberanía
nacional, es decil· : a los derechos del pueblo que
es católico en su gran mayoría. Sí, el pueblo soberano
es católico ; la práctica de su Relijion, de
lo mas ín imo que tiene el pueblo, de lo mas querido,
de Jo que forma la esencia de su ser moral,
es pues, el primero de sus derechos i nunca puede
l
' ese derecho sel' contmrio a su soberanía, porque
no comprendemos cómo pueda set· contrario el
1
principio constitutivo de la vida a la vida misma.
11
Hemos oído decir que es nuestra obediencia al Pupa
lo que perjudica a la soberanía nacional; pero si
esa obediencia -es esencial al católico, i todos aquí,
con raras escepciones, somos católicos, i esos to-
, dos somos el Soberano, resulta que la soberanía,
segun la entienden nuestros actuales mandatarios,
es patl'imonio de ellos solos, i que la sonora palabra
"República" es una palabra vacía de sen tido
; o quier~ deciL· que los ménos, cuan~do dispo-nen
de las m·mas i de los soldados, pueden
til:anizm· a mansalva a los mas, que están inennes.
El mismo articulo declat'a que las prácticas
relijiosas pueden set· causa de trastornos en el
órden público, como si la Relijion no fuerd, por
el contt'at·io, el primet· elementO" de órden.
1~1 artículo 3. 0 esplica como es que por la 1
Relijion se puede atentar c> como lo hacen los lejisladores de
' todos los pueblos civilizados, i que hoi nuest1·as
constituciones son ateas, i se olvidan con deploJ'able
orgullo del Omnipotente i Supremo Lejislador
del univel'so?
Nosotms, ántes cristianos que granadinos, siempt
·e adoraremos ese nombre tres veces santo, i sin
poder, ni pretender profundizar sus arcanos; lo
reverenciaremos con la frente en el polvo. ·
En el oficio del domingo de lu TmNIDAn,la Iglesia
canta himnos sublimes, llenos de entusiasmo
i de uncion, i en el evanjelio de este dia se refiere
la solemne mision dada a los Apóstoles. > ¡Qué mision tan
grande l Qué promesa tan consoladora ! Qué esperanzas
mejor fundadas que las nuestras!
San Estéyan; Obispo de Lieja, compuso desde
c1 a ii o de 920 un oficio en honor de la SANTÍsnu.
Tnrl\"IDAD, que ha sido adoptado por Ja Iglesia.
El Concilio de Arles ordenó en 1260 la celebracion
de una fiesta ; pero no fué sino en el siglo
XIV, bajo el pontificado del Papa Juan XXII que
se hizo jeneral ésta solemnidad en toda la cristiandad.
Fiesta del Cm·pus.
La fiesta del ConPus data del siglo XIII; hija
de los esfuerzos de una humilde relijiosa a quien
Dios se dignó revelat· su voluntad, nació en las
vísperas del dia nefasto que- vió a tantos pueblos
divorciat·se del Cristo, rompm· con su iglesia i
abolir el sacrificio santo de la lei de gt·acia. En
ese día todas las poblaciones cristianas se visten
de gala para saludar la marcha triunfal del Hijo
de Dios por las calles i plazas llenas de pueblo.
L as grandes oiudades se cubren de oro i seda, las
humildes ald·eas de flores i ramas vet·des, pero cada
uno of1·~ce las primicias de lo que tiene al Dios
que trajo a la tiel'ra la paz i la verdad:
En ese día los católicos podemvs mostrar con
oJ·gullo a los que nos acusan de no se1· c•·istinnos,
nuestras íntimas relaciones con nuestt·o Seño1·
Jesucristo. El dijo: ienes que se le ofr·ecen riquezas mal empleadas que
es preciso desestancar para que vayan a aumentar
las for·tunas pat·ticularcs, las personas que se le ·1 ¡
consagran, vagamundos que es preciso lanzar a la
calle i entregar a la miseria. Porque, segun esos 1
hijos del' Evanjelio, todas las fuerzas del alma i l
del cuerpo, todas las horas de la vida, todas las l
fue¡·zas de la naturaleza deben dedica1·se a la pro- ¡
clucc~on de objetos que si1·van pa1·a satisfacer ne-
1
'
1 cesidades físicas, pal'a alimentar Jos goces de la
codicia, del orgullo, de la voluptuosidad. ¿Son l
estas las iueas vet·dadet·amente cristianas que se
quiet·en difundil· i plantear nquí? ¿Es esto otra
cosa que matel'ializar, que embrutecer al hombre?
¡ Oh! Nosotros sentimos la chispa inmortal que
nos anima, anhelamos algo pa1·a mas nJiá del sepulcro
en que hemos de descansa!', i wmos que
este deseo de la inmol'talidad es el que enjendra ,
todos los hechos grandes que la historia de los
pueblos rejistra en sus pújina.;;. Por él hai en el
mundo lo que se llama gloria_, por él hui Yirtudes,
por él es que la célebre musa épica nació.
Supdmase la creencia en la inmortalidad, i el ,
hombre no es mas qpe balTO, nido de gusanos, de
fetidez, de horror. No, la humanidad no quiere
ser eso. Ella comprende que es inmortal, lo cree
i lo ha creido siempre, i eA vano los reformadores
quieren hacerla mu.dar de fé. Siente que tiene
alma, i aspira a la posesion de Dios.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL CATOLICO. 21
Nada mas gt·ande, nada mas sublime que esta
creencia p1·ofesada por las jeneraciones que han
poblado i pueblan hoi el mundo, i ante ella es
impotente la nbsurda uegacion que deifica el placer.
La fuet·za hará cesa1· el culto pero no la idea
de que el culto nace, i esa fuerza tiránica de los
Jibel'ales, no conseguirá mas que amontonat· desgracias,
hacerlos mas i mas odiosos, i apresura¡·
el momento de la reaccion relijiosa, porque el
pueblo no puede deja¡· de creer, porque el pueblo
es racional i no puede dejat· de sel'lo, porque el
pueblo no goza ni se civiliza sino creyendo en Dios.
Por el:.o la fiesta del CoRPus es una de las mas espléndidas
fiestas en los pueblos cristianos.
---~ JJ.lit [t_ 1}l !JJiJ. !p_ [!} ~ ~--- .
-En una carta que hemos recibido de Tunja,
hallamos el pát·t·afo siguiente: '(Mucha impresion
me ha hecho la noticia de que haya habido pot·
allá semana santa, i que las llaves de los sagt·m·ios
las hayan sacado ciertos personajes. Los que a
esto se prestaron deberían leer el Evanjelio de San
.Mateo cap. 7, 0 v. 6: 0 "no echeis las cosas santas
a Jos pel'l·os, ni atTojeis vuestras perlas a los
marranos, no sea que las pisoteen i se vuelvan
contra vosotros i os destruyan." Debel'ian reco¡·dar
que en otra época se dióla llave de un sagrario
a cierto personaje de alto g1·ado en la majistra·
tura i en la lójiu, i que des pues no pudo ab1·h·se el
sagrario, i fué necesal'io emplear la punta de una
bayoneta paraforzat· la cerradura. Yo estaba entónces
en Bogota.''
-En otra carta fecha en Soatá nos comunican que
el CUI':l de la Ubita ha sido condenado a un año de
destierro, por el delito de habe1· dicho misa i ausiliado
a un moribundo sin licencia de la autoridnd.
Dos Obispos ante el mundo.-El seiior Domingo
Antonio Riaflo, Obispo de Antioqnia, confinado
entre Jos indios salvajes de Tierm-adentro;
i el sei10r Pedro A. Tórres, Obispo de Popayan,
lleno de honores i comodidades.-EI 1. 0 mártir de
su fé: el.2. 0 ••• i es tan a pocas leguas uno de otro.
ESTADÍSTICA CONSOLATORIA.-La guerradesoladol'a
pel'O providencial que aflije a los Estados
, Unidos del No1·te, ocupa una gran pat·te de las co-
1 lumnas de los diarios europeos. Unos describen
)as batallas sangrientns, ott·os cucntnn el numero
, de muertos i heridos : nosotros sacaremos de esta
1 triste historia los datos que hacen a nuestro propósito
i que son de no pequeña importancia en la
1 actualidad.
Dice un diario frances que tenemos a la vista :
"Los ejércitos del Norte cuentan 14 Jenerales
católicos, i es probable que no sea esta la cifm
completa. Todos ellos, con escepcion de uno solo,
practican su relijion. Algunos han abjm,ado el
protestantismo 4espues que comenzó la gueJTa.
Se habla tambien de conversiones mpi notables
entre los Oficiales del ejército del Sur. El que esCI'ibe
estas noticias dice que puede dar como cierta
la del Jener::ll Braxton-Bt·agg, el antagonista de
Rosenc¡·anz en la campaña de Tennessée. El mismo
Rosencranz es católico. Es hermano de Monseñor
Rosencranz, Obispo ausilim· de · Cincinnati.
Tenia por a migo fntimo al Coronel Gausché, hermano
de un misionero católico. Antes de la guena
estos dos amigoll eran el centro de una reunion
de oficiales que se juntaban para podet· practicar
con mas fervor su santa reJijion, i su hermano
coadjutor de las misiones, antiguo empieado del
Observatol'io de Washington, dice que Roseucranz
era el que distt·ibuía n Jos otros los oficios del Sagrado
Corazon, i un Padre Paulista de Nueva
York, refiere que el solo ejemplo de Roseneranz lo
babia convet'tido del pt·otestantismo al Catolicismo
cuando aun era oficial. El Co1·one1 Gausché era
digno de tal corhpañeJ'O de armas, pues comulgaba
todas lns semanas, i no dejaba jamas, aunque estuviera
abrumado de ocupaciones, de lee¡· todos los
dias cuatro capítulos de la Jrnitacion de Cristo.
¿No son estos indicios interesantes i en .e-s-tre··
mo consoladores de los triunfos del Catolicismo en
medio de las deplorables calamidades que nflijen la
sociedad americana ? Las cartas de que acabamos
de hacer mencion, permiten creer que existen, se
organizan i desarrollan grandes elementos de bien
en aquella tierra tan repentinamente conmovida i
at01·mentada. La Iglesia católica e-stá allí noblemente
representada pbt' su Clet·o, pot· los misioneros,
por los hermanos de la Doctl'ina cristiana, por
las incomparables Hermanas de la Caridad, por los
recien convertidos i )o, niiios de todas las clases .
Es evidente que se ¡·ealizan pi'Ogresos inmensos, i
que se elaboran i preparan allí cambios magníficos 1
i sorprendentes. Así es como la Providencia deposita
en la sangt·e misma i en las ruir¡as, jérmenes lt
destinados a producir frutos abundantes, que serán ~~
un dia, no lo dudamos, la salvación de la América. ~
Nuevos consuelos.-Un diario de Lóndres, dice 1
el mismo periódico (El - Mensajero) pubHcaba !
hace poco una lista de las conversiones que han 1
1
¡.1
tenido lugar hace algunos nüos, i a las cuales dá
una importancia particular la posicion social de los
convertidos. Pero lo mas notnble es que una boja
anglican~•, e11UoJ·'lúng AdveTtise'r, ha reproducido
en parte ésta lista, que contiene, segun sus propias
espresiones, 867 nombres " de los mas nobles i
distinguidos de la tierra. " Se encuentran allí,
dice, los nombres de '' 213 eclesiásticos (clergymen)
i otros dignatarios de la iglesia pt·otestante." .:
1
El mismo diario cita las personas mas considerables
que pertenecen a la aristocracia i a la alta
bou1'geoisie, que han entrado en el seno de la
Iglesia católica, i entre ellas " Su Alteza Real la 1
Duquesa ele Kent, madre de Su Majestad la Reiná
de Inglaterra." Vienen en seguida los nombres
de Ne\Yman, de Manning, de 'Vílberforce, i de
muchos otros talentos que eran la flor i la nata
del protestantismo. Entre estos nobles convertidos
pondrían citarse algunos que han prestado ya 1
eminentes servicios a la Iglesia. Todos cooperan a ·
preparar el tl'iunfo de la verdad en todas las filas
de sus compatriotas, cumpliendo estas obras de
caridacl que solo la Relijion católica sabe inspirar.
¿El hecho solo de su conversion no ·es por otra
parte una elocuente atestacion de la fuerza de la
verdad en ellos, cuando se consideran Jos su~rificios
de posiciones lucratiHIS i de pacífico i brillante
porvenit· que han debido hacm· ántes de abjurat· la J
herejía en que se habían criado? En fin, la deter- j
minacion de los convertidos ingleses parecel'á -Lié_,.~
meritoria aun, si se piensa en las preocupaciones,
los 6dios i rencores que han tenido que afrontar
de parte de una sociedad, to1ernnte con resp('cto a
una multitud de sectas, pero imbuida en las mas
1
injustas prevenciones contra lo que ella afecta ·
liamm·clpapismo, i masimpt·opiamenteromanismo ,1
-Los católicos de Suiza han enviado al Santo
1
P:tdre, entre varios regalos curiosos, una enorm~;
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
~ 22 EL e A T O L 1 e O.
!1 ;;.:;;;~;.:q~~~=;::;:::;oin:::;::;::: ' coloraClo, i se le calculuu cerca de cien años de edad, arrojadas de nuestra propia casa, privadas aun de· 1
i el retrato del mismoSantoPache hecho en vidrio. muchas cosas necesarias, i obligadas a vivir en
Todo esto iba acompañado con una buena suma en una casa_, en la que no podíamos encontl'ar la dísmetálico,
para contribuir al dinero de San Pedro. posicion material, tan necesaria para vivir confoL'- 1
Ya no hai Pi1·z"neos.-Esto dijo Luis XIV, me a nuestra regla, i aun en ésta misma casa,
cuando por consecuencia del testamento de Cárlos ¿ podiamos tener seguridad de que otra leí uo nos
II, el Duque de .AnJOU, su nieto, fué llamado a sacara de ella, i nos sepa.ram las unas de las
ocupar el trono de España. La industria hn conse- otras i acabara la órden relijiosa para nosotras?
guido, mejoL' todavía que la politica, realizar ésta Qué hombre del mundo uo busca i quie•·e tanqnifrase
célebre. En el mes de febt·ero último un lidad para sus últimos dias de vida ? Nosotras
despacho telegt·áfico anunció a toda la Europa el creemos i así lo confesamos, i Dios me<.liante así lo ,
perfm·amiento completo de los Pirineos para el es- cumpliremos, que los ' ' otos que hicimos, ningun
tablecimiento del camino de hierro de París aMa- Gobierno, ninguna lei puede relaja1·Ios, ni anulat·ddcl.
Ésta obra jigantescn, dice el JJfensajero de Jos, i que en donde quiera que estemos somos monBayona
es vet·daderamente admirable ; el trayec- jas obligadas a c~mplirlos. Aceptar, pues, la esto
perforado es inmenso, i la esactitml con que se claustracion, vivir sin poder cumplir las prescripha
emprendido ele uno i ott·o lado ha hecho que se ciones de nuestra Relijion, convenil· en no tener 1
encuentt·en los dos trabajos en el punto pt·eciso noviciado, cuando tan gt·aves males podemos evi- 1 .convenido. Madl'id, pues, quedará reunido a Pa- tarlos, dejando la patria, como ya fuimos obligaris
mui pronto por una vía férrea no interrumpi~ das a dejat· el convento, ese asilo querido de nuesda,
i entónces no habrá realmente Pirineos, cosa tros mas tiernos i relijiosos afectos, seria apostatar
1 que no pudo preveer Luis XIV. Allá,eu esos países i ser infieles al Señor Dios Nuestro, i olvidm· la
donde no se conoce el progt·eso colombiano, se vida etema, preferible a toda razon humana. Pot·
ponen a hacer esas cosas en vez de matar godos i esto decimos adios a nuestra morada de tantos
¡ 1 destruir el Catolicismo. años; a nuestra iglesi1'l en la que tantos consuelos
Las M•njas Carmelitas de Popayan, cansadas
de esperar inútilmente la resolucion que debió dic-
1 tarse a virtud de la representacion que publicamos
en nuestro número anteriot·, tuvieron que burlnr
la vijilancia del Gobernador del Estado que se ha bia
cosstituido su carcelero, i fugarse de dos en dos i
de tres en tres, en las noches de los dias 27 i 28 de
abril próximo pasado i en la madrugada del 29,
yendo las mas anciabas llevadas del diestro hasta
Timbío uonde fuet•oil espléndidamente recibida S
por los pobres. Sabida su fuga po¡· el señot· Payan,
les mandó decir que se alegraba d. e que se hu bieran
ido, i con este recado pudieron ya disponer
1 con descanso su marcha de una manera mas con ve·
ni ente.
Antes de emprenderla, depositaron en la Notarfa
la siguiente
PROTESTA I DESPEDIDA.,
ct Al dejar el país natal, la patria nuestra ; i el
convento en el que hemos vivido tantos aiios de
1 vida relijiosa i tranquila ; i la iglesia .en la cual
hicimos los votos que nos ligaron a Dws, i a la
cual ibamos diariamente a derramar nuestt·as almas
en la presencia del Señor, natural es cree¡· que
nos han decidido a hacerlo, motivos bien gL·aves,
superiores a todos los motivos humanos, porque
las tímidas esposas del Señor, ¿ qué bienes temporales
podemos it· a buscar a país estranjero, en
l
las casas de nuestras hermanas en las que set·emos
Udmitidas por caridad ? Qué hai en el mundo que
pudiera damos valot· pm·a emprender un viaje largo,
penoso, lleno de peligros, a nosotras ancianas
r.~1 e Jchas, i todas sin la esperiencia del mundo, i
solamente acostumbradas a la vida ele retiro i so-l
Jedad ? Solo quien no conoce el corazon humano,
podrá atribuirnos otro . motivo, que el de conservar
ileso el voto que hicimos, cuando dejamos
hogar i familia, para vivir como monjas del monastel'io
de Nuestm Señora del Cármen.
" La lei de 23 de abril sobre " Policía en matel'ia
de cultos,'' disolvió las comunidades relijio-nos
concedió el Seilor, cuando alabábamos i ensalzábamos
su santo nombre, i el de su Santísima
Madre bajo la invocaeion de Nuestm Señora del
Cármen; i a nuesh·a patria, en la cual quedan
nuestros padt·es, nuestros hermanos, nuestra~ familias,
nuestros compatriotas ; i a nuestro Ilustl'Í- ,
si m o Prelado el señor doctor Pedro Antonio Tónes,
que en todos tiempos i en particular en estos de
afliccion, i prueba, nos ha hecho tanto bien; i a
todo el Clero de Ja ciudad, i a tantas personas
bondadosas i caritativas que han mitigado la amargma
de nuestra ailiccion. Sí, en presencia de Dios
cledaramos : que hemos ' ' ivido alejadas de todo 1 negocio humano; que no hemos tenido participa-
1 cion en ninguno ; que hemos sido estraúas a todas
las cuestiones que han dividido el país ; i que en 1.
nuestro viaje solo buscamos lo que yn no se nos
concede ni permite en nuestra patria : Ja libertad
de ' 1iVi1· i moril· cumpliendo con los votos que lücimos
por nuestt·a libre i espontánea voluntad.
"Antes de darse la lei mencionada, la de manos
muertns, declaró, que todos nuestros bienes, provenientes
de Jas dotes que llevamos al convento
cuando profesamos i los que adquirimos ¡Jor dona-ciones
o legados que nos fueron hechos válida- 1 •
mente, pertenecían al Gobiemo, i que sedamos 1
indemnizadas con una pension ·vitalicia, pagade¡·a
del Tesoro público ; i cuando éste desde muchos
años att·as viene en notable déficit; cu:lndo los 1
empleados públicos no reciben sus sueldos ; ¿ podemos
confiar, que a nosotras tenidas como séres
inútiles por los hombres del mundo, se nos hubiera 1
pagado esa renta? Pet·o bien pudiera haberse 1
hecho el pago puntual, nuestro Santísimo Pndre
el Papa Pio IXJ i el Ilustrísimo Seiior Metropolitano
han declarado, que no debemos recibit· esa
renta viajera, i nosotras que como cristianas,
sumisas a la yoz del Vicario de Nuestro Seüot• JesucristoJ
solo nos toca obedeceJ•, no podiamos hacer
otra cosa, que sorneternos a esa decisíon. Pat·a
los que se crean superiores a este motivo podemos
decirles tambien : aceptada, era convenir en el
despojo de nuestm lejlüma propiedad, de esa propiedad
inviolable gat·antizada por la Constitucion
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL e A T Ó L 1 e O. 23
de la Republica; i es ele notarse que cuando se dió
el decreto sobre Desamortizacion, la Iglesia estaba
independiente del Estado, i ant~ la lei, nosotras
solamente éramos granadinas, tan lejítimas propietarias,
como cualquier ott·o gl'anadino. Fué.1
pues, un despojo el que Sf\ hizo de nuest1·os bienes
i este despojo se han apl'esurado a repararlo los
• Gobiernos_, que lo han hecho en días calamitosos,
, tan luego como la sociedad ha vuelto a su estado
normal, i la justicia al consejo de los que gobierllan.
La misma repat'acion se nos hará, i no podemos
nosotras debilitar este det·echo perfecto,
1 admitiendo una vension, real o imajinaria, reprobnda
por la lglesia i desag•·adable a nuestm conciencia.
1\Iui al contrario protestamos contra el
despojo de nuestras propiedades, i reservamos el
derecho de reclamadas cuando podamos hacernos
1 oit· en justicia.
" De las consideraciones que anteceden se desprenden
dos con el usion es lójicas : La lei de 2 3 de
abril solo nos dejó una alternativa: apostatar,
faltm: a nuest•·os votos i pcrde1· nuestras almas_, o
d<'jat' éste pais pam buscar la libertad de conciencia_,
bien supremo de que senos pl'iva. La lei sobre
desamortizacion nos ha dejado sin rentas, ni hiel
es, i en la alternativa de morir de miseria, o de
buscar la caridad de nuestras hermanas en un país
mas feliz que el nuestro. Has.ta hoi pa1·a vivir hemos
necesit~do vender las alhajas de que podiamos
disponer. Esta doble alternativa la resolvemos
dejando ésta patria ; en ella quedan los huesos de
nuestras hermanas como un monurnento de lo que
fué la piedad de nuestros padres, i la dUI'eza de los
tiempos que hemos alcanz3clo. Nosotras llevamos
la esperanza de reunirnos a e11ns el día de la rcsune9cion
jeneral. Nuestra confianza está en Dio,s.
A EL le pedimos fortaleza en los trabajos, i de EL
espernmos poder cantar sus alabanzas en su santo
templo, si vivimos, o verle en la gloria, si morimos.
"1 para dat· a esta protesta la autenticidad legal,
firmamos dos ejemplares las Preladas, Clavarías
i dernas rclijíosas ante nuestm Secretat'Ül, i entrcgnmos
el uno al señor Notari.o público de esta
ciudad i el otro al Notario eclesiástico de este
obispado, pa1·a que Jos archiven en sus respectivas
oficinas i conste en todo tiempo, suplicándoles que
nsí lo ce•·tifiquen en seguida.
"Popayan, 1. 0 de abril de 1864.
"J.a Pl'iora, Cármen de Santa Ana.-La Subpriora
i ClavariD, JlaT[a Rosa de San Joaquin.Ana
JJJaria de San Ag ·ustin~ Clavaria.-Cdrmen
del Co ·razon de Jes us .-Rosalta del Cm·a::;on de
liJaría,
l{ELIJIOSAS :-Cármen de San Eliseo.-lliarta
JJlanuela de la Santísima Trinidad.-Sebastiana
de San Elias.-Ana Rosa de San José.-Ana
JJ!arfa d~ la Encarnacion.-JJJércedes de San
Juan de la Cruz.-JUarta Jesus de los Dolotes.
Carlota del Esph·itu Santo.-J~tana liJarta de
San Rafael.-Feli::;a de Jes~ts i San JYliguel.-Mada
Ascension de San Luis Gon::;aga.-Gregotia
del Santlshno Sac1·amento,Ciavaria i Secretaria."
EL Cll\JENTEHIO.
Al pié de la cruz que adorna
Verde hiedra,
Sobre esta musgosa l)iedra
Ven, Amira, a descansar.
Del sol el oblicuo rayo
La movible sombra aumenta ;
1 su luz amarillenta
Nos convida a meditar
Aquí la risueña hrisa
Vagarosa,
Se entristece, i silenciosa
Mece el arbusto i la flor;
1 hace temhlar de los sauces
La flotante cabellera ;
1 la agostada ,pradera
Barre con blando rumor.
Aquí nunca los festivos
Ruiseüores,
Sabrosos cantos de amores
Se atreven a preludiar ;
1 las avt>s todas lanzan
Triste pío
Entre el ramaje sombrío
Que escojen para anidar.·
El narciso, la violeta
Pudorosa,
La trinitaria, la rosa,
El encendido clavel,
Cubren con opaco velo
Su hermosura;
I acrecientan la tristura
De este lúgubre verjel.
Repara el sol, tierna Amira:
Por dem;o vapor velado
Derrama un tinte encarnado
Sobre el mimnol de la cruz; lj
Su abrasado disco flota
Sobre nubes de zafiro, !1
I fijamente Jo miro,
1
Sin que me ofenda su luz.
1·
Así de tus negros ojos 1
Miro, al traves de ese llanto,
Crecer el amable encanto,
1 amortiguars~:~ el fulgor 1
I aunque mi inquieta mirada
Fijo en tu pupila ardiente,
1
,
1\Ii helado pecho no siente
Ni una centella de amor.
Aqul el ánjel de la muerte 1
Hace sentir a las flores, 1
Al aura, a Jos ruiseñores i
Su tenible maj!•stad; ~ ~·
Apaga el son de la lira,
Estingue el amor profano,
1 suena un eco lejano
Que repite: Eternidad! D. R. i CAP.o.
!J! r:J)lliJ [1} rJ1 !P [l J!l ~
LA NOVENA DE LA CANDELARIA:
l.
( Continuacion.)
-Aquí está la cuestion, pensé yo para mí, i que- 1 ~
rria de buena gaua saberla, pero si l\lariana lo sabe lo ~
dirá.
1
'1 . -Comprendereis que yo no lo creo, continuó ella,i
s1 lo c.reyera no me daría por eso mas cuidado. ¿Qué
1
me importa a mí saber el marido que tendré, siempre
que sea hombre de bien, anstócrata i rico? 1\Iis padres
1io me han de dar otro. Por otra parte, sea hermoso
o feo, jóven o viejo, amable o áspero, no podra
cscusarse de llevarme a las sociedades, a los bailes, a
los espectáculos, ni de proveer, segun mi fortuna, il
los gastos de mi tocador. 1<:1 matrimonio es solo esto
¿no es as! ? 1 ademas, yo no me inquieto por lo ( ue
está tan léjos.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
24 EL CATÓLICO.
-Ni yo tampoco, dijo Teresa acercando su silla a lfl
de Mariana. ¿Pero el medio? -
La impaciencia llegaba a su colmo, i la de Mariana
no era menor que la nuestra, porque tenia mas placer
en hablar segui :lo i por la.rgo rato, del que nadie ! en el mundo ha tenidoJ·amas en escuchar. Paseó, pues,
1 !
1
• por ese auditorio solícito una mirada de satisfacciou
que procuraba hacer modesta, i volvió a tomar la pa-
1
labra en estos términos :
! - Sabeis, d!jo, tJUe no hai devoci'on mas agrada~)le
1.
1
a la Vírjen Santísima que la novena de la Candelarta,
1 i es por'estoquese ha crcido que recompensa~a con . lt
1
un favor especial a las perst){las que le r.endtan es;
te ho menaje En cuanto a 1111, no lo creo m lo creer e
.inmas; pero Clara lo cree .firmemente, porque ella
k' cree todo lo que se le qUiere hacer c~em:- .i Es ta,n
8, buena! Solo que hai muchas ceremo~tas 1 formah-
1
1 dades en esta esperiencia, i yo tengo mtedo de eml>rollarme
si Emilia no me ayuda un poco. Ella estaba
con uosotras·el dia que Cla_!a me habló d~ ~so.
1 -Yo? respondió. desdenosam~nte Etmlta. Yo no
r me mezclo en vuestras conversaciOnes,
r - No digo que te mezcles, continu.ó M,ariana, pero
las escuchas.-Es preciso pues, contmuo despues de
1
haber roido un poco sus lmdos dedos, comenzar la
t novena esta tarde a la oracion de las ocho,en la capilla
de la Sant'sim~ VirJen . .Es preciso luego oír en ella
todos los dias la primera misa, i volver a las prcees todas
las tardes hasta el primero de febrero, con . una
piedad que no decaiga, con una fé que ~o v.ac~le. I
des pues, el primero de febrero, es r.osa !flUl d1stmta.
Es preciso oír todas las misas de la captlla, desde la
primera hasta }a ú !tima; es preciso o ir todas. las pre-
1 ces i todas las instrucciones de la tarde, sm faltar a
una sola. Atended atended! iba a olvidar ·que es
preciso tambien haberse confes?d.o ese dia, i ~1ue si,
pot· desgracia, no se hubiese rec.1l>1do la absolucwn, t?·
·do lo de mas seria trabaJO peed1do; porque la .con_dtrion
eseneial al buen exito, es entrar en su.. habttaClon
en estado de gracia ..... Eutónces .... :
-Entónces se encuentra en ella un mando! esclamó
Teresa .'
-Tienes mucha prisa, repli~ó friamen!e Maria~a.
No estoi aun en la mitad de m1s mstrucetones. - Eutónces
se vuelve a comenzar a orar. se encierra una
para cumplir todas las condiciones de un retiro severo
· ayuna, i sinembargo lo dispone todo para un banqu~
te, pero para un banquete, a (lecir verdad, .en que
la golosina no tiene parte alguna. La mesa debe estar
aderezada para dos personas, i. cubierta de dos s~rvi ·
cios completos, salvo los cuch11los, que deben evt.tarse
con gran cuidado . . ~st? merece la mayor_atenclOn,
porque hai eJemplos horrtbles de la& desgract.as a qu~
una se espone olvidando esta regla. Os las contare
ahora, si quereis. No necesito deciros que este ~ubierto
exije un mantel perfectamente blanco, tan _!nn~
pio, tan fino, tan nuevo como se pueda consegUir, 1
que el buen órden i buen gusto del pequeño departamento,
nunca serán drmasiados para el buen éxito del
festin ; porque son cosas que se observan por costum-
1 bre cuando se recibe a una persona de consideracíon.
-Nos hablas de banquetes i festines, intec.rumpió
una de las muchachas, pero yo no he visto todavía ti
menor preparativo de cocina. ·
-No puedo decirlo todo a la vez, replico Mariana,
Os he prevenido que la comida seria mui sencilla. Se
compone de dos pedazos de pan bendito, que se han
llevado del último oficio, i de dos dedos de vino puro
repartidos entre los dos cubiertos: que ocupan como
es natmal, los dos costados de la mesa. Solo que el
medio del servicio está adornado con un plato de porcelana
o de plata, si es posible.
---;Hemos llegado al fin! dijo una de las mucbar.has.
-1 que encierra, continuó Mariana, dos ramitas,
cuidadosamente benditas, de mirto, de romero, o de
cualquiera otra planta verde, escepto el box, colocadas
1<~ una ni lado de la otra, i no en cruz. Este es otro
punto que es mui esencial observar.
-llue.go? diJO Teresa.
1 et círculo entero repitió la pregunta como un eco.
-En seguida, respondió Mariana, se vuelve a abrir
la puerta para dar paso al convidado esperado, toma
una lugar en la mesa,se encomienda mui devotamente
a ~a Santlsi1~1a V.írjen? i se duerme aguardando los ~fec·
tos de su Jrrtser~eonlta, que nunca deJaD d·e manifestarse,
segun la persona que Jos implora. Entónces comienzan
estrañas i admirables visio~es. Aquellas para
quienes el Sei1or h:~ preparDdo en In tierra una simpatía
desconocida, ven aparecer al hombre que las ha
de amar, si las encuentra; que las habrin amado al menos,
si las hubiese encontrado ; el marido que una tend
ría, si circunstancias favorables, se lo acercasen, i fe.
!ices las que lo encuentran ~ Lo que hai de consolador
es que un privileJio particular· de la novena, es procurar
la misma vision al jóven que es objeto de ella, e
inspirarle la misma impaciencia de unirse a esa mitad
de sl mismo que un sueño le ha hecho conocer.Este es
el lado bello de la esperiencia. Pero desgraciadas las
jóvenes curiosas de quienes el cielo no se haya ocupado
en la distribucion de los maridos, porque son
atormentadas con pronósticos espantosos. Una<;, destinadas
al convento, ven, segun se dice, una larga prosecion
de relijiosas, cantando los himnos de la Iglesia;
otras, a quienes la muerte debe herir ántes de
tiempo, i esto hiela la sangre en las venas, asisten vivas
a sus propios funerales. Se despiertan sobr~salta·
das a la cJaridad de las antorchas funebres i al rumor
de los sollozos de su madre i de sus amigas, que lloran
al rededor de un ataud forrado de blanco.
-Tomo a Dios por testigo, dijo Teresa, de que no
me es pondré jamas a semejantes terrores, tiembla una
con solo pensarlo.
-Tú podrías sineml>argo esponerte sin temor, replicó
Emilia. Te respondo de que dormirias hasta por la
mañana con un sueño tranquilo, i que seria preciso
despertarte como de ordinario, para tomarte la leccion
de italiano.
-Esta es mi opinion, replicó Mariana, i me admiraría
que no fuera tambien la de Máximo, que parece
abismado 'm sus reflexiones, como s1 tratase de ésplicar
un pasaje dificil de algun autor griego o latino.
- ·Yo no sé, respondí volviendo en mí, i me permitireis
no fallar tan pronto sobre una creencia apoyada
en el testimonio del pueblo, que se funda casi siempre
en la esperiencia. La cuestion vale bien en mi opinion,
Ja prna de ser estudiada.: pero perdona, quer ida Mariana,
continué diriJiendole la palabra, si los detalles
que acabas de darnos con tu gracia acostumbrada,
han dPjado algo que desear a mi esplritu. No has
puesto en escena, en tu relacíon, sino uua niña inquieta
por conocer su porvenir ; i convendras sin trabaJo
en que la misma duda· puede atormentar la imaJinar.
ion de un JÓven. ¿Piensas que la novena de la Candelaria
no produce su efecto sino para las mujeres, i
que la VírJen no concede las mismas gracias a los ruegos
de los mozos?
. (Col!tinuará).
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c:El Católico" se publica todos los márt~s.
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Las disposiciones dictadas por la actual Administracion
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irá con regularidad !'Orlos correos i de que no
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Los suscritores, puP.S: 'lo recibirán con rigurosa
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IMPRENTA CONSTITUCIClNAL.-POR NICOLAS PONTON.
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Citación recomendada (normas APA)
"El Católico - N. 51", -:-, 1864. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3687949/), el día 2025-07-17.
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