PERIÓDICO DESTINADO A LA DEFENSA DE LA RELIJION CATOLICA, APOSTOLICA, ROMANA.
'I'IHJYI, 4. 0
PARTE OFICIAL.
CIRCULAR.
.-Jrr¡uidioccsis de Santafe de flogolá, 12 de mar·
zo de 1864.-Scaetaria del Gobierno cr.losiúslico.-
l\'timcro [¡4.
M señor Vicario principal de ......
Es herido de intensísima. pena i
penetrado de amargo sentimiento que,
como órgano de comunicacion de la
autoridad eclesiástica, me dirijo en
esta voz al señor Vicario.
El señor Presidente del Gobierno
Provisorio del Estado Soberano del
Táchi ra, en nota de 13 del próximo
pasado dirije al sei'íor Cura i Vicario
Je San Antonio del Táchit'amplona, doctor JOSE LtlS l\11\0:
acontecimiento aciago, c¡ue bien ut crcce ser
sentido por un pueblo civilizado, que admira
la virtud!
Ciudadano Presidente: jamas, l~s heridas
que mi eorazon ha recibido en el curso peno·
so de la vida, habian encontrado un bal~amo
que, con tanta oportunidad, aliviara su anur·
gn dt~sconsuclo, como en el dia de ayer, que
tuve IJ satisl'accion de rt~cihir de l, como
rcprcacntante del Gobierno dr. mi pais, la cspresion
de la mas ardiente caridad i del mas
ascndrado patriotismo. Digo de mas a~cndrado
patriotismo, porque la nota oficíul de
U, que tengo el hon ot' de contestar, ha salvado
el honot· nacional, testificando al rnun·
do entero, que en nuestra insipiente República,
tamuien se acatan, respetan i veneran
Jos fueros de la hospitalidad i del infortunio.
Ayer se hizo la inhumacion del cadáve¡· de
aquel VENERABLl! Ponmcs,a quien la Divina
Providencia le tenia dc~tinado en nurstro
suelo, el irltimo ~silo de los mortales-la
tumba! -La concurrencia en los tres días de
au velo do i pública exhibieion, fué inmensa;
los pueblos circunvecinos quedaron despoblados
porque sus habitantes volaron a tributar
el irltimo homenaje a los restos de
aquel husrns HRON; i tengo la satisl'accion
de particíparlc que los moradores de este
Distrito, han sido los primeros en corresponder
a Jos deseos del Gobierno, que tan dignamente
representa U: en el rostro de cada
uno de mis feligreses se marcaba la vcrdade·
ra espresion de su dolor, i sus casas cnbiertas
con negros cortinajes hacían del Distrito de
San Antonio, un cuadro lúgubre en que solo
la muerte ostentaba su poder. ¡Conducta
digna de un pueblo agradecido i piadoso!
Se ha sentido sí, el que las multiplicadas
atenciones d~ ese ilustrado Gobierno, no hu·
biesen permitido n su personal la concurren·
cia a los funerales de AQUHL, cuya pérdida hoi
lamentamos: concurrencia que hu hiera for·
mado la mayor lucidez en aquel acto solemne.
En cuanto al cumplimiento de mi deucr,
como Cura de este Distrito i como venezo-
NlllU • .a~.
!ano, trate de hacer qnc los honor·es flrncbrrs
de aquel husrn& Pni(LADO, fuesen cual rorrcspondian
a su clerado car~ctt>r.
l\o omilírc decir, qur, mi g¡·alilud, está
doblemente comprometida para con l.;, qut:
tant as atenciones de civilidad i fineza ha loccho
a la memoria de uno de mis mejorrs
amigos, a quien tnve la fortuna de abrig-a¡·
en mi poh,·c techo, i acompai1;u·le hasta qu~
el pollo de nuestra querida patria ocnltú sns
restos a los ojos de los mortales.
Sea la presente nota, ciudadano Presicicntr,
un testimonio del agradecimiento, qnt·
como amig-o de la victima, como católico i
como cit11ladano de leucznc:a, le dedica a
ese Gobierno, e~ te poure i humilde sacerdote.
Camilo Otero.
Es, pues, indudable quo el !lustrísimo
señor doctor· LUIS NINO, sufragáneo
do e ta Santa Iglesia l\lctropolitana,
i, ántcs, uno do los ma~
infatigables i celosos sacerdotes do !:1
Arquidiócesis~ con cuyo carácter
pre. t6 a los fieles de ellaina.preciahle.
beneficios, consagrando a. su servicio
la mayor parte de su vida, ha coronado
su sacrificio muriendo en el destierro
uor mantener incólumes los sa.cros~
ntos derechos do la Iglesia; i i
el Gobierno liberal de Venczucln,
verdaderamente digno do esto nombre,
cspresa tan honrosos sentimientos
i deplora la pérdida del virtuosísimo
Prelado, indicando que "el tloble
carácter de la Yícma i sus méritos,
es preciso que sean honr:!..dos cual merece
serlo siempre la virtud," con
muchísima mayor razon la Iglesia de
su Patria debe esprosar, a la vez que
su profunda gratitud para con el Gobierno
hospitalario i realmente civilizado
que ha honrado l:ls venerandas
cenizas del mártir, su justo sentimi~
nto por tal.~érdida, i dirijir plcglarJas
en sufraJJO del alma del difunto
Prelado. En consecuencia, el
señor Vicario ha dispuesto que tn.n
pronto como se reciba en cada una de
las iglesias la noticia, se den cin.
cuenta campanadas pausadas, seguidas
de otros tantos dobles, repitiéndolas
por nueve días a las seis de la
tardo i de la mañana i a las doce del
dia, i que se aplique una misa con vijilin.
con el objeto indicado, a cuyo
efecto el sefiot· Vicario lo pondrá en
conocimiento de su clero.
Su mui respetuoso servidor.
M1cun Anas.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
:EL ILLMO. SR. DR. LUIS NIÑO.
Dedicat·emos con gusto
nuestra vida a libraros
de la muerte riel peca·
do, i aun la sacrificaremos
con valor, bÍ necesario
fuere, por sostener
las prerogativas
de la Iglesia i los fueros
de su jerarquía, imitan·
do el ejemplo de nues·
tro mui digno i nunca
hien llorado antecesor.
Pastoral del 1/lmo. Sr.
Ni71o, de 1. • de enero
de 1857.
La promesa contenida en las palat
·as que encabezan este escrito, conagt
·ando a la veneranda memoria del
ne las nrofhió, ha tenido su cumplí-liento!
... el sacrificio se ha consu-
1ad !. ...... el n'lllrtir ha volado al
iclo !. ... i sn muerte, no solo ha cn-ierto
de luto i sumido en el dolot· a
a grei que inmediatamente dirijía,
wo a todos sus compatl'iotas catoicos
que~~ ellllmo. Señor Dt·. JOSÉ
.UIS NI. ·o han visto rle~apnrecer
1110 de los mas infati¡Jables prelados
le la Iglesia g1·, nadir a, uno de Jos
.1íl5 valerosos adalides de la snnta
.a:tsa hoi cncarnizadamcutc combaida
; i ese sacrificio ha sido la coro
1a de nna Y ida pura, l::lbOJ·iosa i con
·agrada enteramente a Dios i al biCI
le la humaniuad. Bonmn cerlamm
·e¡·tari, cursum consumaL'i, (itl em ,;,m:aci.
Ln provincia de Tuuja le vió nacc1·
•n n seno el 1 O de octubre rlc 1815 ·
Tunja fué el teatro de su~ fatiga Í
le sus vit-tudes ha ta 1856, en que
alió ele ella pam ser uuj ido con el
roridencia Jo dad de la cspostcwu del Sact·amcnto
guiaba, sin que ¡IJ se apccibic e de en las Ct~nrcnta ~Joras, uniéndola
ello, al Santuario, pnra hacc1· de él cou la pmncra~ sten_do aq~lCllo un
uno de s 1s ejemplares ministros, i man:H.tttal de biCncs 1 una iuente tic
un fa1·o resplandeciente que debía ~oraltdad para ~os pne~los que an-rruiat•
a m 1ehas almas. En efecto : stosos conen alla a punficar sus al-de
iguaria la noche en que debia con- mas i a fortificarse para manchar
fcdt·sclc el grado en jurisprudencia, por la senda del deber.
i arreglado tocio para aquel acto, es · De Santa no~a paso a Tu11ja i fué
perimcnt enemigos de la sana
doctrinn, rindieron un tributo de
respeto al mérito i a la virtud del santo
directot·; basta ~abcr qllC en los
cataclismos que conmovieron la Rcttblica
en 1851 i 1854, aquel plautcl
fué re,pctado i siguió su imperturbable
marcha. ¡Que bello cuadro el
que presentaba aquella juventud dirijida
pot· tul maestt·o! ya humilde i
fervorosa tl'ibntaudo rendidas adoracionts
al Ser Supremo, alimentándose
frccueutemente con el pon de Jos
· Jljcles; ya prcsentándo e intrépida
en los combates literarios, ccgawlo
lom·eles en cJ campo ele la discusiou.
Ma ·no ~iempt·e e as alegrías estaban
cscntas de amargura. En los actos
literarios que sostuvo el Colejio en
1852, do jóvenes alumno~. los eiiOres
Sct'jio Camargo i J. M. Pinzon
Rico, se hicieron uotablcs pot· lama.
u ifcstacion de sus ideas cotólicus, lo
que clió por resultado qnc los hombres
que ocupaban el poder, rodearon
el templo, en que tenia lugar el acto
litet·ario, con fuerza armarla i condu·
jerou a los dos escoJa res i al seilor
Nii10como director del Colejio a pagat·
el merito de la inofensiva pt·ofcsion ele
sns cree u cias.
En el Colejio que didjia el Illmo.
scilot· ~iito se gozaba de esa paz inalterable
nacida del cumplimiento del
deber, de los goces de la amistad
pura nacida i alimentada en el seno
de la virtud, i el desanollo onlenado
de la intellJencia en el conQcimiento
de la verdad. Allí se recibían tamuien
ya cou la palabra, ya con el ejemplo,
leccioues de moral i de virtud de
que el director, :engolfado en Dios
et·a el modelo. Oh! cuantas veces le
vimos anobado, con los ojos elevados
al cielo, enajenado de sí, eslrniío a
cuanto le rodeaba ! ¡ Cnántas, con·
centrado en la contemplacion de las
EL CA'I!OLICO.
vet·dades eternas i de las perfecciones
de Dios, se desataban sus ojos en
torrentes de Iagrirnas! ¡Cuantas se
le sorprendían los instrumentos con
que de diversos modos macet·aba su
cuerpo para dar libertad i espansiou
al espíritu i adquirir con la mortificacion,
esa paz desconocida del mundo,
con la que en pdmera ocasion,
había de saludar a sus diocesanos!
¡ Cuántas, al dirij ir la palaht·a a sus
alumnos se enardecía ele repente por
la llama de amor divino que ardía en
su intel'ÍOI', i con esa elocuencia i esa
uncion propias solo del que tiene la
posesion de la virtud i la conviccion
profunda de lo que enseña, comunicaba
su ardot· a los cor·azones qne le
rodeabnn, haciéndoles participat• algo
de las delicias del cielo e infundiéndoles
despt·ecio por los caducos placeres
de la tierra! Oh! esos momentos
no '·olverán . . . pero no, que en el
cielo se reproducirán perpetuamente
i el mat·tir no ha hecho sino onticiparsc
para allanarnos el camino con
sn ejemplo. El scl1or iiío conoció
qne \111:1 de las mas poderosas causns
que precipitaban a nuestra sociedad
a la hot·rot·osa sima cu que hoi se cncncnh
·a Jerribado, era la eu eñauza
de las doctrinas de Jeremías Bclham,
i por esto se con ·l)gró a rcfutorlas, i a
falt'l de un testodelcjislaciou completo
que reemplazara aquel, compuso
una obra de lejislacion ci'til i penal
lomando de las doctl'ina del inmortal
Billmcs, su autor favorito, i de las 1le
nuestro malogrado compatriota José
Eusebio Caro, para la cccion civil i
parte de las de Filanjiel'i para la cri·
minal.
El celo del apóstol 110 se satisfizo
con es o i quiso hacerse lodo para
Lodos como dice el Apóstol. J.as tareas
en el colejio, en el monasterio de
Nuestra Seitora de la Concepcion de
que era capellan,cn el hospitoldcque
era director, en los otros colcjios de
uno i otro sexo i en la ciudad enlet·a,
no se pueden describir sino diciendo
que no solo el dia sino gran pal'te de
la noche (algunas veces hasta las dos
de la maiíana) era dcdit::ada a ellas;
i esas lágrimas que enjugaba, i c~os
consuelos que impartía, i esa paz qnc
difun1lia en las familias, i ese bálsamo
celestial que ft·ccuentemente derramaba
a la cabecera de los modbundos,
i esas reconciliaciones de los mayores
i mas inveterados pecadores,
que solo en él tenían confianza para
revelarle sus miserias i depositar en
su seno el secreto de sus grandes cl'imenes,
son hechos que solo allá en
la rejion de la inmortalidad, pueden
set· apreciados i que entre nosotros
pasan desapercibidos. Eu la cátedra
del Espíritu Santo det-ramaba la luz
e inflam:~ba los corazones; i por ésta
razou todos los templos de la ciudad
resonaban siempre con su palabra,
llegando ocasioue5 de predicat· muchos
rlias coutinuados como en las
mi·iones cu la Iglesia de Santiago, i
meses enteros sin intcnupcion alguna
como en el de Maria cnlade Santa
Clara.
Pero sn jénin infatigable, ¿ estaba
líuicamenle enajenado en las rejioncs
del espíritu? Nó, que las miserias de
la humanidad no le et·an indiferentes,
i pot· esto se apt·e!;•li'Ó a fundar en la
iglesia del hospital Ja confratemidad
titularla de "El Amot· de Dios" de
que habla en sn Pastoral de 1. 0 de
enero de 1857, con el objeto de atender
a los enfermos, a los uiiíos i a los
eucorcel:Hlos, dividiendo la asociacían
en olr:~s tantns secciones i esparciendo
en todo sentido el perfume
de la caridad. A!ll, en ese templo
qne los progt·csislos actuales tlesli'Uyeron
para convertido en PeiJitencial'io,
se \eiau con frecuencia a los socios
bajo la dit·eccion de aquel discípulo
de Vicente ele Paul, ue Ilipólito,
de Casiano i de Juan ele Dios, in tt·uit·
111 niño en Jos rudimentos de la Helijion,
or·nr por el pecaclor, esplicar el
Eyaujclio a los mendigos, darles a
estos el pan para su alimento corpo ..
ral, despues de llcvat· al enfermo el
pan sagrat!o para fortiflcal'lo en el
vi¡¡jc a la eternidad; produciendo todo
tnn felices resultados, IJlle b leji• ..
latura no lnciló en ceder el local i
rentas a ton laudable instituto, pues
lo hajo la protcccion rlc ' '.El Buen
Pastor. " El derecho sagrado e in di<;·
putable adquirido en virtncl de ta
ce ion, fué ahora violado como lo !J,
sido Lodo 11creclto, el edificio fué
arrebatado dcspues de las rCJ•tas, ·
constituye hoi la famosa Pcn itenciaría,
de cuya prision hace la pl'incipal par
Le el templo.
La ciHclad de Tunja, fué ocupad
por las fuerzas revolucionarias i sitia
da por las de los constitucionalistas"'
el 26 de setiembre rle 1854, i se espe
raba que ese día presentase una es
cena sangrienta, semejante a la qu
se preseució en abl'il de 1861. E
fuego incesante i nutl'ido aterraba
todos los habitantes. De repente la
detonaciones se suspenden, el fue¡;
cesa con sorpresa jeneral i nadie s
puede esplicar el motivo: era que e
señor Niño, como Mon~eñot· Alfre
Arzobispo de ;Paris, anostrando lo
peligros i penetrando por en medio el
una lluvia de balas, había llegado a
lugar de los sitiados, para persuadir
los de la inutilidad de resistir,i volví
a dopde los sitiadores recavando ga
rantlas para aquellos i consiguiend
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
por fin que tct·minara la joi'Oada, sin
los resultados que se tcmian.
Así trabajabaen la ciudad. El tiempo
destinado a vacaciones uo er:1 pat•
a él de descanso. Pasaba a celebrar
a Santa Rosa de Vitcrbo la grao solemnidad
rle la Santi!:>ima Tl'inidacl,
i recorría tlcspnes otras poblacioucs
para ayudar en torio sentirlo a los
tt·abajos del mioistel'io sacerdotal, 1·o,
husteciendo su alma cual Pablo i An·
tonit~, con la comuoicacion con varones
animados de su mismo cspil'itn
como el docto•· Juau de la Cruz Vargas,
Frai Joaquin Páez i otros.
En estos trabajos cvanjélicos se deslizaban
sus clias cuando fué designado
para Vicario apo túlico de P:tmplona,
sin que el humilde sacerdote aspirara
lli remotamente a esta dignidad."
Miéntt·as que Nos, dice en sn carta
pastoral de 7 de mayo de 1856, oculto
bajo la somlHa i o~curiJad de la
vida privada, i ocuparlo en formar el
corazou de una parte de la jnvcntud,
cstabamos lejos de pensar t¡nc se nos
llamase a ocupar un grado distinguí·
do en la jcrarr¡uia cclcsi.istica, Dios
fija sobre no otros sus miradas, i, le\
autanrlonos del polvo, i sacándonos
del olvido, nos envía a cnj:1ga1· vucs·
tras lagl'imas, a con~olat·os i diriji1·os."
Si vacila, por humildad, al acepta1· el
delicado cncat·go que se le confiaba,
se resigna por obecliencia, poniendo
su confianza en Dios, i marcha p:~t·a
la capital de la Arqni«liúccsis, cl3 de
marzo tlc '1856, llegando el 1lia en que
otro Pon ti/lec, hijo tamuien de la ciutbd
de Tnuja, cllllmo. sciio1· Chavez,
acababa de cspit·ar. Recibillas la instrucciones
«le la Delega e ion apostólica
·egrcsa a Tnuja, en llonde acompaita
n los oflcios de la gran semana al
Ilmo. sci10r llójas, Obispo ele Santanarta,
qne habia ido a despedir e de
n ciuda
Citación recomendada (normas APA)
"El Católico - N. 42", -:-, 1864. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3687940/), el día 2025-05-19.
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