A LA DEFENSA DE LA RELIJION CATOLICA, APOSTOLICA, ROMANA.
OFICIAL.
·os BOl'TFt\GlO t\. TOSCA NO,
' 'icar io jcn~ral por ~nserH:ia dr•l n111i 1 limo.
~ci1o1' Anobispo dr: Santafé de Bogotá,
Al mui f'cncrablc Clero $oct¡/ari retjular de
la Ar·t¡uidiuccsi,¡,
Vos·1tros sabeis, Venerables herrnalHlS,
In~ IH:!CCgicJadCS G~piritua)es f(.lle
ti ene n vne~!t·os feligreses; conoceis
los tlcbcres de la elevada mision.c.lel
sacerdote c<~tólico, i cstnis pet·sttaditlos
de qnc en el tiempo santo de
cunresma debcis rctlohlat· vuestro
•. el-o pot· la cxtirpacion de todo vicio
i pot· la practica dulas virtudes, para
obtener la vct·dadera fclrcidad ue los
fieles, qne es la sahacion. Sí en todo
tiempo el pfliTO<'() debe impartit· a su
pueblo el consuelo de la divina palabt
·a, ~n mayor csfuct·zo ck:be ponet·
r~n los arr'oco~
qttc auiique no han obtenido licencia
especial para sepa•·arse, lo
ha ya 11 \'CI'Í OCa ti O por poderOSOS moti·
vos, lus que espondrán para que
aprecilwdo~e se dicle resolucion. Estas
disposiciones no alteran las permutas
temporales debidamente a pro•
badas.
Ordenamos qneeu todas las pan·o·
quia!! se tengan nueve tlias 1lc ejercicios
pl1blicos ántes de la semana
¡;anta. Concedemos a los fieles ele
la arq11idiócesis f!n \'irhlll de las facullade~
delega~las por nuestro mui
Iln ·trisimo señot· Arzobispo mclropo·
litano las clispent~as rompreuditlas en
la l'astoral de 13 de enero de 1862
con las condiciones alli espresarla~.
Esta gracia du1·ará ha la la vlspcra tlc
r.cniza tic 1863 i sera púulicada en la
snntn Iglesia Cate(h·al mell'opolitaua
i en las parroquiales.
Dada en Santa re de Bogotü,a 1 O ele
enero de 1864.
DoNrFACIO Tosc.u:o .
El Sect·elat·io, Migru·t A1'ias.
INSERCIONES.
PASTORAL
DEL PRO\'ISOII VIC .ll\10 JE"ilil\H
Dll L1 DIÓCESIS DE :i.l!ITA )Ul\U.
( ConclusioiL)
Hobeis leido, mis quclid os hermanos, l~s
merecidas calificat·ioncs i la jmlisima n•pro ·
barion qutJ se ha lanzad ó dt•stlc el Vaticano
por d Pastor ljnivcrsal contr.1 todas l cada
nna de las lc·yes i decret os que se han cspedi·
do l'll esta ficpúblíca para oprimir i vejar a
la Esposa de J¡•s• rcristo, poniendo <~n tortn1 a
las conciencias católicas: va el c!r.ro i los fie·
les no por:ráo prtlf' lar fÍi1•o:as eseu~u parn
l'all.u a los voluntarios i gratos d~:her s a qne
c~tanws coost itnidos, ptw ssc nos ha indicado
t·l mi¡mo camino que nu s dejo lruado el
S•hador parR que podan 05 got.atlc en la J l!·
ru.alen lrinnl'anlt·. La lci ~obrf. policí de
cultos i c'lincion de la, comnniclades rl'liJiO ·
s~ clc uno i otro sexo, !:1 de: desamortizad •n
de las propirdadc cclosiA;ticas, i los dcma ~
drnctos o mandatos del C:ohicrno que han
bido protc¡tados &olemnemcule po r '!! l~pi~
rupado ¡;rana di no, pri ,.~ a la J "l~sia cató
lil'a de su librrlad; impiden las fuurioncs
l ,.( ministerio sacerdotal, ~uhordina n la pre·
tlicacion evanjélica, i sornt te n su autoridad
ni ·¡ucrcr o capricho de un mandatario, qu e
purdr. ~r !tasia 1m ~lormon ~cgun la citruc·
ttlt'a del Gohicrnll de los hlados Unidos de
Colombia.
Subordinar al poder temporal la potrstad
del Pontífice Romano i dr los ¡ciiurcs Ohi~·
pos en cuanto a su ejercicio i sns deberes im·
prescriptible~, es hnlo como dr.,conoccrla,
dice el Ilustl ísimo Bossuc~l: "es la lisonja mas
''escandalosa e inaudita que jamas ha cabido
" en el enlendimienlo lntm:wo: es una no·
''\'edad Cbtraiia, i qac abre la pucrla n todas
"las otras: es un alcnlado que hace jemir a
" cualquier corazon cristiano : es hacer a la
" Iglesia cautiva de los reyes de la tierra,
• " mudarla en cuerpo político i dar por de·
'' fectnoso el Gobierno celt:slial instituido por
"Jesucristo; es despedazar el cristianismo i
''preparar i dispour¡· los caminos al anli ·
'' cristo." ¿ 1 qué otra cosa es lo 'que se Ir ala
de realiur con el penniso que, segun la
lei.de p.úlicí~, debe solicitarse, '~ cuando p1n
razoo de jenuquía algun ministro ejerciere
funciones que de rnalcplicra manera 5C rozcn
con los intereses sociales," sino es somet e¡·
a empleados estrailosla autüridad eclcsiasLi ~;a
i el ministerio sagrado, puesto que tod¡ts sus
actos se rozan con los intet·csu sociales ? 1
semejante pretension, es evidente que está
en abierta oposicion con el poder otorgado a
la Iglesia, con la independencia que le es iu jénita,
i con los indesl rnctibles derechos que
sostienen i afianzan sus misma libertad, vio laodose
a líi ,·cz ccn tan hcterodojas rlisposi·
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
ciones, csl Ji!Jcrl3J ahsoluta dr, coitos garan·
izadd a los colom!Jiano, en el pacto con ti·
tu cional, par'J profesar· piiiJiica o pri1·ada ·
m:::1tc lra)ta sus creencias err.Jncas.
Para co·nplemcntar los planes qne lamentarno
' st~ Ira despojad':• violentamente a la
Iglesia de sut propietladcs negándosele la
capacidad jnrHica que tiene para ad1uirir,
poseer i administrat• sus bienrs i rentas, pues
•·s sabido qnc J t:sucristo no podia dejarla
destituida de 1<}5 medios indispt:n~lhlcs para
C:Jrre.;pondcr a sns fines. La lei civil no hace
otra '::osa qne rrconot'er i protejer la pn'pie!
bcl individual o colectiva, i el dia en qua
l'm•r·a aquella la que dl'cra, esta ese di a la propiedad
de cada uno de los e in da danos dejaria
de ser una r'eRiidad, i contrariándose las ne!'
t>idadcs dr~ la natnr·aleza humana se verian
pr·i1•arlos de los medios propios para satisfa.
cerlas.
La lei q•re priva Yiolentalll cnle de su• propiedades
a. un ciuda lado es injusta ; pero la
r¡ue despoJa 11 la Iglesia de la¡ pr·opiecladr:s
'¡nc ha adquirido bajo la éjid~ de l:u leyes
¡u·¡:ex isll'ntt's, es adcmas de inju~ta, arbitrar
·i;l i ~acdlo:ga. ~lalicioslmcnte se niega a In
lglt ·s¡a el den~chu de pr·opicd.1d ¡ i sus enemigo¡¡,
con falsedades i calumnias, h:w?.n
a¡rarcc1:r al clero ralofico ~cdiento rle rique.
zas : por cslo dejarr•mos ;oir t·n defensa de
aquel dcr·edto a los :Ecumcnicos Concilios a
los Sumo~ Pontífiees, a los llantos P<~dres '¡a
los mismos !'tH'mÍ"o." El rJ,: Ba1i'e.1 ancinnó, r¡ue los
!>lenes. de la lglcsra no pur:tll'n usurparse sin
'"?u.rnrsc, en cdm~;n d • sacrilrjio, en sn ad.
rnuu~tr.acron, t~rll' otros que ~r¡uellos a quic-
111' csla canorucamcnlr. r:ncar"<~da ; i el de
'frcnto, e'.' l.t otsion 22, caprt~rlo :11, de la
Htfor·macron, d~, hra: qut· el elhi •o o Jc"o
de .eu:.lr1ninr a cl.~>e i CO:lclicion, aun•1uc s~·:~
la tm¡Jtl·cal o I'C•tl que umrpr: los lricnes o rcn·
las de Lt Igle i.r, r¡wcda su;cto al anatema &i
1o0 re.litn1e.
. CuanrJ,;_r.~ p~pa Si\fCJ 11 eg11i~ p ra el palilmlo,
vatrrrno l'rt el tran ito al Diacono LrJrcnz~
su cercana mut•rte por los bienes dt! la
Jglcs~a ~e r¡nr: era dcpusilario, previnii·ndole
los drstnbllyt•r a a los pohr•·:.: i Lorenzo ~1
sufrir su ruarlir io en el fue"o decia al tirano :
1
' ~·a he distr ilruido a lo. pob~es fa~ propicdad,
·s_ de la lglt si a r¡rre ~olicitas "
!\ apolcon .J. 0 ese jr'·nio que con sus vastos
talentos 1 proezas asombró alr¡niverso entero,
el 11ue dt·stronó ,., resi e crcia el árbitro
de las i\'acio~1c~ que'habia sojuzgado bajo
sn potente cell·o: 1\apu!r.on al ocupar a Roma,
cornete cd despojo de los t.ienes de la
Iglesia ; i Piu lll en prision, fulmina desde
ella la bula de escomnnion, cum memoranda,
l'nntr a los factorr•s ele todos ¡05 despojos hechos
a la Santa Sede.
El. cclehrn .. Arwhispo de Milan, San Am·
brosro, alurJrrlo ~1 En1perador ,para que en~,
nlregara las alha;as de su Iglesia, contestó:
Se. me ':landa que entregue los vasos de la
Iglcm •. S1 el En~pcrador me pidiese el oro,
la plata 1 todo mr patrimonio con gnsto ae lo
dal'ia i pc~o me pide lo que ~s el patrimonio
de la lgl~s.ra :no puedo dado, porque yo no
lo he r~crb1do para darlo a alguno, sino para
custod1arlo. ¿. A qué es esa tropa i ruino de
armas que t1ene cercada la Ialcsia? No
• ablandara mi constancia porque ~e he acostumbrado
yo a no temer. Contra armas i
soldados no .tengo que oponer. Mis armas
son las lagrrmas: .estas son las que restan a
un sacerd~te oprunido, Ni el Emperador
puede pedr~me tales cosas, ni yu concederlas.
He sabrdo SJcmpre venerar a los Imperadore~
; ce,der tn estas cosas, nunca. Haga de
m¡ el Erupcradot·lo que quiera, usa1tdo de
ELCA
surr.jia potestad, que yo estoi dispuesto a
bufrir· lo r¡ue es propio de un sacerdote católico.
Si el Eo1perador nos pide tributo, no se
lo negamos : paguen tributo nuestros bienes,
pero si aun desea las pooesioncs, poder i fuerza
tiene pMa tomarla•; yo no ~e las doi. Y a
damo~ al C1~sar• lo que es dc:l César ; pero la
Igle ia no es drl César. i 1 ontrega ri: ~o la
heredad de Cristo ! i La heredad de Dionisia,
que mm ió en un deblirno, la hcred11d de
Euslor·jio, la heredad de Miróclcs .i de los deruas
Obispos mis antecesores 1 EI.Emper·adot•
n11: manda por medio de sus tribunos que
,·~y a a un destierTO ; pero yo no tengo 1•olun·
tad de dejar mi Iglesia, pvrquc mas temo a
Di•rs que al Emperador·."
Edrnundo B rke, prolrslanlr, célelJte ju
risconsulto, miembro del pa!'lamento Británico,
en una cal'la escrita a un aroigo en
Francia por ti año de i 790, se espresa en estos
términos: "todas las ideas que quedan
espur.slas e. t~n arraigadas profuJ!damente en
nuestro espíritu ; i así es que jamas se vera
r¡ue los Corunnes de la Gran Bretaiia adop·
tr~n por recurso en ninguna ocas ion de apuros
nacionales, la confisl'a~inn de los bienes
de la ( .. lesia i de los volms. El sacrilejio j la
p··oscripcion, no están en la lista de los ;trbitrios
di.J;ponihle~ en uueslra direccion de rcn:
tas. Losjndios de nue&lras ca,as de cambio
110 han o~ado aun poner h esperanza como
en una hipoteca sobre las rentas dt• la :illn de
Canlorber~. Yo no temo que nadie me desmienta,
cn.1ndo os a eg-nro que no bai un
lromhrc pr'rbli<'o !'n este reino, qr:il•to decir,
ninguno de cnanlo:. pueden nornbr:use sin
rubor, sr~a de la das~ o partido que se qnie·
ra, r¡n~ no dt!sapruebc tbmo indigna, ptrllda
i crru·l e n coufiscaciPn dPcrclada por la
Asamblea • 3riooal de una propiedarl que em
su oh lrgacion pro tejer."
~Jirabrnn, orador Ie\olnciouario, habla en
~'IUelln \~amhll'a: " Mi olJ'eto no ha ;iJo
manihtar r¡nc d rlcro dt•ba ~er rlc pojado
de m liienPs, ui que olros cind~danos o poSl'tÚorc•
s, debsn ser pnrstos en sn INglr. Yo
nu hr! pl'elcn litio .nstenl'r 1¡ne los arrtcdorcs
d 1 F. lado dcltnn r pa"arl h ron lo !Jicnt•s
del clr·ro, porqut• no lrai tienda HU 5agrarla •
e¡ u e lo. "a los del tullo, );¡ ronscn .tcion de
lus te m plus i las limomas de los pobres."
En la Tmquía, las l~y<' consid•·r.1n como
sagrado. e inriolablc~ lvs bienes de las !llczquitas
i de los mini Iros dllla rr.lijion malrornetana,
~oin que el Su !tan s•: haya at!'c1·ido a
in~adirloa. Los JlNsas, lu1 caldt•tl5, los ad,,.
radorcs de A polo, mancomunados por un
juramento, combaten a l11s agrcsorr~s que in·
tcntan invadir sus riqu1•7.as; i los romanos
castigaban al l'ioladm· de lo• llicne~ que repnlaLan
sagrados, con los scHras penas riel pa·
nicida.
111as pudiéramos consignar en def1•nsa del
dereehu de adquirir, poseer i admiuistrar que
f'S propio a la lgll'sia cnlólica ; prro ;i aun se
d~~ea el consentimiento u nanime de todos los
pueblos, no bai mas que r}curl'ir a la Lejislacion
de ellos, i estamos seguros de que se
rr.coooce i pt·oteje este inalienable dereclro.
NuP4tro Señor Jesucristo i sus Apóstoles
nos dieron el rjcmplo de obedecer en lo temporal
a los Gobiernos dr..la tierra, i nos a conscjao
esa mi~ma obediencia i respeto a los
encargados de rejir la &ocierlad c~vil, a los
que cstan sujetos cl1'rigos i legos ; pero como
no puede concebirse siquiera que el Supremo
Lejislador facultara a los hombres para
que lejisloran contra J·: J, o cuntt·a su autoridad
í doctrina, r..s evidente que la sumi·
si un qne debernos 2 los majistrados, es enlodo
aquello qne dispongan i manden dentro
de la urbita que se les ba trasaóo por el mismo
Dios.
No temernos asel'erar que el clero católico
de nuestra cara Patria, ha dado siem111'e
meustras de respeto i acatamiento a las au-toridades
cil'iles, ha inculcado amor at orden
i a la paz, i en las contiendas fatt•icidas ha
prodigado los socorros de la caridad ed&liana
sin distinciones odiosas i si ha habido cclesiasticos
desgraciados que hayan faltado :1
tan obligantes deber·cs, no por esto pneden
hacerse inculpaciones a la Iglesia ni acusa
ciones a su n·spetable clero. La conducL
del Ilustrísimo seiror· ~Jetropolilano, prucha
nuestra ascrcion. Cuando el señor GaLerna
dor de la provincia de Mompos exijiet·a
aquel Prelado el juramento de la lei de pot
licia nacional, fiel una vez mas al dcposil
sagrado que se le ha confiado ~in que le al'le
draran nuevas i amargas persecuciones, ofrr.
ció sin vacilar lo que podía, lo que predic
Pablo, obedecer al Gobierno en lo temporal
en cunn to no se oponga al dogma, a la diici
plina i pt·erogativas d1! la lgleoia. Esla pro
mesa ha sido apr·obada por el inmortal Pi o IX
i, así debia esperarse porque ~:1 sucesor d
Pedro, jamas l\~ tlejado de inculca¡• tamuie
a los cléri .. os i legos la obediencia que se de
he en lo temporal a los Gobiernos de la tic
ti' a.
Esperal•amos que esto calmaria un tan!
la ivrrnenta que de poco tiempo a esta par!
se ha r.lesencadenado contra la lglesia; pet
desgraciadamente nuestras esperaazas ha
salido fallidas. :El Podtt' Rjecutivo nacicna
ha l'eiuelto no aceptar la promesa enunciada
ni otras que contengan semejantes sah·•!da
des, prc1·iuientitJ a sus ajentes que el jura
menlo de los mini&tros dd cullo católico
ha de ser pr·cs lado lisa i Jlannnwnle. m llustrisimo sciiOr .1\ldropolitano, ~ir
dr•jar de ser· erwrjico en sus ptolcslas conlr
los ataqu1·s dados a 1:~ Iglesia, trató ron s
prornc~a dl' salvar lo~ derechos ele el!::, resp
!ando los de la l'íaciorJ. E-s, pues, fuera ,¡
duda qut; lo que se quiere t• · priYar a la I¡:!c
sia de~u lihertacl, tic sus df'rechos i prcrog
ti1 as¡ desconocer ti pod,.,. de las liare
trasmitido al Sumo PuntíOcc, i obligar
clt·ro n qnc sea tcfractar io i perjuro, de
prcl'ianJ¡• sus solcmnr·s juramentos.
llir·•t sallemos que se nos esperan nue1·a
trihnlaciunp ; pera ¡•!las no 1 csfd r:tn nues
tru :u·dienl1• amor· ~cía J esucr islo, nuc.lt
infati!.ralrlc e lo, une Ira fiuuc e irrcwt·aLI
re olucion d!! ncrificarnos en defen~a de ~
santa Helijioo .. o o.h·idcmos que el Divin
.Hdcutor· nos ha dicho : " Yo o.r enl'io com
cordll'o~ c11 111cdio de lobos ; loJ lroHrbrc$
hwvin f'mu¡wrcccr en uwlio de su~ .Jsnmblcn.
os uumdanilt n:otar en sas Silw;o,:;n~ i s ere
flrCsenl•tdos flor mi cntc.la n los lioúcrnadorcs
n los Reyes, pnrn .~crvirles de testimoniO n ello.1
ala.! 1\'lll'iorrcs. Camrdo t•ayai.s a ser cntregall
11 sus mano.1, no flensci.1 en/o que Ira beis de d
tir, ni corM dcbú.1 /r,¡b/,¡rle.l, Todos los /ron
brcs os aborrcccran 11 rna.. J. A. Acosta, Secretario.
JNF0R}.1B SEi\IE THAL
Fr. PRESlDll~lll DE J.\ SOCIBDAD DB SA:I \'JCI!~7H
DE PAUL.
ciiorcs :
La mies es mucha i pocos operador., dice el
vanjelio. Aplic:~hlc r.s esta sacrosanta doc·
·ina a la sociedad dr. san Yicr.nlr: dr. Pan!,
uyos c~talutos me mandan dirijiros hoi la
al:lLra.
li a ce 7 aiios que ella comcn7Ó a cxisli1·, i
e nuestros anales consta e¡ u e un cml<' nr'Jme·
t!e indi1·iduos pu&o 13s primeras picclta5 de
te edifilio, lc\antaclo poda caridad. ( 1)
El primem ue ellos tomando un . ombrcro
a diJO: " una limosna, para los pobres, put·
nor de Dios, " i wn este neto de piedod,
iu 01 íjr.n a un insliluto, que ha hecho nwchos
ir.ncs.
En su odjen úl rl'prrsrntó el frr\·o1· de los
rimeros cristi.tnos. La paz, la ah11nrlancia i
t pietlad ct·i.ti;ma r1·inaban en nuestra Rcpú·
lira.
Snrrsinmu:nlc fnr\ crt•cirndo d número de
1s afilia nci:t nos ha dado con que soconer·
s hui 1 n sus nccc•irlades lo mismo que a las
los otros monasterios.
La falta de laslimo~nas de algunos de nucs·
os hermanos la ha suplido nuestro santo
nndador con las que han dado senranalmen te
S vi¡·tuosos niiios de la J~scuela de San J ose,
rijida por el sciior J cr man 1\lalu.
( 4.) Los sf'iiOI'Cs l\1al'io Valcnzueln, Ilnfino
astillo, Ilicarclo Carra&qnilla, Adolfo Sicard
\afacl l. Gnilan.
Si !os hermnni1s qne no a~ihlcn n las sc~iuncs
por incOnYenicntrs qllet;c lo impidr·n, hnhir~
en mandado mr·n nalmcnt1~~u óholo, ·ctHintos
ltabrinn sido YC tirios i ~limrntados e1; la prc·
srnte época en que el hamhre i la tlr•,nutlr•7.
son la <'pidomia n•innntc en esta inl'ortnnnrla
Cinda~, .•.. • .. , <•n ot1 o tiempo d~po:.itar ia
de la nqtii'T.a, la ahnndanrin i la mi~t ·rioordin
que r•jcrcia en 1111 corto nimwro de poln·s,
CJ~H~ hoi h.a ascrndido a un clr•l·ado p~nr lo
cual alabnmos mcr~cidaolcntc vuestra episcopal
''ijil~ncia, vuc¡tra solicitud i constancia
cntCI amente dignas de un Obhpo Catrilico.
1 por \'OS mismo, podl'u comprender, ruan ·
lo t•s el pc5nr qne nos &UI'UIIIDia, i lo~
1 cdozca, con su omnipotente 1irtutl, de la
Tia de la pcrdicion al sendero de la ~alud i de
In jn>licin. Finalmente, tened por cierto qut·
es singular la benevolencia c:onque os abra7.amos
en el Sei\or, de la cual queremos. que
sea unA prenda certisima, la apostolicn Jlcndieion
que ·de 1111:1 manen amorosa·, i con el
ma, profundo afecto del corawn, impa1 timos
a I'OS, Venerable H ·rmano, i a la grei Pnco mendotln
a vuestro cuidado.
Dad.\ en Roma t•n San Pedro, el dia 18 de
junio de 1863. '
Aiío décimo sétimo ue nuestro Pontifi-cado.
(.
JmJtl't>Uta Cons•Unc5oJJal.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"El Católico - N. 33", -:-, 1864. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3687931/), el día 2025-06-09.
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