PERIÓDICO DESTINADO A LA DEFENSA DE LA RELIJION CATÓLICA, APOSTÓLICA, ROMANA.
TIU191, 3. 0
PARTE OFICIAL
Hahieurlo sido desobedecidas las
órdenes del Jlnstrlsimo sellot· Arzo~
hi~po i de la Vical'la jenct·al pot· los
mui flR. PP. Ft·. Deuedicto Bonilla,
Fr. Jncoho Fcrnántlez i doctor Cayetano
Garcia, se han suspendido de
oficio i bcucficio. ;..os mui RR. PP.
Ft·. Autonio Azero i Fr. Vcnancio
Chüvr.z i el señor Presbítero José
Maria nivera han si(JO designados
respectivamente pal'a adminislt·ar los
hcncllcios de ChiquinquiriÍ, Faeatativá
i Fontihon. El sei10r doctor Pauliuo
Olivos ha sido re~tiluido al pleno
ejercicio de su mini tcl'io.
El Secretario del Gobierno c::lcsiás~
tico.- Miguel Arias.
EL CATOLICO.
LIDf:U'I'.tlD.
El homLrc nace libre por que Dios
lo dotó con la libei'Lad.
l'al'a que pudiera compt·cnderla i
<~prceial'la, le impuso \111 pl'eccpto.
Para que temiera ltncbrantado, le
impthO una pena.
La libertad, como don de Dios, es
santa: uo puede daüar al hombre.
¡Pero en qué consiste la libertad?
No es en poder ,Jisponer de la lÍila,
uc la propiedad, del houot· de ott·os;
No es en estar a 1.1 disposicion de
otros para que nos priven cuando quieran
de la \ida, de la propiedad, de la
libcrtnd, delltouot·.
No es en la ocnpacion de los puestos
pithlicos por un circulo csclusivo.
No es en que se lwga en todo i para
lodo la yoluntad sola de ese circulo.
No es que este círculo tenga el derecho
de hacct· solo su voluntad.
No es en que una parte de la so·
ciedad tiemble ante un hombre.
No es en que un hombre pueda,
apoyado en la fuerza, hacer temblar
a una parte de la sociepad.
No es en que pueda exijirse a un
grupo de individuos una condicion
ominosa para que los dejen vivir en
el pais.
No es en que la mayoría de los ha~
hitautes clel pal viva sin garantías.
No es en que se cubran con los vivas
al pueblo sober·ano, los gritos desgal'l'adores
de las esposas, de los niños
i de los padres ancianos que ven arrancnr
con violen da de sus hogares a los
Bogotá~ e 1 ele uol'ientbre de 1863, NU.JU. 16.
hijos del pueblo, para llevarlos a los
cuarteles como reclutas apcsar de la
Cunstitnt'ion.
En qué pues, consiste la libertad ?
No es cu que los militares trnidores
puedan decir· con desvet·gonzado cinismo:
"Yo uo tengo principios i
sii'VO (l quien me paga,'' sin que los
cubra eldespl'eciodetodoslos partidos
No. es en que cnalqniera Jefe de
tropas pueda ultrajar al hombre maniatado
ante quien temblaba cuando
estaba libre.
No es en que se puedan incendiat·
las poblaciones, los r.aserlos i las chozas
de la jente desvalida.
No es en que se pueda afusilar sin
fol'mula de juicio, en nombre de una
Constitucion {¡ue elimiuó la pena capital.
~o es que se pueda mcnlit·, calumniar,
:.~palent·, oscsinarcn nombre del
progreso.
r-.o es en que se pueda ullt·ajar á
vlrjenes inocentes i venerables, anojadas
de sus asilos i robarles su
propiedades en nombt·e de ]a ch·ili~
zacion.
No es en que se pueda apri. ionar i
de !errar a ~a cerdo tes dignos Je respeto
porque no abjuran las leyes de
su conciencia.
No es en que un funcionario público,
creado sin autoriilad, pueda
disponerdiscl'ecionalmenle de la suerte
de los ciudaclanos.
l'l o es en que se especule con la
misel'ia pública a titulo de Gobierno.
No es en qne puedan conftscarse
los bienes de los veucidos.
No es en que se apellide pt·ogreso
a la barbarie, liberl ad a la tino ía.
No es en que se prohiba a los cató~
licos reunirse para orar.
N o es en que se conviertan en cuarteles
las casas de oracion.
No es en que pueda blasfemarse el
nombre santo de Dios, empleando en
esto la prensa civilizadot·a.
No es en que se aliente al crimen
i se OJJrima la virtud.
No es en que se trate de metaliza¡·
a la sociedad, ahogat· en el corazon
todo sentimiento noble i reemplazarlo
por el frío egoísmo mercantil.
No es en que se pueda corromper
a las masas para lanzarlas contra el
resto de la sociedad.
No, en nada de esto consiste la libertad.
J.a libertad tiene pot· limite el de
recho de cnda uno.
Por eso garantiza la segmiuacl de 1
persona i de la pt·opicdad.
La libertad esta definida por Dios
Supt·emo lejislador del Uuiverso, e1
pocas palabras. "No ~tagas a otro 1
que no quier~s que hagan contigo
Ama a los otros como hermanos, po
amor de Dios."
He aquí toda la lei.
He aqni establecidas todas las ga
rantlas. El premio para el que cum
pie la lei i el ca~ligo pat·a el que 1
iufl'iuje, son etcrllos.
La libertad viene de Dios i está pr9
tejida por Dios, pot· eso, sin Dios n
puede haber libertad.
''Las e'1trailas de los impios, so
ct·uele ,, dice el Sábio en los Prover
vios (C. XII, v. 10); por eso son Ct'll
les los que persiguen la Relijion, po
eso no e cuchan la rnzon sino a su
pr·opios caprichos i a sus convenieo
cías personales. ·
l)or eso sufren abyectos el yugo el
un amo i llaman abyectos a los qu
obedecen a Dios.
No puede haber justicia sin rclijion
i sin ju Licia no puede existi1· la s
ciedad.
1-n ju ticia e madre de la liberta
Elliber·Linaje nace de la irrclijio
La Helijion católica es hoi como h
sido siempt·e dul'ante diez i nuev
siglos.B ija del cielo no ptlccle engaña
a los hombres. "Ella apaga los odi
i las clisenciones: mantiene la paz
las buenas costumbl'cs en las familia
hace humano al rico, resignado
pobre, integro al majistrado,obedien t
al pueblo, honrados a todos.~' Por es
como dijo el célebre predicador d
Pio IX, el eminente leatino Fr. Ve
tura :
"Nada hai mas insensato i al mi
m o tiempo mas funesto que proclam
los dereuhos del hombre, hollando 1
derechos de Dios ; que establecet· 1
libertad sobre las ruinas dé la Rclijion
hacer leyes bajo la influencia de la
pasiones i la inspiracion del sacrileji
Quien dice libertad sin relijion, pr
nuncia una palabra infemal. La libe
tad sin relijion, es un¡1 anarquía.
La relijion es la aroma que impid
a la libertad cort'ornperse. ,,
Aqu 1 se dice : " La destruccion d
catolicismo fué el único objeto de 1
revolucion." Si, pol' eso se ban co
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
ido tantas crueldades. Por eso se
a entronizado el despotismo.
Porcsohai hoi seiíot·csi hai esclavos.
or eso se gritan vivas a la libet·tad
uando se oprime hasta el alma. Pot·
so no se respeta el derecho del vecino.
or eso se insulta la creencia del
ueblo. Por eso .... pero basta. Se. ha
icho a Cristo: ''No queremos qne
in es sobre nosott·os," i marchamos
tumbos a un abismo entt·e las
nieblas del enor.
La soberbia ha invadido el santnaio.
Los hijos de Levi hablan el lenuaje
de los incircuncisos: la blnsfeia
ha manchado sus lnbios ... ¡Oh!
Dios Snnto, ten misedcordia de tu
ueblo!
Tú fuiste crucificado por los homres
a quienes veniste a redimit·. Tu
icario quiso redimir a la Italia i los
alianos gritat·ou ¡craciflxe!
Tus iervr.s aqui lucharon pot· tn
ci, lci de lib et tarl, de civilizacion, de
mor, i de pt·ogreso, i el p'lChlo po 1•
¡uien trabajaron los pisa hoi, lo s prosribe
i proscribe tu nombre. ¡Venga
1ucs, Lu jnsticia! Los e¡ u e no com·
t•endcn la libert ad, la invocan para
Iltt·ojarla.
Los que limitan sus crcccias rclijioas
a simples opiniones acct·ca de Dios,
lO pueden comprentlct· la libertad.
Creen tenel'la porqne pueden desoLiza•
· n sus hermanos i no ven que
llos mismos son esclavos!
Ven sns nrc:~ s llenas', i cicnan sus
idoo; a los lamentos {1nc el hambre
rrauca a lo-; de~;pojado . Quieren
·iyir como los babilonios i no ~ieutcn
ue ya Yicnc Cii'O. No se acuet·dan
e que tienen alma, de qne hai Dios
hai eternidad. La justicia divina no
uede ser burlada.
Los pobres qne hoi piden en vauo
:1 a5ilo en sus dolencias a los ami~os
el progreso, no pueden hacct· oit· ~us
ncj asa los que saborean los bienes d!,!l
ospital fundado i sostenido por los re·
t·ogt·ado católicos. Los infelices que
aliaban con que satisfacer su hamre
en las puertas de los con \'en tos,
ideo hoi en vano un pan a los que
oseen los bienes de esos conventos.
''¡Afuera clcrigalla! " gritan los
ue no saben lo qu~ deben a esa cleigalla;
¡ i hai clérigos que hacen ceo
. semeja~;~ te gri.Lo.l . . . . . . . . .
Cnan tlo en vez de ese grito de malicion,
se oiga el de verdaderafrateridad.
Cuando en vez de los banquetes de
angre que hoi se oft·eccn al ídolo de
s liberales para contentar su sed de
angre, se ofrezcan los de la caridad
atólica, incruentos i sublimes, e5laa
aqui asentada la Relijion, con ella
justicia i con la justicia, la libertad.
EL C_f.TOLICO.
REMITIDOS.
LOS.LUTERANOS EN LA PALESTR •
( Co11l i11aacion).
i Cuándo l1a negado la Iglesia, ni
niugun ver,ladet·o católico que el reino
de Jesucristo es espirilnal? Nunca,
pero como Jos espíritus cstan en Jos
cuerpos, i los cnet·pos necesitan ele
recmsos i elementos indispens:~bles
para atender a su conse•·vacion, es
pot· esto que el reino espil'itual de Jesucristo
necr.sita en el mundo de medios
i recursos para vivir, asi como
para el mismo Gn los uecesita el reino
filosófico liberal. La Iglesia, dicen,
rlebo en sns mandatos dil'ijirse al espíritu,
¿pero cómo se comunica el
poder de la Igksia con el csp iritu, sin
que intet·vcnga el cuerpo en esa comunicacion?
Nadie llama homb•·c a
11na alma separada del cnet·po, asi
eomo nadie llama hombre a un cadá·
ve•·; por consiguiente lo 1¡uc se llama
hombre es el ser compuesto de
alma i cuerpo, i por cousiguicnte e<;
de hombres que se compone el reino
e:;piritual de Jesucristo en el mundo
i es sobre e5os homb•·cs que elche i
tiene que cjct·cet· su gobierno la Iglcsi:~.
No qneremos nada dceso,sino que
la Iglesia no se mezcle en asunto del
gobierno temporal, dicen los advcrsal'ios.
Pero ten que asuntos 1le la
competencia csclnsiva ,¡e los Gohiet·nos
temporales se ha in je rido la Iglesia?
Citense lo hecho , rcfié•·:tnse
los ejemplo' !ie les tlicc, i a todo con·
testa•• con algarabías icon calumnins.
La Iglesia no se inj icre en los asttJttos
de los Gobiernos, pero si tiene
que vivir en vela, para resistir las iuva
iones del poder temporal. Sin nccesidatl
de apelat· a los anales del
mnndo,·la vergonzosa historia de es·
ta Nacion está llena de ejemplos escandalosos,
que confinnan esta tri!>tC
verdad. I ¿qui énes son los que de
tiempo atras traen atolondt·ada la cabeza
del pueblo repitieudo, que el
reino de Jesucristo uo esdcestemundo?
Pues son los mismos que han
clestel't'ado a Jesucristo del seno de
esta Patria, blasfemando sn sagt·ado
Nombre, renegando de su doctl'ina i
proscl'ibiendo sn adorncion i su culto
de en medio de las cimlades i de los
· ¡nJC"btos·. ·¿ Qliicnés soi1 los qtie pre-·
dican a la Iglesia pureza i humildad?
f ues son esos c~piritus corrompidos i
soberbios, qne de tiempo atras se rebelaron
contra la misma Iglesia, i
que hoi se hallan en armas contm
Dios. t Quiénes son los que, con el
testo '•mi reino no es de este mundo,"
se erijen en macstt·os i jueces de la
Iglesia i le predican desprendimiento
i pob1·eza ? Pues son los ladrones de
los bienes de la Iglesia, los que han
saqueado los teli'lplos 1le A 'luel que
dijo : mi reino uo es (\e c~te mundo ;
pero que nunca, ui en niugua~ parte
dijo, que fuera Jlcilo i pcnnit1do ro·
bar lo ajeno.
Esos S:~ccnlutcs rlesgt·:~ciados que ,
pcrdientlo tutlo miramiento a Dios i
a la hnmani1latl, han hablado para
repetir no sé qué ceo cle no ~é <(lll
1
doctrina entenada desde el t1empo
de Constantino, deben tener presen·
te: r¡uc los cismas i las herejíüs de
todos los tiempos no son ott·a cosa que
los ecos interrumpido~ de la YOZ en·
gai1adora de la serpiente mflldita,cnyos
acentos confumliclos con el ruido de
los pasos de la humanidad, resuenan
de tiempo en tiempo en mcclio de los
siglos i vuelven a espirar cntt·e Joq
an:~tcmas de la conciencia i la rechifla
de las jeneracioues; i, r.ontinuanclo
su curso CIH'UCltos entre el torbellino
de las cosas humanas, llegar¡\n
a\ ullimo dia de los tiempos Cll al' a qne, COIISet•vatHIO
car:letet· que le es pt·opio, sen fiel
la mision que ha recibiclo de Dios
que consi~te en mantener i gnlt·~ hcr m
nos, puede flgurnt·sc f~cilmcnte cual srt á
dolor que nos aflijc pot• t'onsN·urnc td de
guerra s.thajc i sacrílega ln·ch.tt·n t·slt loen
pos clificili~imos a la lRlt·>ia c:a l uh·,, en ca
todos lo s p~iscs del llllllHlo .. C!slH't'i llruc n
por consecuencia de• la cpw, t·n. la tlt gr aci
da Italia, a nnc:.lro> mi~mos Pjo>, 1 si
declat·ada hace ya muc!.o s ui1 •<, p r r•l G
biet no piamontés, i que ~e hace dt• db e n d
mas encarnizada.
Sin emhargo, en medio d(' nnr- : h ¡::n11
simas nOiccionrs, espeduwntamus u u, al
grí~ i un ron:.uclo profundo:. cuntlllo• eh• m
una mirada sobre 1osutro,;. l'onp ot ntl nt¡t
~eaisatc rmrntados rlt~ un:t mant·t a lo.rnt nla h
por toda clase de injnslici •S i 'iulo 11 tia
arrancad o> a 1 u estros n ~ ba ;llls, e' los
dt·~tit•no, i aun anojaclus r.n J"i
r-mbargo, armado• de la fun¿a r¡u tu.e
lo alto, no ha!Jci:. cc~atlo, ~e,¡ d1• p hl ra
por t'SCTito, de defender la can •• >. lo der
citos, la dudtina del Scitor, do· s11 ) .,., 1 i
la Santa Sede, preveyrndo t·n t utl• ,, l1 sah
de vuc•tro rcbaiio. Así no:. Hgot tj.llt os
todo nuestro cornon con n> 1 Ir<~. J'O I'fl
sois felices en sufrir esto. ullr~j r·' ¡ u1· t•l no
ure de Jcsus, i cmpftoaremos, p ;11. .1lah at
dignamente, l~s palabras dt• nut ·~lto •• ntí ·
mo predecesor Lcon: "Annt¡t"' ~o ro n'p
dt ·zca de lodo corazon l~s afliccione' r1u c lt
Lci5 sop01·tado por la defensa di' la ¡, cató!
ca, i lo que ha beis sufrido .•••. yo no lo co
siclt•ro de otro modo que como si turic•se qt
sufrirlo yo mismo; no obstao~llc, sit·nto c1
ltai mas motivo de regocijarse que((¡; jt·mi
viendo que, fortificados por l'iueslro ~cii
Jesucristo, haheis p1·rmanccido inrcncibl
en la doctrina evanjclica i apostólica. 1 mie
tr~s que los enemigos de la 1~ cristiana
echaban de ''ueslras sillas, habcis prefcti
•uf'rir los dol01cs del destierro a manchar
en lo mas mínimotc.on el contacto de
contajio."
1 pluguicse al cielo que Nos, pudi(~sem
tambien anunciaros el término de tan gra
des calamidades!
Pero la corrupcion de costumbres, que
podrá nunca dcplorarse ba,tante i que
pmpaga conlínuamente i por todas part
con la ayuda de escritos impíos, infames
o!Jcenos; por medio de representaciones te
tra.les i de casas de pecado establecidas e
en todos los lugares; Jo¡ errores mas mon
troosns i horrible&, diseminados por don
quiera; el creciente i abominable desbor
de todos los vicios i de todas las rn.'lldade
el veneno mortil'ero de la incredulidad i
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
ndiferentismo estensamente esparcido; el
han dono i el desprecio del poder cclc~iasti·
o, de las cosas sagradas i de las leyes; el in·
usto i Yiolento pillaje de los bienes ecbiasicos;
la persecucion feroz i continua contra
os ministros del Altar, contra los alumnos
e las familias relijiosas i contra las vírjcnes
onsagradas a Dios ; el ódio nrdaderamentc
alAnico contra el Cristo, su Iglesia, su docrioa,
i contra esta santa Silla Apostólica; en
n, todos esos otros escesos, casi innumera·
les, cometidos por los enemigos encarnizaos
de la Relijion católica, i sobre los cuales
os vemos obligados a llorar cada dia, pareen
prolongar i aplazar el momento tan decado
en que nos sera dado ver el pleno
riunl'o de nuestra santbima .{\elijion, de la
erdad i de la justicia. Este triunfo, &in cmargo,
no pod1 a faltar, aunque no nos bCa
onc1!dido conocer el ~empo que le ha fijado
uestro Seiior Todopoderoso, que arregla i
obierna todas las cosas con su admirable
'rovidencia, i las vuelve en ventaja nuestra.
unquc el Padre relestial permita que su
anta Iglesia militante, en esta pcregdnacion
iserable i mortal, sea al(lrmcntada por dicrsas
calamidades i allicciones,&in embargo,
omo C'sla fundada por ue~tro Sciior J esuri&
to sobre una piedra inmóvil i mui solida,
o solamente no puede ser destruida o de suiciada
por ninguna fuerza, por ninguna
·iolencia, sino que, "léjos de disminuir, CI'C·
e por el hecho mismo de estas pcrsecucioes,
i el <'ampo del SciiOI' se re\'i&te siempre
e una mies mas abundante, micull'as que
os granos que caen uno a UtJO renacen muliplicatlu,."
E~ l'~lo, hijos queridos i \'enemhlcs herma os,
lo que vemos tambirn producirse en
stos di a~ deplora bies pot· un beneficio espeial
del Sl:ito;. l'orquo: aunque la Esposa in-aculada
del Seiiot sea al presente grandeente
allijida por los hechos de los impíos,
lla triunfa de sus r.ncmigos i rcs~landece de
na manera admirable por la le, el atuo1·,
1 rr~p1•to hácia os i hácin la silla de 'an
edro, i la aumirablc con&lancia en defender
a unidad católica que 1 espira de una manca
part icula1' en vosotros i en los otros veo cables
hermanos, los Obispos de t!'do el mnno
católico; por la sanlÍbima luz de la fé que
lumbra coda di a tantas rejiones, por el amnr
el celo sciialados de los católicos hácia la
glcsia misma, hacia os i ha cia esta Santa
e de; i en fin, po1·la gloria insigne e inmor tal
ti martirio. Vosotros sabeis, en efecto, que,
specialwcnle en el Tonkin i en la Cochinhina,
los Obispos, los sacerdotes, los legos i
un la~ Mbiles mujeres, los :tdolr.ccntcs i lns
iñas pequeñas, imitando los ejemplos de
JS antiguos mitrlires, dcsatlan con un valor
vencible i con una virtud heróica, los torleutos
mas atroces, felices de poder dar su
ida por Cristu.
Todas estas cosas deben sc1· para Nos como
ara vosotros de un gran consuelo, en medio
e las graves alliccioues que nos oprimen.
Pero como las funciones de nuestro miuisrie
apostólico exijen abbolutamentc que dendamos
con toda la solicitud i todos los cscrzos
posibles, la caus' de la Igle sia que
os ha sido confiada por Nuestro SeñorJcsnisto
mismo, i que reprobemos a todos aqueos
que ño 'temen éombath' i'hsucri~to son m ni
• rlaras :-" Si no cscuchi a la 1 glcsia, sea tenido
como jcn!il i publicnno." " Quien a 1 osotros
escucha, a mi me t•sc ucha; i quien a
vo~otros rlcsp1ccia, o mí me desptccia. 1
quien a mi me desprecia, dcsprcda a A que!
que me envio."-" El que no crea sera con·
dt:nado." -"El que no c1 ce ya ('stil jurgado."
"El que no l'slit conmigo rstá contra mi 1 i
el que no amontona cc.nmigo, dc~parrama."
Por con~iguicnle, 1'1 Apóstol Pablo dice que
rstos hombres csttln corrompidos i condenados
por Sil propio Juicio, i el P1 iucipc de los Apóstoles
llama" p1ofcsores de mentiras, a los t¡nc
int1 oduccn s1•ctas perveuas i reniegan del
Seiior, atrayendo sob1c sluna pronta perdicion."
Que los hijos de In J glcsia católica no sean,
si n embargo, nunca los enemigos de los que
no nos estim unidos por los mismos lazos de
fé i de caridad; que al contrario se e~l'ucrccn
en soco11 e1los i en ayudarlos con tuda la solicitud
de la caridad cristian~ si e~tltn pobres,
enfermos o ollijidus de alguna otra omorgn
desgracia, i que se injt•nien an te todo en anall·
cado.s ck las tinieblas de lus !'llores en que
estan miscrahlementc sumcrjidos, i traerlos a
la amantbima Madre la Iglesia, que no CI'Sa
nuncJ de tenderles afcctuosamen te sus hraros
maternales, a fin de c¡uc, llrmt•s i cc;mtantes
en la fl'•, la esperanza i la t' at itlad, i haciendo
fructifi
Citación recomendada (normas APA)
"El Católico - N. 26", -:-, 1863. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3687924/), el día 2025-05-18.
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