'l'RIM. 2. 0 BOGOTA 49 DE AGOSTO DE ~865. NUM. ~5.
Hoi damos principio a nuestro segundo trimestre, hacietHlono.
s la misma pregunta que al comenzar el primero :
¿Podrémos acaoar? No lo sabemos: la libertad de imprenta
no tiene mas garanr.~ que la buena voluntad de las autoridades
locales. Sinembargo, mucho tenemos que bendec'r
a lá Providencia. Nosotros rompimo~ los primeros el
~1lencio en que la ' prensa catolicayacia; lanzamos la pri.
mera queja contra la tiranía que turba las conci~ncias, i
en pos de nosotros mil esforzados atletas sali eron a la paJestr
a. N u~stro pohre periodico quedó eclipsado -por las
brillantes producciones con que las mas valiente:5 plumas
de nuestra patria infeliz, han defendido la ~anta causa
<1ue nosotros defendemos, la causa de Dios i de la hnma ·
nidnd. Ya esas produccione:; empiezan a hac e rse raras.
l~0i, cuando la conducta conciliudora del Sr. ArLObispo
urrnnca gritos de victoria a nuestros enemigos, qne SU·
pnn r n vencida la resistencia del cl ero a la dc struccio n del
catolicismo, que pretenden Yer en el juramento autorizado
¡¡or el mismo señor Arzobispo i su Vicario la c.,,Jfesion
csplicita de que los sacerdotes obraban mal re::>i~tiéndosc
a jurar obediencia al poder i a las leyes que despojan i
ultrajan a la Iglellia: hui que tar.tn'3 catúlicos sínceros i
tencillos al ver la alegria ruidosa de los impí os se creen
1 ea! mente ¡;erdidos, ubandonados de Dios i de su!'\ pnstot es;
no delJemos callar; nuestro dd>er es hablar pnra alentar
a los bueno s i ,hacer ver a los mulos lo incompleto, lo Jal8o
<.le su triunfo.
El juramento que el Ilustrísimo Metropolitano ha per.
mitido con ti , ne una rc~tricciou ¿ i esta qué significu? El
mismo lo h1\ dicho en su Pastoral de 1-! de julio i mucbos
de los sacerdotes c¡ne han jul"'''d o así,lo han dicho tan. bien
por la prensa. Significa que no se sornet n a la di11posiciun
del nrl1cnlo 6. 0 de h: tnicua lei de 23 qe aJJril; ~ignitica
que descor.ocen el der rcho con que se han urrcbatado Jos
bienes de la Iglesia i disuelto las cornu:1iclades relijio~n8;
siguifica c¡ue no admiten la in peccion !!ubre el culto que
dual poder la Constitucion de Rionrgro; ~ignifica que no
dejarún de ohebecer 111 Jde e1ipiritunl de la Iglc::!ia catÓlica
aunque los enctrllg'JS de la Jgl esia juzguen c~tn obe diencia
incontpatible con la soberanía nacional; !iign:fica
c1uc no ocnnirán a Jos congresos solicitaudo el pcnní;;o
para aceptar los cargos que les vengan de Homa; ~igniúca,
en fi:1, que protcstun ele una vez contra tedas las dis¡ o~i·
cioues que 1 estrinjan o vulneren la independencia de lu
Iglesia.
La Muuii:ipalidad ha ac rptado este juramento, el
Gobierno de Cundinam at '"' ¡,, ba recha z11dn, i dudamos
mucho que el Sr. M os<¡ «'t, • •• cepte. Si Jr, rechaza tambien,
las iglesi"s volver ·i r ,, , rse i quc entosas de la juventud, hinchado, vil,Jentamente ajitadq.
La fé i la caridad dictan su humilde oracion. Si erró en
su deci ... ion, no pec6, i solo un crimen que nos atrajese
mas la maldicion del cielo, podria perdernos, ¿por qué nos
de::concertamos ?
Si ól ha errado, debe hacórsele notar su yerro, con· el
respeto que merece como suoosor de los Apóstoles, un
Obispo cuya at.toridad para gobernar su Iglesia, es de
dt recho divino. Pronto fallará sobre esta cuestion el Pontíf1ce
Ron1ano i entónccs todas las dudas desaparecernn.
Mióntras tanto se hnn exhibido al mundo nuestros )j.
beralcs como imitadores serviles de los franceses que en
1790, dictar 0:1 la constitucion civil del clern. E1 art. 30
del título l, 0 los &tticulos 21 i 33 del titulo 2. 0 de la
Constitucion i el decreto que en 26 de diciembre de dicho
año dictó la Asamblea revolucionaria de Francia, contie.
nen las disposiciones que, casi sin alte1acion , di"ctó contra
la Iglesia cat{¡}ica la Cotwencion de Rioncgro. Sorprende
qne boí, en pleno siglo 19, se copie para lei ele una Repúb1icf.\
cutl>licn lo que el de~acreditado Voidel propuso con
el apO,\ o de <'<\mus : \t éa¡;c la identidad :
" Art. 2. 0 ''1'0do!' los bnccrdotes qur, sin haber pres·
"tuda el jnramento,continnaren el ejercicio de ~us funcic.·
" nrs, sera u castigítd os ce m o perturbadores del rpposo
"público, perseg-uidos jurídicamente i privados del título
"i de los derechos de ('iudaJ,,no.s." (J-lenrion, tom.ll, pnj.
591). ¿No es e~te el articulo 2. 0 de la lei de 23 de
abril?-¿ • o dá vt•rgiicnza que los hcch~s que la historia
del mundo ha cund •nar\o ya, se repitan hoi entre nosotn's
comn co~a mui nueva 1 digna de un partido que se
dic e lib rral i pro gre~iHa? ¡ Progre¡;o cuando ~e vá para
utras ! libert;:d cuando se oprime con mano de hierro a
Jos ciudadano ~ !
Los enemigos de la igl es ia ni ver la apertura de al~unos
templos se han JI nc.ido de jtíbilo creyéndMe vcnccdotes;
el dia que siguió ni del juramento del Sr. Vicario, colecl<
mm afanr,sos ur,a conlribucion pf.lra costear un ·Te Deum,''
no para dar gracias a Dios por el restablecimiento del
culto, pu es segun decian ellos mismos esto nada les im.
port aba . sino pnra hacer sentir a Jos cor.servadores :.
vergiienza i el dolor t!e su derrota. Algunos dias despues
los soldados de Neo-Colombia concurrían a misa en formacion,
acaso por la primera vez despues del 18 de Julio,
i llevaban al templo las mismas bayonetas con que habían
hecho guardia al Arzobis.po i a los relijiosos en noviembre
de 186 1' ; las mismas con que habían roto las puertas
de los monasterios pura lanzar de ellos a las virjenes consagradas
a Dios.~El autor de la produccion impía que
ex am inam os en nuestro número anterior, ha sido el pri'
mero en felicitf.lr por la prensa al Sr. Vicario.-Nosotros
lamentamos esa burla de Jo que consideramos como mas
sagrado, pero estamos bien lejos de creer perdida nuestra
cau a, porque el pueblo no puede olvidar los hechos que
ha presenciado; porque no hemos dejado de tener de
nuestra parte a Dios i a la justicia,
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL CA. TOLICO.
DECLARATORIA PONTIFICIA.
CAII.TA FAMILIAR DE SU SANTIDAD EL SEñOR PIO IX, DJRIJIDA
AL ILUSTRISIMO ARZOBISPO D8 SAXTAFR DE BOGOTA,
DOCTOR ANTONIO l!ERllAN.
(Conclu~ion.)
Constantemente ha si.clo informada la Santa Sede de la
si~;temática persecucion declarad'!. a la Iglesia en todas
las repúblicas Sur Americanas, pero se advierte que en
esa ha aventajado, desde 1826, ha8ta la fecha, a los antigl\
OS herejes i reformaJores de todas las naciones i épocas.
Parece qúe la Nueva Granada ha querido imitar en
todo a la Francia en el infern~.l vértigo revoluciúnario
cuando el trono i el altar fueron la víctima sacrificad¡\ sobre
las aras nefandas de la libertad. La guillotina mezcló
en sus tenebrosos actos la sangte rejia con la episcopal,
sacerdotal, noble i plebeya : tal cataitrof~ fué obra es-
• elusiva de la i.npiedad, de la codicia i de la ambician, pero
no de la alta ni baja política. Está ya descifrado en grandes
rasgos lo que en otro tiempo se había visto delineado
en miniatura eü esa infeliz República, especialmente en
esta ultima catástrofe, en donde han sido asesinados muchos
sacerdotes, que no han cometido otra falta que la
de predicar el Evanjelio, patentizar los errores de la impiedad,
prevenir a los incautos contra la apostasla 1 ser
nele11 a las leyes sacrosantas que el Espiritu Santo ha
dictado en la Iglesia ; pero verdad es, que no solo Asia,
Africa i nuestra Europa debían llevar el escudo de la fé
catolica orlado de piedras preciosas i montado en el oro
finísimo de la caridad cristiana ; las católicas secciones de
América ya orlaron sus escudos con esa estimable sangre
sacerdotal, derramada con profusion por la sacrílega mano
del victimario. Los obispos han sido lanzados de sus sillas,
con gran ruina espiritual para el pueblo creyente: los
parrocos de sus iglesias, i perseguidos con ferocidad inaudita
: los relijiosos i monjas estrañados de sus claustros,
i estas virjenes sentenciadas a morir de hambre ántes
que salir de sus retiros : la dote i capital que han
llevado de la casa paterna , son su propiedad, i ·sinembargo
han sido privadas de ellos contra los dictados
de la justicia i al traves de una terminante lei
patriótica que dice : SEGURIDAD.. • • Los regulares tienen
' derecho a laa dádivas jenerosus del pueblo cristiano;
per~ ellos corno ministros delJ?ios de paz i predica~es
de la doctrina evanjélica, hfln s1do declarfldos l'E.os por los
reformadores i condenados a la pórdida de su libertad i
de su pan cotidiano. Nada de esto debía estrañarse cuando
un sacrílego decreto ha hecho desnudar los altares, cerrar
los templos, apa"'at• las lámparas i ces!lr los divmos oficios
que hasta hoi ja~as habían sido interrumpidos en la Am~rica
i privado el mismo Dios de su culto esterno. ¿Podrun
los reformadores Neogranadinos argüir que no hai razon
ni justicia para lanzar sobre ellos el anatema celestial i la
indignacion de Dios Omnipotente i de Maria Santísima,
Nuestra Señora, purísima criatura desde su ~:er inmaculado,
i la de los ~antos Apostoles San Pedro i San Pablo, sóli.
das calumnas -que sostienen la Iglesia ? La naturaleza de
los actuales escánda1os los declara sepatados de la comunion
de los santos, i su impenitencia i dureza los hace indignos
del perdon de sus pecados i de la vida perdurable;
nsi han hablado los Concilios, los Santos Padres i los celosos
Pontífices nuestro~ dignos predecesot es.
~~Laudable ) digna de todo elojio es vuestra conducta
jenerosa i fielmente Epis~opal, la que habeis observado en
tiempo del peligro, lo mismo que la de vuestros celosos
hermanos Jos obispos Co-provinciales i demas amados
hijos vuestros los vener nbles :sacerdotes que os han seguido
en la noble i sangrienta empresa de sostene1· inmunes
los saorosantos derechos de la Iglesia fiada a vuestra au.
toridad i direccion. Los siglos futuros i las jeneraciones os
harán justicia, como la han hecho a los Atanasias, Ambrosios,
Crisostornos i Tomases Cantuarienses: ella servirá
en la América de noble i santo ejemplo para despreciar
los trabajos, amenazas, ultrajes, ostracismo, toda pers~cucion,
i hasta la muerte misma, como a vuestl'O digno
predece.sor .. Pero m&yores han sido aun, segun verídico:;
1 auténticos mforrnes, vúestros padecimientos i los de vuestro
amado clero secular i regular, los de los amados hermanos
el Obispo de la Nueva Pamplona, el de Carbtjena
de Indias, el de Pasto i el Vrcario Apostólico de Santamarta
: mas, amado hermano, los trabajos por tnn samta
causa fortalecen al anciano valetudinario, como dtjo san
Ciril_o de Aleja~drín :."Dios, desde su c>scelÉo tremo presencta
la luc4a 1 bendrce Jos trabajos de los defensores de
su h?nr~ i gloria por los derechos de la Iglesia-su esposa, '•'
abat1da 1 persegmda desde Sion, donde tuvo su divino
orijen.,~ El ostt acismo, las escaseces, los peligros, la saogrienta
persecucion i desprecios, no suspendan vuestra voz
i pluma, querido hermano : el valiente Jefe no calla ni
pierde de vista los movimientos de :!US enemigos e¡¡ el
ca~po de .b~tal~a. ni ~eja. de ordenar a sus rjércitos, la
meJor posrc10n 1 combrnacron para debelur a los enerni o-o !S
de su patria i de su relijiou. 0
Nos, al leer vu~str~ int~resante nota hemos dado gracias.a~
Padr~ de las mrsencordras porr¡ue se ha dignado ordenar
brenes 1 males, tr aicion i fidelidad, Hpostaflía i confesion
de fé catolica : hincad os ante el trono de mi~ericordia, la
implora~os para esos desgraciado~ apóstatas, c¡ue ei !OH
persegurdores de la Iglesia, son hijos de ella i dianas de
nuestras lligrirnas i fervientes oraciones por su con~ersion.
Los sacrificios diarios en las aras sacrosantas, la fervien~
e oracion, i sobre todo el ayuno i la limosna, son el
precroso bálsamo c¡u~ cura tales heridas i hace jerrninnr
el frondoso árbol de la paz cristiana. a cuva sombra vivimos
felices en este triste destierro ; la ·virtud santa de
la humildad confunde a los tiranos i cambia la suc>rte de
las naciones, la penitencia salva los pueblos como al antiguo
Ignac, Isrrael, Betulia i Ninive, revocando los decretos
de conscripcion i cambiandolos en bendicion, union
i felicidad.
In~elices d~b~emente esos ciudadanos c¡ue, guindos de
doctnnas permcwsas, como las que broló la Francia n
mediados del siglo pasado, han t:mprendido la satánica
reforma en que la ' Iglesia ha sufrido los mas fuertes ataques
de la impiedad,i el pueblv católico lo'> de dC't~truccion,
empobrecimiento i Qrfandad. ¿Cómo responderán delante
d~ Dios esos tristes seres, cargando con la mnldicion del
ctelo, separados de la igle~ia, fuente inagotable de todos
los bienes que el mayor pecador puede esperar al fin de
su jornada, i maldecidos, en fiu.de todo el pueblo, a quien
han hostilizado porque es católico, porque practica las ceremonias
de la relijion augusta de Nuestro Seiior Jesucristo,
i porque..hace union con el clero, de quien espera
todos los consuelos por medio de su ministerio? Cómo
responderán, .decimos, note el Jue1. severo los que han
llevado la desolacion al Templo de Dios vivo, corno el
impío Nicanor; los que han cerrado los templos, como d
apoetáta Juliano; los que han llenado al pueLlo de amargura,
lngrimas e inquietud, como Holoférnes, los <¡ue
han cerrado Jos convento!:', momu::terioi<, colejios i t oda
casa de edncacion, las C8cuelas i talleres ¡ los que estún
obstruyendo los canales de una positiva riqueza, como rs
la agricultura, los que han trasformado a un pueblo de
ciudadanos pacífico~ en ejércitos de soldados feroces que ·<
se destruven mútuamente? '
Pero ¡·ah hermano querido! Otra pena mayor lacen\
nuestro corazon i hace temer mayores males sobre la
Iglesia i sobre los pueblos, pues la severa justicia de Dios
celador, se ha manifestado irrituda como en Israel i J k1dit
por los pecados de David : la apostasía de uno de los cleros
de esa iglesia, de que estarnos informados m ui detenidamente,
hace partir el corazon de toda criatura timorata:
los sacerdotes, que debemos ser la fuente cristalina i pqra
dond~ sacie el pueblo fiel su sed, los espejos de magnitud
moral donde deben verse los hijos de la J gleRia para reparar
sus defectos, debemos ser los báculos que eviten-la
caida de nuestros hennanos al abismo. Que esos sacerdotes,
olvidados de la santidad de su ministerio hayan
abrazado voluntariamente el cisma i corrido ala aiJO!!t.1~ia Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL CATOLICO.
11iti que les ' irviese de ejemplo a los jóvenes, a los alentados
i a los robustos, el luminoso ejemplo de su Padre i
Pastor, para ceñir sus sienes con la aiH'eola de los verdaderos
sacerdotes confesores de Je:sucristo,es bien estraño;
pues ellos han debido conocer que ese de~reto_de Tuicion
ataca furrtemente las santas reglas canónicas, que el Es.
plritu Santo ha dado a los obispos, la plenitud de autorirlad
que ~ingnno, sin declararse hereje, puede atacar: han
debido saber la multitud de disp:Jsiciones conciliares i
pontificias, para .sostenerlas con valor i uniformidad, i uo
ser los primeros apóstatas que han apoyado el naciente
cisma con su cohardia, por interer.es pecuniarios i por una
t-fimera tranquilidad i biene~tar.
lfacedles conocer i entender, venerable hermano, que
ip.~o Jacto incvrrenda han quedado por terminantes dispo!!
iciones canonicas escomulgados i vueltos al estado laica!,
perdien:lo toda dignidad, empleo,emolumento i toda renta
que salga de la Iglesia; i que no podr~n ser absueltos sino
por esta Santa Sede, prévio el conocimiento de sus causa!~,
remitienrlo a Nos el proceso con los informes de los
respectivos Obispos para conocer i obrar con rectitud i
caridad, segun la inocencia o malicia, necesidad o engañu
del de~graciado apóstata.
La bendicion de Dios Padre, Dios Hijo i Dios Espíritu
Santo, la de María Santísima Nue~tra Señora, la de sus
Santos A postoles San Pedro i San Pablo i la Nuestra os
asista en vuestra meritoria veregrinacion i ostracismo i os
1leve triunfante i pronto a ocupar vuestra Silla a Vos i
"uestros hermanos Obispos co-provinciales i demas evanjélicos
párrocos i sacerdotes que os han segui.Io vale!Osamente,
asistidos de la gracia de Nuestro Señor Jesucristo:
ella os dé una voz sonora, fuerte i clara para predicar,
amonestar, correjir i ganar a esos infelices perseguidores
de la Iglesia : para que se rindan a la razon i a la verdad
i restituyan la paz i la tranquilidnd a su desgraciada Patria,
que han despedazado con la ferocidad mas grande e increible.
Dada la presente en San Pedro del Yaticano a 19 de
rliciembre del año del Señor de 1861, por órden de la
Santidad de nuestro Beatísimo Padre Pio JX.
CAYit'rA.•ua E. P. Pxn&NCIO A. C. C.
Lamartine ? Estraña cosa en verdad, que cuando parecíahaber
llegado el día de gloria para la filosofía del siglo
xvm, le haya sido arrebatado el imperio del mundo europeo,
i que el mundo cristiano despues de haber recibido
tantas heridas que se creían mortales, Teaparezca radiante
a los ojos de los que creían verle en la tumba.
La declaracion de los derechos del hombre i del ciuda.
dano no es en su fondo otra cosa mas que un compendio
del código evanjélico. La Iglesia primitiva tenia las elecciones
populares, el sufrajio universal, el principio de la
igualdad de todos los ciudadanos ante la lei i de su derecho
a todas las dignidades: habia establecido en todo Jo posible
la comunidad de bienes por medio de los preceptos de ltt
limosna i de la institucion de las agapas. Despues tuvo un
gobierno parlamentario i la division del poder lejislativo eu
tres ramos en los concilio" compuestos de Papas, de Obispos
i de abades. E~ta admirable forma de gobierno que
Tácito consideraba como una espléndida quimera i Montesquieu,
como la obra maestra de la política, tuvo por
modelo la Iglesia Católica. Esta misma Iglesia había tarobien
consebuido el fundar los fallos judiciales sobre leyes
positivas, i fué la primera que en la edad media reconoció
en Jos acusados el derecho a &er oídos, e instituvó el recurso
de ca:;acio}l con la apelaci~n contra los abusos' de poder de
los jueces. Las leyes relativas al matrimonio habían <:entribuido
a estender la division de la propied!ld; las regla~
de los monasterios honraron el trabajo, i los preceptos de
caridad abolieron la esclavitud.
El triunfo del catolici~mo no consiste en lama~ jeneral
aplicacion de eus principios i de las formas de gobierno. sino
en la influencia que ha ejercido en la marcha de los acontecimientos
de nuestra época. Cuando el Hércules revolucionario
llevaba ta cabo en Francia su sangrienta tarea,
destruía la alianza de los reyes i obligaba a la espantada
Europa a callar en su presencia, solo el habitante de la
Vandee, con una cruz en la mano, osaba pedirle cuentas de
Ja sangre q•1e había derramado e interrogarle en nombre
del E\·anjelio acerca de la justicia de su dominio. En vano
fué que despues el César de los modernos tiempos se eb
vara al poder sobre las ruinas de la revolucion; en vano
fuó que, apoyando una mano en la bandera de Arcole ¡ Ja
o1ra en la e6pada de las Pirámides, tuviese en su favor 1t
INFLUENCIA DEL CATOLTC'ISMO sus soldado~. su propio jenio, la fortuna i la gloria: t>n
E:-l EL llSTABLECiliiENTO DEL GOBIER!'IO Jtgi'RESENTATIVO. medio de los trCJfeos Í entre )as imájenes del poder que aJí.
Sin razon se atribuye este gran prog1 eso de la humani- mentaban su orgullo, túrbase su mente por carecer hasta
dad al impulso de la filosofía del ~iglo xvm, i no es nada de la imájen de la Relijion. El admirable instinto de eu am·
uifícil probar que el principal honor en este punto corres- bicion le advertía que debia pedir especialmente a la relijion
pon de al cristianismo, el cual, si encontró alguna vez apoyo el poder de las cosas grandes, i no creyendo en las opiniofuera
de su gremio para el cumplimiento de su mi'sion, con nes reli,iiosas de su siglo, ni en las suyas propias, sino en
111as frecuencia encontró obstáculos. Si efecti\'amente la$ el cálculo de su política, faé católico en fuerza de su mismG
revoluciones politicas de los !!stádos Unidos de América, jenio;volvieron a abrine lbs templos ·al mandato de su voz;
de Francia, de Portuga4 de España i de Béljica; si el es- la Iglesia volvió a sus solemnidades interrumpid11s (en
talJlecimiento del Gobierno constit,1cional en gran pal'te de Francia) i la misma revolucion, que había derramado la
Alemania, son obra de la filosofla de los enciclopedistas, sungre de los sacerdotes, depuso sus victorias a los piés del
¿_por qué ahora ha caído esta filosotia en tan jenera1 i pro- Vicario de Jesucristo. I cuando llegó para Napoleon el dia
tundo descrédito? ¿Por qué sus mas t'eputados apóstoles, de la Yenganza de los reyes i de la justicia de los pueblos,
Condillac, D' Alembert, Diderot, Holbach, Condorcet i conoció que había sido un error irreparable sus atropeilos
Voltaire, no solo carecen de secuaces, sino que muchos de contra el prisionero de Fontainebleau; i·.en efecto, la pri(:
Jtos hasta de lectores ? l Por qué dtspues de todos sns es- mera piedra lanzada contra la frájil base de su poder, partil'1
fuerzas para e,llcalat el cielo del cnst1anismo, permanecen de las cató:icas montañas españolas.
ahora sepultados en su triunfo esos Titanes de la incredu- Hai un tercer acontecimiento que tiene el mismo sentido
lida~, i como aplastados bajo el peso de las piedra-s que t que los otros dos, pero es mas grave: la omnipotente InarroJaban
contra Dios? ¿Dónde está la ciudad filosófica glaterra consintió tambien hace poco en-la emancipacion
que _de~ia surjir sobre la ciudad cristiana? ¿ Donde está de Jos católicos de Irlanda: los intereses de su iglesia, lall
bU V!ctoria? ¿ Po!' qué vemos por el contrario que Cijanto antiguas antipatít.s nacionales, su orgullo de metrópoli,
mas se perfeccionan las leyes políticas, mas ¡e aproximan todu cediu a las reclamllciones~ del tribuno del catolicismo.
a las eclesiásticas? ¿Por qué es tan conforme a la consti- Véanse aquí tres poderosos enemigos, la Convencion,
tucion de la Iglesia la de los gobiernos liberales? ¿Por :'lrapoh:on i el torismo inglés, a quienes resistió la iglesia
quó no vemos progreso social alguno que no sea un paso romana; véanse los triunfantes argumentos con quee"te
hácia el cristianismo i una aplicacion de sus máximas? desmintió las siniestras predicciones de los enciclopedistas.
¿ Por qué, finalmente, la admiracion que hoi ¡¡e niega a los A esto debemos artadir que las recientes revoluciones de
escritO!> i al espíritu de los enc:iclopedi~tas, se tributa ente• Colombia, del Perú, de Chile i del Paraguay, han preclara
mente a las ohras i al jenio de C hateaubriand, de Frayssi. m a do a una voz i a de mas estendido su poder social, que
m•us, de Lacordaire, de Bonald, de Royer-Collard, de está haciendo progresos maravillosos en la América drl
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
4 EL CATOLICO.
Norte, que la separacion de Bóljica de la Hdanda es un jiosas, i que para dese u brir las leyes del movimiento social
triunfo pdra la misma iglesia, i que actualmente en 1•\aucia conviene elevarse sol.Jre lu tormentosa c~fera de los intereses
despues de una revolucion hecha especialment~ por odio al terrennles: por e:>o hemos procurado col ocarnos en 1· a
]>artido sacerdotal,su irn per io se estienue mas i mas cada di a. eminencias i aproximarnos al C1 lo ]'ara seguir con m~~~
En este momento ~e realiza en el mundo una gr¡uldiosa acierto el-curso sillUOSO del rio de la humanidad al tra\'C '
revolucion : todo concurre a aproximar lits naciones unas de las edades.
a otras, i este !!uceso a~egura el triunfo de la relijion AKor DE :MAIZl'-ItES.
fJUe lo ha preparado. Los homures de~pues de hauer~e
rcuni1o en familias, en triuus, en pueulos i en naciones, (Iomado de la Historia universal de ·César Crmtú)
c5tán borrando los llmites de la nacicnalidad i se vnn mcz.
ciando i conftrmliendo poco a poco en el seoo de la familic~
humana; ya los cqnfines jeogrúficos no detien en las ideas;
va se han abierlo innumera 1Jies vías de vo1nunicaci on ni CUESTIO:.¡ J):CLESIASTICA
traves de los valle::;, de lo8 rios, de las montuiias que J¡¡ Íll·
dustria ha hecho prscticables, vías de comunica.:ion tc.n sonRE LAS LEYES ciS)tATICAs DEL uu.
maravillosas por su ra~idez como por su mímero i c~ten-siun.
El esplritu del hombre miéutra;! es llevado sobre htf (Continuac.:ion de! llltll11l'O 2. 0 )
aguas en alas de los vientos, adqui ere alas de fuego por
medio del vapor para desparn marse por todos los sitios de Mas adelante conJenn el hecho rle la usurpacion, que
la tierra. Poco a poco van desapareciendo lus nl>stitculus ahor,\ se llama ocupaácm o descmwrti.zacion de uic:ucs tlc
que la diversidad ele los idiomas oponía a la fusion de ia¡¡ la [glesia, i dice :
sociedades particulures en la jeneral; ,tn las grandes ciudu- "Pdsemos ahora a la inva!ion ele los bienes eclesiástico~;
dea se hace comun el eBtudio de las lenguas estnllljCnlé•; esto es, al segundo error de Marcilio de Padua i J unn d e
las literaturas se ponen en recíproca correspondencia; ele- Tanduno, condenaJo por la Cun~tituci,~n de Juan XXII i
saparecen las preocupaciones, v:m cediendo las antipntí¡¡s, much:> tiempo ántes por decreto el~! .Pa~~ Bonifacio I.
el mundo es reconducido a la uuidad por nna especie de como lo refi eren varios escritorts. Nadie debe ignorar c¡uo
gravitacion moral que nadie puede impugnar, i e~ tu tendt'n- todo lo que ha sido consagrado a Dio.s, sea hombre, anicia
no puede ménos de redundar en provecho de una r elijiun m:1l, campo, en una palahrt~, cuanto una vez fuó dedicadú
f1mdada en la curidad i en la uniduJ. al Seíior, e~ ya una cnga santa i pertenece de derecho a lo~
Durante diez i ochp ~iglos no ha hauiclo prng¡cso~ocial sacerdotes. Por eso cualquiera c¡ue quite, despoje, invada r1
alguno que no haya tenido por mó\'il la relijion crisr.i: nn, usurpe lo que C3 propio del Seiior o de la Iglesia , debe w·
la cual tomó parte en todae las r csolucione~. ya como cr.c -1 tcnidr> por sacrílego , mit5ntras no Sllti::,f;~ga a la Iglesia, ¡
miga ue las que eran funestas, ya como ausiliatlora ele In. escomulrado si no ~e enmienda."
que debino mejorar la condición de la ll'Jmnnidau; ella No e5tad )~Ol' C:cmas insertar acruí er decre to del Conpurificó
el 10\lndo romano, ci ri}j;¿Ó el mundo uArunro, sua- cilio de Trento so u re lo que Jlamau de.7iltn01'Ú.Z(ICÍO¡¿ de bicvisó
el feudal, resistio a las sacrílE-gas xijencius C:C ks n··s de manos muerta , para que cu.tlc¡u¡cra le tape la boc.:a
emperadores, confundió en todos tic·rup.1~ la h n•jía i con- al que ha dudo una voz a t1cmpo para rcr si le toca ulgo.
quistó las glorias de la cmancipucion ci"'JI de la edad me- Dice asi :
dia, de la intelectual del siglo XIV, i de la política de "Impónense pcrns a lo~ qul! usurpan l os bienes d~
nuestros tiempos. Cual'! do se YÍÓ det f ,¡ida en Ht marcha cm lqnicra Ig1esia o lngar pi o.
supo remover o hacer trizas lo.~ ob stÍlc.:uJ,,s ; cuando \'Ío "Si algun clérigo o Jegy de cualquiera digni lad que sr '•L, (es decir, el Gobierno) estuviere
lo intereses de sus llusiliarcs.A~i si a pesar de tan aprecia- tan poseí lo de la codicia, r aiz de todos los males, c¡uc sl:
hles triunfos todavía no es rccono\!ido unÍ\'er~almente el atreva por ~í o por otros, u:>:-o.ndo de fucnm o amímaza, ('
imperio de la verdad, es porque la iglc~ia, siendo militante, tambien vnlión ·lo •:e de personas supue3tas ccle~iC:tsticas o
nece!ita enemigos en la tierra, porque la virtud ptáctica seculares, o de cualquiera arte o pretesto, a convertir cu
debe pa~ar por pruebas que le hagan contraer méritos; su fJropio p1 O\'echo i a usurpar ·las jurisdiccione~, biene.~.
porque lªs tentacione.s de la duda son neceaarins para la cmsos i derechos, aun fcudu!cs i en.Jitt!utiro ·, frutos. o emo ...
Jibertatad de la fó i porque por mediu de los trabajos de lumentos o cualesquiera obvenciones de alguna iglesia o de
la tierra deben conquista¡se los goces tlcl cielo. :g¡ jénero cualquier beneficio secular o rPgular de los nHmtcs de
humano está condenado, como los hebreos, a atravesar piedad i ele otros lugares pío!!, que deben servir para
Jas aren'ls ele! descierto ántes de llegar a la tier ra prome- sufragar a L1s necesidades de sus ministros i de los pohros,
ti da; de cuando en cuando el que guia su e pÍritu aparece, o impedir que los 11erciban aquellos a quienes de dereclw percomo
Mn,, s, en la cumbre del monte; de tiempo en tie¡n- teneccn; permr.nezca RSCOMULGAuo hasta que haya restipo
suco. "" ,n se entrega o los recuerdos de Ejipto i de tuido Íl!tegramcnte a la igle sia o a su admi11istrador o
Madian, i ::." Jo ca demanda ca vano el maná i el agua de beneficiado la"> jurisdicciones, bienes, ejutos, derechos i
la peña. rentas ocupadas por él, (~ea Emperador o Rci) o que hu-
En est1 n1pida ojeada a la historia del mundo hemos biese auquirido rle cualquier modo aun por donacion de u ni\
atribuido mui grande influencia a la relijion en jeneral i a supuesta persona, i ademas haya outeniJo la absolucion det <
la católica en particular ; pero si es verdad que los acon- llomano Pontlfice. I si fuere patrono de la misma iglesia,
tecimi~ntos no tienen una esplicacion suficiente en la in- ademas de incurrir en las dichas penas, queda privado tam·
. flttencia de los climas, en el carácter de los pueblos, en el bien, por el mismo hecho, del derecho de patronato. El
progteso de las doctrinas i en la conducta de los gobierMs; clérigo que fuere autor de ese fraude detestable i usurpacion,
si todavía iguoramos las leyes de la vitalidad del jenero o consintiere en ella (una voz a t1empo) ::ea castigado con
humano i como se conserva irtmortal la humanidad en las mis ¡nas penas, i así mismo privado de cualesquiera bemedio
de la estens ion de individuos i naciones, ¿ por qu é neficíos, i quede inhábil para poder obtener otro ninguno, i
no buscamos en la re:ijion ~1 principio de la vida social ? su ordinario suspénd,,lo a su arbitrio del eje rcicio de sus
Así <:omo el sol es p
Citación recomendada (normas APA)
"El Católico - N. 13", -:-, 1863. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3687911/), el día 2025-05-18.
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