PERIODICO DE LITERATURA I COSTUMBRES.
TRlllI. l. BOGOTA 26 DE llUYO DJ~ 1850. NUllI. 3.
SITUACION DE LA PRENSA,
Si la civilizacion es el grande objeto
ácitt el cual se encamina con solicitud la
prensa ZibemZ de touos los paises, es cvi.
dente que las distintas ncces idad es que na·
cen del desarrollo de la prim era deben
determinar, i en efecto determinan, las
variaciones en el cáracter de la segunda
i el modo como se presentan i desenvuel.
ven su espíritu i su necesidad social.
Si hai necesidades políticas, científicas,
reJijiosl!s, literarias, industriales &c, neo
cesario es tambien que la prensa, tomando
jiros diferentes, se ponga, por medio de
publicaciones de distinta naturaleza, en
contacto con los intereses diversos de la
sociedad.
Es preciso que todos los espíritus i la s
intelijencias encuentren en la pr ensa algo
de qué nutrirse, algo que las mantenga
en ajitacion. Es preciso que todos lO!' ob.
.jetos de importancia social sean conside.
radas, para que la atencion de todas las
capacidades no se circunscriba a límites
estrechos con detrimento de su desarrollo.
De aquí nace esa necesidad insaciable
de hallar impre.siones di versas i multí pli.
cadas en los órganos de la opiuion ; ne·
cesidad que produce una exijencia cons·
tante de · publicaciones de distinto jénero.
Ahora bien; nosotros preguntamos:
esa necesidad, esa exijencia es satisfecha
aquí en este pais, lleno de grandeza, de
esplendor natural, de portentos infinitos,
vasto panorama que ofrece un mundo de
impresiones tan diversas como agrada.
bIes i vehementes? Nosotros dirémos que
no, i otro tanto dirán nuestros amables
lectores.
Aquí solo es satisfecha Ta necesidad po·
lítica, la que nace del espíritu domocráti.
ca que nos impulsa a todo s a tamal' inter.
vencion en los negocios públicos. Mas de
ningun modo son satisfechas las necesi.
dades respecto de la prensa literaria, científica
&c. Roi tenemos periódicos que pi.
can a vezes de comerciales, que de tiem.
po en tiempo nos dan algo de literatura o
de ciencias; pero en lo jeneralla política
llama toda su atencion.
N osotros creemos que el esclusivismo
de la prensa granadina en su consagracion
a la política, si bien desarrolla el espíritu
público, es una de las causas que mas po.
derosamente contribuyen a esa ajitacion
febril de los espíritus que nos ha traido
rodando de convulsion en convulsion des.
de la época gloriosa de nuestra heroica
independencia.
N ue5tro pais brinda un vasto campo
donde luzir talentos nada ejercitados has.
ta ahora; i ya queramos analizar nues.
tras costumlJres que participan de ese espiritualismo
propio de la civilizacion eu.
ropea, como del romanticismo jenuino en
los pobladores de un mundo lleno de poesía
i magnificencia; ya 1105 consagremos
. .
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18 EL 'rli.OV A:COli..
a describir las grandes hermosuras de esta
naturaleza pomposa, selvática i variada;
siempre hallarémos muc~o que observar
i mucho qué decir para llamar la atencion
de las jentes de gusto.
Nuestras grandes córdillel'as con sus
volcanes, sus cataratas mlljidoras, sus torrentes
impetuosos, sus rios magníficos,
. sus picos empinados, sus selvas Ilrnas de
misterio i poéticas armonías, sus condores
i sus aguilas, 0V'ecén inspiracion al poeta,
por que cada una de esas grandezas es un
poema viviente que admira i a1'l'ebata ;
ofrece campo de meditacion al filósofo,
por que el libro en que él estudia es el de
la naturaleza; i lo ofi'ece al historiador,
por que él encontrará donde quiera los escombros
de una raza mui abundante, salvaje
es verdad, pero rica, jenerosa, dulce
en su carácter i laboriosa, que halló
su ruina i devastacion en una civilizacion
decrépita i' gastada que viniera de la tierra
de los Cicles i Pelayos a aclimatarse
entre los hijos de Nenqueteba, al ronco
murmullo de las cat~ratas espumosas i
los torrentes ajitados.
Nuestras costumbres, sencillas i benéficas
en su· mayor parte, debieran ser observadas
con detellcion i solicitud. Desde
la dama bogotana con sus vestidos europe!
ls, de.scendiendo por l.ts escalas conocidas,
hasta la limpia calentana con su patita
descalza, blanca i provocativa; la sabanera
regordeta, cachetona i colorad ita
como una manzana; la cacbaca de zapatito
de cordohan i enaguas esponjadas, ladina
i endiablada; la india barriguda, llena
de resabios i envuelta en fi'isa i chircate;
todos estos tipos, de tan diversos caracteres,
de costumbres tan heterojénas,
son una mina inagotable para el escritor
de costumbres que quiera aprovecharse
de la riqueza de su injenio.
Cuanto al sexo masculino, haí están el
cachaco de buen tono; el cachaco ramplon;
el elegante de aldea; el mozuelo de ruanita
pintada, justo medio entre]a. ari stocracia
i la plebe, entre la bota i la alpargata;
el orcjon, bruscote, malicioso i griton;
el calen tan o descolorido, alegre i amigo
de los moquetazos i las chi1'riadems;
elroaneta de tierra fría, siempre humilde,
valiente, laborioso, pero defensor de la
chicha hasta morir al pié del cañon; i por
último, el boga, pendenciero, grito n i borrachin,
siempre de chispa i camorra.
Por lo que toca a diversiones, los toros,
las carreras, las comilonas, los juegos de
San Juan i San Pedro; el vaporoso valse
de Strauss, la. sabrosa contradanza, la poIka,
la cuadrilla i el elegante val~e redondo
de la capital; las capuchinadas de los
pueblos; la manta i el San Juanito de
tieITa fi'ía ; el divino bambuco, el tormentoso
torbellino i i la interminable caña de
tierra caliente; así como el bunde con
la gaita i tamb01'in de los bogas; todo esto
tiene sus encantos, sus orijinaJidades, sus
actractivos i sus cambios que llaman la
atencion del obseJ'\'ador de costumbres.
Hé aquí que todo lo que hai de solemne,
de majestuoso i risueño en nuestra naturaleza,
de orijillalidad, espiritualismo idonaire
en nuestras costumhres, es desconocido
para el mundo pensador, i yace
postergado ante ese furor, o mono-manía
que nos al'l'astra siempre a la política.
Todo lo bello, lo curioso, lo poético que
tenemos yace en cl olvido, i la política absorve
nuestra atencion enteramente.
Pero no se diga que si bien nos entregamos
a ella en cuerpo i alma, le damos
un jiro saludable, benéfico i civilizador:
nada de eso. Cierto es' que hai dos o tres
periódicos moderados, tipo de la cultura,
la cortesanía i el espíritu de progreso;
pero es preciso admitir la triste convic<.:
ion de que la prensa granadina en su
mayor parte se ha entregado a exesos deplorables
que la prostituyen i desnaturalizan.
Hoi, en lo jeneral, la prensa no llena
su objeto, i es preciso que ella busque
el camino que corresponde a su alta e importante
misiono
Hé aqllÍ las consideraciones que nos
han movido a redactar este periódico.
Creemos que la política interesa, por que
su dpsarrollo es necesario para que el
pueblo 'conozca sus derechos i los defienda
con zelo i eneljía, para que conozca
sus intereses i n~ces'¡dades i procure la
mejora de su condiciono
Pero tambien debemos atender a 10s
intereses litérarios, para que la cultura i
el buen gusto cundan en las masas i purifiquen
las costumbres. Así sin dejarnúS
arrastrar de una manía literaria, ni ménos
de la política, i sin aceptar ese sistema
de mordazidad (encono que mantiene los
ánimos en una combustion pelegrosa,
nosotros procurarémos, siempre de buen
humor, siempre inaccesibles a las pasiones
rencorosas, entretener a nuestros lectores
con articulillos ya de política, ya
de costumbres, ya de literatura, para que
todos a una, viejos i cachacos, feas i bo-
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nitas, lívidos i rojos, gritemos con entusiasmo
a todas horas.
j Viva la alegría!
j Viva el buen humor!
j Vivan las cachacas !
j Viva el Trovador!
ESPULSION.
En otra parte indicamos a la lijera las razones
de política que han influido decididamllnte
para adoptar la mrdida estrema de espulsar
los Padres de la Compañía. La estrechez
de nuestras columnas, el carácter de este
periódico i la debilidad de nuestras fuerzas,
no nos permiten calcular la magnitud i
trascendencia de este paso, para haber de
consignar aquí las poderosas razones que lo
justifican. Fatigados cstamos de leer interminab!
es escritos, ya en pro, ya en contra,
sobre esta materia. Las especulaciones fllosóficas
en que se han perdido nuestros políticos,
nos dispensan de profundizar la cues.
tion ex post Jacto.
Nuestra intencion se dirije a poner dc manifiesto
las causas que moti"aron la introduccion
de los Padrcs de la Compnñía en nuestro
pais, ElI papel que se les ha obligado a representn.
r, i designar a los autores de aquellas
combinaciones políticas, como los únicos
responsables ante Dios i la socieebd, de los
tormentos que nos hace dcvorar la presentc
situacion, provocada por ellos. Nuest~as intenciones
son puras, i nuest.ras ideas. no se
levantan mas allá de lo que siente i comprende
el comun de las jentes que sufren como
nosotros la pena imprescindible de un procedimiento
rigoroso cuanto inel'itabk Tod'ls
sus consecuencias es justo recaigan escl usivamente
sobre los que sin motivo ni necesidad
llamaron a los Padres de la Compa.ñía,
abusando del poder, los impusieron al pais
como un contrapeso reaccionario, i se han servido
de ellos como instrumentos pasivos para
el triunfo de sus opiniones, sin escrúpulo
ni aprehension.
Da lástima pensar como los hombrcs que
surjieron del conflicto de 1840, comprendieron
i juzgaron la situaeion del pais, i proveyeron
a su remedio. Principiaron por cquivocm'se
crasamente acerca del oríjen de aquella
revolucion, i por mancillada fueron mas
lejos, hasta. calumniar la revolucion santa de
1810. Políticos miopes finjicron c.recr que la
Nueva Granada se hallaba en id€ntica situacion
moral i política que la Fruncia de 1789.
Finjieron creer que la revolucion política de
1840 era el resultndo de la corrupcion de costpmbres,
de los descarrjos de la impiedad i
de la descomposicion moral i social producida
por las doctrinas de los fllósofos del siglo
diez i ocho. Finjieron creer que esas doctrinas,
conocidas i estudiadas apenas por los
hombres públicos de 1821, i la juventud de
19
1828, eran el alimento cuotidiano de un pueblo
que hoi mismo no sabe leer. j Qué no han
finjido esos ilusos políticos para desacreditar
la revolucion !
Juzgaron el pais juzgándose a sí mismos,
i los que un dia formaron el círculo de propagadores
de las ideas de Voltaire i de Rousseau,
sin acertar a darles su verdadera significacion,
principiaron por dudar, i acabaron
por ser complctamente incrédulos; i cuando
vieron su obra, cuando leyeron en su corazon
desecado, se cspantaron, i en Sil horror
estimaron que la jeneralidad de los granadinos
habíamos como ellos tocado en el esceptisismo
relijioso el cual han vivido devorados.
i Donde están las muestras que ofrezca
nuestra rel'olucion sotlial, que semejen las
que abortaron en la Francia de 1789,' para
que sc hayan atrcvido a compararla con la
que ajitú a csta Nacion? i En donde se rejistran
los crímenes políticos, lo~ crímenes producidos
por el desenfreno de la impiedad?
i Cuando hemos profanado nuestros templos,
dest.ruido nuestms imájenes,perseguido nuestro
clero? i Por ventura hemos tenido Sansoues
que pasecn sus hachas ensangrentadas
por toda la estension de la República? Los
verdaderos impios en esta tierra, los que un
tiempo se gloriaron de que se les apellidase
espÍ1'itus fuertes, han sido los únicos depositarios
de esas doctrinas sub,'ersivas; que el
pueblo dócil, obedicnte, sencillo e injenuo,
por fortuna no ha sielo ni será contajiado,
.merced a su condicion esccpcional.
Ahora bien, esos hombres que calcularon
el mal por ellos mismos, q uisicron retroceder,
envolviendo en su retroceso ajentes que no
han profundizado nunca en el abismo en que
ellos se sumieron. Ln lectura de Lacretell i
l\Iontlosier los hizo imajinar una restauracion
a usanza de la de 1814, como si se tratase de
restablecer un trono con todo el prestijio que
la relijion presta a los supuestos unjidos del
Señor. Supusieron que el principio relijioso
había desaparecido en el católico pueblo granadino,
i su restablecimiento no podia efectuarse
sino con la ciencia de los Padres de
la Comp~ñÍa. De este modo, calumniando al
pueblo, 'vilipendiando a nuestro clero, acometieron
la tarea de efectuar una restauracion
político-rclijiosa, de la que no habia necesidad.
Porque, sea dicho de paso, sí en Europa
el principio relijicrso ha sido combatido,
lo fué como un ausiliar del trono, que se trataba
de echar por tierra. Nosotros para sacudir
la coyunda española no tuvimos necesidad
de esta doble lucha; quc con la Independencia
derribamos el T1"ono, quedando firme
e incontrastable en nuestro pecho la Reli¡jion
de nuestros padres.
Desde mas atl'as se ha. traido por moda entre
los viejos godos sostener un combate entre
el principio relijioso i el principio liberal.
Esta era la herencia natural de nuestra·transicion
del estndo de colonos al estado de ciu-
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20 EL ~P.OVA:OOP..
dadanos. Los hombres aferrados a las instituciones
monárquicas han sido los encargados
de alimental' esta contienda. Cuando la
dictadura se encaminaba a la monarquía, se
restable ció la lucha, i sc nos comenzó a enscñar
que era preciso para consolidar un gobierno
en67Jico, restablecer el imp erio de la relijion
por mcdio de la enscñanza. Este mi smo
lenguaj e se adoptó en 1842, por los 7'estaumdoTes
de la ralijiol1 i de la enerjía del poder.
El Secretario de lo Interior entónces comenzó
a predi sponer el terreno en donde pensó
aclimatar la Compañía. Este piadoso Robespien'e,
con la inflecsibilid ad pro pia de su embozada
ambicion, creyó asegurada su canera
de gloria el 17 dc junio de 1844, cn quc inau-
" guró la Compañía.
De esta suerte se empeñaron en obrar una
reaecion polí tica, trabajada ya en la eo nstitucion
de 18 43 , tratando dc reprimir el ensanche
natural que las in stitucion cs liberales au n
no han t enido en nuestro suelo. Los Padrcs
de la Compañía, s in pcnsarlo i apercib iéndose
de ello, vinieron a ser el natural apoyo de lo s
restauradore s. Los desgraciados vinieron en
mala hora a ser el ,a ntemura l dc un partido,
i el juguete de las aspiraciones de sus cnbe cillas.
Poniéndolo s por parapeto, estos han
mantenido el fuego dirijido contrn su adye rsario,
encubriéndose siemprc con el mauto
de la pied ad. Los Padres llenaban su mision
en silencio, corno l o hubieran hecho en Francia
bajo el ministerio Vill éte, en España. bajo
el mi nisterio Calomarde, creyendo dc bll ena
{) mala f e, que lidiaban con un pueblo avezado
a la rebelion contra sus lejítimos selior
es.
Este"ens ueño duró bien poco. Los hombres
que se creyeron omnipotentes en 1844,
que trajeron como a usiliur es fieles a los r elijiosos
de la Compañía, no acortaron a prevcr
que los dejaban in ocentcs o culpable~,
espuestos a qu e sob re ellos el Gobierno ejerciese
su poder legal, para del'l'ibar un baluarte
desde donde sus contrarios han estado
ofendiéndo lo a mansalva. Los P'ldres habian
ganado el ascendiente que su s 'VÍTtudes pri¡;adas
d ebian ejercer sobre un pueblo relijioso,
manso i benéfico. Sus anti guos favorecedores,
derrotados en toda" partes, mas creyénd<
Jse fucrte s en la Compañía, se refujiaron a
ella para desde allí desafiar al Gobiel'llo. Recu
érdese que ni este ni sus partidarios habian
vuclto a ocup arse de la permanencia de
los Padres en el pais. Un escri to de la oposicion
arrojó el guant.e al Gobiel'l1o, i desafió
su poder a que se atrcviese a proseguir lo
que han llamad o persecucion a los Padres.
Aceptado el reto por un dcfensor del mllllSterio,
la prensa oposicionista regularizó por
este flanco sus ataques. Pr ovocamos a los
homhres dc juicio a que "DOS digan el concepto
racional que de las producciones de la OROsicion
hayan formado. Los hombres que han
predicado el respeto debid.() a la majistra-tura,
qu e se han llamado los sacerdotes de la
imprenta, rcsponsables ante Dio s del uso que
de ell a hicieran; e"sos homb res olvidaron sus
doctrillas cuando el majistrado no fué ya el de
su querer, ni ello s tuvi eron participacion en el
Gobierno" Ingratos con sus amigos, i desleales
con sus a li ados, ello s son lo s 'únic os que
han comprometido la suerte de los Padres de
la Compañía, a fuerza d e mos trarse insolentes
i descomedidos co n un Gobierno que en
su propi a defensn ha tenido que ap elar al estremo
rigor de la leí, Los falsos amigos de la
Compaílía son lo s que la han perdido, i ellos
son los Ílnicos responsables de las amarguras
que en estns circunstancias apura todo corazon
honrado. Los que así han abusado del
pre t iji o de lo s Padres para crearse una situacio
n que pensaron esplotar cn su provecho,
hml probado a lns claras que no temieron
por lo s Padrcs de la Compañía; que los
han yisto con ojo enju to dejar un pais en el
que lo s sosten ian, no por espíritu de piedad,
sino por dar curso a s us locas aspiraciones.
i Mn ldicion so bre lo s que así juegan con la"
suerte de los pueblos!
i Al fin lo s hijos de Loyola han partido!
i Q,uiera el cielo q ue Sl1 nom"bre no sea un grito
de g uerra ! Pero no lo te memos. Sus amigos
sillceros, los deyotos vcrdaderos se convencerán
dia por dia que en nu estra patria no
hai cscision en principios r elijiosos: que la
democracia t ienc sus mas sólido s fundamentos
en el Evanjelio, que es el libro del pueblo:
que los Padr es no J1an sido lm1Zados por
espírit u de intolerancia ni pcrsec ucion; i qué
su separacion vino a ser un hccho forzoso,
impu csto por el mismo part ido que mas los
alhago pu m perderlos. Los Padres al dejar el
pais han ~ido tratados con todas las consideraciones
dc la mas dclicada atencion. No será
cslrallO <¡ne lo s ajitadorcs inv enten soeces
patrnñas ]I:lm exitnr la ternura i el sentimiento.
Cuando bnjo el rcinado d el CATÓLICO Monarca
Cárl os In se ejecutó la espul sion de
l os Padres de la Compañía , estos fueron sorprendido~
en su casa, en el si lcncio de la nochc,
i sin permitirles tomar ma s que su breviario
i ropa de u so, sa lieron dentro de dos
homs, a guisa de partida de rtdist7"o e incomunicados
quedando ocupadas sus tempomlidades.
Ho i bajo la RE PUBLICA, obrmldo el Gobicl'l1Q
cn su defensa, sc ha visto forzado a
espulsar a l os Padres dc la Compañía, avisándoles
en dia claro la nccesidad de su sali
da, sin aparato de fuerza, con térm ino de
setenta i (los horas, i permitiéndoles disponer
de los cuantiosos bienes que han adquirido,
como recibír las dádivas con que a manos ll enas
les han acudido. El paso se ha ej ecutado
con la fl'mpraremos requeson,
'Cebollas, ajos, melon.,
1 el cacao i la manteca.
La azucar de Chaguaní,
Los de qúiche tiernos bollos,
Las gallinas i los pollos,
llfute. sal, COlOl" i ají,
N abos, papas i repollos.
i Habrá dicha mas cabal,
Ni ventura mas cumplida?
i Oh! qué suerte anjeJical !
i Vamos, Clara, por tu vida!
i Vida hagamos conyugal!
o :Jt'!l
CRONICA.
OBITO.-EI22 del corriente, a la 1
del dia, murió en esta ciudad el Sr. Féliz
Castro, sujeto respetable por su probidad,
virtud i honradez. Los hombres de bien
desaparecen miéntras que la yerba mala
queda en pie.
ANDALUZADA.-El relijioso capuchino
que existe en esta ciudad, fué corno
era natural, a despedirse de sus paisanos
los Padres de la Compañía. i Quién ha
pronunciado un "Adios" sin prorumpir en
doloroso llanto? El capuchino pagó su
debido tributo de lágrima1>. Al estrechar
contra su pecho a sus paisanos, el Pádre
Vicente con su firmeza de jesuit.a, i su salero
andaluz, lo alentó diciéndole: llora
U. como un chiquillo, sin reparar en que
tiene tamañas bal"bas. "
•
VARIEDADES.
EL DOR_'\.DO.-La Gran República
ha aumentado sus dominios con un nuevo
Estado libre que con el nombre de California
se ha organizado sobre la costra
de oro de que fué despojarla Méjico i que
puso fin a su guerra de usurpacion territorial
de mas reciente data. San José es
la capital de este nuevo Estado, entre cuyos
principios constitutivos se notan los siguientes:
la esclavitud no será permitidaLos
límites serán los fijados por Méjico.
Ningun negl"o. aunque sea libl"e, será admitido
en el telTitorio (oido a la caja los
que a cada paso nos presentan como modelo
de democracia i libertad a los Estados
U nidos). Los habitantes de sangl'e
india no tendrán derecho a votar; esta lei
alcanza a algunas que se consideran primeras
familias en el pais. (¡ Viva la democracia
!)
Imp. del Neo-granadino, por R. González .
. .
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"El Trovador: periódico de literatura i costumbres - N. 3", -:-, 1850. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3687842/), el día 2025-06-30.
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