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PERIÓDICO LITEllARI r.o CIENTIFICO 1 ~OTIC tOSO.
Bogotá, 19 de Febrero de ·18o7 , SEMEt:~T. l .o
El SALTO DE TEQUEHDA .A.
St;S Ct:'ATno PCNTOS DE VISTA .
A los ojos del sabio i del ohscrvadot· se presenta
e Nueva Gt·annda aun en sus detalles mas minu!
losos, ton tanto colot· i poesía, con espcctaculos tan
10rprendentes i bellos, como muí pocos paises del
nundo. Entre estos espectáculos descuella sin dnda,
~ Salto ele Tequendama, tal vez el mas sublime i
loético de cuantos existen. La Suiza i la Sabaya
lan entretenido los pinceles de cíen viajeros, ostennndo
la rama de los Alpes que las c1·uzan llena de
)recipicios por sobre los cuales saltan imponentes i
tellos cien rios que bajan luego a recorrer la Alepania,
la Italia i la Francia: pero ninguna' de aquclas
cataratas del Ródano o del Rin, aunque embcecidas
por el arte, puede compara1·se con el Salto
que vamos a hablar: ni la cascada del celebrado
nio, que hermosea las inmediaciones de Tivoli;
i la que acaricia con su música solemne a la ciu:
ad de Terni, cayendo pet·peudicularmente sobre un
bzo de mármol i alzando sus vapores hasta rociar
~m ellos la cima de la marmorea montaña desde
pnde se lanzan las aguas. No es el Tequendama
cinta de plata que ondula al soplar la brisa soe
un variado i vívido paisaje, no es la linda i
queta náyade de los antiguos,sumerjiéndose entre
espuma del rio; es mas bien el l'Ujiente ~eon
rastrado por úna manJ hercúlea, es un tonente
petuoso que se desploma en vellones tomasolados
r el sol, como la nieve que en inmensos tempanos
desprende de la corona etema que circuye los
pes. Solo ponto para arrojarse en declive po1·
este lado entre piedras, anunciando su curso con ............. . nada falta.
gran ruido. Des pues de cot't'el' como una milla al A su gloria: --pictórico horizonte
Poniente, se vuelve de Sur n Nol'te; una legua des- ~ Delante se abre; antiguos como el mundd
pues camina como legua i media al Poniente, avanza ~ Los árboles se e~evan en su monte;
otm vez pot· el Sur hasta :rocaima, i luego ensancha ~ Solemnes armomas
poi' el Poniente ese iumen:;o anillo para arrojat·se ~ Resuenan en su seno ancho i profundo;
en el Magdalena. ~ Flores> perfumes, luz i movimiento,
Descrito el cm·so del rio, pasemos a -ver el mag- } Aire esencial de vida en cada aliento;
n-ífico espectáculo que fo1·man sns aguas al desplo-~ Un cielo claro encima,
mnt·se en un abismo de doscientas cincuenta varas Cual el alma de un niño, ven los ojos;
de altura. Esta sublime catm·ata se halla a cuatt·o I por diadema pai·a ornár su frente
leguas de distancia Je la capital; en la hacienda de ~ · Iris de oro, de púrpura i diamantes
Canoas es preciso pasat· el t•io por un elevado puente Que cruzan sobre él reverberantcs .--J. J. d.
que recuerda Jos tiempos de la collrJuista; algunas
'ipas mui mal sostenidas sobre orquetlls i cubiettas ~ La altnra que hai desde este punto al fondo dei
de tierra l'orman este puente de 40 varas de Jm·go ~ rio es mas que la que tiene la caída del agua: la
1 .> ele ancho, que ondula bajo Jos pies del viajero ~ roca está cli\ idida en dos gr{1)1des bancos; desde el
i amenaza a cada instante sepultado consigo en el ~ borde hasta el pl'imet banco hai 80 vnras de altura
rio. Al íin se llega po1· entre bosques de roble a la ~ i solo se puede bnjat· a él pot· cuerda. Esta operacion
pequella esplanada del A!mor~adero, en donde el ~ fué ejecutada por dicho St·. Cuet·vo, que en una pie'
iajrro abandona p::>t' fuerza sn caballería, i con un ~ dt·a ftF,nte al Balconcito dejó escrito su nombt·e.
haston en la mano, a maneL'a de los antiguos pere-¡ auat•to punto de \' ÍSta.-El CUL'iOSO natUI'éllist a
grinos, bnja pot· sobre un terreno húmedo i entre qu~uicra observa¡· de cerca la mat·avilla del Funza,
bosques secu!a.-es al borde mismo de la catamta. debe, saliendo de las ('asas del Chipo, entrar nl
Para dcscl'ibil'la dignamente necesitariamos la ~ Monte Grande, signiendo el curso del rio. i culepluma
de Buf;on, para cantarla la Jira de 1:1n Delille· ~ breando ya por enti'e la selva, ya pot· (?ntre las grnndej
émosla, pues, rodat· incansable como ha rodad~ 1 des piedras del rio. Al salit· del monte se encuentra
hasta aquí, in sensible a la admit·acion ¡ a las mi m- una g1·an piedra clestle donde se Jescubre la catarata
das ~ hechas en tt·enzas, como las ¡•áfagas de luz que dejan
Segundo punto de vista.-Cruznndo pot·la derecha 1los c~hetes en pos suy.a.
i caminando por entre á1·boles colosales pamlelamente
1
. ~~ gran caldera t1ene una figura casi circulat·
ni l>ot·de del abismo, se llega, despues de 10 minutos 1 su d1ametro puede ser de 30 varas. Como las
de camino, a un punto desde donde se ve el Salto agua.s af caer llegan tan ~olo b~sta la tercera parte se
rn toda su pel'fecciou i het·mosura. Este punto no ~ podl'la pasárlo a t:Jado sm peltgro alguno.-J. J. B.
l'ra conocido hasta el alío de 1836. Eu t 837 el St·.
l\omualdo Cuervo habien s con fumosos caballos i que mandaría cons- --Puedo hacer a U. una pt·egunta? seiwr.
truit· un bonito buque de placet• en nue&tro puet·to; -Ciertamente.
per·o jamás nos cupo en la cabeza que él no nos ~ -¿,Es ye¡·dad que se va U. pat·a Am érica?
Qcupar·a sinQ eu vede volat· como un ganso ham- -No, solamente a Belfast, si el viento i el agu a
})l'iento amatTado a la cola de ese globo, o como lo pet·miten.
quieran llamal'IO. 1 -B'lfast ...... repitió el estt·anjero en un tono
A todo esto la operacion de inlh:r el globo es- meditabundo. El Not·te de Jrlanda .... Bien ! ... es tu
taba casi concluida: la grande asamblea atisvaba f es casualmente la direccion que yo debo seguit·, i
inquietaméute liOl' encima de las cabezas de los que abol'l'ezco los viajes por tien~n ..... ¿Quiere U. seilo r,
se hallaban en el centt·o, compt·imidos fuertemente s aceptm·mc como compañerl>?
contm las cuet·das que sujetaban aquella inmensa 1 Mt· Brown dudó pot· un momento; pero como
múqtlina i plll'ecia que solo fultnl.>a la llt' gada del realmente deseaba lle,•ar alguna ~omp~uía , no!uYo
areounata. objecion que,preFetltat· al estt·n )jero, 1. le mamfes-
-Aquí está! esclamó el mns ' ' isible del cort'O, ~ tó su aquil.'scicncia haci éndole notar, sm embat·go,
a tiempo que se presentaba un mal Ci\l't'uaje en que ~ que su constitncion tal vez n~ era aparente par·a la s
venia sentado 'h. Ht·own, l ingles millonario que
1
rcjioncs de aire frio que tenwn que atmvesar.
ha Yen ido a set· pt·opietario en hlanda. - Bah 1 fué la respuesta. Yo he sufl'ido cambi os
l\Ir. Bt·own era un hombre pequeilO i vi vara- de climas mil veces mas fuertes que ese, i alterna s
cho a quien una poca cantidad de fuerza pujilísttea 1 soi mui t·obnsto.
podía estcndet· con facilidad en el StJelo. Era uno -Bien, dijo 1\ft'. Brown mirando la mn c i~a es-de
aquellos individuos que, entt•anclo en una saln, tampa del desconocido, mi calTO rs bastante gra ntl e;
infaliblemente ti'Opiezan, se re balan, caen i daüan ~ vcnrra U. en numbt·e de la Pro\ idencia.
algun mueble, o se sientan al lado de ""una silla en ~~ í' ámbos tomaron sus asientos i fué dado el g l'it.o
, ·ez de sentm·se sobt·e ella. na rus veces escapnba de "pat·tamos! ,,
$U tinlero (le sus manos sin sm· roto, i sucedió inn- Los quince hombt·es cuyas manos estabnn ~ a
chns ocasiones que en lugar de tomar agua se equi- 1 helandose a fuerza de contener· por medio de cuervocase
con el ron i tuviese que tocer i saliva¡· por dns. Jos fmiosos ímpetus del globo, no deseaban ott'á
largo rato. Siempr·e estaba cortándose los dedos, cosa que fa llegada del momento, en que clcbia de
rasgando sus vestidos i jamás pasaba pot· cerca de ~ deját·sele libre para que subiese majestuosam ente.
una puerta sin ~astimarse la cara; de manem que ~ La asamblea gritaba i levantaba las manos.
casi nunca apat·ecia en sociedad sin llevar sobre su ~ -Ah~ esto es delicioso~ No cree U. Jo mismo ?
cuerpo emplastos i bendajes. Practicando la jim- 1 dijo Mt·. Brown cuando habian subido al gun tre~
nástica había perdido tres de sus her·mosos dientes; cho; pero no recibiendo respuesta alguna, volvió a
en sus travesías, pol' agua hal:Ha estado a punto de 1 mit·m· a su compaüero ~e vinje i le enc~ntró con las
ahogarse muchas veces; i en sus cacerías en Jos manos sobre la frente 1 recostada su cabeza sobre
pantanos de Escocia habi~ quedado sin uno de sus el but•de de la canasta; sus ojos estaban fijos, sus
dedos, aunque las gallitietas se marchaban siempre ~ cabellos el'izadds.
·sanas bajo la puntería de su escopeta.' ·La aficion ~ -¿Tiene U. miedo? le preguntó Mr. Bt·own,
qp~ Mr. Bt·own pt·ofesaba a la pirotecnia, · o arte pero tampoco respondió.
de fabricar 'pólvot·a, habia disminuido en gran ma- 1 El globo entt·etanto áscendín rápidamente i den-nera
su pelo, sus cejas i su bm·ba, i como buen tro de ·poco iba a llegar a la rejion de las nubes.
Vipjer.o por Jos caminos de hieno, habia emique-~ Mr. Bt·own se dirijió una vez mas a su rompañe1'0 i
cid o inmen~amente Jos rejistt·os que se llevan de sacudiéndole Jijeramente pot· _el brazo, le dijo:
las catastrofes orurrfdas en los fenocnniles; pu- -Está U. malo?-Per~ no obtuvo otra respues -
dicndo asegut·m·se, sin temot· de exajerar, que sus 1 ta que una fija i estólida mil·ada.
aventuras en esta materia podiífn llenar dos o t1·es Los viajeros se encontraban al presente a una
4~rmoso s vo lúmenes de la uEnglish Railway Li- gt·ande elevacion: bajo sus 'pies comenzaban las
úrary" o de la "B ibliotMque des Cltemins de Fe1". » ¡ nubes · a es tenderse, sobre sus cab~Zas tenian el sol,
· Por último, habiendo sido mnltcataclo l\Jr. ~ i el espació infinito al rededor.
Brown por la tierra, por el agua i por el fuego, se .
1
Repentinamente el estranjero se puso de pié,
le ocurrió que aun restaba un elemento de los cuatro su rostro estaba pálido como el de u u cadilvet·, i
~~~ que l~s antiguos ~4bios fUcos dividían ~~ orbe, -l\I~s lije¡:o! Mas lijero! ~ gri~ó con tono de au n
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
02 EL ALllUM.
tol'idad; i agal'l'nndo con presteza tres de los sacos { -Qué lástima!. ... Yo bomila.1·dearia la Españ
de arena que sirven de lastt·e, los al'l'ojó en la ca- ~ He reconido en pos de mi hija todos los paises
nastilla a tiempo que se reía de una m a. nera telTible.
1
Europa, pe1·o en ' 'ano .... Aho1·a c1·eo que ella es
-Ah! continúo este es el mejor modo de viajar. en el norte de hlauda .... ¿Tiene_ U. una_cel'illa
l\ osot1·os subrepujarémos a la golondrina i nos le- fósforo?
vantarémos mas que el águila. Cuando yo estaba en ¡ · Mr. B1·own no respondió sino meneando la e
Abruzzi con mi rifle en la mano aguardando a que beza.
pasaran los viaje1·os, jamás llegué a sentir una emo- -No tiene U.? ... Ah ! si yo pudiera conseguí
cion como esta. Entónces sus vidas estaban en pe- f una, le p1·enderia fuego al globo i cuando estuvier
ligro-abora es la mia! ~ reducido a cenizas, pesaria mucho ménos .... Cuan
-No es poco! pensó el dueño del globo. Cuan- ~ do nos encontramos esta mañana, estaba yo exam
do ménos me he venido con un salteador italiano-¡ nando las estúpidas raras de Jos que allí babia reu
-Es mejo1·, continuó su compañm·o, pelea1· con- nidos para ve1· si descubría entre ellos al ocult
tra los elementos que contra los tribunales de jus-~ladron de mi hija .... ja! ja: ja ~
ticia. El pobre Mr. Brown acababa de persuadirs
El globo ascendía con una fuerza estl·aordinaria. que su compañero de viaje era nada ménos que u
:P.k Brown, atemol'izado ya, puso la mano suave-~loco rematado! Una súbita idea le ocurrió entónces
mente en el hombro de su compaiiero i le dijo : -Cómo se llama U? le pregunto.
-Por amo¡· del del o, señor! Es preciso dejar -- ·Gemid Anneslcy.
escapar algun gas pam poder reparat· su impru· ~ -El mismo nombre! ....
ciencia. _ ~ -Qué quíet·e U. dech· con eso.?
-Cómo se hace eso?
1
:._Yo sé en donde vive el Iadron de su hij~ : no-
-No hai mas que tirar de la cuet·da que está co- sott·os estamos justamente sobre el sitio: Jire U.
nexionada con la válvula. · de la válvula i en mui poco tiempo habrá abrazado
- I si U. no tuviera aquel recurso, cuál seria la a su Emma!
·onsecucncia? -No, no, U. me está engañando ..... mi Emma
-Continuaríamos ascendiendo hasta que todo no está en la ti e na; ella está en el cielo .... Ano-relentara
por la excesiva dilatacion del gas. che se me apareció en un sueño i me Jo dijo .. Esta
El hombre continuó po1· unos pocos momentos es la razon porque quiero subir mas alto i mas aldiüraido
al parece1·; pe1·o sacando de repente una to .... V cnga, mi amigo, ayúdeme; soplemos el glo·
11a' aja cortó la cuerda tan alto como puuo, t bo tan duro como podnmos .... como estamos deba-
-Mas lijero! Mas lije1·o! volvió a gritar. jo de él, nuestro impulso lo lJ.at·á levantar ... sople!
El estranjero era un jigantc comparado con .Mr . sople!!
Brown, quien pet·cibiendo que nada podl'ia obtener M1·. B1·own movido por el tm·ror obedeció.
p'Ol' la fuet•za, apeló a las súplicas. < --Esto no se mueve! ... venga monte sobre mis
-Seilot·, le dijo en tono compunjiJo, U. es cris- ~ espaldas i sople el globo!
tiano, no lo dudo: bien, nuestra relijion prohibe ~ I sin tomarle parecer, el jigante lo agarró i lo
d homicidio. ~ levantó sobre su cabeza como si fuera una pluma,
- .l\Ias lijero ! repitió el jigant(', i arrojando a la ~ diciéndole: •
ra nastilla la arena que restaba, llenó las nubes con ¡ -Ahora, sople ~
sus gl'itos de alegl'ia. La infeliz víctima, aterrorizada, obedec:ó! Ln
l\1r. Bt·own cayendo de rodillas, exclamó: sangre cegaba sus ojos, un horrible silbido desgar-
" -Ah! si U. no tiene conside1·aciones por su vi- ~ raba sus oidos, i la canasta tambaleaba bajo el
da, al ménos tenga compasion poda mia! Yo soi ~ peso de aquel andamio viviente. Por un momento
jÓYen, rico, feliz; tengo una madre i una herma-~ pensó precipitat·se para poner fin a su martirio~
na; yo lo con¡uro a U. en nombre de ellas para -Ah! gruñó el jigante, esto no sube!
qu e levante su mano hácia la 'álvula i deje que se En este momento la mano temblorosa de l\11'.
<' cape algun poco de gas, lil)l'ándonos así de una ¡ BI'Own tocó accidentalmente! la cuerda que pendia
muerte tan segma comomo espantosa~ Jc la válvula salvadora, i la cenada máquina co-
ReYolviendo a uno i otro lado sus miradas sal- menzó a dc.s·cender con rapidez. Al tmves de las
'ajes, el est.ranjero se quitó la casaca i la arrojó ¡ nubes se Jauzai'on bácia abajo i la tierra reapaL·eció.
a tiem)JO que gl'itaba: -Ah! gt·i!ó Annesley; en vez de impulsar el
-Es pL·cc1so que subamos!~ A U. le toca aho- globo hácia i.ll'l'iba como yo se lo ordené, U. lo ha
ra, continuó dirijiéndose a Mr. Bl'Own; i sin la mas l hecho descender. lmpúlselo! impúlselo U.! Jo
pequeña ceremonia se arrojó sobre él, le quitó el ~ mando ~ !
palet~t i lo arrojó tambicn. ~~ -U. ve que yo lo he impulsado fuertemente
El globo continuaba su veloz carrera como im- como he podido.
pclido por el soplo del demonio. -~o, porque aquí está la tierra.
-Ah! ah! dijo el estmujero; cuando nosot1·os 1 -Es ·que las nubes se están leYantando de otras
hayamos esc~lado el cielo le contaré a U. una his- rejiones i nos van dejando ve1· un mundo nuevo.
toria-Oye U.? -Bien, impulsemos el globo para llegar pronto.
Su infeliz compañe¡·o no respondió: la estl·ema 1 Echemos todo nuest1·o lastre !
mriducl del aü·e estaba a punto de causar una es· -Ya no tenemos mas.
plosion eñorita que cuida de su persona mát·jenes del Nilo, mil corazones le die¡·on lág¡·i-con
esmero. , mas, i mil himnos celebraron su gloria; porque la
Tal fué el último ascenso de 1\Ir. Brown. 1 poesiaen todo tiempo ha inmortalizado a los héroes.
(Traducido del "Littell's Leving Age., ele Boston.) Manzoni que con sus obras .ha conquista~o para
sí tantos lauros, i para su Patna tanta glol'la, pe1·- l donó los hierros i la desolacion en que (') gue1Tero
VARIEDADES· habia sepultado a su p~t!·ia, ~ lnnzó al m~mdo. ese
1
canto Yerdacleramente lmco, 1 que como el m1smo
dice jamas será olvidado.
LtcEo GRANADINo.-Como lo esper~íbamos con Deseosos de .hacer coi~oc~t· mas i mas esta obr~
fundadas esperanzas ¡ como Jo han deseado todos 1 maestra de la ltteratura ltahana, la ofr.ecemos hot
los .gt·ana~inos amantes de su Patria, esta cot·po- a nnes~ros l~ctores, aunque nuestra deb1l ¡~t·osa haracwn
esta tomando un vuelo sorprendente i augura ga pa~tdecet en mucho, com.o es .de supone1, los es-el
porvenir mas brillante. Las ciencias i las artes 1 plénu1d.o~ versos de Manzom. D1ce as}:. .
se dan un abrazo íntimo en su recinto· ¡ sobre él "V1 v1ó: asi como despu.es del u1t11no susp1ro
cierne sus a-las el Jénio. Esta noche e;t:í destinada 1 perman~eieron frias e inmódles sus despojos J.wor-a
mm·ear un acontecimiento glol'ioso por mil títulos, tales, vmdos ya ?~una alma tan noble; drl ~nsmo
la Instalaeion de la Academia Nacional. modo, a esta nottcw, se yela deestupot· el UIIIYe.t·so
La seceion de música del Liceo contribuye esta ~ entero. Pensando~ mu?o, en el último susp!ro del
noche con un concierto musical, dirijido por su ~ hombre del destt?o, 1gnora cuando vol\'era a Yer
~reside~te el distinguido Profesor S1·. Quevedo n ..
1
hollado su ~angnento polvo por la planta de un
n mediO de la armonía con que este seño1· ¡ sus mortal semeJante.
ompañeros de profesion encantará, como de cos· Mi jénio le ha visto sobt·e el tt·ono, i ha callado:
umbre, al públíco 1 serronto la muerte dcsearnada i lúguLte
Al se11:o de la nada me llamó.
. . . Ai! muero, si, i al torno del sarcófaju
Do mi cadáver yerto dormirá,
!\::die modulará ferviente súplica
Ni lágrimas su polvo regarán .
.. . ¡A dios campos bellísimos i fértik~
Donde pasara mi pr:ruera edad! -
¡ A dios bosques risnl'Jios i magníficos
DonJc ansio~o busqué la soledad !
--·¡ Adios brillante firmamento nítido
Bajo el cual se pasó mi juventud ! .. .
-·-;,\dios naturaleza rica i pródiga! .. .
·--Encantos que adoré! ... Salud! salud! .. 1
ABDUL--MEDJII).
BALADA AlEf!lAHA·
Los objetos, que vemos i que amamos
Hacen del hombre bella la existencia;
Pero dispuso del criador la ciencia
Que lo que mas amamos lo perdamos.
Tal vez quien_ama olvida
Que si toda la vida es verse, amarse.
No hai cosa mas amarga que la vida,
Porque tambien la vida es separarse ;
Sí, separarse 1
En un jar.dín lisonja del verano
Un lwrmoso pimpollo recojiste,
I en agua cristalina 1-ccojiste
El verde talló, que cortó tu mano;
Pero acuerdate hermosa
Que ese pimpollo que al jardín le pides .. .
V erásle a la mai'íana fresca rosa
1 a la noche marchito!. . no lo olvidl's .
Ai ! no lo olvides !
F cliz te adornas con la flor abierta
Porque te hO¡ dado el Cielo un compañero
Segura libas t\1 amor primero
I cantas ... que cerrada esta tu pue1 ta,
l}ias baja el tono baja
Si de repente oyes jcmir sus gonces
Tal vez con atbud i con mortaja
Vendrán ·por él: .. i llorarás entónct: !
Sí llorarás entónces !
Pero escúcbame bien, doncella he1·mo a ·
4unquc.sea el sepr:rarsc comun suértP,
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL ALllUM.
1\To te anebatará tu amor la muerte
Como te arrebató la fresca rosa.
Somos peregrinantes
I al srparnrnos tristes bien s:tbemos
Que aunque srguimos rutas bien distantes
Al fin de la jomada nos veremos!
Sí, nos verémos !
PEDRO l\1.\DR.\ZO.
A JUDEA.
~IELOIJIA liEDHE.\.
:\un salta la gacela alPgremente
En los collados de Judá fioridos,
Aun bebe en la corriente
Del arroyo, del monte i del torrente
Por los sagrados montes t•spnrriuos;
Aun levanta la frente no domada
J de ríjidas astas roronnua
I en us ojos ele furgo en la carrera
Bz·illa !u agreste libertad primera
li
l\1as lijera, que l'l pié de la garcla
Mas bella, que sus ojos centelll ier1'b en la MJH'rcza
Eras Judsto tambien toma mi amor.
<~ye mi adios de llanto i agooia:
\o te amo : te amo vida mía !
Por esa hermo a cabellera de anjel
Que me('e i riza un viento enamorado ·
Por tus pestañas, cuya negra franja
Te besa la mejilla dueño amado :
Por tu ojos, que un Dios envidiaría
Yo te amo , te amo vida miu !
Por tus labios de amor que yo codicio,
Por ese talle esbelto i seductor,
Por esas flores, que en su idoma dicen
Lo que teme espresar humana voz :
P01· el sagrado amor que nos unía.
Yo te amo, te amo vida mia !
1
l
f
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1
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1 ¡
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1 !
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~
Adibs ... ! te dejo ya vírjen de :\.tenas
Sola .... En tu corazon .... Ah ! piensa en mí.
Do quier que me acompañen tus cadenas,
Lamia .... quedará cerca de tí
Cesar de amarte 1 ah ! no luz de mi <.lía
Yo te amo, te amo vida mia !
FRACiftENTQS.
[DE L.\ NEREIDA DEL A~.\.[CO.)
Sí .... yo la he visto. . . he visto su somisa
De abandono de amor i de tl'istcza,
Su voz era un suspiz·o ele la brisa
Ella cncr.ndió un volean en mi cabeza.
Sí, que al bañarme c:n sus miradas bellas
Alzé mi vista deslumbrada al cielo
l ví que le faltaban dos estrellas
Que un hombre trajo por herencia al suelo.
Un coral entre abierto era su bo<·a
I dos rosas jt•melas sus mt•jillas;
l\'o es mas bello el espíritu que in roca
Una Vírjen postrada de rodillas,
Si de su tumba Adan se levantara
I su belleza voluptuosa viera
Em, E1•a tú vives 1 csdamara
Quiso el el ciclo que solo yo muriera !
Serás la sombra errante i rnporosa
De una Vítjen del cielo enamorada
Yi ion de mis sueños misteriosa
Sílfide, serafin, ondina ofada!
Serás mi ánjel custodio que amorosu
Vela mi surtio i cuenta tos latidos
De un corazon nrdit•nte i proceloso
Dt' las l~gl'imas mna i los jemidos ?
Solo sé que en la noche me acompañas
Fujitira nerl'ida cncantudora;
Que mis mejillas con tu llanto bafías
I le vas en un rayo de la aurora.
Solo sé que eres bella i que te adoro
DP n1i dulce trÍS[(•Za Ídolo Santo:
Que al despertar, i no encontrarte lloro,
1 que <'S de amor mi solitario llunto.
~lundo, dilne ! no tit•nes en tu St'I•O
Uuna imájen vil'ienle dt• esa hermosu !
Oh! Yo quiero apumr todo el \Cn('nu
Qne encierre su mirada voluptuosa.
Yo me anancára el c01·azon del pcd10
I a sus pies lo arrojara palpitante;
Si esa vision, lucero de mi Jerbo,
Tuviera aquí en la• tierra semejante. .
I al nadaz · en la luz de sus miradas
l\Ii corazon desierto un mundo entl'rO
De amor i de itusioues encantadas
Se le,·antara en él puro hechicero.
I e a vision mi porvenir seria,
1\fi santa Relijion mi altar viviente,
La perfumada aurora de mi dia,
La estrella mas hermosa de mi Oriente,
La mas preciosa gota d~ rocío
Sobre el negro cipri·s de mi existenria,
La t'mica flor de mi verjel sombrío
lHi celeste 1 pudsima creencia.
......................... A..' ' i.~~.\:-0.
~ LA IIOOA DE ENVIAR El AlBUM·
I El ilustre Sultan Abclul 1\fedjid, que como haf
b1·án notado nuestl'Os amables lectores, abandonó
~ las espléndidas llanuras del Bósfo1·o po1· la alfum,
bm 'ercle que tapiza las riberas del Fu liZa i ~ olvidó sus lindas Odaliscas, sus encantado1·as e ir-
'
rasianas, sus celestiales morenas de Georjia i de
Mingrelia po1· ' 'iYil' suelto i a sus anchas entre
las f1·escas pastoras ele nue.stra sabana, escribió en
1 el númei'O de el •Album" un fuerte artículo con~
t1·a las damas que han po1· costumh·e enviar a
f
todo t1'0Yado1· (maximé si es escualido i rom:íntico, )
el blanco libro l'ccandado1· de flores i lersos i dibujos,
ese nlt~1· de la belleza en que el sexo mns-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL ALBUM.
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culino debe ir a dcpo,sitat· galante i bumildoso sus 1 ta pájinas: aquí podré contar a mis anchas, i di-tributos
de amistad o de amor. bujar mas que el de Urbino, i hasta compoo.er
Yo leí el mtículo del ilustt·e Turco sin pt·even- piezas de música.
cion alguna i debo confesar que sus opiniones en ~ Ocúneme sin embargo una dificultad de grues()
tan importante materia coincidieron perfectamente ~ calibr~, i es la abundancia de materiales, en tal
con las mias; sinembargo todo pasa en el mundo, ~ grado que tal vez tendré que dis.olverme por amIas
flores se marchitan,las bellezas se acaban, los ~ pliacion. Pot· otra parte, parece establecida para
Al bu mes se borronean hasta la última pájina, i pasan ~los cantores de album una lei que no puedo cum·
tambien los pensmrüentos que son los reflejos de plir: es preciso cantat· siempt-e triste i ¿podré encuanto
se .nos presenta a. la vista. Yo cambié pues de
1
tona¡· endechas ílébiles, ahora que por pl.'imera
opinion i si entónces fm enemigo, desde hoi seré vez soi feliz, i que he de regalar a mi Fílis con ltt
def'ensor acél'l'imo de esta galantería con que las flot· mus bella de mi corazon? "Qué dil'ia ella
damas envían de casa en casa sus canastillos, pat·a ! cuando viese que en mi c01·azon no brilla ni un
ostentarlos despues ante sus adorables amigas ma- . rayo de luz," que "la esperanza ha abandonado la
tizaclos con todos los colores, perfumados con todas testet·a de mi lecho," que, ''mi alma está em•uelta
las esencias, coronad{)S con todas las flores i he1·- l en fnnemrios crespones"? Cantemos pues alegremoseados
con la mas esquisita ' 'ariedad i abundancia. ~ mente .....
El convento de los solitartos hijos de San He ojeado mil veces en una hom su pt·edoso.
Bernardo conserva como un tesoro el libro adorna-~ album; en una de sus páj!nas miro dibují\dO el golfo,
do con las firmas de cuantos han pisado sus um· de Nápoles; i a lo léjos como una mancha azulada.
brales cubiel'tos de nieve; ya hayan de¡,lumbrado al ~1 sobre las mjentinas nubes del cielo despunta la cimundo
con sus hechos, ya hayan pasado como la ma de la poética Ischia. Ischia! en donde fué feliz
huella estampada en esos copos de nieve. el amante de Gt·aziella; en donde el dulce Lamar-
Cási todos los hombres de gusto, los personajes ~ tine conoció el amor ' allá el Vesuvio levanta a los ciel6s su
dos con las firmas i Jos recuerdos de sus amigos. tl'enzada i temible cabellera; mas acá serpentean las
No hace mucho tiempo que la señora de Victor-Hugo 1 barquillas de pescadot·es felices ¡ Golfo encantado:
rifó, en beneficio de los niiios cspósitos, su Album, los sueños que me inspiras son sueños de amor!
en que apnrecian los nombres mas altos de la Fran· He yolteado otra pájina: dos niños juegan al
cia, la Duqnt>sa de Orleans i el m~dato Dumas, el borde de \lll torrente, sombreado de arbustos i rocantor
de Graziella i el procrito de Guernesey, Bou- sales: ella ¡•ecoje en su delantal de batislct florecillas i
langet· i Delacroix.. .. l conchas; él, con esas manos no avczadns al crímen,
Qué m·ncho pues, que nuestras damas quiet·an coje del dehmtal de su compnñera las mas frescas
conservar tambien los recuerdos dulcísimos de sus i le corona su negra cabellera.
amigos, las memorias de sus pasados coqueteos, que ! Im;íjen de la inocencia ! Símbolo de la union
al tm.ves del tiempo i la distancia brilla;·án siem- inocente i feliz de doscot·azones que se aman ' Tam-pre
como pálidos pero imborrables meteoros? 1 bien inspiras cantos i sueños de amot·!
Estas ca\lsaS bastarian solas para justificat· mi Volteemos otra pájinn: aquí la ninfa de los va-cambio
enteramente radical, i para disentir com- llcs, radiante de juventud i de belleza pero mclanpletamente
de la rijidez de Ahclul-Medjid. Pero hai ~ cólica i solitm·ia, doblega sobre el nítido bmzo su
todavía un motivo mas palpitaute, una causa que ~ cabeza coronada de uzahm·es, i apoya la delicada
tiene para mí mas peso que todos los argumentos ~~ espalda sobre un floret·o de mármol; In tórtola solii
dtlemas: cgnsiJéreme el lector cómo estoi, al taria canta columpiándose en el Yecino ramaje; las
frente de mi pupitt·e atestado con las obras de La- ondas del torrente mezclan tambien su murmullo i
martine. mi favorito, de Bermúdez Castro ... i hasta ~ siguen el vuelo de los pensamientos de la vírjen.
del difunto Zorrilla. Son las doce de la noche: so- ~ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
]J¡·c mi ft·ente encendida aletea el viento fresco, re- $ Por medio de un Album, pues, he conseguido (a
galándomc con los olores de la madreselva que en· lo ménos en suei10s .) mi felicidad i he sido tan feliz
reda Jos marcos de mi ventana; la luna denama a como el m~mo Sultan Abdul Medjíd, cuando al
tonentcs sobre el suelo su romántico bt·illo, las impulso del opio soitaba en sus harenes sobre lechos
sombras de los autores, cuyas obms me rodean, de terciopelo i de pú1·pura, i adiYinaba los cielos de
pmeccn vagm· en torno mio, radiantes de inspil'a· su Profeta. Espero, pues, que él mismo confesará
cion .... petÓ no son esos perfumes, ni esa luna, ni ser justo i lójico mi cambio, i creo que part ~ipará
esos poetas quien me tie11e así desvelado, i quien de mis opiniones todo el que haya tenido en ras ma lucha
pot· anancar de mi mente una chispa dejé- nos el album de su musa viviente.-BAnDo .
nio. No; mirad junto a mí; es nn ancho libro,
afunado en terciopelo Yerde, con cantonet·as de
oro; es el libro de mi Fílis, de mi adorado tormento,
tt·aido a mis manos misteriosamente, tal vez en el
seno de algun Anjel.
ERRATAS DEL NUmERO ANTERIOR.
Pájina 85 línea 20 dice: Recibe en lugar de
Recibiese.
PáJina 88 Debe mudarse el segund6 vet·so de
la última estt·ofa de este modo:
A u fond meme du creur je la tieudrais toujours
; Cuántas veces había deseado hablarle en secreto,
i derramat· mi alma sobre la suya en armonias
íntimas; pero qué hacer, si el Cancerbero la
·guardaba con siete llaves del hl€1'1'0 mus bien fundido?
Qué hace¡·, si nos separaba una muralla de
vidrio, un halcon infausto? Qué hacet·, si apenas
.me era concedido el contemplada tms sus blancas 1
cortinas de muselina, como una dulce aparicion del ·
eielo, como una de esas vírjenes que vemos en
1
Señores suscritores, ~on el presente número ter-sueños,
i que apenas queremos t9car cuando las mina el semestt·e.
vemos deshacerse en el aire?
Pet·o loado sea Dios! i guat·densiempre las mu- ~ .¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡;¡¡¡¡¡¡¡;¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡;¡¡¡¡¡¡¡;¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡;¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡.
jeres su tan sutil, sutileza, el Albun está en ~ IMP •. F. T, AMA YA.
mi mano, i ten~o a mi dísposicion mas de cincuen- ~
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"El Álbum: periódico literario, científico i noticioso - N. 25", -:-, 1857. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3687800/), el día 2025-05-13.
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