PERIÓDICO LITERARIO, CllNTIFICO 1 NOTICIOSO.
NUM. 16. Bogota, 1. o de octubre do 18~6 SEMEST. l.o
LA mODA 1 ncmtes franceces, se ostentabí:! al brillo de las
. · lámparas de gaz, como la perfecta imnjen rle la
En la primavera ue 1853, una linda jovencita, Emperatriz: esta misma no pudo resistit· al entu-al
parecer francesa, hizo pm·nr su coche al frente siasmo, i al concluir· la segunda pieza, conió hacia
de un hermoso edificio en una de las mas bellas la jóven i le estrechó la mano. Esta jóvcn había
calles de la opulenta Paris. Un momento despues nacido en las vet·des riberas del Biobio; su belleza,
se hallaba dentro, en un soberbio salon donde Jos tan put·a como las auras que habian mecido su
mas vistosos trajes colgaban de pet·chas de caoba, cuna, no podian menos de abrirse campo en Jos
j en cuya estantería se disputaban el puesto lns ~ salones un tanto profanos de las Tullet·ías. Los
telas mas preciadas del Oriente, i los mas finos te- pel'iódicos anunciaMn al dia siguiente su nombre,
jidos de Europa. Esta ' señol'ita, en cuyo rostl'O se
1
admit·aban su belleza i ¡•efel'ian su tri1mfo. Los que
notaba cierta impaciencia o ajitacion interiOJ·, cor· anden a caza de figul'ines ft·anceses, i espiando la
rió a la señora de la casa, i diciéndole en voz baja hora en que ,]a bandem tl'icolor·, flotando sobre las
a.Jgunas palabras, desarrolló una p.ieza de lindísimo 1 galerías del col'l'eo, anuncie la llegada de corresgro
blanco de Atenas, i sacando un puñado de abe· pendencias francesas, no estraüat·an en modo alguno
jtllas de oro las anojó sobre él. Apenas la señora los hayamos llevado nn ca tísimos perfumes dos corazones; el de bl'illaria humilde una corona rejia?
un caballet·o que llaman don Luis i el del duque --l~s la Señorita .... que cuando sabe que la pie~
de Osuna noble de la corte de Espaiia. Don Luis zaque se rcpreseni.a es nacional, concune indispen-encuentra
eco en el cot·azon de ·Eh il·a, Osuna en sablemente, acompaiiada siempre de sus padres i de
silencio devora su pasion; pero teniendo cuentas sus lindas hermanas. La he visto en casi todos los
que aiTcglar con el titulado don J,uis, a un tiempo dramas del país, esn mujer es una perla, una alma
busca ''en~anza de su afrenta i de su amot· . te de o1·o, de una sensibilidad esquisita.
introduce en casa de doim l~him bajo el disfmzde -Iaquella otra que es linda como el ll'is, fresca
jardinero, con sus manos riega las flores que sir- como la rosa apenas entreabierta, dulce como el
'en de l'egalo a su rival, i espia el instante de cielo de sus ojos?
poner en ¡llanta su designio. .El ·ira i don Luis -Es la Sei"lorita ... .. taro bien protectora de la
descienden al jat·din hablando amorosamente, el intelijencia i espit·itnal como el carüctet· de los dos
poeta ha puesto en sus láhios lindas imüjenes, pPl'O nombres que componen el ~myo.
cerca de aquella escena de amot· se prepara una tel't'i- -AII:í alcanzo a 'er Y arias Seüoritas que no ft·e·
bTe. Osuna toma parte en la convet·sacion; don cuentan el teatro. Quiénes son?
Luis lo conoce, el pt·imero manifiesta a Elvira que Amigas de Lúzaro, las que en su esquisita ga•
su amante le miente amor ocultando su verdade1·o lanteda han querido darle al autot· esta pt·ueba de
nomlwe; ella se desespera pot· conocer al que le estimacion. Bien se co11occ que saben cuanto ha-engaña,
don tuis se inmuta, injmia a Osunu, i \Íste J¡¡ga a un poeta tan lJt'illante distinciou. Yiste el
conclu~ e la l'Scena con e~ta Jiu dí ·ima cuarteta que it terés que han tomado en el drama'? Ah! Sus al-manifiesta
el rango i nombre de don Lui!': nn · son tan bellas como lo son sus encantadoras
«Lo oisles, do ita El yit·a? El rci de Espai1a, figu1·as.
Es el don Luis por quien tu amor se humilla, -Del lado izquierdo alcanzo a ver una jóven ra-
Adúlt t·o infan e que os engai1a, raen el teatt·o, no la distingo. Quién puede ser?
Esposo de la.rrinn de Castilla.» Se o·•,1lta.
La espiritual Eh ira que amaba a nn hombre -La has visto? que has hccl10 por Dios? En
humllc e se indigna al sab<.!r que su amante es un es una mujet· espirita] como el pl'imet· aliento del
mon:tl'c·a. El le jma amor, se desespora, reroella corazon, dulce corno una palabra de amor, tierna
.a,·t·ancündole una 11ot· que le dió como prenda s sus a more· con la tosca tela de un habito. En la
en las obras del estt·anjero. ! N une« es mas anebala-~ corte se habla del monjío de la hermosa l arisiense,
dora la he1·mosm·a que cua do se la \é perfumnndo pm·o todos ignot·an la causa de él, con ecepcion del
los nltaros de la intelijencia . Sabed que el poeta de Osuna, Felipe IV i Rujcit·o confidente del Rei.
ambiciona los rayos ele vuestros lindos ojos, por ~ Con la proteccion del Duque de Olivares, presen~
una de 'uest1·as somisas dt'tas i solas las celdas se encue)ltt·an ...
La celda de El vira desierta tamtien!
Alondra preciosa que en ai!·es e trnños,
Donosa batiste plumnje jcntil...
No olvides, ingrata, la rama del árhcl
Que abriga i resguarda tu nido feliz!
Elvil'íl, .ni Elvit·a, .. ~ Si el cielo te esconde,
Al cielo buscando tu nmor subiré!
Si amot· me ofreciste ¡ Oh ingrata~ Responde
Porque me engañaste, tit·ana, pot· qué? ...
Al precipitarse elrei sobt·e el aparato mortuoJ'io,
sale el falso monje de San Bruno i le presenta el cadávet
· de Elvira. Felipe cae anonadado, i a ese
tiempo se descubt·e que la muerte de la monja no
es fiojida sino real. Osuna se desespera se manifiesta
rei, se le presenta como su rival; este lepromcte
In suerte que cupo a su 1 ermano nn erto en
un cadalzo, i Osuna oye sus amenazas ccn orgullo
l dignidad.
A í concluye el (lJ·ama titulado «ELYIRA,-Los
actores se esforzm·on en caracterizar sns papeles i
el publico tributó al Sr. Pérez ju~tos i merecidos
aplausos.
Que siga el poeta cosechando Jametes, que pulse
con frecuencia su duld ima lira, i la literatura dei
país le debct·á una pájina gloriosa.
-1~1 dia 30 del pasado mes nnll'ió t>l Sr. Dr.
Pablo Cnldcron, canónigo de esta Catechál i I.ecto
del Seminario Conciliar·. Como vcrdadrros católicos
deploramos profundamente la pé•·ditla que en
él ha sufrido la Iglesia gt·mwdina; pues el Dt· .
Cnldci'On cm uno de Jos homlwes (}\lC a la sólida
'irtud reunen una vasta instnrc' ion i nna t•n e m
cousagwcion a Jos deb"t·cs de su alto mini tet·io.
Como sinceros amigos, acompañamos en el dnelo
a sn apreciabilísirna fnmilia. - ¡Dichosos nqnellos,
que como el Dr. Calderon, se llevan en pos su:a
la gratitud, la vmeracion i el amor de cuanto
tu vieron la dicha de tratal'los.
(Rcmilldo.)
J.tcno GnA~ADTNO.-De órden del lr<.>!!idente,
se cita a todos sus miembro.;, pum sesion extt·aordinm
·ia que tendrá lugat· el jucrcs, 2 de octubt·e,
a las cuatro de la tarde 1 en el salon de grados.
Se encarece la asistencia.
llogotá, setiembre 30 de 1856.
LAzAuo r lABIA l1ÉREz.-LEorowo ARIAS VARGAs.
Pt•ogresos tlel buen gusto entre nosotros.
Siempre los ha hub(do, i es cosa mui consolatoria
'et·los seguit· adelante apesaJ' de la oposicion
que continuamente les han hecho los preocupados
que quieren su,ietm el jénio a reglas pat·a tenerlo
cautivo en el statu r¡uo mil'ando al1Jasado corno la
rnujet· de Lot.
Hace años que se emprendió la obra de empaiJetat
· i blanquear las paredes rnorroiíosas de h\
jalesia de Santa Clm·a i un maldito escritot· le salió
al paso al empañetador con no sé qué cu~nto ~e
hizcoc!Juelos, i lo hizo largat· el balaustre 1 el Insopo.
La pared se quedó a~í, para redbit· en sus
brazos la casa de Don Dommgo Hernandez que se
lastimó toda contra esas toscas piedt·as que quedaron
impasibles
7
para probat· que el que las hizo sa~
bia lo que hacia.
Despu s emprendieron refot·ma los Padres Agustinos
i blanqueat·on el tabemáculo dorado ?e
su iglesia para que pareciet'a de estuco; es decir,
una vieja con blanquete i papelillo, en Ingat· de sus
venerables dorados que siquiem daban )a idea de
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22 EL ALBUM .
-·----·
que allí se había gastado mucho dinero; i que el
oro siempre es oro i la tierra siempre es tierra.
Des pues se le dieron a l maestl'O Toribio las dos
estatuas magníficas de San Juan i la Magdale1Ja de
la Catedt·al por dos nuevas que debía hacer, i que
hizo el mismo maestro, i son las que vemos llorando
en lugar de las otras en el altar de la Ví r·jen
de la So ledad. No sabemos si se le dió ribete, lo
que sabemos es, que la cabeza i las manos de la
pecado m penitente, fueron a dat· a San Juan de
.R.ioseco. Sel'ia pam mojado con sus lágJ'imas: del
San Juan no sabemos si cot·reria gollo por elrio de
la Magdalena, ya que la Magdalena se embarcó en
el de San Juan.
Las efijies de la Veracruz i entre ellas el Cr·isto
romano, eompaüero del Jesus Nazareno de San
Agustín, se les empañ~tó de tan brillante cncarnacion,
que nadie puede conocer el mérito que ántes
tenian. Se vé que esta eucal'llacion no fué obra del
Espíritu Santo, p01·que tambien se le fué por las
barbas al judío de Tunja que no se habia de quedar
sin que se le remozara.
Estas cosas son de crónica atrasada; ahom no
nos vamos quedando atras tampoco.
Tenemos la t•efor·ma de la Candela1·ia. Se quitó
el artezonado de madcm que formaba la bóveda de
la iglesia i se le ha pue~to cielo razo de chusque
con florones como salon de Congt·eso u cosa semejante.
El m·co es la figum mas séria i elegante de
la arquitectUI'a; es la mas sólida i la mas propia de
los templos de Dios, dicen los que no entienden de
cos~s bonitas; pero el buen gus lo artístico pide chus-
. ques i florones de pasta dados de yeso. Heformas
de nuestt·o padt·c )loya "Quitó la masamorra." Así
escribió un lego tra\ ieso, en el lil.>t·o de la crónica
con ' 'entual hace ai10s.
En el altat· de la Concepcion de la igle ia de
Santo Domingo, vemos, hace algun tiempo, un
altar sobrepuesto, que pnrece lleva cat·gado al mas
grande.
.El entejado de la cúpula de la Catedml, que
es de teja vidt·iada i que tiene, pot· lo tanto, el defecto
de estar .siempre lo mismo que cuando se estrenó.
ya se esta blanqueando, i va a quedat· como
las torres de alfeüique que se haceu para curl ga.
Estan de candidatos pat·a el his0po San Pedro i
San Pablo que aun permanecen de piedr·a.
Ahora mismo ¡ gracias a Dios ! se le ha dado de
color a la puerta de la Tercem 1 téme . e que siga la
maniobt•a sobre el tabernáculo i altares de la iglesia.
Esa obm de talla, esa ílligrana de nogal, es preciso
que. reciba las aguas de la rcjPncmcion de yeso:
es preciso que se tape esa obra que hizo el maestro
Pedro Caballero i que estú haciendo quedar mal
todos Jos días, nuestt·os aoelantos artísticos; es preciso
darle de colo1·, como se ha hecho con Jos serafines
i festones que adornaban (porque ya no adornan)
los arcos de la iglesia de San Cárlos ¡Oh!
Cuanto mejot· son esos serafines con cara de mascm
·a i esos festones de tapete quiteño, que no esos
set·afioes descolol'idos i esos adoi·nos blancos que
remedan el marmol, Quizá quel'l'im t·emedar mármol
en la Tercera .
Pero, qué quen·áu remedm· los Padre¡5 ue San
Francisco con un altarsito de adoves i mezcla con
incrustados de flores de palo, que han UlTimado a
la nave de su iglesia? Esto no lo puede alcanza¡·
la ciencia humana. Esta es una de aquellas cosas
que sabremos el dia de l juirio; por·que arrimar una
cosa como fogon a la nave est1·echa del templo para
interrumpir el órden de a1·quitectura i plantar un
tropiezo, es cosa incomprensible. Pet·o es dicrno de
verse el altarsito. Su al'C¡uitectUl'a no pertenece a
órden ninguna, ni u la de R~coJetos; tampoco es
1
gótica aunq ue pa rece gatica . En fin, si en lo ppo ..
fano ha hecho uu extranjero tma bonita puente sobre
el rio del 'Cármen, en lo divino est án haciendo
1
diabluras los Padres de todos los con·Yentos, capell
anes i canónigos.
1
Tenemos espe ranzas de vet· retocada al oleo la
estatua de Bolívm· i las de la Vírjen, San Pedro i
San Pablo del frontis de la Catedral; p:>rqne es
f regulat' que les caiga el bautismo de la media na~
ranja, i que el Libertador corra la suerte del mouQ
de la pila .
~ Dígase lo que se quiet·a, pet·o no se diga que l aquí uo hai buen gusto artístico:, todo lo crue lleva-
! mos apuntado prueba que Jo hai, que hai ideas i
que nuestm civilizacion avanza en tales té1·minos,
que por fin 1 hemos de vol ver a las cercas de cacho~
1
i a la flecha i maca~a.
Ltnninal'in.s:
1
1 ¡
1
1
1
1
1
1
1
1 ¡
l
1
1
1 !
1
1
¿No sería conveniente i filantrópico que el actual
Encm·gado del Ejecutivo costease iquiera una
luz como lo han hecho su:mpre i por duplicado sus
predecesores en las dos calles de la casa de Gobiet·no,
para que en las noches oscmas, el público no
se rompa In figma contra ese alcazat· de peripecias,
de despilfarros i de ruindades?
MI UlTimA QUEJA.
Prouanchda rn la última sesion pública del Lim Granadino.
¿Qué pode1· superiot·, qué oculta mano
Alzn, i ndisrreta, el 'el o al cot·azon
I obliga el labio a re\'elm· pt·otano
Este incurable amor. esta pasion?
¿A qué rezco, no,
Que al mérecel'lo en bendecida hot·a
Dichoso, cual ninguno, fuera yo.
Yo , tu siervo, calmara tus eno jos ,
Complaciendo, sumiso, tu quew·,
Por contempla¡· no mas tus lindos ojos
1 una mirada tuya merecer.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL ALBUM. 25
======~·============~==========================~==~===============
Oh ! si pudiera en un feliz momento 1
Tu voz consoladora aun escucbat·,
1 el insólito aroma de tu aliento ~
En ocasion propicia respirat·, J
Si me otorgaras, compasiva i tierna, 1
De tu di vino labio un sonreir,
Aunque fuera mi vida noche eterna,
Aunque thviera al punto que mot·ir, ~
I si bajo mi mano palpitara ~
Al menos uua vez tu c01·azon, 1
A otro mundo mejor mi alma volara
En alas del deliquio i la ilusioh ·
Í esos días, entónces, tan risueños 1
De tanta glot·ia i tanta lucidez
1 esas florestas májicas que en sueños 1
He podido admirar mas de una ''ez,
Fuemn, sin duda, realidades bellas; ~
Fuera la tierra grata para mf,
I esen ta de inquietudes i querellas
'Mi alma tranquila se entregara a tí. 1
Pero, vano pensar! pües nos separa
De todas las distancias la mayot· ~~
No es el espacio porque yo cruzara ~
De polo a polo el mundo por tu amor;
Es un pecado enorme que me abt·uma ~
Que no tiene espiacion ¿quieres saber?
Es que soi pobre i mi pobreza su m a
De tí me aleja espléndida mujer! " 1
sr, me aleja de tí, porque es el hombre
Enemigo del hombre, es vanidad, ... ~
1 amat· a un triste de un oscuro nombre
No Jo peraona, no la sociedad
Para quien son efímero tesoro ~
La modéstia, el trabajo, la honradez )
1 caballero aquel que tiene oro
1 ostentar sabe orgullo i altivez.
l es inútil luchar con el destino,
1 es en vano esperar ... el porvenir,
Que no encuentra solaz el per·egrino
Cuando nace, cual yo, pobre infeliz.
I esper·ar ! ¿para qué? ¡falaz quimera!
Si ha de ser el mañana como ayet·
¿ A qué atizar la ftmer·al hoguet·a
Que ni en la tumba dejará de at·der?
¿A qué, si Jleyo vida sin placeres
Sujeto siempre a la impotencia vil,
Si del conjunto inmenso de los seres
Apénas soi un átomo sutil?
Pero ¿cómo agotar mi duelo insano
Si no puedo arrancarme el c01·azon ?
¿Si es la memoria mi mayor til'ano
1 me hiere, tenaz, sin compasion !
Me apartaré de tf cuanto pudiere,
1 pat¡·ia i deudos dejaré tambien
I un desiet·to hallaré donde no impere
El orgullo del mundo i su desden.
1 allí, no habiendo a mi dolor remedio,
, Ni tregua nuncé\ a mi incesante afan,
Oculto i solo, moriré de tedio .
E insepultos mis restos quedarán ....
Pero no, no lo haré que crímen fuera
Ese atl'ibuto suyo a Dios negar;
No:, que quien tiene fe no desespera
Ni le es dado su muerte anticipar:
i
l
1
1
1
1 ¡!·
!
1
No:~ que orar en la tierra es gran consuelo
:pel que padece, soberano don,
Yo elevaré mis súplicas al cielo
l el cielo me dará resignacion !
No lanzaré ya quejas ni jemidos
Ni ostentacion haré de padecer,
Ni halagaré tampoco los sentidos
CQll ilusiones vanas de placer;
Porque todo en el m1mdo llega i pasa,
En todo bai dudas, falsedad i e.rror;Si
algun halago el corazon abrasa
Le acompanan la pena i el dolor;
Porque aun espero disfrutar tranquilo
Del reino del amor i la verdad,
De ese inmutable, venturoso asilo,
La morada de Dios, la inmensidad.
JosÉ BENITO GATTAN.
A LA ESPAÑA·
Allá en Europa, en la rejion amena
Que sé esticnde feraz al mediodía,
Una Nacion existe que algun dia
Venció ambos mundos en tremenda lid:
Pueblo titan cuyo robusto brazo
Armado de vigor Omnipotente,
Al Africa, a la Europa, al Occidente,
Cadenas puso, i les gritó: ¡Servid 1
Si, un tiempo fué, i aun en la historia vive
En que al Orbe tus reyes dominaron;
Los pueblos como súbditos contaron:
1 A tal extremo su poder llegó 1
Con altivez entónces a los mundos
Silencio impuso la jentil matrona,
I con la real , con la imperial corona
Sus vencedoras sienes adornó.
Grande fué su poder 1 Sobre la tierra
No quedó nadie digno de su saña,
Que cnt6nces ¡ ai 1 al nombre dt: la España
Humilde la creadon se prosternó:
Rueden los siglos, corran pre&urosos,
Que no ceden al tiempo sus blasones,
Porque en sus grandes ínclitas acciones
Sublime herencia al porvenir legó.
Ent6nccs en tí, España, lució eterna
D<:l astro-reí la 1úljida lurnl¡rera
Cubriste tu la humanidad entera
Debajo de tu lábaro inmortal.
Oh 1 Nunca mas presenciarán los siglos
Dos naciones cual esta, dos imperios,
Que así encadenen ambos hemisferios.
Casi de un Dios con el poder triunfal.
La España entónces por entrámbos mundos
Llevó feliz de su Victoria el carro;
Sobre esos reyes núseros de barro
Con desden arrogante puso el pie.
l i qué es ya esa Nacion 1 Ejemplo tristt:
De que nada en la tierra vive estable;
Cadáver de un jigante, miserable
Parodia vil de lo que un tiempo fué !
Hoi eres solamente, tú que un tiempo
Aterraste a los pueblos con tu brio,
Un moribundo que se errastra fria
De las otras potencias a los pies.
¡ Cómo caíste ya tú que eras fuerte,
Tú que orgullosa colócabas ántes,
Entre los literatos un Cervantes,
Entre los capitanes un Cortéz 1
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
24 EL ALBUM.
AguiJa que basta el sol subiste osado 1
Antigua soberana de los mundos,
El Cielo, en sus oráculos profundos,
Tu cetro triunfador te arrebató;
Pero te queda un nombre sin mancilla,
Escede a todas tu inmortal histol'ia,
1 a la sombra del árbol de tu gloria
Siglos d Universo se adurmíó.
Tal vez cuando entre sombras i vapore¡¡
Rápido corre el Sol al Occidente,
11a noche sus alas desde Oriente
Bate velot sobre la gran Nacion,
Levantando sus losas, por ti, España,
Ruegan en coro tus jigantes hombres
Cuyas altas hazañas, cuyos norubres
Son de la humanidad admiracion.
España ! España 1 Aunque jamás mis plantas
A tus matern6s lat·es he movido,
De tu nombre gratlsimo al sonido
Siempre veloz mi corazon latió,
Porque si bien la poderosa España
No eres tú ya de Cárlos el primero,
De tí viene mi sangre; en ser ibero,
De raza audáz, me cncrgullezco yo.
Por rso pido al Ciclo que mis pasos
Me dejé a tl llevar, de peregrino,
1 vuel ·a a se1· tu espléndido destino
Fuerte como el poder del Aquilon:
Por eso, desde América, mis ojos
Lloran al verte hundicla entre la escoria,
Tierra ántes de poder i de victoria,
Tierra hoi de servidumbre i de afliccion.
Pero annque miro, España, con tristeza
Cual rueda tu corona por los ~uelos,
Certeza tengo yo de que n los cielos
Tú subirás, de tu prcs~·ntc atroz:
Sí, a tu grandeza te alzarás de nuevo,
De nuevo vcnce1·ás todas tus lizas,
Cuol fénix nacerás de tus cenizas
De un Cárlos nuevo a la potente vo¡;.
E. M. EscoVAR.
Ui na-vecilla.
Vuela, uela navecilla,
Con tu quilla
Encrespando el terso mar,
Vllela a impulso del aliento
Con que el viento
Te acaricia a! suspirar.
No descubt·rs a lo Iéjos
Los reflejos
De purísimo fanal,
Que la bruma disipando
Van mostrando
Un abrigo al temporal?
Tras IR niebla blanquecina
Que ilumina
. De la luna el resplandor,
No distinb'1H:'S la ribera
Placen te m
Que te llama con amor?
Di, no escuchas fos lamentos,
Los acentos
De la bl'isa al repetir
Los monótonos sonidos
Despedidos
De la lona al sacudir?
1
1
1
1
~
1
f
1
1
1
De las olas espumosas,
Armoniosas,
No percibes el rum01·,
Cuando mecen la barquilla,
Que en la ori 1 la,
Amarrara el pescador?
Pues así, bar<'a querida,
De la vida
He sut·cado el hondo mar,
Ajitada mi ancha frente
Por la al'(liente
Ambicion de bienesta1~;
He mh·ado entre mis sueño¡¡
Halagueüos -
Un lucero bienhechor
Aclarar el dulce puetto
Encubierto
Por la bruma del dolot·.
He escucuchado de una hermosa
l.a amorosa
I fugaz palpitacion
Responder a los latidos
Uepetidos
De mi ardiente corazon.
Mas al tiempo de bonanzn1
De espemnza, '
1 de cánuida pasion,
Sucedióse el tt·iste canto
De qnebrnnto,
I..~a borrasca i la tricion.
Así débil na\'E'Cill~
o sencilla
Te abandones ni placer,
Pues que siempre tl'as la dicha
La desdicha
Suele uustet·a apal'ccet·.
RAFAEL M. GAllerA y,
En el Album tle la senol'lta 1il. D.
Como la parda i triste telaraña
Se encuentra en la mentai'ía
'Enrredada a los arboles i flores;
En tu album dó canciones i colores
Ostentan a porfia
El poder d(:] pincel i la poesia,
Su no:nbre oscuro, con temor enreda
Tu amigo i servidor-
JuLro Aru;oLEDA.
UN AlBUm.
Vet·sos dignos de entl'emes
1\famarmchos, raso, gró,
l encuadernacion de pró:
Tal es el album de Inés.-P.aiNCIPB.
P!PRE:'
Citación recomendada (normas APA)
"El Álbum: periódico literario, científico i noticioso - N. 16", -:-, 1856. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3687791/), el día 2025-07-04.
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