La Ilustración: política, literatura, noticias, filosofía, relijión, artes i oficios, instrucción pública, bibliografía, medicina, variedades, revista de la ciudad, revista de los estados, de Europa i mercantil - N. 17
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Política - Literatura - Noticias - Filosofía-Relijion-Artes i on.cios-Instruccion pública-Bibliografía.
Medicina-Variedades-Revista de la ciudad-Revista de los Estados-De Europa i mercantil.
Se publica los mártes, miércoles, viérnes i sábados,
i el mismo dio, se lleva a las cltsas de los suscritores de
la capital i se remite a los de fuera por los correos respectivos.
Los lúnes i juéves se publicará si es necesario.
TRIMESTRE 1.
LA ILUSTRACION.
PARTE pOLhICA-Redactores, Cárlos Holguin-Eliseo
T6l'l'es-Emilio M. Escovar-Ezequiel Canal-:¡!'rancisco
de P. Canáles-Juan C. Arbeláez-Manuel
María Maclieclo-ManuelllIaria Mallarino-N. Ponton-
Próspero Salcedo-Salomon Forero.
Hai que quemar el palo.
¿ Quién no conoce la figura retórioa que se
llama pretermision? Consiste en lo siguiente:
Un hombre ocurre ante el juez de su dis.
trito en demanda verbal, asegurando que M
es la criatura mas inofensi va de este mundo;
qúe desea vivir en paz con todo hijo de
Adan, i al efecto exclama:
" Señor juez: yo no le diré a mi deman.
dado que es tuerto, ni jorobado, ni ladron,
ni cobarde, ni indecente, ni el mas pícaro
que ha. parido madre g...a porque eso seria
faltar a usted al respeto debido i yo soi hombre
delicado i moderado i de buena educa.
cion; i no quiero sino la paz a todo trance! .. "
Qué tal creatura pacífica!
1 no otl'a cosa hemos visto con profunda
pena en el editorial del número 97 de El
Libe1'al del 25 del presente. ,
Nosotros condenamos la guerra, esa hol'l'o,
rosa guerra civil, porque esa guerra no es
otra cosa que el ASESIN ATO del pueblo inocente;
la ruina del pais i de todas sus esperanzas;
pero vemos con suma mortificacion,
que miéntras que nosotros tocamos a los partidos
militantes con guantes de seda i reteniendo
hasta el aliento; cuando aspiramos a
ver aclarar las aguas del lago, para dedicarnos
a estudiar i utili7.ar su fondo, en bien de
la República, nuestros cofrades de El Libe,-
al, toman el palo del muchacho recalcitrante
para revolver el cieno i hacer imposible
nuestra labor. Es esto el patl'iotismo ?
Por el pueblo, por Dios, señores, cuándo
acabaremos? cuándo daremos de mano a
todas esas detestables historias que todos sabemos
i que cada cual refiere a su gusto?
No es todo eso una pueril i deplorable mo·
nomanía?
La tartufería política es tan mala como la
relijiosa; i la quijotería mobiliaria tan de
pésimo gusto como la quijotería política.
Basta ya de calaveradas de mala lei i de pésimas
consecuencias.
Es necesario tener siquiera lástima de
nuestra desgraciado pueblo, ya que no queJ'emos
fundar nuestro propio porvenir i el de
nuestros hijos.
Nosotros barremos nuestra p"opia casa,
porque deseamos aE'earla para que sea digna
de nosotros i de todo buen hijo de la América
civilizada; pero no arrojamos la basura
a las puertas del vecino. Eso seria una pro.
vocacion que nada podría justificar.
Estamos debatiendo una cosa mui grande:
La causa del bienestar i del progreso de la
Nacion, ante el tribunal de la opinion ilustrada
del pais i de la América.
Juicio, juicio! o bábl:á que quitaros el
palo con que enturbias el agua i dárselo a
una panadera para que lo meta en su borno.
Juicio! porque con mostaza i ají no se
hacen calman tes.
El telégrafo.
La comunicacion telegráfica intro~ucida
en el pais por la Administracion MUl'lllo, ~e
regulariza i adelanta: es que ese es un mediO
Valor del trimestre, tres fuertes.
Valor del semestre, cinco fuertes sesenta centavos.
Valor del año, diez fuertes.
Valor del número suelto, diez centavos.
Se publican remitidos i avisos, a un precio sumamente
m6dico, que se arreglará con los edj.tores. Todo
lo de interes j en eral se inserta grMis.
Los editores, NICOLAS PONTON 1 C~
AÑO l.-Bogotá,. 2~ de enero de 1870. NUMERO 17.
de civilizacion i de progreso, i mejoras de
esta clase al fin se respetan i protejen.
El alambre ha cortado ya la cordillera
central: uno de sus estremos se halla en
Medellin j el otrO en Bogotá. No muí tarde
otra línea saldrá de la oficina de Cartago e
irá a Buenaventura.
Ya, pues, debiéramos tener aquí telégramas
de Medellin ; pero la falta de aisladores
no permite que la electricidad corr!!,: . to~as
las fábricas nos fa ltan, hasta una Jnslgmficante
de cristal, i por eso todo tenemos que
pedirlo a Europa, hasta unos aisladores:
ya vendrán estos i pronto se establecerá
la comunicacion instantánea entre los
Estados de Cundinamarca, Cauca i Antioquia.
1 si las empresas de cables submarinos
de Chile i de las AntUlas se llevan al cabo,
no mui tarde tendremos tambien comunica·
c iones rápidas de Europa i del estremo de
j~mérica por la línea de la Buenaventura.
Como en todas partes, nuestra línea telegráfica
sufrió mucho al principio: la ignorancia
la destruia : es que la ignorancia impide
tll progreso cuando no lo ataca. Habien.
do solicitado i obtenido la actual Adminis'
tracion, de los dueños de haciendas, que de·
jaran poner los postes dentro de los potreros,
habiendo encargado la autoridad eclesiástica
a los curas párrocos que hicieran conocer
en la predicacíon de la utilidad de la línea i
que recomendaran su conservacion; i habiéndose
propuesto, en fin, todo hombre civilizado
hacer lo mismo, la verdad es, que hoi
pocos daños sufren los ala m bres.
Parece que ahora la ernpre's~ telegráfica es
únicamente del Gobierno: creemos que la
accion de la. autoridad protejerá así mas efi.
cazmente la consel'vacion de la línea.
Un amigo nuestro que ha viajado última·
mente por el Perú, nos ha dicho, que en
aquella República, muchos hacendados tienen
su máquina telegráfica; i que aprovechando
la línea jeneral, mandan por ella sus
despachos a la oficina central, i de esta misma
reciben los que se les envian ; i nos ha dicho
tambien que en aquella República,el Gobierno
tiene escuelas gratuitas en que se enseña
el manejo de las máquinas telegráficas. El
G0bierno debiera adoptar aquí este sistema,
porque haciéndolo así,haria un positivo servicio
a todos los habitantes de los pueblos i de
las haciendas por donde pasa la línea i. hari,a
propagar conocimientos útiles a La Ul1lVerSIdad
de Bogotá, que tan bien marcha hoi;
podria abrir una. nueva clase, la. clase de la
electricidad; i se crearian tamblen nuevos
intereses, que harian conservar la línea en
toda su extension.
Como todos los despachos debieran venir a
la oficina central i debieran salir de ella, el
número de telégramas se aumen~aria en beneficio
de la empresa: como habrIa una escuela
aratuita, todos los hace ndados podian pone~
a uno de sus hijos o dependientes a que
aprendieran el manejo de la máq~ina para
montar su oficina; i como el Gobierno es el
dueño de la empresa, podría en caso de gue·
rra, mandar cerrar las oficinas particulares
para que no se conocieran sus providencias,
cuando no le conviniera.
Creemos, pues, que se debe. concede: ámplio
permiso para montar oficmas partICulares
i mandar enseñar el manejo de las máquinas
de telegrafía, que cuestan poco.
COLABORADORES.
Carnino carretero de Occidente.
SelIor Redactor de "La llustraoion."
Permítame usted algunas reflexiones sobre esta
importantísima empresa.-El carnerismo no es bueno
en cosa alguna. En todo lo que ínteresa a la comunidad
es conveniente i aun necesario que cada
uno estudie, observe i ofrezca lo que le sujicra la inteJijencia.
1 no basta que el objeto de que ee trata sea
el mas interesante, el mas simpático, el mas premioso;
ni que la intencion de los promotores, de los
directores i de los ejecutores, sea, no solo pura,
limpia de toda mala apl'eciacion, sino bonorabllJ,
mlJrecedora da todo encomio. Todavía los ciudadanos
de la multitud no están exonerados de llevar su continjente,
siquiera sea solo de observacion, al trabajo
que a todos importa. El Go~ernadol' ~el E¡:t~d?, ~os
miembros de la Junta directlVa, el emmel1te IDJemero,
todos están consagrados con la mas laudable a~negacion
a la tarea de dotal' al Estll~o de un. caml-
110 carretero que sirva para el comerCIo es tenor, f~cilitando
el trasporte hasta el embarcadero en el 1'10
Magdalena.-Pel'o,
Acertarán 7
That is the question! Tal es la proocupacion del
momento para muchos ciudadanos grandem~nte
interesados en la soluoion del problema. 1 I].ulerll
Dios, que aquellos patriotas enc.argados de reahzarla
no se enfaden por las observaCIones que respetuosa·
mente podamos hacer algunos disintiendo. (le s~
modo do solucion. En pais liure, todo se dl~~ute l
todo debe discutirse; i todos deben adqu1l'lr 01
hábito de discutir i de prestar atencion a las operaciones
contrapuestas.
Est? sentado, entraré con la vénia de usted, en
materia.
Del informe del injeniero señor González Vásquez,
publicado recientemente, i que lleva la fecha de 4 del
corriente mes, resulta que el camino dosGe el Alto
del Roble al puerto de Chaguani, sobre elrio Magdalena.
tendrá una estension de veinte leguas i un
cuarto'· i como nosotros sabemos que del puerto de
Chagu~ní, a donde por ahora irá únicnme~te el ~amino,
hnbrá que hacer por la orilla del 111Ismo no,
hasta la bodega de Bogotá, unas ocho leguas por lo
rnénos; resultará que el cnmino que ba.i que. construir
no bajará de veintioc~o leguas, distanCia .doble
de lo. que mide el co.mIDo de herradura, bOl en
servicio, pues que esta es únicamente de catorce
legElu caasm.I.D o seri.a casI. .m u~ tl' 1 . I b b' , 1 1I SI so o u lero. ue e-varse
al puerto de Chaguaní, pues las dificultad es dlJ
la nayegaciou entre HO,ndo. i dic~opllerto, son, como
so sabe, imuperables. rodo camIDo que 110 nos lleve
siquiera sea a la bodega de Bogota, que es el pu nto
hasta donde, a duras penas, llegan los vapores del
rio Magdaleno., no satisfará en manera alguna las
necesidades imperiosas del Estado. Aun el. mayor
bien consistirá en lIevarnos algo mas abajO de la
bodega, a la vuelta de lo. Madre de Dios, a e.onejo
o o. la boca del Rionegro ; pues que la nav e~a clO n ~s
sumamente dificil acercándose a la bodega, l deberl!l
hacerse todo esfutlrzo parn ecunomizarlo.. ~sta era la
gran ventaja del tro.zado. Prneet, ventala no solo
perdida en el presente, SIDO que el adoptado nos
conduce en un sentido del todo opuesto.
Estendiéndose aSI el camino carretero i COI?preu:
diendo u'na porcion considerable de las ardlc;ntes I
mortíferas orillas dell\:Iagdalena, donde el Jornal
cuesta mui caro i es mui escaso, los costos van a
crecer de tal modo que no po.drán sopor~arse, .no
digamos por el Estado, pero DI por el Go-blerno Jeneral.
Que el Sr. GOllzalez Vásquez nos diga, pues que
aco.ba de dirijil' esos trabajos, cuánto cuesta la legua
de camino Pon el que se está haciendo carretero e IJ t~e
San José i el puerto de San Buen~v ent!lr~ sobreel rlo
Zulia, no obstanto ser lInno el piSO j-I 51 como creemos,
resulta que cada legua cuesta, poro IDas o menos
cinc1Jcnta mil pesos, podremos convencernos
de 'que es imposible realizar el que traemos entre
manos ; i que por tanto lo mo.s acertado es, o LDso.;f~r
otra línea, o dedicar nuestros recursos a la compo ~ cion
del camino de herradura, hasta que co.n capItales
estraDjeros se emprenda la con str ~cclOn del
ferrocarril de la sabana de Bogotá al baJO Magda-lena.
.
Lo repetimos. Lo importante no es Ir a ver correr
el l\1agdo.lena sino ir a encontrarnos con los Va p 011J:;
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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que ~urcan aquel rio, de Honda pa!'a abajo, i por lo
mismo no es el puerto de Chaguam el que debe designarse
como térmíno. sino la bodega de Bogotá i
comprendiendo toda la extension de esa linea, es
COIDO debe calcularse la posibilidad de realizar laobra.
Si ella liO es posible,no se debe continuar gastando el
dinero que tanta falta hace en el antiguo camino.
Ni debe olvidarse que si es bueno que nuestros hijos
viajen en coche, 110~otros debemos siquiera andar ya
que no a gatas, con algun descanso a caballo cuando
emprendamos algo conexionado con el Magdalena.
TALES DE MILETO.
COMERCIO.
PARTE INDUSTRIAL 1 brERCANTIL-Redactores, Aurelio
Ferrero-Lú,zaro Ma.ria Pérez-Próspero SalcedoNicolas
Pereira Gamba.
B.evista mercantil i del Crédito publiCO.
La época de la reunion del Congreso ha sido siempre
de alarma e inseguridad para los acreedores del
Gobierno empezando porque el enorme gasto que
ocasiona ~l pago de las dictas i viáticos, absorbe las
existencias en caja e imposibilita el pago de las pensiones,
de los sueldos de los empleados, de los crédi-tos
por contratos, etc. .
Felizmente en este año no ha ocasionado mnguna
perturbacion i se ve aproximarse el dia de la apertura
de las sesiones sin temor.
Poco, mui poco pide la N acion a sus Representantcs:
la conservacion de la lei de 3 de junio de 1868
que tan Luenos resultados ha dado: un poco de mas
atencion a las mejoras materiales i de parcimonia en
el prurito de conceder gracias i pensionos del ~esoro
nacional, i en el tiempo que se emplea en diSCUsiones
personales, i el Congreso de 1870 habrá con'
tribuido poderosamente no entrabando el progreso
que se nota en el pais.
Dos hechos notables tenemos que rejistrar en estos
ultimos dias en el precio corriente de los papeles de
Crédito:
Las libranzas par!l el pago de Créditos de extranjeros,
que se habian cotizado al 80 por 100 se han
ofrecido hasta el 65 por 100.
Los cupones de la renta sobre el Tesoro que se cotizaron
al 95 por 100 se ban colocado hasta a la par
en el remate del 23 i las propuestas no alcanzaron a
cubrir la cantidad ofrecida en dinero por la Tesorería
jeneral, quedando como tliete mil pesos en dinero
sin rematarse.
El cumplimiento fiel de las promesas es la base
uel Crédito; sin esta, las comLinaciones, los elucubraciones,
los billetes, papel moneda i todas las hahiles
maniobras de los que pretenden fundar el Crédito
sobre otra base,no son mas que motivos de ruina
i de descrédito.
Los trabajos en el camino carretero nI Magdalena,
se prosiguen con actividad.
Segun las últimas cartas del injeniero director, no
costará a mas de dos pesos metro, es decir, qUIl con
204.000 pesos, se puede construir; pero subiendo
basta la exajeracion siempre es cierto que con 500 a
seiscientos mil se podrá hacer completamente desde
esta ciudad hasta el bajo Magdalena.
FOLLETIN.
LA NOVELA
DE UN
( Oontinuacion.)
Desde el dio. siguiente me presenté en el castillo,
donde fuí acojido por Mr. de Bevallan con cordialidod.
Saludé a las señoras con el aire mas natural de que
pude disponer, i no hubo ninguna explicacion. Mma.
Laroque me pareció conmovida i pensativa, la sellorita
Margarita, siempre fria, pero política. Lo. señorita
Helouin estaba mui pálida, con los ojos inclinados
hácia su bordado. La pobre j6ven no podia felicitarse
del resultado final de su diplomacia. Ella
lanzaba de tiempo en tiempo al triunfante Mr. de Bevallan
una mirada cargada de desprecio i amenazas;
llera en esa atmósfera borrascosa, que hubiera inquietado
a un novicio, Mr. de Bevallan respiraba, circulaba
i revoleteaba con la mas perfecta tranquilidad.
Ese soberano aplomo irritaba manifiestamente a la
sel1ori.ta Helouin ; pero al mismo tiempo él la dominaba.
S1 ella creyese que al hacerle un servicio igual al
mio, se perderia junto con su cómplice, no hubiera dudado
ni un instante; pero era probable que, al ceder
a su celosa cólera confesando su ingrata conducta, se
perderia sola, i tenia bastante intelijencia para comprenderlo.
Mr. de Devallan no ero. hombre para comprometerse
en una empresa semejante sin quedarse
co.n una reser~a c.apaz de usar con inexorable sangre
fna. A la senOl'lta Helouin se le habia dado fe la
víspera, bajo su palabra, cuando hizo su calumnioso
denuncio; pero sabia mui bien, que una mentira que
halaga o que hIere el corazon, se cree mas fácilmente
ituado en la isla de San
Andres, que poseyó por algunos años sin título
legal, la señora Elizabeth Havenc.
REVISTA DE LA CIUDAD_
Redactores, Manuel Briceño-Manuel de J esus BarreraNicolas
Ponton.
"El Liberal» número 97, copiando trozos de un
editorial de este periódico, formula cargos en absoluto
al partido conservador. Esto no es justo ni
decente, ni patriótico. Tan buenos como tan buenos:
progresistas, i hombres honrados, i republicanos
leales, han sobresalido en uno como en otro
partido; así como en ám bos, mas o ménos, ha habido
prevaricadores, revolucionarios, utopistas i
retrógrados; i los bienes i males que la patria ha
esperimentado, se deben a todos sus hijos. Conque
así, mejor será guardar silencio en estas cosas.
Nosotros no queremos adelantar cuestiones, porque
con insultos i recriminaciones no se calman
los ánimos ni se obtiene la paz que es el objeto de
nuestros mayores i mas constantes esfuerzo/!.
-El señor inspector de policía del distrito ha
practicado en estos dias varias rondas por denuncios
recibidos sobre falsificacion de moneda, i se
han obtenido estos resultados:
En la casa de CárIos Londoño se encontraron
varios útiles de fabricacion de moneda.
En la tienda de Pedro Sánchez se encontraron
$ 184 en varias monedas falsas, muchos frascos
con ácidos, tipos de imprenta, crisoles, yeso pulverizado,
dos conductores para galvanizar la pila,
i muchos efectos para fabricar moneda. En la casa
del mismo habia otros elementos para este uso.
En la de Luis Sánchez se encontraron $ 247,
15 centavos en varias monedas falbas, que 00 un
dichoso, muchas jentes que no lo merecen lo serian sin
duda. A fuerza de prosa i de razon, se acaba por difamar
a Dios i degradar sus obras. Dios da el reposo
a los muertos i la pasion a los vivos! Sí, hai en la vida
aliado de la vulgaridad cotidiana de que nadie se
escapa, una poesía permitida i hasta impuesta: es la
parte del alma dotada de inmortalidad. Es preciso que
esa alma se sienta i se revele algunas veces, aunque
sea por transportes mas allá de lo real, pOI' aspiraciones
mas allá de lo posible, aunque no sea sino por tempestades
i por lágrimas. Sí, hai un sufrimiento que
vale mas que la dicha, o mas bien, que es la dicha
misma, el de la criatura que conoce todas las emociones
del corazon i todas las quimeras del pensamiento,
i que divide esos nobles tormentos con un corazon
igual i un pensamiento fraternal! He ahí la novela a
que todos tienen derecho en la vida, con el título de
hombres, i si aspiran a justificarlo.
Ademas, esa paz tan decantada tampoco la t.endrá;
que el matrimonio de dos corazones inertes i de dosimajinaciones
heladas, enjendre el reposo del cáos, l\}
concibo; pero que la uníon de la vida i de la muerte
DO se sostenga sin violencia horrible i pe1'pétuas amarguras,
no lo creo.
En medio de esas íntimas miserias, cuya intensidad
redoblaba cada dia, no encontraba consuelo sino cerca
de mi pobre i vieja amiga la señorita de Porhoet. Ella.
ignoraba o finjia ignorar el estado de mi corazon; pero
con alusiones encubiertás, t.al vez involuntarias, ella
ponia sobre mis heridas sangrientas la mano delica4.
e injeniosa de una mujer. Hai por otra parte, en esa
alma, vivo emblema del sacrificio i de la resignacioD,
i que parece y(1, desprendida de la tierra, un desinteres,
una calma, una dulce firmeza que se comunica fácilmente.
Llegué a comprender su inocente locura i
aún a asociarme a ella con una especie de candidez.
Inclinado sobre mi álbum, me encerraba con ella durante
largas horas en su catedral, i respiraba allí los
vagos perfumes de una ideal serenidad.
Iba casi todos los di as a la morada de mi amiga. So
buscar otra distl'!Lccion. No hai trabajo al cual la costumbre
no le preste encantos. Para no dejar sospechal'
a la sefiorita de Porhoet la pérdida definitiva de su
proceso, seguí regularmente la. exploracion de su archivo.
Descubría a. veces en esos legajos, tradiciones.
leyendas, costumbres que despertaban mi curiosidad í
que transportaban mi imajinaciou !lo los tiempos pasados,
mui léjos de la penosa realidad. La sellorita de
Porhoet, sostenida en sus ilusiones por mi perseverancia,
me manifestaba una gra.titud que merecia pooo,
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
baul con varios crisoles i otras cosas se habian
arrojado momentos ántes a ~n aljibe ..
El dia 23 se rondaron vanas casas 1 en una de
ellas se hallaron treinta i tres dollars falsos, pese·
tas i medios, los moldes de fabricarlos, dos frascos
con ácidos i la pila galvánica.
Excitamos a las autoridades para que castiguen
con severidad a los responsables de este infame
negooio, que afeota directamente a los infelices.
-El apreciable señor Luis María Cuervo ha
empezado en el acreditado plantel que abrió con
el título de" Colejio de San José," sus nuevas
tareas escolares. Los certámenes del año que ter·
minó, fueron una prueba inequívoca del interes
con que se ha consag:ado a la. in~rata labor d.e
formar ciudadanos útIles a la patna. Los conOCl'
mientos que posee el director i los acreditados
profesores que están al frente de este colejio son
su mejor recomendacion. No dudamos que los pa·
dres de familia que deseen los adelantos de sus
hijos, su moralidad i buenas costumbres, los pon·
drán bajo la custodia del señor Cuervo.
-En la relojería del señor Antonio Maldona·
do está en depósito por órden de la autoridad un
libro encontrado en el rio por una lavandera. La
persona. que ocurra con las señales, puede obtener·
lo, abonando los gastos ocasionados.
-El señor Presidente de la Junta del camino
de Occidente ha tenido la galantería de traernos
la contestacion a las observaciones que por infor·
mes i exijencia de varios individuos, hicimos en
nuestro número del miércoles. Ojalá que todos
los funcionarios públicos fueran tan accesibles, i
tan pulcros en el manejo de lo que se les confía i
pero por desgracia no es aSÍ, pues segun hemos
visto en el ., Diario Oficial," un alto funcionario
ha apelado hasta al lenguaje mordaz para hacer
callar a los que tenian el derecho de pedirle cuen·
taso En cuanto al camino de Occidente, ya hemos
manifestado en otra ocasion nuestro deseo de que
la Junta realice la construccion de la nueva, útil
via que prestará facilidades al comercio, i salvará
de la miseria a los Estados del centro i i para que
los honorables miembros que componen la Junta.
i el público todo,sepan que al hacerlas indicacio·
nes a. que aludimos, procedimos por los informes
que se nus dieron, no estará por demas advertir,
que nosotros no tenemos mulas, ni carros, ni Lue·
yes, ni herramienta i que no negociamos en bestias
ni en máquinas, ni en cargas de ninguna especie,
por ese ni por ningun otro camino: que no viaja·
mas por la via de Occidente, hace muchos años i
i que cuando solemos salir por ahí, apénas alcan·
zamos a llegar a Facatativá o a Cuatro-csquinas
(alias distrito l\iosquera). Es, pues, evidentísimo
que al hacerlo no obramos apasionadamente ni
por interes personal. Sentimos no haber publicado
ayer la contestacion ni poder hacerlo hoi, porque
porque habia llegado a tomar a ese estudio, ya sin utilidad
positiva, un interes;que me pagaba de mis penas,
i que daba a mis pesI\res una distra.ccion saludable.
No obstant.e, a medida que el término fat·al se aproo
ximaba, Margarita :parecia perder la vivacidad febril
con que estaba animada desde el dio. en que el matri·
monio habia sido resuelto. Caia, a veces, en su actitud
tan familiar ántes, de indolencia pasiva i sombría
meditacion. Sorprendí unas dos veces sus miradas fijas
en mi con una especie de perplejidad extraordinaria.
Mma. Laroque por su parte, me miraba con frecuencia
con aire de inquietud e indecision, como si hubiera.
deseado i temido al mismo tiempo tratar conmigo un
penoso motivo de conversacion. La casualidad hizo
que me encontrase antier solo con ella en el salon, por
haber salido la señorita Helouin a dar una 6rden. La
conversac\on indiferente al principio, ces6 bien pronto
como de mútuo acuerdo; des pues de un corto silencio,
me dijo:
-Vos huceis mala eleccion para vuestras confiden.
cias.
-Mis confidencias, señora! No os comprendo. Apar.
te de la. selíorit.a de Porhoet, nadie ha recibido de mi
lo. sombro. de uua confidencia.
-Ah! quisiera cll'eerlo ... lo creo ... pero eso no basta!
En aquel instante la señorita Relouin entr6.
Ayer saU a caballo para vijiJar unos cortes de ma'
dera. en las cercanias. IIácia. las cuatro vol vio. en di·
l'eccion al castillo, cuando súbitamente me encontré
frente a frente con la señorita Margarita. Estaba sola,
i me disponia. a pusar saludáudola, cuando ella detuvo
su cnballo.
-Bello dia de otofio! me dijo.
-Si, señorita, os paseais ? •
-Me aprovecho de mis últimos momentos de inde-pendencia
i tal vez abuso, pQrque me siento fastidiada.
de estar sola ...... pero Alaíu estaba ocupado ...... l\ler-vyn
está cojo ...... ¿ Quereis por fortuna reemplazarlos ?
-Con gusto. A d6nde vais?
-Tenia la idea de ir hasta la torre de Elven.
Ella me design6 con el cabo de su foete la cima que
se elevaba a la derecha del camino.
-Oreo, añadi6, que no habeis hecho jamas esa pe·
regrinacion. .
-Es verdad. Siempre me ha tentado, pero hasta
ahora la he apla.zado sin saber por qué.
- .Ent6nces, estamos bien; pero ya es tarde i es
precIso apresUl'arnos un poco.
Volvi brida i partimos al galope.
Miéntras corriamos, traté de darme cuenta de ese
LA ILUSTRACION.
ya teniamos preparados los orijinales de estos números,
pero lo haremos con sumo placer a la ma·
yor brevedad.
No nA! PEOR SORDO QUE EL QUE NO QUIERE om.Las
calles siguen desempedradas i i DO es lo peor
sino que las que. ya se empezaban a compc;mer, co·
mo la del Chocho, se han quedado en la. mitad del
camino. Seguramente ellos se acojerán en esta;;
materias a aquel refrancito de: "paso 9ue dure
&c " o tal vez se conformarán en hacer de todo un
podo, porque como decia el otro:
Mi madre se fué a la feria
A comprar unas ventosas
Para poner una tionda_ - - -
Principio quieren las cosas.
PROTESTA CONTRA LOS PERRos.-En una de las
esquinas de la plazuela de las Cruces hai una infi·
nidad de perros de presa. pertenecientes a unos
vendedores de carne. No hace muchos dias iban
causando daño a una persona que pasaba por la
cuadra. Es preciso que los dueños de perros 108
mantengan en sus casas, o que se ordene por la
autoridad competente que la policía les dé su
pasaporte.
LAZARETO.-¿ Quién es por fin el cajero de los
fondos que habia destinados a este objeto? ¿ Es·
tarán en algun Banco? En el de los acusados de·
bieran estar todos los que contra los derechos de
la doliente humanidad los malversaron. Pero en
fin, i qué hacemos, señor Gobernador, con tantos
lazarinos que duermen en los portones de las ca·
sas i vagan por las calles i están en todas partes ?
JABONERÍAS.-No debe permitirse el estableci·
miento de fábricas de esta clase en las calles con·
curridas ni en el centro de la poblacion, pues el
humo que despide cuando lo están cociendo i lo
desagradable del olor, horripila, asfixia, desespe.
ra, mata.
-La Junta jeneral de Beneficencia ha hecho
los siguientes nombramientos en propiedad:
POIra el hospital de Oatridad. Inspector, doctor
José María Samper.
Sindico, doctor Pedro Návas Azuero.
Capellan, Reverendo Padre Rufino Ruiz.
Superiora, señora María Josefa Buendía.
Mayordomo, señor Tadeo Gallardo.
Para la casa de Refujio. Inspector, doctor Fran·
cisco Bayon. .
Síndico, doctor Juan de Dios Riomalo.
Capellan, doctor Rufino Cuervo.
-En el despacho de la Curia se ha recibido la
noticia oficial del fallecimiento de los señores
presbíteros JosÉ CRISTÓV AL ARIAS, cura de Ten·
za, que murió en Tunja) el 17 de los corrientes;
i doctor JosÉ V ÁRGAS RUEDA, que murió el 15
de los mismos cn la ciudad de Sanjil, de donde
era cura.
-Tambien han fallecido en e¡;ta ciudad el se·
capÍ'icho inesperado, que no dejaba de parecerme un
poco premeditado. Juzgué que el tiempo i la reflexion
habrian atenuado en el ánimo de la señorIta Margadtn,
la primera impresion de las calumnias que la habian
dicho. En apar iencia ella habia llegado a conce·
bir algunas dudas sobre la veracidad de la sefiorita
Relouin, i se habia entendido con la. casualidad para
ofrecerme, bajo una forma disfrazada, la. reparncion
que se me debia.
En medio de las preocupaciones que me asaltaban
ent6nces, dI una débil importancia al objeto particular
que nos proponiamos en este extraño paseo. Sinembargo,
habia oido citar con frecuencia la torre de Elven
como una de las ruinas mas interesantes del pais, i
jamas habia pasado por uno de los dos caminos que de
Rennes o de Jocelyn se dirijen al mar, sin contemplar
con ávidos ojos esa masa indecisa que se vé asomar en
medio de los lejanos arenales, como una enorme roca
levantada; pero el tiempo i la ocasion me habian falo
tado.
La aldea de Elven que atravesamos conteniendo el
paso, da una idea verdadero. de lo que podio. ser uno.
villa de la edad media. La forma. de las casas bajas i
sombrías no ha cambio.do hace cinco o seis siglos. Se
cree soñar cuando se ven a traves de esos agujeros que
ocupan el lugar de ventanas, esos grupos de mujeres
de ojo salvaje, de troje escultural, que hilan su rueca
en la sombra. i conversan en voz baja en una lenguo.
desconocida. Parece que todos esos expectros grises
acaban de dejar sus urnas funerarias paro. ejecutar
alguna escena de otra edad, cuyo único testigo sois
vos. Esto causa uno. especie de opresion. El resto de
vid>!. que se manifiesta en toruo vuestro, en la única
co.lle del pueblo, lleva. el mismo carácter de antigüedad
i extrañeza, fielmente conservado, de un mundo desvanecido.
A poco. distancia de Elven tomnmos un camino tro.s·
versal que nos condujo a lo. cima. de una colina árida.
Desde alli divisamos distiptamente, au~que o. bo.stante
dislo.ncia todavia, el coloso feudal dommando en freno
te de nosotros, una alta montaña. El erial en que nos
encontr á.bamos se extendia por una pendiente bo.stante
recta hácia pro.deras pantanosas rodeadas de espesos
bosques. Bajamos i seguimos uno. estrecha calzada,
cuyo pavimento desunido hacia un ruido espantoso
bo.jo los casquillos de nuestros caballos. Largo tiempo
hacio. que habio. dejo.do de ver la torre de Elven, de
la cualuo podio. ni aún conjeturar la situacion, cuan·
do se present6 de súbito ent.re el follaje, a dos pasos
de nosotros,como unaaparicion.Esa torre no está arrui-
67
ñor JosÉ MARÍA CABRERA el día 21 ; i el 24 una.
hija del señor José Manuel Montoya.
-Hemos oido criticar, i con raZOD, como de
mui mal gusto, la idea dc blanquear el edificio de
" Las Aulas" i pero esto ya DO es de estrañarse
aquí. i No cometieron este mismo disparate en la.
iglesia de San Francisco? ¿No lo hicieron con la
torre i el frente de San Agustin? En nuestro
concepto, ni aun la torre que se refaccionó en la
catedral debió blanqllearse, porque en estos edifi·
cios i ciertos otros monumentos, debe conservarse
el mérito de su antigüedad.
A PROPÓSITO.-El Padre Capellan de San
Agustin está edificando sobre lo que fué Capilla
de J esus, unas piezas de habitacion para su servi·
cio i el de los empleados del templo: lo mismo
hicieron hace poco los Padres de Santo Domingo;
i entónces, como hoi, aplaudimos esta resolucion,
porque ya que no hai celdas, es mas propio que
vivan en las iglesias, que con familias en casas
particulares. Aun en 10R templos donde no se pue·
da edificar en sus costados, debian hacerse habita·
ciones en la parte superior de las sacristías, para.
que en ellas vivieran los encargados de asistirlas i
algunos otros sacerdotes pobres.
-El señor doctor Fernando Mejía se promete
que mui en breve habrá de terminar su obra de
la ermita de Guadalupe. Hace algunos dias nos
manifestó que estaba haciendo ,colocar unas rejas
de hierro, i que pronto llegarian las estátuas de
las imájenes que habia encargado a Europa. De·
bido a su ardiente celo i constancia, tendremos 10B
católicos un lugar mas donde rendir culto público
a la divinidad.
-Hoi ha. empezado en la iglesia parroquial de
Santa Bárbara el jubileo de 40 horas.
REVISTA FORENSE.
Redactores, Demetrio P6rras-Emilio M. EscovarFrnncisco
de P. Oanáles-José Vicente Cl>ncha-Ma~
nuel S. Rodríguez.
La justificacion que ha publicado el señor doc·
tor Emiliano Restrepo, tiene tendencia a obligar.
nos a mas de lo que hemos hecho, al fin de que DO
se tuerzan las apreciaciones que hemos dado a la
luz pública, como partes de ese auditorio a quien
se someten por lei i por práctica republicana, esas
discusiones jurídicas, permitidas para facilitar el
acierto en los fallos. ¿ Quiere obligarnos el señor
doctor Restrepo a entrar en el fondo de la cue~·
tion que él i el señor doctor Rámos, comprometl'
dos por sus honorarios, tienen en tela de juicio i
último debate ? ¿ Cómo obligarnos a ello sin el
pleno conocimiento de la cucstion de hecho, que
ministra las premisas para deducir el pró o el
contra de sus trabajos en cuanto a rectitud o ficldad
en la aplicacion del dere<;¡ho escrito? No nos
nada, conserva todavía toda su altura primitiva, que
pasa de cien piés, i los cimientos de granito de que
está compuesto el magnífico aparato octogonal, le dan
el aspecto de una masa formidable, tallada el dia anterior
por el mas puro cincel, nado. hai mas imponente,
nado. mas altivo i mas sombrío que ese o.ntiguo monumento,
impasible en medio de los tiempos i o.islado en
lo. espesura de los bosques. En los profundos fosos que
lo rodeo.n, los árboles han crecido en todo su explendor,
pero sus copas apénas llegan o. las ventanas mas bajas.
Eso. vejetacion jigantesco. entre la cual se pierde .10.
base del edificio, le dá un color de fantástico mistel'lo.
En esa soledo.d, en medio de esos bosques, en presencia
de esa orijino.l arqyitectura que aparece de súbito, es
imposible dejar de pensar en esas torres encantadas,
donde bellisimas princesas duermen un suefio secular.
-Hasto. este dio., me dijo Margarito., eso es todo lo
que yo he visto; pero si vos quereis de.sperta~ ::- la
princesa, entraremos. Segun lo que he Oldo, hal slem;
pre en estos contornos un pastor o pastora, que esta.
armo.do o armada de la llo.ve. ,Atemos nuestros caballos
i busquemos, vos al pastor, yo a la pasto~a. .
Los caballos fueron atados cerca de las rUlUas 1 nos
separamos un momento po.ra recorrer los ~lrededore8.
Tuvimos el pesar de no encontrar a nadIe. Nuestro
deseo de "Vii¡ito.r el interior de la torre, naturalmente
se o.umento.ba ent6nces con todo el atractivo de la fru·
ta prohibida, i pasamos un puente colocado sobre el
foso. Con viva satisfaccion, vimos que la pnerta de la.
torre no estaba cerrada: no tuvimos mas que empu·
jarla po.ra penetrar en un lugo.r estrecho, oscuro i lleno
de despojos, que podio. babel' sido el sitio del cnerpo
de guardia; de allí pasamos o. un vllsto salon casi circular,
cuyo. chimeliea mostraba nún el escudo del tiem.
po de las cru-zadas: una gran vento.na abierta frente
a nosotros i que atravesaba la cruz simb6lica talhda
en piedra, iluminaba. completamente la r ejion in~erior
de este recinto, miéntras que la vista se perdlR. en
lo. sombra incierta de las altas bÓTedas uerruidas.
Al sonido de nuestros pasos, multitud de aves Tola~
ron en lo. oscuridad, sacudiendo eobre nuestras cabezo.
s el polvo de los siglos. Subiendo a. los bancos de
granito que están colocados a los lados de l:l. pared e!l
formo. de gradas, por el hueco de las ventanas, pudImos
dirijir la mirada al exterior i contemplar los fosos
i las ruinas de la fortaleza; desde nnest!'1- entrada.
habiamos notado las primeras gra~as de. una escale.rao
practicada en el espesor del muro, 1 sentlIDos 1 cuno ..
sidad infantil ele llevar mas adelante nueslros descubrimientos.
(Cominuará.) •
1
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
68
creemos constituidos a tanto, pero contestaremos
con placer al señor doctor Restrepo, despues que
los majistrados fijen esa cuestion de hecho con la
pureza de jueces dotados de absoluta impasibilidad.
No nos asiste igual impedimento con lo que
concierne a la cita de la lei 64, título 18, Partida
3.a. Nosotros dejamos correr la pluma, con
conciencia de que esa lei era lei cuando se endosó
el crédito materia de la. litis, i debemos garantizar
esa conciencia con el1'or qué o razon de afirmacion
i advirtiendo que no hemos sentado que
la venta de bienes muebles se perfeccionara en
aquel tiempo con ]a escritura pública; aunque si
el señor doctor Restrepo nos cita la lei de donde
deduce el contra de la aseveracion imputada, nos
la apropiaremos i sostendremos para ciertos casos,
como si discutiéramos en el año de 21; sin que
nos arredre esa satisfaccion con que el señor doctor
Restrepo asegnra,como completo bibliógrafo i
universal viajero, que solo a nosotros se nos ha
ocurrido eso que llama aberracion en derecho.
Por el articulo 1. 0 de la lei 1,a parte 2,a tratado
2.0 de la Recopilacion Granadina, las leyes de
las 7 Partidas quedaron como punto de partida o
base de ]a lejislacion granadina, de tal manera,
que lo que no se podia determinar por los 5 cuerpos
de derecho señalados en dicho artículo, se determinaba,
recurriendo a dichas leyes, sin que fuera
permitido alegar que no estaban en uso en todo
o en parte (lei La de Toro). Si, pues, la lei 64 fué
lei para la España i sus dominios. i no consta
abrogada por alguna de las de los 5 cuerpos citados,
la deduccion que se desprende destruye los
conceptos libres, por falta de autorizacion, del
señor doctor Restrepo.
El derecho español reconocia la prueba escrita
i la dividia en semiplena i evidentísima i la 1. 8 la
constituía la 'escritura privada i la 2.8 la escritura
pública i las primeras no probaban los ' pleitos, es
decir, los contratos, pero las segundas sí, con tal
que constaran hechas lealmente i sin angaño, que
queria decir segun el proemio del título 18 citado,
hechas como lo prescribe dicho título 18.
Bien, pues; si la lei 64 es una de las leyes de
tal título, i si en ella se prescribe u ordena la
manera en que elebe ser fecha la carta qu(mao un home
vende a Ot1'O el aet'eclw que luz en cualqu~'era cosa;
¿ cómo sin mostrar el señor doctor Restrepo la del'ogatoria
de ella, nos quiere persuadir que dicha
lei está destituida de sancion, de manera que puede
in observarse sin dar lugar a resultados perjudiciales?
Hai mas; i es que segun la lejíslacion española,
vijente a la sazon en que se hizo el endoso en
cuestion, se requerian para la firmeza de toda cesion
líeita (Tapia, capítulo 24, título 4,0 libro 2,0
número 11, apoyado en la lei 64 que no es lei
para el señor doctor Restrepo) siete circunstancias,
una de eIJas la cláusula de constítucion de
poder que debia ser escriturado i rejistrado conforme
a la lei 6,8 parte 4,a tratado 5. 0 de la Recopi
lacion Granadina: Escriche adiciona la elenunciacion
al deudor.
En nada influye ese instrumento post-constituido,
en presencia del cual el señor doctor Rel!trepo
se ha abstenido de demostrar la validez del
endoso i porque no significando otra cosa que una
confesion extra-judicial, que induce sospecha desfavorable
al contrato, él no puede venir a legalizar
una cesion nula en su orijen,
Más pudiéramos decir en esta réplica i pero como
no abogamos en el juicio ni nos hemos impues-to
tal obligacion, terminamos aquí. R.
BIBLIOG RAFIA E HISTORIA.
Redactores, Florencio Briceño-Ignacio Gutiérrez Ponce-
José Maria Quijano O.-Manuel Briceffo.
Tradiciones perdidas.
( Continuacion del número 5? )
Recorramos una parte de la numerosa série de
ruinas, puesto que no nos queda medio mejor ni
mas seguro para conocer la civilizacion a que perten~
ciero_n . .Las semejanzas que presentan con los
testlmonlOs Igualmente oscuros de las civilizacioDes
asiáticas, abren el campo mas vasto i fecundo
a l~s que gustan recojer severos pensamientos en
él, 1 contemplar en su grandeza a la humanidad.
Primero detengám(¡nos ante esa ciudad de seis a
siet.e leguas de circunferencia, que M . .J omard, el
salHo colaborador del In8Mtuto de E.fipto, ha llamado
la Tébas americana. Por su órden pertenece
a la primera época i al jénero mas perfecto.
POlo l(¡s años de 1786 o 1787, vivia el presbítero
don Antonio de Solis en el pueblo de Santo
Domingo, situado sobre la confluencia de los rios
de Ococingo i Zeldales en el territorio de Chiapa,
entónces perteneciente a Guatemala; i recorriendo
un dia con sus sobl'Ínos las soledades circunvecinas,
penetraron en un bosque apartado i solitario.
LA ILUSTRACION.
Alli se hallaron repentinamente dentro de los
muros de una gl'an ciudad; pero sus edificios i
decoraciones no tenian semejanza con los que hasta
ent6nc\ls S{j habian descubierto. Sinembargo,
este hallazgo habria vuelto al olvido, si poco tiempo
despues no se hubiera noticiado de él don Ramon
Ordóñez i Aguiar, cuya viva imajinacion se
exaltó con la pintura que de ellas le hizo un compañero
en el colejio de Ciudad Real. Decidido a
contemplar aquellas magnificencias se trasladó a
Palenque, i principió su famosa obra que el Consejo
de Indias no consideró digna de publicarse.
Desde entónces principia la celebridad de Palenque.
Don Antonio del Rio hizo de sus ruinas la descripcion
mas ilustrada; pero apesar de ser exacta
eataba léjos de ser completa. A ella siguieron los
dibujos del coronel Dupaix i las excelentes observaciones
del doctor Constancio: por tal razon i
como somos incompetentes p.al'a una obra de esta
clase, nos abstendremos de el'ltrar en detalles.
Sinembargo, no os posible prescindir de señalar· a
nuestroa lectores, entre todos los monumentos de
aquella necrópolis, una torre piramidal que termina
en una galería i dá aoceso al misterioso saJon
donde ha fijado ansiosamente uno de los bajos relieves
la atencion del mundo sabio.
de sus señores; es decir, de los hijos de aquel
jefe que los condujo a América, i que segun la
promesa deberian volver a sojuzgar la tierra, i a
ellos como vasallos. (Oontinuará.)
CORRESPONDENCIA.
Señor Gregorio Puéntes L. Neiva. Hemo~ remitido la
Buscricion de " La Ilustracion," cuyo valor VinO adjunto a
su carta de 4 del presen te.
Sr. Antonio Pérez Patiño, Mina_B de, Muzo. Itemos
enVIado la sllscricion de " La I1ustraClon' que nos pIde en
su carta de 25 del pasado i cuyo valor recibilll: os.
.Sr. doctor Gabriel 'VIedina, Lérida. ContlD~ar~mos enVI
ando a usted" La I1ustracion," como nos lo indICa en su
carta de .15 del ¡>resente .
S~ . .ISIdoro Páez, Chiguinguirá. Desde el p~e~ente correo
remItImos al Sr. Vicente Váruas la SUsctlCJon a "La
Ilustracion" que nos pide usted"en B u cana de 1l del mes
en curso.
Señor Francisco de P. Bermúdez de N. Chiquinquirá_
El señor Lalinde nos entregó su carta de 5 del presente i el
resto del valor de su suscricion anual en el año anterior.
Enviamos las obras que le corresponden cerno prima i las
publicaciones del año que principia.
Señor Pablo C. Vílla, Medellin, Por el correo anterior
contestamos su carta de 21 del pasado i remitimos la suscricion
anual que nos pide.
Sr. ~antiago Uribe, Zea, RecibImos su carta de 11 del
pasado i 10 fuertes que hemos abonado a su cuenta. Por
conducto del Sr. doctor Isaza remitimos las obras para los
dos suscritores anuales. Enviamos las dos suscriciones
anuales que nos pide.
Sr. Rufino Várgas, Guamo. Tendremos en cuenta su
afectuosa carta de 30 del pasado_ Hemos enviado los periódicos
para esa ajencia. Consiste este cuadro en una gran cruz latina
con otra mas pequeña inscrita en ella, levantadas
sobre un pedestal de forma oblonga. A sus lados
aparecen dos personajes con insignias sacerdotales,
i una mujer que sostiene a un niño reclinado en
una flor de loto. En la extremidad superior de la
cruz, se ve un ave sosteniendo con el pico una
tiara o casco esférico. El asunto está acompañado
de multitud de figuras, elípses, circulos, serpientes,
escarabajos; i, sobre todo, por una série de caractéres
dispuestos en columna a los lados. Por
poco iniciado que esté uno en la arqueolojía oriental,
no deja de reconocer que algunos de esos signos
deben ser fonéticos, esto es, que tengan valor
de sonido; miéntras que otros son verdaderos jeroglíficos
expresados por un símbqlo o por los
mismos objetos, de los que toman tal vez, como
en el sistema ojipcio, los primeros elementos; ya
sea del nombre, ya de las letras primitivas. Todas
aquellas figuras son comunes en las inscripciones
antiguas de la India i del Ejipto. segun aseguran
los intelijentes que se han ocupado de ellas.
Esta torre era indudabl0mente un templo erijido
en el fondo del gran palacio i i los sabios creen
que el asunto del bajo relieve es la representacion
erublemá.tica de la salida del sol. En este punto
harán observaciones mui importantes sobre la astronomía,
cuyas primeras nociones han sido el secreto
de las altas clases en los pueblos de civilizacion
mas antigua, porque entre ellos estaba unida
a las creencias.
Los hombres que trajeron a América esas artes
debian proceder de alguno de los grandcs focos
donde se concentran las luces i tesoros del mundo
intelectual i i ademas, debieron obrar bajo la influencia
de una conmocion terrible, quizá de una
catástrofe, i tener abundantes recursos para aventurarse
en una expedicion lejana: debió ser, en
fin, una Nacion preponderante i marítima.
Los monumentos de Copan han sido objeto de
mui detenidos estudios, a los que se acompañan
dibujos ejecutados con bastante prolijidad e intelijencia.
Lo que mas llamn allí la atencion es el
Circo Máx~mo, uescl'ito hace muchos años por uno
de los cronistas dc Guatcmala, don Francisoo
Fuéntes. En 1,700 se veia aun una plaza circular
rodeada de pirámides i estátuas, como la que apénas
se distingue boi en las malezas de los Tarros.
La ejecucion de todas esas obras i la diversidad
de costumbreR Dotada en los adornos de los personajes,
ha suministrado bastante material a los
viajeros, entre los que se señala el señor Stephens
par las bellas descipciones oonsignadas en su obra.
Cubiertas hoi de una vejetacion exhuberante todas
las reliquias de tan fastuosa metrópoli, sufre positivamente
el viajero cuando perdido en los manglares
i dehesas de aquella soledad, columbra a lo
léjos los fustes tronchados i los increibles obeliscos
que luchan inútilmente con la naturaleza para
sacar a la luz del sol las primeras obras del jenio.
L a tercera época del arte está representada por
el templo de Potomchan i la pirámide de Cholula.
Parece que este monumento es un verdadero teócali
en honor de Quetzdcoalt, el dios de
los elementos entre los aztecas. No se puede conocer
éste héroe o mito. sin recordar al famoso
Amalivaca del Orinoco'; tanto por su carácter
de fundador como por las esperanzas que deja
arraigadas en el pueblo, pOI' su desaparicion repentina
i su viaje en un océano fabuloso. Segun
la tl'adicion, en Cholula permaneció mucho tiempo
ese personaje ántcs de embarcarse on su fantástica
nave, prometiendo a sus descendientes que volveria:
por esta razon lVIotezuma dijo a Cortés,
que siempre habian tenido por seguro el regreso
Sr. doctor Urbano A. Espinosa, Sopó, Hemos enviado la
suscricion anual que nos pide en su carta de 2 del mes en
curso, i cuyo valor nos fllé entregado. . _
Sr. Porfirio Martelo, Coroza/. Estamos mUI reconOCIdos
ppr el jeneroso ofrecimiel!to que usted nos.h!lce en su carta
de 1? de diciembre. EnVIamos las susenClOnes que nos
pide i algunas mas: _ .
R. P. fraí AntOnIO Acero, TwnJa, Hemos remmdo a esa
ciudad sus impresos, como nos lo indica su carta de 21 del
pasado_
Sr. doctor Ramon Forero, Onzaga. Nos fué entregada
Sil carta de 27 del pasado i p.I valor de su suscricion anual
al año en curso. Le enviamos los libros que le corresponden
como prima al afia pasado.
Sr. doctor Pedro A. Rójas, Valle. Con el conductor de
su carta de 15 del pasado, enviamos las obras que le corresponden
como pnma. Continúa el envío de su suscricion
anual como usted lo dispone.
Sr. Mariano E. Plata, Zapatoca. Hemos con~jn~ado el
envío de su suscricion anual, como usted nos lo mdlCa en
su carta de 21 del pasado. En la primera oportunidad que
se nos prE'sente enviaremos a usted loslibrosque le correspondeD,
porque no hemos encontrado al j6ven Rúedl!-'_
Sr. doctor Rafael Prado Concha, PalnJU·a. R.eClblmos
su carta de 7 del presente i 12 fuertes 80 centavos valor de
la suscricion anual Que hace al preseD!e año el Sr. Wenceslao
Nieto. El Sr. Pérez ya habia enviado a usted los fon-dos
que le tenia en e&ta ciudad. .
ANUNCIOS_
I mportante % Una persona quiere comprar una
casa, cuyo valor sea de mil a mIl quinientos pesos
de ocho décimos, que se pagarán al contado;
pero con la precisa condicion que no tenga nada de
manos muertas. En esta imprenta se dará razono 6 1
Quiere usted c omprar barato '1 Ocurra al almacen
de Herm~ienes Garavito, segunda calle
de Floriall, número 71, en donde se hallarán a precios
módicos:
Sobretodos de última moda-Cortes de paño para
pantalon-Pafios de distintas clases, ingleses i franceses-
Som breros suazas-Muselinas-l'erciopelos
de colores-Sombrillas-Ua9as ])ara teatro-I un
variado surtido de jéncl'os de algodon ingleses i franceses.
6-2
Sesteto de la armonía. Esta sociedad ha recibido
un repertorio de música mí tica i profana,
del mE'jor gusto que se ha conocido hasta ahora, i
ofrecc sus servicios al público en toda clase .de funciones,
como velaciones, entierros, misas solomnes,
bailes, serel1ata~, convites, i en una palabra, E'n todo
aquello que tiene relacion con la música vocal e instrumental.
Se han establecido los precios mas equitativos, segun
el órden i categoría de cada funcion, para de estt:
1II0do dejar ~atisfecbos a los fa\'OI'ecedol'es de dicha
Sociedad, la cual en su cuarto año de existencia la
componen los señores:
Julio Quevedo A, Daniel Pigneroa, Sántos QuijalDO,
DarÍo d' Achiardi, Enrique d'Achiardi, Vicente
Vargas de la R.
La Sociedad del S\Jsteto se compromete a toda
clase de funciones, desde piano solo hasta grande orquesta.
Cuando alguna perilona tenga a bien ocupar al
Sesteto i no encuentre a -alguno dA sus miembros,
Pllede dejar razon en el " Hotel Bolívar, plaza de la
Constitucion_
Se venden el alobo de tierras llamado el "Neme"
i una parte °del de "San Javier" en el distrito
del Espinal, Estado del Tolima. .
El primer terreno sirve para crlas de ganados,
producll añil, cacao i café en la pa~te baja i trigo i
plloas en la parte alta. .. .
El segundo produce tabaco de prImera calidad I
contiene llIui ouenos pastos.
En la calle del- Coliseo, número 83 ~e da razon de
los vendedores. 3-2
Ojo % ojo X-Las famosas i superiore frazadas del
IU Cocui i las vaquetas para cama, se encuentran
de venta, en la plaza de Bolívar tienda número 56_
3-2
; --- - - ----- -- - --- -------- ------- --- - - -- --- - - ----- ----- --- -
IMPR13l>T.A. Dl!) NIOOLAS PONTON 1 OOMPAÑÍA.
r
erijido Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"La Ilustración: política, literatura, noticias, filosofía, relijión, artes i oficios, instrucción pública, bibliografía, medicina, variedades, revista de la ciudad, revista de los estados, de Europa i mercantil - N. 17", -:-, 1870. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3687254/), el día 2025-11-21.
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