Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
TOMO XVII Septiembre f O(!tubrre de H~OO NUMS. 9B-9
ANALES DE LA INSTRUGGION PUBLICA
DE COJ_.JO~iBIA
CONSIDERACIONES
SOBRE LA ESTADÍSTICA DE LA ENSEÑANZA SUPERIOR RN FltANCIA.
II
La. publicación de l::t estadística. do la en eflun~a superior e11 F1 'M~-l'l.
es un verdadero acontecimiento en los ~males universitarios. No debe '
causar extra1lezu., pues, que le consagl'emoa a.lguna ntenci(;n. Pot otr1~
parLe, ·t.e S femení~
nos; en cambio, por una extraílu. anomalía, pues siern pl'e se ha con ·id erado
A la mujer más apt:t para ln.s especulaciones liternrias qne para leLa cien tí~
ficas, es mayor, pet·o ele mucho, el ntlmet·o de bachilleres y licenciados ó
licenciadas en ciencias; á. saber: 113 de la.s primer:ts y 16 de lus ~:>egundas.
Una sola. mnjee arl(rJirió el título do doctora en ciencias; nna sola en derecho,
nmt sola en farmacia; ninguna se L1octol'Ó en letras; 35 lo fuet·on
en medicina. El cuerpo médico femenino recibido en Francia se reparte
de esta sum·tc en cnantn á sn nacionnlida(t: S fnlncc. a , 12 ru ·n. , l alentana
7 ingle ·a:;, 2 ru nunas, 4 americana~ (Estad os U :1 ido") y uua ven ida
del Inrlostán.
La cncstión <1o ronecsión er•lles,
110 re;;nelto aún, cortaron por lo ano, u 'pe ndicnclo las matrículas de
mujHrcs para enalqnicra. asignatura d la cn:ef1anza 'll}lCrior. De tcnemo a.:i.;tcnci; fcme11Íil:L en une ·t.ras un!:~.~. E1: po('o. aüos
bahían sa lido de lus tlu lht'I!Ciona. dos licenc:iadas •11 ~Iedic:Íil ser preguntada. y h:t. dcscmpel1ach e :1 ingular aeierto la interpretaci0n
1le textos castcllu.nos, catala.ne y g¡~llego-porbtguc.;c de la
Edad jfeuia, sino que ha obtenido ele nne:sr.ro Doctorado y ]'acultrulla.
admisión al examen, l>íon qne sin derecho~ académico.,. La tenacidad
mgleda ha. ven ciclo todos los obstáculos, y como la cansa e· j n ta y era
hasta vergonzo"o que los españoles negásemos un cel'tificandonado su
pl\tria con el solo objeto tlc e tudiar nuestra literatura, de ahí que haya
mi alum¡u~o logrado todo e u an to en esta materia, y dada. la legislación vigente,
RC podía conce,1er. V eremos si e::lte hecho sentará jurisprudencia y
será un paEo progresivo en favor del reingreso de la mujer en la ensellanza
aupenor.
* * *
En los diez allos trhscnrridos desde la última E tad1stica no se ha
marchado tan Hpri u en la mejora del establecim!ento tuaterial de 1Hs Facultada:::,
como en el aumento de cátedras. Algo se ha. hecho, sin em burgo,
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
84: ANALE~ DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA DE COLOliBIA
y de consitlel'able impol'tallcia, ~es probable que no se concluya el siglo
sin qne la ensefl,Lnz:L superior se vea albergada en magníficos pa.l11cios en
la c~pittt.l y en las ciudades m á i rn portan tes.
Qnien pritnero entre todos lev<~ntó su voz hace más de veinte atlos
(1863-1869) á la detestable instalación de to ·los los servicios de In trucción
Pública en Frnncia, fue M. Dnruy, qne dura.nte n largo ministerio preparó
la opinión pública para. una reforma general. La opinión pública
permaneaió en ton ces bastan te i ndifercnte á los esfuerzos del M:i nistro y
¡;orda á sus deseos. Los profesores do aq nella época, dice M. J ulloville,
sin biblioteca, sin laboratorio, sin instrum ,ntos, sin s11l!:
Sería difícil enumerar, u ice el antes indicado comen turista de la Estadística
íra.ncesa. lo mucho qu~;; se ha hecho en Frat cia pral. La Uuiver dacl de"rptlJ'aCÍÓll (1ne h:~ dt1 vivifi..!.H' e:ml') gra.rH es ceutt·os
intelcC'tn:llt·s.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
CONSIOER CfONES SOBRE LA. ESTADÍSTICA DE LA ENSE:&ANZA 87
No hay nada tampoco qne tánto perjudique á su prestigio y á su.
influencia, como la dispersión de los rlistintos elementos y miembros que
constituyen la Univer idad. L:l..; reformas son mancas é incompletas, no
obedecen á un plan general, y de ello no tiene tanto lu. culp~t el _1\,finistr()
delt·:uno eomo las misma~ facultados que, llcvadao lle u11 se!ltimicnto
.egoíst.a, no reconociéndose :í sí propias ct sn totaliria •le la a. u tign; Francia, rnoflelo de todas las de
Eur pa. y fnco principal del aber para todo. los pueblos de '~qul'll:~ época.
Actnahuou t e tioude ú. r cou:--tit , nírSl', enn el ctu·ñ.cter particular qnc perlllitc
n e l prugre~o d(:} 1•)8 tiemp•) y Lt ll ;d:. UL' la for-t
do unn < sociación internel.cional ,]n maestros y estn ruuy reciAnte.t'lioo 1\I. Luc..:haire,
á pl'opó ito Sis, e! .. h1n dominico Enrique Donofie,
bajo loa anspicios del [ 111 i · tt·o u o In · tl'll<.:t:ió:t Pública. Este in1pu 1 o e] ura
y o se ~tri:;fell ium.
Ahora todavía. queda por obt n ~r J¡L mú.· d fícil: la unión real ve1·sitario COitstituíclo en Colnmbia J>lll' lo~ Recto
es de las Facultades (11 tan te da la corpot' creemos que con lo i tHl ica.do
basta para forma.rsc untl i\le:L tl0l estado gcncml (lo la on~efía,nz:l superior,
tal como aparece d.elinoado en los cnu.dro:; do la última curioea e t:distica
publicada por tercera vez pur el ñfiuistro do In trucción Pública. en
Francia.
A. R. y LL.
Barcelona. Mayo de 1890.
LAS FIESTAS DEL VIO CENTENARIO
D E L A U N [ V E H. -. f D A fJ O E M O T P l lo
debió en gran parte s 1
Es posible qne <~lllba. can~a hayan in:flnído en nnc::-tra. '!ontet;ta, que •1 cobarde
silencio de una prndeucia mal entendida, y siempre ta111l>ién mal
in tcrpretada.
El centenario de Montpell~r no pertenecía corno e< túlic()s y como
e pa iiolcs. Como eatólico", porque ]a Universidad de Mon tpcll'r', como
todas las que derivan sn origPn de ]a Ednd Media., 1 dehió < 1 mayor
poder de aquella época, y sus pergaminos de nobleza. e tán en la bula
de Nicohls rv, de 1289, extendiendo el studi't~J1n monspelieruw U1·bi et
Orbe. Corno españolc8, porque guarda recuerdos de nne tro excelso
Rey D. Jait 10 r, padre d~ Cataluña, y protector entn:iasta de us
famos0 c. tu dios. Y no, otro", los españoles~ hnbiératrros celelJI·aJo estas
Hc~tas á lo cat' lico y á la española, reivindicando Ja~ gloria~ de los
papas, de nnestros reyes, y de nnestros sabios, que po1· nc> svr franco
as, apenas han tenido en Francia quien se acordara de ella".
Basta. esta digresión, quizás demasiada exten a, para explicar el
earáctcr que ha revestido el centenario de la Univer¿:idad de Montpellcr,
donde todo ha sido honores á la razón, á la libertad, al pro~rebo
y á 1a Fr··mci a moderna, in que nagionalt>S, 3hngndll1et·cio,
donde ''er bn á cambiar t:día menos de ser abÍ. El MediodíuÍrF;c también al otro. Gt·i<'go., Romanos, Visigodos y Arahc,
fnerun su. comtllleS pobl:.tdoro~, colonizadores ú eonqui.,ta.dorcs; una.&
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
92 ANALES DE LA. INSTRUCCIÓN PÚBLICA. DE COLOMBIA
mismas sus históricas vicisitudes, sus dinastías, y uno también su
]engnaje.
Los médicos judíos y árabes que acudían á Montpeller, por ser
entonces una de las ciudades más tranquilas del mundo, llevaron allá.
la ciencia de Avicena y de Averroes, impregnada toda de la tt·adición
gt·icga, y, gracias á ella, adq ni rió su uui versidad, desde el siglo xu, la
reputación médica, que conf:\ervó hasta fines del siglo pasado. Hacia la.
misma época tomaba pie también en ella la ciencia jurídica, derivada
de Bolor1ia é importada por Placentino, quien fne el primero en
Francia qne fnndó en lVIontpeller una ensnñanza completa de Derocho
(Oi'lil y Canónico), como no exist1a todavía en París.
Dnrantc este prime1· período se aenmnlaron los elementos de la
universidad futura; pe m hasta el siglo xnr no se organ i2aron. E ~ te
siglo fne la edad de oro del de en-mi vi míen to y creación de l as nni vel'sidades;
la ~poca en (1ne las gt·andes col'pnmcic)nes de mae tt·o .. y estudiantes,
como dice Mt·. Maurice Or,Jit-~et, se haeían reconocer p r lo~ reyes
y los papas, queriendo qne se les hicio e también lug:.H en aq nella ·ociedad
feude1l y religiosa, donde todas la~ bat'l'eras y límites e tahan perfectanwnte
delineados, y como el pri vi lcgio era en aquel tiempo la
forma del dereeho, reclamaron también privilegio . Entoncc recibió
sus ostatntos la Univer .. idad de Montpeller, como casi todas.
Oom{) observa el citado Mr·. Croi ·et, profc o1· de la que aetnalmontc
no puede llaruar8e Universidad de .Montpeller, porque eomo
hemos indicado antes de ahora más de una vez. según el organismo
nnivcr itario francés, no existe en Francia. má qne una sola Hnivcrsi.dad,
la de Paríe, de ]a cual dependieron ha ,:ta 1 5 todas le · e .. cuelas
académicas y facnitadeR de la República ; Ct.~mo observa, repito, di cho
pr• fe8or, la UniversithJ d~ M{~ntpcl1er hubiera podido hu ('ar nna
f~eha más antigua de sn conetitnción qne r, qniz~i podía parecersernndw
tnhterialmeJJte ~11a iudad funun.l de la época de lo Jaimes de
Aragón y de lo arH·ho. de Mallorca; pero moralmente yr.1 no era la
mi ma. El tspíritn mon;'t:stico iba desapareeicndo auto la. bufonadas
€atíl'iea.:, ÍtTcver·entcs y llena Jel odio qne alimentó durante t;-1ntos años
Rabelais hacia lo .· tll(llljcA, viviend0 en sn mismo seno; bufonadas qne
hacian preecntir la i 111 piedades volteriaw\s y el escepticismo .Y rencor
sectario de la Revolnci6n frant~csa. Rabelai ·daba el golpe de mnerte á
la e colástica, y nuevas corrientes intelectuales volvían los espíritus por
un la lo haeia lo pasado y por otro hacia la realidad.
El jefe ele la Univer idad, al mediar el t3iglo xvr, era nno de los
hombres más ilustre · Je Francia, el Obispo Guillermo Pellicicr, qnien
transportaba en 1536 á ~Iontpeller, la vieja silla episcopal de ~Iagalona.
Teólogo y jnrista, hombre de Estado, embajador de Francia en
Cambray, en Roma y en Venecia, traductor de Plinio, fne el apóe.tol
del Renacimiento en aquella antigua escuela y el pmp:~gador de las
nuevas ideas.
La Facultad de Medicina recibía nueva viJa con la invasión del
espíritu crítico, cJel de observación y de análi i , y desdo el siglo xvrt
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
96 ANALES DE LA. INSTRUCCIÓN PÚBLICA DE COLOMBIA
Montpeller po eía yá sn teatro de anatomía y sn jardín real de botánica.
Antes que Paría, b\j acloptarl)Tl a.llí lo:-. prin ·.ipios del método
cartesiano y e dcsano1!aron en sus laboratorio la Física y la Química.
Impo iule citar todos lo hombres iln tre ~ de e·ta época, entre los que
brilla en lugar preeminente Rondelet, llllO de los fnudadores de la Historia
Natural, al decir de Onvier. Pero el Renacirnieuto, con todas sus
osadías y la brillante cult.nra de la U ni ver'idad fr: h!esa, se personifica
en esta época en la famosa. fi~n!·a de Rabelai ·, que, perteneciendo
en realidad á la Francia enteta, recibió allí su edner1eión litera1·ia, y escribió
entre los afio de 1530 y 1537, en que fue iu \·estido de los grados
de Bachiller .r Doctor en Medicina, sn inmortal fál>t1la Pantagruelina.
En ella sale pi u tada con i vos eülore. la vida cscol :lr de aquellos tiem·
pos; seriedad y alegría; erndición y locura ; a'\"'íd e z de conocimientos
y gro era y desenfrenada turbulencia, y por cima de todo, triunfo violento
de la naturaleza sobre el ascetismo.
Trabajába e entonees tanto eomu en la Edn.d 1fedia. Félix Plattcr,
de l3a il a, nos cnenta, dice Mr. Croit>et, que oía seis cursos diarios;
tr s por la mai"íana y otros tantos de pnés del mediodía ; esto sí sin
faltc.tr adem:L á las disceciones del Th,eat,·wn ó cul ~.·gio real. T0do este
trabajo no i rn pedía la ~ al ~r . m a cararla ~ orenat;h;, bailes, e nas y repr
sentaciones hnrle~ca ' tradición ue la vida de los goliarJos de la
Edad ic lía qnc su perpetuó é híz el:.í.E:ica. en Espaíla, donde nu~stros
estndiant s llamaban á ese género de existencia turbulenta y aventurera
cm·rer la tuna. En tale fie . ta Pl <'. p\ri tn ~ttírico estudiantil se
desquitaba de la seriedad y de las trahas a('adémica~, ó las parodiaba, eligiendo
á Yeces los e tudiantes un rey, 6 nrt ahad, é> un rector, cuyo advenimiento
e celebraba. siempre con el vaso en In mano.
En medio de esta exi tcncia repar· tida entre el estudio y las diversiones,
estallaron, al terminar el siglo xvr, laR gncrras de religión, y con
ellas comenr.ó nn nnevo período para la TJ oiversi.lad del J\!Iediod]a de
Francia. Este es el periodo moderno que a.hraza los siglos xvn y xnn.
En él se modifica profundamente ·u constitución. La enseñanza privada,
las escuelas riva]e , la vida nni vcrsitaria antónom:l de.:a parecen
ó se modifican, y surgen Facultades con Cuerpo de Profesores instituídos
por el rey, y la enseñanza pasa á manos del Estado, q ne la <·cmsidera
como una de sus principales funcione . Despnés de las úti lct3 y precoces
instituciones del reinado de Enrique IV (cátedra de Anatorn1a y
Botánica en 1593; ídem de Cit·ngía y Farmat:ia en lG 7: y Jardín
de planta ), casi un siglo má' tarde, Laia xrv creó nuevas cátedras en
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
VI CENTENARIO DE LA UNIVERSIDAD DE !lONTPELLBR 97
las Facultades de Medicina y de Derecho; de Química y de Visita y
aervioio de pobres, en la primera ; de 1Je1•echo Francés, en la segunda,
á las que agregó lnégo, para favorecer el comercio marítimo, las de .Matemáticas
é Hidrografia. El impulso que recibió la enseñanza bien
claro lo muestran los nombres de Casaubon, Serres, Paciue, Ranchin y
otros.
Mas, eutre todas las Facultades la que brilló más fue la de Medicina,
y en ella las Ciencias Naturales. El Jardín real de Enrique xv
era como un terreno excelente en el cual germinaba y fructificaba sin
esfuerzo la semilla. La historia es la historia de la Botánica ; sus glo·
rias, Tournefort, el grande y modesto Bernardo de J ussieu, Cosson y
Gonan, los colaboradores de Linneo, y el maestro de la Botánica moderna,
el ilustre De Candolle. Las teorías médicas y filosóficas de la
escuela de Montpel)er adquirieron prestigio europeo, y aun hoy, aun
cuando no puedan aceptarse todas, merecen respeto, porque muestran la
independencia original de una escuela que pien8a por sí misma, y posee
una actividad intelectual que la honra.
** . ¡,:.
Tal es, á grandes rasgos, el glorioso pasado histórico de la U ni versi
dad de Montpeller. Mas, por grande que éste aparezca., y aun cuando
ho,v aquélla no sea en cuanto á su prestigio ni sornbru. de los tiempos en
que acudían á ella los Vilanovas, Lull, Pctrarcas, Rabelais, Casaubon,
De Oafldolle y Jos Ooray (1), su pasado cede en interés ante las fundaciones
nuevas y la organización material de los estudios y de los laboratorios.
Ilacia este lado, dice el rapportetw de una revista de ensefianza
fraRcesa, se dirigió la curiosidad de los huéspedes de Montpellcr,
franceees y extranjeros.
Las antiguas escuelas en su mayor parte han emigrado de sus históricos
edificios, para aproximarse más unas á otl'as. La de Medicina
conserva las venerables construcciones del monasterio benedictino de
Saint-German; cerca de ella, en el antiguo hospital de San Eloy, so
han instalado las Facultades de Derecho, Ciencias y Letras: junto á
ellas los Institutos; ante todo, el primero, la biblioteca universitaria,
luégo el Instituto do Física, el de Botánica en el Jardín de plantas, el
de Química qne ocupa, con la escuela superior de Farmacia, el emplazamiento
agrandado de la antigua Escuela de Medicina; el de Zoolo-
(1] En Montpeller eetudió también Medicina, por los años de 1788, Adamantios
Coray, el iniciador del despertamiento intelectual de Grecia y uno de los apóstoles
más entusiastas de su libertad. Entre los escritores griegos, Ooray ocupa un importante
lugar.
.AN.ALKS 7
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
98 ANALlilS DE L.~ INSTRUOQIÓN PÚBLICA DE COLOMBIA
gia, cuyo importante anexo, el laboratorio marítimo, se encuentra· á
ltledia hora de expresa, de Montpeller, en Oelte, en pleno campo de
e'Xperiencias y descubrimientos; más cerca, el más vasto de todos, el
nuevo hospital sub-urbano, y en las Facnlt$\des, los elementos de los
Institutos geológico, matemático é histórico, y las colecciones de la Sociedad
de Arqueología. Anádase á esto la Escuela Nacional de Agricultura
con su vasto dominio de veintiocho hectáreas y su variada. enseflanza.
En realidad todos estos primores, este oonforrt científic9, no los
conocieron las épocas pasadas.
El cuadro ·no cst.á todavía completo. Falta en él el edificio que
están levantando los estudiantes para su asociación, recuerdo de la vida
corporativa de la Edad Media, asociáción que les comprende á casi
todos, cerca de un millar, número también aproximado al de los que frecuentaban
las aulas en aquella época.
Tales son los elementos de la recepción que Montpeller ofrecía á
los invitados á sus grandiosas fiestas del vr centenario de su st~tdium
generale, en las que nos detendremos muy poco, porque este artículo
pasa yá de las dimensiones ordinarias, y temo abusar de la hospitalidad
de los ANALES.
Dichas fiestas comenzaron el 22 de Mayo con la presentación de
los invitados al Alcalde de la ciudad y al Recto1· de la Universidad.
Los estudiantes, por su parte, que habían pasado el día recibiendo en la
estación á sus compnt'íeros, loe festejaron alegremente en su círcnlo,
empavesado de banderas nacionales y extranjeras. Al día siguiente, 23,
las salvas de artillería anunciaron la llegada del Presidente de la República,
acompañado do los Ministros de lo Interior, de Instrucción Pública
y de Agricultura, y de los Senadores y Diputados del llerault. El
programa de este día comprendía una ceremonia universitaria en la
Prefectura y en el Peyron, un banquete ofrecido por el maire ó Alcalde
en nombre de la villa de Montpeller, y por el Rector en nombre
ilel Consejo general de las Facultades.
En el desfile de la comitiva de la Prefectura al Peyron, el público
pudo apreciar el animado conjunto que formaba el concurso de tántos
representantes de cuerpos universitarios franceses y extranjeros. El espectáculo
era imponente. Más de doscientos profesores y un número
casi igual de alumllos, habían respondido al llamamiento que respectivamente
se les había hecho por el Consejo general de las Facultades y
por la Asociación je estudiantes. Las Facultades francesas proporcionaron
naturalmente el más numeroso contingente, casi ciento cincuenta
profesores, entre ellos siete rectores, veinte deca~os, seis ó siete miembros
del Instituto y gran número de notabilidades científicas.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
VI CENTENARIO DE LA UNITERSIDAD DB llONTPELLBR 99
Las delegaciones extranjeras, con sus trajes de ceremonia, :forma·
ban la parte ·más animada del espectáculo, desconocido en Francia. La
capa de terciopelo negro de la Universidad de Lei pzig; el collar de oro,
á modo de Toisón, del protector de Heidelberg; Jos birretes de terciopelo
de Holanda ; los cascos de lancer~s de los pr6Vosts de Oxford y
Cambridge; la3 capuchas de seda ahuecada de lós profesores de Coimbra,
etc. etc., excitaban la curiosidad y los aplausos. Cerea de cuarenta
universidades extranjeras se hallaban representadas por cincuenta profesores
y una cuarentena de estudiantes, á saber: las de Berlin, Leipzig,
Heidelberg, Friburgo, Oxford, Cambridge, Saint-Andrews, Dnblin,
1.Jieja, Gante, Tor·onto, Copenhague, Baltimore, Ithaca, Helsing:ford,
Atenas, Ley de, A msterdam, Rotterdam, Groningue, Bolonia, Roma,
Cristiania, Coimbra, San Petersburgo, Kiew, tJpsal, Ginebra, Lausana,
N euchatcl, Berna, Zurich, Basi1ea. A esta lista hay que afiad ir a1gnnas
universidades representadas por estudiantes. Muchas otras como las de
Bucharest, el Cairo, Glascow, Filadelfia, Sofia, Tokio, Turín, etc., habían
comisionado para ello á delegados residentes en Ft·ancia. De todos
los paÍ8es de Europa sólo Francia y Eepafia no enviaron comisiones, ni
siquiera misivas gratnlatorias (fabttlm gratulatorim), cual lo hicieron
las de Praga, Cracovia y Moscow. Por nn exceso de modestia, Montpe·
ller t;Ó)o invitó á setenta universidades á sus fiestas.
La .parte más importante de la ceremonia tuvo lngar en el Peyron,
donde formaban su fondo los lejanos perfilei de. las montanas cevenolas.
Allí Mr. Chancel, el Rector, glorificó en elocuente lenguaje los
recuerdos de la antigua U ni veraidad ; Mr. Croiset, el editor de Tncídides
é historiador de las letras griegas, trazó á grandes rasgos la bis·
toria de la misma ; el Ministro de Instrucción Púb1ica la coronó cou
promesas halagüenas, que fueron la consagración de su existencia futura
como Universidad; y el profesor Gandenzi de Bolonia, en nombre de
todos los delegados extranjel'os, por ser la de su patría, la Universidad
decana de las allí representadas, saludó á su antigua hermana en latín
ciceroniano, recordando los tiempos en que Placentino y Petrarca habían
echado las bases de la paternidad entre 1\mbas. Un banquete de 1,300
cubiertos reunía, al salir de esta fiesta, á los profesores, delegados y notabilidades
políticas de la región; en este banquete se cambiaron entusiastas
brindis el Alcalde de Montpeller y el Presidente de la Repú·
blica, Mr. Carnot.
Nos falta tiempo yá para hablar de otros festejos de carácter más
popular, como marcha de las antorchas, bailes, iluminaciones generales,
etc. ; así como del punch ofrecido por la Asociación de estudiantes al
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
100 AN" ALES DE LA. INSTRUCCIÓN PÚBLICA DE COLOMBIA
Ministro de Instrucción Pública, profesores y delegados ; de la recepción
dada en honor de Mr. Carnot en los jardines de la Escuela de Agricultura;
de la fiesta de los felibres provenzales, de las excursiones científicas
y recreativas, etc. etc.; mas basta, á mi ver, con lo indicado, para
poner de relieve la importancia y la brillantez de este VI centenerario,
celebrado con unanimidad y armonía excepcionales por el pueblo y los
sabios, convirtiéndose así en una doble solemnidad científica y popular.
* * ~-
Prmteriti 11Wmor,futuri secura es la divisa grabada en el anverso
de la medalla que la Universidad montpel1erina ha acuñado en conmemoración
de sus fiestas jubilares. Hoy las corporaciones, como los individuos,
no viven de recuerdos, ni de pergaminos de nobleza; pero
tampoco se puede despreciar lo pasado y romper con él, antes bien, su
evocación es una afirmación da la propia personalidad> una prueba
de larga vitalidad, un reconocimiento de la dignidad perdida y de la
prosperidad desaparecida, y una base sólida en qne fundar nuevas esperanzas.
Montpeller, gracias á su centenario, ha oído pronunciar por
vez primera en este siglo, el nombre de Universidad; ha recordado
que la tuvo, y ha sentido deseos de recobrarla, y el Ministro de Instrnc·
. _ción Pública, ante el espectáculo de sus pasadas grandezas, se ha descubierto
con respeto, ofreciendo colocar de nuevo á la antigua hermana
de la Universidad de París, hija, como ella, del glorioso siglo de
San Luis, en el elevado rango que ocupara. Puede, pues, decirse qne
la Universidad de Montpeller ha resucitado en la conmemoración de
su VI centenario. El nombre de Universidad de Montpeller, que sólo
tenía un valor histórico, de aquí en adelante lo tendrá real y legal. Así
lo manifestaron como un deseo en sus discursos, profesores y estudian·
tes, y así lo ha COD;firt;nado como una realidad próxima el Ministro de
Instrucción Páblica.
A. R. y LL.
Barcelona, Junio de 1890.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LOS ESTUDIOS Y LA E~SE:RANZA DEL GRIEGO EN ESP.A:RA J 01
LOS ESTUDIOS Y LA ENSEÑANZA DEL GRIEGO EN ESPAÑA (1)
[ (loncl11>8Wn]
III
§ 10. 0
En nuestro último artículo estndiámos las vicisitudes por que han
pasado en nuestra patria las disci pliuas helénicas en el siglo pasado, y
adelantámos algunas ideas acerca de su marcha en el presente, hasta
nuestros días. Los sucesos políticos y las disposiciones de los gobernantes
influyen mucho, como es natural, en esas alternativas de des·
arrollo y de decadencia, y no hay más que hacer nn paralelo entre la
hi~t.oria literaria y la política para convencerse de que ambas van censtantemente
de perfecto acuerdo y que no puede establecerse nn divorcio
entre les hechos y las ideas. En este siglo y en el pasado se ve palpable
lo que acabamos de decir, no menos que en los dos anteriores. A
la grandeza del siglo XVI corresponde nn brillante apogeo del helenismo
y de todos los restantes conocimientos. Hemos bosquejado yá estos
esplendores, y uo hay necesidad de insistir en ello. Apraiz, en su completo
catálogo de traductores griegos, qne está muy lejos de apurar la
materia, poro que es lo mejor que hasta ahora tenernos, cita setenta y
seis traductores de obras griegas en aquel período. En el siglo pasado
aquel número, según el autor citado, desciende hasta veinte, y en el .
presente no excede de muchos más.
N o son éstas las únicas coincidencias. En los dos siglos anterior y ,
presente se observan, resp!?ctivamente, dos espantosas decadencias y
dos reacciones y relativos renacimientos, promovidas aquéllas por lastimosos
hechos políticos, y por esfuerzos plausibles los segundos, rea1izados
los más, en la esfera del gobierno. La guerra de sucesión y la
expulsión de los J esnítas no pueden menos que reflejarse en la enseñanza
y en los estudios. Su reforma, llevada á cabo por los planes de
Carlos n1 y el amor de éste á la ciencia y al progreso, dejaron impresa
hondamente su huella en la historia de la civilización de los pueblos
esparioles de ambos mundos. Colombia tiene de ello dichosa experiencia,
que acreditan recuerdos honrosos para el nombre espafio1, y Espafía
todavía bendice la memoria de aquel gran rey, grande sí, á pesar de la
(1) Véanse los ANALES DE LA INSTRUCCIÓN PúBLICA DE CoLOMBIA números 92 y 92,
correspondientes á los meses de Marzo y Abril del corriente afio, páginas 260 y 283.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
102 ANALES DE LA. INSTRUCCIÓN PÚBLICA DE COLOMBIA
indeleble mancha que sobre su reinado arrojó la expulsión de los
Jeeuítas.
¡Qué siglo hubiera sido el xvrrr y qué renacimiento el de sus últimos
afíos, es decir, el de los que corresponden precisamente al reinado
de aquel Augusto y Mecenas de la cultura española, á no haberse éste
privado de los servicios de la falange más laboriosa y respetable de sus
operarios y auxiliares! Concretándonos al helenismo, sorprende, algunos
afios después de la expulsión y cuando las cátedras de griego estaban
desiertas y privadas de sus más doctos maestros; sorprende, repito,
encontrar un grupo de helenistas tan notable como el que forman Berguizar,
el traductor de Píndaro; Flórez Camero y Estala, Ranz Romanillos,
vulgarizador de Sócrates y de Plutarco; Rui llamba, que lo fue
de Polibio y de Jenofonte; José Ortiz y Sanz, Goya y Muniain, que
vertió la Poética de A ristótelee, además de otros clásicos latinos, Ignacio
García Malo, famoso por su llíada castellana, José Antonio Oonde
y los hermanos Canga- Argüelles, intérpretes de los más conocidos líricos
griegos; el P. Scio, que renovó la empresa de los Setenta; Andrés
Pigner, que hizo eapaiiol á Hipócrates, Juan de lriarte y tántos otros.
Este renacimiento del helenismo, que se desarrolla en cortísimo
número de afios, es la postrer eflorescencia del árbol de1 saber, plantado
en nuestro suelo por loa hijos de San Ignacio. Los frutos continuaban
desprendiéndose de él~ largo tiempo después que la savia había sido
dct·ramada por mano del envidioso enciclopediemo envenenado por la
serpiente volteriana, y al enmudecer todos aquellos sabios, amaman·
tados en su mayt)r parte á los pechos de la Com pafiía, sobrevino una
espantosa decadencia, que exacerbaron las guerras napoleónicas de co·
mienzos del siglo, los esfuerzos para amarrar de nuevo á nuestra patria
un continente entero que de ella se desasía, la& contiendas civiles, la
bárbara expulsión de las órdenes religiosas, y la ignorancia é inestabilidad
de las reformas liberales.
Pasa con el siglo actual nna cosa parecida á lv que con el anterior.
Se abre con sangrientas guerras de independencia y de sucesión; sufren
las cienciaa un rndo gol pe con la destrucción de los claustros donde
todavía se refugiaban en gran parte; y sobreviene la restauración intelectual
por un acertado plan de estudios. La misma esterilidad caract~
riza los .Primeros afios del siglo XTIII que los del XIX; el mismo fatal
influjo produce la expulsión de los J esuítas de 1761 que la quema de
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LOS ESTUDIOS Y LA. ENSESA.NZA DEL GRIEGO EN ESPARA 103
los conventos de 1835; é iguales beneficiosos resultados los planes de
184:5 del ilustrado D. Pedro J. Pidal, Ministro de Isabel u, que los de
1771 de Oarlos III.
En consonancia con estos hechos no hay que buscar apenas cultivadores
de las humanidades helénicas en la primera mitad de este siglo;
y en cambio forma hermoso jncgo con el brillante grupo de helenistas
de los últimos afíos del siglo xvtn, annqnc no le iguala siempre en la
esplendidez y particular cuidado de aquellas ediciones clásicas de la
Imprenta Real, de las de Sancha y de Ibarra, que emnlaban las de los
Bodonis y Elzevirios, la cohorte lucida de traductores y gramáticos de
la segunda mitad del presente, esta última superior á la de los escasos
gramáticos de la época de Carlos JII y o~rlos IV.
Comenzaremos n m~stra ligera resefla de los estudios y de la ensenanza
del griego en España, en el siglo actual, descartada toda la enojosa
parte de historia didáctico-legislativa, de que dimos yá cuenta en el
artículo anterior por Jos g•·amáticos.
Antes de la reforma de Pidal y del consiguiente restablecimiento
del griego en las Facultades de Filosofía, al que siguió la e tensión de
esta ensenanz:a á las segundas letras por la ley del ilustre Moyano de
1857, apenas se escribieron gramáticas, y éstas de poca importancia.
Oonocemos las dos siguientes:
Gramática Griega elemental dispuesta para los nif'ioe, y ordenada
por el P. Inocente de la Asunción, sacerdote de las Escuelas Pías de
Castilla, Madrid, 1829, imprenta de !barra, en 8. 0
N'ltsva Gramática Griega, arre({lada por el Coronel D. José María
Rodríguez, Tenientc-Ooronel de ingenieros, dedicada á la Reina D.•
María Cristina. Impresa de orden de S. M. Imprenta Real, Enero de
1832, en 8. 0 mayor.
Tres afios después de estos ensayos apareció otra gramática, de carácter
más práctico y de tendencias más modernas, calcada sobre el
método del erudito Jacous, que acompañaba la ensetlanza de las reglas
gramaticales con ejercicios de versión graduales ó temas, y en la que se
defendía resueltamente la pronunciación de Renclin contra la erasmiana.
Esto era en 1835, y annqne la scgnnda inuovación tenía precedentes,
como m:1s adelante veremos, puede considerarse á su propng·
nador D. Antonio Bergnes de las Casas como el primer adalid de la
escuela del iotacismo en Espafia. Cnalquiera que sea el juicio que hoy
la filología moderna pronuncie sobre los esfuerzos del catalán Bergnes
y de la calidad de sns conocimientos, no pnede negársele el mérito de
haber sido uno de los más entusiastas apóstoles de la enseflanza del
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
104 ANALES DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA DE COLOMBIA
griego en este país. Durante cerca de medio siglo la popularizó en la cá·
tedra y la hizo amable á sus discípulos con su pronunciación sonora y
enfática, con la benevolencia de su carácter y con una especie do abandono
atrayente y simpático que le captaba desde el primer momento
las voluntades. Los que le conocimos y aprendimos de sus labios la lengua
de Homero, no podremos nunca olvidarle.
Pagado este tributo al qu'e fue, y podríamos aún apellidar patriarca
del helenismo español contemporáneo, citaremos las principales
ediciones de sus gramáticas :
Nueva Gramática Griega, compuesta con presencia de las qne han
publicado los más célebres helenistas de Europa, por D. Antonio Bergnes
de las Casas, Barcelona, 1835, en 4.0
, con magníficos tipos griegos.
Gramática Griega, arreglada para el uso de las escuelas, por el
mismo, dedicada á D. Antonio Gil de Zárate, Barcelona, Septiembre
de 1847.
N~teva Gramática Griega, por el mismo, para las escuelas de segunda
enseflanza, Barcelona, 1858-60. En dos volúmenes 4, 0
, qne contienen,
además, la Oreatomatía y un vocl.bulario griego-español. De
esta gramática tenemos á la vista una nueva edición de 1862, q ne es la
qne nos sirvió de texto.
Además de las ediciones de la gramática de Bergnc~, una de las
que han tenido más éxito entre las eE~pañolas, han llegado á nnestra noticia
las siguientes:
Grautática 6"1•iega, por D. Satn1·nino Lozano y Blasco, Catedrático
de griego en la Univet·sidad de Madrid. Madrid, 1849-50. Doo volúmenet:,
8. 0 prolongado.
h'lementos ile Gramática Griega, por D. Ciriaco Cruz, Presbítero
y Cateddltico de humanidades en el Instituto de San I~idro. Madrid,
1858, 4. o menor. Hay una segunda edición de 1859, 4. o
Gramática de la Lengua Griega, por D. Cannto María Alonso Or·
tega, Catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras de la U ni ver·
sidad de Valladolid. Valladolid, 1852, en 8.0 En diez aílos se hicieron
de ella cinco ediciones; la última es de 1862.
Método pa7'a estudia?' y enseñar la Lengua Griega, por D. Braulio
Foz, Catedrático de la misma en la Universidad de Zaragoza. 1857, 8.0
E'bernentos gramaticales de la Lengua· Griega, por D. Joaquín Delago
y David, Catedrático de griego en el Institnto de segunda eosefianza,
de Jaen. Jaen, 1864. 4. 0 menor. Segunda edición aumentada y
corregida. 1865 .
.Nueva Gramrí,tica Griega. Curso teórico-práctico, por J. J. Braun.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LOS ESTUDIO Y LA ENSERANZA DF.L GRIEGO EN ESPA~A 105
Madrid, 186!. Dos volúmenes de esmerada impresión, con catálogo de
expresiones griegas. 4. 0
EJlan de GTarnática G1·iega co1nparada con la Latina y Oa8tellana,
por D. Antonio González Garbín. Barcelona, 1863.
L~ctiones grcecm, si ve manu-ductio hi8panm juventutis in linguarn
g'rceoam. Oomposuit: concinnavit, atque av-róxezp typis expr6ssit presbyter
.DoctO'I'' Laza?vus Ba-rdon et Gomez de lnit~io, seminarii Asturicensis
alu1nnus, G'l·cecatum Litteraru·m in Salmaticensi p1imum
deinde vero .M atritensi Gyrnnasio professor ordinarÍ'I.l-8. - Secunda
ed·itio, a~tcta et acu,ratissime emendata.-De manu auctoris, typis et
prelo ipsiu.s Mat?·iti, 1859. En 12. o De la primera edición qne no
tenemos á la vista, sabemos que es de 1857. Debe de ser tan esmerada
como la segunda, si su antor:pudo también, como á ésta, componerla
por sus propias manos.
Jaoobi Gratseri S. J. Institutionurn LinguCI3 Grcecm língum tres in
commodiorern ordinern distributi. Barcinone. Ewcudebat Franci.ycus
Rosalius. Anno 1879. Sirve de texto á algunos colegios de la Compafíía
de J csús, y el editor y adaptador de J obra es el eruditísimo helenista
P. Jaime Nonell.
Gramática Griega, por D. Ramón Manuel Garriga, catedrático
numerario de la Universidad de Barcelona. Primer curso: Fonología
y Morfología. Barcelona, Tipog1·afía de ]os sucesores de N. Ramírez y
Compafíía, 1865. Segundo curso: Etimología, Sintaxis y Prosodia.
Barcelona, 1886. 2 volúmenes en 4. 0
§ 12.
Y á supondrán mis lectores que no he apurado la materia. E· tan
difícil lograr eso en España, faltándonos, como nos faltan, revistas es~
peciales de estudios clásicos y comunicaciones literarias! Mas p~ra dar
idea de nuestra pobreza gramatical y de los escasos esfuerzos intentados
para el estudio de la lengua clásica por excelencia, basta y sobra,
sin duda, con lo indicado, pues aun suponiendo que por mi mucha ignorancia,
fuera doble lo omitido, siempre nos quedaríamos muy rezagados
en el movimiento filológico universal. Además de que muchas ó
la mayor parte de estas gramáticas, más que al amor á la ciencia, son
debidas al pane lucrando y á la protección oficial, muy pocas á la iniciativa
individual, aquí tan poco poderosa.
Más insignificante, si cabe, es la producción crítica. En España,
corno en algunas u ni versidadea de Inglaterra y Alemania, se estudia la
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
106 ANALES DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA DE COLOMBIA
lengua con preferencia á la literatura. N u estros filólogos no tienen
nada de críticos, ni de literatos, y nuestros literatos huyen de la filología
y de la gramática como de un erial sembrado dd espinas y de abrojos.
Dejando á un lado las crestomatías ó colecciones selectas en prosa
y verso de autores clásicos de la antigua Grecia, de D. Antonio Bergnes,
D. Camilo Ortega, D. Lázaro Bardón, González Andrés y algunos
pocos más, las cnales tienen también un fin didáctico 1 no literario,
hé aquí tan sólo lo más conocido de este linaje de obras:
Literatura Griega, de D. Braulio :Foz, catedrático de lengua grie ·
ga en la Universidad de Zaragoza. Hasta tres ediciones conozco de este
sencillo manual.
Compendio de Literatuta Grieqa, de D. Raimnndu Gonz:llez Andrés,
Catedrático de griego en la Universidad de Granada y en la de
Madrid. Madrid, 1859, y otras ediciones.
Manual de Literatura Griega, con u na breve noticia acerca de la
literatura greco-cristiana, de los griegos qne pasaron á Italia caando
los turcos se apoderaron de Constantinopla y de la lengua y literatura
de la Grecia. moderna, escrito por D. Salvador Constanzo, 1860, 8.''
Hiatoria de la Lite-ratura Griega, escrita por el Doctor D. Ja.c
·nto Díaz, Presbítero y catedrático de la Universidad de Barcelona.
Barcelonu, 1865, en 8. o
&t1.tdioa de Literatu1•a Griega, por D . .Alfredo Adolfo Camú.s,
uno de loa eepíritns más críticos y enamorados del arte que hayan explicado
en aulas espariolas. Menéndez Pelayo hizo de él un jnsto elogio,
con motivo de sn fallecimiento, ocurrido el año pasado.
D. Vicente Alcover, D. Andrés Cabaflero, D. Arcadio Roda,
D. Fernando Brieva, D. Federico Baráibar y muchos más han publicado
también estudios sobre literatura griega; pero es imposible dar
noticia en un solo artículo de la labor crítica dispersa. en revistas y folletos
y en muy contadas monografías. Han pasado también á nuestra
lengua algunas excelentes historias críticas extranjeras, como la t~n
c&nocida de Pierron (Histo·ria de la Literatura Griega, de M. Alejo
Pierron, traducida de la segunda edición, por D. Marcial Busquets,
Barcelona, 1871, dos volúmenes en 4.0 menor) y la de Otfriedo Müller,
cuya traducción vi anunciada hace años.
Diccionarios que puedan competir con los de Alexandre y Chassang
(y no cito más que los franceses, que son los más vnlgarizados,
no los mejores) es inútil bnsearlos en Espana. Gracias que los PP. Escolapios
nos dieran por los anos de 1859, uno pobrísimo, único instrumento
de que durante mucho tiempo se han servido nuestros apren-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LOS ESTUDIOS Y LA ENSE:itANZA DEL GRIEGO EN ESPA~A 107
dices de helenista, que no hayan sabido manejar otros franceses 6 ale·
manes. (Diccionario .Manual griego-latino-eapañol, dispuesto por los
PP. Escolapios. Madrid, 1859, 4. 0 mayor, Iv-936 págs.).
Por último, nos queda aún que hablar de los traductores de obras
griegas. De veinte años á esta parte se ha despertado algo la afición á
dar á conocer en lengua castellana las producciones más famosas del
genio helénico, y aunque no paeda nuestro siglo, bajo ningún con·
cepto, competir con el de oro del helenismo español, que lo fue el xvr,
podemos abrigar fundadas esperanzas de que será snperior, siquiera en
cantidad, no me atrevo á afirmar lo mismo en cuanto á la calidad, al
siglo pasado, si en los últimos atlos que nos restan, se continúan Jos
esfuerzos é inteDtos comenzados. Sin hacer entrar en la cnenta la titeratura
catalana, en la qne el movimiento clásico se ha despertado algún
tanto, y enumerando lo más saliente de las traducciones de obras griegas,
observamos que Homero ha tenido, entt·e otros traductora:) frag·
mentarios ó inéditos, á Herrno$illa y Antonio Gironella ; Anacreonte, á
Castilla y Aycnsa, Baráibar y el Deán de Canarias (de odas sueltas hay
muchísimos); el teatro clásico de Esquilo, Sófocles, Eurípides y Aristófanes
(Sófocles es Ol tnenos afortunado), cuenta con una falange docta
de intérpretes, en ]a qne figuran los nombres de Gcnaro Aleuda, Eduardo:
Mier, Martínez de la Rosa, Menéndez y Pela yo, Val era, Federico Baráibar
y Fernando Briova ; Arcadio Roda se ha dado á conocer por sus
versiones de Demóstenes, y junto á él, Raimundo González Andrés;
de los historiadores griegos se han traducido á este siglo Arriano, por
Baniibar, y Apiano, por Miguel Cortés, y los dos filósofos Platón y
Aristóteles los ha puesto en castellano, en once volúmenes cada uno,
D. Patricio de Azcárate (1).
Se comprenderá también que no hacemos más qu13 aranar el
asunto. Así y todo, podemos afirmar que nos hallamos á grandísima
distancia de los tiempos on que florecían los Diego Gracián, los Simón
Abril, loa Vicente Mariner, los Páez de Castro, los Francisco de Torres,
(1) El que quiera completar estas ligerísimas indicaciones de los traductores de
-obras griegas en España, debe consultar el Ensayo de una biblwteca de troductore1 de
Pellicer y Satorcada, los yá citAdos Apuntes pa'Ta una /¿isttros impulsos
do orden inferior, por no decir mercantil. Estos dos métodos
son el francés y el alemán; el primero, sostenido por una inveterada
tradición, arranca de la famosa escuela de Port-Royal, de la que fue
Rollin el máe genuino y celebrado representante; el segundo es mny
reciente, casi de ayer, y encontró sn verdadera encarnación en el gran
genio filológico de Curtius.
El método de Port-Royal, más ó menos modificado en este siglo
por Bnrnouf y otros, y adoptado en Espafia con estas alteraciones por
Bergnes de ]as Casas y Ortega, para no citar más que á los dos gratná·
ticos más notables de la Escuela antigna, es nn método puramente casuístico
y mnemotécnico. Se dirige, pues, má á la memoria que á la
inteligencia, y p:.írte del hecho de considerar al griego como una lengua
mnel'ta, y de la preocn paci ón de onsefíar la o lenguas muertas con procedimientos
diametralmente opuestos á los de las vivas. La gramática,
entendida así, e tndia las palabra s aisladamente como formando un todo,
sólo atendiendo á su fisonomía exterior, y establece, por tanto, su clasificación
con arreglo á su~ terminaciones, que son las que noa dan las
categorías de los vocablos. Considera también el nombre como un cas(}
fundamental, caso recto, del cual se derivan los demás, que se llaman
caao8 oblicuos.
Este aprendizaje, por medio de fórmulas mnemónicas, sobre todo
para el griego, es muy defectnoso. El mecanismo y la flexibilidad .exterior
de dicha lengua son tálea, que se necesita una cantidad enorme
de estas fórmulas para indicar solamente la marcha regular de los accidentes
gramaticales, y el alumno se encuentra expuesto constanteme~te
á aplicarlas á casos en que no tienen empleo.
El ilustre filólogo alemán Jorge Curtius, arrebatado casi ayer á la
ciencia (en 1885), autor de una monografía sobre la Es&ructura del verbo
griego, en dos tomos, modelo de este linaje de trabajos, y de otra sobre
los Fundamentos de la, Etimología griega, muy notable también, y de
diversos trabajos de la misma índole, seilala nna nueva tendencia, á
nuestro entender, la más científica en la ensefíanza del griego. Sn mé-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LOS ESTUDIOS Y LA BN'SEBANZA DEL GRIEGO EN ESPA:ilA. 111
todo se basa en aplicar las leyes generales de la filología á la lengua
griega, estudiando su fonología, su estrnctura interna, y simplificando
con sus principios la morfología., ó sea sn complicada estrnctnra externa.
Esta gramática científica ó filológica estndia en cada palabra dos
partes, una fija, que es la radical, y otl·a variable, que se llama d68inencia.
La di visión y clasificación, tanto de los nombre como de los
verltos, toma por base la terminl:lción de la radical.
El choque de P,sta con la desinencia. da lugar á cambios fónicos,
eegún haya compatibilidad ó incompatibilidad entre vocates y conso·
nantes. Otros cambios del mismo género son determinados por la
' flexión (declinación y conjugación). Esto ha obligado á introducir en
.la gramática que estudia filológicamente la lengua griega, una parte
preliminar llamada fonología, donde se establecen de una manera aba.
tracta los principios que presiden á los cambios fónicos, J'4 sean con
relación á la declinación y conjugación, ya á la derivación y composición
de los vocablos.
En una palaht·a, la filología mode¡·na conside..a las lenguas todaR, y
mny particularmente el griego y el latín como organismos vi vos, no
corno petrificaciones ó cristnlizaciones inmóviles, organismos que nacen,
se desenvuelven, se alteran, se transforman y producen otros nuevos, y
tienen e vol nciones análoga ... , en un todo, á las de los vegetales y de los
animales. Las lenguas así estudiadas interesan por sí mismas, excitan
la admiración y la curiosidad, y no dupendcn únicamente del valor de
]a literatura que han producido.
Uno de los profesores qne en España han seguido más pronto las
hue1Jas del sabio Uurtius, y que siente con mayor entusiasmo el valor
de la lengua, por la lengua mism:~, sin relación alguna de utilidad, con
verdadero exclusivismo científico, es D. José Balasi, actual profesor de
griego en la Universidad de Barcelona. Filólogo por vocación, no helenista
per accidens, con maravillosa aptitud para sorprender las rela·
ciones entre Jos vocablos y su parentesco y derivaciones, está llamado
á formar escuéla, y la forma yá. Sn modo de decir, animado y pintoresco,
destierra todas las arideces didácticas, atrae y excita la curiosidad
del alumno, y le fascina con verdaderos juegos de prestidigitación filológica,
que no tienen de juegos más que el ingenio, la destreza y la
mise en 8cene, pero que encierran revelaciones y datos sorprendente!
y curiosos. Uno de sus discípulos, el aventajado D. Enrique Soros y
Castelin, ha traído al castellano la gramática de Cnrtiu.", y es seguro
que aplicará sus ensefíanzas en la cátedra de griego de Salamanca, por
él en noble lid ganada este afio.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
112 AN A.LES DE LA. INSTRUCCIÓN PÚBLICA DE CO'IOMBIA
Otro profesor español honraba en Madrid el sistema científico ó filológico,
el señor Longué; mas no hace mucho tiempo que la mnerte le
sorprendió, sorprendiendo asimismo á sus amigos, que le auguraban
vida más larga.
La gramática del sefior Garriga, profesor de Barcelona también,
la más recientemente publicada en España, según nuestras noticias, y
una de las mejores, adopta un método ecléctico. Toma bastante de la
escuela. cie~tífica, pero sin aceptar todas sus consecuencias. El método
del eefior Garriga se di~tingue por su sobriedad y claridad, y sólo le
perjudica en la práctica algún tanto la aridez y sequedad de la explicación.
Todo es en él severo como su porte, su mirada, su dicción. Con
más calor y animación ¡qué excelentes alumnos sacaría! porque en mi
sentir en ningún aula española se entiendo de un modo más estrecho y
justo la disciplina académica, y el exacto cumplimiento del deber.
El señor Garriga se ha inspirado, sin duda, en Bopp. Acepta para
el griego la clasificación morfológica trimembre del hebreo, lengua que
ensenó largos aí'ios en Santiago de Galicia, y divide todas l&.s palabras
en: nombre, qne representa el sér ó sus cualidades,· verbo, que 1e representa
en acción, y partícula, que le representa en relación (1).
§ 14.
Hablando de la enseñanza del griego en Espana, y para dar una
idea completa de ella en todas sus faces, es preciso, por último, decir
algo respecto del asunto de la pronunciaeión de dicha lengua. Es una
de las más batallonas cuestiones que se han promovido en las escuelas.
Vamos á condensa!' eu el poco espacio que nos resta algunas noticias é
ideas acerca de la misma.
Respecto á la pronunciación del griego desde la épocn. del Rena.
cimiento, lnchan entre sí, con tenacidad, dos escuelas distintas: la erasmiana
y la do Reclin ó mode1·na. Esta se fnnda en la tradición y en
el uso no interrumpido de la lengua nacional; la segunda, bija de la
(1) Debe mencionarse también junto á estos ilustres profesores, al señor Ba.rdon,
quien, siguiendo los precedimientos científicos de la moderna filología, somete todas
las palabras al m.ás riguroso análisis, desmenuzando todos sus elementos, hasta llegar
á la raíz escueta, y ascendiendo por la escala de la derivación hasta el tronco de una
cemplicada familia filológica. Una observación nos permitiremos hacer á su sistema, y
en general á nuestros profesores de griego. Detrás de la anatomía de la frase olvidan
el valor estético de la obra que analizan, y no ven en la de8p«lida de .A.ndrómaca, por
ejemplo, más que el valor léxico de las palabras. Olvidan la literatura, que es una.
cultura del espíritu, por el análisis filológico ó gramatical, que es las má.s veces una
gimnasia. Mucho vale el lenguaje por sí mismo; pero más vale como encarnación
viva_y animada del pensamiento humano.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LOS ESTUDIOS Y LA ENSEllANZA DEL GRIEGO EN ESPA:RA 113
observación científica pero construída á priori, ha salido de una sola
pieza del cerebro de un sabio. Antes del Renacimiento no hubo cttestión.
Después de la fatal fecha de 1453, los sabios griegos que se refu·
giaron en el Occidente, con los tesoros de su literatura, traJeron el uso
de sn pronunciación nacional, melódica y sonora, que se adoptó por la
autoridad de una lengua gloriosa y hablada aún en todas las escuelas.
Andando el tiempo se borró el recuerdo de aquellos sabios. A los Oriaolaras,
I ... askaris, Gaza de Tesalónica, Jorge de Trebizonda y Dncas Cretense,
eustituyéronse los Budé, loa Ramus, los Estefano, los Brocense,
que tuvieron sus dudas sobre la legitimidad de la pronunciación de los
primitivos maestros. Erasmo se alzó en la contienda, y en sn opúsculo
De reota latini grceoique sermonis p1•onuntiatio, tocando de paso la
materia, con su espíritn satírico y escéptico, con su ligereza y fuerza de
ingenio habituales, dio un golpe de muerte á la pronunciación moderna.
La autoridad de Erasmo acreditó la innovación; la famosa gramática
de Clenard, la popularizó, y en nuestra España inició la llamada
restauración científica el ilustre N ebrija, que en todas sus o eras grama·
ti cales sentó el principio de "que se ha de pronunciar así como se escribe,
y así tenemos de escribir como hablamos." El Brocense dirigió también
sns tiros contra el iotiamo ó iotaoismo del griego moderno, exclamando:
"quid observo absurdius quam r¡, z, v, ei, vz, oz per i sona1'e1" Inútil
es decir que el iotacismo quedó herido de muerte en nuestra patria. El
Cretense, sin embargo, y la misma gramática de Olenard, que en sus
primeras ediciones no babia adoptado la pronunciación erasmiana, formaron
escuela, y uno de sus discípulos más ilustres fue D. Francisco de
V ergara (siglo xvr), Catedrático de griego en la Universidad de Alcalá
durante veinte años, y 2-ntor de una gramática griega que gozó de fama
europea.
En el siglo pasado la pronunciación moderna tnvo un defensor entusiasta
en el franciscano Fray Pedro Antonio Fuentes, que residió largos
años en la isla de Chipre. Escribió nna Gra1nática griega literal
(Madrid, 1766), y gran parte del texto lo puso en la misma lengua griega
moderna, qne hablaba con notable facilidad. En la prosodia sigue á
Francisco V ergara.
Vino á resucitar el sistema de Reuclin, en el siglo actual, el ilustre
barcelonés D. Antonio Bergnee de las Casas. Ninguno ha pronunciado
el griego con más sonoridad y dulzura, y le ha hecho más amable
á los alumnos, que no encuentran acreditada con la teoría de Erasmo,
la gran fama de lengua musical por excelencia que aqnél se tiene ganada.
Bergnes, á pesar de los muchos afios que desempeñó la cátedra;
un~ s
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
114 ANALES DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA DE COLOMBIA
no ha formado escuela en España. Su compañero en la cátedra de literatura
de la misma lengua, que aprendió, como él, de labios de un hijo
de la patria de Homero, D. J aciuto Díaz, presbítero, le auxilió en su
empresa, pero con menor éxito todavía. El Doctor Balasi, discípulo de
entrambos, adopta en su cátedra un sistema de pronunciación mixta.
D. Manuel Garriga profesa una ealudab1e tolerancia: en cambio el sefior
D. Lázaro Bardón, de Madrid, persigne á los partidarios de Renc1in
como dafiinas alimañas. El señor Foz consideraba Stl pronunciación
. propia de saltimbanquis y mascarillas. Su fracaso en Es pafia no p nede
ser más completo, al contrario de Francia, donde se ahre paso cada día.
No todo es aceptable en la pronunciación moderna; pero es indudable
que tiene sus ventajas y sn razón de ser. N o se puede restituír,
dice con mucho acierto Mr. Littré, una pronunciación perdida, yá que
todo lo oral no tiene existencia eino por la tradición; pero ¿quién se
atreverá á negar que en un mismo suelo, á despecho de las influencias
exteriores y rnalaanas, las generaciones se transrni ten las entonaciones
de un idioma con admirable fidelidad~ Es probable que el italiano reteuga
una parte de la pronunciación latina, mejor que el francés, y qnc
éste, á su vez, conserve mucho de las articulaciones fundamentales de
la. lengua que se hablaba en la época de San Luis. Con las mi smas razones
se ha de creer que al griego moderno le quedan todavía muchos
elementos del antiguo, y que ofrece una pronunciación más aproximada
á él, que la falsa y convencional de la escuela e'l'asmiana, la cual recibe
sus inflexiones, sus vocales, sus consonantes y diptongo de las lenguas
occidentales europeas ó americanas. Eso de pronunciar el griego á la
alemana, á la francesa, etc., será muy cómodo, porque no obliga á esfuerzo
alguno, pero también muy absurdo. M.ncho más tendríamos qne
a nadir si entráramos 3. fondo en esta cuestión. N o es éste nuestro propóposito,
y basta con lo dicho para concluír con este abocetado ensayo
sobre las vicisitudes de la enseñanza del griego y de los estudios helénicos
en Eepaña.
A. R. y LL.
Barcelona., .Julio de 1890.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
DECRETOS NÚMEROS 502-665 IJ.E 18 90
OFICIAL
DECRETO NU:ME:RO 502 DE 1890
(21 DE .AGOSTO),
115
por el cual se señala viático al Inspector Provincial de las escuelas ru·ralet
del antiguo territorio de San Martín.
El P1·esidente de la ·república de Colombia,
CONSIDERANDO:
Que el Inspector Provincial de las escuelas rnrales del antiguo
territorio de San M~rtín ejerce sn empleo en una comarca muy extensa
y au hono1•em, conforme al Decreto número 21 de 3 de Enero de 1888,
DECRETA:
Artículo tíuico. Asignase la suma de treinta pesos ($ 30) mensnales
como viáticos al Inspector Provincial de las escuelas rurales del
antiguo territorio de San Martín.
Parágrafo. Esta erogación es imputable al artículo 246 del Pre~upuesto
Nacional de a tos.
Comuníquese y pnblíquese.
Dado en Bogotá, á 21 Jo Agosto de 1890.
CARLOS HOLGU1N.
El Minist1·o de Instnwción Pública, JEsús CAs.t..s RoJAS.
DECRETO NUMERO 665 DE 1890
(23 DE SEPTIEMBRE),
por el cual se reforma el marcado con el n6mero 738 de 1889 y se hacen unos
nombramientos.
El Presidente de la -república de Colombia,
Visto el informe que con fecha 20 de los corrientes el sellor Direetor
del Instituto Nacional de Artesanos pasó al Ministerio de Instrucción
Pública, sobre el curso que lleva la escuela de tejidos establecida
en dicho Instituto,
DECRETA:
Art. 1.0 En lo sucesive dicha escuela sólo tendrá un Director, qu
gozará de la asignación mensual de $ 80, nn Inspector con la aaigna-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
116 ANALES DE LA. INSTRUCCIÓN' PÚBLICA DB COLOMBIA
ción mensual de $ 50, y dos Ayudantes, de los cuales cada uno gozará
de la asignación mensual de $ 20.
Art. 2. e Nómbrase en propiedad Director de la escuela al seilor ,
Fermín Galvis, Inspector al sefíor Eusebio Peña y Ayudantes á los
seflores Agustín N o riega y Cantalicio Becerra.
Art. 3.0 En los términos del presente Decreto queda reformado
el de_l3 de Septiembre de 1889, marcado con el número '1'38.
Comuníquese.
Dado en Bogotá, á 23 de Septiembre de 1890.
CARLOS HOLGUfN.
El Ministro de Instrucción Pública, JEsús CAsAs Ro.rA.s.
DECRETO NU:MEBO 666 DE 1890
(24: DE SEPTIEMBRE),
por el cual se establecen las condiciones necesarias para. el pago de una.
subvención.
El Presidente de la república d~ Oolombia,
En uso de la atribución que le confiere el inciso 3.0 del artículo
120 de la Constitución, y visto el memorial que los senores J. Oama ..
cho Roldán y Companía han dirigido al Ministerio de Instrucción
Pública, y en que, como apoderados del Síndico del Colegio de Pinillos
de Mompós, solicitan se les expida una orden de pago, contra el Tesoro
público, por la suma de * 4,000, de subvención correspondiente al año
de 1889 y perteneciente á dicho Colegio, de conformidad con el derecho
que le concedió la Ley 10.• de 1887,
DECRETA:
Art. 1. o Para ordenar el pago de $ 4,000 á que el Colegio de Pinillos
en Mompós cree tener derecho por la subvención corresp~ndiente
al afio de 1889, se establece:
l. 0 Que el Síndico del expresado Colegio presente al Ministerio de
Instrucción Pública. comprobantes sufi.cientea para conocer de una ma ..
nera perfecta las cuentas de la Sindicatura y el estado rentístico del
establecimiento. A eeto fin el Síndico enviará al Gobierno un informe
detallado y completo, al cual acompañará un inventario de todos los
bienes y de todos los créditos activos que pertenezcan al Colegio, expresando,
además, cuáles son los títnlos y documentos que aseguran la
propiedad de unos y otros ;
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
DECRETO NÚMERO 666 DE1890 117
2. o El mismo Síndico dará á conocer al Ministerio de Instrucción
Pública el estado en que se halle el local del establecimiento, acompafíando
á su informe sobre este punto un plano según el cual se pueda
juzgar acerca de la extensión y la di! posición del expresado local. Si en
concepto del Síndico fuere necesario para la debida organización del
establecimiento, practicar en el local algunas reparaciones 6 nuevas
construcciones, agregará á su informe nna exposición de las obras que
hayan de realizarse, junto con un presupuesto del gasto que requieran,
el cual presupuesto debe venir autorizado por la firma de personas competentes
en materia de construcciones ;
3.0 El mismo Sindico remitirá al Gobierno un inventario completo
de todos los muebles, útiles de ensefíanza, a para tos científicos y
útiles de cocina, comedor y dormitorios que el establecimiento posea ;
y si creyere que es preciso obtener muebles ó aparatos nuevos, acompañará
á sn informe un presupuesto aproximado del ga&to que para esto
se requiera;
4. 0 El Rector del establecimiento pasará al Ministerio de Instrnc·
ci6n Pública un informe comprobado acerca de la organización del
Colegio, en que aparezcan con toda precisión y claridad á lo menos los
siguientes datos: l. 0 Número de asignaturas abiertas en el e¡;tableci·
.miento; 2.0 Número de alumnos que f~oncurren á cada asignatura;
3.0 Nombre del profesor de cada asignatura, con indicación de si ejerce
el encargo en propiedad ó accidental mente, y desde cuándo lo está
ejerciendo; 4.0 Qué texto está adoptado para cada enseñanza y qué
parte de él se explica en el año en curso ; 5. 0 Distribución de las horas
hábiles de cada día, con indicación de si las asignaturas son diarias ó si
hay algunas alternadas y cuáles son éstas; 6.° Copia del reglamento
interior que sirve para dirigir los trabajos del establecimiento; y
7. o Quién es el Director de la escuela anexa, si es maestro graduado,
qué método emplea en el desempeño do su encargo, cuántos alumnos
concurren á dicha escuela, en cuántas secciones se halla dividida, qué
materias se enseñan en ella y qué útiles de enseñanza posee.
Art. 2. 0 En vista de los informes y comprobantes de que trata el
artículo anterior, podrá el Ministro de Instrucción Pública girar la
orden de pago por los$ 4,000 de la subvención correspondiente al año
de 1889, si de tales documentos resulta que en efecto tal gaeto ha de
tener una inversión provechosa y fecunda para el Colegio de Pini1los.
Art. 3. o Para el reconocimiento y ordenación del pago de la subven·
ción de que trata la Ley 10.a de 1887, en los años sucesivos á que dicha
Ley se refiere, se Lecesita del mismo modo que los encargados del Colegio
demuestren ante el :Ministerio de Instrucción PúbHca que la
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
118 ANALES DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA DE COLOMBIA
marcha de aquél es regular y próspera y que la subvención se invierte
debidamente.
Dado en Bogotá, á 24 de Septiembre de 1890.
CARLOS ROLGUÍN.
El Ministro de Instrucción Pública, J r.;sús CAsAs RoJAS.
INSCRIPCION DE OBRAS
EN EL REGISTRO GENERAL DE LA PROPIEDAD UTERARIA Y ARTÍSTICA
CXII
T1·atado 'razonado de puntuación.
Traductor, Eugenio Ba.ena.
En Bogot1l, á treinta de Agosto de mil ochocientos noventa, presente
en el Ministerio de Instrucción Pública el sofíor D. Antonio
P. Morales, solicitó del señor Ministro del ramo, con poder qne para el
caso le confirió el interesado, se reconociera al sciior D. Eugenio llaena
como propietario de la obra titulada ''Tratado razonado de puntuación
ó empleo racional de loa signos que sirven para dar claridad al discurso,
obra escrita en francés por F. Lhernau1t, traducida libremente, con
reformas y adiciones, para los que escriben la lengua española, por Engenio
Baena," y se inscribiera al efecto tal obra en el Registro general
de la propiedad literaria y artística, de acuerdo con las disposiciones de
la Ley 32 de 1886.
Dicha obra, de la cual se han presentado al Ministerio los tres
ejemplares firmados que exige la ley, consta de un tomo de 178 páginas,
y se había publicado con privilegio, según 3parcee en el mismo
Jibro, en Bogotá -1884-Imprenta y Librería de Medardo Rivas.
Habiendo resuelto el señor Ministro que se hiciera en el expresado
Registro la !nscri pción solicitada, se sienta en él esta diligencia, qne
firman el Ministro y el apoderado del propietario de la obra, por ante
el Subsecretario del Ministerio del ramo.
· El Ministro, JEsús CAsas RoJA.s.-Antonio ]>. Mm·ales.---El Subsecretario,
Diego R. de Guzmán.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
CIRCULAR Á LOS ll:YPLEADOS NACIONALES Y DEPARTA}!ENTALES 119
CIRCULAR
del Bibliotecario deJa Facultad de Derecho de la Universidad Nacional.
República de Colombi,1.- Uni'Versidad Nacional.- El Biblioteca'J·io de la Fatad
de JJerecho.-Circu,lar.-Número 9.-Bogotá, Julio 30 de 1890.
Señores empleados nacionales y dcpartnmentale .
En el número 8,099 del Diario Oficial dirigí á ustedes una excitación
á fin de que apoyaran la bibHotcca que está á mi cargo, con el
cumplimiento oportuno del artículo 6. 0 del Decreto número 332 (20 de
Mayo), publicado en e'I núrnero 8,070 del citado periódico oficial; así
como con su particular interés y a.cti vidad, que ery este caso, tanto como
en el que mús, deben ser ejercitados.
Tiene é~ta por objeto dar las m~ís expresivas gracias, en nombre de
la Universidad, á los que han atendido hasta ahora mi rnego y remitido
periódicos, folletos y pu blicaci ~tes en general; y solicitar de nuevo el
apoyo de los que aun uo lo han hecho, á fin de qne lo cfcctuén, pnesto
qne no se oculta á sn inteligencia la suma ntilidad, importancia y honor
que reporta el paí~ con establecimientos como éste.
Dios guarde á n tecle .
ÜcTavro ToRRES PERA.
UEUORIAL
1~ELA.TIVO AL Oot..fWIIJ DE PINILLOS DI~ :MO.:MPÓS Y RE OLUOIÓN
Señor Ministro de lnstrucci6n Pública.
Yo, Tomás Castcllanv., vecino do BoO'otñ y Natural de Mompós,
con todo el respeto debido solicito de Sn Señoría se f.irva, en justicia,
declarar que el Colegio de Pinillos de diehn ciudaJ de 1\Iompós no ha
quedado comprendido en las dispo ieiones del Decreto Ejecutivo número
365, de 30 de Mayo del pre ente ano, desde luego que no es un
establecimiento subvencionado por el Gobierno, de acuerdo con el
:utícnlo 1. 0 de la Ley 92 de 1 88, y er, re pecto de éstos, únicamente,
á los qne se refiere la antorir.ación dada Al Poder Ejecutivo por el artículo
6. 0 de la miellla ley.
El Colegio de Pinillo3 fue fundado por el benefactor de la ciudad de
M.ompós, señor Pedro Afartíncz de Pit!illos, quien constrnyó, á su costa, el
magnífico local en que está establecido, y lo dotó con re11tas cuantiosas,
qne él rnisrno destinaba anualmente de la masa general de sus propios
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
120 ANALES DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA DE COLOMBIA
bienes. Después de la muerte del sefíor Pinillos, ocurrida en 1809, se
encargó el Cabildo de Mompós de la administración del Colegio, en
absoluto, sin intervención directa ni indirecta de ninguna otra autoridad
administrativa secciona} ó general, de acuerdo con la voluntad
expresa del fundador. Así ha continuado hasta hoy, con sólo las obliga·
ciones que recientemente le impuso la Ley 10 de 1887 en el artículo 2.0
,
para gozar del auxilio especial que el legislador le concedió en compensación
de las rentas que se le tomaron durante la guerra de la Independencia,
y se le hicieron perder con la ley y el decreto sobre redención de
censos y desamortización de los bienes de manos muertas.
Aunque estos hechos son de notoriedad pública y constan en algunas
de las oficinas de ese Ministerio, acompano, para mayor abunda·
miento, un certificado expedido por el Honorable s~nador de la República
por el departamento de Bolívar, sefior Doctor Pantaleón G. Ribón,
quien también los afirma y ratifica.
Como se ve, pues, el Colegio de Pinillos de Mompós, de carácter
municipal por disposición del fundador y por haberlo reedificado el
Cabildo dos ó tres veces, fue sn bvencionado de un modo especial, con
ciertas obligaciones únicamente, por la Ley 10 de 1887, y este auxilio
no tiene relación de ninguna especie con las subvenciones que puede
conceder el Poder Ejecutivo á los Colegios públicos y privados, siempre
que se sujeten á ciertas condiciones, según los artículos 1.0 y 6.0 de la
Ley 20 de 1888.
El Consejo Municipal de Mompós, que es el dueño del Colegio
indicado, de acuerdo con la voluntad del fundador y los gastos que ha
hecho en su reedificación, aceptó el auxilio que le concedió la primera
de las leyes citadas, y ha estado cumpliendo estrictamente las obligaciones
que se le impusieron en la misma ley; pero de aquí no puede deducirse
qne dicho plantel esté sujeto á la reglamentaci€m determinada
por el Poder Ejecutivo en los Decretos números 908 y 365, de 21 de
Noviembre de 1888 y 30 de Mayo del corriente año, para los colegios
que él subvencione, segí1n 1a ley general que fomenta la instrucción
pública secundaria.
Fundado en estas consideraciones, pido respetuosamente á Su Sefioría
declare que dicho Colegio de Pinillos no está comprendido en las
disposiciones de los decretos ejecutivos que se han dictado en desarrollo
de la. Ley 92 de 1888, aunque es auxiliado por el Tesoro Nacional, de
acuerdo con la Ley 10 de 1887, qne le impuso obligaciones distintas
para aceptar el auxilio.
llogotá, 14 de Agosto de 1890.
Senor Ministro. ToMÁs CAsTELLANos.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
MEMORIAL RELATIVO A.L COLEGIO PINILLOS DE l!OMPÓS 121
El infrascrito, vecino de la ciudad de Mompós, Senador de la
República por el departamento de Bolívar,
OERTIFIOA.:
Que el Colegio Pinillos de la ciudad de Mompós fue fundado
por el benefactor de ella señor D. Pedro :Martínez de Pinillos, quien
construyó á su costa el hermoso edificio en que está establecido, dotándolo
con rentas propias de su peculio para su sostenimiento y administración,
y después de su muerte, ocurrida en 1809, entró 3 gobernarlo
y administrarlo el Cabildo de dicha ciudad, en cumplimiento de la disposición
de su fundador, y hasta hoy ha continuado gobernándolo y
administrándolo sin intervención directa ni indirecta de ninguna otra
autoridad administrativa de la Provincia, del Estado, del Departamento
ó de la N ación.
Que estos hechos le constan, porque, habiendo sido en diversas épocas
Inspector, Catedrático y miembro de la Junta Administrativa de
dicho Colegio, miembro del Cabildo y Consejo Municipal de dicha
ciudad, Diputado á las antiguas Legislaturas P1·ovinciales y del Estado,
ha tenido oportunidad de conocer todos los actos y documentos públicos
de donde resultan los hechos mencionados.
Bogotá, 14 de Agosto de 1890.
P ANTALEÓN G. RmóN.
Ministerio de Instrucei6n Pública. --Bogotá, Agosto 19 de 1890.
El sefíor D. Tomás Castellanos solicita de este Ministerio se declare
que el Colegio de Pinillos, fundado en la ciudad de Mompós por el
sefior D. Pedro Martínez de Pinillos, no se halla comprendido en las
disposiciones del Decreto Ejecutivo número 365 del presente afio, ni le
son tampoco aplicables las del Decreto número 908 de 1888.
Fúndase el peticionario en que dicho establecimiento no recibe
del Gobierno subvención alguna de las que pro~eden de la Ley 92 de
1888, sino una especiaHsima que, concedida por el Congreso de la República,
se prorrogó durante un término de diez años por medio de la
Ley lO. a de 1887; y en que el establecimiento es una fundación enteramente
particular, cosa que se halla plenamente comprobada con el
certificado expedido por el señor Senador de la República, Doctor
D. Pantaleón G. Ribón.
Las afirmaciones del señor Castellanos son de consiguiente fundadas
: mas, como según el inciso 3. o del artículo 120 de l:t f1onstitu-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
122 ANALES DE LA INSTRUCCIÓN" PÚBLICA DE COLOllBIA
ción Nacional, el Gobierno tiene la potestad reglamentaria en virtud
de la caal debe dictar las resoluciones que convenga para la debida
ejecución de las leyes; y como la Ley lO. a de 1887, al prorrogar por
diez años la subvención de $4,000 concedida al Colegio de Pinillos, estableció
ciertas condiciones de que dependo el pago de dicha subvención,
SE RES OEL VE :
l. 0 Declarar que las disposiciones del Decreto número 365 del
presente año y las del número 908 de 1888 no son aplicables al Colegio
de Pinillos ; y
2. 0 Reglamentar la Ley 10.a de 1887 e., tablcciendo el modo como
deban cumplirse las condiciones por ella fijadas para el 1ogt·o de la subvención,
sobre lo cual se expedirá el decreto del caso.
Comuníquese la pre ente resolución al interesado y al 1 residente
de la Junta de Instrucción Pública de Cartagena, y pnb1íquese.
El Ministro, JEsús CAsAs Ro.rA s.
UNIVERSIDAD NACIONAL
DI:BLIOTECA NACIONAL
LISTA de los folleto recibidos en la Biblioteca Nacional durante el a.i10 1890
(Véase In. página. 417)
141-El A.q1·icultor, serie 6.a, HÚmero l. 0 -Bogotá, 18( O. Imprenta
de La Luz. 'l'res ejemplares.
142-Alegalo de conclusión sobre los montes de la sa.lina de Obitn.
Bogotá, 1800.-Imprunta de La Luz. Tres ejemplares.
143-Las Aguas minerale de Chile, por el Doctor Darap .. ki. Valparaíso,
1800. Un eje m piar.
144:-Empresa de B~t1'ila.-Manizales, 1890. Tt·cs ejemplares.
14:5-Nouvel revue histon'que dtJ clroit franyai . París, año xrv, unmero
l. e' 1890. un ejemplar.
146-Reglamento para conferencias de Teología moral y sag1·ado 1'itos.
Bogotá, 1890. Tres ejemplares. Imprenta de Silrestre & O. a
147- Afes de .Llfaría ó sea A1es ele Mayo. Bogotá, 1890. J mpren ta ele
Zalamea Hermanos.
148-Reglamcnto interno de los Sag -rados Gontzones de Je ·ús y de
Ma?'Ía. Bogotá, 1890. Imprenta de Za.lamea Hermanos. Tn: ejemplares.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
BIBLIOTECA NACIONAL 123
149-0onfraternidad católica en javo1· de las almas del P'argatorio.
Pamplona, 1890. Tres ejemplares.
150-Datos relativos á los sace1·clotes del Semina1·io. Pamplona,
1890. Tres eje m piares.
!51-Pequeña colección de cantos populares. Entrega 3. a Panamá,
1880. Tres ejemplares.
152-0ptica y acú ·tica, por C. D. Ralk. Bogotá, 18UO. Imprenta
de Torres Amaya. Tres ejemplares.
153-Nido de Amor. Valses por Emil\Valñteufe1. Bogotá, 1800. Imprenta
de La Luz. Tres ejerupln.res.
154-Debere ociales ile los católico~>. Circular del O hispo de 'l'nnja.
Tunja, 1890. Tres eje m pl res.
155- Leyes y dispo iciones comple~nentrwia sobre eleccione . BLtcaramanga,
1890. Tres ejemplares.
156-Pa to antiguo y modernú, por Tomás Hidalgo. Imprenta de
A. Ramírez. Tres ejemph res.
!57-Novena de la G'rada en honor de Satt Francisco Javie1'. Bogotá,
1890. Imprenta de La Luz. Tres ejemplares.
158-Discurso leído en la es1'6n solemne del Coleg1'o Pestalozziano,
por Teodoro Valcnzueln. Bogotá, 1890. Imprenta de La Luz. Tres
ejemplares.
159-Lembrar.as e cur·iollaas do Valle do Amazona ~., do lo cot¡ego
Francisco Bernardino de Souz(. Pará, 1873. Obsequio de la Biblioteca
de Río Janeiro á la de Bogotá. Un ejemplar.
160-Melange de calcul integral, par J. Gomes de ouza. T;eipzig,
1882- bsequio de ]a Biblioteca de Hío Janeiro. Un ejemplar.
J.G1- femoria del Ministro de Instrucción, Culto y Justicia del
Urngnay. :Montevideo, 1 89. Un ('jemplar.
162-La Universidad. Serie 2. a, n úmoro sexto. San Salvad01·, 1890.
Un ejemplar.
163-Le Corre pondant. Abril, 1890. París. Un eje m piar.
164-.Jfemo?·ias de la Sociedad Científica "Antonio Absato. ' Tomo
3. 0
, cuadernos 4, 5 y 6. ltléxico, 1890. Un ejemplar.
l 65-0ompendio de .Aritmética, 1 or ~f. A. Rueda. Bogotá, 1 90.
Imprenta de La Luz. 'rres ejemplares.
166-0ompendio de Geogr·afía, por Carlos .Martíncz Silva. Bogotá.
1890. Imprenta de La Luz. Tres ejemplares.
167-Diccionario de los rnedicanzentos nuevos, por los Doctores Nicolás
Osorio y Pablo García 1tiedina. Bogotá, 1890. Imprenta de La Luz.
Tres ejemplares.
168-.E. tatutos de la Gompaiiía de la Oasa ele .. Mercado de B'ltcaramanga.
Bucararuanga, 1890. Tres ejempla1·es.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
124 ANALES DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA DE COLOMBIA
169-Memorandum alfabético de las cuestiones de Dereclto Procedimental.
Bucaramanga, 1890. Tres ejemplares.
170-Alegato en estrados del apoderado de los sefiores Millet y Goy,
en su demanda contra los seflores Baratoux, Letellier & Compatlía. Panamá,
1890. Tres ejemplares.
171-Memoria del Secretario de Guerra al Congreso de Guatemala.
Guatemala, 1890. Un ejemplar.
172-Memoria del Secretario de Instrucción Pú blir.a de Guatemala
al Congreso de 1890. Un ejemplar.
173-:M::emoria del Secretario de Gobierno y Justicia de Guatemala
al Congreso de 1890. Un ejemplar.
174-Memoria del Secretario de Fomento de Guatemala al Congreso
de 1890. Un ejemplar.
175--Informe de la Dirección General de Estadística de Guatemala.
1890. Un ejemplar.
176-Memoria de Hacienda y Crédito Público de Guatemala. 1890.
Un ejem piar.
177-Mensaje del Presidente d~ Guatemala al Congreso de 1890. Un
ejemplar.
178-~femoria del Gobernador del departamento de Cundinamarca á
la Asamblea. Bogotá, 1890. Imprenta de Silvestre y Compaflía.
179-Boletín Mensual del :Ministerio de Relaciones Exteriores de ]a
República Argentina. Buenos Aires, 1890. Un ejemplar.
180-Boletin Estadístico del departamento de Bolívar. Cartagena,
1890. Cinco ejemplares.
181-Regulamento clo Ragistro civil dos nasoimientos, ca amientos e
obitos. Río Janeiro, 1888. Obsequio de la Biblioteca. Un ejemplar.
1 .2-La Revolu,cione del Brazil. Río J aneiro, 1889. Un ejemplar
de la Biblioteca.
183-Historia do Btazil, por Fray Vicente do Salvador. Río tTaneiro,
1889. Un ejemplar.
184-Doble C'rirnen de To1·cuato Ca?''J'eJlo. Socorro, 1890. Un ejemplar.
185-Menwria de los actos administrativos del Consejo M1tnicipal de
Cltuquisaca en 1889. Un ejemplar.
186-:?l fe1TOcar?·il del Cauca. Bogotá, 1890. Imprenta do .El Telegrama.
Un ejemplar.
187- Un via,je al río Guavío. Bogotá, 1890. Imprenta de Echeverría
Hermanos. Un ejemplar.
188-Sociedact Literaria ele Santo To-;nás de Aquino en el Colegio del
Rosario. Bogotá, 1890. Imprenta de Zalamea Hermanos. Tres ejemplares.
189 -Asunto F'arall6n-Sucio. Desenlace. Bogotá, 1~90. Imprenta
de Zalamea Hermanos. Tres ejemplares.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
BIBLIOTECA N A CION AL 125
190-Decreto número 366 (20 de Mayo de 1890}, orgánico de los trabajos
de la carretera del Norte. Bogotá, 1890. Imprenta de Zalamea
Hermanos. Tres eje m piares.
191-Triduo y novena del Sagrado Goraz6n de Jesils. Bogotá, 1890.
Imprenta de Zalamea Hermanos. Tres ejemplares.
192-Ferrocarril del Noroeste. (Primer apéndice). Bogotá, 1890.
Imprenta de Za.laruea Hermanos. Tres ejemplares.
193-Injorme del Gobernador d ,e Boyaoá. Tunja., 1890. Dos ejemplares.
194-La Universidad (serie 2. •, número 7. 0
). San Salvador, 1890.
Un ejemplar.
195 -Decreto por el que se reorganiza la Congregación del Sagrado
Corazón de Jesús. Sauta Marta, 1890. Tres ejemplares.
19e-De cómo se hace para no rendir ~tna cuenta. Bogotá, 1890.
Imprenta de La Luz. Tres ejemplares.
197-Las Teor-ías. Pl'ólogo para un libro. Panamá, 1890. Tres ejemplares.
198-InfO?'me del Sec1·etario de Gobierno del Tolima al Gobernador.
!bagué, 1890. Tres ejemplares.
199-biforme del Secreta1·io de Hacienda del Tolima al Gobernador.
!bagué, 1890. Tres ejemplares.
200-Mensaje del Gooernallo1· del Tolirna. !bagué, 1890. Tres ejemplares.
201-Los treinta sonetos, por Cecilio A. Cepeda. Barranquilla, 1890.
Tres ejemplares.
202-Reglamento de la So ciedad do sefto?'as del culto . .Barranquilla,
1890. Tres ejemplar(:s.
203-Reglamento del Con.~~fo Jfunicipal de Barranquilla, 1890. Tres
ejemplares.
204-Encíclica de Le6n XIII. Deberes de los cristianos. Pamplona,
1890. Tres ejemplares.
205-M anual de Mecllcina prtÍctica, pot· el Doctor Cazeo.abe. París,
1889. Un ejemplar.
206-Ensayos de Literatura y de Moral, por Juan Molina. (Primera
serie). Medellín, 1890. Un ejemplar.
20"1-Guarani. Opera. Bogotá, 1890. Imprenta de La Lu z. ~flres
ejemplares.
208-Reglamento de la Biblioteca Nacional de San Salvador. 1890.
Un ejemplar.
209-Anuario estadístico del departamento de Antioquia en 1888.
Medellín. Un ejemplar.
210-A Bella Sara. Das orientales de Víctor Hugo. Río de Janeiro,
1885. Un ejemplar.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
126 ANALES DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA DE COLOMBIA
211-0 mJento da República no Brazil pelo conselheiro O. B. Otto'm: ..
Río de Janeiro, 1890. Un ejemplar.
212-Subsidias para o estudo de higiene do Río Janeiro, pelo Doctor
Antonio Martino de Azeverilo Pimentel. Río de Janeiro, 1R90. Un
ejemplar.
213-0ódigo de Oome1·cio de la República Argentina. Buenos Aires,
18R9. Un ejemplar.
214-Memo·ria lJresentada al Congreso Argentino por el Ministro de
Justicia, Culto é Instrucción Pública. Volúmenes I, u y ur. Buenos.
Aires, 1890. Un ejemplar.
215-Informncoes o fragmentos hist6r1'cos do padre JosepJ¿ de Anchieta.
S. J. Río Janeiro, 1886. Un ejemplar.
~16-Circulnr á los directores y catedráticos de la Universidad NacionaL
Bogotá, 1890. Imprenta de La L1.tz. Cinco ejemplares del M:i ...
nisterio.
217-Le canal de Panamá, l'i, ·tme ame1·icain. Explo1·ation , etc., par
Lucieu N. B. \Vyse. París, 1880. Un ejemphw obsequiado por el
se1'1or J;. N. B. \Vhysc.
218-N~testra ci1'culación monetaria n. Imprenta de Torrea Amaya.
1 90. Tres ejemplares.
210-0 Balanr;ao dct dina?Jtia. Prímcira parte, por A. J. . Bolafogr.
Río J aneiro, 1800. Un ejem piar.
220-lnforme del Gobenwtlo1· de Boyacá cí la Asamblea de 1890.
1'nnja, 1890. Un ejempl0
1
~ .. «>.e:: o IZi
1
:;., «>C!t 00
~ ~ :¡ ¡;;s ' A o A 1 562.3 -- -- -- -- -- --- -- --------- -- 560.9 561.6 9.85 88 17.6 10.6 14.1 ... . 0.037 Calma. 1.2 9.0 E. Cs. ests . . .....
2 562.5 561.0 561.7 10.80 93 17.5 10.6 14.0 12.3 0.037 Calma.. 0.7 10.0 o. Nimbus. . ... Lluvfa de 1 á 2 h. p. m.
3 562.7 561.2 561.9 9.55 95 17.6 10.3 13.9 8.2 0.035 o. so. 0.5 10.0 Incieno Nimbus. . .. IJuvia. de 19 á 3 h. p. m.
4 562.6 561.1 561.8 10.21 95 17.610,5 14.0 ~1.3 0.037 o. 0.5 9.0 Inf. O Nlmbus Cs. P.L Lluvia á medio día.
r; 562.5 560.3 561.4 9.97 90 16.5 10.6 13.5 1.0 0.037 o. 1.0 9.0 E. Ns. Cs. al H. . . .. J Llavia al amanecer. O manchas en
t el disco solar . 6 563.1 560.8 561.9 7.67 55 19.4 10.9 15.1 . .. . 0.306 ESE. 4.5 4.5 ESE. Cir. y Cs. disp. .... Despejado .
7 563.6 561.0 562.1 7.91 58 19.7 10.9 15.3 ..... 0.364 SE. 4.2 6.5 E. Cfr. y Cs. ests.; -...
8 562.5 560.7 561.6 9.58 73 17.8 10.8 14.3 1.0 0.115 S. OSO. 2.7 9.0 E. Ns. Cs. . ... Llovizna al amanecer.
9 562.1 560.3 561.2 10.31 84 18.4 10.6 14.5 4.5 0.081 o. 1.6 10.0 Inf. O Nlmbus. . . . Lluvia al amanecer .
lO 562.2 560.4 561.3 8.28 62 17.8 11.2 14.5 0.6 0.069 S. O. 3.8 7.5 ~:l'Ji:;. Cs. y Ns. ests. .. ... Llovizna á 2 h. p. m.
l1 562.8 560.2 561.5 9.84 67 20.1 10.9 15.5 3.4 0.113 8. 3.3 7.5 E. Cs. ests. C. M Lluvia por la noche.
12 562.5 560.7 561.9 9.83 76 17.5 11.0 14.2 10.6 0.110 SO. N. 2.4 9.~ E. Cs. ests. Ns. . ... IJuvi& á 12 y á 2p. m.
13 562.5 560.4 561.4 9.71 75 18.1 9.3 13.7 ....
1
0.075 SSO.NE 2.5 8.5 SE. Clr. Cs. ests. . ... Neche despejada.
14 563.5 561.0 562.2,9.12 76,16.5 9.5 13.0 28.8r.040 SE. 2.4 { Lluvia toda la noche y lloYlzna por
1
8.5 ESE. Ns. c.. eats. ...... lamaftana .
15 563.3,561.2 562.2 9.49 82 16.4 9.4 12.7 3.0 0.075 ONO. 1.8 10. O SE. Nlmbu•. . ... { Llovizna á 9 y lO a. m. Lluvia á a p. m •
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
16 563.0 561.1 562.0 9.22
17 562.2 560.3 561.2 10.07
18 561.9 560.0 560.9 10.19
19 561.6 559.7 560.
Citación recomendada (normas APA)
"Anales de la Instrucción Pública en los Estados Unidos de Colombia - N. 98 y 99", -:-, 1890. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3687201/), el día 2025-06-23.
¡Disfruta más de la BDB!
Explora contenidos digitales de forma gratuita, crea tus propias colecciones, colabora y comparte con otros.