EL -HOGAR CATDLIC~
"\
Se publica bajo la dirección del Presb ítero Celso Fo rero Ni eto, Canónig o
de la Santa Catedral-Basilica
fllabado, adorado, amado y correspondido sea e!) todo momento
EL CORAZON EUCARlSTICO DE JESUS
e!) to9os los sagrarios y hasta la consumación de los siglos
Se edita en la Imprenta Electrica
Seri'l 7." 1
EL SANTO ROSARI g
El primer d c1min g o d e ocf ub re lo
d edica l a I g- l es i a a la s ) lemuirlari el e l
Santís imo Rosar io de M a ría. Muc ho-;
am igos tiene el SJntísimo Rosario, y
es las tima no te nga muc hos má'>, pu es
lo merece tan llana y fá <·il y afe c tu osa
devoción. Compó n ese d m r dl l:t c tu nPs,
s ú p lica s .Y alabanzas. M editacion es :
lor me d io d e la afectuosa/
a 1 aba'n za.
Meditacidn. La mecli ta'c ión es el
acto más noble d el entendimiento humano;
por esto su prácti ca es t ambié n
la primera entre las prácticas ele la
Religión, y principalme nte en el Santísimo
R osario. M edit a r, si yo no me
equivoco, es fij a r los ojos, no del cue rpo
sino del pensamiento, en una verdad
o en un h echo; estudiarlo con todas
sus circunstanci as ; apli c árs elo a .
sí el que medita en toda su extensión;
examinarlo con todas sus consecuencias
y r elaciones. Por es to la ·meditación,
que tan difícil parece a mu c hos,
es en el fo ndo el acto más fácil, porque
es el más natural. Todos meditamos.
El hombre de mundo medita su ne
gocio, el hombr e de estado medita
su política, el hombre de estudios m e-
=
dita su cienc i a, el hombre d i;; ! p·~ r1o
medita sus calaveradas, la muj e r fdvola
m edita sus t r aj es y !i('nera l
que da la bata ll a sin e xpJ ¡¡r <~ r ti c amp
•>, o como labrador que lanza al aire
su s e milla si n h Hbe r r oto el terrón.
Ahora bien: El asunto pr·in c ipa l de
las m edi t a c i o n es rlc t od o cris tÚt no de be
s er la vicia de Cristo y de s u Ma dre
S a ntísima . Allí e stá n los ej e mplos q u e
d "' be s egu ir, allí l as leccioues q ~ed be
a pre n d e_r, allí los mode los que debe,
no s 61o ~ dmirar , sino también imitar.
¿ N o es cie rto qne con ocemos poco,
mu y po r:o, a J esu cris to, a p esar de que
v ive e nt re n osotros? E s, s in dud:1, porq
ue l e e!< t udi a mos po c o , porqu e no medi
tarnn s.
El R osa rio r s un cursÓ d e e !-. tO :> e s tudios
en qnince lecciones. Allí s e ve
n acer a Cnsto, y se l e •; e pflclecer, y se
le ve morir y resuci tar; all í s e con templa
la pureza virginal- de su madre,
su caridad para con Isabel, sus
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EL HOGAR C~ TOLICO
angustias y resignación en el establo y
en el' Calvario, su muerte dichosa y su
coronación en los cielos. ¿Te he dicho
que era el Rosario un curso de meditación
en quince lecciones? Mejor te
diría qtie es una galería de pinturas
distribuidas en quince cuadros, ante
Jos cuales nos paramos sucesivamente
para formar según ellos nuestro cora·
zón y nuestras costumbres.
Ahí tienes, pues, la primera parte
y la más principal del Rosario: el
acto del entendimiento, la meditación.
Pero los misterios están como engarzadQs
o unidos entre sí por medio
de,cadena.s de Ave Marias, al frente
de las cuales va un Padre Nuéslro,
con cluyPndo cada una con un Glortá
Patri. Es decir, que este encadenamiento
lo forman sú plicas y alabanzas.
Pero, ¡qué suplicas y qué alabanzas!
Las más g ratas que los cielos han
recib1do jamás cle la tierra; súplicas por
medio de las cual es suplicamos todo lo
que se puede suplicar; alabanzas con
las cuales dejamos atrás otra cualquier
alabanza que pueda salir de Jos .
labios humanos o angelicales. La súplica
es el Padre Nuéstro; la alabanza,
con algo de súplica también, es el
Ave Maria y Gloria Patrt:
La Iglesia y sus hijos, celosos de la
honra divina, al lado del grito constante
de guerra que ofende al cielo,
elevan otro grito constante de gloria
que desagravia al cielo ; al lado de la
voz que insulta, levanta~ a todas hora~
Id voz que alaba, manteniendo
formado frente a frente del ejército
furioso de Jos que maldicen, el ejército
pacífico de Jos que bendicen. Guerra,
claman unos; gloria, contestan
los otros. Guerra al Padre, guerra al
Hijo, guerra al Espíritu Santo, grita
el infierno con todos los suyos: Gloria
Patri el Fdio el Spiritui Sancto :
Glori a al Padre, gloria al Hijo, gloria
al ·Espíritu Sa nto, contesta también
la Iglesia con los suyos:-ahora y siempre
y por todos los siglos, gritan despechados
a qu~ll os . Stcut erat in pn'ncipio
el nunc el semper el in scecula
sceculorum, replicamos nosotros. Esto
es el Gloria Patri, homenaje de continua
reparación, cántico de desagravio,
resumen y compendio de toda
al~hanza, verdadero coronamiento de
todas las meditaciones, súplicas y alabanzas
que componen el Rosario de
María.
F. SARDÁ y SALVANY
Honramos nuestras coi~,Jmnas publicando
a continuación el magistral estudio sobre
Jos Autos Sacnzmenlales con que asombró
ra los doctos el insigne humanista don
Antonio Gómez Restrepo, la noche que loleyó
en el patio-salón de San Bartolomé,.
con motivo de una de las funciones literarias
del Congreso Eucarístico Nacional,.
y le agradecemos en alto grado la benevolencia
con que se ha dignado ctdernos
el manuscrito para nuestra modesta revista.
En otra parte nos cabe igualmente el
honor de insertar fragmentos de algunos.
de los grandiosos discursos que se de jaron
ofr en el mismo recinto, en las Asambleas
Generales del mismo Congreso.
Tanto en su conjunto como en muchos
de sus detalles, el Songreso Eucarístico,
celebrado del 7 al 14 de septie'm~re
último, superó lo que Jos más optimistas.
se hablan imaginado del resultado de
esta espléndida manifestaci6n de la fe de
un pueblo que cree en Cristo, adora a
Cristo y quiere que Cristo reine sobre éL
Pasarán los años, se sucederán las generaciones,
y todavía estará vivo el recuerdo
del espectáculo imponente de este
Congreso, que, con las muchas decenas
de miles de comuniones de niños y adultos,
las suntuosas Pontificales de la Basílica,
la elocuencia y doctrina de insignes.
oradores sagrados, principalmente la
desbordante del que ocupó la cátedra sagrada
en las mañanas del Triduo de la
Catedral, los doctos y elocuentes discursos
que arrancaron nutridos aplausos en.
Asambleas generales y particulares las
diversas procesiones, entre ellas la' del·
Santísimo Sacramento, en la que no se sab~
qué ~dmirar más, si la insuperable magmficencm
que la acompañó en todo su largo
trayecto, o la piedad edificante de Prelados,
Magistrados, miembros de las Cámaras
Legislativas, sacerdotes, comunidades
religiosas, corporaciones, ejército,.
caballeros, etc., y mil cosas más, todas.·
dignas de dulcísimos recuerdos, harán,
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'EL HOGAR CA TOLICO
que este magno acontecimiento forme
época en los anales re1igiosos de nuestro
país y se le repute oomo la mayor de sus
glorias.
Los Autos Sacramentales
(PALABRAS 'PRONUNCIADAS POR DON A!'ITONIO
GÓJIEZ RES'I'l\EPO, COMO INTRODUCC IÓN A UN
AUTO DE CALDERÓN, REPRESENTADO POli. LOS
ALUMNOS DEL COLEGIO DE SA!'I BARTOLOMÉ,
DURANTE LAS FIESTAS DEL CO NG RES O EUCARÍSTICO)
Señores:
La representación a que vais a asistir
no es una novedad literaria, sino una curiosidad
arqueológica. Al tratarse de festejar
el Congreso Eucarístico Nacional,
era natural volver los ojo!; al género literario
que en siglos pasados tuvo por exclusivo
objeto la conmemoración de la
Eucaristía, a los Autos Sacramentales, que
fueron alimento espiritual y sabroso entretenimiento
del pueblo español en la
época de su mayor grandeza. Y entre la
inmensa mole de esas curiosas piezas dramáticas,
la elección tenía que fijarse en
una de D. Pedro Calderón de la Barca,
genio representativo de la España del siglo
XVII; poeta y teólogo a la vez; caballero
y sacerdote¡ que se alzó con el
principado de este ·género literario.
J,as obras de arte, aun cuando sean
creación del genio individual, están íntimamente
enlazadas con la época y el pais
donde se produjeron; y es preci<;o colocarlas
en el medio dentro del cual se desarrollaron,
para poder apreciar las rectamente
al través de los tiempos. Parte de
esas producciones es como la obra muerta,
que se deteriora y envejece; pero
cuando por ellas ha pasado el soplo del
genio, hay una porción sustancial que flota
y sobrenada, y resiste impávida a los
embates del tiempo. Todos los siglos rin.
den tributo de admiración a esas obras;
todas las razas superiores quieren convertirlas
en sustancia propia. Y poseen un
contenido interior tan inagotable, que se
va desarrollando con el paso del tiempo
y con las modificaciones ~el gusto : son
obras siempre antiguas y siempre nuevas,
que conservan el calor cordial de las vie·
jas amistades y que al par nos reservan
gratas sorpresas. Tienen su sentido propio
y natural, y se prestan a las más varias interpretaciones
: todos creen entenderlas,
y al propio tiempo hay en ellas, como en
~ luna, una faz que se envuelve en el
misterio; algo que se pierde en la penumb~
a de lo inexplicado. El genio es dón del
cielo. ·
Esas son las cre.:1ciones soberanas las de
Homero, Esquilo, Dante y Shakespeare;
a esa categorf~ pertenece el Quijote, del
rey de los escntores castellanos, libro que
hace reír y llorar, y que bajo forma sadrica,
es una obra de inmensa compasión ;
poema &,omplejo como la vida, ante el cual
vacilan los comentadores cuando pretenden
dar la fórmula que explique y abarque
toda la extraña y sublime concepción.
No ocupan los Autos Sacramentales tan
excelso lugar: de ahí que su lectura no
forme parte esencial de la educación literaria
de la humanid ad, y sean manjar
para eruditos, pard individuos pertrechados
de estudios y le cturas que les permitan
apreciar debidamente esos venerables
monum e ntos de la inspiración y de la fe
de nuestros mayores.
Pero . se dirá ·: ¿cómo es posible que
unas obras desti nada s a celebrar el más
fecundo de los sac ramentos de la Iglesia,
hayan pasado de moda y sean hoy
curio5as antiguallas? En casos como éste
hay que distinguir la idea, que es peren- ·
ne, de su encarnación en una forma literaria,
que puede ser mudable y transitoria.
El fondo de los Autos Sacramenlalu
no envejece, porque es la teología católica,
pura y sin alteración ; pero la forma
alegórica, que escogieron los poetas españoles
y que tan vivamente hería la
imaginación popular en aquella época, no
está de acuerdo con los gu!>tos del ~úblico
moderno, y lo que es más, no corresponde,
de manera satisfactoria, a las exigencias
de la representación escénica.
El teatro es pasión, es movimiento, e s
vida. Al reducirse a las condiciones escé nicas,
las acciones humanas se concentran
y adquieren en intensidad lo que pierden
en ex tensión. Más que las grandes catástrofes
colectivas, el teatro prefiere las
hondas crisis del corazón humano ; la lucha
encontrada de inter eses y pasiones ;
el hervir de la sangre; y no son sus figuras
preferidas las de los seres extrahumanos
o perfectos , sin o las que toma de
la vida r ta l, del escen a r io humilde donde
se desarrollan los in cid entes de la existencia
diaria.
El arte alegórico, ese que da figura,
voz y acción a los seres espiritual es o a bs-
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tractos, ti ene ampl io desarroll o e n cie rtos
géneros, en los c u~ l es h a pr.odu ctdo o bras
rl1éie >tras. En la E..dad M e dta, sobre t vdo,
la aler'Tia artf;,tica por ex
c elen6a, e im prim ió car:í.ct e r esp~c i a l a
obras tal es como El Paraíso del D a nte ~l os
frescos de G10tt o en la b ·ts íl ica de A sís y
léis cat edrales g ótica;,. Tod o , e n la t r~za
de estas obras si ng ulares, tt e ne do bl e stgnifica
ción ; y po r lo qu e h 1~e. ~ 1 gran
poema, el poeta mbmo lo advtrl to en estos
v e rsos :
O v oi eh'avette g l' i ot ~ \le tl i s at.i,
l\iir;•tc la doLLr ina che s 'ascon Je
Sotto il ve la rne d e g li vcr s i straoi.
P or lo que se re fi ere a las c". tedrales góti-:
as,¿ quien q•Je las h aya vi >to , n o comprend
e que ene ; a s epope ya s d e piedra t~do
h dbla al espír itu, e l ~illa r, el are •, la o jtva,
las •:a ladas torrer: il!as, la mística ro ~ a
de vid rios d e co lore s, y h as t a la s figura s
momtruosas y grote scas, qu e S P. retuerce
n y ríen en la s gárgolas y cornisas,
comu repr e~e ntac ión d e los espí ritus maléfi
cos, t e ntado res d e la carne y perturbadores
del alma? El e difi ~ · o ent ero es
ur;t canto , el de la ma ter ia transfi g u ra da,
el de la pied ra qu e, a m::: dida que a sc ie nde
e n el espacio, p arece despoj a rse. de ·
s.u pe sa ntez 1y volv,e r se aére::~, t ranspare~te
y sutil, c ó mo s1mbolo de las más deh .
ca das y sublimes a spiracione s de lamente
y el corazón de l h om bre.
El R enacimiento se al e jó del mundo de
las abstra cc io nes y se e spació en el ca mpo
de lo definido y lo concre to, sin d a r,
poi eso, muerte al símbolo, que es part e
esencial del arte en sus más alta s m a nifesta
ciones. En España, el genio n acional
te ndió a un rea lism o fr anco y sano,
el de Murillo, Ribera y Velásquez; el de
F e rnando de R o jas, M dteo Alemán y
Cervant'es. P e ro s e siguieron cultivando
ciertos géneros, que h d bían nac ido en la
Edad M edia ; y fL)reci e ron espléndida mente
los Autos S acramentales, ülti m a evoluc
ión de los MISterios medioe val es, que
nacieron a la som b ra d e la Iglesia.
S on, en suma, los Autos S acramentales ,
representaciones sagradas , que se destinaban
a solem nizar la fi esta de l Corpus.
Extraño parece que la multitud p udi e ra
interPsarse por aquellas sutiles exposiciones
de los más encumbrados conceptos
teológicos, y sigui era, con entusi asmo, la
l ucha entre la verdad católica y los er~o-res
que p r e t e w!Ían manc i llarla. E~ p reciso
r econoce r qu e e l pu eb lo e spa n ol de
e ntonce s, no sólo cre ía enérgicamente ,
5ino qu e p useía una fe ilustrada, .~~r!az de
entrar, con . paso fi r me, por e l d tftctl s e nd
e ro de las disput1.s teológ- i ca s .
T <)do le sirve a l poeta d e arg-umento o
d e prtte xto para su obra: la B1blia y la
hi >toria profana ; lo antiguo y lo m o derno;
lo encumbrado y lo humi lde. P e ro es
de observ a r~ e que aun e n aquell os casos
en qu e e l Auto vP. rsa ~.obre tema h ~ t ór ico,
los pe rson a je s fantá sti c o~ se m ezclan co n
los Peal es , y un o s y otros a pe nas ofrecen
cará ·ter individua r. E l A ut o típico e s
aque l en que las fi gu ras s o n i i eas, vi c ios
y virtud e s ba jo forma corpóre a; e n .que ,
e l bien y e l mal tom a n hu mana aparte n cía,
y la lu c h J. se esta b:ece , co n car ICter
es t err enos , entr e entid a rle s abs tractas,
d e esas que en otras p a rtes sólo ~abía n
manej a r lo s d is putado res fi losó fi cos. Esfuer
zc> extraord tnar io d e l genio , ese de
dar fvrma plá5tica e inte ré, dram á tic o en
o casi on es a t ema s que de otro m odo no
h a brían saliJo nunca del á ri d o te rre no
de las discu >iones o del campo de la ex posición
d i .lác ti ca. Arte a dm irable el de
interesa r al públ ico con una lu ch a de
sombras c omo si se trata ra de un confli
ct , h u :n a n o , e ilu 'D inar con la luz de l
arte e l m undo au st ero de la ontol0gfa!
T od os los grandes dram ' ti cos espa ñoles
cu ltiv a ron los Autos Sacra mentales. Hízolos
Lope d e V ega , ese poeta univc rsa_J ,
que r e corri ó to da la escala de lo s sentt - ,
mi e n tas humanos, y ya and uv o por los
tortuosos se nd eros de las pasione s t e rrenas,
ya se le vantó, en vuelo s e r áfi co, a
las altura .s c elestes. Los Autos de L ope
r evelan la d elica deza afectiva de su mu sa
y su es pon tá neo amor a la nor la naturaleza
de su talento, a la observación curiosa de
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la realidad e impulsado por el inquieto
duendecillo de su fantasía, a r e volv e r, en
nudo inextricable, los hil os d e la trama de
la vida, para mecerse, Ir- j os de la ti e rra,
sobre las nubes de lo irreal y de lo fantásti
co. Tambié n Tirso, e l poeta audaz y
profano, cultivó los Autos S,z cramentrzles, y
suyo es uno d e los m ás h e rmo so s , El col·
menero divz'no. Pero aun e n estas pi e zas,
la geniali iad de Tirso ~ iempre se rev ~ la :
el Auto que lleva e l e xtra ñ o t ítulo No le
arriendo la ganancia, e mpi e za con esta
quintilla, que lleva la marca de fa brica :
C ompré :l e los des e n gañ ::~ s,
Que s . 'n m ercad eres vi!'j os,
En la fe ri a de los dañ o~,
U na tienda de consej os ,
Con dinero de mis años.
Pero el poe ta de los Autos Sacrammta
les fue Calderón de la Barca, por el gran
número que escribió y por el mérito singular
de muchos de el los. Su im¡.¡ira ción
se movía g:~.llardamente en las regiones
de la moral y la filosofía. En esfue rzo gigante
trazó tn la vz'da es sueño, e l drama
de la existencia humana e hizo de S egismundo
una de esas grandes creaciones
sintéticas, en las cuales se rdl ja y condensa
todo el d e stino de la raza de Adán.
Cuando contem plamos al prfnci ¡.>e cauti
vo lanza ndo al cie lo su s formi d able s que
jas, nos deja la im pr e si ó n d e un co loso
que surge, a m edio fvrmar, d e las e ntra.
ñas de la madre ti e rra , pe ro que ll e va en
la fre nte la luz div ina d el e spíritu. Sus
luchas y 'r evese s, su e n cu mbramie nt o y
su ca >da so n la hi ; t o ria d e l h o m bre ; y
el fi 1a l del d rama nús m u e, .• ra la t ra n sfigura
ció n del >ér moral po r el d eo.enga ño
y e l dolo r ; e l aq .-idam ien to ?e las
pasi0 n es, c ua ndo la ley recobra su Imp erio;
y lñ eli'. •: ión del án 1mo atnbulado,
cuando la st!ren idad as ien ta e n medio de
él su si lla t r iun fad o ra.
L a s g- r a nd es cualidad es de. p oeta lí rico
. que te n 'a C a lde r ón le si rven a maravil la
'e n los Autos Sacra mentales y le pe rmitt!n
revf stir d e i mágenes bri !antes el di ::tl ogo
y las largas nar r aciones . T odos los ob¡ctos
d e l muyfdo fís ico se ofr ecen al po~-' ta
para qu e é l los d ispo nga y los of rez ca
como tributo a l Sac ram e n to : ma deras
preciosa s, o r o y pl a t a, aro mas de l o · ie n .
te, di a mantes, perl a s y rubíe s; te la s d.e
Damasc", s e das y b r o :::a dos, todo contn ·
buye a la esplendidez y brillo d e l h o m e.
naje. Y los ve rsos fl uy t! n y se o rde nan e n
conjunto armónico como si el poe ta h iciera
d e los sonidos una grande y mági~
ca o rqu esta.
Lá s tima que el buen g usto no sea constante
compa ñero y g ui a d e la inspiraciónd
e l poe ta ! Floreció Cal derón e n la época
de l gongorismo y le p a gó amplio y lasti moso
tributo. Al ladv de frases magn{fi.
cas y de im ágene s esplendorosas ( 1) halla mos,
en la stimosa y a ve ces inconte nible
profusión, conceptos qu e de puros sutiles,
se quiebran, vanos juego s de palabras; e
imágenes de una extravaganc ia y barroquismo
tales, que ape na5 se co m prende
cómo les dio entrada en sus versos ese
grande artista. Es com o si una reina
mostrara, mezcladas y confundidas con
las joyas auténticas de su corona, cuentecillas
de vidrio, de esas con que los contemporáneos
de Calde rÓn deslumbraban
los ojos de los inf,.nt il e s caciques d e l
Nuevo Mundo.
Y Calderón dab,a grande importanci a
a Jél' composición de su s Autos y a su e j ecución
ante el público. El, que a seme janza
de sus co!ltemporáneo ~, se preocupaba
poco del aparato e s cénico y no dejó
indicacione s sobre la man era como, a ~u
jui ci o, debfan represe ntarse e l Alcalde d t
Zqlamea, El Médico de su hon ra y El Prín ·
ápe Con stante, tuvo cuidado de dispo n e r el
esce nario ~ de cada uno de sus Aulú .r .
· ( 1) V éa os e ésta s , to :naJas al a c a so del a uto
de L a vida es sueño :
PHÍ:\'CIPE
¿Qué es tu in tento '?
SOMO HA
Y o fui
rálida {e.z d el caos
P l\ ÍN C CP E
Ya lo vi
Cu ~ od o en p :tlida·tez
A pagó ru i e,pleod 'r tu lobreguez.
S OMB I\ A
N ació la lu z ron que
Al'l'ug·ándome e l. 111a oto .. .•
PI\1:-¡CIP E
Ya lo ;é:
H uy e nd o de ella , cou eob.,rJe ardid ,
H. oJeaste rl Lr l.Jr .•. •
S O~!B fl..o\.
1\ o ta , pue~, la lid,
Entre los dos d cu:1 rt o d ía ll e gó.--.
PRÍNG P E
En r¡ue el sol d e iO inspiración :
es como una tri ple ráfaga lumi nosa que
partiendo de la tierra, con inefable im·
( 1) Véase la preciosa reim presión que de
las obras de Eslava hizo don J oaquio García
lcazbalceta : Coloq uios espiritualef y sacramen
ta les y poeslas sa.qradas del Presbltero
Fernán González de Eslava. llféJico.
I8JJ·
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pulso, sube a besar los pies de la Divinidad.
Os pido perdón por este fatigoso
preámbulo. Cuando un monarca se
aproxima, un heraldo lo anuncia para
que el pueblo se prepare a recibirlo con
el debido acatamiento. Tócame hoy desempeñar
ese papel y anunciaros que va
a presentarse en escena don Pedro Calderón
de la Barca, último rey de la dramática
española en los tiempos de la dinastía
austriaca.
He dicho.
Fragmentos de tres grandes discursos
PI\ONUNCIADOS EN EL CONGI\ESO EUCARÍSTICO
NACIO NAL DE COLOMBIA
"Los Congresos Eucarísticos que en los últimos
tiempos vienen c el r brandosJ en las primeras
capitales del viejo y de l nuevo mundo,
y ante los cuales se abren con reverencia y
vene ración las pue1·tas de las mi s m;~s g·randes
m Etrópolis en que fu é crimen d e les;~ majestad
un día el culto del Augusto Sacrame nto, no·
otra cosa son que una de las rnaoif~s tacion es
de ese impo nente renacimiento de la fe; el
clamor, con esteotórea voz, de millones de
hombres que, olvidados de Dios, :>caso durante
las generaciones enteras, r eciben de un golpe
el rayo de luz que ilurnioa su ceguedad,
abren los' oj os ante las crecientes ame nazas de
una civilización que quiso renegar de su ori.
gen, y no hallan otro dique contra e l mar que
brama embravecido ante las agriet;~d , os murallas
sociales que el de la Religión, de que <~yer
h;~cían mofa, que p ers,.guían con encono, cuya
des;~ parición profe tizaban alboro z;~dos, que
resurge como planta inmortal por todas partes
con cre·iente vigor, sobre las ruinas de una
ciencia falaz y envanecida, sobre los despojos
de un libertinaje que lleva al desp0ti l vínc u,lo
conyugal; c uanrlo c ui da d e la inteli gencia y
la educar ión del niñ o, se · und ~ n d o la ilCción
d e IH Ig les ia y d e la familia ; c uaodo sustenta
y apoya la ~ ins tituciones d t> benefic• o ci a, y
extiende por todos los medi r s n su alca nce la
fe c undante acc.ión d e .la ca ¡·¡ d;~ d ; cu , co rre a pos trle, faro que
ilumina a la humanidad e w rli fícil pere~·ri-nación
.. . ..... .. ' JosÉ VJCENTE CoNCH A
11
................................................................
"La caridad es ri maodanri<' nto nuevo, ra
tificad o de un m odo plll'ti cuhrr por J esucristo .
en e l m omento en r¡ue, instituyendo la Sagrada
Eucarist.ía, se di o po r :r lin rento a los homb
res, e n toda la r e·
culos, y no sé, lo ali nren tarl o y as c nrl o, sin o
permitir rt" e s u pr ~< pin sn n ~'f' P f'ucs c tr'ln s f'r rndida
en las venas de aqud desgTacindo ? ¡,Qué
drríam o s :d rsruclw r es ta l Em¡w rador y d lt· prnso no h a y,
no hay e n re· umi das c uer, ta .< , ot ra d if,·rencia
persona l e intrínseca s :no la salud, difenncia
que dura a pen as lo que t arda n los obr c r c s del
sep ukro en curp czar a de vo rar rle un mis mo
rn od u a l ungido de l a g lo ria y a l espqs o del
iofor·tunio.
E l nuevo tch t ame oto de la car idad de J e su~
c ris to, selhrdo c •,n su pa,i ó n y garao tiza d p
c e o s u pr esencia real, di v iniz a, PO cierto
m od o, la11 r <· la c io o es entre los h o mbres. De la
e ' u z , sím bo lo de es e sncr ifi cio y de rsP. s acra merrto
, brr• ta e l r a u rh l d<' la nri se·r icordia, que
dis ipa la ign o rancia, r ompe J¡,s ca de n aP, y
ampa r a, alivia o cno s u cl a les desgr:rci. drl derec
h o y l a libertad, base d e l or.:l en público y
clave de l:rs rel:rcio o es entre Jos ind iv id uo s,
entre e l individuo y el Es ta c! " , y entre lo ~ div
e r sos R , tad os c¡ue fo rman la so ~ ie dad de las
naciones. Fuér a de esa jus tic ia cristiana, en
l os pueblos que l a rPpudi, n. n o existe s ino el
influj o póstuuro d e sus :•.ntiguas in~p i rac ioo
es, y tau teos es iéri)('s, como el de la pa z univ
e r sal, que res ulta e m p' etarn e ote irónica e ·
invertida, cu;rndo tr~ta t!e. g-uiarse por uu
faro distinto de la estr e ll a de Befe n.
Jesús, influ yendo sobre el mund o p or m r dio
d P- 'li u Eva nt.; elio d e su Iglesia y de~ su presencia
r e;d, redirne perP.o nt·nwn t e. A EL , crucific~
do en desnudez hr stimos a, ncud e e l pobre
qué carece d e pan y :•br· igo. A EL, puesto entre
iofamr s, a frentado y 1 j eoa. A es •s m;roo' c lnva d :t s pid e a li\'
Ío a q ud qu e no puede o hr·;r r , po r que ' e le
d l'sCr• n < C' su der·echll. A e sos p ' e " a d he r id • s a
un m ad ,•ro pide li Lertnd artu e l r¡u e si e ute
"cuá n ás r era es de Pub : r !a e s t e cuPr po ,
f' a .... to él h ora df' pn s i OOCS _Y lflHÓ aO :l cJp !tU "'H D OS.
Y a EL acud e r l q ue "'-'" ha, porq ue E L, a fin
:le CÜ:II · " m ri r .
El Ver bo. hu iiHl U: d o e-; e : beza de ~ u Tg lesiH,
form a la d e t od os l os Cfu e c~ t:i n u o i dos por
la fe en la d octri n a de J e, s11 cristo. po r la parti
c ipac ió n dr s n ¡:;ra r ia e n los sa ra meotos y
p or l a' bed ir nc in a"' infa lii ,Je V i•·ar i o. Esa
Ig lesia s ant a comprende 1''" naci ones ; a h r n a
los si¡;·los y res is t E' f'l o l•aj e d t• l t iempo y d
oleaje de la injust icia . En su CPn tru es t;i Cristo
rruc ifi r nd u, d i Fu ndiend o de sus ll n~.jas los favor
·r s ··es n ; ec lt-n cioo y rf p su P r·o vidrn in: r u
' la s uc tiU S p ies r ec il ·e ,.'¡ ll a rrto de lo s pecad ., r eSCJII<'
· e r "g-e nrrnn po r •· 1 Ar r r•pentiu, iento; d e
l as ll" g" & de s u;; "'"no,. fl uyen to d;rs las beu-
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EL HOG A R C A TOLICO
dic io nes y t ud os lo s consuelos; y e n la de su
~e stado .se recuesta la pureza y s r due rme la
·~o cenct a d~ los p~rbulos que suPñao con el
ctelo al s e n tt r pa l pttar el corazón de Dios."
. . ... .... .. ........ ... . ....
1\I A n co F .nEL S u ÁnEz
111
" E.o u no de estñs rn om r ntos de t regua y
en tustasm o nos ha ll amos noso t ros, Jos c;~tó l ic
? s de Colont b ia, s oldauos de u n ejércit o g(o
·r10 so q ue r ec onoce por J efe a J esuc r·i s t o. E l
pueb lo cristia n o hH' nl os
t ales se siente uno or~u llo so d e su fe, y tenta do
a apostr<> far a la i lllpi c rlad, corno ::) ;ro Pab
lo a la muel'le: ¿ clónde está tu v ictoria ?
, Es que la verdnd cató li ca p,s·etern ;• mentc v• ·nced
ora, y e l espír·itu de Di os , qu e e n los días
d el Génes is fl ot ab a s ,iJre las agu;•s , fl ota h ny
d om i naJo¡ Sd hre la e ~riente v iv :1 d e l <~s n a c!
ones y "los pw~: los , p e ne tr·a en las con c i en Cias
y envue l ve los corazones.
He emprzado por comparar a J esu · ri s to
/ ' c on e l Je fe de una (.\'lnrin sa m il ic ia, y s in rmbarg
·o, n o es a l d ivin o Capitán, n o al Seño r
"fur t·te y poderos o en la pelea , " a qui en es·
p ecia l mente se d i rigen J; ,s pobres ex pres ion es
d e que es capaz m i len g ua, sino a l Dios m'1 ns
o de l Sagr ario, a l centro dh ino y manantin l
p er ma nente d t: la paz . Es un senti m ie nto a l
par r eligioso y patr iótico e l que guía mis pa-labr:
1s : relip; io so, porque veo en la pn d f.\1
pueb l~ cristiil n o un dón d i vi n o , que brota del
C~r azon de J es.~cristo; patriótico, po¡;que
~·ro "n .e l! ~ e l b ten m ris ,e xer· l'ente y la necesrdad
mas t mpe_ri p~ a d e la patria, y no comprendo
que tan m compar;•ble beoeficjo pueda
ser duradero y sóliuo s i no tien e por firmísima
base el sen ti miento cristiano . "
·.-;,:e; -p,~·; ~~.- ~; ~-0- ;.~~~ ; . r~~d~~t_o_ ct~ i ~q~i:
h brro s oc r¡¡ l m rle las combipac io urs polít icas
d e sag a r es cs t<1distas : P.S Ún dón de lo Alto ·
su ún!ca lmse firme es el Ev;r og.•li n, y s~
m r ~ SaJ e r o en el m und o Jewcristo, rl div in.o
p~c1fi r ador de los ciclos y la t ierra. EL, e pvw
.lo por la ma no omnipotr·nte qu e er: los espac
i os tend i ó e l arco -iris como ::.ímb olo de ser
~n i darl y de b o nanza; EL , que no quiso vent
r a los hom b res sino cuando la s ág-uilas r oman
a ~ d Ps cansa b :~n, po r que la pn impera ba
en tod os l os :í mb itos del mu n do ro m a n o; Et,,
que ei:t su e nvo ltura t err rna escuch ó p.; r priru
e r s~ ludo d e Jos ángeles 1 ~ noc h e d e Navid
ad el c á ntico de "pn en la t.i ,·rra a los h ombres
de b ue ra vol unt<1d"; E t. , que con nua
so la p;•h1bra r al mó los furo : es de una mar emb
ra vecidfl e hi zo mans ;.s y obedieut es las ii·ritadas
olas; EL, s igue s irndo b ajo la cl a u s ura
de l Sa~ra ri o lo qu~ ot r o tiemp o f'u é a lfl v is t:> de
l as t u rbas mara v i ll adas que leseg-uhn enJud
ea: i e l cel es te Di , pens~td o r y amigo de l a pBzt
¡ Ah 1 Esta n o e s u n a mera pa labra, no es
una f r3se sin s entido, sino u na ver dad que de
co n, u no preg·on;•n la rnón y la fe . Po rque,
¿qué cosa es en ·s u SPntido más c ompleto sino
la arm• oía d e todos los der e cho~, e l concierto
de las v•d u rit.a d es y el am·o r d e los cor azo nes,.
y dó nde ha ll a r un dPcha rl o n1á s comple to d e
armonia so be raoa y de perfec to am or ~ ino en
es a Vid inra que ea el Sacr·amento au~usto
p nr ect' hnber qu e r·icl o de spojarse de cu un to la
Jiviniclad tiene de pode río y d e fu erz», de
m;~::;· n i fi ce ucia y d e lu z, de m"jesta d y de
g r·a ndezn, pa r n prese n tars o a no~ otros hum ild
f' , manS•1 , fa" ' i l i;•r, hurn ~ n o , e t e rnamen te
co rnunic" t ivo d e s u amo r '! "
.. . - .. - -- .. - .. - .- - - .. . . - -- . --... - -- -- -- .. . ........ -..
"La fe que los ca to li cos te ne n> os r o In divina
eficacia de l pod e r d e J esu cr isto y la es per
n nza en EL, que )l e va n>O> p r ofundamente
ar r a ig;o da en el a l ma, n os h ací· n v er, no c nmo
un dr liri o u tr• pico , s in o com o una sublime
renliJa d rld po .·venir, es11 a uhelnd a nrmonía
de las v oluntades b aJO e l sua ve y ug o de la lry
de Di < s. Pre ludi os n o f'n l t ~ n , q ue par ece n
aoun ciar d PSdP "h11 ra el rein ado del a m o r ~
Uoa voz n•isr e> i , ¡¡y pote nte e• m o que sa le
ya del l'ondo de 1 •s conc iencias y dice a los
pu r bhs, a n tiqu(J m e.x-qu i r 1te m a trem, bus·
c;•d vues tr a a11tigua rn¡¡dr e . Y ell os van busc
a ndo la fe . Un Jía aquí, all á otro día. hoy
en u na nación, mflñan;¡. e n otra, va hac¡en d o
s óli das conqu :stas el SPDtimiento r el i gi oso y
m nr can d o con c la ras hue.llas el movimiento
ascenden t e y progr sivo ele la fe. No impor t a
qu e en Francia se expuls e la c~uz ~ las es-
(
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-cuelas, de Jos hospitales, de todas las instituciones
públicas: porque entre tanto el pueblo
francés ha levantado en MontmHrtr·e, para adorar
a Jesucristo, un grandios o monumento
cuya mole blanca y magnífica se alza dominadora
s obre París y sobre Francia entera.
No importa que en Italia se desaten deshechns
borrascas sobre la ll.l"lesia y el Papado :
a ellas responde el Pontifice celebrando en la
misma Roma con extr11ordinaria magnificencia
y pompa, el décimose xto centenari o del
edicto de Milán, en que el gran Constantino
dió libertad a la Iglesia, y poniendo así en
contraste la exi stencia milenaria de és ta con
el grito fugaz y v11n0 de w~ perseguidores .
En Ale mania el Reichstag ha votado no há
mucho la ab olición de la ley c¡ue antes se dictara
contra la Compañía de Jesús.
En los Estados U nidos la Cámara de Representante
s vota el res tablec imi ento en la
m oneda nacional, de la anti g ua leyenda in
'God We trust , en Dios cu nfiamo~, que hobía
sido s uprimida.
j Ah! es qu e a desper ho d e la eo seña nza
materia li sta, buena sólo para formar generaciones
s in ideal y sin virtud , el es píritu se
cierne soberano e inta n ? ible sobre t odas las
mani le:, taciones de la vi da, y cuando más
muerto se l e cree, con m á s vivace s alientos se
despierta y renace.
R :¡ zón tiene Paul Bourgct cu ~ ndo h abla de
la evolución d el peosamif' nto contemporáneo
hacia la fe y cuando ndvier·te que l a é p oca
actual experimenta una neces idad n ostálgica
del más allá y un 11pe t ito de grandes esperan-zas
.. ____ _ •• _ ..• _ . "
EMILIO FERliERO
CORAZON EUCARISTICO
(Traducción)
1 Oh Corazón que IHt es
~n esa Hostia es condido !
Aquí de amor herido
Des cúbrete mi fe.
"No hay;no , quien me consuele,"
Tal es tu amarga qu eja ;
Si tu piedad me deja,
Tu alivio yo s eré .
De hoy más , si me recib es
Seré tu compañer o ;
Contigo vivir quie ro,
Ser "íctima de amor.
Como hijo y para s iempre
Mi corazón te entreg o :
De tu divino fu Pg o
Abrás ele e l ardor. \
A mi inoc e n c ia in erm e
Doqui e r pe li g ro asom a,
Yo, tí m id a p aloma,
¿ Có ruo escapa r sabré?
T u Corazó n m e b r inda
De salvaci ón la pu er ta ,
En esa herida abierta
Que por mi an1or lo fué.
En esa herida escóndeme,
Do rosas de amor crecen,
Do cándidos florecen
Lir·ios de castidad.
¡, Quién no amará a quie n ama?
¡. Quién no querrá este amigo
Tener, y en tí y contigo
Nido d'! caridad?
MARIO V ALENZUELA, B. J.
La comunión de los niños inocentes
VIII
0
LA ORACIÓN DE LOS NIÑOS
Pedz'r· es privilegio de todos los indigentes,
y nadie hay en el mundo más indigente
que el niño ; el cual, en un princi(
Jio, pide inconscientemente con lágrimas,
y luégo, en cuanto se da cuenta de
sus nece sidades, emplea el lenguaje reci
én adqu iriJo, para pedz'r cuanto apetece
o necesita, a las personas de cuyo amor
está s eguro, y en primer lugar a su·
madre.
Pues bi en: esa natural inclinación a
pedz'r, .ha de enderezarla luégo la madre
a la /educación religiosa de l niño, enseñándole
a orar; o sea: a dirigir sus pe.
ticiones al cielo; a la manera como J e.
sucristo enseñó a orar a sus ,discípulos.
También en esta parte ha de preceder
la z'nluición, con el ejemplo de la oración
de la madre, la cual ora delante de su
hijo, y luégo poco a poco le va asociando
a sus plegarias. ¿No desea el niño
alguna cosa, que la madre desea también
poder concederle? Pues oren ambos
en común a Dios, para que sea posible
lo que desean.
1 Cuántas ocasiones ofrece la íntima
vida ?e familia, para est¡¡. oración en común
! El padre ha tenido que ausentarse
y se anhela por su regreso. Ore, pues,
la madre con el hijito, para que el Señor
se lo devu elva pronto. Alguna de las
personas de la fami lia está enferma. Oren
para que recobre la salud . Se desea salir
al campo. Ruf guen a Dios les conceda
un hermoso día. Cuantos son los deseos
razonables, cuantas son las indigencias o
necesidad e s, tantas son las ocasiones de
acudir a Dios por medio d e la oración.
Y aun pu e de ser éste un medio para
dar a ente nd e r a los niñ os, cuanelo están
sosegados, lo irracional de sus caprichos,
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diciéndoles:-¿ Te atreverías a pedir eso nuestros deudores." Hé ahl una forma
a Dios ?-No hay que temer que el niño de enseñanza verdaderamente práctica y
tranquilo inc'irra aquí en aquel desorden profundamente religz'osa; la cual se puede
que reprende nuestro Quevedo; de los aplicar a las demás oraciones comunes,
que piden a los Santos, en el secrtto de La ventaja incomparable que tiene este
sus templos, tlo que no se atrevieran a magisterio materno nace, no ~ólo de la
pedir a un hombre honrado, ni de suerte ternura de la madre y del amor del hijo,
que las gentes los oyeran 1 sino también de la continuidad. Auméntese
Pero no se han de esperar sólo esas todo lo que se quiera el tiempo concedi-
-<>casiones extraordinarias para orar. Hay . do a la enstñanza religiosa ; nunca podrá
~ue enseñar a los niños a pedir a Dios el compararse con la continuidad con que
auxilio en todas las cosas, y la protección la madre asiste al niño en los primeros
;contra todos los peligros; , y éste ha de años de su vida, desde que abre los ojos
ser el asunto de las peti ci ones ordinarias a la mañana, hasta que los cierra por la
·al acostarse y levantarse, al salir de casa noche con el sueño. Sólo con esta acción
o comenzar una obra. Se los ha de acos- asidua consiguen las madres ir fo r mando
tumbrar a saludar en cier~s tiempos a a sus hijos, y comunicándoles el lenguaje,
·la Virgen Santísima y al Angel de su el aseo y todas las costumbres civiles; y
guarda. con las mismas pueden infundirles las
Y en ,todas estas ocasiones, en cuanto nociones y sentimientos r e ligiosos, para
tienen edad y ?fuerzas para ello, se los que, cuando se despierte en ellos el pri-ha
de hacer que oren con exterior com- mer destello de la razón, se hallen e n es-postura,
precediéndoles en ella con el tas cosas como en un terreno conoci d o y
ejemplo. Haciendo que se arrodillen a nativo.
veces, junten las manitas, pongan los ojos Froe bel acudió en so co , ro de las ma-en
las sagradas imágenes, y les dirijan dres, las cuales, en la s ina ca ba b les horas
sus peticiones con toda devoción y ternu- que han de acallar y entretene r a sus
ra. Estas exterioridades no son mojiga- hijos peque ñitos, acaban la inventiva de
tedas, sino medio muy eficaz de desper- su no siempre fecundo ingenio. lnduda-tar
los interiores sentimientos del alma, blemente, los juegos de Froebel tiene n
que responden a las actitudes y acciones la inmensa ventaja 'de ofre~er un rep er-exteriores
del cuerpo. torio mayor a los maternales entreteni.
Luégo que comienzan a hablar, con- mientas. Pero a Froebel no se le ocurrió
viene enseñarles las Oraciones más co- (porque no pecó de religioso) que hay
munes, sobre todo el Padrenuéslro y el también una fuente de provechosos en-
Avemaría, y hacer que no sólo las reci. trete nimientos maternale~, en la primera
ten de memoria, sino repitan separada- enseñanza de la Religión.
mente las peticiones en ellas contenidas. Enstñar a orar es uno de los buenos
Cuentan de los antiguos baleares, que medios para enseñar a los niñ os a hablar,
no daban el pan a sus hijos hasta que de comoquiera que orar es hablar con Oídos
y con los Santos. Muchas veces, oyen o
una pedrada lo hablan derribado, para a las madres conversar con los chiquiti-que
con este ejercicio salieran excelentes d nes, se echa menos un poco más e ame-honderos.
Más importa nte es que lama- · d
dre acostumbre al niño cristiano a pedir didad y sustancia; porque no a to as se
su sustento a Dios, dici é ndole aqu ellas les ocurren ideas para sostener su per.
Petuo monólogo. Pues uno de to's bue nos
palabras del Padrenuéstro : "E l pan nu és. é
tro dP. cada día, dánosle hoy." Ensé- socorros que pueden ofrec érsele e s ste .
ñele a prevenirse, al salir de la casa, con Muestre la madre al niñ o la imagen
aquella otra petición : "Líbranos, S eñor, d e l•b .•ndo nados
p or muc h os a ñ ns >l s u dc•g 1· a ci a d H s uerte, s in
que u n a nwoo b ieo hechora s e ap i <~ dilra d e ell os
y los de fe n d iera d e Jos civili za do s q ue lo s ex-
• plotan s in mi seric ord ia.
Los pueblos que hay _q~1e a.t e od c r ¡::o r ahora
son c u a tro : Pueblov t i'JO, S a nlarrosa, Pal
omino y Sanm i q uel, lus c u al es es tá n desprovis_
los d e Jo más oec;~ sari o . H a~ en fa!t.a:
Am1tos , 8 ; a lbas y c 1n g ulos , 4 , pur•ficarlore
~ 16 · manteles, 12; aras , 2; m• sa le- , 4;
j u eo-o~ de ' vinaj e ras, 4; c álices , ..-2 ; c nsullas
'bla~ ca s , e ncarn ~t d as , moradas y v t· rdes, un
j ueL{O p ~ ra cada p u eiJl o, 16 j un a l ta r po r-tátil.
- .
S e n eces ita ade m á s, una c;m t idad d e dmero
para pod e ( c on s truir la c asa de l m is it;>n _ero,
l a s e" pillas d Pa l ~ m tn o ,Y Pueblo Ote¡ o,
fundación de la gran.1a agr~ c o la y ~e ¡;- alos
para atraer se a l os indios . C uanto se d! g ne la
Junta darnos p[•ra e,; tc s g a s to s, l_e d<~ r c . ~ uenta
detallada y minuc iosa de su 1nvers10n en
el menor tiempo po sibi P. .
He cr eído y s •steoido que la N e va da llene
un p o rve nir m ás h <~ lagü e ño . q_ue el de ser
ce ntinela av a nzado d e Jos do1m o10 s d., Co lo mbia
p or la p a rte n orte : s u imponente ~ltura
d ebe indicar al oavcrr ante que a l os p1 es de
las nieves perpe tua s ha fabri c ado el hombre
una mor~da llen a de en c:•ntus, con t odas las
comodid a des de la ciudad, c on fértile s c ampos
, gra ndes vacada s y hP-rn!osos bosques de
árboles frutales que le c o nv1 ta n a d es c a n s ar
de la in c esa nte lucha con el m a r. Y e s t oy
bien pers uRdid o que a los señ ur es ~e l a Junta,
para quienes la c ivil iza ci?n c r·i stwna de los
indí~ e na s es el fin pr1oc .pal de_ s u s l<~ bor c s,
n o les s ~rá indiferente el porvemr que la _Pro-:
videncia tiene rese rvado a alg un as secciO n es
de la ma-ire patr ia que , com o la N c vad ll , c~táo
llamadas a dar vid a , r iqu eza y p ros pen-
J a d " s us h ij os . .
Con sentimientr-s de IR m ay or c on st dera ci
ó n , b esa el p ast<~ r a l :t nil' o d e ~ ~ Se ño ría
Jl usl l'Ísirlla , s u humilde y me no r h1~ o ,
F n A Y S EG rSMU: . Segism u n d o,
p or a h01'a, la s uma de $ :> ,ooo e n oro , los_ que
ya l e f uer on en t•·rga dos, c o n la ad ve 1·t e n c •a de
q ue r n tod o d ~ l ·e l?r oce de r -e . de a cu erd o -~o n
e l R e vd HO . V 1ca , ,1 Apo stoilco de r s a· r eg w n.
Oficiaf- P I'I',(e ctura A ¡JOs M lir a r:a que tá !J
P ut 11 mayo-S ru¡ Fra ncis co, 20 d e seph
e ntÚie d e rg r3
li1'PJ ia r -13ogotá
Ru égolr d e ll' sit .1 1' s i n d r rno•·a ó r dP n es
Za r a111 a , f,, ndos C d .. n :a . H al lá m on os a bsolul
ar"ente sin rec u rso ~, de bi do ~T n o d r s t r a
· IJ., j os q ue Pj r cút 8 n ~e y c re~ i d o . n_ú mP I' O co!o n
r•s . D oetr r Li b or :o C< l'J'al, V 1s 1t ador e n v iarl
o po r Go !. i Tn o, pue de inf •r m;: r J u ula M.i~
i o ,es snrpreo deu l e de - a-1·ru l l ' Pur r to As1s.
Ac x íli enn us .
Pn E FE C T O A P OSTÓLJCG
S 1 ~ e n via · on i nm ed ia ta m en te a l Rvdmo.
P. Montc h1r ci nco mil pesos e n o ro .
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Ei. HOGAR CA TOLICO
APUN TES
P A R A LA JI IS T OR!A D E L C ) !i V llNT O DE CA I\ MELITA S
D ES C \ L Z A ~ D E BOGOTÁ, PO R D. R U P E R TO S . GÓ MEZ
(Con cl usión)
E s t a bell í s i ma p oe s ía t ie ne l a sigu iente
nota :'
"La ex t i nc ión de las <;om unicl arl es r r l in- ios
a s fu e n na pa t en t e v i o l ;~r i ón fi e l cl e 1·echg d e
as. ci ;t (: ióo, r¡ u P- no s e jus ti fica c ob lo q u e se h a
h echo e n o t r as n aci on es.
"El es pe c L(,cu lo q ue ofr ecieron es a s pob res
mujeres, aj e na s a l as p as io n e s d e l a p olí t ica ,
f ue ~1 1~y d u l ~oroso . L a r e he ld í" d la m uj er,
escr d; u n ns e n to o<; ~s (El P u eú lo, jun io d e
r 86.1 ). ¡,. r e b eJJ ía d e seres in•>fe osiv o s que v iv
e n e n la t ier ra n y cnd o Y" los h im n os de h1s
arpa ::¡ del e mpíreo, e r a u n c.r i m eo ; y - e r o ·
d e ar ~> o s u~ convento> de s 0ldad . s n I'IJI ;t d os,. y
se cksa r''" ' o·aro n l . s puer·tas " (\'u l pcs de ha cha
, y p en e t r a r ,, o e n la casa d e la or;•ció o
p r o f'u o 1 udo!a c o n p ie i ot p n r o y co n l a bi o ~
bl asfe ~t iOS , y t o d.' ~ en nom b r e d e l pr o ~ I' PS J, y
e n el tu y o ta m b 1e o , ¡ o h s tnla lib e r t" d!
"N uso t r os p •· f" seo<;i a 111 os e 3e do lo r so e ~ p e ::
tá c ul o . Las r e li g i • sas h Hb ía n a ba n d t~ n a d .J y a
s us pobres ce ld ill as , y se h abía n r e J'u ~· i»clo a l
c or n , cer c" d e los es tá" e ·,ce r rac.J as las t í m id as
OV•'.i >~s , és tas se a ~T.upan pa lpi t ant PS a l p a ra je
que t i•· n r n po r rn ~s sf'gnru, así ta mbié n c n ~ n ~
do l :¡ Len> pes taJ d es p li eg·a s us fu t· o res , las p a. lomas
q u e v a !;·a ba o p or e l c.mrn po, vueL• o a
g uar ·ce ,· s e del e m b;t t ~' del h uracá" cn e l h u ec.
o de ;m a pe ña o en las venl; d e la hermos u ra n i e l
f rese •r d e los aíi,J s ; a lg un a s d e ella ~ no con ocí
a n s in o el r ,· cinto d ·· s u c on vento, p ues h a b
ían e ntrad o e n é l de p oc os aiitl S ; a ot r<• s l a
mu e rt e n o h abía d ej a d o ya ni ngú n indivic.Juo
d e s u fam ilia ahor a; com o m alhechoras , entre
sold a d os , e ran a rrojadas f uera , co n ig n o 111 inia,
la cl8 ra luz del medio día, en una ciudad
ci v il iz a d a, s i rvi ~ ri : l o de espe c t ác ulo a l os á n gei
P~ y a los h ombres .
1.' En rneJio d e l sil e nc io· de las l ;igr im a s, se
o y o de r c pPn t e una V < z r o n ca : era la orden
d e m ¡¡ r cha!
" Hu b p ués r ep i t ie:1d o
le n l atlleute e l ~ a l m o d e l d ol or y d e l a•-r e pe nti
mi en t., : ill i s•r e rn f'i, D :a s , sec u n durn
ma,q n a m m i se rico rcha m t u am.
"Y a medid a q n e s a lvn b a n el u mbr a l d e
l a p uer ta del t e mp lo, se in cli na bao a besar l a s.
hel ,• da'i pi e dras d e l q u icio, p or h umilc.Ja d y
p or a m o r y co~o pos t re r d e sped i da. "
E l rm inente lite r a to d on i\I i .., u e l A. Caro
t raduj o a l latín l a p oesía tr a nscr it a .
Aunque l a n avegac ión .fue tr>mqui la, c a s i
todas J¡¡ s r e l ig ios as se m arearon, sob re tod o
c ua n lo lo ' v Je n t os ag ·i La ba n e l ru a r h ;: c ie n do'
bam b 1leal: l a na ve. D esernb,, , ca r un en P ue rto
Ri c o, donde fue r o n acuc;· id as co n g r a nde in t
e r és y co n• p a , ió n e n e l C on v e n to d e su mism
a orde n , y co n g-r a o res p ~ Lo :" ad mi r ac ió n
po r !age n t e de a q ue ll a h erm o , a Is la. P ocos
día ~ desp u és fa llec ió , ag obiada por tan to s sufrimir
nt os y fa tig as , la Ma ur e l'rio ra Te lés fora
N a va rro , cuy o cadáve r fu e s e pultad o e n el
pa nteó n d e la c iudad .
A 1 cab o de oc ho m es es d l' p e r ma nencia en
aq u ell a t i e rra\ h os pi t a laria, p a r:> no srr g r av
osa s a l Co nven to en d ond e esta ba n asila d as,
r es olvier·on dividirse en do s porcion «> s: una
d e ell as debía par ti r par a Con s u cg·ra ( E s pa ña)
y c tra p;1 ra la is la d e C u ba . Sig uieron para
ésta las i\ladres Mar ía Escob a r , María U m aña
, J o s efa C a r r i zosa , C ris t in a Ta vcra. Fr,.nc
i sca H. u b io , Dul •wes P a rís, l\ l a!;' d a!Pna Cabre
t·a , D ol or es P n n ce , B enit a 1\laldon;~ do e
Isabel Cald e r ón, y la s eg lara So ledad Duarte;
y pa ra aq u é ll a la s Madres Fe lic id ad Ga111 b a,
M a ri ana P .1 rís, Mercedes J a r a r11i , lo , Viceo t a
B e r n a ! y R osa Mo ncale:1 n o . E s ta secc i ó n lleYa
ba po r capel lán a l f' r ¡:sbí tero do · tor V icen-t
e Be lt r án, que s e est ableció d e n ni tiva mente
e n E s p aña, d o nd e p ocos añ os d e s pué s fal leció
de c u r a. d e u n p ueblo, a g o b ia do por la ed ad y
lleno de m erecimientos.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL ,HOGAR CA TOLICO
Entre tanto eo Colombia fue ap'aciguándo·
se lentamente la persecución directa contra las
cornunidadPs que estnbán en la miseria, pero
regía la Constituci,ón atea 9ue se dictó_ ~o
Rionegro, y se bab1a estableCido la educac10n
laica y obligatoria, lo que producía protestas
de parte de Jos católi!'OS y ultrajes de los partidarios
del Gobierno.
En 1874 , v11rias de las monjas carmelitas
colombi • nas residentes en España y en la Habana,
resolvieron regresa r a su patria. Confiaban
en que ya no la s perseguirían de nuevo
porqu'l no tenían bienes que les arrebataran.
R eunidas en Cub11, se embarcaron para
C:ol ombia. Al descubrir IHs cimns de los montes
de su patria, p or la cual tanto habían suspirado,
cayeron de rodill, s, lloraron d e alegríH
y cautaron el Te Deum. En Bf'gotá se
alojaron en e l Convento de La Enseñanza; allí
la s proscritas refirieron torios sus padecimient
os. De 'este Convento pasaron a varias casas
de partic ulllrrS, hasta que ul fin fijaron su domicilio
en la que queda d e trás del altar mayor
d e 1 .. ig le s ia de La Cnndclaria. Los días
1 que s i guieron no fu eron tranquilos; gran
parl.r. de la nación n o pudo sufrir más l a negrf•
tiranía de la concir.nc ia, y se propuso recobrar
sus d erech os por medio de las armas;
el c n t u ~ ia sm o fu é grande, el val or h eroico,
pero Di ns no quiso concedrr el triunfo por
medio d e la guerrn. Los enemigos de la Re·
pública quitaron la renta que pasabnn a J¡¡s
comunidarles; las procesiones foerCln prohihidas,
y la M:ljrstad Divina te nía que salir ocul~
ta cnmo crilllinal por la~ calles. y varios Obispos
fu eron proscritos. Vino la Regeneración,
con.puesta de conservadores y liberales moderados,
y empezó la época de paz para la
Iglesia : cesaron las escuelas laicas ; se trató
al clero con el respeto que le es debido, y se
dictó la Constitución de 1886, que llenó las
aspir11r.iones de Jos verdaderos republica nos
por sus ideas de n•orlernción y de orden.
Los m onjas repatriadas volvieron a organizarse
en comunidad. D os partif'ron para Cali
(la Madre Garcés y la Madre París) a fundar
un Convento en aquPila ciudad. De las proscritas
sólo sobrP-viven tres: una en España,
otra en Bogotá y otra f'D Cali.
Hace veinticuatro años que tenemos un Gobierno
que respeta el catolicismo como elemento
civilizad or, profesado por casi todos los
colombianos. Sin 'embarg-o, tenem os periódicos
que h ~ n empezado a denigra r la religión y
sus ministros. Si no es el odio el que los guía ,
sino el celo por las buenas costumbres, ¡,por
que no s•cll n a luz los escándalos de c ierta
gente? ¿ P or qué no hnccn la g uerra a la embriaguez
que se está extend iend o de una manera
esp11ntosa? ¡, Por qué no atacan a los
que corrompen la juventud con su vida li cenc
io~ a ? 1, P nr qué no fomentan el trabajo y las
ind 11 s trias para extirpar la vaa-ancia?
E l pHtido libera l colombiano no es un pnrtido
político : es una sec ta enemiga de toda
religión. Si fuera lo primero, no habría por
qué temer su triunfo, ni nadie le haría oposíción
tan formidable; pero como ya s abemol'
que su manía es perseguir el catolicismo, nos
aterramos de que se llegue a apoderar del poder,
porque volverán las persecuciones de antaño
y no habrá paz ni tranquilidad para las
concie ncias.
EXTERIOR
D ECLARACIÓN SOiiR r¡ EL JUBILEO CON CEDIDO
CON MOTIVO DE LA PAZ CONSTA NTIN IANA-COn
fecha 6 de juni o ha contestado la S11~rada
Penitenciaría por mandato de Pío X: ~,o,.
que la indulgencia del presente jubileo puede
ganarse cuantas veces se repitan todas tas
obras prescritas; 2.", pero que de las gracias
sobre a bsoluciones de cens uras, casos reservados,
dispensas d e votos, conmutaciones,
etc., sólo puede gozarse una vez.
SOBRE LAS MEDALLAS QUE SUPLEN LOS ESCAPULARIOS-(
m porta ntísirna es 1 ~ declaración
que el 4 de junio cl el corrierJte año, •g•3, ha
h echo r l Santo Oficio y el siguiente día confirmó
Su Snnpdad Pío X.
En su virtud : 1. 0 , e l sacerdote que pueda
imponer un escapulari o p orlrá bendeci r públicllme
nte, con una s ola señal de l a cruz, todas
las medallas, para suplir Jo que presenten
cuantos se hallan en la ig lesia o en el
concurso d e gente, aunque las medallas no se
vean ni se con ozcan en particular ; 2. 0
, pueden
bendecirse las medallas aun pnra las pers
onas que no hayan r ec ibiclo el rrspect ivo escapulario.
a las cuales les. servirá cuando ~
después, o más tnrde, se les imponga ; de manera
que n o es necesario que la medalla se
bendiga después que a la persona se le h~ya
impuesto el escapulario; 3. 0 , por consiguiente
pueden bendecirse en común muchas medallas
y repartir>e tanto a las personas que ya
se les haya impuesto el esca pulario como a
cualesquiera otras, aunque a éstas no les podrá
valer sino drspués que l egítimamente le s
haya sido impuesto el escap ulari o.
Co:positar
a Jos pies del Vicario de Cristo el homenaje
de todo un pueblo cr eyente que, g racias
al cp,)o del Patriarca y sus coadyuvador
es los Obispos y sac erd o t~s, se ha ¡¡fian zlldv
en aquella fe, que es el funda mento de la vida
de un pueblo.
La manifest ación colectiva que orga nizó,
con autorizadón pon tificia , la Comisión Central
de Asociaciones Católicas dP- Ron\a, para
la fiPsta rl e San Pedro y San Pablo, r es ultó
espléndida . L11s co ng r e~ac i on e s, enar bolados
sus estnndartes y banderas, ~e r eu nieron el
29 de marzo en PI patio de San D ám ~ so , en
donde varias bandas de música ej e c ut~ ro n escog
idas piezas. Vivas en tusi;~ stas reson11ron
al presentar se Pío X y al r eti rarse, después
de hnber dado la bendición.
Los periódicos romanos t r aP.n circunsta noiadas
no1 icias de la peregrinación de las señoras
católicas de Roma al Vaticano en la
tarde del domingo 6 de julio. El pa tio de San
Dámaso estaba completamente lleno ; el número
dfl las pi3dosas mujeres pasaría de
IO,ooo. El hermoso cántico Vo,qh'am Diu per
Nostro Padre, Vogbam Dio Nostro Re, entonl!
do por aquellas mujeres cr istianas •. impresionó
gran demente al Soberano Pontdice.
OFR ENDA A SAN PEDRo-El cáliz de oro en tregado
por la ciudad de Roma al Capítulo de
San Pedru del Vaticnno, a título de ofrt>nda
en la fiesta de los Príncipes de los Apóstoles,
lleva la inscripción que recuerda las fi estas
coDslantinianas. Antiguamente hacían el ofrecimiento,
dPpositando el cáliz en el sepulcro
de San Pedro los doce Conservadores del Capitolio,
repne~cntando l~s doce reg iones d.e la
Ciudad Eterna , instituidas por el Pa pa S1xto
V; hoy lo Pft>ctúa una comisión que no m~ra
la Congregación primaria rNnana de los mtereses
católicos.
EL INTERNhNciO DE CHILE-Como los periódicos
liberales, y entre ellos L ' l!a lie,, ~ ~.n
exag erado lo que sucedió a Monsenor S•b•ha
a su regreso a Santiago de Chile, L 'Osservatore
Romano creyó necesar io poner las cosas
en su punto. Al llegar el 23 de j unio a dicha
capital. fué recibido Monseñor Sibilia con todos
los honores debidos a su dig nida d , y trasladado
en un coche c·fieial de la P residencia
al palacio de la l nternunciatura. Cuan?o se
acercaban a éste, un g ru po de eEtud• an tes
universitarios, a los que se agregaron e l~mentos
anticl e ri c ~les , se entreg aron a mamfest~<
cione s bostiies y arrojaron piedras al carruaje,
rompiendo Íos cristales e hiriendo Ji-geramente
al introductor diplomático. Poresta
razón juzg ó conveniente el Internuncio.
retirarse, por el momento, a los salesiano¡¡,_
Al día si¡;-uiente le visitó el Ministro de Negocios
Extranjeros para darle las más amplias
explicaciones y expresarle el· dis ~usto
que aquel hecho había causado al Gobierno.
PANAMÁ-El periódico francés Le Matin
opina que en W áshington seo hao entablado
debates para deciuir cuál ha de ser el barco
que in aug ure el Canal de Panamá el 1,0 de·
enero de 19 14. La mayoría de los que se ocu·
pan en el asunto quieren que el barco sea cs.pañol,
y según el citndo dial'io, se pedirá al'
Gobierno de Madrid que en víe u na reprod ucción
del buque que condujo a Vasco N ú ñez
de Balboa al fstn w,-cuando el h e roi~o e sp~ñol
reali zó el descubrimiento del que llamo Mar
del Sur, a l tomar poses:ón de él en nombre
de la corona de Cas ti lla. Hay quien desea que·
inaugure el canal el va por en que Anmndsen
fu é a la reg ión polar del Sur , y otros preteuden
que sea eleg ido el barco del Almirante·
Peary .
EL EMPERADOR DE ALEMANIA y LAS Ml i!IIO·
NEs- Con motivo de );,s fi es tas que recientemente
h ~ o tenido lugar en Alemania para
celebrar el vig és irn oqui nto ani versa ri o de la
coro nación del Emperador Guillermo, mostró,
éste su deseo il nt e la ju nta organizadora de
que una de las p rincipa les partes del programa
estuviera consag r ado al fomento de las
misiones. A brióse una s uscricióo, que ha da do
un mag nífico resultado.
Los prótestaotes contribuyeron a dich a:
suscri ción con una crecida suma, y los católicos
con la cantidad de un millón set ecientos
mil marcos. El comité católico, presidido
por el Príncipe bon Loweostein, ha p resen-.
tado al Kaiser, al entregarle la espléndida
ofrenda, una interesante memoria, r icamente
encuadernada y con profusión de grabados,
que contiene impor tan tes datos de. las misiones
católicas en las colonias alemonas.
" Los católicos a lemanes-dice en la dedicator
ia-no olvidan que su Emperador, du ·
rante los veinticinco años de su rein ado, ha..
manten ido con mano firme des plegado el es•
tandarte del Sa lvador.. Por lo cual oirá con
gozo que los catól icos alemanes lleva n la Cruz
y el Evangelio de Cristo a los pueblos paganos
puestvs bajo su protección."
De esta Memor ia entresacamos los siguientes
da tos estadísticos, que ind ican los prog r esos
hechos redentrmente por las misiones catól
icas dirigidas por misioneros ;~ ) e m a nes. En
las posesiones al emanas del Es te de Africa,
donde en 1 goo ha hía muy pocos cristian os, se
cuenta hoy con 6 1,ooo católicos y 3 r,ooo ca·
tecúmenos.
En estos ú ltimos año1 han fundad@ dos misiones
en A frica. El número de esr uelas sa
ha duplicado, y los misioneros sacerdotes ha
aumentado de 374 que había en 1910, a 459
que existen hoy.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
iú6.'
-----~----------------------~-----------
CONCLUSIONES
' ·
APROBADAS POI\ I~ A •A S AM13LEf PAR rtCU I.AR ? E
~ n'OI'A G· A NDA CATOLlf:A D E L C O :'l'lt i\ESO EUC . \ f\ lS ~
'r:C O N.\ CJO :'IA L EN S US SESION ES DEL 9 Y EL 1 2
DE s1;lP'T l EMJJI\E DE 1913
1
SOB 'I\ E Pl\ i!:I'SA
1.• S uplír¡u esc a l llu , tr í~imo ·señ(Jr A r z l) bispo
de Bogotá-, Prin•ad :> d e Colo ·nb'a , r¡ur,
s i lo tiene a b ;e n, de'< i!.)·ne un Co11tit é permanente,
co n rcsid r oll a · ro h capi t al de la Repúbl
ir.a , r¡u " s e titu la r á Comiié Ce ntr tl de la
Prensa Ca tólica d e Cofom /¡ ia.
2 .• Dich o Comité so li citu1·á la ad h esió n rle
tod"s las r e vist as y peri ód ic· s catól ie e s de la
Repúbli c a, pidi én doles qu e ad op ten como
nor·flea de eo mlucta en lo l'utu•·o las di.;pns icioncs
d el Coucilio P le n ari o d <.> la A n•é ica
Latin a .
3·· A t l) das lns public·t c iooe•s católicas q ;J"
se Jp adh ie r a n, les envia1·~ e l Co~<, pro porcionen
a los j e·ff' S, ofi ~ i a h; y so ld a dos, l os med
ios rle ce m <~ l g;• r c on frecuf'n cia.
u.• Exdt c .e t ó l i co~ de 1" R ep
ú bli c a a co n ~i nuar snst eni cn s .tlv·•j e3 , prestund ,, priue ipa lm e nte,
ayuda a los mis ioo r r JS en lo que m ir a a l
c uiLo d e l a S ll g rad -t Euca ri :,tí n.
- l Il
SO BR E A C:OIÓ.'i C: ATÓ LI':A
1.• Prorftuévasc, b :Jj ') la dirección d e los
llus trí s i ."os P r e lad os , la f'undac io)i y desarr ollo
de li :;as y s c i •dades p a r·a eer ::-e en los s Pm i nari os, -pr ocú
r ese, fué ra de ellos, la cr·e <~ción d e o tras s emej
.c nt Ps p a r e 1 s ca t óli c os _l a icos.
o.• ForUiúla , e el v oto d e que s e celebre en .
B ogotá, previo e l con ocimiento de los superiores
ecle,iás ticos, una semana soc ial, el
aiío ve nidero.
IV
SOBRE ;oi\'G RE SOS CATÓLICOS
1.• Celébrense cada d os a ños Congres 0s Católicos
N"acion a les.
2.• Nó.nbr . se p or la C o mi ~ i ó n de l a Mesa
d e l Co mité C e n tr· al de l Cong r eso E ucads tico ,
e l Comité P e r manente Cen. r a l de los Congres
vs católic l~ e >lom bianos.
t EDUARDO, Obispo de Tu nj a, Presidente
d e la Asamble. A, Canóni!.)·u Pone nte-ENRIQUE ALV AnEz
BoN IL LA, Secrctario-.JuA N A . ZuLETA,
V ocal- CARLOS Su,Í.REZ 1\'l unr LLO , VocalGERAno
o AnRUfiLA, V ocal.
Estas conclusion es fu er on formuladas en las
once memo rias d es tin a das a esta Asa mblea,
que examinó . d et e nidamente el Ponente y se
d eb atieron en las se~ io oes indicadas. El Ilustl'isimo
s e ñ or Guiot presidió el final de la segunda
de estas sesiones.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"El Hogar Católico - N. 64", -:-, 1913. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3686882/), el día 2025-06-02.
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