EL HOGAR CATDLICD
Se publica bajo la dirección del Presbítero Celso Forero Nieto, Canónigo
de la Santa Catedral-Basílica
"Nada, ni un pensamiento, para la p olítica. Todo, has/a el últz'mo a!ienl .:;,
para la Religión."
Se edita en la Imprenta Eléc trica
Serie e: 1 Eogooté. CE!.epúbliea. de Colombia.), Ma.yo 2 de 1913 1 Número 69
LA PAZ DE CONSTANTINO
El mundo católico ha venido celebrando
alborozado en el presente año
el XVI centenario de la paz dada a la
Iglesia de Cristo por el Emperador
Constantino el Grande.
En los años de 303 y 304 el Empe·
rador Diocleciano, instigado por el
César Galerio, había dado cuatro decretos
a cuál más terribles y sangrient?
s contra-los cristianos, con el propóSito
firme de acabar con ellos en todos·
los ámbitos del Imperio; torrentes de
sangre lo inundaron, excepción hecha
de las Galias y la Gran Bretaña, go·
bernadas por el César Constancia Cloro.
Con la abdicación de Diocleciano y
Maximiano en 305 apenas se suspendió
la espantosa persecución en las Españas,
por haber sido agregadas estas
provincias a los estados del ya A u gusto
Constando; pero el César de Occidente,
Severo, la continuó en Italia y Africa,
lo mismo que el feroz Galerio y Maximino
Daza en Oriente, hasta que el
año de 31 1 el primero de estos últimos,
viéndose cercano a la muerte y fracasada
su satánica empresa, publicó un
decreto de tolerancia : la más sangrien ·
ta persecución de los Emperadores romanos
contra el Cristianismo iba a ceder
el paso al triunfo espléndido y definitivo
de éste contra el paganismo, y
la enseña bendita de la Cruz iba muy
pronto a brillar sobre la corona de los
Emperadores romanos.
El gran Constantino sucedió a su
padre, muerto en 306, con el carácter
de primer Augusto, en el gobierno de
las provincias que · .había regido con
notable acierto el pr?dente, justicie ~ o
y valeroso Constanc10 Clo r o. Al mo rir
Ga_lerio, en 31 1, quedaban en el
ImperiO tres Augustos: Const antin o
~icinio Y. Maxim~no Daza, pero en Ita~
ha y Afnca dommaba el intruso Maj~
ncio, quien, orgulloso por las vic tonas
de sus Generales en A frica desafió
el po~er de Licinio y ConstanÚno, determmando,
al efecto, acometer pr imero
contra éste.
No se arredró el hijo de Santa Elen.
a, a_unque Majencio con taba con un .
eJército superior al suyo en más de
otro tanto, e invocando al Dios de lo s
cristianos determinó, fiado en su protección,
salir le con denuedo al encuent~
o más bien que esperarlo en las Gahas.
Cuando se disponía a partir contra
el_parecer de sus generales, fue favorectdo
con una visión milagrosa
que pudieron contemplar tanto el Em ~
perador como sus legiones. Aparecíó
una cruz resplandeciente en medio de l
~ielo,_ e~cima del sol, con la siguiente
mscnpctón: Con esta señal ven cerás.
Quedaron atónitos tanto el E mperador
como los soldados, porque, pagan os
como eran, no alcanzaban a comprender
lo que esto quería signifi car ; pero
durante la noche de ese d ía memorable
se le apareció en sueños Jesucristo,
con la misma enseña q u e se h abía
visto en el cielo, y le mandó hacer
a semejanza de ella un estandarte para
llevarlo el ejército en Jos combates
adornado con el monograma de Jesús'
en la parte superior. '
Sin más demora partió a paso de
huracán, desbaratando en todas partes
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6t2 EL HOGAR CATOLICO
las nutridas a,vai}zadas .flue Majenciq
haLla mandado para entorpecer su
marcha, hasta que el 28 de octubre de
312 s,e halló a nueve miHas de Roma
en el Jugar llamado Ad Saxa R ,ubra.
Allí le salió al encuentq:> Majencio
con su ejército, y dispuso su .gente de
modo que tenia a .sus espaldas el puente
Milvio (llamado hoy Ponte Molle),
y además el otro puente de barcas
que tenía bien asegl}rado. Majencio
contaba con más de ., o_o,ooo hombres
aguerridos y magnífica caballería ;
Constantino apenas disponía de unos
4o,ooo, fatigados por las largas y forzadas
jornadas que habla tenido que
hacer, y de una caballerfa apenas mediana.
Al frrnle de ésta arremete contra
el "formidable ejército enemigo, y
a poco lo envuelve y desbarata, precipitando
gran parte de él con el mismo
. Maj encio en el Tíber, donde murió
ahogado con mucha de su gente. ApP. ·
nas se habrá visto victoria más com-pJeta.
. .
Los cnstJano!';, que con esto ya pudieron
res ollar, no sabían cómo dar
gracias al cielo por la benevolencia
que les dispem;aba el egregio vencedor.
Comenzarr n desd e~r¡ tonces a di,sfrpt
ar de los b enefici os de la paz, pe-
. ro el edicto qu e la aseguró en todo el
. Imperio no fu e dado sino el año siguiente.
A principios dr. 313 se diri,
gió Constantino a Miláp p~ra verse
.con su colega y aliado el Emperador
Licinio; reU11idos entonces Jos dos
Emp eradore!', publicaron, con la solemnidad
del caso, t> l famoso Edicto
d~ Milán, en virtud del cual quedaban
anulados tod os l os decn tos de persecución
contra lo s cristi anos, se les permitía
el libre fj ercicio de su religión
y entraba la Iglesia a disfrutar de Qna
paz completa, basada en el reconocimiento
legal de sus derechos como
so~iedad pnfecta fundada por el Hijo
de Dios.
El edic to de Milán, complemento
de l a gran victoria del puente Milvio,
dio t é rmino d efinitivo a la persecución
a la Igle~ia, tres veces secular, con que
el I¡;riperio ~o"ma~o quiw an~quilarla,
y abrió la fosa al paganismo en el
mismo Imperio. Mas, como siempre ha
teJlido que luchar co~ el espíritu del
mal, en el curso de los siglos ha sido
objeto de múltiples y tremendas persecuciones
que así las herejías como
los cismas, los bárbaros, las más horribles
concupiscencias, la tiranía y
absolutismo de los Príncipes, las revoluciones,
la demagogia, ele., la huhieran
hrcho perecer, si no hubiera
estado sostenida por el Dios Altísimo
que le P.rometió su asistenc_ia h~sta la
consumacién de los siglos.
El Romano Pontífice, para conmemorar
como corresponde a tan magnánimo
padre, el glorioso XVI ce_ntenario
del primer decreto de paz con·
cedido a la Iglesia después de los tres
siglos de sangrienta persecución, ha
concedido, además de las fiestas con~tantinianas
que se han estado celebrando
en Roma, un Jubileo plenlsimo,
a manera de AÑO SANTo, que ya come~zó
a cor.rer desde la dominica in AlbLs,
y durará hasta el 8 de diciembre del
presente año, no sólo en la Ciudad
Eterna sino en todo el mundo.
Texto del " Edicto de Milán "
Nós Comtantino Augusto y Licinio Augusto,
felizmente reunidos en Milán, y tratando
de todo lo concerpiente a la seguridad
y utilidad públicas, hemos crefdo q11e
una de nuestras principales obligaciones
era arreglar lo respectivo al culto de la
Divinidad, y dejar a los cristianos, como
también a Jos demás súbditos nuéstros, en
plena libertad de seguir la religión, para
que descienda sobre nos otros y sobre todo
el Imperio la bendición del Cielo. Por tanto,
hemos resuelto no rehusar, a cualquiera
que lo desee, los medios de abrazar y
seguir con el corazón y el afecto las observaciones
de los cristianos, como igualmente
practicar la religión que tenga por
más conveniente; todo con el fin de que
el Supremo ·Dios, a quien veneramos, no
cese de colmarnos de beneficios. Sabed
que, a pesar de c~alquiera otra ord~n que
hayáis recibido contraria á ésta, es nuestra
voluntad mandar ahora pura y sencillamente
que todo el que tenga voluntad de
profesar la religión cristiana, pueda hacerlo
sin que por eflo sea molestado ni in-
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quietado en manera alguna ; todo lo cual
os declaramos, advirtiéndoos que hemos
concedido generalmente a los cristianos
facultad amplia para ejercer su religión.
Hemos dispuesto, además, que si los l\lgares
en que éstos se reunían antiguamente
(respecto de los cuales habéis recibido en
otro tiempo órdenes contrarias), hubiesen
sido comprados por particulares, sean res.
tituídos a los crbtianos, sin qúe ni el fisco
ni ninguna otra persona puedan reclamar
~1 precio, y sin demora ni difi c ultad alguna.
Que los que los hubieren h a bido por
gracia, los devuelvan del mismo modo
cuanto ante s; y que así los que los hubieren
comprado como los que los habían
recibido por gracia, acudan al Vicario de
la Provincia a recibir de su mano lo que
de nuestra bondad pueden prometerse.
Por tanto, volveréii a poner inmediatamente
a la sociedad de los cristianos en
posesión de todos los susodichos lugares :
y siendo notorio que pos e ían, además,
otros bienes perte Qecient es a su comunidad,
es decir, a las igl e sias y n o a los particulares,
haréis re stituir a e5 tas comuni .
dades o corporaciones todos a que llos b ienes,
sin la me nor oposi ción ni dificultad,
reservando a los que los de vuelvan sin
reintegrarse d e l valor, el derecho de re-.
currir a Nós para su indemni za c ión . E n
cuanto va mandado, queremos que os valgáis
de toda la autoridad de vuestro ministerio,
y del modo más pronto y eficaz,
a fin de que la bondad div ina, cu yos be·
neficios h e m o s ya expe rimentado en tántas
y tan importantes ocasiones, no cese
de colmarnos de prosperidades, como
también a todos nuestros pueblos. Y pa r a
que este edicto ll egue a noticia de todos,
lo mandamos fijar en los parajes públic os,
para que nadie pueda alegar ignoranc ia .
~~
Luz entre tiniebla s
Sol edad, s ombras y caliar m edroso
Circunda n el santuario donde habitas;
Y do el amor d el h o mbre solicitas,
Abie rto el Cora z ón y caudaloso.
. Callas, por que lo gra nde es silencioso ;
P orque t od o está en Ti, no n ece si t, y por este camino se
hicieron más nmables las diferencias entre
las diversas clases sociales. Desci e n.
de entonces la humanidad desde las alturas
del Catolici smo y toma el tortuoso
cam ino del error y del vicio, en donde las
pasiones la despojan de todos sus bienes,
dejándola medio muerta, ha 5ta el punto
de pocfer exclamar como en otro tiempo
Job: "Dejáronme hecha un erizo con sus
dardos ; me cubrieron de heridas sin piedad
alguna, hasta esparcir por el suelo
mis entrañas. " En vano los legisladores
pretendieron con sus muchas y di versas
leyes poner remedio al mal ; con todo ello
no lograron sino dar una prueba de la
verdad de aquella sentencia del historia·
dor latino : corruptissima repu blica, pluri mae
leg es (abundan las leyes en las nacio·
nes corrompidas). Inútilmente intentaron
por su parte los sacerdotes de una rel igión
meramente natural curar las heridas de
aquel pueblo con el culto a la.diosa Razón.
Estaba reservado a O zanam, el buen samaritano,
vendar aquellas h eridas, echán.
dóles el óleo de su ciencia y el aceit:! de
su caridad.
"Con lo poco que vi vi ó llenó la carrera
de una larga vida, porque su alrra fue
grata a Dios." Ozanam es una estrella de
primera magnitud en la constelación de
los escritores que. florecieron en aquel
tiempo. Fundador de las conferen cias de
San Vicente, apologista, profesor y orae
dor, periodista y escritor de aquellos tiem •
pos de fe e hidalguía que la historia ha
designado con el nombre de Edad Media,
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su vida, fc:cunda en todas estas forma~, no
puede ser compendiada nunca en un dis .
curso de media hora ; mas como Ozanam
es, ante todo, un apóstol de la caridad 'y
· de la verdad, permitid que os haga sobre
estos dos puntos algunas reflexiones, mal
zurcidas, sin duda, e inconexas, pero salí.
das de un corazón enamorado de causa
tan noble.
Na cí io en una época de desorienta·
ción fi~osófica, tocóle presenciar a su lle.
gada a París el desarrollo de las más
encontradas opiniones: de una parte apa.
recían ya tradicionali stas al estilo de Bo :
nald, e idealistas como el abate Rosmini; ·
de otra, vela en las cátedras de la Sorbo·
na escépticos al estilo de J ouffroy, o ami.
gosdel eclecticismo como Cousin ; comen.
zaba el positivismo a ejercer su fatal influjo
en Francia, y las doctrinas de tres renom ·
brados filósofos alemanes habían pasado
ya las fronteras, sembrando aquí y allá el
más grosero panteísmo y el pesimismo
más repugnante." Un diluvio, dice él mismo
en una carta, de doctrinas filosóficas
y heterodoxas nos invade por todas par·
tes ; necesitamos mucho valor para resistir
al ataque de Pnemigos tan poderosos.
Tocábale a Ozanam, lo mismo que a
Jos demás sabios de aque l tiempo, la tri.
pie tarea de restaurar el gusto por una
literatura más cristiana, defender la co;.
trina católica con una apología de sus
enseñanzas y renovar el espíritu de fe
en el pueblo francés.
Federico cultivó desde sus primeros
años la literatura, aunque hubo de cursar,
por dar gusto a sus padres, las lecciones
de derecho en la Universidad. Encontróse,
al llegar a la capital, con una
pléyade de escritores que ejercieron decisiva
influencia en sus estudios. Era aquélla
una verdadera época de ebullición de
Jos elementos de la vida religiosa, inte·
Jectual, política y social. En las aulas de
la univer.idad enseñaba el triunvirato de
la Soborna, como se decía entonces : Gui.
zot, Villemain y Cousin, hadan de la crítica
una escuela de elocuencia ; Lainennais
se hpllaba en todo el esplendor de
' su carrera; el púlpito de Bossuet y Massillón
dejaba la forma clásica y tomaba
en la persona de Lacordaire un aspecto
nuevo, quizá algo peligroso. En la casa
del joven Duque Carlos de Montalembert
podía ver Ozailarn los domingos en
la noche a las mayores notabilidades de
su tiempo : poetas como Alfredo de Vigny
y Lamartine, o como el autor de la
Leyenda de los sig los, que de vez en -cuán.
do llegaba a este h ogar cristiano, ajeno
enteramente a su espíritu inquieto e inconstante
; hasta e l critico del Por/ Royal,
destinado a recorrer los mun dos como
ciertos astros errantes, pisaba enton-ces
la morada donde se reunían apologistas
del cristianism t> , como Chateaubriand.
Discípulo de aquella escuela arcaica
de 1830 que intentó resuc itar e! a mor po r
los primeros años del cr istianism o, com.
parte Ozanam con el biógrafo ñe Santa
r,abel el título de historiador de la edad
media. Algún escritor ha comparado sus
trabajos literario~, con una cated ra l a la
cual sirve de atri o ~u estudio sobre la civilización
e n el siglo quinto; a manera de
dos torres romanas, resaltan sobre e l conjunto
de la obra sus trabajos sobre los
romanos y los germanos q ue da n entra.
da a una espaciosa nave, en do nde el ob ...
servador puede ve.r a todos los doctores
y santos de aquel tiempo ; ce rca de l altar
está San Francisco de Asís rodead o de
los poetas franciscanos, cu yas sencillas
composiciones nos recu e rdan los cantos
de la Biblia, y sobre todas aquella s figu .
ras está Dio s trino y uno, ll en o de alteza y
de poder, dominando lo s siglos.
La revolución francesa fue una de las
más terribles lecciones que ha recibido
la humanidad. Obra de 13. razón abandonada
a sus propias fuerzas debía, por el
exceso mismo de sus principios y consecuencias,
conducir a los filósofos de entonces
a la idea de que la tradición es el
órgano por el cual se nos manifie stan
mejor las verdades esenc iales al hombre,
Como las arenas y el ci eno que deja el
Nilo en sus periódicas crecientes, fecun.
dan los campos del Egipto, fecu ndó la
sangre y el terror de la revolución los en.
tendimientos que surgieron a raíz de a quella
catástrofe.
La apologéti ca no es una cien cia que
presente siempre los argumentos de idéntica
manera ; antes, co mo to da defensa,
necesita acomodarse a las condicion es del
ataque, De forma que el apologis ta no es
un hombre de todos Jos tiempos y de to~
das las edades, es más bien el escritor de
una época y generalmente de una nación.
La verdad que defiende, aunque eterna e
•
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inmutable en s{, varía en sus diversos aspectos
; el fin y el deb e r del escritor están
e n darse cuenta e x acta de las necesidad
es de su tiempo y sabe r luégo aplicarles
e l remedio.
Por eso mientras Lacordaire demu est
ra elocu e ntemente en sus conferencias
d e Nu estra Señora de París la divinidad
del cristianismo, por los frutos admirables
que produce en las sociedades ; y Chateaubriand
pru eba e~to mismo por la belleza
intrínseca de la religión ; al paso
q ue Lamennais d e prime las fuerzas de la
razón para mostrar la necesidad de la
r e ve lación; y De Maistre refuta brillantemente
el galicanismo, y Augu sto Nicolás
busca las tradiciones de lo~ pueblos
a ntigu os y las creencias de la humanidad
para s eñalar lu égo la divinidad del crist
ianismo; Ozanam comienza por indicar
la neces idad de una religión. Halla luégo
a la Igl esia, y demuestra con la historia y
la expe riencia individual las notas verdaderamente
divinas que la acreditan como
única verdadera .
Estando todavía en. Lyón, concibió el
plan de esta obra y trabajó en ella toda
su vi da . "Una d e mostración de la reli gión
católica por la antigüedad de las ·
creen cia s históricas, religiosas y mora
les. " "No es e sta obra, dice él mismo a
uno de sus amigos, el e nsueño d e un jo .
v e n, n6 , es un p f nsami ento fecundo dep
osi tado e n el fo ndo d e mi alma y que
. d ebe de sarrollarse y g e rminar sin inter-m
is ión y florec er despu és a vista de tod os
b a jo u na forma magnífica . En esto se
h alla ci frado mi porvenir, mi vida entera;
a es te punto converge n todos mis
pensamientos, todo s mis proye ctos y todos
mis en s u eñ o~ ."
Os de cía fin a lm e nte q ue Ozanam, como
a póst ol de la ve r da d, debía dar e jemplos
de vi rtud a aque lla soc ie·da d sin fe . Para
c ump lir este objeto , a l ll egar a la Sorbo
na de j a conoc e r s u re li g iosi dad a nte todo,
y a s( co mi e nza s u prim e ra le cci ón de
esta ma nera : ·• E n una ce remonia d e Se.
mana Sa nta en Jerusalén hay un mom en to
e n que el O bisp o griego entra en el
sepu l cro del Salvador y encie nde allí un
cirio; c uando sa le, los peregrinos se acer·
can a l po ntífice y prenden sus antorchas
en e l f ue go que se ha sacado del sepulcro
: no de otra manera la luz de la doctrina
cristiana ha iluminado todas las
ciencias y las artes," Y no vayáis a creer
que cuando os hable de la Sorbona me
refiera a sus mejores tiempos, en los que
doctos hijos de Santo Domingo y San
Francisco leían sus interpretaciones a las
Sumas de la edad media; aquella universidad
que encarnó por varios siglos el
movimiento teológico en Francia, estaba
en aquellos días regentada por impíos.
El amor de Ozanam a la Iglesia se muestra
en toda ocasión, ora llore por el extra.
vío de Lamennais, el Tertuliano francés,
como él mismo lo llama, ora se lamente
por la publicación <;le cierta obra de La·
martine, y declare que la lira del poeta
ha sido arrojada por el éieno; ya rue.
gue a Monseñor QueJen que se digne establecer
las Conferencias de Nuestra Señora
de París, o bien acompañe al Arzobispo
Affré a las barricadas en el momento
en que este ilustre prelado se sacrifica
por el pueblo, o luche, por fin, en
el periodismo en defensa de los principios
católicos; siempre y en todas ocasiones
se nos presenta Federico como un defensor
insigne de · la Iglesia.
He querido de intento hablar a lo último
de la obra maestra de Ozanam, de la
que fue el ce ntro de su vida -y cuya realización
bastaría por sí sola a inmortalizar
su nombre, esto es, de la fundación
de la Sociedad de San Vicente de Paú!.
Y porque es estilo de Nues tro S eñor
cuando escoge a alguna p ers ona para un
oficio darle todas las partes y virtudes
que para é l se requiere n, quiso q u~ Fe·
derico hallase e n todas ocasion e s los
ejem plos de la caridad. Primero los de
su madre, que tan de cisiva influencia e jerce
e n t odas o casiones sobre Jos h o mbres;
por que es evidente, as! en el orden
inte lectual co mo e n el moral, que el g-enio
y las bu enas di;posiciones de la madre
se transmite n no raras veces al hijo ,
Santas fu e r on casi todas las madres de
los patriarcas d e la Vi eja L ey, y de Cristo
a cá vemos m e jor c o nfirma da toda vía
esta _ verdad : San Agus t ín se convierte
por la s oraci o nes d e M ónica ; e l Cr isó stom
o bebe r:n n la leche, la piedad de l pec
h o de A ntusa, de aque ll r. Antusa que
hizo e xclamar a l retórico Litanio ·: ¡ Qué
madres tienen los cristianos 1 Aleta for- '
ma el corazón de San B ernardo, y Silvia
nutre la piedad de San Gregorio Magno,
La madre de Ozanam estaba a la altu.
ra de las madres cristianas que os he
mostrado. No solamente recibe de ella
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EL H~GAR: C~TOLICÓ
estos ejemplos de virtud: su padre también
le enseñó, por su parte, la caridad cristiana
.. ~n día, ya m·~ y ánci"ano, tuvo que subir
a VISitar a un pobre que habitaba en el
cuarto piso, sufri'ó al bajar la escalera
una caída a causa de un desvanecim:.ento,
y así vino a !f!Orir casi al pie del lecho de
un mendigo. A s·u futura esposa la conoció,
como él mismo refiere, cerca de la
cama de un moribundo, haciendo un acto
de caridad. Rodeado, pues, toda su vida
de esta virtud, no es raro que él fuese
más tarde un apóstol de la cari<:lad.
Un día San Ignacio de Loyola, esto-
. diante entonces de la Universidad de Pa·
rís, reunió en el Monte de los Mártires,
que estaba muy cerca de la población, a
seis compañeros de estudio, maestros co ·
mo él en Filosoffa y estudiantes de Sagrada
Teología, para hacer en honor de la
Virgen el ·voto de consagrarse al servicio
espiritual dt! los prójimos; de esta
reunión de escolares salió la' célebre Compañía
de Jesús. Ahora otros jóvenes, también
estudiantes de la misma Universidad,
se pasean a la luz de)a luna que quiebra
sus rayos contra la mole del Panteón, y
hablan entre sí largo tiempo de la manera
como han de· vindicarse los derechos
de nuestra religión, hasta que uno de ellos
termina aquella plática con estas palabras
memorables para vosotrós, señores socios:
11 Debemos poner nuestra fe bajo el amparo
de la -caridad." De estas conversaciones
salió la Sociedad de San Vicente
de Paúl, para atender no sólo a las necesidades
temporales de los prójimos, sino
también a las espirituales. Hoy cuenta
ella con más de diez mil confere ncias, y
con un personal de ciento veinte mil so·
cios, está difundida por todo el mundo y
distribuye anualmente más de di ecio cho
millones de francos.
Si hemos comparado su obra literaria
y apologética ~un e difi ci o de hermosas
proporciones, bien podemos comparar la
obra de su caridad con un árbol como
aquel que vio en sueños Nabucodonosor,
"de altura grande, frondosa copa y abun·
dante fruto, del cual se mantiene toda car.
ne." La labor literaria de Ozanam, fruto
del hombre, quedó inconclusa con su muer.
te temprana, y a pesar· de la belle2a ínternade
este templo, no tardamos en adivinar
que la vasta concepción de Ozanam nunca
alcanzó su completo desarrollo. Por el
contrario, las Conferencias de San Vicel'l-te,
obra de la más· eximia virtud cristiana,
crecen cada· día, y aunque muerto ya el
hortelano que cultivó en su infancia este ~
· árbol, su robusto tronco ha echado hóhdas
rafees en el campo de la Iglesia, y a. ·
su sombra se acogen confiadamente los·
pobres d e l orbe católico. Permilid que al
llegar a esta parte· de mi discurso rinda...
el tributo de mi admiración a vuestra So- ciedad.
Una como la Iglesia,· a la c;ual
pertenece ; apostóJica, por la obediencia
y el respeto que h :r profesado siempre al
Soberano Pontífice y a los Obispos, su ce·
sores de los discfpulos del Salvador · católica,
porque así en Oriente como e; Oc •
cidente los pobres participan de su mise :
ricordia ; santa, porque está consagrada
a la virtud, qu e jarrrás dejará de se r.
Viene esta fiesta de caridad en los momentos
más críticos para nu estra patria;
cuando se multipli can los errores y escasean
los católicos verdaderos; cuando la
pobreza se acentúa entre nosotros de una
manera lastimosa, y se marca como nunca
la necesi iad de la unión d e todas las
voluntades para aléanzar a socorrer tántos
miserables como son los que ha bitan
en esta Nación
Señores: mucho admiro vuestra Socie- ·
dad, pero os confieso que nada me conmueve
tánto como la ·visita a los pobres.
Vosotros, hijos de San Vicente. habéis
comprendido la caridad evangélica, por~
que habéis entendido que lo que es preciso
dar sobre todo al pobre, más que el
oro y la plata , es vuestra mano y es vuestro
corazón : vuestra mano, para le vantar.
le de la abyecci -\ n en que le ha sumido
su infortunio; vu es tro coraz6n, para ha.
cerle gustar la úni ca y verdadera dufzyra
de la vida, q ue es el amor.
1 Qué hermoso _especticulo es ve r a uno
de los vué stros _por las estrechas calle.
juelas que forman la parte a lta de esta
capital, caminar en busca de uno de aque.
llos tugurios expuestos a la intemperie y
a la lluvia, donde padecen los enfermos
y gimen las mad res; chozas des mantela.
das en dond e se quejan de hambre los
pequeñuelos y sufr e mortales angustias el
padre que no ha podido llevar pan a su
fami lia; moradas infec tas en donde no
hay cama, ni hogat, ni luz, que dé consuelo
y calor en aquellas largas noches
de insomnio, compañeras inseparables
del hambre y del frío ! 1 Cómo se unen y
estrechan en estas visitas las relaciones
1 , Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL- HOGAR CATOLICO
entre el rico y el pobre !, hácese éste representante
de Cristo, y aquél, personificación
de la Divina Providencia. Con las
visitas que los socios practican al pobre,
se pone el remedjo más eficaz al peligroso
socialismo y se coopera activamente a la
acción social, tan recomendada por el Padre
Santo. Porque la condición del pobre
y del trabajador no se mejora únicamente
con dinero, ni con el aumento del jornal
; todos estos son medios que alivian
la dolencia sin curarla ; lo que sí es hoy
enteramente necesario para resolver este
problema es acercar el rico al pobre
para unirlos entre sí, hacer que se conozcan
y se amen ; y para lograr este intento
nada mejor que la visita a los pobres,
practicada siempre por vosotros
como primera regla y fundamento, por
decirlo asf, de vuestro instituto.
Buscad el bien para nuestra patria, no
en las teorías humanas sino en las enseñanzas
divinas; trabajad de continuo para
conservar la fe en nuestro pueblo, la resignación
en sus trabajos y la esperanza
en una vida mejor; poned siempre vuestra
fe bajo el amparo de la caridad y ésta bajo
la protección de la Iglesia, y esperad
vuestra recompensa, no de los hombres, ·
sino de vuestro Padre que está en los
Cielos.
JosÉ ALEJANDRO BERMÚoxz ·
Presbítero
A Maria
-¿Quién es Nuestra Señora la Virgen
María?
-Es una Señora llena de virtudes y gracia,
que es Madre d e Dios y está en el cielo.
-Y la que está en el altar ¿quién es?
-Es una imagen y semejanza de la que
está en el cielo, etc.
DIÁLOGO
Ni1ÍO 1.0
Niños que en la selva umbría
buscáis delicadas flores
para obsequiar a porfía
al amor· de mis amores:
decidme ¿quién es María?
Niiio 2. 0
Es la Reina celestial,
que con su virgínea planta
aplastó la vil garganta
de la serpiente infernal.
Es de la tierra Señora
de virtud y gracia llena,
•
- ¡
más pura que la azucena,
más hermosa que la aurora,
más humilde que la flor,
que crece bajo la ~rama.
Niño 3. 0
Es tibia del sol la llama
comparada con su amor.
Es del que llora consuelo,
esperanza del que espera,
luz del mar en la ribera,
ruta que conduce al cielo.
Niño 4. 0
En Ella derrarrló a mares
sus carismas el Señor,
y sus gracias singulares
inspiraron al cantor
del Cantar de los Cantares.
El la comparó a la palma
que se mece en el desierto,
la llamó cerrado huerto,
fuente pura, mar en calma,
pozo claro de agua viva,
frondosa y lozana vid,
ciudad que en el monte estriba,
torre fuerte de David.
Y, en caridad abrasada,
de la virtud siempre en pos,
1\Iaría fue Inmaculada
y a la gloria subliq:¡ada
de Madre del mismo Dios.
¡Oh prodigio sin segundo!
1 Oh criatura singular 1
que dio en su seno fecundo
vida al Redentor del mundo,
Madre y Virgen siendo al par .
Madre entendida en dolores,
Madre anegada en pesar,
Madre que amó, hasta expirar,
toda encendida en amores.
Entre suaves armonías
en los cielos penetró
y el Padre la coronó
Reina de• las jerarquías.
Los arcángeles la adoran,
treme a su nombre el averno,
y si sus hijos la imploran,
Ella aplaca al Dios eterno
y consuela a los que lloran.
Niño 1 .0
Pues si al cielo fue a gozar
María, decid : ¿quién es
esa que está en el altar ?
¿ Por qué venís a ofrendar
vuestras flores a sus pies?
Niño 3.0
¡,.a Virgen, que· aquí se r stenta
con fl ores enga lanada,
es la im ag·en venerada
que a María represen•.a.
Por es o con aleg-ría,
de la aurora a los ful gor es,
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL HOGAR CATOLICO 6 r g
vamos a la selva umbría,
a buscar ramos de fl ores
con que obsequiar a María ..••
Todos
Dadnos vuestra b end ic ió n,
y de nuestro amor en pren~ a ,
recibid c ual pura ofren da
nuestro am a n te cor azón.
F R A NC ISCO MARTÍ N
Se minarista
SECCION DE LAS MISIONES
TRIBUS DE IND{GENAS QU E " D E ~IA NDA N LA ACCIÓN
CIVILIZADORA DE LAS MI SIONES CA TÓLICAS
EN N UESTRO PAÍS -
Las regiones del Golfo de Darién se
hallan pobladas por unos 40, 000 indios.
La Sierra Nevada ti e ne, por lo menos,
5,000 arhuacos. La cord i lle ra de P e rij á,
que por el Norte toca con la península de
la Goajira; por el O ccidente , con el Valle
de Dupar ; por el Orie nt e limita con e l
Catatumbo; y por e l Sur se ac e rca a
Sardinata y Garra, tiene ce rca de 1o,ooo
indios moli1one s. La pe nínsula Go ajira está
habitada por unos 20,00 0 indios. E n la
falda oriental de la Sie rra del Cocuy hay
cosa de 3 ,000 lu nebos. Los g uaht"bos y acha guas,
que están sobre el Casanare y a lo
largo del Me ta, son co mo r 5 ,000. E ntre
el Meta y e l Orino co e stán los fe roces
cuibas, que, unidos a los d e otras tri b us de
esta región, suman acaso 20,000.
Es casi imposible e numerar las · tribus
del Al to y Bajo Caque t í , del Putumayo
y Napo; pero se puede calcular que, a pe.
sar de la horrible destrucción de qu e han
sido objeto por parte de los traficantes en
caucho de diversas nacionalidades, a ún
restan más de 100,000 indios, siendo los
principales entre éstos lvs carijon as y hui .
l otos. Adem ás están los se bundoyu e indios
de Tierradentro; Jos que habitan la Cordillera
central, ya en sus vertie ntes al
Cauca, ya en las del Magdale na y Ca.
quetá; las tribus que viven so bre el Carare
y el Opón, y los cara ulas y rioverdes , a l
occidente de Antioquia. Unidos todos los
enumerados dan un total de cosa de
300,000 indios, de los cuales, por lo me nos,
la mitad carecen del santo bautismo,
y los restantes, en su m·ayor parte, necesitan
ser instruidos en los rudimentos de
la fe, para apartarlos de la vida salvaje.
Fuéra de esto, hay no pocos caseríos en
toda la extensión del río Magdalena y en
las costas del Pacífico , que urgentemente
necesitan ser adoctrinados para fo rmar
de ell o s pueblos civili zados .
A todo esto prestará especial ate nción
la Junta Ar qu idioc esa na de la Obra de
las Mi siones en Colom bia. ·
N u es tras mi sione s d el Chocó
S uMARIO : "! . Introducc ión - z. Precedente s hi stóricos-
J. Creación de l a Prefec t ura Apo ~ tó\i .
ca d el Chocó- 4- Núm ero d ~ fie les sometido s á
la jurisd icc ión d el P refecto Apostólico-s.
Cons tit uci ó n de l a P refect ura Apos tól ica del
Chocó - 6. Mov i miento de l perso na l eclesiást ico
de la Prefectu ra- 7. F rut os cosechad os-8.
E stad o de los t raba jos a¡: ost ólicos realizados
po r los Mi sione r os H ijos de l Sagrado Co razón
d e- Ma ría-9. División eclesiástica de l Chocól
O. Estado de l as iglesias y ca sas cu rales-J 1.
A rm on ía de los Pad res Mis i one ros con las au .
tor_idades civ i\ es-1 2, Obstáculos-13. Es peranzas.
l . I nt r od acc ió n-M.uy Il ustre y Reveren d
o se ñ or Dirr.ctor : Obra cm iuenteme nte relig
ios a y c i v ilizad ora e s la d ifícil empresa de
las Misiones catól icas. Imposi iJie r eferir l os
sufrimie n tos, penalidades y s acrific ios por que
han d e pasar los abn egados Mis :oncros e n la
eva n geli zac ió n d e les pa íses infie l es e indígenas
catól icos para a t raer esas a lm;' s a la luz
de l a fe y al camino d e la sa l vac ión , para c on·
d ucirl as a l a vida cr:stiana y c i vi liza da . Darlos
a co n oc er es un trabajo gra n deme nte mer
it orio r-nle l a H eli g ión y la pa tria. ¿Cómo
agradece r, pues, a hora a Su Señ oría el in me ·
r ec iclo h on or q ue me dispens a a l b r ind arme
generosamen te la Rev is t a d e su d igna
di recc ión pa r a ma ni fes t a r en público el e n tus
i as mo q u e sien to por la nob le t ierr¡¡ co lomb
ia nll, regada con el sudor apos tó lic o de los
M is ion er os Hijos de l Co razón de Maria, la
a d mi r ación y simpa tía g r andes que me merecen
l as pe no sas misi ones del Chocó, a nuestra
soli ci tud y celo pa storal en comendadas?
Dar a co n ccer a los católico > co lombiános
el hero ísmo de esos m is hermanos en rr:ligión,
que, s in temor a lo m al sano del c lima ni a la
n a tura l rud eza d e s us h a bi tantes evangelizan
la exten sa r egión dd Ch ocó, a la vez que ofrecer
a S. S . el tes ti mon io del ag r a decimiento
y r es pet o que l e profeso, es todo_ e l objeto de
ias pre sen t es mal trazadas lineas.
JI. P re cedentes histór icos-La República
dé' Co l ombia, cuyo nombre recuerda al cé lebre
d escubridor de las Américas , a aquel genio
dest in ado por Dios para e ngarza r a la Cor
ona d e E spaña más mund os que per las esmal
tab an l a de sus Reyes F e rnand o e Isabel
la Católica, cuenta en su vasto territorio , un
p r ivil egiado país, una ~e;.n osa. l ri?a. región,
el Chocó . Para s u adm1nts trac 10n ctvtl es g o b
ern ad o, en lo político, por un I n tendente
n ombrad o por e l P ode r EJecutivo de la Nación;
e n Jo e cles iástico, e l territorio de la In·
t endencia forma una Prefectura Apos tóli ca,
actualmen t e a c argo de los Misio neros Hij os
• Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL HOGAR CÁ'fOtiCO
del Corazón de María. La Intendencia del
Chocó, importante por su situación g eográfi·
ca, por sus grandes ríos navegables, por la
exuberancia y fertilidad de sus tierras '¡ por
las muchas riquezas naturales que enc1erra,
es verdaderamente digna de compasión por la
orfandad de Padres espirituales en que siempre,
más o menos, gimieron los pueblos de la
región, digna por cierto de mejor suerte.
Como precedente histórico a la creación de
la Prefectura sólo haré constar aquí el dato
demasiado expresivo de que las tres grandes
provincias que formaron parte del antiguo
Chocó fueron evang elizadas nada más que
por cinco sacerdotes seculares.
Los Reverendísimos Ordinarios de Popayán,
a cuyo báculo pastoral estuvo casi siempre
sometida la Iglesia del Chocó, por más
celo que desplegaron nunca pudieron hallar
la forma práctica de conciliar los apremios de.
su pastoral solicitud con las necesidades espirituales
de tan tísimos pueblos que, estrechados
en el círculo de sus caudalosos ríos y bosques
impenetrables, vivieron largos siglos
casi totalmente incomunicados con el centro
de las dió~esis.
1/1. Creación de la Prefectura Apostólica
del Clzocó- Para obviar, pue!!, esta necesidad
extrema de pasto espiritual, que bacía languidecer
la fe y piedad de tántos millares de
almas, como vivían tristemente abandonadas,
y cumpliend!ll lo pactado en el artículo 2. 0 .
del Convenio Adicional al Concordato de
1888, la Santa Sede, de acuerdo con el Gobierno,
se dignó crear la Prefectura Apostólica
del Chocó por Decreto de 28 de abril de
1908, s iendo elegido primer Prefecto Apostólico
el Reverendísimo Padre Juan Gil y García,
de la Congregación de Misioneros del Inmaculado
Corazón de María.
(Se continuará)
FRUCTUOSO PÉREZ
Misionero Hijo del Corazón de María
La Asamblea de N ariño
y la Misión Capuchina del Putumayo
Penetrada esta ilustre Corporación del mérito
y trascendencia de la obra acometida por
los abnegados misioneros ca puchinos con la
apertura del camino que va de Pasto a Mocoa
y el que llevan muy adelantado de esta población
a Puerto Asís, acordó, con fecha 5 del
mes antepasado, una PROPQSICIÓN DE APLA USO
Y GRATITUD al Reverendísimo Prefecto Apostólico,
Fray Fidel de Montclar,' lo mismo que
a los que han sido sus benefa ctores, como el
Ilustrísimo Señor Arzobispo de Bogotá, los
Obispos de la Diócesis que han influido en
e3a mis ión , los Relig iosos franciscanos, los
Herm<1 nos Maristas, y otras comunidades que
han ay udado efi cazmente a la obra civilizadora
de los capuchinos, que ya está produciendo
una n otable transformación moral y económica
en todo ese vasto territorio.
MEMORARE
Acuérdate, dulcísima MARÍA,
que nunca se escuchó de labio humano
que haya acudido a tu socorro en vano
el pobre pecador. Tú, s11 alegría,
Tú, MADRE CELESTIAL, eres la VÍa
perfumada y florid a. De tu mano
brota el perdón y mana soberano
amor divino, que a los cielos guía.
Bien merezco, SEÑORA, que me olvides ;
indig no soy de or a;· en tus altares
con tánto agravio que de mí rec ibes ;
Mas mira a mi :>band_ono y mi indi gencia:
Es mi culpa más grande que los mares,
p ero infinita es, oh M ADRE, tu clemen4ia.
JoRGE 'VJLLS PRADILLA
APUNTES
PARA LA HISTORIA DEL CONVENTO DE CARMELITAS
DESCALZAS DE BOGOTÁ, POR D. RUP ERTO ll . GÓMEZ
( Continúa)
En Fontibón se desmontaron en una casa
grande que les hab.ía preparado un Sr. Agu!llón,
quien les proporcionó cuantas comodidades
estaban a su alcance. Todos los campesinos
de los alrededores fueron a saludar a
las monjas, a ofrecerles recursos y a protestar
con sus lágrimas c ontra las injustas persecuciones
de que eran objeto. En aquella población
permanecieron varios días, en los
cuales se ej ercitaron en montar a caballo.
Cuán terribles fueron esos ensayos, sobre todo
en los primeros días, pues temblaban de
miedo al verse encima de bestias que podían
derribarlas o arrastrarlas como ~- huracán ;
pero el .amor de Dios les daba ánimo, y en
poco tiempo se adiestraron en el manejo del
caballo.
Al continuar su viaje nota ron que la cantidad
de víveres con que las habían obsequiado
era tan grande, que no podían llevarla
consigo. Resolvieron , pues, enviar a las monjas
exclaustradas de Bogotá, la mayor parte.
Una mañana temprano, rodeadas de una iamcnsa
muchedumbre de g ente, que lloraba
en silencio, sali-eron del pueblo, y se dirigieron
en carruajes para el Occidente. En Cuatroesquinas,
hoy Mosquera, se detuvieron
mientras los postillones r emudaban bestias.
Un señor liberal, rematador· de casas pertenecientes
a las monjas, s ;;ludó a la Priora y
le manifestó que a él le habían dicho que el
Gobierno les h abía ~ado veinte mil pesos.
" Sí que estaría para dar dinero el que nos
arrebató basta nuestras dotes," contestó aquélla.
Entonces el señor sacó de su bolsillo una
monedita de oro, y se la dio a la Madre. Esta
la recibió, la mandó cambiar en el acto, y la
repartió entre los pobres, El caballero le preguntó
por qué hacía eso, y ella r eplicó: "por-
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EL HOGAR CA'TOLICO -
q!le u s ted nece si~a r~a á s de las oraciQnes de los
pobres que n osotras dr l d inel'O de usteJ."
La jornada termin~n Los Ma nzanós, dond!!
pasa ron la noch e, la may Jr parte d e ella
en orac ión, noche so ' e•n ne en medi o d e la sole_
dad de l0s campos. Al aman cc ~ r d el Jía siguiente,
despues de oír misa y co mulgar, tomaron
un ligero de ~ayuno, montaron para
>e;uir el ásp <:!ro y des igua l camino que con·
d·ucc a H onda, camino que estaba lleno d e
profund os barrizales, en dond e las mul as se
hundían con su carga y se ah og a ban.
Al bajar de El A &erradero, l ns religiosas
empeza ¡·on a sentir la atmr.s fe ra tibia, a ve r
entre aquellas serranías mag níficos pa n ora!'
a s, a oír el canto de aves dis tintas d e las de
la s abana, a respira r el viento perfumado· po1·
los b ,~ ques , -y a sentirs e ll e nns de terror al
d"ivisar al pie de las cuestas por d onde trepab
an las mu]aq, abismos profund os , al ver los
barrancos y pedrcgd nes que ten{;~ n que pa sar
y los barrrzale> en donde las mulas se alascobañ.
Maltratadas y agobia da ~ por el sol llegaron
a Villeta, en medio d e la pobl a ción que s alió
a recibida s . El Cura l»s atendió y las confortó.
A pesar del calor y del cansancio, rez a ron
en Comunida d , pidie ndo la protección de l
cielo para ellas y para su humillada patria.
Al día siguiente, después de r ecibir el Corde ro
de Dios, como los israelitas, ,co n lo s riñon
es ceñidos y el báculo en la man o, continuaron
su peregrinación, m or a lm e nte pa ra la
ti erra prometida, y físicamente pa ra el des t
ier-r o. Ese mismo día p or la tarde llegaron
11 la eminencia que domina el v all e de Guaduas,
cuyas cas as, bl a nqueada s co n es mero,
a parecen como nid os de palomas en medio de
prados de verdura. El descenso fu e muy pcn
c s 0, porque el sendero es muy pen diente y
arcillos o. En la población fu eron recibidas
con compasivo interés por el ve nerable Párrc
co, por los caballero s y s eñoras y por los
campesinos. Una niñita muy viva y muy bonita,
se presentó ll orando a la Supe¡jora, s uplicándole
que le regalara una monja. " Y
¿para qué la quiere ? " l e preguntó la Madre.
" Para cuidarla y para servirle· d e criarla,''
le contestó. Tranquilas e >taban en la
C3Sa en donde se ha bían hos p edado, cuando
'yeron golpes en la pue rta. Una de las s eglaras
que l ~ s acompaña ba abrió ; r ra el Alcal de
que se presentaba con. un oficio del Gob ie rn o,
e n e l cual se le ordenaba que inmediata mente
que ll egaran1 las monjas a es a ciudad, procedieran
a rondarles los equipaj es para ver s i
se llevaban algunos bienes de la igles ia del
Carmen.
Esto era ya dem as iado. La Superiora le
dijo que estaban a '" su· disposición l os míseros
harapos que lle'v..aban para el desti e rro.
Saulas eran aquellas~ mujeres cuando sufrieron
calladas f'Se nuevo ultraje del liberalismo.
El Alcalde, verdaderamente apenado al
cumplir con una oden tan humillante, abrió
los baúles, los reg htró minuciosamente, y
o~ enco.ntró nada eJe val or. n a d <.~ d e la ig· le sla
. Al día siguiente con ti n ua r on s u viaje.
La niñita que peélí a una m onj a, las s ig ui ó llor
~ ndo, insis t ienao en su ecnreño. Las lág rim
Rs co rríán po r las mPjil!as d e l ~ s r eligi osas
al v e r t a n no bles sentimie n t• s e n u na niña.
El ca mio•) para H onda <' Sl:JbH completam
e nte des hech o ; a cada paso las m ulas se
hundía n o res balaban por las cues t as, y las
rn onj ns, a te rrad a s, dab an g r i tos d e es panto
que reson aban por aqu ellas mo n ta ñ a s .
Un a qu ~ se ha bía qued nd b n• uy a trá s pidió
socorro : la mula St' le h abía e n te rra do y
n o había m od o de hace rl a s alir. E n este m omento
se presentó un hom br e d ~ ros tro h er moso,
alto y r obusto, el c ual vo ló en a uxilio
de la religiosa; la sacó , la pu sn a u n lad o d el
c a mino, hizo salir la mula r!c ~ n tre e l fangal
y des apareció. Cubie rtas d e lod o y m edi o
rrt ue rtas llegaron a las orillas d el l\ lRgd al ena ,
el que, llena s de zozo Lra, pas arr. n e n Ji g el'O S
barcos. En Honda las es pe ~a ba ' 1 vapor Venced
or. El ca pitán , un 1ng- lé s nmy p rác ti co
en l a n ave g ac ión del r ío , al vP. rla s ll eg a r , se
puso de rodillas y empezó a ll or ar Sí, p or
aquel r os tro va ronil, tosta d o por rl s ol, r odaban
en s ilencio las lágrima s. L¡¡ é¡;o o que est u·
vier on a bordo, el eapitán s e levantó, y , en
medio d f' soll oz os medio a h ng-~ uos , uijo :
" Des d e el Capitán hasta el ú lt im o mar iner
o están a vues tras órdenes ."
La tripulac ión observó u n a cond uc éa muy
n (" b]e c on aq u e ll as vírgen es pe rs Pg u id as. No
s e oy ó una palabra g rose r a ; c ada ma r in ero
s e c onsider aba muy feliz ·en p r l)s larles servicios;
y se sen t ía n sa ntifica dos p or e ll as.
El v a por s e d es lizaba t r a nq u il a men te po r
la corrien te d el río, en c uyas m á rge nes se
el eva ban gra ndes pa lm e ra ~ y bos q u es secu la res,
y en don de y acía n g ran d es caimanes
co n la b oca a bi erta, a rmad a de a gud os dientes.
A veces se di v is aba n t: · mbién pajizos, en
d onde m , raba n los q u e proveían de leña a
lo s b uq ue s. E l éa uda l de l Mr g ua lc n a, a ument
a d o c on numer os os afl ue n te s , e m pezaba a
dila ta rse, a formar vastas cié n ag a s , pobla d as
de infi o ita s leg iones de m os q ui l e s, y a hace r se
inso portable el calpr. L a fi es t a d e l Carmen
l as s orprendió en el río.
E n M omp ós atracó el b uq u e. Después de
h a b e r dad o las g r a cia s al Capitán y a la tripulación
, d esemba rcaron la s r eligi osas, c u ya
ben di ción i mplo r a ban los marin e ro~ . E n esa
ciudad h osp i ta la ria, resid e nc ia de fam il i a s
distinguidas, es ta b a co nfin a d o p or el Gobiern
o liber<> l , el Il mo . S r. D. A n to nio_ He rrá n ,
Arzobis p o de Bogotá, a q uien acompañaban
e l Presbí t ero D . R afa el T. Lug o, sacer dote
ejempla r, y el Sr. D. Ma n uel J . Gómez A.,
cristiano s in cero, quienes q uis ier o n c ompar tir,
con el Prela do per s (!gu id o, el duro pan
del de stierro.
A los pies de l Sr. H e rr.í u , e¡ u e ha bía sa lid o
a enco ntrarlas, se p ostró la Com u nid ad para
recibir su b endición. Luégo, l evan t ándose,
exclamó la Prelada : "aquí no s tiene V u estra
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EL HOGAR CA TOLICO
Señoría ' arrojadas de nuestro asilo por los
.enemigos de la Iglesia." "No son vuestros
enemigos, replicó el Prelado, sino mis pecados!'
Todos los que presenciaron esta escena
conmovedora, derramaban lágrimas. •
(Continúa)
DEL EXTERIOR
(Tomadas de varias revistas)
-HAN SIDO DESIGNADOS por ]a Santidad de
Pío X para diferentes sagradas Congregacio·
nes los Cardenales que a continuación se expresan
: pa.ra la de Rito y Ceremonias, el
Emmo. Cardenal Vico; para la de Sacramentos
y Religiones, el Emmo. Cardenal Almaraz,
Arzobispo de Sevilla; para las de Indice
y del Ceremonial y Propaganda Fide, a
los Emmos. Bauer y Nagl.
-EN EL ARRABAL DE CREIN (París) se ha
celebrado una reunión numerosa de obreros
para defender a las Hermanas de la Asunción,
y protestar de la amenaza de expulsión hecha
por el Gobierno francés. Por unanimidad, y
en medio del mayor entusiasmo, se acordó enviar
al Ministro del Inte1 ior Nna protesta firmada
por 38o obreros. Todos están dispuestos
a defender a las Hermanas de la Asunción, y
a mantenerlas en el local de su propiedad, que
les quieren arrebatar.
LA ODRA DE UN GonrERNO CATÓLICOUn
escritor alemán ha publicado en una de
las principales revistas de su país-el Runds~
chan- un estudio concienzudo del progreso
efectuado por el Gobierno católico de Bélgica
durante los últimos veinticinco años.
Hé aquí algunos rasgos de la labor del Gobierno
católico belga:
Bélgica tiene hoy la mayor área de ferrocarriles
de toJa Europa .... Á.mberes es hoy el
puerto más importante de la Europa continental.
Según los economistas n1ás eminentes, el
nuevo Código de Legislación es de lo más perfecto
y completo que existe.
Entre 1~9 0 y IgiO, el número de analf;¡¡betas
se redujo a más de la mitad. Sin llegar a
la educación obligatoria, Bélgica tiene hoy
menos analfabetas que Francia.
. se tiene ac tualmente en proyecto un nuevo
btll sobre la educación, muy ventajoso, que
se presentará, ya que el partido católico ha
ganado afortuoad:' mente las elecciones.
Entre 1884 y 1!) I o, el Gobierno solucionó
un problema que parecía insoluble : aunque
los gastos generales aumentaban, no se crearon
nuevos impuestos, excepto sobre las bebidas
, alcohólicas, para disminuir el consumo.
El escritor alemán termina su artículo con
estas palabras :
"Bélgica merece que todos los países de
Europa la to·men por modei..J."
• El General Juan José Nieto, que era Gober.
nauor de Bolívar, se condujo noblemente con ef
Prelado y con las monjas !
-MoNSIEUR LEóN HARMEL, modelo de los
patronos católicos, presidió hace poco, a pesar
de sus ochenta y cuatro años, la peregrinación
francesa a Roma, 1f'ue celebraba el vigésimoquinto
aniversario de, la primera peregrinación
que él organizó a la Ciudad Eterna,
acompañado, como ahora, de gran número
de obreros católicos. · Fue recibido en
audiencia por Su Santidad, quien le felicitó
con tan fausto motivo, y exhortó a los circunstantes
a perseverar en el ejemplo del benemérito
anciano que los presidía.
-EL JOVEN ALUMNO Julián Bentenac, que
asiste a las clases del Colegio Católico, dirigido
por los Padres E&tanislaos, en París, ha
descubierto y patentizado un si~tema de telegrafía
sin hilos, que puede comunicar sin los
inconvenientes del actualmente en uso, con
una velocidad diez veces mayor y con doble
ec<;>nomía. El descubrimiento ha producido
gran ,;ensación, y su autor se ha visto asedia·
do por los hombres de ciencia, que le hao pedido
ex plicaciones sobre su procedimiento.
TRIUNFO D~ LOS CATÓLICOS EN LAS ÚLTIMAS
ELECCIONES DE V lENA-Las últimas elecciones
de Diputados municipales de Viena han constituido
un gran triunfo para los católicos.
Este triunfo ha sido importaotfsi'Do, p'lrque
del resultado de estas elecciones dependía en
gran parte el triunfo o derrota en las futuras
elecciones de Diputados imperiales.
Los socialistas y judíos liberales, coaligados,
hicieren todos los esfuerzos posibles para
obtener esta victoria electoral. El Concejo de
Viena se componía de 1 3s miembros pertenecientes
al partirlo cristiano 1ocial; 21 liberales,
entre los cuales estaban los judíos, y 11
socialistas. •
Los socialistas y liberales unidos procuraron
emplear el terrorismo para amedrentar a
los electores ; pero a pesar de esto el partido
católico social venció en cuatro colegios electorales
con una mayoría tao grande que han
obtenido seis mil votos más qúe en las elecciones
anteriores, y aunque en algún colegio
se perdieron alg unos puestos, el triunfo total
ha sido para los católicos.
Viena ha sido católica, y sigue y seguirá
siendo católica .
LA FUNDACIÓN " MoRA CLARÓs "-Peco a
poco vamos sintiendo la importancia extraordinaria
de la prensa católica. Desde el año
antepasado la brillante pléyade de periodistas
católicos en España cuenta con una fundación
de cien mil pesetas, debida al testamento del
multimillonario de Huelva, D. Antonio María
Clarós, quien deja esa cantidad para que de
sus réditos se conceda un premio anual al periodista
católico que a juicio de la comisión
se haya distinguido más en la defensa del catolicismo
y de los sanos intereses de la patria.
Ojalá en Colombia hubiera si nó premios, sí
recursos para sostener la prensa católica. Ojalá
los católicos se ce rivencirran de que gravan
su conci~ncia y contribuyen a la propaganda
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL HOGAR CA TOLICO
de la iniquidad, suscribiéndose a periódicos
de matiz liberal , o comprándolos aunque sea
por el interés de los grabados.
LOS CATÓLICOS ALEMANES Y EL CENTENA RIO
DE WINDHOli.ST-Los católicos afemanes celebraron
el LIX de sus fam osos Congresos en
la histórica ciudad de Aquisgrán.
Un detalle que verán con agrado los amantes
de la literatura es pañola del siglo d e oro,
es que se eligió para representarla en uno de
los días del Congreso la hermosa obra de Calderón
de la Barca, titulada El qran teatro
d el mundo. La fecundi dad de estos Congresos
radica en las reuniones particulares. Las oficiales
dan pá vu.l o al entusiasmo ; pero las
otras enderezan y fomentan la ac c ión de las
Sociedades y Ligas especiales, que tan formidable
influencia tienen en la vida religiososocial
de la Alemania católica. Muchas de estas
Sociedades son ·tan importantes que prefieren
celebrar sus Congresos en otro lugar y
tiempo. Sin embargo, grandísima parte de los
trabajos de los católicos en Alemania refléjan-'
se en las reuniones de las Sociedades, tradicionalmente
adheridas a este Congreso anual.
Comerciantes, cstudiaptes, amigos de la s misiones,
maestros, amigos del estu diante pobre,
administradores de las bibliote : as popu ·
lares de San Carlos Borromco, sacerdotes directores
de las varias asociaciones de obreros,
artesanos, etc., cambian impresiones durante
el Congreso, estudian, deliberan y acuerdan
lo mejor para sus próximas campañas.
La invitación oficial a es ta magna Asamblea
encierra una gran lección que no se echará
en olvido. El Congreso de que hablamos ostentó
una especinl significación y consagración
por conmemorarse en é l el c e ntenario
del grande e inolvidable Windhorst, que en
su ciudad nat~l tomó parte por primera vez
en 1879, en el Congreso general de católicos,
y desde entonces no faltó nunca a ningún
Congreso. En Aquisgrán arrastró tras sí
a los congresistas con palabras ardientes de
entusiasmo cuando di o a conocer el carácter y
fin de los Oonl?resos generales y su social importancia,
exhortando incesantemente a la
unión a los católi cos alemanes.
Se celebró, pues, en este Congreso la memoria
del fiel 'hijo de la Iglesia católica , y se r epitió
la promesa que el Cardenal y PríncipeObispo
Kopp, hizo un día ante la tumba d el
gran finado : "ConservaremCJs la unión entre
nosotros como uc precioso legado ~ue tú nos
has dejado."
1402. "LA. OBRA DE LOS C.A.MPOS"-SecretarÍa
de Estado, enero-El Papa felicita y bendice
a Mr. Truck, Director, y a los socios
de la Obra de los Campos, en Francia, cuya
importancia, además, indica en estas pala-bras
: .
" Preocuparse de las necesidades espirituales
de los moradores de los campos, tanto
más dignos de interés cuanto más pobres y
abandonados; trabajar por que crezca y se
extienda la fe en la vida cristiana de los indi-viduos
y de las familias ; ayudar a los sencillos
y abnegados sacerdotes rurales, favoreciendo
sus estudios y su piedad, secundando
su celo, ayudándolos en su ministerio, ya se
manifieste en ejercicios espiritua les o misiones,
ya en escuelas, patronatos o bibliotecas
parroquiales ..•• ; tales son los fines que se
ha trazado y persigue valientemente vuestra
obra, tan oportuna como saludable, cuyos
progresos y beneficios, durante los cincuenta
y cinco años que lleva funcionando, pregonan
elocuentemente los cuadros de ejercicios
con que acompañáis vuestra ca r ta. El
camino recorrid o y e l bien logrado son prenda
segura de cosechas cada vez más abundantes
en lo por venir."
MISAS Y ALTARES GREGOR IA NOS: S. 0. Suprema,
11 de diciembre-El Santo Oficio de creta
: que las misas gregorianas d eben celebrarse
en treinta días seguidos, sin interrupción,
según lo resuelto ya por l a Sagrada
Congreg-ación d e Indulgen"c'1as, el 14 de
enero de 1 88g; que no <;umplc e l sacerdote
que por sí o por otros celebra en el mismo
día dos o tres misas, acabándolas todas dP.ntro
de los treinta días; que el sacerdote debe
buscarse sustituto para celebrar alguna de las
misas del treintanario ; y que n o cumple entregando
las treinta misas a varios sacerdotes
con encargo de ce lebrarlas el mis mo día o
en los siguientes; que no es obligación, pero
sí piedad con los difuntos, deci r misa de R equiem
en los días permitidos por la Rúbrica;
que es altar gregoriano el de San Gregario
en el Monte Celio, según Rescripto del18
de febr e ro de 175 2; que en adelante no se
concedan altares gregorianos; que n o se concede
ya el privilegio personal de altar g r egoriano
ad instar, y que las concesiones anteriores
de altar gregoriano personal deben considerarse
como mer<~s concesiones de altar
personal privilegiado.
Los RELIGIOSOS EN LOS B.t.LI!:ANES-Iperk,
Aiessio, Janina, Prevessa, Koss ava, Scutari
y otras muchas ciudades balkánicas cuentan
con florecientes- parroquias católicas, s ervidas
por religiosos.
En la actual guerra con Turquía, los frailes
está;¡_ dando prueba de una caridad heroic-
a, auxiliando a los heridos y exponiendo
con frecuencia su vida por salvar las al mas
de los soldados moribundos, muchos han sido
víctimas del fanatismo y de la b arbarie de los
turcos. Se cueota, entre otros muchos, el caso
de un religioso que acompañaba como Capellán
militar a un Cuerpo de m ontenegri nos
católicos, y que ha ,o:;ido horribleme nte despedazado
por los turcos.
En los hospitales de sangre prestan grandes
servicioslas Misioneras franciscanas de
María ••••
¡ Esto es lo que hacen lo s religiosos !
Y hasta ahora no se sabe de ningún librepensador
ni de ninguna dama roja que haya
dejado sus comodidades ·para soc orrer a sus
hermanos.
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EL HOGAJ\ CATOLI<:;O
-~L SADIO ,!=~,nr:ENAL MERCI,En,,rr;ma~, o d,e
Bélgica, puLitco su Pastoral de cuaresma, spbre
L os deb er(! s sopiC¡Lle's d,el c,ri si¡'ano. ' '
E.n ella en seña l'i ilustre Purpurado qu,e no
deben Ir s cristinnos conten'tarse ,con ;rezh,
oír misa y dnr nlg'u~;¡as limosnas a lo~ pobres
!lD la cnlle. "Todos debemos completar ¡;¡¡¡estra
educil ció:l s ccial," teniendo presente que
1 ' ar otro m ü·o·a 9' s~lo nos han _de acoYnr!lñar
nuest.r~ s obras."
' -
-A LGu Nr s M;;, Dicos de Frr ncia han obser-
- vado un g-ran au¡nento de excitación nen•ios¡¡
en los ni~ ;, que .-frecu,entan Jos cin~r¡•atóg~afos
. Las escenas de r obos, asesip¡¡ los y terribles
nccitlentes de las películas, impresionando
la imngioac ió n infantil, lrastqrnan pota)_¡!emeote
la d_eli¡:arla naturaleza de l os n i ñ~s. De .
beli t e nerlo en cuenta l os p: \dres de faru~liil.
MUERT E DE LA HERMANA DF. S. S., o.• Ros.&.
DEr. SARTo, A l. s d oce y cuarto de la mañana
del día 11 d e febrero último falleció en
R oma R osa Sa r t0, hermana ¡le] Papa. Rosa
fall eció en un sencillo catre de hierro, siendo
asistida p (l r e l párroco de San P~ dro, monseñor
D' A nge lis. Rodeaba n el lech o mortuorio
su hcrmann Ana María, nieta Gilda e l
médic o de cabecera, varios amigos ¡le Ip c:Sa,
Hermanas de San Csrlos y la 11irvienta de 1¡¡
casa. La enferm a conservó ~ us fa,cultades hasta
Jos últimos 111omentos, esr c rapdo apaciblemente
la muerte. El P<~pa, a l saber la notic-ia,
fe impresionó v ivamente, retiráp .cl o_!le a or¡¡r
en sus habitari-,>nes privadas. -·
Toda la prensa recuerda l a s bondades de)¡¡
. difunta y 1-J l~C h os diarios publican SU retrato.
E l c_adá v.: r l < ni" entre sus manos un Crucifijo
d e plata y l e v e laron las Hermanas D omi.
niea o. En la igle., ia de San Lorenzo se celebró
solemoísimo fu orral por el eterno 1escaoso de
- su alma, y a Jn fúnebre ceremonia asistieron
v_einte C artl~na lr s , gran núme r o de Diplomáticos
extranJer os tle todos lo s paí¡¡es, representantes
de la nobleza italiana y de las Orde_
nes_religiosa<, del cle.ro secular y un público
IDmenso. En la misa ofició de pon t ifical
Monseñnr Zapini y la Capilla Sixtina interpretó
magistra lm ,·n te religi osas composiciones.
ú espués de t r·¡ minado el p ostrer f!e spooso,
se puso e n m are h:~ el fúne bre co rtejo, sie,ndo
trasladado el cadilver a la tumba preparada
en el co nvento de Religiosas Oblatas, de donde
más tarde ~ e.J'á llevado a Riese, pueblo natal
de la famd 111. d el Pontífice, e l c ual está
agra(le cidísimo p or las pruebas de afecto qÚe
de todo el munrlo ha recibido c on motivo del
fallecimiento c:e su santa y ejemplar hermana.
Dewnn sc en p az.
CoNvE ns• ÓN ' A r. CATOLICJSwo DE DOS CO MU:>~In
ADES ANGLICA: o n e d sobre mi fren te
corona d e pureza,
• y un d e ste ll o en mi mente
de la inmortal belle za,
del inmortal amor.
Poned en mis miradas
la luz d e vuestros ojos,
y gu iad mis pisadas
por caminos d!J abrojos,
por sendas de d ol or.
Qui e ro ir a mis hermanos,
c urar sus corazones,
y darles. ec o mis enan os
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EL HOGAR CATOLICO
el pan de bendiciones
de vuestro santo altar.
Y .qlliero, a vuestro eje~plo,
baJar hasta sus valles,
y visitar su ,templo,
y recorrer sus calles,
y bendecir su hogar.
Quiero templar el frío
de su alma dolorida ;
juntar su pecho ni mío,
y darle nueva vida ,
y darle nueva luz.
Quiero enjugar su llanto,
iluminar su mente,
hablarles del Dios santo,
del Dios omnipotente,
d el Dios muerto en la cruz.
Quiero salvar al hombre
del seno del pecado,
y decirle en tu nombre
que Dios le ha perdonado,
que no vuelva a pecar; -
que guarde su alma pura,
que no pierda el camino
que guía hacia la altura
de su inmortal destino ;
que luche sin cesar.
Y o le abriré ef tesoro
de tus divinos dunes
con esta llave de oro
que hoy en mis manos pones
en prueba de tu amor.
Y o le traeré d e l cielo
el pan de eterna vida,
el vino del consuelo,
que sana toda herida,
que templa todo ardor.
¡ Oh, Dios, que me has ungido
ministro de tu culto 1 '
V o y a poner mi nido
en un rincón oculto,
al lado de tu altar :
allá donde ignorada .
la vida se con sume ;
donde, cual fl or sag rada;
llena con su perfume .
el templo y el h ogar.
Allí estaré contigo
de sde ho y , siempre a tu lado
com o sincero amigo,
como le al soldado,
como ministro fi eL
Allí, contigo a solas,
v e ré tu amor a l hombre,
y, como tÍ! te inmolas;
centigo y en tu n ombre
m e inmola ré por .él. .
Allí, entre mis hermanos,
bajo un cielo propicio,
ofreceré en m1s roanos
e 1 santo sacrificio
sobre sencillo altar.
Y porque guarde ilesa
la gracia recibida, .
daré al alma en tu mesa
tu sangre por bebida,
tu cuerpo por manjar.
Tú, que le das al ciego
la vista que desea,
y te inclinas al ruego
de humilde cananea,
vencido de su fe ;
Tú, que del polv o in e: te
haces brotar la vida,
y roandll s a la muerte
que, ante tus pies rendida,
sus víctimas te d é ;
que talmas con tu acento
el mar alborotado ,
y fundes con tu aliento
el hielo del pecado
en lágrimas de amor ;
que hace s brotar fecund a s
virtudes celestiales
en ciénag as inmundas,
en hoscos peñ ascales,
en antros de dolor,
sána de mi albedrío
la ingénita malicia,
y vís te me, Di os mio,
lorig a de justicia
y y e lmo de salud ;
rodéa mis sentidos
con muro de dolor es ,
no sea que, vencidos
do halagos tentadores,
mancillen mi virtud.
Y y a qu e del d esecho
d el mundo me has formad o,
y en mí tu amor ha hecho
de un cuerpo de pecado
un vaso de elección
para ll evar al h ombre
tan celes tia l teso ro,
señála co n tu nombre,
com o con sello de or o,
mi fr ág il cora zón.
Esfu ér za ro i fl aq uez a,
inclln ate a mi rueg o ,
y a brása m i impure za
en tu sa g r ado fu ego
de ete rna caridad.
Así mi vida pura
s er á cel este llama
qu e en es ta noche osc ura
ben éfica derrama
calor y cl a ridad.
F ÉLIX G ON ZÁLEZ ÜLN EDO, S. J .
Notas varias
~ ~~
LA F IESTA DEL P ATR ONO D E L fSEMI N A RIO ,
SAN J os É-Celebrada en la Catedr a l eiJ3 del
roes pa sado, s e hiz o notar por la solemnidad
que la acompañó. T an to el ser món , a cargo
def Vicerrec tor, Dr. Cast ro, como el coro, dirigido
por el Dr. U maña , quien to có el órg a no
con la maestría y buen gusto que lo distinguen
, es t uvieron ma gníficos. El Il mo. Sr.
Arzobispo asistió de sem ipon t ifi cal .
-
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GRANDES F ESTIVIDADSS LITÚRGICAS DE MAYO.
En el presente año el mes de María v:iene engalanado
CJn las fes tividades de la Ascensión
de Nuestro Señor, el 1.0 ; la de Pentecostés,
el 11 ; la Santísima Tri nidad , el 18 ; Corpus
Christi, el 2 2 ; y el Sagrado Corazón, el 3o ;
todas del rito mas alto que tiene la Ig lesia, y
seg uidus de sus res pectivas octavas, en tre las
cuales son privilegi adas la de Pentecostés y
la del Santísimo Cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo.
Esto proviene de que la Pascua de
R esurrección cayó el día mas próximo en
que puede tener lugar (el23 de marzo), por lo
c ual el Mes del Sagrado Corazón se ha quedado
sin la fiesta que le da ese nombre. En
cambio, la Santísima Virgen le ofrenda todas
las fl ores que le o bs ~ quian sus h\jos en todo
el mes, y con ellas le tributa el mas grato homenaj
e, pues no sólo serán de las que lucen
en los j ardines y de las que el ingenio halla en
la poesía, la or atoria, el arte en todas sus manifestaciones,
sino de las virtu des cristianas,
de todas las hellas acdones que se eng endran,
al calor del amor divino, en el campo fecundo
de los corazones generosos, que saben co ::Jsagrar
todos sus afectos a la Madre de Dios.
LA ADORACIÓN REPARADORA-Se ha erigido
esta hermosa As1ciación Pontificia en la
importante Parroquia de Fómeque. En el número
venidero daremos cuenta de la participaciOn
que le corresponderá· a esta Asociación
en el Congreso Eucarístico. Se ruega a
los socios de uno y otro· sexo, se dignen c o n ~
tribuir con un pequ~ño óbolo para el estandarte
con que debe ser representada en la
gran Procesión del domingo 14 de septiembre.
Se advierte, además, que el nombre con
que la di stinguió su fundador León XIII es
Adoración Reparadora de las Nac iones Catóhcas,
y que su objeto es la r eparación eucarística,
al igual de las XL Horas romanas.
CENTENARIO DE FEDERICO 0zANAM-Fue celebrado
de manera digna por la Sociedad de
San Vicente de Paú!, los días .26 y 27 del
mes último. En la gran semipontifical del domingo
27 , el Prelado cantó el Veni Creator
y el J'edeum; el Sr. ·Presbítero D. José Alepndro
Bermúdez pronunció la hermosa Oración
gratulatoria que co,·re publicada en este
númer-o, y los niños de las escuelas de San
Vicente ayudaron correctamente en el canto
de la misa. En la sesión celebrada en la ig lesia
de San Vicente, el Sr. Presidente de las
Conferencias, Dr. Antonio José Uribc, hizo,
en magnífico discurso, el estudio referente a
la eg regia personalidad del fundador de las
Conferencias de San Vicente.
- ENTRE LAS MUCHAS y magníficas refutaciones
que en toJo el país se han hecho al orús-
. culo de! Dr. Rafael Uribe Uribe sobre e liberalismo
político colombiano, ocupa lugar
importante el libro de 43:.~ páginas que el R.
P. Fr. Marcelino Ganuza ha consagrado al
mismo objeto. Allí se encuentra expuesta, de
manera sólida y precisa, la doctrina de la Iglesia
sohre el rarticular ; se narra lo que ese
camaleón, fie en todo tiempo al n on serv iam
de Luzbel, ha s ido en Colombia, y se analizan
sus doctrinas a la l uZ' del dogma y la moral
ca tólicos. F elicitamos cordialmente al docto
Provincial de los Candelarios, y le agradecemos
el obsequio que se ha dignado hacernos
de t an interesante libro.
-IGUALMENTE agradecemos al Sr. Presbítero
D. Héctor H. Hern ández el en vío que nos ha
hecho de su apr eciable opúsculo, Tres grand
es males, !! sus rem edios, que acaba de publicar.
En él campean, en la tercera parte,
los magistrales artículos que aparecieron en
La Sociedad con el seudónimo de F idel, debidos
a una de las plumas más insignes que honr
an nuestro país. Oj alá se hicieran populares.
- T AMIIIÉN hemos recibido, y lo agradecemos
debidamente, las siguientes publicaciones:
Catecismo de Mu tua lidad , por Leopoldo
Triana; Homenaje del Dep artamento de
B ollvar a la ciudad de B arra nqui lla ;
Conferen cia sobre el gremio obrero, por Patricio
Gómez N.; E x p osición didáctico-pro·
f esional en el Colegio salesiano de León XIII;
Ferrocarril del Noroeste, por el Dr. Indalecio
Liévano; In vestigación sobre la rebelión
del Jstmo de Panamá, y el B oletín de los
alumnos del Pool. CoL Pío Latino¡tmericano.
Y como canj es, a Todos para Todos, de Cartagena
; Brisas del Fonce, del Valle de San
José; El Runla_no, de Bucaramanga; El
Parnaso, El Médico a P a los, y La Paz , de
Aguadas; El Amaime, de Palmira; El Comercio,
de BarrRnquilla; El Centenario, de
Antioquia; El Impulso, de Zapatoca; Luz
y Sombra, del Cerrito, y El Cen t ro, magnífico
trisemanario de esta ciudad. Merece que
se lea y relea el editorial del número correspondiente
al sábado .26 de abril.
UN DEN1:MÉRITO SERVIDOR DE LA BUENA
CAUSA-Tallo fue el General Juan N. Valderrama,
varón respetabilísimo, que prestó durante
toda su vida señalados servicios a la
patria, y se hizo no.tar siempre por sus relevantes'
virtudes cristianas. Murió en la paz
del Señor a los ochenta y siete años de edad.
Sus exequias se celebraron con pompa en la
santa iglesia Catedral.
Ig ualm -nte todo el Clero ha lamentado la
muerte de su constante amig o y servidor D.
Manuel J. Gómez.
" EL HoGAR CATÓLICO "-Con el próximo
número se completará la serie sexta de esta
Revista. Suplicamos a los señores suscritores
que aún no han cubierto el exiguo valor
de esta serie ($ 4o papel moned< ), y el de las
anteriores, se sirvan cuanto antes satisfacer
esta deuda que, aun-que parezca pequeña, el
conjunto ccasiona grave perjuicio. Todo lo
relacionado con el periódico se atiende en la
casa del Director, de las 1 1 a. m. · a las 12 m.
y a las 5 p. m. Carrera 6•., número 161 (media
cuadra al Sur del puente de Lt'smes.)
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"El Hogar Católico - N. 59", -:-, 1913. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3686877/), el día 2025-06-02.
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