EL HOGAR CATDLICO
SE PU BLICA SAJa LA DIRtCCION D~ LA JUNTA C~NT~AL DE LA DOCTRINA CRISTIANA
"Nada nz' un p msamz'mto , para la polítzi: a. T odo, hasta el ztlll'm o aHento,
' para la Religz'ón."
La serie de 10 núm er os de E L I-l oG An CATÓLICO,
cuando se paga oportunamente: vale
$ 4 o pa pel; s i se dem ora, S 50. El n u ~ ero
suelto,$ 5, atrasad o d e un mes, $ 10. Ot rección:
Presirlente de la Junta Central de l a
D octrina Cristi~na. Carrera 6.", n 1m er o 2 I 7·
Por tel égrafo, HOGAR.
"EL HOGAR CATÓLICO"
LA BENEF[CENCIA CRISTIANA
Uno de I ~ s más graves problemas
que atormentan á las soci~dades ~e
esta época es el de la creciente ~mseria
de las clases p o bres. Ello ha
creado en todas partes un malestar
general, que preocupa s e riamente á
los que se interesan por la sue rte de
los pueblos, y ha d.a?o in~remento al
socialismo, que qUJstera n1 velar todas
las fortunas y destruir el orden de
cosas existente en lo político, en lo
social y en lo económico. En el orde n
religi oso ha dado orasión para que
la francma sonería, á títul o d e as .. cia.
ción filant r ópica, se haya esforzarlo
por buscar adeptos entre los n ecesitados,
tratando de desterrar t.! e . las almas
los sentimientos de adhesión á la
Iglesia y á sus ens~ñanzas. .
La I "'lesia ca tóiica, por la predica-
ción c1: las doctrinas cristianas, que
consideran la caridad como la primera
de las virtudes, ejerce eficaz influjo
.sobre los hombres para mover los corazones
de los ricos en favor de los
menesterosos, para lograr que los co~tratos
entre patrones y obreros s~ njan
por la equidad, y par~ suavtzar
la vida con las dulces efusiOnes de la
beneficencia cristiana.
1 Número 17
Estos altos fines los consigue la
Ig lesia, además, por medio de las cong
rega ciones reli g iosas de caridad y de
las sociedades de laicos formadas por
inspiración suya, bendecidas por ella
e n sus obras y á ella íntimamente unid
a s. Una de estas últimas, sin duda Ja
más fecunda, es la Sociedad de San Vicente
de Paú!, que tánto han encarecido
los Romanos Pontífices, como la más
efic Az para combatir el pauperismo é
impedir que en el ánimo de los desamparados
del mundo surja el espíritu
de rebelión, que los conduce á los
m ás at roc es ::~tentados. Esta a sociación
ha s ido v erdad e ramente providencial
e n los últimos se t e nta años, para hace
r fre nte á los embates d el socialismo ·
y d e la revolución en todas sus form
as. Como lo ha dicho muy bi e n el
Con de Albe rto de Mun, en un reciente
es tudio, la ace ión de los católicos
d ebe encaminarse hoy á la trascendental
labor de" la conquista del pueblo."
Uno de los medios más seguros
para alcanza r este resultado es, sin
duda, el de las asociaciones docentes
y de beneficencia, que difunden .la
sana doctrina y alivi a n las dolencias
del alma y del cuerpo.
De aquí el qu e· el Ilmo. y R evdmo.
Sr. Arzobispo d e Cartag ena, con el
ardiente celo que lo d isting ue, s~ haya
p r opuesto estimular la fund~ct?n en
Co lombia de aquellas asociacwnes,
por medio de la admi:able.Carta:-l?a~tora
l que el 7 de Abnl últ1mo dmgtó
1 al Clero y al pueblo de su Arquidió-
1 cesis, sobre " las Con fercncias de Saa-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL HOGAR CATOLICO
Vicente de Paúl," po r med io d e la
hermos a C irc ul a r que en segui d a r ep
r oduc im os, r e lativa á la Memort'a
r lt'stórica sobre la fund ac ión , d esa rrollo
y p ri nci p a les obras d e la S ociedad
Centra l d e Bo go tá, y fin a lm ente e n
l a exp os ició n que e l 23 d e A g os!o
hizo a l pres id ir la re uni ón d o mini cal
~e nuestro 1 ns titulo.
En t od o ello r e vela e l Ilm o. y
R ev dm o . S r. Brioschi un pro fund o conocimie
nto d e la hi s t ori a, d e la ín dole
y d e l alca nc e d e la s Confe r e ncias
d e Sa n V icente. Bien sa be el ilu s trado
A r zo ~i s p o qué m e el io de a cc ió n ta n
-efi ca z es e l d e l as Co nferen c ias, qu e
nlra ! deBogo
tá. El g r a n sa ló n en do nde ésta se
r e úne es t a ba co lm ad o por los socios,
y e n él clc s l acábase la impon e nte fi g ura
d el l imo . S r . Bri nschi , quie n tuvo
fras es eloc uentes y con mov edoras para
Jos can d id atos que r n ese día se co nsagrn
b an ; frases de al ie nto pa r a los vi e-jos
se rv idores, á fin d e qu e continüen
des plega n d o m ás y m ás ce lo e n el servicio
de los po bres y e n s u firm e adh
esión á la Ig lesia nu es tra madre, y
p al a b ras d e e n co mi o e n t us iá stico p a ra
la S oc ied ad unive rs a l Je Sa n Vice nte,
-cuy o C(' nl ro es tá e n P urf s, <1 la cua l des
ea ardie n tem en t e el l llllo . Sr. Bri osc
hi qu e se u n an las d e Colo m bia, para
que llegu e r-1 á s u conso lid ac ión d efinitiva
y pa rt ici pen, e n la co munión
d e l os s a n tos , d e Jos inYa lu ab les bene
fl cios espi ri t ua les propios de a cción
c ris tian a ta n fec unda y d il a tada .
.. .. ..
H é a quf la h ermosa Ci rc ular á que
.l1 em os alu d i.J o :
Circula¡·
del limo y R evd ro o. Sr. P edrJ Adán Brioschi,.
Arzobis po de Ca r tage n a, al Clero de la Arq
uidi óces :s, sobre la 11Jem or i a Histó rica dela
S oc i e d::~d Centra l d e San Vicente de Paúl .
Venerables sacerd ote:; :
¡ H é a q uí un li bro precioso! Os lo envi
arnos, a rn a dbimos l-h:r manos en Jesucri
~ t o , co n t i má s vi vo placer del alma,.
pu es sa be mos que vo sotros sacaréis de
sus ¡•ágin as tod a la dulzura mística que
encierra, d e l mi smo modo qu e la abeja
saca la rni e l d e sus flor e s predilectas. Os.
lo en 'l i mos con pocas palabras de recome
ndación, pues el li bro se recomien.
da por si mi smo. Os lo envia mos con la
firme convicción de que su lectura con.
solará grandemente vuestro espiritu y
os servirá también para proporcionar
muchos bier. t s espirituales a las almas
que os est ; n-encomendadas.
El precio ~ o lrbro que ponemos en
vuestras manos lleva e ste titulo: Sociedad
Ccnlrcll de San Vz'cmle de Paú/ de Bogotá. ·
Celebración del Quz'ncuagész'mo A11i~·enan'r>
( I857-J907.) Memoria Histórica.
l o llamamos precioso 1 Y con sobra de
razón, pues lo es en realidad y p~r muchos
títulos. Es pudoso por los documentos
importantísimos que contiene. AlU
e ncontraréis , dilect ~irnos Colaboradores,.
p iezas magistrales, di~cursos elocuentes,
alocuciones calurosas sobre temas re ligiosos
y edificantes que prenderá n en
vu es tras almas una chispa del fuego
san to traído por Jesucristo al mundo y
es ll e nará n del deleite puro que sólo
pu eden proporcionar la doct~ina ort?doxa
ba ~ a d a e n las enseñanzas de ta lglesra y la
lógica infl exible de la fi losofía cristiana.
Esas producciones son el ~ruto de. pr~longa
do y paciente estudio que rntehgenc:
as superiores hiciera~ ce las sapi
e nt i~ imas máximas de Crrsto. Su lectura
o s extasiará, pues os elevará sobre
tod a s las cosas mate riales y vanas de
este mi serable valle de lágrimas en que
viv imo s, y os pondrá en comunicación
con los espíritus que rodean el trono de .
la D ivina Maje stad. Os sacará de· la pútri
da atmósfe ra que se respira acá abajo,
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL HOGAR CA TOLI CO
para colocares en una atmó ~ fera casi
celestial, d<- nde sólo se respiran pureza,
santidad y perfe cci ,)n.
Este li bro es predoso por la res e ña his.
tórica que hace de cincu enta años em
pleados por un núcleo de hombrts dota.
dos de gran corazón en ej e rce r la más
be' la de las virtudes cri st ia nas, la virtud
de la cari dad. 1 Oh cuánto goza el alma
al conocer los actos de g e ne rosidad, de
abnegación y de desprend imi e nt os ejecuta
dos po r una pléyade de di sting·uidos
caballeros, católi cos sinceros y prácti
cc. s, durante e l largo la so de medi o siglo,
sin de,fallecer nunca, s in desalentarse
jamás ! Dich o~ os imitado res de ~u
ínclito patrono, los Hermanos de San Vi
cente de la Sociedad Cen tral de B ogotá
han ll eva do la virla fe cunda y meritoria
de l verdadero di :; cí pulo de Cristo, qui
perlrmwi"t benifucimdo omms. Ellos ta m .
bién, siguiendo las h ue llas d e l M aestro
de la carida d, h a n estado prodigando in.
mensos beneficios á sus se m e ja nt e s. Han
vi vido p r eocupados exclusivam en te en
enjuga r lágr imas, aliviar penas y ca lma r
do lo r es. Han compartid o con los i r:fo r .
tunados los bi e nes recibidos de la ma.
no próvida del Padre Celestial. Han estado
en contacto permanente con la pobreza
de esta mís e ra ti erra, para conqui
star las riquezas d e l Ci e lo .
¡Oh subl im e h eroísmo d e los verdad
eros h ijos de San Vicente 1
Precioso es el lib ro , por el espíri tu que
lo i nforma. ¡Lejos de aq uí las riml:: om .
bantes y sonoras promesas de la filan tropía
moderna! ¡Lejos el aparato de
la vanidad que aesea c ubrirse con los
atavíos de la cari Jad legítima! ¡Lejos e l
halago de las pasiones h uma nas que buscan
sati ~ f a cci ó n aun.en las obras de benefice
ncia, promovi e ndo bailes y t eatros,
y entregándose á diversiones peligrosas
para e l espíritu 1 ¡Lejos e l fa usto mund
.. no que aun cuando extiende la mano
benéfica pa ra socorrer, lo hace con tal
orgullo que amarga e l alma d e l beneficiado
! ¡ Le jos el cacareo fi lantrópico que
obra por uno y pregona por mi l ! Aquí
reina el espíritu humilde, sencillo y ab.
negado de Cri ~ t o . Aquí se ej.:rce ta ~
ridad, sólo por el d e seo de cumplir ~
· e l precepto divino: Ama á tu prój(imtr·
como á lt' mz'rmo. A::¡uí se practica lo- q_~':"
e nse ña e l Eva nge lio: Ignore la dztstr.:/l, !IJ<
que ejecute la sz'nz'e slra Aquí se a liv-ia, a [
indigente, se socorre al desva lido, se n:u~lia
a l mene~te roso, p0rque su p e rsona) _
aunque cu bierta de h a r apo~, representa :L.
Cri sto. porque su alma fue rescatada-cdt!L.
la sangre de precio infinito derramarla :.
en el Caivario Aquí no existen distinclo.
ne s fo rjada s por la imag inaci6n tre.C
h o mbre : todos somos hij os de un misoo
Padre: todos te ne mos derecho á una mm....
ma herencia : todos pe rseguimus un :::u~~mo
fin : todos te nemos un mismo aesti~H!!•• ;:
todos nos amamos c omo h ermanos ¡ Cwf
consolador es ver á los h e rmanos abr~~
zarse unos á otros ! Cuan jucundum haJ~--Iare
.fralres z1z unum! ¡O h espíritu viv ifin0-
dor que anima á lo s discfpulos de Sat
Vicente!
Este libro es prea'oso po r el móvil c¡n~han
ten ido los que ordenaror¡ su publt-cación.
En e fe cto los miembros del Coc;,....
sejo Directivo de la Sociedad CentraL.d g:"
B ogotá, c onvencidos de que el buen ej e m;;. __
plo de las ob r as ejerce poderoso in fiu~o-·
sobre las alma s y cont r ibuye grandemen .. -
te á dar g loria á Dio~. dispusiera . la
edici ,~ n de la presente M e moria movidos. ·
sólo po r un sentimiento de gratitud al So~ bera
no Distrib uidor de todas las merct. .• -
des y po r el deseo de edificar á sus p n) ..
jimos. Esta cecla ración está con signad-a..
en el segundo conszilerando del Acue:-l!lc
núm ero 64, con el cual resolviero n la ce---.
!ebración del qu inc uagésimo aniversario_
de la fund ación de la Sociedad, en aJJ~
revelan el an h e lo de rendzr m la! oca;.t'tr;~
un públz'co lrzZulo de agmdecimzenlos á Dloj'_Nueslro
Snior por los beneficios recibzdos d.·
su mano, durante es/e conszderable esp acio rú
lt'empo. E -, tá vi sto : ~1 único móvil de esoy
discípulo s de San Vicente fue el acorn.. .
seJado por el Evangelio. Vldeanl opera VI/$..
f1·a bona el glotzficenl Palrem veslrum qui I~ -:
coclz's esl. V ean los demás vue stras bue..nas
obras y h on ren á vuestro Padre Ce ~
lestial .
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL HOGAR CATOLICO
Finalmente este libro es preúoso por
el fin que penigue, á saber, la propaganda
del bien. Todos tenemos la oblig
a ción de contribuír á aum e ntar el nú.
mero de los hij os del Señor, todos h emos
de trabajar para ensanchar la órbita de
hs buenas accion e s, t o dos d ·~ bem:)S es timular
á nuestros hermanos á amar la
virtud y practicaria con decisi ~ n . No
~le mpre basta que ob remos el bien nosotros
mismos; es men ester qu e trabajemos
para que también lo haga n los d e más
y entren resueltamente por el camino de
las buenas obras. Convencidos d e estas
verdades los discíp ulos de S:1n Vi cente
de la Central de B :J gotá se propusi eron
no sólo edificar, ~ino también estimular
á sus conciudadanos á emprender obras
de caridad. ¡Hé aquí una gran misi ón
para los verdaderos catÓlicos ! Dar ejem
plos de virtud y contribuír con ellos á
mejorar á nuestros prójimos! Esos be ne.
méritos miembros d ¿ la Soc.iedad de San
Vicente de la capital, se han propuesto
llenar cumplidame nte tan noble mis ión,
pues la memoria que han publicado da á
conocer los actos de virtud que han estado
ejecutando por cincuenta años y estimula
á to J o co azón noble á seguir por
la misma senda. Con razón el ilustre
personaje que escribió el prólogo de este
precioso libro hace la acertada observa .
ción siguiente :
"El mismo libro demostrará, co mo lo
han ~emostrado los actos con que se ha
celebrado el quincuagé-i !1\0 aniversario
de la fundación de la Sociedad, lo mucho
de que es capaz una colectividad que no
obra ni se mueve por otro e spícitu que
el de la caridacl cristiana, tal como la
entiende y la explica la Igles ia católica."
Sí, dilectí~imos Hermanos en jesucris.
to, sólo el espíritu de cari da d puede
obrar la transformación de las sociedades
modernas y resolver los complicados
problemas que discuten los sabios del
mundo, sin poder llegar á conclu siones
t:>rácticas. Sobre todo el cánce r del pau.
perismo que tanto espanta á los econo.
mistas y sociólogos tiene su remedio úni.
ca y exclu sivam e nte e n la p ráctica de esa
excelsa virtud cristiana .
Abrasémonos, pues, e 1 el fuego de ar.
di e nte C'lri dad que tra jo Jesuc ris to del
Cielo, propaguemos el espíritu que ani.
ma á las Sociedades de San Vicente de
Paúl, y haremos obra realm en te beneficiosa
á la huma nidad.
Carfsimos Colabo radores, os entrega.
mos un te soro ; aprovech ad lo para vos.
otros y para los fi eles que ten éis el deber
d e guiar por la senda de la perfección y
conducir al puerto de la eterna feli cidad.
Cartagena, día 19 de Julio de 1908.
Fiesta de San Vicente de Paúl.
+ PEuRo AnÁN, Arzobi~po.
Presb: tero J osé María Muñn, Secretario.
.. . ,.
Al acordar que se escribiera la Memoria
Htsldrica, la Sociedad se propuso
dar un público agradecimiento á
Dios N u estro Sei'íor por los beneficios
recibidos de su mano en medio siglo,
y, -difundiendo aquélla, establecer una
verdadera cruzada en la propaganda
de la beneficencia cristiana, de que
tánto necesita nuestro país. El S eñor
ha b endec ido este propósito, despertando
en las almas generoso entusiasmo
por las humildes labores de la Sociedad,
que con ello ha adquirido y
adquirirá más y más fuerza cada día.
Sea esta la ocasión de dar rendidas
gracias al Episcopado colombiano, á
!os miembros de las comunidades y
congregaciones religios as, al clero del
país, á la prensa nacional, muy especialmcn
te á las revistas diocesanas y á
los semanarios religiosos, así como á
Jos consocios de San Vicente de toda
la República, por las carlas, estudios
y artículos tan valiosos como expresivos
y cordiales con que han saludado
la aparición de aquella obra.
Que entre todos estos documentos,
que li gan nuestra gratitud, nos sea
permitido reproducir las siguientes
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL HOGAR CATOLICO
preciosas líneas de quien, en 187o,
diri gió la Sección Lim os nera de "nuestra
amada Sociedad," de quien es
honra de la raza la tin a, de quien s igue
con inte nso cariño el desarrollo
de nuestro Instiluto, y de quien, si
vale muchísimo por su preclara inte ligencia
y por s u sabid uría, vale aún
m ás por su piedad y por su noLilís imo
corazón:
"Pa rís 7 de Julio de 1g o8. 18 rae de Siam
Sr. pr. D. Antonio J osé Uribe- Bogotá
Muy respetado y querido amigo :
Ha obrado usted como buen hijo de
San Vicente al enviarme la Memon'a
His.fórz'ca de nuestra amada Sociedad.
E 1 libro, al fin co mo cosa h ec ha por us .
ted, e stá de li c ioso, y su lectura ha sido
para mí de grandí sim o consuelo. ¡Cuán ..
tas almas celestiales he recordado con
qui e n es viví en muy cercanas r e laciones,
y q 11 e, al no ser yo el que soy, con sus
eje mplos me hubiera santificado I
Me lisonjeo con la esperanza de que
Nuestro S e ñor f e cundará el pensamiento
que tuvo la Sociedad al p ublicar su
modesta historia, y el trabajo, muy considerable,
que usted se ha tomado al
redactarla, t a n clara , tan discreta, tan
senti da como se necesitaba. A ust ed con
to dos los compañ e ros, dará nuevas y
eficací>imas gracias para continuar la
obra de medio siglo.
Saludo con el más r espetuoso a fe cto á
toda la fa milia, y me com pla:.r.co en re ·
petirme de usted ~no amigo y agradecí·
dís imo compañ e ro,
R . ]. CuERv o "
Quiera Di os seguir fecundando las
obras de la Sociedad, para gloria suya
y para bien de los p obres y de l os que
trabajan en esta milicia de la caridad
cristiana.
-x-
En el Asilo de San Antonio
En el número 4 .0 de este periódico,
correspondiente al 17 de Enero último,
publicámos un artícul o sobre lo que es e l
Asilo de San Antonio que, para la infancia
desamparada, se construye, hacia el
Sur de la ciudad, Asilo de que es Director
y fundador el Dr. Manuel María Camargo,
Rector del Seminario Metropolitano,
El miércoles 2 7 del pasado mes de Agosto
se verificó allí una he rmosa .y simpática
fi esta. El Excmo. Sr. Delegado Apostólico,
acompañado d ·~ ll'mo. y Rvdmo.
Sr. Herrera Restrepo y de todos los demá
s ilu stres mi e mbros de l .i!;piscopado
colombiano, de los señ o res Vicarios Ca-.
pitulare s de Antioquia y Pamplona, de
Monseñor Cortesi , Secretario de la Delegación
Apostólica, de los Dres. Gómez
Riaño y Díaz, Canónigos de la Sa nta
Iglesia Catedral, del D.·. Rafael Salomón
Cam?.rgo, Director de La I glesia, ó rgano
del Arzobispado, y de muchos otros sacerdotes,
hizo una visita al Asilo de San
Antonio .
Allí las H ermanas de la Caridad, presididas
por la R e verenda Madre Superi
o ra, recientemente ve nida de Tours, el
ge n e roso y h áb il arquitecto D. Juli án
L omban a y los niñ os hu érfanos que se
e du can en e l A silo, aguardaban á los ilustres
visitantes. Los niñcs cantaron, c.c ompañados
por e l órgano, himnos r e ligiosos
y patrióticos, y lu égo los limos. señores
Arzobispos y Obispos recorri e ron los espaciosos
salones, la iglesia, los jardines
y las demás d ependencias de aque l soberbio
e d ificio, mi lag-r osa mente construído,
en parte muy nota bl e d e lo que ha de
se r, en los últimos seis añcs. Es é l vivo y
elocu e nte te stimonio de lo que pue den la
caridad y la pi edad aunadas.
La e legante y espaciosa iglesia del
A ~ilo está ya techada y pronto empezar~
n á clecorarla, á fin d e que pueda darse
al culto e n los primeros mese s del año
próximo; u no de los grandes pabellones
del Asilo está e n se r vicio, y se adelanta.
mu ch o en e l del lado sur, que completará
el frente de la obra .
Allí todo es luz, aire puro, limpieza ,
bu e n gusto, trabajú y alegría. Ello explica
el entusiasmo y la sorpresa con qu ¿
los r espetabl es visitantes contemplaro n
el A s ilo y los votos fervientes que hicieron
por que San Antonio continúe dispensando
sus visibl e s favores á tan grandti
obra, iniciada bajo s u poderoso patrocinio,
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL HOGAR. CATOLICO
-El Sr. Dr. Camarg-:> viaj-1 actualmen
•· ~;p?r Europa, e n d on de se o cupa e n adll¡'
U :-~r estatuas y ornamentos para e l te m- . yw,_, así como en estu3iar todo lo que
.. JJr"e'-~ a ser m ás adecuado para im :J lantar
~ e~ Asi!o las div er sas indu s tr ias ' que se
•2en senará n e n e l estable cimiento. El emi :."'
ts.'!~nte sacerdote visitará al Padre Santo
-~ ~i en e_st_á d edicada la obra, y obten:
:ru-.5. ben_d~c to n e s e s pecia les para e l I nsti .
'ií:.~o ; 'VISitará á Padua se entenderá. en
~~- .at1s con M r. 1-'aul Caion, Presidente ge~
f"<~1 de la S 1~iedad de S a n Vicente de
~"" ~ 1 ;:.-~t , como queel Asilo, aunque h )y au ·
~n omo, tuvo su onge n en la Socie dad
e-:: &:_n V1cen_t e ; irá lu ego á L 0n ires y á
S.~J:a11 a y qu1 z~ á los E stad os U nidos
~eocupa do con la id ea de darle el m a:
.l' fiff r más ace rtado im p ul so á la obra
. :s::n: + d ' _ ~-a n o como cu enta con la protección
;•.•¿Jn a y con la caridad inagotable de los
..;..-r.e en B_ ogotá lo se cunda n en aque lla
. 'Jlif:.rmo~a msti tuci ón.
"""' · ~eg uros estamos d e que los limos .
::!\oJ'E.S . A rz obispos y Obispos no se olvida-,.~
_de ]. Asilo de San Ant on io y en sus
·.!'lpe C~ Ivas ~ió ces is traba ja rá n por bus-
'!1' le s_1mpat1a s y apoyo a l ln -; titL t o d e la
.::ilincta D esamparada .
A ]. U ;{ IBE
Bogotá, Septi embre ¡,0 de 1908
~ x-
EL BUE S' RUFINO
Después de pasa r un día d e c a lo r t an
. .x.c&ri vo, que pare cf a d e rre t irle á uno
ha-~ta los sesos, los cela j e s de la tarde
~·'l un ambie nte t ibin y carga do d e so
:__-~ .ió n, eran prel udi:> rle qu e por allá
~·~db:l se preparab'l. el gran :le ese .n3a lo
$ o d io la gra n torme nt a que empezÓ
· l'i-as Dcho y se so stuvo firme h ,sta la
-~~ aaa de la auro ra.
.::Dura nte la n och ':!, el ve ndaval ru g í a
~ ,pe netraba en todas pa rtes con inusita
~ .fiereza, s in que c ~sara un m o m e nto
~ ~:::.e l ruido c on tinuo como de c a ñon es
'?..n -un cam po de batalla , ó como e l es "::'\'~
n loso rugir d e la m 1 r r ebo tada ba-
- en do f 1.1 ribunda lo, peñascos de la cos ..,._
. E1 ca m bio, lü n .aña n, se presentó
:f;>])lendorosa y tranqui la. C uan do arna::
u::ció a pe n as corría n ;.lg un as rH ,~ gas d e
vi e nto hú ,nedo que barri e ron en el cielo
lo s pocos jirones de nub es q ue quedaban.
A l aparecer el sol derramó t 'l les to •
rrentes d e luz e n el dilat::tdfsimo h ') ri •
zonte, que in un dó de clariJad, vida y
al egría ú, ia. N~turaleza, entum ecida ante
s , y la r .:: vi s tió de diafanidad incomparabl
e.
Aqu ella m aña na pa r e cfa más alegre
el canto d e lds a ves, su vuelo m í s lig·ero.
L 0s árboles desperezándose al soplo de la
L> r i ;a, sacudía n el agua que empapa ba su
rarnil j e. Los triga les, tron c h'\dos por el
h a r acán y por ei peso de l grano, se enderezaha
n á la ac;;ión vivifica nt e del soL
H as ta las fhres al salir de aqu e l tan
prolongado baño , o ~ tentaban may or lozanfa,
m á s vívidos co lores, y exhala!'an
m i s aroma los lirios y las rosas
A las si e t~ los fi eles salían d el te mplo
e mb alsa mados con el perfume del in.
ci e nso, r efl : j anrlo en sus sembbntes el
rayo del am o r de Dios . Ya se entrega.
b a n aqu el las buenas g e ntes á su s uilrias
f ae nas, cuando se oyó el t a ñido acom pa.
s ad o de la c a m pana llamanio á adminis .
t ración.
T A · s los que h abía n ido á misa, y
m Dc h.1s más, volvi e r on ai te m plo llevando
los ciri' s d e la C ofradía del Sa n tí s imoS
J c ra m -::- to. E ra que Nuestr:> S e ñor Je.
sucri , to iba á sa lir d e su templo e n calida
i de Viá t ico , pa ra al e nt ::. r en e l via.
je á la etern idad ai buen Rufi no, qtJ e to .
caba ya al rem :\t de su per:;grinación
e n e ~ te mun do.
L 1 cho za de Rufino estaba á un
cuarto de !.~g ua fuéra d e la poblaci in.
E -a e te un o c t -ge nario h 1mi o e y cris ti
a n o hista la ra íz del p e lo; el vi •· jo de
l a s consejas m 5s in o cen tes y curio sas;
h o mhre i nd e n sivo y c a sto h asta en su>
pal a b ras ; ser vici a l y j ·1sto en t oda for.
ma. Jam \ s tuvo en su vida otra preocupación
que la de ganarse el cielo, para
estdr con J esucristo, á q uie n am a ba.
C uan do vio casados á Jos ocho h ijos de
su m a t rimoni o , le s repartió sus h:t he res
y se r ed ujo con su e sposa á cuatro fa negadas
de ti e rra que si e m p r e te n(a cuidatl
osame ntt: cul ti vadas. Bien entendía laf.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL HOGAR CATOLICO
-e ns e ñanzas de San Pabl o. Profesaba,
además, este buen ho mb r e un h orr or es.
pantoso á la guerra. A penas oía los pri.
m ero s rumore s de trastorno del o rrlen
público, d e cía : esto hu e le á reclutami
e nto, á pólvora de f us il y á m atanzas .
Esta sí no me la m amo yo . Aban do naba
su choza, dejan io su muj e r y sus h ijos á
la vol untad de Dios, como él decía, y se
encaminaba á los bosques _dond e p erma.
necía cortando leña que su muj e r ve n día,
guardando absoluto sec r e to del paradero
de su m arido, que no dejaba sus
selvas hasta que h abía pasado la borras
-ca. El Cura, que lo amaba de veras, le
ofrecí a inte rponer s us lJUenos ofi cios, á
fin de que no lo mole s taran. A esto con .
testaba :
Mi Cura : mucho lo qui e ro y lo respe.
to ; pero en este caso, aunque no fu era
-un conse jo, sino una orden d e sumerced,
yo quién sabe si h ~~ ta la desobedece ría.
Yo me conozco y sé por donrle va el
agua al molino ; me voy, y diciendo y
·haciendo, pata al camino.
Terminada la t e mpes tad, Rufino er<~
el primero que se ' presentaba en la plaza
d e su pueblo, vestido de fi esta y c on ma .
nojo de coh ~ tes á ·celebrar el r establecí
mi en to de la paz. Cuando le ob servaban
que habían t r iu nfado hombres enemigos
de la doctrina que él prcfe s'\ba , r espon .
d ía:
Yo lo que Fé es qu e á mi S :!ñor J e>: u
cri sto nadie lo vence. EL es el triu nfa
dor; y la prueba es que t enemo s paz,
·que fu e de lo mejo r que EL nos de jó
cuando subi ó á los ci e los . No me e ~ torben
mi al egría, y deje nme qu e m ' r á guslo
mi pólvo ra, que ella no mata, ni ech;1. á
nadie á los i nfierno~, como esa pólvo ra
-de la guerra.
Nadie h abla alcanzado e n e l pueblo
jamás el cariño y las simpatías de que
gozaba el campecha no y h onradote vi e j o.
Que se está mu r iendo Rufino, que acuda
todo el mundo á la admz'nislra ú5n
fue la voz que se espa rci ó como chispa
eléctr ica en e l pueblo. Sólo aqu e llo s que
estaban e n ab>olu ta im posibilidad dejaron
de co ncurrir.
Media hora d esp ués apareci6 en el·
· ve s tíbulo del templo el Cura, r evestido,,
debajo del gran paraguas bordado de:
oro, y rezando en voz ba j a el P ange Ungua:
" P u b 1íca, lengua y cánta
El mi~terio del Cuerpo g lorio so
Y de la sangre sa:lta
Que d io po r mi re poso,
E l fr , to de aquel vientre generoso.""
El S a c e rdote te nía la vista clavada
sobre !as manos apoyadas c ontra el pec
h o, estrech ando el bo r da io rt-licario en
que i ba la S :; gra¿ a H ostia . A ll í estaba
jesucristo, reducido por amo r á los homb
r e s á las estrec h fs irna s d im e n ; i on~s de
un3 H ostia 1 "¡EL q ne no cabe en lo~
Cie los! .. A quien ni las angosturas estrer
h a n ni los espacios limitan ... A II { estaba
el Creador de los ciel o s y de la.
ti e rra, de los Angeles y de los h vm b re s l
Ante cuyo acatdmiento se estremecen las
columnas del ci elo. ¡A quien alaban las
e!:trellas de la mañ a na 1 El Señor de
tánta maj e~t :id y g :oria, que t oda la univ~
rs i dad de la s cri a turas, los cielos y la
ti erra, los Angeles y los hombres, y ~
finalm '? nte, t od o esta máquina tar. grande
y tan admirable, con t odo lo que en.
ella tiene sér, puesto d e lante de ~ ::. , n() .
es m i s que una pequeñí ima e5trel la
com pa rada con el sol, porque todo lo
osc1..r ~ c e u ' uz; todo lo afea su he rmosura,
y todo lo dt:sh'lce su gra ndeza . Toda
la adm ir ab le m4quina de esi:e esplendoroso
univ e r so, delante de EL, no e s más,
como dice el sabio, que un grano de
pe so , q ue se carga sobre la balanza, ó
una gota del rocío de ia rnaña na que
C'le sobre la ti e rra 1 . ( 1)
Sí, allí estaba e l Verbo de Dios, consub,
tancial al Padre ; por q uien todas
las cosas fu e r o n hechas, c omo canta la
Iglesia . ¡ S í ! all( estaba mi jesú<, mi
R edentor, "á c uy o solo n o m bre se
debe doblar toda rodi lla, en el cielo, en
la tierra y en e l infierno .. "
Al p o ne r,e en marchJ. el Sacerdote
po rtador de Jesucri sto y dispensador rle
( 1) Fray Luis u e Granada.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL HOGAR CATOLICO
5'us divinos beneficios á Jos hombres , la
concurrencia con sus hachas e ncendidas
se abri6 en dos alas formando cal le y
escolta al Rey de los reyes y Señor de
Jos señores. El camino estaba esmaltado
de flores, que en grandes cestos llevaban
dos hombres y regaban unas niñas, ves.
tidas á la manera como los pintores nos
representan á los ángeles. A la cabeza
de aquella procesión iba un hombre Ile.
vando un a sta , de cuyo extremo pendía
un gallardete blanco con una cruz roja
en el centro, y delante de la bandera un
niño tocando una campanilla, para anun .
ciar el paso del Señor de los cielos y de
la tierra.
El jefe de la Cofrad ía del Santísimo
Sacrame nto empezó á rezar en voz alta
y pausada, para que los demás fueran
c ontestando en coro, alternativam ente
con él : Gloria al Padre, gloria al H ijo y
gloria al Espíritu Santo. Como fu e en el
prin cipio, así aho ra y en todos los siglos.
Padrenué>tro y Avemaría. Al termi nar,
Santo, Santo, Santo, Se ñor Dios de los
Ejércitos, llenos están los cielos y la ti e.
rra de la majestad de vuestra s-loria,
etc. En las inte rru pciones de los fieles se
oía la voz d_..el Sacerdote que recitaba los
.salmos deprecatori os.
Hablaba con Jesucristo; estrechado
contra su corazón, implorando su mise.
ricordia en favor de una de aquel :as
almas que tenía la obligación de apacen .
tar. Recitaba el Mz'serere, aquella tie rna
deprecación del divino cantor de Israel;
aquella súplica sal ida de l fondo del a lma
a tribu lada de David ; la hermosa y tier.
na suplica á la par que llena de esperanza,
elevada por la Iglesia iÍ Dios, en
nomb e de sus hijos; súplica mezclada
con lágrimas que brotan á i.n pulsos del
dolor, cuando el alma se ve acosada por
la tribulac ión ; ruego que deposilanws
a nte el trono del Altísimo.
Al frente de las habitaciones por donde
la procesión pasaba había un arco de
laurel, el pi so estaba a lfcmbrado con
musgo y flores y a lgunos fiel es de rodi .
llas en la actitud más devota, que al pa.
sar la procesión se levantaban y seguían
acompañándola con devcción tan herma-sa
que brota de Jos corazones sencillos y
cr isti 1nos.
Al llegar á la casa del enfermo, infeliz
choza, pero perfectamente aseada y
revestida de palmas y de flores, se acentuó
más la solemnidad de la proce sión y
la belleza de aquel cu ad ro ~ Los que iban
adelante re pletaron la reducida estan.
cia ; los demás se arrodillaron en el
patio. En la puerta se detuvo el Cura y
con voz fuerte d1jo: La paz sea en esta
casa, y con todos sus habitantes, contest6
el niño que llevaba la campani lla. El Sacerdote
depositó la Sagrada Ho5tia en el
humilde altar donde ardían dos ceras, y
que e ra un verdadero trono de flores,
junto al lecho del en_fermo.
La estancia estaba ca rgada de humo
de incienso y de rome ro, con que la habían
sahumado aque llas pobres g entes.
Rufi no e staba tendido en un lecho de
varas fa bricado por él, tenía sob1 e ese
lecho un cuero de res, y el cuerpo envuel
to en un jergón m•Jy pobre. Con las
rugosas y descarnadas manos sobre el
pecho sosteniendo un crucifijo, los ojos
tenía muy abiertos y hu medecidos por
las lágrimás.
Al ver que el sacerdote depositó á
Jesucristo cerca de él, desahogóse en
su spiros y sollozos entrecortados alaban.
do á Dios, pero con una voz temblorosa
y tan fatigada , que pa recía salir del fondo
de una tumba.
Al r uido de !os rezos y . a laba nzas de
la multitud en el cami no, había sucedido
el si lencio más profundo . No se oía másque
la voz de l Cura y la ya ca si imperceptible
de l en fermo. Tan imponente era
aque l cuadro, que parecía como si todos
se e ~ fo rzara n en contener hasta la
respiraciSn, para no profanar la augusta
solemnidad que estaban presenci ando.
El Cura, que había sus pendido un mo.
mento sus ofi cios, porque estaba lloran.
do, se enjugó los ojos y se acercó al enfermo.
Le acarició las manos y las me.
jill as, y le dijo algo al oído.
El enfermo se animó, hi zo un esfuerzo.
y alzó los brazos para e::trechar al Cura,
diciéndole :
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL HOGAR CAT OL ICO
- Sí, sl, mi Cura, mi amito querido; .
al ~ielo se le va su pobre viejo; pero
a yudeme á salvar mi alma. ¡ Al cielo!
¡al cielo!
Las caricias del Cura y la conmoción
del viejo no fueron ~ino el r e cu erdo de lo
q ue el Cura hacía con él ~iempre que lo
encontraba en la iglesia sentado entre
los niños, para oír la explicación del Cateci
smo.
Empezó la confesión ......
Acabado el acto, que fue muy corto,
el Cura empezó con voz vibrante e l interr
ogatorio para la protestación de la
fe. A todo respondía el viejo:
-Sí creo.
-¿Y créeis que aho ra t engo en mis
manos el ve rdade ro Cuerpo de Nuestro
Señor J es ucri sto'?
El enfe rmó contestó con fi rmeza:
-Sí creo; y ade má s , crt o que EL es
mi sal vado r, de cu ya vol untad dependo.
Al r e ci bir Rufi no el Cuerpo d el Señor,
se sos egó por a lgu nos mom entos .
Ah l e ra que conve r sa ba con su Dios.
Luégo prorrum pió e n ala b a nz as l lenas
de te rnura y re piti e ndo : e n tus manos,
Señor, encomiendo mi espíritu.
E sto po r algunos minutos h asta que su
voz se fu e apag -~ nd o . T enía las mejillas
bañada s en las lágrimas r ue brotaron al
contacto de aquel humil de corazón con
el Corazón de J es ucristo, que es e l fuego
en que se abra san las almas E-;as lágrimas
que e l bu e n vie jo derramaba en
aquel momento tan sole mne y último de
su vid a terrenal, devolvía n el v igo r á su
a lma, h a ciénd o le r e cobr a r todo Jo qu e el
contacto del mundo le hub iere h ec ho
perder.
El Cura SP. a presuró á ungi rlo con el
O le o Santo, á fin de e ~ fo r zar más aq uella
alma para la luch• co ntra e l pode r
de las ti nie blas. A 1 terminar la mi sión,
comenzó á encomendarle el alma , r epitiéndole
al oído los du lces nombr es de
Jesús, María y J osé. El vi e jo estaba
a come tido ya por el estertor de la agonía.
A ese tiempo estalló á torrentes el
ll anto comprimido en· todos los circunstantes,
y cada cua l rogaba á Dios, á la
San tl >ima Virgen, y á los Santos por el
Agoni zante.
E l Cura repitió la abso l ución a l moribundo.
Leva ntó lu égo los ojos a l cielo y
dijo pausada y solemnemente estas palabras:
-Señor l e n tus manos encomiendo s u
alma. En seguida se hincó y oró por un
Lreve espacio. Al levantarse, exclamó
muy conrr.o vido:
- Mirad : e~ ta es la muerte de Jos j ustos.
Este g énero de muerte es el que le
h e mos de pe dir á Dios para nosotros ....
FERM : N DE PrMRNTEL Y VARGAS
Pre sbítero
Fiestas de la CongTegación
Mariana
E spec ia l solemnidad revistieron la fiest
'l. de la Asunción de la S a ntís ima Virgen,
q ue se celebraron e l día r 5 del presente
en la iglesia dP. S 1n Ignacio, y e l Acto
Literario del r 7 del mismo, e n e l Colegio
de San Bartolomé, que verificó la Con.
gregación Mariana de Bogotá.
Hace relativame nte pocos meses que
esta A so ci ac ión de jóvenes hi 40 el voto
de de fen-de r la Asunción c orpórea de la
Virge n María, y qJiso al p r esente reno7
var aquella es pontánea manifestación de
amor y piedad, po r parte de los que h an
sido llama dos Caballeros de María In.
maculada .
La mi sa de comun i6n la dijo Monseñor
F e li pe Cort.esi, e n la Capilla de S a n J osé.
En la sol e mne, que fue semipo11tifica l de l
ilustrísimo S r. Dr . E J uardo Miildon ado
Calvo, ofició el Sr. Canónigo Dr. José
Euseb io Díaz y ocupó la cátedra sagra.
da el Reverendo Padre Danie l R estr epo,
S. J , de jando oír su palabra llena de un.
ción, que enternece y conv ida á la vi rtud
y á la práctica del amor á la R e ina de
los Angeles.
So lemne fue la ceremonia de la bendi •
ción de las hermosas estatuas de la In ·
macula da Concepción y de San Luis Genzaga
hecha por el I lustrísimo Sr. M a ldonado,
de las c uales fueron padrinos lo :; r esp
~ tables caballeros S r es. D. Antonio Gómez
R es trepo, Dr. Eduardo R estrepo
S áe nz, D . Fede rico Balcázar, Dr. Her-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL HOGAR CATOLICO
nando Hol¡;uín y Caro, D. Is aac Azu e ro,
D . J av ie r Tobar, D . Jo sé M'lnu el R estre .
po Sáenz, D. José Ma ría Mejf a, D r . Lu ís
Rubio Saiz, Or. M a rtín Restrepo Mt' j í<~ ,
D. Manuel de l Castill o ( e n r eprPsenta ción
del Dr. Emi ' ia no I ,aza) y D Man uel
J osé de Guz;n á n. Con rr> o ved or f ue el
espe ctáculo que pre sen taba la pro ce si ón
de las nu e vas estatua s , acompañadn. de
himnos cant1d os por má s d e trescie ntos
congregantes, c on e l más religi oso r es.
peto.
~n la funci ón de la tarde ofi ció e 1
llustrlsim o S r. hmael Perdomo, pred ic ó
el R evere ndo P ad re Tomás Prádanos, S.
J., un b ellí sim o s ermón e n qu e ca moeaba n
las ga las de la e lo cuen cia y l1 dialéc ti ca
que arre bata y conm ueve. Por último
fueron consagr ados 19 j:Sv e ne s de f a mi
lí a s di sti ngu idas.
. *
lt- *
El 1\ cto Literuio se ce lebró en el h e r .
moso y am pl io pat io prin c ipa \ del Colegio
d e San Butolomé, e n h ono r de Su
Santi d'ld P ro X , e n su jubi leo sace rdo.
tal, como t estim on io de a d h es ión in que.
branta bl e al Vi cario de C r isto, y les fu e
dedicado á su r ep r e s ~ ntan te el Il ustru-simo
y Excel e ntís;mo S e ñor D elegado A pos t0 .
li co, al I lustrís imo S e ño r A rzo bis po de
Bogotá, Primado de Columbia, y á los
Señore s A rzobispos y O bispo s de esta
Repúb!ica , en la p resen te oca ión ex.
tra ordin a1 ia e n qu e se h a n r e unido e n
Conferencia en esta c iudad.
Cúpole á la Congregación el a! tís ' mo
honor de tener reunidos en esta V e lada
Literaria, diez O bispos, más de cincuenta
sacerdotes y cerca de dos mil señoras y
c aballeros d e lo más granado de nu es t ra
socied ad, que con su asiste n: ia d ie ron
alta significación y realce á estl fiesta.
Hi c i ~ r on uso de la palabra, un os e n
e locuentes discursos y otros e n hermosas
y sentiJas poe sías, los cong r egantes Sres .
Dr. Hernando Holguín y Ca ro , D J osé
María Guzm '!n, D r. Elías R omero, D .
J ulio Césa r Moncayo, Dr. Luis Carlos
Corral, D. L<
M A DE P.
TU ES PETRUS ....
El s? a nive rsa rio d e la exalta ció n á
la Cá tedr a de San P e dro de la Santidad
de P ío X, fue ce lebrado e n la ca pital
rl e Colom bia co n sin igual pompa y so-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL HOGAR CA TOLICO
lemni dad . Un a vez má s nuestra catÓ ' ica ·
cilldad di o prue ba elocuen te de su a :! h ~ sión
y amor in que br:t n ta b !e a l su ces:.J r
de a ¡uel á g ui"' n e l Divi no M ~ es tro dijo
: ''Tú e r es P e dro y sob re e ~ ta P ie dra
e dificaré mi I;;:-l es ia , y id s p ue rta 5
d e l infi e r no no ¡.¡ r e valecerán con t ra e ll a ."
E l 9 d e Agosto , aniversario d e l f a usto
acontec im ie nto, la B3 sí lica Frim a d a
vio c ongr e g a dos b a j o s us a ugu st as na ves
á los Prela ,J os que fo rm an la C on f o:: rencia
Naci o na l, la cua l r ecibió la b e n
dici ón Pontifi c ia como s e ve po r los s i
guientes cable s :
" Bog otá, 8 J e A:,·üsto de r go8
S umo Pontífice-Roma
Prelados reunidos en Co ., feren cia pre .
sentan á Vuestra S :wtida d hu m ild es f =
licitacione s, profu ndos h o m -: n a j es d e
amor, obedie nci a, im ¡J iorand o b e ndi ción "
"< Roma, 1 1-Buen aventura, ' 1 de Agos t o
d e rgo8
Arzobi · po- B Jgot á
Santo Padre agradece h :>menajes, f e .
licit a cione s Prelados c o lo m ' -ianos, y muy
de corazón les bendice á to d o s y á s us
Dióce sis.
Carde na l, MERRY D EL VAL "
A las 9 a m. el I lm o. y R e vdmo S r
A rzobispo d e B og o t á y P r im ad o d e Co lomb
ia cele br ó una g ran m isa pon ti 1cal,
aco m pa ñ 3d a por magnífi cos co ros.
L o s l imos. y R e vdmo s S re s. A rzobispos
de Me d ell ín, Carté\ g e na y Pupa y á n,
O bispos de G a r zó n, S ocorro , Ma ni ¡¡a Je .; ,
Santa ma r ta , Tu nj a , Pa sto, I bag ué , rl e la
Goajira, de M a x;mópo!i y e l V ic ario C a ·
pitu lar d e Anti oq ui a , re ~e s ti J o s con los
sagra do s o rn a'Tl e ntos , o c u pa ban el a !tar
mayor de la B 1s•l ic a, ,, n e l c ual se ve ía n
tam b ié n 6 les Sre s . Ca nón igo s de la
Metr opolitana, y á mu r h o s mi emb ros d e l
Ven e ra b! e C le ro s ~ c ul c r y R e gula r . E n
la nave principa l de l te m pl o o c upa b a n
sitio de h 'l nor e l Ex ·~ mo . S r. Presid en t e
de la Re públi ca, aco mpa ñ a do d e t')d o s
Jos Mi ni , tros d e l D ~ s pac h o ; el E x c m o.
Sr. D e legado Apostó lico y su s ~ cr e tario
; los miembros del Honorable Cu er-r
o Di plomático a cr ed i tados ante nuestro
G Jb ie r no; los Diputados á la Asamb le a
Nac io nal Constituye n ce y L e gi s lativa y
o tros al os fu •1 ci onarios ci vile s y militar
es . Cu an do el Pre larlo ce le brante elevó
la H ' sti a Santa , t o dos lo5 concurrente
s á la mi sa do b laron la rodil a, y el
g lo rioso pabe lló n tricolor que ondeó victorio
s o e n Boya d y J unín , se abat ió para
ren d ir los h Jnores a l Di o s de las naci
o n e s .
En e l mismo d ía e l Pre s id e nte de Colo
mbia d ir ig ió al S umo P u ntifi ce el sig
ui e n te ca bl e :
" Bo gotá g de Agosto de i go8
Su Sa ntidad Pío X -Roma
En quinto ani versario de e xa lt aci ón
de Vu e stra Santdad a l tro no pontifi cio,
r e nue vo e n nombre del G obie r uo y p ueblo
co lombianos y e n e l m ío e l t e~timonio
de i n queb r a nta bl e a d h e si ón á la
S a nta s ~ de , inte r p re tand o así e l s e ntimie
nto n ac iona l, co nsignado e n el art
icu lo 38 de u e ~tra C o n sti t uc ión Hoy
c e le bró se en B 1sílica M e nor solemne
fi '.!S ta r el igios a á l a cu a l co n cu rrí c on
M inis te r io . A si ti e ron A sa m blea ac iana!
Constit uy e nte y L~ gi.s l ativ a , c o mpu
esta d e hon or a b les persona Ji j ad e s de
t o::los los p arti dos pol.ti cos, a lg unos Mini
s t ro s D iplo m 1t icos , al to s f un c io narios
p1í bl icos y r eprese nta ntPs de dive rsas
clases so cia les . Ofi :: ió e l I lm o Arzobispo
P rima J.1 , acom p nñ a d0 de tr e s A rz ob isp
o , n ueve O ~ i spos, q uie n es instala rán
m añan a Con fe n . ncia E p is co pal o r denada
por Vu ~s tr a S 1nt ir:lad y qu e p r es id irá
v ue5 tro d igno R e prese ntante, M.Jnse ñor
Rag one si, cuya h bor e va ngélica, se c und
ada p 1 t r i ó ti ~ame nt e por t o J o E p isc opa
Jo y C!e ro colomb i a n o ~, h a contrib uído
de m o do e fi caz y d e fi nit i vo á r estab
'e c er la c oncord1a en l a fam 1iia c olomb
ia n a.
R . REY ES"
H $ a ·:¡ uí b respu esta de Pw X :
" Rom a, Agos to 1 o de 1 go8
A S . E. e l G 3nera l Il eye>, P r es iJc n te d e la
H.e pú bl ica-llog otá
Vi vam e nt e s a ti ~ f cc h os co n csti rnonios
de afectuoso h omena je á N ós prese n ta-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL HOGAR CATOLICO
do por V. E , por el Gobierno y por altas
personalidades ' de la República, pedimos
á Dios que el noble espíritu de fe
por vos demostrado, sea para la Nación
causa de progresivo bi e ne star, y de corazón
impartimos la bendición apostólica.
Pío X, Papa."
La recepción efectuada en el Palacio
de la Delegación Apostóli ca cerr6, de
manera digna, las solemnidad es del 9
de Agosto, cuyo recue rdo se rá grato é
imborrable para los que aman la Iglesia
de Cristo.
En honor del Arzobispo Prima.do
El 20 de Agosto se celebró otra fiesta
signifi c ativa, con oca sión d e l onomástico
del I lmo. y R e vdmo. Sr. Dr. D. B ernardo
Herrera R es trepo, d ignísimo Arzo ·
hispo de Bogotá y Primado de Col o mbia.
La capital de la Arquidióce sis quiso
dar una muestra palmaria de la alta
estima que h a ce de las virtudes eximias
y celo apostólico r¡ue di stingu e n á su
ilu stre Prelado, digno sucesor de los
Arias de Ugarte y M osqueras.
Una misa sol e mn e se cantó á las 9
a. m. e n la B asílica, con asistencia de
todos los Revdmos. Sres. Arzobispos y
O bispos, mi e mbros d e la Conferencia
N ac10 na l ; de r e s pe tabl es sacerdote s y
de un inm e nso núm e ro de fi eles .
L a A sam blea Na cional Constitu yente
y L egislativa en la se sión del día, y por
unanimid a d de votos, aco rdó una proposición
de saludo para el I lmo. Sr. H er
rera R est re po, q ue fue presenta da á
éste por u na C'J mi sión de Diputados.
E L H oGAR CAT ÓLi c o se complace en
registr a r e n sus column a s ta n plau sible
aconte ci miento, y h ace voto s al cie lo !Jara
que , e n bien d e la P a tr ia y d e la I g le sia,
conse rve la vi da del Ilmo . Sr. A rz.obispo
Primado . A d mullos amzos 1 G. A.
X
Pondrán en EL sus oj os
EL SUEÑO DE CL AU DIA P ROCLA
I
El g o b e rnad or Pon cio Pilato habitaba
el antig uo p alaci o d e H e rodes, situado
en el ángulo noroeste de Jerusalén. No
era una de las menores humillaciones de
la dominaci ón romana, la que infligían
con hab er posado sus águilas en el pa ·
lacio mí;mo de los destronados reyes.
P e ro aquí, g racias á la venalidad del
Id umeo, todo había sucedido si n sacudí·
mientos. H e rodes habitaba entonces el
antiguo palacio de lo s Macabeos, y aunque
de h e ch) el procurador hubiese ocupado
el sitio que á aquél correspondía,
continuaba si e m pre como dueño, puesto
que daba su no mbre á las espl é ndidas
mansiones, q ue con orgullo se llamaban
el palacio de Herodes.
L 1s extranje ros que acudían á Jeru.
sa !én á las fi e st ds no dejaban de sorprend
e rse al ver desde le j os la fábric ;. im.
pon e nte de esas tres torres, sus enor mes
marallas, el amenazador aspecto d e esas
fortalezas cortadas á pi co sobre el valle,
que dom in aban c o n sus doscientos pies
de altura ; en tanto que por el lado orj en ·
tal se escalonaban en su a ves pe ndie ntes
los jardines llenos de cactus, ál oe s y
adelfas ; jardines inmensos, surcad c s de
claras fu entes, á las que alimentaban
canales de agua traída allí con gran
costo . Los fla m encos venían á posarse á
la orilla de estos arroyuelos ; en las ho.
ras ca lurosas d e l d ía, y en lo s sitios a brí.
gados por la sombra ó al pie d e la ~ ele.
vadas murallas, crecían en abun dancia
vi oletas y azuce nas blancas, que con sus
fl ores perfumaban el aire.
Era éste un palacio esplénd ido. El lujo
insolente de Herodes se veía hasta en
las paredes y se os~entaba en los artesonados
con incrustaciones de be rilos ( 1)
y perlas; en columnas, pórtic o s ' de mármol,
preciosas tapicerías, cofres y mesas
con grabados ; lámparas de curiosísimo
tra bajo, sus pendidas como en los templos
ó colocadas en e levados soportes de
bronce ; pr o fusi ~ n de cojines, cortinas y
tran s parente s, que ostentaban aquí y allí
fastuosos bordados, y se ve ndían por diez
vece s su p eso en oro : to do de jaba comprende
r un gusto r efinado , desconocido
en otros pai ses.
( 1) Pie d ra preciosa de color verdo so-(N.
del T .) .
•
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL HOGAR CATOLICO
En e l gineceo, en donde se cons~rvaba
cuidadosamente en un cuadro, la
lista de los personaj e s romanos enviados
á los países ori e nt ale s , colga ban la mparillas
de alabastro, alimentadas con aceite
de cedro, las que mantenían indecisa
claridad durante la noche de Ni san. Sobre
espesas a lfombras aparecía una cama
de marfil con retoques de púrpura ; más
allá, esp e jos o valados, butar.as bajas;
sobre azafates de cobre , se ve ían jarros
ll e nos de vino de Tiro ; pasteles de almendras
y de rosas, confi turas y frutas
raras ll enaban las co pas. Los esclavos
tenía n á su cargo los detalles de un lujo,
que Claudia Procla miraba con de sd é n.
Sorprendía ver á la mujer de Pilato s
en medio de ese cuadro, que t an poco
armonizaba con sus gusto s. Veía~ela ta n
extraña á esa raza y á ese país 1 Grave,
h ermosa y fr j a, con la mirada alti va y la
boca de perfe cta corrección, ya e n una
edad que a ja esas bell ezas fr ágiles ó
afirma la ver ladera poniéndole el sello
del alma soberana, Claudia Procla pare·
cía formada más bien para la austeridad
de la antigua Roma, que para ese Orien.
te afcll'ina i o y corromp ido. Ella te nía
marcados en su persona los caracte res
de esas razas fuertes d e que descend ía .
Sin embargo, no se veían dios e s lares en
en el suntuoso nplOsento; pues h a bía desterrado
los trípodes de bronce en que se
que maba incienso y esas finas estatuitas
de marfil, guardianas del hogar, de que
no se separaban nu nca las matronas romanas.
D ecíase que se sentía atraída
por el culto d e l Di os invisible, y por eso
abandonaba divinidades y símbolos caduco5.
Sentada e n uno de esos asientos e n
forma de sil la s curules, que tenía colo .
cados aquí y allí, no pudiendo soportar
las costumbres orientales, ni esas actitu.
des de abandono sobre cojines 6 olfom.
bras, dejaba vagar su s miradas, sin
fijarlas en nada tran:,uila, pero con e l
semblante tan páli Jo, que se la hubi ese
tomado por una de esas estatuas, que en
lonta11anza se divisan en la ca 'J) piña romana,
durmiendo sobre las tumbas. Ha·
bía despedido á sus camareras. Desde la
vlspera no se acercaba á e se lecho de
púrpura e n donde dormía de ordinario
sus tranquilos sueños; y si á ratos se
se ntía adormecida, levant ába se bruscam
ente para despejarse. Hubié rase dicho
que p r ese ntía los su e ños que p odían venir.
A l fin, para triun far, de la somno.
len cia que la in vadía, se puso de pie,
echó sobr e sus ca bell os trenzados y pei.
nados en :. lt o, un velo recamado de oro,
semejante á su túnicé', y franqueando
una esca lera que daba al jardín, bajó
allí.
Había pasado ya la primera parte de
la noch e. La luna esparcía sus s u a ves
res pla nd ore s so b;-e el gracioso ramaje
de las palmeras; su luz atravesaba el
follaje é iba á ca er dibuj a ndo su disco
sobre el c esped ó sobre el máqpol de las
angos tas aveni.das; el céfiro ligero movía
blanda me nte las escuetas ramas y
traía consigo las aromas del nardo. Claudia
Procla se paseaba de uno á otro lado,
temblando al sentir el menor ruido ó
al escuchar el chillido de las lech uzas,
q 11 e venía de lejos, desde el va lle de los
muertos. Largo rato permaneció así, has.
ta que el ruido de los lictores al Jeja.r
caer las picas sobre las baldosas, le advirtió
la ll egada de Pila tos. Entonces . deuvo
su ma rc ha.
El palacio fortaleza se iluminó vivamente
á la luz de las antorchas. El ros.
tro afe itad o de l procurador, sus cabellos
cortos, s u toga abrochada sobre el hombro,
se d esta caron al fulgor de esa claridad
roji za. El venía de la Antonia, la
fortaleza que dominaba el templo y á la
que se acogía con gu1to durante las fies.
tas, temiendo alguna revuelta popular.
Allí permanecía siempre estacionada la
guarnició n romana. Era la segunda ve z
que se quedaba al lí hasta altas horas de
la noche y volvía á la madrug ad a, q uizá
evitando la presencia de Claudia Procl a.
S ali ó e lla á su encuentro y se le unió
cuando franqueaba. el umbral del Atrium,
Al reco 1~ oc e rla, no pud o él dominar un
movi mi ento de so1 presa y de contra.
riedad .
-Salud, Claudia Procla, le dijo.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL HOGAR CA TOUCO
II
Sentóse e n un banco de piedra, mi e ntras
que e l!d permanecía de pie en su
prese nci a ; é l había ret a rdado cuanto le
fue pos ibl e una explicación que preveí a
y c o n sid eraba penosa. Pero era preciso
hace rlo, y más valía salir d e l paso sin
demora . Conocía bi e n el noble carácter
de C lau dia Procla. Ella expondría de
una vez su pensamiento , s in abroqu e larse
luégo e n su di c ho, co mo muj e r que qu iere
atorme nta r ó ve ngarse. Bie n ~abfa
cuán superior era á él bajo t odos aspectos
y por eso la ve neraba con cierta mez c
la d e orgullo y de te rror supe rsti c ioso .
- Salud, divina, re¡ .iti 6.
Hi zo a d emán d e ponerse de pie y le
extendió la mano ; ella manifestó su desagrado
con un ge~to; y como si sintiese
el con tacto de una cosa impura, lanzó
e sta exclamación de angustia :
-1 Abandonaste al Nazareno, y ha
muerto por tu culpa 1
-He p a sado por la pena de desagra .
darte . P e ro tu e le vado crite rio me hallará
raz ó n cuando me explique, cont es tó.
¿Q ué má s pod ía hacer yo, fuera de lo
que hi ce ? Te comuniqué todo lo que iba
suc ed ie n d o, hora por hora . Al principio
traté de elud ir que me tocara juz garle y
en vié e l Ga lil eo á Herodes : tuve noticia
de qu e estaba bajo la juri sdicción del
tetrarca, pero és te me lo devolvió vesti do
con una túni c a de loco, y entonces
declaré al pueblo, que ni Herodes ni yo
encon trába mos en J esús motivo para
conde narle á muerte.
Entonces p ropuse dejarle en libertad,
pon iéndolo e n pa rangón con B a rrabás,
un miserable á toda pru eba, que había
com e tid o ase5 inatos en gentes de su cla
se; con5id e raba yo, que debido á los be
nefi cios h e chos p or el uno y á los críme nes
cometidos por el otro, daría más
fac i'idad á los discípulos de Jesús para
salvarle, pa ra promover algún tumulto
en e l p u eblo , como e l d ía de sus hosan .
nas, la s p roc es iones y las palmas. Mas
c onocía yo á ews hombres. Cuando esós
sacerdote s aga rran u na pre~a, no es posible
hacér sela soltar . Ellos enviaron
seides á todos Jos gru pos é hi cieron aclamar
á Barrabás. ¿Qué camin) tomar entonce
s? H ícele azo t a r, para ver si se
a p aciguaban a nte el espectácu:o de sus
ll<~gas, y puesto que p ed ía n su sangre,
di le s su sang re . Pero en medio de alari- ·
dos r- idieron su · muerte, más encarnizados
qu e nunca.
Y a lo ves, Claudia, pu se por obra todos
los m edi os que me parecieron pr.icticos.
H a sta hic e u so de sus ritos y s u s fórmulas.
Me lavé las manos e n su presencia y
de mis la bios Fali e r o n palabras que no
tengo cos tumbre de pronun ciar: ' ' Soy
inocente de la sangre de ese ju sto," para
im p r e~ i o n ;¡ r ' os más con su ~ propios símbolos.
Ellos no enti e> nden le nguaj e que les
h a ble en términos claros, ni c ontestan á
preguntas precisas y positivas. So.n gentes
de entendimiento p e rennemente espe
culativo. Pregunto yo á los escri t as, á
los ancianos y á los sacerdote. : "¿Qué
h a hecho?" Me contestan con perífrasis
: "Si no fuese culpado, no te lo habría .
mos traído. " 1 Yo no les preguntaba esto!
Y el mi s-mo Nazare no, cuando le
decía:
-¿ No sabe s qu e tengo poder de hacerte
clavar en una cruz ó de dejarte
lihre? me contestó :
-Tú no tendrías ese poder, si no te
hubiera 5ido dado de lo alto.
¿Acaso averiguaba yo el origen de
mi pode r, si me ven ía de Júpiter ó de
Mercurio? ¿Se concibe que esto interese
á un hombre que puedo poner en libertad
ó entregar a 1 verdugo?
(Continuará)
X
LA TARDE DE LA VIDA
CAPITULO II
LA E LECC IÓN DRL li1ÉDICO
( Couti11ttacióu)
Si el médico, al negar.,.. ú olvidar el
alma, esta part ~ superior de nuestro sér,
no ve en el enfermo sino un sér vulgar,
un cuerpo o rga-nizado según las leyes de
una ci e ncia natural, tendrá en el ejercicio
de sus funciones más curiosidad que
abne gación, y el enfermo será para él
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL HOGAR CATOLICO 27 1 ---------------------------------------------------
materia de e studio más q ue un cl ie nte
por el que d e be in t '! re sar se .
S i perte n ece á aqu ell a escuela q ue
admite "que la mater ia, ta l como e st á
di s pu es ta y combinada en los se r e s vi v
ientes, g o za de la prop iedacl de produrir
los actos que se llama n vida, sin q ue
sea ne cesario supone r otro agente e n e l
c ue r po," es de terr. e r que se e n tr egue
s ob re e l pobre enfe r mo á ve r dade r o s
e xpe r i mentos , en p r c.vec ho de rna cie n cia
t a n e g oís t a como crue l. T e mores po r
desg rac ia m uy f u n dados, e n vista de los
he ch o s que de cu á nd o en cuándo han
ve nido á r eve la r la s ve r daderas intenc iones
d e l médi co . N o todos, sin dud a , lle v
a n tan le j o s la lógi c a de sus ideas; la
b o nda d nat u ral d e su corazón los d f fc nde
r á á menudo de las m a las in spi racio nes
d e su e g oísmo y los h a r á cont radecir e n
la p r ác ti c a las a b o:ni nable s do ctri nas de
una e n señ a nza mate ria l i ~ t a ; no po r eso
es m e n o s c ie rto q ue e l peligro e xiste y
que las f a m il ia-s de ben e vi ta rlo.
Pero el peligro de se m e jante siste ma
es ma yor a ún para e l alma, e n la que ,
nosotros los cristiano s, d e be m os pe nsdr
ante s que todo. -
"Magna debtl ur p ue ro r everen tz'a," "gr an
reve r e ncia se debe a l ni ño," de cían los
pagano s p en t t r ado s d e !a fa ci lidad con
que e l niño sufre la s i nfl ue ncias de afue.
ra . N o sotros tambié n t e
Soler y Royo, D. D. Antonio Ma rí a Co lmenares
y D. D. Francisl O Cri stó bal T oro, y les d esea
grata permanencia en esta capita l.
NOTICIAS GE í\ ER A L ES
RoMA-Ju bileo del Papa. España. El 28, para
sol emniza r el Ju 1i l eo Sacerdot a l d e P ío X , veri ficóse
en Bilbao un a g r a ndiosa pere g rin a ción de
niñ os, á la que conc u rrieron 6,ooo con rr estan.
d a rtes. Doscientas niñas iban vestidas d e blanco.
Salió la p ere grinación d el Ca r melo y subió á la
basílica de Begoñ •, r ~s ultando un esp ec táculo
bello y conmo vedo r .
-El 28 de Mayo r ecibió afectuosamente Su
Santidad en e l sal ón del Trono del Vaticano á
unos cuatr ocient )S peregr inos españoles presidí.
dos por el Sr. U rqu•jo, y presentados por el Sr.
Obispo de Ciu lad Real, y e l 3 de Junio volv i ó á
r ecibir á otros 300 es pañ oles, á cuya cab eza iba
e l S r. Obispo d e Mad rid-A lca lá.
FRANCIA - E l 23 concedió S u Sa ntidad a ud ienci
a á la peregri naciÓn francesa, c-"'puesta de unas
2,ooo per.;onas y presi dida por Mons • ñor Amette
y Obis pos de Amie ns, Rodez, Poitiers y Mont
auban. El S r. Ar.:obispo de París, en su discu rso
hi zo prot es tas, en nombre de t odos, de filial obedien
cia y devoci ón á l a Sa nta Sede. Con te. tól e el
P adr e San to enternecido: "Vuestra actual manifestación,
les d ecía, de f e y p iedad cristiana es
g r a ndiosa; n i podla ser de otra ma n e r a, ya que
sois hijos de aquella F rancia que p or an ton omasia
s e llama l a hija primo génita de l a Iglesia y
fue f e cundo plantel de S a nt os. Al r egresar á vuestra
na ción, notificadl r. qu e e l Papa l e ama cordialmente,
y que allí está con el pensamiento y cora.
zón."
l NG LATERRA-Redbió e l 29, Pío X en la Su la
del Tron o en e l Vaticano, á una de l egac ión de ofi ciales
ingles es d e l buque rea l The Quem. D espués
de agradecerles Su Santidad la visita con palabras
de encarecimiento, se dirigió á la Sala d el
Consistorio, en d ond e l os m ar;nos le a cogieron
con aclamacion es, lanzando un triple !turra. Pío
X se lisonjeó de encontrarse en medio de un pu·
ñado de val ientes jóv enes pertenecientes á laMarina
ingl esa, y les re comendó que pe rman ezcan
fi el es á la disciplina y obse r ve n las ob ligaciones
debid as a l Estado.
- E n el presente mes de Septiembre se cel ebrar
á en Lo nd r es el XIX Congreso eucarístico internacio
nal.
Las sesi ones pl e nari a s se celebrarán en Alber
Hall, cu yo r eci nto puede contener quince mil
personas.
E l domingo 13 d el mes, una sol e mne pro·
cesió ::~ compues ta de muchos miles d e ca tólicos,
paseará en triunfo po r las calles de L onrlres a l
Santísimo S a c ramento.
BEATIF!CACW NES Esplénd idas fu nci ones se
ce lebraron en e l V a tic no l os días 17 y 25, respec tivam
ente, por l a beatificac ión de las venerables
Magd a l na Poste!, fundadora de las re li gio,as de
l a Mi,ericordia, y Magd dlena ~ofia Bara t, que lo
fu e d e las del Sagrad o Corazó n de J esú s. Entram·
b.15 n<. c ieron en sue lo f1 a nc.és, y es de esperar que
inte rc ed e r lln con el Seiio r pa r a q ue vu elva á refl
orecer en su pa tria la Reli g ión católica, tan per ~
e guida~ po r los im píos.
X
DECRETO L EG ISLATIVO N. 0 4 7 DE 19o6
( 12 DE SRPT IEMB RE)
(Continúa)
3 ° La5 C( nt rave nci one s al presente
D e cre to que no se h a llen c0rr.prendidas
en los ordinale s antc r ío r os .
Art. 31. Los d e li os ocasionados por
pub icaciones de nsivas, dan Jugar á los
juicios ll amados de injuria y de calum·
Imprenta Eléctrica
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"El Hogar Católico - N. 17", -:-, 1908. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3686838/), el día 2025-05-01.
¡Disfruta más de la BDB!
Explora contenidos digitales de forma gratuita, crea tus propias colecciones, colabora y comparte con otros.