SERIE 1." BOGOTA (REPUBLICA DE COLOMBIA) FEBRERO 15 DE 1908
EL HOGA R CATÚLICO
SE PUBLICA BAJ O LA DIRECCION
DE LA JUNTA CENTRAL DE LA DOCTRINA CRI TIANA
"iVada, ni un pmsam i m/1 . pata la polí tica.
Todo, !t asia el zíltz'mo al enf., , para la R Plig z'fm
----- ·---
CON'.I'ENIDO: L os ERRORES DEL MODEHNISM O; 1: xlrac t• de la Encíclica Paseen
di; El Jubileo de las aparici ones de Nu estra Señora en Lourdes; La In maculada
Concepción de María ( poesía); Pío X y los pad res de fam ilia; Discurso de D.
A NTON IO Gó~mz Rr: STHEP O en e l Liceo Pío X; Po NDfiÁ N EN Er. sus OJO s> por Monlaur,
autor de RAY O DE Luz; Al c~o- - Accró:-: CA TÓLI CA: Discur;o del Embajad or de Menelik
al Papa, y contestación de Su Sant idad ; Do N Bosco, Yenerable; Discurso del
Papa en el Consistorio del 1 G de Diciembre; EL sur:Ro DE r_os CA TÓLICOs; Información
de l a Prensa europea-CnóNICA LOCAL: J uN TA GE:\ERAJ DE LA DoCTRI NA CRISTIANA;
El nuevo Superior ele los Jesuitas; Catec ismos ; P,l toral del Ilustdsimo Sr.
Arzobi po; E.l asnill o de las campanas; Nombramiento!< eclesiástic os, etc.
L a se rre de 10 números vale$ l¡o papel> si se pa,;a anticipadamente; el núm
e :o suelto, ~ 51 h asta un mes después de publicado; pasado este tiempo, 10. Se
r ec rben s uscrrpcwnes y se ve nd en número3 en la C a a Cura! de San Pedro, carrera
6.•, número 2 17, y en la Age::!cia de Lu cio F orero ietc•, c:tlle 10, baj os de San
Bartolom é, número 213 .
BOGOTA
IMPRENTA ELECTRI CA. r6 8, ( .O.L U. 10
f 9 o 8
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
J )
Catecismo Mayor dal Papa
De este excelente texto, prescrito .
por el Prelado para la clase superior de
Religión en las escuelas y colegios, hay
de venta unos doscientos ejemplares en .
el Seminario y en la Casa Oural de San
Pedro, carrera 6.a, número 217, al precio
más barato de las librerías.
•1
·'•
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL HOG AR CAT DLICD
SE PUBLICA BAJe LA DlttCC! YN D~ LA JUNTA CENTRAL DE LA DOCTtlNA CRISTIANA
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"Nada, ni un pensamú:nto, para la polítú:a. Todo, hasta el úlhmo aHento,
para la R eligzon"
Serie l~ 1 :Bogoté. (República. de Colombia.), Febrero lG de 190S 1 Numero 6.0
La série de 10 números de EL HoGAR CATÓLIco
vale$ 40 papel, número suelto, $ 5 papel.
•• EL HOGAR CATOLICO"
LOS ERRORES
DEL MODERNIMO
Extracto de la Enclclica PAsCEND I
LA IGL ESIA, órg-ano oficial de la Arquidiócesis
de B ogotá, ha publicado
en sesenta y tres páginas ele Jos números
correspondientes á Diciembre
último, una hermosa traducci ón de la
notabilísima Encfclica qu e el l\laestro
infalible de la verdad, Su Sa ntidad
Pío X, dirigió á todos l os O bis pos del
orbe católico el 8 de Septie mbre del
año pasado.
En e ll a, el Vicario de Cristo en la
t ierra, condena de nu evo el más rec
iente de l o11 errores en materia dngmática,
ó más bien la fo rma rnás nueva
de errores bien antiguos, e n su
mayor parte.
Ya en una alocució n a l SacrP C0-
le¡-io de Cardenales y p or medio del
Decreto Lamentabih" (vulgo iVuevo
Syllabus), de que dimos cuenta en el
número l de este periód1co, el Pa ,lrc
Santo había denun ciado a l mundo católico
la existencia de ese error con
los peligros que· entrañaba. En 65
proposicione!!, la Sagrada Con ~-rcgación
del Santo Oficio, condensó lo
más pernicioso de sus afirmaci ones, y
el 3 de Julio ratificó de mo tlo especial
esta condenación e l Supremo J erarea.
Abstrusa y vaga es la doctrina nloeófica
de que se a limenta el error condenado
: sus desviaciones de l a verdad
son múltiples y están esparcidas en
muchos lugares de los escritos de los
m odernistas, pero la Encfclica-las r educe,
con creta y expone con claridad
y método admirables.
<, Cómo se explica que hombres intchgentes
y de no escasa ilu stración.
entre los cuales figuran sacerdotes que
han sido profesores y escritores de
r esonancia, pretendan perm anece r en .
el seno de la Iglesia católica :Ua vez
que sos tiene n do<:trinas antica tólicas
d estructoras , del cristianismo y aun
de toda religión? ¿Cómo semejantes
errores han ll egado á extenderse y
formar enemigos de la Iglesia-se,.ún
dice el Papa- en el mismo corazó; de
lo Ig lesia ?
La curiosidad, el org ull o, la ignorancia,
dice l a Encíclica, s on la causa
inmed iata de tales errores; y después
de las revela cio n es del m odernista
abate T oito n, Director de J;:¡ France
Catholt"que, subvencionada por Clemrncea
u con los Fondos secretos, é
10 pirada por Bria:1d, hemos podido
ve~· la manrra como los enemigos de
Cnslo h an sembrado la cizaña en el
campo del padre de familia.
P or esta razón los católicos debemoR
es tar siempre alerta y no apartarnos
un punto de la dirección y enseñanzas
del H.oma no Pontifi e, ora hable
él mism o, ora lo haga por meJio de
al guna de las Congregaciones roma-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL HOGAR CATOLICO
nas, de la Comisión Bíblica ó de Jllguno
de los demás órganos de que se
sirve para el ~obierno de la Iglesia.
En la imposibilidad de transcribir
siquiera sran fragmentos del precioso
documento, por su mucha extensión,
insertamos á continuación el extracto
que de la sapientísima Encíclica ha
hecho uno de los diarios más autorizados
de España, y anotamos que después
del Motu proprt'o Praes tantia,
las decisiones tanto d el decreto Lamentabili
como de la Encíclica Pascendt
tienen carácter dogmático:
La Encíclica consta de tres partes desigualmente
extensas, aparte del preámbulo.
En la primera, que es la fundamental,
van consignados los er rores mod e rn os ,
y después de señalar e l enlace lógico que
existe entre Jos mismos, pone al d escubierto
la raíz de todos ellos, que es una
filosof[a agnbst¡'ca é emmanentz'sla . Agnóstica,
porque dicha filosqfía limita s6lo
á los fenómenos los conocimie ntos del
hombre y niega á la ra zó n humana l"l.
facultad de elevarse hasta Dios; é immanentista,
porque busca la expli cación
del hecho religi oso en la necesidad vital
que produce en la subconcz'enáa un sentimiento
: la fe que a~raza á Dios como
causa y co mo efecto.
Sobre este sentimiento-la fe-trabaja,
según Jos modernistas, el pensamiento
humano, elai.Jorando fórmulas secun ·
darías, s mbolo de la realidad divina al canzada
por la fe, instrumentos mediantelos
cuales vive y se desarrolla la fe en el
alma del creyente. Estas fórmulas secunrlarias
son las que, según la Fi los ofí a
nov-ísima, se convi erten e n dogmas después
de haber sido sancionadas por la
Iglesia; y la verdad de tales dogmas
consiste, no en la exactitud con que expresan
la realidad divina, sino en la efi .
cacia v ital que poseen para producir y
excitar el sen.timiento religioso.
Guiado por esta filosofía, ll egará á co ·
nocer el creyente, según los modernistas,
que Dios existe independientemente de
su propio sentimiento; pero no tendrá,
para afianzar esta certidumbre otro argumento
que su personal experiencia, y
la tradición misma no consiste en otra
cosa que en la repetición, durante el curso
de las t:d<.tdes , de! muchas experiencias
parec idas. De esta manera, el creyente
modernista se construye, para su
uso parti cular, una nueva Teología, en
la que e l dogma reviste el carácter, esencialmente
relativo. de ser un símbolo sug
es tivo co n r e lación á la realidad incognoscible
qu e anun r ia, y un instrumento
con relación a 1 creyente que quiere vivir
la vida de la fe.
La Encíclic;l estudia paso á paso el
desenvolvimie nto de esta nueva Teología,
por virtud de l<'l cual se convierten la
Igles ia, el dogna, e l culto y los Sagrados
Libros, ya en c reaciones de la fe, ya
en traducciones, siempre modificables,
del sentimie nto Intimo que permite al
hombre elevarse hasta Dios.
Esta Te o· og(¡,, a~{ <::omo la Fi losofía
qu e la in spira, exige n que aquellos fenóme
nos hi stóricos en que apareGe la inte
rv enci ón divina sean cuidadosamente
ana li zados, separándose cuanto es divino
y pPr tenece al orden de la fe de lo que
es humano y pertenecf> al orden de la
ci e ncia ó d e la Histori a , para que as{ se
distingan el Cristo de la fe y e l Cri~to de
la Hi ~to ria, los Sacrame ntos de la fe y
los Sacramentos de la Historia, la Iglesia
d e la fe y la Igl es ia de la Historia.
L o qu e hay de real y d e só lido e n la fe
es el sentimi ento que la constituye y la
realidad transcendeute que la produce.
Todo lo dfrnás se e nc uentra sometido á
la ley de la evoluciÓn ind e finid ~.
Demuestra e n se guida la Encíclica
cómo el modernismo falsifica la historia
religiosa, imitando á cie rta filosofía. Animado
de este espíritu, y aunque no gusta
de ser llamado filósofo, son1 ete los hechos
que estudia al mismo análisis arbitrario,
eliminando, por sistema, de sus
observaciones todo cuanto revista carácter
de intervención divina. La crítica modernista
aparece en seguida fundamentando
sus fallos en una doctrina, también
arbitraria, que la conduce derechamente
al error, y por tales procedimientos, afirma
la Encíclica, la historia que surge de
este crisul no ha sido descubierta por el
historiador ni depurada por el crítico,
si no dictada por el filósofo.
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•
EL HOGAR CATOLICO 8 · .)
Para el apologista novísimo, pert rechado
con tales argumentos históricos, es
la vitalidad e xtraordinaria del cristianismo
una ¡"ncógnzla que llama poderosamente
la atención, y por :medio de esta
potencia misteriosa s e ve obligado á e xplicar
la perpe tuidad del germen , siempre
vivo, obra de J e sucristo; ni le resta
otro med io para convertir á los incrédulos
qu e invi tarlos á realizar la experiencia
íntima, por virtud de la cual habrán
de alcan zar la posesión de la verdad religiosa,
como si esta experiencia pudiera
establec er por sí sola la verdad específica
del cristianismo.
Los modernistas, por otra parte, no
pi e nsan m ás que en reformas religiosas.
Todo cae bajo el imperio de su crítica :
la Fil oso fía escolástica,Ja enseñanza teológica
, las prácticas del culto, el gobierno
eclesiástico y la actitud de la Iglesia
fren te al orde n social y político moderno.
Así es que el modernismo--termina
d iciendo el Papa-no tanto es un error
es pecial cuanto el conjunto de todas las
her ejías. Los dos principios en que se
fun da , e l a g nosticismo y la immanencia,
d est r uye n la distinción entre el hombre
y Dios, po r d ond e vi e ne á ser el panteísmo
e l término lógico y natural de esta
fi lo so fía .
En la segunda parte de la Encíclica,
que es de co rta e xtensión, se indican las
cau sas d e l mode rnismo . En primer Ju g ar,
dos ca usa s mo rales : la curiosidad malsana
y e l o rg ullo, y lu égo una causa intelectua
l : la ig norancia de la Filosofía
E.sco lást ica , que priva al modernismo del
instrum e nto necesari o para descubrir los
errores y los sofismas modernos ; agravadas
ésta y aquellas causas por el celo
e xtraordinario con que Jos modernistas
pr o pagan sus errores.
E n la te rce ra parte señala el Papa los
oportunos r e medios que á continuación
tran scribimos :
1.0 Ense ñanza d e la Filosofía y de la
Teo logía escolástica en todos los S e m ina
rios y en todas- las Universidade s católicas
. El Papa manifiesta, repitie ndo
pal abra s d e L e ón XIII, que entiende por
escolasticismo la Filosofía de Santo Tomás
, y sobre todo su Metafísica, insi stiendo
en que n0 deben reproducirse, á
pr etexto d e escolástica, sutilezas ni opi-niones
discutibles. El Soberano Pontífice
alaba los estudios de Teología positiva,
pero á condición de que tales estudios y
otros de la propia índ ole, se inspiren en
un espíritu francamente católico .
2.0 Los modernistas deben ser a lejados
d e la ense ñanza e n los Se minarios
y en las Universidades católi cas.
3. 0 Los Obispos d e be n, como Delegados
de la Santa S ed e, p roh ibi r al clero
y á l o s fi eles la lectura d e la Prensa modernista.
4 .0 En todas las D iócesis se establecer
á un Cole gio d e ce ns ores encargados de
r evisar la s publicaciones catól ica s. R ep
r odúcese la prohibició n d e L eón XIII á
los eclesiásticos d e d irigir pe r ió dicos sin
perm iso de l O bispo. L o s ecl esiás t icos colabora
do res se rá n vi gilados.
5. 0 Prohibi ción de Con gresos e cl e si ásticos,
excepto en a quell os casos e n que
no e xista peligro alguno de mo d e rn is mo,
de presbi te rianism o ó d e Ja icic ism o.
6 .0 Instit uci ón e n cada Di óce sis d e un
Gonsejo de vigilancia contr a la difusión
de Jos e rrores mod e rnos, é i nformes d e
los O bispos á la Santa S ede ace rca d e
este a sunto.
El Papa dice, al termina r, que los ad- ·
vers a rios de la Iglesia a bu sa r á n, s in duda,
de la Encíclica para pr esentar á la Santa
S ede como e nemiga de la ciencia y d e l
progreso de la hu manida d . A e sta acu sación
responde e l Soberano Pontífice,
manife stando q ue ha d ecid ido fundar una
institución en la q ue se agr upen ilustres
representan tes de la ci e ncia y que tenga
por obje to fa vo r ece r , co n la verdad
cató lica po r g uía , e l a d elanta miento de
todo aquello que signifiq ue cienc ia, erudici
ón y ve rdadero prog reso.
-x-
EL JUBILEO
DE LAS APARICIO NES DE NUESTRA SEÑORA RN
LO URDES
El 11 del presente mes se cumplieron
cin cue nta a ños de la primera aparición.
de la San tísi ma Virg en en una gruta de
las rocas de Massabie ll e, en la entonces
aldea d e Lourdes, si t ua da en los Bajos
P irineos, en la Diócesis de T arbes.
La Francia católica, a co mpa ñada de
toda la Europa amante de María, ha ce-
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84 EL HOGAR CATOLICO
lebrado y continuará celebrando hasta el
1 r de Febre ro de 1909, con este motivo,
suntuosas fie s tas reli g-iosas en la grandiosa
Basílica y la mi steri os a gruta que
s irvió de te<'~tro á la s manife staciones de
la Virgen I nmacula da, para de este modo
llenar todo el año jubil a r. D e todas las
naciones d el mundo conc urrirán p e regrinos
y apenas ha brá Di ócesis y aun parroquia
donde no se co nm e more este
acontecimiento g lorioso.
Hace cinc uenta añ os noe :ci stfa e l magnífico
Santuario que hoy asombra al
mundo, ni corría por entre aquellas rocas
áridas la abundos a fu e nte que ha curado
súbitame nte á miles de enfermos,
ni había ninguna de las peregrinaciones
que de' entonces acá han puesto en mov
imie nto á pueblos, r egion es y países enteros.
¿Qué signifi ca todo esto? Que e l Omnipotente,
"cuyo nombre es sa nto y cuya
misericordia se extie nde de generación
en generación sobre lo s que le teme n,"
quiso hacer como o tentación de esta su
m isericordia in finita, determinando la
aparición de la V ir gen Inmaculada en
aquellas rocas agrestes, para consue.
lo de su Iglesia, perseguida sistemáticamente
por todas la !i sectas, pero sobre
todo, por las que surgie ron de la Revolución
Francesa, amparadas por muchos
fal&os católicos, que sólo han tenido e n
mira desgarrar e l cora zó n de la amo rosa
Madre, tiranizánd o la y ll enándola de
amargura infinita ; para sostener á Jos
buenos en lo s rudos combates que tien en
que librar con e l e spíritu de l mal ; y para
confundir la fa lsa ciencia y la filosofía racionalista,
qu~ en !iu satánica soberbia ha
pretendido negar lo sobrenatural, destruir
el inmortal edificio de la fe, y aun socavar
todns los fundam e ntos del orden social.
El jueves 11 de Febrero de 1858, la
oscura pastorcita María Bernarda Soubirous,
conocida después con el solo nombre
de Bernardila, de catorce años de edad ,
con ocasión de haber salido al campo con
otras dos niñas á recoger leña, tuvo la
di cha impondera ble de ver en la gruta
de Massabielle una Señora prodigiosamente
be lla, en medio de una luz esplen d?
rosa como la del sol, pero du l ce yapaCible
como t0do lo que vie!1e del cielo.
De estatura regular, mostraba el vigor
y lo:.~anía de la juventud. E l traje
blanquísimo que vestía, r e splande ciente
y de un tejido desconocido, estaba ceñido
ó aju stado por una ancha cinta ó franja
fl otante de color azul. Un largo velo
igualmente blanco, cub ri éndol e la cabeza,
le caía e n amplios pliegues y le envol
vía todo el es b elto cu e rpo. Dos como
rosas brillantes de color de oro cubrían
por su parte supe rior los limpí sim o s pies
que descansaban sobre e l rosal silvestre
que adornaba la rú stica g ruta. T e nía las
manos unidas ante el pecho Pn actitud
de fervo rosa oración , y d e l brazo derecho
colgaba un h e·rm oso rosario largo, ton
cru z de o ro brillante \' cuentas como retocadas
del mismo meta l. La fisonomía de
la Señora irradiaba fe li cidad in e fable y
mostraba á 1:1. vez majestad, inocenci11,
paz y dul zura. L:t frente lisa y serena, los
ojos de un azu l celeste y llenos de encantador
h echizo, Jos la bios desbordantes de
su a vi dad y mansedumbre divinas, llenaban
de indecible emoción el corazón de
la favorecida B ern ardita, la cual por otra
parte no percibía nada de vago, de confuso,
de ind eciso ó vaporoso en la celestial
A parició n. Tenfa ante sí una realidad
vi va ; presentaba a ::¡uella forma glorificada
todos los cara cteres de un verdadero
cu e rpo viviente, palpable y lleno de
m ovimiento.
J. Qué haría la dichosa niña en presencia
de tan di vi na Aparición ? ¿ Dudarla
de lo que contemplaban sus ojos? No;
íntimam e11t.e convencida de que era la
Virgen Bendita , le fue dado verla tomar
con la mano derecha la cruz del rosario,
santi~uarse con e lla é invitarla con dulces
palabras y sonrisa e ncantadora á hacer
otro tanto.
El 14 de Febrero se repitió la Aparici
ón; el r~ lo mismo y ya le dijo á
la niña: "Lo que tengo que comunicart
e no hay necesidad alguna áe escribirlo.
Hazme únicamente el obsequ io de venir
aquí durante unos quince días seguidos.
Te prom eto hacerte dichosa, no ciertamente
en este mundo, sino en el otro."
Durante esta quincena gloriosa la afortunada
V1'dmte gozó la dicha envi diab
le de contemplar á la celestial Señora,
oír de ella cosas arcanas, recibir la orden
de a visar á los sacerdotes que debía
levantársele en ese sitio un Santuario,
oírle repetidas veces hacer un llamamiento
ap1 emiante á la penitencia, exigirle que
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EL HOGAR CA TOLICO
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rogara por Jos pe cadores, y otras cosas
mis.
·En la Apariéión del 25 del mismo mes
~ ya hizo brotar la fuente mtlagrosa en
sitio árido donde jamás la había habido,
ni podía esperarse que en algún tiempo
re5ultara.
El 26, el pobre cante ro Bouriette que
padecía desde muchos años antes una
amar1rosls t'n curable, según la declaración
del médico Dr. Dozous, mientras oraba
y se lavaba los ojos con el agua turbia
todavía de la nueva fuente, sintió que
las nubecillas que le impedían ver, iban
desapareciendo hasta que, por favor de
la Señora de la Aparición que había hecho
brotar la fuente el día antes, obtuvo
curación completa.
El 25 rle Marzo, fecha gratísima para
la Madre de Dios por recordarle la
Anunciación del Arcángel San Gabriel
y la Encarnación del Verbo divino en su
seno virginal, fue un gran día en la historia
de las apariciones.
Le había suplicado repetidas veces
Bernardita le revelara su nombre, y no
había obtenido sino gratfsimas sonrisas.
En la aparición de e~te día le dijo : ''Oh,
Señora mía 1 ¿ Queréis tener la bondad
de decirme quién sois y cuál es vuestro
nombre ? " Pareció entonces que la divinal
Visión resplandecía con mayores fulgores,
dirigió á la niña la más arrebatadora
de sus sonrisas y con la vista elevada
á léigloria del cielo, le dice : "Yo soY LA
INMACULADA CoNCEPCIÓN . "
Todavía se repitieron las apariciones
el 5 de Abril y el 16 de Julio del mismo
año; y desde entonces hasta hoy no han
cesado las curaciones milagrosas y los
otros prodigios que diariamente se repiten
en el Santuario de Nuestra Señora
de Lourdes.
EL HoGAR Cuóuco se une al júbilo de
la hija primogénita de la Iglesia, y hace
votos fervientes por que cese la horrible
persecución de que hoy es obj ~ to, para
que vuelvan á lucH-en ella días bonancibles
y gloriosos, á semejanza de los que ha
disfrutado cuando la gran nación se ha
visto gobernada por hombres como Car¡
omagno y San Luis.
-X-La
Inmaculada
Concepción de Maria
Quisiera, oh Madre, obsequiarte .• -.
Quisiera al egr e cantarte
Con brillante ins piración ;
Qui siera hf'indarte flores,
Emblema de los nmores,
Que para t1 pocos s on.
Quisiera h acer un poema
Del que fu ese dulce tema ,
E ma nación de mi fe,
Cá n t ico dulce y s onoro
Qu e como sue ño de oro
Helio par a Ti encontré.
Pero tri s te y fa ti g ada
Por la penosa jornada
En que me sigue el dolor,
H allo e l arpa muda y r ota
Y no en cuentro ni un a nota
Que fiel ex prese m i amor.
Si pudiese ha cer la h istoria,
Virgen P ura, de tu g loria,
Tánto lleg ara á decir,
Que absorto el orbe escuchara . . . .
Y en san t o amor ~e abrasara
Ansioso de más -oír.
P e ro humillada y co nfusa,
Hallando esqui va á la m usa,
Me tengo q ue limitar
A decirte pocas cos as . .. -
¡ P uñado de bl a ncas rosas
P uestas al p ie de t u al tar 1
Que eres gTandc, li mpia y p ura,
C la ro espej o de her mosura, •
A stro de paz y quiet u d,
Rico manantial d e amor es,
Consuelo d e los dolores
Y tesoro de virt ud.
Que hoy, \ ·irgen, ~" polo á polo
Se oye reso n a r ta n so lo
En concierto universal,
Un himno de gnm belleza
Que á e nsa lza ¡· t u pur eza
Llega a l r ei no ce lestia l.
Y unido el cielo á la tierra
Con voz que a l i n fi er no aterra,
Te proclaman co n a m ot'
Iris de paz y bona n za
Astro de santa espera n:.:a
Y amparo del pec ador .
Y los ángeles gozosos,
En sus cánticos her mosos
De dulzura celestial,
Repiten con alegría:
¡ Fut~ c Jn ce b i~a_ Mar ia
Sin peca do onglll a l !. . . •
R.AQUZL
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
86 EL HOGAR CATOLI CO
PIO X
Y L OS P ADRES DE FAMILIA
No d udamos será del agrado de nuest
ros lectores ver en nu e stro hu mi !de HoGAR
la hermosa Al ocución que !)O há much
o d iri g ió e l Sumo P o ntífice á Jos Miemb
ros d e l Co mité C e ntral de la llamada
hga de Padr es de janu1ia, recientemente
f undada e n Roma con el objeto de preservar
la juve ntud de los g randes pelig
ros de corrupción á que se halla e x puesta
e n el ambie nte de pornografía que por
todas parte s se respira.
A l dis curso ::¡ue e n la Audiencia Ponti
fic ia p ronunció el H . Presidente Coode
F elipe P acelli , respon d ió e l Padre Santo
con estas b reve s y prof undas palabras:
"No se oye en nuestros días de toda
clase de p e rsonas otro lam e nt o, ni más
fundad o ni más uni versal, que e l de los
pad res d e familia por la inmoralidad y
c orrup ción, no ya de lo s jó ve nes adultos
si no d e los más ti e rnos niños, que por
g ran desve ntur a se ven ya e n los prim
e ros a lb ores de la razón, e ngolfados en
vicios de t estab le s é impulsad os por tendencias
verdaderame nt e fq. tal es, que hacen
te m b lar á cuan tos se hallan al frente
de la sociedad.
T an uni ve rsal d esorden, malicia tan
precoz a un en los mi smos niños, ¿ á qué
de b emos atribuírla ?
Si es sent enci a d e l Es píritu Santo
q ue los hij o s se aseme jan á sus padres ;
fuera d e alguna rara exce pción de ram
a s degeneradas que 110 c orresponden
á la na tural eza del árbol á que están
adheridas, es lo ci e rto q ue la pe rv e rsión
de los h ij os debe atri buírse en gran parte.
al desc ui d? y abandono, y lo que
Dws no perm ita, a un á la malicia de los
padres.
Por lo cual, sí algún bi en d e bemos
esperar pa ra la soci eda d, d e la fam ilia
debemos esperarlo; y si e s si e mpre Jauda
ble tod a a soci a ció n qu e esté info rmada
po r sanos p ri ncipios, muy digna de alab
a nza es la vu ést ra de pad res de fa milia
y cuanta s á e llas se unan, fund a das sob~
e lo s prin cipi o s de mora li d Dd y reli~
1 6n, por los c ual es vues tros h ijos serán
e n tod o se mejantes á vosotros buenos
cristianos y excelentes c iu dada n~s.
E n la libe rtad, c o mo l>i en dij o e l Sr
Presidente, y só lo e n la libe rtad q ue vie~
ne de Jesucristo, es dado ejercer aquella
suprema autoridad paterna para conducir
la familia al fin supremo para que fue
constituida.
El glorioso nombre de padre , propiamiente
sólo á Dios conviene. Mas Dios
ha querido hacer particioneros de nombre
tan glorioso á los mortales, para de mostrar
no sólo la re verencia en que
debe ser tenido el padre , mas aún la autoridad
suprema que debe e je rcer !.obre
toda la familia .
El padre, com o bi e n sabéis, ant es que
fueran constituida¡; las soci edade s y monarquías,
ejercía no· solamente en la familia
el oficio de monarca, sino también
el de sdcerdote. El era el que ofrecía
juntamente con Jos hijos los sacrificios al
Eterno; y por la Divina Escritura sabemos
que Noé, Abraham y lo s demás patriarcas,
aunque no e ran sace rdot es, e j ercían
ministerios sace rdotales ofreciendo sacrifici
os.
Este nombre de padre se da d e un modo
especial á los que Dios ha elegido
cooperadores en la obra d e la creación
para perpetuar en e l mund o e l género
humano. Este nombre d e padre ha querido
darlo como por antonomasia á aquell
a s pe rsonas que e je rce n lo s o fi c ios de
caridad e n la vida espiritual.
Habéis visi tado, sin duda, al g uno de es os
establecimi entos d estinados al castigo de
hombre s crimin~l es , dond e se ha llan personas
tan d egradadas qu e ha st a si enten
horror por todo lo que se a r eli g ión y moralidad:;
sin embargo, presénta se d elante
de esas p e rsonas que des precian todo
sentimiento de pi e dad un hombre de barba
blanca, ceñido de un pobre cordón, y
aquellas miradas si e m pre so mbrías vu élvense
alegres y ri sueña s, y luégo oyen
con gusto a q uello s h omb re s la p a labra
de aqu e l á, q ui e n dan e l du lce nombre de
padre.
Pues la supre ma a ut o ri da d de la ti e rra
ha qu erido e l S eñ or con~ti tu í r l a con es te
nom~r e depad1·e,que ta l es el P apa, p adre
comun d e los fie les .
Nós, por lo ta nto, no podemos menos de
alabar vu estra ini c iativa y .ju'S to deseo d e
re prese ntar di gnamente á Dios sob r e l a
ti e rra. Mas pa ra hace r las veces d e Dios
no b asta c oo perar co n su omnipo tencia
e n la obra de la c r eaci ón , es nece sario
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EL HOGAR CA TOLICO 87 ------------------------------------------------------
-imitar su bondad ; y puesto que Dios es
bueno y bueno por excelencia, buenos
también deben ser los padres.
Cuando un buen padre de familia, con
toda la energía que el Señor le ha comunicado
y con aque ll a corona de honor con
que ha ceñido su frente, ejerce su oficio
con autoridad y con bo ndad, es imposible
que no le imiten y s igan cuantos de él dependan.
De aquí q ue el bue n padre de
Ja milia tendrá buen os hij us y excelen.
tes nietos, y verá la segunda y tercera y
cuarta generación , rod ea do en su fe liz
ancianidad de nuevos vástagos q ue elevan
himnos á su bondad y á la Prov id encia,
que por su m ed io tantos beneficios les
otorga.
Nós, por lo tanto, alabamos, aprobamos y
-de un modo espedal encomiamos vuestra Asociación
erigida en Roma y extendida ya
·con numerosos centros por otras muchas
-ciudades; y elevamos ardientes súplicas
al cielo para que e l S e ñ or os d é luz con
·que sepáis elegir los medios más acertados
de poner en práctica vu e stro santo
apostolado, coope rando cnn los sacerdotes,
con los Obispos y con e l Papa á res.
/aurar el reino soda! de Jesucrz'slo sobre la
tierra, para que así logréis una ancianidad
.feliz, rodeados de h1jos y nietos que os
manifiesten los sentimiento; d e l m ás vivo
reconocimiento por el bien que les habéis
hecho, guiando sus pasos por las sendas
de la virtud; y vosotros, e levando vue s-
tras manos para darl es la última bendición
podréis d ec irl e s ; 'nos separamos
por un poco d e ti e mpo para ve rnos de
nuevo en el paraíso.' La bendición del
.S eñor sea con vosotros ."
-xDISCURSO
PRONU~<:CIADO POR ANTONIO GÓMEZ RESTREI'O,
EN LA CLAUSURA DE ESTUDIOS DEL LICEO PÍO X,
REGENTADO POR EL DR. JOSÉ JOAQU{N CASAS.
Extraño parecerá que sea yo quien lleve
en esta solemnidad la voz del Liceo
Pío X, á quien no co nozca los antiguos y
estrechos lazos de '!mistad que me li gan
con su digno R ector ; lazos q ue se formaronten
é poca feliz, en la ¡.¡rimera flor de
nuestra juventud y que han permanecido
firmes, á p esa r d e l influjo destructo r del
tiempo y de las vicisit ud es d e la s uerte,
que por muchos años nos han mantenido
apartados. No puedo recordar sin emoción
ese período risueño, en que los dos,
junto con otro querido compañero, que es
h o y preclaro Presidente de la Sociedad de
San Vicente de Paú! ( 1 ), nos· iniciábamos
en la vida, acariciando las más puras ilusion
es, y soñábamos con el arle, con el
amor, con la belleza, desinte resada y ferv
o rosamente, si n que ningún baju interés
mezcl a se su impuro metal al oro con
que t e jía mos la trama de la existencia •
¡Tie mpos felices que se van para no volve
r 1 Viene lu égo la rea lidad y con su
martillo implacable de struye las aéreas
construcciones de nuest ra fantasía; sólo
queda su recuerdo, fl otando en nuestra
memoria; y á él volvemos los ojos, entre
g ozosos y melancólicos, cuando queremos
rec o n~truír el antiguo ideal, como
reconstruye la imaginación esos castillos
e ncantados que figuran en Jos cuentos
c o n que se solazó nuestra infancia.
Ojalá, jóvenes alumnoi, tengáis una
prima vera c omo la nu és tra, tan suave•
m ente pe rfumada con el aroma d e la ingenuidad
candorosa, tan entusiasta por
la ve rdad, po r el bi e n, por la belleza .
Tal vez los r es ultados no correspondier
on á nu e stros anhe lo s; pe ro basta para
enno blecer una vida e l haber alentado
alta s a s [J iracio nes, el haber tenido el amor
d e las cosas s an tas y hermosas. Quizás
vos otros se á is más afortunados, y l ogréis
c o ro nar las alturas que nosotros entre-
~ ve lamos, e nvu e ltas en dorados resplan-
• d or es ; per o para obtener el triunfo, hay
que -hace rse digno de é l, y para e:;to,
d e bé is mantener incontaminado vuestro
espíritu d e todo cálculo g roser o, del criterio
positivista y sensua l. Conservad hasta
d o nd e m ás podáis la virginidad del
alma, y no os asuste la idea de q ue lu ég
o os hallaréis -indefensos para la lucha
con los otros hombres; porque sin que
vo s o tros la llaméis, ya vendrá la experienci
a, y pondrá e n vuestros labios sus
frutos d esencantados y amargos. No hay
qui e n en ciert-os momentos de la vida, n<>
r ep it a con e l poeta :
1 Qu ié n pudiera trocar t odo¡¡ sus aiíos
J>or unas bre ves horas de inocencia 1
( 1) El Dr. D. Hernando Holguln y Caro.
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88 EL HOGAR CA TOLJ CO
Establecimientos como és t e , que vive n
,-dentro d el tibio y reco nfo rtan t e a m bie n t e
de la fe y de laa prá cti cas c at ól i ca~, y en
que el cultivo de la ciencia y d e las artes
n o es imposición de un calculo me r can ·
til, sino un tributo espo ntá n eo de l "lma,
a mante de lo ve rdad e ro y d e lo b ell o;
están llamados á desarrollar fru ct uosamente
l01• gérmenes bu e nos q ue D ios h a
depositado en e l corazón y e n la inte li.
gencia de los ni ñ os. Vu estro R ector , que
s iempre se ha considerado como padre
de sus alumnos, cultiva \ uestras a lma s
como el buen jardine ro cuida sus má s
preciadas fl ore s ; y yo q u e le conozco y
le he vist0 de cerca en el ej e rcicio d e su
magisterio, sé cuán grande é ínt i mo es
s u gozo, cuando ve prosp e rar la se milla
de la humana sabi d uría en un e n ten·di miento
cándido, dond e no ha log rado
depo~ itar su contag io diabó lico e l espíritu
de concupisce ncia. Si la ciencia , por
si sola es tan re,pe tabl e , c uan do e s verdadera
y no pre suntuos·a fal sifi ca ció n,
cuánto más h ermosa no s e pre se ntará á
nu estros ojos cuando se al be rg a en uno
de esos cerebros extraordinarios qu e saben
sond ear, con audacia de d escub ri dores,
el pi élago de lo criado y al propio
tiempo, dan muestra de cand orosidade s
i nfantiles, que son una reve lació n d e sus
almas. Si la ci e ncia d e un Ba có n de V e rulam
nos impo n e respet o , aunqu e nos
repug na la mi se ria d e l hom bre; qu é di remos
de la d e caracte r es t'\ n b e ll os
como un T o más d e Aquino , co mo un
Newton 1
Hablando en un ce ntro d e cu ltura in·
t electual, donde se hace n b s estu dio s só lidamente
y á c oncie ncia, no te ngo p a ra
q ué expla yarme po nd e rand o las exce le n ·
c ias d e l sabe r . Per o s í os diré un a cosa
que ya sabéis, p o rq ue os la ha incul cad o
v uest ro Rector, per o qu e e s b uen o te ne r
s ie mpr e pre se nte en la me mo ria , y e s
que la cie ncia ~ola no salva ni hace feliz
á n adie. E lla ofrece, sin duda, un ve ne ro
de e levadísimos goces; pe ro éstos se t ue r cen
y aci bara n, c uando vue l ve las espaldas
á la ley mo ral, cuando e ntrete ni d a en
descifrar los fe nóm.enos físi co s pierde la
noció n de lo infinito. El saber d e ci e rtos
hombres cau sa espanto, y sus frut o s son
fr utos malditos. La ciencia inútil, y más
que inútil, p e ligrosa , es la que levanta la
T nr re d e Babel, sin otro objeto que medirs
e J e igual á ig ual co n Dios é insultarle
en su pro]Jia, ina cce sib ' e morada; la otra,
la h u milde y b e né fica, es la que con tra.
ba jo ~ ilen ci os o fabrica el arca de Noé·
para sal var del univ e rsal naufragio !011;
rf's t:·~ rlP I géner o humano.
Cuan do examina rn os lo s progre5o5 ntal
i z<:~rl o s por el h o m bt·e en el corto espacio
de un ~ iglo, sob te todo en el depart
amt ntn n la s . cie ncias físicas y naturale
s; cuanJ•> vern os có m o es a frágil caña ,..
qu e e:. el hombre, pe ro caña que piensa,
, og ún la au mirab!e fr a se de Pascal, ha
h •g r;.¡do d o minar la s fu e rzas monstruosa•
y r f!he ld Ps del mun do ffsi co y con el arma
ma r avi :los a del cálcul o , creada y perfe
cc iona rla po r él, h a pod ido sondear sin
estr e mec e t·, e los abismos de la creación
y llega r ha;ta la r egión misteriosa donde
c e nt e llt'a n las más r e motas estrellas,
no poJ t' mos re primir un movimiento de·
el ación j ubil osa, un r a ]JtO d e orgullo, al
admi rar la potenc ia , que casi parece infi
nita, de la razón humana. Pero cuando
a l pr o¡.; io ti e mpo consid e ramos que esa
mis ma razón, tan ágil, tan audaz, tan pode
rosa , es h oy tan -impote nte como hace
se is mi l años pa r a de scifrar por sí sola
el mi ~te r i o de la creación y el de su propi
a existe nc ia, cua nd o vem os que apenas.
log ra leva ntar uno d e los velos que ocultan
esa Isis fo rm idabl e, el miste rio se ·
a le ja, pe ro no se d eja sor p render, antes
bie n, adq ui e r e m ás treme ndas proporcione
s ; e ntonce s ese orgull o abate las alas.
y vue lve á apod e rarse d e nuestro pecho
un se nt imi ,o nto de humildad, que es princip
io d e ve rdadera sabiduría.
Ya co mp t·ende ré is e n q ué se ntido pudo
h ablar d e " la bancarrota de la ci e ncia " . . ,
un eso ntor tl ustre , cuya r eci e nte muerte
ll o r a n, no só lo las le t ras f rance sas sino.
la. li ter at ura uni ve r sa l. Los ad ve ;sarios
d e F e rdi nand B r unetiere obtu vie ron sobt
·e él fác il tri unfo, a tr ibuyendo á esa fras
e un sentido a bso lu to, q ue nunca tuvo
e n la mente de q ui en la fo rmuló. No tem
ió e l a r r ogante b a tallador que se hubiese
agota do la sa via d e l pensamiento
h uma no, ni q ue se hu bie ra ce rrado la éra.
d e Jos d escubrimie ntos científicos; esa
fr a se sól o quería s ignificar que la cien·
ci a ma te rialista no habla podido cumplir
su s magn ífica s promesas, revelándo-
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EL HOGAR CATOLICU 8g
nos de manera clara y patente _el secreto
del mundo. Y razón tenía para a firm arlo.
El mate r ialism o crudo ha perdido el
poder incon trastable que tuvo en ciertos
centros in telectuales, y la imperiosa fórmula
(de B uchner,juerza y malen·a, parece'
tan arrogante como vana aun á !os
mismos pensadores independientes, que
no pueden desconocer la realidad del
mundo ri el es¡:lritu. La teoría darwiniana
no ha podido salir de la condición de
hipótesis, no comprobada h asta hoy por
. )a experiencia. La prehistoria ha tenido
que reducir á límite s más modestos la
dilatada serie de mil lares de años hasta
donde pretendió al ej ar. la aparición del
hombre sobre la ti e rra. R enán, que d e
todo dudaba, t e nía confianza ci e ga en el
valor probatorio de la exég esis filol ó¡:ica;
y en su Húloria del pueblo de I srael cita
como uno de los monumentos más auténticos
y extraord inarios, la estela del
Rey Mesa, de Moab. Y ahora, viene otro
crítico, tan heterodoxo como R e nán, E .
Dujardin, y e n su libro La so uce du jieuv1
chreHen di ce en el mismo tono irónico,
favorito á Renán: "Creyóse , en lo s últimos
años, que el humilde Moab, á falta
de literatura, nos habla legado en la estela
de su Rey Mesa, un monumento verdaderamente
antiguo : pero, ay l la famosa
estela parece demasiado hermosa
para ser h onrada 1" Fracasos son ésto&
grandes y provide n ciales ; pero que nada
prueban contra la ciencia, sino contra lalt
temeridades de algunos de sus cultivadores.
Ni cómo sería posible que Dios destrozase
una d e las alas con que la criatura
puede le vantarse al conocim iento
del Sér Supremo y de las maravillas de
la creación 1
Dios quiera concederos, jóvenes alumnos,
la fe que conforta, la sabiduría que
levanta el alma : á ello contribuirán poderosamente
las leccion e s y e jemplos de
vuestro R e ctor. Recordadlos á dondequiera
que vayáis; no olvidéis que él, en
medio de las amargas luchas de la vida,
ha conservado la inmutable serenidad del
creyente, y ha alb ergado e n su alma la
diosa de la poesía, la cual sólo mora en
los corazones gentiles, que sabe n desdeñar
el culto del becerro de oro y piden
inspiraciones al ideal para dese mbarazarse
de las ínfimas realidades de la vida.
He dicho.
Pondrán en EL sus ojos
(Zacarías, XII-10)
p or M. Reignés Monlaur, autor de Rayo d~
Lu.r. Traducción de Carlos Suárez Murillo.
ALCEO
El griego Alceo, alargando e l cuel lo á
la sombra de los sicomoros, miraba desde
el Monte d e los Olivos la ci udad d e
Jerusalén. Hacía algunas semanas que
habla venido á ella pára oír á los maestros
célebres, después de h a ber escuchado
los de Atenas y A leja ndrla , no tanto
con el fin de aprender de e ll os la sabiduría,
como para buscar en sus palabras
una forma más perfecta de la b elleza . El
había oído d esde el principio el r udo
lenguaje de un d ogma austero y terrible,
pero no le agradaban las afirmaciones
precisas ni los violentos anate mas.
Parecíale la humana inteligencia demasiado
limitada para b uscar la certeza,.
y la vida sobrado grata para gastarla en
la r esolu ci6n de los sombríos problem a s
del más allá 1 Su único d og ma era la belle
za, y acostumhraba decir que él la ado.
rarla bajo cua lqui er forma que se le presentase.
Esta pasión se extendía hasta las menores
cosas, su s detalle s y exterioridades,
y no podía des hacerse de pueriles.
apariencias. Tal ve rdad era para. él la J?áS
querida, porque la había oído bajo el c1elo
claro de Atenas, al pie d e l Partenón, y
podía re sumirse así: la lu z se deslizaba
por entre la s lín e a s puras de las columnas;
las cabras ramoneaban la yerba a l
rededor del augusto templo, y el pastor,
tan hermoso como un mármol de Fidias,.
hacía producir á una es p e cie de rústica
zampoña, nota s sencillas de una añeja
canci6 n . ·
Había otras lecciones que le repugnaba
traer á la m emoria ; y e ntre éstas figur
aba todo e l pasaje de Platón sobre el
justo perseguido. Cuando su maestro se
lo coment6 e ra ura tarde opaca ; ambos,.
maestro y discípulo, entraban á Corinto
por sórdidos arra bales en donde toneleros,
á golpes de mazo, hadan ajustar co n
ruido estridente, los z unchos contra las
duelas. Esta bella página no se presentaba
á su mente !tino con caracteres de
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EL HOGAR CATOLICO go __________________________________________________ _
hostilidad. Como amante de la vida, vadaba
ante los suplicios, los odiosos desconocimientos
y la muerte.
Pero en Jerusalén enseñaba Gamaliel
(1), orgulloso y elocuente, bajo pórticos
de mármol de cien codos de altura .
Su lenguaje exquisito, era embriagante
como el vino de Galaad. Suspendido de
sus labios. el Gri ego ponfase en busca
de las cadenas de oro, que del Dios antiguo
iban hasta el o(do de sus oyentes .
Por otra parte, Alceo se reía de esas
fábula~. Solamente convepfa en que no
debía estudiarse la sabidurla sino en asocio
de la belleza ; porque para ese pagano,
la sabiduría era caduca y la belleza
eterna. '
Instin~vamente tenla gusto por las cosas
puras, no obstante que el paganismo
había extraviado la vida humana.
En esa actitud, apoyado el codo cont
ra los á rboles y e l rostro en la mano,
Alceo contemplaba á Jerusalén la bella
con placer de arti sta. Faltaban dos días
para la Pascua y e ra la hora de medio
dfa, d e un d ía radiante de primave ra. El
calor d emasiado fuerte ya, había obligado
al Griego á r efu g iarse . bajo los cedros,
en d o nde caían volando las palomas
e n m edio d e rosales y palmas ; á su
alrededor ha.bía un d e rroche de lu z, que
fuertem ente se reflejaba contra las rojizas
rocas.
Fuera del Monte de los Olivos, los alred
edores de J e rusa lén eran esteriles. El
sol hada crujir esa ti e rra árida, e nvuelta
en los fuPrtes perfumes del cinamomo
y del incienso, plantas aromáticas que e l
Griego estrujaba e ntre las manos. Con la
radiante cl a ridad , e l aire ardie nte y perf
umado, un gozo inmenso p ene traba en
su alma. Cerraba á med ias los ojos y ent
re abrla l os labios, como para q ue la
vida misma-ardie nte y suave !-se infilt
rase e n ese ambiente y e n esos r es plandores.
Y allá á lo lejos, ese conjunto de
cúpulas, d e jaspes y d e mármol es, como
una bla nca visión sobr e colinas r o jas ;
allá á lo lejos, r esaltaban las a zote as
del templo, sobre las azules lo ntananzas
de E bal, completaban su sueño de orgullo
y de belleza.
( 1) Véase Un RayQ dfl Luz y Después d~
Nona .
Alceo desde hada largo rato se entregaba
á la embriaguez d~ este ensueño.
Un ruido de pasos de bastantes personas
le volvió á la. realidad.
Gentes del pueblo, sin duda una de las
innumerables caravanas que inundaban
los alrededores de J e rusalén, en víspera
de Pascua, pasaba por el camino que
quedaba e ncima d e él. Interesábase en
seguir co n la vista esas largas filas humanas
, que bajaban de todas las colinas
por est rechos se nderos. Era un apretado
y alegre conjunto de hombres y animales
: co rde ros para los sacrificios, camellos
de andar can5ado doblegados bajo
el peso de la carga ; ancianos decrépitos,
guiando á tres generaciones en e sta
solemne inmigración hacia la Ciudad Santa
; muj eres veladas, de antiguo continente,
ll evando e n la cabe za ánforas,
ce~tos de flor es y de frutas ; pe ro los
l.ombres que se ace rcaban venían de Jerusalé
n. Hablaban un dialecto ru.do y no
Jos acompañaban muje r es. Con gran disgusto
del Griego, hi cieron alto á alguna
distancia para participar de su soledad ,
sus perfumes y su sombra. Alceo se retiró
d e e llos, r eclinó nu evamente la cab
eza en las manos y continuó su interrumpida
contemplación.
II
Aun cuando no quiSiera, ll egábanle
fra gme ntos de sus palabras . Con positiva
so rpre sa, pronto compr e ndió que esos
h ombres sencillos e ran discípulos, y uno
d e e ll os, un rabbi. Un rabbi 1 ese hombre
de l pueblo! Sonrióse complacié ndole
la a ventura, que le ponía e n contacto con
las id e as y lecci ones de esas pobre s gentes
... Esta parte del O ri ente le reservaba
á c a da paso extrañas sor p resas 1
Los discípulos interrogaban. Las respuestas
de su compañero le llegaban
trun cas; pero lu égo se e nde rezó curioso
d e ver a l Maestro, cuya voz era penetrante
y profunda. No p udo distinguir
sus facci o nes; solamente vio una túnica
l>lanca y largos cabell os. E l Maestro miraba
hacia Je rusalén, que resplandecfa
radiante envuelta en lu z. Los discfpulos
como él, miraban e l tem p lo .
-Decidnos ¿cuándo s uc ede r án e sas
cosas, preguntó uno de e ll os, y cuál será
la señal de ' vuestro advenimi ento ?
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EL HOGAR CATOLICO
El Maestro respondió :
-Como el relámpago que partiendo
Td el que se sienta en la Cátedra del
Príncipe de los Apóstoles.
Por esta razón mi Señor y Emperador
me manda á Tí para inclinarme ante tu
trono y besar con el corazón y con Jo¡¡
labios tus manos sagradas. Y si bien Su
Majestad imperial está lejos, con el corazón,
empero, y con la mente Te está cercano,
y con este fin, también me manda
á Ti para hablarte en su nombre y ¡ozar
de Tu presencia; para visitar á Roma
y las muchas cosas que en ella se admiran
y, de modo especial, las tumbas de los
Santos Apóstoles San Pedro, heredero
de las llaves del reino de los cielos, y
San Pablo llamado Vaso de elección por
Jesucristo mismo. "La virtud y la fuerza
de estos Apóstoles y el dón de Tu ayuda
&ean s_iempre de hoy en adelante, con mi
Señor el Emperador Menelik y conmigo."
A este discurso respondió Su Santidad:
" EsKJy verdaderamente regocijado por
los sentimientos que en nombre vuéstro
y de Su Majestad el Rey de Reyes, Señor
y Emperador de Etiopía, guiados ambos
por el Santo Evangelio, habéis expresado;
por el r es peto tributado á la Cátedra
de San Pedro y Jos obsequios que le
ha_béis hecho. Sucesor, aunque indigno,
del Santo Apóstol, me alegra el alma
manifestaros á vos y á vuestro gran Señor
mi admiración respetuosa.
Padre de los puebl os del mundo, mientras
extiendo los brazo s para bendecirlos
y les dirijo la palabra para llamarlos á
la luz de la verdad, hago esto con afecto
particular al tratarse del grande Emperador
de Etiopía, tan reverente con la
Iglesia Católica, acerca de la cual reconoce
su poder y dignidad, tanto por lato
promesas divinas como I'Or su indubitable
auración. Me complace de modo e&pecial
tener esta ocasión de renovarle mi
gratitud y reconocimiento por la alta protección
que dispensa á los misioneros que
predican en su inmeriso Imperio elEvangelio
de Jesucristo . Asegur~d á vuestro
gran Señor que Jos PP. no serán jamás ingratos
á su protección y á sus favores y
que, ajenos, efectivamente, á toda rebelión
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EL HOGAR CA TOLICO 93 ------------------------------------------------
y enemigos de toda insidia, de todo engaño
y de toda astucia, sólo predicarán á sus
pueblos la doctrina del Evangelio, que es
doctrina de caridad, de humildad y de
perfecta sujeción á las autoridades constituidas
; con lo cual le prestarán positivos
servicios, le prepararán súbdi tos fieles,
soldados valerosos y fuertes campeones
para sostener la autoridad y defe nder
su trono.
Además de estas ventajas, no le faltarán,
como óptima recompensa, las bendiciones
Jivinas para su prosperidad, las
que de corazón le auguro á él, gran Señor,
á la Emperatriz, á los Príncipes de
su Casa y de su Imperio y particularmente
á vos, que os haceis intérprete fi el
de mis sentimientos."
Después de esto el Sumo Pontífice bajó
del trono é invitó al Embajador Negadras
Igazu Behaletié á su gabinete privado
donde conferenciaron largo y cor-dialisimamente.
·
Ducurso dtl Papa m d Consz'slort'o ucr-~lo
del día IÓ dt Dt'cümbre.-El 0;urvalor4
Romano publica el texto latino del discur ·
so pron unc iado por S. Santidad P(o X en
este Consistorio.
Recuerda e l Padre Santo que Nuestro
Señor J esuc risto, antes de su dolorosa
Pasión, anunció más de una vez y con
entera claridad á los Apó~toles d~ su
Iglesia, que sedan oprimidos perpetuamente
por las persecuciones de sus enemigos;
y que jamás en este mundo, les
faltarían pruebas.
Esta profecía del Divino Salvador la
vemos cumplirse á la letra actua !m ente,
como se ha cumplido tambié:1 en épocas
anteri ores; dijo después Su Santidad, y
enumeró una á una con dolorido acento
las persecuciones que hoy sufre la Igle sia,
los ataques de que es obj eto, compa rándola
á una plaza fuerte asediada , á ia
que los adversarios, valiéndose de la traición
y de la estrategia, unas veces, y
otras luchando á brázo descubierto, pretenden
rendir y echar por tierra.
Se ocupó Su.Santidad muy especialmente
de los errores modernistas, exhortando
al Consistorio á unir sus e!fuerzos
á los del Vicario de Cristo para ale jar,
lo más lejos que sea posible, el con tagio
de aquel error.
Pot· último, anunció S. Santidad su dec¡
sión de crear y publicar Cardenales de
la Santa Iglesia Romana á cuatro hombres
eminentes que por su virtud, s aber
y comp~tencia, se han mostrado dignos
de formar parte del Sacro Colegio, y
són : Pedro Gasparri, Arzobispo titular
d e Cesarea y Secretario del Consejo de
Negocios Extraordinarios de Su Santidad
; Luis Enrique Lu~on, Arzobispo de
R e ims; Pablo Pedro Andrieu, Obispo de
Marsella; Cayetano de Lai, Secretario
d e la C o ngregación del Concilio; los tres
prime ros del Orden de Presbíteros y el
último d e l Orden de D iáconos.
DoN Bosco, V KNRRABL!t- Por decreto
Pontificio de 24 de Julio último, ha sido
d eclar ado Venerable el fundador de la
Orden Salesi ana D0n Bosco, á los die:z: y
nueve años de su muerte.
El voluminoso proceso de la Curia de
Turin se inició el 4 de Junio de 1890 y
fue cerrado el 1.0 de Abril de 1897 después
de 562 reuniones, en que se examinaron
detenidamente su vida y hechos,
pasando luégo á Roma á sufrir nuevo y
d etenido examen.
En e l Boletín Saleúano de O ctubre del
año pasado , se insertó ínteg ro el decreto
para la beatificación y canonización de
este siervo d e Dios, y allí se narran lo~
he chos de su santa vida.
E L SUEÑO DE LOS CATÓLICOS-A mediados
de O ct u b re último se tJVO en París
un Congreso de la Buena Prensa.
Entre otros discursos que fueron pronunciados
en esa Asamblea, llamó más
particularmente la atención e l d e l intrépido
Coadjutor de Chambery, M onseñor
D elam aire.
S egún su I lma. , la buend prensa ha de
ser " la e nc a rnación de la idea católica,"
ha d e ser tan pe rfecla como s ea posible ¡
ha de ser e n manos de los Obispos " un
gran instrumento práctico de organización
social"; ha de s e r, en fin," ·un clarín
ó trompeta que impida á los católicos
dormirse en presencia d e l enemigo."
D esa rrollando esta última idea dijo su
Il ma . á los co ngresistas y de modo especial
á los católic os que esc riben para el
público:
" Sed todos unos despertadores. La grande
enfermedad d e los católicos de dondequiera
es el sueño . Lo propio sucedía en
t iempos del Divir!o Red e ntor. Las vírgenes
necias no llegan á la hora señalada,
porque se han d ormido . Un hombre ha-
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EL HOGAR CA TOLICO
lla su <;ampo lleno de cizaña, porque ha
dormido y el enemigo ha hecho su agosto.
En el huerto de Getsemanf, ¿acaso no
dormían profundamente lo~ pobres apóstolei,
mientras su Divino Maestre oraba
y agonizaba?"
Y siguió hablando así el orador :
"Cuando recibimos un buen porrazo,
nosotros despertam¿ s, nos sacudimos y
hallamos naturalmente qu e la herida es
dolorosa : pero lu égo vamos en busca de
un rinconcito más tranquilo para pon ernos
al abrigo d e nuevos porra zos y vo lvemos
á d ormirnos .... Si hay al go que
pueda ne utralizar e se sue ñ o tan funesto,
es la buena prensa . E lla es e l clarín que
t oca toda s las mañanas ; es la d e nuncia
elocuente, ené rg ica y multi pli cada de todas
las injusticia s; es la re petici ón pe rmanente
de nu estras r e ivi ndicacio ne s ."
Monseñor D e la main~ puso e l d e d o e n
la llag a, y para sanarla ¡ cu á n ace r tado
estu vo al in voc ar el aux ilio de la buma
prensa !
-- X-INFORMACIÓN
DE LA PRENSA EUROPEA
Su SANTIDAD ha hecho saber por medio d e
su Mayo r domo que, á causa del .estado soc ia l
de la ciudad de R oma, aconseja á los fieles
que celebren su J ub ileo en sus respectivos
. países con oraciones y buenas obras.
Si n embargo, añade Pío x, recibirá paternalmente
las peregr inaciones que qu i eran
ir; pero recomienda á los orga nizadores que
tomen toda clase de medidas parl!- garantir el
~r den y el respeto.
- L EEMOS en La Croix que el ilustre poeta
Franci sco Copée, enfermo de ~r avedad
hace bastante tiempo, ha recibido de l em i nente
Cardenal 111 erry del Val el telegrama sig
ui ente:
"El Padre Santo, r ecordando l os servicios
prestados á la causa de la verdad por vues tro
intelige n te apostolado, y á la causa de la virtud
por vuestro ejemplo, os b endice con verdadero
cariño d e padre."
-L'Univers encumia l a a l tís i ma importa
nci a que t ienen para la Historia y la exég
es is bíb li ca las excavaciones que se están
pr ac ticando e n la i sla Elefantina, s ituada en
e l Alto Egipto. A juicio del ilustre arqueólogo
M. Cl ermont Ganneau, que dinge parle
de las excavaciones, cabe en lo pos ib le que
se ens uentre un ejemplar absolutamente auténtico
de la B ib l ia.
-AL REY Vieron MANUEL, que r ec ibi ó en
audiencia al nuevo A lca lde d e Roma, Nathan,
recuerda La Croix de París, en un b rill an~e
articulo firmado po r H en ry R ever dy, que eo
las band eras de las man ifes t ac io n c~ masónicas
fi g ura n t anto i nscr ip c i on ~s co n t r a laMon
arquía como con tra e l P o nt di cad o.
-CoMENTANDO L'Osser ualore R om a no la
carta que s u Alteza Rea l l a Infa nta D • ~ a
ría T eresa h a d irig ido á los P re lados es pa n o-les,
d ice el citado peri ódico : _ .
"S u Majestad e l R ey d e E s pan a, que rJ en·
do dar u na p r ueba de filial a ~ecto al s~~ o
P ontífice P ío x se ha adhen do a l catoh c o
p u eblo español para promover la ce lebraci ón
del J ub il eo Sacerdota l d el P~drc Sa nto; ha
n ombrado á s u augusta herm a~a l a .Inf~nta
D. • Ma ría Teresa, que tántns s un p at1a s ~ ~~~ e
en toda la nación , Presidenta de la C omJsJOn
de señoras e ncargadas d e recoger obj~tos J? a-
1 a el culto y d is tribuirlos e ntr e las ¡gJ esl aS·
pobres ." .
-EN L A CAPILLA SIXTI NA, y por el prop10.
Po n tífice, se ce lebr ó la consagración de Monseñor
De li a C h iesa.
Presenciaron e l arto los Cardenales Merr y
del Va l , Rnmpolla, Gotti y Respighi, y todo
el Cuerpo Dip lomático en pleno.
Los Obispos cons~grantes fueron Monseñor
Pa les t r a, Arzobispo de Cagli ari, y Monseñor
Valfré, ant iguo d iscí pu lo d e Mon, eñor
Deli a C hiesa.
E l b áculo y la cruz pecto ral, que puso el
Santo Padre al co r sagrado, son regalo del
mismo Pío x .
-La r:rot· x de París dice que toda acción
ca tó lica, para ser co mpleta , debe ir acompañada
de una inten sa acción s oci a l , si¡wiendo
el ('jeruplo de la IQ"l esia, que no deja de pr o curar
el mejora m 1e nto ele las diversas. clases.
sociales predicando la verdad, determma n do
en el mundo un impu!. o continuo ha.:ia la
práctica de las virtudes, que so n e l fundam
ento de la paz y de la ar monía entre los
hombres, y comunicando, fina mente, á l as
a l m:~s, p or med io de Jos Sar ramentos, l a g racia
divina, necesar ia para e l ejer cicio de dichas
virtud es .
También inserta L a r:rot·x a lg unas dec lar
aciones de la Sem aine Catto l iq¡¡e d e la
Sllis.e y del Semellr Va11do is, de las qu e se
deduce qu e los protesta ntes franceses van encontrando,
inso portable la t iranía de los li brepensadores.
L'Uniuers defiende a l Papa y á la Igles ia
contra l a acusación qne l es dirige u los mod
ernistas. de ser enemigos de la c i enc ia y
adversarios de la razón y del progreso.
- CONTRA LOS MODERNISTAS-LOS autores y
colaboradores de la respuesta á la Encíclica
Pascendi, intitulada Programa d e los m od
ernistas, han sido excomulg-ados por el
P a pa, quien se reserva á él so lo l a abso lució n .
Por decre to del Cardenal Vicar io ha prohibido,
bajo pena de pecado m01·ta l , l eer ~
vender ó con servar esta obra á to d os l os que
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EL HOGAR CA TOLICO 95
se encuentran bajo su jurisdicción. El decreto
termina expresando la oportunidad de que
todos los Obispos tomen 1dénticas medidas
en sus diócesis.
- HABLANDO del convento masónico que
acaba de celebrarse en París, c!ice La Croix
que en la gigantesca batalla entablada contra
Dios y contra su Iglesia, hay que admitir la
intervención de un verdadero superhomo, de
un sér que sobrepuja en malicia y en perversidad
á la perversidad y á la malicia humanas;
sér que principalmente se manifiesta por
su espíritu propagandista y por s~:~ perseverancia
en el mal, y éste no puede ser otro
que Satanás, Satanás implacablemente obstinado
en su protesta perseverare d iaboltcum.
"Los fracmasones-añadc La Croix de
París- se han reído de algunos escritorCI! católicos
que admitieron como indiscutible la
aparición de Satanás en ciertas reuniones
masónicas. Hechos de esta naturaleza son tan
difíciles de probar, como fáciles de negar, y
aan de ridiculizar; pero es indudable que sin
una intervención supra humana, no hay modo
de expliear la rabia implacable con que se
viene persiguiendo á la religón católica hace
más de diec iocho siglos.
Obsérvese, además, que ni el paganismo
retrógado, ni el mahometismo brutal y embrutecedor,
ni el protestantismo seco, helado
y estéril, son perse~uidos; antes bien, todas
las sectas se conciertan y adunan sus esfuerzos,
para cerrar contra el enemigo común,
que es el catolicismo romano ; y cuanto más
se aleja de Cristo una relig ión, tanto más es
respetada por los perseguidores.
El plan, sabiamente concebido, de esta bárbara
campaña, t ermina diciendo La Croix,
no ha surgido de ningún cerebro humano;
y si para explicar su malicia no existiera Satanás,
sería preciso in ven tarJo.
-xCr6nica
local
]un/a Gmtral de la Doctriua Crú!z"ana
-El día 23 de Enerv del presente año
se reunió en el salón de conferencias del
Palacio Arzobispal Id Junta General de
la Doctrina Cristiana, que dispone el inciso
8,:' del artículo 14 de los Estatutos,
con asistencia de los Dignatarios de la
Junta Central, de los Sres. Párrocos que
concurrieron á _los ejercicios y de algunos
sacerdotes más de la ciudad. Abierta
la sesión con una breve oración, se leyó
y aprobó el acta del 24 de Enero del
año pasado, correspondiente á la primera
Junta General. Manifestó en seguida el
Sr. Presidente que teniendo la Junta por
objeto dar á conocer el estado actual de
las Congregaciones parroquiales y estu •
diar los medios que más eficazmente contribuyan
á su mayor ensanche y desarrollo,
sería conveniente que Jos Sres. Párrocos
manifestasen su opinión sobre el
particular. Los Presbíteros Sres. Acieodato
Rueda, José Joaquín Ortiz, Ignacio
Castillo, Luis María Berna], Dado Latorre
y Pedro M. Sierra, informaron
acerca de los medios que, por ser adap tables
á las circunstancias peculiares de
sus respectivas parroquias, han adoptado
con buen éxito.j Manifestó luégo el Sr.
Presidente que ya había empezado á publicarse,
bajo la dirección de la Junta
Central, el periódico titulado EL HoGAR
CATÓLICO, cuyas columnas ponía á la disposición
de los Sres. sacerdotes, á fin de
que colaborasen no sólo adquiriéndole
suscripciones, sino prestándole el valioso
contingente de sus con j cimientos, para
difundir las sanas doctrinas en la sociedad.
Si en todos los tiempos ha sido
conveniente que la influencia sacerdotal
resulte aumentada por una superioridad
grande y ve rdadera en las cuestiones literarias,
científicas y sociales que agita la
Prensa, con doble motivo en los presentes,
·no sólo por las recomendaciones repetidas
de Su Santidad Pío X y de Jo <;
Prelados, sino también porque la Prensa
ha venido á ser hoy como una larga vfa
pública en donde se hallan y se empujan
toda clase de sistemas y teorías, vía
que recorren cuantos saben leer, exponiéndose
á un número infinito de peligros.
Corresponde, pues, al sacerdocio
católico señalar y aun conjurar estos peligros,
no sólo por el prestigio de que
goza y por las simpatÍas que hace nacer
en el pueblo, sino también porque ha recibido
de Dios una misión divina, cuya
acción misteriosa tiene algo muy superior
á las industrias del mnndo y al poder
de sus seducciones. EL HoGAR CATÓLico,
como todas las · publicaciones de su
especie, pasará tal vez modestamente,
pero procurando llevar siempre la verdad
á los entendimientos y tomando como
fin de sus trabajos la sublime sencillez de
la Yida en el hogar doméstico, cumplirá
su deber y responderá á una necesidad.
Hizo presente que en todos los países
de Europa los Obispos y el Clero católicos
estaban empeñados en la obra de la
buena Prensa, y que el Padre Santo es-
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EL HOGAR CATOLICO
pe raba de ella y de la enseñanza d e l Catoli
cismo la vuelta d e las naciones á Dios .
Se rezaron d esp ués las preces finales,
-con lo cual se le vantó la s esión.
E l Secretado, Darío Ga lt'fldo,
Presbíter o
E L NUEVO St'Pll:RIOR DE LOS J ESUÍTAS Llegó
á esta ciudad el 30 de E nero últ
imo, acompañado del R. P. Aspirorzz.
Al darles á los distinguidos hijos de
San Ignacio nuestro coroial saludo de
b.ienvenida y d esearles larga permanenCia
entre noso tros y t odo género de pros·
peridad e n este país q ue tánto ama á la
ilustre Compañía de J es ús, nos compla cemos
en r e produ cir lo sig- ui ente que trae
un n otabl e diario d e La Habana : " Con
gran sentimiento h emos recibido la no~
icia triste y de scons oladora d e que el
1 lus ~ re ~ector d e l Colegio de B elé n, el
sabw y vi r tuoso P. Vicente L e za, aband
onará d e ntro de muy b r e vP.s dfas esta
t ierra cubana d onde tá nto bien h a h ec
ho y tántas simpatías hi\ loo-rarlo ad -
q uirir. "'
. Esta noticia no pudo menos d.:: produo
r , como ha producido, honda pena en
nuestra sociedad , p o r e l grande aprecio
y estimación que e n ell a tiene . el humilde
j esui ta, qu e con su ca rácte r n oble y
senci ll o, su s grandes dotes de cu ltura é
ilust rac ión, su afable trato y finas maneras,
ha sabido siempre conquistarse un
lug-ar pre fe rente en el corazón d e todos
aqu~llos q ue de verdad se interesan p or
el b1 e n de nu e stra juve ntud y e l pr ogreso
de nuestra patria ; cosas ambas, á q ue
ha contribuido pod e rosam ente e l P. Leza.
Este digno hijo de Loyola, que durante
s u fecun d~ vida de misi one ro y pasto r de
almas casi ha recorrido las cinco partes
del mundo, por dos veces ha arribado á
nuestras playas y habitado entre nosotros:
la primera d esde el año d e 1880
hasta el 84, y la segunda desde 18 89 hasta
la fecha . Pecaria mos de ingratos si
no enviásemos también nu estro afectuo~o
y expresivo adiós de despedida al R. P.
Aspirozz, que en compañía del P. Leza
marcha hacia Co lombia, á ocupar el cargo
de, Prefecto d e l Colegio de Bogotá."
. -CATE~rsr.:o~-Los RR. PP. J es uítas
d1erc:n pnncipiO e l d•Jmingo pasado á la
ensenanza de la Doctrina en t odas las
iglesias donde la han ten ido establecida
pe años atrás. E l celo y acierto fJUe loe
distingue, unid o al interés de los Párrocos
y á la diligencia de las señoras y señoritas
pr es id e ntas, dignatarias y celadoras
d e las Congregaciones de la Doctrina,
permite au¡;urar para e l pres:ente
año el mayor éxito.
-NoMBRAMIENTos ECLESIÁsTicos - El
Ilmo. Sr. Arzobispo ha h ec ho los siguientes
: pa ra Cu r a d e Basa, Presbítero D .
Francisco Jos é V ergara; para Cura de
Cota . Presbítero D. Julio Vergara; para
Fosca, Presbítero D. Benjamín Peña ;
para Guataquí y Nariño, Presbítero D .
Abdón López; par~ La Mesa del Carmen,
Presbítero D. Francisco Angulo;
para La Paz de Ca!amoima Pres bítero
D. Mi sael Gómez; para La Vega de
San Ju a n, Presbítero D. Manuel Plata;
para Quetame, Presbítero D. Luis Carlos
Si lva; para Que bradanegra y Utica
Pres bítero D . José Angel Aldana; par~
La Calera, Presbítero D. Rafael M.
Riveras; r>ara Quipile, Presbítero D. Venancio
P áez; para Soacha, Presbítero
D. J eremfa_s Rodríguez; para Sop6, Presbíte
ro D. fobias Cabra; para Tabio,
Presb!t~ro D . Marco Aurelio O spina ;
para Tibacuy, Presbíte ro D. Luis Cer6n .
Pérez; para Tibirita, Presbítero D. Julio
Fore ro T orres; para San J osé de la Peña
Presbftero D. Rud esindo Guevara · par~
Villapinzón, Presbítero D. J osé Ísmael
Téllez ; para Cape ll án de las Dama s del
Sagrado Corazón de J es ús, Presbítero
D. Teodoro Rosas; para Capellán de la
Corre cción de Paiba, Presbítero D. Vale
ria na Gaitán; para Capellán d e las R eligi
osa~ d e l Buen Pastor, Presbítero D.
Eugemo Ram(rez; para la Presentaci6n
P r esbítero D. Roberto Chala · para L~
Infancia Desamparada, Pre~bítero D.
Pedro Pablo García ; para el Instituto d e
Arte s y Oficios y Escuela Normal d e
In s~it.utores, Presbítero D. Luis Jorge
TeJ e iro.
-CuARENTA HoRAS DE LA PARROQU IA DB
SAN PEDRo-Tendrán lugar el 1. 0 2 y 3
de Marzo.
Algún almanaque las había anunciado
para el 10, 11 y 12 de Febrero, sin
acordarse que son movibles por estar
asign.adas á los tres dÍas que preceden
al Miércoles de Ceniza. El Párroco invita
á todos los fie les de la ciudad y espera la.
cooperación de sus feli5reses.
Imprenta Eléctrica
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL HOGARCATOLICO
PAsTORAL DEL luw. Y REvoMo. SR. ARZOBISPo-
De la importantísima q ue acaba
de p1,1bl icar para la Cuaresma del presente
año, transcribimos por ahora lo si guíen~~
· llamando de modo especial la
ate ncwn de los padr es de familia :
·"Nun ca podremos deplorar como es d ebido
qu e familias católicas estén confiando
la e du ca ción de sus hijos á maestros
P.rot e stantes, misioneros d e la here jía,
sm que o b.s ten pa ra e ll o las ce nsuras y
amone staciOn e s d e la I glesia, que Nós
nunca. h.emos dejado de h a ce r llegar á
conoctmt e nto de nu ~ stros diocesanos. No
m e nos di g nos de re probación son aquell
?s q~ e prefier e n p>o ne r sus hij os bajo la
dzrecczo11 de lll 'lestros z'tnpí,os que ó n? crun
, . ' ' o 110 pr ad~ea n p ara nada la rtlt'gz/m, buscan
cooperadores como ellos, se ú r vm de t ext os
que la Ig lesia reprueba, para e'lse!tar doclrz·nas
igua l¡:z ente reprobadas,· y dan á los es t
a ble ctmte ntos qu e d iri g~ n ca r ác te r e>en cialmen
te laic o, porque no se enseñan
prin cip io<> d e rel ig-i ón, antes se atacan ·
n o s e in culcan práctic as cri s ti a nas, a n te ~
se las ha ce obj e t o de burla y d e d-=spre c
io. Una vez más os declaramos qu e to dos
estos plante les de edu caci ó n est-\n
r ep ro ba fos, condenados, analemaHzados ,· y
que los padre s y je fe s de fami lia q ue e n
tal es esta bl e cimi e ntos coloque n á los q ue
de ellos d e pe nd e n, incurren e n p ec, zdo
mortal y son z'ndzgno s de recz'bz'r los S ant os
S ac ramentos y los aux ilios d e Nu e str a
Santa Madre I glesia católica."
En otro documento había d icho el Prelado
con r e la ción al Colegz·o A11teri'cano:
" L a . secta presbite riana viene ya
desde ttempo a tr ás soste ni e ndo mision eros
que propaga n e nt r e nosotros sus falsas
doctrinas. Aquí le vantaron ant es
templo p :ua ce le brar fun cion e s de su
culto h erético. M ~s tarde acome ten la
tarea de atrae rse sec ar ios , s e m b rando la
mala se mill a de la h erejía e n la juventud.
Con tal fin fundan prim e ro colegio
de niñas y escuelas, á donde como e s
público, son llam ados no poc~s hij os de
pad;es ,Pobres, á quien es se li sonjea con
d.ádtvas .Y promesas d e auxilios pecunian
os . Vte ne m ás tard e e l establ ecimi e nto
de co legios y escue las p a ra h o mbres ...
V e mos con d olo r qu e no h a n faltado padres
y madres el · ~ famili:l, in cautos unos,
otros p :! rvertid os , que han sacrificado m
con czm cia y vendido quiz:í por un pequeño
~ocorro la fe de ~u fami lia y la han d e Jado
arrastrar á la apostasía, poniéndose
ell os y sus hijos en estado de eterna condenación
."
EL ILMO. Y R&vo:lto . S R. ARZOBISPO salió
e l 4 del presente en direcci ó n á Tocaima
lugar dond e d e morará unos días por m o~
tivos de salud. Des eamos al ama do P astor
g rata y sal u dable 1-'erma nenc ia e n
esa ciudad, para que restablecido compl
etame nt e , nos sea dado ve rlo de nuevo
en esta su Met rópoli Primada,
EL ASN ILLO DI;; LAS CAMP ANA s-Por p r eScri
pciÓ n li t úrgi ca y co s tum bre . tradi cional,
cua ndo se ll e va el Vi á ti co ó la comunió
n á los e nfe rmos, de be p rec ed e r e l so ni
do de la campa nilla para l la ma r la
:. ten c ión de los fi ~ l e s con e l ob jeto de
<;,ue ador en al Sdntísimo y ore n por e l
e nf e rmo.
E sta práct ic a ha sid o d f'! ta l manera
r e spe tada e ntr e nosotr os , q ue por ra reza
se ve alg ún transeúnte incivi l é irreligioso,
que, al soni d o de ia campana, no se
detenga, se descubra y se arroiill e
c ua ndo pasa Nuestro Amo. P ero la industriosa
y á veces poco c ri sti ana especu
lación, ha h a llad o en esta ciu da d e l
.m edio de usur par lo q ue excl usi vamente .
estaba destinado par a anunciar las a dmini
straciones , colocanJo unas ca mpanillas
en los ca jones qu e ll eva n un os b orricos,
di spuestas de manera que al mo vimiento
a compasado de ést os, se produce un sonido
que engaña á m u h os , h ac ién d oles
cree r qu e se a ce rca Nu estro A m o, con
lo cual se d es .; ubre n y aun se arrodillan,
resultando d e todo esw la natural indignaci
ó n contra e l que así se burla d e l púb
lico.
P e ro no es esto sólo, sino que la repeti ción
de estos chascos, hace que cuando
d e ve ras pasa u na administración muc hos
no hag an caso de ella, por lo cua [ se van
multipli cando los d e sacatos á la Majestad
y la ind ife ren cia relig iosa .
Si los católicos se abstuv ie ran d e comprar
e l c afé qu e se les bri nda por este
m ed io , el e m presario busca ría timbres
ade cu ad os p ara anun ciat- su me r cancía,
y no ocasionaría á los q ue r .! S petamos
los medios de que se val e el c ulto cató lico
pa ra a nu nc iar la prese ncia de Nue stro
Amo, e l profundo d esagrado que n os
producen las ca mpanas de los b urr os. 1
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL HOGAR CA TOLICO
ADVERTENCIA IMPORTANTE
EL HoGAR CATÓLico se publica por ahora
e l 1.0 y e l 15 de cada mes, sin que
esto obste para que por alguna cil·cu ns .
tancia salgan números extrao rdi narios.
Está destinado, como obra de propaganda
religiosa, á les familia ~ Y. al pueblü
católic o:>, tanto del Arzob ispado de
Bogot1 como .d e las demás Dióctsis .d~l
país, á cuyo fin hfl obte nid o. el patrocinio
y bendición del Excmo. Pnmado d~ Colombia,
y el beneplácito de mu chos Pr ~lados
que bondadosamente s e han servtdo
r eco mendarlo. Esper a colaboración
apropiada de los ·escritores qu e se int"' r esan
por la causa de Dios, y la cooperación
de los que aman la can'dad b ien e n tendida.
L os señore!> Curas y PI Clero en general
si atienden lfls indicaciones d e l
Prel;do, pod rán ::1yudar eficazm e nt e difundiendo
la lectu ,· a d e l peri ódico y buscándol
e susc ri pciones, cuyo v 1lor sea cubier
t o religiosamente. Los s oc ios de San Vi cente
d e Paú! y demás asoci1ciones piadosas,
pueden hacer otro tanto . Cuando
las susc r ipciones alcancen á cubrir el
costo d e im pre!> ión y d e más gastos indispensable~,
se destinará e l excedente para
l a propaganda católica, que inte r esa hoy
más que ninguna otra obra, porque las
necesidades del a lma, que miran al tíltimo
fin d el h ombre, son las prime r as.
El sacerdote que ha acom etid o esta
empresa ' no prete nde,deri var para sí ningún
provecho material ; más bien ha .tenido
e n cuenta Jo s perjuicios que sufnrá,
las contradicciones, decepáones, etc., que
sabe l e ocasionará esta labor, acaso por
algunos de los que m f' nos podría es?erarlo.
Si se ha lanzado e n ell a ha stdo
por corresponder a l fin que e l Prelado se
propuso a l crear la Junta Central de la
Doctrina Cristiana. y porque d esp ués de
las muchas dilige ncias que hi zo, no hubo
quie n se animara á acomete rla, N o le
pesa de la obra e mprendida porque lo
ha h echo sólo por Dios y su Santa Iglesia,
va por e l camino recto y no le amedrará
dificultad ningu na mientras vea es voluntad
de Dios que continúe; por lo cual los
que se suscriba n pueden estar seguros d. e
que no perderán su dznero, porque e l DIrector
asume toda responsabil idad mien.
tras corra por st: cuenta el periód ico . ..
Cuando se cubra oportunamente el valor
de ]'l serie de 10 números, va le sólo
$40 par el; ~¡ se demora el pago hasta
ll f'g-n. · á la mita d d e la misma, vale$ se.
El núm e ro suelto basta un mes después
dt• rublic&d<', $ 5 papE" !; pa ~ ado este
tiempo, $ 10.
Se cgr ega rá á cada número una cubi
e rta de avi ~ os d e cu a tro pág mas, cuando
h aya los suficientes para cubrir e l costo
d e la im pr esión . .
No se publicarán remitidos la rgos, m
escritos que no g uarden armonía con tl es píritu
del p e riód~co ; ni se devolverán
ori¡ri na les.
Tampoco se co ntrae co m p r o miso de
publi car todo lo qu e ll egue á la R e?.acci
ó n, ni e n la fur ma en que lo exiJan .
Todo tsto queda so metido al parecer de
la Junta Central d': la Doctnna.
Dirección " Presz'dente de la Junla Cen tral
de la Docirzlza Cn'stz'ana ; por t e légrafo,
registrada oportunam en t e, Hog a~. S e
reciben suscripciones y se venden numer
es sueltos e n la Cdsa Cura! de la Parroquia
de San Pedro, carre ra 6.", núme~o
2 1 7, y en I r~. Agencia mo rtuoria de Luci o
Forero Nie to, bajos de San Bartolomé,
cal le 10, número 2 13.
L os que han estado dev_olv ie n.do _POr el
corr eo números, que se Sirvan mdicar la
procedencia para n o r epetirlos ; los que
te ngan núme ros r epetidos que te~g~n la
bondad de remitirlos; los que r ec i bieron
e l prim er núrnero y no se ha n ~uscrito,
c1ue io-ua lm en te se sirvan devolve rlo sano
y sal:Jo. Tod as estas parve dades r e~ni~ ~s
cau~an perjuido grave y la restitucwn
obl iga e n c o ncie nt:ia.
-x-
DECRETO LEGISLATIVO N~ 47 de 1906
( 12 DE SEPTJEMBRE)
s obre Prensa
TITULO II
De los periodistas
(Contin ía)
Art. 18. Si la publicació n principi'ire
ante s de acusarse recibo Ó d e vencerse
e l término señalado en e l artículo anter
ior e l director de ella y e l dueño , administ;
ador ó encar gado del establecimiento
donde se haya editado, serán castigados
cada uno con una multa de cinco á
veinte pesos en oro.
( Contámará)
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"El Hogar Católico - N. 6", -:-, 1908. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3686827/), el día 2025-12-28.
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