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.)
N9 4Gc. --CAL! (República de Colombia) ABRIL t~ D~ I9It
DiJeclor, BLA8 .\J. 8G \RFETTA
Trabajadores
¿Vosotros, hijos de la tierra, seres buenos, humildes que os llamáis
gañanes; vosotros que la rompéis con la reja del arado, y echáis en el
surco la simiente de la vida: vosotros que acariciáis la plantita recién
nacida. arrimando á sus lados el limo bienhechor, humedeciéndola con
un hilo de agua que pasa haciendo la rueda; vosotros, que segáis 1M
mieses, mondáis el haza con la barra, hacéis leña con el hacha, vosotros
estáis acaso pensando, cuando dáis les golpes en el tronco, cuando
corréis la hoz, cuando traéis el agua con el azadón, estáis acaso pensando
en la manera cómo seduciréis á la mujer de vuestro Yecino, cómo hurtaréis
la oveja á vuestro amigo, cómo levantar una quimera al inocente? No;
la imaginación no se corrompe sino en el ocio; el trabajo libra de la muerte
porque libra de los vicios. ¿Sabíais que los vicios son la muerte? La ociosidad
es la fragua de Jos pecados; manos que nada hacen, se están afilando
para el robo. La inug-inación bien dirigida, obrando bajo el peso
santificador de los bueno~ pensamientos, es la más brillante de las facultades
del hombre; corcel lleno de vida y fuerza, que en noble juego va
saltando y haciendo escarceos por vastos y risueños campos, siempre
que un bocado de oro asido á riendas de seda le contenga y le guíe blandamente,
la imaginación está de contir1uo trabajando, así en las buenas
como en las malas obras; en siendo bueno el objetQ, la obra es sublime;
Ém siendo malo, es reprotada. La ociosidad es el lugar desierto á donde
se dan cita crímenes y vicios; el trabajo es el padre de las Yirtudes ....
¿Oh! vosotros, hombres modestos, útiles, que os llamáis artesanos, pensáis
en el mal cuando vuestro cuerpo va y viene sobre el madero, asidos
los brazos al cepillo, v ·en do desaparecer vuestros piés bajo la crespa, olorosa
viruta que sobre cllus se amontona? ¿Pensáis mal ruando estáis Je,·antándoos
al firmamento junto con la sagrada torre que va creciendo debajo
de vosotros? ¿Pensáis en el mal, cuando la fragua gime y chispeaávue3tra
vista, ardiendo colérica en su avidez pJr devorar el fierro? ¿Pensáis en el
mal cuando alzáis el martillo tiranicJ y dáis el horriole g.Jip~ sJbre el dem'Jnio
que en forma de ascua está aheorrojad en vuestras tenazas? ;,Pensáis en
el mal cuando apare.iá•s el telar, ruando hacéis gemir las tijeraR en vuestra
mano poderosa, cuando el barro toma entre vuestros dedos esas formas graciosas
y elegantes que imprimís, creadores mortales, á vuestros ut{!nsilios?
Si sois malos, no Jo sois en cuanto trabajáis. Trabajad de día, y el cansancio
será fianza ele la noche. El sue1lo es otro salvadrw, siempre que venga
en pos de la tarea. El suei1o medido; licito, necesario. es el amigo más tiern('
y socorrido que reconocemos; el que e jtá trabajando, no está robando; el
CJUe está durmiendo, no está mintiendo ni quitando h m'¡jcr del prójimo.
Pueblo, trabajad, dormid; todo á su tiem110, todo con medida ....
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838G EL CORREO DEL VALL1!1
¡Oh¡ vosotros; hombres hábiles, admirables, quedáis formas humanas
6 más bien divinas, á esa piedra agria de genio que decimos mármol,
¿tenéis acaso el pensamiento puesto en un proyecto de delito, en una bastardia
cuando ese cuerpo bruto vuela en astillas por obra del cincel, y va
saliendo poco á poco un dios ó un hombre grande debajo de vuestras manos?
¿Cuando el triste lienzo empieza á anünarse, iluminarse, tocado apenas
pcr ese instrumentito prodigioso que corre á la paleta, mete la cabeza,
como el cisne, en esa fuente de ingenio, toma ún baño de inspiración, y
t.ruelve á dar sus toques de poesia en las líneas acompasadas que ya están
dando impor-tancia á la humild.e tela? ¿Cuando los metales preciosos, vueltos
amable cera en vuestras manos, cobran vida, sintiéndose animados por
el rayo de inteligencia que le habéis puesto de alma en las entrañas?¿ Cuando
acomodáis las ruedas debajo de las cuales yace á su pesar el tiempo, sujeto
á una pesita ruín que le'tiraniza y desmenuza, como burlándose de la
cosa mayor y más ine..xplicable que contiene el universo? iOh! vosotros, los
estatuarios, los pintores, Jos relojeros, artistas maravillosos que tenéis el
pensamiento absorbido por el Dio3 de vue.:>tras artes, el Dios del trabajo
vosotros os halláis menos dispuestos al crimen, á los vicios, que esos infor:
tu·1ados cuya operación es la ociosidad, cuyo timbre: la insignificancia.
1
Canción de Abril
Por la alameda desierta
va rodando, va rodando,
á la luz trémula, incierta
de un sol que se va apagando
unn. pálida, hoja muerta.
Y va llorando,. llorando
por la alameda desierta ....
JUAN MONTALVO
En la luz crepuscular
flota la melancolía ....
-¿A quién van á sepultar
esta tarde opaca y fria
que dan ganas de llorar?
Oh, Cl}án lenta es la agonia
de la luz crepuscular!
Llora el viento entre los pinos ....
-¿Dónde vas, triste viajero,
á través de los caminos
sin llevar un compai'íero
que haga suyos tus destinos'?
Oye el viento lastimero
cómo llora entre los pinos! •
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·~-·
Por un amor sin e3pcranu he ido
al Bien y al Mal, al frio y al calo~
y al tornar de ese aje en mf ·ef4s~fc~í'fJI.
este amor, esta. na y este olvido.
este olvido, esta pena y este amor.
Fuf detrás de anos ojos y al mo=nentbsenti
que algu n me dijo: ¿á d6ade vas.
y que en las bwacas ráfagas del viento
vibraba aque jlesesperado acentlo
ya sin nombr eJl la vida: nU?I.Cf' m á.
Perdur en jardín aridecido-un
espa de- ngustia y de dolor
ho.y qúe tan s6lo alientan en 1 nido
e.ste na y est o,
este na y este -.or.
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8397
•
EL CORREO DEL VALLE
A la gloria
(Para mi querido amigo
Enrique Cubillos.)
iSublime ensoñación! Rosa encendida
Del olimpo en los mágicos verjeles:
Por conquistar un haz de tus laureles
El hombre ofrenda con placer la vida!
Para ceñir la palma apetecida
El trovador desgrana sus rondeles,
Y un reguero de rosas y claveles
Mana del héroe la sangrienta herida!
A tu paso se inclinan las edades,
Aquietan su furor las tempestades
Y se pueblan los ámbitos desiertos ... .
Eres mi sol de vivos resplandores,
Mas jay! tan sólo alumbran tus fulgores
El reino silencioso úe los muertos!
Bogotá: 1.912
ANÍBAL MONTOYA CANAL
Carta de otoño
« .... No, no me digas que no le quisiste, ni que aquello fuese para tí
un pasajero entretenimiento de verano, hoy ya olvidado entre las brumas
otoñales. O si no, ¿por qué esa sutil melancolía de tu carta y esas desdeñosas
palabras contra él? .. . Aun cuando quieras disfrazar bellamente tu
cuento con el título de ((Mi amor de este verano,» y lo narres con grácil
ironía, bien puede conocerse, bajo de ella, el áspero rigor de la añoranza.
No; nuestras aventuras de verano no son pueriles juegos de amor. Nuestra
juventud pasa demasiado aprisa, para que nos deje tiempo que gastar
en chanzas y tonterías. Verano é invierno, para nosotras es igual; no
puede haber tregua en esa lucha por el novio. De lo contrario, dime ¿hubiera
acabado de este modo tu aventura si él, en lugar de huir cobardemente,
como tántos, hubiese continuado bajo tus balcones, con el mismo
fervor que debió mostrarte bajo los árboles de esos montes, donde le conociste?
.. . . No niegues tu cariño, ni lo escondas tras esa máscara de olvido
y de burla. ¡Si es ésta nuestra eterna historia cuando llega el otoño, y
con él la dolorosa certeza de que todo aquello es ya cosa lejana y volan-dera!
...... .
Yo también he vivido una de esas lindas novelas que se cuentan con
una sonrisa, sin pensar que en ellas va prendido un corazón. Yo también,
en esas horas invernales, llenas de tedio y de lluvia murmurante, dejo
en libertad á mis recuerdos y revivo aquellos dias luminosos y alegres
1 en que pude amar sin que me atormentara el porvenir. Y eso hemos de
agradecerle al desengaño: que nos haya aromado con un poco de ensueño •
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EL CORREO DEL VALLE 8398
la suave prosa del vivir. Gustarás el íntimo deleite de cruzar las manos
sobre la labor, mientras percibes en el alm'l el abrazo azul de Jos recuerdos.
Gustarás los momentos solitarios, cu~ndo tod() calla en torno tuyo y el corazón
rompe en una inquietud sonora mientras crees escuchar aquella voz
cordialísima, aquellas engañosas palabras que te hcieron olvidar la vida
para pensar tan sólo en la pureza de las rosas, en el hechizo de los claros
cielos, en el rec;plandor del sol sobre los campos, en la humilde paz de 1
1')S
crepúsculos ... . Y habrá un momento en que sentirás temblar las lágrimas
dentro de tus ojos, y luégo, otro momento de ira y de rencor. Y por todo
consuelo, abrazarás la pluma, y á esa amiga lejana- esa amiga qué crees
que te quiere más porque de tí está lejos-le irás contando tus pasadas
amores, queriendo acariciar tu pena con mentidas ironías, y sonreir, son-reir
á todo trance. ~
Es mi historia. Un pueblecillo blanco y sosegado; unos días de sol y
de esperanza; unos deseos muy grandes de soñar, y un novio cariñoso y
.gallardo que abrió mi corazón á todos los optimismos. Un muchacho soñador,
un poco artista, que hablaba con una voz muy clara y muy serena; y
le quise .. . . Y empezaron esas charlas secretísimas en los paseos matinales,
al amor de los pinos, cuando resplandecía el cielo, y ardía el aire, y
el polvo de los caminos abrazaba los pies, y Jos ojos cegaban de tánta luz
en el espacio ... . ... .. . .
Y las charlas dulcísimas de la media tarde, en los gratos refugios de las
fuentes, mientras cantaba el agua soñadora entre las umbrías de los sauces.
Y el regreso lento por la blanca y torcida carretera, entre un loco piar
de golondrinas, muy juntos, enlazadas las manos, viendo cómo el cielo
se asombraba, porque moría el sol á nuestra espalda y en la cumbre frontera
aparecía el clarísimo lucero de la noéhe. Y su voz - su voz de música
entre frondas- me narraba, muy queda, muy blanda, las fantásticas historias
de la paganía: la de Dafne, la de Ciparis, lGt de las anémonas sangrientas,
la de la dulce Pitis .... Y :yo le escuchaba, regocijada en mí misma 1
sintiendome ceñida por el encanto de esa hora misteriosa y novelesca ....
Y una alegre tarde de gira en un descanso bajo los olivares, apoyé la cabeza
en sus brazos, para dormirme en el silencio, para el ·placer de saberme
guardada en el regazo fuerte de mi amr do. Al despertar tenía en los labios
un sabor desconocido. Ya ves si soy loca, que hasta imaginé que aquello
había sido el primer beso . . . ... Y luégo, la ciudad. Una tarde- ya avan-zado
el otoño- nos encontrámos frente á frente en una calle ruidosa y elegante.
Muy amable, muy solemne, saludó, sin detener el paso- Yo sonreí,
muy correcta y muy fría. Aquello había terminado .. ..
Pero lo que no puede terminar es el recuerdo. Quedó engarzado en mi
corazón como un clarísimo di aman te, cuyos destellos me place contemplar
en el sigilo de esas. largas horas de abrumamiento espiritual. j Hay tán ta
calma, y tánta soledad en torno nuestro! Aunque riamos mucho, y cantemos
más, y llenemos de sol la casa toda, ó aunque en la quietud de las veladas
familiares inclinadas sobre la labor, hablemos á la madre de las vanas
cosas del vivir cotidiano-· como si nada triste ó nada intenso para nosotras
encerrara la vida -ha de venir un momento sombrío y añorante, que
nos estremezca con las íntimas resonancias del recuerdo. Y cerramos los
ojos suavemente, para ver mejor esa escondida claridad de nuestros sue-tíos
. . . . .. . .
¿No es cierto, amiga hermana, que ese amor de verano es, á pesar de
todo, el más dulce SPCreto de nuestra juventud? . . . »
F. MIRABENT VILAPLANA
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f'39) EL CORGEO DEL VALLE
Carta de ella
Ay! todo se acabó, desventura-'o !
En la fatalidad que nos aparta
sólo queda en mis manos esta carta
que ella, al partir, llorando me ha dejado .... • «E~ alta noche 1\J i :~.Jma e5tá contigo;
h ~ aquí mi última y titrna · o1cc• ncia,
exáncme, abatid?. scn confidencia,
en mi dolor no sé lo que te. dcgo.
«En \non hosco la m.-·jor palabra,
e l lenguaje más fiel y más cntenso,
para que ecl él, de mi cariño inmenso
lo má~ sagrado ante tus ojos se abra.
l acliós la hora suprema·
-Aclíó<, te dije; el corazón te arlon' ....
Desperté .... Y hoy he \"isto que á esa hora
tú d..tbas fin al íntimo poema
«Así al instante en que la di(;ha acaba,
se busca de los dos el sentimiento.
tú estaj:'ls junto á mí en el pensamiento
y yo c7.tcgo y con tu amor soñaba
arranques de tu pecho las raíces
de este amor que me dió tanta alegría!
«.\mor. dolor! De toJo aquí me acuerdo:
h1storia que el destino rltja trnnca ..
Yo no podré <•h•idarte nunca. nunca,
salva tú del olvido mi recuerdo!
«Ah! el esta historia sabe tu alma apenas
estas últimas páginas! Yo sola
se que hace tiempo con valor se inmola
mi corazón en angust.Josas penas.
/ «Tú crees que en estas noches solamente
he llorado por tf -fatal engaBo!
hace un año también , hoy hace un año
lloraba tu egolsmo indiferente,
«Tu de tanto dolor no sabes nada ..•.
Mas no quiero acordarme de otra cosa
quP. del taempo en que he sido tan dichosa,
en tu amor y en tus versos arrullada .
«Tus versos! De memoria los aprendo
v soa:i como una música süave
que me trasporta al cielo y cuya clave
de infinita pasión yo sola entiendo.
«Por qué no me enseñaste aquel idioma
llene de embriagadNa poesía,
para que así también el alma mía
te conturbara con el mis 7 o aroma?
Yo tu musa .... ~las. a~· ! de 1>routo advierto
que ésta es la última carta que te escribo
y que aún estoy soñando que está vivo
lo que estamos llurando ya por muerto!
Da una hora el re!oj. Es que ya empieza
el espantoso y tao temido día.
cuya alba melancólica y sombrfa
viene velada de mortal tristeza.
c:La fría realidad está presente ....
Adiós!. adiós. delirios é ilusiones!
dicha de los amantes corazones!
destello de una luz resplandeciente!
«Ay qué va á ser de míl Cuando mañana
como ha~Sta ayer, sonriente me despierte
con la dulce ilusi~ de que he de verte,
espantosa \'a á ser la ilusión vana.
óio invaerno
será para mí el tiempo; duelo eteruo:
días sin sol y noches sin auroras,
« En tanta soledad. haz que se junte
coa el mío tu am~nte pensamiento,
y en el cielo, en las nubes y en el viento
contéstame cuando algo te pregunte.
«Yo escucharé tu \'OZ •• siempre la escucho
dentro de: corozcSol-por siempre dime
que á mi recuerdo tu memoria gime.
que no me olvidas, que me quires muchol
«Qué sentiré cuando en el tren callada,
ya me vaya alejando/ A cada instante
estaré de tu lado más distante.
más sola eo mi aflicción, desventurada!
•
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EL COHREO DEL V.\LLE 8+00
r tu obra.
Al fin la obra se representó .... por desgracia ele Simona. La principal
intét·prete era bella. Charles no t'trdó en d jar s 1 hogar p::tra abandonarse
E'n brazC~s de una actriz. Cuando el autor dramático entraba en su propia
casa, e!'a pat·a salir de ella en seguid:1, distraíd:> sie:n!)re, preocupado
siemnre, é irse lejos ue su mujer.
Esta le dijo:
- Tú amas á otra.
- El repuso:
-~Qué quieres que haga? Es nec.:?sario qu} cad~ cu1.l viv.l su vida.
Ella se resignó, No separándo e por completo de su marido, viviendo
e 1 la sombra de su gloria, su.s aspiraciones quedaban satisfechas.
Joven y bella, Simona vistióse de negro, renunció á las amistades y á
las visitas . .... . uCuando sea viejo, se dijo, volverá á mi. n
¡ Lis~tte Davril, la principal intérprete de Charle>, quedó sorprendida
al re~ibir, el día s·guie1te á la primercl repr:santació:1, q 1~ fué un de3as-tre,
la visita de Mac'a'!le Permón. •
-SefiOra ..... .
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CORREO OE[J VALLE 8402
-------------·--- ------~---------
Madame Permón interrumpióla:
-Señorita, vengo á implorar de usted un favor ...... si .... yo casi
nunca veo á mi marido .... así es que he venido para prevenir á usted ....
joh ! no es que esté enfermo, no, pero quiero que usted no ignore que
el doctor le ha prohibido terminantemente, que fume más de cinco cigarrillos
al día. Es un niño y es necer:ario que tenga cuidado de él ....
HENRI DUVFRNOid.
- Del pasado
A LEoPOLDO E. LuGO
Crisálidas que duermen op·rimidas
y despiértanse aladas m~riposas,
son los recuerdos de mi edad primera,
dnlces recue-rdos que en alegre ronda
se agitan en t?·opel dentro del alma
cuando su obscu·ra cárcel abandonan .
. . . . /)el sol naciente
que doraba lo8 cen·os de la costa,
apenas sonreía un débil rayo
entre el ramaje espeso de las frondas.
Poetas de la selva, los tu1·pialeF,
cantando aleg·res y bebiendo a?·ont~s.
con el au·ra sutil de la montaña
celebraban ·la vuelta de la aurora.
De los nopales en las verdes pencas
ensayaban su vuelo las palomas;
y 1m hálito sensual se desprendía
de la tierra fecwtda, que sus bodas
Ct.(fuarda celebra¡· con el arado,
al que habrá de entregarse voluptuosa
para que an·anque de su virgen seno
cuanto en su seno virgen atesora . .. .
i De todas las muchachas de la aldea
era la más herrnosa!
Abandonaba el cántaro en la orilla
del abundante manantial que brota
no lejos del corti..;·o, entre el m~nuio
césped que el suelo del camin? alfomtra;
y siempre allí la sorprendí, soñando,
so1iar~do yo no sé qué tiernas cosas;
las .falda.~ recogida.s al descHido,
1
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8403
•
EL CORREO DEL VALLE
el pie desnudo entre las muertaR hojas
y la mirada fija en los nopales
donde ocultan su nido las palomas .
. . . . Una ma1iana
apareció más fúlgida la aw·ora,
y tuvie1·on más trinos los tnrpiales
y las flores campestres más aroma.
Pobló los aires el rumor de un beso,
y fue un beso de amor, la última estrofa
que faltaba al idílico poema
de mi primera edad: gratas memo1:ias
que en el ma·r de mis duelos se reflejan,
cual se r·efieja en noche tempestuosa
un rayo fugitivo de la luna
sobre el trémulo dorso de las ondas.
i Oh, los 1·ecuerdos de mi alegre infancia.
i Oh, los recuerdos de mi edad dichosa!
Cr·isálidas que dado, y reprendía con dulzura al culpable.
Con taba cierto número de curaciones.
Su renombre se había extendido. y le venían enfermos de todos los
paísés.
Ulthnmente recibió la visita de un padre de familia que parecía desolado.
--:-D JCtor, le dijo el vis:t:mtc, soy el Marqu6s de Lin:::.-Cruz, vengo de
1 M< dnd para hablar con usted; hast:t mí h 'l Jleg·arlo la fama de su gran. saber.
- •. lis conocimientos no son mtlchos, dijo modestamente el médico,
•
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-Tengo una hija enferma.
sido bien educada, no tiene .D~letl~~JtlllJjlg~~
vigilada, y no puedo 'DAJ~"n'~
-Las causas son
-Es en ella una fuerza ~~esll'~~!'_~~
voluntad. Nada puede corregirla,
ensayado.
-El caso es grave, agregó sl ..,_, ......
-No sale nunca sola, siguió el • ._~--w·-· sieJ!ij)l.
inglesa, persona ser y de 18.
víctimas de los latrOcinios "r
los objetos robados. Algunos comer~tes eotDeJa..~1
reclamando indemnizaciones, á. las qaa me veo ®J~Ifl4~
Esto no es tolerable.
Quisiera casarla; pero imposible 8J tanto no si_,_,...,.,¡
Se me aconsctJ6 qué viniera á casa de tal, pddltie:~lltill
salvarla.
-Hiré lo posiale; cuentó ya algunos 6xitos en
monomanía no és incurable siempre.
-¿Entonces usted da alguna esperanza?
-No puedo prome le nada; es necesartb
que la observe.
-La traeré maftana con su vigil te. La de~iar·6·alflU~hiWtil!
curación
-Le haré preparar su habitación
-Por mi parte voy á. instalarme eD.Parfs,
á. verla á menudo.
El Marqués y Doctor convinieron en el precio
que en caso de éxito, el Marqués darla además
al médico.
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g-!05 EL CORREO DEL VALLE
-Eso es por juego, dijo ella un poco confusa.
~Págalo, y podrás llevarlo. El doctor pagó,
-No, dijo la niña entristecida, guárdelo usted, ya no lo quiero.
El doctor insistió.
-Es inútil, siguió ella; desde el momento en que ha sido comprado, ya
no tengo placer.
A fin de evitar las tentaciones, el doctor la obligó á quedarse en la cala
durante algunos días. Después la dejó visitar varios almacenes, y siempre
volvía con el ridículo cargado de encajes robados.
El doctor la recriminaba.
-Si no te han visto esta vez, otra no serás tan feliz y pasarás un mal
rato.
-¿Y bien? mi padre pagará,
El doctor encerró de nuevo á la joven. La aconsejó, trató de hacerla
comprender que su desgraciada pasión tendría consecuencias fatales.
Ella ~e escuchaba silenciosa.
La hizo prometer que no lo volvería á hacer. Una tarde en que el
médico tuvo que ausentarse la dejó recomendada á su vigilante.
Cuando el doctor volvió por la noche, se sorprendió ai saber que la
enferma y la inglesa habían salido á pesar de su prohibición.
Al penetrar en su oficina, advirtió que todos sus muebles estaban
derribados, varios objetos de gran valor habían desaparecido, su escritorio
había sido forzado, y una suma de treinta mil francos no estaba allí.
El doctor corrió á casa del Marqués de Lina-Cruz, según la dire·
cción que le había dado, y allí no lo conocían.
El Marqués, la hija y la vigilante no eran más que un trío de
ladrones.
Al volver á su casa el doctor, halló esta carta:
(eMe llevo á mi hija porque usted no la ha curado, y por tanto no
puedo pagarle los mil doscientos francos. 11
PIERRE-LONYS
SUELTOS
El sábado de la última semana,
entregó su alma á Dios,
la señora Adelaida Corrrea.
A sus hijos Rafael y Ana María,
acompañamos en su pena.
Con el fin de dar un poderoso
impulso á los trabajos del
Ferrocarril ha llegado de Bogotá
el señor doctor don Nemecío
Camacho. Su estadía aquí
será en extremo placentera para
no<;otros.
Hemos ter,ido el gusto de
ver en esta Capital al señor
don Fortunato Garcés. Lo saludamos
cariñosamente.
Por unos pocos días, estará
en esta Capital, nuestro amigo
don Porfirio Echeverri G.
para quien deseamos gratas
horas al lado de los suyos.
Estamos comisionados por
los señores Leo S. Kopp & C9
de Bogotá para hecerles pedidos
de boletas, para '1 La Rifa
Magna" cuyo aviso verán nuestros
lectores en su lugar correspondiente.
En Bogotá, ha fallecido la
digna matrona doña Olimpia
Salas de Alvarez, madre del
distinguído caballero doctor
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1
(1
•
EL CORBEO DEL VALLE 8406
don Rafael Al varez Salas á
quien presenta el Director de
El Correo del Valle, su más
sentido pésame.
Galantemente damos la
despedida á nuestro estimado
amigo don Ri.:ardo Price G. y
á su señora Telecila Borrero
quienes en vic:je de recreo marcharon
para Estados U nidos y
Europa. Con igual rumbo partió
con su familia el señor don
Epifanio Estela.
Ha dejado de existir en
Guayaquil el señor don Rafael
Velasco, hermano de la esposa
del señor drJn Manuel Sinisterra.
Acepten tan apreciables
deudos. la parte que tomamos
en su duelo.
Séales muy grata su permanencia
en eita ciudad á los
señores don Jorge Reinales y
don Claudio Angel; á las señoras
doña Elena C. de Reinales
y Soledad de Angel y á las se-ñoritas
Luisa y María Josefa
Reinales, llegadas recientemente
de la Capital de la República.
Despedida (
Ricardo Price O., y su señora, en
viaje para los Estados Unidos y Europa,
tienen el honor de presentar
á todos sus amigos su atento y cortés
saludo de despedida y ponerse á
sus órdenes en los lugares de su residencia.
Cali, 16 de Abril de 1912.
AL COMERCIO IMPORTADOR
En mi cstrácter de Agente de los
Comités de Aseguros Marítimos de
París, Burdeos y el Havre, pongo
en conocimiento del Comercio Importador
que, por tener que ausentarme
del país por varios meses,
dejo encargado de gestionar los
asuntos de dichas Compañías, al señor
don Virgilio González R.
Cali, Abril 16 de 1912.
Ricardo Price G.
2-1
• UN LIBRO UTIL
Se vende «EL COMERCIANTE» contabilidad,
por partida doble por el señor
Eduardo Hernández.
De venta donde Jorge Roa & Cía., Ismael
Hormaza y Enrique Umaña. 52-1
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•
•
1
8407 EL CORREO EEL VALLE
LA RIFA MAGNA
Gran acontecimiento nunca visto
en la Republica
Cuatro millones doscientos cincuenta
mil ( $ 4.250,000) pesos por
doscientos cincuenta ( $250)
pesos p. m.
SEIS FIKCAS POR U.\'A BOLET.-4.
Los pobres por primera vez pueden entrar
en una rifa de millooes. Cada boleta eotra
en los seis sorteos sucesivos y tiene por consiguiente
seis probabilidades de adquirir una
ó más fincas, ó todas seis
He aquí el orden de los sorteos y el avalúo
de las respectivas fiocas :
EsTA RIFA MAGNA. SE LLEVAR.\ Á CABO EN
SE S SORTEOS, ASÍ :
En el primer sorteo, que se
venficará el 16 de ]unJO de
1912, el premio será la casa
número 843 de la carrera 7~.
avaluada en . . . . . . . . . . . . . . . . $ 500 oro
En el segundo sorteo, que
se verificará el 23 de Junio de
l ~12, el premio será la casa
número 845 de la carrera 7a,
a valuada en . . . . . . . . . . . . . . . . 500 ..
, En el tercer sorteo, que se
verificará el 30 de Juoio de
1912, el premio será la casa
número 5 J. de la calle 22,
juntp con el solar anexo, ava-luado
todo en.......... . . . . . . 1,ooo ..
5,:En el cuarto sorteo, que se
verificará el 7 de Julio de 1912,
el premio será la casa número
2) dt! la calle 7~. avaluada en 2,500 ..
En el quinto sorteo, que se
verirlcará t!l r 4 de Julio de
1912, el premio ¡erá la casa
númerro 7 S. de la carrera 9~.
a valuada en. . . . . . . . . . . . . . . . 3,ooo ..
En el sexto sorteo, que se
verificará el 20 de Julio de
x )12, el premio será el CASTILLO
DE CHAPINERO con
sus jardines, bosques, huertas,
b'lños y demás anexidadt!S, a va-luado
en .................... · 35.ooo .,
Total : SEIS SORTEOS Y
SEIS PINUAS por valor de... . $ 42,500 .,
que se rifaráo en $ 4o,ooo oro, t:s decir eo
menos del avalúo.
GARANTIAS PRINCIPALES :
Todos los sorteos se harán por el reputado
y justo sistema de la Lotería de Cundioamarca,
bajo la vigilaocia de la autoridad, de
acuerdo con la ley. Se ha otorgadó ante la
autoridad fianza respetable que garantiza. el
valor de torias y cada uoa de la'l boletas. Al
tercer día de cadá sorteo se hará la escritura
pública al gaoaocioso, sieodo de ouestro cargo
todos los gastos. Los avalúos se hao hecho
HA]O JURAME:--JTO por los ootables arquitectos
· é ingenieros declares Alberto Borda
Tanco, Mariaoo Santamaría y Arturo Jaramillo.
Todas las fincas hao sidn aseguradas contra
incendio, de modo que el afortunado. en
caso de sioiestro, recibirá en dinero ni contado
el valor del seguro.
BOLETAS DE VENTA EN la calle 15,
número 49 D. á & 250 p m.
Los Empresarios,
LEO S. KOPI' &. C0 .
Para pedid0s de Boletas de fuéra, los inte
resadas puedeo dirigirse dirt!ctamente á Leo
S. Kopp & . C~. Bogotá. re mitiendo el dinero por
correo, como valor declarado, ó por correo de
encomiendas, 6 en giro postal. Las boletas se
mandarán á vuelta dt! correo, en cubierta
recomendada, aseguradas en la Compañía
Geueral de ~eguros de Bogotá.
Diríjase la correspondencia así: SEji:jORES
LEO S. KOPP &. C~'-Apartado 133.
BoGOTÁ.
Diríj.,ose los telegramas así:
g-otú.
Aoj>co Bo·
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Sr YA HA To~uoo stn resultado
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ro; tóme una botella de PAM-A LA
y dése por curado
DmmE QPIER.\ que >~e usa l~~rALA
se le alaba como lo mejor para
el PALt'nrs~ro. Libre de quinina,
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instrumentos que se \·enden
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Citación recomendada (normas APA)
"El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 460", -:-, 1912. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3686421/), el día 2025-06-14.
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