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úblicr. de Cvlombia).-A.GOSTO 31 DE 1905.-N! !2t;
Director, BLt\8 8. S·QARPETTA
~~ . ~orrto b.cl ~a lit
HANLET
Positivamente, os he vi~to otra
'Ver.; no sé ~a dónde, no ~ é ya
cuáudo, pero, pos it i>amcnte os ·
he vi ~to. Micntms os n h un re.
cuerdo intleterminr do surgía de
rui memoria, una casa que iba
tonwnclo forma al seguí•· el litroo
de vu e~t •·a asr ensiún como
uua imagen que naciera de un
aire rnm:ical ... •
D'.A"tWNZIO.-ll piacere.
La reconocí á bordo del Sun,
buque inglés que hacía la tra·
vesía entre Nueva York y Glasgow.
La reconocí,-he dicho,-aunque
si se me hubiese interro·
gado en donde la había visto
por la primera vez, habría tenido
que guardar completo Rilencío.
Y sin embargo, yo la había
conocido; aquella mujer había
pasado muchas veces delante
de mis ojos. En dónde? Cuán·
do? Hé aquí lo que no habría
podido deciros. Mis recuerdos
despertaban: recorría con la
imaginación tierras y paisajes
lejanos. . . En vano. Sí, yo la
conocía: aquel rostro ovalado
como el de las madonas de Mu-rillo;
aquellos ojos serenos y
profundos como el agua dormida
en donde la mirada :flotaba
como la sombra trémula de las
ramas sobre la onda; aquellas
manos finas y suaves hechas pa·
ra vagar sobre el piano y desho·
jar margaritas .... todos sus rasgos
y facciones me eran conocidos,
casi familiares. Yo conti·
nuaba repitiéndome: ¿en dón·
de? .. Tal vez en la vaga lejanía
de un ensueño, en uno de esos
éxtasis ¿quién no los tiene? en
que sentimos qne una mujer
desciende hasta nosotros y oímos
el1·oce de su traje y sentimos el
calor de sus manos y luego se
desvanece corno un rayo de lu·
na según dijo Becquer.
Al verla había pensado en el
inmortal poeta sevillano: la que
tenía delante de mí era la musa
de aquellas rimas vaporosas y
tristes que nacieron del corazón
más sensible que haya habido
entre los hombres.
Con un libro en las manos pa·
recía absorta en la lectura. El
viento de la tarae sacudía lige·
ramente sus rizos de un rubio
oscuro. En vano traté de sacar·
la de su abstracción y obligarla
á mirarme por diferentes me·
dios. Había comprendido que
un hombre la observada y, por
lo mismo, evitaba que nuestras
miradas se encontraran.
Qué leerí~? Hé aquí la pre·
gunta que me hice. Por la lec·
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tura que más guste puede descubrirse
el talento de un hom·
breó el corazón de una mujer.
El libro, como la música, puede
ser un gran apoyo para la psicología
femenina. Entre Schu·
bert y Wagner hay la misma
dist311lcia que entre Musset y
Hugo.
Ella continuaba leyendo en
voz baja. Sus manos nerviosas
pasaban las hojas del libro y su
pecho se inflaba como la ola que
nuestro buque iba cortando ha.
ciéndola saltar en jazmines y
rosas de espuma. '
Qué leería? La curiosidad me
devoraba. Al :fin, en cierto movimiento
que hizo, leí sobre la
frente del libro: Hanlet.
Hanlet! la historia del príncipe
loco,-el canto más tremendo
que salió de la pluma del poeta
inglés; Hanlet, el amor, la desesperación,
la locura, la muerte
.... Un hombre que ama, que
llora, que ríe, que ruge, que
amenaza, que mata. . . Y Ofe·
lia, la virgen pálida, que sobrena:
da en las ondas como una, flor
destrozada por la tempestad ...
Aquel libro por donde pasa el
Dolor haciendo una mueca rna·
cabra y la Locura rechinando
los dientes era el que tenía
abierto sobre su falda. Me pareció
que en ese instante conocía
su alma y sus secretos más
profundos.
Ella ama, me decía, pero su
corazón aun no ha despertado.
Ama corno Ofelia, sincera, tristemente
....
Creía oir los latidos de su corazón
y con la memoria 1·ecorría
las piginas del libro. Qué escena
leería en ese instan te? Tal
vez aquella en que Hanlet, creyéndose
solo. se retuerce como .
la fiera bajo el arpón traidor
que ha de entregarla en manos
del verdugo:
-"Ser "'6 no ser! . . . . la alter·
nativa es éstá. ¿Qué es más digno,
sufrir los tiros de la fortuna
injusta ú oponer los brazos á
este torrente de calamidades y
darles :fin con atrevida resisten·
cia? Morir es dormir .... Nada
más? .... Y por un sueño las
amarguras terminaron y los dolores
sin número patrimonio de
nuestra naturaleza? .... Este es
el término que deberíamos solí·
citar con ansia. Morir es dormir
.... tal vez soñar .... "
Y o seguía con la memoria la
. lectura por encima de su hom ·
bro ....
La tarde languidecía. El sol,
corno un rub1 enorme, empeza·
ba á sepultarse entre las olas
que saltaban á lo lejos como gi·
rones de púrpura. El mar ardía
y sus lhmas se levantaban y se
convertían en nubes amarillas y
rojas. Era un incendio del cie·
lo y de las aguas. Por un ins·
tante creí que navegábamos por
-un mar de sangre .... Y me pa·
reció que todo ese torrente rojo
brotaba del corazón de Hanlet.
Cerro el libro; clavó un mo·
mento sus miradas en el horizonte
y después pasó por delante
de mí como una aparición dejando
tras de sí un aroma de
azahares recién entreabiertos.
Yo la seguí con los ojos. Después,
apoyándome en la baran·
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(
.EL (} O:B:tlE O 1J EL Y .?!LLL E 2285
dilla, me puse á repetir las palabras
de Hanlet: «mm·ir es dormir
.... soñar acarw», mientras
el buque dejaba en pos de sí
una estela de estrellitas luminosas
....
Cuanto duró la travesía continuó
ella Ealiendo á la hora
acostumbrada. Siempre silenciosa,
aérea, y con aquel libro
de pa.sta roja cuyo contenido ya
conocía y que ¿deberé decirlo~
me producía celos. Aquel libro
se había convertido para mí en
una verdad€tra obsesión; lo sen- ·
tía en ·el cerebro, en el corazón,
y por laR noches :flotabn, ante
mis ojos como una mancha de
sangre. Habría deseado llevarlo
á mis labios y luego arrancar
una á una sus hojás para arrojarlas
al mar. No hay duda, empezaba
á enloquecerme.
Nada había conseguido saber
respecto de ella. A quién habría
de dirigirme entre aquel
tumulto de gente desconocida?
En caso que alguno me suministrase
algún dato sería para
decirme: «Es hija de Mr. Mervin
y tiene 3. 000 libras de renta.
» .... Para qué? ....
El viaje iba á terminar .. Los
pasajeros amanecieron má~ comunicativos
que de ordinario.
Sólo'yo me entristecía al pensar
que mi _ensueño de un día iba á
concluir para siempre. A cada
instante me parecía ver surgir de
las o~ as las costas de Escocia. A
las 8 de la mañana empezó á dibujarse
en lontananza una mancha
que fue creciendo gra~ualmen
te; pocas horas después el
buque atracaba en el muelle de
Glasgow. Sentí una opresión indecible
.. todo había terminado.
La busqué con la mirada por
todas partes. N o pude hallar la.
Entonces loco, desesperado
de amor, sí, de amor, me dispu·
se á esperar. Los pasajeros co·
menzaban á desembarcar. Los
saludos, los gritos y las despe·
didas se hic.ieron generales. El
buque principiaba á quedar
vacío.
Al fin a pareció de brazo de
un anciano respetable que ca·
minaba lentamente. Nunca me
había parecido tan bella: con
los ojos inclinados, la faz vela·
da por un tenue velo de gaza,
era una aparición de Ossian ...
SuR ojos se encontraron con los
míos; sus labios se entreabrieron
y una sombra oscureció su
semblante.
Pasó cerca á mí rozándome
casi con sus cabellos. ''Fare·
well" murmuré casi imperceptiblemente.
Oí un susurró, un
gemido, algo que era voz y arru·
llo á la vez. Y se perdió entre
la muchedumbre.
Entonces tuve una intuición.
El libro de pasta roja, Hanlet,
no iba en sus manos. Volví al
buque y corriendo me dirigí al
Eitio donde ella acostumbraba
leer por las tardes.
Y allí, como un náufrago del
amor y del olvido, ví algo que
ya había visto otras veces flotar
ante mis ojos como una mancha
de mugre: el libro estaba allí.
ETa un recuerdo? Era un ol·
vid o?
Lo tcmé y lo llevé con pasión
á mis labios una, diez, mil ve·
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2286 J:L CO~:BEO ~EL J1.71.LLE
---·· .. ·····-··-----.. ·----·-··-···-·······~ ...................................................................................... ,_ ... ,. ................................................. _.. _ _ , _____
ces; besé las páginas que sus
dedos habían tocado; lo estreché
contra mi pecho como á
una mujer enamorada; aspiré el
perfume de que estaba impregnado
y lo guarde con respeto.
Es el que hoy me sirve para
citar á Shakespeare en esta pá·
gina que arranco del libro de
mi vida para arrojarla al vien·
to ....
RICARDO NIETO.
~
A. LA SEÑORA L. S. DE SOFFIA
EN LA MUERTE DE SU ESPOSO EL EXCELENT!S IMO
Señor don José Antonio Scffia.
Si en la tumba la mano yace inerte
Que ayer tu senda recamó de flores,
Tus ojo8, noLie ami~a, cUHnertido
P.1ra dnrle más jugÓ y más vigor.
Vivo libre, sin odios, ni quimeras:
El torrente es la imagen de mi vida,
Que del fiwg•• hace tiempo de,;prendida
Corr·e pum haci,l el mar de la verdad.
Eu el l ibro brillante de los cielos
Con áureo< caracte rc~ mi ro escrit<>
Mi destino, e tal ellos infinito,
Sin ocaso, sin sombras de maldad.
"Lo comün y mezquino desdeñando"
.Al águila seguí en sn raudo vuelo,
Y en la cima del monte, junto al Cielo,
Planté mi chozrz, alcázar de m1 amor.
Por doquiera que miro encuentro llores
Con bajucos y mu~go entrelazadas,
Y fecundas gramínoeas in el inadas
Bajo el pe3o de un fruto halagador.
De la. dicha yo tengo las sonri sus,
De las flores parásita~ la esencia,
De In,; D ves canora la Clldencia
Y el ~usurro del \'iento en e l maizal.
El arro.''o me d•L ~u terso e,;pejo,
I>a encina su folhtje de esmeralda,
}<;1 nito monte su tendid» f,Lida,
Y su cauto hl mirla y el tnrpial;
Lus brisas me regabn su fr·escura
Y la3 rocas su ve~te <.liamautina;
Las niehlas su hopalan<.lu nlalmstrina
Y los ci1·ln~ ~~~ sol y ~~~ e'plcn<.l,•r.
¡Oh cuún dulce es l.t vi Ja en la montaña!
iQu6 bll:t''''~ em<•ciones s;PntP el alma!
¡He~pita todo uquí plácida calma!
¡Oh qué grato es Yivir entre el candor!
¡Oh c;\ros bosques pot· mi bien hallado~,
Que nunca el mundo malhadado, 1mpío,
Robe á la~ ondas de tu manso t'Ío
.Ou tr.rusparcnria, su abundancia y pa:d
¡Oh bellas selYas que velásteis tiemas
~Ji humilde cnnu, mi niñez sencilla;
Gnardud mi tumba en la esm»ltttdu orilla
De esa tu fuente qne medió solaz!
Car tago, Agosto de 1905.
MANUEL J, JIIAZA. Pbro.
0t_~(J
A PANAMA
IN t.A APL:R'l'URA D&t. CANAl.
.Al Sr. lJr. Jllanud Pájaro.
\ DespiPrtll, hPrmMa bnrí; de tu" palmares
¡ Descorre e l l>ab ellón: la lncha suena
i QtJe Pl fio hUgurcl ú tu prolija pena,
1
¡ Hompieudo tu<> pri::.iooes s~::c uli'lres.
Del andino collado los sillares
1 Vuelan deshechQ~ en menud~ arena:
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/
.EL CO:B~EO :IJEL YALL.E 2287
;g~ roto eslabón de tu cadena VEN
•erá en tu mano cetro de los lllares.
Naturaleza duerme: los capullos
Ó bien,¿ será que turba enloquecida
\briendo viene con f .. rradas manos
]u tu cuello gentil mortal herida?
¡Qué importa, bella hurí? Los Oceanos
re otorgarán la llave de la\ ida
no pueden entreabrir, faLtos de vida;
los nidos están huérfanos de nnullos,
y en el lago la onda está dormida. ·
Cuando se den el Ósculo de hermanos.
DIIWO FALLON.
-:o:-
DEClMA
Sólo quiero el desamparo
La tiniebla v el ol\'ido
De la tumb>i; hoy he perdido
Para ~iempre, lo más caro:
Mi madl'e, el único f>trO
Que en la mundanal contienda
Vertió su lumbre en mi senda;
El único sér que quiso
Encontrar un paraíso
Donde levantar mi tienda.
J~LIO FLOl'tEZ.
Los encajes sutiles de la bruma
semejan un sudario sobre el monte;
no tiene el lago sn nevada esp1.1ma
ni jardines de luz el horizonte.
Y las flotantes cítaras-las ramassólo
tienen quietud de cementerio;
no lucen resplandores laR escamas
y todo yace en funeral misterio.
Naturaleza duerme: '!"én mi vida;
quiero juntar mis labios á los tuyos;
nadie nos >é, la onda está dormida,
los nidos están huérfanos de arrullos.
JUAN GONZALEZ CA.MARGO.
EN BRETAÑA
-De negro ?-Sí, de negro de noche. Dios no quiera
robarme el solo traje que me quedó en la huída.
-Pues, y tus ropas albas ?-Flotarrdo en la ribera,
allá lejos, muy lejos, tan lejos .... Su amor era
la sola veste blanca que me vestí en la vida. .
Al vien.to tiembla el fúnebre merino de mis tocas.
· Al viento de las tardes; la luna surge, riela
y baña en nácar lívido los dientes de las roCftS.
Allá se van las velas como esperanzas locas.
Una vela, otra vela, todavía otra vela ....
Vendrá mi nave, aquella trirreme en cuya prora
Tallado había un cisne divino? cuánto tarda! ....
Mi alma es como esa moza bretona que á la aurora
miró partir la barca del pescador, y ahora
midiendo con sus ojos el piélago, la aguarda.
AMADO NERVO.
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2288 EL CO!B'REO !LJ_EL Jr.?.!lLLE
SUELTOS
DUELO NACIONAL
Acompañamns á lns Lt>tnts PatriaR
en su duelo por la pérdida
q ne han B nfrid o con la m nert<~ del
conocido literato Dmao FALLON,
ocurriLla en Chapinero el día 13
del presente.
"Nació Fallón en Santa Ana (Departamento
del Tolima), ellO de Marzo
de 1834.
"Recibió su educación en Bogotá.
en el Seminario de los .T esuitas, y
después estudió en Inglaterra, patria
de su padre, ingeniería y música.
"Fue profesor de la Escuela militar
de la Unión y de , varios Establecimientos
públicos y privados. Fue
inventor de un nuevo sistema de notación
musical por el cual enseñaba
y solía publicar muestras, en tipo común
de imprenta.
"Sus poesías se hallan rec.ogidas en
un precioso volumen, precedidas de
un prólogo de nuestro eminente literato
don Miguel Antonio Caro."
"Juzgando don Juan Valera La
Luna y La-s Rocas de Suesca que figuran
en el Parnaso Oolombhtrw, dice:
«No me atreveré á decir que sean
las mejores de la colección; pero son
sin duda las más originales, y cada
una de ellas de mu;y extraña y distinta
originalidad.~ Aunque Diego Fallon
ha escrito poco, eso basta y sobra
para·hacerle merecer el calificativo
de gran poeta. Su poesía á la Luna
es la mejor que conocemos sobre
el astro de la noche, inclusive la celebrada
de Carducci. En sus prodLlCciones,
especialmente en La Lttna y
La Pavma del J)esierto, campean la
sobriedad artística y In, elegancifl. y
corrección de su clásico estilo. Las
Rocas de Suesca es una lección cien-tífica
en lenguaje jocoso, ó sea la gco/
logía puesta al alcance de los niños
por una,s viejas rocas."
sAr~uno
Hemo'l tenido el placer (le abrazar
á 11\H·StJ·o qnPrido amigo y eo·
labora.lor LJ. H. icatdo Nieto qui~->n
ha ,·euido en la grata com J>llñía
de S!: e -posa, a' p3sar 1 Ut•OS dl't 1.S
de ,·craro t>n esta <.:iuda 1
Damos la bienvPn :da al culto
cahailero don lnda lecio González,
qt.:i~"'n ¡woeec)ente d,.. B1lPna,·entura
~:-e eneuentra en e~te lugar.
~1:ISÍON.ES
l:>ara Tierrud tjtro sir,...r, niPr(ln los
padr'"'S L ·l z ¡l' it--trt-. Rnj:.15 S gnra y
(J¡tÍ7.; c"ntratados fJOI' el JlustJ Ísirno
St->ñor Arzobi~IJO para dar
misiotlt-S en ~"'~a r~"'gion.
Por re('icnte DecrPtO dictado
por diclw, Sefio ~ í.t, ];.¡s trPS antigqa¡.;
pnrroquias de luz:~, Üdan
rt:dut idas á una sola qu<' se llamará
parwq11ia de TicrTadentro.
SEPELIO
IA'Itnentnmos la muet te tld se
ñ •r don GusrAvo BLl i\1 murt ida
el dÍ1 gr• :-:e:-<, se h 1 cunsegllid~~
llevar á di ho pt~t blo (:'} H~· ua
de Rioe 'nro. G ·n t>~ta ll1Pj .. ra han
grn:ad0 lo:; jamun h.ñus iumen::.aInt>
ute.
HIMENEO
D~mos l(ls parabH·nes al señor
}Xob-1to Sola!t...- y á In f'tÍÍ ,•r it·l
Leoni: de Prdat íos quit
os de esta cit!dad, ha mhre
próximo se abrirá, en el salón de
grados tle esta CÍ11daci, una Px posición
de toda clase de productos
nac·ionales dit·igida por llll club de
señol'as fundadoras de los asilos
de n iñ "lS pobres. Con el fin de
apoyli t' tan beuéfica in stituc:ión, el
Gobiemo de1:1ea que todos e;u:-;
amantes promuevr todas las gPstiones que estén
á su aleance en esa Provincia,
á tín de que tome p1nte en tal ex·
hihición, pues sería dt-'grada11te
para el Cauca ql:~dar sin rep1 eSt'ntat:
ión en los cuncursos de la
actividcHl industrial.
Sírvase darme cuenta del resultado
de sus gt:>stiones.
GuiLLERMO V ALENOIA.
Origen del anillo de boda
Según la leyenrla, Jupíter envió
á Promf>teo en honor d~ su libertad
por Hércules, un anillo, en
el ct111l e::.taba engarzado un pedazo
de la pi ?ura á la que PromE'teo
había e~ta do anteriormente enea•
denado.
En la mitología de1 Norte, el
anLlo simboliza el puente de éste
al utro mu ndP, ó S• gún vtl'a idea,
el arco i1 is, 1-Ímholo de · la eternidad.
De nq uí , t'S elaro que desde
los ti empos más remotos el nuilto
ha sido el ~ :ímbolo de eterno recuerdo.
Desde los primeros díHs
del c1 istiani:;mo el anillo ha sido
una preeiosa promesa de fidelidad;
t'l talismán de dos almas
formando una sagrada vil:a de
un ión. '
La costumbre de usar anillo de ·
boda en el cuarto dedo de la mane
izqtúerda tiene su o1·igen en e 1
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Egipto> de donde lo tomarpn los
griegos y de éstos los romanos.
El cuarto dedo e8taba dedica·
do á Apoh), el Dios del Sol, y el
oro era un símbolo adicional del
Sol. Además, ee creía que el de
do de Apolo estaba en conexión
di1·ecta po1· medio de un nervio
con el corazón y era muy propio
que el emblema de unión d@
amor descansar·a en este dedo.
Otm teoria es qne el anillo era
~1 signo de la esc1avitud, y era por
lo tanto usado en la mano izq uie1·
da como la mano más debil. .En
Alemania, el anillo de compromiso
á menudo sirve para el de· boda,
siendo usado en la mano de¡
·echa hasta el matrimonio, y en· 1
tonces en la izquierda.
Utilidad de los bosques ll
Pruebas tomadas de la historia
Talad los bosq nes, y veréiK se- 1
carse las fuentes. l
He('hos tomados de la historia i
antignlil lo probaráu.
Estrabón dice que el río Eufrates
amenazah'l contin namente cou
sus corrientes á Babilonifl. Hoy
gracias á la complr>ta tala que
han sufrido las montañas de Armenia,
aquel río cone modestamente
en su lecho, sin que á nadie
pueda. ocurrírsele que el Enfratcs
de hoy sea el mismo qm',
en tiempo de aquel nntura1jsta,
era capaz de poner en peligro la
existet1Clll de una ciudad tao ¡~ oderoea
como aquella.
El do :Escnnmero, que en ticm.
po de Plinio era nav~" grra de Canaan, ci·
tada por la Biblia, como una rle
las más fértiles del lJ nivrrso, y
que hoy está completamente
de5pt·odsta de agua y de vegt>tación
por haberla desvojado de sus
h"sques; el del litoral de Africa,
cubierto en otros tiempos de fron·
dosos bosqul's y hoy de jumensos
arenales, cte., pero neemos que
con los citados basta para probar
nue~tro asetto .. Mas, de no ser
así, l'("CtlPrden los ancianos lo que
eran las estaeiones lluvioi'if!S de hace
cincuenta Hños aqui y lo que
son ah.Jt a. Este ejemplo no admite
duda. M.ire el que quiera el
canal de Suez, abiel'to en arenales
desiertos ·en donde no había ni
vegetación, ni lluvia: ahora alli todo
ha cambiado con la plantación
de árboles y el nire más puro tiene
la humedad necesaria para que
las vías respiratorias no sufran:
las lluvias 8e h:m establecido, y
Joncle nad& había, ahora se culti
van mut·hos vegetales.
Tt·asladar un teatro entero
Hazana 8emt"jaute la hau llevado
á cabo en Pitt~bnrgo, E~tados
Unidos, nada más qn¿ 30 hombrPs,
que con RUs hercúleas fuer za~
y la nyuda de ingeoio.as nláquina~
han tra~ladado un edificio
que pesa 2,500 toneladas á 7 metros
de distancia Jel sitio que nnt(
s ocupaba.
Por causas largas de explicar
el gran tehtro de la üpera de la
población convt•JIÍa cflmbíarlo de
sitio y ccncióu de bronce, obra
del eminente esr1.1~tOI' ftmelicano
Ba/lett, alumno favot ito del maes·
tro Rodin, se habría podido acabar
al mismo tiempo que e! pe·
d('std; pero el escuitor pensó que
debía hacerle importantes m<;>Ji ficaciones
al modelo, entre ellas
la de bajar la espada del héroe.
Detalle curioso: todos los elementos
de esta obra de arte pi'O ·
ceden de América: el pedestl'll y
la estatua los hicieron un escultor
y un arquitecto ameriCanos.
-Aunque la población de New
York es m~nor que la de LondrP-
s en un millón, el número , de
defunciones el último año en las
dos ciudades fue igual.
-El do Sutlej, en ]a India inglesa,
es el u. ás rápido del mundo
en su curso. En una exb:'nsión de
180 mill::~s t!ene un descenso de
12,000 pies.
-ExistP- en Inglaterra la más
antigua institutora del mundo.
Llám»se \1iss Owen y ha enseña·
do en las escuelas por el término
de 82 años. Aunque ahora cUenta
la avanzada edad de 94, recibe
una clase tndos los ·domingos.
-Durante Jos cinco años últi mos
la población de Nueva Yol'k
ha teniclo un crecimiento de 16"1 .. ;
ó se:1n 549,952. En Ja actualidad
tiene 4.000,000 de habitantts.
-En el pdmer trimestre de este
año los ferrocarrile~ de los E~tadus
U nidos ('amaron 909 muertos
é hil'ieron á 14.397, causando daños
por valor de dos y medio mi·
llones. Hubo 1787 colisiones y
132l descarrilamientos.
-El escritor colombiano señor
Pért>z Triana ha dado una conferAneia
en el salón de sesiones de la
'Soc·iedad Unión Ibero Americana•
sobre la doctrina de Mooroe, 1'ien·
do rnny aplaudido. Presidió el acto
don Faustiuo Rodríguez 8ampPdro
que es presidente de la citada
sueiedad y asistieron al mismo los
rE:presentantes en Mad1·id de la
república del Ecuador
Para las damas
Modas femeninas
Los trajes de luto han sufrido
gr'andes trar;sformacione ~ - .
El trasparente creRpÓn ha sido
sustituído por el tupido velo de
monja; la cachemira por In (·úbica;
el vapor de lana poc el fular. En
el día por fuerte que sea su lutO<
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desde los primeros meses se usa
un traje bastante adornado.
La manta ha desparecido por
completo, no se ma ni aun con
vestido de luto. Bueno ó • m;.do el
cucrpv, feo ó bonito el sombrero,
fina ú ordinaria h.. tela, no usar
manta es ~o que se nec·esita para
lucir toda~ las gracias femeninas.
En cuestión de adornos, nad'l.
priva hoy tanto como las sartas
de piedras precionas ó de cuen-tas
...... Hay clamas que llevan ¡
al cuello hasta seis sartPS Ji:stintaR,
pero esto es de mal too o. A lo más ·
pueden usarse dos sartas.
Se Uí'an é:tas de pei'l hel·ho por la mi::;ma
Gran Duquesa Cecilia.
Botiquín de la mujer ,
La mujer dontt o del hog:1r d~be
sabet· y eott-'ncler de todo lo
que es útil y práctico á la familia,
si ha de resp•mder á la mis1ón de
prndenc:ia y de ternura que la baee
llamar angel del bogar.
Para atender á los peqneños
a('CJdedes que pueden oeunir á
los que la rodean, dehe tener algu
·.Jos remedios en un c>n.jóo ó ar.
mario: cu;a lJa,e tendrá recogida,
y los jiferentes fraRcos ó ·! 11\·olto
rio :> rutu lado~. Ef Rernal'iu deberá
guardar lo siguientes:
Tintura de árni:;a, para lad lu·riJas
y coutu:-;iones.
G liccriua ulcanforada para las
gri~tas.
Acillo fénico, diluído en ac-na, o
para las picaduras y mordeduras
venenosas.
Flor de tila, de manzanilla, de
azahar y de malva, para las afee-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
cionPs nerviosas, cólicos y cat~rros.
respecti\ramente. ( E:;tas fl.o.
res debt~rán guardarse en papeles,
y éstos dentro de uu bote de ho·
ja lata con su tapa.)
Eter pr..ra los s~stos y afeccio·
nes del corazón.
Agluthaute ó tafetán, para las
her·idas. Trapos, hilas y vendas.
Con estas pr~venciones, la mu ..
jer un poco serena puede acudit·
á cualquiPr accidente ó enfermedad,
hasta la llt->ga ~la del tuédico.
Inventor de los tranvías
Lo& tranvías fueron inventados
por el mecáuíco i~1glés, llamado
Jorge Train, y m'uerto hace poco
tiempo en la miseria á pesar
de haber postido cien millones de
pesos, cu11ndo tenia 40 años.
Las l'iquezas del Sha de Persia
El monarca que post.e mayor
número de riquezas es este soberano
oriental.
En un jarrón de crtstai hay alhajas
que valen más de doce mi·
llones de pesos.
,El resto de sus joya& se güarda
en' un í'ubtenáneo del palado real
de TehtJrán que está vigilado por
un es(madrón de quinientos hombres.
Las pocas pE-rsonas que han
penetl'ado al subterráneo, que es
muy exteuso, as€ gura n que en el
fondo se encue ctr an varias esta
tuas de ('aballos de tamaño natural,
de oro macizo, asf como las
fig~ras de los príncipes que llevan
enCima.
Para evitar la calvicie
Con una solución de corteza de
rábano en alcohol se humedece
2293
el cuero cabelludo una vez al día,
d.PRpués dal aseo con agua ordinana.
Bogotá, 27 de Agosto de 1905.
Gobernadores y Prefectos ....... .
Para su conocimiento y para
que sea publicado, trascribo á us·
tedes el .::ig'..liente
"DECRETO N? 997
(25 DE AGOSTO DE 1005)
sobre Reutas de tabaco, cigarrillos, fósforos, li·
cores extranjeros y pieles.
El P1·esidente de la República,
CONSIDERANDO :
1? Que el Gobierno desea organ~
zar en las condiciones más
adec adas á las a<:tn~les circuns·
tanctas del país las Rentas de tabaco,
cigarrillos, fósforos, licores
extranjeros y pieles;
2. 0 Que la clasificación estab1ecida
para el cobro de derechos de
conf'.umo sobre el tabaco por el
artí('ulo 2? del Decr~to número
961 dH fecha 10 de los corrientes,
1 presenta graves dificultades en la
: prácticn ;
¡ 3. 0 Que es conveniente dar á
¡ los indnt'trialnezca;
Art. 4.0 Los licot·es extranjeros
comprendidos en d monopolio de
1 que trata el Decreto Legislati '."O
númel'o 41 de 1905, continuarán
pa~ando en los Departamentos de
N a riño y Tolima Jos derechos
aduaneros y de consumo con 11ue
hasta hoy han estado gravaJos;
A .. t. 51! En los Departamentos
en que está arrendada la Renta de
Licores extranjeros puede· el
arrendatario de élla introducir los
que ncee~it e para el consumo tle
su respectiva sección. previo el
pago de los derechos de Aduana.
El Gobierno devolverá e~tos derechos
al rematadot· cuar.do compruebe
que los li core~ }lan sido in·
t1·oducidos y consumidos en el td·
rritorio en que tiene el remate.
Art. 6. 0 Sólo se destinarán á la
exportaci0o las pieles que queden
en poder de los ngentes de la ad·
ministración después de vender á
los industriales en el país las que
necesiten, á los precios que serán
fijados por.el Ministerio de Haeien·
cta y TPSOI'O para cada Dt'partamento
según las circunstancias Jo.
cales;
Art. 7.0 Por Dec1·eto sepa1ado
se organizará la administración de
la ~enta de tabaco.
Comuníqueae y publíquese.
Dude en Bogotá, á 25 de Agos-to
de 1905. R. REY gs.
Ji:l Minii'tro de Gnbierno, BoNrFAc•
o VÉL"EZ.-EI Ministro de Reladl)
nes Exteriores, Cd~rAco CALDERÓN.-
El Minist1·o de HaciPnda
y Tesoro, PEDRO ANTONio MoLINA.-
El Secretado dt!l Ministerio
·de Guel'l'a, encal'gado del Despa.
cho, CLrMACo LosADA.-FJl Ministro
de Instrucción Pública, CARLos
C uERVO MARQUEz·--El Minis.
trú de Obras Públicas, MoDESTO
G ARCÉS. ~' . RE y ES.
-Nota tlel- Excelentísimo señor
Delegado Apostólico al Ilustrísimo
y Reverendísimo señor
Oayzeuo, Arzobispo de Popa·
yan :
"Es augusta voluntad de
N u estro Santísimo Pa,lre que
Vuest-ra Señoría Ilustrísima pase
á regir la. muy impol'tante
ScJe Arzobispal de Medellín.
Por lo tanto, me felicito al
nombrar á V. S. Ilma., como en
efecto lo hago, en nombre de
Su Santidad, Arzobispo de Medellín.
Citación recomendada (normas APA)
"El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 228", -:-, 1905. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3686335/), el día 2025-05-19.
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