P E R 1 O D 1 e O O F 1 e 1 AL D E LA D 1 O C E S 1 S.
1
(8 , ctternl, f~ rcs lnfcr.cr
SERIE 11. Antioquia, 15 de Abril de 1886 . NU M. 19 .
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OFI C I A L
PASTORAL
NÓS JESÚS MARÍA RODRÍGUEZ,
POR LA GRACIA DE DIOS Y DE LA SANTA SEDE
APOSTOLICA OBISPO DE ANTIOQUIA
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Al venerable cl er o y á todos l os católi cos d e nuestr a
Diócesis salud y b e ndición e n N. S. J es ucristo . ·
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Pcr me reges r e gnan t, c t l c g
u m c onditores jus ta d ecernunt.
P e r me príncipes im perant,
e t p o t e ntes dece rnunt j u stitia.m.
Por mi reinan l os r eyes, y
d e cre tan los legi s lad o r es l eyes
jus tas . Prov. cap. VIII v . 15 .
P o r mi los prínc i pes mandan
, y los ,ju eces a dministran la.
justi c ia. . id jd v. 16.
La importante Encí clica d e Su S a n t i dad que
empieza Inmortal e Dei mise 1· entis opus que reci bimos
del Exmo. Sr. D el egado A p ostólic o y que se
halla publicada e n el número 52 de ."Los Ana l es
Religiosos", arroja la luz n e c esaria para comp r e nder
hasta que punt o s e ha llegado e n las c u es tione
s que s e agita n e n el m undo mora l y
religioso por l as p otestades d el orde n ci vil y
por los tribunos que se h a n d eclarado d ef ensores
de la impiedad. T o d os ellos i mpr egnados
de las ideas disociadoras que tuv i er o n s u f u ente
en la Revolución francesa, han lle vado s u d eli rio
hasta estrellarse contra el Legislador Supremo á
quien desconocen en todos sus actos y miran
como un estorbo pa1_·a saciar sus intentos y para
dar pábulo á su d e senfreno. Por este motivo
separados de Dios y d e su I g l esia, se han declarado
árbitros en todo lo concernie n t e á l os
asuntos r e ligiosos, l egis lando co n t r a e l d ogma católico
é impulsando á las turbas p or m e dio d el
sofisma á la rebelión contra la I g l esia y al
desconocimiento de lo que no es tá de a cu erdo
con sus nefandas y falaces pretencione s. Ol v ida n
por completo que todos sus actos d e ben conf ormarse
y guardar armonía con las l e yes divinas
para que lleven sie mpre el sello de la justicia y
no se separen d el camino que les ha trazado el
Supremo Legislador. Per 1ne 1·eges regnant, et legum
conditores justa decernunt.
Los sabios conceptos del Supremo Pastor
hacen conocer hasta la evide ncia que el error y
la incredulidad llevados hasta la abs oluta n egaeíón
de Dios, tienen su origen en los códigos civiles
en que se consigna como fundamento el
ateísmo que atribuye á las masas populares la so beranía_,
para dar más onsan.ch@ al desorden y la
anarqma, y para hacer que Impere por doquiera
la inmoralidad y la corru pción en todas sus faces .
S~ h a creído .que ,r el egando á Dios de la cosa púbhca
y s ustituyendolo co n la soberanía popula~
·, se da más r ea~ce á la civilización para cammar
con pasos gigantescos a l progreso indefinido
. D e aquí ese odio declarado á la Iglesia de
J esucristo que no pue de conformarse con se mejantes
absurdos, ni ac ep tar las doctrinas que
están en contradicción con la doctrina recibida
directamente de Aquél que no puede engañar se
ni engañarnos, por ser la verdad misma. Fuera
del Evangelio ella no reconoce otro código fundamental,
una vez que en él se d efine claramente
qu todo poder emana de Dios, Soberano por
excelencia. Data est mihi omnis potestas in ccelo et
in term . Se me ha dado toda potestad en el cielo
y en l a t i e rra . S . Mat. Cap . XXV III v. 18. En ese
gran l ibr o q n e contiene las enseñanzas de l Divino
L egi sl ador y q u e nadie puede tachar sin faltar
á sus m ás sagr ados deberes, d eben basarse todas
l as l eyes civiles, porque como dice S . Pablo: ¡;[o
ha.y potestad que no provenga de Dios; y Dios
es el que ha establecido las que h ay. Non est eni m
potesta s nisi á Deo; quce aut em sunt, á D eo onlinatce
sunt . Ep . ad Rom. Cap. XIII. L os poderes temporale
que desconocen esta do ctrina, han abrazado
el ateísmo co n los demás errores que la impiedad
l es ha sugerido, sin otra mira que l a de el iminar
t o do sentimiento r eligioso . Por eso han
procur ado ganar prestigio en l as masas po~mlare s
que fo r man el mayor núm ero y cuya i gnorancia
pue d en explotar fácilm ente . Ellas inconscientes
y h a l agadas con la palabra libertad que le han
a r rebatado al Evangelio, se creen irre ponsables
para ejecutar acci ones r eprobadas aún por
l a simple razón. E ste d ese nfreno p r oduce la usurpación
de l as propiedades, la ruina de los pueblos
y el r einado del vicio, viniendo á la v ez á asentar se
sobre este hacinamiento de destrucción y de
mu e r te el terrible mosntruo del comunismo.
E n los paises de nuestro Continente los go b
i ernos temporales casi siempre han dominad0
baj o l as impresiones que les sugiere el principio de
l a co n servación en lo que se refiere á las ideas, y
por eso han sido exclu,>ivi~m~. Ellos en su legisl
aci ón se han separado en <1. '1lnto de los principios
evangélicos , no recon 0~~( :.~lo á la Iglesia co m
o entidad con dereeh\.)··; y he iVlUÍ por qué lo s
católicos son n aturalm e n te las víctimas obligadas
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14:6 EL :MONITOR
do t o da clase d e v e jáme n es y des afue roR.
Nuestro amado Pontífi<'e cuya S!otbiduría y
p er. ·p ieacia ha ca u ado la admiración del m nudo
e nte r o, seüala con precisión el orio·en d e todos
l os males que u,os aflige n y el d es~ulace funes to
que se pre para a los puC'lJlos que , impregnados de
lm; d octrinas disociadoras , se hace n indifere ntes
á su llamarnie uto. Ellos so labran su des~·raeia si
u o vuelve n f>US miradas á Dios siguieuao el camin
o qne l e, traza la Iglesia, única tabla de sal va<'
ÍÚn C'll m e dio d e la anarquía y el d esorde n que
han sembrado l o.· enemigos d e la verdad. El Past
or uui v e rl' a l c uya infalibilidad no pue d e neo·ar
ningún <:a tólico, l e Yanta su autorizada voz de~de
la cima d e l Vaticano para quo todos sus hijos se
pres<' rvon del l e tal venPno que ·e iu troduce con
andacin e n todas las arte rias d e l cue rpo social.
R eeo rdad, amados dioc es anos, qu e en época
110 muy r e mota e l G-rau Pio IX su digno pre decel'or,
r eprobó con enérgicas palabras las mi ·mas
!l0 ctrinas y principivs qu e han minado y socabado
e l edificio social; él decía: "Lo que más nos
inquie ta es es a p es t e peruiciosa., eso verduo-o enmasc
arado peor que la eomuna de París"-~ .... ;
en todo l o cual so r eforía á los que favorece n aquellos
principios que es tán en contradicción con
l o que la Igles ia enseüa, pne sto que no hay conformidad
e ntre Dios y Bolial. i Podríamos acaso
aprobar jamás ó por !o menos sellar nuestt"os labios
con e l silencio al ver invadido nuestro rebaño
d e esa l epra social que ha. intentado corroerlo!
Ah! El d esenfreno de la palabra~ la negación del
sagrado vínc ulo que une e n el S e ñor los tie rnos
afec tos, la m editada usnrpaciou de los ~antos lugares
dond e todos aguardamos la hora final de
los ti e mp o~ .... ; todo esto unido al indiferentismo
r eligioso y á la relajación de costumbres, contri,
'ta nuest ra alma y aumenta la amargura de
nw?s tro lace rado corazón.
Sabe d, católicos, que todas estas arbitraric<
iad e s y U. esafu e ros han sido condeuados por la
Ig~esia ce!lteuares d~ v eces ; y sin embargo hay
qme nes digan, por favor ecer sus interef'l,e " que
la Igle:-: ia debe ceder á los tie mpos y á hs' circunstancia-
·. Ved como s o expresa uu célebre e·crito1
· mode rno al prese ntar á la conside ración
d o las naciones el triste cuadro do la sociedad
cuando ésta se d esvía d e los caminos h a-.-;aclos por
la j~t~ticia y e ~ ordon.-" ~so s cristianos, dice, son
catohcos de ClrcuushtnClas, creyentes hasta c ierto
punto, quo no subonliuau sus intereses á la religión,
sino la r e ligión á . u. _ interese", g e ntes equíYocas
y de dos cara~,ó co mo si dijeramos de dos naturale
zas, una para el bien y otra para el mal· uua
p¡1.ra la verdad y otra pa,ra la mentira: una p~ra la
justicia y otra, para la inicpüdan 1tt en:'Pftnnza
escandalosameuto impía quo pet·,·iel'te ñ llt. juventud."
Los Gobiernos de algunos paÍ¡;;c:-; am('l'Í<'Imo~
imitando quizá lo qne hact•ll <'H Ultramm· los
enemigos do Dios, rept·otlnj e ron ('11 sns cúbe á su
propaganda,más se aumenta y multiplica la beuófica
doctrina d e l catolicismo. Se ve igualnwnte
que la sangre de los mártires sirve para fecundar
e l terreno de la fe, de donde salen para su roomplazo
nuevos atletas.
Los ministros del culto como centinelns de la
casa d e l Seüor, y en fuerza de sus sagrados deberes,
siempre hau repe tido las palabras de los
diseípnlos del Redentor: Non JJ08sumus: obcdire
oportet Deo nu~qis qua.m hominibus. No podemos:
es nece::;ario obedecer á Dios, antes quo
á los hombres. Ar:t. Ap. cap. IV et Y.
La historia de la Iglesia hasta nuestros
tiempos hace respla.udee e r en sus pájinas la entereza
d e los Pastores al so¡,tener con intrepidez y
franque za ol depósito santo de la doctrina que so
les confiara para darla á c.ouocer t\ sus rebaños.
Su constancia en el sufrimiento v el rl:'gocijo do
sus almas al ser atormentados hasta rendir su
jorunda en la Eternidad, son la. prueba más concluye!
lt.o de la venlau l! ne dcfendía1J.
Nuestro Santísimo Padre haciendo nso de su
Suprema Autoridad corno Jefú de la Igl('sia, reprueba
eil su sabia y admirable Eucícliea to•los
los errores de que venimos hablando, que hau sido
implantados por los gobiernos que desconocen la
autoridad de Dios y niegan á la Iglesia la soberanía
do que él rujsmo la iuvüstió. 'Xo~o esto or; "úu
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• • e • t:_ l - - -
nüs lamentable en lol!! países catt>l:cos cuyos
go bcruante . ..; han enca.dtmn•lo las conciencias de
los t'reyeutes á quienes representan, y d o c uya
ful ieida.tl y bien c. ·tm· han sido en ·argados. En
nuo:o>tr() país uauio que tenga sentido común y de
bu('J.ta. fu bu~qne la verdad, pue de negar ni d cs eouocer
la gl'aude iujnstiei~ con que el Poder
tmnporal ha numejado los u.suntos que son do la
<.-out¡Jeteueia de In Iglc~ia..
Oid, por tanto, amn.dos diocesanos, la autorizad~
voz del Pustor uní vct·sal que se levanta en
todo el mundo, para reprobar lo que tantas veces
ht~ coudenado la. Igle~ia y más aún para daros á
conocer que lds Prelados y el clero, eu cumpliJuicuto
d' su :-;ublime misión, tienen que hablar
eu el mismo sentido. El principio de unidad es
uuo <Ü' l?s (•anwth·os de la verdad católica y por
e,"tu ra:wu no podemos . epara.rnos de la línea d e
sút~,
de la cual h e sido Direct.urn. en el año próximo pa::;ndo.
La Asociac ión cuenta ya doce años de existencia, y t fl
todo este tiempo no ha dejado de trabajar con coJJ~tan cia
en cumplir con el más grande de sus deberes: fiucorrer
á lvs pobres y á los enfe rm os de. la parroquia.
El segu ndo domingo do cada mes se ha celel.Jrallo la
mi. a cantada con e l Sil.n tísimo expuesto; y á la s dn<>c
d e l miRmo día so han r e unido la s socias en el templo,
co n el oQjeto de paga.r cada. una l a cont1il.Ju ción men~
ual que le corresponde, la c ual debe im·ertirse en f:wor
do los pobres y enfermos. El señor mrector hace gratuJtamente
la función r eligiosa mensualmente; y ~ o lo
se pagan los gastos por el servicio d el co r o. Cada, mes
se han nombrado ocho socias, lus que por tur no colectan
víveres durante el mercado en los domingos, pa-rn
distribuirlos entre las fn.milias muy pobres del lugar y
de los campos. Son muy dignas de re comendación, las
Seúoras y Señoritas, que jamás se excusn.n para prestar
eso servicio. La Asociación tiene á su cargo un hoHpital,
en el cual hay actualmente dos e_nferrnos d e conYalecencia.
Cuando la Sociedad pueda chspouer do algunas
sumas debe d:írsele mayor est.ens ión al cdifirio
que s in· e d~ hospital; para que pueda contener siqnier:\
ocho enfermos cómodamente. La s Señoritas Clara. Rosa
Aria s Ro sa Gómez y María de la s Mercedes Macíns, hnn
prest~llo {t la sociedad grandes servicios, la primera co ·
mo tesorera., la segunda romo sec r etaria:, y la tercera. e n
la enseñanza r e ~igíosa á los niñ os . Del hbro de Cargo y
Dn.ta. presentado por la Señorita Arias, he tomn.do los datos
sigientcs.
"Bn.laucc del s iete de febrero de 1886.
Cargo $ 350-55 C\8 .
Dn.ta $ 3-17 -G5
Existt>ncia $ 2-DO
Para t e rminar este informe o. .
Pero además de esto tú me preguntas: ,De quó s1 r-
, ' á l . ve la confesión 1 Confiésate y ver s pa·ra o que su·ve.
Verás que sirve pn.ra ~onvertirse en ~ueno, d e mal?
quo uno es; verás qne si rve para. correg¡rse de sus n-
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(
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148 EL MONITOR
cios, y a-vanzar á grandes pasos en la senda de las más
heróicas lirtndes.
¡,Para qué sir-ve la conf sión ? Prcgúntalo á ese pobre
jo-ven á quien degradaban sus hábitos ve r gonzosos,
cuyo sello aparecía ya impreso en su marchitado rostro
. __ . :Míralo cambiado tanto en lo f1 ico como en lo
moral. t Qué ha hecho, pues? Se ha confesado so confiesa.
Anteri rm¡mte no se confesaba.
¡,P ara qué sine la confesión? Pregúnta.lo ft ese obrero
, antes tan libertino, tan aficionado á la taberna, ¡y
ah ora tan casto, tan sobrio, tan arreglado, tan trabajad
or, con-vortíclo en poco tiempo en el modelo de sus
compañeros! u e posa y sus hijos reconocen que la confesión
sir e para algo .
L Para qué Sil'\ e la confesión? Pregúntaselo á esa
po'!)r e mujer, agobiada por la miseria, con la cargUJ ele
t antos hijos, maltratada por s u marido ____ Muchas -ve -
ces la desgraciada ha resuelto acabar sus stúrimientos
echándose al río. __ _ El pensami ento de Dios y tle sus
hijos la ha contenido. Se acerca al confesor __ .. Ignoro
lo que éste le dice; pero mírala cómo \'uelv-e á su casa
con la paz en el corazón y casi con la alegría en el sem blante
. Ella soporta sus pesares con dulzura; sufre sin
abrir la boca los malos tratamientos de su marido .. __
Este l'e con extrañeza el cambio; lnégo admira, desp u és
ama, y finalmente imita. Saca. ahor::t la. cuenta : un s uicidio
menos; una. madre con. er-vada á seis ó siete hijo ;
un_ matrimonio en santa unión, s una. familia 1irtuosa
mas .
Después ele esta pobre mujer 1iene un criado, que
durai?-te algunos años hacía sus pequefias gauancias, algo
ane. gaJa , á costa de su amo. Un romorflimiento lo
turb ; se dirige al saccr o1 e . ___ Si el amo fija la aten-ción
en sus cosas, podrá o b s c r'"ar que el n·n ·to ordinario
ha. disminuido, sin que hny. menguado en"'nnda el rango
de su cas, - - . - y el dín. m ·noP. vc u sado rueibo do una.
mano desconocidn, un billete de cuatrocientos, quinientos
ó más fra neos [1] .
Saca la cuenta: un ladrón menos; tal 1ez ln. afrerrta
de l a cárcel que se ha e1itado á una familia honr::tJa · un
real siniente mfls. '
¿Para qué sin-e la. confc¡.¡ión? Pregúntaselo á los pobres
de tal lngl1r . El ríe o propietario del término los de ~
aba aban~onados ú su miseria; c0nsnmía para sí toda su
mmensa fortuna . ___ Hace alplh tic m po que se con1ic -
sa_ .. . y aquí lo tiene s conn~ rtid e n un padre de los
desgraciados; s anti cipa {t su s prin1cio lCi>- ___ ¡ Reco -
nocen los P?b~~::'l que la confc: iún sino para algo!
. La confeswn es el escudo de lnpc¡-sc&crancia y de la
Vlrtttcl. Es la corteza áspera y tlmn, lo reconozco; pero
la cortew l1l'Otectora. que con. erm intacto elmanwilloso
fruto qu llamamos la conciencia .
L a confesión hace renacer y con er>ar la. paz del
corazón, sin la cual uo hay felicid(ltl po ible .
Ella es, la. confesión, la que evita un gran número
de crímenes y de desgracias .
. ¡ E~l~ es la. que leYanta. al pobre l)CCaclo r, á quien
su irag11ldac1 hn, sepr.r~llo de Dios! Ell~ e., sobre toLlo, la
que co1~ uela al ~or1bundo pronto a comparecer ú la
presencia de su. Dws y de su Juez [21 .
¡ Qué camb10 no se notaría en el mundo s i todos se
[1] El mi mo .Juan J acobo á 11esar de sus odios re-ligiosos,
recono ce la utilidad de la .
. ' · t Cuántas r?.·titnciones, dice en sn Emilio ; cnáutas repam-cwnes
uo ha o bhgauo á ha<'er la confe:siún entro 1 c:ttólicos? "
-.U~l sacerdote por encargo de nn penih,nt r ~tituyó un dí:t á un
mtmstro protestante, que trn'·t J,¡ co~tutJJll e du ridiculizar la
confesi ón :'i;' la. 'olllUlliún . Jc.r ?!Cccsario reconoce
r , !lecía despné 1 que la co1. "t ió: t l u, cost! mm¡ buena .
. (2] Mr. Tis. ot, célehrc JJ(rlil' J ¡.;Íllt ,rino, ¡rotcstnntc como
cast toclos lo h:thitnntcs de esa n "l!• 111 r1a ClinPlmt citaJ¡a ntlmira<
lo la curación ineslH.:rntla dL· mw ciiora cntúlictt
1
llloribunda
obrada }lO r la confesión. Esta señora so encontró eu una calm~
confesasen sincera y seriamente, con forme debe hacer
e !
Las l eyes y los guardias ci-viles poco tendrían quo
hace r. Con esta sola ley u e la Iglesia: "Confesarás todos
tus vecaclo :1 lo menos una y e z al añb," habrla lo bastante
para r egenerar la Francia [3] y contene1· todas sus
r evoluciones .
Juzga, pues, del árbol por sus frutos.
Con la confesión sucede lo mismo que con todo lo
clemás de la Religión .• ólo son sus enemigos la ignorancia)
las preocupaciones y los vicios.
(De Jfonseñor de Segur).
tal , en una, alegría tan intima después de haber recibido los S:¡.
Cl'amentos de l a, Iglesia, qne su salud esperimentó de éllo saludable
· efectos, ca i repentinamente . L:t ca l ontn m menguó, los síntomas
alarmantes ele ap:treeicron, y la enfermedad anó. 4 Cuál e8,
1liiC, xelamabn, Mr . 'l'i .·s ot, el ]JOder d e la co nfes ió~t tmtre lo8 cat6lico.
s? Otro méclico protestante, Mr. Bndel, reco noce lo mi::~mo y
prueba por repetidos cjelllplos, "que la co nfesión es útil, no solamente
á los individuos, sino á l a soe i e"cl ad ntera, y merece fijar
la atenci ón de todo aquel que busca el bienesta.r de la especie hu·
ruana.
(3) Dígase, no l.i Francia, sino el mundo entero.
o
Cantino de Occidente
PUENTESOBREELCAUCA
Dominados por la pasión del amor il la patria, quizá
l a m{ts ingrata, hemos escrito, aun cuando sin vocación
para escritores públi cos, algunos artículos sobre la
apertura de un camino al golfo del Darién, artículos que
no han tenido ninguna r eson ancia ni para los hijos de
A ntioquia ni para el gob ierno; pero á pesar de esto, y
penm:uli¡lo'3 que recibiremos el triste fin de todas las pasion
s- cleSl)l'ecio-. ilencio-no dejaremos de insistir en
iniaje á España, de donde volvió
con el título y facultades de .A.delantaclo ni tampoco de
las vicisitudes que corriera la colonia de la nueva Antio.
quia, sino que después que los indios destruyeron N. S.
de la Antigüa y San Sebastián de Urabá, el Gobernador
Don Juan de Cabrera, temiendo que Antioquia también
fuera destruida por su inmediación á los inilios Cunas,
trasladó su colonia al l'alle de Evégico, Cúnservándole su
nombre, condecorada con el título de villa, y después
con el de ciudad. •
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EL MONITOR 149
Los primeros que \i itaron es t e t e rritorio e n t r a r on
por el Darién y lo pu i e ron en c o muni ca ci ól!. con la Cos ta
sin hallar obstáculo de ningnnido e l país .
Bólo por Occid e n te v ueclen abrirse las barreras c on
que la naturalez a tie n e encerrado n u estro t e rritorio,
cruza do por todas par tes ele elenulns m onta ñas . Só lo
p or aquí pod e mo s p on ernos e u contacto co n el Canal int
er oceánic o, y por ambos océanos ponernos en comunic
a ci ón c on t odas las naciones del g lobo¿ Cu ál es l a di stancia
e ntr e e l go lfo d el Dar ifn y el de Pnnmná.1 Ca torc e
l eg uas, qu e eu v oéo tiempo las r eco n e el ' a por. En
lo s años de 1 08 á 1 8 1 0 que gobernó l a prov inc·ia de Antioquia
Don Fra n cisc o d e Ayala , nat ural de P a n am á. d o nde
r e sidía su fa mil ia, estableció un co r reo p or e l Cupica,
y en quin ce cUa s se t enían comuni cacio n e s entr e aquella
y e s ta ciudad . To J o esto manifiesta nuestra \ecindad
con el Its m o, y las u tiliclalles que reportaría nuestro co mm
·cio . Veamos a hora l as que nos resultarían d e otra
natural e za .
Las már genes d el rio Mu rrí c uyas arenas contienen
m u cho o ro, son extensas, llana:<, y puede crears a en e llas
m ·lla r e s d e g a.nados ele toda especie¡ confl. n ye éste c on el
Atrato, e s na\egabl e en mucha parte el e s u curs o, y por
s u s aguas exportaríanse sus ganados . El rio Sucio,navega
ble t am bi é n, lleva sus aguas a l m i s mo r io Atr a to, ofrece en
s us feraces o r illas extensos te rre nos, c ubi e rtos hoy de
S ..llvas seculares d onde pueden p onerse g rande s plantaciones
ue cacao, café, cana ele az u car, r ocerias de maíz
q u e dan abundantes cosechas cada t r es meses, sin estarsujetas
á las variaciones del tiempo . El L eón ó Guacabá
qu e d esembocn en pleno mar, presenta en sus orill a s terrenos
y p r oducciones ígualcs ú las de los ríos expresa dos,
con la veutaía. que se evita. el trasbonle . Los terre nos
altos qne formail las hoyas de esos ríos, de donde
descienden ú eugroRar sus ngurs y regar sus anchos valles,
multitud de arroyo~ y qucl.Jrr..das auríferas ofrecen
c ampo para cnlt1 var y cosechar las plantas propias de
l os climas templaclol; y fríos .
To do ese territorio q_ue permanece desconocido con
sus riq u ezas, ei'l negativovara el Estado, y sólo p u e de
hacer lo p::.·ovechoso el camino que indicamos .
Puede hacerse esta objeción: los Estados del Ca uc a
y ele BollY H poseen gnm parte de ese territorio con las
costas del GolJo del arieu ó l"rabá. Es verdad; pero ¿có mo
es esa pose::>ü'm? Por descuido ó abandono ele los Go biernos
que se hall sucedido en Antioqnia, desde el col o nial
basta. el repu1J1ic:.:mo; porque ninguno lla tratado de
ex:clcuccor sus limites con los Estallos v ecinos. Si est e
deslimle se lle;,;nrú ú h,wer, podrían presentarse l os tít u tulos
que desde la conquista. se daban á l os Gobe rnado res
españoles; y so probaría, que los límites d e l a 8- ntigua
provincia de Antioquia. abrazaban la o rilla cl er e c):m
d el r i o Atr ato ó N ive hasta e l Go lfo d e Urabá, y p or el
n or te l a otra band a del m i smo Go lfo c o n la co sta de l
m a r del nor te al cerro de AguiJ a . An t io qui a poseyó y
e stableci ó adu::n+a e~1 el punto Matun t u bo, sob re el Go lf
o, hasta cl espués d el añó d e 1 8±0 , q u e fu é Presidente ele
l a R epública un hijo del Cauca; y éste, c on una plumada,
d espojó ú esta pro\incia de s u puer t o y adua na, y la agr e gó
á l a pro\il tcia de s u nacimiento . Si n e m b a r g o , mie ntras
a l g ún gobierno p r om u e\e una clinsión t e rritorial justa
y c o n veniente p a r a c ada E stado, pue do empre nd e r e
el camino, qu e será tan ú t il al comer cio d e l Cauca como
a l de Ant i oquia.
Se pregunta rá ~ tlónde s e halla el gran capital q u e
r equie r e emp r esa tan costosa, p u esto que el 'l'e so ro el e
E stado no puedo hacer tnu grande e r oga ción, n i los neg
ociantes p r estan 8Us capitales en empresa t a n r e mota?
Conbestaremos: Esa empresa sól o necesita d el Gobie
r l?- o p~·otección y r lt;unos an:s:ilio~ mat_e riales que po co
afecten el Tesoro; y no hay no cs1dacl (le q u e lo s negociantes
\p resten su llinero . Una Legislatura del Estado
dest inó para l a upertmu. d el cami no de Occiden te el
p rotl u ctq ünpnesto sobr e el ramo de anis que se produzca,
extraiga ó se introdu zca e n este Departamento, y
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150 EL MONITOR
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q no este producto ó renta se recaudara y atlrniuistrara
por nna junta, rspecial de delegados, nombrada por cada
tm o de lo:; di , tri tos producto!'(~. del ramo. Según se no!i
ba di c ho, la renta ó impue. to produce en cad a aiio mil
ú m;Ís pesos;· y creemos que cou e l mínimo de ei!te produ
cto, JHIUierau co ntratarse cuatro ó más familir.~ cada
aii o, trabnjadoms y honradas, que fueran á establecerse
en las colonias que s fuuuar:m eu (11 trayecto de camin
o del puente Dabeibn al puerto ~fatuntubo ó Pisisí. Á
cada familia s e le 1lará un Jo te de t e rre no, una casa, horra.
rnicntn s , y . i fuero po. iblc,a.lgunos animales para ería;
y la~ rcln. c iom's dt• nna con otra colonia, abriría y mantendría
trnticable el camino. El Gol.Jierno del Estado podría
~;outribuir á la empre. a, so licitnmlo del Gobierno
Nat'i ona l lo s t e rrrnos bnl1líos necesarios para dar á los
colono!'<, y :t tlemás, e l trabajo del presidio ó alguna scccion
que de CaúasgorJas co ntiuuara abriendo el camino
basta el puerto.
Cierto e.· as empre~as que no tengan la utilidad y gara
n t ía s que rinde ln mmra.
m 14 de Feb r e ro último, e l Dr. Fabricio Villa renbió
cu su casa de habitación varias personns notables de
esta ciudad, para arbitrar m e dios de poner un puente .
Pu ede argüirse i g ualmente, l}ne ese camino se abrió
cu otro tiempo bajo la direcc ión ersion de
e. a snma en cle:;cuajar montes y romper peñas; y seria
~ cgura la permanencia del cami no, empleando la suma
en estaulecer colon.ias agrícolas,cnya comunicación, obligada
para presta.r"e r ecursos una á otra, conser-varía aquella
da sin esfu e rzo ni gasto considerable.
Si esa opinión tnn razonable se hubiera adoptado
entonces, hoy estuYiéramos s iquiera en comunicación
expedita con el puerto de !lfatuutubo por rio Sucio, y
nu estros frut os se extraerían por el bajo Atrato. En ese
tiemp o se fundó iL Dabeiba, en un mal punto· y si entonces
e ra dificultosa su comunicación con F;ontiuo por
una trocha dificultosa, sus relaciones se tienen ahora por
nu buen camino.
Nosotros, ya inmeuiatos al sepulcro por la edad y los
dolores suce. i\Tos por la p é rdid.-'1. de sércs que amaba
nuestro corazón, nada veremos; pero si es cierto que
los moribundos preuicen el porvenir por la doble vista
que ticu e n, no otros podemos predecir: que esos montes
y esas selvas espesas que cubren hoy los terrenos de
Occidente, no muy tarde se convertirán en ticas hacienda~,
_en nnmero_sas dehesas de ganado; los valles en po
blacwnes Iaborwsas; sus caudalosos ríos se surcarán por
bnques de vapor; sus p e ñascos, arroyos y quebradas en
otras tantas minas de oro, pla_ta, platina, cobre, hi~rro
y otros m e tales; y tal >cz el p1to de la locomotora reso-nar{
l en todvs los (lmbitn~ de aqtwlla tierra, d.nHk 1:•
diYina l'ro~ith'rwi:l ha c~par<'itlo todas las prodLwrionr:-;,
todaR las riquezas 11Uc d hombr' ncc(':'lita para tiU bit'tl·
estar.
Ya el actual Joro de Antioc¡ui:','JIIC conocr que 1 porvenir
del E<¡tado está en ol Occ.it.knte, ha dad•> rl primer
paso para sn regeneración, ha xitado particulanncnto
al señor Dr. l~abricio \ il\a pnr ~ r¡ut> Jll.,)llllll'Ya una af'ociación
rou entre los m(ts patriota~' y apto~; para
el ohjeto; y eonfiamos lleuarún su cometido con la a.rtividad,
celo y a c ierto ue sus buenos proccderl:'s, apoyado~
en el primer Maghürndo r¡ne arn~ja. una mirada bcnetica
SOIJre e¡.:l¡¡ tierra auaudonatla, ÜC promesas t:m halagüeñas
para la granueza é iudepcndoucia del Estado.
Autioquia, Marzo 3 de 1886.
''ÍCTOR PARDO SALrEDO.
Aseo y Ornato
Las poblaciones en sn desarrollo y crecimiento ncneu
á encoutrarse un día en la necesidad acióu de lo que es útil á todo
, y aun cuando se ofrezca con el c:mí.ter do puro
adorno, no se halla en las masas del pueblo, y esto !'meede
en las ciudades de una ci•ilización de primer orden,
y por lo mismo en mayor graJo en las que apena~ apunta
un rayo siquiera, del sol qne ha de iluminar ú una ~o>
ciedaJ que se baila en su infancia, que da los primero~
pasos en la >ía que ba de llevarla :'t un puesto quo la baga
digna de aprecio y de con ideración.
Debemos limitarnos á estas consideraciones gencrllles,
que podemos dedr son la síntesis de lo que se ofrece
ú la vista, ó de lo que nos cuentan los que visitan
las ciudades centros de la cultura, del buen gusto, y r.n
las que se encuentran todas las conveniencias sociales.
Y si á tanto no podemos llegar, promommos algo quo
llevado á cabo, indique que tanto como nos lo permiten
las circunstancias, no desconocemos que en la villa de
sociedad promovemos los meuios que fomentan la!' reuniones
licitas, que estrechan las relaciones que hacen el
>ínculo y presentan la unidad en la moralitlad y cultas
maneras de una ciudad 6 sea un pueblo, que en la conformidad
de seutimientos y de intereses que unen á Rl1S
moradores, vi>irán estos en paz y progre o.
Las indicaciones .sobre aseo y ornato en las ciudades,
tienen que ser relati>as exclusi>amente a la en que
se escribe, y por lo mismo tenemos que contraernos á
esta, Antioquia.
Por fortuna, en punt.o de aseo en la ciudad, ex<'eptuando
el mal que cansan los marranos, en lo demás hay
limpieza en las calles; tal >ez como medida higiénica
para la vista, convendría no emplear una cal de tanta
blancura como la que acostumbra, siendo tan fuerte el
reflejo de la luz solar, qu.e atravieza una atmósfera tan
limpia que debe ofender el aparato de la visión; por eso
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~e ufr(} ron frrctH-' nd:t bt oftalmia. Do ornato ou el re.
dnto dt• l:t ciudad, ;-;e Ye hcrmo~>rada la plaza de la Ca.
tcdrnl t'll ~us cuatro lado8 con corpulentos mango!'i, so.
ltre t1Hlo lo;-; qu ocup:m los e xtremos del a.tno de1 tt·mplo, dando fruto ca¡;i en todo el cur:;o del año
v mús que en alJuudancia. en las do~ épocns que se
llaman de cosecha; el lado ~utl que da frente á la. igleRia,
presellt·
~a~ roronas de hojas de::;plegatlas aun cun.udo por tres
(lca!ionc~ han sido trasquiladas por la langosta: el seguurlo
ludo cueuta ocho :\rboles de maugos. Ji~utre unos
v otros árboles y las casas promodían las cnllcs de an;~
bma proporcioumla: la graciosa capilla dedicada al culto
d.., 1:~ Virgen y su atrio, culJre el latlo del oes~e y el
del oriente qu• le ha.ce freutt•, ost1.mt~L un hormo::;o m:~
rnoudllo y un lllt\mey. Lo J•equeflt~ de la plaza y la. magnitud
de los úrboles d:~n á ella mm me,¡or vista y galanura
que la que ofrece la tle In Catedral; verdad es que los
Arboles de esta, con excepción de dos uo tienen su complt.~
to desarrollo.
Terminamus esta parte relativa á los árboles ro para hacerlo, Re necesita contar
con recursos, y el Distrito está en impotencia de pro·
porciouarlos: no tiene tesoro, pues mal viene este nombre
:í cl\ias vacías; no en mejor situación estamos los
particulares; será. por lo tanto, forzoso restaurar cnantJ
meior so pueda, uigamos el recuerdo godo, que nos ha
quedado conocido con el nombre de La Glorieta. Entre
el punto así llamado, y el extremo al occidente de la cal:
e terminada en la cxtemión que principia eu el cemen-
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tcrio, se f(Jrm ó un caml.'llón c ubierto con :\rbo les uc lado
y lado. A la Glorieta ern. el paseo frecuente de caballeros
y s eüo raH. Yino la guerra do la independencia, que
ocupó el :ínimu do todoí'; los paseos se acabar o n, y
cuando el rég im e n ó gohiemo e,·pafwl vol\·i(,, el Gobernador
Sancbez Lima, r e:tauró la Glorieta, que se hal\alJa
e n ruiua s, formando un anfiteatro, embaldot~ndo cu
su centro, con un pretil de cal y canto en mús d e la mitad
rlo la mrcunfereneia del recinto, sirviendo d e asiento
ú los concu rre u tes. Cuatro eul u m u as d e u o mucha
eleganciacas en huon est::1do, bien ::1lim c utadas, c¡uo
porm:tnecen en el c~:~t ablo constantcmc ntC\, son partwul:tfiU Cl;ltu
las quo snfrcn la. enfermedad, sincmb::1.r~o ella ::1ta ca t:tlltbtospnés c· inquietan de uingnmt manura vur st\
t e ruf"ro. Ellas tiene n acco:sos de lichrc C::l r::1ctcrizn ol'ir a s Ko n raras y os t· nra s de color, ó del todo suprimidas. La
ubre g cJHlnr e l'e é inti:uua, l:t seCl'C'cion do la lC'clto se suprime 6
disminnYt' l' n nn :1 l r y qnrda colvanclo, y el anuual muero despué;
do alg~uas convuis iones, al décimo ó dóciuw tercer dia. de la
enfermccla d .
.A1rrun:1s ·nce la fteurc y la inflam:1cion son menos inten as; o •
no hay co>uhion rs. v la curncion es pronta .
Es muy tl i fi l'i l ni v<'te rinario establecer un rn·on.:C cncuct,tran onluJarl:1lllcnte In p~w z a o tnp :1 grande~- el
te1·ccr estómago llenos dt• nua gran cantHlnd tle ;ycruas 6 pastos
que se han a y do la vena port:1, estáullenos
de sangre negra y e;,p e¡; a .
TRAT.á.11IBXTO. l'or graYes que sean los síntomas, no debo
sinem bargo perder tolla e s peranza de cura eión .
luego so lH'actica una sangría en la yugular, y se sacan
dos, tr<'S y ha ta cuatro kilogramos ele sangro (4, 6, 8 libra·),
s egún la intensidad ele la inflamación y la edad y fuerza de la
bestia.
Se administra en seguida de 5 en 5 horas bebidas compuesta
d e: sulfato ele soda 60 antn. p apla s taclns y negra , Frecuentemente
hay al mismo ti mpo ex.crrciou (le una orina trasparente y rojiza.
En este caso e· raro que se nrcesite repetir la sangr!a; lo. síntoma
i nflamatorio~ disminuyen poco á poco; la fieb r e y ln. agitacióu cesan;
el apetito nteln' :>la euraci6n es easi cierta. 'ucede frecuent
emente entouces qne la lJestias permanecen constantemente aco:stadas
y no Jmcrleu leYanta!'s~. En este ca o ocune durante muchos
días á. fricciones ceas «l Pspiuazo y ;í lo~ lados y riuones,
con linimento volátil alcanforado, á fomeutaciouc aromútiPas
sobre la espalcla, o friccio!le3 á lo~ · wn lo. con agnrtnlicnte calicutc.
Si los . íntomas l)Crsisten. e rcJnwYa la saugría, y se a.lulini:stran
bebidas compne tas de 15 á 30 gramo3 de nitw (:.alitrc) con
dos á tres granos de alcanfor pulverizado y dilníclo en nua ;yema
d e hueYo, cuatro gramo:s do sulfuro fle so.lio, tollo J>llf'"ilo eu.un
kilógramo tle un C'Ocimiento mnsi!ap;inoso . Se da este brebaje cada
cuatro ó cinco hor:1s haciéJ.l(lolo tragar al aJLimal.
Cuando la enfermc:lctl pasa al estado ptítriüo, se emplea. con
efecto el ácido hitlroclól'ico, á la dosis tlo 50 gramos en uulitl'o
de a gua de salvado.
Pero entre estas bebidas, las lavativas, las frotaciones y to·
dos l.o s cuidados 11rescritos, deben siempre emplearse con pcrscvcran
cla .
La hinchazon é inflación ele la ubre, que sohrevicuc orc1ina riam
ente, deben tratarse con losiones rmolicntc " y folht'ULtcione
aTom át icas, egún el gnHlo y la natnrakza ele la· hin< ha;~,,n. d
s e nota que la hinehaz<ín amenaza llcn·ar al PaTÍa
de toda sn numerosa familia. ;,
Niño aun, Ricardo se grangeó la estimación
y afento de todos los que le conocieron,
por su carácter suave, apacible y candoroso,
su conducta intachable y buenos sentimientos.
Intenso y cruel es el dolor que agobia á
sus desolados padres, á quienes dii·igimos
estas líneas para llorar con éllos y como un
tributo de nuestros sentimientos.
Antioquia, 12 de Abril de 1886.
M. M.
CORRESPON.DENCIA
Sr. Pbro. Eufrasio Rojas-Bolívar-Recibimos con su grata
$ 1, 20 por U. y fáurica, trimestre 1'?
Sr. Pbro. Alejandro J. Osorio-Presente Nos enteró U. 60 cs.
trÍiu estre 1 '?
.r. Tomás Lucio Il.Jarra-Córdoba-Kos e u brió U. $1, 20 cs.
semestre 2° por sa fábrica de sn cargo.
Sr . Pbro . Eleuterio J ammillo-Cáceres-Recibimos por U.
60 cvs., 2'-- tri me tre.
Sr. Pbro. Julián Medina-Nueva Caramanta Recibimos por
U. y u fábrica $ 2, 40 c. e mestrc 1°
Sr. Phro . Manuel C. Garcés-Sabana Larga-Recibímos$4, 20e.
Sr . Pbro. Jo ·é Jacobo Qniceno-Belén-Recihimos con su
grata $ 1 , O c . trime tres 1 '?, 2° y 30
'rta.. Adela ida Thado.-Am:á-Recibimos 60 e, trimestre 3<:>
Sra. Liberata Toro de T.-~Icclellín-Nos cubrió U
Citación recomendada (normas APA)
"El Monitor: periódico oficial de la diócesis - N. 19", -:-, 1886. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3685356/), el día 2025-05-29.
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