PERIODI~O LITERARIO DEDICADO A LA JUVElYfUD.
RAMtREZ y RIVERA, EDITORES.
EL ANGEl, DE L ,\. CARID.tD.
(DIITACION DE L. VElJILLOT).
Ay ! mis ojos la han vuelto á ver, como
la vi eu otro tiempo, más allá de los ma·
res.
Y como entónces, han vuelto á asomar
las lágrimas más ticmas á mis párpados, al
\'cr su im¡\gcn apasibl~ y sel'cna.
No es la. belleza mnndan:1lo que me cautiva
en sus formas. J:i[o es la gracia de su ·
mo,·imicntos, ni el Ít~o de sus ndomos, ni
la música cstuuiada de las palubras.
Es algo que b rodea, y que no es de estr\
mundo : ~lgo que la artista mí1s hábil no
}JOdria imitar; algo qnc arranca á un tiempo
una sonrisa y una lágrima, la adm1mciou
y el rcl!peto, el amor y la compasion.
Dónde nació ? N o lo sé ! Acaso en ele'
· a das esferas, acaso en cuna de oro.
'falvcz en una humilde buhardilla de una
gran capital, á donde sólo llegaba el~:~ol, á
lleYar calor y alegl'ia.
1\luchos la encontraron de paso en !:lll niñez,
y tt·ás el velo de su candor, adi rinaron
que llegaría á ser tan hormosa como
consuelo y vida de un c01·azon.
Mus ella no conoció á nadie, y
medio de la multitud, cruzó el mu
tma alma por entre las sombras
dines etéricos.
Y así: ¡;ola y expueRta al peligro,
osó enviarle ni ánn Eiquiera un soplo de su
mundana iofeccion, llegó al puerto. Viajera
feliz, que no se manchó el pié, ni tuvo qne
sacudir de su!J snndalias el polvo ele! camino!
Blanca y fresca como un lirio que arrar.
tró, sin mancharlo, turbia coniente, bajó
bast~ el fo~d.o ?e la humana miseria, para
serv1r de ahv1o a Jos que lloraban, y ser una
i mágen Yivieute de la Providencia en la
tierra.
Eu salones y claustros y laberintos oscu·
ros se veían tendidos cien moribundos y
hasta las ?óvedaa suuian los gemidos. '
Aparec1ó su blanca flgura, y los gemidos
cesaron y los ojos rillriosos se volvieron todos
á ella, animados de una dulce esperanza.
Y para todos tuvo consuelos en sus ojos
y en 8Ua lauios! Para todos alcanzaron sus
manos, llenas al parecer do un bálsamo divino.
Entro tanto, se oía como llll trueno á lo léjos.
qne cien y cien veces repetían los ecos.
Y los vientos traían en sus alas una sorda
y confusa voceria : mezcla de imprecaciones
Y. ele quejas, de maldiciones y de gritos do
VJCtOI'I:l.
J,as calles estaban desicrt:~s · las ()'entes so
hnbian guareci<:lo en sns habitaci~nes ¡ ~n
derredor reino ha un flilcucio prccmsor de
algo tan esrantoso como la muerte.
Al fin dejóse ver la uandera, y una mnlti·
tuu la seguía.
La blanca figut'a del hospit.~l dejó los
claustros y los t>aloncs oscut·os y salió á las
desiertas calles.
Nada. temía cuando todos temian; y cuan do
todos buscaban algun asilo, sólo ella se
dejaba vet·.
Oh ! seguid la ! N o la lleYan las pasiones
unas, no va á buscar Rangrieutos Jaure-va
la btan
de quedar tam
tenta salvar. Saca de
que confot'ta al caído, le cu
el plomo y la espada acaban de
entro
ca u á·
gue asi con todos los desgraciados en
nes queda ya un soplo de v1da, y vuelve alegre,
pasada. la tormenta, á buscar quién los.
lleve en sns hombros nl hospital, donde ha
do acabar de cut·arlos. Son1 isa en el dolot·
y consuelo supremo, cnáu dnlceménte brilla
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~ los "jos d'Cl pobre moribundo i
Hay ama¡·gúras eh úl fondo de su éorázon?
Quién lo sabe! 0,' mcjot· djcho; sí; qu'c n'o 1 h,ay corazon que nó esté calcinado por el dolot\
Mas los hombres sólo han visto su sonrisa;
enterameiltc sei'~rta, si á veces thcia.ricólica
~ sólo han o ido de sus labios palab1·as
hmor·osae y uertcliciones, anuncios de una
morada etema de goces.
Sus lttgriruas, tli.han corrido, han conldo
ct\ soledad y silencio: allrL en sn humilde
rct.retc, en el pobré !echo qn~ adorna la sa~~
ta unflaeú de J esucr1sto monbundo. Al pte
del alt~r no ha aparecido !:lino transfigurada¡
y si acaso ha llorado, al mismo tiem¡1o su
rostro ha estado raclioso, y su alma nadando
en maros do luz.
Ji'eli:t. ó alegre, la resignacion le ha dado
su aureola , y la imnortalidau un goce · anti·
cipndo dé sus delicias.
N o muy larde la qne tant:ls c~tbczás inol
·ibündtls ha sost~nido eu bu seno, doblará
tambicrl la suya. .
Ante su cuerpo cot·onauo do rosas, nnllará
el rlolor 3'lhablnn\ sólo la e~peranza cri:stinn~.
Sobre su tnmba se leet·á sol:uneute!
U'í.\.limUL\KA. DE ú.\ ÜARW.\D
DOLOit.\•
t n aJit>s dé,ió l'ltt mi pecho
cruel quebranto;
t>et'o en tart rudo despecho
tirto Íl mis ojos elllauto.
De aquel arhor en nuestras al ni as qüedan
tan sólo escombros í pero. yo te ru~go
·que nunca clcjes qüe luscivos labios ,
las huellas borren ,Jo 1hi casto bc:.o!
j, :M. VErS.sco 0.\.S'iiLLO.
Popayan. Febrero. c}Siú ,
l . .-l ,\Gt:.Í.l Y lul :uu.n:Ji .
. ¿ Qué rclacíon~s pueden habc.t· entr~ estM
dos súrés á cual más cle .icado y endeble?
Acaso el tipo comun dé si1H 1·asgos determine
alguna ley entro ~lloR, que Dios ~Jauá
hacer de la debilitlad fuer:t.a 1 engendrando
en los clébiles el instinto ele uitil' &l causa y
]H;CRUlrsc mtltdo apoyo, Mrho se cnlazah en
el caihpo dos fhígiles caiias y rtlsistcn al hitmean;
hay algo tle comun ent.re la aguja 'y
la illujer: sernej:ihza cil la forma y eitn·to
esplritu coninu : no puede hauet' amistad
más natural.
N o es htús valiente hi sufrid<:> ol sold:vlada del guerl1ero, tii
la pluma del escl·itor, quo la aguja en m:thM
de la mttjer honratla: con ella lalJI·a el órdcn;
tJl d~coro y la subsistencia de su iantilia¡
que aqncllos iustt·ttmetlt0$1 no aseguran sierti·
pre, á veces suden destl·llir,
Fitta, iusítlltllntc, prolij:t, slifrida y Íl \'ecos
punzante la una, deliMd!l; disc1·eta, t>ficiosa,
paciente y !\ veces ih~.;isiva la otl':t; ~\rttbas
pulidas y g1'aciosas; úmbas dotadns de exRarn
cosa!
lliHóhctls tnt alma atligid:1
gt•zó en su pena: en la Viua
lloranJo tambien se goza.
.U!!ito gttsto pr,t·a ltls :\I'Les de adorno y la
''",.,,,_.,..a frívola. y para el tratJajo, la constanla
paciencia y la vigilancia, :ímbas de
I1 hay eutt·e ellas ?-'i\Íezcla
e ffi.;olidad, ligereza y gracia, predomit1a
n enibai·go en á1t1b:ts 1:1 ubnegacidn del
afecto matei'i:tl, la seriedad di! l:ts cos:tR útiles;
el espít·itu. d~ familia, la modestia de l!t
virtud casera y una decidida aficidh por las
octtpacionés sedentarias, cl:mi Vocaéiort de
la mujm• y 11otorio instinto de la aguja.
J1 na co e borda pinta; In ot1%l traza¡
dibt1ja y oscoge los colores y entre las dos
escriben diari:tmonte 110 (~Ut'so de moraltH·i-
''ada y acohOmía doméstica, ¡ t3ucnas an1t•
g::ts! Dios erió la una para la otra, y sU fe·
licidad llega hasta h vejez. ¡Buenas 1111Í·
dres l con m:!s ~atisfaccion remiendan la ca-nti~
itu del niilo, ó lp,q pán~alonel! del padreque
pliegan tos frual!íes de la moda 11 los fa ,
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El CA tSCA. 323
llaje.~ de la l'(tt!idnd.
¡Sacrificios ein recompensas, triunfos sin
:\plailflos, virtu!l sin lauro! N o pot· eso economizan
Rns f.'ucrzas, ni abandonan sns desvelos.
Cado día m:'1s intimas y cal'iñosas; se
puede decir que v~·en nna misma vida, el
sol lns ve juntas cuando sale, la noehe ignora
muchas vece Cl~ndo se han separauo: se
han consagt•a(lo Í\ 'Ta familia y la dan sus 1
oticio11 en todas l:ls horas del dia y l1e la
s¡oehe en que hay alguna necesidad qne socorrer!
falta el pan para el dia siguiente¡ el
nlquilct• de la casa estr1 p:\ra cumplirse, uo
h:ty con qné mandat· á la botica por la mcdicín:
L que recetó el uoctOI' J nanito, y cllns
debeJl pt·orect· á to(lo. ¡Fuera el reposo y
el suefio y ymmie Dios' el sacrificio !
Buenas amigas, m~>jores mallres, duplican
1311s horas y se multiplic:'n sobt•e la labo1·.
¡ Yirtnd del cielo ! y acaso ni e&tos nobles
eRfuerzos ni la abnegacion de tamaña tarea
regocijando la conciencia , bastan á alegrar
s11 espíritu. Una de las dos padece, por lo
cvmun es l!l mujm•, y no tieno otm conJiJontc
c¡ne su aguja, su mej!r amiga.
;, <.2ué diMagos pasan entre ellas? ¿ Cuántas
l:'!gritn!l.S dcrramallas sobre sn tt·ama?
Sólo Dios qno las oye sabe cuánto sa dobcu
la una {l la otra estu~ dos amigas, y los oonttuelos
que hallan en sn tro.to ó intimidad.
'fodos on la co.&a duermen: ellas solns vel:
m, ortl ~ la cabecera del hijo enl6rnto; o•·a
o11pcrando :ti marido, que acaso un amot· espúreo
uctiene fuera de Sil hog!l.r, y trauajnn
y esperan, y uo es !'Uro que: tt•alipncsta la
mhad de la noche, fatigádos los ojos y el
CtlOl'po, vncitc la una en la mano de su compaijera
uc infortunio, y so reclino la otm á
S\l pesar sol..H·e la tela qnc labr:ln; y si oyen
~m ruido, y suspenden su labor, ponen el
oído, y no e::. el del infiel, y vuolven á su
t.ta\Jajo, y una lágrima humedece las punta·
das hasta que las rinde el cansancio y el
snl!iio y se duormcn la nna y la otra, y l!l
¡,¡na soQre la otra. ·
Dejémoslas dormi•·; dejemos siquiet'a el
·'"'eño . as (1u.e no po~emos J,u· la dicha.
()ontentémonos con imitar su virtud.
AQIQf9!
1\.dio~, oh mi ángel querid.o ¡
que al fin la sc¡Htracion
,.a á pouer á nuestros goces
la valla da un g;•an dolor,
y es fuerza que yo te diga
con honda tristeza, aclios!
Ay! en tu m~H·cha te llevas
¡)artes tic mi corazon;
:H1ios: ángel de mí sucüo ,
adios, ángel de mi amor.
En este momento triste
presiente mi cora1.oo,
qne nunca más volverémos
á encontramos ya los dos,
un miEm o aire rcspiranuo,
recibiendo nn mismo sol;
que el que hoy lloranflo te digo,
t~crá acaso eterno adios;
ndios, ángel de mi suefio,
ndios, ángel de mi amo¡•,
Adios! y jamas olvidos
al hombro quo te !ldoró,
al hombro qne comprcuderto
supo con tollo su amo•··
Cuando estós allí1 en tu suelo
y bnjo tu patrio sol,
recuerda á mi amada patria
que E>us techos te bJ·indó;
a1lios, ángel do mi sucüo,
allios, ángel de mi amor,
V as fl partit· ! tq en bailo
tiende h cola veloz,
y con adornan brioso
ó. p:'ll'tit· se prep:nó ... , .•
¡Oh! no me olvidcl! to pido .. ,,.
ny! pobre u1i corazon!. ..
.Entve las nuues do poh ·o
su forma de~p:noció ... ,
h del úugel de mi sue1ío,
la del ángel di! mi amot· !
ropayau. 18i~.
J>ItlES'fLEY,
i\ l 'E É U.USIO~.
Yo tengo un mayo y ú su follaje
un blanco cisne llegó Jo paso:
quiso halagarlo, Yolóse al monte, ... ,.
tan sólo plumas dejó el it~grato!
Y o tengo un pecho. qu<' mua lo bello
y tnvc un sueño, sueño dorado¡
quise palparlo y evapo• 'óse ......
sólo recuerdos dejó el ingrato !
Ave que dejas pobt•es despojos,
por qué de paso te vi en mi mayo?
:::>ueño que J<'jas tristes rccuedos,
por qué me tliste fugas encanto ?
A. GRll¡!
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ELCAUCA.
LOS A:tiiGOS. No rUgo cqne os gnartleis de él, porque de
seguro me ¡.;u¡¡.!-'EL \ ,ll¡,ó 1JJtu'l'liCTOR.
Hay un problema que resolver, problema Alguna rcz os ha hecho un servicio, no lo
qne ha tlado ocasion á infinidad de articn- niego¡ pero en cambio tiene el dereeho de
los, comedias y d1amas, y que e ti' todavía cogeros uol brazo y llcvraros á remolque t.
De todos los amigos este es e! más dulce,
el más complaciente, el m&s simpático, el
t.nás soniuial. •
Si es rico, no tiene usted m{ts que abrir
la boca, y él se apresurará j satisfacer sus
deseos.
Si es pobre, lo 'tiene usted á su disposicion
noche y dia, con el sol y con la lluvia,
con calor y con üio.
Hay ocasiones en qne el amigo de la ronjet
· Jc usted está sétio con ella : con usted
jamas.
¡Ah! Para usted guarda él siempre las
m{¡~ dulce sonrisa.
Medio de conocede :
:B;l mcjot· ámigo de usted, el que más le
qtücre, aquel de quien usted no ha sospecha·
do nunca, ese es el amigo de la mujer de
usted
S.EXTA ESPECIE-EL AMIGO FM;NCO.
Este es el m:ls tenible.
N o pongo en duda que sea nn verdadero
amigo, capaz de sacrificarse por usted.
Pero tiene usted que sufrir su franqueza,
pam lo cual ya puede usted armarse de paciencia.
Acaba usted de levantarse, y llega su amigo:
-Chico, ¡ qnó mala cara tienes ! ¿Estás
malo?
-N o siento nada.
Se viste usted para salir.
-Vas á la calle con ese chaleco?
-PuGs ¿qué tiene?
-Estás honible con ese traje. Pareces
un barbero.
Le encuentra usteJ en el café.
-V amos á tomar una 'copa ele ron, le díce
á usted con su acostumbrac1a fi·anqneza.
-No bebo.
-¡ Pues no has de beber 1 ~Iozo, ron.
¿Sabes qne be encontrado á tll amada J ulía
en el paseo'?
-Y qué?
-Que me parece que te la pega.
-Hombre!
-Uon franqueza, ya q11e conoces mi ca•
ráctcr:
El amigo franco, en gracia de lo mucho
que le quiere á usted, le probará todos los
días que es usted feo, Yiejo, raro, cobarde,
en fin, el último de los hombres.
Usted lo estrangularía de huna gana, pe·
ro como es su amigo .........
SÉTD!A ESPECIE -ET, AmGO DT. PAPÁ,
Fué amigo de mi padre i tuvo el placer
de aburrirlo y ahora se ocupa en h:1oer con
migo otro tanto.
Me ha visto nacer.
Me ha visto debarrollarñ1e, me ha tenido
en sus rodillas, y siempre soy para él un ni·
ño.
El amigo de papá so empeña en imponer·
me sus gustos, me riñe, me mortifica, me
contr~ria en todo......... •
Ya so ve, como me ha visto uaccl' ........ ·
Tenia yo veinticinco años, y mo enamoré.
El amigo de papá dijo :
-¡ Ha visto usted el tmsto ! ¿ Pnos no
quiere ya casarse?
P:wa el amigo de papá nunca sel·é yo
hombre.
OCTAVA ESPECIE-m, Ali:TGO QU.E XOS :&X:·
rr,oTA.
Hegla general : todo amigo es explota·
dor.
Excepcion : cuando un amigo no explota
á otro, es porque los dos se explotan mutua·
monte.
NOYENA ESPECIE-EL AMIGO SOBON.
N o va nunca con usted sin colgárselo del
brazo.
Le compone á usted el lazo de la corhata,
lo abrocha el chaleco, le sacudo el polvo y
soba la cara.
Si le encuentra á nstetl en la callé, le tiene
una hora cogido de las manos, dándolo cad~
apreton que lo tira {\ usted de espaldas . .
Para habbt· con usted so le echa ensima1
y le arroja á la cara su aliento, no siempre
perf~;unado. ·
Jamas dice ¡ IIOM! sin darle á usted un
golpe en la mano, en el brazo 6 en la espal·
da.
Si cien veces lo encuentra á usted en un
llia, cien veces le aprieta la mano.
Y, ¡ oh dólor! generalmen~e le sudanJ
~ .
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DéCDL ESI'EIJIE-I:f. .D!IIH) l'J:O.\,JOSO. Frecuentador de gnritos y rontlador de nn-
N unen lo 'erá usted m~: que en t:l m o- tan as, tC'nin el génio tan Yiro, que :'1 h1 meuor
roe11to oportmJO rle comer :tlgo. contradiccion cchnl.Ja mano por el <'Stoqne y
El resto del tiempo tlcsnparcce. annnl.Ja una de mil rlemouio~.;. De sus meclio~
J>ero va 11. tecl á tomar el billete ele! tC'a- ele fortnna podia decir~e aqnello de ¡Hcsuntra:
allí er,Ht él que rn á lo mismo, y nstcc.l cion y pohr<'z:t todo es unn. ple:r.n, y nplicarle
pag:1 por Jos dos. sin temor tlc inCtll'l ' r en cnlumni:t, la l'edon·
!:lnen us cu la petnr.n, y en s<'gnicln clos de· dil!fl:
dos extraiios cogen el nwjor cigarro. Del h~blgo montniie~
N o ))l't'guntt< usted :'1 t¡ué mnno pertenC'- don Par-cnnl Pérez QuiJIOtles.
een nquellos tiC'1loP. C'rnn lns cnmi.ns nones .•
Es la del amigo pegajoso. y no l!C'gahan ú tres
sí:-;TE.r..:. Uon moti ro de la reciente l'jccncion ncia y el 'ircy habin heáo pnblicnr vanrcccion
de los globos ne;ost:'lticoR. 1 do para que, ue:;pucs de las diez de la noche,
Sólo qnc totla\'Ín no la hemos mcontr:Hlo. no :m•Jn\'icsen los Yecinos por la calle, '/á fin
ExÁ~tE: JJ:o-.\L. Jc qHc ~~~ordenanza uo fuese letra muerta,
-J óYen incauto,¿ me ha s comprcnditlo? multiplicó las rondas y úun él mismo salia fl
-Perfectamente. ¡ \'eccs al frente tle una~ ú recorrer la cinc.lncl.
-¿Quieres que continúo mi. obsonaoio- ::L\uestro andaluz no ern hombre Jo sacrifi-ncs
sobre la amistad: 1 <'nt· un galanteo á la obediencia tlol bando, y
-.J. ro, ya Lasta. una noche pillólo 1:1 ronda departiendo do
-Y amo~ á \'Ot', ¿qué enticnllcs por ami-~ amor al pié de una reja.
go ? -Hola! hol~ caballerito, dése nsteJ pro.
-El amigo es un hombro qno no hccc so, lo tlijo el j<'fe de la ronrln.
amar tí nue:uo. enemigos. -rn demonio! contestó 'antlponce, y dc-
-DcspneH tic lo que te h dicho, ¡, con ti- semainnnuo el fierro, e m pcr.ó ú repartir esto·
uunrf18 frecucntantlo el t!·nto d loR nrnigo ? c:Hbs.hil'iendo :'1 un alguacil y logrando al11·ir
- 'í, . cüor. pt\SOIO.
-Eutóucc. he escrito este arllculo para Corria el hidalgo y trús él los mlnistrile~,
el emperador de la Uhiua. 1 ha ta que, tlo · ó tres calles adelanto, vicu1lo
-Diré á uste•l 'Una maripo ·a se quema abierta la puerta de una ca a, colúsc on olla y
en b llama, lo cual no Ílopido que otra~; ma- sin ntlojar el paso penetró en el salon ..
ripo ·as hagan lo mismo, Por mi parte...... liallúuasc la familia Jc gran ~rtnlia: celo-
-Acaba. brando el oumplenilos de tmo de Rns micm-
-El dia que tenga moesidatl de un arui- bro ., cuando mw~tro hidalgo vino con su pro·
go, tomaré t:.X.\. .DIIG.~ sonl'ia ¡\ ngnar la fiesta.
-Jórcn, me hall comprendido? la seüo1·a do la casa era una nristocdtlc~
limaoa, llamaJa doi'la )Jargaritn de ***, mny
pagada de lo awl rle su angrc, como descent.'.\
PIUCJIO JU; J,UU:~.\.
( TJL\.DIC:IOX.)
Yo no sé, lector, si conoces una de mis leyenda
trallicional~s titulada P e¡Jc BanJo4,
cu la cual procuré pintar el onrfwtc r, enérgico
hasta rayar C'n lo arbitrario, del virC'y don
.To.-é tlc Arm~ndáris, marqu és t1e C11 tcl-fuertl'.
Hoy, con1o c0mplcmcnto de aquella, se
me nmoja referirte uno de los arranque de
su exclcncia, arranque q,¡e mo dejé olridado
en el tintero.
diente de nno de los l'nballcros 1le cspueh
dorada eunobleoiJos por la 1·eina doña Juana
la Loen por hnbc1· acompai'laJo :\ Pizarro CJ\
la conqm ta. J,n engreida limeña era esposa
de uno tlc los má ricos haceJ\tlndos del pnis,
qne si Líen no er:l tle ncunrt~Jadl\ nobleza, te·
uia en alta estima los pergamiuos de su mujer.
Impúsoln el hidalgo de la cnita en que se
hallaba: pidi~ntlola mil perdones por habet·
l1o·bndo el s. rno, y l. seii~ra lo co duja al
interior de 1:! casa.
Fntraba en las quijotescas costumbres de
In época, y como rezago del feudalismo, el no
T. negar asilo ni nl mayor criminal; y los ariaDon
Ah-aro tlc Snntipouce <'l'n. por los al'íos tócratas tcninn á orgullo acrificar la ncg1·a
de 1 lil1, un jcí1·cn hitlulgo mHl:Ól:r., avecinda- honrilla clcfcndicntlo ha. ta la pared del frn¡.
do C'n Lima, buen mozo y !!l':tll trnpisondistn. ! te In inmuuil1at1 tlcl domicilio. Había en Li·
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a cl\sas ~nc se llamaban -~le cadena .y á las 1 es ile suponer c¡ne sc le ~ubió la mostaz~ f1l~s
tale?, segun una real cédula , no podia pene- ~ narices. En c: primer momento ·estn,·o tcnt~·
:u la justicia sin pré,·io pern\iso dcl dueño; do de saltar por sobt·e ~a cauena_y l~s ¡irl\'1·
Mm esto en ca~os dctcrmina rlos . y de!'pues lcgios, aprehenCl'. ~ ~~ Du~leme, sciiot· n1arquí!s, el rlc~agrado
Y 'éonto mtaiHló la mnjer (l:t I'iend:t {1 b in de qnq me habla, ~ en él intorvinierl si la.
neso echa Y. echa palabms y no se; agotan c~rt:~ tl~ vuecencia no erlccrram m:ls, , de can~o •JOI' scmcto de slt nlaJest:ul.-Cadvs de*H.
emito y Sin 01mtrr Ietr:t, de ló qttaje, salió á pone¡· la cin· I!Cnanz y Quiros. Nu¡;ya rcimprcsion, corregida y
dad en movimiento. El arzouispo y vários mentada. Esta obrita ha sido adoptada como texto
todas las escuelas primnriM de la capitul del lMado
canónigos, oidores, cabiluantes y caballeros Y olor de cada ejemplar 30 centuvos,y la doceno. 3 8.
titulaJos, fueron á palacio pam pretender que Economra du lo. Yidn humana, ó sean mríximnK y
el marqués ceiase en lo relativo al destierro·, flexioncd 11lle~uo.das para forl!lúr el cornzon do la JUY
J tud. El ejemplar vale 20 centavos, y lu docena un
pero su excelencia, debpues de dar órdenes al sesenta centavos.•
ca pitan de su escolta, se había encerrado a Cateci•mo de Doctrina c!istinna, por el P. Ga~pnr
d · · d l l tete, prccediclo do lns ¡>rincipales lecciones de lt~ liisto · ormn·, preriUJen O a mayorl omo que ~un- sngrndo. por Fleury. Este pr~cioso libro, esmerancs de pcrsonna,
todo.s las purtes del mundo, recomiendan d•ohM Prl
ras como el mejor resto.uro.tivo de lo. sa.lud que se con
Ellns curan todll8 las afecciones del cornzon, del hrgu
del estómago, de los riñones y de los inteati~011 y rcm
ven la o.crimonia, lo. fiautulencia y la cnrdi!llgra, e.xp
so.ndo de lo. ~angre toda impureza, fortaleciendo compb
tameute el sistema nervioso y dando un tono so.ludaul~
la organizacion general. .
{:ugfieuto llollowar.-Este marav1lloso l
samo so.na infaliblemente lns heridns nntiguM, laa Un
y los males de piernns y de pecho. Por medio de su i
Rueucia las úlceras virulenttul toman muy pronto un
pecro oonxalecieute y deso.par@CeJl. Ju,¡nas IJ,ej!l ~ste U
giiento refrigerante de producir úná curn perfecta do
afecciones de In. piel, los costipados, las toses y el reu
ti.>1no, rí un cuando se ha apelado en va.no á todos los
m.ís remedios.
Ll\., medicinas deben emplearsé de la manem que ·
dicnu las in~trucciones de que Yan siempre acorup
das.
V éndcn~e por todos los principaleij boticarioa del mn
do, y por su Propietario, el Prot&or Holloway, 633, O
ford :Strcct, Lóndrcs, W. C.
Dll'ltEXU DEL ESTADO.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"El Cauca: periódico literario dedicado a la juventud - N. 41", -:-, 1875. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3683930/), el día 2025-10-02.
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