PERIODICO LITERARIO DEDICADO A LA JUYEJ\TUD.
UIPOUTANTE.
Snplicamos á los señores Agentes de este
periódico se sirvan remitimos los fondos que
hayan en su poder por suscriciones, los números
sobrantes y la lista de los suscrito res
que aún no hayan pagado las suyas.
Tambien ad,·ertimos á los señores Agen·
tes que no hayan aneglado sus cuentas al
concluirse el Regundo año de este periódico,
que les suspenderemos la remision, reempla
zándolos con otros señores que sepan llenar
este deber-y tengan un verdadero interés por
el pt:ogreso intelectual y m~al del pais.
Los E. E.
MISION DE J,A l'tHJJER • .
l'OR CO::I'SOU:NCl;J.
PLUGO á Dios dar fin á la obra maravillo~
a de sus manos creando á la humana fami·
lia, y para (Jsto hizo primeramente al hom bre
y di!lpuso en estos términos de su destino.
"Que reine sobre los peces que habitan en
el mar, sobre las aves que respiran en el au·o,
sobre Jos brutos que pueblan las selva@, y,
finalmente, que domine toda la tiena.n
lié allí el primer hombre, emblema de la
fuerza flsica y moral! Un rayo de la majestad
divina resplandece en su fi'ente noble
y elevada¡ sus pupilas despiden fuego¡ el
valor y la confianza agitan sn Yasto seno.
J,a fuerza de sus músculos, el vuelo atreviJo
de su espiritu, el hervor de su sangre¡ todo
le dice que es capaz de luchar con las Jificultades
y los peligros de la vida, al mít>mo
tiempo que su voluntad inflexible, el ardor
de sus pasiones indomables y los alcances
de su alta razon, le hacen comprender que
rleza y la gloria debían henchir sn ánimo de
una ambician altiva. Conocedor de su fuerz~,
cuanto se huuiere opuesto f1 la impetuostdad
de sus dsseos hubiera sillo implacablemente
deshecho: Ahora: si cada uno de sus
futuros hermanaR hahia de etalió iormacla de las
manos de Dios: quedó la humanidad creada
en toda su maravillosa plenitud.
Si el hombre es mnnat~i(ll de toda fuerza,
la mujer será manantial Je todo ·amor; sí él
gobierna por sn vigor y su razon, ella reina·
rá, consolará, esparcirá el contento por la
gracia 11iento IHlP.vo y desc~m.ooido
de uorda todo su 8ér. Ayer no más 1 su
mirarla so detenía sin embargo con amable
candor sobre los ro~tros extraños; hoy baja
involuntariamente la vista al ir con su madre
á la iglesia. Advierte qnc la mimda de
los mancebos hace I'Htbir á su frente los encendidos
color<'s del pndor, y que Ul)nclla
mirada la intimi1la y la trstorna
La revolucion de un destino cercado de
peligros la espanta¡ el temot· de que en las
aspit aciones que le anastran no baya sino un
insl.into terrestre y culpahle1 la hace 1 etroce.
der bono rizada y anhelante ...... '!'o do es va·
no! Su destino le 'nelve á gritar: amarás 1
'l'ú amarás, Dios te ha creado para el amor 1
En efecto, á''pesa t de todos sus esfuerzos,
su corazon reboza rle amor. N o re atreve
todaYía f1 dejar penetrar en él una imágcn
de hombre, sin embargo ella amará; e~ me·
nester que ame! A quién ?
¿Acaso Berta conr-ertit·á hacia. DioR to·
das las fuerzas de su alma? ¿Por ventura
agotar{\ en la contemplacion ele su misericor·
día y de su majeslad todos los tesoros do stt
amor? I-l:ll'áse esposa qe Cristo? ¿ At•ro('J'Ícordioso; ella no conoce otra
fuente de felicidad que aquella que Dios depositó
en su seno: el amor. Paliaron para
Berta cuantos placeres ofrece la vida. Brillnote
artista en otro tiempo, poseía una ,·oz
admirable, y su juycnil inteligencia gu~taba
de los encantos de la poe ía y de la música¡
pero hoy deja flojas las cuerdas de su arpa y
empolvados sua libro!! farolitos ; no sino por
sus niños y para su niüos.
Mirad¡ mirad eómo, durante el silencio de
la noche¡ pasa horas enteras Yigilando una
cuna.
La mano del Señor la ha visitado: la enfermedad
acaba de postrar en el lecho del
dolor fl uno de us uiiios. Pálida con los ojos
enrrojecidos por las )flgrimaR, Berta halaga
todavia con una mira
ncia, sin conciencia de sus propios sentimientos;
nada de humano parece haberle
quedado¡ su alma misma está extraviada¡
no sabe lo que dice ni lo que piensa : todo
parece muerto en ella, todo excepto la llama
santa y oculta del amor!
:Mártit· infortunada de la miseria humana,
que desde los impenetrables abismos de la
locura, viene todavía á dar testimonio de la
mision sublime de la mujer sobre la tierra:
Amar! -·-TE ADORO.
Te adoro porque ayer cuando de llanto
inundaba mis ojos el dolor,
calmaste mi cruelísimo quebranto
con tu abnegado amor.
Te adoro ~ - orqnc nunca de amargura
has hecho pnlpitar mi corazon
y porque en mí encendiste con tenmra
la luz de la ilusiou.
Te adoro porque el mar de la existencia
no surcas con placer sino por mi
y porque sé que siempre mi presencia
fué vida para ti.
Te adoro porque nobles sentimientos
infundes en mi pecho sin cesat·;
porque mi mento de altos pensamientos
te gozas en poLlar.
Y eternamente fiel, con la ardentía
de insólita pasion to adoraré,
y sólo en tu cariño ¡ prenda mía!
la dicha bnsca:é.
Fragantes flores con tu amor profundo
no dejes eu mi senda de regar,
que así seráR por siempre en este mundo
mi arcánge! tutelar !
J. M. VELASCO CASTILLO
Popayan, Diciembre 16 de 1874.
CAR'fA DE UNA JI,\DRE Á SU HIJO.
Querido hijo mio :
Jamas me fué tan amarga tn separacion
cerno al presente! Y o te he visto unas cuan·
tas veces salir de nuestro pobrísimo hogar
á los clímas mortíferos de nuestro suelo, en
busca del trabajo y con el santo fin de pro·
porcionar un pan á tu desventurada madt·e ¡
y aunque te veia á través de las ~ágrimas de
la ausencia entre la muerte y la esperanza,
mi corazon de madre no tembló de amargllra,
porque ibas inspirado por el amor filial
en pos del trabajo, y yo tenia fe en que .la
díviua Providencia te amparaba. Te he v1s· ·
to otras cuantas ocasiones desasirte tristemente
de mis amantes brazos para vestirte
la blusa del soldado y seguir trás las fatigas
de las campañas y los peligros de los--eomba·
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL CAUCA.
tes; y aonque á través de las lágrimas de la
an~encia te veía eutre la muerte y la gloria,
mi corazon de madre no se estremeció es·
pantado, porque ibas á cumplir un sagrado
deber, y me asistía la couiianza de que el
Dios de los ejércitos extendería en mano so·
bre tí y te Yolveria ileso á mis brazos. En
uno de esos viajes, tu' corazon jóven, sensi·
ble y vigoroso, sintió que ardía en el fuego
del amot bajo la mirada de una mujer, eu
quien viste el complemento de tu sér y el
depositario cltJ tu felicidad; y ele esa :nujer
hiciste tn esposa; pero Dios, cuyos desig·
nios son impenetraules, hizo en breve de ('Scl
esposa un ángel, y se lo llevó al ciclo. Tu
alma entónces cruzó las tinieblas de la deso·
lacion en busca de un santuario para tus iá·
grimas de infortunio y lo halló en el eorazon
ternísimo de tu madrr, cuyos ojos lloraban
tu llnsencirt y tu soledad!
Cuando volviste tle esos climas, dominios
ue la muerte, mis entrañas se regocijaron y
mis ojos mojaron con las lágrimas del gozo
el pan qne me trajiste comprado con el Sil·
dor <.lo tn üeotc. ¡Cuánta alegría, cuánta
tranquilidad, cuánta delicia cupieron en mi
COI'!lZon al partir contigo ese bendecido pan !
Cuando de~pues de las campaüas y de los
combates volviste á mis brazo¡¡ !!ano v salvo
y victorioso, mi corazoo se estremeciÓ regocija(
lo al verte libre Je tantos pchgros; pero
cnlóncet> mi alegría no fué tranquila, mi delicia
no fué' incfaule, porque el pan que me
trajiste y los l:>uroles (¡ne ndomabau tu cal>eza
h:1bian teui,io por precio .la sangre y la
vida do tantos de uuestros semejantes y tal
\Cz ...... Ay! ...... sin duda las lngrimas ele
t:lHtas madres iau amautet! y más infortunadas
que la tuya !
Uuaurlo pronunciada la última palabra del
eterno adios sobre la sepultlll'a de tu espo.a,
volviste h espalda entristecido á la tierra eu
<]Ue sofiaste la J'eliuiJrtcl, .un ::;olo corazon te
eRperaba anhelante, sólo unos ojos te guardaban
lágrimas de amor, sólo unos brazos
iban á estrecharte cou frenesí. Eran el corn.
z.,m, los ojos y los brazos de tu madre! En
tónces me trajiste eu vez de pan tu pobreza,
en lugar de alegrí:l, la desolacion do tn al·
ma, en vez de laureles, la corona del infortunio;
p r l darte el al:iTazo , e la desgracia,
el eonsuelo de mi corazon fué indefiniule.
y P\lro, y el que mis ojos denamaron en
el tuyo, me pareció ser extraorn la t'enH fortuna,
cer y auatirse ante la moral, ante b vlrtud, la subsistencia de la madre, de la esposa, de
ante la honrosa laboriosirlad: no ante tLt pro· los hijos, sn nombro y muchas ocasiones haf·
pía conciencia, porque ella. formarla por mis ta su vida ...... Si gana, goza; pct·o ¡ qné pladesvclos
segun la ley de Dios. te ha reprQba· cer será ese que se funda en la desgracia ajedo,
estoy cierta, todas las veces que h:1s ex· na!..: y si pierde ah ! entónces la miseria, b
puesto al capricho rle la s\10rto una moneda de esperacion ctuhre, 4 8 SO
e~. por 1~ suscricione~ del trimestre de 1!.'1 C:nuca en ol
:l. 0 ailo.
SEÑon DON MIGUEL E. Yomm.-Cali.-Con su esti·
mable carta de fecha 13 del ptlsado noviembre reClbimod
4 S 20 cs., 'í'alor de suscriciones á El Catwa en su trimes·
tre 3. o ; y tambien la. encomienda del señor Sca.rpotta..
SKÑOR DON 'l'uLIO SA.r.oEoo.-Palmira.-Rccibimoe de
m11nos dt>lseñor Jos6 Marra. Eticovar, juntamente con su
carta de fecha 4 del presente los 4. S valor do sUBcricio·
nos al trimestre 2. 0 del año en curso.
A 'VISOS.
¡AL PUEBLO 'illSPANO-A.MERICAKO 1
OUIDADO.
Tengo el honor de anunciar el hecho do que ll!ljl P!ldO<ras
y el Uuguento I-Iolloway no se elaboran ni nndea.
en ninguna parto de los Estados Unidos.
Las cajas y los botes de diohM medicinas llevan invo.•
riablcmente el sollo clel gobierno britúnico, en el que
aparecen grabadas las ¡1alo.bras: ••Holloway't Pills and
Ointment, Loudon."
Ha lle,ado á ser necesario el dar publicidad á estos
hechos, p~rque la "Compo.iifa Qufl~lica de :t\u~v.a York,"
que jamllS pagaba. sus Jeuda.s, h:¡.b1endo a.dq umdo malo.
reputacion, giro hoy bajo la razon social de "Holloway y
Cal; ¡¡ero á un llSí nadie quiere compmrles directamente
sus preparaciones, de suerte que estos sugetos verifican
todas sus venta!! actuales por conducto de los señores
Hcmy y C.nl, de Nueva York." .
Veudo mis Pfldoras y Ungüento cuando el 1mporte
del pedido asciend:¡. tt .t:~O, á razon de Ss. 6d., 22a. y 34s
la. docena de cajas y botes: debiendo remitírsemo a.ntici·
pa.da.mente el valor de m~ factura. ..
Publicaré al p16 de 1ms auunc10s los nombres de los
bptica ios y demllS endcdores de mis verdaderos reme·
dios, con 'tal que o.quelJos me l'lpresen 1 Ueeeo d quo
a.sílo haga.
TOMAS HOLLOWU.
7 de nbril, tlo lSH.
533, Oxford Strect, LóndrGs, W. C.
Ull'lU:NTA DEL ESTADO.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"El Cauca: periódico literario dedicado a la juventud - N. 34", -:-, 1874. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3683923/), el día 2025-05-03.
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