L C!UC
PERIODICO L}TERARIO DEDICADO A LA JUVENTUD.
RAM1REZ Y RIVERA, EDITORES.
EL CUR,\. DE ALDE . .\.
Hay nn hombre e11 cal1a parroquia, que no
tiene familia, pero qne pertenece á b familia
de totlo ; á quien se llama como testigo,
tomo agente 6 como consejet·o en los Mtos
más solemnes de la vida civil; sin el cual no
se pnetlc nacer ni morir¡ que toma al hombre
del seno ele la madre y no lo abandona
sino en la tumba; que bendice ó consagra la
cuna, el lecho conyugal, el del moribundo y
1
el atauc1 ¡ un hombre á q ~ en los niüos se
.acostnmbran á ama1·, á venerar y á temer; á
quien los mi m os extraüos llaman mi padre;
á cuyos pié~:~ los cri ti anos hacen sus más ín-timas
coufe iones y denaman sus lágl'imas
más secretas; un hombre que por su ministerio
es el consolador do las miserias del alma
y del cuerpo, el intermediario iudiRpensable
entre la riqneza y la pobreza; qne ve
nl rico y ni pobre llamar sucesivamente á sus
puertas, el primero para depositar secretamente
la limosna, y el seguTHlo para recibir-la
sin rubor; en fin, un hombre que to<.lo lo
sabe, que tiene derecho para decirlo todo y
cuya palabm cae de lo alto en la¡¡ inteligencias
y en los co1·azones con la autoridad de
una mision divina; este hombre es lll cura:
adie puede hacer á los hombres tanto bien
como él.
Como moralista, la obra del cura es admirable.
El cristianismo es una filosofía escrita
de dos maneras: como hi toria, en la viJa
y en la muerte de Cristo; como precepto, en
las sublimes doctrinns que trajo a~ ruunclo.
R tas dos palabras uel cristianismo, el precepto
y el ejemplo, están reunidas en el nuevo
testamento 6 sea el Evangelio. El cnra
debe tener siempre en la mano aquel sagrado
libro; siempre á la vista, siempre en el
corazon. Un buen sacerdote es un comentario
viro de este libro divino. N o existe
infl'una verdad moral 6 política que no se
}¡al~ en gérmcn en algun versículo del Evanelio.
;El cura tiene por consiguiente, tocla moral,
toda razon, toda civilizacion, toda política en
s.ns mano , ?uando tiene en ellas el Erange·
ho. Soló t1ene qne abrir, que leer y qne de!
Tan;ar .en torno suyo el tesoro de luz y de
perieccwn cuya llave le ha encomcndaclo b
l~r?vitlencia. Pero como la cnsciinnza de
Cn.sto, la snya debo.ser doble, por la vida y
pot la palabra: su v1da debo ser en cuanto
lo P?rmita la flaqueza humana, 'explicaciou
senstble ele su doctrina, una palabra vi riente.
La I,qlesia le hct colocado en el mundo míts
como ejemplo que como m·áculoj ninguna lengua
humana es tan elocuente y tan persuasi·
va como lo es una virtud .
. El cura es además el administmdor espi·
ntual de los sacramentos de la Iglesia y do
los consuelos de la caridad. Está en sus atribuciones
perdonar las faltas atenl1er al
arrepentimiento, aliviar las mis~rias las necesidades
y la intligencia de la hum~nidad;
deb~ tener un corazon rico y lleno de tole·
ranCJa, de misericordia, de mansedumbre de
compasion, de caddad y de penlou. Sus
puettas deben estar siempre abiertas al quo
llama, su lámpara encendida y su baston e11
s1.1 ~ano . . N o ?ello haber para él estacioner,~,
n~ chstanc¡a, lll contagios, ue sol, ni do llnVla
cuando so trata de llevar b extremaunci?
n al hm·i~io, el perdon al culpable, ó su
Dws al monbnnclo. A él lo estú vedado ha·
cer distinciones entre el rico y el pobre en·
tre el poderoso y el desgraciado, y ant¿ él,
como delante de Dio , sólo debe haber hom·
brea, sólo hermanos en miserias y esperanzas,
El cura como hombre tiene tambien debereR
puramente humano~, deberes qne debe
llen~r por el cuidado de su buena reputMion.
Retirado de su humilde p1·esbiterio á la som·
bra de su Iglesia, es preciso qno no abandone
e~e lugar sino mny raras veces. Le est:\
permitido tene1· una viña, un huerto y hasta
un campito .cultivado por sus propias manos,
en dónde alimentar algunos animales clomósticos,
bien sea por gusto, bien por utilidad,
tales como la vaca, la cabra, 1:1 oveja, la paloma,
el mirlo y el turpial, y sobre todo, el
pel'l'o, mneble viviente del hogar y compañero
fiel de los que existen olviuados del muu·
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EL CAUCA.
rionrlo~
pnes sin ella, que en el muuJ()
era mi único consuelo,
yo soy tórtola sin nido, ·
yo soy náufrago sin puerto,
yo soy planta solitaria
que el dolor va consumienrlo !.. ... ;
Ay ! talvez pesar te can~;etl
estas cosas que te cuento,
mas me afligen de tal modo,
que ocultártelas no puedo!
Cuando duerme allá en la noch0>
fatigado el universo,
y nnestt·a alma se acob:u·(h,
y es más hondo el sufrimiento,
y se agolpan á la mente
de otros años los recuerdo!<,
y huye el sueño de mis ojos,
y se abrasa mi cerebro,
el futuro se presenta
ante mí, y entónces pienso
que talvez en sus desigllios
el Altísimo ha dispncsto
que yo viva snhtarió
sin hogar y sin afectos ;
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EJ. CA \J CA. ~03
y que no habrá cuando blancos
ponga el tiempo mis cabellos,
y su luz mis ojos pierdan,
y el vigor falte á mi cuerpo,
una mano carñi~a
que mitigue mi tormento
y de báculo me sirva
en mis años postrimeros 1
Este amor desventurado,
estos tristes peneamientos
me amedrentan y torturan
de tal modo, qne ya aiento
que mi cnerpo desfallece
de mi angustia bajo el peso ......
Condolida, pnes ¡oh madre !
llÍdele ay! al Sél' Supremo
que sn fúlgida mi1·ada
por piedad fije un momento
en el más infortunado
de eus hijos, y benévolo
.de otros años me devuelva
el dulcí imo sosiego,
ó contigo quiera unw·me
para siempre allá en el cielo,
pnes há tiempo que no es otra
mi e perauza. Píuele ésto,
que ÉL escucha complacido
de una madre el santo ruego,
y de calma sempiterna
saciará mi aniiente anhelo ......
Oh! bendíceme entre tanto
y recuérdame ...... Hasta luégo 1
J. M. VELA.SCO CASTILLO.
Popayan. Febrero. 1874.
1V &SHINGTON Y BOLfV &R.
necesidad de los buenos, es el poderoso estimulo
de los bravos, será, si se quiere, una
debilidad de nuestra naturaleza, una estrechez
del pensamiento, pero lo cierto es que
los hombres privilegiados de todas las edades,
han convertido la tierra en alas de esa
pasion en antesala de la inmortalidad, ganando
á veces sus alturas con los sublimes
arranques del sacrificio.
Tan ldificil seria señalar el prólogo como
el epílogo del patriotismo : sabemos, empero,
que nació con el primer pueblo oprimido,
porque este sentimiento fné siempre la pro·
testa activa y contemporánea de las grandes
iniquidades. La historia de la antigüedacl
vendría, si la llamásemos en nuestra ayuda,
á corroborar las ideas que acabamos de apuntar;
preferimos, sin embargo, buscat· eu
esta parte dol mundo, que brotó hácia la
pr&a de una frágil carabela, la prueba indeclinable
de la perpetuidad de esta virtud,
Vamos á trazar al mismo tiempo un dificilí·
simo paralelo entre dos grandes figuras, cuyos
nombres no pueden pronunciarse sin ad·
miracion y respeto 11 W ASIHNGTON y BOLí·
v AR! ! ámbos fueron inmaculados patriotas
y hombres de rarísimas virtudes. El héroe
de los E tados U nidos exhibía, fisicamente
considerado, todos los detalles de la belleza
material ; el hé1·oe de Colombia ménos favorecido
en este sentido, ejercía en cambio los
maravillosos encantos del magnetismo es·
piritnal.
W AS.IIINGTON, nacido en las orillas del
tl'anquilo Potomac, conserva en su alml:l, en
los años de la virilidad, la dulce calma que
la natmaleza quiso proporcionale en los días
de su infancia ; BOLÍAVR viene al mundo al
Es Bolívar el héroe de los héroes, pié de las inmensas montañas que festonan
El patriarca inmortal de la. victoria, C · · · b
El lauro perennal, el sol tl.e gloria á al'ácas, Y mño aún, unpl'eSIOna le é impe·
Qo.e á Colombia. y América alumbró. tu oso, recorre con asombi'O las bl'avías mát··
A. LozaNo. genes del soberbio Orinoco, de este río que
Si la historin del amor no se escribe, sino repite, por cien bocas, los ecos de lejanas
se canta ¿qué diremos del patriotismo, de tempestat1es.
el'a bC'ndita loetna que resumiendo todos los WASHINGTON, es la concluida personifi.
amores ha escrito páginas imperecederas en cacion del que toJo Jo sacrifica en el altar
Jos fastos de la humanidad? :K! patriotismo del deber; BoLíVAlt es la deslumbradora en·
es el misterioso atl'activo que ejerce en nues- carnaoion del patriotismo mas heróico. EL
tra organizac10n el nombre, siempre dulce, primel'o, conquista por la frialdad y rectitucl
del pedazo de tierra donde saludamos la pri- de un Cl'iterio excepcional; el segundo fasciera
luz; es el sentimiento, noble y genei'O· na por la viveza de la mirada, por el brillo
so, que levanta en nuestra mamona los me· de lll. imaginacion, por el fnego de la palaancólicos
contornos del hogar, las tradicio· bra.
1es del idioma, la somura venerable de nues- El patriota de la Virginia, habla con pro·
ros mayores. 1 Patria! Palabra santa y arro· piedad, despues de haber meditado; el pa·
adora que encierra para el corazon el mati· triota de Venezuela habla al sentit·, sin nece·
ado conjunto de todos los recuerdos y espe· sidad del correctivo. Ambos emplean para
·anzas. con sus enemigos las dos fuerzas que ganan
El amor á la patria es la iftlprcscindible las batallas. W A.SHINGTO~ triunfa con la re~
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2.04 EL CA UCA ,.
sisteneia, Botív .A·R con la impetuosidad. El
primero á fuerza de retiradas llega á los me•
morables campos Y okrtown ; el segundo
con acometidas, domina las históricas llanuras
de Ayacucho. W .A.SIIINGTON no consebia
la vida sin independencia de su país y redujo
"u noble ambicien á los limitadGs horizont-
es de los Estados Unidos; BoLÍVAR deploraba
el injusto dominio de una madre desnaturalizada
r campeon universal de la independencia
americana, fu6 siempre el enemi·
go declarado y constante de la tiranía. Él
columbró para esa isla que está geográficamente
sitiada por los Estados Unidos, los
l'isucüos di as que el porvenir le depara.
El héroe lle la América del Norte utiliza
las ventajas de la aclrninistracion inglesa; el
titan de la América del Sur crea los recnrsos
que d régimen español esterilizaba. W .A.S·
l!INGTO~, llamado por la dolim.te voz de un
¡lueblo oprimido, organiza nn ejórcit.o de virtuosos
ciudadanos; BoLÍVAR atribulRc1o por
las iniquidades del despotismo, improvisa un
ejército de indómitos patriotas. Ambos po·
seyeron una honradez acrisolada; pero BoLÍ·
YAR tuvo sobre 'WASHL~GTO~ las ventajas
oe una inteligencia de primer ór.den.
BoLÍ\'.A.R ocupa como orador, político y
escritor, el primer capitulo en la historh de
s11 época; el indiRpntable mérito de W .A.S·
liiNOTON palidece ante 1a'3 tibiezas de nn estilo
patriarcal. J,a grandor.a de WA III .YGTON
estaba en él mismo; la de BoLÍVAR, en lo
gne pen&aba, hacia y comunicaba. El adalid
·idencia rulistirnos: á elb me confio .
"Esta confianza es tal vez mi única virtuJ ¡
"en todo lo demás soy bien imperfecta."
Quiero citar aún algunas lineas más quo
dejarán conocer plenamente á la mujer y á la
madt·c:
"He así tido hoy á la toma. tlel hábito da
''religiosas hospitalarias en el hospital de
"Mac:m.-Se les ha. pronunciado un discur·
"so, se les ha dicho que abrazaban para toda
"la vida un estado de penitencia y de mor·
e; tificacion, so lt>s ha puesto eu las sienC' ~f
:e una corona uo espinas ....... lle aLlmirado
" mucho su desprondimiento,pot·o he reflcxio,
"nado tambieu que el e&tatlo ele una ma·
" dre de familia , si ella cumple con sus de.
" bcres; se puedo acerc"l' á la perfeccion del
" otro. N o se pienf:a lo bastante que cuan·
" do se casa una mnier hace tambicn voto de
"pobreza, colocando su fortuna en manos de
'' su mariuo i hace tambien voto de obcdicn·
" cia al eapo o, y voto de ca tiLlad, recou o
'~ oienuo que no le es ya permitido el hacerse
"agrad:J.blc :i uingnn o~ro b.ombl'O, Se cou~
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:206 ELCAUCA.
" sagra igualmente al ejercicio de la caridad
"bácia su marido, hácia sus hijos y bácia su
"servidumbre. Nada tengo, pues, que en"
vidiarles á los hospitalarios ...... Estas re"
flexiones le han hecho un gran bien á mi
"alma: he renovado mis votos delante de
((Dios, y le he pedido la gracia de que me
." haga fiel á ellos."
Permitidme desgranar algnnas perlas más
de este cofrecito de joyas.
" Soy demasiado clic~10sa. Esto me asusta
algunas veces; lo qne e1:1 Lan dulce asi, no
dura mucho en este bajo m¡¡ndo. Me es no·
cesario fortificarme en e&ta felicidad, no ape·
gándome á ella si no e~ por mi conocimiento
háoia el dispensador divino, para loli días de
aridez y de adversidad."
" N o conviene disfrazar la vida á los ojos
·oe los niños: conviene que la vean como
Dios nos la ha hecho, con sus goces y sus
amarguras. Aprender á sufrir ¿no es lo
mismo que aprender á vivir?"
" Dios mio, yo quiero estar contenta siem·
pro en todos los lugares en que vuestra voluntad
me coloque. Cuando comparo esta
c::u.a desmantelada pero sana, bien ex:puo&ta
nl sol y á la sombra, con f.sas casas ahuma·
das de las ciudades, y con esas cabañas mal
cubiertas de retama, y cuando pienso en tantas
otras mujeres más laboriosas y más re·
signadas que yo, que no tienen casas ni ca·
bañas que les pertenezcan para sus pobres bi
jitos, me pregunto si no seré yo aún dema·
13iado privilegiada })Ol' vuestra bondad?"
"Hoy es el aniversario de mi primm·a co·
m un ion. Hace ya veinticuatro años l cómo
huye la vida 1 no es más que un sueño. Dadme,
Dios mio, un despertat· hermoso, y ha·
ced mi sueño tan penoso como sea vuestra
Yoluntad."
"Acabamos de establecer entre nosotros
In. oracion en comunidad. N a da eleva tanto
el espíritu de los sirvientes como eata comu·
nion cotidiana en compañia de lo amos, por
medio de la oracion y la humillacion delante
de Dios que no conoce grandes ni pequeños . .
Eso es bueno igualmente para los amos que
se ven así llamados íl la igualdad cristiana,
y_ eso acostumbra á los niños á peoRar en ese ,
Padre verdadero á quien no ven."
ce Esta tarde al pasar frente al patio del co-
1<-gio de jesuitas, he visto desde el fondo de
mi carruaje á los niños que jugaban, y he es·
cuchadc> sus gritos de alegría. Afortunadamente
mi hijo no se ba acercarlo: habria llo·
rado mucho y yo tambien . Vale más no en ~
ternecet· esos pobres Qlños. destinados á convertirse
\)n hombres. Jie llorado sola, debajode
mi velo, en el fondo del coche."
"Acabo d"e apercibi~e de que blanqnenn
ya algunas hebras de mis cabellos. (~ué a<1-
\'erteucia de la eternidad! El tiempo huye.
Qué he hecho yo de mi juventud? Al presente
mis dias deben contarse dobles: po1· mi
salud, y por la felicidad que pueda yo prestar
á los que me rodean.',
" Mi marido acaba de snfril' una nnova
quiebra por valor de veintiun mil francos. N o
teníamos más que esa suma y se ha perdido:
¡que se haga la voluntad de Dio11! Admiro
la calma de mi esposo: es un hombro
de acero para los acontecimieutos de nego·
cios de la vida.''
'' An·o el tiempenes alrnas engañad.
Adios, mi juventud, s~;eños de amores¡
que por siempre 8s olvide mi memoria¡
pasad, vosotras de mi mente flores,
nacm·adas imágenes de glo1·ia.
Sí¡ que venga mi tumba con su olviuo
y con su fria y triste soledad : ·
pasaJ, oh sombras de mundano ruido¡
coronas de oro y de laurel, pasad.
Pop:lyan. 1871.
PrtrESTLEY.
EL RESUCITADO.
( CRONIC.\. DE LA ÉPOCA DEL VIREY GUIRIOH.)
A principios del actual siglo existía en la
rocoleccion de los descalzos un octogenario
de !.lustera virtud y que vestía el hábito de
hermano lego. El pueblo, ~ue amaba mucho
al humilde monge, conocialo sólo con el nombre
de -El Resucitado.,-Y hé aqní la au t
éntica ) sencilla tradicion que sobre él ha
llegado basta nosotros.
I.
En el año idiendo set· medicinado en el santo asilo.
Desde el primer instante, los medicos opinaron
que la dolencia del enfermo era mortal,
y le previnieron que alistase el bagaje, para
pasar á mundo mejo1· .
. Sin inmutarse oyó nuestro individuo el fatal
diotámen, y despues de recibir los auxilios
espirituales ó de tenet· el práctico á bo¡·.
do, como decía un marino, llamó á Gil Paz,
ecónomo del hospital, y díjole, sobre poco
111ás 6 ménos:
-Hace quince años que vine de España,
donde no dejo deutlos ¡ pnes soy un pobre
expósito. Mi existencia en Indias ha sido la
del que honradamente busca el pan por medio
del trabajo; pero con tan aviesa fortuna
que todo mi caudal, fruto de mil privaciones
y fatiga s, apénas pasa de cien onzas de oro
que encontrará vuesamerced en nu cincho
que llo\'o al cuerpo. Si como cr·ec;n lo tl:sicos,
y yo con ellos, Su Divina Majestad es
serrida llamarme á !lu presencia, lego á Yuesa
merceJ mi dinero para que lo goce, pidiéndole
únicamente que Yista rui cadáver·
con buena mortaja del Seráfico Padre San
Franciko y pague algunas misas en sufragi<>
de mi alma pecadora.
Don Gil juró por todos los santos del ca·
lcndario cumplir religiosamente con los de.
seos del moribundo, y que no sólo tendria.
mortaja y misas, sino un decente funeral.
Consolado así el enfermo pensó que lo me·
jor que le quedaba por hacer era mol'ir cnan·
to ántes, y aquella misma noche empezaror1
á enfriársele las extremidades y á las cincQ
de la madrugada er~ alma de la otra vida.
Inmediatamente pasaron las peluconas al
bolsillo del ecónomo, que era un avaro más
ruin que la encarnacion de la avaricia. Hasta
su nombre revela lo menguado del sugeto:
¡¡¡Gru Paz!!! No es posible set· más tacaño
de letras ni gastar m6uos tiuta para una flr·
m a.
Por ent6nces, no existía aún en J~ima el
cementerio general que, como es sabido, so
inauguró el mártes 31 de Mayo de 1808; y
aqui es curioso consignar qne el primer cadáver
que se sepultó en nuestra necrópolil'l,
al dia siguiente, fu6 el de un pobre de so·
lemnidad llamado .Matías Isuriaga. Los di·
funtos se enterraban en un COJ'I'alon 6 cam·
po-santo, qne tP.nia cada hospital, 6 en las
bóvedas de las iglc ia ·, con no ].JOCO peligr()
de la salubridad públi ca.
N u estro don Gil reflexionó que el finado
le había pedido muchas gollerfas¡ que podía
entrar en la fosa comun sin a pe1~es, responsos
ni sufrae- riahlemeute el selio del gobierno brit:ínico, en el que
El 1
aparecen grabadas las palabms: "llollowoy't Pills autl
queiío daño. " 1ijo del viejo tomó el ma- Oit,tment, London."
yor interés, para que fuese arrestado y con- Ha llegado á ser necesario el dar publicidad:\ estos
íu.n así naclio quiere comprarlos directa~tcnte
totalmen1e comr)robada. El Cadi dcspnes ~uspreparnciones,desu toque estossugctos YCI1,!lcan
• • > • • todnij sus veut · actua s por conducto de los souorcs
'' ' !adocena de caJas y botes: debiendo l'Cillttír eme anhcl·
exactamente en el lugar en que estaba el an- padamenteelvalordemifactum.
ciAno en el momento del accidente· ce y tú Publicaré al pié de mis anuncios los nombres ele los
1 • • 1 1 · • d 1 ·t 1 · ' ¡ 1 1 d ' boticarios y demas vendedores de mis verdaderos rcmeUIJO
a liJO e mue1 o, su Jll'aS a tec lO e dios, con tal que aquellos me expresen el deseo de que
la casa, caerás sobre el piz'lrrero y lo mata- así lo haga.
l'ÚS."
Popnyan.
A. VISOS.
POJo~SíAS
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preoedicto de las principales lecciones de la Historia
~ngrada por Flcury. Este precioso libro, esmeradamente
<'nrrecto, ho ¡ncreoido la aprob:tcion eclesiástica y se vende
á 20 centavos el rjompln1· y tí 1 8 60 cent. la docena.
TOMAS hOLLOWAY.
7 de abril, de 1874.
533, Orlorcl Stroet, Lónclres, W. C. ----AGENCUS DE "EL CAUCÁ."
DESTRO Y FUERA DEL ESTADO.
Lugares. Señores.
Caloto._ . _ . . . . . . . . . . . . Presbítero Eduardo Cuicedo
p 1 ·. S Julio Salcedo.
a '1" 1 a. ·· · · · · · "· · · · ~ Alcibiádos Rúmos.
Cali.. .. .. .. .. .. .. .. .. Miguel Young.
Jamwulí........ . . . . .. Frny Leon ardí.
Bumaventum . . S Francisco.G. ncnna. · • · · · · ¿ Leonto 1\flcolta.
Ruga................. Ferunndo S>Ínchez.
Cm·togo ...... .. _ .... _ Simon Arboleda.
Ct¡•rito.. . . . . . . . . . . . . . Presbítero Pntricio Parédcf.
Buenosaircs . ... . . . . . . Gabriel Mnnrique.
N6vit'l-........ .. .. ••. Octa.vio Ilurtaclo.
Quibd6 .. ......... _ . . . Salomon Posso.
Al . S Leopolclo Fonml.
maguel · · · · · · · · · · · · ¿Amador V. Crespo.
Pa~to .............. . · Juan E . . Monc.tyo.
T'úquerres............ Julio Tómas.
Jpi6les.. . . . . . . . . . . . . . ltnmon Coron.
lbm·ra .. . _ . _. .. .. .... Tomas GuArrero.
Riobamba......... .. . Vicente E pinosa.
'l'wya........ •. . . . . . Tórres Hennanos.
Cartaiena ..... _ . . . . . . Felipe S. P~z.
Santa marta. . . . . . . . . . Sábas Lltínos.
Panamlí ........... .. Jos6 María Aloman.
Bcwbacóas........... Ildefouso D. del Castillo.
Manizález ... _ .. _.... :Miguel del Valle.
l:U:PRE~T"\. DEL ESTADO,
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"El Cauca: periódico literario dedicado a la juventud - N. 26", -:-, 1874. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3683915/), el día 2025-07-17.
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