EL C! IJCA.
PERIODICO LITERARIO DEDICADO A LA JUVE~TUD,
RAM!REZ y RIVERA, :EDITORES.
DESPEDIDA.
Con una positira pena me ausento de la
culta y hospitalaria Popaynn.
En la Diócesi de Medcllin,para donde parto,
como en cualquiera otra parte. esturó to ·
po icion de mis bondadosos
amigos de l'Sta ciurlad.
El recnerclo de Popayan me será siempre
grato i en todo tiempo pronunciaré su nombre
l~On simpatías y reconocimiento y ha1é
,·otos al cielo por 1::~. pr<¡periJad sin tin de
e ta Dióct'SÍR, de su actual cligníf'limo Got,
ierno Eclet~iástico y de su Seminario modelo.
BALTA.SAll. V.ÉLEZ V.
Popayan, 18 de julio de 1 74.
* * • De hemos fila bondad del Pre~bitero Sr.
doctor Balta~ar V élez V. el poder· adornar
la columnas ~le nuestro periódiCO con lo
bentiJos V<'rso. que se hallarán á contitltla·
cion, y con otros, no méllOt! sentidoR, Jel
diFñor
V éle~ y que pnblicnreroos en nuestro número
próximo. No dudamos qne su lectura
producil'á en nuestros abonados la mi, roa
dulcí8ima irupresion que produjo en noso ·
t.l'Ol:l.
C . .\RTA A LlJCRECU, (*)
6 CONSEJOS Á UNA AMIGA.
tnsayo literario dedicado muN respetuosamente al señor
don Miguel Antonio Caro, eb prenda de amistad.
l.
'fe vi: Lucrecia, y en el mismo instante
todo mi sér simpatizó contigo i
era tu hermano, me torné tu amigo¡
j tú eres mi hermana, y ya mi amiga hoy!
Tampoco, amiga, tú me conocías
aunyue lo que era yo tú no ignorabas;
V!*) .~,¡a. virtuosfaima é inteligente so~orita. Lucrecia
élé't, pnma hermaná del autor,
ya me viste por fin cual lo deseabas
v tn sét· con mi sér simpatizó.
Por ell_o te bendigo, y pido al Cielo
que be.nd1ga tambiett tnis simpatías
y que JUntas las tuyas oon las mia~:~
tengan fliempre de Dios la bendicion.
Haz tú lo mi ·roo, desprecianrlo al mundo
que; necio, insulta lo que no comprende,
q11e no conoce fl •!l mujer, y entiende
que es para el hombre su amistad amor.
¡ Qu~ el hombre y la mujer no son ::.migos!
¡su amtstad es am01·, amor odioso!
¡que hay sexo eula amistad! ¡ qne es amoroso
todo aqnello qne exista entre los rlos!
Eso e!! la ~a mismos totnaránse en bienes
si el hornure quiere y fhl penlon aL:anza:
"Que es bello el m un do, que la vi lla es Lclla,
y Dios en todo ~>n bondad derrama:
qu~' sólo en (:!la uo baila~~~ contento
un corazon que lo imposible arua :'' {*)
Que Dios consiente ~1e en el mnndo todos
lloren miserias y que sufra el alma
y es porque quiere acrisolar sns hijos
al fuego del dolor, como la plata,
Ó po•·qne, hlanilo. quiere corregirnos
m"s bien aquí nuestras odiosa!~ faltas,
ca•la falt:l engendrnndo su caHtigo
y el castigo engendrnudo la eBperanza.
¿Y será esto cles,qtacia, amiga mia ?
;, Rerá odio de Dios, 6 su vengan1.a?
N o! jamas ! nue$tros males EL permite
en prueba 6 expiacion, pero ÉL nos ama 1
Su justicia es más bien misericordia,
y en sus castigos s8 bondad •·esalta.
¿Si hoy aquí justicif'rO nos corrige,
no es para darnos la salud mañana?
IV.
Miente quien diga que el plar.er es dicha
sólo porque es placer y nos embriaga;
miento qnien diga qno el dolor no e¡¡ bueno
porque él hace bufrir y nos quebranta.
Que un placer que al gozarlo ya nos priva
no otro mojo•· placcl', eso es desgracia j
y un dolor que al ~;ufrirlo nos rerlime
de otl'O mayor dolor, rla viua al alma.
La abeja, dicen, saca miel más dulce
de las flores y yerbas máR amargas¡
y un cristiano, mejor ue las aLejas,
¿ saca•· no puede el bieu de su desgracia 1
Tú, Lncrecia, cn:1ndo o•·as, no le pides
á Dios que aquí su voluntad se haga?
y no es de fe, Lucreda, v no es de dogma
qne nada en este mundo se hace, nada,
Si Dios no lo consiente ó lo permite,
si ÉL no lo ordena, lo prescribe 6 manda?
Si existe el mal, nosotros lo queremos
y somos siempre su primera causa!
N un ca, pues, te lamentes, no lP amiga,
llamándote infeliz, infortunada,
que esto fuera insalLar la Providencia
· tú sí e es feliz y su hija grata. .
(*) Zorrilla .
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
ELCAUCA ..
. V.
Cultiva siempre el sobemno númen
qne en tu alba trente juvenil irradia,
y el sentimiento que chispea en tus ojos,
y las virtudes tJue ennoblecen tu alma.
Por ilusiones alimenta idens,
y en lugar de deleites @speranzas,
que eo fqgaz el placét· de lo& sentidos
y los goce:~ mot al es nunca acaban.
N o leas nunca escritos que perviertan:
lee lmitacion de Cristo y Biblia Santa:
y por ''castillos en el aire" form:~.
una imaginacion que sea tn esclava;
Nunca frecuentes sociedades necias:
no salgas de tu hogat·: medita y calla :
los mejores amigos son los libros :
el mejor libro la moral cristiana.
Oyo siempre la voz de tu conciencia,
que ella te hace feliz y no te enaaña;
siempre obra mal quien ob~ co~tt·a ella·
11iempre ohra bien quien Sll p1·ecepto acata.
Y si hay alguno que tu mano quiera
queriendo darte lo mejor de sn alma;
y 1:1i ase alguno te ama y te comprende
y tiene digni ad, no una alma baja ;
Sea rico 6 pobre: sabio 6 ignorante,
n.oble 6 plebeyo, sin renomure y fama;
stempre que e o hombre las virtnde tenga
q11e rettuiere un esposo; dale tu alma!
Dalo tu sér, tu corazon de virgen ;
y házle ~;iempre feliz, mujer cristiana;
y edt'toale, y perdónale si á veces
SllS santos juramcnLos él quebranta. ..........................................................
VI.
Pe1·dóname, Lncrecia, si hoy te digo
lo mismo qne conoces bien y guardatt.
¡ Estos consejos que te doy, amiga,
son más hien al retrato de tu alma J
Lo que yo te aconsejo y te deseQ
es en ellos feliz perseverancia.
Persevem, Lucrecia, eu tus virtudes
aco~paña mi nombre á tus plegal'ias !
L. N óB.
H?y, corregida y reformada por éste, se pu·
bhc\\ por segunda ver..
Entre las várias felicitaciones diriaidas al
autot· con motivo de su anterior produccion,
sobresale la siguiente:
A. L. N 6 B.
Queriuo amigo nuestro:
Hemos leido tns bet·mosos versos
ó mejor dicho, tu robusta carta,
en que á Lucrecia, con brillante estilo,
le muestras toda la bondad de tu alma.
Y el entusiasmo que á la vez sentimo~.,
y que nunca lo expresa la palabra,
quisimos trasladarlo, aunque imperfecto,
sobre esta hoja satinada y blanoa.
1 Qu6 bien se dice lo que bien se siente 1
¡ Qué bella entonacion ! ¡ Cuánta enseñan1.a f
¡ Circunscribir un mundo de consejos
en los estrechos lindes de una carta 1
Eso no es dado, talentoso amigo,
al que no siente del amor la llama,
al la enna. romperá
al caho la cadena de los brazos que lo
ujetan al r<•gazo dt: su madre, aflojará poco
á poco los vínculos de la familia, se abrirá la
pri ion de la raF.a, se emancipará, en fin, do
la antorid:td tlel pa(he.
Ya es hombre; sabe, quiero y puede¡ os
Jihre.
Esto hombre libre no gozat·á de&de eso
momento ni un instante de libertad.
Lo pt•imero ojos negros 6 azulrR qne lo
miren desde el bcijo ro:~tro de alguna mujer,
lo harán ~u prisJOnCJ'O.
Ella, hé aquí el tit ·ano,
Él, hé aqní el e.clnvo.
Ella es tona de los aft>ctos que
esclavizan su corazon; Mi stwumhe á la tir·anía
de la verrlatl y de la lógica, que estrechan
en cot·ar.on y su ententlimicnto; si es
est:lavo de ¡;ns d ebere!!, Riorvo en la familia,
canti\·o en el hogar (loméstico ¿será libre en
la sociedad en que vive?
Lll pregunta es grave.
J OSE SELO.\.S.
A JESUS SACR ,lME~T,lDO.
Dios de piednrl! ¡ Jesn!l Sacramentado t
escucha al pecador anepcntido
1110 al pié de tus altares, humillado,
perdon te pide por haberte hel'ido.
t:ln pob1·e corazon acongojado
en llanto se deshace entristecido :
lleno eerás por siempre de a:abanza
si su delito tu pen.lo11 alcauza t
La lnz de la. razou mi alma ilumina;
del vicio y del el'l'or dejo el sendero ;
conozco la verdad de tu doctrina
y morir á ofenderte yo prefiero.
Tu diefltra omnipotente hoy me encamiM
rlonde el perdon de mi pasado espero ......
Oh ! cuánto nlivia al corazon contrito
el !lanto que le arranca sa delito !
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
ELCAlJCA.
Tn dejas el rehaño, ¡oh Dios clemente!
psra bnscar la oveja d('t:1caniacta;
en una cruz espirat~, y es tu frente
con agudas e8pinas traspasa'b;
mas Je eba cruz dooflo yadas pendiente
fijabas en el hombre tu mirarla
y la~ pnertatl del ciclo le mostrabas
que con tu pura sangre rescatabas.
Te amo, Señor! pero de U no ~s digno
el amor de un manchnclo COI':lzon;
mas, aun~ue soy de tn piedad ind1gno,
imploro en mi dolor tu compa¡:ion.
Escucha mi plegaria, ¡ ob Dios benigno!
y mi delito alcance tu perdou: ·
íú no desoyes nnnca al que humillarlo ·
illlplora tu piedad por su pecado!
}ÜMON BALCÁZAR G.
Popaynn. 1874.
HISTOUU DE UN DESGR.U'UDO.
AL INBPIR.A.DO POEU MANUEL L. LORENZO.
"Yo no naci.
Tuve la de gracia de que me nacieran.
¡ Qué ocurrencia la de mis papás 1
Mi marlre falleció al darme !l lu:t.
Mi padre no pu(liendo sobrevivir á tan
ecn~ible pérdida, me Jijo: ¡abur! y mtnió
de cara á la pareo.
Q~t!dé solo ...... ¡ 11olito!
Dicen que al nacer· rompí fl llorar·, como
si pre¡¡iutiera todas las desgracias qne debiao
a¡.¡lastarme más tardtJ.
Me llamo Cornelio.
llli avcllido es su¡.¡craubuodantcmcnte horriblt!
. .M u llamo ...... ¡Manso 1
¡ Oh ! no puedo peusar en estas co¡¡as sin
dc:;tallccer.
Sin ~erder el color.
Porque toJo lo J!ierilo, todo, todo.
Si voy al tt>atro, be me extravía el billete
de~de la holeteria á la puerta de entrada.
A veces me busco yo mismo y no mo encuentr
·o.
Y es que estoy fuera de mí.
No sé donde tengo la eabcza ...... ignoro
las s1.•ña~ de su domicilio.
I.as geotea me llaman perdido ......
Y, Hiu embargo, para pedirme dinero to·
do el mundo me encuentra.
Soy feo.
Bastante feo.
Moy feq . ..
V arios capitanes de buquo han querido
eontratar·me para mascaroa ele proa.
Sin duda abrigaban el de eo de que aleja-ra
con mi presencia á los tiburones.
Ha dicho, no sé quién, qne el hombre des·
graciado es capaz de caer de e8palclas y rom·
persa las narices.
Y o soy una prneba latente de tan hiperbólico
aforismo. .....
N a líe gasta consideraciones conmigo.
Hago un tavor y no me lo ag1·adecen.
En eambio, m~> aplastan involuotariamen·
te u u callo, y doy las gracias ......
Y es que digo para mi: "podían haberme
aplastado dos."
Y me consuelo.
Por cn!dl]uier obsequio que milagrosa meo·
te me hagan, doy dos millones de graci&s.
Y á fuerza ele tlar· tantas, me he quedado
tan desgraciado.
Para mi, la Providencia nunca 6Stá en
casa.
H.ecnerrlo ·que en el año de 1868 vivía en
un pueblo dl:ll carn1~·
Habi~ una sequía atroz.
Hacia (\atoro~ meses que no había llovido
una sola gota.
LaR cosechas estaban completamente per~
ditla.
El pueblo hacia rogati\'11!1 al cielo para
que se apiarlara de su creciente miseria.
'l'odo era en vano.
Ni una sola n•1be ap<1recia en el horizonte,
ni la e11pet anza renncia E>n los corazones. Sin
duda tHl habían remitido aquellas royatiNas
por la línea del Oeste, en cuyo caso narla de
extraño tenia qne no llegamu á sn destino.
Eutónces tuve una inr;piracion feliz.
.Marché á Buenos Airell, compré un cargamE>
nto de sombrillas, y me trasladé otra vez
al pueblo aludido.
-Voy :\ hacer mi agosto, peoliaba con
cierto regotleo.
Pero mi eFOperanza quedó presto desvane· .
ciCla.
Llo\ ió doll años seguidos y no veodi una
sola so m brilla.
Comprt> deRpnee paragoa~:, y no tengo noticia
de qne haya vuelto á llover en el indicado
punto.
Cierta vez abrigué la pretension de oasar·
me.
Mis prendas flsicas no eran las más propiaK
para cautivar el sensible corazon de una
doncella, pero no desmayé, por aquello de
qne nunca falta un roto para un descocido.
Me dediqué á bnscar novia, en mis ratoe
de ocio.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL CA UCA.' 95
Pot· fin cncontt·é una, más fea que yo (y Ni ha hahirlo vieja verde que no me bnya
esto que no puedo serlo má~) . declat'ado stt pasion.
Concet"Lamos la boda y uos dirigimos al ¿, Qnieren ustedes rlesilichag m~s morroco·
templo. . tudas? pues no las hay en plaza.
Pero cat.en u!lterles qne á las miRma!l puertas
ele la lgle~ia apan•cc un antiguo amante
de la amojamada beldad, y sin l'ncomendarse
á Dio!~ ni al diablo,~ dió tal paliza, que
todavla me duele.
'ferm!nada ~sta, entramoa en el templo.
Pero ¡oh dolor ...... momentáneo! el cura
f!e negó á casarnos.
-El novio no es cristiano, dijo, miníndo-me
con ojos de basili~co.
-1 Cómo que no soy cristiano !
-No, señor.
-Pm•¡~ yo recnet·rlo, á pesar de que era
muy chiquito, haber recibido las aguas bautismales.
1 Si pot· poco me ahogan 1
-Sí, pero le acaban rle romper á ~lSted el
bantis1fw, A la puerta del templo, y es como
si no Jo fuera.
En fin, no me qnit~ioron~asnr.
Y ahot·a recuerdo con gratitud la noble
accion del cura.
¡ Es el único beneficio que he recibido en
mi desastrada vida 1
Todos los billetes falsos van á parar á mi
bolflillo.
Parece que se nto á este
ex~·elente y p•>pular pianiRt.a? Pues es tan
enhieBto, tan espigaclo, tan puntiagudo, tan
liso, tan alto ...... que atrae el rayo.
En inviemo estoy abonado á las pulmouíafl.
En verano estoy suscrito á todas las epi·
demias.
Con qne ......
En las tl:'rt.nlial'l rompo inanvert:idamente
cn:mta ' f los silleroP.
Cnando me es necrRario rccorclar 11lgo y
eoho un nudo al pañuelo, se me extrav1a
é8to.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
96 ELCAUCA.
He dicho 1ue to<1os los perros me muerden:
quizá han oido decir que soy bncno
como el pan.
Nadie me élll las buenas noches. En cambio
los mo . quitos y el amor me las han dado
muy malas.
Mi historia puede :sintetizarse en dos pa·
labras: ¡la rnar!
A máR mujeres hn perdido el oído que la
vista.-Lowno y Caseta.
I. .. as mujeres no tienen en la Yida más que
un negouio importante de qué ocuparse: y este
es su cnsau>iento.-..il'Iery.
HaRta aqui la historia
.Man~o.
Sin las mujeres los el os extremos de la vi·
da et~tarian sin socorro, y el medio sin placer.
do don Oornelio Indiano.
El relato ante1 ior le debemos á una casualidarl.
La tatalirlad ha queriJo que fuéramoR nosotro,
los historiadores rle tan infeliz penso·
11aje. ¡Sólo e~Sta desdicha le faltaba!
Querido lector, lloremos una lágrima so bl
e tlln g1·nn
Citación recomendada (normas APA)
"El Cauca: periódico literario dedicado a la juventud - N. 12", -:-, 1874. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3683901/), el día 2025-07-17.
¡Disfruta más de la BDB!
Explora contenidos digitales de forma gratuita, crea tus propias colecciones, colabora y comparte con otros.