PERI ODICO LITERARIO DEDICADO A LA JUVENTUD.
RAM{REZ & RIVERA, EDITORES. jn que ap1·ende n'n1sica et\ el Conser\'atorio,
y todo el santo clia está cantando estos espirituales
versos de una zarzuela ¡
Las mamáfl son unas señoras de cierta :b:s la cara de mi curro
'OOmo Jo. noche y el dio.:
~(lad,-qne como nunca la declaran, puede 11i está ttiflte se le apaga~
llamarse incierta,-viudas en general, feas en si e~ttt alegre le echa.chispM-.
su mayor p:nte: y madrea por de contado de Doña Serafina ha salido á tet11ler rop:\ á l:l
una, dos, tres ó cuatro niñas de diez y seis ventana del patio, y doña Bernarda, que es ttños
en adelante, que se hallan en estado de taba poniendo una hojita do escarola al cana·
merecer, y generalmente nG tienen todo lo rio, ha ct·cido muy puesto én el órden saluda•·
que rnet·ccen. á la vecina, por aqnel:o de que no qnita to
Las señoras á qne me refi11ro, han n· obstácule~ que se opone ásu.fetieidad ? ... Veste
se van presentnndo las hij·a-s, y dnl'ante ho· tirias todo lo má~ majas que puede, llevarlas:
m v media hablan las cuatro de mil cosas á todas partes, siempre que no le cueste Lii•¡
ne· á nadie imtere~an, y el cabaHero protes- nero, exponerse á todaa las pulmonías qtlO·
ta su adhesion y simpatía, y la mamá le ma- en invierno van á la desbanilada poi' e¡:;as callifiesta
tambien su adminwion y el bneu llcs, estar siempre con la papalina puesta pa·
concepto que de él tiene formado, y las niña, ra r~ibir visitas, es deeir, para estar al lado
le halag11n el oido y &t amor Jlropio, asegn· de sus hijas cuando vienen las vi ~tas, y estat·
rimdole que son mny pocos los caballeros Yolada, como ella dice, por si se le sale cE
con quienes ellas Ee atreven á dar una vuel- puchero, y porque en. la casa todo está manta
en un baile: y muchos ménos los que lo· ga pEn· han~bro. Y ella las- sirve1 y las cose,.
~r:m ser recibidos en l11 casa; porque á ellas y las emperegiTat y ellas se- oomponcn, se a·
nunca les ha gw tauQ dar qné hablar, y por dornan1 se ponen mlís guapas !le lo que son,.
~¡ne llO quieren parecerse á Fulanita y á Zu· no p1u·a sn madre, sino para Fu anito, qnetauita,
que son más coMe ha muclado á la casa do
hubo mujeres que más amigos tengan y de enfrento: para el administrador de la que ha ·
t]nienes n1i\S despropósito ~e hayan dicho, hitan, que es un muchacho muy firw, y tiene·
despropósitos, qne para algunos que los oyen que venir á enterarse de dos goteras que hay
lo son efectivamente, pero no J.o son para en la cocina y de <'Uttro ladrillos que hay
ott·os, por aquello de- que ea el muHdo gene- que poner en el pasillo. Y las niñas trasno ralmcnte
estamos más di puestos á creet· lo chan, nna estudiando papeles de- comedias
1nalo qne lo btwuo que se dice del p.rójimo. que representan en el teatro· de la casa de tm
Y el caballero, convencido del bue11 efec· abogado, que tiene pocos pleitos y a.lgun di·
to que ha hecho su p1·cs >neia, y previendo nero, otra Licsgaiiit:1ndose á canta.t· aria y
f¡ue, iendo el único amigo intimo de aque· romances de ópera, para lttC'irst' hwgo ell la.
]la iamili,\, <'jercrrá eu la casa uua inilucncia mi ma t·eutliont y la mayor leyenda La Co·
omnímoda, muy fitvorable á sus miraR partí· 1'responclencia, qne se la hecha pot· dcuajo ele
cularcs, que, en ptvridacl, no son muy católi· la puerta el zapatero del portal, q e Yivc en
c:ts. se despide prot<'SL:lnclo de nuevo su a· la guat·c1illa y se retira á las tantas de la no·
mi tad franca y desintercsuda, con la qno se che. Por supllesto que las taLes fl·iñas saben
ufanan mny mucho cloii!l eraflna y su hijas: la vida y milagro de todo el IDilotHlo, y t:!Í no
quien e· l:le en.treticneiL despues en hacer el la sabeu la inventanr y no hay UJarques, ni
~logio ue aqtlel ca.ba\lero, que no parece CO· dnqttet ILi general, ya difuntos por supuesto,
mo e~;;tos Jet dia ni mucho menos, y si un que no hayan sido Yisitas suyas y querido á
homlJre muy cabal, y del cortr. de a.q.uellos las niñas eada 1100 de ellos como si fu~ra sn.
honrarlos varones que, obeclcciet11lo las leyes prop.io padre. Y ella saben quien &o ca a y
a á casar y
~on buen fin,¡HmsatHlo muy juiciosamente qne ya no se casa, y por qué no se casa, y pot·
e. te lmcu fin es el priu.cipio fundamental de qué don Fulano va á los barros sin su mujer,
la frliciJad doméstica y del l>uen gobierno y por qué su. m.t~er va:\ toJas pn.rtel:l sin st~
de la thmilia hnmaua. marhlo.
l'e1 o como en es le mundo. tienen. tos rn.a- Pasan algunos años, y un di a se oncuen-bs
inmensa mayoría sol>re los buenos, re¡;ul- tl'an en la calle doña Bemartla y cloiia Sera·
ta ;que el tal caballero lo es de cuettta, por fina, que haLian dejado de ser vecinas: y no.
lo que doña Serafina tiene que ponerle al ca· habiau yu~lto á verse, fl. pesar de que ambas.
bo de cierto tiempo ele patitas en h calle. tenían cnriosidaJ por sabe1• nna de otra.
La prnJente madre, en \'Ísta de los deseo· --¿Y la niña de usted? es lo primero ~ne
galio:> que sus hijas reciben, y convencida. de pregunta doña Semlil'da á cloíia Bernarua,
los peligt·os que oJrece la am.istacl de ciet'tos de&pu.cs de los E'alnuos, asombros y ob ervahombres,
significa á sus hij:1.s el honesto y ciones acerca del estado ele salud que son del,
uen de¡;co de que niugun hombre vuelva á 1 c11jon entre mujeres conocidas que no se han
enlrar cu sn easa. visto en nlgnn tiempo.
Y al) U! tienen u~tet1e:-t ya á las hijas con- - .rT o me hable usted, contesta Joiía Der.
~m la m.aJrc,. qne la acusan :_
(bS,
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
.EL CA UCA.J
Las novelas son mi lC'ctura favorita.
Los hét·oes de éstas mis modelos.
Por esto produ-zco tanto efecto entre el
bello sexo.
: ¿Quién resiste á mis declaradones amOl'O·
sas ... tomadas rle cualquier novela?
Eso jamas 1
Mi amigo Pepe se empeña en que soy un
borrico.
Envidioso!
¡U u borrico, yo, que poseo algunos millones,
y sé bailar admirablemente las polkas
intimas y hacer el amor á las pollas, y pasear
á caballo ¡ y auudat·me artísticamente la cot"
bata, y ...... !
Digo, digo ! ¿ pues no es esa la ciencia de
la sociedad moderna ?
¿ N o me entrego tambien en alma y cuerpo
á la literatura?
¿ N o leo sin pestañear las tremebundas no'
relas que arroja la prensa france3a ?
¿N o asisto al teatro cada vez que se representan
esos magníticos dramas de capa y
espada, en los que si no muere el apuntador
es pot· un .!Ülagro 6 dos de la Divina Provi·
dencia?
ó N o me gustan las operas de mucho apa rato,
ó mejor dicho, el aparato de muchas o·
})C1'3S?
Y soy un zopenco?
Y no tengo gu&to literario ?
r .. vida del as de copas 1
\Jiara me exige que me case con ella.
Dice que la jente murmura ......
Y á mi qué?
¿!fe de dar acaf!lo satisfacciones al público?
Y o no soy editor responsable de las obras
i.le nadie.
Si Clara ha obrado mal, allá se las haya.
Mi misiones reir, gozar ......
Y o no me pertenezco.
Pertenezco á la sociedad del siglo XIX.
Si Clara rompe conmigo, mejor, mil veces
mejot·.
Otra me abrirá sus brazos y su corazon.
Soy rico y elrgaute.
El porvenit· es mio.
Vaya si lo es 1
:Me parece que la vecina del frente es más
bonita que Dolores y Leonor.
Pobrecita! la aguja es su único patrimo·
ni o.
· Me dicen que va á casarse con un honrado
l:rtesano.
Si yo pudiera desbaratar esa boda!
A ver, probarémol!,
Mi vecina se llama María.
Sus ojos son de color de viol<:'ta.
¡ Qné dulce melancolia hay en su purisima
mirada?
Es huérfana ...... vive cou una hermana me-nor,
Voy á encargarle un vestido.
Le diré que es para mi hermana.
Ly dice Pepe que soy un bonico 1
Habráse visto ...... !
He visitado á 1\farfa.
¡Qué eonrisa tan amable! ¡qué gracia tan
encantadora l ¡ qué donaire y dnlzura l
J.o dicho¡ esa niüa me conviene.
J.a adoro 1
Si se empeña en gnarJar fidelidad á su no·
vio, busca1·é á éste y le mataré como se roa·
ta á un perro.
Mo he deci~J·ado!
Mi vecina se ha puesto colorada como un
clavel. •
Sobre su costurero he dejado unas joyas
maaníficas.
Una joya de valor es una llave que abre
cualquiet· corazon.
María scrfl mia.
¡ e turba de tal manera al fijar sus ojos en
los mios 1
Bendigo á la Providencia que me hizo tan
buen mozo.
O á quien corresponda.
María me ha dado su amor.
lle jurado amarla eternamente.
Su novio, loco, desespet·ado, se suicidó a•
yer tarde.
R. I. P.
Lo ct·eerán ustedes? Pues hace tres meses
que me enamoré de Maria y estoy ya causa·
do.
¡Siempre las mismas caricias l
Mi vida se vuelve monótona.
Y o necesito variar de amores.
Siempre la misma comida empalag~.
Y la mujer es un majar divino .. .... cuando
no la guisa el diablo .... como dijo no sé quién .
lle tronado con María.
Sus lágrimas, su desesperacion, sus ruegos ,
no han ablandado mi pecho.
Pues bonito soy ya para dejarme cónmo ·
ver de nadie 1
¡ Qné se diría de mi en el casino!
Horror l
He comprado un caballo,
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
El. CA DCA}
1\Ii feliJad es completa en este instante.
Ayer perdí veinte mil pesos al juego.
1\Ie han dicho que María está muriéndose
de hambre.
Qné trabajo!
Los pobres no pueden pormitil'se ellnjo
del ocio.
Pues hombre, no faltaba más.
Son cerca de las ocho.
Elvira me ha mandauo un perfumado bi·
]Jete.
Su marido m:m:hó ayer.
Y ella ...... infeliz! se aburrir(\ $ola en su
1·etrete.
Voy á comprarla aquellas riqnL imas pulse-ras
que tanto le enrautaron el otro día.
Es preciso agradar á las damas.
Será un presente regio.
Qué chasco l
Al salir do la casa de Elvirn , una misera·
ble mendiga me ha petlhlo una limosna.
Iba cnuierta de har:lJ)OS.
Una lágrima ~rtlicnto surcaba como gota
do plomo denetido sus demarcadas megillas.
-Caballero, una limosna por Di(ls 1 ha re ·
clamado con trémulo acento.
Al oír su YOZ me detengo soJ'PJ'endido..
A la turbia luz del gas fijo mis miradas en
el rostro ae la méndiga y no puedo reprimir
noa exclamaciou de sorpresa.
Era Mal'fal ,
Maria, anegada en llanlo, debilitarla por el
sufrimiento, p(llitla como uua cle~enterracla ....
Cómo! ¿todavía se permite la.mendicidadt
Qué atraso el nuestro!
Uoy me be levantauo con unas ganas ho·
rrihles do casarme.
Mi padre me ha amenazado con deshare ·
darme si pro.~igo en mi vida de aventuras y
cal:\\'era cbs.
N o qniore qne me pienl:t , ¡ y me casa!
Oh amor paternal ! estás tocau1lo el violon.
N o hay remedí().
La not:cia de mi pr6ximo casamiento ha
producido nna próxima revolucion en los
círculos ari tocráticos de la citHlad.
Un sinn í mero de hermosí , imas niñas an
bclan con sagrarme sa existencia y su amor.
Si fue e )Obre huirían de mí.
Tengo di nero y todas a cgnran qne soy el
bel lo id er.l q 11 ~ ha forjado b\1 mente.
Parece qne de can perscg• til' en coche ese
do raLlo fa u• a~.n a lle ' tl ensu eños.
Me ll ec i.!o .
Elena es riquísima, yo tambien. ¿N o es
lo natural que nos casemos ?
Me ha vi to dos \'eces y asegura qne hier ·
ve en su co.razon un a!hor de cuarenta y tres
grados.
Me caso 1
Ayer murió María en el hospital.
Pobrecita!
Esta noche doy nn the clrmsant. ·
Quedan inv.itauas todas mis relacionadas.' '
Hasta aquí las .Memorias de 1m pollo.
¿No sería mejor titularlas: .Memo1'ias rle
ttn pillo !
Lo dejo á la con.~i
Citación recomendada (normas APA)
"El Cauca: periódico literario dedicado a la juventud - N. 2", -:-, 1874. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3683891/), el día 2025-05-29.
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