úmero 4. . Junio=Julio 1940: Precio $ 0,10
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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~ dentro del perimetro urbano. W
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~ No se le olvide, teléfono e E R o ~
~ Pasto, julio de 1940. ~
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1 Los automóviles y cam1ones
FO o
No les temen a la vejez, son los conquistadores de las carreteras escabrosas
y pendientes.
No se rinden ante la intemperie ni los arredran las distancias.
CONCESIONARIOS PARA NARINO
1
A. AristizáDal & Com~añía S. A. ~
Tumaco = Pasto = Barbacoas
EXPORTACION IMPORTACION
Agencias:
Tropical Oil ~Company. Orace Line.
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Concejo Municipal de Pasto
PRESIDENTE: VICEPRESIDENTE:
Dr. Ignacio Rodríguez Guerrero Dn. Ernesto Burbano
HONORABLES CONCEJALES:
Dr. Ulpiano Hinestrosa '
Dr. Flavio Santander U.
Dn. Rubén Montezuma
Dr. Guillermo Eraso Z.
Dr. Manuel j. Troya
Dn. Marco T ulio Rosero
Dn. Luis Felipe de la Rosa
Dr. julio César Enríquez
Dn. Alberto Ortega, Secretario.
Alcalde de Pasto:
Personero Municipal:
Contralor Municipal:
Ingeniero Interventor:
Tesorero Municipal:
Director de Estadística:
Vr. Carlos César Puyana.
'Dr. Julio César López.
'Dn. Marcial R amirez.
Dr. 'Daniel Cabrera Belalcázar
Dr. Manuel Antonio Bravo.
Dn. Eduardo Jllera.
jUNT A DEL CENTENARIO:
Presidente: Dr. Bolívar C. Santander, Gobernador del Depto.
MIEMBROS DE LA JUNTA:
Dr. Ignacio Rodríguez Guerrero, Presidente del Concejo 1
Dn. Carlos Falla, Auditor Fiscal de la Contraloría
Dn. Zoilo C. Delgado, Director de Obras Públicas Deptales.
Dr. Daniel Cabrera Belalcázar, Ingeniero Interventor
Dr. Carlo~ A. Vela, Director de la Unidad Sanitaria
Dr. Manuel Antonio Bravo, Tesorero Municipal
Dn. Nacor Bolaños, Secretario de la junta
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J
lJ~nta Directiva de la Sociedad
.... L~ Al
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G'~
PRESIDENTE:
1)r. RAFAEL ERASO NAVARRETE
Vicepresidente: 20. Vicepresidente:
Don. Pedro Vallejo Pbro. Dr. Alejandro Ortiz L.
Tesorero: Don Plinio Enríquez
Revisor Fiscal: Secretario:
Don Carlos Reslrepo Don Juan Alvarez Garzón
VOCALES:
Dr. Ignacio Rodríguez Guerrero
Dr. Alberto Ricaurte
Dr. Guillermo Moncayo
Dr. Adolfo Guerrero
Dr. Daniel Cabrera B.
Pbro. Dr. Fidencio Concha
DI. Carlos A. Santacruz
Dr. Eduardo Bucheli de la Espriella
Dr. Guillermo Eraso Z.
Dr . Francisco T riana
Dr. Peregrino Chaves
Dr. Manuel V élez
~.
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Señor Carlos Martínez Madroñero.
MEDELLIN:
Señor Ricardo Olano.
" Homero Santander.
CALI:
Doctor Carlos Pabón.
Señor Diógenes Villarreal.
MA NIZA LES:
Doctor Paulo Emilio Bravo.
TUMACO:
Doctor Manuel Benitez Duclercq' •
Doctor Alcides Douat.
Señor Guillermo Payán Archer.
BARBACOAS:
Doctor José Vicente Monzón.
" Adriano Cortés.
n Ranulfo Ruano.
TUQUERRES:
Señor Marco T ulio Mora.
MOCOA:
Doctor Carlos César Puyana.
SIBUNDOY:
R. P. Marcelino de Castellví.
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en
I EVISTA ~~p A 8 T O"
I
I
I
I
I
y .Sus
Basamentos de Oro, I
estudio raizal minero por JUAN DEL SUR, (vetas, I
playas, cuarzos, legislación minera de la Colonia y I
. de la República en este Departamento). I Asesor Juridico:
I Ingeniero Consultor:
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fastidiado o neurasténico
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PINTOR ~ DECORADOR
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relacionados con su profesión.
Domicilio: PLAZA DE SANTIAGO
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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
En la Universidad
Dr. Arcesio Dorado S.
La Universidao de Nariño confirió el
grado de Doctor en Derecho y Ciellcias Políticas
al señor Al'ce~io Dorado S., uno de los
más sobresalientes alumnos del plantel.
Como prueba final para optar su titulo
presentó un nlélcizo estudio sohre Régimen
de tierras, problema colombiano de palpitante
actualidad.
Su Presidente de Te!'is. Dr. Olegario Medina,
en su informe respectivo, hé-ice el él nálisis
(fe este interes:-t n te tr-a bé1jo, concluyendo
con este muy merecido concepto:
"Creo, en consecuencia, que la monograHa
del señor Donido S., no sólo es suficiente
para confe...-irle el grado de Doctor en
Derecho y <;:iencifl~ Pülíticas, sino que es un
gra n a porte al estudio oe u 11 gra ve problema
social; y que p:-t ra que ese estur\io s~a
benéfico es preciso que él sea conocido ampliamente
por la prensa."
de Nariño
Solemne ceremonIa en la
inauguración del busto al
ilústre General Santander.
con motivo del primer ceo ..
tenario de su muerte, en
nuestro máximo instituto
educacional.
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Señorita Alicia Eraso Delgado,
dignísima Secretaria - tesorera del Cuadro (:c
Honor de la S. de Mejoras Públicas.
Señorita Melba Rodríguez,
inteligente y gentil co)a}-'oradora de esta
Revista.
Señorita Paulina Brando,
directora de la sección infantil de
la Escuela de música, anexa a la
Universidad de Nariño y profesora
de violín en este establecimiento. La
distinguida señorita Brando es uno
de nuestros exponentes artísticos que
hace honor a la mujer nariñense.
L~onor y Clemencia Bolaños /. rturo,
bellas e inteligentes damas de nuestra sociedad.
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Fisonomía del hombre que fue más de 7.
Por PLINIO ENRIQUEZ.
Existen versiones complexas casi contradictorias,
acerca de la discutida personalidad
de este desconocido ciudadano de
los EE. DO. del S. Creo fue en La
Paz donde Próspero vio un apunte a lápiz,
porque se sabe que él -antifotogénico-
no gustaba posar.
Por esto, algunos ingenuos lo han dibujado
buen mozo, "conquistador", sin recordar
que él dogmatizaba con la sentencia
del esteta inglés: la belleza termina
donde empieza la expresión intelectual.
Algunos humoristas de Paysandú compraron
una elección y lo proclamaron Rey
de los Feos, suceso que celebraba desagradecido
comentando: habría preferido
"reinar" en Bolivia.
Cínico y pobre, ex luía las amistades.
Charlatán, aventurero y desagradecido, en
las capitales domesticaba a los periodistas,
aparatos de popularidad barata, de que se
reía para su capote.
Pedante, por dárselas de original. En
Cali -cuando la inflazón- encontró cabareteando
a un mendocino. El "cuyano"
al verlo se extrañó de encontrarlo allí. Pero,
hombre, contestó chacoteando; acaso
somos tan tontos para exhibirnos en una
biblioteca o tan pícaros para sorprendernos
en un confesonario?
En Santiago de Chile ~ vió a algunos
jóvenes que principiaban a ensayar el sinsombrerismo
ante el escándalo de los círculos
femeninos. Para aquietar a las damas,
en presencia de un grupo de parlamentarios,
afirmó: señoritas, si no tienen
cabeza!
Frecuentaba centros "universitarios y
obreros. Entonces informaba lo que había
visto en otros países. A la juventud colombiana
hablaba del sentido práctico del chileno,
dentro del que siempre se menea un
invento. A los meridionales ponderaba las
bellezas del trópico, hasta el punto de haber
sido una ciudad amurallada por la cordillera
la que encendió la chispa de la
libertad política.
Alguien le habló del manifiesto de la
Paz el 27 de julio de 1 809 en que se
decía: .... "ya es tiempo de sacudir un yugo
tan funesto a nuestra felicidad como favorable
al orgullo españoL ... "
-No es obstáculo, contestó; pues si
no damos la precedencia a los colombianos
del siglo 1 7 o a los asuncenos del
1 4, hay que fijarse en el cabildo abierto
de Montevideo instalado en 1808. Entonces
alegaban .... : "si se tiene a mal que
Montevideo haya sido la primera ciudad
de América que manifestase el noble
y enérgico sentimiento de igualarse con las
ciudades de su madre patria .... " Esto demuestra
-concluyó- que unánimemente
los pueblos americanos de aquel entonces
palpitaban por una misma aspiración.
A los argentinos pormenorizaba la
excelencia de la homogeneidad de la raza
en los países bolivarianos, hiperbolizando
sobre el porvenir fantástico de los negros
que eludiendo la esclavitud han invadido los
círculos del deporte y del arte. A los hi ...
jos del altiplano relataba los milagros de la
inmigración en Buenos Aires, crisol donde
se está fundiendo la raza porvenirista.
Huía de las agrupaciones feministas,
alegando que las mujeres, al revés del
ganado vacuno, solas son buenas, pero en
manadas, intolerables. De las sabias huía
por principio; más aún, si eran jóvenes. Era
admirador del presente y el pasado de las
mujeres, porque ellas -comentaba- como
las bellas máximas griegas no se oponen a
ser invertidas.
En provincias se encontraba a su gusto.
Mejor en los fundos: Sus primeros conocidos,
el maestro, el cura, el alcalde,
vértice del triángulo capitalista.
En el fondo era tolerante con los partidos
y religiones. Tolerancia. indolente de
quien está más allá de estas divisiones.
Excursionista a pie. En la pampa argentina
congenió con un inglés extravagante.
Hacían curiosas jiras con su perro, en
cuyo pedigree fundaba orgullo nobiliario
de árbol genealógico, tan útil .... aseguraba ....
para el desarrollo de los animales. En este
caso de sangre azul, Cacique descendía,
por línea recta, vía masculina (lo que de-
P A S T O 1
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muestra su fe de crédulo) del famoso
4 remos, miembro de la tercera compañía
de bomberos de Valparaíso.
Con su amigo insular leían a Joyce en
inglés. Cacique olfateando estas impresiones,
batía la cola cuando las ideas merecían
aplausos. Sabía ser perro tras de una gallina;
frente a una hembra era filósofo envolvente.
El inglés -por lo que proporcionaba
como por lo que excluía- en largo
lapso fue camarada del ciudadano de los
EE. DO. del S. .
En su compañía hizo excursión al
Cristo de los Andes. U na noche mientras
bebían bajo tolda para matar el frío, don
Juan, con un Kempis en la mano, meditaba
sentado sobre l~ nieve en un ángulo
del monumento. Contemplaba la Cruz del
Sur, comparando con las noches ecuatoriales.
Humoristas, sus compañeros le preguntaron
si ensayaba el específico contra las
reumas.
-No tal, silabeó. Al pie de la estatua
del Redentor, bajo los rayos estelares,
planeo la prospectación del futuro padre
nuestro rojo en que debemos pedir: déjanos
caer en la tentación y castíganos nuestras
culpas.
Cuando viaja con los arrieros de Barbacoas
lo encontramos más taciturno que
nunca. En 5 días, apenas habla 3 palabras.
Indiferente oye, observa, recuerda.
Solamente aquí Próspero parece compenetrarse
de la naturaleza panteísta del maestro
sin escolares.
Apesar de las tendenciosas leyendas
que se forjaban pintándolo con resplandores
satánicos, hay pruebas que respetaba el
pudor, llegándose a confundir sus teorías
con las del hombre mediocre. Cierta vez
huyó cuando tenía entre manos una prisionera
infantil que se alocaba llorando.
Años más tarde afirmaba que al . verla frente
a los espejos de la alcoba, la encontró
tan vulgarmente vestida, que le hizo pensar
en una novela pornográfica pésimamente
empastada. Por eso saltó del lecho bailando
de un lado a otro, en camisa, buscando
la ventana para saltar. La heroína,
hoy gruesa jamona, sonríe recordando la
comedia. Opina q u:; el fc.b~loso l:érc~ r:J
pasa de ser un chiflado intrascendental.
Próspero, de limitada facultad de creer,
asegura que desde que lo conoció le inquietaban
las , multiplicidades de su temperamento.
Pentagrama ambulante: alegre, tris-te,
loco, filósofo, altanero. Encontraba en
él rasgos humanitarios que le daban deseos
de lanzarse a abrazarlo; pero cuando se
acuerda de otros, automáticamente sostiene,
contenía impulsos de escupirle en la cara.
-Algunas veces me negaba a escucharle,
porque lentamente me iba envolviendo
una ansia morbosa de estrangularlo y gritarle:
canalla! Optaba por retirarme de su
presencia, temeroso de denunciarme por algún
gesto patológico.
Semejante hombre -lleno de almas
y subalmas, de fondos y doble fondos- se
sirve de la palabra para ocultar y disimular.
Una vez le oí decir que la verdad bosteza
de flojera de contestar. Estudiándolo, un
filósofo podría clasificar las distintas sub ..
animas que están a su servicio y formar la
mejor teoría de su sistema federal de almas
contradictorias. Por esto su individualidad
era una máscara. Máscara unas veces
simpática, otras ridícula, otras repulsiva.
Debió usar anteojos para ocultar algo. Varias
veces le sorprendí distintas niiradas,
muchas veces, diferentes estaturas. Era su
costumbre recibir las visitas bizqueando, con
gesto hostil que lentamente se iba desdibujando
hasta colocarse una sonrisa ambigua
que afloraba en abrazos.
No era el mismo cuando hablaba en
público que cuando estaba afeitándose, que
cuando se dirigía a la dueña de casa ni cuando
saludaba en la calle. Tenía varias formas
de letras, quizá para reirse de los grafólogos
y hasta andaba de distintas maneras,
según comprobaron detectives que examinaron
sus rastros.
Por esto -explicaba Próspero, discí-
. pulo incomprensivo que a veces negaba al
maestro en trances amargos- si alguna ocasión
sentí orgullo de ser su amigo, en muchas
otras me he avergonzado de él; pero
siempre he afirmado que como hombre ha
tomado parte activa en el progreso y ha
actuado de modo que se justifique su vida.
Con convicción de político provinciano
aclaraba sus puntos de vista:
-Varias veces he dicho, sin temor a
conlrac!eciriue, co¡no creen algullcs: don
Juan ha hecho mis labor americanista que
todos los diplomáticos reunidos, festejando
copa en mano, las fiestas patrias.
Pasa a la Pág. 4.
2 P A S T O
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
1810
C ANTOS A
lIIIIIIIIIIiIII r
COLOMBIA
Colombia es una tierra de leone :
el esplendor del cielo es su oriflama,
tiene un trueno perenne: el Tequenduma,
.Y un Olimpo divino, sus canciones.
Siempre serán soberbios sus pendones
bajo la aurora que a la Gloria inflama;
siempre será la patria que derrama
la savia de los grandes corazones.
En sus historias nobles y triunfales
resplandecen egregios paladines
coronados de lauros fraternales;
y se oyen en sus campos y confines,
Boyacá y sus hombres inmortales,
el Santuario y sus épicos clarines.
RUBEN DARlO.
NUESTRO HOMENAJE
A LA PATRIA
La Sociedad de Mejoras Públicas,
quiere en esta fecha, símbolo augusto
de todos los días, hacer sus votos por la
inmensa felicidad de Colombia, tierra
noble y excelsa que tiene un inmarcesible
templo de amor, de lealtad y de
austera dignidad en N ariño y un tabernáculo
de fé y esperanzas en Pasto.
La Sociedad de Mejoras Públicas hoy
que se agita, recordándonos una epopeya
gloriosa en todos los ámbitos del
País, el pabellón colombiano, agradece
efusivamente la cooperación de todos
sus miembros y amigos, particularmente
a las autoridades eclesiásticas y civiles,
merced a cuyo entusiasmo y apoyo
sincero, nuestra Institución ha podido
ejecutar algunas obras imperativas para
el progreso de Pasto y, se propone continuar
desarrollando un programa que
corresponda a los altos merecimientos y
a las grandes y legítimas aspiraciones
de esta capital del sur colombiano.
Sociedad de Mejoras Públicas.
-
1940
LA PATRIA
ISIO= 20 DE JULIO= 1940
«REVISTA PASTO ,~> sus directores,
redactores y colaboradores, elevan
en esta magna efemérides, un
himno férvido de amor a la Patria,
a Colombia, por cuya grandeza
luchamos los nariñenses desde
estas amadas tierras del Sur.
«REVISTA PASTO », y sus escritores,
como todo lo que piensa, siente
y vibra en Colombia, se descubren
en el ara de la República,
para entonar el canto de los cantos
que alimenta la vida y el orgullo
de todos los colombianos:
¡ OH! gloria inmarcesible,
¡OH! júbilo inmortal ......
PATRIA
Patria, te adoro en mi silencio mudo
y temo profanar tu nombre santó;
por tí he gozado y padecido tanto,
cuanto lengua mortal decir no pudo.
N o te pido el amparo de tu escudo,
sino la dulce sombra de tu manto;
quiero en tu seno derramar mi llanto,
vivir, morir en tí, pobre y desnudo~
Ni poder, ni esplendor, ni lozanía
son razones de amar, otro es el lazo
que nunca, nadie desatar podría;
A mo yo por instinto tu regazo,
III adre eres tú de la familia mía.
I Patria, de tus entrañas soy pedazo!
MIGUEL ANTONIO CARO.
f!a Jodedad de ~ ~ no.
tiene o.f;w. ~, ni obta ~,
ni o.f;w. eema, que ~ a 1Ja4Ú).~.
Editorial «Cervantes» ·Pasto.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
I
\
Alto Mundo Social Pastense
Señora dof.a
ISABEL. DE Lfi ROSA DE SANTANDER,
digna y ac ~iv~ Presidenta del Cuadro de Honor de la Sociedad de
Mejoras Públicas.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Un dilecto amigo nuestro, a quien conocemos como comerciante afortunado,
pero no imaginamos como un pensador sociólogo, en un momento de ocio, nos espetaba
a quemaropa las siguientes interrogaciones que se nos clavaron en lo inquielo
de nuestro pensamiento como los 7 puñales de la atormentada divina:
- Somos realmente 8 millones de colombianos? 'De estos 8 millones, los 6
son de campesinos?
Cómo vive el proletariado de las ciudades y de los campos?
Cómo los 6 millones de ciudadanos no todos son capitalistas, sino que están
clasificados en ricos, acomodados y proletarios, tenemos que concluir que menos
de un millón de acaudalados vive de los 7 millones restantes. Estos se debaten, unospor
trabajar en los campos, sembrando la tierra, laborando las minas, ctros manejando
las máquinas o sirviendo a los acaudalados en la ciudad.
Cree Ud., continuaba asediándome con sus preguntas este noble amigo, que
del medio millón de privilegiados hay un diez por ciento de hombres pensantes que
se preocupen por la mejor suerte de los demás?
Si se preocuparan entonces raciocinarían de la siguiente manera: los dos millones
de ciudadanos producimos telas, zapatos fideos, galletas, macarrones, cigarrillos,
vinos, cervezas, libros, periódicos, aviones, ferrocarriles, autos, radios, luz eléctrica
y otros tantos artículos de necesidad o de lujo que no conocen los seis millones de
campesinos que laborean oscuramente, silenciosamente, nuestras minas y campos.
Descontemos esta injusticia ciudadana, ya que por el esfuerzo de los campesinos es
que podemos darnos el lujo de vivir gozando los gajes del maquinismo contemporáneo.
Un deber elemental de todo buen ciudadano es dar a conocer a los campesinos
los artículos que constituyen el confort societario. fisí se ennoblece el standard
de vida y aumenta la prosperidad del país. El campesino que una vez comió fideos
o macarrones o fue al cine o al teatro o montó en auto u oyó radio, se va a su
hogar mordido por el deseo de continuar gozando de estas bellezas ciudadanas. Pero cómo
él adora a su campo, no trata de abandonarlo, sino que anhela trasplantar a su
triste estancia las maravillas que distraen a los ciudadanos. Entonces se empeña por
reforzar su trabajo hasta conseguir trasladar un radio, comer galletas, fumar buen
cigarrillo, beber buen vino y vestir los domingos su flamante camisa de seda.
y esto no es mistificación. El campesino que una vez en su vida logró
ponerse zapatos, no los vuelve a dejar. La moza garrida que sale de la choza a
oir misa el domingo y logra armarse un par de medias de seda, no vuelve a susti ...
luir/as por otras de algodón, menos volverá a ponerse sus zapatos domingueros sin
Col o m b i a ** ** ** ** N a r i ñ o
1JufJicacw.n {;~
{;'UJMW- dei ~ ~
'fde~n~ Pasto
Dirigen: PLINIO ENRIQUEZ - GUILLERMO MONCAYO
nrp. DEL DEPTO.
Año 1 Pasto, julio de 1940 Número 4
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
medias como hacían ahora 30 años nuestras buenas abuelas. Ellas mejor que nadie
tienen el sentido innato de la elegancia, eso que ahora ha dado en decirse el sub ..
consciente de la elegancia femenina, que la tiene toda hija de Eva.
Por este solo renglón de zapatos tendríamos -si consiguiéramos que los 6
millones de campesinos se calcen- una entrada media de 10 millones de pesos co ..
tizando el calzado a su más bajo precio.
Busquemos un promedio. Que no se calcen por lo pronto nuestros 6 mi ..
llones de campesinos. Pero es que no sólo vamos a conseguir que conozcan zapatos,
sino que les vamos a enseñar a que se vistan de telas finas, a que coman mejor,
a que se den el lujo de tener su radio en la estancia. Cuántos millones de pesos
más representaria esta educación de nuestras clases campesinas que han descuidado
los ciudadanos?
Por su parte este mejor standar de vida campesina redundaría en beneficio
de las clases pobres capitalinas. Intensificada la agricultura, tendriamos más trigo,
más papas, más maíz, más leche, más carne. Entonces el gobierno no tendria por qué
acudir al arbitrio de importar al extranjero articulos que ahora producimos de manera
simplista.
Se hace, pues, necesario una campaña de propaganda práctica, para que
nuestros 6 millones de campesinos aprendan a vivir una vida más racional, más humana.
Esto redundaria directamente en beneficio de nuestra patria.
Viene de Pág. 2.
Fisonomía del hombre .....
y otras:
-Es un charlatán de cuarta plana en
los periódicos provincianos, que sin dinero,
figura al lado del doctor Benguria y demás
vendedores de cosméticos; no se apiada de
los ministros caídos, ni saluda a los generales
victoriosos.
También aseguró:
-Es un bolchevike renegado que anda
activando las diligencias para que lo
reciban en el convento donde se educó.
Una noche que yo pensaba en esto,
me retó:
-Próspero, no me entiendes?, en qué
piensas?
Dios mío!, sentí miedo de seminarista
al ver que dentro de un kimono, con evoluciones
de manos, cortaba el aire y con
lengua y ojos fakirescos demostraba -al
menos yo estuve a punto de creerlo- que
en el fondo eran uno sólo los árboles de
1a ciencia del bien y del mal.
Aseguraba que su amistad era peligrosa,
inquietante, como la lectura de ciertos
libros, que sin quererlo desdibujan las
fronteras de la moral y la verdad.
En otra ocasión rectificó:
-Dije qu~ su persona era pentagrama
y no estoy seguro de ello, salvo el caso
que esa figura geométrica sea el nombre
de la managerie de les vices. Pues era
esclavo de los 7 pecados y él mismo, descaradamente,
afirmaba que andaba inventando
el octavo, que ciertamente no sería
el de la velocidad, porque era ante todo flor
de pereza, sembrada en los jardines de las
uñas largas y cabezas engominadas. Hasta
en los viajes ironizaba contra la rapidez,
sofisticando que a lomo de mula es como se
conoce y reconoce las fisonomías de los
seres ocultos, y anónimos.
Alguna vez le oí departiendo al respecto
con un aviador. Le dió toda la razón
a don Juan.
-Haciendo estoy un tratado sobre las
pasiones estrávicas de la bestia humana,
me parece estrecho el círculo de su actividad.
En una hora se puede agotar el heptágono
de la moral cristiana. Con complacencia
mórbida señalaba los síntomas de lo
que él creía estrecho marco de las actividades
anímicas. Un borracho - enumeraba espaciosamente
señalando en los dedos- codicia
la mujer del amigo .... , la viola .... , la mata
... , la roba .. , se duerme en lugar de huir. ...
¿ Verdad que es gastada, e;trecha, esta
cadena~ ...
Próspero, en esta vez, se había hecho
la cruz sin aL'everse a di cutir una línea.
Sin embargo inforrna este cronista virtuoso,
que jamás le vio cazando ni jugan-
Pasa a la Pág. 6.
4 P A S T O
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
La Oficina del Turismo
Esta Sociedad de M. P. está seriamente interesada en planear las bases para
crear la Oficina del Turismo, como existen en otras capitales, quizá de menor Importancia
que Pasto.
No tenemos para qué detenernos en explicar la trascendencia de esta nueva
oficina por las fuentes de riqueza que significarían a nuestro pu~blo. Descartamos también
los puntos líricos o sentimentales que como propagandistas de nuestra tierra pudiéramos
sentirnos tentados a enfocar. Queremos únicamente acentuar la prestancia comercial
e industrial si consiguiéramos, como pretendemos, establecer la oficina de turis-mo.
Esta oficina-que la queremos adscrita a la Sociedad de M. P. -encauzaría
la corriente de turistas que desorientados acuden a nuestro departamento atraídos unos
por sus bellezas físicas y otros por sus riquezas minera o industriales.
Para intensificar el turismo, la Sociedad de NI. P. debería principiar por
abrir, mejorar y conservar las carrreteras que nos conducen, por ejemplo, a nuestra
Cacha, los desfiladeros que nos llevan directamente a la misma cima del Galeras
o las vías coloniales que llevan al minero a los ricos terrenos de Sotomayor.
No queremos afirmar que en Pasto hasta ahora no exista un edificio digno
de llamarse hotel, con todo eso que se llama confort del turista yankee que pide
para su apartamento una pequeña city. Pero sí entendemos que los hoteles bajo el
control de la Sociedad de M. P. rendirían mayores comodidades a extranjeros y
forasteros que diariamente nos visitan, hasta el punto de convertir a nuestro Pasto colonial
en puerto seco cuya población en porcentaje abrumador es flotante. .
y es que en verdad Pasto, vale decir el departanlento de Nariño, es un empono
de bellezas naturales.
Señalamos nuestra Cacha a siete kilómetros de distancia, un pequeño mar
dulce que con los encantos de la navegación a vapor haría de ella uno de los centros
más cercanos de recreo, como para pasar un wikend animado y renovador.
El paseo al Galeras, hace pensar al turista en que no pasarán 5 O años
cuando ya se podrá ascender a él por un funicular. Los campos históricos de Bomboná
mostrarán al turista la "piedra donde lloró Bolívarll •• ,.. Nuestros templos sagrados,
con sus auténticas reliquias, avivan las pasiones del creyente. Y si ascendemos un poco
más, llegamos a las encrucijadas del Guáitara, al Gibraltar americano, que con nuestros
ejidos nos hablan al rojo vivo de las desventuras libertarias de Nariño y Sucre. Los
volcanes del Azufral y el Cumbal con sus incalculables, inexplotadas riquezas minerales.
El santuario de Las Lajas, con su leyenda milagrosa y sugestiva. El juanambú con
su brumosa historia que destaca el significado del valor pastuso.
T odas estas maravillas, indudablemente, sumadas a las cósmicas de nuestra
costa, donde se encuentra el Morro pintoresco, la Gorgona milenaria, el Mira ensoñador,
el T elembí inquieto y rumoroso, hacen del departamento de Nariño aluengado de
la civilización a falta de carreteras una Mecca a donde aspiran a llegar millares de
turistas que hoy por hoy talvez se detienen, porque saben que no encuentran las comodidades
del hotel ni el confort de las carreteras que conducen a velocidad de 60
entre nuestros riscos.
No hay que olvidar que el alpinismo entre europeos y el andinismo entre
nosotros buscan las escabrosidades del camino. Escabrosidades que se traducen en busca
de emociones o en fiebre de velocidad.
Desde las páginas de esta revista, hacemos, pues, un llamamiento a todos los
que se interesen porque el turismo sea una fuente sentimental o artística o comercial e
industrial. Todos éllos pueden converger hacia un solo vértice que sería el del progre-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Viene de la Pág. 4.
Fisonomía del hombre ......
do, apesar de ser un tanto aventurero y
derrochador.
-T oda la vida no es un juego de
azar?, preguntó una vez. Agradecería a quien
me enseñe dónde hay más emoción: estu ..
diando, bebiendo, jugando.
Sermon~aba un cenáculo de viejos pro ..
fesores de étIca parda que le había invitado
para tomarle contradicciones, en cuyo
mar gustaba de navegar. La tesis era la des ..
nudez. Retrogradamos a los tiempos pasa ..
dos, protestaban enfáticos los guardianes de
la moral; qué podríamos decir contra las ba ..
canales que asustan al hombre religioso em ..
peñado en superiorizar a las bestias?
Filosof!as del tiempo del paraíso perdido
de los hIpócritas, arguyó silbante; yo no
conozco más desnudez que la de los estafad~
res pillados o la de los filántropos ne ..
g~cIa~tes. Antes, se indignaban contra la
c~Inohna y el polIzón, hoy contra las estilizaCIOnes
de la mujer silueta. Escandalizaban
las faldas 9~~ enseñaban los tobillos, las que
suben defInItIvamente la falda y bajan el
e~cote en paralelo angustioso para el cretinIsmo.
En qué quieren que pase el tiempo
el reducido cerebro de los modistos?
El cenáculo de patriarcas reía para
adentro: En sus rostros se dibujaba tal
despreCIo que las palabras parecían atrancarse.
El cenáculo le tomaba el pelo. Se
s~renó. Pensó que su apostolado tenía algo de
ndículo, cuando lo mejor era hablar de nudismo.
Cambiando de voz agregó:
-T alvez lo que más nos afecte es el
haberse cortado la melena que otro tiempo
cortó a Sansón para vencer su virilidad y
9ue hoy lo hace para desmentir al dispéptIco
que les atribuye cortas ideas y largos
cabellos.
Fríamente continuaron riendo no ati°
nando a comprender sino por el ca~bio de
tono o por la vejez de la historia. ConeluI
yó desdeñoso:
-Cuando éllas puedan también tachar
nuestros fluxes que exhiben pantalo ..
~es acaI?panados y nuestras caras lampinas
sIntomátIcas de masculinidad en derrota.
El de más calidad, el decano frunciendo
las cejas, respondió:
-. Esas críticas negativas no queremos
nI podríamos aprender. Sería mejor
que exponga sus puntos de vIsta como
hombre viajado.
. No tomó nota de este ataque. En
realIdad los viejos guardianes de la moral
hacen bien en parapetarse para disparar
~us flechas primitivas.
-He estado de paso en Alemania,
donde se habla a cada paso del Reichsbund
F ur F reikurper, aun cuando no pue ..
do asegurar nada porque no fuí socio. Pe ..
ro ya no es un misterio el nudismo es decir
el paraíso moderno en que tri~nfa la
línea ~ura paseando bajo los altos pinos o
extendIda sobre la arena, cantando el pintoresco
folklore alemán.
-y debemos imitar esa mascarada de
boches?
... - También el Japón, pueblo antiguo y
cIvllIzado~ es ejemplo secular como adorador
de !a figura humana. Los japoneses
-que tIenen asco al beso-se bañan juntos
desnudos.
-Esa moneda corriente entre los paganos
-arguyó el decano-queremos implantar
como novedad?
. Miró fijamente a don Juan, quien
apacIble contestó:
-Por el norte he estado en los balnearios
de California; también en Chorrillos,
Viña, el Plata y puedo asegurar que
entre esos centenares de mujeres hermosas
apenas he tenido tiempo para calcular la
más agil o resistente.
~l de~ano ensayó un mohín despecti~
vo, ~Imuló Interesarse por el menú que en
ese Instante presentó el vale/.
En Panamá visitó el hospital de An ..
cón, llevado por unos yankees.
PAsa a la Pág. 8.
so de Nariño. E.stamos seguros de qu~ .los poder~s públicos se unirían a nosotros para re~
tnMe~ las ve~ta~as q~e ~~porta la o~lcma del tUrIsmo que bajo el control de la Sociedad
e eJoras Pubhca~ ~IgnIfIcaría camInos, carreteras, hoteles, buques mercantes, aviones
y todas las caractenstIcas culturales que son índice de prosperidad contemporánea.
P A S T O
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Nariño y
de
sus vértebras
hierro
Quienes acostumbran reducir a cifras la realidad de Nariño, mientras los
poetas se embriagan en la ecuación imponderable de sus paisajes, aquellas gentes de
espíritu práctico sólo atentas a las profundas voces del número, piensan que nuestro
sur, si quiere vertebralizarse en el progreso definitivo de Colombia, necesita de setecientas
vértebras de hierro para tender a lo largo y a lo an~ho de su territorio las paralelas
esenciales.
Esto significa nada menos que necesita igual kilometral de ferrovía-no de
carreteras-porque N ariño está urgido no solameute de pistas asfaltadas sino de vagones
que arrastren las locomotoras bufan tes y puedan convertirlo en departamento grandemente
exportador y ganadero, al par que en futuro centro de industria semi - pesada.
Las setecientas vértebras serían los kilómetros de nuestro ferrocarril esencial
Popayán-Pasto-Ipiales-Diviso-Tumaco-Morro, con sus carreteras filiales, sus caminos
de herradura y sus senderos de alimentación.
Los caminos de herradura y los senderos en el Interior, los senderos y cortaduras
en la Costa (pequeños canales que abren los hombres para que conserven sin
gasto alguno las mareas) constituyen un problema enteramente nariñense que parec;en
haber olvidado nuestros ingenieros y hombres sustantivos.
En cuanto al ferrocarril, no hay duda que somos demasiado infortunados los
hijos de esta tierra. Hasta hoy no hemos deseado entender, ni los demás departamen ..
tos de Colombia tampoco, que esa pequeña ferrovía que se extiende- desafiando la
manglari'a -entre El Diviso y T umaco es un ferrocarril puesto al cuidado de todos los
pueblos de Nariño para defensa y beneficio de Colombia.
, La politiquería de nuestra amada y sufrida Costa, aprovechando el descuido
de Jos pueblos surianos, se apoderó del ferrocarril para establecer la inútil y terrible casta
de los becados parlamentarios.
El pobre ferrocarril, apenas construído, entró al torbellino de la política de
aldea y de la cual- según informes- no sale todavía. Probablemente será en semejantes
fauces devorado, si es que los pueblos de Nariño y del resto de Colombia no
reclaman para que dichas paralelas de hierro sirvan los grandes anhelos de la Patria
antes que los particulares o las bastardas ambiciones de nadie.
Por fortuna el nombramiento del doctor Alcides Douat, es un rayo de esperanza
en la noche ferrocarrilera, noche al parecer definitiva. En estos tiempos que sólo
es dable creer en el lenguaje burilado de la acción personal, cuando se perfila en un
pasado admirable, debemos confiar en la gestión pacificadora del doctor Douat, constructor
del terminal ferrocarrilero y quien para su orgullo y satisfacción puede contarse
en el número reducidísimo de los empleados que comprendieron desde un principio
que el deber único y máximo de un servidor calificado del ferrocarril, es ofrenda~ todo
su esfuerzo, su energía, su inteligencia y hasta sus sentimientos personales en el ara
santa y colombiana de la prosperidad de la ferrovía. Alcides Douat jamás aceptó, pretextando
representación del ferrocarril, convertirse en mangoneador de cabildos, jurados
electorales, clubes políticos o cábalas de intriga; nunca pretendió el doctor Dauat ser
un becado parlamentario de aquellos que dividen la Costa en aniquilantes y suicidas
zonas de influencia.
REVIST APASTO celebra y se felicita por el nombramiento para admi ..
nistrador recaído en la persona del joven ingeniero Alcides Douat y espera que el fe-
•
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
rrocarril salga cuanto antes, gracias a la terapéutica de una Resolución disciplinaria, de
toda órbita politiquera para servir exclusivamente los grandes intereses de Colombia y
los particulares de N ariño.
No queremos que nos tiente el pesimismo para pensar con otros, con los
que aseguran que los magnates autores del boicoteo y del complot contra los nariñenses,
camuflado en la baratura de los transportes Buenaventura-Pasto, con la consiguiente
rebaja aduanera, al permitir el nombramiento de un distinguido ingeniero suriano,
han buscado precisamente que nuestro ferrocarril se extinga-atacado por todos los
flancos-como una débil llama en las manos pulcras de un inteligente y honorable hijo
de Nariño. Así habrían querido realizar, esos magnates del transporte, el pensamiento
del poeta de Weimar cuando afirma que la más trágica forma de la Tragedia es la
Ironía ........ .
Fiene de la Pág. 6
Fisonomía del hombre ......
-Perfectamente, asintió flemático. Se
pueden ver, sin taparse las narices, estas soberanas
instalaciones plutócratas, puesto que
allí sólo asisten quienes tienen para pa-
~gar por miles los dólares. Jamás he querido
entrar a aquellos hospitales que los filántropos
llaman de beneficencia, porque
son tan serios y tristes que no se debe hablar
de ellos sino cuando se es filósofo o
santo. Sabe usted quiénes son los santos de
ahora? ..... Pues, hombre, son esos mismos
revolucionarios de hace 2.000 años. Por
lo demás, esos edificios son tan grandes que
no se puede examinar a tanto' infeliz o lo
que es peor, hay tanto desgraciado que no
le queda tiempo a uno para mirar y admirar
las maravillas de la filantropía.
-Quizá tenga usted razón, interrumpió
el director; de todos modos estas instalaciones,
después de su técnica, no pueden
ser sino efecto de previsión y economía
que engendran la prosperidad. Las repúblicas
latinas debieran aprender estos ensayos.
-Previsión, economía, prosperidad .....
Sospecho que a estos vocablos se ha quitado
su valor efectivo. Conozco economistas
que me han hecho reflexionar en que
la economía no es otra cosa que un homenaje
hipócrita, que la miseria-no la pobreza-
rinde al orgulloso capitalismo. En el
asalariado económico encuentro algo del
eunuco que le impide gozar de la alegría
de vivir. Por eso la plutocracia la prefiere
así; en la banca, la bolsa, la usina, la mina,
el mostrador, el escritorio, en todas las
organizaciones que diabólicamente ha inventado
para explotar la máquina humana.
-Porque no cree en la caridad ni en
la filantropía; cuando se pierde la noción
humanitaria es difícil encuadrarse en una
sociedad crisriana.
Se quedó un tanto dubitativo. Siempre
había deseado creer en la nobleza de
las religiones en donde afloran los postulados
altruistas. Más que nadie habría deseado
que la fraternidad fuera entre los
hombres no un concepto sino un hecho tangible.
-Sí, repuso; yo no soy de fos que
aceptan el sentido que los fariseos dan a la
caridad evangélica. Creo en la alteza ideológica
del cristianismo, como en la ética
de Francisco de Asís desteñidas por el co ..
lorismo industrializado; y por eso me rebelo
contra la vanidad propagandista de los
filántropos que regalan mil dólares para establecimientos
que éllos llaman de beneficencia
y gastan dos mil en crujir las antenas
del radio trasmitiendo la sensacional noticia.
-Felizmente no son ésas las ideas
que crecen en nuestro ambiente; habrá podido
usted constatarlo; nosotros no hace ..
mos sino informar las actividades de las
mayorías.
Involuntariamente miró al jefe del policlínico,
oculto en su capa blanca, tocado
de la boína que apenas le tapaba las sienes.
Su cara inexpresiva no revelaba agitación:
el laboratorista ante el microcosmos.
-De modo que usted cree en el poder
de la prensa?
Pensó en el tru,~ t que financiaría la
distribución de una docena de rotativos a
lo largo de América para silenciar los
alaridos de la prensa amarilla. Tenía féquizá
la única fé-Bakunine la tenía en la li ..
8 P A S T O
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
bertad-en la eficiencia de la prensa cuyo
largo alcance apreciaba más que el de los
cañones de la post guerra.
-Por qué no voy a creer, contestó
preguntando al médico. V olvió en sí, recor ..
dando su conversación. No quería cambiar
de tema.
-La palabra escrita, doctor, tiene reactivos
más sorprendentes que sus fórmulas
químicas; por eso lamento no ser rico pa ..
ra emprender esta empresa, en que sería él
Hugo Stines de la democracia, contrarres ..
tando así la labor de las agencias de propaganda
industrial y política que atrofian
el mundo con sus noticias.
Pensó que sus palabras encerraban indiscreción
infantil; corrigió su verbalismo tropical.
-Cree usted que así se curará el
mundo?, interrogó al facultativo, interesado
al parecer mucho más en este nuevo méto ..
do sanitario que en lo que ensayaba en el
policlínico.
Con esfuerzo irreal contestó:
-Sería el mejor método para enfrentarse
a los 80.000 capitanes que distribuídos
estratégicamente a la A. P. parapetados
tras de sus 1.300 diarios que publican
en todas las lenguas del mundo a tra ..
vés de 24.000 millas de cable, sin contar
las poderosas instalaciones inalámbricas. Co ..
nozco el horroroso ultrapoder de la prensa
amarilla. Una vez que la señal electromagnética
del radio se pone en camino, queda
fuera de todo control y censura, libre de alteraciones
políticas y comerciales en territorio
amigo o enemigo. Sería un descubrimiento
más efectivo que el de Colón apro ..
vechar para los intereses populares la téc ..
nica y la práctica del broadcasting.
El facultativo-hombre enseftado a vivir
en todos los mundos-aprobó.
-Me gustaría formar parte de esa
empresa sanitaria.
En honor a la verdad-acotaba Próspero-
no tengo mucha fe en la eficiencia
periodística de este individualista, sencillamente
porque jamás leí nada de él. Dicen
que en Córdoba escribió ciertas memorias
que no han visto la luz. Lo que conozco es
una serie de cartas entre él y Soussens, el
Verlain bonaerense que tanto influyera en
su mentalidad. En una de ellas habla de
la traducción que de la tragedia de mi vida
del Amart celta hiciera la brillante
Margarita Nelken, que es el apocalipsis del
Jesús de los invertidos. Se lee electrizado
allí cómo se cumplieron fielmente las escrituras
de la vida, pasión y muerte del forzado
de Reading. Quizá por esto el camarada
de Soussens repetía en los trances
amargos: "No es posible conservar siempre
en el corazón una víbora que se alimente
de uno mismo".
Pero no he leído nada más fuera de
estas cartas-confiesa el cronista-cuyos originales
guarda celoso uno de los archivos
de la docta Córdoba, donde don Juan solía
recluirse cada estación otoñal. El frío
lo descomponía, des armonizaba sus nervios,
exaltaba su imaginación y le representaba
la muerte con contornos despavoridos.
Alguna vez le preguntaron por qué no
escribía, antes que estar criticando en los
mentideros públicos.
Con aire de suficiencia, bizqueando,
repuso:
-T engo mucho cariño, veneración por
Sócrates y Jesús que jamás escribieron nada
ni les hizo falta para enseñar. Lo que precisa
es tener cada cual su Platón o su
Saulo que transmitan a las generaclones
posteriores.
Hay quien asegure que cierta casa
editora de Baires tiene con similares condiciones
que aquélla de Wilde 3 folios,
ensayos sobre toxicómanos, leprosos y tísi ...
coso Habrían sido salvados de .las llamas
por un compañero en Panamá. Don Juan
después _ de los 3 O se hizo vegetariano lunático,
al igual de Kafka que cuando se sintió
morir, despedazó los volúmenes manuscritos
y pidió a su amigo Brond quemar a
los que tenía en su poder.
-Mis libros no serían de aquellos que
gusten a todo el mundo, protestó; esos siempre
huelen mal: la mugre de la plebe se
les adhiere, al igual que en las plazas, canchas,
circos, donde se reúne a diario.
Descontentadizo. Exteriorizaba sus aficiones
hablando. Eso que él mismo reconocía
era un charlista inelegante y conver ..
sador inoportuno.
Próspero anotó en las veces que le
oyó hablando en los distintos gremios a
qué asistía por getta, no por convicción.
En los momentos álgidos que siempre se
presentan en la asamblea, se levantaba y
desertaba protestando contra ese mimetismo
de los sindicatos fascistas.
P A S T O 9
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
La cri• sI• s de la Cultura
Ante la Liga de Maestros de Nariño.
Por el Dr. Manuel A. Coral.
Señores:
U n día, pensando Rodin, en la apoteosis
de la actividad humana, anhelaba, para el
trabajo, un grandioso monumento. Esa
obra colosal, desde las profundidades de la
tierra, surgiría en el suelo de París. En la
cripta, las paredes pintadas al fresco y ornadas
ele bRjos relieves, representaría a los
hombres que trabajan en los subterráneos.
A medida que el monumento vaya alzándose,
en todas sus múltiples manifestaciones,
estaría simbolizada la humanidad trabajadora.
En la cúspide, sobre una terraza
circuída de balaustradas y de estatuas, ~e
eregiría el templo, en mármol rosa, al peno
-Ha hecho bien Musolini-declaró
en una sesión-creando y matando sindicatos
a su antojo Estos conjuntos gregarios
me inspiran tanta lástima, como las ánimas
del purgatorio esperando al santo que las
redima
Pero "reinaba" entre las palabras. T ('do
un aristócrata avaro de sus vocablos. Conocía
el valor de una vocal, una cláusula.
Tenía esa conciencia estética del oído
que percibe la fuerza de la vocal llena
sobre la débil. Cuando sugería una idea se
preocupaba como retórico por encontrar los
períodos que saltan, acometen, derrotan.
-Hay que hablar así, cuando uno
se dirige a las multitudes, destacaba enfático:
la biblia ha sido obra de los mejores
oradores del pueblo judío.
Asesinaba neologismos europeizados y
resucitaba criollismos. Las palabras democracia,
libertad, filantropía las tachaba por falsas,
gastadas. En cambio se esforzaba por
renovar el vocablo aristqcrata que combinaba
con estético. Se disgustaba cuando maquinalmente
oía decir: encantador, interesante,
bello, paradojal..... el diccionario de los
snobs.
Concretándose a nuestros provincialismos-
asegura Próspero, quien lo vióactuan-samiento
creador. Sobre lo alto, y volando
triunfalmente sobre la dorada cúpula, dos
figuras aladas bendecirían la obra de la humanidad,
en tanto que el centelleo del oro y
los reflejos de las rosadas colun1nas semejarían
una aurora perpetua.
Por desgracia, el sueño de Rodiu no tendrá
cabal realización. Tal vez, la soberbia
cúpula de mármol rosa, quedará vacía. El
pensamiento creador ha perdido la virtud
de su fuerza espiritual, y ya no reclama el
solio altísimo de la cúpula dorada. Parece
que la cultura del hombre, del sér racional y
pensante, ha huído de la tierra, y las dos figuras
aladas que preludiara el genio francés
para coronar el templo eregido al pensa-do
en los bajo fondos-que jamás trepidó
el hablar de huaichos antes que huérfanos
y siempre exclamó ¡achichay! cuando sentía
frío. Gesto indígena que se compadece
con su aptitud de preferir la ruana al paletó
por estas rarezas, algunos círculos del
Plata que le achacaban la desorganización
societaria insinuaron levantársele un monumento
como al mejor agente disociador de
la época.
-Estatuas? Monumentos? ¿No les parece
un insulto a los sintrabajo llenar las
calles de "monos" cuando no hay un lugar en
ellas para los miserables?... Pero si han de
imitar esa injusticia burguesa, el mio debe
ser hecho por un amor de monstruos como
el del judío Einstein que está desterrando
de Inglaterra faunos, cleopatras y helenas.
Aplicándolo al terruño, no quiero sostener
un atentado al ne varíelur de los bolíva-res,
santanderes, sucres; pues no trato de
robar a nuestros desolados parques y avenidas
los artísticos conjuntos patrióticos con
sus slocks armónicos de laureles, espadas,
cañones, caballos, generales, banderas, fanfarrias
y regimientos.
P. E.
10 P A S T O
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
miento, no yolarán triunfantes, bendiciendo
]a obra puramente ma terial, egoísta y bárbara
de la presente humanidad. En la noche
vertiginosa eh'l tiempo, el centeileo del oro y
el reflejo de las columnas rosadas del gran
templo, ya no semejarán una aurora perpetua~
porque la civilización de la época, maquinizada
y torpe, ya no refleja el lnagnificente
esplendor del espíritu.
Quiero hablaros de esta noche sin luz.
En el enorme circo ele la HISTORIA, parece
que se está exhibienno otra vez el drama
agitado y tumultuoso de los cuerpos,
precedido de la sonrisn escéptica, fa talista y
atea de Demócrito. Los corceles de Platón,
múvidos solo por los impulsos del apetito,
ya no quieren obedecer, porque no los conduce
la razón. Las alas de pla--ta del Divino
Filósofo ya no conmueven ni arrebatan a la
juventud de hoy, y los hombres, según se lee
en el Libro VII de la Repú blica, yacen encadenados
por segunda vez en una cueva, con
espalda hacia la entrada, ulirando en el fondo
obscuro la sombra de las cosas que el sol
proyecta sobre las paredes de aquélla. Por
el camino ideal que un día recorriera don
Quijote de la Mancha, parece que avanzasólo
el mulo de la inmortal leyenda, sopórtando
en su espinazo el estómago robusto y
apetitoso de Sancho.
Sobre las páginas truncas y sangrientas
de la historia, sobre las tablas rotas de la
cultura, se consume la verdad en la gruta
profunda do la concibieron los primitivos filósofos.
De allí no saldrá, sino cuando los
hombres abandonen el sendero proclive de
las bestias, para seguir por los caminos fecundos
del e~píritn y de la recta razón.
En este siglo que Comte llamó de la
ciencia y que debiera apellidarse, más bien,
del metálico, de la economía y de la técnica,
en el que todo parece dirigirse no a desarrollar
las fuerzas del espíritu, sino en cuanto
puedan servir para satisfacer las necesidades
fisicas de la materia, conviene hablar de
este trascendental problema de la crisis de
la cultura.
Cuando las escuelas griegas, a base de
cálculo, de gimnasia y de música, fueron insuficientes
para el desarrollo de una cultura
general más elevada, fue necesario que los
filósofos y los grandes HABLISTAS de ese
tiempo, descendieran de su altísima posición
y recorrieran las ciudades enseñando a la
juventud los elementos de la ciencia, las
cuestiones éticas y políticas y la ejercitaran
en el arte de la verdadera elocuencia para
que pudiera defender, con éxito, los intereses
cemunes. Esos grandes maestros de la SH biduría
fueron los divulgadores de la cultura
antigua, con sus escritos, con sus sermones
morales, con sus discursos y conferencias en
las asa mbleas, en los tribunales populares,
en las fiestas públicas, especialmente, en las
olímpicas. Muchos de ellos, revolucionarios
espirituales, llegaron a ser los portavoces
del progreso y de la moderna cultura.
A ejem plo de los griegos, los maestros
de la j u ven tnd, los di1'E'ctores espiritua les y
sociales de es ta época, están en la o bli gación
ineludible, para la propicia democratización
de la cultura, de convertirse en los
focos fecundos de su irradiación, poniendo
toda la fuerza de su saber al examen de la
más dramática y universal de las realidades.
Complejo y dificil es .el tenul escogido. A
la crisis de la cultura actual contribuyen un
número considera ble ' de elementos. Muchos
de éllos son heterogéneos, de índole diferente,
difíciles de explicar y de clasificar. Unos resultan
ser de carácter general; en canlbio,
otros no pueden tener lugar sino en ciertos
indi viduos y en determinado~ pueblos. Mien ~
tra s unos se estudial) por las ciencias físicas
y na turales, otros se resuelven por las ciencias
sociales. Cuando los unos afectan a la
materia, los otros atacan al espíritu y constituyen
las más agitadas y vivas controversias
entre renombrados filósofos. Alrededor
de este problema, han surgido las más encontradas
opiniones, las que tratan de prevalecer
sosteniendo sus puntos de vista con
violencia y fann tislllo. Los unos propugnan
por una mecánica social y orga nización en
grande escala, y piensan: o en el cambio de
las reformas económicas; o en la conquista
militar y en la hegemonía de una nación determinada;
o en la revolución con las armas
y la dictadura de clase. Los otros creen que
la transformación y el progreso pueden operarse
por el mejoramiento de los individuos
que componen la sociedad y ponen toda su
fe en la Biología, en la Psicologí~, en el Psica-
análisis y en la educación. Se ha invocado
también, para lograr un cambio apetecible,
una ayuda sobrenatural y se ha deseado,
por otra parte, un retorno a una religión.
Si para el que ha bla, por ser conferencista
católico, no existe dnda sobre cuál
debe ser esa religión; sinembargo, por no
haber acuerdo perfecto, muchos reclamarían
la sustitución de la moral de Jesucristo con
la ética de Buda, ya que éste clasificó la estupidez
y la inadvertencia entre los pecados
capitales, y anheló por la responsabilidad
del individuo dentro del orden social.
Hablar sobre tantos tópicos y tan diversas
faces de la cultura, sería obra de muchos
volúmenes. Dada la calidad de mis
oyentes. modeladores de la~ futuras generaciones,
me referiré a la crisis de la cultura
ta n sólo desde el punto ele vista pedagógico.
Poderoso es el influjo de la educación en la
vida de los pueblos y de los hotnbres. Muchas
veces, su gnlndeza o su postración, son
consecuencias necesarias de este factor. El
esplendor científico y estético de Grecia se
debe a su educación y a su enseñanza. Toda.
mente esclarecida debía hallarse en un cuero.
P A S T O 11
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
po hennoso. En cambio, cimentada la enseñanza
en el principio contrario: toda mente
esclarecida, en un cuerpo fuerte, hizo que
Roma llegara a ser la señora del mundo; y
fueron las doctrinas disolventes de los enciclopedistas
que prepararon la revolución
francesa. Así como la historia del mundo,
según piensa Carlile, no es otra cosa que la
historia de sus hombres, así también se puede
decir que la historia de su moral y de su
cultura, no es otra cosa que la historia de
los frutos obtenidos por sus educadores.
Creo que la educación bien dirigida puede
transformar el mundo y cambiar el curso
de la historia. No se diga que es exagerada
esta afirmación, porque grandes penalistas
modernos, sostienen que el hombre anormal,
egoísta y antisocial, puede llegar a ser
útil a los demás, mediante la reeducación,
en los modernos reform~torios penales.
Trascendental y fecundo es el papel del
educador. El puede, con el buril de una educación
esmerada, hacer ascender al individuo
a la escala del hombre superior, o puede,
conduciéndolo por los senderos de la mediocridad,
hacerlo llegar hasta el nivel de
los brutos, o constituirlo, por perversión,
en una amenaza social. La educación debe
ser considerada como el medio en que el
hombre actúa (lesde sus primeros años. Si el
medio es bueno, el hombre puede triunfar; si
el medio es malo, las puertas de la vagancia,
del crimen, de la impotencia y de la corrupción,
le quedan abiertas.
En todo proceso educativo se ha de distinguir
tres elementos primordiales: el individuo
o educando, la sociedad y el progreso.
Las teorías y las enseñanzas del educador se
deben acondicionar a estos tres elementos.
Educar, como se ha dicho, es para el maestro,
en la esfera " de su modesta individualidad,
más que modelar el carácter de un
hombre y relievar su inteligencia, formar
una sociedad, constituir una patria, y más
que formar una sociedad y constituir una
patria, es adelantar el mundo y cimentar su
verdadera cultura en las bases más profundas
del saber y la virtud.
Desde el último cuarto del siglo pasado,
parece que el mnndo comenzó a descender
rápidamente a la noche funesta del materialismo.
En efecto, en el siglo XVIII, la corriente
intelectual era puramente especulativa.
Todos los pensadores de ese tiempo
pusieron de manifiesto lo que Hipólito Taine
llamó el espíritu clásico de la época. Sobre
la experiencia, primaba la educación.
Pensaba Condillac que en todos los ramos
del saber debía emplearse el método más antiguo,
el matemático. Y Descartes llegó al
mecanicismo o atomismo puro, aplicando
este método al problema de la materia. De la
falsa conjetura de un contrato social, Rousseau
dedujo una doctrina absurda. Si es verdad
que en esta época las ciencias espe-c?-
la ti vas llegaron a su maXlmo esplendor;
slnembargo, también es cierto que el espíritu
clásico se fue al extremo de la deducción
silogística y apriorística, que ridiculizara
Alejandro Manzoni en su novela "LOS NOVIOS".
Y esas majestuosas catedrales silogísticas
caían, como lo afirma Taine, al menor
soplo de la realidad.
Como las tendencias meramente contemplativas,
abusando del método deductivo,
fueron incapaces de dar una explicación
completa del hombre y del mundo, apareció,
en el siglo pasado, el positivismo filosófico,
con Augusto Comte, Spencer y Darwing. El
mundo marchó al otro extremo, y la etapa
histórica del pensamiento humano, que
Comte llamó Metafísica, fue reemplazada
exclnsivamente'por otra, material y positiva,
a la que, injustamente, se la apellidaba
cien tífica. Ferri, el gran Maestro del Derecho
Penal, trató de separarse del positivis.
mo filosófico, divorciando el derecho de la
filosofía, porque la sola experiencia tampoco
podía dar un concepto exacto de la vida,
de la moral y de la sociedad; pero, al negar
el libre albedrío, cayó en el determinismo fatalista.
Una lucha tenaz y absurda se desencadenó
entre la escuela clásica y la positivista.
Dice Gennaro Escobedo: " si cada una de
estas dos escuelas hubiese limitado la aplicación
de sus principios al campo que le era
propio, y no hubiera intentado extenderlo
al campo que le era extraño, si cada una de
éIlas no hubiera pretendido aplicar un mismo
criterio a materias distintas, la lucha
entre las dos escuelas no habría tenido razón
de ser". Ambas escuelas debieron completarse,
"como el día y la noche en una sola
rotación planetaria", como afirma uno
de nuestros escritores.
Aristóteles y Santo Tomás, que combinaban
sabia y armoniosamente la deducción
con la experiencia, se quedaron atrás,
y el mundo se diluyó por el estrecho canal
de la mera experiencia.
Si es verdad que las ciencias positivas
progresaron, la cultura superior, la cultura"
del espíritu, se eclipsó en el más espantoso
de los materialismos. Don l\liguel de Unamuno
decía: "hay que sacar este fondo a la
superficie, hay que predicar contra esta barbarie
de la supremacía de los conocimientos
de apiicación y contra esa otra barbarie
del especialismo a toda costa y sin base en
la universalidad. Así lle'garíamos a aprender
a manejar máquinas, pero no a saber hacerlas,
sobre todo a perder el apetito de la vida
y a no tener motivo de vivir". En esta época
del positivismo. el infinito mundo del espíritu
se hall~ cerrado, y los hombres 10 nie·
gan, como Voltaire, porque no lo alcanzan
a ver. "Para el ratón hambriento que roe
el queso, ha dicho Bunge, la verdad debe cir-
Pasa a la Pág. 15.
12 P A S T O
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
BUSCANDO UN NATALICIO Por
LUIS A. ACOSTA
Es el título de un artículo que vió la luz en
el No. 3 de la Revista "Pasto" que Don Plinio
Enríquez y el DI. Guillermo Moncayo la dirigen
con beneplácito de toda la sociedad, por ser ellos
no sólo miembros de la Sociedad de Mejoras Públicas
y ser la mencionada Revista, órgano del Cuarto
Centenario y de revaluación Nariñense, sino porque
a esta publicación oficial le han sabido dar un
tono de marcada distinción intelectual, con la publicación
de artículos y poesías que dicen muy alto
de la cultura Nariñense, próxima a celebrar su
cuatricentenario de la fundación de su ciudad capital.
El Sr. Don Alfonso Ibarra Revelo, autor del
artículo que intentamos comentar, con celo patriótico,
digno del mejor de los encomios, pide a los
historiadores nariñenses desplieguen su desvelado
afán, por averiguar "el lugar de nacimiento, o siquiera
la procedencia del Coronel Agustín Agualongo".
Ese mismo patriótico interés del señor Ibarra
Revelo, es el que sirve de poderoso estímulo para
escribir estas líneas y a la vez pedir respetuosamente
a los Historiadores Nariñenses, que son muchos
y de gran valía, pues sus actuaciones en materia
de historia y de otras ciencias, han traspasado
los linderos de la patria y han sido alabadas por
escritores de otras latitudes, para que hagan luz en
el nacimiento del General Agustín Agualongo,
nuestro máximo conductor de las huestes pastusas
que defendieron con integridad de Espartanos, los
principios que creyeron sagrados, porque su conciencia
les gritaba, que debían ser fieles al jura-mento
de servir al Rey. .
La' figura de Agualongo es más interesante
para nosotros, porque su indiaje y valor no
superado, nos impulsa a venerar su memoria, siendo
héroe autóctono nuestro, y porque el subido
porcientaje de sangre india que bulle en las venas
de la mayoría de los nariñenses, hace que tengamos
por nuestro gran Capitán un fervor digno de
sus hazañas y de su temerario valor, al defender
la tolda que albergaba la Cruz y la Espada de
Castilla.
En cuanto a la procedencia de Agualongo,
la tradición nunca desmentida hasta hoy, ha sido
la de que este insigne guerrero o guerrillero como
lo apellidan nuestros historiadores, si no tuvo su nacimiento
en Pasto, por lo menos se cree que pudo
nacer en el Distrito de El T ambo o en el de La
Florida; pues parece que buscar su verdadero nacimiento
puede ser una tarea, si ardua, por lo menos
no imposible, si nuestros historiadores y la ciudanía
en general, prestan su apoyo dando a la luz
pública]o que la tradición nos viene dejando en
las familias y que algunas de ellas guardan con
entera fidelidad; pero lo que no queremos es que
se tergiverse esa tradición poniendo en duda que
Agualongo no es pastuso, ni como se cree que nació
en el Municipio de El Tambo o en el de La
Florida, sino que el señor lbarra Revelo nos presenta
un testimonio, según él, de una autoridad
indiscutible al afirmar que n Agustín Agualongo, de
pura raza indígena, nacido en uno de los pueblos
de la frontera Colombo--Ecuatoriana". Para el escritor
nariñense que otea la fuente del lugar de nacimiento
de nuestro indio epónimo, y busca con
ansiedad en los archivos de las parroquias pastusas,
el precioso documento, con la cita "de la autoridad
indiscutible", en cuya fuente buscó el señor Ibarra
Revelo la procedencia de Agualongo, ya tendremos
que ir a buscar la partida de nacimiento en
las parroquias de Ipiales, Carlosama, Chiles o Cumbal
y hasta la Provincia del Carchi que los nariñenses
tenemos y conocemos como la frontera Colombo--
Ecuatoriana.
La autoridad indiscutible de Espasa, en cuyo
diccionario enciclopédico encontró el Sr. Ibarra Revelo
la noticia de que Agualongo nació en la frontera
Colombo-Ecuatoriana no nos quitará jamás la autoridad
también indiscutible de nuestra tradición que
afirma que Agualongo es pastuso de nacimiento:
hecho este que nadie en Nariño ha puesto en duda.
El señor Ibarra Revelo talvez sufrió una ofuscación
de criterio al leer la nota en uno de los
volúmenes del diccionario Espasa, pues para un escritor
Bogotano, o de cualesquiera otra república
o nación, con mucha propiedad puede decir que
Agualongo nació en la frontera Colombo--Ecuatoriana,
pero escribir en Pasto y citar a Espaza como
autoridad en el asunto que nos venimos ocupando,
francamente es lamentable equivocación, que
nos hará perder la pista del precioso hallazgo histórico.
Podemos estar no muy equivocados al afirmar
que Agualongo si no nació en Pasto debió nacer en
el Municipio de El T ambo o en el de La Florida,
y para ello vamos a dar a nuestros lectores una
noticia tomada de la tradición.
Por allá en los años de 1912 a 1915, el
que estas líneas escribe dialogaba frecuentemente
con un viejecito llamado Juan Burbano, oriundo del
Municipio de El Tambo, que murió de más de
cien años al decir de uno de sus hijos que en la
actualidad es aparcero en un pequeño pejugal de
propiedad del que en estos momentos está quitándole
al numeroso lector de esta Revista quizá un
tiempo precioso. Don Juan nos relataba que tenía
5 o 6 añ05 de edad por el tiempo en que el General
Agualongo estaba al frente de sus batallones
en el pueblo de EI -Tambo; que él no conoció al
General, porque su madre no quiso llevarlo a conocer
por temor de que el niño no llegara a pié,
pues la distancia de San Pedro a la población de
El Tambo es muy larga y el camino muy fragoso,
pero que su madre le refería que el General Agualongo
era una persona de un físico interesante, alto,
bien mUiiculado y blanco y que lle\faba tatuajes
en los brazos y en el pecho y que era cariñoso
con todas las personas que lo visitaban; seguía
el viejecito narrando sus impresiones y entre otras
cosas nos decía: "yo no conocí al General Agualongo,
pero en cambio fuÍ muy amigo de Raimun-
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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
do Agualongo, hijo del General y padre de los
dos peones que tiene su papá, pues Raimundo fué
casado con la señora .... ...... .. GarcÍa, madre de
sus dos peones, pues esta señora ..... ...... GarcÍa
es oriunda de la sección de Chagraúrco" (Municipio
de El Tambo); los peones se namaban Felipe
y Eliseo, de los cuales uno vive todavía en una
de las veredas del Corregimiento de T abíles.
Entre las cosas curiosas acerca de este apellido,
que hoy se ha extinguido, es la siguiente: en
mi presencia mi padre arreglaba de cuentas a estos
dos muchachos y al examinar el libro en el que
se encontraban los nombres de estos acreedores leyó
así: Felipe Agualongo, Eliseo Agualongo, deben
tanto .... . , e inmediatamente se inmutaron un
tanto y dijeron, "no nos escriba en su libro con el
apodo de Agualongo, pues nosotros somos Garda".
Con otros dos peones, que estaban allí con el mismo
objeto, se comentaba el hecho de que Felipe
y Eliseo querían llevar el apellido d~ la madre,
siendo Agualongo el del padre y habiéndolos conocido
a ellos desde muy niños con el apellido de
Agualongo, y mi padre les manifestó que no debieran
avergonzarse de llevar el mismo apellido de
un General ilustre. Yo, desde niño, siempre tuve
por Agualongo una especie de admiración, pues
me imaginaba. que debía ser un hombre muy valiente
éste, porque a pesar de ser un indio
había llegado a tan alto grado militar, y con
la curiosidad de un muchacho busqué la oportunidad
de entrevistarme otro día con Don Juan
Burbano, el viejecito de la presente historia y me
volvió a ratificar que los dos peones Felipe y Eliseo
eran hijos legítimos de su amigo Raimundo
Agualongo, hijo éste del General Agustín. En la
sección de Chagraúrco del Distrito de El Tambo,
existe aún otro hermano de los ya dichos Agualongos,
nietos de nuestro General, cuyo nombre no
lo recuerdo, pero también, como sus dos hermanos
ya citados anteriormente, lleva el apellido de Garda
que es el de su madre.
Quizá la causa única para que los Agualongos
se quitaran el apellido obedeció al cdio y a
la incomprensión de escritores de esos tiempos, que
hadan la apología de los patriotas y zaherían con
los más bajos dicterios a los realistas y en especial
a los pastusos, por su tenaz resistencia en defender
su barricada, pues no de otra manera se explica
los doce matrimonios en el río Guáitara, en que el
odio hizo que arrojaran al río uncidos contra la
espalda doce pares de ilustres prisioneros y culminar
luego con la entrada del Batallón Rifles a esta
ciudad y no perdonarle a los pastusos la mala
estrella de Bolívar en Bomboná.
Sigamos buscando la procedencia de Agualongo
y tratemos de averiguar el lugar de su nacimiento.
Es probable que Raimundo Agualongo fuera
el único hijo legítimo del General Agustín, habido
en el matrimonio Agualongo--Almeida, pues
el documento publicado no hace mucho tiempo en
el Boletín de Estudios Históricos y en la Revista
"Ideal Femenino" por nuestro historiador señor don
Sergio Elías Ortiz, del acta de inscripción militar
de Agualongo como soldado del Rey y cuyo documento
le fue obsequiado al señor Ortiz por la
distinguida matrona Doña Rosario Delgado v. de
Bucheli; en esa acta de inscripción militar consta
que Agustín Agualongo era hijo de una señora
Almeida, de 20 años de edad y de profesión pintor.
El Dr. Leopoldo López A., historiador de alta
valía, no hace mucho publicó el proceso de divorcio
del General Agustín Agualongo con su esposa
legítima señora Almeida.
No será aventurado creer que si Agualongo se
divorció de su esposa, ésta se llevara consigo a su
hijo Raimundo al pueblo de su origen y también
muy probable pueblo de su esposo General Agualongo
pues Raimundo Agualango vivió en el Municipio
de El T ambo y contrajo matrimonio con
su esposa señora Garda, de cuyo enlace son los
tres Agualongos a que he hecho mención en este
escrito. Por otra parte, hasta hace pocos años en
la población de El T ambo se llamaba a una de
sus calles, "La Calle de los Agualongos", y una
loma cercana al mismo pueblo de El Tambo tambien
lleva el nombre de Agualongo, donde el General
hizo su campamento.
Hasta hoy todos hemos creído que el General
Agualongo era de pura raza indígena y la tradición
conservada fielmente ha sido la de que nuestro
General, en sus primeros años, fué sirviente de
una de las familias más linajudas de esta ciudad;
y como estamos en el terreno de las suposiciones,
nosotros ponemos en duda el hecho de que nuestro
héroe criollo haya sido un indio cuyo apellido lo
tomó del modo característico como sus antiguos
amos solían llamarlo cuando le ordenaban al langa
traer agua, modismo que con el andar del tiempo
vino a formar el apellido de Agua-longo. Existe
en España una población llamada Agualonga y podemos
creer que algún español tenía el apellido de
Agualonga y que con el andar del tiempo tuvo
una alteración el primitivo apellido. Por otra parte,
ponemos en duda de que en esos tiempos los amos de
Agualongo se hubieran interesado por darle educación
y sobre todo una profesión tan decente como
la de pintor. Los Santacruz, Villotas, que fueron
aguerridos y prestigiosos militares y entre ellos el
Dr . Tomás de Santacruz, graduado en Salamanca,
y el Dr. Merchancano, uno de los mejores abogados
de su tiempo, no hubieran permitido que un
indio sirviente tuviera el mando de las tropas, y el Dr.
Merchancano tampoco hubiera permitido que Agualong
o firmara a la cabeza su famosa proclama en
Ibarra. Nosotros creemos que Agustín Agualongo
tuvo una sólida instrucción, unida al decoro heredados
de sus mayores, pues no de otra manera se
explica el hecho de haber presentado un juicio de
divorcio que aún en nuestros tiempos no es ni SIquiera
común.
Por las razones expuestas anteriormente creemos
muy conveniente que nuestros historiadores hagan
luz en este proceso y que se busque la partida
de nacimiento del General Agualongo en los libros
parroquiales de El T ambo, El Peñol, La Florida
o Matituy. El Excelentísimo señor Obispo de Pasto
Dr. Diego María Gómez, que es un pastuso de
corazón, puede con sus ilustres Párrocos de las poblaciones
ya nombradas, hacer que se busque la
partida de nacimiento, ya que teniendo como base
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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
/
Viene de la Pág. 12.
La crisis de .. ".. .
cunscribirse a la esfera del queso". Todo lo
demás es mentira, ridículas fantasías de
metafísicos. El hombre, tanlbién, conoce el
ratón hambriento, no cree en 10 genera], sino
tan sólo en las sustancias que le alitl1entan
el cuerpo: todo 10 demás son quimeras,
visiones febriles de cerebros atrasados.
Con el advenimiento del positivismo, la
faz de la enseñanza cambió en todos los países
del mundo. El antiguo exclusivismo clásico
desa pareció con la tendencia de a u mentar
los estudios científicos modernos qu"e ya
habían iniciado Lakana], Danou, Condorcet,
Spencer y Bain. Los altos objetivos éticos
no entran en esta nueva enseñanza, y
todo 10 nomlna la observación y la experiencia.
Al fin, en el gran mercado universal,
exclusivamente eca.nómico, egoísta y utilitario,
se llega a exhibir tan sólo el cadáver de
la cultura supe60r.
Toda la enseñanza está dirigida a desa·
rrollar las aptitudes económicas del individuo
para mejorar las de las sociedades. En
esta nueva corriente desbordante, la religión,
la ética y la ciencia especulativa se
C]uedan al margen, para dar paso a la sola
preocupación de la riqueza. Los grandes políticos
y los pensaoores de hoy, sólo se preo~
upan por nlejorar las condiciones económi.
cas de su país, C011 vencidos que, con tn 1 em~
peño, propenden n su progreso.
Carlos Marx, Schmoller, Paulsen, en
Alemania, Leroy-Baulieu, Tarde, en Francia;
Ferri y Loria, en Italia; Adam Smith,
Stuart MilI, Spencer, en Inglaterra, levantaron,
como emblema de la enseñanza, la bandera
de la riqueza. La política, la sociología
y pri I1cipalm ente la ed ucación q uedaro II
atad;l" al cnrro estrepitoso de la economlí1.
Así co 111 o p :1 ra los griegos el ideal ele 1 (\ ed ucación
fL1e Ll salud física y moral; para los
roma tlí)S, el poder; para los escolá!- ticos. la
-salvación, para el renacimiento y el neohumanistlIo,
la libertad, a~í tamhién, pnnl el
positivi~l11o crítico y sociológico de l()~ ('nntemporá
neos, ese ideal es la riquez:l. Si la
educación rlebe hacer el porvenir de los pueblos,
se ha oicho, debe formar la riqueza de ...
el año de inscripción de Agualongo como soldado
del Rey sería muy fácil y en pocos días los señores
Curas Párrocos podían dar con el hallazgo de
esta joya histórica, cuya publicación daría más realce
a nuestras fiestas centenarias, glorificando una
de las figuras más conspicuas que han pasado a la
historia como ejemplo de un pueblo aguerrido y
heróico.
Pasto, mayo 13 de 1940.
LUIS A. ACOSTA.
porvenir. Pero esta nueva doctrina, basada
en la interpretación materialista que de la
historia diera Carlos Marx, al tomar forma
corpórea, llegó Á considerar la riqueza en su
concepto meramente material. Entonces,
con Demolins y Lemaitre, se ha de buscar la
riqueza no el1 la ciencia, en la moral o en la
religión, sino en el espíritu práctico del vulgo;
tnás que en las universidades, en las escuelas
indus~riales; tnás que en la sabiduría,
en el comerCIO y más que en el profesor, en el
obrero.
Con la guerra lnundial de 1914 a 1918,
se desencadenó sobre el mundo materialista
y económico un cataclismo ideológico que
nunca pensaron los hombres. Las viejas est~
uctllras, carcomidas por el tiempo, camb.
Iaron. .Ante lo s estados democráticos ' sur-gleron
las dIctaduras, y el sueño de los
grandes profetas --desde Isaías- el siglo de
oro d(;J futuro, siglo de luz, de libertad, de
paz, deju~ticia y de amor fraternal no quiso
aparecer al lluevo escenario de los pueblos.
. Escritas, como un altlsimo ideal de renovación,
permanecerán estas palabras: "Las naciones
no alzarán más la espada contra
las naciones; el libre desenvolvimiento de
cada una, llevará al libre desenvolvimiento
de todas; el mundo estará lleno de la sabiduría
del Señorl. del mismo modo que las
aguas recubren el océ{lno"; pero es lo cierto
que el estallido de las baterías y el ruido de
las grandes máquinas, han silenciado otra
vez la voz del espíritu, y entre el humo de la
nueva guerra y dé las modernas fábricas
ya no brilla el pensamiento humano. '
Para conseguir estos últimos cambios,
la educación ha sido el arma poderosa. Si
es cierto que se ha adelantado un poco en
los países democráticos; en cambio, dice
Bertrand R.ussell, 4'en los países manejados
por IrlS rlictaduras milltares, Rusia inclusive
se ha )Jroducido en el tt-anscnrso de los últi:
mos diez años un gran retroceso, que implica
el restablecimiento de la disciplina severa,
de In obediencia implícita, un comportall1iento
ridículamente subordinado para con
los mae~tro~ y la adopción de procedimientos
que permiten arlquirir conocimientos
que resultan más bien pasivos que él.ctivos.
Todo e~t() lo tnantienen con toda razón los
gobiernos a quienes concierne, por creerlos
procedimientos adecuados para producir
nlentalictades tnilitares, a la vez obedientes
y dominadoras, cobanJes y brutales ..... "
La intensificación riel materialismo v elel
racionalismo; la aparición de las dlct'aduras;
la conquista de los gobiernos autoritarios
a expensas de los gobiernes democrá ticos,
se debe tambiél1, entre otras, a causas
educaciünales. El mundo ha retrocedido él
los métodos primitivos de los romanos y de
los samurai y se halla preparando otra vez a
los hOl11 bres para las guerras, pa t-a ' las d letaduras
y pera la escln vitud.
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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
,
Opina Huxley que "la gente del pueblo
rara vez ha sido espontáneamente belicosa.
La guerra y el vandalaje imperialista, han
sido preocupaciones de sus aInos, hombres
que en su niñez habían gozado del privilegio
de ser atropellados pO'r pedagogos de lengua
afilada y Inano pesada". Sobre este particular,
en reciente publicación, la doctora
María Montessory, dice: "El niño que nunca
ha aprendido a actuar por sí solo, a dirigir
sus actos, a gobernar su voluntud, se
trans[orula en un adulto que resulta difícil
ue gobernar y que :sitlllpre necesita el apoyo
de otros. Incesantemente descorazonado y
reprendido, el escolar concluye por adquirir
esa nlezcla de telllor y de desconfianza en su
capacidad, que se denomina timidez, que
más tarde se presenta en el hombre, como
desaliento, sometinliento e incapacidad para
oponer la más mínima resistencia moral".
Este complejo de inferioridad, proveniente
de la mala educación, se desahoga en
crueldad y brutalidad, esclavitud incondicional
de los inferiores a Jos superiores y
trato inhumano de lo§' superiores a los inferiores.
Este nledio social formado por una
jerarquía de esclavos, es el que anhelan las
dictaduras.
Las nuevas reformas educacionales tratan
de formar un clitl1a social propicio para
las democracias. Con este fin, la educación
debe dirigirse a fomentar en la juventud el
ideal de la democracia y de la libertad, propender
por una educación individual que capacite
al hombre para la sociedad en una
vida libre y responsable. Mas, la escuela
montesoriana, que sostenía este ideal en
Europa, fue cerrada oficialmente en Alemania,
en 1935, y en 1936, lo fue en Italia; mientras
que Rusia, desde el4 de septiembre "e
1935, fecha del falnoso deoreto educacional
de Stalin, sigue formando millones de esclavos
para destruir con éllos hasta el último
foco de la cultura pasada.
He aquí la crisis completa de la educación
y de la cultura. Por una parte, el hombre
pierde su libertad, su facultad de pensar,
para servir de simple instrumento al materialismo
histórico. Por otra, con la educación
meramente técnica, el hOlubre se maquiniza.
Cuando todos en el mundo, sean
técnicos, todos im pulsarán la gran máquina
de la riqueza, y cada hombre representará a
perfección una pieza, un tornillo cualquiera
de esa gran máquina, pero habrá descendido,
indudablemente, al más bajo nivel de su
animalidad. Aspirar a la técnica universal,
no sería más que clamar por la más universal
de las ignorancias. Sucede con la educación
técnica, 10 mismo que con la excesiva
división del trabajo que lleva a la deformación
intelectual del individuo; quien a prende
a ejecutar tan solo un detalle de la obra,
con el hábito, que da la repetición, se mecaniza
pronto, y, cuando todos sean técnicos,
nadie pensará. De otro lado, con la educaCiÓil
económica, sucede lo mismo. El sér humano
retrocede al peor de los empirismos.
Trabaja para satisfacer las necesidades de
los sentidos, pero sin detenerse a contemplar
los altos ideales del espíritu. La supremacía
de la vida corpórea, le eclipsa totalmente el
sendero de la razón. Visto el problema por
el aspecto político, es grave, supremamente
grave, la responsabilidad de los que dirigen
el gobierno, cuando ponen la educación al
servicio de sus torpes an1biciones. No debe
olvidarse que todo cambio en los métodos
educativos, significa también un cambio en
la mentalidad de los honlbres: Desde los primeros
albores de la vida, acondicionado el
hom bre a ciertas prácticas, formado y ed ucado
de cierta manera, le será dificil después
sentir, pensar y obrar de un modo distinto
al que le enseñaron en los primeros años.
Un pueblo nlal dirigido, orientado con pésimos
sistemas educacionales, puede retornar
fácilmente a la noche primitiva de la barbarie
y del envilecimien too Entonces, como
acontece en muchos estados, cuando los más
afortunados suben a la ctl1nbre, a los otros
no les queda más que el deber de obedecer
ciegamente, obteniendo, en cambio, el privilegio
de atropellar a los de lnás abajo, con
lo cual, por diversos caminos, se llega a la
tesis de Robes: "Horno hOlninis lupus estll.
Tal es el triste panorama del mundo,
después de que se dió aplicación exclusiva y
universal al método positivo del ilustre Bacon.
Intencionalmente, no he querido hablar
de nuestra patria. Pienso que no sea exagerado
afirnlar que los colo m bianos no hemos
definido aún una cultura propia, mucho lnenos
una grau cultura. En casi todas !as ramas
del saber humano, como un espejo límpido,
hemos reflejado, en veces, las más absurdas
y variadas ideas que nos han venido
de afuera. Aún no podemos ufanarnos de
tener un maestro propio en un sinnúmero
de disciplinas mentales, desde este punto de
vista, será muy escaso el aporte que hemos
dado a la tnagna obra de la cultura humana.
Son nluy escasos nuestros hombres que,
en el concierto del mundo, han llevado la fama
nacional más allá de las fronteras y han
tenido el altísitno honor de ser citados por
los intelectuales de otras partes con admiración
y respeto.
Sinembargo, mi patriotismo se reciente,
si negara a afirmar, como muchos 10 han hecho,
que nuestro material humano, en el medio
tropical en que vivimos, no es propicio
para el desarrollo de una cultura propia. Si
así fuera, nuestra responsabilidad ante la
ciencia, quedaría cancelada. Sin culpa de
nuestra parte, no había más que resignarnos
heróicamente como opinan Nietzsche
y Spengler, a que nuestro sol tropical nos
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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
seque la lengua y nos estrangule en su base
la luz de la razón; en tanto que los reptiles,
los zancudos y otros bichos, corno se
ha escrito, continúen en nuestro suelo pródigo
e ingrato su danza tnacabra.
Severas sentencias se han proferido sobre
el futuro melancólico de nuestra latina
democracia. I-Iulllbolt apuntaba: "el hombre
no trabaja, donde el banano abu oda".
Benjamín I(id concluye diriendo: "ni física
ni moral, ni polí tic a mente puede aclima tarse
el hombre blanco en los trópicos". Fouillé
hace coincic1ir su pensamiento con el ante·
rior, cuando opina: "la conquista, y aún la
inmigración pura y simple, producen siempre
una regresión moral". Gustavo Le Bon,
refiriéndose a las repúblicas suramericanas,
anota: "todas sin excepción han llegado a
aquel" estado de decanencia que se manifiesta
en la forma de la más completa anarquía"
. lVliguel jiménez López, después de estudiar
los caracteres psíquicos de nuestro
estado social pa tológico, como la impaciencia,
la emotividad, la sugestibilidad, la impulsibilidad,
la inestabilidad mental, dice:
"tales caracteres fran~amente morbosos de
la raza se han traducido en nuestra historia
por una serie de aplicaciones y de mudanzas
que nos han acreditado como uno de los
pueblos lnás inestables del universo". Estudios
de diversa índole, etnológicos, geográficos,
etc., tal vez nos pueden llevar a la confirmación
de este obscuro porvenir. Pero
desde el punto de vista, desde el cual l11e he
situado para el desarrollo de este problema,
estimo que, en Colombia, como en los demás
países de la América Latina, sí puede
florecer una cultura superior. Egipto, a pesar
de sus condiciones geográficas COlno las
nuestras, fue la cuna de una gran cultura.
En Colombia. sus grandes literatos y sus
profu 11 (los h 11l11anistas, están dem ostrand ()
lo contrario, esto es, la posibilidad ele nue~·
tro merlio y de nuestros hombres pnra el
desarrollo ;Ie una cultura. La hisb)¡-ia nos
está demostrando esta verdad. Bolívar, el
coloso de la A mérica, para no citél r otros
caudillo:, nominó los Ancles, rompió las cadenas
ele la esclavitud, y se puede deci r q tIe
selló la libertad de todo un continedte clln
la rúbrica de un rayo. Los colombian os que
10 aCOl11 pél ñaron en esta gesta heróic fI fL teron
dignos de él y de su gloria, porque ~ ó lo
con un pu eblo grande. como ~e elijo dl' ~apoleón,
se pueden realizar obras gralld e·~.
Si en nuestro ~uelo es posible obtener
U11a cultura, como se HC'Flba de demostrar,
no puedo jamás estar de acuerdo con los
que piensan en dar a los colombianos una
enseñallza meramente técnica y especializada,
suprimiendo las u-niversidades. Hoy que
el mundo marcha hacia la miseria espiritual,
no podemos los colombianús seguir
por esa ruta y abandonat- el culto a los
grandes ideales, para extraviarnos, sin bis-toria,
en los caminos brumosos de la práctica
y de la economía, retornando a la civilización
mercantilista de los primeros fenicios.
Dirigirnos sólo por los caminos de la
técnica, teniendo como único fin la consecuci6n
de la riqueza material, sería lo mismo
que arrojarnos a la turbia corriente del materialismo,
y permitir que en el sagrado re.
cinto de nuestra patria maduren, como
plantas exóticas, las desgastadas ideas de
otros pueblos que ya cavaron su tumba sobre
las ruinas de sus propios valores. "Gran
barbarie fue", exclama don Diego Saa vedra
Fajardo, 'la sentencia del Emperador Luciano
que llamaba a la cien~ia, peste públi.
ca, y a los oradores, venenos de la república".
Gran barbarie fue, pudiera exclamar
yo también, la ue todos nuestros estadistas
que, siguiendo el pensamiento del General
Páez, han propendido por el exterminio de
los ideólogos, de los letrados, ele los golillas
y de todos los que han sido llamados "proletarios
de levita". Resolver nuestro problema
geográfico y racia 1, con la débil v cobar.
de aspiración del tecnicismo, sería lo mismo
que aspirar una democracia gregaria, si cabe
la expresión, en una república sin arte,
sin religión, sin ética. sin ciencia ni cerebro.
Debe proscribirse, pues, por irracional y antipatriótica,
toda solución pesimista de esta
controversia. AlIado del obrero, del productor
de riq lleza, del comerciante, del agricultor,
de la escuela técnica, debe estar la
uni versidad, la academia , el ateneo, el letrado,
el filósofo , el artista. el maestro, el estadista
y el sabio.
La educación debe tener un carácter netamente
nacional. Debe armonizar el pasa do
histórico con el futuro evolutivo; debe
ser una síntesis constructiva, psicológica v
soC'iológica, de la índole especiai de la naciona
1 ic 1:\(1 a la cual pertenece. Los colOt11 bianos,
por un lado, tenemos grandes fuentes
de riquez;l. y por otro, podemos ser dueños
de una (~ttlttlra . Entonces, 10 que debemos
hacer e~ toma r cn an to a 11 tes la posición
científica de nuestro territorio y de nuestras
fuentes d l' riqueza para aumentar la producción
y el capital nacional.
Pero el aumento de la capacidad productora
debe coim-idir COD la intensificación
de las a ctividades del espíritu, traducidas
en el arte. en la religión, en la moral y la
ciencia. El desenvolvimiento de las fuerzas
productivas, para asegurar la lndependencía
económica y política del estado, se puede
conseguit, con la adopción de un buen
sistema financiero, y el ensanche de la cultura,
con un propicio sistema educativo. Como
el último fin del proceso educativo es
el progreso, éste no debe consistir en la sola
riqueza material, sino en la fuerza intelec-
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Tu voz, anuncia el Valle;
alta en su tOllO de paisajes reales.
Mi voz, difunde el Valle,
en el preludio de esa música
que del paisaje ele mis versos
cae en rumor de manantiales ....
En él, las canciones se cruzan
como claras palabras fa miliares.
y el Día tiene ojos atónitos
llenos de cielos y trigé,1les.
En las mañanas cadenciosas
los arados persignan el campo.
y la tierra se ofrece entonces
en a-rdiente acto de esperanza.
Yen plenitud de amor fraterno
lleg an soñando las semillas
basta los surcos desde el aln1a.
En él, la siembra es un rito sencillo
como el amor y la plegaria.
y en él, la vida es serena,
y pura y diáfana como el agua ....
El Valle mío. El Valle mío ...
El Valle mío es el romance
que entre el Volcán y el cielo un día
fueron soñando sin palabras ...
y su Ciudad es como el éxtasis
que une el silencio de sus pausas.
Cuando a 10 lejos se recuerda,
se hace júbilo de ala banzas.
y cuando el alma se arrodilla
élla es cúpula sobre el alma ...
Los bombres son puros y fuertes,
y es de futuro su añoranza:
hay un clima de m
ria luminosa del mundo está constituída
por la dinámica im[\ginativa y poderosa
del genio del arte, de la ciencia y de la moral,
pero nunca por la inercia de la rutina
y la mediocridad. La suprema aspiración
es la suprema vida del espíritu; el hombre
que 110 ~spira a nada, que no tiene un ideal,
está muerto, y un pueblo sin ideal es un cadáver.
El ideal debe ser: o la nube de fuego
que guió a la multitud en la noche, a través
del desierto, hacia la tierra prollletida; o la
estrella polar que llevó al marino genovés
a descubrir un mundo nuevo; o el astro de
oriente que cordujo a los reyes y H los pueblos
a la casa de Dios; o la ba ndera o el escudo
que brindaron a Caldas y a Ricaurte
un sacrificio y a Bolívar una gloria.
Desgraciados los hombres y los pueblos
que decapitaron sus ideales. "No abusemos
del sagrado amor de la patria" hab1'a
dicho Filangiery. La afición al suelo patrio,
"puede hallarse 10 nlÍsmo en la sociedad
más corrompida que en la luás perfecta".
"Cuando como majestuosas y terribles ceremonias
se consagraba el romano a la salud
de la patria; cuando en las calamidades
públicas o en los horrores de una sangrienta
derrota los crédulos hijos de Quirino,
amedrentados de los indlcios del enojo de
los dioses y de la conjuración de las divinidades
infernales, encontraban en el sacnficio
voluntario de uno sólo el único refugio
para su salvación; cuando el ciudadano
ilustre, el guerrerQ o el cónsul, asistido del
pontífice, y con religioso y solemne respeto,
invocaba sobre sí toda la execración de los
dioses, y terminaba la ceremonia cUlnplida
la terrible promesa; cuando Curcio se arrojó
en la sima, y los tres Decios se arrojaron
en las filas enemigas, quizá era el amor a
la gloria, más bien que el de patria, la causa
de estos prodigios". Sólo el amor a la gloria,
consagrado a la salud de la República,
puede engendrar la estimación y el aplauso
universal. La suprema aspiración, el ideal,
la virtud, el culto por la gloria, traducidos
en. arte, ciencia y moral, constituyen las
palancas más poderosas para hacer resur-gir
nuevamente la cultura de un pueblo en
decadencia y perpetuarlo triunfalmente
a través del tiempo y del espacio.
CLAROSCURO
Del poemario "lVlontañeras"
Estertores de luz: muere la luna .
Los gallos cantan: oalbucear del día.
Despertél ndo las selvas, importuna,
Reza la brisa su liturgia fría.
Han tizado aJgodón en la laguna
y es rueca el monte: Sor Melancolía
En hebras de cascadas hila una
Vaporosa porción de niebla umbría.
y el agl1a ensangrentada que se queja.
Cual si las zarzas con furor la hirieran.
y esa luna, agónica, semeja,
Ante el asombro de Jos bosques mudos,
Una virgen montubia a la que hubieran
Succionado la sangre )os zancudos.
Rodrigo Rivera MartÍnez
Poderoso es el influjo del educador. Con
la vara misteriosa y mágica de Nerón puede
hacer brotar en cada cerebro un ideal de
grandeza y de virtud.
Maestros de Nariño:
Su blime misión la vuestra. De élla depende
el porvenir y la grandeza de la patria.
Ninguno. ~n el mundo, puede tener con vosob'os
el gesto humildemente scuerbio del
se.U1brador. Sembrad ideas en Jos cerebros
dormidos o en los tcm pes tu osos y esperad
vuestra futura cosecha: ella será la nueva
cultura de Colombia y de América.
Quien conoce la augusta tnisión del
maestro, le tributa el homenaje de la admiración
y del respeto. Y esa misma admiración
y ese mismo respeto, para el desarrollo
propicio de su delicadísima misión, debe
exigirse, con ahinco, de parte de los poderes
del Estado, lo contrario, sería desconocer la
patria en que vivimos.
Con una nueva fe en el p()rvenir, con un
nuevo optimismu, sería de parecer, como
nadie hasta ahora lo ha propuesto, que juremos
hacer de esta ciudad legendaria la
cuna de esa nueva cultura, como el máximo
tributo de los nariñenses a la grél ndiosa
efemérides de su cuarto CENTENARIO.
De todo corazón os invito a colaborar
en esta grandiosa obra de reconstrucción
moral. Es preciso emprender,. con valor y
energía, la subida en busca de la flor de. mil
pétalos engendrada por todos los siglos en
la. cumbre de una montaña fatigosa. ConlÜ'
dice Rafael Maya: "Todas las razas humanas
se han juntado al pie de la montaña a
fin de abrirse camino hacia la cima. Pueblos.
Pasa a la Pág. 24.
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.t f tma
EL SIMBOLO
Bolívar del madero de su ideal pendía
y Pasto ajenjo y hieles para su sed tenía .. ..
y un fulgor de crepúsculos, en los montes lejanos,
oficiaba responsos de muerte a los tiranos;
y ante el silencio' fúnebre de los caídos yugos
se derrumbó la torre feral de los verdugos!
Entre el hórrido estruendo de la fusilería,
veloz un carro cruza sobre tapicería
de grana.... Cruje el eje, llora chispas la rueda
y un torbellino mueve sus hélitros de seda;
trepida la llanura con el temblor del casco
y los corceles tascan el hierro; en el damasco
del confín, se encabritan las crines; y las cotas,
en esguinces de aceros y arneses, están rotas ....
Sueñan las armaduras junto a pedazos de astas
de abatidos pendones. i Sollozos de las castas
que arrastraron su orgullo!
Holladas las cadenas,
sus eslabones fueron cruces en las almenas
de la Patria.... El rugido del rayo y la borrasca,
fué el anatema airado de Dios! En la hojarasca
yacen los falsos ídolos y majestuosamente
surge la INDEPENDENCIA, con la oliva en la frente,
la espada en la cintura, la corona en la diestra
y el sol en las miradas.... En la fosa siniestra
una sierpe· convulsa y reptante, agoniza
~on las vértebras rotas .... Y entre polvo y ceniza
abanicos de triunfo la LIBERTAD despliega
sobre un fondo de sangre, que en el zafir se riega,
cantándole a Colombia lo que su brazo pudo:
F ué en la Bandera franja, gorro frigio en su Escudo!
EL JURAMENTO
El tiempo se moría
en un gotear de gris melancolía ....
y una brumosa tarde
tembló la cresta del volcán, y ráuda
la ardiente aurora que en sus cimas arde,
en los espacios desplegó su cauda:
El humo den3~ , C:1 a~vied~d de nube,
en espirales de basalto crece,
y brota y corre y se agiganta y sube
cual un árbol de luz que en luz florece ....
Un anhelo de estrellas lo arrebata
y en borbotones de cenizas huye,
como si fuera una ascensión de plata
que en el zafir inmenso se diluye .. ..
fa
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s
Pronto se dora al sol y se derrama
en leve espuma de fugaces hielos:
parece un invertido T equendama
derramado en el cauce de los cielos ... .!
AGUALONGO está mudo ....
De repente,
en éxtasis sublime arrebatado,
se postra ante el volcán y entonces siente
un infierno de amor en su costado!
y de la lava en el lenguaje escucha
el mandato ancestral: -"Ciñe la espada.
y apréstate a la muerte o a la lucha
por la promesa a tu Señor jurada!
"En el sepulcro yace el poderío
del Azteca y del Inga;
vaga junto al escombro del bohío
la sombra del Caribe; el Quillacinga
con sus despojos la llanura llena;
y en el templo de ayer, canta el hispano
la destrucción del Chibcha.... y ya resuena
el sollozar del indio americano!
Del norte al sur es el lamento pauta
del aborigen, que su mal esconde: .
cuando mur LT. ura de dolor la flauta,
triste la quena en un gemir responde!. ..
Los huesos de tus padres a lo largo
de América se ven, como la ruta
que la Muerte siguió, como el letargo
de la noche feral que un cuervo escruta ...
Pónte de pié! No miras que altanera
viene otra vez la Destrucción?... Ataja
con tu pecho su empuje y tu bandera
hunde triunfal donde la nieve cuaja!
Qué esperas?.. Todo el fuego
de mis entrañas te daré ! Te auguro
la Gloria ... Lucharás? ... Júralo!"
y luego
él, de rodillas, murmuró: "Lo juro".
y fue fecunda su promesa: rayo
que se despeña en el abismo y sube
hasta los Andes, y del Carchi al Mayo
es lluvia y trueno y tempestad y nube!
Salve, Agualongo, Salve! Cuatro siglos, de hinojos,
se postran reverentes ante tu cuerpo inulto ...
Brama la cumbre, grita ... Y en arrebatos rojos
llora incienso el Galeras para rendirte culto!
lILBBRTe QUIJANe GUERRBRe
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Viene de la Pág. 21
La crisis ..... .
enteros' han encanecido talaurando la áspera
falda, tendiendo puentes, abrienrto caminos
para coronar la cumbre. Por siglos de
siglos se ha oído el rumor de las piquetas y
el grito nocturno de los hombres que trabajan
en el glorioso escalamiento. Muchos ha
habido que violentaron hercúleamente la
montaña y a quienes el siglo mismo coronó
por su empresa. Otros llegaron viejos y , ya
en la altura, bendijeron su afán porque les
fue dada en premio la posesión de la tierra.
Pero todos han emprendido la difícil ascensión.
U nos abandonaron la pn tria y el río
nativo que les enseñó las palabras elementales;
aquéllos rasgaron las túnicas de seda,
y, cubiertos de un manto li so, se agregaron
a los tra baj adores; muchos que e. taban ceñidos
de violetas.r que entraban al festín
sostenidos en el hombro de las rtanzarinas,
rompieron la copa y abandonaron para
siempre los tálamos floridos; algunos hubo
que sufrieron el hambre y la sed y a quienes
la muerte sorprendió extenuados en mitad
de roca; otros, a quienes llamaban las
mujeres, desnuda nrlo los brazos como guirnalr1a~
ele j :¡ Zl11il le ..;. prefirieron la almohada
de lJiecl ra y la pállJa vigiliél jt1nto al aceite
l11oribundo. Y la montaña ha permanecido
serena, sufriendo el asalto milenario, rota,
perforada y hundida por el trabajo de todas
las razas; y allá, en la altura, la flor
lnilagrosa que se rejuvenece incesantemente
creando pétalos nuevos despnés de cada
despojo. Esa flor tiene un nombre tan antiguo
como el Inundo, y se llama SABIDU.
I{IA.
Pero las cumbres más altas se hicieron
para escalarlas y dominarlas. Entre más
elevadas, más fuerte debe ser el impulso y
más profundo y maje~tuoso el vuelo. A esas
diáfanas cimas del pensamiento, debéis
orientar a vuestros educandos, inculcándoles,
desde pequeños, el amor al trabajo, a
la virtud y a la ciencia.
y n ~lcla más dulce y nada más placentero
para un maestro que ha cumplido su deber
que contemplar, en el atardecer de su
vida, a su discípulo amado y verlo, con santa
emoción, que se levanta como una joya
preciosa, pulida y brillante y que asciende,
con paso firme y seguro, por encima de las
bestias, como una águila caudal, hacia la
cumbre de la montaña fatigosa, do se halla
el templo sagrado del saber. Hasta allá
puede subir el hombre y descenJer un ángel.
HE DICHO.
___ .. ti
i I
- NUNCA cono AHORA: I
_ 1
STANDARD le ufrece zapatos reforzados en todas
sus clases y en las últimas creaciones. Por eso cal=
zar una vez el ca'zado ST ANDARO es adoptarlo
para siempre.
Carrera 22 con Calle 19, Nros. 19 - 04 Y 21 - 226, de Policarpo López P.
I
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_a!l~áilEa!l~jijrii!l~~~~~i
Cervecería· ... .-.VIE
Como usted sabe es la cerveza preferida por los caballeros.
En todos los Bares y Cafés principales de nuestra ciudad no se toma otra cosa que la
CERVEZA BA VIERA.
Después del guayabo, un vaso de Cerveza BAVIERA lo
dejará como nuevoCf
24 P A S T o
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El Departamento de Nariño
Por J. ENRIQUE DUQUE
Dedico este trabajo al Dr.
Alberto Montezuma, digno
Gobernador de Nariño
y al Ilustrísimo señor
Obispo de la Diócesis de
Pasto, Dr. Diego María
G6mez. hijo de Caldas,
honra y prez del Clero Colombiano.
Eu general a
los gobiernos civil y eclesiástico
y al pueblo nari·
ñense.
Fuera el positivismo reinante, ~igno de opresión,
y entremos, en esta noche ática, a des:lrrolIar
el tema grandioso que nos ofrece este sector de la
Rep6blica que surgi6 a la vida administrativn, política
y civil con territorios segreganos rlel antiguo
Cauca, en virtud de la Ley 1_ ~ expedida por el
Congreso Nacional en el año de 1904, la cual le
bautizó solemnemente con el nombre de Departamento
de Nariño. Nariñn: esta sola enuneiHeÍ6n,
plena de inspiración y de romanticismo. es mezcla
de ternura y de melancolía, es simbólica; es el dere-
. cho en acción extinguiendo el poderío de la fuerza,
es edificante y culmina en un gran torlo de trascen-
dencia que apellirlnmos patriotismo. Es, en síntesis,
origen de la tnll1sformación de este jirón de
tierra americana, denominada Colombin, nuestra
Patria, que después de dormir por espacio de tres
siglos el sueño letárgico de toda una esclavitud,
despertó a la razón del derecho y de la conciencia
en un día de gracia y de epopeya.
En la "provincia de los Pastos", como la llamara
el barón de Humboldt, se presenta una naturaleza
tan variada que quien se dedica a su estudio
puede observar a cada instante en ella el concierto
soberano de una rli vi na creación. Nacen allí
dos ramales de la Cordillera de los Andes, con sus
crestas nevadas, donde fabricó su cuna la gloria.
En ellos sobresalen cerros y volcanes como los de
Chiles, Cumbal y Azufral de Túquerres, Bordoncillo
y doña Jl1anay el rlistinguido pico de Mallama.
Este conjunto de enemigos invencibles serían suficiente
para efectuar descripciones vastas qUe generarí.
an en máxima tragedia
Regiones montañoSAS bañadas por el mar de
Balboa; la hoya profunda del río Patía, y el ~{1O
inexplotado territorio rle! Putumnyo. Todo se hA
dado cita allí, el determiuismo geográfico así 10
impuso: la selva, el valle, los mares, los ríos, las
islas, los golfos, las ci~llagas'y los puertos. En
más de treinta mil kilómetros de extensión con
que cuentn el Departamento de Nariño, la naturaleza
ha sido múltiple y pródiga: con la riql1ezn vegetal
que producf su suelo feraz, alterna la minera
1, varias minas de oro en explotación así lo a testiguan,
y las de plata. cobre, yeso, talco y azufre
son abunrlantes en la región.
Hé aquí, una breve reseña sobre geografía física
de Nariño, es decir, todo un poema que la madre
natura, solícit.~ y fecunna ofrece al hombre para
que le.. copie y la imite, rlándole vigl)r a suespíritu.
Ved su exuberancia en los prados, las selvas,
los cultivos. En el suelo nariñellse el predio es índice
de un la borar sin tregua, gri ta a su macho, y In
parcela como una novia, antes rloncelIa esclava
de la despoblación. exige a su galán mayor esfuerzo
para afirmar así su libertad. Tierra sin pobla·
ción y sin cultÍ\To es siempre tierra esclava.!
Ved cómo, con singular estrategia, el v(lkán
espera la hora propicia en que debe librarse la batalla
final: entre tanto el de Azufra I re~pira azufre
incesantemente, y el de Galeras deja escapar pro·
longadas insinuaciones de humo. presí1gio de futuras
ruinas. Es la cruel ironíH escrita en 1ft t'spftlna
estéril del monstruo, mofándose en forma inauditH
de la limitana capacidad del sér hurilano.
Ven la riqueza nariñen'se en su complicado sistemn
hidrográfico: en sus ríos, que con-en ~ill cesar,
í.I manera rlel tiempo; en los ríos que en su rodar
continuo se van lleva ndo todo como se lleva
el tiempo las tienléls alegrías, los dolores slO
cuento, las promesas y juramentos vanClS, los besos
que despiden los labios tentadores, las esperanzas
mismas que impulsan y dan bríos plHa lo·
grarlo todo ......... El río, que es vida del plantío
y fuerza de las máquinas; el río que va pAsando
siempre con estoicismo raro, sólo señala el rumbo
en sus playas rlorAdas que tRpiZA rle élrenas al lamerlas
sus aguas. Es el GUAITARA mismo que como
niño travieso gime de piedra en piedra. El
Guáitara, fuente de inspiración, cantado excelsa.
mente por poetas terrígenos y que constituye
una fiel alegoría. Sí, el Guáitara personificarlo ca·
mo la más alta rebeldía, que no quiere conformarse
CQn la prisión rocallosa que le sirve de lecho,
constituye un severo motivo para descripciones
propias del genial poeta florentino, Precursor del
H.enacimiento, conocido con el nombre del Dante,
que perseguido apuró el infortunio y después ne
sometin o por las vicisitudes de la política, escribi6
"La Divina Comedia", producto oe su portentosa
imaginación, llamarla por algunos, sexto sentina,
que nació de su A rdien te amor por su Bea trizo Sus
viajes al INFIERNOy al PURGATORIO sirviénoole
como guía Virgilio, y al CI ELO, conrlucido por el
espíritu de su amada que hubo de arrebatarle el
destino, son las partes esenciales de su obra.
Santa Teresa de Jes6s, San JUAn de la Cruz,
Malón de Chaide, Calderón de la Barca, Tirso de
Malina, Fray Luis de León y otros, plumas autorizadas
en literatura mística, expre iva de la más
pura y honda ternura religiosa, que tuvo su florecimiento
en ellnl1ndo con tales escritore~, serían
lIamad()s a describi,- el tesoro lírico que guarda el
célebre "Santua río de las Lajas".
En sitio cercano a la ciudan da lpiales, enseña
la trarlición, que rlesde el siglo antepasarlo, existía
una choza de paja que prestaba el servicio rle templo,
en donrle los fieles rendían culto a la Virgen,
Cl1ya imagen fué pintada sobre una lHja rle piedra.
En mitad del siglo pasan o, el ingenit'rn ecuatoriano,
doctor Mariano Auleste, convirtió dicho techo
en monumento soberbio, con altares de mármol, y
allí acuden en peregrinación cristiana los devotos
rle .J\¡lA RIA para ofrecerla presentes y deman da r
su auxilio.
Nace el "Santuario de las Lajas" de los muros
sembrados en el cauce de un río que los fecunda,
vivifica y transformA, y con ellos emerge la FE en
ascenso continuo :r terco hacia 10 infinito. Es un
salmo a MARIA que se roba el misterio; es una
apoteosis mL ticR que erigi6 la propia Na tura leza,
un hosanna inefable a la manre de la Creación! Es
una melodía rítmica del heptacordio de los cielos,
ímperceptible a la mezquina humanirlad; es un si-
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lendo imperativo, augusto, que interrumpe el sonido;
es en fin, aquello que no vemos ni tocamos,
pero que todos llevamos dentro de nosotros mismos
y que se llama la FE, fuente de abstracciones,
en torno a la cual gira el sentimiento, como 10 sostiene
el antiguo Dorilao al decir queel mundo-dentro
de la teoría del ritmo-es el órgano de Dios.
y para cerrar esta prolongada descripción de
los cuadros con que Natura donó a los pastusos,
citamos la extraordinaria ciénaga del "TRUENO"
frecuentemente sujeta a las descargas eléctricas
que son lágrimas de fuego que lloran los air.es; el
puente natural de piedra sobre el Rumichaca, en el
cual dos manos de plata entrelazadas anuncian la
amistael firme que ligará por siempre a Colombia
con la República limítrofe del Ecuador, tierra de
Alfaro y de Montalvo, es un tratado de cordialidad
y de honor que no romperán los siglos, y por
último, aparece "La Cacha", como un manto de
gasa plateada, con magnificencia y esplendor en
su recorrido aproximado de siete kilómetros. Dan'
zansus olas al compás del vaivén de las delicadas bri·
las del Valle.Todoescaden~ia y ritmo, lirH ymurmu·
riodecampanas deplata como dijera el poeta. Con
elegancia yestilo ostenta su única pro longación,
la sola heredera de sus gracias que comparte con
ella "La Corota", pequeña isla que cuida y que
circunda. Los i r dios p rimitivos celebran t'n este sitio
pintoresco, cada año·, ceremonias que consisten
en penetrar a las aguas, movilizando !"us canoas,
formando un corso de flores, como ofrend;::¡ n su
patrona la Virgen del Rosa rio. Decid, si todo esto
no constituye un símil, con arrullos de Adriático
y Góndolas Venecianas?
Es aSÍ, como todo este conjunto artístico movi·
liza el sentimiento para la contemplación de la belleza
que como dijera León de Hebre, "es gracia
que deleitando el ánima nos mueve a amar".
En cuanto a la parte histórica que correspon·
de al Departamento de Nariño en las diversas épo.
cas de Colombia, ella es de gran intensidad y extensidael.
El cañón, la metralla V los fusiles hirieron
sus flancos en la cruenta lucha originada y la
tierra se tiñó con sangre hermana.
La montaña de Berruecos aún debe sentirse
adolorida con la súbita desapa rición del Gran Ma·
riscal de Ayacucho, héroe del Pichincha y del PotosÍ,
don Antonio José de SUt~re, y con el cobarele
asesinato de que fué víctima Don Julio Arboleda,
poeta lírico que dejó a las letras patrias el poema
épico nacional "GonZédo de Oy6n", que nació de
un episodio de la época de la Conquista y quien
fué justamente elogiado por Don Marcelino Me.
néndez y Pelayo. La impunidad triunfó y el secreto
criminal quedó confiade a la espesura de la sel·
va; el cortijo sólo recogió sus restos mortales. El
MUNDO INFANTIL NARIÑENSE
Ln encantadora Marujitéi, hija de nuestros distinguidos
amigos doctor Arcesio Guerrero B. y
señora lVfargarita de Guerrero. La chiquilla posó
pít ra la Revista "Pasto" en la última piñata que
con motivo de su onomástico obsequiara a sus
amiguitas.
arma santificada por la causa de la libertad se
manchó con la vileza de semejantes crímenes que
privaron a la Patria de dos cumbres irreemplazables.
El espíritu de la raza nariñense se sintetiza en
"La Aguaneña", l' ~ 1 nción popular con que los sol·
dados al mHndo del General Tomás Cipriano de
Mosquera fUtoron arrastrados al triunfo en Cuas.
pud, derrotando las fuerzas invasoras ecuatorianas
al ma ndo del conocido Jefe Juan José Flórez.
El alma de Nn rino canta en sus artistas: en la
música, en la poe..;ía, enla pintura; ora en sus L.llleres
que dan al país trabajos en m:=tteria fabril,
que sorprenden por su delicadeza y laboriosidad,
y es aún más respetable en los monasterios que la
tradición le impuso, producto de la ascendencia
ibériea que gravita fuertemente sobre nuestms
cabezas.
Peca damos ele injustos si dejáramos de citar
en esta hora 10R n ombres de quienes han formado
un pueblo que es orgullo de la República, refiriéndonos
únicamente H quienes viven aún.
Lea Ud. que le interesa
Para hacer sus compras busque los almacenes de J. M. HINCAPIE GRA ..
JALES; una vez .que los conozca no tendrá sino únicamente elogios para
ellos, porque ha encontrado cumplidos sus deseos al conseguir artículos de pri-mera
calidad y a precios bajos.
50.000 pares de medias en toda clase, color y tamaño. 10.000 sombreros y
5.000 camisas enteramente a su disposición.
m~==
26
ia
P A S T O
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
El doctor Leopoldo L6pez Alvarez, quien ha
sido condeco,rado por don Benito M ussolini, miem·
bro de varias academias nacionales e internacio·
nales, tradujo del griego a Homero, Príncipe por
excelencia de la poesía, ciego romántico que recorría
los caminos entonando rapsodias en las cuales
pintaba las hazañas de los dioses y de los héroes
y por quienes los antiguos cobraron tal venera·
ción que lleg~ron h'1sta erigir'e templos y altares
y le arlol abHll comu él un Dios. La Ilíadél, poema
sublime, enérgico y elegante, l:anta las ruinas JI;!
1& toma de Troya, y la Odisea, voz griega que significa
Ulises, describe fabulosamente el regreso de
éste hacía su trono de Itaca, sufriendo las consecuencias
de lA maldición de Polifemo.
El doctor López Alvarez vertió a nuestro id io·
ma la riqUtz;\ riel pensamiento latino y tradujo a
Virgilio y n HorHcio que con Ovidio constituyen
la trinidad del siglo de Oro ne los Latinos: Virgi.
lio, autor rle "Las Bucólicas" y de las "Geórgicas",
cantos descriptivos de la rlulzura de la vida cam·
pesina, esct' n;\s de familia, llenos de conmoci6n;
aconseja el alllo r por los cultivos y hace un estudio
del minifundista : habla rie' lA tierra, de la arbori.
cultura, de la cría rlc los ganados y de la agricul.
tura.
En la "Eneida" de Virgilio aparece más eleva·
do, rlel estudio ped ;lg6gico se transporta a 10 épi.
ca con toda sublimidad: analiza la Historia de Alba
y Roma, informa sobre IF.' odisea de Eneas por
mar y tierra y d t>scribe sus combates en el Lacio.
Horacio, de temperamento literario superior,
en "Los Epodos" se muestra como un moralista
que critica severamente los defectos humanos.
"Las Odas" son un canto a la grandeza de Roma,
y, paralelo a Virgilio, dignifica el vivir campesino.
Qué mayor elogio puede hacerse de la mentali·
dad del doctor L6pez Alvarez, si sus trabajos inte.
lectuales Jo han eternizado en la cultura universal?
Siguen él éste: el doctor Sergio Elías Ortiz, historiador,
investigador de fonética y arqueólogo;
el Padre Alejandro.) Ortiz, de la Comunidad de San
Felipe Neri, autor de "Preceptivas literarias",
el doctor Ignacio Rodríguez Guerrero, autor de va·
rios escritos sobre críticl1 literaria; José Rafael Sao
ñudo, escritor cie valía, y el doctor Benjamín Be·
lalcázar, alumno del Liceo Piolatino que, como
orador sagrado, bien pudiera emular con Monse·
ñor RrtÍael María Carrasqui11a.
En Derecho y Ciencias políticas, sobresalen los
doctores Leopoldo L6pez Alvarez: Gonzalo Benavides
Guerrero. Angel Martínez Segura, José Ra.
fae] Sañudo, José Elías Dulce, Manuel Antonio
Bravo, Miguel Angel AI,varez, Francisco Santander
y otros que por 10 pronto se nos escapan.
En pintura, ~Jrte dif!cil y complicado, sobresa·
le el maestro Salas Vega, cuyas exhibiciones pictó·
ricas 10 relievan como creador genia l y digno imi·
tCldor de Rafael y Miguel Angel.
En poesía cu enta NH riño con l(ls señores T omás
Velasco Da ste, poeta lauread o, Luis Felipe
de la Rosa, consagrado en Santiago de Chile, Víc·
tor Sánchez. quien dem ostró su ca pa ciciad con la
traducción de la obra titularla "El anillo de Políera
tes"; A urelio Arturo Martínez y Guillermo Ed.
mundo Chaves, cuyos ca ntos son bien conocidos
en el país y el capitán Alfonso Alexánder, escritor
ameno e inteligente,
En materia de música merece mención especial:
Ma ruja Hinestrosa, autora del pasillo "Cafetero",
conocidísimo entre nosotror-, joven, sensible y au·
daz; el doctor Alberto Montezuma, actual GobernHdor
ele Nariño, compositor exquisito; Manuel
Grajales Reyes, pianista de la Estación "La Voz
de Pereira", a quien educó el gobierno de suDepar.
ta mento en Milán, arttsta por temperamento, elocuente,
enérgico y de viva imaginación, se muestra
genial en sus prc:>duccioues. Obtuvo el premio en el
Quizá, cuando los años en su veloz carrera,
le traigan el recuerdo de su alta ingratitud;
de mí tan sólo quede la fría cala vera,
como postrer despojo dentro del ataúd.
El coraz6n ferviente que .por su amor latiera,
con palpitar sonoro de sana juventud;
habrá pasado entonces a ser una quimera,
un pálido recuerdo sumido en la quietud ..... .
Entonces, quizá entonces, con paso de fantasma
con el amor que hiere, con el a mor que pasma,
mis ojos en los suyos clavados estarán ..... .
y uniendo con su espíritu mi espectro fugitivo;
le diré que aún entonces por contemplarla, vivo
pendiente de las brumas que a acariciarla van.
Alberto Orguerob
Pasto, Mayo 16 de 1940.
concurso abierto por el Departamento de Caldas
para la adopción del himno hípico; el Reverendo
Padre Frav Remigio de la Comunidad de los Capuchinos,
autor de varias obras polif6nicas, en lo
profano se reveló con la composici6n- titulada
"Cisnes del Lago", y Paulina Brando Solís, distinguida
violinista.
Entre los autores populares y trovadores ocu·
pa el puesto principal Luis E. Nieto, autor de la
marcha "Cero Cero" y "Viejo dolor", melodías
que respiran graci;\, inquietud, elegancia y estilo,
en lBS cuales describe las tendencias y normas de
su pueblo.
En Estadísti~a merece l111 e ~h() rl plnuco y reconocimiento
el doctor Let. nid :-t s Contl, autor de
varios estudios que nos han permitido conocer regiones
que no hemos visitado. En la difícil tarea
de la Estadística su trabajo es importante y de
. trascendencia. Escribió también en el año p
Citación recomendada (normas APA)
"Pasto: órgano de propaganda del Cuarto Centenario - N. 4", -:-, 1940. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3683788/), el día 2025-05-04.
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