REPUBLICA DE COLOM13IA.-DEPARTAI\'fENTO DE ANTIOQUIA.
CONDICIONES
EL NACLONAL ~e publica los
sábados de -carla semann..
Vale la suscrici6n á ln. s~rie
de 12 números, 60 centavos.
Número suelto 5 centavos el
día de su salida; pasado éste¡ 10.
Año !.-Serie 1/
EL N AOION AL·
ASUÑTO CONO'LUIDO
C!d7'tagena, OctuúTe 24.
Sr. Prcsidentc.-Bogofll:
CEJ,EB1W J:mFOR::Ji.A. DIVISIÓ~ TETUUTOJUAI,,
Ámigo affmo.;
NUÑEZ.
(Jadcl,qena, 2'3 de IJiC'iembre de 188[\'.Sr.
Df éarlos IIoJguín.-Bogotd.
Re·dui grúta trece. n UEÑ ,~miicui.o· j<:J, ÍJ::i~ m:FOIDlA\
.!J:t/~iSTI'rUCI00AI,j QUJ~ SJ~ I LEJ>RODUOIRÁ
AQUi. Cñima ptofnncla. SnHrdes afectnosas.
RAFAEL NUÑEZ·.
Creem·os poc1e'J' ñsegnrar que el Gobim'no no
s~ ])l·opone. ahon1 sino qne se ccms::¡g.re el príndlliO
de: hr potestad sn1)rema del Congreso en la
mntel'l~l, DJ·; J.fODO Q.lU•; LA SOJ31~ l1ANÍA N A010XAI,
NO ,\PAHEZCA SUJ30 HDf:~ ADR. ~" 'tJN..i ÉSPJWm DJ~
mmECHO FEUDAL QUJ.rtas agmcb b les
relaciones, romper con ellas. Totln, separación
encierra amargura y los que ahora nos alojamos
de los nob1es amigos que hasta ayer tuvimos,
nos dnehJ doblemente vernos lejos de ollos1 porque
el opuesto cawpamento en que ~e hnllan
no nos parece el en qne debieran lidin,r. Los
que uos quedamos á ID, sombra de no1Jle bnndera
St!tüimo~> ver' partil' á bnonos amigos á üihospitalaria.
s y malsanas ú,gionos.
El iTnpoi'tnnte punto que nos sopara del
do inwstros amigos do lJJl Constitucional es lo
dol Directorío.
Debemos decil'lo con fl'anqueza, no podemos,
no debemos aceptar el Directorio.
. Para dil·igir lct política delicadn, y qnGbradiza
de e:sht tierm se necesita tener: muy raras dotes
de talento, tacto, f!exibiliclad, bunn juicio, prnd(~
licia y hítsta de educación y cultnr2 que no
son muy comunes en nrtestroB más levantados
.hombres políticos. Para dirigir ht política insegura
y movediza de estn ti('ITa, se nec~>sita habe1·
dado prueha.s ele especial habiliflad pa1;a ello.
Se puede pi'etendel' ser, y aun serlo tal vez,
grande hombre, poi· el carácter, la probillad y el
valor y ser sin embargo enteramente inadecnado
para la política, por falta de movi lidnd ele eanictor,
de poct.er in telectnal ó por exceso de rigorismo
perBonal. La dureza del carácter, el ensim.ísmaniie.
nto, por no decir el orgullo, la presnutnosa
rmfieiencia para todo, el engreimiento adquirido
eu altas eegiones y la inmoderada suspicacia,
son escollos en que dan üecuentemente los
más de los hombres que aspimn á conductores
políticos.
La dirección de los partidos no se asalta, á
ella se llega, y para alcanzarla hay ·necesidn.cl de
fatigante, d0 tenaz y abrumadora labor. A la alta
cumbre política s0 va por áspera senda y desde
ella se dominan, honduras quo producen vértigos,
ó anchos y dilatados horizontes que producen
espejismos ó insensatas al.nriuaciones. J:l
la cima política. no llegan sino los escogidos y
aún para ellos es ella á veces aflictivo calvario.
Cómo t"miendo al Dr. Núüez y al Dr. llolguín
parn, señalar el rumbo á nnestm nave po-
ANCO E:
~Rrrni~tidos á $ ~G C•Jlurun~n.
An•J'e- \
R!Hlus c:o11 ~1 infr·uscrito Editor y 1
AthlJin i,;trna, r,
E'l'ELEEHTO 1\fUÑOZ.
~., .................................................................. -.......... ..
{ Número 4,0
líticn, poclrímuos aceptar ajeno ó extraño clerro~
tero~
Y si esta sencilla y lógiea deducción no nos
ensefiara suficiontemeuto, allí está fresca., de
a·yer no má~1, la historia de lo que hubjera sido
el part.ido nacional, E:in la poderosa unidad. que
repre. entaba y le daba su experto caudillo.
Trasladémonos con los ojos del alma ti. la:
mitad de 1887.
El grande hombre estaba en "Peña negra''buscabn
descnnso, a]jvio para sn cuerpo abrumado
por la físiea labor, qae no para su espíl'itn
incansable y enérjico a.uargado, casi en tris ...
tecido por desengaños y contrariedade,s, medi~
taba hóndamente en los modios de tel'minar su
obra, de dar más estabilidad, más cohesión, más
tmic1a(1 y ndts fuerza al gran partido que él ha...h1a
cr8ado; y cuando errm más desolantes sus
medi.tacioues, cuando sus angnstias eran mayores,
cun,ndo el fardo que IIevaba en sus hombros
casi lo agobiaba, desde Antioquia, en voz ele
pahbras de nliento, en voz de gritos amigos, en
vez de voces agradecidas por el bien que nos
hizo, se le enviaban telegramas y cartas, en
nombre dA un constitucionalismo más bien sofiado
que real, tan inopvrtuno como impolítico
y en nombre dGJ una legalidad mentit·osa, falaz
y engaiíadora, que doblegaron aquella amplia
inteligencia y nos entregó á la lucha electoml,
prematura, cuando no p-eligrosa é imprudente
entonces, qlle D~os sabe adónde ha de conducirnos
! Los impacientes amigos c1o1 idealismo legalJr
del J.'Oman.ticismo co:nstitucionn,l6 irrefl.e;ivos
sin dr¡.da, no consintieron en que se retardara
siquiera á Noviembre ele 1888 la reu:;:;ión
del Congreso que con lamentable imprevisión
se habría sefialaclo para principios de aquel año.
Pero eso no baBtaba. ETa necesario ir más
lejos, y llegaron m<\s altá. Desde las columnas
'de La Vuz de Jlntioqnia, las
ya cremdas yerbas.
Yo no sé por qué el día de una desgracia v los momentos
antes de oualr¡uicr catástrofe, tno ha prese;tado siempre
la natt:raleza un bello y tr:mquilo espectáculo que contemplar:
st~mpre en los momentos de supremo pesar 6 de inmi·
nento nesgo porque ha pasado mi descarriada existencia
Dh>s se me ha presentado :í través de uno de los má.s risue:
ños cuad~os de su maravillosa creación¡ pero yo n~D he sido
nunca .ma~> qu~ un poeta; ~ mis alegrías y mis tristezas, mis
c;eenCJa~ y m1s errores, nns desventuras reales y mis ilusonos
deleJtes,_las agonías de mis desesperaciones:' las for·
tulezas de m1 fe, han brotarlo todas eomo vapores fantásticos
y perfumados rlo la superficie tranrtuila de mi imagina,
diaria y penosameRte para ganar la Yida, RO pudiendo
por lo mismo dedicarse del todo á esas
empresas ni administrarlas de modo que produzcan
siquiera los gastos, équé mucho que el Gobierno
auxilie á las empresas periodisticas con
algo que les permita cubrir siquiera los gastos de
impresión, tanto más cuanto que con ello se hace
un bien á la sociedad, que es el fin de los Gobernantes~
Porque debe tenerse en cuenta, que el tener y
subvencionar pub1icaciones que ayuden á los Gobiernos
á cumplir su misión, ES UN RAMO DEL
BERVWIO PUBLico, como otro cualquiera.
N o es que se paga á Jos })erioclistas porque
sostengan tales ó cuales ié!eas, contra su misma
conciencia; es ql!e se auxilia sus patrióticas empresas,
para que pnedan cumplir su deber: de
acuerdo con los principios que sinceramer.te profesan.
Y si esos periodistas defienden nn Gobiemo
bueno, ilustrado, tolerante, respetuoso ele las le-res
y de lo~ ciudadanos, })l'eg1.,mtamos enérgicamente:
iCnales son los escritores que se colocan
en Ulla "SI'l'UACTÓN DBPLOHABT.Jl~"~ ¡)os que, siguiendo
las inspiraciones del 11akiotismo, de la
ltal tad y del decoro público lo sostienen con elecisión
y desinterés, de acuerdo con lo que les c.rdenan
sus ié1eas y principios, ó los que lo combaten,
movidos únicamente por un interés personal
y mezquino~ Que contesten Jos que no miran
las cosas por lentes maliciosamente engafwclOTes,
sino que las juzgan con el recto eriterio de la ló-¡
gica natural. •
Dejando estas consideraciones genernles, diremos
para conclnír, ciñéndonos al easo esr)ecial que
ha. originado éste artículo, qne RO comprendemo~
como es que los Sres. ele El Constitncional
sostienen que los periódicos subvencionados no representan
sino la opinión del que los paga, cuando
ellos mismos fueron Redactores ó colaboradores
de La Yoz de Antioq~tia, periúdico que recibía
una gorda y S?.lcuünta subvención departamental,
y sin 1-'mbargo sostenían que era la expresión
genuina · del partido nacional en Antioquia,
y realmente lo fué, antes de decaer lastimosamente,
volviendo armas traidoras contra el Gobierno
de su Patria.
Si los modernos catones, quieren sostener y
propagar sus trasnochadas teorías con éxito, sería
conveniente que fueran á hacerlo en K.alemantán,
í,, en alguna República ad twc qne fundaran
en el centro de Africa, pues aquí ya todos
sabemos que la prensa ministerial y apoyada por
el Gobierno, es cosa rer~ectamente admitida en
Inglaterra, Alemania y todas las naciones civilizadas.
Marzo 18 de 1890.
OOLABORADG-RES
LA VERDAD
Unos pocos, pero en su mayor parte bien conocidos
y ele buen criterio, habitantes de esta ciudad,
manifestaron por telegrama al Dr. Holgnín
que El Constitucional, nuevo periódico que se
publica aqui, no tenia sus simpatías, v que era
recibido en el público con general de~:>agrado.
iCnál era la causa de éste1
El periódico venía á retUlurlar una disensión y
á manifestar opiniones que ya L(~ Yoz de .A.nUo-oión
poética: r¡ne es un lago transperente y sereno, circnn·
dado de tloreg y follaje, flonde la lnz del cielo refh·jR. siempre
la faz rle Dios. Hé aierno en 1860, qne tenía fnerzas con que
debelar la revolución. Esta habíá sido vencida en
Agosto en Santander. El General :Mosguera, después
que sn110 la denota del Oratorio, logró salir
del atolladero mediante una expansión que lo dejó
expedito para reorganizarse, y que cansó la disolución
del único ejército que podía próximamente
molestarlo; y, no obstal'lte la brillante situación
que en esa época tenía el Gobierno de la
Confedemción, éste sncumbió y sus mejores hornhres
perecieron, ó fneron aherrojados ó desterrados.
¡,A qué se debió la catástrofe?
Pues no á otra cosa que al error.
En 1875 levantó el inclependientismo la bandera
ele la libertad del sufragio contra el sapismo
o.ligarca de Bogotá, que por medio ele la. Guardia
y ele Jos fraudes elegía los Presidentes. Antioquia
fné indiferente en la lucha. El Dr. Parra fuó elegido
de modo inícuo y vergonzoso; peor que el
General López en 1849; y cuando ya el Presidente
oligHrca estaba bajo el solio, dueño del ejército
y de Ja ['esorería, repartiendo destinos, y cuando
JlOdía en nn momento de conflicto con el enemigo
común, unir el partido liberal para hmJ;arlo
eontra el conservador, .A.ntioquia que imprudentemente
había colococlo sus parques en el inflamable
Sur y dejado escandecer las pasiones ele su
jnventnd en sociedades políticas y periódicos, se
lanz0 obligada, enloquecida y sin conveniente
preparación, á una guerra, cuya primera luctuosa
jornada quizá. la salvó de anárquica y social contienda
en el Canea. Después ya se sabe lo qne
sobrevino. Antioquia no lo olvidará tan úicilII1&
nte.
No hubo traición á sus principios en los hombres
qüe próxima ó remotamente fueron la causa
del desastre.
Hq.bo error.
Tan cierto es que El Constitu.cional ha causado
involuntariamente h1tranquilic1nd, que Jos
radieales han formado sobre esto mil consejas qm-:J
han esparcido en las poblaciones; han gritado vivas
y mueras y esto ha hecho huir á los campesinos
al bosque y bajar el precio del ganado.
]~l pueblo tiene instinto seguro y le tiene miedo
cerval á la guena civil. Es un buen síntoma
de juicio y de consolidación de Ja paz.
dirigida~ por el de la yegua; pero om claro que hauía comprenrlirlo
la sitnaoión.
-No-le dijo-ese caballero es uno de sus amigos;
prohahlemente de sus parlrinos.
-Qne traiga con él muchos 6 pocos no me importa;
pero sentiría que hubiese rlado á la policía el ¡quién vive!
--Oreo-le contestó Delmas-qne pvdernos estar sin
cuidado sobre ese pnnto; yo he tomado ayer mis informes,
y el jorobarlo no tiene torcido Ulás que el espinazo; el .espíritn
lo tiene recto.
-Me alegro-dijo Fermín.
Y lle lo dicho saqné yo esta dol.Jle eonsecnoncia: qne
Formin seguía pE'nsanrlo mal del jorobado, por lo qno ha
dado en llaruarse ospíriLu nacional, ó por recolo ici6n y las opiniones de mi Fermín.
El Conde, vestido de negro, estaba muy pál:i1l0, y nos
paroci6 wuy preocnpado, al sa1arlarnos tan cortés como seeamc:
Jte; y t{)mand{) el de la barba gris lu dirección ele la
escenl.i.:-Internémonos un poco más, nos elijo; cerca l1ay
tlll recodo sin veredas, donde nadie nos porlrá ver ni vouir
.á iuterrnmpirnos.-Y echando adelante y siguiéndole el de
la yegua con las espadas y la cuja, echcí tras ellos el Con·
de, Fenoín tras éste, y Delmas y yo; con uuestru.s armas,
tras de .E'ermíu: y hé aquí lo difícil, pero inexcusable ele
narrar.
Camiuaba el Conde nn J1aso delante de Fonnín1 haciendo
á su posar y por su propio descuido la mala figurn. que
hace siempre un jorobado, visto por la jlnoba: y Fermín,
cedienc~o iÍ una {{e esas cliabólioas tentaciones, á q~1e ceden
flesdicl1adamente los valientes fanfarrones de nuestra raza,
tnvo la malhadada ocurrencia de apoyar su (:aña de Indias
en el mollar del antel•raz@ dereclw del jorol•aLb, y empujándole
Lacia la izqnierda, la ¡.>aró rápidamente sobre su
cabeza, detenie-ndo el impulso que le había impreso apoyáudosela
en el mollar del brazo izquierdo, como hacen los
muchachos con el palo y el dominguillo. El jorobado se
cernió ele derecha á izr¡n.ierd.a. y recobró su equilibrio, obedeciendo
al impulso y á la repulsión de la caña de Indias;
pero ui volvió la cara, ni dijo palabra, como si lo que le L11·
bíora tocado hubiera sido ltl. rama salvaje de algún arbusto
de exuberante vegetación. ·
Yo sentí la pamlii;aoión del uso m bro, invadir mi cuerpo;
Dehnas se pasó la mano por los ojos, como para quitarso
algo de ante su vista; y da~1do en @Sto vuelta á un grupo
de árboles, l!lntramos en una especie de glorieta entre
ellos naturalmente abierta y oculta . Era un círculo informe
de veinticinco á treinta pasos de diámetro, cercado, á pro·
pósito ó por descuido, de espesa é inculta m.n,leza.
Su suelo, á pesar de ]a perpetua sombra eu qua el alto
arbolado le conservaba, e;·a duro, seco y escaso de menudo
césped; lugar, en fin, sin igual para lo có una espatla á la derecha y otra á la iz- .
quierda, delante y detrás de la líuea, desptl.és de habémnslas
dado á reconocer: y le dijo: "Onando UU. gnsten."
Despoj sos que
quiet'li'U neeiam . .D'e 2 ti. 4 Despacho privado.
Los hombres que han merecido ia confianza y De 5 á 6 Arúliencia ít las personas desvalidas
los honores d_e la Pat.ria, tienen para con é·sta de- (en la casa de habitación del Sel1or
beres !n.eluclibles: LfJ. opiniÓ'n s-ensata puede y ele- Guucruarlor),
be ex1gu·les el sacriti.éio éiP- sus pasiones en ahts Advei'tencias.
clel reposo público. Elltoinbre de cbrazórt gene- 1.a No se admiten sollcitndes verbales.
roso, de espíntu levantado; se compadece dfl los 2." Las que se hagan por escrito deben dirigir'se en
infortunios públicos, , y trata éle evitarlos oOu el papel competente y por condncto del respectivo Secrc-óbolo
de su abnegación,- de sn desprenclimien to, tario: .
de su grándeza ele alma ... : . S." ~ Debe tenerse presente qne las peticiones 6
~Ii mala h0ra se ha provocádó :un debate por sol:citudes que se llagan por modio de érwtas conen dos
nad1e reclamado, á excepción de El Constitucio- riesgos: 1" Que el señ or Gobernador, mi en tras tiene
nal. El odio y la división se están abriendo cami- tiempo (que es mny incierto y ca si ninguno) ele con tesno
J?Or entre la~ filas antes compactas. de n rrestra r ~ar b Ci11'C<1, tengü c¡r:e tl emornr el asnnto de que c•li11
glonosa comumclacl. En los pueblos del Departa- trat.a, y ~o ~,e le ele el cur.s ~ legal; demora gue puede
mento se han formado ya bandos opuestos que cv1~arsc clll'lglCndo s•? el sol1C1ta11te Rl respect1vo ~cerose
combaten con encarnizamiento; la confiamm se ~a~wcon las .~otywlHl~de~ 10~ales y reglamcntanas; y
ha alejado del mundo de los negocios, porque hay 2, 9t1c 1;o , \lniClndo ,a pchc1ón en papel competente,
tnuchás o·entes a 1 ·t a_·. . ' el · el seuor Gobemador pase por ln, pena do tener qne de•
< o' 191 8 H Iza.s, poco 0 na a se piensa cirio n.sí ttl peticionario y cnLouccs se ocasione mayor
ya en nuestro Perrocnrnl; y part~ .notabl.e cl.e dcmom. ' ' '
nuestros e~1pleaclos ha ro~o l~ tradiCwnal tideh- 4• El sefior Gob criwdor vcr(L con gnsto que so le
dad al Gob1er;10 ele la Repnbhca. , . hagan i nclicacioues y ad 1crtencias, escri tus ó verbales,
El mal esta c~usado. Pue~a qu~ el mismo en para la bnena marcha de b administración; pero todo
su exceso nos bnnde el remecho. 1flentras tanto, en las hora:; y en la forma inrlicatln.s: lo que desea es
El Nacional seguirá su patriótica tarea, sin te- orden en el tr:1bajo y aprovechar el tiempo.
mores ni vacilaeiones, y sin olvidar que los snb- 5a 'l'am bién verá con gusto qne no se le cletenga al
:vencionacl?~ .ele a.ntaño son los que tT<:l.tan de ta· entrar á b ofi cina ó ltsn casn? ~li a~ salir de ellas, ni ou
les á los subvencwr.aclos de hoO'año. la calle para nsnntos del servtctl) publtco.
t:> G'' Dnrantc las horas de la. noche no habrá dcspncho
ALMANAQUE HISTORÍCO
MARZO
2.3 ....:..... p.o.sesio de la :residencia D. Francisco
Bl'iceílo, qne murió el13 do Diciembre del mismo aii.o 1
1515. Entrada del prime1· cuerpo /muces al mando dé
llfitra't, en Madrid, 1808.
24.-Toma posesión de su empleo el Pres i
Citación recomendada (normas APA)
"El Nacional: semanario de política, literatura y variedades - N. 4", -:-, 1890. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3682268/), el día 2025-08-17.
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