1.4
1 mjj)~w m~'ft!!~
PERIC)DICO POLI'rICO y Ll'rERARl().
-lJA1. 1 . } Viucit omnia vel·itas. 1 TUJl' 1I~
Este periódico soltira d luz los di as l. -= I1 !J :J 1 de cudu mes. Ten rá
16 pajinus, y (,1 precio de Hl.lJscripdott por I tl nUnln o ' con·t:~·
pOlldienf s ri Uft Sf:IJttSlre, que .e pagtl1'a odelalltodo, se1·á ,,/ de {re
. pt'sos. ClIda lIÚU1l1'O Sllc/Ln va/dI á re"l y medio, y se vcndeHi en.
(Il lleuda del Sr. LClm/llmdl, en donde se recl/I/ráll /IIS slIbscripéiofUS,
y /)e elllreg01'ált los nú1)/( roe a los subsc, lplo1'es.
CO CLUSIUN DE LA RESPUESTA
} ... LA CRÍTICA MAJADERA,
E.l último punto que e propone deft llder II tl artÍcul
4.0 I Revi or Juj ño-Bol iviuno, e~ el de que anta (jruz fl
hflcia • u frecn n1e viélje á los d partnmento. de aquella Rt;púllicn
con el obj to de ill.peccion"r la ad ¡ni tlucion en todo
sus rilmo, ino c 11 la. mezqlliun. miras que le upone r
11 I prueba el calumnio o Revisor. Él bahl de las fie. ta.
ridícnla. que le h" ial1 lo pl1eblo~ por donde tran it" 0, y d
I are s triunfides, con tntido~ de pasto y brezo., que le en
JÜlll en algullo punto. ollv .ngill1los p r lo meno en qu
stas nreo trinnfale no nrruinarian á 1 u'blo por donde
trnn itaba .•. , y que cualqniera d lo altnll rzos y comida,
qu e han dado á .amarra y á 1.a(u Ilte, d de qu o
menzar n 11 patri J tlcn ('(\rr rn en pi P 10, Ilnll . i o mas grn
vo En todo el P rú alto y h:1jo ha ha Ido iempr desde
el ti mp d lo Espnfiole la eo tu mbr d (h quiar á las aU-toridnd
n u viaje y pa o, á co ta d I ti: o y de lo
funcionario locale, Ha tu á lo militdr s qn van huyendo
del enemigo e les ha reeibiúo con arco triunfid , a i com
se han dado e padas de honor titulos retllmbantes, y conc ·
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dido grandes rentas y crecidos sueldos a los que peor se J an
comportado. En calla tierra hai u costumbre; 'l por o
no extrañaria q oe fuese cierto lo de las tie tas l'id ícu la y ar··
co triunfales de pa to y brezos, con que se fe~tejuba al P residente
de Bolivia en sus visitas departamental. í dudaré,
ó por mejor decir, no creeré nunca, aquello de lo alojamiento"
e plélldLd , con me as abnndantes, que no cuenta 1 Revisor, á
no er que el pobre Jujeño entienda por e plelldldéz y por
abundancia Ulla porcion regular de carne de vuca y de vario
gui otes de papa y cecina, que e pueden encontrar p r aq ue-
1Ios andurriales. Yo he vi to uno de e tos fe tllle tan p 11-
derados del Revi 01', á una jornada de Chuqui 'aea áciu el camino
de Cochabamba, y puedo colejir lo que serian 10f-; otros
espléndidos banquete que se daban á S. E. á una di tancia .
mas grande de lu ('apital de la República. Ciertamente ningun
hombre de buen gusto dejaría de almorzar en su ca a, por
poco que tuvie e en ella, por el intel'es de gustar del e pi 'ndido
banqllete que se preparó en aquel punto al Presid nte .de
Bolivia. Dice, en fin, el Revisor que los hombres pen adores
y patriotas se indi a-naban contra esas práctica viciosas y
degradantes, que revelaban un alto grado de insolencia eu
el primer mandatario, y un empeño decidido en promover
las co tumbres abl¡ectas de la raza indíjena, llevándolas ma
allá del punto á que logra alcanzar la arbitrariedad del
réjimen colonial sobre esa parte de América, en tre icrlos
de una dominacion férrea.-Yesos hombres pensadores del
Perú y de Bolivia i en qué piensan ahora al ver que e hac
lo mismo, no en ob eq llio del que va á examinar el e tado
de los negocios público .. , sino de los acristanes que no llevan
otro objeto que p.I de su propio interes? ¿ Cuándo e han
manife t· do ma abyectas as razas indijenas y alieníjenas
y mixtíjenas, que en la época presente en que se 1 s ha h
cho repre. entar las farsas mas l'idícul\. y degradant s? Si an ta
Cruz, pue, con intió en que e hici sen en ob equio 'uyo
aquellas tie ta . que no apl'lleba el Rcvi 01', y que tampo o son
de mi gusto, no hizo mas que incurrir en 1 pecado orijinal
de ambo PerCles, u, segun dicen al pre ente, son los paises
clásicos de la libertad.
Pasemos ya al quinto y último artículo, en que pretend
probar el Revisor que la opinion favorable que se tiene en todo
el mundo de la buena admini tracion de Santa Cruz ha
sido mal adquirida, y que la que quieren darle ahora los conspiradores
Bolivianos y los demas enemigos suyos es la. que
ebe prevalecer. Pata esto pretende nuestro crítico hacernos
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ere et que las lloticias favorahles que se han esparcido llor { •
das partes d' aqu lIa bU(ma admll1i~ traci n, y l' r la cua c.'
se ha teuido lIl1lV ·1' alnJCIlte [Silnta l'tlZ por nn t1 TI édwiru
trador, se d bleron á lo men,ajes d e .. tc J<.nuHI, di'erni·
nado con proflision, . que dlrijia al Gorlgl e~o de Lolivia en
la época de ·u 'TJwitdo, y solo elOI1 1In hucirl(jmierlto oe em
bu ·te:1 de cm odo', 6 la pi17tura 'IIIentiro, a de 1m quitlnérico
}Jl'oo're o, con la que e.peraba (,o;lqui~taJ' u'JIa Ú'lf C1ta , aunq'ue
fal 'a l'eputacion en l ez't ,'ior.-l-, to d UltlIlO 010 l ·ueden
caber 11 la calilV rOl qlle lrvc de nlr, za al crítico de Jujui.
i 'ómo podla e o nlen.aj· de anta 'n z, aunque se ul .. e-rmna
'en con la müyor pI'Olu~i()n, conql1i:-.ttH: 11 <.'1 xtcrior
la buena reputa{;i n quo dl 1 h 'V I 01', i lIdo solo un hacinamICllto
de enlbll t· de, cal'ado~, ttwndo 1l el extel ior no
se forman la opini II por lo qlle . e 1<. 11 lo · n, ll .. éljes, .. i-no
por lo c mento qll hilC ' l1 d ell los inf lijellte, com-parando
lo que e halla 11 ~to d 'Ulll lltos T~ ú blicos con Jo
que consta. de la relaciones oficinle de aqu 11 .. j nte diplomáticos,
que no se envian á ninguua parte, ~11I0 (, n el objeto
de adquirir informes eauros ~obre lo hecho i"'l1 Xiln inados 'J
Entienda pues el critico de Jujui que la re} utac.:ion Euro} ea
y Americana que e adquirió o} J l1eml SalJta I'llZ, no la adquirió
por sus men ajes, que eran de mui poca importancia por
las cosas que conteman, sino en con eCll ncia de los informes
que recibieron los Gobierno\;; extranjero de la p r onas enviadas
á examinar la. cosa por sus propio ojos, y en con ecuencia
de toda la con 'pondencia de lo extmIljero r ident s en
Bolivia, que comullicaban á us r ~pectivo pai es los h chos
quo pasaban ú su VI .. tao Asi es corno s adquiere la l'eputacion
jenernl, y no por lo ro 11 njes que nadio 1 e, sino como una
co a qne no irve para nada. i Qué fama ban adquirido Rosas,
Prieto y Gamarra con sus' m n aj '~, á P al' de qne ello
han dicho cuanto han creido conveniente para hacer e todo
el ülvor posible? Diga, pue , todo lo que al). t . obre e te particular
el calumniador de Santa Cruz, bi n seguro de que por
mas tonterias que escriba, queriendo aparentar lo .. conocimi ntos
económico políticos de que car ce, no podrá hacer variar
aqu !la opinion, aunque llene d disparate todos los números
venidero del ¡ercnrio de Valparai o.
Diré sobre los otros puntos del último artículo del Revisor
lo que hace al caso, para no dejar ninQUn d satino sin contestacior:
J. Se queja e te del carácter irascible de mi pluma,
porque le enumero á él entre los escritore lisonjeros de Prie
, Gamarrc y Lafuente y llova á mal que colme d denu s
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tos á estos excelentísimos señores. Dice que yo he selltado hn
ce mucho tie IpO la :plaza de un e. 'C?'itor de taberna, p01"rjue
la groseria, mala Jé 'Y la in olencia ob curecen completament~
el mérito de mi pluma y el caudal de mi~ conocim,ientos,-
Lo escritore de taberna son los ue e cnbell con1.O Illl • tro
cr'tico, sin saber lo que e criben; cuya pi U 111 s no ti lleu mérito
algm;H>, 11\ pos~en ello e uocimiento" d 1 illgun jénero, lllell
llama tonto ()I tonto, necio al necio, malo al alo, no escn e
como los e 'cl'itore de tabérna, il1 como los e critores que
saben e 'cribir. b Y cuál erá el ro ~rJto de e ta pluma, y cuál
el caudal cie ~ quellos conocimientos, de que ha oido hablar el
crítico sin qu él pueda ~er juez en la 1 ateria, cuando con
todo e to e sielJta la plaza de escritor de taberna? El e critOl'
debe e cribir en el e tilo convoniente á la materia de que
trat' ; y si el crítico no 'abe e to, os porque n Jujui no e
en ñu la ret'l'iea á los lombre que se d , tillan á la can .r
d, l letra. Cllando se trata en t do el mllndo de pro entar
los oJJJeto ridículos como on ClI í, es n cesario u al' den,
II 1 estilo, que en vano qll rria inlttar el hi toril dor de 0-
livi GOll. su pluma de a.v trúz. L[ coso y lo Iréro de la
Re taufílcion uo 011 héroe ni co. as en que Salu tio podio. habJf
empleado con lmen t!xjto la pluma con que e. cribió tl=<'
hi trias de la onjuracion de atilina y. de la gnerra d Ju.gurtha.
E tos héroe y e tas co. a debian tlatars con la péñ
la de e rvallt " de 1 la, de Le .. 0', Ó de otro. ridicl lizad -
re de las costumbres de II ti m o. Aprenda tU e tro crítico
á Ilacel' la di! rencia de los estilo 11 lo divcr. os ritos de
la per ona á quien critica 'in conocerla. ompar" el 1011 to obre
el tr~tado de paz de Paucnrpata y el que trata d I empréstilp
de Chile, con la "Verdad De.lluda," y hallará qlle tlda cosa
pid un modo de tratarse mni difer nt ,
Para G nclllú' con lo que dice nuestro Revi sor en Sll úl -
artículo obre q le yo he (¿dultel'ado cuant él xpn o
en u Revista, 1 o diré otra co a ¡no que e 1(><1 la tnl Re-vi
tct.r. y , c mpare lo qlle en Ila en u /ltr J cm 1 qn
y he note do, :JI p bre crítico n.o halla otrn nli la á ll~ in COI
eC1l61}cii , ino n gnr qne h dI ho lo qne ha dicho. 0 -
tcm [} fin, j- torpeza. y In 1 ec ,<.lua . n qne t J minn , l1 01 ra
e te Reví r, cnalldo, qu ri \ d n:ten r I oñnuo 11 e
miento d 1 J neml Lor z, d ' ce:- damo pue. 'lJ1'lIcha irnpfYrta.
ltaia tí la revela iones que hizo en u expo i ion el Je~
nfJra}. Blan 'o: mayfJ{, crédito debía l11'e lar ant C'ruz ú'
la que- le haría D. Antonio Jo é de lri arri, ye mui pro
able que e te, no contento e decirle 19 q UJ sabia le arrn
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seja1'ia el crímen horrendo de que Lopez fu~ la victima.-Esto
sí, .que ~s e c.nbu ~omo escritor de taberna, sin nmgun
talento, Jl1 nmgllna gracIa y con toda la torpeza de un miserable
embarrador de papel. i Qué otro zopenco podia d ci r
que él daba menos importancia á los hechos evidentes, que á
las suposiciones mas ridículas, mas caprichosas, mas malignn'
y mas infames '] Hé aquí la últIma prueba que nos dá el crítico
de Jujui, de que merecía justísimamente aquel epíteto de
miserable que tanto le ha disgustado.
D, CASIMIRO OLAÑE'rA.
'rengo á la vista un cuadernillo de 25 pájinas, titulado
l :Ix DEFENSA, impreso en Chuquisaca y subscrito el 6 de Enero
de 1840 por CASIMIRO OLAÑETA. Comienza este papeluch
con una estancia del Child-Harold de Lord Eyron, traducido
en un español, que no dá la mejor idea de la educacion literaria.
del escritor. Pero esto no quiere decir nada, porque no
es mas que una mala traduccion del texto de Lord Byron, qu
seguramente no se imajinó, cuando escribia su Child-Harol<.l,
que estaba componit:mdo el epígrafe de una obra diplomática.
Esperamos que en otros papeles, que nos veno-an á las mano~,
de la hechura del Señor Olañeta, encontrarémos por epígrafe'
algun pasaje del Compadre Mateo ó de Mi tia Tomas.
La introduccion á la Dejen a del Señor Olañeta es una v rdadera
pepitoria de erudicion, ó chorizo de nombres célebres, en
que entraron Plutarco, Tácito, el profundo Gllivon, que no . a
bemos qnien es, Socrates, Ciceron, Herenio, Popílio, Lamar,
Rivadavía, Sucre, Bolívar, Irisarri, Miranda (no el Oaraqn ño
sino el Español,) y todo esto envuelto en su correspondíent
salsa de indijestion.
El intento del Señor Olañeta en este papelucho parece qu
es, segun él dice, cnrnrse de su de crédito en el exterior y vol ver
por el honor de Bolivia, á quien na servido en us ma.
elevados puestos; por ne, como él expone:-la i1ifluencia moral y
directa de los altos funcionarios de una nacíon, su capacidad
y su conducta, 'llelen valorar la importancia de los pueblos
por la de ltS empleado .-EI ñor Olañeta quizá ha pen ado
mni bien, pero no pnede explicarse peor, porque est.a Ontcioncilla,
i yo no e toi muí encyañado, no contiene mas que
un di parate. La influencia mOfal y directa de lo. altos fun ,
donario de una nacion, la capacidad y conducta de estos son,
segun el Señor Olañeta, .las cosas que hacen valorar, es decir
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1 y~t
vaiuar la Impoltancla de los pu tlo ' por la de sus emplea b •
La influencia moral e aqui la avalnadora, y esta iufiu neia
moral de gl'aciadamente es ca a que 110 se d ja cntf'lIder n la
oracion de nue tro diplomático. La capacidad y la conducta
de los altos funcionarios son las que miden la importancia de
los pueblos por la de los empleado; de modo que ellas son
la vara y la ca a medida al mi ~ mo tiempo. i Pueden darse
explIcaderas nm extravagante ? No es extraño que e criba tanto
el Señor Olañeta, cualldo e~cnbe de e te modo. Otro hubiera
dicho mas clara y lójicamente: La capacidad y la conducta
de los altos funcionarios de una naClOn suelen er las
que dan la medIda de la importancia de los pueblos, dejando
á nn lado aquello de influencia. moral dú'ecta (5 indirecta
con que solo se con igue embrollar toda la frase.
Digo esto, porque el Señor Olañeta me ha llamado químico
de la gramáticas y criticastro de todos lo discursos,
creyendo e te huen S ñor que me ha hecho un agravIo en
concederme la capacidad necesaria para analizar las oraClOn s
y los discursos, manifestando en el análisis que no saben hablar
ni escribir, y consiguientemente ni pensar, los que escriben
tomo él.
Como el Doctor Olañeta es enemigo de los análisis, no ha
podido, ó no ha sabido discernir 10 que corre ponde en el número
4. o de la Verdad Desnuda al editor de este papel, ni
10 que solo e del cargo del articulista subscrito con la ~ iniciales
F . M. D. M.-EI editor de la Verdad Des!luda dijo, y
sostiene, y so tendrá hasta el último dia de su vidj, que la primera
defensa del Señor Olañeta es una verdade-a ~ cusaclOn
de su conducta falsa, innoble é inmoral. Lo qu ah ra e encuentra
de nuevo en la .'egunda defensa no pr ba otra cosa
sino que el Dr. Olañeta, por mas doctor, ó por r. as , d?~to que
quiera parecer, carece de la instruccion y del bu~n J 11 1), que
se necesita para no acusarse cuando quiere defelld~ r e. Las cinco
cartas que presenta este señor como documen de Sl honrado
proceder, no son sino cinco testimonios con a u m ralidad.
i Qué dicen estas cinco cartas '1 Dicen que .,,1 eilor Olañeia
era enemigo de la Confederacion, enemigo de J neral
S nta Cruz, y enemigo del órden de cosa, bajo I cual 1 serVla
solo por amor al dinero que se le pagaba. ¿ ~s st o que
hace un hombre honrado? i Es esto lo que hac un b en patriota
'1 . Es esto )0 que hace un hombre que tlele enfmientos
de Jecencia'] o; el hombre decente, por innor 1 ql e sea,
por mal patriota que pueda ser, no se expone jtn18 ue se
1 diga que ha servido un tino contra su opnio Y' contra
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2ú
. conciencla. I ul~n obhgó al Señor Ulanetu á ::,erVlr 10
empleos de confianza que obtuvo en el Gobierno de la Cou·
f deracion y bajo la admini tracion del Jeneral anta Cruz .n
Bolivia 1 i No podia este eñor vivir de su ~rolJia in~u tna,
sin hacer e cargo de un de::,tlOo que solo podIa ploporclOnarle
los medios de er infiel á la confianza del jefe á qUIen servía?
Mientras no alió de Bolivia el Señor Olilñeta, tuvo algnn
pretexto para hacerse cargo de mini terios y de otros empleos
que uponen la confiuuza del 01 .01 mo, sin creerse obligado
á guardar ninguna C01l ecuenclu; pero despues que este señor
estuvo en Francia algunos año, y despues que pudo imponer
'e del modo con que se conducen en todo el mundo civilizado
los nombre. que se comprometen á servir los primero'
de tino poI ítlCOS de las nacione~, es ya indisculpable la
conducta ruin y de'preciuble de e::,te ilustre caballero. Pudo
antes este señor haber vendido á u tia, siendo su secretario:
pudo antes haber traicionado al Jelleral Bucre, que le miraba
como á hijo, y que le salvó de graves compromi os: pudo haber
sido incon ecuente con todos aquellos con quienes hizo el
papel de estar intImamente umdo; y pudo en fin haber vendi
do las confianzas del Gobierno á qUIen servia; pero despues
de haberse hallado en m dto del gran teatro politico del mundo
civilizad, estas traiciones solo probarán que tieuen su jermen
fi cllndÍ3imo en un corazon eminentemente traidor.
Disculpcable fuera el doctor Olañeta, y aun ju tificable enteramente,
él hubiera servido á la Confederacion, ó á los
proyectos dE:l Jenernl Santa Cruz, dn rante cierto perlado
en que él los aproba e, separándose de pues, y aun obr:1ndo
en contra, c'l,mdo se hubiese convencido de que eran ab urdos
Ó peljudicial~s. El hombre no está oblIgado á obrar siempr
del mismo nodo, sino n cnant0 las ideas y las circunstancias
.Han las mi I:Jla ; porque la verdad ra con"ecuencia con 'i te en
ser 1 no c~:m~ecuente consigo mismo. Pero i cómo podrá el Dr.
Olañeta vInCicnr. e de haber servido doce años á un hombr(;
que para él, seQ'Un nos dice, ha sido un tirano 1 Ahora parece
que 1 iere 1 acernos r f que las p f. ecuciones que sufrió, y
el mie o q lit tenia á Santa 'rnz, le hizo siempre obrar como
un im écil. i Pero era Santa ruz un hombre temible para
Olllñ t 1 no era in el juguete de Olañeta, segun lo ma
nifies a e te el los docum nto que acaba de publicar. Si estos
docUJ ento contienen la verdad, Olañeta conspiraba descubiertamente
cont'a Santa Cruz: esta con pi raciones eran públicas,
y el e er 1 Santa Cruz no podia ¡unorar lo que se decia en
calles pI s contra la infidelidad de su favorit ue! que.
u
ut
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201
como dicc D. Elias Bedoya ün uno d 103 documentos; pnbl i
cados en la segunda defensa, m declarado por la voz pú )licn
cómplice en el pronunciamiento del Jeneral Orbegoso y aUl
en la derrota de YUllgay. Todo e to, i vale algo en el jUiclO
de los lectores, solo Pllede servir para dar una Idea mm contraria
á la que el Señor Olañeta quiere hacernos formar de la
severidad del Protector. Es preci o que en vi ta de e tos documentos,
creamos que el Jeneral Santa Cruz dejaba obrar á us
enemigos con la mas completa libertad, y con la impunid d
mas perjudicial al sosten de la Confederacioll. Asi pue , los epítetos
de cruel, de vengativo, de tirano, de déspota, de arhitrario
y otros semejantes, con que el Doctor Olañeta acompaña siempre
el nombre de Santa Cruz, son los menos adecuados al carácter
indolente con que aparece este Jeneral en la mi ma históna
escrita y documentada por su Ministro. E 'te podría pasar á las
jeneraciones futuras como un grande dlplomático, si no hnblese
querido su de graciá que escribiese e tas defensas; pues el verdadero
saber para el Señor Olañeta habria sido cl saber callar.
Dejo aquí la defensa de D. Casimiro Olañeta, dándole las
gracias por la jenero idad con que quiere privílt'se de la glona
que le traeria escribir mi biografia, para cuyo desempeño
le sobran, dice, abundantes materiales, y cuyo argumento seria
fácil de tratarse con perfecciono Pero él agrega que no
sabe aborrecer; y dice la pura verdad; porque para saber aborrecer,
es nece al'io tener sentimientos, y mi doctor jamas lo
ha tenido ni para aborrecer, ni para amar á nadie. El dice
tambien, y con mucha razon, aunque el dicho no sea suyo, que
siempre se gana mas con una pasion menos. Asi ganaría ma ~
nuestro doctor, si perdiera la pasion de escribir DEFENSAS, que
solo son sus propias acusaciones. Con todo, yo quisiera que
le acometíe e In nueva pasion de escribir biografias, para te~
ner el gusto de ver disfrazado en Plutarco al Demó tene~
de Bolivia.
EFECTOS DE LA NUEVA CON TITUCION PERUANA
dada por el Congre o de lluancayo.
El día 25 del pre ente han llegado á la Puná ocho Peruano
eJepulsado por el Jeneral Gamarra, segnn se dice, por
qne e ta per onas formaban un partido contra aquel Jeneral
en la elecciones para Presidente de la República. Los expulsados
sOI1:-el coronel D. Alejandro Deustua, el capitan de
fragata D. Fmnci. ca F rcelledo, D. Francisco Re~olinll; . D
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José del Carmen Gallegos; D. Juan Gallegos; D. . Noya;
D. N. Nestaris y D. J. • Céspedes.
El coronel Deustua vino al Perú en la expedicion del Je··
neral Blanco; volvió en la de Bulnes: y segun el testimonio
unánÍlue de Chilenos y Peruano, fué el oficial que mejor se
comportó en Guia y en Yungay. Despues de esta última batalla,
marchó al interior, é hizo una capitulacion con el jene-
1'al Otero, por la cual se le entregaron las fuerzas que quedaban
enemigas; y e ta capitulacion fué de~aproba
Citación recomendada (normas APA)
"La Verdad Desnuda: periódico político y literario - Tomo 2 N. 13", -:-, 1840. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3682007/), el día 2025-05-03.
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