LA
Rl
VERDAD DESNUDA.
PERIODICO PO'.J1'[CO y LITERARIO.
Este periódico saldrá a luz los dias 1. o y 16 de cada mes.
7'endrá 24 pájinas, yel precio dI! SUbSC1'ipcion por doce números
(J ol"respondienles a 1m semestre, qw: se pagará adelantado, será d .
de tres peso. Cada númet'o 8uelt,) valdrá dos y medio reales, y se
vendt'1'án en. la tienda del Sr. Letamendi. Los St'es. qU6 quieran
subscribirse, podt'án. ocurrh' á tst" imprenta, en el concepto que
lodo ntÍmet'o se les entregara en sus cast!S.
G AYAQ.{;IL ULIO J6 DE 1839 .
.I11tículo del .1 ' EO DE LA LITERA'rURA EX"'R NaRA, alterado,
cOt'rejido y autnent~do Ijar N. JI. L. U.
1. LIBERT/ 1>.
¿ Qué co a s I ibertarl? De buena gana quisiera que alguien
me diHa unll rcspu . ta Iltlsfdctori a ta pr gunta -y () he procurano
e. tnrhnr m dianam nte mi idi ma, y entl ndo tambi n algo del
latin, la I ngua madre; puedo le r en el orijtnal las bellezas de
'olt'iire y la de Cano os, las de Dante } 'h ke peare; he recor·
li 10 las trll o\l ('cwne de los ffil) e' lebr ,8 é. culore griego, alema·
~e y fU O. j IJ ,ro lIév me el diRblo si en r" nguna de mis excursinrlt'
Itlrnril\s, que a d Ir v rdad no han SIdo pocas, me ha sid
tlah e compr ndpr el signlficlldo de e ta palabra LIBERTAD. Algunos
la han Cll nlallO hasta en poemas épicos; otros la han prEsentado en
la s ena, hacIéndola sucumbir unas vece y tri,Hlfar otra; y hasta
la hH plJf lo ~n ridlculo n la comedia fmoces el injenio de eri·
bp.- inalmenle ni Locl e, ni Black tOD(' , ni Montesquieu, ni Salas,
ni tod lo pubhci8tas nielo diversos diccionarios de Jobnson,
1. oi e \ T a,ker, y de las academIa , ha~ satl ti eh mi deeoo de ea
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6jue debe entender e en este pkaro mundo por libertad; de m:laeru
'1ue me he quedado en la misma ignorancia y con la miaffl'l cmi ·
eidad, en que antes staba. Y no se crea que ha si do por falt f1 d~
estudio, ó de dilijenciaj segun se verá por la ampldicaclOn que voi a
hacer de lo que ya dejo dicho.
E taba una vt'Z en el campo, pasando un dia mui ugrad ablj¡
ccn varias niñ'lsj con la franqueza que siempre reina en sem Il\ntf'S
paseos, alborotndo como los dema y quizá uo po o mas a cau. a de
mIs pocos años, empezé a decir algunas lisonjas a una morenit:¡ viva
y agraciada; y como ella j qué picaras on las de su color! no
manif,· tase repugnancia a escucharlas, se fue calentando la partIda
ha ta que creí deber envidar el r6Oto, y en uno de nuestros inocen~
tes retozos por uno de tantos bosquecillos, me atrevi a agarrarla me-o
dio de por fuerzA, y vetis nolis, en una de sus dos meJilla, qlHt
hermoseadas amhas por el pudor, estában convidando al omor, le
planté el mas sabroso beso del mundo. j J sus! j nunca lo h'lbiera
hecho! En el momellto se convirtió en furia, ni sé si de burlas ó
de veras, aquella dulelsima criatura, y me dió un b(l~ t6n, diriénclome:
"es U. demasiado grosero en tomarse semejante libe,·tad ." ¡'ro.
te! dIje para mi; s( gun la linda Cdrmencit, libe, lad es sinónimo
do grosería.
Otra ~ez estaba tomando un polvo de mi caja (pues a pe'lar
de qlJe cuento poco mas de los dos torcios de In edad de Cri to,
u o caja como propia poro dar importancia y cierto aire de dIgnidad
a la persona), y se me acerc6 un caballero a decirme si le permitia
tomar&e la libertad de pedirme rapé. Segun e te, observé para mi
capote, el supfemo bien, que se llama Libertad, no es, ni mas ni menos
que un polvo de tabaco; y aun el creeré que la mejor constitucion
del mundo no vale un ardite c(,mparada con e too
En las sociedades que me gusta frecuentllr, ob ~ervo que In
tertulia esta muerta y triste la convers clon ino se habla con libt:
rtad, sino se cenanran las tI \qllezas del prÓJimo, sino se criticRn
su defectos, sino se ataca hl\ ta su probidad y sellclllez. De aquI he
oreido deber inferir, que libertflrt sigOlfica lo mi mo que murmtuacion.
En las r públicas americanas, como en las monarquía europeas'
veo, y sé que se xiJe pla ta, por vla de contribucion. a lo 'lile la
tienen, y tambien a lo que apenas tienen un peso, para o tener la
libe,·tad; y como se dice que en paise mui lihremente r staurados
y mas libremente rejidos e saca al eft'cto el dinero a fIJerza de azo·
tes, alcanzo de ahi a colejír que son una misma é identica cosa
libtrlad y o:otes.
En algunos de los estados del nuevo mundo (creo qu~ en lo
del viejo, sea por mas viejos, ó por mas morales, no se prA ctica otro
tanto ), he notado que se intercept' la correspondencia familiBr mas
sagrada, que se public la mas indiferen~, que de todo hecho s.e
~can las consecuencias mas disparatr¡rlas por convenir así a IR lt -
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i)
t ·)
bertll! , y d ~ 31'Ji ~ e mo hn Rgnr Ido que liIiel'lad e~, ni mas ni menos,
la lllas e~ eanda.1 ' '1 ViO,lLcÍCll de la 1JropiedrLd, de 1, confianza
y tú. decencia.
. En algunas ue las liberAlí. ¡mas República del h " mi ~ forio oc·
Gid ' ntal, se tlsa Ó mas bien ,e abus de la imprenta; se in ulta sin
pudor a los h. mbres mlls benemérito~, se cal umoia a lo mas probos;
so e~ c\Jdriñ 1 , y se S'lcan a fJl aza publica hasta los actos de la vida
privada que en todo p ~i:l clJ lto se miran como UII .tntlJario impene·
trable alojo profi no; todo bajo el pretl'xto d hacer triunfar la
causa de la libertad; y Aunque se rep:He el daño Ó la injuria hech
>l, corno la calnmni¡¡ siempre deja ra tro en pos de si, el ca lummado
se queda cKlurnniado y se dice qne \'ale mas esto que perder
una de las s dvaglJ ardias de )a hbetbd. Por esta regla, he dicho para
mI, ¿ quién. abe si libertad n·) es lo mismo que escandalo, calumnia, -
y concu lr.af ion de lodas las leyes de la moral? .
En Francia en nombre de la libertad degolló Roberpierre
mllllues de vktim as, sacrificó Napoleon millones de hombres, y hem
s VIsto m t nza y trastornos baJO la República, bnjo el directOrio,
bajo el imperio, y Hun despues de la re taurflcion. Con este conocimiento,
desearia me dijese alguno si liberta.d es Jo mismo que de¡
OllaClOn ?
En lnglatf'rra cada lino se cree un liber horno ¿ y cual es la
oonsecuencia? Qde I tal hombre no cue ta con un momento suyo:
os eschAvo de S\.JS nf'gocios, de BUS preocupaciones, de los diversos
~argo8 públicos y grtl tultos que impone la leJislaclon inglt's'l y que
e ta le obliga a desemp ñ ar a costa del sacrificio de su fortuna, de
su repo o, de su salud, y de su libertad como Coroner, como Juez
como lejislador Allí ha]) el imperio de la lihertad, es tal el peso
de 108 contribuciones, tal • u multiplicid !ld que.Be paga por la luz
y pur el airc; y la jente se muere materialmente de fdo y de h8mbre,
aun en las call f's, ape"'ar de lo much que se pag;1 para mantener
a los pobres. En España por I contrkrio, b j el reinado y en IHS b:ubas
mismas del despoti mI) todo' comen, bebe vino, rien, cantan, bailan
el fandango 6 las b(J If'rlk, nn a los 1(lr oS hasta )0 mas e ca 0.-1 de
pf'cunüI; apena saben, en lln, ,i hai g bi 'mo, pues que no sienten
su acciono
En la Américn fltl (lrt,., los C!'1 1 os 8C1ricultore y lo f ib riles
enti nden la ltberlad de mUl divN'¡() modo, es dec'ir, que lie-
'IIn opla el vientú n rte, 6 el viento SI r d su intere~, «('1 (h nduy
no se conoe e alli, Aunque tarnbi ,..n Ilay viento de o tf') así
opinan en cuanto a las vitales medirla cc n6micIIs de la h~Jis latl)ras
de la unioo. La imprenta, y las demail t itllcion~ emanadas rl la
Inglaterra, ofrccen alli los mismo ioconv"n ientes. Hai adornas arn
y clavos; hai ario tocracia de dinero; h , i cspiritu de partido, j pero
, ué fuerte, y que de com~idamente se pr oduce!
.E.ntre mis popelejos ( aunque no te'ngo In presuncion de creer
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que sean semi-enciclopédicos) me he encontrado la siguiente curlll
Id Id. El pr~sldentú Juan Adam, des o. o de cO!Jgracl:Jrtlf' con los
federali t 'l~, y 8010 por e te ID tivo, qui o deth' c r~e de Timoleo PICkering,
su s crctario de estad , y le e::cribió un vlll ete conceLldo en
e3tos términos tan propios de la Lacor ia: " Señor: Coo(lchmdo la D'eeesidad
de hll cer un cambIamIento en la adlOlOlstracion del dep;lrtament
de e tado, creo conveniente diriJir a U. el'ta comuni<:a'cicm,
para que t nga la oportunIdad de renunciar el de.tmo si gusta. Deseo
que U. wi rno desIgne el día en que ha de eJecutllr su renuncia;
m~s aguardo lA e( nte .. tacion antes del lúnes por In mhñaoa, porque
el nombramiento de su sucesor (¡eb' ra comunicarse al 8 'nado IUf'go
que comlenze !lUS secciones -Soi &.c. "-Sorprendido Plckering, contestó
así: "Desl'u s de fl fl xionar d tenldamente ,obre la ab rtura
,que U. c:e ha servido hBc rme~ encuentro que no debo renunClar."Una
hora deQPues, el pre idente volvió a escribir Jo que ¡gue a • u
mIni tro: " Diversas cau as y considerllciones esencial es el) la adminJstracion
del gobiern o, requieren, a mi ruodo de ver, un cf'm bi , .
miento en el departamento de e: tado; y por Jo tll.nto queda exonerado
{J. de todo servIcio ulterior como secretario de e tado.-Soi &.c -
j Exonerado se quedó! No hIZO ma~ a fé mia )\lr de VIIlele con
Mr. (!e Chateaubriand, su cólegn en la admini tracion, cuando le i ¡tim6
de buenas 8 primeras, en nombre de Lui 18, que desocupase
en el acto el ministerio de relaciones exteriores. Es decir que lo
mismo sncede a veces en la tierra cl!lsicu de la libertad que en un
pais semi:...desp(,tiza tto, como lo e tabn lo. Frnncia de a'lue! tiempo.
Si por medio de 1 s periódicos, no eventuales, me pong\1 , r
conocer el muncio de 'de mí gabInete (porque me gusta lucerlo 11 1,
libre de todas las Carntlrras gastos y Ulolesti"s que tra 'o COIl juo
los viajes ), el cll entro la miSIlI! ¡ma difl r{'II('11l ('n 18 acepclon (~ ne Ae
tia a la palabra libet'llJd-Efectivllm ntl' CIJ IlIglntf'rra unos cr f~ 1
ue d soe que. e promulgó la Jt ·! ch· rt'formu pllrlatllent¡< f1a. e ocabó
con la lib e1·tad, en tanto que IItr H Slln de beutir quo (lItonces
solamnnte comenzó el rei nado de I IlbHrt· d. Lo uno u. ientan que
la hb rtHd nunCA Rera conocida alll mientras ub·i:ta la pf'na de
muelte para ctJlIl uier d lila fllHn del as 108tO, cuan,Jo otros ostienen
«ue .:em ¡ante ca tigo es incitspensdble n un p¡¡is donde I
caSA de ('[¡ un ('1I1daoullo e tl cnstd!u qlle no e plle,i a altar y
que I pr4lpip(}a .1 (S tlln s¡lrrrada 41) [lO pueae .er ataC'arla .In in cttl
rir .11 d id ¡mo s .. plu·jn pue:-Io 'lIJe e vI I/la 1. hb rta« en Sil mlSr
a fu .ntr. Eu F"pañll, n FTlII, c iu, ~n ProrlClJ!!l1 (~in h'iblar de la
h r rnO::8, de la ti .s hehllda y el Ji'nf'rada Italll) ha) do paltl',O pOu
¡itic ~,~Ile (lml; te un 1 ('on ttro por l¡¡ i1b 'Ilad . tu (~ I prImero
de esos paise., la IR H'n díVldidH n bandos, UIlO por la Rein y
otro por el pret udit,r,te, p J a cnn bal hllro ncn rnizamlento • sc
ti güp\lan lo. IIn n lo (Jtre sin c()mp~i()n n numbre Ile la Ilbu.
~d.- r~n 1 - CJlIlld • ti c"n l· s ltU s 'que 11 liberta d h y6 df'1 ~al
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~tln II nri'lue 5 Q n t, ntn que otros pu·tenden tlue ]a h'm sentarle
-sobre una basa lOCOllffi(1 Ible en el cambiamiento de dina tia. En el
t rc ro I s p"rtldarlos do Don ¡\liguel sosben n que la causa que
ellCls dlfi,.nden es la de la verdadera libertad y de la relijion, al paso
que los nia de GrandeF, :e j~nera1es, de miembros
de todos los Von ejo~, y de altos Dig atarios de todas las órden.
s.
Al cllbo de un rúlo bllstante largo flJ ron illtrodllci llos al Tri:bunal,
salon ancho, oh curo, y cuyas e trechas ventanas tocaban al
cielo raso. Por todú aj uar encontraban allí una mesa y dos sIllas pa-ra
los guardias del secreto re(l, y unos bancos de maJera para elloso
Un gran crucifijo se eri,ia amenazador balo un do el negro. Los
famIliares de la Inquisicion, el Duque de, Abrantp.s, el Conde de Mora
y otros grandes de E~p a ñl, concurrian como hermanos sirvientes, ó
doméstIcos con la cabeza de:-cubierta y sin e pada. Al lb compareció
el reo acompañado de hermanos ve tId08 de negro de la cabeza
ha ta los pies, y caminando con la "i .ta btlJa, las manos juntas,
y arrnados de cirios v rrl cs. El pac:icnte, que traia una casaca
color de aceituna, un calzon blanco, y medias de hilo, llevando los
cab 1I0s atados por detras, tomó as~cnto en el taburete que se le. '.
habia preparado. K te hombre era el elegante Conde de Olnvide.
Luego que hubo ocupado su lllgar en el banquillo, procedieron
los secr tarios a la lectura de las acusaciones producidas contra
él, que no duró mellos de tres horas: Jos cargos llegaban al número
de ciento sesenta y seis, y aunque seria demasiado larga )a
enumeracion de todos ellos, algunos son mui caracteristicoR para pa~
sarlos en silencio. Acusa ba ele de haber dado colocacion en su biblioteca
a libros infames, como la .hJnciclopedia, el Diccionm'io de
Baile, E:'I espíritu de las leyes de Monte qUleu, a los escntos de
Voltl\ire y de Rouseuu. En cunnto a Voltaire su crif!1en aparecía
mas gr "ve por haber solicitlH( su conocimiento personal y emprendido
expresamente al efecto un Viaje a la residencia del filósofo en
F rney . Ademas . hllhlll r cib ido una carta de e te en la que so encontraba
e ta frase: "seria de desear que la E paña tuv iese cuarenta
per onas como VD. "
" OigR el Fiscal lo que quiera, exclamó el acusado al escnchar
la conclusi Ii ti cal, yo no he perdido jamas la fe." Esta exclaITIacion
<}ueCó sin r puestA, y de la enunciacion de I s crlrnenes
se pasó a la lectura de la sentencia. El conf¡ sor del reí, Eleta, y
muchos mi mbros del tribllnal de la inquisicion habian iusi tido rOA
irlhumllnn ard r s bre la necesidad de dllr un golpe t rrible, entregRndo
el culpobl fl 11l§ liornas. Sil díctamo • tuvo a punto de triunfar:
la hoguera de T r~ueOlada habria vuelto a levantarse victoric1s6
cn J 77 , a no bab r sido por la intervellcion del r '¡ Carlos S. o
n favor de u antiguo ecvldor: ffi!\S si el monarca tuvo p OÓf:T bastante
para sa lvarle de In muerte, 8U inflUjO nu pasó mas alla, pues
no pudo I reservarle de la infamIa.
La p nn i m plI ~ta fu ~ tI! n e"túpida (;n UI!I pormenorcd cuant.
atroz en su rigor. Dlldo por convicto del crimen de hereJia, 'OlavJd"
fue con rlenado a ocho años de reclusion en un mouasteriQ, dond •
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¡ojete ulla regla eV(f8 y Dlln Qin númp,ro de mortiRcacinne!l, (le,
bía aprender de memoria el catecismo, y leer xdusivame/lte el inC'rédulo
sin excusa del padre .seque1·i y el símbolo de la fe de frai
Luis de Gnnada. Corridos e tos ocho añús d lr.a vIVIr desterrado a
'0 leguas de la corte, tle las residencias reales de Sevilla, de la
colonia de Si rra Morena, y de su patna Lima. Despojósele de todos
sus emple s, se le decl aró incapaz de ejercer nJllglln otro ea
lo suce.:-ivo y eXl!luido ce,mo indigno ann de los menores favores del
trono. N o se le d{~ bia permitIr el comindr sino apie por 1 re. fo de
sus dias: prohlbiósele el uso del. caballo, y ~e le prescribió no vestirse
mas que de telas bastas y oh~cura ; y si e le indult:> del San
Benito, \ y de la CUlTda de e parto, que los herejes dt:blan ll evar al
cuello durallte su Vicia, solo obtuvo e a gracia por respeto a la órden
de SantiAgo, con qlle estaba condecorado.
Ol avide se desmayó al e.'cuchar la sentencia, cllya lectura se
. susrlflndió cliritatlvamente ha, ta que volvió en sí En seguida se le
obligó a abjurar sus errore, y cuatro s cerdotes revestidos de sobre
pelliz entruron c()n vanllas ell la mano y le sacudieron repetidas veces
con ellas sobre la espalda durante el Miserere que se cantaba.
Concluida esta vergonzosa cerem nin, vol.ió el pacIente a su prlston:
los lnquisidúres salieron en silencio desplles de baber saludado R 108
espectadores, que por la mayor parte eran antigtlos amigos del Conde,
y hombres sospechosos en la fé. De este número era el celebre
Campomanes. Terminada la ceremonia se rttiraron con el alma pegetrada
de terror, con la dlscrecion en los labios, segun la xpr sion
del testigo ocular que nos ha referido las circunstancias de el3te famoso
acto de fé.
A mas de los datos que contiene sobre las prácticas y las
formas de los procedimientos inqui.ttoriule. , es util con ignar1o, por
'Iue fué una de las últimas víctimas dl·1 e plritu de intolerancia y
.le tinieblas. El hizo mncho ruido en Europa, obre todo en Francia,
y Olavide no solo fué mui honrad , con este motivo en el mundo
filo fico, sino que su nombre resonó acompañ do de alto resplandor.
Habiendo recabado a los do años de su cautivIdad monástica
un permiso para tomar baños, aprov ch6 un descuido de su vijilantes
para e caparse y ganar el territorio de Francia.
Las borrascas rt>volu c:ion ll r18S e tall aron; mlls lejo de ufrir el
anci llDo d terrado en lo menor sus con cuenci s, logró por 1 contrlllio
un nu vo triun fo. La onvencion lo declaró ciudadano adoptivo
de la RepubIJca francesa, título gl rio o que sus ppr tcuciones
le atrajeron. Retirado en una casa de campo a la m'lrjene del Loira,
fue arrestado acia el fin de la época del terror, y pas algl)n
tlt'mpo en 188 prisiones de Orleana, donrle eS,cnbió su celebrada
~ obra del EtJanjelio en b·iunfo.
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ACTA que ~rueba que D, n .fIgu tin Gamarrn fue él primer~
'flJe tI (J tú de hactr la el 'TIfetle,.ar.il'n P , t·Ú R"livianu, bojo ll¡ Proteccic,
n ti e Den .fJndres ~(J11.ta- (ruz.. /; ste dort me.nto lo verá 'oriji
flal el qtra comlOnt'fse de trl's Est <1 d()~:-Bo!ivia, Centro y
Norte, y que el jeneral D In Andree Santa-Ciuz los presidira todos,
y ssldra gaF6llte al mis m titmpo de cuanto e el'tipnle sobre aquella
base.-F.n segllida los SS. comIsIOnado del 'ejército d 1 SlIr pasaron
i3n conte 'tacion IIna nI) va notfl, n l'g~ndo e a admitir la base propu6e ..
t , Y presentando por u parte la que s.igue,-Reconózcflse por el
ejf>rcito que ocupa actualnH'nlf> la CIudad de Tacna a S. E. el Pre.
jd( nle Pr(wi mio de la Hepublica y hagá .:e ig\lal reconocimier to
pI'r tod as In fu prza q\l 1 cupan los departamentos oe Cuzco, plJo
o , y Arequ ipa '-El Sr, rl mi iODarlo n vi tll de la n ta en que
le fué dir1.1Ir1a c~ta ptf'pO ¡Clon, dlriJió al in ~ t..nte \Jna Ultima comuniclIci
n d clara do no s(·rle posIble aceptar la base que en resp uf:sta
a la suya eco baba de pr()pon~r!;el(', ni srrle dndo por conRiguietlte
e cuchar (.tra alguna secun dbfia, y ofr ciendo cumunicar a su JeC
(.) Esta R. y esta P. que se hallan en el do~mentfJ orijinal no
. qUieten decit· R estaut'acion Peruana, nt Re"erenda Pet fir/.i'lJ ~inq 8~públim
Peruana, segun n~8 parece.
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no
aq1lellt y todll~ las demas que se le hiciesen, comprometién,io.e úni
ca )lente por su parte a solicita)' tod'1. clase de · tr(jnlwcifm que no se
0pl/sie.·(¡ al lU'ft,'o y d6coro de sus compañet'os de m'mas y de lr~ cal4
SR que han nbrazado: por conclusion, los SS. comí innados con~iderancio
la Hnpo ibihdad de seguir negociando sobre b ses inadmislbl s
por ambas parte', hICieron verblllmente al !"r. comisÍtlnado toda las
propo,iciones que tuvieron a bien, cerrando con esto la eone rencia,
q,ue firmaron y fué autorizada por los respectivos secretarJOS -Camito
Carrilto- B Escudero.-M. Ros.-Baltazar de PierOLa ,secreta ,.
io.-Miguel Zaldivat· ~ec,·etario.
HORTICULTURA
Modo de cosechar' de los Restauradores del 'Pcril
Lima 1\1ayo 30 de 1 :19.
Las huertas de Lima y sus contornos, p:¡rticularmente las si-tuadas
del otro larlo del Puente, que las tropa Chilena conocia
mejor, por haber entrado y salido srempre por aqllel camino de la
Capital, h n sido las propiedades que mas han sufrido de Ills rapiñ s
Chilenas. Una tala, por deCirlo asi, organizada, ha despOjado de sus
frutos maduro3 y verdes a todas e:-tas arboledas. Partidas numerosas de.
veinticinco. treinta, cincuenta y hasta ochenta hombres reunIdos del
e¡ército Chileno as Itan en medio de! día por lad pllertl\s Ó por las
buults esta huertas, y con una impudencia sin ejemplo hacen la
cosecha de las frutas. -
Despues de rellenar con ellas sus s CO?, y todas SUB ropaS",
ha sucedido varias veces que los soldados so rlespojaHen de BU calzones,
y atRndolos de las bocas de los pies los hayan rellenado con
1m despojos de sus rapiña. Así cargados, y en grandes partidas regrcs8u
publicamente de muñ:tna y de tarde, como haciendo gala de '
sus robos.-Se ha visto con escandalo en uno de 1, s primeros dias
de i\ia-yo a cinco 6 seis soldados hllenos entrar por 11\ calle de
San Lll zflro a las dos ó tre8 de la tarde, arra~traDdo IIn arbol entero
con tronco, ramllfl, y frutos. E tos d salmados grit ban de v6z
en cuello, que mientrRs no Sfl !es pag:\ e lo q\le se les debia habian
de robAr a los cob",rdes Perl4anos que h binn lib rlano a precio
de su sangre, hasta que lloviese azucaro Un hllertero Don M'lOuel
Hous, ex-oficial del M mi. terio de Guerra, q11e no tiené otro recllr o
para Sil f'ubsistcncia y la de su familia, que el produd de la fru tll
de su propiedad, y que babia ido ya ca~i arruinado : para todo
el :.ño con las expediciones chilenas sobre su huerta, se determinó
en fin a interponer su queja ante el jcn.!al BlJlnes El Jeneral de
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pues de escucharle con gran ¡ndifi rencia. le dijo que cuando fuese
b t ca fla su huerta viniese a dar! e pa,'te para manda?' un oficial,
Replicó Bous que el remedio seria en tal ca o mui tardio, atendida
la distllncia de mas de media legua entre la huerta y la casa de
su Señonll . El jeneral le dijo, que no podia tomar otra medida ni
queria molestar a la tropa con un servicio extraordinario como el de
patrullas en ob' equio de uno ni de muchos individuos. Con tal respuesta,
Bous dijo que si lús soldados continuaban sus latrocinios,
y no teniendo ya fruta que sacar, atacaban, corno era de temer. 8\1
casa y su familia, podría oC'lrrir alguna desgracia, pue to que él ten
. dria que dr!enaerse. A tal observaclOn d jeneral volvió bruscamente
la espalda al querella nt!', diciéndole en tono agrio y amenazante:
ya se gUllrrla,'á U. muy bien de hacer tal COBa. (-) El mayordomo
de la huerta del Señor Pala cios mHtó a un soldarlo chileno el ) O 6
] 2 de Mayo con un tiro de caravina, por no haber cedido a sus
amenazas y Ilenadole de improperios, y tirandole pe radas en union
de 8US compañeros que se ocupablln de liaquear su huerta. E 1 ~oldado
cayó sin vida de un árbol; pero el ma' ordomo fué inmediatamente
encadenado y arra tracio a la carcel, donde se le estaba juzgand.
o corno homicida. Se amlnCla que mui pronto sera ejecutado.
ECONOl\ lA POLITICA
DE ~OS RESTA{IRADOHES 1>EL PER
ó sea el art , de promover la rique a nacional.
Lima SO de Mayo de 1 59.
Han sido gravados por un decreto del jeneral La· lIente enu
dobl derecho todos los frutos del país que adeudaban alguno. y
se IC3 ha impue lo uno nuevo a los que eshban Expnto como la
sal, EZucar ¿re. E te nuevo gravamen den(lminado dererho de arbitrio
d .be recaud arse p r I tribunal del Consulado en Llrua y por lA
adua en el re lo d I t rritorio. E tos son Jo fondos creados p' r<.\
la am)rtízacion dt'1 segundo ompré tIto señalado a la provinCIa d
(.) Ya se ve que hnb" ia sido en un peruano la mayor insolpn
cía dd mundo atreverse a resistir la agresion de uno de sus reslau,
rador . Pues quP, ¿ se viene a "eslaut'a1' desde tan lejos,' pa'ra q'le
sn lU€-or de tomar la restouTacfon con buena voJunta el, la r.pei an
con ln fuerza ? Esto es se)' mal ag)'adecidos, imbécilea y crimmal~
tl e les restauracion. Que "'e)'on por ende los '·&8laurado.~. .
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9!
Lima qlle asciende a trescientos mil p so" y que se ha f'xijldo un
mes despues de haberse realizado otro de cien mil sobre el comercio
de la capital.
A con ecuencia de esta n uev a y gravosa exaccion sobre la
industria, para la que solo se concedió el plazo de veinte di tencler C(ln titulos de infamia arrancar los lauros que se
deben a la virtud -Todo el que conozca bien a Don Casimjro VEra
en él al ciudadano sin opinion, al hombre sin relijion ni costumbr~s ~
al que desconoce toda especie de afecciones, al sectario del in iferentismo
mas absoluto en el bien y en el mal, cuando no tiene re acion
con u prnpío indlviduo.-Tal se le ha visto en todas las ro·
miRíones que ha servido, en todos sus empleos, en las c rtes de j sticia,
en I1S elevados puestos junto al poder ejecutivo, y 811n en m
vida particular. Es el hombre que jamss ha formado plan que .eguir
moral, político ni social, 1 menos ha mllrchado por alguno de
los sistemas conocidos. Es el hombre del momento y un verda e·
ro Protéo. No ama ni aborrece, ni Re entristese, ni se aJegra por rtaJes
ní por dichas públicas, y en una palabra, no conociendo otn s
8 n ~cion 8 que las que turban 6 favorecen sus goces es el mas co ~
pleto de 108 egoístas; puede definir e: un hombre SID corazon ni cabeza .
Nosotros estamos autorizados para de mentir abiertamente lS
calumnias, y empeZAremos por decir, que toda la historia que nos curota
de Jos trat:.dos del año de J 882 celebrados entre el Peru ~ •
Jivia, anécdotas del presidentE' preveocion de elecciones ~c. e8 fd·
SA, falsisiOlO, sin que haya mas verdad que el hecho de haberse cee·
brado los tratados de paz y comprclo en Arequipa: de estar emreñado
el jeneraJ Santa-Cruz eD que fltesen .~probados por la repres
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!5
·tscio n fla l ional, para mallifestar con ellos. por la razon misma do
que no Nnn muy ventaJosos '8 Bnlivitl, su eficaz deseo por la paz y
armonia fntre ambas repúblicas, contra la enlll'jecidfl aml)icion de
Clue hoi Jo acusa su pérfido Mini tro. ¿ Y fué menos interesado en
Il aprobacion el JenerRl Velasco? Fué de Jos mas empeñados, no
por interes público de u pllj~ ni del ajeno, sino por el propio de
~l , ber sido Sil deudo el eñor Aguirre, autor de ellos por parte de
B.,livill; por una afeccion ersonal, por la que se dirlJen y han diri)
ido muchos negocios en esta República y en la del Peru, y aun la
mi ma revulucion de BalJiv ian, oriJen de todos lus ma les que el Señor
Olañtlta quiere atribuir a I administracion de ~t.1nta-Cruz.
Es enteramente falo el rel· to de Don Casimiro sobre el proyecto
de facu ltades extraordinarias, las cóleras, amenazas, renuncias,
destierros y demas drr'gas con que quiere trabajar la famosa compo-.:sicion
de su gnn importuncia. No lo es menos cuanto supone en
boc del jeneral S Inta-Cruz en sus figurados dialogos, y esa influencia
del Señor Zublria en el gobierno boliviano, que jamas la tuvo.
En el mismo taller hJ forjado eS8 proseripcion que encabezaba el Sr.
Luna Pizarro, y en la que jamas pensó el gobierno de la confederacion,
que no temendo motivos de desconfianza de este señor, lo
ha considerado siempre como merecen 8U patriotismo y sus luces.
i Q'1é ha tenido que bacer el Sr. Olañeta en favor de familias ni
pro . edades, cuando en la administracion de Santo-Cruz no han tenido
lugnr esas supuestlis ~roscrjpciones y confiscaciones, que fueron res rvad
como heroicos renglones para la ominosa historia de los res·
taurt.dor es del Perú, y ~lIS im1tad. res de Bolivia? l A qué hablar el
traid r Ministro del ilustre jeneral Quiros, cuya sensible muerte ha
sido una pérdida grande a la patria, y cuya lealtad y aptItudes lo
l~ñ8 ban como uno de los mas dignos defensores de 8U suelo y
come uno de los mas distln uidos peruanos? (Por qué se atreve a
supo er acuerdo con el Señor Garcia del Rio, cuyos talentos, honradez
y principios Jo aleJ o tanto del indolente y falso Olañeta? y
8n a palabra; ¿ por qué prostituye, deshonra y manciHa las voces
-ti elLiad, pureza, y cOlJsecu ncia, mezclán iolas entre una ilacion de
ealunnias de que Coi out r, y de traiciones, de que se jacta?
El Sr. Ohiñeta trataba de presentarse como digno cólega d.
los revolucionarios de Bolivia y e preci o confe ar que ha sabido
adornuse cún Jo colore ma propios para imitar a aquellos ,héroes.Una
le las rnuch ,¡s y era as mentiras de que abunda su folleto, es
aquel de no h.tb .r sido de los primeros que 8bandonaron el campo
dE: Yungai.-EI jeneral Santa-Cruz lo encontró algunas leguas del
tlitio e la bat1llla cuando se retiró de él. Nunca este jeneral prohibió
a Do. CasUllIfo la vuelta 11 su país, sino que por el contrario,
p 'rtla y 6uplicnba él mismo e n frecuencia, que jamas se le de tinase
a Bolvia porque no se corrveDia con la Sierra, porque no quería vi-ir
01 Sil fami lia y porque ,lo le agradaba su vida epicúrea en la
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1
9f)'
capital de Lima, Ó 108 desórdenes que c elebrnba de su pasados d l ~
en Europa.-Son igualmente falsas las anécdotas que refiere del Pacayar
y la célebre protesta de que primero se cortaria las manos
que autorizar providencias contra sus amigos los revolucionarios. Esta
heroicidad c6mica del verdugo de Amsterdan no podía er imitada
por una alma de tan bajo temple como la que anima al Sr. Olañeta.
¿ Ni cuando se le ha visto con esa fibra que ahora decanta , ' con
esas enérjic8s obRelVHciones? ¿ Cuando con ese ¡nteres por arjentinos,
'peruanos, chilenos ni bolivi anos? Incontrastable en BU indife-rentismo
Ó indolencia, y movido IInicamente por su propio ¡nteres, ni
él h il sido abogado de nadio cerca del gobierno, ni era necesario
en la administracion de,.Santa-Cruz mas d fen sor que la justicia y la equidad,
y ' nnte ella el Sr. Do. Casimiro no servla sino de enjendrar des-
. '. confianzas y presentar reos.-¿ Quién ha escrito mas al Jeneral San-
. ta-Cruz contra el jeneral Orbegoso, contra Ballivian, su señora, Ar maza
y personas respetables de Lima, que el malvado O'añeta? Pero que
hai que extrañar del hombre que se del ata com,., reo contra el gobierno
de su patria ante uno de los gabinetes mas ilustrados de la Europa?
El ministro de Bo.livia cerca de S. M. el rei de los franceses se
denuncia como de~terrado de su pais por desconfianzas de su gobierno,
y da la ultima prueba del desprecio con que mira su propio
honor y lo exacto que es el oriJinal al r trato que acabamos .de
bosquejear. El figuró en la corte del gran Luis Felipe como enviado
del gobierno boliviano,. y e mo tal celebró tratados y recibió la8
honrosas consideraciones del monarca frances, y las atenciones de
sus distinguidos subditos. ¿Pudo Olañeta figurar en París como desterrado?
Pudo obtener atenciones como un traidor arrojado de ·su
patria? ¿ Podia celebrar tratados como un deportado de Bolivia ?
( Recibió ]a condecoracion de la lejioR de honor de Francia como
premio del ostracismo? La verdad es, que si el jenernl Santa-Cruz
hubiese conocido bastantemente al Sr. Olañeta, no lo hubiese jamas
investido con tan ilustre misiono Sin ella hubiera apaMcido el hom·
bre que es: ordinario y de una groseri,a que lo rechaza de la so·
ciedad .
El Sr. Olañetll con BU admirable defensa ha llamado la atencion
del gobierno restaurador del Perú, y ha dado 8t~as contr Bolivia,
y lugar a cargos y recl amos con la fal sa relacian de su folleto,
que ya le llaman importantes cles/'ub,'imientos los e critor de.
Gamarra, burlandose de la p rfi día de BU autor al e cribir en uno
de los Peruanos que dan "gracias al Sr. Olnñeta por su franqueza."
Este insigne ministro ha presentado en su defensa la mas f'lEtraordinaria
de las acusaciones. Ha olvidado al defenderse in set
acusado, que la satí filccion no pedida es acusacion manifiosta, y al
¡; confesar sus crimenes DO rf'cordó ciertamente que la confesian de
parte rel eva de toda prueba. Lo mas orijinal es, flin duda, que el Sr.
Qlañt.tll nos presenta con su manifiesl~ esta justa y precisa cODc11l
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J
97.
edon: el presidente de Bolivia y protector de la confederacion s~ria
criminal si hubiese sido cual lo pinta 8U ministro; pero este es criminalísimo
hllya sido mala 6 buena la arimlOi. traci"n de Santa-Cruz.
Si mala, p rque sirvió los alto~ puesto' que le dieron, la gran parte
que toca siempre. a los secretari s jenerales y ministros en los actos
admmistratlvos, y porque debió renunciarlos, y aun desertar del gobierno
~in los vanos temores que sacrifican siempre a su buen conceJ.
lto y opinion pública los verdader.os patrlOh, Jos amigos de la
libertAd-Sl buena, porque se confiesa traidor a ella, y resulta )a calumnia
de un buen gobierno. As} es que el jeneral Santa-Cruz calificado
de mal gobernante p r BU ultimo ministro no puede apare-Ct'r
tal sino despues de juzg do y condenarlo por el fdllo público en
.,ista de los hechos, y el S€ñor Olañeta es calificado de malvado
por él mismo y por cuantos vean Sil defen3a. Traidor siempre a 8US
compromisos con Bolivar, con Sucre, despues de la vileza que usó
eon su tio de quien era secretario, se hallaba señalado por el dedo'"
infalible de la opinion pública como el hombre aborrecido de todos
los partidos, y cuando la calda del jeneral Santa-Cruz )e pres~ntaba
la única época de maOlfe tar al mundo su cambio feliz marcado
por el honor y la consecuencia, en recompensa de )as distinguidas
consideraciones que le ha debido. El ha dicho a) mundo con
su mentido folIdo: he aqui al hombre en quien no deben eonfiar
los hornb1'es, y menos los f:obiernoB y los pueblo8.
F. M. D. M.
A este articulo comunicado no añadir' el editor de la Verdad
Desnudll, síno lo que ha dicho de la defensa de Olañeta otro ee~
rltor tan inmoral como él. El Tribuno del pueblo en su numero 61
em ieza y concluye Sil critica. de la tal defensa, ósea acusBcion, que haCI'
el autor rle si mismo, del modo siguiente: "Don Casimiro Ola"
- ta, mini tro perpetlJO, prellidente de JOB congresos bolivianos, pIe"
ipott:nciario en villdo n todas partes, versátil, inmoral y perlante,
" . "rvtl y liberal, rfOvnltoBo y pacífico, amigo y enemigo, todo aun mis·
" o tiempo ..... f),¡,ñtta hn creído defender e, dlseulparse, y poner"
. ~ bien con los perlJono. y bolivianos para que lo consideren, dia"
thgan. y le den olg para p der vivir sin per cer en la miseria,
" y le ha salicto ttj 'l ni In cu nta 8 este hombre de e tado, sabio
"p, r naturRleza, que tejos de 1l1lber logrado 8U intencion, ha conse"
g ido la risa, el des, r cio y la excecracion perp tilO de todos los
"(pe tengan sentimiert de rrovidod y amen su pRtria y 8US ins"
ti~uciones, tanto, cua to dete ten la falsedad, la perfidia, y todos los
" d~hto8." Agr garém( 010 al tt xto del Trihuno, qUf' hasta los que
110 tiE'nen sentimientos de providad como él, hasta lo~ que aman tan
ma como él a ~u pll:ri ~, y a sus if\ ~ titucjone8, sin ser mas que
als::>s, pérfidos, y deli cuent~, dbtestan a Olaiieta y n los 'lue le I . •
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t ,
<.
pareZ":li ll, porljue _ tre 103 malos no hai am')r, ni unl I II ni verdadt\-;
ra simpatia.
Olañeta debia ser desprecí do por aquellos mismos con quie·
nes pretendia congraciarse a cOflta de u úl tima perfidia. Olañeta
debia dar la última prueba d ~ su falta de tal ento y lÍe 51U obra de
ini qui .lad en a luel tiempo, en que, como él mi 'mo dice, se h lila a
lus 43 años con la. cabeza despoblada, a"ruglLda la frtnle, y emblanquecida
la barba; pero no por haber empleado estos 43 año en el }
ejercicio de las virtudes. Léan la defensa de Olañet" los que quieran
form ar una idea exacta del hablador mas Inconsecuente, del es·
tadistd mas superficial, del traidor mas grand , del calumniadN Ola
vil y ro s haJo, y del hombre en fin mas digno del desprecio ulliversal.
Véase en estll defensa de Olañeta la verd adera defensa de
SIllita- Cruz, hpcha por el que le ataco; y véase la acusaClOn del que
se pretende defend( r, y del que ha tenido el extraordinario talento
"'de hac r todo lo contrario de lo que pretendía.
AIli h'i llarémos las autorizaciones de los congresos y las aprobaciones
ele la representacion nacional de B livia a los act03 del
jeneral S,lnh-Cruz que tambien aprobó el Dr. Olañeta, y que ho¡
desaprueba, porque antes soplaha el viento por el Norte y hoi sopla
por el Sur. é Y qué dice a esto el doctor de Chuquisaca? Dirá qUi
los diputados de los congr so::; de su patria son un08 entes mi era~
bies, y que los ministros y ('nviados de Bolivia son unos vtles instrumentos
del homhre que no tuvo mas poder que el que le dieron los
brazos bolivianlls. Si es asi, yo digo que en Bolivia no ha habido
1l8'~ta hoi mas que un hombre, y que ahora no hai ninguno i P'lbr
Sr. Olañeta! ¿ Y para e to escribe tanto? El grRn político de B Jlivla
.0 ha visto que pintandonos él a los hombres /lile son la flor de la
nacion como unos mis ,rabies siervos de Santa-Cruz, ehtre los cuales
se cuenta el mismo escritor, da de su patria la mas de favorable
idea, que no duria quiza el enemigo mas encarnizado de J:)v!tvil).
En el
In ro (j
Tr ibu,'1I() del J> ¿¿ blfJ) P rió di t'o de
Il·llh.tnos el 'igui nt
I.ima n rl ~
H F 11'rJDO
'E:::OfiE ElllTO ltE DEL THln ', o.
JI ~j to con
ci.ablc pu i(¡dlCo un"
enhmiento inserta en el núm 56 de
ota ofic ial del r. jellcral D. 1 Bmon •
u apreastilla
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J
eg
líniuistl4) .i '11 r 1 de S K el prf' 'id ent , dirijicia de (le HUIHlcayo al
Sr. prefecto de Arequipa con f~cha 2] de ~1arzo últim o, en la que
reprueba la conducta <1e la benemérita capital de e/) e departllmento
por no h. ber apr hendiJo el 20 e F e brero a Don An res Sl1ntaer
z, y f ll ¡lado en la plaza publica. Hace en ella igualmente útras
Jn dic8Cl nf' en tono bastunte sev ro, expresando ser tRI la política
. del actual Gobierno.
Al in ertar dicbd nota sin la c·¡nte tocion que ha dado el Sr.
G mio, han pre. en tado II U. 1 A ' unto solamente por el amberso, y
u. i es que ' l s lectores del TClbuno no podrán instrnirde de la realid
ad de los hecho<:, como debe ser. Yo no IIJ "i tI) en que "e hl1ga
tal publicacion, porque l, s periód icos mismos de Art~q uipll acreditan
slIficientemente la hcrOlciJad de aquel pueblo, y la grall parte que
ha l nIdo en desterrar para síempre del Perú a su cOIH¡lIi. tador y
tirano: pero nimiamente celotio como so;, oe la union que todos los .¡,.
pE'ruanos debemos consoli da r para no ser en adelante pre~a de ur II
dommacion ~xtranjera, é intere ado en que no . e atribuya a S E. el
pre Id ente jeneral GHmil rra una politi a cual anuncia el Sr. mini tro
jan r.lI, me veo en la nflcesidad de recordllr al público por el con-ducto
de e e petiódi o, que el 21 de marzo e/l que el Sr. Jeneral
Cas IIa se hallaba en Huancayo, y e cribió la citada nota, S. E. el
presidente t:. taba en Lima, como que salió a la Sierra el 23: que el
minutro jeneral no pudo con esa cOffiuOlcacion ser el órgano de las
reso Ilcíones del presidente por la grande distancia que separaba a
ambo : que S E. el Jeneral Gamarra en las comuniCRClOnes oficiales
ue dlriJló desde Lima a Arequipa en consec encia de los avis
8 lile diÍ) el prefecto, If'jos de haber improbado la conducta de
ese ?Ileblo pntriota y jenero o, lo llenó de encomios y ju tas alabanZ
HS ') T1lue las merecia: y en fin que la politica severa que desde
Huar..cayo anuncia l Sr. ministro jeneral er propia del actual goblerno,
lo e; pu s por el cuntrario la que ha desplf'g:tdo S E. quiza
ptca en piadosa y bnigna. como lo ha experimentado todo el
muneo. VAa ola gota de pangre no ha corrí( o 11 la a~\li de t811ta
con lue t!f bio pllrlficur"e I eauelo d I Perú manchado con la inf:mill
e algull s traidores. 'Iue despu es de hab r vendido la patri
exi t , Y quiza orgulln,oa por III impunid d que se les ha nispensado.
Pasean por la eal es hnmbrf's que debieran cuando cno 1-
sr e l Jo alab(l:¡n:~ y ' 1 alguna vez se ha di tinguido la humanI-dad
1 car8cler p ,fuan ,h Ido en esta época xtraClrdinaria.
onv"nzllse pue (1 lIlundo ell tero que la polltlca de S. E. el
ama rr no e la que a la distan ':ia ha anunciado su ministro
Jel ra/, y que mui I jo:! S E de de ~conocer 01 exaltad") p Itrioti
mo de Ilquel b neméri plI blo s uno de los que lo encomian
con eltusl mo.- Un Jir:quip eño .
.&Ite arequipeño, " tul vez nació en Tetuan, sabe mui
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100
poco de lo que bai de verdad en el entusi8sme del pueblo de Are~
qUlpa despltgado el ~o de Ff'brero. El pueblo de Arequipa no es tan
necIO que se eTltu. illsmase por Gamarra y por Gnmio para empeorar
su condicinn. El pueblo de Arequipa podia no estar cOMellto con la
Confederacion, pero fIIenos contento e tuvo siempre con 108 desórdenes,
IHs arbitrariedades y 101'1 atentados de Gamarra y de I!IUS opacos
satélites. F.n Arequrpa hubo docientos pillos, como los haí en cualquier
pueblo grande, que fueron rnllneJados por Gamio y 108 alborotadores,
cuando no habia necesIdad de eElte albor to, SinO pllra impedir
que se encargase del gobierno del departamento otro sUjeto
mas digno de él El pueblo de Arquipa es un pueblo sensato , luicioso.
Esto es lo que saben muí bien todos los Arequipeños. Púr
lo demas, las razon s alegadll8 para hacr recaf'[ sobre Castilla lo
odioso de su nota dirijlda 8 Gamio, en que se dice a e~te que de-
.J. bió prender y fusilar al jeneral Santa-Cruz, son razones de pie de
banco. ~l1e estubiese Castilla mas lejos, 6 mas cerca de Gamarra, en
esta 6 en la otra fecha, no prupba que dejase de tener órden s el
primero uel segundo para escribir aquella nota; porque podia h ·t berlas
recibido por correo, ó porque las pudo tener anticipada. Sobre
todo, Castilla ha dicho lo que ha dicho, y Gamarra que tenia mejor
derecho que el Arequipeño sin nombre~ para aesmentir ó castigar a
Castilla, no lo ha becho. E ta observacion vale mss que toda la charla
del AreqUlpeño; y añadirémos, que aunque G..'lmarra hubiese desmentido
a Ca&tiJla, no por eso debiamos creerle, porque ni tiene derecho
8 exijir que le creamos los que le conocemos, ni era po ·ibl.
que dejase él de aprobar la brutal nota de su digno ministro ó secretllrio
de todos sus secretos.
¿ Pero podia Gamarra desmentir ni castigar a algllDo de los
baj~es de la Restauracion Gloriosístma del Perú? El pobre, pobrísimo
AgustinE'Jo no es mas que el titere de la fie~ to, a quien le tira
un muchacho la cuerda de las manos, otro la de las piernas,
etro la de In cabeza, y entre todos le hacen danzar a las mil maravillas.
La-Fuente en Lima, 19uain en el Callao, Tornco en el
Cuzco y Arequipa, Sálas en Piura, Vidal en el Estado Mayor, y cada
uno de los otros sultancillos en sus respectivos territorios hacen
su re tauradora voluntad, sin acordarse del viejo de la Macacona
ni poco, ni mucho. La anarquia de la restaUl8ClOn triunfll por todas
partes, y VE'DlOS ya bIen satisfechos a aquellos sRbi" politico que
nos quebraban la cabeza con que las cosas no estaban al nivel de
las ltices del siBl,·, ni conformes con la civiazodon del nuevo mundo.
Aprenda el mundo viejo a nivel/u'se, a ilustrarse y a citli izarse
con la intervencion de los chilenos en f81lor del partido que 8Um!~
en todoe tiempos al Peru en la anarquia de los niveles .
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101
~ L ABAD LE H. NT lJ' HU\'.
P e.fU In cttncti , nihil in toturn.
EP~Gr.dtAl.11.
1édico que a nadie cura,
~ ldado que jamas hiere,
ILscritor que escribir quiere,
Siendo ign~:)l'ante en lectura,
No e: médico, ni soldado,
No es escritor, es tunante,
Es charlatan, es pedante
~s la pe te del li~stado.
J
lin mi numero anterior hice la critica del prospeeto y de los
JáÚm ros primero y segundo del periódico e"enlual. Creí elltónces que
no olveria a ocuparme mas del Abad de Chant d' huy, porque aunque
el cerebro de este buen hombre fuese de piedra de Calcedonia
debía quedar convencido de que no era la carrera de las letras por
conde él porlia ,hacer grandes progresos. Pero el Abad que no quiere
d Jar d cantar~ por n delar de yantar, ha hecho sus cuentas
allá entre si, y ha dicho: si por cada palabra llevo un pajo, por
eaóa palo tengo un bocad • SIgamos pues apaleando al Abad, y siga
él ganando su comida.
En el número trrcero hallamos coalls mui curiosas bajo el
eptgrafe respuestas sueLtus, que es epígrafe digno del caletre de UD
A ad de Aogola, porque l(l8 abades españoles silben, que si haí pre~
untas sueltas, no hai r S/lU stas sino dependientes de las preguntas.
El .quiere decir rt3puestas de 1Jie de banco, que son las únicas qlJe
pued n b/wtizarse con e.te nuevo nClmbre, porque son aquellas que no
tIenen c n Xlon con la pregllntlls. Veamos pues su r spuestss de pie
de bancn. A ti do lo que 86 halla en la Verdad Desnuela, que prueba
con hechos incontestable quo los héroes de la restauraClOn del Perú
~ n I 8 ma's malo hombr uel mundo, contesta: Juan es peor que
yo, luego 'Jo soi bueno. -<', r. Abad, nadie ha hecho ese argumento,
ino e te otro: Juan es peor que yo, luego nadie debe alab"r CI
Juan y decir mal de mí. LII' restaura.dores son peores que los conferle"
ndos, Lw'go aquellos n debtm hablar mal de los otros. Yo no
he dIcho que los confede os son bueno~ ni malos, porque e'4to nf;)
tiene que ver con mi cueston: solo he dicho que los restauradores
son los pe ore. hombrrs qllf calienta el BOl. U. lo concede, porque
ai cosas que no puede dear de conceder la misma parcIalidad, .,
ANCO Df L
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t
yo no quiero mas. Soi hombre que me COI tente cuando le dan o
que Vido; E to es 'lo que se llamA SH h nlbre ,1e buen j nio.
Del mIsmo modo quedo slJtl&ferho con la confeáion que hace
el discrtlo Abad, en las mjsma~ rt~pUtst88 de pIe de banco, St ,bre 4ue
los re: tauradores de la constitucion del Perú han cometIdo los pecados
pn/ilicos de que } o les he acusado, aunque p&r8 nli no Slln pecados
políticos de aquellos que se purgan con la absolucion del sucet'dote
pecador, ni con lag recetas del méaico valeturttnario, SIOO
con otrl1s penitencias mas serias, Aquellos pecados políticos no son, "
mi dulce morah~1a, pequeños errores de calculo, no son eqUlvucacianclllas
de concepto, son hurrores, son verdaderas trl/ieiones, son atentados
aboffimables, son hechos tan infames como lo el! el aserto de
U, de que el Perll no hubiera 8rrf'glado sus negocios si hubiera sido
preciso hacerlo por manos ioocel/tes Esto P.S decir dpma81ado cla ro,
que en el Perú todos son Gamarra~, La-Fl1ente~, Torricos, Castll):¡
s, Iguaines y demonws coronados. A,,,¡ pue
~ener, segun LRwrence, el crÁneo angl .. to y <,blongo. Pero dejando
aparte ta plu'enologia, la phisiologia. la zoologia, y todo los 8Cllb -
dos n gin, que no se conoe n en EttopiR, overigü':1J10S ¿ clIsI filé la razon
que tuvo el ~bad para bablarnus de razas? F.I nos lo dice: opc
lar como lo hac~ la verdad impúaica, a esas orliosns cfltilicacion ~ s.
el zapar los f/lndamentos de las constituriones resppcti'fl8 y e!r'fIva,'·
m abismo con sei puntitos de añadidura. ¿ Oóud habia vi to. ~ .
•
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109
tince Abad que la 'Verdad impúdica se hubifse metido" hllcer f'Sá ·
odioslls cahficadones, ~ue no ha hecho sino la impúdica mturaleza?
~ eré porque en un t xtracto de cartas de Lima se halla aquello de
que .". 'ofia tS el mas Inmoral de tOda la z(7)¡be,.,.n? ¿ Pues no sabe
nuestro bachIller de Lima, que en aquella ciudad se llaman zambos
a los bljos de negro y de india, lo mismo que en todlls partes "el
mundo? ¿Y qué tiene que v r esto con las calific8Cionf's odiosas, ni
con las constituciones, ni con los fundamentos, ni con las zapas, ni
con Jo abismos? ¿ Por qué debe avergonzarse nadie de ser hijo de
sus padr~s? El rei de Angola e8 rei, es negro y es noble, y pue·
de ser un ~uen hombre: la rf'ina del pals de los mosquitos es
reina, es india y es noble, y sera 810 duda una matrona .
Entre os negros y entre los indios hlli de todo, como hai en lo
viña deJI Señor uva madura y agrás. Entienda pues nuestro Abad, que
siendo tod s Jos homhres iguaJes ante la lei, hai lo bastante para
que las ca Ftituciones políticas sean lo mas Jiberaies deJ mundo, aunque
las con tituciones fisicas hayan e tablecido toda! las úiferencias
qu Se" advierten en el jénero humano. Hasta de zambos, de
razas, y de con. tituclOnes, de que nos ha hecho el Abad una en
salada bien indijesta. Vamos ahora a la parodia que ha querido h!l~
cer el dieslrisimo Abad del artículo de la Verdad Desnuda sobre las
lluevas acep~iones del verbo restaurar.
E/ lb re Abad qui o fundir su verbo c(Yfl!erlero,r en el molde
que habia !(:lrvido p/¡ra el CltfO verbo, l,ero el molde estaba mui lejos
del AbéBd., y salió, ya se vé, lo que debía salir; lo que le sucedió
a aqu 1, qwe queriendo hacer una hogllza, bizo un mortero. Vaya que
el buen Ab.adl, si carece de injenio para la illvencíon, no carece me~
nos dd tal e l to de la imitacion. Y esto es lo que el pobre hombre
!Jama a,'t ícLl ,(J) imttutivo, ó porodiado. ¡p rdónalo Señor, que no sabo
lo que e 11 «:! Es vprdad, que sir-ndo tan grande la ridiculez y es~
travagancill dte la empre a, no pudo dejar de sospechar el rudo Abad
que se iba a reir de él todo el mundo; pero crpyó que salia del
paso achaca do el Grtíc:"lo imitativo a uno de sus colaborado"es, como
,i para .. seribir un plJllgo de desatinos necesitase él de ayudant s.
P reto eX l'r só al fin de ~u pxtraña parodia el temor de que y
di/e e ct Spll ~ de lerlA: ¡qué tnrpe! ¡qué bestta! No sabe escribír
bien. ¡, ''ti qué huhi ,'a llenad.o BU pobre número sino hubiera lo
mado mi i ,lt~a ~ Pero yO no diré e to, SIDO esto otro: j qué npcio !
El r e hab r tomado mi ideo cuando es incapaz de tomar idea al ~
gllna. P r la inlltaclon d lo que yo digo sobre los mandomient
del decalogo. se puede v r la CApacidad df'1 Abad pora aproveoharse
de iderts ajenas, Yo puse no restaurar en todos Jos mandamiento
de naturaleza n gativa, es decir, en todos squellos en que se manda
no h.flcer una cOl'la, y el mui rudo Abad pone no confederar en todos
los diez, sin adv rtir que la n gacion no puede entrllr en 105
\le son de naturllteza positiva, esto es, en nqllelJos ft 'l\.le« n
•
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a.
H)4
da hlleer la M96. j ~ué diablo de cr ' neo tendril este Ab de Eti w
pia ! El no ha echado 'de ver, que SI confederar es verbo activo , de he
significar accion, y si lo hace sinónimo de amar a 1J.,s de km·
rar padre y mad" e, de santific.ar las fi estas, aihdiendole C]u el NO
condenado, que ha pue to a los mandamiento po itivos" hs convierte
en herejias y en implCdad~s solemnlsimas., ¿ Y despt:es de est
volverá el ru disirno Abad a meterse a decir chiste N se
hizo la miel, Sr. Abad, para la boca que dice el ref'so. Déjese
U. de tomar ideas que no entran en cabezas tan mal ')rganizadas.
No vuelva U. a caer, por Dios, en la tentacion de las ptródias, M ejor
le vendrian a U. las purotidas, que tienen mas cone¡j In con lut!
cosas que U. sabe.
Dejo para otra ocasion el hablar del juicio del i rado en que
apareció un muchacho llamado Vizcaino, a responder por los in ulto.
y calumnias que el Abad es",ribió en su numero segundo cootra el
jeneral Orbegoso, y eutonces contestilré a la falsa relacn o de este
suceso con que cierra el Abad su número tercero. Por ahora solo
diré, que N. Vizcaino no SAbe lo que pasó en el jura40, porque el
pobrecdlo no atendia a otra cosa que a esconderse e 're la jente
para eVitar las miradas de los concurrentes, que ciertameJte no demostraban
la conformidad con sus pobres ideas, que él n cuenta, ó
que le hace contar el Ab'ld. Por ahora solo di ré, que el concurso,
desde el principio hasta el fin , maDlfestó bien el r:'lm ole su desaprobacion
8 la inmoral conducta del Abad, y su aJJrobacioo por la
defensa del jeneral Orbego 'o .
Ahora voi a decir algo sobre el número cuarto del periódico
9ventual, comenzando por el articulo moral, que parece un retazo
de un sermon escrito en frances y echado a pertier en la traduccion
111 español. Aquello del gustO' por el trabajo de las horas lIUC
pesan comu un fr,ráo, del entendimiento deslustrado, como botas mal
embetunadas, de tener la pena de romper una cortez a, y de ser ve·
tino de su ruina, pueden" ser cosas mui morales, pero lo ci ,rto es
que no las entiende ningun español. Los eilpañllles entenderán ot
amor al trabajo, de horas pesadas, mO'lestas fatidios4S, de entendimientos
incultus, de tener el trabajO de romper una corteza, d.e es·
tar prtJximo a su ruina, y en una palabra entenderán todo aquello
que no sea puro galicismo, ó pura pedantería.
A e te artículo moral sigue el de la re,fefia, que es de orde Danza,
porque en el periódico eventual todo sigue un órden invtt riable,
y hallamos en e te artículo una co a que debió haber metido
el Abad en las respuestas sueltas, en que tenia ~u coloC>lcion precI sa,
porque es contestllcion a un cargo que yo le he h cho en mi
número tercero. Yo le e hé en cara que en sus reseñ as faltaba 8 la
verdAd, cometia 8naeronismo~, y echaba 8 otros las culpas que hll biRD
eometldo aquellos que él queria santificar Por esto el di ereto Abad
aHenza su rueña del numero 4. o diciendo, que "hai una notl1o- •
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105
, ble difere1cia entre e cribir UDa historia y referir hechos históricos~ .
~ , que escnbendo la primera habría que descender a los menores
.." detalles, y que rejislrando los segunclos no hai un deber de decirlo
" todo, y mJCho mas si se habla de personas que existen entre no"
sotros, qu pudieran padecer mengua en su reputacion bien ó mal
" adquirida, ' que no e tan en circunstancias de hacer frente al tor"
rente ,de la invencible opinion." j Qué hablar de desatinos, y qué
contlJldiccion s! Esto es lo mismo que haber dicho: si yo escribiera
la historia, tfndria necesidad de decir la verdad; pero escribiendo
mis reseñas puedo mentir como mejor me parezca, y no debo decirlo
todo cuando hai personas, que por la mengua que padecerían
sus reputaciones, me quitarían el 8ueldecillo que les atrapo. Pero el
moralisimo Allad, que será de mejor gana un gordo confesor antOB
que un flaco martlr) no se manifiesta tan escrupuloso sobre las re-:
putaciones de los enemigos de Gamarra, como de las de este viejo
pecador, y de las de t)us cómplices, ¡Qué f/:lriseo tan completo!
j Y qué necio se muestra el pobre cuando quíere satisfacer a cargos
que no tienen cont stacion! DeJémo le pues reseñar del modo que
quiera, habiéndonos dICho ya lo que debemos hallar en sus reseñas.
Entraré &hora a examinar el remitidQ, que encabeza un epigrama,
que es tan epigrama, como la reseña es reseña, y c mo su
moral es mora. Le diré en epigramas lo que es eso que el ha que-
"ido hacer. .
1.
Epigrama es dicho agudo,
Ubra del gusto y talento;
No e sandez de payo rudo,
rebuzno de un iumento.
]1.
in al)er pisca de co a
1 Pindo ubes in miedo:
Deja 1 erso para Olmedo,
V a prenrl ;- e:cribir en pro a.
111.
¿ Con que ver os tam bien hacer quería
El A bacl, que tan mal e cribe en pro a ?
¡ Pue va ya, que la em,presa no era cO'a !
j ~in gramática darse á la poesía l
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106
IV.
1111 disparate imajina. '
Si Oor. no,' piensas dar~
Sabiendo que solo e. pillas
Producirá un e. pinar.
En efecto ¿ qué cosa mas arida, mas fria, mas ramplo~a, que
la a, ociacion de la id a de un ente moral, como la V E RDAO, con losatributos
de decrepitud, de h orfaodad, de re frio, de catdrro ó p chuguera,
y de hidrtJfobla? ¿ Por qué no le ech¡¡ria el Abad a esta ensalada
el 3.ct·ite, el vinllgre y la sal que le fa lta? ¿ Pero no hubo
un diablo, de e ~ os con quienes consulta sus necedades el pobre Abad,
que le hiciese IR observacion obvisima, de que la VERDAD es eterna ,
y que lo único de que son capaces los siglos con n-specto a ella,
es de hacerla mas incontrastable? ¿Como uno de e t di ablo no le dijo,
que la V E RDAD no puede ser hU f' rfana, iendo. corno e hija do
Mi erva,.que no mu re, por4ue no es de ca. ta de muerto ? Y obre
toldo, ¿ corno el mismo Abad no echó de ver que)a VERDAD no puede
pad cer las alt raciones que sufren los mort les, y mucho filenos
la8 que s capaz de C8U ar un vie/lto de tHn poca con isttncia como
el Chanduy, ron que ,e apagan los incendios? Vaya que t: to e. ha
ber dado la última prueba de no ten r sentido comun, y de que en
vllno se afana un necio queriendo hacer cosas que nece itan de O'racia
Y' de talento.
N o suban los borri co~ al Parnaso,
Que los d sride a coces el P egaso .
Dejémonos ya de la poesia del Abad, que no Pllede escribir e
pro a, y entremos en el ber nj enal del r mitido de B:\b( hoyo, en que
8e propone el remitento h'lcer lit critica del papel lltul 'l do: De la ,'estnw'acion
del Perú !J de sus t: scritores . Supolie el cfltico, gracioso
a su modo, que es un montuvio, y entrd cOI.fe ando que apu el pa·
pel s sUJ1erio)' a su . luces . No necesitaba ti · hac r semelarate conÍ!
IOn, pue bi en se echaria de ver que el montuvio del I trno s de
los rua Ignorantes habltant s que pu d n t ner los m ot 8 mas eapeso.
i Q1lé z lHcir de dii3parutes ! i Q,lé !len consecu nC la d satinada
! i Q lé deCIr patoch a en v·z de ag ,df'z \ ! i Q.ué graci as tan
montuVltJ ! Y st, bl' ~ todo, j Clllé modo t¡¡n adecllad d e mbatir un
papel lleno de h et ho:! incúnte tab le:" de rdlccc io ll s plJ litica , de de m(
traciones, de principiol", de conv ncimientos, Ilue solo d jarAn d f:l
:,erlo para el h ura ngutan yue s supone en Brt bah yo, y no e_ttl si·
no en Guayaquil P ro al mono cte los mo nt s, que 0 10 sabe r medar
a lo~ hombr s, le ha parecido, que huyendo de entrar n los h .
chos, y ha cIen do 'cuatro jestos, que a él-le parecen g ru ci s, ya e tÉÍ
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ech d p('f tierr!\ la vprdad y la detnostraclon.
¿ Q liS tale nte: manifiesta el mo~o de lo montes, en aquella co~
a de lla Olar el seDor y .... n 51/ remItido nI autor del p.apel 'lue critica,
com(l si fuera e te nombre Illg'Jn secreto? ¡ Q,)é g('dre tan maestro
el de poner la inicial del apellido del autor, cuando e ve n
el papel crtticarlo con todas sus letras Antonio .José de /t'isarri ( ¿ Pena
ba el h'i bitante de lo montes que a ste sujeto le daria mucho
cuidado el ver que un montuvio se le diriji~ra cara a cara, con toda
la arta de desatino de que es capaz un h mbre inculto, sm educacíon,
ni htlento ? Pues pen ó mui mal. El alJtor del papel sabe hacer
el C 'I SO que se debe de hs per olla: toma las cos:¡s como de
quien vien n: se ne de las nec('dades de los necios: se birla dp, l s
tontos metidos a críticos, y solo le afecta la des probacion de los
sabio::-.
fJ rnontuvio no sabe por qué el señor Y ... . admiti6 la comi-i'ln
diplomática que llevó a Pallcarpata, ni por qué se qlledó en el
Perú, ni tampocn lo silben los montuvios que solo habl an con los
mono; p ro lo ql e han leido los nueve cUlldern~, que el señor
Y .... pub!icó en Areq uiplI, sab n ('sto y touo lo que es preciso que
sepan le s q e no g i tan de h;,blar rle todo, in saber nada. El montUVIO
dice lIe un don ... don ... (no se acuerdcJ) aumentó con su columna,
qUf' (3 , t :1 ba o é donde, y vino no sé cuando, compuesta de no sé
cuantos h m.bres, la fuerza de que tenin conocimiento el Estado \layor
en el dla de la b ta \La de Yungai, y que esto lo sabe él pt,r
mllchos de los emigrad s con quienes habló en Guayaquil. ¡Qué montuvio
tan gr cio o, y tan aprop6slto para recojer noticias, y sacar d
ellas 1 s ffi }¡teriales para una 111 toria! Pero para un montuvio, no es~
tA demasiad) malo ste modo de contradecir 10 que re ulta de los
datti, o 8 dar ~1I opirllon sohre quien te
nia ju tlCÍ1 en aquella causa. Pero ahora dIrá lo qlle le parcce aun
. ue se lleve eJ diablo al mnntuvio. ¿ Pere' para Cfné hA de del •
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les
J1ada tll Sr. )f ...... de tlUeS de haber ~8"tade a Mirar ícu el feliz
[cuatoriano que reune 108 talentos de VirJilio, de Honcio y de Ovi·
dio? Cuando canta el rUIseñor callan todas las aves, y admnan en
silellcio.
S.1lud, ó claro vencedor! O firme
Brazo, coluna y gloria de la patria!
Por Ti la asolacion, por T. el estruend.
Bélico cesa, y la inspirada Musa
Despertó dando arrebatado canto.
Por Ti la Patria el merecido llanto
Templa al mirar el hecatombe h () rrenu~
Que es precio de la paz. Por Ti recob. Il
Su paz los pueblos y sus prez las arles;
La alma Temia su santo ministerio;
Su antiguo honor los patrio eRtandartes,
La lei su c tro, Libert d su imperio:
y las sombras de Guachi desoladas
De 8U afrenta y dolor quedan vengadas.
Esto es )0 que corresponde al vencedor en Miñarica: ahora
n~rE' mos lo que toca a los vencedores de Yungai, di<.ho en profesta
Illor el hijo de Apolo y hermano de las Musas:
Leyes y patria y libertad proclaman ......
y oro, l!lsngre, poder ...... 6Sa8 sus leyes,
E::Ia es la libertarl, de que se llaman
lncJitos vengadores ......
Bsto es lo que ha dicho en prosa, y de mil modos diferentes la
Jle?'dad Desnuda, aunque al montuvio de la calle de Pichincha le
haya parecido mas incienso de asafétido, que el canto de Olmedo
al veneedor de Miñarica. Estas cosas huelen mal, ó bien, segun las
narices de los oledores. ¿ Pero de donde pudo sacar este mootuvio
la oriJinol idea de que 8e falta al respeto a nadie poniendo la blltalla
de l\Iiñarica obre la de Yungai? Aunque no fuese, como lo
es, una de las mas clásicas que se han dado en el nuevo mundo,
¿ quién ha dicho a los habitantes de los montes, que en e te tiempo
de libertad no somos Jibr s todos Jos hombre para xpresar nues·
tros sentimientos? j Qué disparates hace rlecir el Caballero de las
Espinas a su mal disfrazado montuvio ! No hai mas que un montaraz,
que pueda conc~bir ideas tan absurdas de las cosas mas triviales,
y este es el primer desatinador de la tierra. 1.:odoti los montuvios
de todas las elvas de este mundo no serian capaces de reunir
9n un artículo ton corto tanta cantidad de absurdos.
Uno de ) s mas notables es aquel argumento que Quiere for¡
Jitar ,1 embn>llí}Qor de frases, del siguiente pasaje del Sr. Y ... ... .!Jai •
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JO ..
lu hicieton en Lima, antes que el Tt"ibuno Giros editores, oua'1l.do "
pesa',. de lit ti'ranía de que se acusaba al protecto't", los escrilo1'es de
(lquel tiempo no eran tan serviles, tan ba;os, tan adulado"'es como
' los presentes. De aquí suca el hilandero de fals8s consecuencias
que hubo traicion en Paucarpata, porque el Sr. y ...... se ha conver -
tido no solo en apolojista de su Señor, sino en un Salustio. Esto
de Sa¡'.,ffltio debe ser cosa mui mala. ¿ Pero donde hallara. apoloJias
este in ensato escritor? La apulojia estara en haber dicho que se
acusaba al protector de tirania. , El .caballero de las F.spinas queria
que el Sr y ... ... dijese, no que se acusaba de tiranía al jeneral
~anta-Cruz, sino que era en efecto tir.ano. ¿ Pero quién le ha dicho
a este critico de los montes que e! Sr. Y •.. se habia propuesto defender
ni 8cu~nr al protector? No se trataba de otra cosa que de ha.
cer ver, que en vano se hacia aquella 8Cusllcion a Santa-Cruz cuando
los que se la hacian eran los mismos qu.e lisonjeaban y serviaft
paJ8mente a los tiranos mas grandes que ha habido en el Perú.
Así pues, el Abad de Chant d' huy, Caballero de las Espinas
y de los Montes, no tiene razon para ' decir que el Sr. Y ..•••. ha he-
6ho el panejirico de los adversarios del gobierno de Chile; pero cuan·
do lo hubiese h cho ¿ quien ha dicho a este defensor de las libero
tades politicas, que los hombres libres deben sftcrificaf sus opiniones
a 108 gobiernos. El hombre libre, en tanto debe seguir la opinion de
los gobernantes, en cuanto ses. él de la misma, pues solo sigue constantemente
las ajenas el que no tiene, ni es capaz de tener propIas.
Desde que el Gobierno de Chile sacrificó 108 verdaderos intereses
del país al partido de los emigrados del Peru, el mas ruin de todos
los partidos, solo pudo tener por secuaces a los hombres que se deja'n
conducIr como automatos, y a los que estan dispuestos a servir al
poder en todas circunstancias. El gobierno de Chile, desde que reehaz6
los tratados de Paucarpata, nó pudo tener la aprobacion de lO!
politicos, ni de los hombres sensatos. El diplomático que tiene con.¡
encia propia, y que sabe cuales son los derechos y Jos deberes
de las naciones llega a cIerto punto, y si su comitente quiere que
pase adelante, no debe hacerlo, sino quedarse en los limites que le
señalan la razoo y la justicia; y deb.e defender su resolucion contra
los ataques de todos les gobiernos de la tierra. Mucho se engaña
el Abad de Chaht d' huy, si él cree que la diplomacia elil el oficio de
Jos hombres sin cauder, sin principios y sin opinion.
Pasaremos del remiti ,fo del montuvio al artículo titulado premosa
sangre peruana, en que el necio Abad parece que ha querido
contestar a aquel pasaje ~el papel del Se~or y .... .. que e como si-gue:
Hasta entre los mismos P6ruanoB, que venían con lo. Chileno"
aquellos Peruano. que er(m ca.paces de sentimiento8 de delicadeza ~omo
Vivanco, Martinez, Balta, U garteche, Beltran, Vi'l'ero, LarrivA
J.I otros, 8e 8tpararon del eJército invasor porque si ellos hallaban bien
el ,~mbAtir tJontra la Con.lederacion, no pudieron deja'> ele 'Ver con •
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IIU
. horror el ten~' pa,t'te en el dfrt'amamienlo de PURo A~GRE PEnCA t~
que no deji ndia mas que la i1.vio/ll bilillad deL lt:rril ('1'io úe alt l' .
tria, Aq\ i se dice ptlra sang,'e ptn lllna, nt) p"ecíosCJ sang1'e pe¡'uana.
PU't'o es l~ qtl~ no ti ne ~ezcla de otra co .. s:. ptecioso lo que es dIg no
de e tlnH\CIOn y 11 precIO, xelen tc, Xq\lIdtO: no son pue sino.
nimos pu"o y prerioso, y e .lguientementc el torpisimo Abad Cl uivocó
I~ frcno~, y dIJO diez mil de ¡¡tinos ('o su artículo de ll\s p,'ec.
ioaidades, porque le pareció que no habia dIcho bastantes en las columnas
precedentes.
S na nunca ncabar el emprender la rnanifestacion de todas 1»
ab urdici arlcs que hace decir el Caballero oe las E pinas a su poble montQ.
vio. He pn ntado alguna de ella a mi lectore porque al paso
que doi a conocer la natufaleza de In nm as de que usan IOi pl1la·
dines de la r tauracion perunna para defender u inJu tificablt~ caus",
tengo Jugar d ~ deCIr C0sas que n el ~tarlo pre ente de nu tr :¡~
sociedades S0n de ba tante importancia, p r ne abundan d mR .. iacto
los escritore, del calIbre del Abad cie Chant ti' huy. A no cr por tl:ll ¡!
coosideracioo, IlO debia )0 ocuparme de SCrIto que <:e h., nrflo dc.!
mtl~ i do cuanuo s toman en las rnaDOS unque ~olo ea para h,, -
cer burla de ellos. 11 .la ~h ra he qllerido dar una Idea o,. lo qu
se puede esperar de los conocimientos y de la buena fé de ? 1IC1~11 s
que quieren pr spotar'e al público C(lmo adver.srio (O la 'Ilusa
que yo tlfficndo. Esta causa e la de 1 s prillí'Ípi,.s, n d(~ la p r-sonas;
y si el Abad de Chnnt ó' huy quiere continuar r pitlen c1c) las
mIsmas ine.pcifJ3 que se le b'lO combatido :t él Y 11 (tras, tlln rrl810s
criticos corno él "iga n hora buenll nue no ga taré mas pi1 pi-1 en
adelante para repetir la' mIsma co :¡¡:;. Est;i ya vi. to que q ien i ne
el arrojo n('c &rIO p r prescntan'e como (critor ignorando hasta
aquellos pr 'ncipios jeneral(Js que se su un de las escuclas d pYlIllra
letra, no merece que e ton e nndic I trabajo de conb:ttir ~1l3
er¡ore q , A 1, ell odelallte me burlaré hl o lll1c. HZ de las T(' .¡lad"s
mas grand s qne ncuentre en el perió di o evelltllul, dejAnJo al n Indo
todas las quo Si lO de cIa e inferior ó do I mr <'uuntia,
Jlji.
TICIA DEL PEl U,
Por el bnq l. C¡IJ~ :lC hn d IIrg1r d 1 Callan e han Tf>cih en s ~
ta CIudad mas de (·iTlenellt;} CRrtas de dl~ T lit r~ronas d Cuzco)
rl: 4ipll, Pun 1, TaclI8, loqllegulJ, y Lima Cll Y.O e tracto es el i!!uiente:
El dia CI I de Junio l'I ha emb rcaoIJ para hale la . l',d del
ejército r tUlJrudor, COI1Ft1lnto dc mil y qumi nt s hombre ,.n los
'lue van ce mo tres Icnt s fI emplllzns de 10 'old1do ooliviul'os he-eho
pri ionero en Y ll n n " i~ y ~ e hll ~oran lIev .lfio one ml, i tu
rllano~, si no s hubier obligado 111 cOrTInnd unte Vid:llJrr
deJarl s, r rque el 111' I~\ c· t,1n dJ~pn,; lo ti ulOtinar"e par •
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I 1'1
el emb!:rque de ello .... Ha l1evad esta division quinientos mll pesos
en plata, tr scientos mil sacad s de LIma, y doscientoq mIl de pun··
tos intermedIos, con 8S cuatrocientas cincuenta mil orr baso de
azucar, que al precio :}rtu.1 de Lima importan IIn millon ochocien·
tos mil pe os. Fue ra de e. t s e han hecho tres vestuarios de paño
y dos 'e brin pilra la divlsion y se han pagado los sueldos devengbdos
en el Perú. Con esto 1.08(" q l€J ran oh )ra 109 Chilenos de que
Gtlmarra y La-Fuente, pagan mal a los que loe colocan en el mando.-
EI descontento Jeneral ya no puede subir de punto en ningun
pueblo del Perú. En el CI1~CO, en donde Gamarra tuvo antes algunos
8nligo~, no le ha quedado ninguno, y para mejor mostrarle Sil
oposici n e han elejldo 811\ p r iplltados B los hombres mas enemigos
de Dn. Agustin.-Por lo demas, solo podremos dar una idea
d. Id ' concierto 411e rei na en ~)das partes, diciendo que ya la per•
ecucion, no es sulo contra lo amigo de la Confederacion, sino con·
tra los mi mos e~emigos de ella. El cura Rec8varren, Dn. Francisco
Riv ro, los Parejas y I:!:lguera, Dn. Bias La-Fu nte, Salamanca, Corbelcho,
II S Tirado , GuerolR, C delí, PaulIno Melendes, Mariano Benavldes,
los Campo, JOQé Muria Bueno, el sastre Antonino, el doctor
Bailan, el doctor Prado, Can:.eco que fué a 1.lsi a prender al
Pr tector Villena, Zega rra, el clerigo Vi,lil, Z vals, Mi pif ta, VIScarra,
Vlvbnco, Mllrtm ez, Cura TInaJas, LucHs Loayza, Solia, Pedro
Valdivia y otros tan t'nemig!'! de la Confederacion como fll!tos, han
sufrido de Torrico de air!'! malos tratami ntos é immlt s, que 8010
no tell ipndo sangre en In v nas pueden ufrir los hombres. Pero es ·
to no e lo mas chocante, sino qlJe los mismos j tis El t ;i n en gueml
ab Ierta. como Ca tilla y TOrrlco. Ya "e vé que como el mando upremo
1.0 puede tenerMe por mus que uno y 10 codicial'l muchos con
iguales méritos, e imposi hle que huya bu Pila inteliJ ncia entre todos.
~i UIlO puede al 'gar quc t mulato,olro altga que zambo, otro que
es cholo, otro que es sastre, otro qu zapbtero, otro que diJO: trlue-
1'a 8anla-Cnz, ttO que 1.0 tiene .ficio alguno. ¿ Y qui : n s rá Cll'
poz d el jit )0 mej r E'ntre tnnto bueno? J Cómo no hacer infinitos
agraviadns dando a algllno la preferencIa? Era preci o pues, que lo"!
un08 destroza, en a l otr f, n() pudiendo hallar todos lo ')ue apeo
raban do " patrioti!'!mo. Entrl' tllnto los periodl. t1lS die n que toon
t! ta bueno y que tl do marcha bajo un órfh'n IHJmirnb le I\llnque en
todo >1 P rú no e ) ft mil qu exclamaclOO debllnran mas los hechos . •
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ll~
L E 1:' R J L L A.
¡ Sopla vientc ilto !
Sopla ¡mi Chanduy!
A darnos favor
Ven, viento bendito,
Ven, viento erudito,
VeD, viento escritor.
Infúndenos, si,
Tu jenio agudillo.
¡ Sopla vientecillo!
j Sopla mi Chanduy!
Tu, viento inmortal,
Que todo l·· picas,
y que nos predicas
Severa moral;
Teólogo aqui,
Allá soldadillo,
j Sopla Tientecillo!
i Sopla mi Chanduy!
1'ú, tu nos enseias
La cronolojiCJ,
El astr o d.el día
EutoriCJ y re8eüas:
Mui bien te sent],
VIento picarillo:
j Sopla vientecillo!
i Sopla mi Chanduy!
Que bien que nos dices
De discos y mundos
De 108 tremebundos
.!1bortos fdices.
Tu quiquiriquI
Te hace sabIdillo:
¡ Sopla Tientecillo!
¡ Sopla mi Chanduy!
Hablas de panfletos
De ZftS jetasciones,
De las concepciones,
MJ.lUlados jetos.
j Sábio frenesl!
i Gran batiburrillo!
j Sopla vientecIllo!
j Sopla mi Chanduy 1
i Qué linda empanada
Hecha con torreznos
y los 1Jiboreznos
Zoophito y cuajada!
Ensaladas ví,
itas no tal platillo.
j Sopla vientecillo!
j Sopla mi Chanduy!
j Oh viento barato !
i Oh viento eventual !
LOh viento cordial!
V iento literato.
¿~ué hombre baladí
N egará tu brillo?
j Sopla vientecillo!
j Sopla mi Chanduy!
Ven viento, por fin,
Ven pues, ventolera,
Que apaga la hoguera
y enciende el majm .
Ven zefiro aquJ,
Ven fre co airecillo;
j Sopla vientecillo!
j Sopla mi Chanduy!
D' .llriman.
~~~~eeee~e~~~~~~~~~eeoeeee~~~~
lmpIenla de VIvero, por José F. Puga . •
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"La Verdad Desnuda: periódico político y literario - Tomo 1 N. 4", -:-, 1839. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3681988/), el día 2025-05-03.
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