Por:
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Fecha:
02/01/1875
PERIODICO LITERARIO DEDICADO A LA JUVEKTUD.
AXO I~I vwvv(~~·-- •~~-~~~~MMNUME~O~as~~~~~~ -~~~ ~---·~·M·~· ·M
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ltAM1REZ Y;RIVBHA, ¡;n¡rouEs. J ch¿s teso1'os, como .decía la voz pública, en
IJN VEHT!I.DO.
nELACIOX DE t'X IIECllO CiERTO.
u manera ponJerntmt. Pero era cierto qne
' nno trai:l st!periot· á los ele! ?ro y plata que
se le upoat:w, y era una mtt.JCr buena hon·
rada, modesta y caritati\'a, bien hallad~ entre
las pacíficas y alegres cuatro paredes de sn
Caridad qniere decit· amor. Ihy tres cla· casa, feliz y contenta en su tranquilo inte-rior
ses de amor incluidos en esta Jenominacion: doméstico.
el amor á Dios, qlle es la adoracion; el amor 1 En breve echó de ver el marido el clcscn·
á nuestt·os iguales: que es la bene\·olencia, y frenntlo lujo qnc ostentaLau en su ye~tir las
el amor á los pobres y á los qne padecen, seiioras de su nuera residencia, con el qnc
qne con~erra el nomure de este amor teolo· ¡' contrastaba la moJ.esta senc~llcz que en el
gal, curtclacl. suyo gastaba , n muJer·-Y as1 fué que le di·
Si por desgracia, en nuestra acerba y des· jo nn dia en que juntos iban á salir:
cr?ida éra, están tibio!! ~ amiuoraum •. los dos . -I,uisa, preciso es que te compres un ves·
pnmoros, no lo cstfl por suerte el últtmo, que ttdo nomo ol que veo gastar á otras señoras.
permanece en el siglo como una cruz en la -Felipe, contestó sn mujer, eso!! vestidos,
cúspide do un edificio que van iuvauiendo, al quo Yes en otras, cnestan cn"tro mil realc!l ¡
méuos al exteriot·, las frias aguas del itHlifc· el año qne viene no se usarán ya, y son cua·
rentismo. tro mil reales tirados, h que es un despiltQ·
.:Miéntras más cnm1a la miseria mcJ·ced á no, y hasta nna impropiedatl en quien 110
cansas que no es del caso ni de nucsLra in· tiene ni la poRiüion ni el caudal de unos prín·
cumbencia examinar, pero entre las cualeH, cipcs.
no obstante, citarémos el lujo, que semejante --Sientlo mñs pudiente qne otras que los
á un despreciable afeite, pero siendo en rea- llevan, deseo que no ficas tu méuo~, lo que
lidad una mortífera lepra, se va extendiendo nos espoudria á la cl'itica ó á la burla, res·
sobre toda la socicuau, v la carestia de los ponLlió el mal'itlo.
artículos de primera necesidad que oprime y Luisa se sonrió y calló; pero en lo que
ahoga á las clases mcnestero~as como un do· ménos pensó fué t:n comprarse el vestido.
gal; miént1 as más cunda, decíamos, la mi· Cada vez que juntos salían, le preguntaba
seria, más ostensiblemente corre á sn auxilio Don Felipe:
la caritlad. Centuplica la caridad sus recur- ·-Luisa ¿no te has comp1·ado todavía el
sos, y despucs que las ¡:eüoras, imitando el vestido?
ejemplo de las santas, le han dedicado los Y ella, con el fin de no contrariar lo, bus.
pl'imorcs de sus agujas, los hombres, á su caba disculpas de no haberlo hecho.
vez, las imitan dedicando al mismo fin los -Luisa, observaba entónces su mariuo, se
trahajos de sus plumas. N o elogiarémos es- sabe que tengo posibles; y como nadie po·
te buen propósito; las buenas obras, sinceras drá creer, si una señora no lleva cual le co·
y puras, tienen su pudor que rechaza el elo· nespondc nn vestiJo rico, que sea por tYttsto
gio como una recompensa; puesto que la J[l. propio, creerán que es mi aynricb y n°o tu
diva que outiene premio no es tan dádiva co· voluntad la causa de qnc no lo tengas.
mo la que n.ada recibe, y é$ta es la razoo Un dia que les acompañaba á la mesa un
por la que tántas almas piadosas ocultan el amigo íutimo de Don Felipe, le refirió ésto
bien que hacen, mortificauas que son por la muy sentid;, lo que .llamaba manía él e su
alahauza que excita. mujer, ele no querer comprarse el vestido, y
Establecióse eu la populosa ciudad dc . .An· levántandose, traj_o cuatro mil reales en oro
chlucía un cabal!cro que babia estado mn· . que entregó á Lmsa, con la exprefla condicion
thos años en ..:~!ll~ricn , y traia de ella lllll· ~ de t¡uc habian Je ~ cr iurcrtidos en la com.
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ELCt\UCA.
pra del vestido. pues de ilejar el socorro del alma, entró el
Salieron en seguida loR amigo~ á pas<:nr, y de la vicla, que eu person:1 fné á llevarle
J,uisa entró en su ::rnhinctc, y se sentó en Lni~a.
una silla baja eu su cierro ele CJ ie;tal á hacer Dcs1le entónccs venia 1liariamente la m u-labor.
jc-r del enferrno ft recibir el caltlo y otros au-
Aguarclaba allí uoa de las mnchas pcrso- xilios de aqu0lla casa, c~rno lo ha<.:ian otros
nas nece8ita, sin ruiJo y tiÍO ospletn
miseria, gracias á Luisa que la habia tenlacion, como riega una sua\'e nnbc de pri·
provisto de las pietas de restir necesarias manra la geuienta tiena, porque prefería
para ello. los ~oces del corazon á los de la vaniriad.
El marido de esa tlesgracia!la habia ejerci- -~S,·iiora, exclaulo Lni~a al notat· que la
do toda su vida tm empleo subalterno i pero pobre mujer, r¡ne era la tlrl rcferitlo cesante,
hacia algun tiempo que, sinlcansa ni pretexto, lloraba amargamente, ¿ qu~ lit>ue nst.ocl ?lJnbia
~ido privado de su cargo para fayore- ¿,No se halla¡;;'\ aliviaLlo su marido de us•
ce¡· á otro con él. ted ?
Anciano yn, sin relaciones, fnerr.as ni pro· -Sí, seíiora, eontestó sollozanclo la inte·
porcion de bu~car otro modo de mantener á nogada i pero, el hijo ele mi alma, que no
an familia: la angu~tia, el desconsnt'lo y la pnetle con el trnbajo qne hace, ¡ ayor cayó
irritacion que se apoderaron de sn únimo le 1 po:t:·arlo, y cstr1 ech:mdo sangre por la hoca 1
postraron cu cama. ' Hubo nn rato tk :<~eneio, pues el Jolot· en
En bre\'e fnó "'~ncli!lo su molle!'to :~ju~r y la nua y la comprvion n la otm eran talesl
cnaut.o poseian, p:11·a aten'ler al suí'tento de que no hallaban palolbras que los exrrcsascn.
la familia y á la asistcnuia ele! enfermo. Despue rle un rato prosiguió la madre:
Entónccs su hijo, jóvcn ú quien había da- -Te1H'rnos un primo en la Habana que
do su p:-ult~ una hncna edncacion, y c¡uc pot· nos}¡;¡ e:-.cr;to qne, en vi,ta to claramente el declo ele Salvo lit vida ú este bnen jóven, pensó!
Dios señalar á la caridarl el lugar y oca ion en quizá h:tga su suerte y la ele todas~ familia,
que debo ejercer Stl santa mi ·ion?-Y arlÍ lo todo con privarme de un vestido de lujo ......
hizo ahora, porque una noche oyó Luisa el y titubeó ......
dulce, y triste, y argentino sún tle la campa- Tome ustc1l, seilora, rlijo poniendo el oro
nilla, que anuncia á los fieles que viene Dios en la mano de la tlesconsolada matlre: que
ó la cus del ijo q e no pu líen lo ir · laJ> - p11r a ipmcdiatameute su hpo de uRted, y
ya, implora su presencia. que lo haga descuitl!ldo.pues miéntr·as nos es·
Luisa iluminó su halcon y se anorlilló.aclo- criba su llegada, no faltará á ustetles el pan
rando al Dios que (11\ qonsudo y fortaleza en de cada clia
esta vida pasajera, y la biena\'cnturanza en la J,a explosion de jítbilo y de gr:~titulo y bien de la hnmanidacl.
á su marido que hnbi~t dispuesto del dinero, "Graeias ú El y al inespcrntlo socorro que
y tmtaba de salir u el paso con evasi rns. nos prestó,-qne fné tal, que ,Jcuió costar! e
Unas veces le decia qne no le gustaban los algun k:J.C'rificio, por lo que a,mw.tta su valor
que de rent~ .e hallabau, y qne le hnbian di· y m(·nto,-emu:li'es r¡nc ,¡¡ el im!Jortc del re~tiueltlo Jc los ,]os meses
das y duras en boca de sn marido, se turbó y que no he gasta(:o con el oh,ieto de enviñr·
afligió, y dijo pnrr~ calmarlos: do~, hauiéntlomo tenido (!1 tio en su ca!ia
-ERtá comprado, etc."
-¿Por uu! albricias, repn~>o satiDfccho Cuando Don Felipe hnbo acabado la lec·
Don Felipe, dónde está? tura de la e:ll'tn, Jijó los ojo1:1 en HU mujer,
-J.o Licnc la rnouista, respondió su mujer cou una mirada qne expresaba toda la admicada
vez más turbada, como todo nq11el a- racion, to.!o el cariiío, todo el entemeciquien
falta energía pnm seguit· con paso fir· miento de que rcLosaLa su cm·azon, y sólo
me la buena senda. pudo decirle:
En este momento avisó un criado á m~dia -Percona, Luisa.
'\'OZ á Luisa, que estaba alli una tle la8 pobres La suave y modeota mujer le contestó:
á quienes favoreekl,quc pedia hablarle eou ur- -PerJona tú, pues te engañaba.
genc,ia. -Mi culpa es, pues, que no snpe inspimrte
Luisa se levantó. confianza, rcpul'o el maric1o; si me lo hnbie-
-Dónde vas, mujer? preguntó Don Feli· ra!'> dicho, se hubiera hecho la buena obra sin
pe; 1 á qué es una pobre! dile qno vuelva á que para c·o tuvieses que privarte de un
otra hora. · buen vestido: ahora me enca1·go yo de pro-
-Es la modista, contestó luiRa. poreiomu telo, y por cierto quo no hab1·{\ sa-
-Entónees, vé, no te rlctengas, y haz traer 1ido el o la fauri.:a de Lyou otro mejor que el
el ve.tido para que le veamos. que recibas.
N' o habian pasado cinco minutos cuanuo N o, no, Felipe; no, exclamv J.tüsa; si acn·
.entró Luisa apresuradameutc. Sns ojos ne- so lo qne he hecho es una uueua accion, y
gros brillaban, retlejámloso en ello8 una es- me la rccotnpcnsáras, no seria yo: sino tú, el
pl~ndida alegría, como brilla nn puro cristal r¡uo de ella tendria el mérito y la ~tatidac·
- UBL\C~
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276 ELCAUCA.
cion, y no te lo cedo. Aclemát~, el bien que
se hace sin qne nos cueste un sacrificio ó una
privacion, pequeña 6 grande·, no deja del todo
sat.isfecho el cornzon, ni completamente
alegre la conciencia.
.. _ -
F ERS AN-CA I3.\.LJ,ERO.
(De El Ferrocarril del ,l[agda/ena .)
El, CIELO.
Dijo Dioq : "la gloria santa
Que en mi rededor se agita,
Quiere una alfombra infinita
Donde reposar su planta.''
Y :lijo al mundo: "ambiciono
Qne, colgado en el espacio
Tonga nn techo mi palacio,
Y tenga un doce! mi trono.,
Los Angeles ésto oyeron,
Y al pié de su excelso coro
Uon sus cabellos do ot·o
Inmensa gasa togicron.
Y llenfltldola de rojos·
Y tle blnncos ¡·esplandorcs,
Pusieron en ~>US colores
'l'otlo el azul de sus oJos.
Y 1u égo con ricas galas
Allí las 1tubes bordaron,
Y en las nubes derramaron
Todo el nácar de sus a)as.
Y en la bóveda aznlatla
Pusieron sns leves hnellas,
Y en la lnz de las estrellas
Los rayos de su mirada.
La gaza flotó al azm·,
Y el sol y la luna fueron
J,os florones que pusieron
Su ondulacion altlotar.
Y en fin, con el ancho velo,
Que en la extension !le perdia,
ho ; 1gcle aqqe dja
DeJaron formado el ciclo.
Y lo extencliet·on en pos
Por los ámbitos profundos,
Para dosel de los mundos
Y para alfombra de Dios.
J. l\1ARTI.NEZ l\10SROY.
J,O!i lf:\LO§ LIBROS
CORRO:llFEN EL ALMA.
Torlos comicnen en el peligro que ofrecen
las malas compaiiíns i / todos comprenden
cuánto se c:x¡..one un jóYcn cnnnclo el decoro
6 la lH'ce¡;idad le imp~ne· tener relaciones
con perf.onas que, por medio de coJJfideJlcins
contagioFns, de¡;cubn·n la cont1pcion de ¡:u
corazon y comunican el Ycncno que éHe contiene.
P ncs l>icn, fitcil es d<· mo~trar, por mnchns
razone~, que el efecto de los molos lib1'os es
torl:wía mucho más peligroso.
El comercio qnc hny entre los hombres
por medio de la palal.Jra, sólo nos une con
las personas de nuestro tiempo; pero por
medio de la lectura hablamos y nos enti'E:te
nemos con las personas de tollas l::~s edades.
T,o autores obscenos que corrompieron el si·
glo de Augnsto, echaron aún á perder el
nuestro, pnes In habilidad con qne prepararon
sn veneno les va•ó nna reputacion qne
se fné trasmitiendo de siglo en siglo basta
nosotros.
Generalmente sólo hablamos en nuestra
lengua, pero en los lil>ros se ha ido recogiendo
totlo lo malo que so dice eo todas las lenguas,
y las tra1luccioncs lo han propagado
por todas partes.
N o sucede con los libros como con los amigo¡¡,
pues •generalmente se atiene uno y
trata de conservar los antiguos, cnando se ve
qnc son los más fieles; pero e! entreteni·
miento con los libros se multipHca al infinito
porque cada clia salen ii luz obras nuevas, y
el atractivo 6 la curiokidacl os un cebo que
compromete. Un amigo peligroso no se halla
siempre con uosotros; pero el libro obsceno
le teaernos {l la vista, y sin hablar se
nos insinúa, nos comp1·omete y nos corrom·
pe casi sin sentirlo. Un amigo corrompido
no nos lo parece así siempre, pues snele ha·
ccr tregua cierto tiempo con el vicio, miéntras
qne un libro malo nos habla siempre el
mismo lenguaje, bosqueja las mismas ideas y
cnsi deja laR mismns impresiones. En fin, t:l
Yida desordenada de un amigo corrompido
suele se1· tan grosera. que llega á alarmar el
Ru~lor y l,Jastª á oJepde~;. la misma u ·banid::~d;
pero en los libros se pintan as pasiones con
delicadeza, y se enseña el vicio desnudúndole
de las apariencias odiosas para insinuarse
mejo1·.
Desgraciadamente en el dia. ya no son do
moda las novelas graves y sérias, pues el que
no piensa más que en la depravacion, necesi-
1 ia otro pasto, y por eso no se suelen leer
: más que las novebs ligeras, en las que abun
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ELCAUCA. !77
da la incre<1uliclad, la ~pología del crímt'n y
la apotéosis del vicio. Por más que el alma
fie escude, el veneno es t:m sutil que siempre
wlla un tubo por donde é nsinu:usc; e,I mal
no tarda en ser sensible, y lo peor de todo es
que no es Hwil ha Par un e contravC'neno que
])Ueda atlmini~trarse con buen éxito. N un ca
fle ha prepamdo el veneno con hiel ni con el
jHgo (le plantas amn.rgas, ántcs por el con-rnrio
se suele mezclar con los alimentos más
tl?lccB y mejor condimcnta(los para qne inspu
·e ménos desconfianza; por consiguiente
aún se debe temer ménos el peligro qne nos
:unenaza qne el placet· que nos promete en
ciertas pnginas. El vicio cubierto así con
SO~E'i'O.
Ibas, yo bien lo sé, triste y llorosa
á lamentar mi an~encia en la morada
que un tiempo me abrigó, y abandonada
dejé, tornánrlome {\ mi patria hermosa.
Ibas, yo bten lo sé, tu faz de rosa
do la tnrba bul'!ona recatada;
ibas ...... más hoy solemne y anuinada
mi antigua estancia tétrica reposa.
Y en la tarde qne ayer lució l:ierena
huellas busqué do tu mentido daño
del viejo muro en la esparciua arena;
pet·o nada encontré, y el desegaño
m~ enseñó allí, para anrnent:lt' mi pena,
cuantos sucesos caben en un aüo 1
l'opayan, Diciembre de _187.!.
LOS POLl.OS Dl: LA. t:OXDESA..
n velo hipócritn es aún más peligroso; pues
nRtituye :í. la licencia un arte m:ís pérfido
ím, y tanto más dificil de conocer cuanto
ne tiene el exterior seductor de l:l inoceni:\.
In~en~iblemente un jóven 6 una jóvcn
e deja seclncir por el cebo engañoso de una cnó~ICA DEr •. \.. ~POCA DEL vrm:r co~DE DE
aAion qne sólo se aclvierte t~ver. ounndo el ClllXClloX.
al ha hecho ya pt·og:esos irreparables. !;os l.
a(!t-es no saben cntóncss cómo explicat·:¡e En nnn t::mlc ae Ju_nio de l~Jl, las campa-se
t'lsti,rtc lo que e-: alma siente
quiero y no pueclo con , ngrarte un canto,
y sólo escribo, que frliz, tranquila
cum plal:! tus aüos.
Quién ae la \'Ílla en el inmenso océano
bogara siempre en bcnclecitb nao!
quién en la mar do el corawn fluctúa
!:iiemprc ¡lel l¡ieu en el bajel ~a(l'rado
doquier hallara en la in~egum ~·ia
manos amigas cua! tu noble mano!
pqro cu el mundo clonde el mul auunda
son los :tmigos para el bien tan raros,
que tal p:trecc que el Sciior los tiene
para loR hijos de su amor guardados.
~Iús ay! aruign 1 que en tu claro dia,
en tu <'lltnple aiios,
para exprC'sarLe lo que el alma Riente
quiero y no pucclo consagmtc un canto
y sólo escribo, qnc feliz, tranquila
cumplas tus aiios .
• \1 ciclo clichas para tí piclieutlo
mi alrna ele pronto sorpreutlíó á mi labio .
¿Para r¡né 1lichns para Lí pcclirle
!:.Í él es tan j1tsto, poderoso y Rnnto,
si f1 la virtud, como la tuya, tiene
ricos tesnro!< de placer guardado~,
si haceR b tlicha de tn hogar he1·moso
y Ron el gozo y el amrr hermano~.
y si C'n tu ft·ente la bontlad Ac pinta
como la luna en el tranquilo lago?
lilas sí lo alabo porqne yo en mi senth
tu amista1l noble por mi bien he hallado .. ,
pero no quiero c¡ne tu dich~ anuble
mi triste adios qne se interpc,nc al cabo
y así, señora, yc en tu claro flin,
en tu cumpleaños,
para ex-presmte lo qne el alma ~icnte
corno no puedo con. agr:trle un canto,
tan sólo escriuo, que icliz, tranquila
cumplas tus años.
A. GRILo
Cali, Setiembre ~4. t1e 1Si4.
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!80 EL C 1 U C·.L
Tt:S (;,\BELLO~.
Estos son los cabel o qne atrcriJo
Yo corté de tu blontb cabellera,
Cuando tú misma no quisiste dármelo~,
Porque áun cstab:ts de mi amor incierta;
Y que en todos los camuios Je mi ,.¡Ja,
En mi fortuna próspera ó aJvcrsa,
Ellos, ó han aumentado mi~:~ placeres
O han minorado mis amargas penae.
Mas si hoy te los devuelvo, vírgen mia,
Rs con In firme conuicion expresa,
De que hoy que no dudas de quo te amo
Con ardor. con lealtall y con puraza ¡
1\le los entregue tu divina mano,
Para que cntónces meritorio sea
Que como un lazo misterioso entre ámuos
Yo para :siempre en mi po!ler los tenga.
ruu:STLEY •.
ropayan. 18i4.
---···----
EPWIU:tl.\.
-Es tan grautle, Sinforoso,
la inocenda de mi hijn ,
que hay quien dudé h11ya nacido
en un tiempo en que l:t!s uiuas ......
-Aunque es cierto lo que dice,
callo llf>tetl, m:Hlre 'JllCri,la,
que adem~s tic que estas cosas
no se cuentan, al oil'!as
estremézcomo y se cubrrn
do vergüenza mil:! m<·jilla~ .
J . .JI. YEL.I.::il:O C.bl'lLLO.
A~i:CDO' '.i.~l.
"Gn conde truia una esposa fila que muaua
con delirio. Al aüo (le su Lo!la cayó cufcrma
y murió. Yivia el conde cu una alquería.
y el cementerio e~taba en una colina próxima.
Al conducir el f6reLro tropezó uno uu
los ¡;epultureroc;, cnyó el ::taud, y un grito que
salió de él hizo huir de ·pa\'oridos á los entcrratlores.
La condesa rrcuperó la vi1l:\ \le resultados
del golpe, y la fdiciuad volrió al hogar tri~·
te y ei1lutado.
PaRó ei t1empo, doce ailos Jcspucs la Jesucitana
volrió á morir.
El viudo estaba atligillo, aunque no tanto
como la primera \'Cl.
Al i1· á vcrificar~e el entierro, dijo
yordomo:
-¿ Ttcue ~. E. al_:o 'Jt:é manll.:r :'
1
-Sí, contestó¡ qniC'ro que los
vayan con ticnLo al subir la colina
no se les caiga el atnud.
AVISOS • •
Piltlorus "·rln;t~o~~'~' ~~~~j¡,~:::~:~~ toli••s IIL~ Jl:lrteH del
n~'! c:omo el mejor
Ellas cumn tOilR!!jas afe•é9illllill de·! e41.,-ol!Qf.
del est.:ma:,:o, de lts ,.;,;,.,,.I!;~·.'IPda.lnAb."..M·i""'
\"Cn la ncrimouia, la fla ~~r:;;~rfQj~:ci~~~:~:a~ ~ando de la ~augre toch\ in
tümeuto el ~istemn nmi·ioso y u&g,-llla t:ouo
la or¡¡an izaciou !(cncral.
t:n~lkNtto lloUown~ ·. -Esto ·maravilloso
.nnu b!!lla iuLtlibl~mcnto las herida" untlgua.~,·J:\s
y los males do pierna~ y de pecho. Por mt!dio do ~~>
ducHt'Íillu. •ílccrfll! \Írnlcnt~~< lom:m runr pronto un
llUCW cou\"lllccit•utc y dcsa1m ·cccn. Jam:t~ drja este
¡;•lento rcJrigcnu!tc de pru•ludr una cun pcrfcch
afeccione> •lo la piel, los costip'ldos, las toses r el
tismo, 1íun cunndo se ha u¡•cl.tdo en YilUo ,¡ todoa los
mas n:rnedios.
La' mc•liciua ~ cloben rmpl nrse útioarios ~~~!.
,Jo, y por~~~ l'ro¡nd:mo, ell rorcsor Hollowny, iJ),l,
furd Slrcct, Lúndn:d, W. C.
NOYÍ2D10 DE Y OCIO X .SHIO,
esmeradamente empa5tado y en edicion
lujo.
Se rcuuo en la a