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El Cauca: periódico literario dedicado a la juventud - N. 3

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  • Año de publicación 23/05/1874
  • Idioma Español
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
"El Cauca: periódico literario dedicado a la juventud - N. 30", -:-, 1874. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3683919/), el día 2025-06-09.

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Podcast: "Rock al Parque: la música"

Por: Red Distrital de Bibliotecas Públicas. BibloRed (Bogotá. CO) | Fecha: 2019

Podcast que recopila testimonios del público asistente al ciclo de charlas "Libertad Sublime" realizadas en las Bibliotecas Públicas de BibloRed. Dan cuenta de la experiencia musical relacionada al Festival Rock al Parque. Los participantes relatan sus vivencias: donde compraban los discos, los primeros conciertos a los que asistieron, como se difundían los nuevos exponentes del rock colombiano en los medios públicos, la relación de los rockeros con seguidores de otros géneros musicales y la influencia que tuvo esa música en un momento en sus vidas.
  • Temas:
  • Rock (Música)
  • Música

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Podcast: "Rock al Parque: la música"

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Imagen de apoyo de  El Cauca: periódico literario dedicado a la juventud - N. 35

El Cauca: periódico literario dedicado a la juventud - N. 35

Por: | Fecha: 02/01/1875

PERIODICO LITERARIO DEDICADO A LA JUVEKTUD. AXO I~I vwvv(~~·-- •~~-~~~~MMNUME~O~as~~~~~~ -~~~ ~---·~·M·~· ·M ·~-~~~~~~>~~~~--~~.:::~:~: .. :::.~w~~~!.?..~~.!.~~;;••••• •~•··~~-~-- ~L:r~~:.~~~~ ltAM1REZ Y;RIVBHA, ¡;n¡rouEs. J ch¿s teso1'os, como .decía la voz pública, en IJN VEHT!I.DO. nELACIOX DE t'X IIECllO CiERTO. u manera ponJerntmt. Pero era cierto qne ' nno trai:l st!periot· á los ele! ?ro y plata que se le upoat:w, y era una mtt.JCr buena hon· rada, modesta y caritati\'a, bien hallad~ entre las pacíficas y alegres cuatro paredes de sn Caridad qniere decit· amor. Ihy tres cla· casa, feliz y contenta en su tranquilo inte-rior ses de amor incluidos en esta Jenominacion: doméstico. el amor á Dios, qlle es la adoracion; el amor 1 En breve echó de ver el marido el clcscn· á nuestt·os iguales: que es la bene\·olencia, y frenntlo lujo qnc ostentaLau en su ye~tir las el amor á los pobres y á los qne padecen, seiioras de su nuera residencia, con el qnc qne con~erra el nomure de este amor teolo· ¡' contrastaba la moJ.esta senc~llcz que en el gal, curtclacl. suyo gastaba , n muJer·-Y as1 fué que le di· Si por desgracia, en nuestra acerba y des· jo nn dia en que juntos iban á salir: cr?ida éra, están tibio!! ~ amiuoraum •. los dos . -I,uisa, preciso es que te compres un ves· pnmoros, no lo cstfl por suerte el últtmo, que ttdo nomo ol que veo gastar á otras señoras. permanece en el siglo como una cruz en la -Felipe, contestó sn mujer, eso!! vestidos, cúspide do un edificio que van iuvauiendo, al quo Yes en otras, cnestan cn"tro mil realc!l ¡ méuos al exteriot·, las frias aguas del itHlifc· el año qne viene no se usarán ya, y son cua· rentismo. tro mil reales tirados, h que es un despiltQ· .:Miéntras más cnm1a la miseria mcJ·ced á no, y hasta nna impropiedatl en quien 110 cansas que no es del caso ni de nucsLra in· tiene ni la poRiüion ni el caudal de unos prín· cumbencia examinar, pero entre las cualeH, cipcs. no obstante, citarémos el lujo, que semejante --Sientlo mñs pudiente qne otras que los á un despreciable afeite, pero siendo en rea- llevan, deseo que no ficas tu méuo~, lo que lidad una mortífera lepra, se va extendiendo nos espoudria á la cl'itica ó á la burla, res· sobre toda la socicuau, v la carestia de los ponLlió el mal'itlo. artículos de primera necesidad que oprime y Luisa se sonrió y calló; pero en lo que ahoga á las clases mcnestero~as como un do· ménos pensó fué t:n comprarse el vestido. gal; miént1 as más cunda, decíamos, la mi· Cada vez que juntos salían, le preguntaba seria, más ostensiblemente corre á sn auxilio Don Felipe: la caritlad. Centuplica la caridad sus recur- ·-Luisa ¿no te has comp1·ado todavía el sos, y despucs que las ¡:eüoras, imitando el vestido? ejemplo de las santas, le han dedicado los Y ella, con el fin de no contrariar lo, bus. pl'imorcs de sus agujas, los hombres, á su caba disculpas de no haberlo hecho. vez, las imitan dedicando al mismo fin los -Luisa, observaba entónces su mariuo, se trahajos de sus plumas. N o elogiarémos es- sabe que tengo posibles; y como nadie po· te buen propósito; las buenas obras, sinceras drá creer, si una señora no lleva cual le co· y puras, tienen su pudor que rechaza el elo· nespondc nn vestiJo rico, que sea por tYttsto gio como una recompensa; puesto que la J[l. propio, creerán que es mi aynricb y n°o tu diva que outiene premio no es tan dádiva co· voluntad la causa de qnc no lo tengas. mo la que n.ada recibe, y é$ta es la razoo Un dia que les acompañaba á la mesa un por la que tántas almas piadosas ocultan el amigo íutimo de Don Felipe, le refirió ésto bien que hacen, mortificauas que son por la muy sentid;, lo que .llamaba manía él e su alahauza que excita. mujer, ele no querer comprarse el vestido, y Establecióse eu la populosa ciudad dc . .An· levántandose, traj_o cuatro mil reales en oro chlucía un cabal!cro que babia estado mn· . que entregó á Lmsa, con la exprefla condicion thos años en ..:~!ll~ricn , y traia de ella lllll· ~ de t¡uc habian Je ~ cr iurcrtidos en la com. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ELCt\UCA. pra del vestido. pues de ilejar el socorro del alma, entró el Salieron en seguida loR amigo~ á pas<:nr, y de la vicla, que eu person:1 fné á llevarle J,uisa entró en su ::rnhinctc, y se sentó en Lni~a. una silla baja eu su cierro ele CJ ie;tal á hacer Dcs1le entónccs venia 1liariamente la m u-labor. jc-r del enferrno ft recibir el caltlo y otros au- Aguarclaba allí uoa de las mnchas pcrso- xilios de aqu0lla casa, c~rno lo ha<.:ian otros nas nece8ita, sin ruiJo y tiÍO os­pletn miseria, gracias á Luisa que la habia tenlacion, como riega una sua\'e nnbc de pri· provisto de las pietas de restir necesarias manra la geuienta tiena, porque prefería para ello. los ~oces del corazon á los de la vaniriad. El marido de esa tlesgracia!la habia ejerci- -~S,·iiora, exclaulo Lni~a al notat· que la do toda su vida tm empleo subalterno i pero pobre mujer, r¡ne era la tlrl rcferitlo cesante, hacia algun tiempo que, sinlcansa ni pretexto, lloraba amargamente, ¿ qu~ lit>ue nst.ocl ?­lJnbia ~ido privado de su cargo para fayore- ¿,No se halla¡;;'\ aliviaLlo su marido de us• ce¡· á otro con él. ted ? Anciano yn, sin relaciones, fnerr.as ni pro· -Sí, seíiora, eontestó sollozanclo la inte· porcion de bu~car otro modo de mantener á nogada i pero, el hijo ele mi alma, que no an familia: la angu~tia, el desconsnt'lo y la pnetle con el trnbajo qne hace, ¡ ayor cayó irritacion que se apoderaron de sn únimo le 1 po:t:·arlo, y cstr1 ech:mdo sangre por la hoca 1 postraron cu cama. ' Hubo nn rato tk :<~eneio, pues el Jolot· en En bre\'e fnó "'~ncli!lo su molle!'to :~ju~r y la nua y la comprvion n la otm eran talesl cnaut.o poseian, p:11·a aten'ler al suí'tento de que no hallaban palolbras que los exrrcsascn. la familia y á la asistcnuia ele! enfermo. Despue rle un rato prosiguió la madre: Entónccs su hijo, jóvcn ú quien había da- -Te1H'rnos un primo en la Habana que do su p:-ult~ una hncna edncacion, y c¡uc pot· nos}¡;¡ e:-.cr;to qne, en vi,ta to claramente el declo ele Salvo lit vida ú este bnen jóven, pensó! Dios señalar á la caridarl el lugar y oca ion en quizá h:tga su suerte y la ele todas~ familia, que debo ejercer Stl santa mi ·ion?-Y arlÍ lo todo con privarme de un vestido de lujo ...... hizo ahora, porque una noche oyó Luisa el y titubeó ...... dulce, y triste, y argentino sún tle la campa- Tome ustc1l, seilora, rlijo poniendo el oro nilla, que anuncia á los fieles que viene Dios en la mano de la tlesconsolada matlre: que ó la cus del ijo q e no pu líen lo ir · laJ> - p11r a ipmcdiatameute su hpo de uRted, y ya, implora su presencia. que lo haga descuitl!ldo.pues miéntr·as nos es· Luisa iluminó su halcon y se anorlilló.aclo- criba su llegada, no faltará á ustetles el pan rando al Dios que (11\ qonsudo y fortaleza en de cada clia esta vida pasajera, y la biena\'cnturanza en la J,a explosion de jítbilo y de gr:~titulo y bien de la hnmanidacl. á su marido que hnbi~t dispuesto del dinero, "Graeias ú El y al inespcrntlo socorro que y tmtaba de salir u el paso con evasi rns. nos prestó,-qne fné tal, que ,Jcuió costar! e Unas veces le decia qne no le gustaban los algun k:J.C'rificio, por lo que a,mw.tta su valor que de rent~ .e hallabau, y qne le hnbian di· y m(·nto,-emu:li'es r¡nc ,¡¡ el im!Jortc del re~tiueltlo Jc los ,]os meses das y duras en boca de sn marido, se turbó y que no he gasta(:o con el oh,ieto de enviñr· afligió, y dijo pnrr~ calmarlos: do~, hauiéntlomo tenido (!1 tio en su ca!ia -ERtá comprado, etc." -¿Por uu! albricias, repn~>o satiDfccho Cuando Don Felipe hnbo acabado la lec· Don Felipe, dónde está? tura de la e:ll'tn, Jijó los ojo1:1 en HU mujer, -J.o Licnc la rnouista, respondió su mujer cou una mirada qne expresaba toda la admi­cada vez más turbada, como todo nq11el a- racion, to.!o el cariiío, todo el entemeci­quien falta energía pnm seguit· con paso fir· miento de que rcLosaLa su cm·azon, y sólo me la buena senda. pudo decirle: En este momento avisó un criado á m~dia -Percona, Luisa. '\'OZ á Luisa, que estaba alli una tle la8 pobres La suave y modeota mujer le contestó: á quienes favoreekl,quc pedia hablarle eou ur- -PerJona tú, pues te engañaba. genc,ia. -Mi culpa es, pues, que no snpe inspimrte Luisa se levantó. confianza, rcpul'o el maric1o; si me lo hnbie- -Dónde vas, mujer? preguntó Don Feli· ra!'> dicho, se hubiera hecho la buena obra sin pe; 1 á qué es una pobre! dile qno vuelva á que para c·o tuvieses que privarte de un otra hora. · buen vestido: ahora me enca1·go yo de pro- -Es la modista, contestó luiRa. poreiomu telo, y por cierto quo no hab1·{\ sa- -Entónees, vé, no te rlctengas, y haz traer 1ido el o la fauri.:a de Lyou otro mejor que el el ve.tido para que le veamos. que recibas. N' o habian pasado cinco minutos cuanuo N o, no, Felipe; no, exclamv J.tüsa; si acn· .entró Luisa apresuradameutc. Sns ojos ne- so lo qne he hecho es una uueua accion, y gros brillaban, retlejámloso en ello8 una es- me la rccotnpcnsáras, no seria yo: sino tú, el pl~ndida alegría, como brilla nn puro cristal r¡uo de ella tendria el mérito y la ~tatidac· - UBL\C~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 276 ELCAUCA. cion, y no te lo cedo. Aclemát~, el bien que se hace sin qne nos cueste un sacrificio ó una privacion, pequeña 6 grande·, no deja del to­do sat.isfecho el cornzon, ni completamente alegre la conciencia. .. _ - F ERS AN-CA I3.\.LJ,ERO. (De El Ferrocarril del ,l[agda/ena .) El, CIELO. Dijo Dioq : "la gloria santa Que en mi rededor se agita, Quiere una alfombra infinita Donde reposar su planta.'' Y :lijo al mundo: "ambiciono Qne, colgado en el espacio Tonga nn techo mi palacio, Y tenga un doce! mi trono., Los Angeles ésto oyeron, Y al pié de su excelso coro Uon sus cabellos do ot·o Inmensa gasa togicron. Y llenfltldola de rojos· Y tle blnncos ¡·esplandorcs, Pusieron en ~>US colores 'l'otlo el azul de sus oJos. Y 1u égo con ricas galas Allí las 1tubes bordaron, Y en las nubes derramaron Todo el nácar de sus a)as. Y en la bóveda aznlatla Pusieron sns leves hnellas, Y en la lnz de las estrellas Los rayos de su mirada. La gaza flotó al azm·, Y el sol y la luna fueron J,os florones que pusieron Su ondulacion altlotar. Y en fin, con el ancho velo, Que en la extension !le perdia, ho ; 1gcle aqqe dja DeJaron formado el ciclo. Y lo extencliet·on en pos Por los ámbitos profundos, Para dosel de los mundos Y para alfombra de Dios. J. l\1ARTI.NEZ l\10SROY. J,O!i lf:\LO§ LIBROS CORRO:llFEN EL ALMA. Torlos comicnen en el peligro que ofrecen las malas compaiiíns i / todos comprenden cuánto se c:x¡..one un jóYcn cnnnclo el decoro 6 la lH'ce¡;idad le imp~ne· tener relaciones con perf.onas que, por medio de coJJfideJlcins contagioFns, de¡;cubn·n la cont1pcion de ¡:u corazon y comunican el Ycncno que éHe con­tiene. P ncs l>icn, fitcil es d<· mo~trar, por mnchns razone~, que el efecto de los molos lib1'os es torl:wía mucho más peligroso. El comercio qnc hny entre los hombres por medio de la palal.Jra, sólo nos une con las personas de nuestro tiempo; pero por medio de la lectura hablamos y nos enti'E:te nemos con las personas de tollas l::~s edades. T,o autores obscenos que corrompieron el si· glo de Augnsto, echaron aún á perder el nuestro, pnes In habilidad con qne prepara­ron sn veneno les va•ó nna reputacion qne se fné trasmitiendo de siglo en siglo basta nosotros. Generalmente sólo hablamos en nuestra lengua, pero en los lil>ros se ha ido recogien­do totlo lo malo que so dice eo todas las len­guas, y las tra1luccioncs lo han propagado por todas partes. N o sucede con los libros como con los a­migo¡¡, pues •generalmente se atiene uno y trata de conservar los antiguos, cnando se ve qnc son los más fieles; pero e! entreteni· miento con los libros se multipHca al infinito porque cada clia salen ii luz obras nuevas, y el atractivo 6 la curiokidacl os un cebo que compromete. Un amigo peligroso no se ha­lla siempre con uosotros; pero el libro obs­ceno le teaernos {l la vista, y sin hablar se nos insinúa, nos comp1·omete y nos corrom· pe casi sin sentirlo. Un amigo corrompido no nos lo parece así siempre, pues snele ha· ccr tregua cierto tiempo con el vicio, mién­tras qne un libro malo nos habla siempre el mismo lenguaje, bosqueja las mismas ideas y cnsi deja laR mismns impresiones. En fin, t:l Yida desordenada de un amigo corrompido suele se1· tan grosera. que llega á alarmar el Ru~lor y l,Jastª á oJepde~;. la misma u ·banid::~d; pero en los libros se pintan as pasiones con delicadeza, y se enseña el vicio desnudúndo­le de las apariencias odiosas para insinuarse mejo1·. Desgraciadamente en el dia. ya no son do moda las novelas graves y sérias, pues el que no piensa más que en la depravacion, necesi- 1 ia otro pasto, y por eso no se suelen leer : más que las novebs ligeras, en las que abun Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ELCAUCA. !77 da la incre<1uliclad, la ~pología del crímt'n y la apotéosis del vicio. Por más que el alma fie escude, el veneno es t:m sutil que siempre wlla un tubo por donde é nsinu:usc; e,I mal no tarda en ser sensible, y lo peor de todo es que no es Hwil ha Par un e contravC'neno que ])Ueda atlmini~trarse con buen éxito. N un ca fle ha prepamdo el veneno con hiel ni con el jHgo (le plantas amn.rgas, ántcs por el con-rnrio se suele mezclar con los alimentos más tl?lccB y mejor condimcnta(los para qne ins­pu ·e ménos desconfianza; por consiguiente aún se debe temer ménos el peligro qne nos :unenaza qne el placet· que nos promete en ciertas pnginas. El vicio cubierto así con SO~E'i'O. Ibas, yo bien lo sé, triste y llorosa á lamentar mi an~encia en la morada que un tiempo me abrigó, y abandonada dejé, tornánrlome {\ mi patria hermosa. Ibas, yo bten lo sé, tu faz de rosa do la tnrba bul'!ona recatada; ibas ...... más hoy solemne y anuinada mi antigua estancia tétrica reposa. Y en la tarde qne ayer lució l:ierena huellas busqué do tu mentido daño del viejo muro en la esparciua arena; pet·o nada encontré, y el desegaño m~ enseñó allí, para anrnent:lt' mi pena, cuantos sucesos caben en un aüo 1 l'opayan, Diciembre de _187.!. LOS POLl.OS Dl: LA. t:OXDESA.. n velo hipócritn es aún más peligroso; pues nRtituye :í. la licencia un arte m:ís pérfido ím, y tanto más dificil de conocer cuanto ne tiene el exterior seductor de l:l inocen­i:\. In~en~iblemente un jóven 6 una jóvcn e deja seclncir por el cebo engañoso de una cnó~ICA DEr •. \.. ~POCA DEL vrm:r co~DE DE aAion qne sólo se aclvierte t~ver. ounndo el ClllXClloX. al ha hecho ya pt·og:esos irreparables. !;os l. a(!t-es no saben cntóncss cómo explicat·:¡e En nnn t::mlc ae Ju_nio de l~Jl, las campa-se t'lsti,rtc lo que e-: alma siente quiero y no pueclo con , ngrarte un canto, y sólo escribo, que frliz, tranquila cum plal:! tus aüos. Quién ae la \'Ílla en el inmenso océano bogara siempre en bcnclecitb nao! quién en la mar do el corawn fluctúa !:iiemprc ¡lel l¡ieu en el bajel ~a(l'rado doquier hallara en la in~egum ~·ia manos amigas cua! tu noble mano! pqro cu el mundo clonde el mul auunda son los :tmigos para el bien tan raros, que tal p:trecc que el Sciior los tiene para loR hijos de su amor guardados. ~Iús ay! aruign 1 que en tu claro dia, en tu <'lltnple aiios, para exprC'sarLe lo que el alma Riente quiero y no pucclo consagmtc un canto y sólo escribo, qnc feliz, tranquila cumplas tus aiios . • \1 ciclo clichas para tí piclieutlo mi alrna ele pronto sorpreutlíó á mi labio . ¿Para r¡né 1lichns para Lí pcclirle !:.Í él es tan j1tsto, poderoso y Rnnto, si f1 la virtud, como la tuya, tiene ricos tesnro!< de placer guardado~, si haceR b tlicha de tn hogar he1·moso y Ron el gozo y el amrr hermano~. y si C'n tu ft·ente la bontlad Ac pinta como la luna en el tranquilo lago? lilas sí lo alabo porqne yo en mi senth tu amista1l noble por mi bien he hallado .. , pero no quiero c¡ne tu dich~ anuble mi triste adios qne se interpc,nc al cabo y así, señora, yc en tu claro flin, en tu cumpleaños, para ex-presmte lo qne el alma ~icnte corno no puedo con. agr:trle un canto, tan sólo escriuo, que icliz, tranquila cumplas tus años. A. GRILo Cali, Setiembre ~4. t1e 1Si4. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. !80 EL C 1 U C·.L Tt:S (;,\BELLO~. Estos son los cabel o qne atrcriJo Yo corté de tu blontb cabellera, Cuando tú misma no quisiste dármelo~, Porque áun cstab:ts de mi amor incierta; Y que en todos los camuios Je mi ,.¡Ja, En mi fortuna próspera ó aJvcrsa, Ellos, ó han aumentado mi~:~ placeres O han minorado mis amargas penae. Mas si hoy te los devuelvo, vírgen mia, Rs con In firme conuicion expresa, De que hoy que no dudas de quo te amo Con ardor. con lealtall y con puraza ¡ 1\le los entregue tu divina mano, Para que cntónces meritorio sea Que como un lazo misterioso entre ámuos Yo para :siempre en mi po!ler los tenga. ruu:STLEY •. ropayan. 18i4. ---···---- EPWIU:tl.\. -Es tan grautle, Sinforoso, la inocenda de mi hijn , que hay quien dudé h11ya nacido en un tiempo en que l:t!s uiuas ...... -Aunque es cierto lo que dice, callo llf>tetl, m:Hlre 'JllCri,la, que adem~s tic que estas cosas no se cuentan, al oil'!as estremézcomo y se cubrrn do vergüenza mil:! m<·jilla~ . J . .JI. YEL.I.::il:O C.bl'lLLO. A~i:CDO' '.i.~l. "Gn conde truia una esposa fila que muaua con delirio. Al aüo (le su Lo!la cayó cufcr­ma y murió. Yivia el conde cu una alquería. y el cementerio e~taba en una colina próxi­ma. Al conducir el f6reLro tropezó uno uu los ¡;epultureroc;, cnyó el ::taud, y un grito que salió de él hizo huir de ·pa\'oridos á los entc­rratlores. La condesa rrcuperó la vi1l:\ \le resultados del golpe, y la fdiciuad volrió al hogar tri~· te y ei1lutado. PaRó ei t1empo, doce ailos Jcspucs la Je­sucitana volrió á morir. El viudo estaba atligillo, aunque no tanto como la primera \'Cl. Al i1· á vcrificar~e el entierro, dijo yordomo: -¿ Ttcue ~. E. al_:o 'Jt:é manll.:r :' 1 -Sí, contestó¡ qniC'ro que los vayan con ticnLo al subir la colina no se les caiga el atnud. AVISOS • • Piltlorus "·rln;t~o~~'~' ~~~~j¡,~:::~:~~ toli••s IIL~ Jl:lrteH del n~'! c:omo el mejor Ellas cumn tOilR!!jas afe•é9illllill de·! e41.,-ol!Qf. del est.:ma:,:o, de lts ,.;,;,.,,.I!;~·.'IPda.lnAb."..M·i""' \"Cn la ncrimouia, la fla ~~r:;;~rfQj~:ci~~~:~:a~ ~ando de la ~augre toch\ in tümeuto el ~istemn nmi·ioso y u&g,-llla t:ouo la or¡¡an izaciou !(cncral. t:n~lkNtto lloUown~ ·. -Esto ·maravilloso .nnu b!!lla iuLtlibl~mcnto las herida" untlgua.~,·J:\s y los males do pierna~ y de pecho. Por mt!dio do ~~> ducHt'Íillu. •ílccrfll! \Írnlcnt~~< lom:m runr pronto un llUCW cou\"lllccit•utc y dcsa1m ·cccn. Jam:t~ drja este ¡;•lento rcJrigcnu!tc de pru•ludr una cun pcrfcch afeccione> •lo la piel, los costip'ldos, las toses r el tismo, 1íun cunndo se ha u¡•cl.tdo en YilUo ,¡ todoa los mas n:rnedios. La' mc•liciua ~ cloben rmpl nrse útioarios ~~~!. ,Jo, y por~~~ l'ro¡nd:mo, ell rorcsor Hollowny, iJ),l, furd Slrcct, Lúndn:d, W. C. 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