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AÑO l-NUMERO 25 Bogotá,~domingo 9 de Octubre de 1910
==~~==========,================================;=====================~~~~===============
DIlros de Cuentas Corrientes
con cuatro columnas: Debe, J-/abe" Saldos
deudO? es y Saldos ac,·eedo1'e.L De '$ 3)0 á
."' --o .).) .
Goma San1'orll
E l pegan te mejor y más fino para uso
en los escritorios. Muy econ6mico,.porque
se gasta en menores cantidacles que el mudlago
común . El frasco, $ 30.
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Es la peIna de las máauinas
DE ESCRIBIR
I
~~a~~~~~~~~~~~~~~~,
~ , 1,·." Puntualidad "
. Puede haber otras más costosas ó más baratas, más ~ I 'M. S '1
grandes ó más pequeñas; pero no hay ninguna que la [{l! Corrección . e (J PO P
ARTE
supere ó que la iguale siquiera. Su sistema de martillo 11
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y absolutamente mtIda. Puede eSCrIbIrSe con ella 34 I ~ I y calidad superior
idiomas diferentes bastando cambiar los tipos, operación i
que requiere pocos SEGUNDOS. Escribe á dos ,tintas,~ · en sus artículos
tiene NOVENTA letras y signos; p:sa 8. kilogramos, lo · 1 son garantías que haque
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trucción muy s.ólid~ y de gra,ndísima durac!ór;. La tene- ~ i Establecimiento de
mos de teclado" Umversal" e "Ideal." Este ultImo se ga- I .
rantiza contra, 8l:=fermedades. de los ojos, de la columna L Papelería-Tipografía
vertebral y del SIstema nervIOSo en general y de ahí su ~ G ABAD
nombre" IdeaL" ti R o
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A '$ 1-5°. ! Camacho Roldán & Tamayo Fosloreras s·
Braganzas. Los viajeros. llegados de Bad"joz:
sólo dan noticias de lucha:" y de muertos y heridos
en las calles de Li sboa con moti \'0 de la.
muerte del doctor Borllbarda, que fue considerada
como un asesinato político perpetnldo por
los monárquicos. En las Pro\'incias reina la.
ansiedad.
Al amanecer se reunieron Canalejas, ~rerino
y Aznar ; trasrnitiéronse instruccio nes á todas
las provincias y en scgujda salió de Badajoz
un regimiento de caballeria á recorrer las.
fronteras con otros regimientos. Se destacaron~
fuerzas de vígilancia, y' se tomaron nuC\·as pre- I
cauciones. Después Canalejas se dirig'iú [L los
Ministerios de Estado y Marina para i :~lpartilinstrucciones.
A las ocho de la. maii.ana Canalejn.
s entró á Palacio para j nforJnar al Rey, y
le ha declarado, que aunque las noticias son
con'fusas, sabA que el R.ey 1\1anuel conscn'a
fielcs. Cinco regimientos y e l . Rey '1Ianucl tuvieron
que abandonar el Palacio porque era
imposible la seguridad de ao·o. Las últimas noticias
dicen· que seguirán c(";mbates encarnizados
en las calles y el bo mbardeo por la escuadra.
E l Rey Manuel per manecía sereno.
Renuncia de un Ministerio
"LOS MUERTOS MANDAN"
D. Emilio Rodríguez Mendoza es un joven
y a\'ezado escritor y diplomático chile·
no que entre nosotros vivió cerca de cuatro
años, dejando los más gratos recuerdos. Y
quien dice escrito)', dice también observador.
Como preparación para poder observar
bien nuestro medio socil1, dones personalísimos
aparte, traía el haber nacido
en un país \'erdacleramente culto,
fuerte y libre, v el haber viajado por otros
de civilización superior, mirándolo todo
con , ojos de inteligente y no saciada curi
osidad .
Desde su patria, y con motivo de nuestro
Centenario, el señor Rodríguez Mei,doza
publicó en un diario de Santiago, sobre
Colombia y el alma colombiana, un amable
articulo que nos atreveríamos á calificar
de enSa)IO, en tendida la p,i!abra en su
acepción inglesa.
Quienes puedan juzgar exagerada nues-
, tra apreciación, lean el escrito en cuestión,
y en é l, si tienen espíritu medianamente
comprensi\'o, hallarán l11uchas y muy jus·
tas observaciones sobre n llestra manera de
ser, sobre las causas de nuestra innegable
inferioridad y sobre los remedios que "
ella debemos poner. C1aw que el esc ritor
chileno no podía'decirlo todo; pero bien
sabe él, con Anatole Francf', que el autor
sugiere y el lector sustitu.ye.
Bogotú, con su barniz elninentemente
literario, con la cultura libresca de sus
hombres notables,-que á. lo mejor resultan
guerreros improvisádos,--corresponde perfectamente
ú la ciudad .fundada por un
cuasi humanista soldado, como fue D.
Gonzalo J iménez de Quesada. Y el Bogo·
tá oscuro, triste, falto de higiene y ele di\'
ersiones, con sus caSerOl1e!i, iglesias y COI1-
\'entos del siglo xvr, hizo pensar al chileno
en un Toledo trasplantado á las cumbres
de los Andes.
y si el escrito de que hablamos, fuéra
ele las frases amables y co:rteses, sólo nos
hubiera hecho pensar seriamente sobre
nosotros mismos y sobre nuestro porvenir
como pueblo,-con ello no más tendríamos
para agradecerle cordialmente á quien fue
caballeroso hu6sped y gentil representante
de una gran nación ~t11J iga.
Cuando eX'lminamos las causas de
nuestro eStancamiento- aparte los factores
c1imatéricos-quizá una de las mayores
esté en el momenfo hlstÓrico peninsular
en que ú nosotras vinieron los l11b~trgo, Sr' 1m c1t ~c idido no flm' ningún
paso mús, y dejar pi a.. ~. .lInto :l ]a nne\':L administra.
ctt'Hl. La l'eSpt1est~l insis;~e ('n ..... 1 exclusi\'()
derecho de sübC"raní,L argentitla sobn~ eS3S
islas.
Correos
En días pasados public:mloSi un cable en que
se anunciaba que el (Toberna da r de .:\Iadagas.
car se había. dirigido il la C011Jpafiía arrea para
contratar unos acreoplanos .::on qué hacer (\1
seryicio de corn~os en la isla. El cable agrvgabaquc,
mediante esa innovaciótJ1. los correos que
antes se mO\'ilizaban en ocho días podían serlo
en sei s horas.
Todos s.auL:ll1us qU(-' la fOrJ1Jaci ón de la grande
isla africana es idér,tica á la nuéstra, <'>11
cuanto que altos maciLOS de :montaiias ocupan
gran parte del territorio.
El aercoplano, por otra [.arte, ya ha sa1ido
del campo de la experimentación para ser al'-
tícul0 industrial. '.
¿ No podría gastar llllesl.:ro Gobierno unos
pocos pesos en traer un a(:reoplano y ensayar.
aqui el sistema?
¡Qué revolución sería en'tre nosotros poder
llevar en un día la correspo'odcncia de Bogotá
á Pasto 6 á Cúcuta!
Si mv.1 en. Europa misl11o, mientras el
1\lundo ITlarchaba, España opuso vahladar
infranqu'eable á la in'upción de las ideas
nuevas, }' en contra de ellas fue á cOto batir
por doquiera, ¿ qué no ocurórí,t en
la Espaí ía americ?na? Esta no p,?día comerciar
sino con ' la i\>Ietrópoli; La introducción
de libro's y papeles que hasta estos
lejanos cOP.lines del planeta h~,bieran
podido tn .. er :alguna luz, estaba p:rohibida;
prohibidas ta mbién las visitas de extranjeros,
y >el siler tcio y la obediencia óeb'.l modelab<'.
n entr etanto el alma colonia 1.
Be ahí f;l que ni la Emancip.aclón ni
el infl ujo de las revoluciones que pc'steriormen
te han conmovido al Mundo'~ hayan
sido bastan tes á modificar nuestra estructura
espiri' tua!. Los ensayos para' poner
nuestras in stitucioncs al nivel de lcDi< anbelos
y de la! ; necesidades contemporáneos,
se han que dado escritos, han sido absolu·
tamente. Sll .perJiciales, no han alcanzado á
calar ho.nd a y eficazmente en el espíritu
n ac ion a:J!.
Muy r ec:iente está el caso. l\lerced á.Ja
ambióoífll de un caudillo que hasta entonces
hahía re,presentado en nuestra historia
el más, gl ~ n uino autoritarismo, e) espíritu
reform.a<\f )r Jogr6 la hegemQllía política, y
Domingo 9 de Octubre de 1910
la mantuvo por veintlcl11co años. Y durante
ellos, con la más activa de ~las propagandas-
en la escuela, en la tribuna pública,
en la prensa, en el Congreso, hasta
en el campo de batalla, - no logró liberalizar
siquiera medianamente este país. La
reacción en contra fue tremenda. Durante
otros veinticinco años los ideales del pasado
han dominado únicos é in contrastados
en Colol11 bia.
Hoy mismo, cuando todo parecía anunciar
un cambio preparado lenta, dolorosamente,
por la propaganda eficaz de los vencidos,-
hé ah! que en matpria de prensa,
por ejemplo, hemos retrogradado á tiempos
tan pretéritos, que dijéranse perdidos en
la noche de la Colonia.
S i publicáramos hoy la larga lista de
los libros secuestrados por el Gobierno colonial
á Nariño, veríamos que muchos de
ellos podrían caer bajo la sanción de la ley
<¡,"e actualmente se discute en la Asamblea.
Es que, á pesar de todo, el espíritu del
siglo X\'I' es el que en nosotros anima.
* *
Ese Bogotá que al señor Rodríguez
Mendoza parece un Toledo trasplantado á
la cumbre de los Andes, es fiel símbolo del
alma colom biana. Bogotá tiene teatros ~n
que s6lo pueden representarse piezas permitidas
por una censura dign'a de Calomarde;
Bogotá cuenta con diarios: que mañana no
podrán publicar un cable que diga lo que
ocurre en España, ó Francia, 6 Portugal; ,
Bogotá tiene clos ó tres automóviles; pero
Bogotá íntimo es el Bogotá del siglo XVI.
ASl también nuestros hombres directivos.
Gran barniz lite rario, vasta cultura el11inen·
temente libresca; pero como Napoleón
decía que raspando al ruso aparece el cosaco,-
raspando á los grandes colombianos
contemporáneos aparece el español del siglo
x \·r, con tanto nüedo á las ideas actuales
como el chibcha á las corceles de los
conquistadores.
Estudiando la influencia del pasado
sobre el presente, Vicente Basco Ibáñez escribió
Los M1Ie1'l0s 1Ila"dau, libro intenso,
de sereno y desapasionado anál isis, en que el
insigne novelista estudia uno de los fa~tores
de la decadencia española; pero, á un
tiempo mismo, libro de piedad y de indignación.
Entre nosotros también los muertos
mandan : atiborrados de libros, quemamos
éstos; en frente de las ideas, optamos por
el proceder del doctor Sotero J;'eñuela.
Mas estó es' algo muy grave. Unico
pueblo que pacientemente se ha dejado
mutilar,-por re trasado, por inactual, los
pueblos superiores y más aptos al fin lo
harán en trar por la fuerza en las grandes
corrientes que hoy impulsan al Mundo.
Este no tolera que en el concierto lle la
Civilización haya muchos Marruecos.
Entretanto, bien ,)odemos continuar
haciendo lo que el Almirante 'Valker decía
ser nuestra ocupación cuando 10 de Panamú
: To s;¡zoke m¿d to talk.
Es triste; pero los muertos mandan.
E. RODlul;uEz TRrAKA
ASAMBLEA NACIONAL
Po.,' la ma1iallG.
.A.bierta la sesión á las nueve y cuarenta y
cinco minutos, fue aprobada el acta anterior y
leída la orden del día.
Acto seguido se ley6 un infO'rme sobre vías
de comunicación, que pasó, por resolución presidencial,
al estudio de una comisión.
El SCt10r General Daniel Ortiz, presenta
para su aprobación un contrato celebrado con
1 a e ompa1lia del DariéJ1.
La Asamblea conceptuó que tal pieza no
era de su jurisdicci6n, y que de consiguiente
debía suspender indefinidamente la consideración
de ella.
Fueron aprobados los créditos propuestos
pOlo el Ministro de Guerra, para la Escuela Superior
ele Guerra, y por el :Mini stro de Instrucción
Pública, para auxilio á la Academia Nacional
de l-listoria, para el :Museo, para la Biblioteca
;xacional, para Instrucción Industrial,
para Instrucción Profésional y para la Sección
Escolar de Barranquilla.
Se negú el propuesto por el D, .Resas, para
aux.iliar á la Academia Colombiana de J urisprudencia
con S 5,000, Y se aprobó el propuesto
por el D. del Corral, á la Revista l\Tacio1lal
de Agricultura, por valor de .$ 50 mensuales, y
se negó el propuesto por el D. R.estrepo, para
fundar una Casa ele Corrección para niños crimínales.
A las once y cincuenta y cinco se le,·antó la
sesión.
El artículo cuya discusión quedó pcndiente
desde la sesión de ayer, se aprobó así, como
también los siguientes :
«Artículo .... Vencido el término de prueba
de que habla el artículo 54 de h, Ley 51 de 1 H9~.
el Jucz dispondr¿'t que los autos estén en la
Secretaría p0r tres días comunes á disposkión
de las partes, para que aleguen por escrito, y
dictará sentencia dentro de 105 subsiguientes
seis días improrrogables.
Uno nuevo, jntroducido por la comisión, y
luégo el siguiente original:'
«Artículo •... La prescripción de la acción y
de la pena en materia. de prensa se cumple
en seis meses, contados desde la comisión del
delito ó la fecha de la sentencia, respectivamente,
si el delito fuere de aquellos cuyo
conocimiento corresponde á los Jueces, y en
tre5 meses si el conocimiento corresponde á la
Policía. {,
«La prescripción de la acción se interrum~
pe desde la fecha de la queja ó denuncio.»
El Diputado Holguín impugnó el artículo
propuesto por el Diputado Espinosa, anteponiendo
la responsabilidad del autor il la del
Director del pcriódko, aduciendo la razón de
que tal disposición tiende á hacer nugatorias
las penas. El Diputado Rodríguez es también
de b misma opinión y contr:tria :i éstas 1::. del
Diputado García JI. Negado éste y aprobado
el siguiente, se levantó la sesión:
«.A.rtículo .... Las multas que se impongan
por delitos de prensa serán las mismas de que
habla la Ley 5 1 de 1 898, Y se entenderán en
oro.»
Pensiones
El día de ayer se pagaron las pensiones
correspondientes il los meses de . Julio y
Agosto.
Laza.l'etos
Se remitieron ayer para el de Contratación
$ 8,000 oro.
lUatl'imonio
Ayer, en la Capilla de la Nunciatura: recibieron
la bendición nupcial la bella seiiorita
D.a Isabel Umaña y nuestro amigo el caballero
D. Jorge Pardo Umaña. Los mejores \"ot05
por su felicidad y por su eterna \'cntura, van
para los nobles desposados, honra y prez ele
nuestra scciC'clad.
Suicidio
En la maii.ana de ayer se suicidó en Chapinero
IsaÍas Casallas, empleado del Club jJ,fignol/.
No tenemos da tos del móvil que llevó ú CSte
jO\'en á la terrible determinación. ~os duele
sí, anotar este suceso, que por desgracia s~
está haciendo frecuente entre nosotros. I'vlai1ana
publicaremos detal1 e~ de este suicidio, que desde
luego lamentamos. -
Vida social
Hoyes domingo. Siempre hemos detestado
el domingo, á pesar de generosos esfuerzos que
hemos hecho para persuadirnos que es-comparado
1, los otros- un día amable. En el domingo
las gentes fatig'ildas del trabajo descansan,
los estudiantes se escapan de los Colegios:
un espíritu bueno debería regocijarse Con aquéllos
que se regocijan, y sentirse más libre
puesto que otros gozan un momento de liber~
tad ........ Creemos tener una alma perversa al
ver que jamás nos sentimos más aburridos, 'jamás
t enemos el desa¡osiego espiritual, como en
e~tas horas dominicales, tan largas y tan vaClas.
Esta tristeza del domingo puede tener su explicación
y sus motivos. ¿ Cuáles son ellos'
llusquémoslos.
Al repasar nuestros recuerdos de infancia
vemos que elL domingo se nos aparecía á nos~
otros y el nuestros camaradas, como un punto
brillante de goces fabulosos y de esperanzas
sin límites. 1 Domingo próximo! estas dos palabras
caldean el aire y aumentan la claridad
i Qué de fiestas y de placeres en lontananza!.. .. :
y llegado el domingo, las Cosas no suceden
como uno lo había deseado. La lluvia impedía
un paseo; el arnJgo lndlspensable caía enfermo
de gripo; prohibición de ponerse el vestido
lluevo ........ El dichoso domingo lleno de decepClOnes;
una Imagen fiel de la vida.
Pero acontecia que nada de fatal pasaba'
que el tiempo era favorable, el amigo fiel :í h~
cita, el vestido nuevo podía usarse .... ". y bien
todo esto no dab", el placer esperado. Habí~
poco e.nt;l~iasmo, y para elegir un juego se gastaban
lIlutl1mente muchas horas. I'or ]0 genEral,
aquello acababa en disputas. Con frecuencia
venían las rcyertas. A la tarde, castigo en
nt~estras c~sas, regafios y tristezas. Ning(m domlllgo
realIzaba las esperanzas que nos había
hecho soñar.
Qui.zá. es porque la imagen, muy vi"a y
concebIda de antemano, de los goces posibles,
amortIgua y d~scolora los goces reales. Quizás
es porque al figurarnos el placer, hemos malgastado
nuestra potencia de gozar. ¿Pero esta
culpa es nuéstra? ¿ No hay cn estos sinsabores
una explicación q",lc excusa el odio al domingo
y su aparente egolsmo?
Sí, hay una" .... " Este domingo falaz ofrece
al espíritu los signos de la dicha. Se llama esta:
reposo, libert,~d, fantasía. El promete, es decir,
que propon~ a la imaginación tEmas que ella
ac~pta ¡ la Inocente!, que cOlnbina y agranda,
artista y loca como siempre. Entristece el domingo
por la tarde, porque por mucho tiempo
se ha esperado algo bl1eno~ Yeso bueno no
llega ........ Los verdaderos día.s de fiesta no tie-nen
etiqueta. Bien se precaven ellos de advertírnoslo.
Yieoen sin habe-rnos anunciado que
,·enÍan. .
Los domlngos nos prometen un poco de
placer, y nosotros aguardam os un placer COn:l~
pIeto. De ahí que le odiemos. Aguardar el placer,
es prepararse á una desil usión, puesto que
se requieren bien pocas energ'las para encerrar
la im,agen feliz en los Hmites bien estrechos de
! lo yerOSínlil. Nunca aconte.::~e nada de esto.
Uno se prepara para un plac,er absoluto y perfccto,
y obtiene un placer reJiativo, fragmentario,
y el disgusto de la decepción, borrael gusto
del placer. El domingo no .satisface nada ........
Indudablemente, él invita al sueño, uno sueña
y 10 que nos da no corresponlde á nuestros sueños.
¿Qu}i n el culpable de t"do esto, él 6 nosotros
~ El, e\·identemente. ¿Por qué tentarnos
con HI~ e~pléndidas pTOJTI(€~as, ridículas y
vanas? .......
Necesario es haber vivido algo, para penetrar
hasta el fondo la m(,ntira de los domingos
y no fascinarse con ellos. Uno se acuerda de
las tristes tardes en que: regeesa ú su casa, des ...
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
,
J
O'·
Domingo 9 de Octubre de 1910
pués dchabcl"se malquistado con su in:imo camarada,
á quien toda la semana ;c deseo \ cric con
ahinco ; recuerda eso y otras_cosas, y entonces
S0 comprende. Se comprende que es peligroso
aguardar la fclicidad, que, e n vez de l!allarla
en los lugares y en los momentos senalado~
C0n anticipación, se la cncu: ntra, al azar, allt
dO:Hlc nada. indica su presencIa . Se comprende
q ~le , si uno quiere ser feliz los doming os de, la
vida es necesario r¡uc se empleen las sabiaS
d C's p'rr'ocupacioncs de los dÍétS ?rd¡ l~ari o s. Se
c'")mp rendc que, abandonarse lIllO a una COI1-
lianza infantil , crearse un derecho a l p lacer, es
la \'crd aucra y segura yia de car('~er. de la fel ¡c
iclad, y que las cosas tienen mal eXl~o cuando
de antemano se ha ckcidido que ellas sean buenas.
P or eso úno est,i triste los domingos, p orque
\'iencn los recuerdos. Uno rstiL tr!ste al
p ensar en todos aquellos qUE', en este dla, descansarán
y se divertirán me nos de lo que habían
pensado descansar y di\'er tirse, p ero mu-c;
lÍsimo menos ! ... .... .
*• " .
Las campanas suenan ; una mUSlca i,ndist
inta. llrga hasta nosotros, traí(la en una rafa.ga
de viento. }!ay una g l"an ~d ulzu ra n~ elan c6}¡ca
en la atmósfera. y soñamos ... ..... Nos par~cc
que por primera vez comp,:-endemos el sentl?o
místico del domingo........ El nos ha decep.cJOna.
do á menudo. Pero 'acaso la causa esta en
que hemos interpretado mal sus, pro,":esas.
Para nosotros este domingo sera un dla de
fiesta. La luz 'de unos ojos ha iluminado d:
nuevo el oscuro cielo de nuestra senda .. .. .. .. Dtjimos
que siempre habíamos detestad~ el domingo.
Esto no es cierto : 10 amamos mtensamente
........
ZE~O~ LAR.A
RECTIFICACION
Los dictámenes de los J urados
de la Expos ición
Señor Dir~ctor ue L.-\ M .\~A 'S' .\ .
1 En el número 20 d el periódicO q~e tan di~name
nte dirig-e usted, y bajo el e plgra fe DICtámenes
de los jurados de la E.l:posit:ión de / 91°.. encuentro
mi nombre en la parte correspondiente
:l Vtlc'rinat ia, P~'o{edimientos científicos, ~-{eYra-
. t J!erradu.ras. Jlfedicinas para awmalcs,
1J11Cn as, . I 4b
e tc. etc., en la Sección 2.:\ en el capltu o ~ onos,
en que se l~ honra il~mer~cidam~.n:c con l\1:en~
ción l Jononfica, Y digo Intnerecld.Cl,:;ente, por
que yo no presenté en la E~pOSlCLÜ~ abonos .
No soy fab ricante de estos. artlc t~l os ,. 111 especu-.
10 con ellos en el comercio, y mas bien CO~'pro
é importo aquéllos que necesito para fertillzar
111 is t ierras.
Verdad es que impulsado por el deseo dc
servirle á la P atria, y desea.ndo, au nque en modesta
esfera, llenar el deber ~u,': tengo el? s~rle
útil . pre sentt- en la Exposi:io:l,i ocho cajas c.n
las cuales figuraban las dIstIntas faces de nllS
terrenos, desde la tierra inculta. b asta aquella
que, merced al cultivo cientifico á que l,a he sometido,
es tierra de gran cultura, aquella qt~e
califica el ilustre D eheren, «que es buen medlo
de cultivo del fermento n[tric? » .. '
C OIl 10 presentado p or mi en la EXpOSlclOn
pretendía demostrar á los cultivadore~ de nu?stras
tierras ácidas, y por lo tanto ImpropIas
para el cultivo, que éstas son suscepti~l es .. de
ferti li zación, y creo que lo he <;onseguld? En
cuanto a mí, aseguro que son mas que satIsfactorios
los rendimientos que me han dado las
sementeras, y son de excelente .calidad los tubérculos,
los grano~ , así como tan;bién lo son los
forrajes de corte y de las p~adenas que ~e pr?tIucen
hoy, en donde no habla, meses atras, mas
que malezas. .
P or lo expuesto. se ve que son cosas completamente
distintas ~e los abollos I~s. ~od estos
cultivos que presente ~n la EX.po~lclOn"y que
al sor calificados como tales, y al dlscerl1lrseme
honorífica mención se me concede h onor al cual
no me he hecho acreedor.
El mejor premio á que puedo ~spi rar e~ el
de v er di\'ulgad~s ~ntr<, los .~ u lt l\·ad~res lo~
procedimientos CICI.1t¡f1co~ que h~ aphcado.a
mis tierras ; y el mas \'alloso seria conseglllr
con mis trabajos q ue el Gobier no cambie de
rumbo respecto al abandono en que ha mantenido
nuestra industria agrícola, y que dedique
pse apoderado hasta. de las fibras
más íntimas c1p su nohle natural eza corporal y
espiri tual. Su propia. y,oluntad parcció haberse
despojado de todo poder en tre las manos de u na
\·oluntad superior, y repentinamente tU\'o.conciencia
de sentirse maravillosamente fortalecido
y calmado.
Luégo se dio Cllt'nta de que su \'oz pronunció
una frase, s ie tp ú ocho palabras; pero aun
======~====-~ .~
despacho, cnsa. que el crimin al no debía ignorar.
Así, pues. fácil le fu e pnterursc de todo, del
deseo de la señorita j":'orpfstrauss de volver á
oír R omeo y lu/jda, dú la rotura elel cr istal, de'
la salida de madre é hija y de la criada.
y una vez consumado el c rímpll. <,1 as('~ino
no había te niC.o que hacer m:ts c¡ UP arr~Lnca r ('1
aparato de su cuarto y ltc\'ársC'lo debajo del
brazo; la rotura del alambre po¡- t!~bajo del suto-
10 indicaba claramente que había sido brutalme
nte arrancado.
¿P ero cómo aquel instrumento de precisión
estaba en casa del señor l"orpfstrauss. sin que
éste lo supiera? ¿Cómo se había estab lecido el
empalme de los hilos sin haberlo adVel"tido
nadie?
;Cuándo?
¿Por quién?
La sei10ra de Korpfstrauss acordóse C'ntonces
de que cosa de un mcs antes de todas aque-
1Ias dramá ticas aventuras, un emplpétdo de la
administración de los T eléfonos hab:a ido una
maiiana ú su casa. para e:\.am inar Jos hilos dI.:"
su instalación y había estado trabajando allí
todo el día, lle\'úndose cons igo el aparato, que,
según él decía, no fun cionaba biC'n, y dejál1do~
les provisionalmente el otro, el que estaban
entonces examinando sobre la mesa del despacho.
- i Es él !-exclamó Lapipe.
LA MAÑANA
cuando oía cada una de las palabras, L-st:lS Sl'
borraban in'11C'diatamcntc de su mf'moria. En l'l
relato que m{ls ta rde mc hizn de este si ngul ar
incidente, d ecí~l que le sucedió como ('OH aquellas
palabras que o:mos inmediatamente an'tcs
de dormirnos en un salón de conferencias ó en
un vagón, en buen ing10s y perfectame nte in t eligibles,
pero sin que el conjunto de la fra se
nos suministre una impresión d(\nnida.
E n tanto quv su \'oz hablaba, durunte dos ó
tres segundos quir.ús, sus ojos pcrma necic n ) il
fijos sobre el rostro cl ~ Lord B, ... , y h i> ahí que
en este Corto in ten'alo, \'io que un terror mezclado
con sOI·presa sc marcó repentlnamente en
la fisonomía del Lord. Sus labios permancclan
cntreabiertns, el cigarrillo cayb de Pl1trp Jos
dfc10s y sus manos se alzaro,1 instinti\'amentL',
como p ara .imp(·dir qm' mi a;ll:gf) continuclse su
frase. Al mismo tiempo, UIlO de los h(;mbrps, pI
que había reído tan espontáneamentf', SE' puso
bruscamente en p ie, con una ex.prcsi()Il e10 t(.' rror
suplicante.
FU0 esto todo lo qlil' 1711 .tm:g'o tu\'v tiempo
de ver, pues en virtud de la misma fu err.a mi~ teriosa
que se hab ía apoderado ele él, St' \'nh'iú
h:lcia la puer ta, la abl'i /, y bajó al corredor.
:.\nen~ ras andaba se disi pó la f"xlralia sens~lc i ó n,
pero sintió que el sudor aflu ía á la piel y con'ia
en gruesas gotas p or su frl'nte. Al llegar al
extremo del corredor Oyll so na r. \'io lcntame ntc
una campana, hacia a.lguna parte, del lado del
ala derecha.
Se apresuró á voh'cr ú casa, con la impresión
de estar horriblemente cansado y agotado.
y por fuerza tuvo que acostarse inmediatamente
~on un v iolento dolor de cabeza que apenas
sí le permitía abrir los ojos.
Dos boras más tarde. un sin'iente le ll (~vó
una esquela de Lord B .... escrita con mano tembl
orosa. El Lord se excusaba humildemente de
su recep ción, suplicaba it. mi amigo no mencionar
jamás ú nadie el penoso asunto de que había
hablarlo en el salón de fmnar-alladiendo (l
esta súplica una mal di simulada oferta de dinero
- y p rometía solemncmE'nte renunciar ú.
toda \'enganza contr,t A.
.Al otro día supo mi amigo que lOI"d D ....
estaba enf.:rmo y que sus invitarlos h a.b ían partido
preci pitadamente la tarde de la d spera.
y desde ese día, hasta su muertf'. mi amigo
no tuvo jamás la menor idea de lo que pudiera
ser la frase que su ,'oz profirió y que produjo
semejante milagro.
- Hé ahí. en v erdad, una historia bien curiosa,
dijo. ¿ Qué conclusión deduce usted de
ella?
El sacerdote SO!lriú dulcemente.
- VOy:l deciros, respondi ó, la conclusión
que ha sacado mi amigo.
Desde aquel día rrnunció por complc:to á sus
estudios místicos. sin condenarlos en teoría,
por una partE', pero sin qucrer , por otra, usarlos
por cuenta propia.
El moti\'o que tuvo para tomar su decisión,
era que la in sp irac ión que 10 hizo habla,' (In
casa ele lord B .. .. podía ,haberle "enido de Dios
ó podía no proceder de El. Si no \'enía de Dios,
sería esto la prueba de que mi a mig-o babía
comenzado á separarse del buen camino, y de
quC' de una ú otra manera había caído bajo una
dircccic'lt'l distinta de laque había creído seguir;
y qUt": i por "1 contrario. yenía de Dios. juz . ba
quC', habiendo tl f'gado al punto en donde se
cncontrabi.l, era ~1I debpr no ir mú!:; lejos en ese
camino, sin umi s(·¡ial más distillta que le re \'clase
01 origen divino de su impulso. «Sea
como quif'ra, 1l1~ decía, nadie arriesga perderse
sigllipndo las spndas se ncillas y t rilladas de la
d e\~oc i ó n y la oració n.» .l\sí había él \'uelto á
las formas inv"lectuales de la oración, táles
como las practican la mayor p arte de los cristianos.
~ [lIrió hace algunos ailos colmado de
santidad y huenas obras .
En cuanto á explicar la avent ura que lcacon~
teció. os 11(' dicho ya que me abstendré de daros
mi npinión á cs(' resppctQ. )Jada os impide sup
oncr, por ejemplo, que no se tra ta sino de un
caso intenso oc trdsm;sit'm (leí pensa.miento, en
virtud df'l cual mi ami~o pudo leer, inconsci en.
temP'ntt:, alp'rJ lJ\.l.:·~a e',} el espíritu de Lord B ....
O bicn p .... dt· is decidir que '..0:0 pi aSllnto tu,·o,
en .. f~ct<). un origen diabólico, )' que, al contr¡
lric I dL' 11 1 qt1l.': p.,;nsó mi amigo, su protegido
hubit'ra ahr.j \·( {'h ado, l ' ll 10 que toca á la salud
Citación recomendada (normas APA)
"La Mañana - N. 25", -:-, 1910. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3690440/), el día 2025-07-01.