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El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 251

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  • Año de publicación 08/02/1906
  • Idioma Español
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
"El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 252", -:-, 1906. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3686359/), el día 2025-06-28.

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Podcast: "Rock al Parque: la música"

Por: Red Distrital de Bibliotecas Públicas. BibloRed (Bogotá. CO) | Fecha: 2019

Podcast que recopila testimonios del público asistente al ciclo de charlas "Libertad Sublime" realizadas en las Bibliotecas Públicas de BibloRed. Dan cuenta de la experiencia musical relacionada al Festival Rock al Parque. Los participantes relatan sus vivencias: donde compraban los discos, los primeros conciertos a los que asistieron, como se difundían los nuevos exponentes del rock colombiano en los medios públicos, la relación de los rockeros con seguidores de otros géneros musicales y la influencia que tuvo esa música en un momento en sus vidas.
  • Temas:
  • Rock (Música)
  • Música

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Imagen de apoyo de  El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 256

El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 256

Por: | Fecha: 22/03/1906

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 CALI, ( Colombia).-MARZO 22 DE 1906.-N.u 256 y Director, BLA.~ 8. 8-GAR!PETTA Se'>LEDAD ........ . " ... ven pront o. "Es una niña; tiene tus ojos y tu boca. Si vieras como sonríe. ¡No tardes, ven! ''Esta la dirijo al primer puer­toen que toque tu barco. " ¡· Ad"t"o' s T.. . .. . voy a"' arru 11 ara"' nuestra hijita y á verme en sus ojos ... no, en tus ojos, porque son iguales á los tuyos, negros y grandes .... . ''Tu esposa, * * * CARMEN.'' Así decía el final de la carta que acababa de recoger el capi­tán del barco "Carmen" en el correo, donde estaba inscríta con el número 2.347 en la lista de "rezagos". ¡ Era padre ! Hacía ocho me­ses que andaba mar afuera; el viaje se presenta productivo sin ser la ganancia fabulosa. ¡Qué regocijo volver al hogar! Una niña, bella y rubia, en­contt ·aré en la cuna; se parece­rá á su madre; pero Carmen, por una fantasmagoda del ca­riño que tne tiene, cree ver en sus ojos mis ojos y en su boca mi boca ..... ¡ Son tan buenas las n1ujeres cuando quteren deve­ras! Y el soliloquio siguió por ahí con todo el trasunto de una no­vela. El valiente marino hu hiera querido que el barco tomara en hél"ice sus pesadas velas ó llevar, con1o Ulises, los vientos fa vora­bles dentro de pellejos para dis­poner á discreción de ellos ... pe­ro aun así el buque retardaría su salida, porque era necesario tomar carga para completar el fletamento en el puerto inme­diato. Cuestión de veinte días. Acabado ele tomar el "Car­l. ncn' ' la carga, Se hizo á la Y e­la en día despejado y fresco, con la mar tranquila, cual si fuera balsa ele aceite, y viento favo­t ·able; con ocho días ele igual tiempo, tatuaba la barra y lle­garía el buque en un santiamén al puerto de su destino. En el viaje la mente del capi­tán no estaba ocupada más que por el pensamiento de su hija ; la retrataré tan luego llegue­fantaseaba- así la tendré siem­pre en tni catnarote en las lar­gas y contínuas ausencias que me iruponen los viajes; después me ocuparé en otros cuidados para con tni primogénita ..... . Llegó al término de su viaje : al distiuo·ttir sobre el horizonte l:"> Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 2588 EL CORREO DEL VALLE diáfano la punta aguzada de la cúspide del campanario y el pe­nacho airoso de las gallardas palmas ¡qué alegría tan inten­sa conmovió su alma! ¡Su hiji­ta estaría en la cuna, dormida quizá, con la boca sonriente y la madre embelezada velándo­la el sueño! Atracó el barco al muelle; en­tregó el capitán los documen­tos aduanales al celador marí­timo, y violento, con una~urio­sidad inusitada, y una vehemen­cia ~xtrema, llegó· á la calle en la cual habitaba; le dió un vuel­co el corazón: las puertas de" la casa se veían cerradas y las per­sianas de las ventanas corridas; • todo triste y silencioso. Aun­que no había avisado su pron­to arribo, su ilusión paternal esperaba encontrar á su esposa en el corredor con su hiiita en brazos ¡tienen tan sutiles pre­sentimientos los corazones ena­morados ! pero sólo el silencio y la tristeza respondían á su anhelo. Estaba en el quicio; dió que~ do con el aldabón; á los pocos instantes de espera escuchó cru­jir de faldas, en seguida el chi­rriar del pica porte ; abrióse la puerta ... ¡ Enrique! ... ¡Cannen! ... y cayeron a1nbos esposos en un fuerte abrazo entristecido por muchas lágrin1as ... clcspués, hu­raños, mudos, enrojecidos los ojos por el llanto, tnustios los semblantes por el duelo, toma­dos de las 1nanos para soste­nerse en la desgracia, entraron en la alcoba: allí cstabalacuna vacía, las ropas blancas scn1e-ja. ndo montón de plumas de avecilla que murió en el nido por la garra sangrienta de ale­vosa carnicería;! ni una queja, ni un reproche: un torrente de lágrimas, la mirada suplicante interrogando al cielo, y aUá, bajo la sombra trémula de los cipreses, una cajita blanca tra­gada por el hondo y hambrien­to surco de los obscuros senos de la muerte. Cayetano Rodríguez Beltran. ~ LAS FLORES DE ALMENDRO Debajo de un almendro fiorecido Con ramas como sartas de luceros, De tus pesares íntimos y fieros Yo escuchaba el relato, conmovido. Con el tdtgico acento enfurecido Como chocar de rígidos aceros, Juraste de enemigos traicioneros Tomar venganza, ó sucumbí.- vencido. -¿ Qué hicieras tú ?-Y al agitar tu mano Diste al almendro un ~olpe soberano Que le arrancó sus cálices mejores. -Lo que ese almendro-dije-hago en la vida; Si ~:ectbo una brusca sacudida, Suelto una lluvia de brillantes fiares, SALVADOR RURD.&.. AMOR MUERTO Sin poderlo evitar, tal ve:¡. me quieres; y mis pláticas dulces y armoniosas te embriagan con las mieles de sus rosas; vé lo que fuiste ayer, vé lo que hoy eres! No quebrantes la ley de tus deberes: díme sólo palabras amistosas; que me conformo. El trato de Ins diosas ,-ale más que el amor de las mujeres ..... Gózome sólo en contemplar tu huella, como recuerdo de mi amor profundo, bordl.ndose en la arena del desierto ...... Tal soñamos mirar lejana estrella, por el rayo de luz, que á nuestro mundo llega quizás cuando la estrellaba muerto! ... ]OSÉ SANTOS CHOCANO, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. f ~ EL CORREO DEL V ALL.B 258Y ér del El desierto, el desierto donde cae la fatiga de una noche enorme y trágica; y la luna como un cobre de voraz orín mordido, en las nubes montañosas quiebra sus cuernos de plata, en las nubes tenebrosas como un crimen, en las nubes mudas, mudas ......... altas, altas ........ . El desierto donde tiemblan los orgullos moribundos de las tardes; donde pálidas lloran lágrimas de sangre las desoladas auroras, donde el viento sueña enormes pesadillas de fantasmas; donde exalan sus rugidos las angustias de las leonas preñadas ; donde beb~n turbias sales las rabiosas zarzas; donde expiran los caballos olfa tcando la odre enjuta bajo el trémulo esqueleto de las palmas. El desierto, · y la luna inmensa y trágica : y la luna, y la luna, de una lívida aflicción amortajada, sobre el desierto incendiado por la fiehre de los soles, pasa toda triste, toda triste y trágica, triste y trágica la luna en su sueño luminoso de sonámbula. Una roca culminante como una ara; una roca donde á veces vieron los siglos el a vado el marcial perfil de una águila. De rodillas está un hombre con las manos levantadas, y de sus ojos absortos como dos salobres lagos, se derrama la amargura de e~os llantos que son :flujos ele interiores puñaladas~ Ora al Padre. Ya están cercanos los días de la sangre; ya las palmas del martirio reverdecen en los dátiles sombríos, y la vieja Sinagoga está en alarma. Ora el triste Jesu-Cristo con los codos apoyados en la· roca, vsuscodossangran - en las rojas asperezas de la roca, y en sus labios, irritados cotno bt"asas, hay un vago resplandor fosforescente que relumbra en las tinieblas agitada~: Los cabellos sobre el rostro están tendidos, cual la angustia de una noche de dolor sol>n· una trágica fiebre~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 2590 EL CORREO DEL VALLE duermen en su pecho los cuarenta días tristes, y su corazón se alza · en el fondo de su pecho, como cumbre envuelta en nieves; y la luna como lúgubre sonámbula, toca el flanco de la roca con un rayo largo y triste, y la sombra de la roca sobre el arenal se alarga, y la sombra del Profeta es más larga que la sombra de la roca que se pierde en la distancia ..... . Y la luna se hunde, y la sombra, baja; y en el fondo de la sombra, Jesu-Cristo llora y ora con las manos levantadas, y sus labios irritad<:>s resplandecen con la sed de las vijilias solitarias, con las hondas languideces del ayuno que sus ojos iluminan con centellas extrahumanas, mientras vienen los leones de las eternas montañas á apagar su sed lamiendo con sus rojas lenguas húmedas }a amargura de su inmóvil lengua pálida. · El desierto, • y la luna triste y trágica ; . y las nubes montañosas sobre el pórtico lejano de los cielos, y el Profeta con los ojos en la luz de las montañas; ora al Padre sobre el crimen de la tierra, y la tierra pide sangre con sus bocas de venganza: con la boca de los montes encendidos, con la boca de los mares que interrogan el misterio de las playas. SlU..EJLTOS Vías públicas El Gobierno Nacional hacele­brado un contrato con los se­ñores don Demetrio Santander y don Bernardo Gonzalez, pa­ra abrir entre Guapi y el valle del Patía un camino de herra­dura. Obito En busca de n1ejores horizon­tes para la vida, se tt-asladó á Buena ventura el estimable pa­dre de familia don GRACILIANO CALDAS, y antes de un mes de permanencia en esa, fue víctiuw ' LEOPOLDO LUGONES. de la enfern1edad que lo llevó al sepulcro. A sus deudos damos el pésame más sentido. Despedida De la manera más expresiva, se la enviamos á nuestro culto y distinguido amigo don Gon­zalo Córdoba V., quien siguió para la capital de la República por el vapor del 17 de los co­rrientes. Anhelamos por el feliz viaje del' an1Ígo y por su pronto regreso al Cauca donde cuenta con nun1erosas personas que lo estiman en muy alto grado. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 EL CORREO DEL VALLE 2591 Saludo Por unos pocos días tuvimos el placer ele tener entre noso­tros al apreciable caball~ro don Federico Payán H. hermano de nuestro querido médico y cola­borador D. Genaro Payán: De­seamos que su permanencia en Cali le haya sido agradable. Alza de los víveres Mucho tememos que con el reclutamiento que se ha desple­gado en esta provincia, llegue­mos á carecer de los artículos alimenticios más indispensa­bles, pues los vivanderos teme­rosos de ser incorporados en un cuerpo, se eximirán de salir á las poblaciones con sus produc­tos, y los jornaleros por su par­te abandonarán sus labores pa­ra buscar un asilo seguro en la espesura de los bosques. Nuevo empleado Ha sido nombrado Goberna­dor del J.\!Iagdalena el doctor Luis José Barros. Enlace El26'del próximo pasado con­trajo matrimonio en Bogotá nuestro estimable amigo don ManuellVIaría Garcés B. con la simpática señorita doña Cilia Mercado. Va para ese hogar nuestra mejor enhorabuena. El Apóstol Santiago La hermosa estatua del pa­trono ele Cali que se pidió para el templo ele San Pedro, estií ya en Buena ven lura, ülli.an tocla­via fondos para completar el valor de su costo, las personas piadosas que quieran contrihnir con su óbolo pueden ocurrir con el á casa de don Manuel Sinis· terra ó de D. Ignacio Guerrero. El fin no puede ser más lauda- · ble. Sesión en Palacio El domingo 4 de los corrien­tes, convocada por el Poder Ejecutivo, se verificó unaJunta de los miembros de la Asamblea Nacional que residen en Bogo­tá, la cual acordó lo siguiente: l. 0 Es conveniente dar más amplitud á la prensa. 2. 0 Es conveniente la reunión de un Congreso en fecha ante­rior á la señalada por el Acto Reformatorio de la Constitu­ción, y la cual fecha debe fijarla la Asamblea Nacional. Viajero Procedente de Bogotá llegó ayer aquí el doctor Eduardo Gutiérrez quien va confinado á 1\tiocoa, mañana continuará su marcha acompañado por el Ge­neral Jorge Moya V ásquez. El vapor "Su ore" salió de Puerto Simmonds para el Guanábano y puertos intermedios, el sábado 17 de Marzo á las 8 a. m. · Llevó 202 bultos, 12 pasajeros de segunda y los siguientes de primera : Gonzúlo Córdoba V., María de Cuadros, Paula Cuadros, Félix 1\I. Zanz, Diógenes Garcés, Te o dora Burckhar, tranc1uilas como las de un gran lago. Momento aterrador ...... En él lle­gó ú notarse en varios semblantes algo como un presentipliento triste de desgracias graneles que no tar­daron en suceder bien pronto. Pasó aquel fuerte terremoto oca­sion_ ando algunos daños y dejando en tierra un gran número ele casas unas cuantas fábricas y muchos ran~ chos de infelices pescadores. Muchos fueron taro biéu los edificios que de­jó yencidos y no _pocas las casas ljUC al Ir al suelo se mcendiaban con el fuego de sus cocinas. Pasado el terremoto, cinco minu­tos después, calmose la agitación de~ agua en las orillas, las cuales si-. gUieron su curso de descenso hasta ll~gar ,ca~i á bajamar, á lasllymc­cha mas o menos, horaenqueseoyó á lo lejos yendirecciónNoroestecon relación á Gua pi, el estampido como de un cañón al cual siguió otro me­nos fuerte. Fue, para mejor decir, algo así como el bramido sordo y aterrador de un Yolcán que tuviera su era ter en el mar ........ . . ).Iome~tos después óyese á lo le­JOS también y en la misma dirección el ruido como de un fortísimo hura­cán y e entonces cuando se produ­ce cn}os ánimo_s el mayor espanto, lama grande mquietud: ........ . ¡ vístase un inattdito fenómeno marino! _ Aguas del mar en dos olas enor­memente altas, con e pantosa furia y aterrador sonido, preséntanse á ln \·ista de Guapi con carácter amc­n.\ zantc y siguen a. í su marcha has­ta lkg tenía dos centí­metros. • José Maria de Pereda Falleció en Santander, España, el día tres de los corrientes. Por el mes de Mayo del año ante­pasado corri6 por España y por las repúblicas americanas, causando sensación honda de temor, .la noti Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 2598 EL CORREO DEL VALLE cia de hallarse gravemente enfermo en Santander, á orillas del mar Can­tábrico, el ilustre novelador José María de Pereda. Por dicha para los admiradores del gran santanderino, la gravedad de su estado fué pasajera y se con­fiaba en que la pluma que por tan­tos años enriqueció las letras caste­llanas, continuase aportando su va­lioso contingente, para gloria de España y solaz de los que con ella tienen la comunidad de idioma y de sentimientos. Pero fué ilusoria tal confianza; Pe­reda, de tiempo atrás, estaba heri­do de muerte, y en los últimos me­ses no hacía más que vegetar sus­pendidas sus labores literarias y alejado casi por completo de la di­rección de su fábrica La Rosario, que le ha producido, desde años atrás, muchos más miles de duros que la venta de sus obras, mal que pese á la inmensa popularidad de que goza como escritor. Amante de la Yi

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