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EOGO'fA, FEBRERO 2 DE 1901 SERIE TI-TOMO l-N. 0 6.•
BOL~TIN ~11llTAR DE COLO~iBlA
Organo del Ministerio de j
Guerra y del Ejército
&n colaboradorPs de stc periódico los ?
Jefes y Oficinles del Ejército ?
Director ad honorem
F. J. VERGARA Y V.
Gencrnl de Ingenieros, Miembro de
v11rin~ ociedadea Cit>ntífi<·a
DECR/iJI!l'O ]1./t-MERO ... DE I9oo
(29 DE OCTUBRE) • "' •
sobre uno · reconocimiento
El Vú:epreslfimlt' de la Rep/tbb'ca, encargado del Poder .Ejeculi'vo.
CONSIDER.\. 'DO
Que no hay disposiciones que reglamenten las r compcn as y
gratificaciones á los Jefes y Oficiales heridos y enfermos en camaña,
mientra dur turbado el orden público,
DECRETA
Art. I.0 Los jefes y Oficiales del Ejército heridos n campo
e batalla 6 enfermos por motivos del servicio en campaña, tenrán
derecho á gozar de su sueldos mientras dure la herida 6 la
enfermedad.
Art. 2. 0 Los jefes, Oficiales é individuos de tropa que por mo-
1vo de heridas recibidas en combate 6 por causa del servicio militar
hayan quedado inválidos, seguirán gozando de sus sueldos 6
-raciones mientras se reúne el próximo Congre o.
Art. 3. 0 Los Jefes, Oficiales é individuos de tropa herido ,
~enfermos é inválidos de que se habla en los artículos anteriores,
comprobarán su invalidez, herida 6 enfermedad, con certificaciones
de médicos competentes y de los jefes respectivos, 6 con declaraÓGnes
i'-~t"adas de nudo hecho, tomadas ante Ju z competente. El
TOMO 1-9
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Boletfn Militar
Ministerio de Guerra podrá exigir esta comprobación cada vez que
lo juzgue conveniente.
Comuníquese y publíquese.
Dado en Bogotá, á 29 de Octubre de IgüO.
]OSE MANUEL MARROQUIN
El Ministro de Gobierno, GUILLERMO QuiNTERO C.-El Ministro
de Relaciones Exteriores, CARLOS MARTÍNEZ SILVA-El Ministro de
Hacienda, PEDRO ANTONIO MoLINA-El Ministro de Guerra, Josx
DoMINGo ÜSPINA C.-El Ministro del Tesoro, ENRIQUE RxsTREPO
GARCIA-El Ministro de Instrucción Pública, MIGUEL ABADIA MENDEZ.
,
DECRETO NUMERO ... D.E I90I
(19 DE ENERO)
por el cual se reforma el de 23 de Noviembre de 1900
El Vü:eprest'tienle de la Repúblz'ca, encargado del Poder EjecuHvo,
DECRETA
Art. 1.0 Apruébanse las siguientes promociones y ascensos.
hechos por órdenes generales d e l Ejército del Norte en el Batallón
I.0 de ArH!lería:
El ascenso á Subteniente conferido al argento primero Luis
Ortega, con destino á la 1.~ Batería;
La promoción del Teni nt Donato Cubillo , <.le ubt ni (! ntc
de la 1.~ Batería al de Teniente de la 5.";
La promoción d 1 Capitán antia ··o Profice, de Teni ntc de la 2: Batería al de Comandante de la 3.";
La promoción del Teni ntc GuilJe¡-mo ila, de u tenientl! de
la 2." Batería al de Teniente d la 3.a;
El a e nso de argento Mayor onferido al apitán Julüin
Cárdenas, Comandante de la 2: Batería ;
El ascenso á ubt niente conferido al argento primer ní-bal
Chaparro, destinándolo á la 2.11 Batería; y
El aseen o á ubteniente conferido al argento primero . i rnón
López, con destino á la 3." Batería.
Art. 2.0 La antigüedad de los ascensos y promociones hechos
por las órdenes generales del Ejército del Nort , en cuanto se refieran
al Batallón I. 0 de Artz'/lería, e contará desde las fechas de
ellos.
Art. 3. 0 Hácense las siguientes promociones, y confiérense los
ascensos que á continuación se expresan:
La del Sargento Mayor Siervo Reyes, dtl pue to de Comandante
de la 5.• Batería al de Comandante de la I.~; y la del Capitán
Lázaro Reyes, del puesto de Teniente de la 4·& Batería al
de Comandante de la s:, en virtud de la vacante que deja el Mayor
Reyes.
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Boletfn Militar IJI
Art. 4.0 Asciéndese á Subteniente al Sargento primero Juan
Baquero, y destínasele á la 3 ... Batería; á Teniente, al Subteniente
José María Córdoba, y destínasele á la 4 ... Batería; y á Subteniente
al Sargento primero Antonio Luque, á quien se le destina á
la misma Batería.
En consecuencia, el Escalafón del Batallón I.0 de ArHllería
será el siguiente :
Plana Mayor-General primer Jefe, Juan Francisco Urdaneta;
Coronel segundo Jefe, Guillermo Herrera; Teniente Coronel Ayudante
Mayor, Isidoro Vargas; Capitán segundo Ayudante, Pedro
Soriano; Subteniente abanderado, José María Wiesner.
Prz'mera Batería-Sargento Mayor, Siervo Reyes; Teniente,
Roberto Moreno; Subteniente, Manuel Díaz; Subteniente, Luis
Ortega.
Segunda Batería-Sargento Mayor, Julián V. Cárdenas: Teniente,
Anastasia Rodríguez; Subteniente Felipe Rincón; Subteniente,
Aníbal Chaparro.
Tercera Balería-Capitán, Santiago Profice; Teniente, GuiHermo
Mila; Subteniente, Simón López; Subteniente, Juan Baquero.
Cuarta Batería-Capitán, Urbano Barrera; Teniente, José
María Córdoba; Subteniente, Juan Hernández; Subteniente, Antonio
Luque.
()zúnta Batería-Capitán, Lázaro Reye ; T niente, Donato
Cubillo ; ubtenicnte, Juan B. Camargo; ubteniente, Joaquín
Alf1.ro.
omuníquese y publíqucse.
Dado en Bogotá, á 1 de Enero d 1901.
] E M UEL MARROQUI ,
El l\Iini ·tro ele u rra, Jo 1~ Dmn. 'GO PI 'A C.
DECRETO ivÚMERO Io4 DE I90I
(25 DE E~ERO)
que concede una pensión de los fondos del Montepío Militar
El Vi.c cpresülcntt• dt! la R,,p/tbllca, encargado del Poder Ejccutz'vo,
CO. 'STDERA.:DO
Que el r. Jo é María Pardo R., padre legítimo del Capitán
José María Pardo Q., ha ocurrido al Poder Ejecutivo por conducto
de la Junta del Montepío Militar, en solicitud del socorro á que
les da derecho la Ley 153 de 1896, artículo 7. 0
, á las viudas, hijos
y padres de los militares que fallecieren en servicio activo y que
hubieren contribuído por lo menos dos años para el Montepío :
Que el Capitán José 1\Iaría Pardo Q. falleció en los Llanv!:>
cuando desempeñaba las funciones de comandante de una de ]a
compañías del Batallón 2. 0 de Granaderos;
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IJ2 B oletf1z Mzlz'tar
Qut: al c. ·pre aJo militar se le de contaron por más de dos
años las cuotas corre pendientes para el Montepío, egún Jo certifica
el Sr. Te orero de la institución ;
Que el mencionado Sr. José María Pardo R. ha acompañado
á su petición lo comprobantes exigidos por el artículo 22 de la
precitada Ley I 53 de r8g6 ; y
Que ·la Junta Directiva del Montepío Militar apoya la solicitud
del referido r. Pardo R.,
DECRETA
Artículo único. Concédese al Sr. José María Pardo R, padre
del Capitán José María Pardo Q., una pensión de cuarenta pesos
(. 40) mensuales, pagaderos de los fondos del Montepío Militar,
de conformidad con lo determinado en el artículo 7. 0 de la Ley
153 de 5 de Diciembre de r8g6.
Comuníquese y publfquese.
Dado en Bogotá, á 2 5 de Enero de I 90 I.
JOSE MANUEL MARROQUIN
El Mini tro de Guerra, JosÉ DoMINGO OsPJN <\ C.
,J/.ARCI/AS :V CAJlfPAJfENTOS
c.,ntinúa
3· Retaguardia
Relaguanha de una columna en marcha es YOZ que expresa idea
opuesta á vanguardz'a; pero análogamente significa el destacamento
ó trozo, casi independiente, que marcha detrás del grueso.
Es evidente que en marcha ofensiva ó de avance, por país que no
sea hostil, la retaguardia será muy pequeña: basta poca fuerza
de caballería ó guardia civil, para mantener el orden en la cola
de los bagajes y recoger rezagados. Fijaremos, por lo tanto, la
atención en el caso en que la retaguardia despliegue su acción natural
con mayor eficacia, esto es, cuando, vuelto el frente á donde
se tenía la espalda, por causa de un combate desgraciado ó de
una combinación, hay que detener al enemigo que persigue, 6 como
técnicamente se dice, cubrir la relz'rada. Las operaciones en la guerra
son siempre azarosas, y como queda dicho, en pocas horas la
vanguardz'a y retaguardia pueden cambiar de objeto, de oficio y de
nombre.
Siendo, pues, el papel principal de una retaguardia cubrz'?· la
relirada, vale más, en vez de minuciosos y repetidos pormenores de
marcha, entrar en reflexiones generales sobre esta maniobra fatigo~
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B oletin Milita1'
sa, ingrata, peligrosa, difícil, sembrada de escollos y de contradicciones,
pero que en cambio es mirada-y con razón-por el buen
militar como la piedra de toque de todas las virtudes de una tropa
que se precie de ser tan diestra en táctica como vigorosa de espíritu
y de cuerpo.
Efectivamente, en las retiradas, sobre la cuestión lécm'ca descuella
otra más elevada, la cue tión moral. Sin el sentimiento del
honor, in la más severa disúpl/na, sin el amor á la bandera, in la
confia¡¡;;a en los jefe ~ , inútil e ca i fiar á la lácl/ca sola el réstablecimiento
de una empre a desgraciada: la rell'rada podrá convertirse
f'n catástrofe.
Per con jefes hc.íbile , con tropas cons¡"slenles y no de moraliz;
adas, que conscn n en tranc . tan funesto su varonil entereza,
mucho puede el arte, y recurs'>S tienen la maniobras para contrabalancear
á un enemigo victorioso, á qui "n quizá su mismo engreimiento
hará menos cauto.
Un e critor f¡·a ncé dice con su elegancia habitual : "D todas
las op-:. raciones militares, la retirada son aquella en que el arte
y la ciencia se desarrollan con mi e plendor bajo ~¡ imperio de
la n e ·sidad. En otra clas de e.·peJiciones, las combinaciones
p líticas, la sed de botín, el entusia ·m o del é. ·ito, pueden r mplazar
mumcntáneamente al cálculo y al art ; pero en 1.ma retirada
na la pu d, suplir á esta~ du. (rrantles condiciones de la existencia
eh lo~ •jércitos. ··
Tola rcHra'la supo le de gracia en 1 combat ' por inferiorida
·l num ~rica, cksaciertos lÍ otras ca u ·a. , y d" consiguiente "evacuación
' f >rzosa y alg-ún tanto de ordenada del rampo dt• bala{la.
Al dispon r la retirada, 1 General ó jefe que la orden indica
la clin.cción 1 camino principal y •1 punto de reunión, algo
1 ·jan , de las difer nt . trop ó cuerpo maltratados. Los trenes,
1 ba ·aj,!, lo· herido., la artillería gruesa, todo lo qu<' cmbaraza
y que tan ~xpr. ivamentc llamaron lo romano imptdlinmta, toma,
con el orden y la rapidez po ·iblc , el camino central ó principal
para ~anar delantera y poner pronto un grande espacio entr el
en ~mig-o victorioso. Tropa qu hayan con crvado alguna solidez
eccione · de ingenieros, •scoltan e ta columna ó mejor, cst conVJ_.'
embarazo. o; reparan ó rompen puentes; cortan ó habilitan
caminos, bus an, ocupan, atrincheran pos/dones de re piro y des-an
'> ,y puntos en .~·~n ~ral favorables para nhaccrse. Jefe , oficiales,
'vl dados de eso· de val Jl' incontrastable, cuyo espíritu nunca
se amilana, deti ··nen fugitivos, retinen dispersos, constituyen
ntÍ< 1 o:- de -esistencia, ¡·eaniman, alientan y consigu n restablecer
el r>rJ n y la formación desbaratada. De un cao aparente nace
un cuerpo 6 montón que toma el nombre expresivo entonces, de
rc/rzguard,á. El General echa la vista sobre un Jife ya probado
com -.uperior á lo ucc o .. e mo soldado de punta, como hábil
ma :1iv1Jr ro; y micntra ~1 Í el t:nemigo viene presuntuoso;
ó de cederle, para que se cebe, alguna parte del bagaje; ó de tirar,
fingiendo pánico, mochila y fusiles; pero dejados bajo la guarda
, conci o , in detalle inútiles ni formali
smo. Indican :irnplemei.t el fin hu cado, con alguno· principio,
positivos, d 'ducidos ele experiencia de las últimás guerras. D jan
á la init ·iativa de lo · jefe · de toda graduación, aun de la méis inferior,
la ·lección del procedimiento que d('b . n emplC'ar para llegar
al re ultado que se el ·s a.
E ·tán t•scritt) ünicamentc en vista de la preparación para la
guerra; admit n que en¿_ ta sólo pu ·el n lorrrar é,·ito lo · mf di
sencillos, : qu la in trucción de una tropa puede s "r con~iderada
como r a ional i e rnprcnck todo lo que ·. ·i~·e la ~-u rra y nada
más.
Seda in1ítil bu car ·n <'lios un ord ·n normal de marcha, una
forma ció n n n·mal el e com.>atc. n.:en en Alemania que tale . fórmulas
n son s·no trabas ptF·stas al comando, y se con id ~raría
corno imrrud ncia suprema el atentar á la. iniciatÍ\'a d é ·t '. Como
con ccu •nr,ia , tunpoco se admi e que el ce mando upcri01· pueda
rcstring·it· la lt u,.; subordinados.
La pn:c,;c:ripción -iguit·ntt•, que ~ ncabeza el Reglam nto d infantería
de 1888, es cara terí tica :
" ...... Al mismo tiempo que con erva la antiguas tradicione
de disciplina y orden en la in trucción, exprc a un conc pto má
amplio de las neccsi ade el ·1 combat . Mucha formacion s se
han podido simplificar; e ·ta ventaja no deLe comprometerse. Es
pr hibid ), puc. , haccrk ningún agr gad , sea escrito ó verbal,
so prete.·to de obtPn r mayor uniformidad xt rna, ó por cualquier
otro motivo. Al contrario, la libertad dejada intencionalmente en
la marcha y aplicación de la in trucción, no rlebe jamás ser restringida."
Lo ~s también el encabezamiento del Reglam nto de servicio
en campaña: " ...... Esta ordenanza d ja intencionalmente, para la
ejecución práctica del servicio en campaña, cierta libertad de acción
que desarrollará la iniciativa en los jefe de todo grado. E ta
es absolutamente necesaria, y no debe ser limitada en ningún caso
con prescripciones complementaria más preci a ."
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Boletfn Jlfilitar
Esta amplitud de concepto de las prescripciones reglamentarias
les permite amoldarse á situaciones bastante diferentes unas de
otras, de tal suerte que el Reglamento de r888 pudo continuar en
vigencia después de la adopción del fusil de pequeño calibre y de
la pólvora sin humo..
TENDENCIAS GENERALES HACIA LA OFENSIVA-NO está de más recordar
que el espírifu de la ofensiva inspira hoy, más aún que en 1870,
á los jefes del ejército alemán; lo prueban los reglamentos de maniobras,
los artículos de la prensa militar, los partes é informes sobre
la grandes maniobras.
En Alemania puede haber divergencias de opinión sobre la
forma que deba darse á la ofensiva; pero ésta goza más que nunca
del favor general, ya se trate de la ofensiva estratégica, ó de la
táctica, consecuencia ésta de aqué1la. Se tiene la convicción de que,
como dice Von der Goltz, "la defensiva estratégica ó táctica no
conduce, aun en los casos más favorables, sino á una completa indecisión."
Ejemplo: los boers.
En cuanto á la forma de esta ofensiva, resulta de la aplicación
de la conocida máxima tomada de Napoleón por el General Moltke
: Separarse para marchar, reunz'rse para camball'r. Veremos cuáles
son las consecuencias de este principio desde el punto de vista de
la multiplicación de las columnas y de la concentración de su acción
cGntra un oldctzvo~único, de antemano determinado. Estas ideas
privan tanto en Alemania, que puede sentarse como regla general
que toda fracción aislada, por pequeña que sea, se forma por lo
menos en dos columnas, una principal y otra que sirve de guardaflancos.
Los temas graduados del Mayor Griepenkerl contienen
muchos ejemplos de esta tendencia, que no es nueva, ya que de
ella nos ofrece numerosos ejemplos la guerra de 1870.
Existiendo este píritu ofcn ivo en el jército alemán, no es
sorprendente que su Reglamento de infantería afirme ·nérgicamente
las ventajas de la ofensiva táctica: "En todo los t:jercicio , as{
como en la marcha g·eneral ue la instrucción, e conservará y desarrollará
la afición natural de la infantería á la ofen iva."
Como los factores principales de la of nsiva son la rapidez del
movimiento y la sorpresa, es necesario que lv!> varios dementes de
la formación de combate estén colocados e n las condiciones que más
convengan á su realización. Tenemos en esto la explicación de la antipatía
de los alemanes contra las largas columnas, de reunión y
-despliegue tan lentos, y por con iguiente impropia para realizar
~orpresas, y la de sus pr ferencias p r las columnas cortas y numerosas
y por la marcha con anchos frentes, en formación de
reunión, hasta lejos d J enemigo.
"Inmediatamente después de la batalla propiamente dicha.
-dice un escritor militar, lo que constituye la más alta expresión de
la preparación para el combate, es la marcha hacia el enemigo, en
formación de reunión. Las tropas están en la mano de sus jefes;
es fácil hacerse comprender de los subordinados ; la dirección de la
marcha puede ser fácilmente modificada. En lo sucesivo, con los
enormes ejércitos modernos, estos movimientos en masa serán más y
más indispensables."
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Bo!etfn ./l..J,·fitu r I39
VANGUARlJIAs--La cuestión de las vanguardias ha sido ardorosamente
discutida en Alemania en estos últimos tiempos. Es sabido
que en r870 el espii-itu ofensivo de los comandantes de Yanguardia
obligó á menudv al comando á combatir, aun contra sus voluntad.
Los resultado fueron ventajosos, pero merced á circunstancias
que ¡.>odrían no reprvducirse en adelante. Es sin duda á esta ültima
previsión á lo que debe atribuirse el concepto actual del papel de las
vanguardias. El Reglamento de infantería previene que el combate
de éstas sea conducido con mucha prudencia, á fin de dejar al
comando libertad en sus resoluciones ulteriores.
Según dicho Reglamento, en el combate de encuentro inopinado,
la vanguardia tiene por misión asegurar á las tropas que la
siguen el tiempo necesario para desplegarse. Se permite mucha
inicia ti va al jefe de aquélla, con la limitación de operar de manera
de no comprometer el despliegue del grueso.
Así pues, el problema es complejo ; la Yanguardia debe desplegarse
ante que lo haga el enemigo, pero sin comprometerse á
tal punto que obligue al grueso á apoyarla.
Contra un adven;ario ya establecido, la vanguardia está obligada
á obrar con la mayor prudencia; aumenta la extensión de su
frente con el despliegue sucesivo de su unidades, y espera que el
jefe haya dado á e noc r su intenciones para atacar. Para formularlas
con tiempo, e indispensable que esté en el terreno; marchará,
pue , con su vanguardia.
La doctrina que inspiran estas prescripciones, difiere algo de
las tradiciones del 70. No e trata ya, para los comandantes de
vanguardia, de una ofensiva á todo trance, sino de una ofensiva racional,
que tome en cuenta las circunstancias y, sobre todo, lavoluntad
del jefe. En consecuencia, se nota la tendencia á reducir la
importancia de las vanguardias. Se admite que contra un adversario
ya en posición, bastan pequeñas vanguardias, sin artillería,
retrocediendo ésta hacia la cabeza del grueso. Son aconsejada5
hasta lejos del enemigo, en país abierto, marchando con frente5
crecidos ó en formación de reunión.
Agregaremos que el Reglamento alemán de servicio en campaña
dice solamente : "La fuerza y composición de la vanguardia
se determinarán en razón de la naturaleza del terreno y del efectivo
de la columna entera, ó bien, tratándose de grandes unidades,
del elemento que encabeza la columna. La vanguardia comprenderá
generalmente de un tercio á un sexto de la infantería, más 6
menos, de un destacamento suficiente de caballería, y se le adscri-birá
artillería é ingenieros, según las necesidades ...... "
La formación de vanguardias débilt=>s, de simple seguridad,
encuentra adversarios en Alemania. Hácese notar que si la libertad
de maniobrar, la iniciativa dejada á las vanguardias alemanas
en 1870, su fuerte constitución, sobre todo en artillería, presentaron
á menudo inconvenientes, no es menos cierto que frecuentemente
estas mismas vanguardias, lanzadas contra un enemigo en
posición, producían en él una sorpresa tal, que lo paralizaba durante
el resto dd combate.
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Boletfn Militar
SuPERIORIDAD DEL FUEGo-Los alemanes dividen el combate
ofensivo en combate de preparacz/m, ejecutado en todo el frente, y
ataque decis1vo, que se hace por lo general contra uno de los flancos
del enemigo, con tropas frescas.
Este ataque decisivo, este aconteám/e¡zfo, ¡;ara hablar como
Napoleón, no puede producit·se sino cuando :e hn obligado al adversario
á dejar ver sus fuerza , cuando e 1 ha gastado moral y
físicamente, cuando, en fin, ha empeñado ya us reservas. Es este
el objeto dd combate de preparaci )n, ¡u e e prolonga horas y
horas en todo el frente, con alternativas de of"'nsiva y ddcnsiva.
Terminada esta preparación, llega el momento d e l choque
violento, del martillazo asestado por tropas frescas, bru camente
y con vigor, con rabia como diría Dragomirmv. Es el ataque
decisi,·o. Para que tenga buenos resultados es indispen able que el
que ataca haya adquirido la super/on"dad dt! .fuego, tanto en ;lrtillería
como en infant da.
La superioridad de fuego de la artilleda se sabe l o que es
se a \'C ·i;:·ua fácilment . P ro, ¿ cuánd ad·luien" una tropa de infantería
superioridad de fu ego sobre otra ? • c.:g-ún el Coronel alemán
Keim, cuando haya infligido al enemigo pC:rdidas tan g-n1nde ,
que su valor moral rc!:.ulte aniquilado. Un autor francés nos da una
definición más larg-a pero meno_ vag-a que la anterior:
"Una tropa ha ad ¡uirido la superiurida del fue:-.·._; cuando el
haz de bala que lnnza t: bastante den. > para obligar al ad ·ersario
á ocultar e, á cntt.rra¡·se, y á no haCL'r de sus armas sino un uso
inseguro é intermitc nk. ''
El R n·lam nto alem<Ín de infankría se xpresa así sob1·e la
imp rtancia del fueg-o:
''El combate d" infantería se d ·cicle gt net·alm nt .... por '1 fuego,
que alcanza su mayor intensidad l. n el orden di. pers . El fuego
n formación e rrada . sólo una ·.·ccpción.
"Una tropa de alg-una impl)rtancia n orlen c~n·aclo, en la
zona del fuego f1caz del .ncmig-o, puede c.·pcrimentar en un moment
pérdidas enorme . Es nece.ari >, p >r con:ig·uicnte, r ·ducir
al mínimum poo;,ibl el intenalo cntn· su · parición y su ataque; el
combs el que má~ e emplea "'n
el combate. En ('Sta formaci,)n se le inicia, ' f mcnurl 1 • 1
termina.
'' La (ormaá(m t'Jl mjambres de 1/radorrs ·s, por cDnsio-uientt , la
formación principal del ·coml are de infantería.
"hl fuego en orden di. per. o es el principal me li\.) de acción
de la infantería en el combate.
"La infantería con su fuego pucd:~ rccha7.ar al acher ario,
preparar su ataqu propi y ha t· pruducir un de t:!nlace inmPdiato.
En la mayor ¡Hrte ele lv=- caso·, la concentración del fu<'g-o violento,
á corta distancia y contra objdtúus importantes, pn)c1ucirá
un resultado tal, que en el a alto final sólo se abordará una po~ición
débilm ente disputada ó tal v""'z abandonada ya por el enemigo.
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Boletín ll1ilz'tar
"En el combate de infantería contra infantería, el éxito depende,
independientemente de los íactores morales, de la destreza
del tirador, de la disciplina del fuego y de la dirección de éste por
los oficiales.
COMBATE OFENSIVO. REC01 OCDIIEKTO PRELIMINAR-ASÍ se expresa
el Reglamento alemán: "Todo combate empieza por un despliegue
de tiradores.
"Importa, ante todo, establecer el contacto con el enemigo,
pero conservando libertad de acción. En consecuencia, el primer
despliegue de tiradores debe ser medzdo y ejecutado sin precipitación.
"Para evitar toda sorpresa es prudente desplegar, en la dirección
peligrosa, una línea d6l:>il de tiradores."
Evidentemente, esta línea débil de tiradores es análoga á los
e~'t-ploradores franceses ó rusos, aunque los alemanes digan que
no quieren emplear exploradores. E cuestión de palabras. En
realidad, no hacen objeción alguna al empleo de exploradores
en la marcha de aproximación al enemigo, pero no son partidarios
de dedicar á este ofici0 hombres elegidos y con preparación
e pecial. Creen que este procedimiento conduce á sacar de
las unidades la mejor tropa. Siendo los exploradores lo mejor de las
compañías, lo que queda de é.:;ta · es, según Jos alemanes, una infantería
de egunda clase, que exige mucho~ cuidados.
"No necesitamos e pecialista , repite un escritor alemán, y
debemos evitar el tener una infantería de segunda clase. Cada
pelotón debe conservar us bu nos soldado., llamado á tomar
la dirección del fuego cuand· las balas hayan. cgado á su jefes."
Así pues, el primer acto del combate de infantería consiste en
de ·plegar una débil línea de tiradores, cortina que, además, está
más ó menos cubierta por la caballería divisionaria, y á cuyo amparo
el jefe reconoce personalmente la posición enemiga, ayudado
por oficiales que observarán aisladamente, con buenos anteojos,
detrás de e-sa cortina ó sobre los flancos de la vanguardia.
La falta del humo y el hábito adquirido en los buenos
ejército de utilizar el terreno, hacen este reconocimiento preliminar
tan delicado y difícil como indispensable. Su ejecución demorará
forzosamente el principio del combate verdadero, y los alemanes
tratan de remediar este inconveniente de todas maneras,
como por ejemplo con el empleo del telégrafo, que pone en comunicación,
durante el combate, cada división con el jefe del cuerpo
del ejército, 6 por medio de la creación de destacamentos de estafetas,
de los cuales cada uno, una vez instruído, estará adscripto á
un cuerpo de ejército. Su misión especial será la de la comunicación
de partes y órdenes durante la acción,
CoMBATE DE LA VANGUARDIA-Una vez efectuado el reconocimiento
preliminar, ¿cómo se verifica el combate de vanguardia?
A este respecto, se expresa así el Reglamento alemán de infantería:
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Boletín M-ilita,.
"El combate de encuentro, tan frecuente en las operaciones,
se desarrolla parHendo de la columna de marcha, contra un adversario
que también concentra sus unidades.
"En estos combates, las vanguardias deben asegurar á las
columnas el tiempo y el e pacio necesarios para su despliegue.
" Los jefes de unidades subordinadas obran con toda la posible
iniciativa, sin que su acción se oponga al progreso del despliegue
general. Se trata, por una parte, de tomar al enemigo la
delantera, de desplegarse antes de que él Jo haga; y por otra, de
no prejuzgar las intenciones del comando en jefe, ni de hacer peso
sobre sus designios ulteriores.
"Se notará cuánto importa que el comandante en jefe esté en
la vanguardia desde el principio del combate de encuentro, desde
la cual podrá dar á la vez órdenes para el combate y el despliegue.
"El ataque no debe ser demorado por el despliegue.
"Un despliegue preparatorio como base, es pérdida de tiempo.
"Si el adversario ha terminado su reunión para el combate,
6 si está ya en parte en posición, el despliegue de la vanguardia
exige más precauciones. Se da mayor extensión al frente de combate
con la entrada en línea de las unidades sucesivas, y se espera
que el comandante en jefe haya dado á conocer sus intenciones, y
para que pueda formularlas con oportunidad, tiene que estar presente
en la vanguardia.
"El ataque de tln frente completamente ocupado 6 ya preparado,
debe, desde su principio, ejecutan,e egún el plan del comandante
en jefe.
" Cualquiera que sea el plan dt 1 ataque. no puede tener
éxito si no se con igue la superioridad d l fucg-o, n prim r término
la del fuego de artillería, que abre el anli.tu que d ·be recorr r el
ataque dt. infantería. i e. · isten al fr nt punto · de apoyo convenientes,
el ataque debe apoderar e de ello ; bajo su protección se
harán luégo los grandes despli_gues, ..... ''
Es en este mom nto cuando empieza la lucha de artilleríq., que
no entra en el cuadro de e te estudio especialmente consagrado á
la infantería.
CoulD.\TE DE P...mPARACION. ExTENSIÓ DEL FR.El TE. EscALO .. A:\IIE ... -
To-El Reglamento alemán estaLlece la necesidad de dividir las
tropas de ataque en tres escalones: pr paración, j cución, reserva.
Tropa aúlada.-La necesidad de librar comLat con sus propios
recursos, excluye la posibilidad, para una tropa aislada, de
desplegar desde el principio todas sus fu rzas en una sola línea.
Por lo general, será necesario proceder á una preparación,
para conocer las circunstancias qu habn~.n de influír en la ejecución.
Esta sola consideración exige ya un funcionamiento en profundidad
con dos escalones por lo menos. El primero y más débil
ejecutará la preparación. Cuando éste haya dc;spcjado bastante la
situación para que se pueda pensar en la ejecución, e notará
que es necesario reservar parte de las fuerzas para hacer
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Bolet{n JVIZ:It.tar
frente á los accidentes imprevistos y producir el desenlace final.
El resultado de estas reflexiones conduce naturalmente al fl·accionamiento
en tres escalones, que puede ser llevado más lejos, si
hubiere necesidad, por ejemplo, de proteger los flancos.
La fuerz~ de los escalones no es uniforme. Como principio
general, la tropa de preparación será lo más reducida y la tropa
de reserva lo más fuerte que sea posible.
En general, consagrar á la preparación menos del cuarto del
efectivo, y á la reserva más del cuarto, será procedimiento ordinario.
En ningún caso, para establecer esta proporción, se dividirán
unidades tácticas.
E.;te fraccionamiento no se podrá mantener durante el combate,
pues la tropa de ejecución se untrá pronto con la de preparación,
y la reserva misma entrará en lfnea.
De ordinario, estas entradas sucesivas en línea entrañarán
la extensión del frente de combat . Esta sola razón bastaría para
indicar que el frente de preparación debe ser relativamf>nte
estrecho.
Tropa encuadrada-Hasta aquí se ha tratado de una tropa aislada;
si fuere encuadrada, la extensión del frente, dice el Reglamento
alemán, generalmente será determinada por el comandante
en jt:fe. Esta tropa no e ti expue ta á ataque de flanco, y tampoco
pue:dc ejecuLarlo.::, alvo si e. tá en un ala. Estas indicaciones
d-..!terminan un íraccionamiento especial: mucha gente en primera
línea, sin 1·eserva ó con muy poca, rr scripción muy distinta
de la d 1 R eglamento francés, puesto que los aleman s admiten
que ias tropa::; encargadas de la preparación pueden no tener rescn
·a ni segunda línea.
Cor.ocAcró.x nF. LAS RESI<:RVA.. Dr TA. ·crA E· 'TIU. Los I~SCALO. 'ES"
Nuestra infantería, asegura el Reglamento alemán, está en e tado
de recha:t:ar con su fuego todo atar¡ue de frente. El asaltante sufrirá
pérdidas tan enormes y se le quebrantará de tal modo que, una
ve~ rechazado, le será difícil renovar el ataque;" afirmación ésta 1UI!
hacen ca!:>i axiomática los últimos ataques de posiciones por lo5
ingl ~ses en la guerra contra los boers.
"Una infantería que sabe resistir el asalto con un fuego ejecutado
con sangre fría, es invencible en su frente, con tal que
sepa utilizar el terreno 6 sacar recursos de u misma situación :
no necesita ser sostemda. Sólo t1enc un punto vulnerable: sus flancos
si no están cubiertos por otras tropas ó por el propio terreno.
HEs, pues, de la mayor importancia proteger los flanco!).
El medio más eficaz de hacerlo consiste en el fraccionamiento racional
en profundidad."
La colocación dada á las reservas tendrá, por tanto, capital
importancia.
Colocadas atrás del centro del frente, quedarían expuestas,.
desde El período de preparación, á recibir fuegos de los dirigidos á
la primera línea. Para sustraerlas á éstos, habría que establecerlas
tan atrás, que su empleo oportuno quedaría comprometido por la
distancia.
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Boletf1t Milita,.
En consecuencia, y sal \ ' 0 circunstancias e pedales, la colocadón
más racional de las reservas será detrás de las alas de la primera
linea. Se las dispondrá tras una ú otra, según la situación y el terreno,
eligiendo el ala con que parece más probable se ejecutará
el ataque decisivo.
Dz'stancia entre los escalones-Estas son determinadas sobre todo
en razón de la clase del combate proyectado.
Hasta la acción decisiva, las fracciones en orden cerrado deben
er abrigadas del fuego.
Si se trata de obtener una decisión, toda las distancias se
acortan. Todos los jefes, hasta los de las más pequeñas unidades,
rivalizan para a\anzar, á fin de cooperar á la victoria. Como la duración
de la crisis es generalmente breve, sólo se dispone de cortos
instantes para emplear útilmente las tropas disponibles.
Las distancias dependen del terreno. Si éste es descubierto,
aquéllas son grandes y las formaciones e, tensas ; líneas densas de
tiradores y tropas en orden desplegado atrás. Cuando avanzando,
no es posible desfilar ó abrigar las últimas, conviene evitar que un
haz de balas ó un shrapnel pueda aL:anzar dos escalones á la vez.
En este caso la distancia será mayor de 200 metros, y no se acorta
ino cuando llega el momento decisivo.
En terreno cubierto, se acortan las distancias ; frentes estrechos,
distancias reducidas, formaciones más cerradas, fuertes re-ervas
en las alas ..... .
Todas e tas indicaciones del Reglamento alemán, especialmente
las que se refieren á la marcha de las reservas, denotan el
espíritu ofensivo que lo inspira. Es necesario, además, tener preente
que, aunque guardándose de entrar n prescripciones inútiles
y peligrosas, se revela en él la constante tendencia á reducz'r el
tscalomwuállo en pro.fzmdz(lad.
E como una vuelta á lo principios de la táctica lineal, en la
que el pap 1 principal pertenecía al fuego; mientras que el orden
profundo caracterizó la. guerra de los tiempo antiO"UO , cuando
todo se decidía con 1 choque.
FRI<: 'TE DE CO.l\lBATE. D1 TA .. 'CIAS EN E L COl'I[BATE DE PREPARACIÓN.
- e ha dicho anteriormente cuál Jebe ser -1 efectivo relativo y
a pro ·imado de la tropa encargada del combate de preparación:
menos de un cuarto del efectivo total ; y de la tropa de reserva
más de un cuarto; que, además, una tropa encuadrada tiene una
primera línea muy fuerte sin reserva, ó una débil, según caso; principios
que e tán en correlación con el a ·ioma del Reglamento alemán
: una z1ifantería que fz'ra bien, rechaza ~i'empre un ataque de frmle, si
sabe utilizar el terreno, y que conducen á e te otro, también reglamentario:
"al principio de un combate en que el jefe quiere disponer
ulteriormente de la mayor part de u fuerza, el frente debe
ser relativamente estrecho."
"La primera línea de tiradores podrá tener densidades variables.
Se limitará la extensión del frente para poder sostener en
él un fuego eficaz y conservar durante el combate, y á pesar de
las pérdidas, una línea densa de tiradores. Para U1la compatiía de
250 hombres el frmle 1lO pasará de IOO metros."
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Boletín Mz'lüar I45
Para un batallón no excederá de 400 metros. Para una briga-
da de seis batallones, será de 1,000 á 1,200 metros, que corresponde
á cinco hombres por metro, proporción que pt~ede ser con:
siderada como un máximum en el combá.te de preparación, cuyo
.objeto es mantener ó contener el enemigo, al cual la primera
línea no debe acercarse sino lo indispensable á este fin. Querer
adelantarse más, sería aumentar las pérdidas sin provecho.
Quedarse muy atrás, sería impedir que el fuego fuese suficientemente
eficaz para el combate de preparación, que durará horas,
-con alternativas de a vanee y retirada.
¿Cuál es esta distancia, es decir, la poszct'ón przncipal de fuego?
Depende de la eficacia del arma. Es actualmente de 450 á
700 m etros, 6, si se quiere un solo guarismo, de 500 metros. A
ella hará la preparación la infantería, con la sangre fría que exige
el buen empleo del arma.
En suma, los alemanes disminuyen el efectivo de las tropas
de preparación para poder aumentar el de las tropas de ejef'ución
del ataque decisivo : " Pretender, dicen, desplegar fuerzas iguales
en todas partes para producir con ellas un esfuerzo igual, es la característica
de una dirección poco hábil. Sólo el que s pa economizar
sus fuerzas y sostenerse en los puntos en que hasta un fracaso
no podría tener consecuencias decisivas; solo ése quedará habilitado
para obrar enérgicamente en otro punto, en el cual
conseguirá superioridad definitiva."
Movli\IIE. 'TO DE LA LÍNEA DE co.IBATE-Examinemos lo que pasará
en la línea de combate, y primero los movimientos de las líneas
de tiradores.
Estos no e ejecutan ino cuando ya se está en contacto con
el enemigo : deben ser, pues, de la mayor sencillez.
Fuera del alcance del fuego, el principal cuidado es conservar
-orden y cohesión.
E11 la zona de fuego se trata de acercarse al enemigo por d canu'no
'lás corto.
En los movimientos hacia adelante ó hacia atrás, es sobre todo
importante con ervar la dirección indicada. Los pequeños cambios
de dirección pueden ser ejecutados marchando mientras el
fuego del enemigo no es molesto. Los movz'rmentos de flanco de alguna
únporfanda y loJ cambzos de frente son úujeculables bajo el juego. Si
es necesario formar una línea de tiradores en un nuevo frente, se
despliegan en orden abierto las fracciones intactas y se repliegan
as partes inútiles de la primitiva línea.
Los movimientos de líneas de tiradores se hacen normalmente
al paso. Si se trata de alcanzar un punto determinado antes que
lo ocupe el adversario, ó de atravesar espacios batidos por el fue.
go, se emplea el paso gimnástico.
Si hay que recorrer largas distancias, puede ser útil mandar
.alto después de cierto tiempo de carrera, acostándose entonces
tos tiradores, que, en la zona del fuego eficaz, gastan algunos ti!
t"os para preparar la marcha ulterior. Durante esta marcha
TOMO 1-10
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Bolet{n Mt"litar
(por secciones), una parte de la línea puede hacer fuego mientras
la otra parte sigue. La extensión de estas secciones varía en
razón de la naturaleza del suelo, de la violencia del fuego,
de la composición de la tropa. Esta clase de marcha es de difícil
ejecución y aminora la progresión del a vanee : hay dificultad
real y siempre creciente en volver á poner en movimiento una línea
acostada, tal vez abrigada, y todo aconseja no emplear la
marcha por saltos sino con precaución. Todos deben estar convencidos
de que sólo una marcha continua, un arranque hacia
adelante, combinado con una buena preparación por el fuego,
es lo que asegura el éxito; de que, al contrario, todo estacionamiento
bajo aquél causa pérdidas enormes; y áe que, en fin, la
retirada de una tropa en estas condiciones equivale á su aniquilamiento.
El Reglamento alemán agrega que el fuego durante la marcha,
que no permite apuntar convenientemente, es poco eficaz. Se
hará uso de él sólo en casos excepcionales, como, por ejemplo, en
la marcha en retirada de una línea de tiradores, para entorpecer
la libre ejecución del fuego del adversario.
Cumo se ve por lo que antecede, el Reglamento alemán recomienda
la marcha continua hacia adelante.
Es evidente que esta recomendación no es del todo aplicable
á las tropas de preparación, cuyo combate es el que examinamos
en este capítulo. Además, las ideas alemanas actuales difieren
de las que inspiraron la redacción del Reglamento de 1888 .
Uno de los escritores militares más apreciados, el Coronel
Keim, no cree en la posibilidad de la marcha sin interrupción, ni
siquiera hasta la posición principal de fuego, á 500 metros del enemigo,
y la califica de táctica de cartuchos de fogu eo. No se trata,
agrega él, de portarse bien, de ser derrotado con honra, sino de
derrotar al enemigo. Pues bien, una tropa expuesta á una lluvia
espe a de proyectiles sufrirá pérdidas t~n considerables para llegar
á la posición principal de combate, que no podrá adquirir en
ella la superioridad del fuego, que depende, ante todo, del número
de fusiles en línea, é inversamente de las pérdidas sufridas.
El Coronel Keim piensa que el fuego en marcha, que admite
apenas el Reglamento alemán, se impone durante la última parte
del combate: H Los soldados harán fuego sin orden durante el
asalto." ¿ Por qué no reglamentar este tiro, ya que no es posz"ble z1npedzi·lo?
REFORZAMIENTO DE LOS TIRADORES-FORMACIONES DE SUS L{NEASEl
-Reglamento alemán prescribe no desplegar toda la compañía
en tiradores sino por excepción ; prescripción ésta contraria,
no precisamente á la reglamentaria francesa, pero sí á los hábitos
franceses.
Otra prescripción notable es la de emplear la formación en
línea desplegada, en dos filas, para las fracciones que siguen la
línea de tiradores. El Coronel Keim y otro técnico conocido, el
General Scherff, creen que la única formación admisible es la formación
en una fila, de suerte que el ucalonamz'enlo en profundzdad st
tompondría en realidad de una serie de líneas de lz"radores; tendencia
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Bolet{n Militar
ésta que se manifiesta también en el Reglamento argentino. Pero
el General Bronsart de Schellendorff sostiene, al contrario, la necesidad
de conservar la formación cerrada el mayor tiempo posible
: " Se tendrían varias líneas delgadas unas tras otras.... ¿ Qué
resultados producirían semejantes formaciones, que conducen á
un desmenuzamiento completo de la infantería antes de que esté
en línea? " ·
Como se ve, algo encontradas están las opiniones. Pero predomina
la preferencia por la formación en línea desplegada, en
una ó dos filas, de )as tropas que siguen á la línea de combate. Las
formaciones en columna sólo se emplean por excepción
En Francia, y basada en cálculos numéricos y experimentos
de impactos, existe la tendencia á plegar atrás de Jas alas las reservas
y hacerlas marchar en columna de compañía, por el flanco
no doblado de las secciones.
Una sección por el flanco doblado es menos vulnerable que en
línea, es más manuable, más fácil de conducir y desplegar. Estas
indicaciones se tendrán probablemente á la vista cuando Jlegue el
momento de hacer una nueva edición de la táctica argentina vigente.
Los fuegos-Dice el Reglamento alemán: "El fuego en orden
disperso es el principal modo de acción de la infantería ...... y
es necesario que los tiradores tengan la sangre fría, la destreza y
la disciplina del fuego ...... No es indispensable que todas las partes
de una línea hagan la misma clase de fuego ...... Los momentos
propicios á la ejecución del fuego rápido, son :
11 a) En la ofensiva, la última preparación antes del asalto.
"b) En la defensiva, el asalto del enemigo, para rechazarlo.
"e) Un ataque de caballería, un ataque súbito del enemigo,
un combate en bosques, aldeas, etc.
"d) Persecución del enemigo en retirada por medio del fuego.
"Por regla general, el fuego rápido se ejecuta hasta 350 metror..
Excepcionalmente se emplea hasta 1 ,ooo metros para batir
objetivos particularmente favorables ...... En todos los casos, el efec-to
del fuego no puede ser decisivo si el enemigo no está bastante
cerca para ser alcanzado con seguridad...... Una tropa sólida
debe poder aguantar el fuego sin contestarlo, si el suyo no pue-de
dar resultado ...... El tiro indirecto no se emplea sino en los casos
en que se conozca la distancia ... Economizar las municiones, sobre
todo en las grandes y medias distancias, es de imprescindible nece-sidad
...... ''
Como se ve, el Reglamento alemán no habla de los fuegos de
repetición, ni de los de descarga, ni de Jos fuegos á grande distancia.
La mayor parte de los escritores alemanes consideran estos últimos
de completa in4tilidad. Inútiles, dice Bronsart von Schellendorff,
porque no producen resultados apreciables; peligrosos, porque
su visible inutilidad aumenta la confianza del adversario en si
propio. Este General quisiera que la infantería marchase, sin dt-tc·-
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nerse ni hacer fuego, hasta 6oo metros del enemigo, sin ser siquiera
protegida en su marcha por fuegos á grande distancia de otra infantería.
Se puede admitir la exactitud de estas consideraciones. Pero,
¿qué son grandes distancias? Las de 1 ,goo no son las de 1 ,850, las
de 1 ,870, ni siquiera las de 1 ,8go. Si la trayectoria no se levanta
más de 1m.70 á los 1,200 metros, ¿se llamará aun gran distancia
la de 1 ,200 metros ?
" Si porque á 1 ,ooo metros-dice el General-salen algunos
tiros de la posición enemiga, todos se acuestan, sucederá que las
tropas echadas experimentarán mayores pérdidas, sólo por el
shrapnel, que las que sufrirán marchando por éste y por el fuego de
infantería reunidos: adelante, pues, hacia el enemigo, sin detenerse
hasta 6oo metros .... "
Como lo hemos visto ya, otros niegan la posibilidad de llegar
de un solo tirón hasta 6oo metros.
En cuanto al fuego de descarga, tan recomendado por el Reglamento
francés, hé aquí la opinión del Teniente Coronel Holback,
Director de la Escuela de Tiro de Infantería: "Nuestro fuego de
tiradores ha destruído la fama del fuego de de carga.... ólo con
él y la elasticidad de las lfneas de fuego, venceremos todos los
obstáculos del campo de batalla."
Los alemanes no usan los fuegos de repetición, porque consideran
su fusil como arma de carga rápida y no de tiro rápido.
Las prescripciones del Reglamento alemán difieren poco de
las del francé .
El infante aislado debe estar persuadido de que aun en terreno
absolutamente descubierto, es superior al jinete aislado, á condición
de e tar li topara tirar. No debe temer ni aun 1 combate
con vario jinetes.
Asirni mo, una tropa de infantería debe estar conv ncida de
que no tiene por qué temer á una caballería, aun muy superior en
efectivo, si conserva sangre fría y actitud resuelta.
Para la defensa es bue na toda formación que permita oponer
á la caballería fuegos colectivos, bien dirigidos y ejecutados con
calma. Lo que más teme la caballería es un gran número de armas
de fuego en línea, y los único cambios de formación 6 de
frente que deba ejecutar la infantería, son los que á este fin tiendan.
Una infantería que no se cree capaz de detener en línea desplegada
á la caballería que la ataca, cuando aquélla tiene us flancos
cubiertos por los escalones posteriores, tampoco encontrará su
salvación en la formación del cuadro.
Es perfectamente posible á la infantería marchar en terreno
descubierto, sin ocuparse de la caballería, salvo cuando ésta se halla
sos tenida por una artillería superior ó por infantería, ó cuando
puede atacar á la vez en varias líneas y por diferentes lados.
No es sino en circunstancias excepcionales cuando podrá ser
oportuna la formación del cuadro.
La precisión y la oportunidad de estas prescripciones son tales
que es imposible agregarles algo.
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Boletfn Milz'tar I49
UTILIZACIÓN DE LA OSCURIDAD-Los combates nocturnos son
siempre peligrosos para el que Jos inicia; pero otra cosa es ulz1izar
la oscurúiad para acercarse al enemigo, y el Reglamento alemán
examina la cuestión :
"La dificultad de recorrer espacios batidos por el fuego
aconsejará á veces utilizar la oscuridad para aproximarse. En
este caso, por lo general, se acercará de día, hasta el alcance del
fuego, y se hará adelantar las tropas de primera línea en la noche,
á fin de romper el fuego al aclarar."
El mismo procedimiento se impone para el ataque de posiciones
fortificadas.
En cuanto al ataque nocturno: En los movimientos para el
ataque, siendo imposibles los cambios de dirección, se tendrá previamente
un objetivo bien determinado. La extensión que hayan
de recorrer las tropas debe ser corta. En las formaciones más
sencillas, columnas de compañía ó dobles, con pocos tiradores al
frente se intentará al ataque. Podrá también hacerse por las cabezas
de columna un fuego corto, rápido y enérgico. Todo mayor
fraccionamiento producirá desorden.- Concltu"rá.
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PRINCIPIOS GE1VERALE' DE ESTRATEGIA
Y DE TÁCTICA EN LAS PEQUEÑAS GUERRAS
por el Mayor C. E. Callwell, del Ejército inglés
TRADUCCIÓ DE ISIDORO L VERDE A tAYA-ConfimJt~
XXI. La caballería en los ataques de jlanco.-Por ventajosos
que sean los ataqu s de flanco combinados con asalto sobre la posición
enemiga, puesto que aumentan la probabilidad de obtener
un triunfo decisivo, hay siempre la posibilidad de que la combinación
fracase, á menos que todo salga á la medida del deseo. Si el
terreno se pr ta, la acción de la caballería es m u y eficaz en los
ataques de flanco, por la rapidez con que puede obrar contra
el enemigo en derrota. El combate de Badli Ke Serai * entre los
• Meerut está á algunas millas al NNE. de Delhi. El combate de Badil
Ke Serai se libró el 8deJuniode 1857; hacia launa,elGeneral Barnard
dio la orden de marcha. Los expl01adores comunicaron que los rebeldes habían
ocupado una fuerte posición en Badli Ke 'erai, á seis milbs al Norte de Delhi,
en donde grupos de ca .. as viejas y jardines rodeados de paredes constituí;1n una
posición que permitía prolongar la defensa. El día comenzaba cuando Barnard
llegl, al frente de esta posición. Ilasta donde él podía juzgar, los salientes estaban
fuertemente armados de caf10nes. A fin de cerciorarse de su fuerza hizo avanzar
cuatro grandes piezas, una tropa de artillería á caballo, una media batería
de artillería montada, y les dio orden de romper el fuego. Algunos disparos bastaron
á demostrar que la artillería enemiga era de un calibre más poderoso que
el de las piezas inglesas. Los artilleros ingleses comenzaban á ceder, y parecía
dudoso que pudiesen sostener la lucha. No quedaba sino un solo remedio á la
situacif>n, que siempre ha salido bien aplicándolo contra los Asiáticos. Barnard
lo puso por obra; lanzó contra las piezas de los rebeldes el 75. 0 indígena, desplegad<'
,- ~stenid9 por el 2. 0 europeo; al mismo tiempo, la segunda brigada, con-
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ISO Boletfn Militar
rebeldes y la columna en marcha de Meerut sobre Delhi después
de estallar la insurrección, es un magnífico ejemplo de la acción
de las tropas montadas ; la caballería y la artillería á caballo fueron
enviadas á obrar contra el flanco y la retaguardia del enemigo,
mientras que la infantería atacaba de frente; el resultado
fue una completa derrota de los rebeldes. Esta insurrección proporciona
muchos otros ejemplos de la misma naturaleza. En
.t ques. Las tropas de ataque deben sondear el terreno; entonces
el enemigo cobra aliento, y atribuye á timidez la falta de prosecución
de pués de un primer triunfo. Además, lo bosques y los
zarzales impid n al adversario darse cuenta del giro del combate.
Las fracciones enemigas que no están en contacto con las tropas
en el punto en dond~ éstas atacan, ignoran los triunfos de sus ad\'
ersarios. La toma de algún punto particular de la posición enemiga
no tiene el mismo ef cto moral obre los defensores.
XXIV. Nt!ces¡'dad de la úzú:/ativa de parle de los subordznados durante
el ular¡ue-Acontece casi iempre que una vez que se lanzan
las tr )pa al ataque, y que Jo han ejecutado á fondo, tienen los subordinados
qur• Jecidir si la victoria ha de completarse con una
segunda carga; porque á vece es una cuestión del momento, y
esperando órdenes, e puede dejar escapar una buena ocasión. Es
en semejantr·s circun tancia críticas cuando se exhibe el genio del
comandante. Pero en e tas pequeñas guerras está tan claramente
establecido el principio de que una vez que el enemigo ha sido
doblecrado hay que sujetarlo á ese estado, que la responsabilidad
que :Sume el jefe subordinado de proseguir su camino, no es tan
grande como en una lucha contra tropas regulares. El notable incidente
que sigue, referente á la batalla de Kandahar, merece
enumerarse como ejemplo de la importancia de la iniciativa individual
que no permite al enemigo recobrarse después de un primer
revés.
• Véanse las Exp~dicio1zes hzgluas e1t Africa. p
o-t o
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~ o
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!')
rama del teatro de operaciones en la cordillera
v de la lucha por las vías de García Rovira
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
I6o
Diagramas de la marcha y combates
por el dominio de las montañas
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entre Pamplona y Bucaramanga
-~ 1
.Bogotá-Imprtnla de Vapor- Calle IO, número z68
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Citación recomendada (normas APA)
"Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año V Serie II Tomo I N. 6", -:-, 1901. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3691105/), el día 2025-05-09.