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Red Distrital de Bibliotecas Públicas. BibloRed (Bogotá. CO)
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Fecha:
21/10/1848
'.l5ogorá ~áúabo 2,1 be octubre be ~ 848.
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1Ltínlt~tte 2. ~(nnero 2~.
\GVtT© lltILUW;S([JI.
octubre.
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,,'[os, Se'rvando y Jerman mú?'lúes,
S(,¿,~ RaJad Anal/jet.
Sto'. Cabina, P1'oto y J(!Jtnm m.cl'rlires,
San Eva1'isto rwpa ?1tfÍ1'tÍ'r - Lu,(ta 'nl/,fVa,
~uscnICION ,
á las 9 y 34' r/,; la ¡tOclte 1'11
ESf:olp~on.
P or ~an-o ve'z~ te r"n"on les ',]J01' trimestre cinco ?'eales,
27 Yiér, 8tps, P 'rnto) Sc¿búw, y Cl'¿$¿,:ta 'lnrl:/·túes.
Cada numero med1,O 'real,
Historia de la Nueva Granada.
La Gaceta mercantil, y algunos periódicos de esta
ciudad han anunciad0 la publicacion de una obra
titulada" Memor?as pam, la histona de la Nu~va
Granada." Desearnos vi vamente ver este escrito,
que segun las muestrag publicadas.será mui d,igno
de ser leido. El E'stilo y el lenguaje del capllulo
que un periódico de esta capital ha insertado no
dejan qué desear . . Por esta muestra nos atrevemos
á recomendar la obra á nuestros lectores; y luego
que lleguen á uuestras manos procuraremos publicar
nuestro juicio sobre ella. No por9ue nos ~reamas
jueces mui abonados para un escnto se~ e.lant2 ,
sino porque las observaciones á que esto da, lugar, I
ofrece muchas veces á los autores ocas¡nn <.le
desarrollar pensamientos importantes apéna~ i~djca~ I
dos; y porque así se llama la atencion pubhca a
cuestiones que le interesan.
REMITIDO.
REFLEXIONES
sobre la influen~ia de la l\eligion en el 6rden y
en la moral.
¿Por qué se teme el imperio de los principios
relijiosos ?
No es por otra razon sino porque ellos restrinjen
una parte de la libertad en el hombre; pero e,:;ta
parle de libertad es ,aquella ,con que pued~, danar
á sus sem(>jantes y a la SOCIedad. La rellJlOn n0
restrinje otra. Pues bien. " .. ,
Los hombres que hacen la guerra a la reltjlOn,
porque no quieren sacri~car esa parte de liberta.d
en favor del órden, precisamente han de ser antisociales;
porque, por el m~smo principio que ?~ian
la relijion han de ser enemigos d~ las leY,es polltlcas
y civiles puesto que, ~Ila~ ~ambl en restituye? una
parte de la libertad IIldl 'fldual en beneficlO del
órden social.
, Si tales hombres marchan de frente con su sistema
consee:uido que sea su primer obj eto, pasarán
n~ce~ariameñte al segundo, f'S decir, á la destru_ccían
de las leyes civiles. Por eso no es estrano
ver el empeño que se toma miéntras mas se adelanta
en lo que quieren llamar filantropía, en !'.tenuar
los sistemas penales. En una estadística jenera!
europea, publicada en el año d: 36, se .. ?alla que
en mui pocos años ha ascendIdo prOdIjlOSam.ente
el número de crímenes, al paso que en el mismo
tiempo ha bajado el d.e l~s reos pen~dos. ~or eso
Jos del Gobierno provIsorIO en FranCIa abolIeron la
pena de muerte por df'!itos políticos, Ellos bien
sabian lo que hacian porque calculabu:llo.s :esultados,
El que quiera hallar en otro ,pnncIplO d~l que
hemos asignado, la causa del odIO que se tiene á
la relijion católica, se engaña. Por ,mucho que se
quierra discurrir y por mucho que qmera uno engañarse,
no es posible hallarlo en o 'ra parte,
Por eso se observa que cuanto mas austera es
la relijion tantos, mas enemigos tien~, y cuanto ~as
lacr.a tantos menos, Yown ha dICho que SI la
relijion cristiana no op~siera un f~erte fr e r~o á !as
pasiones carnales, nadIe se habna empenado en
combatirla,
Los ateos que, entre los pueblos católicos finjen
tener fé en Dios, hacen elojios del protestantismo
y deprimen el catolicismo; pero es,~~ no es P?rque
les guste aquel, sino porque la relIjlOn catolIca es
mas austera, y ellos no pueden lanzar á los pueblos
desde el catolicismo al ateismo: tienen que hacerlos
primero indiferentes y. para e~to es pl:ec iso hacerlf's
uar un primer paso a la dejeneraClOn, de~ protestantismo,
el cual hace á los hombres mdlferentes
en materia de relijion, como lo observó La Mennais
en otro tiempo, y estando en este estado la
cosa es mas fácil.
En la Nueva Granada tenemos ya un partido
entero de hombres que se empeñan fuertemente en
desquiciar el catolicismo. ¿Qué quieren con esto?
¿ promover la ilustracion? ¿ quitarle trabas? •..•
No: porque la relijion católica no pone trabas á
las c iencias ni á las artes sino á las pasiones. La
relijion católica léjos de ser en ~ miga de las luces
las estiende pOI' todas partes. Al catolicismo se
debe la conservacion de las ciencias y las letl'as,
que sin él habian naufragado en la d~sh echa tormenta
que del Norte se de gajó sobre la Europa
con la irrupcion de los bárbaros, En los claustros
relijiosos se conservaron esos preciosos de pósitos
como las semillas que luego habian de jerminar
por todo el mundo>; los relijiosos las cultivaron y
las comunicaron á los demás yesos mismos bárbaros
dejaron de serlo luego que tomaron sobre
ellos ascendiente los primeros cristianos.
¿Se teme por el sistema liberal ? No: porque
el católicismo no escluye sistema alguno en su política,
para todos son adaptables y buenas sus nláxlmas
y si se acerca mas á alguno es al de igualdad,
¿Qué es, pues, lo que e. os hombres temen, si
no pueden temer por él progreso, en las ciencias,
las artes y la política? ••• N aua tip.nen que temer,
mas ellos no ceden de su empeño, y si se les estrecha
con argumentos á que no pueden responder, dicen
que no pueden sufrir esas esteriol'idades del culto,
que ridiculizan y degradan á 108 que las practican:
que para ser relijiosos no se necesita de nada de
eso, y prescinden enteramente de la naturaleza
humana sin hacer cuenta con lo que pueden en
el espíritu del hombre los actos esteriores y el
ejemplo mútuo, Estas esterioridades se necesitan
para mantener y no dejar estillguir el espíritu relijioso,
porque así es la humanidad y no puede ser
de otro modo, y ese espíritu es el que hace nuenos
efectos en el hombre; de manera que, los que por
oponer algo contra el culto estema se empeñan en
volver al hombre todo espiritual, qui eren que lo sea
quitándole los recursos y privándolo de los me(lios
que pueden mantener el espíritu . En las pel'sonas
que han llegado á un grado superior en las vil'tudes
cristianas, las prácticas e ~ teriores no son la causa
de su espíritu, sino que por el contrario son fruto
de] espiritu; mas en la .ieneralidad de las j entps y
mUf>oo mas en las del pueblo es al contrario; el
p.spíritu es fruto de las prácticas; y quitadas ellas,
el espíritu se entibia y disipa POC(\ á poco; se pasa
luego á la indiferencia, y como á medida que estos
r esortes se van aflo.iando, las pasiones apremian con
mas instancia, las jentes van contemporizando con
ellos hasta que se someten enteramen te á su imperio
y en este estado la inmoralidad se estiende y la
causa de la impiedad, que entónces ya no es otl'a
cosa que una rebelion á mano armada de los vicios
contra la virtud; se proclama y hace progrt'sos.
Allá es á donde se quiere llegar eliminando puco
á poco el culto esterno que sostiene la piedad ~n
los pueblos granadinos. ¿Pero no dan alguna otras
razones de su odio contra los pl'~ncipios é instituciones
cató1icas? ••• Sí; sin duda; pero todos ellos
flaquean porque siempre se descubr inconsecuencia
entre sus razones y su conducta.
Por ejemplo; dicen que las órdenes relijiosas t-on
antisociales porque muchos inuÍviduos que podl'ian
ser padres de familia y dar sucesion para la sociedad,
se anulan en los claustros, y que los fondos de que
subsisten son otros tantos capitales estancados que
no entran en circulacion, Es decir, en el circulo
de los ajio tistas, porque en el círculo en que todus
jÍl amos SI' circula.n.
Por supuesto que aquí prescinden tambien de la
necesid ad que hai de estas corp0l'aciones para el
fomento del culto y la pi edad, En esto son consel'uentes;
pero nosotros querriamo,~ que]o fuesen
en todo para creerlos de buena fé. Querriamos
que abrazasen el estado del matrimonio esos solterones,
que tanto mteres toman por el aumento de
la poblacion, cuando se toca sobre celibato clerical:
querríamos que 109 que tanto interes tienen por el
progre o y bienestar de las familia, se hiciesen
padres de familia en vez de andar, como se vé tan
COtllUlllueote á manera ele los zángn.nos,perlurlH.l.ndo
la paz de las familias y deshol1rcindolas muchas
veces; en fin, quel'rúl.mos qlll! se ala rma~ E'1I clln
e sa.~ bandadas de mujer'es públicas que se inutiliuH1
p.ara la. socied~d é inutilizan a la juvpntud él qUI~n
~ll've n de ocaslOn para l'etra t'rla d(-'l matrimonio.
Pt.:!fO no solo no se alarman con esto los que se
alarman con vp.r profesar una monja,sino que hacpo
parte en estos tráficos vel'~()nzoso:-: .... ¿ y r¡uien.>u
que l;>s cream.o¡;¡? ••. Hai un hecho notable yes
que; a proporclOn que avanza la irrelijion disminuye
el número ele matrimonios; así como es con:-:tanle
que cuando los hombres que viven mal se conviert n
á Dios, se mpjoran. Es muí cOlllun vel', al acabarse
unos ejel'cicios espirituales la uniol1 de un matrimonio
desunido, ó la sepan\Cion de los qut' vivian
mal; así corno las restituciones en materias de cad i(' ia,
Faisenous ha observado que el homnre nunca dt'Ja
la relijion . y pasa á la incredulidad para mejorar
de costumbre.,;; ni el que sinceramente se coyinl
á Dios es para hacerse mas malo.
Pero se dirá: si los impíos no cr'een en la relijion
claro es que su interes en combatida no lleva el
fin que se ha ' indicado, porque para pIlos sus prece~
tos no son un freno que les impida vivir conlO
qUIeran; ~ara epas no son un yugo porque ya lo
han sacudIdo . .N o es, pues, el interes de sus pasiones
lo que los guia.
. A esto contestamos primero: que (>1 hombre
siempre necesit¡l. asociarse á sus semejantes en todos
S?s negocios, pO,rque, no ha de vi'vil' aislado, y
siempre busca compltces en sus pasiones y estos
cómplices serán tanto mas ditícilE's de e~contrarse
e~ una sociedad, cuanto mas arraigados y estendldos
estén en ella los pr'inci pios <.le la moral cris~
Iana; y mui frecuentemente su('pde que entre la~
j entes de esta clase, pOI' su misma modestia se , ,
enc~entran mayores atnctlvos para }Jl'ovo('ar las
paSlonéS carnalps; pero estas jel.tes no se prestan el.
las brutalf's cxijeucias de los hombres sin f~. El
círculo de operaciont's de estos se halla tanto mas
redueid.o cuanto mayor sea e l númel'o de las personas
pIado,sas que respetan los prect.'jJtos divinos,
y por lo mIsmo esto hombres ~e ven obliO'1 sentido que les convi t'ne,
En el s~g?ndo lugar: el hombre silJmpre quic:'e
goza~ de crp.(üto y buena fama. iY de qué otro medio
podr'a valerse el que no está dispuesto a vivir arreI:?
ladamente,sino de aquel que autoriza SU¡;I pasiones?
El ,no .p uede identifical~ l?s princi pios con los que
estan Jen~ralm~nte .reclbldos e~ I~ .sociedad; pues
el remediO es H.lenhficar los pnnclplO~ de los otros
con los suyos ,
Cuando la mayoría de la sociedad en que habita
re - peta los .. principios de mural, tiene él que respetarlos
ó finJu' que los respeta para no <.I~sae,.edilarse,
y este es un eJta~o de tortUla,es un ·estaJo violento
y dc este estauo solo ruedt: salir, hat:jendo qu¿
toJos los su recinto la mas distinguida y brillante
reunion de la tierra. Allí, la frente coronada de
vistosas plumas, el pecho estrellado de rubies y los
brazos o'primidos con pulseras de ámbar, y braza·
leles de diamantes pasan. Ellas como meteoros,
arrastt:adas por briosos caballos, rodando como
truenos, envueltos en las llamas de vengala, el lujo
y la riqueza. Con el orgullo en los ojos, y la
soberbia en la frente deslumbran, abrasan y eclipsan
la multitud. Volando de delicia en delicia,
como la mariposa de flor en flor, desde la tarde
hasta la. mañana desojan la mustia rosa de los
placer€'s, se surmejen en la miel de todos los goces,
y muerden á boca llena la manzana bermeja ele
todos los deleites terrenales, El tocador y el baile,
la ópera y el concierto, el baño y el festin, la caza
y 14s 'corridas de caballos: he aquí la ocupacion de
su vida, y lo que parece ser el fin ultimo para que
Dios formó á esas venturosas hijas de la fortuna.
1.as fntrigas del amor, ó las cábalas de la pOlítica,
son tal vez el único episodio de ese no interr umpido
drama de peripecias mundanales, cuyos re Ol'tt's son
la con,cupíscencia de los ojos y la soberbia de la
vida.
y ¡Jara facilitarse todas esas falsas alegrias, para
pagar la lista de todas esas locuras, para colmar en
fin, ese, mar sin fondo de las €'stra vagancias)' caprichos
insaciables de unos pocos, las bajas rejiones,
el puehlo. las clases menesterosas, dando vueltas
sobre la rueda de su mala fortuna, viven todo el
año e~~ l,os, fétidos y sofoc'antes vapores de la pobreza
EL, ·NACIONAL.
mas espantosa! Y las jentes del campo, los que
cultivan la tierra, pará pagar su renta; buitre hambriento
que les roe las entrañas; se levantan ántes
de amanecer, trabajan en las lluvias, caminan sobí'e
. las espinas, duermen en las angustias y su vida no
es sino un prolongado jemido, una larga serie de
sufrimientos y privaciones! •• : .
Quien ve el rio Támesis en la estacion florida,
surcado contra todos vientos por centenares de
naves que marchan al impulso de la vigorosa fuerza
del vapor, y de proa á popa cargadas de numerosa
concurrt'ncia, que alegre y festiva se dirije á los
lugares de recreo, á las partidas de placer, y á las
citas amorosas; quien &.rlÍra á Lóndres con ojo observador
en los meses de junio, julio y agos o, entusiasmado
y lleno de admiracion, no puede ménos de
ir gritando en todas direcciones.-Qué riqueza y
magnificencia de pueblo! Qué jigantesco rosal
florido! Qué bajo relieve tan espléndido y tan
risueñQ'! Mas quien observa e5a misma ciudad en
los meses de noviembre, diciembre y enero, se le
quebranta el corazon, un rio de lágrimas inunda el
pecho, y palabras de maldicion brotan involuntariamente
de lo:,; labios. Vergüenza! Desventura! es
forzoso clamar al ver un egoismo tan cip.go, un
amor propio esclusivo, un órden de cosas tan
injusto, y todo ese aparato mezclado con un brillo
tan falso y engañador! Desventura á esta perversa
madre que todo lo concede á los unos y nada ofrece
á los otros, que derrama lluvias de oro sobre algunas
cabezas privilejiadas y deja podrirse en el hogar de
la miseria al mas grande número negándole lo necesario!
Halagüeños sobre manera son los puntos de
vista que succesivamente va presentando el anverso
de la jigantezca medalla; mas á la primera camelia
que se marchita, á la primera hoja que se desprende
del tallo de los frondosos álamos, todos esos ricos
de la ti erra, astros brillantes y vagamundos se preparan
para huir delante de la lóbrega y melancólica
~stacion... Cuando noviembre erizado de brumas,
alza en el horizonte su calva cabeza, Lóndres repentinamente
se cubre de un manto lugubre y toma
una fisonomía helada y espantosa de mirarse! Al
~erminar las armonías de la naturaleza, detiene
tambien su curso ese rio caudaloso de profusiones y
de gastos, de profanacion y ele locura. A]a mas
pequeña niebla, que, subiendo lijer,a del fondo del
Oceano, ondula sobre San Pablo y rodea su viejo
craneo de piedra como con un chal de vapores,
todas esas hermosas aves abrÍendo sus alas parten,
y van ti. desvanecerse en estrañas y remotas rejiones,
como golondrinas, friolentas que abandonan la sombria
techumbre, para ir en busca de un ci elo mas
dulce y d~ placeres enterarr,ente nuevos. Y ese
deslumbrante fuego de artificio que se llama la
"Estacion de Lóndres" se apaga, caen las ultimas
chispas, y la linterna cuya llama ya no arde, queda
sumirla en la mas profunda tiniebla.
La opulent~ Albion, como j)laya de donde se ha
retirado la marea, queda desierta, triste y melan-cólica.
¡ Es el reverso de la medalla! , '
Bajo el aliento de diciembre el clima es tan duro,
como el corazon de los usureros. El Sol como
enojado oculta sus rayos, las estrellas rehusan á la
noche sus diamanticos brillos, y no cayendo del
cielo sino c.ataratas de oscuridad, las nubes de melancolía
que pesan sobre la tierra, abruman los
corazones, y los vientos de tristeza soplan y arrebatan
los espíritus. Una horrible semilla de lágrimas
y de sangre fluctua en l~ atmósfera y el gran
pabellon del dolor ondea sobre la ciudad. Las callejuelas
lloran, las encrucijadas jimen repitipndo el
eco, de los desgraciados, y el mortífero cancer de
la miseria publica, dilatándose de dia en dia estiende
la destruccion, acrecienta las penas, redobla
los sufrimientos y no bastando á socorrer los pobres
la crecida suma de los 25 millones de pesos destinados
a este objeto por el Gobierno liritánico, les
hospitales amontonan cadáveres sobre cadáveres, y
los pálidos demonios del frio y del hambre huellan
los pechos, torturan los miembros, muerden y despedazan
con sus agudos dientes, multitud de indiyiduos
y de familias enteras. Los nobles y los
ricos de la Nacion se van á buscar un asilo estranjero
donde hacer ostentacion de su monstruosa
fortuna, engolfándose de nue"o en otro nuevo
jénero de locuras, miéntras que tropas de seres
humanos casi desnudos, los ojos estraviados, la
frente trabajada. por la desesperacion, pasan como
sombras de muerte, escuálidos y respirando con
fatiga. Hijos desdichados de una madre pouerosa
caminan descalzos sobre el espeso lodo, sin pan y
sin asilo mil veces mas desgraciados que los lobos
de los bosques. Encorvados bajo el peso de :sus
infortunios muchas veces se quedan dormidos sobre
las duras y desnudas piedras, manchando con su
sangre los g uijarros de las calles donde habitan,
hasta que sensibles al azote de la necesidad que los
flajela se retiran á. sus guaridas, no para dar alguna
tregu.~ á su dolor, sino para renegar de la hora que
los VIO nacer, no para tomar un ,alimento sano y
abundante que restaure sus fuerzas, sillo para maldecir
una sociedad tan brutalmente egoista que así
los deja perecer.
En cambio de esto hai en Lóndres sociedades
cuyo instituto tiene por objeto la conservncion de
las razas y el mejoramiento de los cuadrupedos.
Cada año ofrece medallas indisti~tamente ~l carni-
3
7
cero ó al príncipe que presente el carnero mas
ji~ante y el ,. ~uei ,mas bien nutrido; ,pe,ro. no tie~~ .
mnguna s~cIedad que ofrezca la mas pequeña distincion
para 'el Señór' q'ue . manteuO'a en sus Estados
el cuerpo d~ , paisanos mas r()busto~ ni para la aldea
que presente el estado de hijiene mas completo.
¿ Qué importa pues, que las chozas y cabañas lloren
y jiman, que estén escasas de alimentos y de instruccion
crist~ana, que sean moj adas por el agua de
las lluvias, espuestas á todos los vientos y diezmadas
por las calenturas? ¿ Qué importa pues, q.ue
la raza humana minada y destruida por el vi<;iQ y
por el hambre, uejenere y descienda de dia en dia,la
escala de la degl adacion moral y física? j Qué
importa! ,
Los establos de las bestias están bien c~biertos,
calientes y confortables, y los pesebres están siempre
llenos. ¡ Mirad pues esos animales jigautez-'
cos qué hermosos y bien alimentados, felices. JUBtlOsos
y tan pesados y llenos de manteca que ni
marchar ni respirar pueden! ••• :Ellos pesan treinta
libras mas que la esposicion anterior, os dice un,
amante de los animales, con los ojos flamantes de
adrniracion,-":"'sí, treinta ljbras n1 mas ni ménosqué
res ultado tan magnífico si el año ql1e viene
llegan á c~arenta libras,! Seremos felices, la Ingla-,
tel'ra quedará mui satisfecha, y la caUJ5a de la
humanidad' habrá dado un gran paso, Tambien es
necesario convenir en que los habitant e~ de la opu.
lenta corte tienen el alma tan esquisitamente sensible,
que el menor sufrimiento de un animal les
afecta y entristece; así que no pueden escuchar
sin pena los lamemos de un ~allo, y los gritos lejanos
de tIna gallina les causa convulsiones, Las
sociedades para la protección de todos los animales
han jerminado en la Gran Bretaña, como jerminan
los granos de maiz arrojados sobre un terreno abonado
con el hu ano de las Islas de Chincha.
No se puede dar en Lóndres un bastonazo sobre
la cabeza de un caballo - tirar á un borrico de la
cola - pisar un gato - maltratar á un perro in que se
vea uno espuesto á ser prendido, llevado delante de
la .iusticia y puesto en un calabozo. Mas si un
pobre diablo trabajando recibe un golpe sobre sus
espaldas, si se le dislocan los hues?s, y en tal
estado se presenta delante de alguna <;le esas comp~
ñias para pedir algun socorro-¡ Hum! j hum!
le responden los amigos y protectores de l'Os cuadrúpedos-
j nosotros nada podemos hac~r por U,
nada absolutamente! •••• Si U. fuese una ternera
entónces seria diferente. Sin embargo, si U. tiene
algun ternero con la pata rota 6 con la oreja cortada,
- barbaridades imperdonables-nosotros seremos
mui felices de procurar algun remedio á sus
heridas. Tomaremos hecho y causa por el pobre
animal, y nuestra indignacion y _ cólera perseguirá
hasta las estremidades de la tierra al malyado que
se haya hecho culpable de tan estupenda y criminal
agresion.
En las calles de Lóndres un buei caido á quien
se instiga para que se levante, atrae la atencion y
escita una simpatía jeneral.
La circulacion se detiene, los transeuntes se
amontonan, .lim en y se lamentan de la pobre criatura.
i Ah! el pobre, el pobre animal t'sclam,an de
todas partes-y si es nec('sario arrojan piedras y
maldiciones sobre la cabeza del tirano qu~ lo maltrata,
Pero si en este mismo instante pasa arrastrándose
una pobre mujer seguida de su numerosa y
desvE:'nturada prole; en vano implorará algu,nos granos
de misericordia, de la piedad de los circunstantes,
en vano les dirá con las lágrimas en los ojos y
los sollozos en la garganta, que tambjen ella sufre
profundanlente en su corazon y en su carne •••.
ni uno solo volverá la cabeza, ni uno solo inclinará
el oído para es~uchar la relacion de sus sufrimientos,
porque desrues de todo, ¿ qué significa una mujer
casi desnuda, que llora, y que tal vez ni ella ni ~us
hijos han c0mido un pedazo de pan en muchos dias
comparada con el dolor profundo que causa un
pobre animal tendido allí sobre sus lomos con las
patas al aire? i pobre animal! Preciso es cOl1\'(-'nir
que en la capital de Inglaterra todo se hace por
sistema, el órden y el desórden. Por sistema se
paga la contribucion para los pobres, y por sistema
se dá la preferencia á los brutos. Por sistema se
abandona y deja morir en las calles á los unos, y
por sistema tambien se pretende hacer á los otros
de mejor condicion que las criaturas racionales, que
han nacido y viven hajo la influencia de una fatal
estrella.
Lóndres posee tamhiE:'n socieuades bíblicas para
la propagacion de la fé. Estas corporaciones que
han tomado por divisa "caridad ulliver al" consagran
su tiempo y sus capitales á la felicidad de
todos los pueull1s, por supuesto, escepto el pueblo
de 1no-laterra, Ellas sacrifican u vida y su fortuna
al mejoram iento, la instrucioD_ y el biene tar de los
hurones, índios y salvajes de todos los paises; pero
se g uardarán mui bien de mejorar aunq e sea en
lo mas mínimo la suerte dt>plora.ble de sus compatriotas,
A la vuelta ele una esqu ina, por ejemplo, os
detiene un peloton de .lente,
- ¿ Qué es eso? preguntais.
-U n hombre t endido que se está muriendo.
-Ya entendienoo-¿ ue algun ataque de apoplejía?
-No, de hambre.
-j De hambre! vaya U. se burla-~n ct>l,a Ciuua,d
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
de las sociedades bíblicas y evanjélicas, un hombre
muriendose de hambre-es imposible.
-Si U. no 10 quiere creer véalo con sus propios
ojos.
Un esqueleto escuálido y amarillo, las mejillas de
mármol y con manchas negras, se levanta sobre sus
rodillas, se desgarra el pecho con la tos convulsiva ....
está ya en las angustias y agonías de . la muerte.
Mas felizmente nos encontramos cerca de una de
las oficinas de las sociedades bíblicas y evanjélicas-
-Tilin-Tilin.
-¿ Quién está ahi?
-Un hombre que se muere de hambre.
-¿ Es un hotentote-un cafre-un iroq ues?
--':"N o, es un blanco, un hermano-es un ingles.
-¿ N o es por acaso un idólatra, un adorador de
Zoroastro, un habitante de las montañas de la luna
que desea convertirse?
-No mil veces: es un cristiano como U, abra
esa puerta si gusta.
-Lo siento con toda mi alma: responde la sociedad
bíblica, pero nuestros reglamentos son formales,
nosotros no podemos hacer nada por ~l. Si creyese
en Confucio, ó llevase una sortija en la nariz, entónces
seria diferete. Todas estas sociedades tienen
sus ajentes y misioneros que noche y dia llenos de
un valor -incomparable en las lluvias y los ardores
del sol, en las calmas y las tempestades recorren
las villas y las ciudades, las islas y los Océanos.
Ellos consuelan todos los infortunios, dulcifican
todos 10-s sufrimientos, con tal que el desgraciado á
quien se maltrata ó se hiere, se oprima ó se tiranice
sea un bruto de cuatro patas, y que aquellos
que se lamentan habiten las orillas elel Ganges ó los
desiertos del Canadá.
i Oh locura de las cosas del mundo! j Oh insensatez
y vanidad de las instituciones de la tierra!
Allí, á sus mismos pies, delante de sus ojos enferman
y mueren millares de seres humanos. Bandadas de
hombres azotaersona
que quiera negociarlas en esta imprel!ta le darán
razon del dueño.
riLIOIAS
DEL DOCTOR BRANDRETll.
S E acaba de recibir un nuevo surtido en la úni~a
ajencia que hai en esta capital, esquina ele San
Juan de Dios y la calle del comercio.-J. A. Bennet
IMPORTANTE NOTICIA.
H ABIENDO visto varios avisos fijados en las
puertas de los templos de esta capital, convocando
á las personas acreedoras á las limosnas que dej6
el Sr. Manuel Lugo, se pone en conocimiento de
los interesados, que por cartas particulal'es .se sabe,
que el Sr. JosP. María Villate su albacea, salió en
la semana pasada para esta, y que llegará fijamente
el sábado.--Bogotá, 4 de Octubre de 1848.
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DE VENTA
UNA casa alta con una tienda accesoria
en la La calle del comercio. La persona
que quiera comprarla puede ocurrir á
~sta imprenta y se le dará razon del
dueño. Se deja á reconocer una parte.
NUEVA SASTRERIA.
Antonio María Gardeazábal) profesor de
Sastrería, tiene el honor de anunciar al público
: que habiendo terminado su compañía con
el señor Volz, ha puesto un nuevo establecimiento
en el almacen de los señores Silvas,
2a calle del Comercio.
. Allí se encuentra un magnífico surtido de
las mejores telas que hoi estao en moda.
Los que quieran -vestirse con finura y elegancia,
pueden dirijirse a dicho almacen ; serán
servidos con esmero y puntualidad, á precios
moderados.
IMPORTANTE.
JOAQUIN CALVO bachiller en ciencias de ]a
facultad de estas en Paris, y doctor en medicina de
esta facult?d central de Bogotá, y de medicina y
cirujía de la de estas ciencias de París, permanecerá
poco tiempo en esta ciudad y durante su permanencia
en ella, prestará ¡;:us servicios al público y
a la humanidael recetando á los que quieran consultarlo,
jl los precios siguientes:
De las doce del dia a las tres de la tarde, en su
casa, que es frente á la Rectoral del Colejio de
Santo Tomas.
Á las personas de regular fortuna á seis reales
por, cada receta,
A las de ménos forbma á tres reales.
Á los pobres de solemnidad, gratis, hasta donde
alcance el tielllpo fijado.
Á 10l:: que en lugar de una receta quieran que les
dé un método curativo le pagarán el duplo.
Las visitas á que como médico sea llamado dentro
de la ciudad, siendo de dia, le pagarán las de
regular fortuna, á diez reales, las de menor, á cinco
reales, y de las se is á las doce de la noche el duplo,
y de esta hora á las cinco de la mañana el cuadruplo.
Cuando los enfermos necesiten operaciones quirúrjicas,
arreglará los precios segun las circunstancias
de los pacientes y el tiempo que gaste en
efc0tuarlas.
lJNA SUSCRICION.
Se ha abi erto una suscricion voluntaria en esta
provincia para socorrer á Jos desgraciados que hall
quedado en el último estremo de miseria, á consecuencia
ele los incendios verificados en el último
mes de élgO to en Ambalema. Los Sres. tesoreros
cantona les están encargados de la l'ecaudacion; y
se escita la filantropía y caridad de todas las pt'rson
as que se duelan del mal de nuestros hermano',
para que contribuyan.
hIPo DE J. A. CU.ALLA.-1848.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.