Saltar navegación e ir al contenido principal
Biblioteca digital de Bogotá
Logo BibloRed
Saltar el buscador

Esta ingresando al contenido principal

  • Prensa

El Nacional - N. 21

CONTENIDO DE LIBRE ACCESO

Este contenido es de libre acceso. Solo haz clic en el siguiente botón.

Ir a este contenido
  • Año de publicación 21/10/1848
  • Idioma Español
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
"El Nacional - N. 21", -:-, 1848. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3688336/), el día 2025-06-16.

Contenidos relacionados

Imagen de apoyo de  Podcast: "Rock al Parque: la música"

Podcast: "Rock al Parque: la música"

Por: Andrea Rico | Fecha: 2019

Podcast que recopila testimonios del público asistente al ciclo de charlas "Libertad Sublime" realizadas en las Bibliotecas Públicas de BibloRed. Dan cuenta de la experiencia musical relacionada al Festival Rock al Parque. Los participantes relatan sus vivencias: donde compraban los discos, los primeros conciertos a los que asistieron, como se difundían los nuevos exponentes del rock colombiano en los medios públicos, la relación de los rockeros con seguidores de otros géneros musicales y la influencia que tuvo esa música en un momento en sus vidas.
  • Temas:
  • Rock (Música)
  • Música

Compartir este contenido

Podcast: "Rock al Parque: la música"

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  Podcast: "Rock al parque: las bandas"

Podcast: "Rock al parque: las bandas"

Por: Red Distrital de Bibliotecas Públicas. BibloRed (Bogotá. CO) | Fecha: 21/10/1848

'.l5ogorá ~áúabo 2,1 be octubre be ~ 848. Este pm'iódico sale todos los sáh(¿dos; se ven,de en la tienda del Seño?' .!1¡,an García, plc&za de Bolw(¿:,. 1Ltínlt~tte 2. ~(nnero 2~. \GVtT© lltILUW;S([JI. octubre. Se admiten remitirlos que tengan pnrnbjeto La llt1.lzdad pública en cualquie1' 'fama, con tal de qUR '110 ~ontengan personalidades y estén escritos con, dercllcw, deben dirijirse á los Editores libres de port(;, Los avisos y ot?'OS escritcs de interes peTsonal, se insertarán paga"ndo la cuota en que el interesado COtl,­' Venga con el impresor, que en todo caso se'tá moderarla, 21 Sab. 2:2 Dom, 23 Lun. 24 Ma?', 25 Miérc. 26 Juev. ta, Ur$ulct y las 11 ,000 ¡;í,jcnes. Sta .. Ma1'ia Salomé. ,,'[os, Se'rvando y Jerman mú?'lúes, S(,¿,~ RaJad Anal/jet. Sto'. Cabina, P1'oto y J(!Jtnm m.cl'rlires, San Eva1'isto rwpa ?1tfÍ1'tÍ'r - Lu,(ta 'nl/,fVa, ~uscnICION , á las 9 y 34' r/,; la ¡tOclte 1'11 ESf:olp~on. P or ~an-o ve'z~ te r"n"on les ',]J01' trimestre cinco ?'eales, 27 Yiér, 8tps, P 'rnto) Sc¿búw, y Cl'¿$¿,:ta 'lnrl:/·túes. Cada numero med1,O 'real, Historia de la Nueva Granada. La Gaceta mercantil, y algunos periódicos de esta ciudad han anunciad0 la publicacion de una obra titulada" Memor?as pam, la histona de la Nu~va Granada." Desearnos vi vamente ver este escrito, que segun las muestrag publicadas.será mui d,igno de ser leido. El E'stilo y el lenguaje del capllulo que un periódico de esta capital ha insertado no dejan qué desear . . Por esta muestra nos atrevemos á recomendar la obra á nuestros lectores; y luego que lleguen á uuestras manos procuraremos publi­car nuestro juicio sobre ella. No por9ue nos ~rea­mas jueces mui abonados para un escnto se~ e.lant2 , sino porque las observaciones á que esto da, lugar, I ofrece muchas veces á los autores ocas¡nn <.le desarrollar pensamientos importantes apéna~ i~djca~ I dos; y porque así se llama la atencion pubhca a cuestiones que le interesan. REMITIDO. REFLEXIONES sobre la influen~ia de la l\eligion en el 6rden y en la moral. ¿Por qué se teme el imperio de los principios relijiosos ? No es por otra razon sino porque ellos restrinjen una parte de la libertad en el hombre; pero e,:;ta parle de libertad es ,aquella ,con que pued~, danar á sus sem(>jantes y a la SOCIedad. La rellJlOn n0 restrinje otra. Pues bien. " .. , Los hombres que hacen la guerra a la reltjlOn, porque no quieren sacri~car esa parte de liberta.d en favor del órden, precisamente han de ser anti­sociales; porque, por el m~smo principio que ?~ian la relijion han de ser enemigos d~ las leY,es polltlcas y civiles puesto que, ~Ila~ ~ambl en restituye? una parte de la libertad IIldl 'fldual en beneficlO del órden social. , Si tales hombres marchan de frente con su sis­tema consee:uido que sea su primer obj eto, pasarán n~ce~ariameñte al segundo, f'S decir, á la destru_c­cían de las leyes civiles. Por eso no es estrano ver el empeño que se toma miéntras mas se ade­lanta en lo que quieren llamar filantropía, en !'.tenuar los sistemas penales. En una estadística jenera! europea, publicada en el año d: 36, se .. ?alla que en mui pocos años ha ascendIdo prOdIjlOSam.ente el número de crímenes, al paso que en el mismo tiempo ha bajado el d.e l~s reos pen~dos. ~or eso Jos del Gobierno provIsorIO en FranCIa abolIeron la pena de muerte por df'!itos políticos, Ellos bien sabian lo que hacian porque calculabu:llo.s :esultados, El que quiera hallar en otro ,pnncIplO d~l que hemos asignado, la causa del odIO que se tiene á la relijion católica, se engaña. Por ,mucho que se quierra discurrir y por mucho que qmera uno enga­ñarse, no es posible hallarlo en o 'ra parte, Por eso se observa que cuanto mas austera es la relijion tantos, mas enemigos tien~, y cuanto ~as lacr.a tantos menos, Yown ha dICho que SI la relijion cristiana no op~siera un f~erte fr e r~o á !as pasiones carnales, nadIe se habna empenado en combatirla, Los ateos que, entre los pueblos católicos finjen tener fé en Dios, hacen elojios del protestantismo y deprimen el catolicismo; pero es,~~ no es P?rque les guste aquel, sino porque la relIjlOn catolIca es mas austera, y ellos no pueden lanzar á los pueblos desde el catolicismo al ateismo: tienen que hacerlos primero indiferentes y. para e~to es pl:ec iso hacerlf's uar un primer paso a la dejeneraClOn, de~ protes­tantismo, el cual hace á los hombres mdlferentes en materia de relijion, como lo observó La Men­nais en otro tiempo, y estando en este estado la cosa es mas fácil. En la Nueva Granada tenemos ya un partido entero de hombres que se empeñan fuertemente en desquiciar el catolicismo. ¿Qué quieren con esto? ¿ promover la ilustracion? ¿ quitarle trabas? •..• No: porque la relijion católica no pone trabas á las c iencias ni á las artes sino á las pasiones. La relijion católica léjos de ser en ~ miga de las luces las estiende pOI' todas partes. Al catolicismo se debe la conservacion de las ciencias y las letl'as, que sin él habian naufragado en la d~sh echa tor­menta que del Norte se de gajó sobre la Europa con la irrupcion de los bárbaros, En los claustros relijiosos se conservaron esos preciosos de pósitos como las semillas que luego habian de jerminar por todo el mundo>; los relijiosos las cultivaron y las comunicaron á los demás yesos mismos bár­baros dejaron de serlo luego que tomaron sobre ellos ascendiente los primeros cristianos. ¿Se teme por el sistema liberal ? No: porque el católicismo no escluye sistema alguno en su polí­tica, para todos son adaptables y buenas sus nláxlmas y si se acerca mas á alguno es al de igualdad, ¿Qué es, pues, lo que e. os hombres temen, si no pueden temer por él progreso, en las ciencias, las artes y la política? ••• N aua tip.nen que temer, mas ellos no ceden de su empeño, y si se les estrecha con argumentos á que no pueden responder, dicen que no pueden sufrir esas esteriol'idades del culto, que ridiculizan y degradan á 108 que las practican: que para ser relijiosos no se necesita de nada de eso, y prescinden enteramente de la naturaleza humana sin hacer cuenta con lo que pueden en el espíritu del hombre los actos esteriores y el ejemplo mútuo, Estas esterioridades se necesitan para mantener y no dejar estillguir el espíritu reli­jioso, porque así es la humanidad y no puede ser de otro modo, y ese espíritu es el que hace nuenos efectos en el hombre; de manera que, los que por oponer algo contra el culto estema se empeñan en volver al hombre todo espiritual, qui eren que lo sea quitándole los recursos y privándolo de los me(lios que pueden mantener el espíritu . En las pel'sonas que han llegado á un grado superior en las vil'tudes cristianas, las prácticas e ~ teriores no son la causa de su espíritu, sino que por el contrario son fruto de] espiritu; mas en la .ieneralidad de las j entps y mUf>oo mas en las del pueblo es al contrario; el p.spíritu es fruto de las prácticas; y quitadas ellas, el espíritu se entibia y disipa POC(\ á poco; se pasa luego á la indiferencia, y como á medida que estos r esortes se van aflo.iando, las pasiones apremian con mas instancia, las jentes van contemporizando con ellos hasta que se someten enteramen te á su imperio y en este estado la inmoralidad se estiende y la causa de la impiedad, que entónces ya no es otl'a cosa que una rebelion á mano armada de los vicios contra la virtud; se proclama y hace progrt'sos. Allá es á donde se quiere llegar eliminando puco á poco el culto esterno que sostiene la piedad ~n los pueblos granadinos. ¿Pero no dan alguna otras razones de su odio contra los pl'~ncipios é institu­ciones cató1icas? ••• Sí; sin duda; pero todos ellos flaquean porque siempre se descubr inconsecuencia entre sus razones y su conducta. Por ejemplo; dicen que las órdenes relijiosas t-on antisociales porque muchos inuÍviduos que podl'ian ser padres de familia y dar sucesion para la sociedad, se anulan en los claustros, y que los fondos de que subsisten son otros tantos capitales estancados que no entran en circulacion, Es decir, en el circulo de los ajio tistas, porque en el círculo en que todus jÍl amos SI' circula.n. Por supuesto que aquí prescinden tambien de la necesid ad que hai de estas corp0l'aciones para el fomento del culto y la pi edad, En esto son con­sel'uentes; pero nosotros querriamo,~ que]o fuesen en todo para creerlos de buena fé. Querriamos que abrazasen el estado del matrimonio esos sol­terones, que tanto mteres toman por el aumento de la poblacion, cuando se toca sobre celibato clerical: querríamos que 109 que tanto interes tienen por el progre o y bienestar de las familia, se hiciesen padres de familia en vez de andar, como se vé tan COtllUlllueote á manera ele los zángn.nos,perlurlH.l.ndo la paz de las familias y deshol1rcindolas muchas veces; en fin, quel'rúl.mos qlll! se ala rma~ E'1I clln e sa.~ bandadas de mujer'es públicas que se inutiliuH1 p.ara la. socied~d é inutilizan a la juvpntud él qUI~n ~ll've n de ocaslOn para l'etra t'rla d(-'l matrimonio. Pt.:!fO no solo no se alarman con esto los que se alarman con vp.r profesar una monja,sino que hacpo parte en estos tráficos vel'~()nzoso:-: .... ¿ y r¡uien.>u que l;>s cream.o¡;¡? ••. Hai un hecho notable yes que; a proporclOn que avanza la irrelijion disminuye el número ele matrimonios; así como es con:-:tanle que cuando los hombres que viven mal se conviert n á Dios, se mpjoran. Es muí cOlllun vel', al acabarse unos ejel'cicios espirituales la uniol1 de un matri­monio desunido, ó la sepan\Cion de los qut' vivian mal; así corno las restituciones en materias de cad i(' ia, Faisenous ha observado que el homnre nunca dt'Ja la relijion . y pasa á la incredulidad para mejorar de costumbre.,;; ni el que sinceramente se coyinl á Dios es para hacerse mas malo. Pero se dirá: si los impíos no cr'een en la relijion claro es que su interes en combatida no lleva el fin que se ha ' indicado, porque para pIlos sus pre­ce~ tos no son un freno que les impida vivir conlO qUIeran; ~ara epas no son un yugo porque ya lo han sacudIdo . .N o es, pues, el interes de sus pasiones lo que los guia. . A esto contestamos primero: que (>1 hombre siempre necesit¡l. asociarse á sus semejantes en todos S?s negocios, pO,rque, no ha de vi'vil' aislado, y siempre busca compltces en sus pasiones y estos cómplices serán tanto mas ditícilE's de e~contrarse e~ una sociedad, cuanto mas arraigados y esten­dldos estén en ella los pr'inci pios <.le la moral cris­~ Iana; y mui frecuentemente su('pde que entre la~ j entes de esta clase, pOI' su misma modestia se , , enc~entran mayores atnctlvos para }Jl'ovo('ar las paSlonéS carnalps; pero estas jel.tes no se prestan el. las brutalf's cxijeucias de los hombres sin f~. El círculo de operaciont's de estos se halla tanto mas redueid.o cuanto mayor sea e l númel'o de las per­sonas pIado,sas que respetan los prect.'jJtos divinos, y por lo mIsmo esto hombres ~e ven obliO'1 sentido que les convi t'ne, En el s~g?ndo lugar: el hombre silJmpre quic:'e goza~ de crp.(üto y buena fama. iY de qué otro medio podr'a valerse el que no está dispuesto a vivir arre­I:? ladamente,sino de aquel que autoriza SU¡;I pasiones? El ,no .p uede identifical~ l?s princi pios con los que estan Jen~ralm~nte .reclbldos e~ I~ .sociedad; pues el remediO es H.lenhficar los pnnclplO~ de los otros con los suyos , Cuando la mayoría de la sociedad en que habita re - peta los .. principios de mural, tiene él que respe­tarlos ó finJu' que los respeta para no <.I~sae,.edilarse, y este es un eJta~o de tortUla,es un ·estaJo violento y dc este estauo solo ruedt: salir, hat:jendo qu¿ toJos los su recinto la mas distinguida y brillante reunion de la tierra. Allí, la frente coronada de vistosas plumas, el pecho estrellado de rubies y los brazos o'primidos con pulseras de ámbar, y braza· leles de diamantes pasan. Ellas como meteoros, arrastt:adas por briosos caballos, rodando como truenos, envueltos en las llamas de vengala, el lujo y la riqueza. Con el orgullo en los ojos, y la soberbia en la frente deslumbran, abrasan y eclipsan la multitud. Volando de delicia en delicia, como la mariposa de flor en flor, desde la tarde hasta la. mañana desojan la mustia rosa de los placer€'s, se surmejen en la miel de todos los goces, y muerden á boca llena la manzana bermeja ele todos los deleites terrenales, El tocador y el baile, la ópera y el concierto, el baño y el festin, la caza y 14s 'corridas de caballos: he aquí la ocupacion de su vida, y lo que parece ser el fin ultimo para que Dios formó á esas venturosas hijas de la fortuna. 1.as fntrigas del amor, ó las cábalas de la pOlítica, son tal vez el único episodio de ese no interr umpido drama de peripecias mundanales, cuyos re Ol'tt's son la con,cupíscencia de los ojos y la soberbia de la vida. y ¡Jara facilitarse todas esas falsas alegrias, para pagar la lista de todas esas locuras, para colmar en fin, ese, mar sin fondo de las €'stra vagancias)' capri­chos insaciables de unos pocos, las bajas rejiones, el puehlo. las clases menesterosas, dando vueltas sobre la rueda de su mala fortuna, viven todo el año e~~ l,os, fétidos y sofoc'antes vapores de la pobreza EL, ·NACIONAL. mas espantosa! Y las jentes del campo, los que cultivan la tierra, pará pagar su renta; buitre ham­briento que les roe las entrañas; se levantan ántes de amanecer, trabajan en las lluvias, caminan sobí'e . las espinas, duermen en las angustias y su vida no es sino un prolongado jemido, una larga serie de sufrimientos y privaciones! •• : . Quien ve el rio Támesis en la estacion florida, surcado contra todos vientos por centenares de naves que marchan al impulso de la vigorosa fuerza del vapor, y de proa á popa cargadas de numerosa concurrt'ncia, que alegre y festiva se dirije á los lugares de recreo, á las partidas de placer, y á las citas amorosas; quien &.rlÍra á Lóndres con ojo obser­vador en los meses de junio, julio y agos o, entu­siasmado y lleno de admiracion, no puede ménos de ir gritando en todas direcciones.-Qué riqueza y magnificencia de pueblo! Qué jigantesco rosal florido! Qué bajo relieve tan espléndido y tan risueñQ'! Mas quien observa e5a misma ciudad en los meses de noviembre, diciembre y enero, se le quebranta el corazon, un rio de lágrimas inunda el pecho, y palabras de maldicion brotan involuntaria­mente de lo:,; labios. Vergüenza! Desventura! es forzoso clamar al ver un egoismo tan cip.go, un amor propio esclusivo, un órden de cosas tan injusto, y todo ese aparato mezclado con un brillo tan falso y engañador! Desventura á esta perversa madre que todo lo concede á los unos y nada ofrece á los otros, que derrama lluvias de oro sobre algunas cabezas privilejiadas y deja podrirse en el hogar de la miseria al mas grande número negándole lo nece­sario! Halagüeños sobre manera son los puntos de vista que succesivamente va presentando el anverso de la jigantezca medalla; mas á la primera camelia que se marchita, á la primera hoja que se desprende del tallo de los frondosos álamos, todos esos ricos de la ti erra, astros brillantes y vagamundos se pre­paran para huir delante de la lóbrega y melancólica ~stacion... Cuando noviembre erizado de brumas, alza en el horizonte su calva cabeza, Lóndres re­pentinamente se cubre de un manto lugubre y toma una fisonomía helada y espantosa de mirarse! Al ~erminar las armonías de la naturaleza, detiene tambien su curso ese rio caudaloso de profusiones y de gastos, de profanacion y ele locura. A]a mas pequeña niebla, que, subiendo lijer,a del fondo del Oceano, ondula sobre San Pablo y rodea su viejo craneo de piedra como con un chal de vapores, todas esas hermosas aves abrÍendo sus alas parten, y van ti. desvanecerse en estrañas y remotas rejiones, como golondrinas, friolentas que abandonan la som­bria techumbre, para ir en busca de un ci elo mas dulce y d~ placeres enterarr,ente nuevos. Y ese deslumbrante fuego de artificio que se llama la "Estacion de Lóndres" se apaga, caen las ultimas chispas, y la linterna cuya llama ya no arde, queda sumirla en la mas profunda tiniebla. La opulent~ Albion, como j)laya de donde se ha retirado la marea, queda desierta, triste y melan-cólica. ¡ Es el reverso de la medalla! , ' Bajo el aliento de diciembre el clima es tan duro, como el corazon de los usureros. El Sol como enojado oculta sus rayos, las estrellas rehusan á la noche sus diamanticos brillos, y no cayendo del cielo sino c.ataratas de oscuridad, las nubes de me­lancolía que pesan sobre la tierra, abruman los corazones, y los vientos de tristeza soplan y arre­batan los espíritus. Una horrible semilla de lágri­mas y de sangre fluctua en l~ atmósfera y el gran pabellon del dolor ondea sobre la ciudad. Las calle­juelas lloran, las encrucijadas jimen repitipndo el eco, de los desgraciados, y el mortífero cancer de la miseria publica, dilatándose de dia en dia es­tiende la destruccion, acrecienta las penas, redobla los sufrimientos y no bastando á socorrer los pobres la crecida suma de los 25 millones de pesos destina­dos a este objeto por el Gobierno liritánico, les hospitales amontonan cadáveres sobre cadáveres, y los pálidos demonios del frio y del hambre huellan los pechos, torturan los miembros, muerden y des­pedazan con sus agudos dientes, multitud de indi­yiduos y de familias enteras. Los nobles y los ricos de la Nacion se van á buscar un asilo estran­jero donde hacer ostentacion de su monstruosa fortuna, engolfándose de nue"o en otro nuevo jénero de locuras, miéntras que tropas de seres humanos casi desnudos, los ojos estraviados, la frente trabajada. por la desesperacion, pasan como sombras de muerte, escuálidos y respirando con fatiga. Hijos desdichados de una madre pouerosa caminan descalzos sobre el espeso lodo, sin pan y sin asilo mil veces mas desgraciados que los lobos de los bosques. Encorvados bajo el peso de :sus infortunios muchas veces se quedan dormidos sobre las duras y desnudas piedras, manchando con su sangre los g uijarros de las calles donde habitan, hasta que sensibles al azote de la necesidad que los flajela se retiran á. sus guaridas, no para dar alguna tregu.~ á su dolor, sino para renegar de la hora que los VIO nacer, no para tomar un ,alimento sano y abundante que restaure sus fuerzas, sillo para mal­decir una sociedad tan brutalmente egoista que así los deja perecer. En cambio de esto hai en Lóndres sociedades cuyo instituto tiene por objeto la conservncion de las razas y el mejoramiento de los cuadrupedos. Cada año ofrece medallas indisti~tamente ~l carni- 3 7 cero ó al príncipe que presente el carnero mas ji~ante y el ,. ~uei ,mas bien nutrido; ,pe,ro. no tie~~ . mnguna s~cIedad que ofrezca la mas pequeña dis­tincion para 'el Señór' q'ue . manteuO'a en sus Estados el cuerpo d~ , paisanos mas r()busto~ ni para la aldea que presente el estado de hijiene mas completo. ¿ Qué importa pues, que las chozas y cabañas lloren y jiman, que estén escasas de alimentos y de ins­truccion crist~ana, que sean moj adas por el agua de las lluvias, espuestas á todos los vientos y diez­madas por las calenturas? ¿ Qué importa pues, q.ue la raza humana minada y destruida por el vi<;iQ y por el hambre, uejenere y descienda de dia en dia,la escala de la degl adacion moral y física? j Qué importa! , Los establos de las bestias están bien c~biertos, calientes y confortables, y los pesebres están siem­pre llenos. ¡ Mirad pues esos animales jigautez-' cos qué hermosos y bien alimentados, felices. JUB­tlOsos y tan pesados y llenos de manteca que ni marchar ni respirar pueden! ••• :Ellos pesan treinta libras mas que la esposicion anterior, os dice un, amante de los animales, con los ojos flamantes de adrniracion,-":"'sí, treinta ljbras n1 mas ni ménos­qué res ultado tan magnífico si el año ql1e viene llegan á c~arenta libras,! Seremos felices, la Ingla-, tel'ra quedará mui satisfecha, y la caUJ5a de la humanidad' habrá dado un gran paso, Tambien es necesario convenir en que los habitant e~ de la opu. lenta corte tienen el alma tan esquisitamente sen­sible, que el menor sufrimiento de un animal les afecta y entristece; así que no pueden escuchar sin pena los lamemos de un ~allo, y los gritos leja­nos de tIna gallina les causa convulsiones, Las sociedades para la protección de todos los animales han jerminado en la Gran Bretaña, como jerminan los granos de maiz arrojados sobre un terreno abo­nado con el hu ano de las Islas de Chincha. No se puede dar en Lóndres un bastonazo sobre la cabeza de un caballo - tirar á un borrico de la cola - pisar un gato - maltratar á un perro in que se vea uno espuesto á ser prendido, llevado delante de la .iusticia y puesto en un calabozo. Mas si un pobre diablo trabajando recibe un golpe sobre sus espaldas, si se le dislocan los hues?s, y en tal estado se presenta delante de alguna <;le esas com­p~ ñias para pedir algun socorro-¡ Hum! j hum! le responden los amigos y protectores de l'Os cua­drúpedos- j nosotros nada podemos hac~r por U, nada absolutamente! •••• Si U. fuese una ternera entónces seria diferente. Sin embargo, si U. tiene algun ternero con la pata rota 6 con la oreja cor­tada, - barbaridades imperdonables-nosotros sere­mos mui felices de procurar algun remedio á sus heridas. Tomaremos hecho y causa por el pobre animal, y nuestra indignacion y _ cólera perseguirá hasta las estremidades de la tierra al malyado que se haya hecho culpable de tan estupenda y criminal agresion. En las calles de Lóndres un buei caido á quien se instiga para que se levante, atrae la atencion y escita una simpatía jeneral. La circulacion se detiene, los transeuntes se amontonan, .lim en y se lamentan de la pobre cria­tura. i Ah! el pobre, el pobre animal t'sclam,an de todas partes-y si es nec('sario arrojan piedras y maldiciones sobre la cabeza del tirano qu~ lo mal­trata, Pero si en este mismo instante pasa arras­trándose una pobre mujer seguida de su numerosa y desvE:'nturada prole; en vano implorará algu,nos gra­nos de misericordia, de la piedad de los circunstan­tes, en vano les dirá con las lágrimas en los ojos y los sollozos en la garganta, que tambjen ella sufre profundanlente en su corazon y en su carne •••. ni uno solo volverá la cabeza, ni uno solo inclinará el oído para es~uchar la relacion de sus sufrimientos, porque desrues de todo, ¿ qué significa una mujer casi desnuda, que llora, y que tal vez ni ella ni ~us hijos han c0mido un pedazo de pan en muchos dias comparada con el dolor profundo que causa un pobre animal tendido allí sobre sus lomos con las patas al aire? i pobre animal! Preciso es cOl1\'(-'nir que en la capital de Inglaterra todo se hace por sistema, el órden y el desórden. Por sistema se paga la contribucion para los pobres, y por sistema se dá la preferencia á los brutos. Por sistema se abandona y deja morir en las calles á los unos, y por sistema tambien se pretende hacer á los otros de mejor condicion que las criaturas racionales, que han nacido y viven hajo la influencia de una fatal estrella. Lóndres posee tamhiE:'n socieuades bíblicas para la propagacion de la fé. Estas corporaciones que han tomado por divisa "caridad ulliver al" con­sagran su tiempo y sus capitales á la felicidad de todos los pueull1s, por supuesto, escepto el pueblo de 1no-laterra, Ellas sacrifican u vida y su fortuna al mejoram iento, la instrucioD_ y el biene tar de los hurones, índios y salvajes de todos los paises; pero se g uardarán mui bien de mejorar aunq e sea en lo mas mínimo la suerte dt>plora.ble de sus compa­triotas, A la vuelta ele una esqu ina, por ejemplo, os detiene un peloton de .lente, - ¿ Qué es eso? preguntais. -U n hombre t endido que se está muriendo. -Ya entendienoo-¿ ue algun ataque de apoplejía? -No, de hambre. -j De hambre! vaya U. se burla-~n ct>l,a Ciuua,d Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. de las sociedades bíblicas y evanjélicas, un hombre muriendose de hambre-es imposible. -Si U. no 10 quiere creer véalo con sus propios ojos. Un esqueleto escuálido y amarillo, las mejillas de mármol y con manchas negras, se levanta sobre sus rodillas, se desgarra el pecho con la tos convulsiva .... está ya en las angustias y agonías de . la muerte. Mas felizmente nos encontramos cerca de una de las oficinas de las sociedades bíblicas y evanjélicas- -Tilin-Tilin. -¿ Quién está ahi? -Un hombre que se muere de hambre. -¿ Es un hotentote-un cafre-un iroq ues? --':"N o, es un blanco, un hermano-es un ingles. -¿ N o es por acaso un idólatra, un adorador de Zoroastro, un habitante de las montañas de la luna que desea convertirse? -No mil veces: es un cristiano como U, abra esa puerta si gusta. -Lo siento con toda mi alma: responde la socie­dad bíblica, pero nuestros reglamentos son formales, nosotros no podemos hacer nada por ~l. Si creyese en Confucio, ó llevase una sortija en la nariz, en­tónces seria diferete. Todas estas sociedades tienen sus ajentes y misioneros que noche y dia llenos de un valor -incomparable en las lluvias y los ardores del sol, en las calmas y las tempestades recorren las villas y las ciudades, las islas y los Océanos. Ellos consuelan todos los infortunios, dulcifican todos 10-s sufrimientos, con tal que el desgraciado á quien se maltrata ó se hiere, se oprima ó se tira­nice sea un bruto de cuatro patas, y que aquellos que se lamentan habiten las orillas elel Ganges ó los desiertos del Canadá. i Oh locura de las cosas del mundo! j Oh insen­satez y vanidad de las instituciones de la tierra! Allí, á sus mismos pies, delante de sus ojos enferman y mueren millares de seres humanos. Bandadas de hombres azotaersona que quiera negociarlas en esta imprel!ta le darán razon del dueño. riLIOIAS DEL DOCTOR BRANDRETll. S E acaba de recibir un nuevo surtido en la úni~a ajencia que hai en esta capital, esquina ele San Juan de Dios y la calle del comercio.-J. A. Bennet IMPORTANTE NOTICIA. H ABIENDO visto varios avisos fijados en las puertas de los templos de esta capital, convocando á las personas acreedoras á las limosnas que dej6 el Sr. Manuel Lugo, se pone en conocimiento de los interesados, que por cartas particulal'es .se sabe, que el Sr. JosP. María Villate su albacea, salió en la semana pasada para esta, y que llegará fijamente el sábado.--Bogotá, 4 de Octubre de 1848. --_ •. _--- DE VENTA UNA casa alta con una tienda accesoria en la La calle del comercio. La persona que quiera comprarla puede ocurrir á ~sta imprenta y se le dará razon del dueño. Se deja á reconocer una parte. NUEVA SASTRERIA. Antonio María Gardeazábal) profesor de Sastrería, tiene el honor de anunciar al públi­co : que habiendo terminado su compañía con el señor Volz, ha puesto un nuevo estableci­miento en el almacen de los señores Silvas, 2a calle del Comercio. . Allí se encuentra un magnífico surtido de las mejores telas que hoi estao en moda. Los que quieran -vestirse con finura y ele­gancia, pueden dirijirse a dicho almacen ; serán servidos con esmero y puntualidad, á precios moderados. IMPORTANTE. JOAQUIN CALVO bachiller en ciencias de ]a facultad de estas en Paris, y doctor en medicina de esta facult?d central de Bogotá, y de medicina y cirujía de la de estas ciencias de París, permanecerá poco tiempo en esta ciudad y durante su perma­nencia en ella, prestará ¡;:us servicios al público y a la humanidael recetando á los que quieran consul­tarlo, jl los precios siguientes: De las doce del dia a las tres de la tarde, en su casa, que es frente á la Rectoral del Colejio de Santo Tomas. Á las personas de regular fortuna á seis reales por, cada receta, A las de ménos forbma á tres reales. Á los pobres de solemnidad, gratis, hasta donde alcance el tielllpo fijado. Á 10l:: que en lugar de una receta quieran que les dé un método curativo le pagarán el duplo. Las visitas á que como médico sea llamado den­tro de la ciudad, siendo de dia, le pagarán las de regular fortuna, á diez reales, las de menor, á cinco reales, y de las se is á las doce de la noche el duplo, y de esta hora á las cinco de la mañana el cua­druplo. Cuando los enfermos necesiten operaciones qui­rúrjicas, arreglará los precios segun las circunstan­cias de los pacientes y el tiempo que gaste en efc0tuarlas. lJNA SUSCRICION. Se ha abi erto una suscricion voluntaria en esta provincia para socorrer á Jos desgraciados que hall quedado en el último estremo de miseria, á con­secuencia ele los incendios verificados en el último mes de élgO to en Ambalema. Los Sres. tesoreros cantona les están encargados de la l'ecaudacion; y se escita la filantropía y caridad de todas las pt'r­son as que se duelan del mal de nuestros hermano', para que contribuyan. hIPo DE J. A. CU.ALLA.-1848. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

Compartir este contenido

El Nacional - N. 21

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

¡Disfruta más de la BDB!

Explora contenidos digitales de forma gratuita, crea tus propias colecciones, colabora y comparte con otros.

Afíliate

Selecciona las Colecciones en las que vas a añadir el contenido

Para consultar los contenidos añadidos busca la opción Tus colecciones en el menú principal o en Mi perfil.

Mis colecciones

Cargando colecciones

Compartir este contenido

EASTMAN, J.: Buddha / Joy Boy / Stay On It (Julius Eastman, Vol. 2 - Joy Boy) (Wild Up)

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

¿Eliminar esta reseña?