Por:
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Fecha:
13/03/1875
PERIODICO LITERAIUO DEDICAD O A LA JUVENTUD •.
·--w~::--.. ·----~~. ~·¡ ·~~~· .. ~--·~'v'Hüri.'"o44~. ~~~-""'-~""~·~·rN~·~~~-
_t:-;o IL POP.\YA.-, 1:1 DE ,lf.\RZO DE 1S7ii. ? T RIM . VIII.
-~-~-~-~..,~~----~- .... ... ~·--··--··~····-~--~~--~~~·~··· ·~----.--~~·----~ .... ~-·.,....,·--- .
· UAjffREZ Y HIYEll.t,' r.niTonr:s. f tra~pr.~atHlo los límites de la mate ria y de la
1
'ida, 11os lanza :\ regiones .de~con o c idas en
busea de un tiempo ¡;in medida y de c"pacios
l. OR'I1.l .... 'TI~. ~in tfrminqs ¡ lllO\'imient,o intimo d(; la parte
¡ má~ noble de nne. tro sér que interiormente
Despnes tlc impreso y repat·ti 1e. t. · miénlra la tnnteria clo
!Jre ll J' rp 11::11' e, Ú t>t•UI'C\ irir C: JlOf<]ÍlO no 1 que 80 compone lllle;tro cuerpo siento la
e~; el in t¡nto de 11\ con nraeion lo fJUC no~ ntraccion tic la tierra: uucstro el!pil'itt t ex pe·
u111ero, no es la po,c ion ¡wrpétua de t•. tu rimcnta las atracciones del cielo. ,
vitb mo1'tal lo qne realmente amliicionamo~. Esta doble ley, qnc obra respectiv amente
l'or ri:;ul'iia que S(;:t nuestra suerte, hay mo- l:lObrc nuestro st"r, uos tiene como suspc usoa
mcntos Cll t¡ue la vida nos causa dolor iudu cntt·e el ciclo y lá tierra, entro la necc:s idad
ciu!c. de morir y el únsia de soureviví rnos, entre
l,a etrruid:ul 1lt>ntro tle estas ligatlnras qnc el cuerpo que so anastra por las oscu ras 89·
noA ~ujctan ú la ticna, seria la de e pera·'¡ perezas Lle la. tierra y el espír it u que vuela
cion: .De todoll los tormentos que la imagi- ¡.orlas luminos3s inmensidades de l e ~ p:wio ,
nacion puede representarnos, no hay niugu-1 • 'o h!'ly cieucia que al canco á exting uir en el
no dCnH~anto á la etemidad sobro la tiena. hombre el Rentimiento que en l!l ej erce la
..:\<11 te de los hom·: tali•laJ.
bres extraordinarios, cuyo nomure, pasantlo Cuando estudié física, apr eodi que la inerde
unas eu otras, y·i"c en la memo na de las cia o~ la resistencia que los cuerpos oponen á
generaciones: han obtcniuo el honor de la 1 camuiar de e::.tarlo, y eut ónc es comprcndi
inmortnlidacl de pues de muerto~. .l\liéntras 1 que esa. rosistencia ciega é involuntaria de
el sepulcro uo recc.ge sus despojos mortale , los cuerpo~ constituye la cualida d ab soluta
la fama no se atrerc ú uar á sns gloria:; una (le la materia.
aancion pcrpGtua. 1 Tal es la iuquielncl que ngi ta ol océano de
El amor ú la glori!\ no es, en resúmcn, m>tR 1 nuel'tro espíritu estrecha mente contenido en
que el horror !\ la muerte. Hay dentro !le 1 el fritgil vaso de la vida morta l¡ tal es el !In ·
nosotros un afan oculto que nos impulsa á 1 sia qne impnlsa al hom bre á perpetuarse, 4
Yiri r fuera de nosotros mi mos; algo que sobrovirirRe i tal es el afan que enciende ~ll
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346 tt CJUCA.
sn alma el deseo de inmcrtqlizarse. ¿Llama-~, pietario oscuro pára llegar á la excelencia da
i'l!mos ~ I'Ste secreto impulso, á este univer- título de Castilla. Se puede decir que há
~al sentitHiento que da vid:\ á nue. tros pen- brotado de la enperficie mi ma de la tierra
bamientos y á nue tras acciones, instinto do una vorJadera plaga ible decirlo asi, en la sinccri- Congreso. Si se restnn los doce primt ros
dad de sus blusfemits? . aiios del siglo, los seis d~l 1~ al íO y los diez
Nadie se atn·verá á desconocer la celehn- del 23 al 33, en que no func10nó el taller pardad
que alcanznn b<¡r mnchos homlwcs con- lamcntario, sa drcmos á ocho Con¡;titucioues
denados por la triAte escasez de sus faculta- eu poc-o más de medio siglo. E¡¡ imposible
des á oscnridad perpótua ¡ y jamas habrian encontrar en la historia de ningnu pueblo
salido tle las humildes regi0nes del vulgo, si parlamentario una estcrilid acl más fecunda,
la libertnd concedida á la blasfemia no les y oh vergüenza ! aún vh en las I-cyes de
hubiera abierto el c-amino de la gloria. Partida.
Suprimid eu ellos la celebridad de su~ res- Volvnmos por un momento la vista á
pectiYas impiedade!l, y quedarán suruergiJos nuestra literatura, y encontrarémos la misen
el abismo insondable del vulgo de los ma fecund1dnd y la misma fertilida,l. ¡ Quó
hombres. pocos monumentos l1terados dejarémos á la
Como se ve, la hlastemiit es el camino ñon- pm-;tcritLnll
de encuentran b celebridad las grandes inep El Estado no tenia en los siglos XVI y
tittHies. XVII pensiones e~ tablecidas para que los
Y realmente, tratando de distingui1·se, de pintores pudieran , como ahora, estudiar en
Repararse de h gran multit•Hl de la cspecit París y en Poma las bellezas del arte, ui ha·
• humana, la impiedarl es un metlio s<·gnro, hia como en nuestro ¡¡jglo la emulacion do
porque el ~énero hnmalf uo :scrú jama.> im- las ExposicioneR ui el ebtímulo de los prepfo.
Por otra parte, es muy difícil conqnis- mios. Es verdacl, pero rlónde está V elás.
tRrse un puesto de honor ent1·e los santos, qnez? Dónuo está Cartlucho? Y vimcndo
entre los hér(>cs, entre los sabios ó entro los hasta las mi tol as puertas de ntl(JRtra época,
gt:1 Goya?
¡>lo no se nece~itan las virtudes de San ,Juan N nestrn nrquitcctma!. ..... ¿Con quó m ode
la Cruz, ni el heroísmo do Guzman ol numentos la Yamos ú atestiguar ante las eda·
Bueno, ni la sauiclur!a de Don Alfonso el ·a- rles futura~? ¿Con los pal.lcios cl.:J cmton
bio, ni el génio do Ccrvántcs; porque la im- de 1 eco lotos~ ¿ Creis de buena fe que 1:\
piedad es por sí misma la negaciou de la vir. r amauer:H1a construcoion do! palacio del Uon·
tnd. del heroitmlo, •le la ciencia y del günio greso pollr:í sobreriYir á la ll1ilje,;tuo a y fa·
1\las la r:elebridad es un ceo c¡uo repito tonos mo~;a frlbrica del Palacio de los Hcye. Y El
los ruirlos, lo mismo los que cansan admira- Teatro Hcal, quo tanto OIH¡r·~ulltue f1 :i\Ia·
cioo que los qno causan e cánrl:tlo ¡ es un drid, á humilde m.tte1lral 4nereis comparado?
cristal en el que lo mismo se refleja la luz Poca<:, muy pocas do l:l c·on. tnwcioue!l de
que las sombras. nuestra época y de los mo11umentos artísLi·
Hay en este siglo en que vtvunos una in- cosque salen do nuestras manos alcnnr.nrán
quietud tal, una inconsistencia, una movilidad lotl honores do la. antigüc ,lad. Preciso e~ de.
tan incnnsa!Jies, c¡uo imprimen lo mismo á cirio: ni el Circo de Híbas, ni el Oat'é ao
l:lR obras de nnet:tro entendimiento que á las Fornos, ni la Plaza de Toros, ni la estátua do
obt·as de nuestras manos el sello mo~tal de 1\fendizáhal , Prán etcrncs.
una vida fugitiva. N u es tras tela.s nucst1·os muebles, cuantos
Grandes Asambleas legisladoras se rcnncn objetos proporeiona la indu~tria mo lcrna fl
todos los años para dictar lqes á los pue- nnostra cómocii!lad, á nuestra decencia y A
hlos, leyes sin tuerza, sin vigor, sin vida, que nuestro lujo, participan de la misma fntili·
ni otro dia de promulgadas están muerta&. dad. Carecen de aqnella solidez, ele aqnel vi·
Esta tarea legislativa asidua é int.erminnble, go1·, y si me es po iblc decirlo as!, de aqneJJO
es tanto un vicio como una necesidad, !la conci<)noia con que trabaiab!l la industl'ia
¡wrque la~ leyes de ayer están hoy en coro- antigua.
pleto deso1·t'>dito, y mnñana ;\ más tardat· hay Esta misma fragilidad, eRa misma falta de
que sustituirlas con nueras leyes, qne ú sn firmera y reposo la encont .. aréis de la mis ·
vez morirán al dia sig11iente: os un edificio 1 ma manera en la" ideas y en Jos sentimien·
que siempre se está edificando, porque siem- tos, en el carácter y en las costumbres. Pa.
pre está bnndiclo. rece que atrávesa sémos nn r·eríodo de inte.
En lo que va ele siglo llevamos la friolera rinidacl, y nuestrs ciencia, nuestra literatura,
de oc~o Constituciones j la del año 12, el y nuestro arte, nuestra intlustria y nuestra
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3~8 ELGAUCA.
polltica y hasta nuestro lujo es de pacotilla.
En todo vamos{\ salir del din: á salir ilel paso
i y nada de_c uanto producimos lleva en
si condicion alguna de estabilidad y grandeza.
Etita frivolidad inqu ieta y presuntuosa de
nuestro espíritu expli ca las continuas inconstancias
de la celebridad que concedernos
N adll hay m:ís pa sajero, más fugitho que los
honores que ella dispen . a¡ con la misma facilidad
que ensalza, olvida; pa a rep euti namente
del at>orubro á la indiferencia¡ hoy arquea
las cejas, y mañana se eucoge de hom ·
bros; incien,a un m.otnento á sus lclolos, y
en otro momento les vuelve la espaltla. Por
un torero deja á un Ministro¡ por una br.i-_
larina á un sabio ; por la fiesta de un hanqne1
·o, la hazaña de un héroe¡ por un dije,
un lib¡o.
Necesita una novedad á cada instante¡ no
es posible detenerla un uia entero en ninguna
parte.
'l'al es el rápido bosquejo de In celebrid:v1
.á que en el siglo del vapor y de la chispa
eléctrica pneden aspirar la virtuu, la sabiduria,
el valo1· y el génio.
-Quién la desear
-:Mnchos.
-Quién la alcanr.a?
-<;ualquiera.
--9- qui én inmortaliza?
-A nadie.
Jos~ , ELOAS. ·-- I>OR QUÉ?
Por qué doliente sobre el tejado
perennem ente lloras, torcaz,
si un nido tienes y un compañero
que en él te aguarda con tierno afan ? ...
Ah 1 si u tardanza busca los goces
que ellos te ofreceu¡ no llores más,
que tu!:! gemidos la pena acrecen
del qne no tiene ni amor ni hogar ! •
J. M. Vm;,\..SCo CaSTILLO.
Popayan. Marzo. 1875.
oíase ésta ele una anciana que so decía de~cenrliente
ele! gran general Ollantai, dos hijlls,
Cármeu y Teresa, y un mancebo llama·
do Tomas. .
J,a choza estaba ~ituada á la falda del cerro
de Laicacota. Ella, ec on quince 6 veinte
mfls, constitman lo que se llama una aldea de
cicu habitantes. •
Miéntras l:ls muchacha9 se ent.1·eteni:m en
hilar, la madre contnb:1. al hijo poi· la miléRima
vez la tratlicion· de ~n familia. Ésta no
es un secreto, y bien puedo darla á conocer
á mis lectore~:~, qne la hnllnrán relatada; con
extl'nsos y curiosos pormenores, en el importante
libro que, bajo el título Anales del
Cuzco, publieó mi iln:;tmdo amigo y compañero
do Congreso don Pio Benigno .l\1e~a.
Ilé aqni la trncliciou sobre Ollantai:
Bajo el imperio del inca Paehaeutec, noveno
soberano del Cuzco, era'Oilanlai, Clll'!l·
en rle Ollaitantnrnbo, el generali!limo do los
Pjércitos. AmanLe conespollllitlo de una
de las ñustnt~ ó int:mtall, solicitó do Pachacutec,
y corno re,ompensa do sus importantes
servieios, qnc lo acordase la mano do
la jóvcn. Rechazada sil pretension por el
orgulloso monarca, cnya Fangrc, segun las
leyes del imperio, no podía mczelar~c con la
de una familia qno no \lc~ccndic•·e direuta·
mente tle :\f:lnco Capac, el enamorar1o caci·
que desapareció una noche tlel Cuzco, robándo~
c á su quericla CtlRÍcoillor.
Dnrante cinco años fué ill!posiblo para el
inca vencer á su robelcle vasallo, qno se man·
ttn·o en armas en las fortalezas de Ollantai·
tambo, cny'\s rnina~ son hoy la admiracion
del vi:1jero . Pero Humiüahni, otro de los
generales de Pachacutec, en una secreta en-
. trcYiRta con su rey, lo convenció de que más
que á la fnerza era preciso recurrir á la ma·
ña y {t la traicion par.l snjetar á Ollantai.
El plan acordado fué poner preso á H.umi·
ñahui: con el pretexto ele que habia violado
el santuario atallas saugrie11tas con va·
ronil y simpático, y su palabra graciosa y riauo (Jxito, hasta que el rirey don Diego de
cortesana. . BenavíJez, conue de Santi. tévan, eucomen-
Dijo que era andaluz y que RU desventura j uó al Obispo de A1·egnipa, fray Juan do AlJo
tt·aia á tal punto, que se ha.l.laba si:1 pan ni~ mog_ncn:a, la pacific~cÍOll de] mineral. l.Oti
bogar. Los vástagos de la hiJ:l 1le Pachacu· partillano!'l de los ::salcedos denotaron á las
teo le acordaron de buen grado la ho, pitali· tropas del Obispo, librando mal herido el co·
dad que demandaua. rregirlor Peredo.
Aei trascurrieron pocos meses. Ia fami- · gn estos combates, hallándose los de Sal-lia
se ocnpaba en la ci'Ía de ganado y en el ceclo escnsq_s de piorno, fnmlieron balas de
comercio de lanas, sin·iéndola el huésped plata. N o ¡¡e dirá que no mutaban lujosamuy
útilmente. Pero la Yerdad era que el mente:
jóven español se sentía apasionarlo ele Uár· Asilas cosa'!, aconteció en Lima la mucrmen,
la mayor ele las hijas ele la an::iau:J., y te llel de, antisté,·an, y h réal :uuliencia astt·
que ella no se uaha po1· ofendida con ser ob· mió el po1ler. El gobcrun11or qne ésta Mmjeto
de las amorosas ánsias u el mancebo. bró para Laicacota, viéndose ~in Juorzas pn·
Como el platonicismo, ett punto á terrena- pam hnce1· respetar su autoridad, entregó
les afectos, no es eterno, llegó un di a en que
1
el mando á don .T osé SalceLlo, que lo aceptó
el galan, cansado de com•ersat' con las estre- bajo el título de gusticüt 1~1ayor. La audien·
llas en la soledad de sus noche~, se exponta· ciaRe declaró impotente y contemporir.ó con
neó con la mad1·e, y ésta:que llauia aprendido Ha'cello, el cual, recelando nuevos at:H¡ues
A estimar al espaüol, le dijo: 1 de los vascongados, lerant6 y arlilló una for·
-l\li Cármeu te llcvarú en doto una rique· tale?.a en el cerro.
za digna de la descendiente de empcrauo- Es verdarl ~ne la audiencia tenia por enres.
1 tóuceR mucho grave do qué ocuparse cou los
El novio no dió por el momento importan- 1 dil\turl>ios que proruovia ou Chile el gober·
cía á la fi·ase, pero tres dias des pues de reali- 1 nador )[cué!:ies, y con la tremenda y vastll
zado el matrimonio, la anciana 1? hizo levan-¡ con . I?iracio11. del inca Bobórques, desenl~ierta
tarse de madrugada y lo conduJo á una bo. en Lm1a cast al: estallar, y que condnJO al
camina diciéndole: • 1 caudillo y sus tenientes al cadalso.
-Aqui tienes la dote da tu esposa. El ónlen !le hauia por completo restablecí-
La hasta entónces ignoraua, y despues fn- do en Laicacota, y touos los rocinos estaban
mosisima mina. do Laicacota, fuó desde ese contentos del buen gobierno y caLallerosi·
dia propiedad de don .José Salce.lo, que tal dad del gu~ti~·ia mayor.
Cl'a el nombre del afortunado andaluz. Pero en 1Gü7 la audiencia tuvo que rcco·
II. nocer al nuC\'O vi rey veui lo de España.
La opulencia de la mina y la genero ·dad Era éste e! conde de I,émus. En cerca de
de Saloedo y de sn hermano don Gaspar, a- ¡ cinco años de manrlo brilló poco como adtrnjeron
en breve gran número de arcnture- ministrado:·. Sus empresas se limitaron á
ros á T ... aicacota. enriar sin éxito, una fuerte escGadra en por-
Oigamos á un historiador :-Hahia nlli pla- secucion del filibustero Morgan, que babia
ta p11ra y metales, cuyo benefkio dejaba Lán- incendiado á Panhmá.y á npre~ar en las costas
tos marcos eomo pesaba el cajon. En cier· de Chile á Enrique Clerk.
tos días se sacaron centenares de miles de EL vi rey conde de Lémus se distinguió úni·
pe&os." cameote por su devocion. Con frecuencia
Estas aseveraciones parecerían fabulosas se le veía barriendo el p:so de la iglesia de
si todos los historiadores no esturiesen nni· los Desamparados, tocando en ella el órgano
íormes en ellas. y hacieuclo el oficio ele cantor en b solElmno
Cnando algun español. principalmente nn- misa dominical, dándosele tres pepinillos d~
daluz ó castellano, solicitaba un socorro de la murmuracion de la nobleza, que juzgaba
Salcedo, éste le regalaba lo que pudie&e sn· tales actos indignos do un grande de Es·
car de la miva en determinado número de paiia.
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3ll0 EL CA "GCA.
Jamas ¡¡e han visto en Lima proce siones
tan eM,pléndidas como las que tn\ ieron lugar
entónces, y I1orent tJ, en su notab le historia,
trae la descripcion de una en que se Lraslarló
desde palacio á los Desnmparado ~ , dando
lnrgo rodeo, una im.!lgen de l\lar!a que el \"Í·
rey babia hecho traer expresamente desde
Zaragoza. Arco hnbo en e a fi esta cuyo valor
se estimó en más de doscientos mil pesos,
tal era la profusion de alhajas y piezas de
oro y plata que lo aoornaban.
El fanático don Pedro Fern{tmlez ele Cas·
tro y Andrade, conde de Lómus, marqués de
Sania y de Gátiv:l y duque de 'l'aut·ifanco,
que cifraba Bu orgullo en dePcendor do San
]'rancisoo de Borja, general de los jesnitas,
apóoas fué proclamado en Lima por r0presentante
de Oál'los II el Ilethizado. se dil'i·
gió á Puno con gran aparato de fuerza y a·
prehendió á Salcedo. El gustioia ooutaba
con poderosos elementos parlata.
Y téngase en cuenta no sólo que cada ha·
rra de plata se valorizaba en cuatro mil du
roR, sino que el viaje del Cnllao á Üádiz uo
era .realizable en ménos de ocho meses.
La tentacion era poderosa y el conde de
Lémns vaciló.
Pero sus consejeros le hicieron presente
que mejot· p::nticlo sacaría ejecutando á Sal·
cedo y ccnfiscántlole sus Lienes.
Su excelencia siguió con docilidad ol indig
no consejo.
Algunos hiRtoriaclo¡·es sostienen que Sal·
cedo no íué r jecutado en l,ima , sino en el si·
tia lln do r ·e -p ta, á poca Ji~t ,ancia de
Puno, asevcracion que nos }lal'cce muy fnn·
dada.
III.
Cu.milo la esposa de Salcedo supo el te·
• rible deseulace del proceso, conrocó á sns
deudos y les dijo :
~Mis riqneza han traído mi destió.
Los pai'Íentcs de la mujer de Salcedo in un·
darou la mina, hacie~o e téril para los ase·
sinos del gnsticia mayor el crimen á que la
codioia los arrastrat·a.
Cármen, la desolada viuda, habia desnpa·
reciclo, y es fama que se sepultó viva en nuo
de los conedores <.le la miua.
l\J uohos historiadores sostienen qno la mi·
na n presencia de Dios y lo infinito 1
Vengo á pulsar el arp¡ un breve instante,
y en mi suerte más bella sólo espero
que me sirva de tumba,,omo al Dante1
un camino tal vez del extranjero 1,
Tengo el alma, Señor, adolorida,
y aunque á la voz de un tl'iate no te asombres,
llo me qnicras culpar porque te pida
ot••a patria, otro siglo, y ot.ros hombres i
Que en ,esta edaJ de tránsito que asoma,
con mi pais de promision no a6ierto:
mis tiempos son los de la antigua Roma,
y tni:; het·manos con la Grecia han muerto! ...
¡ O, Fausto, Fausto, ! tu razoo sombría
~n Jo más hon.lo de mi pecho gime!
¡O! ¡ Bcllini inmortal, tu pena es mía!
¡O! tu amor es mi amo1·, Byron sublime l
La ebtrella de mi rumbo se ha eclipsado,
y no encuentro la senda porque anhelo i
el lirio de la fe so ha marchitado i
j•a no hay escala quo conduz~a al cielo.
¡ Van lo& pueblos florar al templo santo
¡ y llevan una lámpara mezquina,
y el Cristo allí desde la Cruz en tanto,
abre los brazos y la f¡·enie inclina!
Voluptuoso el amor en sus placeres,
ui busca mirto~, ni laurel aguarda¡
y cubren con un velo las mujeres
al ángel adormido de su guarda.
Y yo, Señor, como apacible rio
que oculta un monotruo en su calla~o seno,
oanto en reposo y de mi mal me río,
y tengo el corazon de angustias lléno.
JUAN CLEMENTE ZENEA.,
EL DOC'l'OR E.UETERIO CAGU.O.
E-te médico distinguido, hijo de Popayan,
murió en Vanegas 1 Municipio de Palmira; el
día 25 de Febret·o último, á los cincuenta y
ocho años de edad.
Su inesperada muerte, que ha dejado un
inmenso vacío en la ciudad de ~u nacimiento
y de su residencia, y las circunstancias
que la acompaüa•·oo nos imponen el sagrado
deber de trazar unas pocas é imperfectas ]í.
neas, para honrar pot· nuestra parLE! &tl querida
memoria. N o alcanzaréruos á formar
un cuarlro completo de todas las ''irtudes,
de todas las buenas cualidarles, qne adorna·
toD al hom br·e cuya p~rdida lamentamos, por•
que semejante obra exige un espacio mayor
que el de las columnas de un periódico.
Poseyendo, como pose:a el doctor Cagiao,
la cieuda médica en toda stt extension; ha·
liándose siempre por medio del estudio de
las ouras modemas á la altura de los conocimientos
más avanzados de la época ~n este
particular, y teniendo como tenia nn. gran •
fondo de caridacl ·y u e amor á sus semeJantes
que yacían en el lecho del dolor, siempre
que era llamado á ejercer los oficios de su
profesion, se le hallaua consagt·aJo con solícita
constancia, á la cabecera del enfermo,
ya estuviera él cubierto por delic:vlas y blau-'
cas s:ibanas .de lino, St'ñales de la opulencia,
ó por áspe1·os harapos de tosca la,Ja) triste~
despojos de la miseri::1.
Una es la humanidad, uno el santo seutiruiento
de la caridad para con nuest1·os semejantes,
y el doctor Cmo O bletui>teriodohau¡:;ustrsimo. TBINIDAD.
salvar la parte noble y eterna C.o su sér, po- Ueligion demostr~da, por Ba1me~.
ni endose ~u manos del mé~ico del a, piri~1 , Ct~;~~al de UrbamJad para señor1t'as, por D. Ruftu
que con ptadosa cons:-lgracJOn le acompnnn
por tres dial!l, hasta entregar aquella alma
jnstificaua pcr Jos sacramentos: en manos de
Sil Creador.
En la misma Age ncia se reciben •mscriciones 6
Cauca, único periódico literario que se publica en el Ea·
tado . Tamhien se venden tomos del pr1mcr año por la
mjdica suma rlo 3 pesoK '20 centavos.
U na esposa desolada, seis tiernos huérfa-nos
infelices, c¡ue lamentan sn horrorosa des- PILDORAS Y UXGUENTO HOLLOWAY.
gracia, form:m el complemento t~O ~ste cna- ¡ il«lorns Ilollowtty.-Millones ele personaR, en
dro desgarrador, Yelndo por las tlltncas so m- todn~ Jas¡•arte~ del mundo, recomiendan dichllS l'íldt.
bras de la muerte. Ll egando á este punto la
1
rRs como ~1 mejor n·stnurutivo d.: la salud que so conoce.
l
• tl , ):\rt .- 1 ' ,. Ellas cmau tollas la• nfecciones del cornzon, del h!gado, P urna emp3pa a ~n : o.1lll1as 110 puc~ e_) •1 1 del esl1;mago , de los 1iil oncs y de los intestinos, y remuetrazar
caracté res mtellgtblcs: los ~ent1m1en- ven la nctimouia, la flautulcncin y la cn.rdialgra., exput.
tos profundos para exi~lir ncccsil:m tlül si- samlo de h ~angro ~da _impureza, fortaleciendo comple·
le .
0
1 tnm€>nte el ~tstcmancrv10so y dando un tono saludable'
OC! • • • • la orgamzacion general.
Que la est1mablo fannl!a del doctor Ca- \ Un~iiento llolloway.-Este maravilloso bál·
giao reciba estas poC:Iti lineas como una samo fnna infnl~blcm~nte las 'heridas antigull:", lo.s lla¡¡a•
t . ¡ ¡ rt :1' t t . , y los males de 1ncrua~ y de pecho. Por mod1o do eu In·
Dlll~S 1 a ( e a pa. 0 l lfCC a l{\1~ O~n:HUOS Cll tlucnria ]as úlcera~ vuu] ntn toman muy pronto un iif•
su JUStO duelo, son nu~ ttO lcl'\lCiltl, de- pccto coui"Dlcc:cnto v de aparecen .. Jama6 deja este Un·
8608 guento refri,:;erautu tlO producir una Cllr!\ perfecta de lu
' oiecciono:; de la piel, loo co-tipaclo~, ln.s toses y el reuma·
Al'ISOS.
F01.'0Gil l'l.l.
Acabamos de recibir un csco¡¡ido ~urt lo de \itik~ llo
fo•ng r~ffu, v !liS fórmulas do loa nrti~n.s ¡n¿s acrcditado8
1!e " ueva York.
::S o duda:no~ que la3 p~rsom\~ que nos oc u pon, ha! r:ín
mejores condiciones eu ltuc. lros últimos trabajo~ tiobre
piant·hns t!e hierro, porcelnua, vidrio, J'ttpel, y parlic larmento
en los :uupliticlldt•. y r~tocado :i dvs !~pie·~. que
imitan los graharlo~ de Julien; el cual tr:tbajo cst:i cunfia.~
o al jóven Ignacio LunaF.,_cuya hahiliclarl coUto dibuJante
es generalJ:~cnto conoc:da y recomendttda por los
mteligcnte~ en el nrte.
Popuy¡1n, Febrero 2G do 1875.
lt\:llim:z Y Fm~.\~DJ:Z.
lísmo, ñun cuando so lm apelado en vano á todos loa de·
ru~s rcmc1lios.
Lns mctlicinao dobcn rmplCnrse de In manera. que in ·
dic:mlas instrucciones do que van siempre acorupaüa·
daR.
V t'ndcmo por toJos los princiJJales boticariOll del mnn·
do, y por ~u l 'ropietnrio, el Proícso1· Holloway, 633, Ül•
íonl Strc t, Lóndr~s, W. C.
GROOT, PAZ ,'t. C.
Agmtcs de llt(JOCios y comisiO?IÜ ta& m. Bogot(J, tienM
d~ ·~ntn TÍTU I 09 DE CO~CESION DE TIERRAS DALDIAS el
más bajo precio f. que podrh~ conseguirse. en todo el
pais · y se encurgnn de b~ gestio nes neccsana.s ante la
, ecr~tar !a de llacienda, pnra obtenor las adjudicacionu.
I¡xualmen te se encargnn del despacho do toda e~pecie
do ne¡¡:0cios y comí ~one~, no sola monte en _Bogotá smo tn
cunlquicrn do lns pnnctp:•les plazas del pa1s1 Venezuela,
B ta~oM Unidos de América y Europa, por conducto de
Seguncla edicion hctha en ropayan dell MUM rl'lacionados.
VIAJE A LA TIERnA t\AN'l'A en el aiio 12 -
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del Señor de 1870Jlor el Hcvercndo P. lt'rny -
Vicente Cuesta. De venta en esta imprcnt"· NOVÍSIMO DEVOCIONARIO,
e~meradamento empasta o y en edicion de
En la Agenc ia general de libr os y periódicos de n.un. lujo. . •
r:~;s ~~::S!;i ~~z:~lCUCntr.-n de \'COta los sigui~nte~ ::)e \'Cllc1C Cll la agenCta general Oe hDT087
.Elementos do Gr.mát~ c:tstdlann, por D .. Diego pcriódu:utl de Hamirez y Hivcra .
.Jlcr'ranz y u iros. ~ UCYf\ rcinprcsicu, COITt'¡;ida y a u- 1
ment&tia. },.ta obma ha stdo adoptado. como texw en \ I~rrn::s-u DEL ESTADO.
~oda& laa e6CUe • p:1n•.1na.' do la captlal del .Bbt:tdo.- · ' ...
Valor de ~ad c•etnph;·, ;;u centa.ro>,y la doceua 3 ~-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.