La Ilustración: política, literatura, noticias, filosofía, relijión, artes i oficios, instrucción pública, bibliografía, medicina, variedades, revista de la ciudad, revista de los estados, de Europa i mercantil - N. 138
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Política-Literatura-N oticias-Filosofía-Relijion-Artes i oficios-Instruccion pública- Bibliografía.
:Meclicina-Variedades-Revista de la ciudad-Revista de los Estados-De Europa i mercantil.
Se publica los mártes, miórcoles, viérnoB i s{~bados,
el mismo dia se lleva a las casas de los sllscritores de
la cn.pital i Re remite a los de fuera por los correos respectivos.
Los lúnos ijuévos se publicar(~ si es necesario.
Valor del trimestre, tres fuertos.
Valor Jel semestre, cinco fuertes sesenta. centavos.
Valor del a.f!o, diez fuertes.
Valor del número suelto, diez centavos.
'fRLMESTRE 111. AÑ O l.-Bogotá, 30 de agosto de 1870.
EXCITACION JENERAL.
De acuerdo con las ideas emitidas
en la Revista do nuestro número
anterior, una porcion considerable de
conservadores, uniformes en este
mismo pensamiento, tuvieron una
reunion el domingo 28 de los corrientes,
en la cual se acordó que se excitn.
ra a todos los miembros de dicho
partido, residentes en la capital, para
que concurran el próximo domingo,
4 de setiem bro, a las doce del clia, a
la. galería alta de la imprenta de La
Ilustracíon, que está situada en la calTera
del Perú, calle 1\ número 10,
a fi n de acordar lo conveniente para
los intereses del partido.
Se acordó igualmente, que esta.
misma excitacion se haga por cartuIones
suscritos por los miembros que
asistieron a la Junta preparatoria.
Lo pongo en conocimiento ele todos
nuestros copartidarios para su intelijcncia.
Bogotá, 30 de agosto do 1870.
El Secretario, Joaquín M . FajaTdo.
Ibal tUoo~t~al~ÜCM:1J.
....- -
1"0bres empleados %
Pobres de cuantos en nuestro pais no han
podido escapar a la m~serable condicion de
dar su vida a una ofiCina, a un combate, para
arrastrarse ellos o sus deudos como tristes
mendigos o. tus puertas de una .'1.'esorería ! .
'1.'al es entre nosotros el odiOSO porvenlr
que le espera al infeliz qu~ se esteriliza en u~a
oficina, que se hace mutlla.r en una campana
o muere en un combate dejando a loa suyos
una memoria lÚCTubre por toda herencia.
1 luego se esclama con una especie de su·
ficiencia enfática:
¿ 1 qué mas qui~re ese hombre, esa mujer,
eie niño o ese anciano?
Sin parar miéntes en que ese hombre !l1al.
gastó su vida entel:a enc~den~do, a. un tmte·
ro maniatado al dJa 1.°1 al dio. ultimo de un
m~s; o perdió un padre, un hijo o un hermano,
botado como un perro e~ algun SitiO
Ignorado, o muerto en unaJ~lortosa batalla.' o
quizá en alguna de esas orJlas en que se invoca
alCTuna bella cosa para hacer alguna co· o
sa hOl'l'i ble ..... .
Sin parar miéntes en que ~uestra mono~
manía consiste en tener Gobierno de balde,
en que nuestro Tesoro exhausto siempre a
causa de nuestros contínuos .vuelcos rev?lu.
cionarios, ofrece a los ervldores publtco~
raciones de hambre, que se pagan como I
cuándo Dios quiare .. .' . .
Bstas tri tes rel1eccJOnes no nan asalta~0,
al leel' esa lei del ongl'eso del presente.un?,
que rejistra cJ numero 1,9 7 del ~Ul~·1O
Oficial, i que el PI:e~í~enle de I Republtca ha tenido el buen JUICIO de no ~nclOnar ha.
ciendo uso de su derecho de objetar.
No queremo decir que no se tomen. pre·
cuuciones contra los abll ?S que pudl:mn
eome1.erse por algunos penslonados,po!' ~Jem.
.plo, que habiendo perdido las condiCiones
que los hicieran dignos de un socorro del
Tesoro público, todavía quisieran vivir a espensas
de ese Tesoro público, despues de haber
perdido esas condiciones; i si fuera cierto
que entre nosotros, con mui marcadas escepciones,
hubiera jentes que alcanzaran a
no morirse de miseria con las pensiones que
se conceden a nuestros servidores públicos
o a sus deudos desamparados por los estra·
gos de nuestras eternas bataholas l>olíticas ...
Aquello de que los pensionados que sean
condenados a una pena corporal pierdan su
pension, nos parece un absurdo legal i una
crueldad estravagante.
Desde que el artículo 21 de la Constitucion
nacional dijo que:
.. El Poder Judicial de los Estados es in·
dependiente;" ¿ con qué derecho se entromete
una lei nacional a adicionar las penas
.que impongan las autoridades judiciales de
los Estados?
¿ No ha dicho mui claramente la misma
Constitucion nacional en su articulo 16 que:
., Todos los asuntos de gobierno, cuyo
ejercicio no deleguen los Estados, espresa,
especial i claramente al Gobierno jeneral,
son de la esclusiva competencia de los mismos
Estados ?
¿ 1 qué dicen los incisos 14, 15 1 16 del
al'tHrllfo 17 oe la onstlluclOn naclOna[ en
punto a jurisdiccion judicial del Gobierno
jeneral ?
¿ Una pena corporal cualquiera, que no se
inflije en castigo de hechos culpables en alta.
mal' en ma:teria de presas, represas o piratería
contra el derecho internacional, o en
asuntos de la competencia del Gobierno jeneral,
puede adicionarse por ~na lei de la
Nacion imroniendo a un penSIOnado por el
Tesoro público la pérdida de una pr?piedad
s:1grada, que puede. s~r apénas una ml~erable
I ecompensa a serVICIOS de la mas alta Importancia
moral i política?
Ahora, ¿ a cuántos abusos no se prestaria
una lei tan orijinal ?
Será cierto que todo hombre q.ue es
condenado a una pena corporal, es stempre
bastante dicrno de castigo que merezca perder
la pens70n que r,nedio remuner~ servi·
cios que han mereCido una erogacl,on de!
Tesoro público ~n su favor? Al menos, SI
la lei hubiera cahficado la naturaleza de los
hechos punibles, limitándose ~ los ~ue la
Nacion tiene derecho de castigar, siquiera
habria alCTuna consecuencia legal en sus disposicione~.
Pero hai ~? esas. disposic~ones
una vaouedad i una ltJereza mconceblbles.
Se ve °sí en esa lei, el deseo de cancelal'
pt:nsi~ne; de cualqUier modo; i nosotros
creemos que el mas adecuado medio para
aliviar nuestro Tesoro a ese re pecto,. no es
el de andar buscando deshonrosas chlcanerías
pura supl'lmír las pen ione~, que no han
podido ménos de concederse! SI no procur~r
con alma, vida i COI'azon, eVitar que el plUS
continú€I por la vi de 1.ls avent~ra~ del cha:
farote, para que no haya. mas wvaltdos. nt
mas "iudas, ni mas huertanos que reclamen
un pan con incuestionable derecho p~ra ello.
Este es el verdadero modo de a!I\'lar a la
R publica; hacer alto en las guazabaras po-líticas.
d'
Ojala que mas de cuatro e nue:.lro dl-pUlados,
algunos ?e lo cua:e en yez de '31s
dietas, etc, debenan estar purgando las te·
Se publican remitidos i avisos, o. un precio sumamente
módico, que se arreglará con los editores. Todo
lo de interes jenero.l se inserta. grátis.
Los editores, NICOLAS PONTON 1 C~
NU~IERO 138.
chol'Ías comótidas en h'lcerse miembros de
la Lejislatura nacional, por encim~ de las
leyes i de la moral i del amor propio ménos
susceptible i hasta de Dios mismo; ojalá,
decimos, que estos caballeros, que no dejan a
veces de mostrarse irritados contra las pensiones
mas merecidas, en vez de todo ese
cosquilloso patriotismo, se respetaran i respetaran
mas a la sociedad que los conoce i
los estima como lo merecen; ojalá, diremos
aún, se dejaran de la monomanía de hacer
asesinar a los pueblos; porque ninguna injusticia
hai en que una infeliz mujer que ha.
perdido a su esposo en un combate, a su hijo.
a su hermano o a su pad!·e. conteniendo quizá
algun gran desman contra la sociedad, reciban
de ella un justísimo socorro pecuniario;
i sí hai muchísima abominable maldad, en
que hombres semi-salvajes se crean con derecho
a que los pueblos les contribuyan, a
ellos! que no son la patria, ni son siquiera
hombres, con la sangre de sus venas i las lá.
grimas de SllS ojos ....
Al travp.s de esa lei de que venimos hablando,
nos ha como parecido vislumbrar
algo con tra los veteranos que nos hicieron
patria, dando nombre a esta hermosa rejion
de la América.
e~"~';ta~tierar~, i¡b~~tada--p~rh;;roe~I.I~JeaX8
han tenido sucesores, hombres bastante desnaturalie:
ados \Jara atentar al sagrado pan de
los libel'tadores de Colombia i del Perú, nuestra
Rangre hierve, nuestra alma se incendia
en una santa indignacion, i desea riamos el
poder absoluto de uno de aquellos demonios
humanos que espantaron al universo sobre
el trono de los Césares, para castigar, como
castigaban l\lário i Sila, la infinila miseria,
de mas de un ingrato hijo a la América.
Hombres a quienes nnda debe el Nuevo
Mundo, cuando no sea algun sonrojo igno.
minioso, no tienen derecho, no tienen personería,
no tienen voz ni deben tenerla jamas
ante la patria que nu los conoce, para intentar
afrentarla faltando a la veneracion que
nos merecen los hombres que consagraron
su existencia a la conquista de nuestros
derechos.
Es una vergüenza, es una et~\'no. ~engua
para este pais, todo el e~fuerzo maudlto que
ha costado esa tardía i cicatera conce Ion
del sueldo íntegro a los Ilu,;lres creadores de
nuestra independenCia nacio,:!al. .. 'o parece
sino que entre nosotros ~ublera hombres a
quienes pesara no estar a.un en la deplorable
condicion de los de_graciados pulacos ...
Triste cosa, pero es la verdad: el que no
merece un bien, raramente era capaz de
e límulado en su ju"to v. lor. Con todo, hai
que distillfTuir: lajeneracion que hizo p tria,
no deja I~mbres de su talla. En aquello~
dlas de lo' grande caracteres i de la prue·
bas mil Il> ; ',,~h~i~?Clrs°qfnq¡¡~RH
entre vosotros." (1) Este espíritu de caridad, era el
quPo hacia esclamar al Apóstol de lasjentes: "Quién
e!lfeJ'U1a i yo no enfermo? (2) La pobreza, la3 aflicCIones,
las enfermedades, los males de sus hermanos
eran males suyos.
[1] loan. c. XIII. vs. 34. 35.
[2J Coro c. XI. v. 29.
IT!J Iñ @ Iñ 00 $1 @¿;fi lW @ @ rn ~ o
[ CONTINUACION. ]
--Acepto: consiento en ser su esposa de usted si
d~spues de conocerme se atreve usted a enlazarse conmigo.
-¡, Que si me atrevo ? ......
--No se:lo usted temerario, Zayas: no se comprometa
usted de una manera irresistible. 1 sobre todo ¿ está
usted seguro de que yo seré su último amor?
--¡ Mi úuico amor!
--L,o veremos: pero entre tanto o. su casa de usted.
Dí orden a Pedro para que nos llevase a casa.
Durante el camino Margarita guardó silencio.
Yo lo. vei,~ al reflejo de las linternas que penetrabtl
en el C!u:~'uaJe, blanca, encubierta, inmóvil, llena de
un. prestl.1IO poderoso, exhalando de si un aroma embrIagador.
Yo gozabo. no sabré decir qué delicia.
Mi amor crecia sensiblemente, rápidamente, de una
maner:lo monstruosa.
Lo habia olvidado todo.
Para mí mi vida entera, el mundo, lo. eternidad es-taban
concent mdas en ell:lo.
Vivia uno. vida poderosa.
Lo. vida. del amOI·.
1 del amor embellecido por todos sus encantos, por
todas sus tentaciones.
Sublimado por el misterio que rodeaba. a aquella
mujel' sillgular.
XXVII.
Pedro sol~ invirtió cinco minutos en llevarnos a casa.
Era. la prImera vez que mis criados me veian entrar
en ella con una mujer. .
Julian, mi ayuda de cúmara al abrirme segun coso
tumbre se sorprendi6. '
Al llegar :lo la puerta de mi gabinete, la abrió, se
inclinó profunda'mente al pasnr Margarito., i cuando
yo bube pasado cerr6.
XXVIII.
Margarita se sentó con únsia junto a la cbimenea.
Lo que demostraba que tenia mucbo frio.
Pero no se levantó el velo.
-¡ Aun aquí, la dijl', aun aqui que nadie puede vernos,
ese velo enemigo 1
Teniendo prcs.ente esta doctrina del Apóstol, o
impalido por spntimientos de compasion i de verdadera
caridad cristiana, de que siemprc debe estar
animndo un Prelado c3t61ico en ravor de su grei,
no hemos podido permanecer indifel'rntps, al ~aber
la triste situacion a que hoi se encuentran rpducidos
varios de los habitantps de la pnlToqoia de Tocaimo,
lo cual forma una parte interesante de la nnmPTosa
grei que el Postor Eterno en sus ollos clesignio~, se
diO'nó confiar a nuestro cuidado. Ved aqul, quendos
hijos nuestros, el pal·ticular i poderoso motivo que.
hoi nos obliga a dirijirnos o todos i a cada uno de
vosotros.
Siendo indispensable que el Pastor reconozca su
grei, para que con acierto pueda dictar las disposiciones
que pstén de acuerdo con las diversos necesidades
de los pueblos, sobiamente dispu o el Con·
cilio Tridentino, que todos visitasen anualmente sus
diócesis, o al ménos una parte considerable de ellas.
Cumpliendo con este importante deber de nuestro
ministerio pastoral, fué que desde que nos hicimos
cargo del gobierno de esta vasta Arquidiócesis, nos
hemos ocupado en hacer la Santa Visita, siempre
que las grllves ocupaciones del despacho jenerol
no~ lo han permitido. El 2 del mes próximo pasado
emprendimos la de varias parroquias, entre las cuales
nos tocó bacer la de Tocaima. Esta parroquia
nos parecio interesantísima i nos llamo la atencion
bajo varios aspectos. Su clima sono, calido i seco,
debido a su peculiar sÍluacion topográfica, i, sobre
todo, sus admirables baños, hacen que sea mui frecuentada
para rccuperar la salud alterada por varias
clases de enfermedades, i particularmente por la de
la elefancia.
Con este motivo, casi todos los que han contraido
esta perJosa enfermedad en los Estados de .Boyaca,
Cundinamarco, Toliwa i otros de lo República, se
han aglomerado en esta panoquio. Sea que haya
habido imprudencia por partc do algunos de 103
enfermos, o bien vorque se hayan notado algunos
casos de contajio de dicha enfermedad, el hecho es
que e a parte desvalida se ha vi to cada dia mas restringuida
en los medios dA comunicarse con la parte
sana de la poblacion, habiéndose visto obligados en
su mayor parte a retirarse a "Agua de Dios" i a
otros puntos en donde necesitan de la proteccion de
sus hermanos, tanto para procurarse un IIsilo contrn
la intemperie, como para comeguir un pan con
qué sustentars.e.
Durante nuestra maDJion en Tocaima cacla instan·
te recibiamos solicitudes de estos desgraciados, que
eontriEtaban profuudomente nue tro corozon, Inui
particularmente al considerar que nos era imposible
remediar por si solo tantas nece idades, i desde entónces
concebimos la idea de dirijirnos a los fieles de
la Arquidiocesis, para implorar su caridad en favor
de esta parte desvalida i desgraciada de nuestra
auerida !!'rei. Bien comprendemos que un mal como
t!:SL~, ~t:'\.;U.a."""t:i1 jJc,.unu'Cu,,\';.t \h,) "un s.cu .... oJ ..... ..J:.-.
menslones, pues por desgracia es mui considerable
el número de los que han contraido i cada dia contraen
esta terrible enfermedad, necesita de un remedio
enerjico i de carácter permanente. Las oledidas
para remcdial' en cuanto ;:eu po.ible un cuadro
tan trLte i tan indigno no solo de un pueblo cristiano
sino ele cualquiera que lleve el título Je civi-
-Cierre usted con llave las puertas de todas las habitaoiones
inmedia.tas a esta.
Me levanté i cerré sucesivamente los puertas de las
habitaciones vecinas.
Cuando entré en el gabinete retrocedí.
Retrooedi asombrado, deslumbrado.
j Qué mujer, Dios mio, qué mujer!
j Qué hermosura! 1 Qué de~lumbrante estaba en
aquel momento mi Margarita, mi ánjcl !
XXIX,
Acababa de dejar su abrigo i su sombrero sobre un
velador.
Estaba vestida ni mus ni ménos que como pudiera
haberse vestido para un baile una mujer millonaria i
do un gusto esqui sito.
Figuraos un trnje completamente blanco, admirablemente
confeccionado, admirablemente vestido, de una
tela indefinible, mste, suelta, ricn, aérea, en quo npénas
brillaba entrelazados cn sutiles nrabescos compo·
niendo el tejido, la plata, cloro i el azul bajo perdido;
una tela oriental, nsiática, uno. e~pccio de crespon de
la China, con bellos festones escalonndos; un:lo mnravilla
de la industria de ultramar, delicada suelta
admirable; figuraos nn cuello, unos hombros ¡ un sen¿
i unos brnzos nacarados, mórbidos con todo el poder
sensultl de la belleza de la formn; una cnbeza coronada
por los cabellos rubios mas hermosos del mundo
peinados de tal manera que su riqueza aparecia POl:
completo, en todlt su exuberanoia, en todo su magnifico
desarrollo, i cstos cabellos ceñidos al rededor i cruzados
en la parte superior siguiendo In direcoion de las
trenzas por bandns de gruesos i lImpidos brillantes,
de los cunles arrancaba cenlcllas do rojo, dc verde, de
azul, de ópalo, de nmorillo, la lámpara colgodn. del
oentro del tecbo de mi gabinete; i ¡ cosa estl'aña! lo.
fr('ntc de t\njel glorioso que aquellos cabellos limitaban,
los ojos color de oielo en una maíiann. de primnvern,
Ins mejillas plUidas, 111. bOCo.l"Osnda i entreabierta,
el cuello, los hombr08, los brazos i el bér entero de
Margarita resplnndecian para mi mas quo los brillan·
tes de BU tooado i de sus braznletes, el',m mns puros
que c1raudal de porlt\s que ccñilln en dobles yucltas
BU gargnntn.
1 ansiosa, llena de cludns, de trmorcs, de sufrimien·
tos debió scr Itt mirnda que yo fijó en el]¡t al ycrla
apareocr ante mí tan soberannmente hermosa, pucsto
que la Dama de noche so apresuró a decirme tendiéndome
la mano:
lizado do ver abandonada a su~ propios re(;ur~o~
la parte mas desvalida de la sociedad, 8010 pueden
ser dictadas por el Gobierno dpl. E~laclo o de la
Nacion; pero miéntrlls esto se verifica, lo 9ue eQT~r*
ramos sea pronto, es necesario que la candarl crl -
tiana ejerza ~u benéfico illflujo en favor de esto~
miembros de~grac!ados de la sociedad.
Pocos dias despues ele nuestro sepa racie,TI (le aquella
parroquia, i cuando aun no se separaban de
nuestro espiritu los sufrimientos de e~a afli.iida porcion
de nuestros hijo~, de que ántes hemos hablado,
tuvimos la notida del funesto incendio qUf' dcstruy6
la moyor parte de las casas de habitacion de dicha
poblacion,inclu~ive el templo que actualml'ntfl se reedificaba
con mucho gusto, i en cuya obra ~e habian
empleado mas de cuatro mil fuerle5, silmdo rlirijido
este trabajo por el hábíl e intelijente señor doctor
José Antonio Umaíla. Este acontc0imiento ha sitio
una nueva calamidad para Tocaima" que ha vi~to
de repentp a multitud da familias reducidas 11 un estado
de deplorable indijen¡.'¡s, encontrándo"o sin
asilo para favorecerse de la il)temperie del tiempo, i
a una poblacion de lIlas de di"ez mil almas ain tpmplo
para reunirse a dirijir sus plegarias al Dios de las misericordia~,
i muchas familias careciendo aun de lo
indispensable para su abrigo. Tan penosa situacion
merece mui bit'n una mirada de compasiva protpccion
de parte de los fieles de la Arquid ióce~i¡, quP,
sin grandes "acrificios, pueden desprenderse de una
pequeña parte de su haber, para formar un fonJo
que mitigue los sufrimientos i remedie las apremian.
tes necesidades en que hoi se encuentra esta porcion
de sus hermanos.
Tenemos la dulce 53tisfaccion de poder decir que
en tod:¡s las ocasiones en que, por moti vos semejantes,
nos hemos dirijido a nue tro grei para iudi·
carie el cumplimiento de un deber que exije la caridad
cristiana, nunca nuestra voz ba sido desatendida.
Esto nos reanima i nos llena de confianza de
que en esta v('z tendremo9 la nueva complacencia
de ver los buenos efectos que produce nue!.tra palabra
I'n los corazones compasivos que no miron con
indiferencia la voz de su Prelado eu favor de su
hermanos desvalidos. Penetrados de esta confianza
ordenarnos:
1.0 Cada uno de nuestros venerahles I'arrocos
leerá la presente excitacion en el dia ftstivo inmediato
despues de su recepcion, haciendo una esplicacion
a los fieles sobre su objeto, i señalando la domínica
siguiente para hacer una colecta con el fin
indicado; la cual podrá verificarse en la misa parroquial,
despaes riel EvanjeJio, o a la hora que el
mismo párroco juzgue mas conveniente.
2? Cualquiera que sea la cantidad que se colecte,
se remitirá inmediatamente a nucstro despacho.
3.0 Lo suma que se colecte en toda la Arquidióce
i se dividirá en tres parte8, de las cuales una se-n.
plioG..rta. pa.ro. quo 00 di¡:triLuya entre 10s olafan(~jaco9
que residon dentro de la parroquia, cuya distri[,ucion
se hará por las personas que de~ignarl'mos al efecto
i segun las necesidades de cada enfermo. La se~
gunda se di tribuirá por el senor Cura de Tocaima
a. o~iado a ~os vecinos .respetables, entre aquelJo~
veCinO" de dicha parroqUIa que mas necesiten de ausílio,
con motivo de las pénlidas que bayan tenido
-¡ Por Dios, ~\.ndres! nada tema usted: le amo o.
usted ~omo yo no sabia, como yo no podia creer que
llegarla a amar: le am.> a usted ...... como usted me
ama ...... no sé por qué siento e te amor ...... pero mi
alma entera es de usted.
-j Ob ~Iargarita! esclamé con voz trémula.
La Dama de noche solt6 mi mano i retrocedi6.
-1 ~Iargarita! dijo con acento opaco, ¿ c6mo so.be
usted mi nombre? -o lo sobe nadie.
Aquella pregunto. i aquel cambio visible de la Dama
de floche cn sn di posiciou hácio. mí me desconcertaron
o supe qué contestar.
--¡ Ah! si, dijo riendo i ofreciéndome de nuevo su
mano, que yo me apresuré a e trecbor; cuando nQS
consagrilmO!! a un solo pensamiento penlcmos la memoria:
me habia olvidado de que anoche estaba junto
a usted en el Teatro Luis; bablo.ban ustedes i me miraban
...... Luis ha debido decir a usted ......
-Si, Luis fu6, la dije.
- i6ntcse u ted, dijo Margarita señalándome un
si1lon i sentándose cabalmente en el mismo en que doco
horas úntes hobia estado sentodo Luis.
xxx.
Durante algun tiemI o ~Inrgaritll estuvo 'l'uelt.\ háeia
la llamo. de lo. ohimen('n, como pretendiendo ob ol'ber
su calor, ocupándose solo en librarse del fl'io que la
estremecia liiernmente.
Al fin se volvi6 n mi quc 111. contemplaba ('stasiodo
dominado. sujeto a su mújia irresi tibIe. '
-i Oh! i qué felices vamos a ser, me dijo.
-¡ Oh! isi],\ situacion en que nos encontramos so
prolongase por una. eternidad!
-Eso no puede ser; pero todas las noches nos veremos:
yo desue que atUnnece hasta que nnochece soi
una esclavo.: de de que anocheco hast" que amanece
soi complclnmentc libre; libre has!" mas no poder:
as1 es que nadie me ve de di", siendo frecuente el quc
me venn de nocho.
-¡ Eselllvo. de dia. i libre de noche! esclamé.
-De dio, me contest6 sonriendo, estoi encerrada en
mi tumb'l.
..... ;. Por qué ese empeño, l\Iargnrita, en hnecrmc
er('('1' etl lo e trnol'llinal'Ío? Es usted tan sobl" hCl'mosn, la rodel\n Do ustcd oire>unstollcins tale~
que In ~erit\ n u~ted mui fácil hacerme C1'c('r que er~
u "Ied un 561' eocC'pcionnl; un milagro; un absurdo hechicero:
esto me volveria 1000.
-Pues qué ¿ no es una tumbo. el palacio cnmpestre
del marques de la Roca? dijo Margarita prodigándo-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
]>01' cnusa del incenrlio ; i la tercera se aplicará
Il la rc('dificacioll del templo.
En la ciud uc\ dl~ Bogolá, adrmas de In9 colectas
flue J¡,¡gnll los re peclivos púrJ'()co , los fieles potlrán
depositul' sus limosllas para el objeto arriba e~pre;.
ado, I:'n manos de 105 señores Rupcrto Restrepo,
Bartol011lé Gutiél'r(n i Victo Lugo.
4.° El re ultado, lanto dp. la colecta como de su
ir:\'e r"ion, se publicará por la pl'ell~n.
Dada en Bogotit, a 21 de agosto de 1870.
VICENTE, ARzonISPO DE SANTA 'FJ~ DE DOGOTA.
( L. S.) Ignacio Bueuavcnllt7'a, Secretario.
e:¿(,t~t'UQ~ · -------------------------------- ElJROPA.
Aunque las fechas de nuestra correspondenoia
1'11 'lue tomamos la3 rovistas pasadas, son poste}'
iorcs a las que hoi tenemos, en cuanto so relaoiolJa
con la guerra entre Francia i Prusia,vamos a
completarlas 000 una lijera noticia de la situacion
anterior al desastre, (si efectivamente ha tenido
lugar) en los gabinetes que mas íntimamente se
roza ban con aquella gran euestion.
A juzgar por el periodismo en Inglaterra,
esta potencia i la Franoia no tendrán en lo veni.
dero motivo de desavenencia séria. El Standart
ha oombatido oon mucho brio la oandidatura
IIohenzolJorn presentada al l\1inisterio español
por el jeneral Prim j i El Times, al desmentir la
noticia que por algunos dias habia cOl"l'ido eo
Alemania, aceron de las prevenoiones favorablis
del puoblo inglés a la susodicha candidatura
dice torminantemente que las Córtes deben rehu~
sarla, a oausa de las gravísimas conseouoncias que
su aoeptacion determinarian en contra de la paz
europea. Por lo demas, la deolaracioo del duque
de Gramont en el Cuerpo lejislativo de Francia
sobre la inminente guerra, ha oausado méno~
sonsaoion que los manejos del negooiador español.
A última hora se deoia jeneralmente, i lo auto.
rizó El Morning Post, que las deoisiones de la
:n:l'anoia en cuestion de tanta magnit:ud, se tomanao
de acuerdo oon las otras potenoIas j para lo
que es neoesario suponor, que Napoleoo contaba
no solamente oon sus grandes ejé roitos.
-Las noticias que se habian recibido anteriormente
sobre In carnicería de fl'anceses en Pekin,
aoaba de ser confirmada por los últimos despachos.
Tanto La Gaceta de la Alemama del Nm·te oomo
la de Spcner, habian manifestado no tener los
menores barruntos aoercn de la aoeptaoion de la
candidatura, por Hohezollem de Prusia, hasta la
deolaruoion del duque de Gramont: esto no
probará sino el sijilo con que so conducia elSe negocio.
-La cuestion mas palpitante hasta entónces i
en la que se ocupaban oon tenacidad 109 periódi-me
siempre aquello. sondso. de o.mor dulce i salisfecho
de sí mismo i aun orgulloso que me fascinaba.
-j El palacio del marques de la Roca! dija dando o.
mis palabras una intencion ambígua, porque no sabio.
a donde prelendia ir a parar Margarita.
-Sí; hoi ha podido usted juzgar de nquel horrible
cnseron, me contest6. ITa ido usted a él con Luis.
-Es verdad.
-1. ..... ¿ no ha oido usted nada?
-Sí, cantnba usled.
-¿ QlIi6n le ha dicho a usted que yo ero. la que can-tnbo.
'!
-Luis.
-¿ Pero Luis sabia que yo estaba am ?
-Lo presumio. al ménos; creia que usted debia vi-vir
con su tio el marques.
-¡. Le ha conlado a usted Luis eómo me conoci6?
-Luis, sellora, (l escle un dio, en que la enconlr6 a.
usted de repente en casa de su tio en In. Ilabano., está
loco.
XXXI.
Al oir l\Io.l'gal'ito. estas palabras se estremeció no yo.
de frio sino de miedo.
Yo vi pasar el horror por los !impidos ojos de l\Iargl\
ritn.
- i Loco! esolnmó, 1 loeo desde el dio. en que me vi6
por primera vez ! j tambion desdo aquel dio. est{~ loco
el marques! 1 yo tambien debiera estarlo si tuviera
como ellos sangre en las manos! i yo soi inocente! IYo
me eslremezco cuando recuerdo el :!5 de muyo; pero
me estremezco do compasion, no do reruol'dimiento!
MOl'gl\rito. inclin6 su hOl'mosn cabezl\ i lo. apoy6 en
BUS manos.
As! permaneci6 I\lgun tiempo.
XXXII.
-Andres, me dijo al fin o.lzando do nue'l"u ~u cabeza,
en ouyo somblnntQ habil\ quedado ml\rcudl\ unl\ lángui,
la espresion de cansanoio, oomo el que produce en el
alma el sufrimiento oontinuo do I\lgunos dolores: .~ndres,
¿ ha hecho 1\ u ted Luis alguul\ l'l''I"l'h\cion !
-110 I1l'gado a comprender, 1\ CI\U~1\ ,lo :n loom'a,
quo recucnln un crimen, :e f¡'otn Ins Ulllnos como prctendiondo
arrancar de 0111\8 seu!\le' de ·I\ngrc.
-Pero ...... si le ha dicbo a usted cómo i cUlÍndo me
conoció ..... .
-l)ctu90 su relncion en lmomento en que encontró
1\ usted meoi6ndoso en una hamnea, tocaudo la guitarra.
i cantando.
-l. ..... ¿ no pas6 de ahi?
LA ILUSTRACION.
oos, era la de elecciones j porque, segun se deoia,
interesaba a la Europa entera, cuya paz dopendia
en gran parte de la polítioa adoptada por el Gabinete
prusiano. Los recuerdos do Sadowa no
prometían nada bueno para el porvenir de las
pequeñas Naciones de Europa. Hoi, ya se habrá.
despojado esa inoógnita terrible.
Miéotras tenian lugar osas negociaoiones seoretas,
esas declaraoiones terminantes, esos oomentalios
Dlas o ménos interesados sobre la ouestion
IIohenzollern, en España esponia el jeneral
Prim anto el Consejo de Ministros el resultado de
las jestiones que so le habian encargado, oon el fin
de poder prcsentar oportunamente a las Córtcs
un oandidato al trono. Nombró a dicho oandidato
i habló en su favor el señOl' Rivero. D espues
do aceptarlo el Consejo, oomi&ionó al R ejente
para quo lo sometiera a la aprobaeion do las Córtes.
Con respeoto a osta reunion dcl Consejo, oelebrada
en San Ildefonso, i por lo que haoe a la
oandidatura, los periódioos españoles se han ocupado
mui detenidamente. Algunos se empoñan en
sostencr i cncomiar a IIohenzollorn i al señor
Salazar i Mazarredo, autor de la negociacion
para dicha oandidatura, i otros en alabal' la actitud
de la Francia i las demostraciones de interes
que su Gobierno haoe diariamente por la España:
su primera medida, dicen, fué la de dictar órdenes
para que se dirijieran al interior del imperio
los oarlistas que se iban reuniendo en la frontera.
Dícose que so pensaba hacer la eleooion en las
Cortes i luego disolverlas, para volverse a rounir
en novicmbre a fin de recibir el juramento del
Rei nuevo.
Para terminar, daremos aquí un bosquejo del
candidato, tomado de un pQriódico español:
e, Leopoldo EstélJan Cárlos de Hohenzollern Sigr.
laringt'n, eslá. casado con doña Antonio, honnanl\
del reí de Portugal, hoi residente en el castillo le unn. siluocion e-cl'pcion 1, que
en nado. eomplica lo inoidente JlalUea, a quien
habian pertenecido, i porque ademas de saber el modo
de manejarlos conocia la ca~a, resold mandarlo
por ellas,
ne aquí 01 testimonio del señor Zalall1ea:
"Testifico yo, bajo mi ¡>alllbra de bonor, que fuí
dueño de las pistolas con qua desgraciatlamente fué
hol'Ído el jóven Diaz jabí mismo te~tifico, qua el jóven
Gregorio Rodriguez, que rué quien di'paró la
pistola" que hirió a Díuz," estuvo conmigo, en la
encuadernacion de la illlpl'tmta, i me vi6 varias veces
durante mas de dos mese~, limpiar, cargn r i disparar
dichRs pistolas i tampien me trajo de mi casa
las elÍl'sulns " con que se cargan,"
Bogotá, ago.tu 26 de 1870,
ENnlQuE ZáLA:lIEA,"
En la tienda del señor Boadn, que e~ en donue
ahora trabaja el jóvPIl nodríguez, lo encontré i le
pregunté si podia il' u trael' las pistolas ~in pérdhla
de tierupo i pagándole su si'l'vicio,
No es ciel'to que yo le dijerll, como lo asegurn el
petiódico citado, que los pistolus estaban desclll'gudas
o descompuestas; pues ignoraba en qué e$tado estuviesen,
Al cauo de unos veinte minutos yn estaba el jóv(-n
nOdriguez de vuelta i me entr€gnlH\ las pistolas, in
decirmo uoa soln Plllabra sobre el lamentable suce,o
que habia tenido lugar, como 1l\If~de verso por la sigui
.. ntr> relacion dada pOI' el sl:Í1or Antonio Pel'ez:
" El 2:3 ti,,! [>resolltt', etitaodo el señal' Lui' G, RíVflS
PU In pUl"rta del dc~pflcho ue la imprenta tle Jn
Nacían, vi quo llegó tiljóven Gregol'Ío Hodrigue:r i
le ('lItregó un pal' de pistolas sil\ decille una palabra
relativa a la desgracia de la herida del jóven
níaz,
Bogota, 2G de agosto de 1870,
AN'l'ONIO P ~REZ p,"
Uno de los empll'ados de la imprenta me refirió,
en seguidn, que Hod,.iguE:z en union de otro j6ven,
hubia hc,'ido 1Il0rtaltllentp por de.cuidf> o jU'7l\ndo con
las pititolas, al e~timflbl(l je)\'r>n n ilfuel Dla~.
Poco despues hice al señor Cárlos López C, Juez
2,° del distl'ito, la relncion ele lo r¡UI', en cuantoa mí,
habia tenido relacion con el acontecimiento, i al con·
cluir me dijo est~s tel'minantl's ,Palabras: "
-" Usted no tiene culpa m responsabJiulad alguna,
"
Si hu habido una desrJ'racifl, que yo lam,mto d
primero, dcIJe <\trib I rseoa la c¡Hualidad i no a mi imprevision,
pltr'H yo hice lo (Iue c. ualquiera otro hnbiera
hecho en l'l rnisl110 r.aqo,
Bogotá, ;ogo,t02G dc: l870, - LUIS G, ní·,'A5.
Señor Edilor de La Ilu8tracion.
Aenrca de la exijenc,'¡n que usted me hac/', f'11 \ irtlld
de la publicrtcion que ha hP.cho d ~eñf)r Lui· G
Rivas, sobl'o la veracidad d,) la rphwion que u ! d
tuvo la bondad elo publicarme en IJa Ilu¡;LI',lClon
nÚrne.'o 13G, le diré lo ~iguiel1te :
,1.0 Que no fué mi intl'nclon hacer J'e"ponsuulc a
mnguna personlt ¡J"¡ fUl1e~lo ¡¡conte(;ÍmÍf'nto que
tuvo lugar en la tarde del 2:} r!1'1 presente m", j SIlI(,
manifestar a 109 pad.'es dcl finado i al I'úloli,'o ¡OH
jeneral, que yo no mandé p01' las pÍ5to!:\s a In: cn'a
al muchacho, como ~e decl8 jeneralmpnte.
2? Que yo no tuve conocimiento del o\'j"to d,·l
mandado sino ha ta que la policía l1e0'6 al c~ti !Jle<.:imionto
donde trabajo con el lIIuchacho,
3,° Que en cuanto al conocimieuto cluO tuv;oru (·1
muchacho de dichas pistola" por haberlas visto limpiar,
cargar i disparar al st"nol' Enri'lue Zalam p:l,
eso no quiero deci r 'l lle él aprendiera 1;1 mecani'·mo
de ellas, po rque elltónces tambif'n supiera elllluchilcho
dorar un libro, trabljo que con mas frecuen";"
le ha visto hacer al sfoñor Zalamea.
4,° Que en cu~nto a que se dijo que se lo hahiol
advertido al muchacho que dicha~ pistolas nu Csl¡¡ban
cargadas o de ·compue.ta~, eso fué lo fIlIe SUpe
en los primeros momento~, por el dicho d 1 misll1('
mur.hacho.
En cuanto a lo demns,estoi ole acuerdo con In opi.
nion del señor CárlIJs López C, Juez 4? del di.;trito,
de que nadie es responsable de e,a acontecimiento i
que fué obra de la pura casu~ lidad.
Cun esto queda c plicaola mi anterior r elacion i
el objeto o motivo que tuve para ello, en lo que cl
público verá que 110 bubo conceptos falsod,
Bogota., agosto 27 dc lR70,
D.lXIEL BOA D..\. ,
ANUl'JOIOS,
-----------------------------------------------
Opera italiana,
La funcion que estab~ anunciada para el dGmingo
próximo pasado, no tuvo lugar a consecuencia
de la lluvia i de las pocas localidades que se
habian colocado, La señora de Thiolier, deseosa.
de complacer a esta sociedad, ha hecho esfuerzos
supremos i gastos de consideracion para organizar
de nuevo la Compañia líri0a¡ pero sino se le presta
apoyo, apeaar de sus buenos deseos no podrá
dar funcion, No es justo el que baga pérdidas de
dinero ademas de su trabajo, Si se quiel'e, pues,
que el Teatro se levante, es necesario que las
personas aficionadas a él ,ocurran con tiempo a tomar
localidades, pal'a poder fijar nuevo dia a la.
funcion, Esto es mui justo,
Bogotá, 30 de 3g0StO de 1870,
Bouscatel-Avisamo' a nuestros favorect>tlore.,
que en los primero dias dll setiembre próximo
estaremos a u di~po ' ;eion pn el almacen AMSfi¡C'.:1.,
carrera de Bogotá, calle P, número 1 ,en dopdll
encolltrarán liD magnífico .ortiJo de ropa hp(:ln,
calzado, somhreros i otros artículos de moda, Touo
a precios cómodos.
Bogotá, 20 clo julio de 1 70,
F, JEA.K &:. C,a_ 'ucesore;, ole BouscateL 3U-l
Casino del eomercio,-IIabiéndose disuelto po!'
mútuo cOD\'enio lu societlad que jiraba bajo la
!'azon de l\lollseiiy i Ah'urez i eparado el pril)1ero:
el eñor .Alvarez queda hecho cargo de la lir¡uidacion,
lo que partir.ipn a sus amigos i 1'11\'01' cedorl's u
quienes ofl'ece el mas e~ac(o 'er\'icio er, el cita tlo
establecimiento que contiDuaní. bajo su solo nOOlbre.
Bogotú, 19 do agosto rle 1870.
l\IOSSEXY 1 ALVAREZ, ~-l
Hoenigsberg Wessels i C~ de Ambalem~,
AOAD.!..~ de recihir un surtido herOloso i jen I'Id
de mercancía' inglesas i france5a~, Entrtl otros 1111.ehos
artículos, figuran plumo en bnrritas, fierró 01,·
mal'quilla, aeel'O, herrOOlientlll!, loza de "lrin~ d \se~,
i Jicored ell cnjas i dame anas, que los COtlSUllo!dored
del Tolima hallar¡\n L\ precios mas mo'lf> rarlo ·
que en ninguna otra po.rtl', !0-3l
Jo!;é María de Mendoza, In abierto su estll·
dio ele nbogado en esta ciutlad, i J¡'\ce cla
Citación recomendada (normas APA)
"La Ilustración: política, literatura, noticias, filosofía, relijión, artes i oficios, instrucción pública, bibliografía, medicina, variedades, revista de la ciudad, revista de los estados, de Europa i mercantil - N. 138", -:-, 1870. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3687375/), el día 2025-09-12.