La Ilustración: política, literatura, noticias, filosofía, relijión, artes i oficios, instrucción pública, bibliografía, medicina, variedades, revista de la ciudad, revista de los estados, de Europa i mercantil - N. 34
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Política-Literatura-N oticias-Filosofía-Relijion-Artes i oficios-Instruccion pública- Bibliografía.
J\fedicina-Variedades-Revista de la ciudad-Revista de los Estados-De Europa i mercantil.
Se publica los mártes, miércoles, viérnes i sábo.dos,
i el mismo dio. se llevo. a. las oo.so.s de los suscritores de
lo. co.pital i se l'emite o. los de fuero. por los correos respectivos.
Los lúnes i juéves se publico.rá si es neceso.rio.
Valor del trimestre, tres fuertes.
Vo.lor del semestre, cinco fuertes s esento. cento.vos.
Valor del afio, diez fuertes.
Vo.lor del número suelto, diez centavos.
TRIMESTRE 1. AÑO l.-Bogotá, 2 de marzo de 1870.
LA ILUSTR.t\CION.
Algo que merece estudiarse.
Uno de los paises que ha tiempo se distingue
en la Europa por su sólida ol'ganizacion
social es la Inglaterra.
Mucho debe haber contribuido en la marcha.
prudente i segura del pueblo inglés su
espíritu mercantil, su instinto industrial i su
carácter injénitamente conse1'vador. Una
cllestion cualquiera, que otra nacion resolveria
en un par de años, en un par de meses,
la sesuda Inglaterra necesita de varios lustros
para adoptarla. El bill de la 1'efol'ma,
la cuestion de los ce1'eales i la emancipacion
p olítica de la iglesia de Irlanda, son ejemplos
de esa reservada madurez con que la
Inglaterra va de lo conocido a lo desconocido,
Este espíritu de circunspeccion está auxiliado
en el órden político, por esa. práctica sao
ludable de gobernar con la opinion reinante
en el parlamento. La flexibilidad, o mejor dicho,
la elasticidad del poder real en las
emerjencias parlamentarias, para transijir i
obedecer a las opiniones reinantes, proporc
iona a la máquina política en Inglaterra una
especie de válvula, que le facilita el desembarazo
de los elementos en coalicion, evitando
conflictos i previniendo funestos choques,
que no podrian ménos de orijinar graves
complicaciones i quizá catástrofes.
Pero hai todavía un hecho aun mas influentemen
te decisivo en la marcha regular
) mesur a da de la Gran Bretaña: la notable
organizacion social de su aristocracia.
Cosa estraordinaria! La admision de un
principio democrático en el corazon mismo
de la nobleza de Inglaterra, influye poderos
amente en que su a ristocracia sea la mas
instruida del viejo mundo. I no es discutible :
donde aquella clase de hombres destinada a
dirijir la sociedad, es instruida, esa sociedad
debe prometerse una marcha próspera i una
sól ida i duradera felicidad .
En efecto, en Ing laterra i por punto jeneTal,
solo es noble el m ayorazg o de las familias
de la clase aristocrática.
Los segundones no tienen posicion alguna
privileji ada; i le g almente hablando, son ple
beyos. El primojénito de un lord, t iene ya
~se tratamiento, rny lm'd, por el solo hecho
de tener el presunto acceso a la cámara alta
del reino; pero sus hermanos no gozan de
otro tratamiento que el de miste1'; i en los
actos oficiales de corte, ceden el paso a muchos
ingleses de odjen puramente popular,
pero que están constituidos en alguna auto·
ridad.
Con semejante combinacion, se proporcio·
lla siempre al trono una falanje de privilejiados
que ap0ye i dé cierta im}Jortancia a la
existenci a de su propio privilejio ; pero esto
no es a llí o tra cos a que una in stitucion solamente
r e c onocid a hasta donde es n ecesaTio
i nada mas. 1 as í e s : el conjunto d e los mayorazgos
bas ta i sobra para que el poder
real teng a bas tantes aux iliares que contribuyan
con su propio es plendor a su tentar el
de la. corona 1 tan cierto es es to, que l,)s segundones
110 tienell como e n F ranci a, Espafla,
!taba , Portugal, lo s paisesje rm á nicos &.a
Tango alguno ni categol'la nob iliaria.
I bien, ¿ qué "elltajas ha podido producir
ell'econoclmiento del principio de igualacion
social aplicado a los hijos de los. nobles con
escepcion de sus primojénitos ?
¿ Qué influenCIa ha podido tener eso, desigualdad
entre el hijo mayor de un noble i
sus hermanos menores?
Estas dos preguntas exijen i tienen sus dos
respuestas correlativas.
Todos esos nobles segundones ingleses que
la lei i la costumbre reduce a la. condicion
popular, tienen que formarse una posicion
por sus propios i personales esfuerzos. De
nada les vale que su padre sea lord, ni que
su hermano vaya mas tarde a ocupar un
asiento en la Cámara de los lores. Si cada
uno de esos desheredados no la bra su propio
porvenir, no tiene mas destino que vejetar en
la oscuridad i desaparecer como el último
hijo de Albion.
Pero eso es lo que no sucede, porque el
mismo rango del hermano primojénito, estimula
a los segundones a no desmayar en la
esfera de la importancia personal; i desplie .
gan toda la enerjía de que son capaces, hombres
a quienes su oríjen de nado. puede valerles
para otra cosa que como un buen pasaporte
para emprender una carrera mas o ménos
lucida.
Esos segundones, no pueden decir como
su hermano primojénito:
" Yo soi g'1'ande porque así he nacido;
que me instruya o no, muerto mi padre, ocuparé
su lugar i su rango."
Esos segundones se encuentran al lado de
un trono, cllmo en el seno de una verdadera
democracia, en que es preciso sel' pal'a ser.
I como el hombre se atarea i ¡:;e afana i hace
esfuerzos, no solo segun lo que posee, sino
segun lo que le falta por adquirir, los segundones
quieren no ser m é nos que sus afortunados
hermanos; i no p6cas veces logran
por su propio esfuerzo, quizá mas de lo que
un derecho hereditario les habria podido
ofrecer.
Por su parte los primojé nitos, no olvidan
que pudieran ser eclipsad os por el emulado
esfuerzo de sus herman os plebeyos por la lei,
i procuran por su pa rte ocupar con honor
el rango distinguido que deben al acaso de
haber nacido p,·ime,'o.
Estas saludables emulacior,es i estímulos
puramente r epublicanos, a que se ve obligada
la mas considerab le po rcion de la ari s tocracia
inglesa, es lo que la hace, la nobleza
mas noble de la Europa, como la mas útil
por su in s truccion i c a p a c idad.
Nada es mas cor.trario a l progreso d el
hombre, que la idea de que es lo que no es;
j si esa ficcion puede admitir e como una
necesidad social propia de un sistema mon á rquico,
en un pais libre seria una rémora al
esfuerzo del hombre, corn o un elemento d e
parálisis para los mismos agraciados i de
extagnacion para los que c areci e ndo de un
ran g o, jamas pod ri an adq uil ido.
V éase, pues, cómo la idea de moc rá tica d e
.. a ca da u no segun sus obnls, " im p ues ta a
lo s segund ones ingleses por una s abia institucion
soc ial; qu e transa con la ficcion de la
t7'asm is ion her ed itar ia solo ha sta donde es
indispen sa ble i necesario, p rod uc e allí c omo
pro d uce donde q uie r a qu e no se r econ ozcan
fá bulas COIllO r e al id ades, la e" t im ul ada em u lacion,
la poder osa riva l ida d , que da fuego a
la voluntad i pone alas a l j e nio. ¿ No es t odo
esto una gran cosa ?
Se publico.n remitidos i o.visos, o. un prec io sumo.mente
m6dico, que se arreglo.rá c on los editores. Todo
lo de interes j enero.l se in serto. grátis.
Los editores, NICOLAS PONTON 1 C~
NUMERO 35.
Con todo, como el mundo está lleno de
aberraciones, el ejé rcito inglés ha tenido
siempre una organizacion rigurosamente
aristocrática. En sus filas el soldado plebeyo,
jamas pasa de sarjento. I el viejo veterano,
que lidió con las huestes del gran Napoleon,
o con los cipayos del oriente rebelado,
blanqueado pOF los años i cubierto de ci catrices,
en vez de cambiar el fusil del soldado
por la espada del oficial, se ve de ordinario
pospuesto, a algun imberbe jovencillo,
que se desmaya con el olor de la pólvora .
Por eso hemos visto mas de una vez en la
historia, que entre ingleses i franceses, el soldado
frances se ha llevado la palma. Por qué?
¿ Acaso porque los ingleses no añadan a su
ventajosa pujanza. física un valor heróico?
Nada de eso: es que el soldado ingles no
puede soñar sino con las jinetas de un sarjento
i el soldado frances sabe, i lo sabe mui
bien, gue puede alcanz a r el basto n de maris cal
de Francia con la punta de su bayoneta.
Esta es la razono Quitar a los hombres los
estímulos, es como sacarle al lince sus ojos i
romper sus alas al águila.
Convencidos de la veracidad de los hechos
que preceden, i deseando el progreso de la
patria cuyo nombre llevarnos, hemos hecho
una hoguera i quemado en ella los harapos
de un pasado de fábulas i de fea ldades miserables.
Queremos que nuestra bella i espiritual
juventud lo vea todo adelante! para que no
se pare i se esterilice en la contemplacion de
siglos muertos para el porvenir del mundo
moderno.
------/ Esto nos ha va lido una C01'oz a d e parte
de los mismos hombres a quienes d e sea mos
colocar en las v í as de una ci vil izacion, q u e
pide esfuerzos en v e z de es té r iles r eminiscencias.
Ellos nos ha n d es ollado de l a cabe za
a los pi és . . . . Lo s abem os ; pero qué imp
orta!
Tiempo ha que tambie n sabi amos que el
galardon del que se a tre ve a pred ic ar la ver'
dad, por útil que e ll a sea para l os que l a escuchan,
es la cr uz de l Ca lvario judí o i las
fieras del circo r oma n o. H emos, p u es, merecido
nuestra recomp en sa!
Para las almas que c omprenden las v a nidades
de la v ida i el eterno destino de la
humanidad; cuya ambicion es e l bien de l a
patria en el cu mp!imien t o de los grandes
deberes, nues t r a s palabras no serán perdidas.
Para el hombre c omo par a el n iñ o, el estudio
e s u na c arga pesadísima i la enseñ
a nza un atrevimiento.
N ada es peramos de los hombres, porque
ell os nada t ienen de lo que nuestra a lmo.
am bi cion a ; la paz del espíritu i una hora de
D io s pu ra dejar este mundo ... ...
Aq u í, paje o monarca, mendigo o banque ro,
héroe () cenobita, sabio O ignorante, Te r sítes
o Alltinoo, no hai mas que polvo ; pero
allá en ese otro mundo en que rema LA Ven DAD
ABSOLUTA, cuya autoridad n os espera,
lo creemos, casi lo sabemos: mucho: Coci neros
serán mas que reyes; i muchos reyes
ménos que los esclavos -de las tin ieblas .•••
Qué nos importan los hombres? Cumpla.m os
n u es tr o deber, que lo demas está en oi7·a
p al·te ! l\I. 1\1. . 1
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
138 LA ILUSTRACION.
%.a paz a todo trance.
Artículo quin to.
LA MEMORIA DEL SR. SECRETARIO DE LO INTERIOR
1 RELACIONES EXTERIORES.
Afirma el señor Secretario, con el tono d~ una
conviccion profunda; con la seguridad que da la
evidencia mas clara de los hechos j que entre los
ciudadanos de la coaNczon singular denominada pa,..tido
nacional; "i en medio de una extraña Corriente
dc vocee discordantes i de aspiraciones dí·
verjentes, una sola cosa habia de comun en el
pensamiento i en la p.spresion de los asociados:
friria un grande error, del cual tendría que salir,
eso sÍ, en el instante en que tuviese la condescendencia
de posar su vista sobre el siguiente trozo,
que copiamos testualmente de la memoria del sel.
ñor Secretario.
Empieza su memoria el señor Secretario de lo
r hterior i Relaciones Exteriores, anunciándole al
Congreso que la Nacían se halla en paz. Feliz
nueva! Pero como si le hubiera dolido al señor
Pradilla, haber tenido necesidad de trasmitir noticia
tan -plausible, i ahogando el eco de la palabra
paz, que apénas habia salido de sus labios, se
apresura a levantar su voz para proclamar la
guerra.
LA GU I!JRRA CIVIL" 1 ! I PeTO cuando se ve
en la n'Ccesidad de presentar las pruebas, que !Ion
indispensables cuando se trata de justificar un
cargo tan grave, 10 vemos pisando .sobre el agua,
i hundiéndose en un mar de conjeturas absurdas;
de cuyo abismo trata de salvarse presentándonos
el célebre proceso instruido contra el doctorCárlos
Holguin, por el delito de haber creido que las
garantías constitucionales no eran un sarcasmo
aquí, en este pedazo de tierra que llamamos Estados
Unidos de Colombia. Hostigado, mas ade-
lante, el señor Secretario, por el clamor de su
propia conciencia, para que exhiba las pruebas de
ese proceso, presentado, a su vez, como prueba de
los planes liberticidas de un partido que quiso establecerse
para afianzar la paz, canta su tris be palinodia
diciéndonos : que desflraciadamente no ha
poifido hallar los document08 comprobantes ¡¡el cO'tn-
"i Qué es en efecto un Gobierno, en la máquina
política i social, sino e] cpntro al rededor del cual,
e6f1fiados en su fijeza, gravitan todos los intereses, i
el eje sobro que torna hácia adelante la rueda del
pais? Ser Gohierno es teller el deber primordial de
existir, de velar, de protE'jer, de a~egurar. Gober_
nar es prever, es evitar el mal, es defender f<] bien
no solo con los deseos sino con la accion ; es combatir
los elementos que fuera del pacto social intenten
sustituir la violencia al pacífico i ~eguro desl'nvolvimiento
del progreso i del bienestar. Dar seguridad
a las personas i a los intereses en una sociedad, es el
objeto, la mision, el deber i aun la honra de todo-Gobierno.
La lei no tiene otro objeto ni mayor funcion,
la justiciª TlO tiene otro fin, la maj istratura no tiene
mas destino, ni la sociedad tiene mas alta aspiracion
ni mayor necesidad. Las r entas públicas de que se es
recaudador, los ai entes con cuyo concurso .~e puede
contar, la autoridad de que se está r evestido, LA
FUERZA ARMADA QUE SE TIENE A SUS
ÓRDENES; NO SON NI PUEpEN SER RE~
ORTES poco M ENOS Q UE INUTILES, OCUPADOS
EN LA REALlZACION DE FORMAUDADES
VACÍAS DE SENTIDO. No; allí
donde se presenta el mal debe hallarse la autoridad
repru entante del bien; en donde ocun'e el peligl'o debe
eltar el celador; a donde va el conspirador debe
llegar ántes el Gobierno. Lo contrario haria de esta
asociacion sublj.me df\ proteccion recíproca, que se
llama la nacian i la patria, i del Gobierno que es su
~ervidor i su brazo, entps ricJículús i despreciables, i
de las instituciones políticas, cuyo funcionamiento es
tan delicado i costoso, una máquina inútil i aun ruinosa."
En efecto,las aseveraciones apasionadas con que
el señor Pradilla desfigura los acontecimientos
políticos ocurridos en el año pasado, han produci
·do en el ánimo de muchos de los ciudadanos que
se ocupan de la cosa pública, i espeoialmente en el
de aquellos a quienes vemos con la palma de oliva
en las manos, tratando de apagar el inoendio pert
inaz de las malas pasiones, han producido, decimos,
el mismo pernicioso efecto, que una bomba
dirijida de un campamento enemigo, en circunstancias
en que discurriera el t érmino de una tregua
ajustada entre los belijerantes.
La conciencia pública se ha estremecido al es
·cuchar el 'clamoreo de las trompetas de palacio, no
ciertamente por los horrores de esa trama infernal
que le denuncian, ni ménos por la inmensidad
de los peligros de que le presentan rodeada la
República, pues que sabe mui bien que todo esto
es obra de la fantasía palaciega, acalorada por las
visiones terríficas del interes egoísta de partido;
sino porque ese alboroto 'que se escucha en el ca.
pitolio, revela el grado de relajacion a que han
llegado la's costumbres públicas, i puede ser ademas,
el síntoma precursor de un plan siniestro.
Si el grito de alarma con que los centinelas de
palacio han conmovido el país entero, tuviese fundamento,
estariamos al borde de un abismo: la
guerra civil; pero si ese grito no es el del patriota
que vela por los intereses públicos, sino el del
intrigante que revuelve la sociedad para medrar a
la sombra del trastorno que ocasiona, entónces nos
hundimos en otro abismo: la completa perversion
del sentido moral; la desaparicion absoluta del
civismo republicano.
Que escoja el señor Secrebario j porque nosotros
no queremos escojer entre esos dos escollos de
Sce'la i Oar z·lHlz8.
Pero no; la República no se en cuentra, por
fortuna, en esa situacion horrorosa en que ha querido
exhibírnosla ese espíritu ciego de bandería
que nosotros combatimos, i que tan dominado ti ene
a ese círculo, a quien llamaremos simplemente
anarquist a, ya que no quer emos permitirnos aplicarle
aquí, el calificativo que mer ece.
~~ J) Wl(i!l U~ g;OO ~Ib VJI1 V U @ ~ OO@·
O
AMOR E ROMA.
[OONTIl\UAOION.]
- Por lo demas, prosigui6 Talormi, todo eso me es
mui indifer ente. Solo quiero probarte que un discípulo
no puede engañar a su maestro. Ahora haz lo que
gustes ; quédate o marcha.
- Suplico a Vuecencia se digne creer ......
- Basta! interrumpió bruscamente Talormi. No
quiero oir una palabra mas. Como siempre te he pagado
anticipadamente, n'O te debo nada; de consiguiente,
puedes partir en el acto. Si esta noche o esta maíIana
has hecho una mo.jader ía, una torpeza, no quiero que
vuelvas mañana a las andadas.
Talormi mostr6 la puerta a Barbone, i este ademan
fué su desped ida.
El hijo de Gasperone se inclin6, enjug6 dos lá.grimas,
que quizá. existian, i exhalando un su ~pi r o, abrió lentamente
la puerta i salió como a su pesar.
El naturalista Saavers refiere observaciones asaz
curiosas que le fueron trasmitidas por un cazador mar
roquí, i que nosotros reproducimos aquí a nuestra vez,
para acabar el retrato del conde Talormi.
plot ! _______ _
¿ Es así como se lIatisface a la República dospues
de haberla sobresaltado con las enormes palabras
de flU6rra fJ1,vil ? n.
Continú.a luego, el señor Secretario, haciéndonos
una lijera esposicion de los principios que
profesa en materia de gobierno; pero para poder
seguirlo en su rápida ascension de los climas templados
i refrijerantes de la zona en que florece la
demooraoia, hácia las rejiones heladas i estériles
de la nieve perpétua, en donde ya no se 'producen
sino las parásitas del absolutismo, tenemos necesidad
de trasladarnos a Constantinopla.
Esto que parece una paradoja, es, sinembargo,
una nrdad de a puño. Para poder entender las
peregrinas i estravagantes teorías que desarrolla
el señor Secretario de lo Interior, sobre lo que es
el Gobierno, i sobre la manera como éste debe
ejercer BU accion sobre los ciudad-anos, es preciso
que nos establezcamos en el .Dzvandel Gran Señor
de la Turquía, i considerando al señor Secretario
de lo Interior i Relaciones Exteriores de Colombia,
colocado en el lugar preeminente del Vi8Ú-,
suponernos que se están dictando a los pacha8, las
instrucciones relativas al sistema que deben adop.
tar para reducir i gobernar a los turcoman08, los
drusos, o los maronitas.
Á lguien pudiera creer al recorrer las lineas que
preceden, que lo que ellas contienen no es otra
cosa que una exajeracion de nuestro prurito de tildar
los actos del Gobierno. Quien tal pensara su-acero,
arañaba i sacudia con sus garras la tierra, i los
musgos desarraigados, i caía sobre la llanura. con el
arrojo del animal que sabe bien donde va. De algunos
saltos gozosos atravesaba una pradera natural; par ábase
delante de un árbol de corteza lisa para aguzar
su gar ras anteriores, zambullia su hocico i su lengua
en un grande charco de agua viva teniendo cuid ado de
no mojar el r es to de su cuerpo, corria delante de algunas
cavernas sospechosas lanzando un muj ido de salvacion
o de desafío, i, sin aguardar la r espuesta, iba a
ponerse en acecho en una espesura sombría i mui cercana
al abrevadero donde van las gacelas a beber al
ponerse el sol.
"El día siguiente, el leon combinaba nuevas etapas
de merodeo en su hora de r efi eccion sosegada i de postura
inmóvil, i se lanzaba sobre otro camino, con otras
ideas i sin mostr ar j amas la menor señal de perplejidad."
Vamos a segllir a Talormi despues de la marcha de
Barbone, para justificar es ta compamcion zoo16jica.
Cuando quedó solo el j6ven i velludo diplomático, no
dejó su cama ni varió de postura: su bra zo der echo,
cuya fina mn.nga estaba r ezagada hasta mas arriba del
codo, se aba.ndonaba neglij entemente sobre la blll.nca
colcha, i el izquierdo seguia sosteni endo su busto, incrustándose
por un ángulo a.gudo en el almohadon de
la cabecera. No faltaba maS que un casco a la cabeza
de Talormi, para parecerse a la obra maestra de Miguei
A.njel, il Pensiero de la r otonda tumular de los
Médicis.
Subió al cielo de la alcoba una palabra imperativa
como el ¡vamos! del caballo de J ob, i de un salto se
lanz6 Talormi sobre el tapiz de los piés de la cama
formado por la piel de un tigre que, en su vida, tantas
veces habia hecho las mismas evolucion es.
jI esto se dice aquí, en la República de Colom-bia,
a la llnl del claro sol del siglo XIX ! __ _
Cómo se conoce que el señor Seoretario eatá
viendo a la República por el prisma de un partido
i desde las alturas de palacio! Cómo es cierto
tambien, que las grandes alturas desvanecen! Si
así no fuera, el señor PradilJa no se ha'bria atrevido
a estampar las palabras que dejamos copi&das,
sobre el papel de un documento que habrá de
conservarse por siglos enteros, para atestiguar ante
la posteridad, que en el seno de una R epú.blica
democrática, i a estas horas, en que las ideas de
libertad i progreso pululan por do quiera, feeuDdando
el suelo vírjen de la libre América, i carcomiendo
los bal uartes de los vetustos tronos europeos,
existi3n .aquí en Colombia, hombres empapados
en las ideas del siglo XIII, í muí a propósito
para ministros de Felipe II !
Oidlo bien, colombianos : para este Gobierno
la Oonstitucion i las leyes son RESORTEiI INÚT!LES,
FORMALIDA.DES V A. cÍA s DE SENTIDO ! ! !
dos corredores de not icias frivolas, los consejeros de
malas operaciones i los cosmopolitas actores de los
b'astidores del teatro europeo de la Bolsa. En todas las
ciudades de comercio hai el mismo hombre ; un complaciente
i diver tido cronista que lo sabe todo, que es
admitido a todas las confid(\ncias i las publica sin indiscrecion;
que trabaja por diver tirse, i se divierte
siempre por trabajar ; que conoce a los estranj eros ántes
de verlos, i les dá apretones de mano como un amigo
antiguo.
E s~ hombre dichoso se llama en L6ndres, Scharpe
; en Liverpool, San Albin ; en Lion, Cheneaux ; en
Burdeos, Rodríguez; en Nántes, Audouy ; en el Havre,
P. Grandin ; en Tolon, l\Iouttet; en Paris, Gustavo
Guieu ; en Trieste, i\f anoli ; en Mars ella, Guirard ;
i en Jénova, Lorenzin o. Sin este hombre múlti plo, ninguna
ciudad de comercio seria habitable un solo dia.
El dá la vida a tocla una poblacion, i despues de su
muer te, se le nombra un sucesor por un sufraj io verdaderamente
universal.
Lorenzino abordó a Talormi con dos manos fecundas
en apretones i una sonrisa provocativa; i a la pregunta
banal que se le hizo; che si dice di nllO/JO? r espondió
con un fuego graneado de noticias sobre los fondos ingleses
i fra nceses, sobre la política, el teatro, las bailarinas,
los sermon es, las averías de mal', l.\s ostras de
N á poles, los almuerzos en San Pie/ro d' Arena, los cnadros
comprados por el cf>Dsul de Inglaterra, la 6pera
séria de la temporada, el tenore sfogato aplaudido, los
escelen tes paquebotes de la compañia Bazin ; i despues
de esta enciclopedia, se cruzó los brazos, sacudió la
cabeza con tristeza irónica, i añadió :
- Pero todo esto no es nada, absolutamente nada, al
lado de la grande historia de ayer.
I Lorenzino se detuvo para aguardar una pregunta.
inevitable sobre esa grande historia tan reciente.
- Qué historia? preguntó Talormi sonr iendo con
dignidad.
- Oh ! Una historia soberbia, prosiguió Lorenzmo.
" He observado bastante largo tiempo, dice el cazo."
dor, los hábitos de un soberbio leon, que sin saberlo
me instruia de los usos i costumbres de la raza fel ina.
Ese leon habia escoj ido para EU reti ro una caberna
poco profunda, abierta en una roca a diez o doce piés
sobre lallanura. Yo le veía mui fácilmente i podia seguirle
con la vista en su descanso i sus escursiones,
colocándome sobre ua pico mui elevado que dominaba
a:quella soledad. Dicho leon se tendia con la indolencia
del salvaje al borde de la caverna i sin mirar a nada,
aunque sus ojos estuviesen desmedidamente abier tos i
su cara tuviese la fijeza soberbia de la observacion.
Evidentemente, estaba meditando; se trazaba un plan
-de conducta ; calculaba las probabilidades de un pr6xilOO
merodeo, i estud iaba los terrenos conocidos que debia
recorrer, n. fin de suprimir de antemano toda indecision
i de marchar con esa. resolucion atrevida que
presajia el triunfo.
"De súbito, i despues de una larga inmovilidad, el
animal feroz sacudia su crin, estiraba sus patas de
Sin ayuda de ningun paje oficioso i delator, se arregló
un traje hermoso copiado del último número de las
jUodas parisienses, luego aguzó sus garras i las cubrió
de un par de guantes cuidadosamente abr ochados en
la muñeca.
Colocado entre dos espejos, se dctalló completam ente
i se dió a sí propio una sonrisa infantil que brilló
entre sus dos graves patillas como los rayos del sol en
la encrucijada de un bosque.
I t.aralea ndo hasta la puerta de lQ. calle el ária de
L ucrecia B01';'ia : Profutiamo degli anni/iore;nti, se dirijió
a la bolsa dei BancM por la estrecha calle de San Lúcaso
Paseóse baj o el vasto pórtico donde se trat.an los negocios
comer ciales i r entísticos, í se hizo abordar por
Un onpit.an holandés llega en su fragata con una mision
politica; se enamora de la mas hermosa de nuestras
j enovesas, de la Vénus de 1838, de una mujer capaz
de resucitar a todos los muertos de un cementerio, si
pasase por allí ; pide su ma~o, se la otorgan, porque
ya sabeis que a los estr auJ eros se concede todo. Un
hombre del pais habria andado suspirando veinte años
sin alcanzarla. Se da el baile a bordo de la fragata;
el marido pedia perdon a Dios por su felicidad; todos
nuestros jóvenes, a medi tla que se acercaba la hora
fatal, ruj i nn aco1'(le8 i a la sordina como tigres a quíe-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
nI.
De una cuestion mui clara, perfectamente bien
deslindada en la Constitucion nacional, han querido
hacer los señores del Ministerio, una cuestion
complicada i oscura. .
Ciertamente; desde que nos fijemos en la índole
de nuestras institucionesfederalcs; en lo que es,
i lo que significa, la dele!lacion de fttncz'ones, hecha
por los Estados al Gobierno jel?eral, sin olvidar,
1iampoco, el objeto de la divisi.on de los Poderes
públicos, comprenderemos fáCilmente hasta donde
puede llegar le!lalm8J1,te la accion de cada uno.
Para nosotros es tan clara la órbita trazada por
la Constitucion a todas i cada una de las cntidades
que forman la República de Colombia, que
hemos llegado a pensar que nadie la ve ni la entiende
de otro modo, que como la Constitucion
quizo que se la viese i se la entendiese; pero q~e
se finje comprender una cosa distinta, para cohonestar
las arbitrariedades i las violencias de la
mitad de los colombianos sobre la otra mitp.d. En
todas partes tropezamos nosotros con los interese~
de partido, antepuestos al interes de la patria, i
DO nos queda duda de que a sus exajeraciones le
debemos los colombianos 108 males que nos
abruman.
De otro lado hemos reparado, que éste Gobierno
se ocupa demasiado de nuestras garantías individuales,
i que ha llegado a preocuparse de tal
modo a este respecto, que se considera ya obligado
p!1ra hacerlas efectivas, a estar, como Dios, en
todas partes.
La hoja del ÚJrbol no se mueve 8~n la voluntad de
IJzos, se ha dicho, para hacer comprender la inmensidad
de la Ommpotencúz IJt·mna. Así lo creemos
nosotros; pero no por esto hemos llegado a
imajinarnos, cuando vemos un árbol sacudido por
el viento, que allí está Dios, en cuerpo i alma, de
pié, o trepado sobre el árbol, saoudiendo con sus
propias manos las ramas qu~ contienen las hojas
que se mueven.
Creemos que desde que Dios estableció sus leyes
jenerales i esas leyes sublimes que rejirian desde el
principio a toda esa inmensidad de creaturas que
forman el universo, i que las seguirán rijiendo
hasta la consumacion de los siglos,fijó su voluntad
sobre lo que debe ser, i habia de suceder, a cada
uno de aquellos seres innumerables. Desde entón.
ces quedó resuelto que entre los planetas habria
uno que nosotros hemos denominado tierra, que
esta tierra habia de mantenerse suspendida en
cierto punto del espacio, por la fuerza de atraccion
de los otros planetas i de la propia tierra ¡que
esta se poblaria de árboles i que los árboles ha·
bian de tener ramas, i que las l'amas serian cubiertas
de hojas; que el globo estaria rodeado
de un fluido que llamamos aire i que el movimiento
precipitado de ese fluido, causado por el
nes roban sus cachorrillos; era un incendio jeneral de
deleite clandestino, i nadie estaba asegurado contra
ese azote ...... cuando he ahí que llega súbitamente una
órden, un despacho telegráfico cae del cielo como el
rayo o como el fuego de San Telmo sobre el palo ma-yor
de la fragata ......... cualquiera habria dicho que
el diablo se llevaba la fmgata, pues todo desapareció
en un santi-amen ...... i solo se consumó el baile. El
viento jenovés ha tomado parte en favor de sus compatriotas,
soplando en las velas con la enerjía de veinte
tramontanas coligadas ...... El marido parte, i la esposa
queda vírjen ...... Qué decís de esto, monsefior?
-Es por cierlo mui curioso, respondió Talormi con
una falsa risa, i .. fiadió con tono neglijente: 1 acaba
ahí la historia? Es lástima.
-Por ventura las historias acaban? replicó Lorenzino.
Ahora he aquí lo que se cuenta i lo que yo puedo
afirmaros como cierlo ...... Esta noche, despues del baile,
cuando llegó 11\ órden, se han dicho muchas bromas
entre los jóvenes; la cosa ofrecia materia.
-Es un accidente mui dichoso, dijo un jóven.
-1 para quién? preguntó un pariente de la casada.
-Pardiez! para el marido, replicó el otro; es mui
cruel no hallar la virtud cuando uno la busca despues
de media noche.
Al oir estas palabraR, el pariente tomó con calor la
defensa de la desposada; hubo un desafio i un duelo
cerca de la. Villeta di Negro; se dice que se han bl\tido
bien, i que el pariente ha recibido una buena estocada,
mui injusta; pero ya sabeis que en un duelo el que
suele salir herido el! el hombre de bien.
Talormi, aUnque jóven, tenia mucha esperiencia
para dar crédit~ ¡m·~egu.i1a., como un oyente vulgar,
al primer cuento de. {¡~ne ; pero opinó que en el fondo
de la. mayor patraiñl. hai siempre un átomo de verdad,
i que le era. preciso descubrir ese átomo, porque no debia
descuidar nada.
La hora era oportuna para hacer una visita al pala.cio
Santa. Scala, i Talormi se despidió de Lorenzino diciéndole:
-Sois una gaceta viva, i con gusto os estaria leyendo
hasta esta noche; pero me est:'l.n aguardando en el palacio
Durazzo, donde estoi haciendo pintar una copia
'de dos marinas de Salvator Rosa, para mi palacio de
N ápoles. Adios !
Al entrar en el palacio Santa Scala, Ta.lol'mi se tomó
el tipo de la cara. mas austera, i preguntó si el principe
estaba visible. Al mismo tiempo dió su nombre al
criado introductor, i viendo la puerto. de la ninfea
abierta, dijo:
LA ILUSTRACION.
vacío, habia de formar las COrrientes que llamamos
viento i i que ese viento habi~ de sacudir. el
árbol, que tiene las ramas que contlOnen las hOjas
que se mueven.
Es así como nosotros entendernqs esa parábola
de que: la lwja ,del tZ-l'bol no 8e mueVe 8in la volun·
tad de lJi08.
Nos hemos metido en estas honduras,porque les
hemos encontrado alguna similitud con la parábola
con que el señor Secretario del Interior i
Relaciones Exteriores nos esplica su ctencia constitucional.
El señor Secretario creo, que pue8tO que la Con8-
tituc,jon federal es 9arante de los derechos zndtvt'duales
de los ciudadan08 todos, el Poder Ejecutivo de
Colombia está en el debe.r de cojer a cada momento
el chafarote, i ~cºar~e, como don Quijote, por
esos trigos de Dios, a desfacer los agravios de todos
los ciudadanos, cada vez que ocurra el caso
de una violacion de aquellas garantías.
La Constitucion de Rionegro estableció tambien,
es verdad, sus leyes jenerales, para l'ejir a
Colombia i pero cuando dijo, por medio de una
de esas leyes, "es base invariable de h U nion
entre los Estados, el reconocimiento i la garantía
por parte del Gobierno jeneral i de los Gobiernos
de todos i cada uno de los Estados, de los dere·
chos individuales que pertenecen a los habitantes
i transeuntes delos Estados Unidos de Colombia,"
no quiso, ni pudo, ni debió querer, que el P.oder
Ejecutivo se entrometiese en todas partes, 1 en
todas las cosas, i mucho ménos con lafuerza armada
q~,e 8e t~'en8 a sus órdene8, cada vez que álguien
hablase en nombre de esas garantías individuales.
La Constitucion quiso todo lo contrario. Ahí es·
tá su artículo 36 dividiendo el Gobierno para su
ejercicio en Poder Lejislativo, Poder Ejecutivo i
Poder J udicia!'
Un ejemplo para poner de relieve nuestro pensamiento
i habremos concluido, por hoi, nuestro
trabajo.
Nuestra propiedad está garantizada por la
Constitucion, i el Gobierno jeneral debe hacernos
efectiva esa garantía.
Un monedero falso ataca nuestra propiedad
cuando da a la circulacion su moneda de baja lei.
¿ Qué es lo que sobre este particular corresponde
al Poder Lejislativo i al Poder Ejecutivo? La
lci jeneral es clara, en este punto, como la luz meridiana:
" Artículo 17. L03 Estados Unidos de Colombia
convienen en establecer un Gobierno jeneral que
será popular, elect.ivo, representativo, alternativo i
responsable, a cuya autoridad se someten en los n€'gocios
que van a espresarse :
12. La acuñacion de moneda, determinando su
lei, peso, tipo, forma i dellominacion.
16. La facultad deespedir leyes, decretos i resoluciones
civiles i penales respecto de los negocios o -
-Voi a aguardar la respuesta en el jardin.
La ninfea del palacio Santa Scala es de una gracia
i frescura maravillosas. Una figura de nayade velada
de musgo está derramando a concha llena sus aguas
vivas en un ancho estanque cuya elipse de mármol desaparece
bajo una franja de flores i céspedes. El emparrado
en que serpentean la vid i las ramas del limonero,
deja llegar hasta las banquetas de descanso una
luz crepuscular, hasta en las horas espléndidas del
esLío.
Sentada bajo una jóven magnolia, cuyas flores de
marfil parecinn nacer en ese instante para coronar sus
hermosos cabellos, estaba leyendo una jovencita, acariciando
con la mano derecha la cabeza enorme de un
perro que cualquiera hubiera tomado por el monstruo
de es Le otro jardin de las Hespérides. Al ruido de 108
pasos de Talormi, la jóven levan tó los ojos i su hechicera
cara. se anubló bajo una impresion inesplica.ble.
El perro no hizo una acojida mas simpática al recienllegado:
rodó en el fondo de su gaznate una gama
sorda, preludio de una esplosiou de ladridos formidables,
que una manecita blanca i soberana reprimió súbitamente
con el ausilio de esta rec:omendacion hecha
en inglés: Be goot, Mitry! (Se bueno, Mitry 1)
Nuestro lecLor habrá ya r econocido a Débora.
-Ah! dijo Talormi; you apeale english ve-ry vvelt,
miss Débora.
-Yo no hablo ing16s sino a lIIitry, respondió Débora
en italiano i con una frialdad notable.
-1 a quién hablais en frances ?
-A nadie: lo estoi estudiando, i cuando lo sepa, 10
hablaré a todos.
l\Iiéntras así hablaban, Talormi abrió una puertecita.
cubierta de yedra i echó una mirada neglijente sobre
una parte del jardin que no habia hecho mas que entrever
i que queda estudiar mejor. Esu. rápida ojeada
le bastó para enterarse de los menores detalles de las
localidades.
En el jardin Santa Scala reina un adorable desden
del cultivo i del cuidado simétrico, echándose de ver
que el gusto del dueño lo tiene abandonado a. todoe los
caprichos naLurales de la vejetacion. Los naranjos, las
acacias, el níspero del Japon, el árbol del amor i el
palmito se cruzan, se enlazan i confunden sus tlores,
sus frutas i su verdura, como si un solo tronco, semejante
al del rnultiplicante indio, hubiese hecho brotar
del mismo jérmen todas esas vejetales variedades de
colores, de troncos, de formas i verduras. La yerba
crecia formando olas de terciopelo bajo los arcos de
ese bosque urbano que se elevaba en anfiteatro i, como
139
materias que, conforme a esta Constitucion, son de
competencia del Gobierno jeneral."
Hasta aquí la órbita de las atribuciones de los
Poderes Lejislativo i Ejecutivo. Ni una línea mas
allá. Lo demas es de la incumbencia del Poder
Judicial, i aun de la policía, si (uere preciso aprehender
al monedero. No lo cree así él señor Secretario
de lo Interior i Relaciones Exteriores;
pues ha sentado el principio de que, fuera de lo
que a este respecto contribuyen el Cuerpo ?eJtsla#1JO i
los trtounales del paú, debe tambien injenrse el Poder
1f!jecutt'vo, con su tizona empuñada, i a la cabeza,
sin duda, de la fuerza armada que 8e tiene a sus órdenes.
Pobre Colombia! Sí, pobre Colombia I i tanto
mas digna de lástima, cuanto que el mal que lamentamos
no está en que esas doctrinas estravagantes
se proclamen, sino cn que se practiquen;
en que hayan sido ellas, i no la lei escrita, la norma
de nuestros Gobiernos, como ha sucedido en
estos últimos tiempos.
O nos resolvemos todos a hacer un esfuerzo
honrado para aniquilar semejante monstruosa
práctica, o tenemos que pasar por la vergüenza de
confesar que la República es una mentira en Co-lombia.
E. C.
~ ..
Erratas.
En el artículo del número 33, publicado con el
mismo título del que precede,en la primera pájina,
tercera columna, líneas 13 i 14, dice: "situacioD
anormal i violenta: - la guerra civil." Leáse :
" situacion anormal i violenta de la guerra civil. "
En la misma pájina i columna, línea 34, dice:
" que nosotros hemos creido. Leáse : " SEA PORQUE
nosotros H-'.YAMOS creido. " E. C.
CÁMARAS LEJISLATIV AS.
Senado de Plenipotenciarios.
Dio. 28.-El ciudadano Gutiérrez pidió unos documentos
a la Corte de cuentas pal'a el despacho de
una comisiono .
Se abría el segundo debate al informe de la comision
de actos lejislntivos de los Estados acerca de la
lei 80 de 20 de octubre, espedida por el Estado Soberano
del Magdalena.
El ciudadano Sánchez propuso í fué aprobado:
que volviese este proyecto a primer debate.
Pusose en primer debate: el ciudadano Sáncbez
introdUjO una modificacion a dicho proyecto, que fué
modificada por el ciudadano Núñez, por la cual se
derogaba la leí 80 de 20 de octubre, i pasó en priOler
debate.
Se dió segundo debate al proyecto de resolucion
acerca de la solicitud de los señores G. D. Jackson
i Januario Triana para que suspendan la lei 11, espedida
por la A~amblea del Estado Soberano ele Panamá.
Se abrió el segunuo dt>bate al proyeqto de decreto
qua establece los casos en que ~e recupera la calidad
el jardin Durazzo, llegaba. al nivel de los techos del
palacio.
Echada su ojeada, Talormi se aseguró de que las alturas
del jardin comunicaban con la, vio. pública por
una de esas paredes que la vejez, los transeuntes i la
caida de las aguas han demolido.
Se volvió a la ninfea, i para esperar a Santa Scala,
se tomó la actitud de un botánico que está estudiando
algunas familias de flores.
Fué un criado a anunciarle que el príncipe recibiria.
al conde Talormi en SUB aposentos, i señalando la escalera,
subió delante para introducir al conde.
Santa Scala, al recibir a Talormi, no vestia ya. el
traje que llevaba en la mar: era el eclesiástico en toda
la rijidez del traje clerical: la modesta Botana de
serga negra, el cefiidor neglijentemente anudado a.l
lado, los anchos zapatos con hebillas i el alzacuello.
Saludó a Talormi, i señalándole un sillon, se sentó
a su lado.
-Monseñor, dijo Talormi con cierta soltura respetuosa,
no he querido dejar pasar el dio. sin presentar
mis respetos al respetable hermano de ~ad~!Da VanRitter,
al ilnstre ausente cuyo nombre 1 eloJlo andaban
en todas las bocas en la fiesta de ayer.
-Mi hermana se alegrará mncho de esta visita, dijo
Santa Scala.; en cuanto a mí, me he hecho desde
ayer indiferente o estra110 a los deberes del mundo;
pero al oir pronunciar vuestro nombre, me he apresurado
a recibiros, porque me será imposible hallaros en
largo tiempo. Voi a recibir el diaconado; desde mañana.
estaré de ejercicios quince ilias en el convento de
los domínicos, i despues partiré para Roma, donde terminaré
mi tercer aBo de teolojia en el seminario del
Vaticano. El matrimonio de mi hermana me desliga de
toda cadena del mundo, i puedo consagrarme enteramente
Q. mi estado.
-Sois dichoso, monsefior, en tener i seguir una ~ocacion
tan santa, dijo Talormi con gravedad. El mundo
es triste; es un mar muí peligroso, en que nosotros
estamos navegando aún, miéntras vos hnbeis entrado
en el puerto ... Cada dia trae su dolor cons.igo ...... Esta.
maüana salimos de una fiesta i por la tarde sabemos
que se ha derramado sangre, que un horrible duelo ...
Sin duda conoceis mejor que yo ese desgraciado incidente.
-Sí, dijo Santa Seala, un criado del marques di
Negro nos ha hablado de ese duelo ...... Como vos deCÍS,
conde Talormi, todos los gozos de este mundo eslíin
envenenados ... Feliz el que se retira al seno de Dios !
( Continuará)
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
140 LA ILUSTRAOION.
de colombiano. Este proyccto fué suspendido en virtud
de una proposicion hp-cha por el ciudadano Men-doza,
la cual fué aprobada. .
indispensables en semejante trabajo. A este resultado
lo condujo la porsuasion de que dicho gusano
carece del líquido disolvente de los que fabrican
sus capullos cerrados. Fué negado en segundo debate el proyecto de decreto
que modifica i adiciona el lejislativo de 12 de
abril de 1854. En virtud de sus incesantes i sabias investigaciones,
el doctor la Roche ha dado la fórmula de
esa lei aplicada al trabajo de los fabricantes europeos
j i al mismo tiempo nos ha revelado el inmenso
valor de nuestros gusanos silvestres. Tenemos,
pues, una nueva i riquísima industria que abundará
en beneficios para los pueblo!;) que como Antioquia
i Santander se entreguen a cultivarla; i
mas que todo, tenemos para el porvenir la alta
significacion de que este importante ramo de comercio
en los tres continentes, le debe honor i
agradecimiento a un sabio colombiano.
A la una i media se levantó la sesion.
Cámara de :Representantes.
Dia 28.-La Cámara aprobó una proposicion del
ciudadano Tejada, modificacion de otra del ciudadano
Loml.ana, en bonor a la memoria del ilustre publicista
doctor CERBELEON PINZaN, muerto el dia
anterior en esta ciudad.
Se abrió el segundo debate del proyecto q.ue orue·
na la codificacion de la lejislaci0l".! federal, 1 a , p:opuesta
del ciudadano Réyes Patna se suspendlO Indefinidamente.
Comenzo el segundo debate del proyecto de 1~5
adicional a las de Ministerio publico i se suspendlO
para pasarlo a una comision, a fin de redactar el artículo
1.0 en tél'minos aceptables; pues una de las
disposiciones de dicho artículo facúlta al P/"OcuI'~do r
jeneral de la nacion para imponer multas a sus aJentes
que no cumplan sus ordenes, lo cual, como ~o hizo
ver el ciudadanu Botero, se opone a lo que dispone
el artículo 20 de la Constitucion, que prohibe haya
otros empleados federales con jurisdiccion, fuera
del Congreso, Poder Ejecutivo i Corte Suprema.
La comision a la cual pasó este proyecto la componen
los ciudadanos R estrepo i Viuna.
Abierto el segundo d ebat.e del proyecto que determina
a qu é autoridad corresponde otorgar la s rebajas
de pena por delitos de la competencia de los tribunales
federales, el ciudadano Ramon Goméz propuso
i se aprobo, que pasase este proyecto a la ?omision
que tiene en s u estudio el que concede CIertas
facultades a los Presidentes i Gobernadol'es de los
Estados, para que refunda aquel en este.
PMO a tercel' debate el proyecto que determina la
inmunidad, viático i dietas que deben gozar los com
isarios que envien a la Cámal'a los ter/'i torios.
Se suspendió 11asta la «es ion del 2 de marzo el
proyecto' que auxiIía al Estado de Cundin~lllarca
con 50,000 pesos palOS llevar a cabo un camInO carretero
al Magdalena.
Se abrió el segundo debate al proyecto que declara
puertos francós los de Bucnaventura i Tumaco cn
J1Uestras costas del Pacifico; proyecto que fué combatido
con mui buenas razones por el señor Secretario
de Hacienda i el ciudadano Restrepo. Lo sostuvieron
los ciudadanos Palau, Riáscos, D. P p-Da i
Quijano W. El ciudadano Restl'epo propuso que se
suspendiese ind efinidamente, pero habiendo llegado
la bora, se suspendió la sesion, sin votarse la proposicion
de suspension indefinida.
Día l.e de marzo.-Se rcunieron en Congreso las
uos Cámaras con el fin de verificar el escrutinio de
Presidente de la Union, i habiendo nombrado los escrutadores
i leido el sp.ñor Secretario las comunicaciones
del escrutinio de ~iete Estados, faltando los de
Tolima i Panamá, el Presidente ordenó que se lp-yeran
las notas venidas de la Secretaría del Interior en
las cuales se comunicó al Gobierno el resultado de la
eleccion en dichos Estado ~ . En consecuencia se obtuvo
e5te resultado: cinco Estarlos por el jeneral
Eustorjio Salgar: tres por el jeneral Tomas C. de
Mosquera i uno por el jpneral Pedro A. Herran. El
Presidente pregunto al Congreso si declaraba electo
al jeneral Salgal', i así lo dedaro, COD lo cual se levantó
la sesion, a las doce del dia.
Bolívar.
Mui graves son las noticias que no~ ha traido de
la capital del Estado, el último correo. Los lIucesos
de LOl'ica habian tornado un caracter alarmante, de
tal modo que el Presidente de! Estado habia creido
conveniente ausentarse de la capital i trasladarse a
Lorica.
El responsable de esta situacion es el Gobierno. El
señor Camargo, (éste es cuñado cspurio del Presidente
Amarlor Fierro) autor d e los desórdenes de Lorica
fué nombrado Gobernador de esta provincia. ¿ Cómo
ignoraba el Gobiemo que este señor era el autor de
los desórdenes cuando todo el mundo lo dccia i la
prensa i la Asamblea se habían vcupado del asunto?
El señor Teodosio Núñez habia llegado a Cartajena,
huyendo de LOI'ica. El Gobernador Camargo
le babia dado dos horas de térmil.o para salir de la
poblacion o no respondia de su vida.
Al señor Manuel J. Cal"1'a~co, diputado, se babia
llevado al monte i atado a un árbol. Allí se le hizo
jurar que en s u imprenta no se publicaría nada en
contra del Gobie¡'no o se sometia a qUE: le corta;an
las manos. Puesto en libertad andaha huvendo. Antes,
lo mislllo que a Núñez se le habia pllesto en la
cárcel, en el sepa con banas.
La poblacioll toda e"'itaba aterrorizada.
Aljcneral1\Iartínez le han destruIdo Sll casa i robado
i destruido todas sus propiedades, porque no
acepta la candidatura oficial del senor Amado¡' Fierro,
que pretende que le sucerla el señor Santo Domingo
Vila.
En Cartujena ee aguardaba al Presidente al dia
siguiente de la salida del correo. Con él hab ia ido el
coronel Miguel Céspedes a quien se decia nombraria
Gobernador <;:n lugar de Camargo, pero no se ha decidido
a removel'lo porqup- auemas del enu'onque le
conviene que Jea presidente Santo Domingo Vila
contra el querer de los pueblos de Bolívar.
El ir a reparar el Presidente un mal que por su
causa ~e estaba cometiendo en Lol"Íca, era CBusa
tarubien ne que en Cartajena se hubia/'a orijinado
una "ituacion que quiZá ha producido un conflicto.
Lo mismo que tantas veces bemos visto practicar
en esta ciudad en épocas eleccionarías, se hacia en
Cartajena, esto es, que las sociedades recorriesen las
caIJes en cuerpo, COI1 mú"ica i banderas dando vivas
a su candidato. Hechn esto por una de las sociedades
mosqueritas, el Gobernauor de la provincia señor
M . 1\1. N líñez, hijo, encargado accidp-ntalmClate
del Poder Ejecutivo, habia espedido un bando prolJibielldo
los paseos i ¡'e union e~ de las sociedades por'
lue sus miembros llevan armas ocultas por d vestido
j dan gl"Ítos de sedicion.
( De El Observado?' de Barranquilla ).
~ --_ ......... _------ _ ...........
EXTERIOR.
sirvan concurrir el domingo 6 del presente mes
de marzo, a las 12 del dia, a la galería alta de la
imprenta de los señores Nicolas Ponton i C.a
con el fin de elejir los miembros que deben formar
la junta directiva eleccionaria en el presen-te
bienio. .
-Igualmente se excita a todos los conservadoras
del Estado para que organicen sus juntas
eleccionarias, que se pongan de acuerdo con la
J'('cue~do, como el 6nico premio que en el mundo
se pu('de ofrecer a h virtud.
ANUKCIOS.
Ouiere usted comprar barato 1 Ocurra al alI!.
LIlHIC"1l de Hermójenes G¡ullvito, l'egunua calle
de Floriull, número 71, en dOllde se hallarán a precio~
lllód icos :
Sobr'l'todos de última modn-Cortes de pafie para
pantaloTJ-Paños de distintas clase., ingle;ses .i fran:
cescs- Sorubrp.I·os suazas-l\l usellllas-1 ermopelo"
de coloJ'cs-SornbriJlns-Ca¡oas p!ll'a teatro-:-I un
variado surtido de jéllcros de algodon inglcses 1 fran-
6-5 ceses.
DIEREN'fA DE N. 1'0NTON 1 COMPAÑÜ.
•
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"La Ilustración: política, literatura, noticias, filosofía, relijión, artes i oficios, instrucción pública, bibliografía, medicina, variedades, revista de la ciudad, revista de los estados, de Europa i mercantil - N. 35", -:-, 1870. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3687272/), el día 2025-08-04.