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El Montañés: revista de literatura, artes y ciencias - N. 13

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  • Año de publicación 1898
  • Idioma Español
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
"El Montañés: revista de literatura, artes y ciencias - N. 13", -:-, 1898. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3683773/), el día 2025-10-30.

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Gatos ilustres

Por: Doris Lessing | Fecha: 2016

Un homenaje literario a los gatos de la mano de la Premio Nobel de Literatura Doris Lessing. En esta edición ilustrada por Joana Santamans, la aproximación personalísima, sobria y sensual de la autora al mundo de los felinos se viste de elegante modernidad. El amor de Doris Lessing por los gatos viene de lejos. Gatos ilustres se abre con las experiencias de la gran autora en la granja africana donde se crio y nos lleva hasta su vida adulta en Londres, en un viaje a través de los continentes y de los años que tiene como hilo conductor a muchos de los gatos que formaron parte su vida. Agresivos algunos, muy dignos otros, todos en busca de atención, estos animales corrientes se convierten en criaturas extraordinarias bajo la mirada atenta de Lessing. Las ilustraciones de Joana Santamans dan el último toque de gracia a un texto que en sí mismo es una auténtica delicia literaria. «Un gato es un auténtico lujo... lo ves caminar por tu habitación y en su andar solitario descubres un leopardo, incluso una pantera. La chispa amarilla de esos ojos te recuerda todo el exotismo escondido en el amigo que tienes al lado, en ese animalito que maúlla de placer cuando le acaricias.»Doris Lessing
  • Temas:
  • Autores ingleses
  • Otros
  • Literatura inglesa

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Gatos ilustres

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Imagen de apoyo de  El cuaderno dorado

El cuaderno dorado

Por: | Fecha: 1898

J NTA HEDACTOHA G.-113RIEL TJA1'0RRE [J>I't. idollP] /!'Jl.l "C'JS('O GUJIE7- JIAJUANO O,..,PJKA l'. (ili:RE:i'JTE UER.JRlJO O 1'1ERREZ AGENTE GENBRAT_j JO, 'E JJIOUEL AL l'AREZ .. ........ ~~- .. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. La Direcch)n .... ~~: pone . especial_ ~m.. pe u_<~ úll_ que . ning u n a de las iuea ó ap.re · iacioncs contenida, en el periódico ptlC tlnu llegar :í tomar como dec-laraciones oficial ... .. . . .. ... .. . . mm ah teución J; mutismo ~i~tenuitico quitan toda per ona ~ 1 1 1 1 1 liJad ;i nua pub icacióll qne aspira 1Í que BC la tenga por ab. olu - .¡ • ... 1 11 ~ 1{ 1 • • 1 t a mentc iwpcr oual y de imparcialidad comr <:ta. 1 1 1 • (I-·niCE. -:- Al t'Uf-l o Res eña M cn tPtal -A fí o 7[ 4 N·~ 1). P(t[J 1 ~n . ) Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL ~10rTTi\ÑES REVISTA _ ILUSTRADA LITERATURA, ARTES Y CIEN-CfAS - ~ DIRE 'rOR - AB I .EL IJ 01 RE · - AÑO II , 1 • TIPOGRAFIA CENTAAL. MEOELUN Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. J:Ñü"~E::!R.O ::1.3 Co tumhr s .\ntioq·Jríí~s.--LaY<~ndo rólor.JI<<'. -~ -+ :t-:::r"ü~E=:.o ::1.4: R trato ;:dc ). .j,) Don GaLri<'l Ecll .H' ITÍ. por E.·lrmi.·luo Qr)¡,¡¡•.2 JJ. (pr:m~ra ¡:; .r t'). :ti A una Vi ·ja, J)Or (ttj¡¡zrclo J'iclal. .íl Ha netu~. 1> >r G. L. ;):i l\Iedellín ,. su~ .\lrrrl 'cl {fr)m ez . G7 La Lucha ele las Raza: t'rt ''Ti ITn el S villa (f(ltograuacl{l). 9:l Rr:eíia ~Ien:-;nal. po1· Pr.)loyu.. ü:~ J:Ñü"~ERO ::1.5 1edPllín ,, .: u: .\1redcclore . - Plazuela d ,)(,. P }<'{~lix el H0st r 1)0 (futogl·abaclo ). 97 L0: To YLimo. e11 Lit ratnra. por S. R:tr ~pn. 9' Di vin:t Pana en. por P. ~..-. U. 1 :{ Olvido. · :\fu rte. por a. L. 103 Don (7 .ll>riel E ·h 'Y •tTi, por B.·tani.~iloo Gúotcz B. (cl ~lont (f<,tctg r'¡llJafl<. ). ll.í A lomo el mula (..,~otn. el~ unyiajero IJ lg;l). pe r 'rrrlo.· Yuut .~ (e·c,n - t'lu:iún ). 110 11"'eJT <.('ar ril de Antioqnia ' foU·grahacl •) . 12 ,' Al \ 'U lo ( H.<.>.'cfía ~r n.-.;ual). p or Inelice. En J:Ñü"~E::!R.O ::1.6 F....l B ·:o de la ,\ lmela ( fotogntlmclo). 13 l Inof<'ll ·i \"O, pc.r Efr 06mr-z. l:l-1- EI ( 'ornz.(m. por Emilio UolJTN7o. 13Ci Wert 11er. por ~~ictol'iono J'él<'z. 1:m Lo. 1'oyí · imo.' en Literat nra (, ' iha y Yalencia ), por 1 •. R .·!t·r-pn. 1-:i~ Ley InexoraiJl por A~frN1o J. HoclríquC' z. 1'"0 ¡Do: ~[illone. !, P 'J l' JI) ·é J. 0Hririal. l.íl En el . lagctalcna. - Vn p o r '• !~mili a Durc'tn '' (fot<1gra hado). lt)7 La Tutrwmanía, l)< ; r .X. 1 r. Z. li1 ' Carta ..:\ bi rt •t. I or Jo. ·é 1llontoyo. 162 Luciauo RiY ra y Garrid''· j)(ll' l'ru·lo. E. J? p.·[rf'po. Hi: Re" 'iía ~ I en ·mtl, ¡wr J .. Ji. E. 167 J:Ñü"~ERO ::1.7 Inclic•s rle Ríe Vcrcl e (f(,tc grahncl(J). 169 Lo: Indio::; de H.ío- YPrd c. por Tulio O..;pirw . 170 La ( 'll{'-;titSn Libn s. ])'Ir,·. R e . ..,t r ')JO. 1 7(i 1\f,ecl clllll y .'u: .\lr clNlorc'. ·- Puente el Junín ( fotc;gr :\[arti rio. G rnpo ele P . .A. C'rmo. HH }~1 Leiiador Antioqn íio, por José V. Re.-;trep o E . 19~ Femini ' mo, p()r José Jllontoya. l!H El En ayo de ~fin ué, por C. Fillo. lHD Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. H •tl':Lto de Jo. é .Jc,aCJUÍn Hc,y<.. (fot<'gral.Jado). Lit .\gonia. por <" He:-'e:la. ~lensu:tl }Jot· 1',-úlo_¡w;. 2-Hi :J:N~J:va:E~OS j_9 "Y' 20 Do;1 Jnliitn Vú ·qucz, por E.-tcwi lrw Góm. z B. (print•ra parle). En el Ilo1-pital, pot· Emilio Bo1Jl llo. JHII' Jo.é A. nm·i/'i((. El Gato (el Baulclaire] J)or l'it·tori(fno rile~. )[irajes, por Rie((rilo Ultmo. Una Carta. por Efe Oóm z. Carta á los Reda ·t<•re de "El Montaíié:", por J. JI. E cm·w·. ~rentía:-;? por O. L. ~an Antonio de I)adna, por Srmwel Y lá quez. )ledellín y su· Alrededor .-Puente de M ~jín [fotograbado]. El pa:o de ·•La Quiebra' en el Ferro ·anil el Antioquia, por )nndro Lr)pez. El Campesino (grabado en madera), por Anatolio Pel{((z. iel'l'a la I"och , por S(tntiago P'l'ez Tl'icmct. La Ii'lor por Ancl1·é Posac1a Anmgo. In memóriam, por GalJl'i l Laton·e. En mar ·ha: por Jlal'imw O :pi11a V. R :eiía M en. na 1 por Pl'ólogu . ~J:va:E:RO 2j_ En el T a ro, por :rillJerlo E. Lal'm. ... enro·is, porJucmcl€D. Yá qucz Don Julián V á quez por Estwt · ·lao 06nt z R. [continnac..: ión]. En el Río Magdalena (fotogral ado]. El Diario de Pedro [fragmento], por Ele Góm z. Blan ·ura Inaccesible, por 8nnn.tel Vel&.·qu z. I e. eiía l\1 nsual, por Pl'6logn .. :::t..::r"'"~E~OS :2:2~ :2::3 Y :2~ Ojo por ojo, por 8a.nwel relá quez. La Noche por Yictori((nO rélez. Ale- 2-49 259 262 26-1 265 277 284 2 9 290 293 294 30() 307 30. 312 314 :nf> a17 333 338 349 :sGl 352 :-154 :l59 366 Costumbre Antioqueíia ·.- .Alauado sea el norubre de Dio Don Julián V á quez, por E tcmi ·i . ·.TE. DI~L (, H.RAy. ~n·· .¡l¡¡ n(l~ldÓ'1HOcÍ! ·z-t-l ~<. FRA·NOI.Tí) E ·~oBAH .• \ un Meteor'll. · 114 1\ J~. E l\1. '[o} ..; ~OYAR. ·Lo que "alg-a.: ~ · ·) 0 : •q 1' · ' '· [.¡; ftl. E.-] R". -- na ;\[cn..:ual. ~ 167 " ' l · (' 1 rr~1 :\ •l t ~ TI . d:trtore;-; d .b'' Jlu ntt1 ,lt'.~. · :.Y-! " '· · · " '· :--;¡ ,!)re "El A rLc pl,r 1 Arte''. -t:n ' LEOPOLf?O GAR('E '. C•·ept: ·cular. ' 2;n 1 .. 0 En •·, 'abanas''. ; -l~O Jo E.\. G.A y r RIA l. ¡Dos :Mi llone, ! 1 ]:->] ' . \ '. o t 11 o. . 2()2 E TANISL.\ú GOM EZ B. n.m Gabriel E ·h '\·erTi. -W. · lOJ '· '· Don J uliún Y á ·qu z 2~!1. :~:l . :~oH FrtANCI.' ·o G0~1EZ [~(e Urímez]. 11 IIPI'( le ele la nura CCI'\'ÍZ. 1 1:) ' " " '· Ley ndo {L Vantc. · Hi · " " ' ' Tnofen.ivo. : 1:n '· '' Una CarLH. 2i7 " " El Diario d Peclm [fragmento]. : a.>l GR'Eoomo .feTTERREZ Il. [.illux '1'/uin]. orh l>uena. · 2!i ' " " " ¡ O ll ! el e~e r ú 1> ul n el e l a t í a Tare la! -t ~:i HERMA T J .-\ RA)lJLL . Eo q.da Elé<' rica. ; ;{ · ( t. . ;n:! " rRilúerto'E; Lro·¡·ta!'; Litr•rariH'. - .\1 pie del Ru iz. 1.' " " " Carta A bicrta. Hi~ " " " " F •m in i ~nw. 1 !H '.\RLO. AU".r. ·.A lelg-aJ . iíi",. lW RI 'ARDO OLA NO. 1\firaj . . 2(),- ~[Alti NO O 'PINA v·. ~L. O. V.] Los \ ·eng. :3F>. :3:-+ PEDlto ~EL OSPI T. \ [P. lt. 0.1 Di \'ina Panacea. 1 :~ • " " Di. cnr. o en el Concicr·to celebrado cí ht'ncfi· cío del pintor F. A. Cano. :21-l TULlO O. 'PINA. La Lu ·ha de la Raza· n Tierra Yirgcn." (). " ·' Lo Indi()sdeRío- Verfle. 110 " Caporri:ta j l\fardoqueo. :2:~-t " " DoHCuento. . -122 ÜBDULIO PALACIO M. Cer\'antc Redivivo. 22~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. <} :n·: + m o J>E íl ¡;:: ~ . S oC' ie·l 1 1 de ~~111 :J 'llc1· i tll iento. :~.\ :-r n \GO PI~H E~ rr fU.\~ . \. C! 'l'l'il la ~ih ~ ~lC. .t \ 'r<.t•~ l ' I.J , .\ LJ .'I. . ~ ¡- .\ -, r-V. \~--. )-. Z.) iuL "'e 'llrJ.!I:tllÍa. L~ t . I1... . lurcs. ,\.':\) :\'TO JI. H:~ iTtti<.:''' . . L ~ i''.· ,¡ i). Lnl'Ía ((1~ :.1:: :..-ot). ·· .\.Jo.:(· .\. ~ilra. ( ' .\ HLo. · E. RE 'TR~P . L t('iano Ri \'Cra \' Ganicln. " La A g-o nía . ' Jo;-:;r.; v. RE..;TrEPO J•j. El L ~~.1actor .\nLioquefío. K\'l'Ctt.NL o B.E->'rPEPO. L ·¡:-; ~oyí-.;iuw~ en Litc-ratura. L ·t C'uc. Li<'>n Li llrcs. l>,HJ.Jnan :\Iontal\'P. (S. U. /J. ) .\ lll1 ·'lli<'!' ~ O. E;\CILI'> ROBLED'). El C'or;wítl. E 1 • 1 Jiqsl)it:ll. _,\L :" a:~D J. RODR.HVT.r.!.Z. L"v In xorabl :~ . HL.\f'.!: •. \ n :\1 EH.O. I~l Rey :\TÚro (ele n ine). .J lW.t>;>.{Df . S..\ L.\ZA R. H. Hi ·Loria. P.ttria. .J 1.:". · D!<.: D. Y .\SQ U E~. ~cm osi:-;. 1->A:'!Il.:EL VEL.\:--iQ{ E.~.:-:> t'l .\nL mio eL PMltél. BlatH.'lll'a Inat:cc . ..,il)} '· " - '· Ojo lKH' ojo. VICTORIANO VELEZ. vVerLher. El Gatt, (d Bandclairt>). " La _ o he. · ort EDltO L. VELILLA. :lli 3 () 169. 2V~ 12 . 4.)() 5-L 115. 293. -t21 1. 91. 187. lnl 290 GR.A..E.A..DORES F. A. ~IAY \. HAHRJF...L illONT y \.. ,\.N.\TOLIO PELAEZ. FOTOGR.A..:S.A..DORES 296 bis. '96 :nu ){ANUEL BOTERO E. ::\IAN ~ EL BOTERO E. y Compafíía. n.\.FAEL :\lE. 'A. 205. 269. 27(>. 2u . 293. :1:n. :J:~a. 3.>u. :l 'O. a 9. 202. a(j 93. 16!! 421. .J.~i). 4-13. 45f) f'ODRTGUEZ Y :JIE.';\. l. 12. 17. 31. :33. :3 . 43. 5-1. O. 97. 115. 123 133. 151. 1:J7. 1U3. 1 ~ 1. 191. 19-J.. 199. 213. 23-J.. 2.J.3. 251. 31-. 34" Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ui .¿1 ~~ r:z:l REPl BLICA DE COLO::\[BL\ . -DEP HT..-D1E~TO DE A~'l'l QCT.-\. f:eYI~TA\. D~ LlTERATURA 1 ftRTES Y prE ~CIA ~ DIHJ~CTOU. AXO 11. Uín, Dieientbr ; no e lumbr qué pr pu. o l aut r lo vu lvo á 1 r . 1- qui 'ra a gro., o modo; y i ni nt nc s. a o n limpio J mí­nimo de mornlid ,u_ pr i. n la bra lit raria, . trujo m ntal­Jnent l pap 1 y l aplico un califi ativo iracundo: ¡r'uento imbécil! Y J tará pen ando 1 1 ctor qu . ta crudezas son 1 ara los pai ano , y qu preten io cortar la ala. á lo pi hon de li-terato. Nó! i cabalm nt n1e acu rdo qu t de hoo-o me. alió por primera v z porque no l 1 ud entend r uncu n­to á D. Emilio Zolá.-Y todavia no le h r bajado ni un á pie ! Por supue toque al d cir que no he nt ndido un cuento no hablo de lo que poco dejan de nt ndor, el suc o ó cosa referida. Quiero decir,qu al examinar de. pacio la pjeza nos me alcanza cuál pudo ser el fin hon sto qu e propu o 1 au­tor al escribirla. Una obra con pretensiones de literaria e obra de razón, y como tal, exige imperiosamente un fin, medio~ adecuado , cierto grado de moralidad, ya que larazón es pa­ra conocer el Bien. De de que el fin brille por su ausencia, e lara también la imbecilidad de la obra. Si el fin e malo lo qu brillará será la perversidad, ósea, algo más irracional que lo imbécil. Y á propósito, quizá en el mismo volumen en que estaba la qui ·icosa ésa que califiqué ab i?·ato, y en que hay cuento ''claros como el ao-ua y verdes como el apio", encontré un cuento modelo, de J ean Reibrach, llam::tdo Ef Tío Tomá. :,) C ~.t .. ~ GO Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .. LO Q1 E ".ALGA': ferrocarril. Artista el torero, por cuchillada así 6 ·:t á . Artis­tista ~l prestidigitador. Artista la actriz que haced l d snu-do l sefiuelo de su público .. .. .. y a í mil1uá . Y como que tanto oír hablar del a'l'te empalao-a á D\\ Emi­lia, pues que puso la pera á cuarto á esto · amadores d lar­t , con habilidad in igual. Quien qui ra persuadirs d qu lo que hay en el fondo de t amor al m·tf'. teatral no s má qu pura sensualidad, léa ·e el uent.o simbólico á qu 1ne r fiero. Y si todavía le quedare alo-una dudilla, fíj se en , to: con ac­trices viejas ó fea , ó que no vistan el h01nbre y bail n ind - centemente, las compañías no hacen medio en el t atro. ¡Mal hayan el arte y la civilización de alguno ! Fuera de estas narracione simbólicas, que on lo más perfecto á que se pu de llegar u literatura nov le ca, hay mpef.í.os de menor uantía, con mérito que aunque meno· grand meno raro. Son las obra· el imaginación en que logra, a. propagar cono ·itni ntos ea conn1ov r, ha ·1 nclo · ma,bl . las osa.· bu nas y h rmo a · . Y ha ta aquí lleo-o, cu1·ándom en. alud; di ndo á la· novelas, chi ·as y granel , cua,nto d ju"' ti ·ia ·e 1 · deb , antes q u se m r elam . Pa,r, qu al c1 cir uatro b rbaridade · que ya m sal n, no 1ne nga néLal con que caio-o d la, luna á os ura. d todo. Ahora í ti 1npo el d cir lo qu . · n la bra de ünaginación, a,lia novela., y u nt ·,para el aLitor y para el le t r. Pan1 1 aut r, una no lita 6 cu u tecito la osa má 1Ji-lwla Ílna~inabl para, a i ·fac r 1 u,p tito qu tolo i .n 1n el verno n 1 trtL d im1 renta. uj to. qu crib n mula con j,y que · rían in ·apac . · el ll nar una uar illa con pen-amiento oportunos bre 1 t ma qu se di se á itlumnos de una la· d retóric, ,mandan á El llfontané. · o ho, doce y aun v inte 1 lieg de narración scrita al corr r d la. pluma. ¡Qué dicha s ría escribir con tánta facilidad, si la obra a.lie­ra de provecho! Alguien lo ha di ·ho-nor cuerdo quién- y e d repe­tirse por cierto y por oportuno, que cualqui r n ticia de los a ontecimientos s n acionales de un diario, pued s rvir de excel nte asunto para el enredo de una novela. Fjjada la tra­ma, basta luégo mediana versación en escribir, algún conoci­miento de lugares y caracteres, ocho semanas de con agra­ción de tr s horas diarias á ponerle JJacha al tema, y ale un libro de trescienta página·, "una novela más", como tan­tas otras, con un nombre propio, precedido del nunca bien ponderado é impertinente POR. ¿Y ele quilates? Imposible que el aficionado autor hubiera sido tan infe­liz alumno de las musas,que no saque alguna descripción ala­bable con verdad, algún personaje regu l armente sostenido, ó •2 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 10 EL :M:ONTAÑES algo en fin, que dé 1nargen á los ami O' OS á quienes se envíe vo­JUmen dedicado, para decir con justicia algún bien de la obra. El autor, por poca afición que tenga al oficio, al meno · trabaja y se entretiene mientras escribe. Para un desocupa­do, sería excelente medio de matar el tiempo. El que sale me­nos bien librado es el lector. La lectura frecuente de novelas es la peste de una vida seria, el medio 1nás á propósito imaginable para relajar hasta un grado increíble la energía de la voluntad. El hombre vale en proporción del grado da energía d __, su voluntad, y 1 or la clase de afectos en que ella se ejercit ...... La inteligencia es gran poder, pe1·o no es "el as" en este jue- 0'0 del destino humano: diariament se v á cabezas de pri­nlera fuerza, hechas unas nulidad s por falta de energía. BtLcon d Verulamio, una de las primeras inteligencias de su época, manchó c-u1nemoria ·con faltas cometidas por otros, y que no tuvo valor de rechazar. Y bien, e de experiencia con tante y univ rsal,que la lec­tura de obras de imaginación os para la nergía pr cisa á la lu­cha diari-a, oporífero insensibl peros guro, capaz de acabar á la larga con la 1ná bien ten1plada actividad. La lucha (liaria por la vida gasta energía; la lucha 1 or la 1n jora individual, la a piración práctica hacia el ideal,r 4_uiere ga to d fuerza voluntaria, hora por hora. Lo que n ce itamo no s ólo d scanso, sino también stímulo; y la l ctura de no­v la.· ni lo uno ni lo otro produce d ordinario. Habitualment , por el vi L ilno int ré qu d . pi rta la narración, 1 con int mp rancia, y cuando d ja el libro, ti ne la cab za at n­tada, la imao·inación llena de ünág n s mal ana , 1 organi m enervado y la luntad esquivando la t· rea diaria. D aquellas xcursiones n.l país de la fanta ía,se vu lvo fa­tigado, di plicente, r fiido con la r alidad d la vida y los deb r cuotidianos: se uel e m nos hombre. Yo 1ni m o, q u ahora cho p stes contra estas obra ilnagi­nativas, qu las detesto con toda mi alma, he su 1 endido má de cuatro v ces este escrito, en cuyo éxito está fincado un pro­pósito laudabl , quemo va proporcionandc, á m dida que avan­za, la fruición intensa de la pat rnidad intelectual, h abandona­do: digo, una labor querida, atraído por un volumen de novela que pusieron donde lo esté viendo. Y si se supiera cómo 1ne pongo mi ntras persigo el enredo de una no' ela! Quisiera pe­garle al que me interrumpe, y no vuelvo á tener como precisa ninguna labor, mientras no hayn, acabado mi lectura. ¡Admirable entusiasmo por el Arte; alguna obra esquisita, que tiene cautivado á Escovarito! dirá l lector caritativo. Ay de mí! pecador impenitente, á quien no disculpan tan santos jui­cios. Pr cisamente, mier:tras más estúpida es, y más llena de enredo bobo y re~umbrón, una novela, 1nás dafio me hace. Una Yez empezada, y por mediano que sea el interés que sienta en saber n qué paró aquello, mayor es mi afán por leer, leer lige- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LOS VENGADORES 11 ro-buscando sólo el enredo, única cosa que hay en ellibra­co,- para verme libre de aquella obsesión. ¡Dichoso aquél á quien no le pase igual cosa, en grado más ó menos in tenso! La lectura de los libros buenos, los que acrecen el caudal de los conocimientos, aguijonean la energía de la voluntad, sir­ven de lenitivo al do~or y ocupan útilmente el tiempo que ha de consagrarse al descanso, es de efectos enteramente 01 uestos á los de la lectura de novelas. Se leen paladeando con el entendi­miento y con el corazón la serena belleza de sus páginas· se re­corren sin ansia, y se dejan sin esfuerzo, fortalecida la voluntad y agrandado el horizonte intelectual. Nutren á laman ra de los alimentos sanos, incorporando paulatinamente en nuestro sér altos pensa.mientos, santos deseos, y hasta energías sobrehumanas. Ya m figuro q o e 1nás de uno de los lector s, aficionado á escribir cuento , va á consid rarse aludido. Y n1e parece oir la a,cu ación que me hace, de dogmático, porque declaro que lo que no m gu ta, no 1ne parece bueno· e decir, me parece 1nalo. P ro que se fije el camarada en que el derecho con que yo declaro aqu llo, no es otro que el mismo qu á él 1 asiste- y con nosotro , á todo 1 ,ctor d mediana entende­deras- para hacer declaración ·emejante,cada vez que al leer una obra literaria no ncu ntre n ella siquiera entreteni­mi nto sano. A buen seguro que nuestro cuentista no escati­mará, al acabar de l er ualqui r 1 ieza de sa en qu no e en u ntra ni alimento intelectual, ni movimi~11t cordial alo-u­no, un "¡Esto n sirve para nada!' redondo e mo un sol. Son los l ,ctore -aquéllos, al m nos, que tratan de dige­rir lo qu leen- los juece naturale de las produccion lite­raria . Y el dogrnatismo en stas materias es consecuencia inevitable d la naturaleza de la obra li eraria, que se dirije á cada lector, con un fin determinado, quedando completamen­te á juicio de éste el decidir si se llenó 6 no el objeto. J. M. EscovAR. LOS VENGADORES YA Dios iba á morir! Despavorida, Natura asiste al inefable horror. ,..,.., •• '11111!.11'1' ... " ~Su vida está pendiente de esa vida: ¿Qué va á seguir? ¿El Caos vengador? ..... . De la mente del Cristo en lo profundo, Asi la Caridad habló al Amor: Hermano, ven; llenemos todo el mundo: Nosotros vengaremos al Seí'lor! M. O. V. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LUCIA. DE ALJ<'REDO DE 1\'[ us::m r.) ~ Jtwto ~~ t_:%:1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LUCIA U na tarde enté1ne junto á ella; Solo l do. est<:íbam Ella inclinó la frente, y como e!l sueños Dejó fl tar lo ded s sobre el piano. Era un murmnllo apena .... aleteo Del e ~tiro apartado Que d,jbilmente ru da entre la. caña., Com o temi udo de. pertar lo. pájaro.·. El dulce ucanto d la tibia noche ·, D la noche de Mayo, Del C<íliz d la flore ntr abiertas lado. D l viejo bos ue 1 antiguo. t' ble Del parque lo ca taflos, .. Mecían ' á compá y blandamente Bajo tL tri te y lloro o: ramos. Oíam . la noch · la Yentana D jaba. entr lazado , Ll 'O'ar l1a . ta no otro. los 1 •rfume. D ,¡ man e e cami­~ no. G n camino atroz, ilnposible. Catnino de las montañas antioqueñas en invierno. Fangale hondo , blando , sin orilla, como de 1 urgante. E - pinazo e trechí irnos : un abi mo á la izquierda, otro á la dere­cha .... y la bestias trababan las patas y e tiraban los pe - cuezo , y lo jinetes, conteniendo el resuello, vacilando y lleno de angu tia, se fruncían. Oh ! qué fruncid eros aquéllos ! En e o momento. iban más preocupado por sus huess los ma- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 16 EL MONT.A~E::-) ]andantes viajadores que lo e tuvo nunca por los ·uyo - ni ' 11 vida, ni á la hora de la muerte-el" autor de la ..~..lla;•Üt. - ·E to es una in olencia, cara .... te! . H me he de ape~u· en ninguna parte. Para al o-o me ·acan cont1·ibución l caulin · . ·­toH ladrones-el cía don .Pedro, el jinete delantero, un hom alto, corpulento. le ro tro anguíne , p e lo apretado y frente tr cha, bajo en. · a · ceja · terca e re vol\ ian do oj coléric , y ~í quien su~ amigo llamaban de lejo , don Pedrón. Y cuando don Pedróa decía una co a, la cumplía. Era el pri­nwr cabeciduro, el dura- cerviz núm ro l. na vez e le pro pu-o av riguar la edad de toda " la mula que 1 a aban p r el fr n ­te de , u ca a, una posada del caulino de !~Iecl llín á ~Iauizale~:;. In tak>se en nn taburete, en el e rr dor. T da recua que pa a­ba la detenía, y mula ~í 1nula 1uiera qu n , l abría la b oca y 1 s eía el po tr r . Pu tant hizo y J er ev n) que la n l u­Ja · aca,baron por c(.m e rlo y al 11 gar junto :í él se det nían , al ­zaban la ab0za y arr mangando la tr 1 1pa le n •naban lo· di nte , y lnégo egní an. Figúren e i un hombr de e e temple había de ·eder, ap <Í u ­do ·e. t::tban consternado·. Sabíau c1ue el todo nt c·tl.pa~ s llOm.br • iolc11to : J 1uatar la rnnla de matar.· e él mi .. mo, d" cualquiera barbaridctd. Y ·l gran p ligro , ·t!lba n qne, ll•vado por la ira •n '·e 1nom nto d 'arr •bato, lo dijera, pn ya, no habrú~ llH do d ' ha ·o do Y l v r atrci . D • pr nto temblaron tolos. Hasta la mula ata ·cada quedó qui •tecita. Don Pedro e m u oz ron ·a y poclcro a, eur nqne­eida aun 1n~í · p r la cndo e com un leún y con z qu 1 are-cía un rugido, conte tú : - ¡ Pa ra:pame ! EFE GóMEZ. 3 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 EL .l\10NTA:ÑE8 NOTAS LlTERARIA.S [AL PIE D.CL RUIZJ V ebí qncz~ el autor d Al J>i é d el R uiz, no s nn de . co11o ·ido OH la lite rn.tura na ·ional. La noY la corta. ~~~~.""t. ~qnc ll 'NL el título d ~IadJ• e lo dió á ono ·c r ~~. xtcnsam nt , ' en Antioquia con éxito brillant , "cuaudo 1 alió nna 111 dalla de or pr nlio nuíxi-rno en el concur ·o primel'o q n abrió La (J[i .· el úuea ci lo tal u­to · r ·gionale . L ·L n nova obr~t anunciada con timup , o agnar­d< lba con an:i¡¿ d(>! R11i .?- tendni n Antioquia 1nucho qnc st¡Í al éll c an de la Jlla. oría, 1 rque c0nt tllpla l gnst) dominaut L, no atncn. l~v cr en ia arraig·ada , ni el ' ·trn · e lo, pl" juici · re c ibiu< . "o " un libr > d pr paganda ni ·· ·u - la: s nna nov la d ·o ~ nmbr .-., •tntio~,'é d el Ruiz un per onaje que de ·taque obre lo derruí que de pi rte interés especial y cou tante y qne lle e t cla las sim­patía. d e l lector. Si el libt·o de V ~lá ·qnez fuera un rn d lo d ot·iginalidad ó una revel ·J.cit)n _.n el art na¿é d l Raiz, el ar­gumento e repite, á pe ar de que aqn lla virtud tiene muy po­cas imitadora en la vida del campo. Y en esto Velá que7. a­le de lo ordinario, para embellecer us obras á costa de la ver­dad. Cuestión de temperamento iu duda. Velá quez se !nues­tra partidario y amigo de las mujeres y no quiere hacerlas daño. Nosotro celebramos u espíritu b névolo (afeminado, dirán otro ) y gozamo formándonos por un instante la ilusión de que el mnndo con su dinero y u halagos no puede corromper las campesinas hermosas, pobres y abandonadas. Regina es el personaje de nuestra simpatías: nos gustan los seres de naturaleza refinada. El autor la esculpe como una ver- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 20 EL MO r_r A~ES d8.dera belleza 111Í tica. 11 Yocar·wn no es un antojo, ni e hija del de pecho, es la fuerza connatural de los ser qn e santifi­can · es una 1nan ra de eutir. de Bcntir hondo con una n i­biliclad enfernliza y ca ·i dolor a, c01uo lo Jmnn tra el desen­gaño que expcrim •nta e11 Yi~ta de la r alidad cuando acaba d l cumplirse l suei1 de :-;n vida. Ya e Hcrruana de la Caridad . . · eu vez el hallar· en lo · Ho pitale a ·i ·tiendo nf rmo ó eH l campo d batalla cul'ando hel'iclo , e tcí. ·n onando Grarn de Regina de ·conociendo eon ello ha ·ta la · le. •e · orgánica ? Al fal oar esto 1 r na jo, V lá qn z olvida qu la novelat:; s<>lo valen por la, Y rdad )n¡- Inana qne e ntengan. Y decimo~ qu' n e lógic natural ni ver ímil l am r ine p rad > J R ~O'ina, porque ·ta mn ·hac·ha no ha gnid~ •l d anollo d la n1í tica por falta do n~arido. l~egina n a ompaña :i la · heroina~ del o. p eh qu vam }t d cribit· n pocaslín a· . Han vi \'id ~í ·aza d" marid y cuan­do pierden la o p r~nza de atnti arl palid e n, •nf rman de ere. ente pa an á mí ti a : ti n n el e ' Inisticismo rabio­. ·o que e talla, cua11do 111 no ~e c. 1 ra,en intoleranci .... r envidia · la reputación de la gent muer ú. poder d• , u l ngnas cnY - nonada ·forman e ngregacione r ligi as q u irven ¡ah fnne - ta ! para alejarlas m á ' má d la villa porque e l prohibe ha ta el baile, una co a tan d la natural za qu cuand e uchan música bailable i lm~ pi~ e ntra u bien aquietan dánzal s el corazón · á t da hora bí.n n vi itas á la iglesia, qn son Ine­l'O pretexto para caminar la calle en bu ca de la pre a codi­ciada y cada vez mcí lejana; lo ~ ratos que resuelyen ::t quedar­' e en ca. a e para ga to d ventanas, ocultas tras la rejilla del ba tidor, niirando hacia afuera la Yida que pasa á lo largo de la calle in·<.:ontar con ella , flor olvidadas á la vera del ca1nino; de noche, de pué d r zar el rosario, que les trae el recn rd vivo de días mejores-de la infancia, siempre fdiz-perman cen ilenciosas, llenas de unaan iedad in nombre, oyendo los tañi­do lúgubres de la campana que da las horas en la esquila d la iglesia pr~xima;la pisadas do lo hombres alhi en la ca11 les Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 21 trae un eco del 1ntmdo, y alguna v z el acorde de. "·anecido de una erenata qn d dican ¡¿ del Ruiz ·n la cual r vela ·y lás uez la dote. que tiene para o .. critor de e o, tum br ", al e: tilo d" lo. grand . mao. tro, dot r aliHmo n la l.lOY la. '· 'uando ('r yú que todo~ d•Jrmían en la rasa :e leYatt ó :uav ·m ·n­t, y andando lo mi:-;mo por eso: corr df>r , lJ g<í al portc>n. lo a bri<> ·on maiía y tomó la calle. Toda la ciudad repo:;af>a n hondo ,·ilcne io. A })0<'0, re linado n una e,qnina. metida. las uutttos n lo:-; boLillos dP los pantalone., pen:a l)a en una en ducha del ea mellón de Gua,,·aqu i l que ·olían• e ITar tarde y d la cual había .. ido ~1 a. id U•> parro uiano. A ella. en aminú. \.larga di ·tancia alcanzó á v r que aún staba abierta. porque entre la. ombra de la noche se veía :al ir del int rior d{· la venta un<¡ eomo abani o de luz que cruzaba el ·a m llón qnebrando sus rayo en un cañaveral que. e m cía al frente ron mi. t.erioso ench i­cheo. '·Dentro de la venta e·taba una m::j r que dormía sobre uno de su: brazo · apoyado en el m o ·trador: má ·allá, n tr una alcoba á media 1 uz, He veía ot1·a mujer y un negro que pelaban la pa,·a :entados en un baúl. -B:.!ena no he Dijo ManueL- Buenas noche,. Re: ... pondió Ja rluefia sin levantar la cabeza.-Véndame un trago. Aburrida de ·ueiio y mal encarada e lo irr ió. A 1 ver que para pa­garpre eotaba.Manuel un billete de diez fuertes, reto de lo que le di - ra Luis e desperezó e tirando lo · brazo:-;, dejó , al ir el sol á su faz y dijo con dulcísima voz: -Qué anda haciendo tan olito? -Iba á a Of(tarme.-Mire que e·­Lá haciendo frío.--E como la una. ¿ Quiéne · e~tán allí adentro ;J-E: una amiga con el marido.-Síname otro. pero grand .-Bien hecho, e to chiquitos no alcanzan á bajar al e tómago. Con largo intervalo de ilen~io y entre preguntas zalamera~ que la ventera.hacíay r pue ta- eca que él daba,. iguióéste bebiendo . en­tado n una banca que por allí e veía. A la hora empezó el monólogo. -8í, a í: impasible al ruído ue un volcán, Mi :eiiora yo no estoy bo­rracbo.- El1o·no Señor¿ qué ha de e·tar ?- Abro mi" ala ..... delicia! ...... voy e:t columpiarme .... Cómo , e ve la tierra!-¿ Cómo :e ve S fíor; Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 22 EL MO~TAÑES - Chica n 2gra . . :1lpi c :lda. d e g'1 · ano. much m:'L negro' ¿,Sabe u ·tp qu1 ne un é.·o. : - ~6, no ~é.- JiJ '(k on lo hombre . Allá entre ese pa­nal a quero o v o una e trella, es m i madre .... mi madre .... Deme un taba ·o , mi eñora.- r: Un m dio ?-- Eche para cuanto. bulto vea. Y alzó á dura. pena ' de . obr el pe ·hola ca.b za. - Tome.- ¿ Ah'?­Lo. · Labaco ·. - ¿, Lo ' tab:u.:o~ ?- Que me pidi<'). - D (íncle e ·tá rui macir . ;. - Yo no g¿ Aquier-> la vela para 9-u e ncienda?-. í. - Por al1í no. - Ah, por aquí. Y ~e qu edó mirandt ~o al fin d l libros mu tra }!anucl d cuerpo entero lJaru. in amnel V leí qnez ría un cuenti ta p pular 6 un verdadero ('"c•·it r d ' artí ·ul . d co tun br . Para la n o vela larga 1 ' ha ­ce falta una concepci ón mú ' mnplia y má: pr funda. o ti u' verdn.d ro ·erebr cr -ador. arra y 1 inta qu no hay m<Í ' quo pedir pero no ab e l juego d la pa ion ,· , alma de la novela. u libro tiene mucha. ·nas que hacen nua l'OJ utación d ' o ·critor. Etia d los últinw.' momento do GenoveYa. e 1 ia e. acta d las co. tumbre que on une tra vida rod an la 1nnerte · aquélla el la enfermedad que se lleva á \ vita, n ta da garra - dvra ublim del amor de una madre por u hija única que nmere, ue va ; e ta otra, Ro ita, angol de Dios, habla11do el lenguaje de la inocencia para interrogar á Manuel . o r cuándo tondní muchachitos y si tiene madre : palabra de can lor oxpontáneo y pueril que envuelven, no ob tanto, una amargura upretna al ser dirigida á Manuel, ~í. é e, el co tal de vicios y po­dredumbre que huy ndo la vulgaridade del hoO'ar e hunde 1 a­ra iemprc en el infierno del alcohol y de la .· :ífili ' . La novelas larga se hacen para infundirle vida á lo. per ona­je. imaginario qne crean lo espíritu priYil giado , é . o que se andan por el mundo con la cabeza en la nube d<índo. o un baño de azul. En las. nov la tiQnen grande importancia los choque de pasio-nes é intereses y poca, poquísima l 1 ai aje . ada hay que Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 24 EL MO TA~E>; de ·pierte m~i · a cnción y entu:ia ·m o q nc la hi toria de la pa ·io­lH:' · humana· d ella· qn como hil riquí imo · forman el orga­ni ' IHO falaz y variable de nn 1nundo in vi ibl . Por o no ·" concib n la · nov las xteu~Sa. ino para de arrollo de la grande. pa 'ion ::4 c1 amo¡· (;] e dio la v 'nganza lo ccl y otro tale.· ·olo o ' del mundo de la.· alma . "1 r •lieve de una idea por Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. NOTAS LITER4\.RI4\S 25 con la pereza y smnisiún de ::sus víctima . Y contra la voluntad de un pu blo q!te jatná. o rinde n p0dnin exil-;tir las tirania .. Sam wl Vel qn ha d -vol­ver ~í lo ro ·tro con 1 r •cuento de dichos gra ·ic sos . oportu­no · qu l por •1 libro había. Los p rsonajes ~ olvidan1n 1 routo. p rqne no alcanzan <.i r individuo r al - porque no vi\Ten para el mundo ie del1-lniz e desenlaza de nn modo más humano: lo I erso­najes cuya vida narra el autor, llegan á ·ituaciones en que está por demás continuar u historia, así .acaban los libro de la escuela reali ta.: unos pocos per onajes logran sus fine , aun­que de una manera incompleta; esotros quedan anulado , y mu­chos eula tumba. En tanto-que dijera Velásquez- 'el viejo Ce­cilio (el epulturero) en busca de almuerzo, se echa al hombro la azada y el regatón, impávido como piloto viejo que suelta y uelta la· amarra de lo bajele en que e van metiendo las gentes agua afuera por los mares de la eternidad." JosÉ MoNTO Y A. 4 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. NOCHEB"CEX • (e ADRO .DE COSTl:"MBRES ANTIOQUEÑAS) I SOBRESALTADO de perté al oír unos golr ecito á la pu rta d mi cuarto; 1 ro pronto, recobra,nd la ·alma conte té: "Bien! Voy'·, y a1 ri a, me e tí. ~=q~-ll·'~¡Cuánto pon. ami nto se agolparon ntonc . á mi m nt ! Al fin iba á pa ar una Noch bu naco­mo la. que mi m•:~,dr , n u noches d re ·u rdo. ·, m habfa pintado. Sí; p ro tab:1 sin lla! Pronto, prim ro aislado , lu go guido , emp é á oír ruidos d pa.so. , y un tr11jin po · u ado n la tranquüa casa. Animado con . to, ali al corr dor, dond ha1l6 á Marta, qut> iba ·on aza , va o. y totuma á dar principio á u t· r a d f' 1(. 1nafiana. ¡ qu l día no la oí bi'Ct ear! Pedro había 1na lru ­cra lo mucho y ya staba d vu lta on la · va a . in duda n1o oyó El na a.ludar á la ;wulata, ó . figuró a marrana "Í ob d cía con prontitu á u ]]ama1niento, yá v ni< on la taza d 1 sabro o cho olat . o ·taba 1 uy lar a J a 1nañana, y in embargo · podían di ·tinO'uir la· form s d Elena; ran tan corr cta ! D lO'a.da , gra ·i a, ll na d vida, st ba · día m jor que d ·o tum ~ br ; u p lo n gro abunclant caía, lt ·obr J la P . ·palda: . · n la fr nte . 8 Y ían, con gra ·i< · o d cuido, alguna. h - bra qu habían burlado d la cintar ja que apri i naba u cab za. -¡Qué InadruO'ador! Bi n ve qu i n int r . ! Tál fue u aludo; y in dar ti mpo á qu l dije. nada , -Aguárdam , Juan,-dijo- y ntró á la d p nsa qu a.l fr n t d no tro taba situada. LuéO' apar ció con un plato pequefio n qu cultaba al­go, y con malicio a ri a m dijo qu le adh inara qu traía. - Si primero nte ta á mi aludo- fue mi respue ta- y m dice por qué e tá hoy tan .... juiciosa, con mucho o-usto, pu s yá lo adiviné. --Nó, no lo ha adivinado, y juiciosa siempre he sido. H y no pued decir que yo busco la pelea; y eso que ayer tampo­co la mpecé, aunque tenía m ti o. Como no hay ri sgo d q u adivine y el chocolate se le tará enfriando,-continuó­tóme de est que trajeron ayer de Medellín, de ca a d la fioras Escobares. Con entusiasmo le di las gracias, al ver dos exquisitas quesadillas que sobre el plato me puso. Vino á int rru1npirnos María, la menor de mis primas, de seis 6 siete afias, quien despué. de saludarme, e llevó á Elena, no sin mirarme con cierto aire de marcada picardía. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Qu dé solo y l n ativo, y di raídam en-templar la obr de Marta. Arreaba ésta una vaca, La anclela, á la que dab<:t ünpa­ci nt s palmadas en l anca, en tanto qu . l1nuchacho d la. ·asa abría la puerta al ternero que, juo-u tón, daba al gr . . alto ·,queriendo asustarse d todo y in mi do á nada. Abajo, en una pequ fía pendi nte, al pie de herm a cei­ba, e veía el p r zoso y corpul nto toro rodeado de una c;uant:.L acas: y -para.das, aunqu muy cerca, d la trtltln­r¡ uenc que ervia d puerta á la manga en que e taban lo t rn ro , había tras tres, que ll nas de impaciencia. no e a­ban d bramar. En la br ga d hac r probar al hijo do La Cancl ln tod<:b · las tetas de la vaca, ayudaba P dro á la m u chacha. T nnina­da ta pera •ión y amarrado el animal al alcanc de hL vaca, para 1u é ta lami ndol á su o-u to e tuviera qui ta, or­d fió Marta un poc d leche n la pa,Ima d la mano, con lo qu untó le. ubr dando principi á . ·u tar a, d pué. d po­n r ltLs V[tsijtL ,rc;u, d u mano y d r 1nangar un p co la naaua p·Lra 'itctr 1 barro, qu yá le 11 o-aba á m dia pan­torr · illa. - i, 1, hoy si t doy o-usto. Y n tant que dirigía al e medor, le ncaro-aba á ~!ar­ta qu de I ué d Lrc Candela, ordefiara u vaca: pu s á cada una de la nifia . e 1 había sefialad úna, de la que hacían r s rvar un poco d lech , en el o-an t s totuulitas que u 1 a­dre 1 había traído del Cauca. Estas vasijas se colocaban en aros d . guadua, para evitar que se volteasen, y en ellas guar­daban la leche para tomar en la comida. Seo-ui á ·Maria y entré al comedor, donde hallé al re to de la familia que terminaba en e e momento su de ayuno. Después de saludarlo , dándoles los buenos días, me sen­té cerca de Matilde, la mayor de mis primas, que acababa de brindarme un asiento. -Es preciso, dijo mi tiaDofía Inés--como ordinariamen­te la llamaba yo-que consigan musgo, helechos y algunas ramas con qué adornar el Peseb1·e, pues no es justo que esta Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 2 s cuando nace l Niñ , t no-a todavía los adorno.· y la. flor y á sec d hac tre día . provech n ahora, an­t de quo alga el ol, y d pa o con íganm una flore d naranjo 6 d limón. Con gu to prometí acomr afiar á mis 1 rima , y pr nt no pusim en marcha. Iban d lan t El na, María Antonia y Pepa, y de cer a la guía yo, llevando d la mano á Ma.Tia, qu s mpeñó la ca y despu de un recodo un poco pesa-ntc r n las q u o ll vabc. n la d lantora para aguar-ra natural, n vo la ' o-ra. ia. h rm- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. NOCHEBUE ..,. ~\. 29 La cesta que llevámo no dio á ba::;to, y tuvimos que acu­dir á los sombreros y ·o?Toscas, que muy 1 ronto se llenaron, en los que queriamos depositar todo lo que nos llamaba la atención. Como teníamos que entrar á oasa de D. Fernando pa­r a con eguir los azahares, fue preciso regresar, porque ya era un poco tard . Otra vez cog~ de la mano á la pequeña. Ma.ría,que, á poco a prov chando un de cuido mio, se adelantó ha ·ta alcanzar á Maria Antonia y á Pepa.. Hacía algún tiempo que v nía yo cerca de Elena y no le había aún dirigido la palabra; ella ro1npió el . ·il ncio, al ver á la pequ fla que se demoraba en una gran piedra atravesada en 1nitad del camino,y de la que no se atre­Yia á bajar. - Marujita, aguárdese yo la bajo- exclamó, y trató de adelantarse para p nerlo por obra. Sin decir nada, alcé á la chiquita y di la mano que me quedaba libre á 1ni otra compaflera, ayudándola así á bajn.r. -No la vu lvo ú querer-decia ésta á María en ón de qu ja. -Mejor,- r pondi6.-Juan si 1n quiere ... ¿noes cierto? -Sí, sí, te quier 1nucho! L_. Más q u /, toda. ~ -- i ...... ! -Ya v ! .... y a Y !-gritaba ll .na d júbilo, haciendo gra.cio ·a m u 'C' .--Y d 1 u , á qui n má ') --Yo le re pond ... - int ·rujnpi6 Elena r m dando á. u h rmanita, --d pué y aun ante qu á Maruja, quiere á una ñorita el Bogotá. . . . lb rto m lo dijo. - :Ud. 1 cr alcr á Alberto?-precrunté orprendido. ­;, No r cu rda que no hac mucho. día le dij de mi algo qu Ud. no qui o cr er. -Pero e t i lo creo, 1 orque lo hombre son tan .... y él me dijo ha ta 1 nombr ! --Cuál es·~ Riéndose m r spondió: - - Clara .... Matilde .... Magdalena .... no recuerdo cuál; e un nombre a í. - Se ha vendido- la interrumpí.--Parece que hoy está Ud. de humor ...... ¿No es cierto, Maria, que las sei'ioritas no deben decir mentiras? Elena re pondió por la interrogada, enumerándmne no sé cuántas mentiras que dizque le había dicho yo en repetida ocasiones. Llegámos en eso á la casa de D . Fernando, donde, y mien­tras Elena cumplía una recomendación de su madre, me puse á coger azahares que envolví con cuidado en un paíluelo. Pronto estuvimos de marcha. Cuando perdimos de vista á D . Fernando y su seílora, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL MONTA:5:ES ----------- - - --- - - - - ---- qu habían perman cid n el corredor de la ca a, dije á Ele­na que t nía que pedirle un favor. -Cuál es~ No sin temor re pondí: -Que me regal el r2mite> de fl r s que trae en el pecho. Sus 1n ,jilla · tifleron le carmín, y mientras quitabr· con te m bloro a· mano el pr ~ioso ramo, no cesaba d repetir: -Juan .... c::>n l? condición de qu no l diga á nadie qu yn o lo reo-alé ! F liz, o-uardé elnrecioso ramito en la cartera, no in h - berlo be ·ad , nt - Poco después no detuvim ~t,nte un grupo formado por 1ni tí' , h-:>mbr a] to y ro bu to, de barba un I oco cana, d ojos n gro· y fi onomía impitica; Pedro, l muchacho qu había stado p8r la maflana ayudando á Marta, y Felip , 1 mayor­omo ó cosa por 1 e. tilo, que a,marra,ba n ·e mom nto con un r :>jo las patas de un n1arrano. F lipe, l In' rielo d Marta,, era el reo-ular cu rpo, bl, neo u 1 erad , aunqu fu rt , de barba poco . p sa, ojo n gro y . ·in vida, nariz el bu n ta1nafl , par ja y amarill nta d nta­clura, lgo hundido 1 p cho y un tanto m tido á gr cio o. V . ·th cami a bhtn é, 1 anütlón azul r ma.ngad , o1nbr ro ji­pa 1u ·tenía chado hacia atrá , y alpargatas qu tunarrab· ·on hiladillo n gro. omplctaba su v ticl - y ·in llo 1 ubi - ra ·id otro,nó F lip , - un carri 1 el ·u ro d nutria n qu guu.rdc. ba 1 b.tbé co, l paf.íu l , lo fó foro , la plata- u n - ·olvíc.u n un 1 ap 1 y luég n 1 paílu lo,-1· navaja, y mil ·o.< . má d que no pu d cindir l camp ·ino an i - qu ño. 1i. cornpañ ra., compa ivt p r natur 1 za, ntraron á la, cr "t cand ]jzad d qu hubi ra una persona capaz d mu.tar un animal, y más aún, quién 1 vi ra sufrir. uanclo F lipe hubo termin do ·u tar a, pidió á Mart una bH.t a; y acurru ándo~ , a ntó en una piedra 1 cuchillo, qu pr bó en la palma d 1a man para r i e taba bi n e rtan e. Pedro r cibió la bat a qu colocó, por ord n d l mayor­< lolno, bajo el cu llo del animal. Entonce F lipc pu o una ro­dilla encima del nudo que formaban las cuatro amarrada pa­ta · d l cerdo, l colocó la mano que 1 quedaba líbr obre la cabeza, y de pués ele s fialar con la punta del cuchill l lu- 0ar apropiado en l cuello del animal, dijo á mi tío que se apartara porque podía mancharlo la sangre. Hundióle en se­a- uida 1 arma hasta el mango, y sacóla después d haberla r n1ovido por alguno segundos dentro de la herida. El ani­mal, que desde que habia caíd0 en tierra no cesaba de gru­ñir, lanzó un chillido agudo, se estremeció fuertemente y em­pezó á respirar, primero recio, con alguna ligereza, después con agitación, arrojando por la herida cada vez que lo hacía una pluma ele sangre que pronto se coaguló en la vasija; has- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 31 ta que por último ólo se lo notaba la respiración por contrac­ciones nerviosa , í.nt · rmit nte~ re to, de sangro q u o a. o­In aban por la herida. Pedro alió á bu.·car 11 locho y r[Lma . ca. con qué> cha-muscar al ani.rr:al; mientn~ · qn Martu, · ll vaba h batea, á la que hó una manotada sa,l para vi tar q u s corToln­piera, y ~ elip soltab.t.la ligadura.· del animal, acomodándo­le n 1. itio d la qu ma, do pu s d taparl la herida e n una tu ·tt. Los el jé n tatarea, y on mi tío entré á la ca a, ondc doña Iné ', qu aHó á nu . tro ncuentro, m invitó á que . i­. cruiéramo · á la cocina, alegando qu d bía aprovechar 1 p r­mi. o qu para 1 día do Nochebu na tienen los hombr , ·, d entrar á aquella pi za, in I ligro de que no les nazca barba ó J caiga la .. al ida. Ademá , s gún la buena s ñora, en to­da parte hay · lgo que apr nd r y allí todos tenía1no. que ayudar. II Era la cocina alta de techo, pintada de amarill(),limpia, y notable e pecialmente por su aseo y orden. En una e quina,y debajo de una e pecie de claraboya, es­taba el fogón. A un lado de éste había un estante de madera en que se veían varias ollas pequeñas, dos sartenes, una oll ta de cobre, un rallo, una cayana grande y dos más chicas. En la tabla de abajo figuraban hasta cuatro totumas puestas una sobre otra, y muy cerca una grande, llena de agua de azafrán, que estaba sobre un rodete de hojas de plátano. En una ollita pequeña, cubierta con hoja de achira, tenían la blanquísima sal, que todavía guardaba en su seno la cuchara de palo con que medía la cocinera la porción que había de echar á la co- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 32 EL 1\IONT A:&E. ~ mida. Le hacían compailía unos 1lato d palo y un Inolinillo de lo mismo. Muy arrimado á la pared, junto á un plato con lechuga , se veía un frasco azul, qu mostraba haber ervido en botic:1 y que gu::trdaba el vinao-re. Por últim.o, una va ·ija grand de barro, que contenía el agua para la comida; y algu­nos tarros de lata- muy estimados de la cocinera-que en me­jores días contuvieron pescado y que ahora servían para co­eer las aguas medicinales. Arriba., en la tabla más alta, habían colocado una sopera, ó fuente grande ele loza, llena de lech ; á u lado, envueltos te­da vía en hoja , n una bandeja, tr s ó cuatro libras d 1nantequilla y cinco ó más que ito . R co tado á lai ared, al­gunos charole de Vétrio:-; tamaflos y clases. C~tjita d 1naicena· pedazos de azúcar· sobr un plato, al­gunos limone ; cuchara· y cuchillo ·can la en polvo y en be­rras; harina de trigo y de maíz; plato y otros nseres por 1 stil , di minado en las varia tablas, indicaban que habictn ·ido colocad s allí á la carrera y para darl pronto muy cU ·­tinto pu sto. Al fr nte el l fogón, en l xtremo opuesto, formando con t,l un áno-ulo r ct , sobr una m ta de palo enclavado n el su l J' taban 1 pi' dras d In ler, unad llas plan como la palma el la mano, y eón a va la otra.. l pi , e n lguno p - ,azos c1 m a ·a y uno qu tro grano, había una bat a,d tinc.- da á r ci ii l u el ellas aye 1-Lntr l f gón y l tant , á una ltura 1 tr . , obr el s o-r·c n pi clra ·, taba t ndid un to ·eo uart rón d mad8ra n q u ·entaban á r cibir u comida: lo · cría lo y p n de la ·a a. ola-abad una ahumada vio-a, ·a i n ima d 1 fogón-- UJ'aña de t mplo-un racimo de plátanos qu y· 1n1 ,zaba á mainrar. Daba luz una v ntana ele b•t.lau tre d mad ra, á la jz ­qui rcl ele la pi dra, n donde m lía n e mon1 nto Marta l 1naíz 1 u de de la vi p ra había pr parad . Al ruido ele ho 1nano ó pi clra mol ndera, re pondía con.ba. tant compá Ma­ría J .~ ú , la cocin ra, que con el mazo de 1nadera rompía n l pilón l maíz para la mazamorra. ¡Qué tipo tan marcado y oriCI'inal! De r gular cuerpo,· má. bi n alta qu baja; n gra· mal ncarada· despaciosa en el andar y más en l hablar; de. e n­fiada., como toda hija del campo; robusta y ll na de vida; el dientes blancos un poco di parejo ; d pelo ca y nsorti­jado .... ve tía de zaraza morada. Era el verdad ro tipo d las cocineras, y como tal brava--que más parecia una serpien­te- y amiga de mandar en lo uyo. Tenía cuarenta y cin o aí'l s, si bien podía representar treinta,y vi ia n casa de dona Iné el sde que nació ésta, á quien quería entrañablemente y siguió á la nueva casa cuando e hubo casado con el "niño Luis", con1o llamaba á mi ti o. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. NOCHEBUENA :n Lin1piándo. J la. mano· n la uaguc ino á .·aludar1ne, agrnrl 'Cicla dizqu~ por hqb 'rla iclo {t vi. itar. En nna 111 1 1 ~ qu fla pr paraba Mt:Ltild la h ju la·, m z ·lando h·Lrina el trigo con hu vo. y mant quilla, y ali. an­do aqu lh lnc:t.·a con una ot lht. uando hubo formad una ida n1uy d lgnda la dividió n p qu ños fragmentos que colo- ·ó al e ~tremo de ltt me ·a, no sin hab rla regado ante de almi­dón, para que no 0 p ga e. En en cajón gra.nde habi<:Ln colocad la forja, indi ·p lL'a­ble n toda ·ocina antioquofia y útil en sumo O'rado. Encima d hL hornilla d é ·ta, y obre coloradísimas br<:L a , d c.:an­. ·aba una gran cazu 1::1, que brillaba de puro limpia. Pe1 a. n el otr xtremo, tiraba de la cuerda qu ponía· n movilniPnto lo · fuelles. Mi tía cogió un gran pedazo de ma a d 1 máiz que e taba. n1oli ndo Marta, y obre la blanqu ada mesa, desocupada yá por MatHd , come11ZÓ á preparar lo nec ario para h<:Lcer la de­liciosa na tilla. Trajo una enorm paila de cobre y en ella echó 1 maíz y la leche q u MatHde le había alcanzado de la última. tabla d l ·tant , parándose para ell() en un taburete de va­queta. A todo esto mezcló dulce, y lleva.ndo la paila al fogón, la confió á María Antonia, hábil natillera. De.la gran banda de grueso tocino que había llevad.o Fe­lipe, cortó Elena blanquísimo pedazo que, después de lavar, echó en la cazuela que había en la forja. En seguida recogió los ingredientes abandonados por su madre, dejando en la me- 5 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 3-! r-:;a única1nente un poco de ma a, con la cual hizo una Tan bo­la qu colocó obr una band jade porcelana. Con grc:Ln di i­mulo r cogió la· mangi1S de la chaqueta casi hasta l codo, lo q u me pormi tió ver dos bien torneados brazos, en uno de lo · cuales, y pintado por la naturaleza con cariñ.o o esm ro, ha­bía dos p queílos y negros lunares, casi juntos. liizo Juégo un roto en mitad d la e fera, l que llenó on huevos, quE. con habilidad partía, y con rebanadas de areno ·o qu ito, y pegajosa mantequilla. El maíz capio ca1nbió con to d color, tomando l de crema claro. Elena con las palmeo. · d la mano hizo rodar la bola á lo largo de la vasija, re,·ol­Yi ndola para que qu das iO'ual '"'antid<:""Ld de materias compo­n n te n toda lla. - ¿. T ndrá . ·ufici nt qu ito ?- pr O'untó á la coein ra, in r pond r se acercó, dio dos ó tros refregon duro., •hándo e un p dazo á la boca lo palad 6, añ.adiendo: -¡Valient nifla pa hábil; ni an misiá Inés en sus gü no.· ti \1npos! Pepa informó que ya e taba bi n cali nt la n1ant ca,yqu no había temor d qu di minuy el alor d un momento á otro; y fu á ayudarl á El na á he. · r bolita qu fu ron arro ­jando á ]a mantocá, Ja qu , . in duda por la mi rna rnzón u la · co ·in ras, ll na d ira. r cibió á lo · .futuro buñu lo , r - funfuílanclo al principio, y luégo, •om1 r ndi ndo quo lo in ­truso no rán ·ulpabl · cupía él qu imprud nt . ponh ul alean(' d u 1"1bia. Con una a· illa de l fia. · _ haeÍé O'irar á lo. · bu.ílu l , para qu r ibi ran calor 1 or toda 1 rt ha· Ut qu . ponjad ·y h rm o. . iban dorando l ntan1 nt . En otr rin ·ón, _u bruñida r aila, purificaban l almíbar, v rti n ­do la ·h ra d .. ntwo¡; ._· implmn 'Ilt p J' vía d •n s a la 1nolt< d e 1 .· antioqu e iio~ al nna · 11 d e 1ncc~ínica cr u e ral, nl<Í alo-nna ' n e ion e d ind n . trial· e . 1 erand o cpw üil (' ·to · do. factore. e i11i ·iani la , -ulcrariza<.'Í<)n d la indn.· tL"ia ~ 1 :ctri n. qn tan f c uud< 1 u •d · re n1tado ütileH en un 1 aí, ·n doud ' yac e n l01·mid a . l'iqncza: inmcJiata. <Í. eolo: al • t~ caí la d agna. •O'ÜJl lo OU:-i ) l'Va l ;1 ore 1Jl'Of ' 01' fran ·é Panl Jan •{' d mnndo ·n que Vl'tnnos · un nlmHlo dobl , <) nlCj or, c ~ t able J inde.·tructible . L(l ent~ ryirt e. in cr eable é inde.·truc­tiblr> , y paree n enlazada ab t rno p r los lema : JJonde lwy JJI(It eria IUfy t>71N'g[a· dond hay enn·gfc.t /¡((y ,nrde1'lct. La energía a · ociada c-í la materia se pr, enta n d for- Ina : n acción ó en t nd ncia de acción, . do aquí la diferen ia entre la en l'O'Ía actual y la n rgía potencial. Las n1anif staci u es de la energía on 1núltiple · ; 1na para el indu trial in ter a conocer: 1 o La energía l\Iecánica· 2 9 La enero·ía Eléctrica; 3<:> La netg.ía Térnlica; . ±0 La en rgía Quí­mica. Cada una de e ta energía puede trasfonnarse en cual­quiera de la otra , co1no que ellas on 1nanife tacionos de nna mi n1a can a. Para el tudio analítico de ta tra formacio­nes, hay ab oluta nece idad de conocer las equivalencias ntr la diversas unidades que miden lo efecto de la energía apli- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ENERG IA ELECTR ICA 37 cada á la inclu tria. Tomnremo:; para llo, como lnnto de parti­da, la unidade 1nec:ini a . U NIDADE • -Se llama tf•(tl;ojo en moc:ínica al pro el ucto de nna fuerza p r una longitud. Trabajo e, término e peeífico, . ' a que él no 'iguifica otra eo a que la ?Ji eJ·gfrt actu(({. Si e ele­,- a un pe o P del nivel del uelo cí. una altnra JI, 'l trab.-tjo ac­tual de e e cuerpo e tará repres nta. o · tra 1 a jo · crcín siempre a . imilablc al de nn pe . levado <Í una altura . - p r lo tanto podr<1n valuar e 'll J ilogrcim tro . Ln go correcta1n nt · pn do d 'CÜ' : tal individuo animal 6 nuíquina ha producid) tanto l-ilogl'ámetro . Ma la noción el ' tral aj no ba ta por í ' ola para hacer ·onoc r de una man ra completa la. propi dade.· de una máquina· tant e a:í que una máquina d ~bil puede 1 ro­ducir el mi mo trabajo que una m~tqnina potente en dif r ·nte e pacio de tiempo. De aquí la n lee idad de intr dueir e. te nuevo factor. Se llama potencia ele una m:iquina, la capacidad de trabajo normal d dicha máquina en la unidad de tiempo. La unidad el potencia erá la de una 11léiquina que tenga capacidad para efectuar un kilográ1netro por gnndo. Ma la indu tria ha adoptado otra unidad el potencia el cabrtllo de va­j) 01' ó implemente cabrtllo. e llama eaball la potencia de una 1náquina qu pu de efectuar 75 kilognímetr por segundo. (1) (1) E . te e el caballo francé . El inglé. qui Y ale á 33.000 libra. l - ''antada á. la altura de un pié eu un minuto. Es un poco má · grand que el francés. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL )fQ~TA:ÑES E 'ta unid.all d. e 1 otencia. enteramente arbitraria, y ni :siq 11icra tiene ]~ Y ntaja de r laciouar ·o eon el i tema 111 ~trico decilllal francé ·. En el Congr o Int •nuwional do l\1 c~tnica de 1 ") 'D · ~ trató de reernplazar 1 caballo de vapor 1 or el I>oncelet que va­le 100 kilognl.metros . que 1 r 1 tanto es m<-i cómodo para 1o cálculo . Ila ta h y no :-:e ha podido co11trariar la antio-na rutina y aún ' expr . a la p t ncia en caballo . Ante.· ele entrar en l e tndio de la unidade~ léctri a-_ trataremo d . tablocer idea rudimentaria sobro lo elemen­to earactorí tico · de la n rgía léctrica · y para hac rn · com­pren:-: ible · 1 ropondt·euw alguna comparacione con la IIidnín­lica, porque e ti111amo qn 'Sta parte d la mecánica e· la H1él · abordable para l no iniciad · eu ·tndi indu ·triales. ------:1 1 ;H 1 - /~R : 1 o o : ~=p8'_,- 1 '\ 1 . . -- - - - - · - - - - · - - - } - - ·- - - - - - - - - .;;;;¡ ~-.~ .......... ~ o --- - --o - - 'nponcramo , nu tan 1u T y una rueda ltou R entre lo. cnalc · ha una diferencia d ni 1 = JI. La tubería L concluc >l agua de'l t:tnque á las pal ta qn "'ncn ntran en la parte inf ri 1' de la rueda. En una iu ·talación d e te gén ro apuntaromo la ob r vaci ne igui nte · : 1 ()- Entr l ni vol nperi r el l agua lel tanque T y la par­to inferí r de la rueda R, hay una clifet'encia de nivel. 2!_\ En 1 . egun lo, tmnado como unidad l ti 1npo. pa.·a 1 or la tubería L una cantidad le agna nuí ó menos grande, ún el diámetro iel tubo. 3'-" Los tubo L opon n una re i tencia al pa o del aO'ua debida á la fticción. E ta resi tencia e proporcional á la altu­ra H y ::Í la longitud L del tubo, é in. ver amente proporcional al diámetro. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. }~ ~ERG IA EL E 'TR IC A 39 4"' El agua. en u caída produce nn trab:tjo proporcional lÍ la dtferencia,~ de ?th•el y ú la cantidrul dr., agna, que Rc1le por lo· ftiÚ{J • 511- El trabajo producido n la unidad de iempo no da la, pote,wia. Reemplac mo l:t xpr · it)n rbf'ereucirr le 11h•el por dife­r ·n cia d pr t:;ÍÓn que e: 1ncb c. acta en la e ' peci . · en la cana­lizaciúu anterior tendJ"'lllO para con~i ler expr ·i(}n P XII = } mv. -E11 u tu t pro ·iúll J> y m r pr u tan (trabajo) (fu rza \'ha ) re ·p ·cti' amcnt el pe · ~· la ma ··t d e la cantiua l d agua alida en la unida l de tiempo· t' la v lo ·idad de :alida de la nli ·1na ag-ua . En una in ta]ac·i<ín cléetrica •twllni ra cncontraremo lo· nü··mo: el 111 nto antt·rionucntc <·on , iderad . Tom 'lHO. do· hilo. el •obre y cstabl zcamo · entr"' llo · una difer ncia d pre­: ióu eléctrica (qnc tou1a el n nu r' úe diferencia d . p tencial). E ta difer ncia de potencial , el bi a á la can ·a llau acla (tt e,·za r-l núno· ...........•.... 1.102 Ki ttl r ::í 15 o O. . . . . . . . . . . . . . . . 1 .1 2 Latim r hu·k ( ah' o corr cci,' n ).l..f-3 '' Gn ¿í 12° C) ................. 1.3 O L t unidad de intensidad, 1 Amp re "'e r pre cnta pr:i ·­ticanlCute 1 r la corri ntc in variable 1ne d po ita n un s gnn­d 0.00111 gramo doplata. La nniclad d re:·¡ tcucia 1 Ohrn, s la re, i to ncia frocida o. ha COHYouü.1o u adoptar una unidad perf - muni ' tll l <Í dicho en •rpo · tent1r 'mo. : 1 dina fu •rza de 1 gnu. i damo · <Í q uH valor numéric 1 lll. g rrí ) : reem ph.zcu.uo , n da: 1 1 dina --= ---- ·m n 1 h ó ru, 1 erO' e icrual :i la unidad d e fu rza multi¡ licada v or la unidad d lougitud: 1 •r Y al e('harno ·por e u' camino.· de Dio , en bu. ca de aventura~ que maldita la o. a nw importan hac lllO' otra vez profunda ·orte.·ía al JJúblico r sp tabl . al ilu. tracto públic al pú li 'ü traga- ntcro; y l 11 n que 1 >. último' m :e· han :ido para ·t cabo del mundo en qu vi irno~ tan fértil . n uceso· de toda cla · polí i ·o· int~rna ·ionale., literario. - e d ir, lo qu por a ·á llamamos tal.. cco­nórui ·o· . ucial y .... ''de Yaricdade~ omu dicen creyendo que :í el ic n algo, ti rtu.' p riódieo ·-- qu ni para numerario: t ngo hoy ·- pa ·io ni tiempo P ro ya verán luégo ...... lo.' que t ngan pa i ncia y :ohr todo paguen la u rición, pue el próximo número no lo re ibi­n1n :i n

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El Montañés: revista de literatura, artes y ciencias - N. 13

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Lottie Luna y el misterio del jardín

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