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La Mujer - N. 1

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  • Año de publicación 01/09/1878
  • Idioma Español
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
"La Mujer - N. 23", -:-, 1879. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2088540/), el día 2025-11-03.

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Relato de un asesino

Por: Mario Mendoza | Fecha: 05/06/1879

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LUZ Y FE DAN FUERZA. LA MUJER, REVISTA QUINCENAL EXCLUSIVAMENTE REDACTADA POR SEÑORAS Y SEÑORITAS, JIAJO LA DJRECCION Dll: L\ SF.j:IQBA SOLEDAD ACOST A DE S AMPER. ======~~~====~~~--~--~======== N.0 17. ~ ==--_=:_~::.-:==·~~-=~,~:::: - ~ -- --- ~ JUEVES, JUNIO 5 DE 1879. ~ PaacJo 30 u. ESTUDIOS HISTORICOS SOBRE LA MUJER EN LA CIVILIZAOION. ' G.APfTULO OCTAVO. J,A MUJER GRIEGA . (CONTINUACIOS). VI nos eruditos, faé Ja inventora del me. . . . . . . tro poético, que tom6 des pues el nombre A med1da que la C1V1bzac1on se 1b& de 1cijico, por haberlo usado Safo. desar~lla.o.do. en ~recia, la muj.~r fué SAFO fué la poetisa más fam~. de la tambum d1stmgmendose y cultivando antigüedad. Era natural de Mttilene, su inteligencia. Las primeras que se segun Suides, pero vivi6 en Leahoe bici e ron notables como poetilla.8 fueron hMtA la muerte de su e.'lposo, cuyo nom. MlBTJS, C<>RINA. y Pu \X 1 LLA, contem. bre se ignora. A! vene viuda 118 dedicó poráDeas todas tres del mí ... célebre al cultivo de las letras y fund6 una el­poeta lírico de Grecia, Píndaro. (1) cuela para enseñar á las mujeres de KlBTIS fué la. maestrn de elocuencia Leaboe la literatura y el arte poético. de Píndaro y de Colina. Pero en breve, las mujeres, envidiosas Co&UU., nátural de Tanagra, tom6 de su ciencia. y de su talento, la hicie. parto en cinoo concul'liOs de poesía, y ron la guerra y la. persiguieron, hasta. au11que tuvo por rival á Píndaro, ella que tuvo que dejar su patria y pasar ' obtuvo el primer premio on todos ellos. Sicilia. Allí fué recibida. con tanta!~ ae. Segun ellexiccSgrafo griego Su id es, Co. ñales de aprecio y atlmimcion, que sus rina fué autora dfl una obra. sobre el compatriotas, volviendo sobre tus pa­arte poética. que ae ha ~r?ido. sos, se arrepintieron del manejo que PBAXILLA., segun la op1n1on de algu. habían observado con ella, y le levan. ( 1) PíDdaro nació en Tébaa 520aiioe intee ta.ron una estatua en Sicilia é hicieron do Je~~ucriato. Oompuomuohu obraaqueno acuñar moneda que la representaba de han ll ~~gado ~~~~ noaotroe. No se con mujeres, y en couroerno-¡ siglos! 1 racion del hecho, levantaron una e~ta .• Safo compuso muchas odas. elegías tua á :Marte en honor de las qne mu-é himnos ti cual más dignos de elo- rieron en el combate y erigie1~n á 1 gio, segun el sentir de sus contemporá. l Telésila una column:\, encima de la neos. Desgraciadnwentes estas obrasl'e 1 cual pusieron la estatua de la poetisa, 1 han perdido en el trascurso de los siglos, rodeada de rollos de manuscritos y en 1 y no podemos jt zgctr de su mérito sino el momento de pooarse el casco gue. por una oda y un lti'fltno á Vénus, cuyo rrero. Ademas decretaron que todos los 1 relevante mérito es incontestable. La años tendria lugar una fiesta, durante 1 mejor version de la. oda en español, ha la cual las mujeres deberían salir ves. ¡ sido hecha por la famo!lll. poetiEa cu. tidas de hombre, y los hombres no po­bana doñ:\ Oertrudis Gómez de Ave- drian presentarse fuera de sus babita-llaneua. ciones sino di~frazndos de mujeres. J 1 Cout~ruporánea. de Rafo fué la poe. Otras T•oel isas !'e hicieron notables ti:;a Em:\:-IA, natura.! de Lesbia. Sin durante In. upor:a. mús fiorecieute de embargo, nada se sabe de su vida, y Grecia, pero sus obrns nos son de;.cono­s6lo ha llegado hasta nosotros una oda ciclas, y solo ha llegado hasta nosotros incompleta. algunos .le sus uombrcs, corno el de TELÉSILA era. natural de Argos, y ~fl'l'Í; uB TEGEO, DAMÓI<'ILA, Nos::;Is (2) l~t1t.a roca, que doruina élrnar. ~ y Mm.;nrs DE BIZ~L:W. en una de laR islat! J ónicns, conocida hoy con ol nombre de l'i:111ta Matía, lugar bellísimo y S. A. DE S. muy fértil; t1Ut~ habitantes cultivan el olivo y la viiía, pero son pobreB é i¡;-uor:mtcs. 1 { Coni i t' llfl t'tÍ). ·------- A DORILA. (t;;AXDO en mil! noches de tenaz imsomnio Moja. mi alruobarla lágrima de hiel Y l'l l¡ mis arteria!.< la iuflau1acla sangre Sit•u :to latir en mi ardo1·os:1 sien; Inril!ndo tn inefable ¡;ot.o, IIl 1 En tu regazo á reclinar mi ai .. n. 1 r allí contigo y con mi ticrua hija Olvido el mundo y el dolor y cl mal ; Palp!t:• el cornzon alborozado I.a dulce paz,ja emb~iagndora dicha, J,n lira humano fmnca cantarti : Y vutlh'o ol pecho libro á reapir .. r. Qnc aaí consnela la llusiou tunante A lo.i t¡uc sufren de la au¡¡cncia el mal, Y devoran su llanto y su torrucntu Eu triste y dolorosa soldad. Ir Bienes fugaces y¡ 'amas completos Xo tienen fuctjta ni inspirar podrán. Qne sólo puedo ~ vnntar el ruma A la e~~fera de noble inspiracion l 'o sentimiento piMJeroeo 1 fuerte Que la soatenga, ~ue la do vigor : Que Lrote de el a, como brota sangre T>el centro de la , ida al pa!Jiifar, Que In Batuda, q ~e le arranque acentos Que ti desgarrar 1 1 corazon irán. Pero nn jnzgttes mo desmayo el alma y ose terrible , poderoso móvil l'onJ!tc CSIUI lineas do dolor trazé, Que así trasforml nuestro débil 1101', Que quien de amur y do osperan~a vivo . Es el dolor, iugé· ito en el hombre Tiene en In tierra el más preeiadp bien. Y de la vida las proma ley · Y aquí Dorila, como t'n todu part88, Y esa la causa e que caate mi alma La inttable vicll\ Sil eom~J'rte en dos ; No eecuas dich ni fugaz placar, Dias serenos, dulcc.'f y tranquilos, Sino esa~~ horas e amargura intensa Y nmargas horaR du tctllll'. dnlor. En quo destila e corazon au hiel. Y en CHI\8 hurnA mi' t·ccuordo toma La que al vert e en la sentida estrofa Hácia esos tiempoll qno pasaron ya; Que extraño oido á deleitar irá, A mi11 aruac!oe, venembles padres, j Deja ali\·iudo el razon doliente A mis henuanoa y mi dulce hogar, Y al alma vuelv 1a perdida paz Donde ya utmca cecuchnrois amautea 1 IV . Entre 1118 vuestras resonnr mi voz, Hermana, dulc 3 hennana ¡cuán* -..cM Ni ya comunes volvenín ti aemoa Vil'nca á mi alm· en ilusion fugaz La esperanza, la dicha y el dolor; Como un íris de ¡lmor y d11 esperanza Hlicia la dulce y tau querida patria, La pena do la a~ÍCncia á mitigar! Sus verdea campos y au cielo uul, Bendita seas! jlle parece verte Sus tihios airea, sus hermosas uochca, Jauto á mi lecho ae dolor velar Su brill.n1tc y ctuma juventud ; y compartir, 80Jí,cita y amanto, Hácia esos bienes, ju'l"edill!l! años, La ruda carga d un cont!nuo afan: Rico poéma de ilusion y amor, lleudita al, po ue vert11te ea mt alma, Cayo recuerdo me doagarrn el alma En horas de amal ~¡8¡ 1110 pesar, Y enluta para siempre el ~;orazon. Un tesoro inefabl de ternura Hácin CBáS tumhaa quo en diatiutoe climas Con tu inmenso cj ·¡¡0 fraternal. HennanoR reetos ent'enaron ya, To debo mucbq y gratitud eterna ~janclo. triste. aolitArio, mudo, TIUl santa deuda . 0 podrá pagar El que n.ntes fu.ern nueatro alt¡;re hocnr. .Mauicmprc,siem re, á dondequicrquo-.a;ru, Y entonces stcuto ... lo que nunca, nunca, lli tierna bendicil 11 te seguirá. Uum ~na pluma á dC!lcnl.ir llc¡;ó: 1 Callemos, pues, y solitaria Jll¡;rirn:~ · H. AmoxARCUJ DE Y. Mi aentimiento cxplicnr:í mejor. Boyacá, F'ebrc de 1871. ------~··-------- LOS DESCUBRIDORE fcuAT>ROS HISTÚHICOS Y NOVEI~ES OS-SIGLO XV. (CONTJNUAOIOS). ALON~O DE OJ EDA. CUADRO V -14114- H A 1 T l. ~b}e, que ni UD& hoja 1t IV moria en 1 boles de los alrededor-. Tooo eataba en ai.leacio, W1t.o n el Ojeda, que pia noches no dormia campameoto indígeu ooaao • tl fuer. J dies que 10lo comia ~ra ~ delíall~ te. oobijadoe poi' ua JlGCiiae m.., ~ oer, viendo la ;ranqnLdod ea qae ya. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. --- -~------- -~~--------~----- 1- 104 LA MUJ] R . - --------~--~~--------------------- oía. el enemigo, quiso retirarse ñ gozar - !Alonso! tornó á decir la voz de de algunas horas de sueño despues de enat es, pero no pudo distinguir sisa.. haber dejado centinelas en la~; parles lia d ~ la imúgen del altar ó de la pos· m{LS débiles de los muros y palizadas. trad figura ; Alonso, deoia, yo pienso Era tanta la fatiga que sen tia aquel en t .. . no me olvides nunca .. .. bom bre, que jamas dejaba. ver debilidad .....; ~lana, ltfaría! articuló por fin Oje. en su cuerpo ni en su espíritu, que da c< n trémulo acento. apénas se hubo reclinado en su duro - , los e~pafioles, haciendo parte de ella señor, trayendo ademas obsequios ¿e todos los jefes indígenas 'de la isla. La coosideracion. intencioo de Caonabó era caer al mis. -¿Cuántos son 1 repuso el cacique. mo tiempo y el mismo dia con todos -Diez hombres y un jefe: el mi3- sus coaligados sobre la nueva ciudad y mo que defendió la fortaleza de Santo sobre los fuertes de la Concepcion, la Tomas. Magdalena y Santo 'l'omas y no dejar -¡El que llaman Ojeda.1 uu solo español vivo en todo el terri. -El mismo. torio de Haití. Para llevar á cabo esta -Qué fortuna: exclam6 Caonab5. audaz empresa, sólo se aguardaba la ;Yo que deseaba ta.nto ver (1 e¡¡te hom. llegada de ciertos emisarios del caci- bre de cerca.! que que vivía más léjos, para con ellos -i Y permitirás que llegue hasm señalar el dia de las proyectadas Vís. aquí? preguntó Ánacnona; i no temes perll.S Sicilianas indígenas. alguna falsía de parte de los españoles UnA. hermos:1. tarde de Diciembre ba. en las presentes circunstancias 1 llábase Caonab6 recostttdo muellernen- -¿Qué podemos desconfiar de once te en su hamaca refiriendo á su esposa hotn bres cuando tengo aquí rmmidos favorita las maravillas que babia visto más de cinco mil guerreros 1 Admíra. en los alrededores de la r~abela., hasta me la grande alma y nobleza de estos cuyas puertas babia logrado llego.rocnl- hombreH qne vienen á libran;e en mis tamente, con el objeto de descubrir la mano$ atenidos á mi generosidad. Co. manera más fácil de asaltar lu. nueva rre, Mtadi6, dirigi~orlose al mensajet·o, ciudad españolo.. Describíale, entre dí que lo:> dejen pasar inmediatamente otras cosas, el asombro y el enoantú y los reciban como si fuese yo mismo. que babia experimentado con el sonido Apéoas hubo partido el úgil enviado de la campana de la iglesia, cos.'1. que de lo~ vigíM que guardaban las selvas, suspendía y entusiasmaba. mús que to- 1 cunndo Caonab6 ma.udlÍ que se prcpa. do á los indígenas de aquella isla, bast.1. rasen á recibir á los españoles con to. el punto de qne muchos arriesgaban su do el bot~to de que podía disponer su libertad y su vítla sólo con el objeto de desnuda majestad. Conforme Íl sus ór. acercarR~ al lugar en que sonaba para denes salieron en primer lugar con sus ellos la música más sorprendente y mn.. mejores atavíos (es decir, plumajes y ra.villos!~ del universo: creían que la pinturas) los principales cortesanos y campana era un presente divino, obse. 1 habitantes del pueblo, con antorchas quío del Dios de los blancos, y que no encendidas en las roa.uos, pues ya. ha. podía haberse fabricado sino en el cielo 1 bia llegado la noche: seguían les una y por m:.tno de séres sobrenaturales. comitiva. de treinta mujeres de la casa 1 ~Ah 1 decía Ánacaona, cuánto diera rMl, vistosamente aderezadas con de­yo por oir esa m•ísica. que decis ! lantales de algodon bordados de varios -Eso lo lograr1~mos tal vez, pero no colores, y anchos brazaletes de conchas 'sé como la tocan y si sonará lo mismo relumbrantes, coronas de flores sobre en nuestro poder que en el de los f0- el cabello ca ido por la espalda, y en las ra.steros. manos instrumentos músicos las unas, 1 Interrumpi6 la. plática de los dos y palmas y ramos floridos las otras. '------------------------------------------------------------~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 107 Admirót>e Ojedn al ver llegar por pasado ruido de varias conchas que entre los árboles al acercarse al pue. -adorna bao sus cuerpos. blo, una procesion tao imponente á la Terroinado este poeñal de que les habían preparado en una casa respeto, y avanzó por la vereda segui- grande que pusieron los inciio~ ú su do de los tlemas españoles. disposicion, suplicó al cacique qué lo Al llegar á cierto punto se detuvo permitiera tener cou él una conferen­la procesion á uno y otro lado del ca. cía, para la cual tmia intérpretes. mino, y se adelantaron las mujeres Despues de los cun.plimieotos del cantando y danzando, yendo á deposi. caso por ll.no y otro lado, Ojeda le ma. tar al pié de Ojeda las palmas que lle- oifestó que venia á las tierras de Cao­va. ban en señal de pn,z y bienvenida, y nab6 como embajador de su jefe el lo condujeron á la presencia de su ca. almirante Crist6bal Colon, con el objeto cique. Aguardaba éste á su huésped á rle invitarle á que le hiciese uua visita la puerta de su casa, que era la m;Ís en la Isa.bela, y así é~ra. tÍ can~ hacer grande del pueblo, tenieudo á su lado las paces con él y con todos los ba.bi. á su mujer favorita, la guerrera Ana. tantes de lll. isla, de quien él, Caonab6, ca.ooa. Ambos recibieron ií los españo. era el nato jefe, segun comprendiao les con 1ma. natural cortesanía que hu. los españoles. hiera hecho honor á príncipes ch·iliza. Caona.bó contestó con dignidad que dos, y los llevaron al lugar en donde él tendría mucho placer en ver al Gua. tenían preparado un banquete. Caona. núniqui·na (así llamaban los indígenas bó que no se hnbia pintado para ate. á Colon), y que no se oponía á que lo rrar, como lo hacia cuando entraba en visitase per~onalmeute si lo tenia á campaña, no parecía tan fiero como le bien, asegurándole que seria recibido habían visto ántes los españole~, y e~tt:o lo mejor posible en sus Estados, pero circunstancia, unitla á su deseo tle agra.- rpte él uo tenia por qué salir de su te. dar á Ojed.tl y ú la dignitlad de Rn pues. l'ritorio para buscar una amistad que to, le. hacían muy afable cou sus ene. no necesitaba. roigos. Ojeda eotóncos no insistü) en su in. Anacnou:~., cuya belte~a resaltaba ¡ vitaci6n, manifestando a.t cacique que si u necesidad ele atavíos, la acreceut6 daría p:nte de su contesta.cioo á Colon, con lns usuale(; galas de su clMe. Ves. y púsose (. hablarle de las maravillas tia un fa.ldon ricamente bordado que ¡¡ue teniau los espaiioles en la lsa.bela, lo caia hasta las rodillas, muchos sar. hasta que el cándtdo salvaje le dijo taJos de cuentas y primorosas plnmas que lo que deseaba. ver era la campana, sobre el pecho, uua guirnalda de flore!! 1 cuyo sonido le Labia encantado, aña. rojas y blancas en torno de la cabeza é 1 díendo que por poseerla haría cual. igual adorno en los brazos y tobillos; quier sacrificio. 1 Añacaona., que era poetisa y se acom- ¡ Sonrióse Ojedo. nl descubrir que paí'laba con un instrumento hecho con aquel era el lado débil de Caonab6 y por ¡ la. pintada concha de una hicotea, espe- el cual podía cautivarlo, y así dijo, co-l cie de tortuga pequeña, cantó 'arios mo al descuido, que cabo1mente Colon cweytos (1) rimados y compuestos por lla.bia. intentado obsequiarle con aquel ella misma, en tanto que otras indias objeto si el cacique llegaba. á entrar danzaban á 1n luz de la luna en la. pla .. como amigo á la. lsabela. Adamas le za del pueblo, formando coro al acom .. asegur6 que le enseñaría ln.s misterio. sas palabras que babia de pronunciar ( 1) • Cantos y baladas p1·opias de Jos indí- para que el instrumento produjese el gen.as de Haití y de Cuba. sonido armonioso que le encantaba, sin 1 • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~---- ~- ·- -------------- toa LA MUJER. las cuales la. campana permanecía m u. pañol e~ con el espectáculo; terminado da é inútil. el cual Ojeda significó á su huésped Dejándole bajo esta impresion, el que deseaba regresar á la !sabela. á ·españo1 se retir6 á dormir, y Ca.ona.bó da.r part.e de su mision al Almirante, á dar parte á Ana.caona.de las palabras quien tenía. vivo interesen hacer las del huésped, pasando largas horas en paces con todas las tribus indígenas deliberar sobtte lo que harían para. con. de la isla y favorecerlos con valiosos seguir .tamaña dicha, pues segun babia presentes. entendido el cacique nada obtendrían Caonabó entónces anunci6 que ha. con robarse la campana si 110 sabían bia. decidido acompañar á Ojeda. en su las palabras que la harían son~r. regreso á la Isabela si con toda sin. Al dia siguiente el cacique mostró á caridad le aseguraba. que en cambio su amigo Ojeda las curiosidades y gran. de los tratados que harían en aquetla dezas de su pueblo, llevándole (favor ciudad le garantizaba que le da.rian la que no prodigaba);al templo del Zeme, campana. de la. iglesia y enseñarían á dios tutelar -de la tribu, alojado en una manel'atla.. Sumamente satisfecho con casa bastante espaciosa y puesto sobre aquel a promesa., Ojeda le ofreció que una especie de altar de madera: era de seguro conseguiría. cuanto quería de piedra y to¡¡camente labrado, segun si llenaba los deseos de Colon. !!e manifestó al descubrirlo¡ houor se. No tenia el español la conciencia ña.lado que hizo á Ojeda, relajando la muy tranquila. de~e que le dieron severidad de sus ritos, porque era. de parte de la confianza. que de él hacia mal agiiero que otra per!!ona de otra el cándido cacique, tan extremado en tribu ó nacion coutemplara. el Z6'YM de manifestarle cariño y aprecio, en ta.n. Magua.na descubierto. to que él babia ido á Maguana. con .A.demas de este ídolo adorado por la una mision muy pérfida y desleal. M u. tribu en comun, cada familia tenia u o cbo nos duele tener que presentar en Zeme particular que era el patrono de este caso á Ojeda como hombre falso, l~~o casa.. El cacique poseia tambien tres ingrato y ruin para con el generoso piednl.S maravillosas ó talismanes, cftie indígena,-pero hay que notar que los ·prestaba ú. sus súbditos, como eficaz 1 españoles de aquel tiempo, estaban medicamento, sirviendo como preserva. acostumbrados á hacer la guerra á los tivo cun.nd<> les amena~aba algun gran 1 moros con engaños y artificios, recibí. riesgo. dos. como estratagemas lícitos, trlttán. Para el cuidado del templo habia dose de infieles á quienes no era malo varios Butios -ó sacerdotes, que lleva. engañar con promesas y a.un juramen­b& n el cuerpo pintado con ja imágen tos que luego se quebrantaban sin em. d(ll Zeme, y adamas de este empleo y pa.cho. el de presidir las ceremonias religio. Sucedió que ha.bíendo llegado á oi. sas eran los médicos natos de la. tribu. dos de Colon la. noticia de la conspira- El cacique no debía nunca. morir de cion tramada por Caona.b6, quiso en. muerte natural¡ y para esto los Butios contrar a.lgun medio de impedir que tenían la mision de ahorcarle cuando, estallase, así aceptó con gusto el ofre. estando enfermo, agonizab11, en tanto cimiento de Ojeda. que le pidió licen. que la. chusma moría sola. y abandona. cia. para internarse hasta el campa. da. por todos sus parientes, á ménos mento de Ca.onab6 con algunos compa.. que el cacique los mandara ahorcar, ñeros, determinado á embaucarlo y lo que se apreciaba mucho, y se creía. traerlo inerme, maniatado y preso á cosa. de honra y prueba. de grandeza.. la. !sabela. Semejante empresa, que Pa.sarou algunas horas entretenidos hubiel'a. parecido imposible á cualquiera en esto y en presenciar la.s evolucio. otro, no lo era. en el concepto de los nes militares de los guerreros de Cao. conquistadoree. para. el héroe de Santo nab6, que quiso deslumbrar á los es. Tomas, y así Colon a.c.!edió á lo que le •.. --- ----- ------ ~-- \ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .. ---·----- - REVIS'l'A QUINCENAL. 109 Tomas, y así Colon accedió á lo que le guerrero : \'ed estos adornos fabricados pedia exi~iéndole solamente que trn. eu el Turey (cielo) do Vizcaya, y que jera al cn.cique pre~o, pero vivo, n la. sólo usan en grandes solemnidades los l colonia. es paño la. Y a. hemos visto cómo soberanos de Castilla. !llegó á Magunna, c6o10 fué recibido Y le presentó unos grillos y unas es. por el jefe caribe y de qué manern. im- 1 posas c.le hierro que brillaban corno prevista vino á facilitár~ele su pro. plata. yecto, al parecer descabellado; pero al l -Esos adornos, continuó, los he tra.i. 1 tiempo de ponerse en marcha, O jeda. do para que os los pou~ais en honor del notó, no sin recelo, que habían prepa. Almirante don Cristóbal Colon, que rarlo numerosas huéstes como acompa- debe de estar ruuy cerca do aquí, por­ñamionto del cacique. que me ofreció venir á recibiros no Preguntó quó t>ignificaba aquéllo, léjos de estos parajes. puesto que t{l no tenia más séquito que Admiró agradecido el sencillo caci. diez hombre~. y que le parecía. impro. que aquel precioso regalo y desde luego pio que á Utll\ visita entre amigos Re quiso adornarse con lÍ$iruo, llegaron á la ls:1.bela. les preciso dar rodeos y á veces per- con su cautivo en toda seguridad; expe­derse por escabros..'\S sendas para no dicion nllieutcmeote cousmuada, pero dejar huellas de su paso. No tenemos cuyo perfidia OM;urece su mérito. tiempo de describir las aventuras que afrontaron los infatigables españoles S. A. DE S. por entro las oEcura.s selvas, llanuras (Collli nuarrí ). fangosas, rios hol.ldísimos, sin encontrar (1) Tallcynmd. ___,_ ... __ UN RECUERDO DE CARIÑOSA AMISTAD EN LA MUERTE DE SU QUERIDA ~!ADRE la seuo~a dolla ~milia ~tálor.a de !in. Trajo del paraíso en sus miradas La inefable ternura de una madl·e, La dulce candidez do las palomas Y la dulzura celestial de un ángel. Y se durmió en la tumba sonreída Con eaa unciou bendita, incomparable Del alma que termina su jornada Camino del dolor, sin agotarse. Pero al decirle en su postrero lecho Sus últimos adioses ! al dejarte ... Tú has sentido loa hielos de la muerte Sobre tua aiooee 14nguidas posarse. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ----------------- -----. REVISTA QUINCENAL. Ah! porque nada llenarú. e,n la. tierra El inmenso vacío de una madre ! 1 Y á las densas tinieblas de la. vida Se suceden las albas inmortales. 111 El dolor de su ausencia es una fuente, Perenne, misteriosa, inagotable ! 1 Ten valor en la. lucha, que tu amiga Bajará. desde el cielo ú ~nsolarto Empero, seca el llanto, dulce niña Y á decirte que tienes eir la tierra No llorca más; dichosos los que parten Y dejan á su paso por el mundo Por recuerdos virtudes inefables ! Hija tú de la mndn\ quo perdiste, Sah<>s que á la cxistortcia de la tarde El inmenso cariño de tu padre .A.GRIPINA MoNTES DEL VALLE. Marzo-1879. ------~·~----- ELEMENTOS DE HIGIENE GENERAL. {¡;~aduccion del fr,anccs poq :~. )(, da $. PRIMERA PARTE. 1 nace al mundo y al aire exterior, el niño CAP Í TU J, O S E G U N DO· continua necesitando que sus órganos fun-nr: L . a Luu rm•»Au&NTALES ncL ooo.o.>na>~o 1'V>l""o 'lionen regularmente y que los elementos T nc sua ··uNmosca ur.>otoncias llo la nismo, y otms le Yieueu del exterior. econo ía animal. Es, pues, imp.wt:Mto, bajo el 1111nto de. l>e o lo que se debe repetir coustaute­, ·ista do la salud y de la }¡igicne, que tic- mon para ser oidos, es c¡ue la ley de l11 ne por objeto eomen nrl:l y lllcjorarla, hcrenc:ia os segura, com;tante y uui\'ersal; conocer tanto las unas como Ja;¡ otras, y que lo~ padre~; comunican á sus hij08 su podor apreciar sn iufiuencin. orgauilznoion, y que el niño hereda con ee- Uua do las primeras condiciones de la gurid~ d sus di~posiciones mórbidLLS. vida y de In salud de cadn ser, ¡;n hnlln cn 'Es~" lrasmision puede 1>er regulat· ó al­la fuerza que lo hnco vivir y do.;;arrollan;e. tcrnath·a, directa ó indirecta ; ir del pn­Esa fuerza es ul }Jrincipio y la bnse de su dre ó de la ma.dre nl hijo ó á la bija, de existencia, é influyo en él dc¡;de que ew· la tia l sobrino, y ovit~r taló cual micm­pie?. a ' existir. bro d lu fnmilia ; ¡1cro siempre es &e- Cuántos niüo~t mueren temprano porque gura • cvnstaute. han uncido débiles y raquíticos, miéntr.1s Algunas ,.oces las enfermedades se trtl8- quo otros, uacicntlo sanos y vigor08os, be miten viaiblo y direcuunoute de los nn­mucstran desdo ol principio de su exis- topa ~os; poro tambien otras son causa­tencia fuertes parn toufrir y vencer toda dns polt· las di~posieionOll mórbidas Itere­influencia extl•1ior ! dadas, y que, nl deDarrollnrso, se couvier- F,o~~tas dispobicionos natnmle~> que apa- ten eu una enfermedad. Mas siempre y recen desde sn origen, en ln• con~titucio- en todr,s pnrl& ese vínculo existe, y la ncs fuet·tes ó débilc~, ¡¡anns ó enfennizas, rolud Uol niño se Jiga á la de sus aseen­vigorosas ó degradadas, tienen una im- dient 11 Mt.urnles. portllncia capital en ]a higiene, y e.-to La bigicno del que está predi¡;pu06to á prueba que 6U debe estudiar dutenida- ciertns, onformedacles, no puede ser igual, meulAl los fenómenos de In herencia. porou¡ ueitO, llla del ¡¡ano y robusto; on- I,ero aunque so cree conocer los feuó- tónces¡ In medicina so hace un auxiliar menos do la horcnoin, tencmoll, eu geno- intelig nte, indisponAAble, y tiene la mi­ra!, una idea muy fulsa de ello;;. No im- sion dje pre\'er é im¡1edir la futura enfer­pedimos bttficioillCtllente que las malas in- m edad, deteniendo lln cuanto o.; }K>~>ible finencina be d~1rrollen en nuestras fa- bU d6$1rrollo. milias, introduciendo á ellas otras poco " ¿ or ventura el nt te do curar ojorcertl sanas o de mulos precedentes. vorda m·nmonte una influencia notable En cuanto Á l(U! enfermedades, S4l hs en el si-tema socinl y la mlud general de considera, sea ouul fuero sn origen, como la ~ ldciones? ''-preguntaba el doctor un acontecimiento Cll.lillnl, igual al •!UO ~ueut let; y bO contcstnba á si mismo : daiia el mecanismo do un teloj y cuyas '' QuL crn creerlo, pero declaro qne nada causas son puramente el.tm·ior(ls. Se cul- 1 ju~t.ifi H·-u~;uposicion. 'Podo prueba, efec­pn al frio, la fatiga, la hnmednrl, &c. ti' m u u te, c¡ne los médí<·os, al trutar de Sin embargo, liO puede prohar !Jn.'lta la prolot 1r ¡,, vida, no aumentan el núme­evidencia que lu mayor parto d& la'~ cu- ro de los 'ivOl', y hablo t•or ll\ experiencia fermedados uo son acoidoutalos, sino r¡uo do m hos siglo5 y por hechos cont.cm­se doanrrollnn lentamente bajo la infiuen- pet·tín s. Sin embargo nos pueden sua­cia do cansas físicas y moraleii que se do- traer mnc!Jns miseria!!, á muchos dolo­ben aciialar y combatir con la propagn- res, y su mision limitad" ba:.ta ahí,. Oló cion de la higiene. Lt>aS canf.a.S modifican sufiO más comprender, que se duerme cuaudo le lójos, son débiles de cuerpo pero no se hablan de algo serio, y bosteza si le lle- debe calumniar su inteligeucia ; con fre. gais d leer cualquier cosa? ¿Por ventura cuencia tienen mucha, y Calji siempre un este e~ vuestro tipo ideal'? No,-pues eu- gran ft•ndo ue buen beutido que está pi­tónoes iluminad el entendimiento feme- 1 diendo que le utilicen. ¿Quién no reconoce nino con el resplandor de la verdadera In sutileza y el sentimiento delicado que insh·uccion, pero no la falsa qne se en- pt·eside en todos sus actos? Cuán uatural­cucntra en las novelas de mala ley y en mente expouot! su alma á los vivifiolln­" ersos 1:\uguídos y malsanos, que des- tes rayos de lo bello y de lo verd!ldero 1 picrtan lo.s pasione!1 y aletargo.n el enten. "Entiónd8be oien que en esta especie dimiento. "Lo mú.~ peligro~o para la mu- do reivindicacion de los derechos de la jer, dice más léjos el autor que vamos mujer al estudio, no doy á. éste más que citando, es una instmccioLL incompleta," su parte en las ocupaciones de lo. vida: i nosotros añadimos: una instt-uccion fa.l- claro es que deben figurar en primer tér­sa y errónea. mino los cuido.dos de la casn y de la fa- Si es difícil y mal dirigida la educa- milia, y que su marido, sus hijos y sus sir­cion de la mujer en }'rancia, en doude vientos son los primeros cuidados de una hay tantos métodos para el caso y t·ecur- mujer, que comprende los grados de sus sos infinitos, libros y maestros en todos debet·es. Mi opínion, si se quiere que la los ramos del saber humano, ¿ qué diré- precise, seria sencillamente que, por ¡·e­mos ¡ Dic.s Santo 1 en Colombia, en donde gla general, la mujer reservase en su Ti­no hay nada de esto, y ademas tenemos da ordinaria dos horas ó tres, á ser posi­hábitos arraigados de desidia y repog- ble, paro el estudio y la cultura intelec-nancia por la. instruocion ? tual." Monseñor Dapanloup dice que la edu-cacion de la mujer en Francia consiste Generalmente dicen las mujeres: " Yo en algunas noctones generales, sin ningun sí quisiera loor, estudiar, pero los debe- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUI.NCEN 115 ---- l"etl de la famil~tno lo p~ite::-y ¡un instante, con ri~i~ndo sus deuo.rcs con raro vez puedo abril' un libro sin que me .Dios! con .bu f1 r,nha, con lt~ evcwdad ) interrumpan." cou!ngo nu!>mas. No lo crcnis as¡ : siempre eu tJ>dns lns 1 existencias humanas hay horas en que si so qniere ¡¡j se hace un esfuerzo, se en- J,a regln de da no debe tomnr~:~e ti la coutrariÍ~ horas libres. Para esto sólo ligera y la mny ilul'trada madnma Swet­basta una cosn, de la (:Ual carecemos en chine decia: •• Es preciso exnminnr, cla­Colombia en todas )al; situaciones Y esfe- !lific:lr y rc:;olveJ desde la víspera el trn­ras de la Yidn: ÓRIHa·t. bajo del din sig iento; disponer las cosas Quien tiene órden, lo. aseguramos, al- segun 811 impor ancia respectiva y obrar canza á hacer lo que 1}\Ut~re.. _ en conciencia ; he aquí el s-idades J gmr la ruu.u1·los tliOillOUtos por~idos, rovcchcn é · n•truyan. órden, de ateuc10n Y fiJeza, ~ue se refleJan Próximame te nos ocu1>amoa ex\ensa-de la ~idn material en la VIda ~~~oral; laR wonto du U~otc ,bu oto. mujeres máe .alegres, las ~ás JgualOlt de oorácter y nun 1M de meJOr 11nlud, son S. A. 01; ~- las muj:rcs inteligentes y laborio~. que han sabido encontrar, en una activ1dad bien ordenada, el secreto de no perder Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. - ----------~-------------------------- 116 LA MUJER. LA AMISTAD CRlSTIANA, P O R ::\1: ADA ::\lA. M O N N I O T . ~qndw:ido del f~ances pa1;a "~a ¡:tlujc~" po~ una seño~ila. ( CONCLUSIO~). EscUCHlhiOS, u.cerca de este intere. Lacordairc para preguntarse si ¿real. sa.nte asunto, las piadosas palabras de mente existirá una amistad tan ideal, un orador elocuente, para siempre 6 si no seríi, despues de todo, sino un amado de la juventud católica. He 'fW1YI,b-i'C sublime y consolador ? Pero aquí el modo como se expresa el ilus. inmediatamente se responde á sí mis. tre Padre Lacordaire en su libro de mo : que le seria. tan imposible dudar "Santa. Magdalena," en el capítulo lla- ¡ de la amistad como le seria dudar de ruado : "De la amista.u cristiana fun. la religion, porque tanto el Evangelio dada en Jesucristo." , como su propia historia desvanecerían "La amistad, dice tq, es el más per. sus dudas. En seguida prosigue así: fecto de los sentimientos del hom. "La simpatía no se le niega sino á bre ...... Fundada como está en la be- quien no la inspira. Todo corazon puro lleza del alma, ella. nace en regiones la posee, y, por consiguiente, atrae así más puras, mús libres y más profun- otros corazones, sea cual fuere su edad. das que las de todo <'tro afecto. "Jer.;ucri¡¡to amó á las almas y nos "La amistad vive por sí misma y trasmitió t!se amor, que es la esencia por sí sola., y ef\ tan libre en su prin. del cristianismo. Niogtm cristiano pue. cipio como en su duracion. Es un con. ¡ de llamarse tal si no tiene en sí una. veoio espiritual entre dos almas que chispa. de ese amor que circula en une una misteriosa semejanza. entre l nuestras vena.s como ]a. mi$ma sangre la belleza. invisible de la una y la de de Cristo. Desde el momento en qu& la otra, belleza que se manifiesta con amamos,- sea en calidad de padre 6 mayor claridad por medio de la con- de espor.;o, de hijo 6 de amigo,- desea.. fianza que de dia en dia va. aumen- mos salvar el alma. de la persona á tándose entre ellas. 1 quien amamos; es decir, que desea. " La. edad no puede destruir ni de. mos darla, á costa de nuestra vida., la bilita.r esta union, porque el alma no verdad en la fe, la virtud en la. gracia, tiene edad. Ella, superior al tiempo, y la paz en la. redencion ...... En re. habita. la mansion eterna del espíritu, súmeo, darle á Dios! el Dios conocido, y, aunque está atada al cuerpo á quien el Dios amado, el Dios servido! anima., no conoce jamas, si no lo quie- ¡ "Y si á este sentimiento venido del ' re, ni la. mancha. ni el desaliento del cielo agregamos la. simpatía natural, mal. ,arraigada en los mismos corazones por "La amistad, merced 6. un privile- ' la voluntad divina, se forma en ellos gio admirable, aumenta y se robuste. l un afecto de ta.l intensidad, que no ce con el tiempo. Los acontecimientos 1 tendría nombre sobre la tierra. si J esu. quo llenan la. vida de dos amigos a.fir. cristo mismo no hubiera dicho á sus ma.n su felicidad, y el empuje de las discípulos: " Os he U<1/I'YI.IJ!lo mis ami. pruebas que hubieran podido destruir- gos! " Es, pues, la amistad!...... la la, les hace conocer mejor la unidad 1 amistad tal como pudo imaginarla el de sus sentimientos." Dios que se hizo hombre y murió por Eu este punto se detiene el Padre· sus hermanos! . '-- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCE "Pero entre estas almas, por las j ne realment cuales Jesucristo vivió y muri6, hubo cir en el co algunas que fueron el objeto de su y bueno. , predilecto amor. Él las amó á todas, 1 San Juan sí, pero am6 á algnnas más que á las más querido de mas ...... " nos lo refier Detengámonos aquí y meditemos en 1 designarse e estas palabras, q ne resúmen tan bien 1 quien J esus lo que deseábamos saber : El las amó " Y uno d á todas: pero amó á ahyuna.s mrís que quien Jesus á la8 derrws. reco~>tado en Ahora, sobre todo, es cuando mejor comprendemos que ll\ amistad que vie. 1 (Concl11-i ----4·--- EL TALISMAN DE ENR NOVELA. SEGUNDA PART 117 de Dios no puede produ. on sino un efecto noble era uno de los amigos del Salvador. Él mismo con sencilla. gratitud, al el nombre de Aquel á ba: sus discípulos, aquel á maba, estaba á la mesa seno de Jesus." '). (S. Juan, XIII, 23.) Pff-}1 f.~ I-f PPfJ"f'f~.f P · PfPJ¡Z. ( CONCLUSIO~). PaJe, iJ marchait.- A u bruit o son pas grave et sombre, TI voyait a chnque nrbre, hél ! so clresser l'ombro Des jours quo n ont plus ! On dit que sur les coours ploi do troublo ct d'éffmi Y otro griico s'cp che; ::-:out<-ncz- moi, Seignr.nr 1 ~:'e •nenr, soutencz moi, Car jo sens qno t ut ponche! -Vea usted, dijo olla, aquí no hay ¡el favor de d sino algunos versos copiados segura. unas gotas qu mente por ella, y este pliego rotulado alcoba al lado cí mi attsente cspo.-o. ha evitado o -Y mi madte novióesa carta? pre. cie el mal. guntó él. En tanto q --.CH, pero dijo que no daba ninguna cino aposento luz sobre quiéne~ podrían ser mis pa- bo)¡¡illo la ca dres : no tiene fecha ni direccion. • ¡ -Aquí ti e Enrique se apoderó de este tíltiríto dados en la e, paquete, y pomendo los otros papeles ziíndole la lla con el n.oillo entre ):¡. cajita, dijo: na los verém -Me siento, Cármeu, más y más En seguida malo .... conozco los síntomas del mal gotas que le que mi madre teme tanto. la cabeza con -Dios mio! exclamó Cármen ; ¿qué -i Y mi m harémos? roas vi6 ese e -N o hay nada. que hacer .... bágaroe -N o. ¿Po VÍcTOR Huoo. me un vaso de agua con usted encontrará en mi e mi cama .... esto me as veces que se pronun-e Cármen pasaba al ve. Enrique guardó en un a cerrada. usted sus papeles guar. ita, dijo Enrique entre­ecitA de la caja: mafia. despacio. e tom6 el agua con las recia Cármen y recostó a la mesa. re, dijo de repente, ja­cifijo? qué me lo pregunta l 15 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ---------------- 118 LA MUJER. -Porque eso lo hubiera abierto los una niña que he mandado que bauti-ojos. ccn con el nombru de mi patrona la -¿Cómo así? pregunt6 Cármeo sor- Vírgeo del Cármou ... Mi fiel Manuela prendida. me asegura que ella lograrí& engañar Íl -t Qué dije 1 mis enemigos y que sacará á mi hija -Que eso le huLiera abierto los de su poder para llevártela... Rccíbe-ojos. In, esposo idolatrado, y mirándola no -Quise decir que le hubiera llama- me olvides; yo casi no la he visto, pero do la atencioo . .A.b ! no sé lo que di- la amo tanto . .. ! Una. fiebre horrible se go l. .. Permítame C:írmen retirarme ú ba apoderado de mí. Adios, adios: me mi aposento. Creo que el silencio y la siento morir, no me olvides... Te doy oscuridad me aliviarán y evitaré el cita en el cielo... G.'' ataque. Cúrmen le acompañtí hac~ta la puer- Cnyó al suelo el papel, y Enri- l ta del aposento y se retiró sumisa, peu- que, poniendo su pálida fnz entre las sando r¡ue evidentemente esa era la manos, pcrmaneci6cnsi inanimado lar. manera do evitar el ataque que doña go rnto. · Clemencia temía tanto, pues podia mo- -Cármen es roi hija, pens.'\ba. ; qné rir en él. horror! mi esposa e~; mi propia hija. ... Enrique permane~i6 quieto durante con razon que mi afecto fuera tierno algunos minutos y cuando se persua- pnrnconella.,~ronndamás. ¡Ctímosalir dió de que Cármeu se babia. aleJndo de de este paso? Y el mundo qul- dirá de RU aposento, ecb6 llave á la puer~ por nue~tra situaciC\u? Qué han~, Dios mio, dentro, -en seguida se acerc6 tÍ la luz, en este Ca."O? \" l'ltCtrá.'f t)(fr este ~'"Í!(YLO J que elb había dejado sobre un mueble es el mote del crucifijo do mi familia lojano, y &ncnudo la cartn dirigida ú y por él me he "nlvado ... ¡ Qu6 dirá til leyó lo siguiente con una emocion Cármen cuando sepa que su espo!o e¡ que f.Acilmente podrá imaginarse el su propio ¡><'ldre?.. . No, no Jo sabrá lector. jamas, no quiero que su frente de ún- " Esposo mio ¡por ventura. Uegarús gel se nuble con tan horrible idea. Su 6 leer alguna. ve1. estos renglone11 que vida se tnrbarin en adelante ... Pero, escribo pnra tí con el presentimiento c6mo decí~elo, y !'tSmo permitir que do mi pr6xima muerte? ... Oh J queri- lo ignore!.. . Mis idon11 Fe turban, sien. do mio, no me ohides, no olvides ú tu tola. ola ele fnogo, precursora. del ata. de.o;gmciada cspos.'\ que tnoto te ha que que subcl. sube hácia mi cerebro .. . amado; te le pido en nombre de los tal vez éste ~crá rl 1Htimo, Dios mio l veinte dias de felicidad quo pasamos ten piedad de mí, .; iluminadme el mi en la quinta: .. desolacion : "Nunca podrás comprender cuttnto . .. ....... .......................... ....... .. te be atnado y lo mucho que he sufriJo Pasaron algnnos momentos en los 1 coa esta separacion fotzada, que será cuales permaneció meditabundo J ah­le. causa de mi muerte, y, crécmelo, eorto. muero de mal de tlusoncia, porque lo -Sí, dijo cnsi en e.lta voz, es pncillo 1 11é, lo presiento, qne nunca, nunca m{lS destruir eate papel, el único que poiria te 'folvercS á ver, tui tierno esposo: Si dar alguna luz ... Al decir esto acercó pudiera al mí-nos legarte el fruto de la carta á la lumbre y la ~uem6 coro­nuestro amor. si pudiera entregártelo pletamente; cuando la vio destr..tida para qt•e t<> si rviem de consuelo en tu abri6 la puerta-ventana que daba á un desolacion ... : balcoo largo que miraba al jnrdin, y arroj6las cenizas. La luna habta bajado "Tuve que interrumpir esta carta considerablemente sobre el borizollte ... porque me seniia. morir ... Y a llegó al ¡ Enrique fi.j6 en ella ma.quinalmtnte fin la hora, esposo mio, soy maare de &WI miradas ; nubecillas blanca.s !»da- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .. REVISTA QUINCENAL. 119 ------- ------.----- - han sobre el ci~lo azul como sombras sucedía. Pero ya el navío babia. partí. va.gn.s, y un suave y fresco ambiente le do desde iiotes de a"larar el día y no llevó el perfume de las flores del ja.r. se veía. ni rastros de él. din y los aromas campestres. Un rosal -No hay nada que poderle hacer, blanco habia trepado hasta las baran. dijo el primer médico que lleg6 (, la das del ba.lcon, sus fiorer, se dec;tacaban quinta, - e!>tá entera.meute muerto,- ~ entre el verde ramaje y sus péhlos des. esto se lo tenia yo anunciado, pero no pedían un perfume penetrante: Euri. creía. que seria tan pronto. que record6 la c/w,c¡•a de Chancay y los -Usted lo ha examinado, dijo otro ramos de rosas blancas que Cecilia ponia dirigiéndose al primero,- y le ha en. delante de su Cristo. Un dolor inmen. contrauo todos los síntomas que causan so le atraves6 el corazon y como una la muerte en esta enfermedad, - eso ola de sangre le quit6 la. respiracion y basta. le turbó el cerebro. Sinti6 que la vida -Efectivamente es un caso previsto le dejaba, y dando un paso atras, entró por la ciencia y no puede fallar, afia­al aposento y apén11.s tuvo tiempo de dió el tercero. Cúrroen rog6 y 1iuplic6 tirarse sobre la cama ánles de perder en vano que le aplicaran algunos reme. enteramente el conocimiento. dios, pero ellos no le hicieron caso, diciendo que era. inútil, y le dejaron en III manos de los amigos y parientes, los cuales ]e amortajnTon y pusieron un La capilla. de la hermosa quinta. de hábito de San lhancisco, segun las don Enrique Najara, que habíamos órdenes que él daba en un papel que visto repleta de flores y de alegres 6. hallaron en su escritorio, previendo su sonomías, al día siguiente estaba cu. muerte repentina. Lo único en que bierta de negro, y en medio de ella se logró Cármen que hicieran su gusto, levantaba un túmulo, y sobre éste un fué en dejarle en su casa para velarle féretro rodeado de cirio&. tres dias. Hé aquí lo que babia sucedido. 1 Hacia, pues, dos noches y un dio. Despues de pasa.r la. noche llena de que Cármen vivía. al lado de su esposo angustia y sin saber qué hacer, cuando muerto, llorando y gimiendo en su des. Cúrmen vió que empezaba á a.manecer, 1 gracia; varias amigas la habían acom. quiso entrar al aposento de 1.u esposo 1 pañado en su triste tarea, pero cerca para. pregunta·de cómo se sen tia.; pero ya. de la madrugada de la segunda. no. como encontrase la puerta cerradt\ por che, sus compañera::; fueron saliendo do dentro golpeó suavemente primero, la capilla. y recostándose en el salon 1 despues rnás recio y al fin alarmada vecino, veucidas por el suefio, que siem­empezó ú dar voce~ y llamar ú Enrique. pre produce aquella hora, y sin caer en Sin embargo como éste no contesta. la cuenta de que la triste viuda se ha. se, corrió al balcon, que comunicaba. bia quedado sóla con el cadáver de su 1 con el vecino aposento, y entró á la. t~l- esposo. coba, le llam6 allí otra vez, y vién. Una ténue claridad entraba. por las dole i:1móvil, tirado sobre la. cama, se l ventanas abiertas, haciendo contraste acerc6 y le encontró frio al tacto y sin con la roja llama de los cirios encen­vida.. 1 didos, y al mismo tiempo un viento -Muerto, muerto! grit6 loca. de fresco y perfumado hacia mover los angustia y sa.li6 á alarmar la casa. Eu. l:Ortiuajes negros, pasando por enci­traron corriendo los sirvientes y em. ma del yerto cuerpo de Enl"ique, como peza.ron á hacer todo lo que se hace en un aliento de vida 6 como burla de la semejantes casos, y como no volviera no.turaleza, siempre alegre, á pesar de . en sí, un sirviente corri6 á buscar mé- los lutos y tristeza de los mortales. dicos á la ciudad, y otro fué al puerto 1 Cármen se babia acercado á su esposo, para avisarle á Dofia.Clemencia lo que é inclinándose sobre él exclamaba de. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. , .. 120 LA MUJER. jando caer sus lágrimas sobre el rostro del muerto: -Oh! Enrigue, Enri~ue, no me abandones al principiar la vid&, lléva. me contigo, llévame l í Qué haré sin tí, mi tínico apoyo, mi protector, mi es. poso1 He tenido esperanza hasta ahora, pero ya la he perdido l Al acabar de decir estas palabras, creyó notar un estremecimiento en los párpados de Enrique, quien repentina, mente abrió los ojos y los fij6 en ella. Espantada cayó de rodillaS', y un grito abogado, que parecía el estertor de un moribundo, salió de sus labios. En tanto Enrique se babia sentado en el estrecho cajon y mira.ba en torno suyo. -Cármen, dijo en voz baja; Cúr. m en! no temas, estoy vivo .... Ayúdame á salir del ataúd. Convencida entóncos ella de la ver. dad de lo que le decía, le ofreció el brazo, y él bajó al suelo. -Esposo mio! exclamó, echándo­le los brazos al cuello; me muero do alegría! Enrique se estremeció, y tomándola tiernamente en los brazos la puso sobre un sillon y se alejó, diciéndola con acento conmovido: -Su esposo 1 su esposo 1 jamas, hija mia! Eso no puedo ser .... -Que no puede ser: repuso ella mi­rándole. -No .... no, eso es imposible .... -Pero ha perdido usted la memo-ria .... i no juró usted serlo allí al pié de ~quel altar? El no contestó sino que se acercó tambaleando ú la pared y se apoyó con­tra ella! -Ah 1 dijo Cármen corriendo á to. marle las manos; olvidaba su debili­dad .... voy ú traerle algun refrigerio. -Deténgase, Cármeu, no salga us­ted 1 Yo no tengo nada .... pasó el acci. dente, no volverá por ahora. -Que no tiene nada ! i no acabo de verle en aquel ataúd? -Sí, y pluguiera á Dios que aún estuviera! -Enrique i qué tiene usted ? \ -No me bable, Cármen, contestó él ocultando la cara, que me siento des. fallecer ante mi dolor .... -Corro á llamar auxilio .... -N o llame á nadie, Cármen, quiero estar solo con usted. -Pero .... -Cierre aquella puerta, se lo su-plico, obedézcame l Ella temblando hizo lo· gue 1e mao­d6 v volviendo ú su lado dijo: ...:...¿ Qu<; misterio encierm.n sus pala. hras, Enrique~ creo soñar, y me horro­riza eso vestido. -Preciso será que lo conserve siem­pre 1 -Cómo es eso? -Escúcbeme con calma, Cármen, será el últiruo favor que le pido .... cuando haya oído lo que tengo de de. cirle no trate de disuadirme de mi in­tento, ni hacerme reflexiones para que no cumpla un voto que hice, pues estoy resuelto ¡¡ cumplirlo. -C6mo he de negarle nada á usted, Enrique ! A usted, mi esposo, que ha vuelto á la vida merced á mis ruegos y lágrimas. -Esto es demasiado! exclamó él; su bondad, Cúnneu, me desespera .... Al decir esto apoyaba de nuevo su frente, cubierta de frío sudor, cont.ra el espaldar del sillon. -No bable, Enrique, que volverá ñ desfallecer ! -No me lo impida, porque estoy resuelto! -Pennítame entónces darle un tra. go de vino parn. refocilarlo, dijo ella abriendo con trémulas manos una. ala. cena en qne se guarJaba el vino que Mrvia. para decir misa en la capilla., y echando un poco en un vaso se lo pre­sentó. -¿Cuanto tiempo hace, dijo él al caho de un momento, que creyeron que había muerto 1 -Desde ayer á la madrugada. -Bien.... lo último que recuerdo es una. horrible sansacion de angus. tia. que me obligó á tirarme sobre la cama en donde seguramente perdí el !. conocimiento. Desperté oyendo golpear ~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. R E V 1 S T A Q U 1 :N C E N A L . _ __ 121 lj ' á la puertn de mi aposento, y la voz de ~ que, es un pretexto, y nada. más, parn ttsted que me llnmabn.. 'l'rn.tú de mo. sepu.rn.rse de mí. verme y contestar y no lo pude hacer, -Dio~ mio~ exclamó él con angus. ni manifestar tampoco que esta.b.'\ 'ivo. tia: ¡ c¡ul: haré en este cnso 1 Creí, como hahia sucedido otro~ 'ece~, Uármen se babia serenado repenti­que los remedios que IDO hicieran me nnrueute, y al nr eutrnr los claros volverían á la vida, pero fueron en rayos del dia por las ventnuas abiertas, vano. Do~pues oí el fallo y la con ver. se estremeci6, y acercúnclose tÍ Joq cirio~ sn.cion de los médico~!, y cuando seotí iios fné npagando uno ú uno, pero con que me amortajaban y me pouian en tal airo do resignacion y abatimiento, el atnúu comprendí que e~;t.aba perdi. que conmo"\"iÓ profuu\lameote ú Enri. do .... Mi angustia y dP~qCf']>Crncioo no (fUe, •1uieo la dijo ooo ternmn: teniau Jílllites cuando la oin ú usted -Cármen, pcrdóncmo si la be las. llorar y afligirse, y me dolin on el alwa 1 timado, perdón eme por Dios: Esto ea no volver á "\"er á mi madre ausente. Le. horrible: ¿qué hacer? vo.ntó entóoces mi e:.píritu nl Dios de -Enrique, contestó ella tristemen. misericordia. y en nombre utll Crü~to te, \tsted uo me ama, ni me ha amado que \lSteJ, Cármen, mo Labia puesto !lo. nuuc:t, y por eso es que queric acabar bre el peoho .... (el Cristo un -E~ decir. Enricj\tC, cxclam6 ella, esfuerzo pnm abrir los ojos y lo conse. que cu realidad no le n!Jmgnaria Rer guÍ.. .. ngoJ p6se la S."ngre a.} COfllZOD y lllÍ eR~OSO 1 á la cabe7~-t, y sentí que vivinJ podia -(,ómo IDO babitL de repugnar l dijo moverme. ~[i voto es, como ustc ve, sa. él estremeciéndose involuntarian.entc, grado, puesto que conseguíloque pedia. y aiindi6: escribiré 1Í Roma, diré lo Cármen no conte~tó una pal~bra. que ha pasado .. .. -¡Nada me dice Ul:ited, O.írmon, hijn 1 -1 A su madre ! • mi a. l -N o, direct.'\mcnte ú la Santa Se. -Nadn, dijo ella con tLire sombrío. de .. . ¿esto la S.'Ltisfnco1 -Por <{\ll~? -Gracias, gracias, };nrique! -Porque usted no me ha dicho toda -Pero, en• tanto os pteciso que me la verdad, y creo quo su voto es conse. alejo de usted. cuencia de un sentimiento que no me -Irs'e de su casa 1 revela. ~ -."í, es preciso que roe vaya á un -Cármen, ¿por qué dice esto? convento ú aguardar el fallo del Va- - Y o misma no lo sé, pero lo siento ticano. en el for:do de mi alma como por ins. .,....Oh l Enrique, no me abandone 1 tinto. Enrique, por Dios no me deje .... por- -Hija de mi almo.! que presiento que jamas volverá! -i No &abe usted que ese 'voto no Pero él no quiso escucharla mas, y vale, porque anteriores obliga.cionesle,dejándola postrada y sin fuerzas ¡¡obre impiden cumplirlo L. Ese voto, Enri. las alfombras del pa.vimento, abrió la , Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 122 LA )fU J E R. puerta y salió apresuradamente, mur. ejemplo á los demns, y cuyos sermones mur:>.udo por lo bajo: brillantes y llenos de uncion causaban -Sucumbiría en esta lucha si per. siempre grande iwpresion en la ciudad. maneciera un momento más ! 6 tendría Este fraile, que babia muerto poco que decirla la verdad.... ántes, se couoci6 en el siglo con el Despertáronse aterrados los amigos nombre de Enrique N ajara, pero al que le habían velado al ver pasar ul tomar órdenes le había cambiado por m'U?·tc á su lado; deso;¡ayáronse la~ el de fray Cruz de la Salvacion. Parece mujere11, y los hombres ~spantados no' que el Papa., en contestacion á un me. so atrevieron á hablar. El pasó por en morial que le presentó, le orden6 q.ue medio de todos casi sin verlos, y diri. persistiera en !'!U voto, y anuló el ma. giéndose á un sirviente que enganchaba trimonio con Cármen, dejándola. á ella un carruaje po.ra..tr á traer á la ciuda.d en di'>posicion para con\raer nuevas algunos parientes de la familia que de. nupcias si á bien tenia. bian concurrir al entierro, le mand6 Antes de retirarse á la vida monás. que le condujera IÍ Cádiz. Trabajo le tica, Enrique babia donado la mitad cost6 persuadir al criado que estaba de su fortuna á su esposa de un dia, vivo, y que no era un fantasma quien pero sin revelarle el misterio de su na. le hablaba, pero al fin el cochero se cimiento ni el motivo que el tuviera oonvenci6 de la realidad del hecho, y para separo.n;e de ella. (1) C()ndujo ú su amo al convento francis. ArDEBARÁ...'i cano de la ciudad de Cúdiz, en donde, ' · de.~pues de hablar con el provincial en (1) Ko ae crea que hemos inventado esta secreto, fué inmediatamente admitido. novela, pues si aaí fuera, la hubiéramos hecho mas verosímil: los hechos que citamos son verdaderos, acaecidos rtalmente )' conocidos E11tos e::r:traflos y al parecer in veros{. de muchns personas en una provmcia de Ca-miles acontecimientos, los refería años lombia. Poco hemos aiiadido á la relacion que despues un fraile del convento francis. nos hicieron, y hasta la 'escena mortuori~ y d L . 1 1 b" ·d · el simulacro de muerte do Enrique, &c., todo cano e 1m a, e cua ha 1a. 81 0 a.m1go sucedió, aunque no en !na ciudades que hemos do otro, espafiol de nacimiento, cuya dicho, y esta y tal ounl dcaoripcion es lo único vida virtuosísima se citaba como un que !Üiadimoa y cambiamos. ----- Con motivo de haberse tardado el paquete, no hemos recibido peri6dicos, y por esta causa no habrá Revi8ta de Ew·opa en esta vez. En bU lugar publi. ca.mos el siguiente artículo : • LA EMBRIAGUEZ . ¿ Qunhr ignorará el inmenso mal que el vi- Est.aa reflexionce lu hicimoa en diaa pasa-cío de la bebida hace entre nosotros? So dirá dos al leer un artículo tan erudito como sen­tal vez que puesto que en la sociedad culta sato acerca del alcol1olilmo en Francia. (l) je.maa se encontrará une. mujer ébria, ca inú- Esta clase de lecturas, penaaruoa, no cstlln til, y no viene al caso en nneetro periódico, al alcance de todaa uueatraa lectoras, lo cual trat.ar de esto asunto tan repugnante. Pero 011 sensible porque las mujeree tienen una aunque ee verdad lo primero, no penaamoa l miaion demasiado grave para que deban igno­que sea exacto lo segundo. La mujer M y aeri rar ciertos hechos. Resolvimos, pue'!l no tras­siempre no solamente el ornato de la aociedo.d, cribir el artículo entero, pero SI anahzarlo, ya sino tambien aa conseJera nata; si ella qui- que su lectura puede aprovechar á muchos. aiera caatigar loa vi'ctos de loa hombree al Despues de diacurrir aobre "el origen del alcance de sua facultades, éstoa indudable- vino y de loa licorea ferment.adoa, el mencio­mcnto se corregirían. nado autor refiere cómo en loe tiempos de lo!l Así, puee, pensamos que es preciso, india- antiguos griegos el hombro ébrio era no aola­pe~ aabl~, que la mujer comprenda laa cauau mente deapreciado, aino h~ta condenad~ á pnmordtalea que corrompen nuestra eooiedad, muerte por lu ley ea dracomanas que reg¡an porque sólo de cata manera podrá emplear su infiueno!a para tratar de cut"arlu. (ll V~ate " n.Tuc du llonole CatboUque," U de Mano de 18,9. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. --l--- --- REVISTA QUI~CENAL. 123 ---- - --- --- --------- -------~---- en A té;1as en una época. Añade que en Roma, 1 Clemente XIV decía: "La mayor parte de siglos despues, tambien era prohibido que los- Itas mujeres pasan su vida ofendiendo á Dios hombres probasen el vino ántes de haber 1 y confesándose de haberle ofendido." cumplido treinta años, y en cuanto á las mu- Volvamos, pues, por nuestra reputa!)ion; jercs, no se las permitia que bicienm uso mm- maoejémonos do tal manera que en adelante ca d11 licores. Todo el mundo sabe qne M abo-¡ no sólo nos amen y nos admiren, sino qno nos ma había prohibido absolutamente el vino ll respeten. Tengamos valor para transitat· por sus secta!"ios. las veredas peligros:HI de la realidad; miré- Hasta el siglo XTII no se conocían otros 1 mos cara d. cara la vida en toda su fealdad y licores que los fermentados, como el vino y !su repugnante prosa. En el día el gmn vicio la cerveza hecha de varias sustancias. I:Jticia reinante on todo el mundo es el del abuso de esa época se hizo el primer ensayo del aleo- la bebidn, vicio que crece y aumenta por mo­ho! en Europa (aunque en la Ohina so cono- mentas, y que se levanta, como una ola aso­ció mucho tintes). El alcohol 'producido por 1Jadora, desde las últimas capas de la sociedad Ir\ destilacion se le consideró en un principio 1 basta las primeras. ¿Qué deberíamos hacer como un veneno, en se¡rtida se le aplicó con l para poner dique á esta marea invasora ? muchas precauciones y como remedio beróico Pocas serán las personas que no hayan para reanimar á los moribundos. Sin P.robargo, 1 tenido la desgracia do haber visto hombres en breve empe7.aron á usarlo tambien los ea~ en todos los grados de la embriaguez ; seria nos, y aquella bebida se fué haciendo popular preciso no haber transitado jamas por una y aumentando au consumo de siglo en siglo, via pública para ignorar lo que es una per­de nño en aüo en todo "1 mundo. sona. que ha pe\·dído el juiciRnAN7.A DE I..A REG};NERA- la raza. czoN DEL lllUNDO ! J!.:lla, y sólo ella, puedo Es cierto que todos loe licores no son igual­darle vida á esa espcmnza, y si no escucha mente perniciosos y hay algunos que son roo­aquella voz, si no hace un e¡¡fuerlo supremo nos malos que otros. Por ejemplo, el vino, paro responder á ella, tenga por seguro que cuando es puro, no cnnsa más enfermedad las sociedades modernas se hundirún en el que la gota, la gastritis, &c.; los lico1·es fer­fango de los vicios, y degenerarán hasta con- mentados, coluo la. cerveza, producen una vertirse en hordas inmundas de salvajes per- excesiva obesidad y algnn embrutecimiento ; niciosos, sanguinarios y crueles. Ahl la vida pero el aguardiente, la ginebm, el bmndy, los no os un placer continuo, ui una cadena de ajenjos, &c. son terriblemente funestos y los floree, ni un idilio poético : es algo de muy estmgus que hacen en el organismo humano serio y de muy triste; todas las vi as llevan son espantosos. Paro algunas personas es á la ruina si olvidamos que cada uno. de noso- sumamente pernicioso el licor en ayunas, y, tras tenemos que responder algun día ó. nues- segun el autor que nos guia en este estudio, tro Creador do las facultades que nos dió la costumbre de desayunarse con algun lico1· pata hacer el bien, y que desperdiciamos en es mucho más perniciosa de lo que se piensa. futilezas, en ociosidades y en vanas y daño- Asegura que la preocupacion de que es pro, sas acciones. Segun un autor español, el Papa vecbosa la copa de ag¡¡ardiente al levantarse, -------------------------------------------- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 124 LA 1 ha oausado ~ravísimos males en lugar de bie-1 cioe, evantac!, mujei'CIJ, la frente y recha­nea, y que aquello de que el bran.Jy es IIIHl zad a que no es tligno de tocar vueatra mano. panacea nnive111al, es idea sumamont.o perni- 'fodo loa caminos llevan al cielo al que Jo ciod\ para la snlnd. Dice qne loa médicos dese. sed vosotra11 ese camino, y que wuestro tienen muchas veces la culpa de graves nu\- arect 11en el galardon del máa virtuoso¡, y por les, porque recetnn con impn1dencia el licor, abo eso !Jastará. La virtud lleva conJBigo en el oual suele suceder qne al principio 8e toma 118&, y el que por cualquier Jl'llotivo con repugnancia, Jlt!ro que despues se con- , la practica al principio con aiificul-viet ·te en una necesidad, y por último en un puee la encuentra dulce y agn-adable vicio arraigado por la costumbre. uelve un hábito al cual uo 11e.1 puede Repetimos, el vicio de la bebida es el gran cáncer que carcome el corazon do nuestra so- La usa principal para que loa Jcóvenee ciedad. Ri en Europa su aumento empiezl\ á 1 entre oaotroe, se entreguen á loa victcoa, eaU alarmar á las gente11 pensadoras, qué diremos en la oca firmeza de aus creencias religio1n1 aquí cuando la embriaguez ya no causa re- y mo lea, aun entre los que se precian de pugnancia aino riaa? ' practi ar la Religion, pues este mal es tau -FulMlo, dicen, eetú. muy aficionado al 1 que ya 110 dan garantías ni looa hijos trago. padrea más respetables, ni los miem- 1 -Butano, añaden, estuvo muy imperti- las familiae máa honorables. Tambieu 1 tiaente en tal parte : pero él no tuvo la eul- tá an la ociOBidad, vicio á que •tamos pa, ane amigos lo obligaron á tomar tantaa peneos siempre loa deacendiewtes de 1 copu que ya no sabia en donde estaba. as meridionales ; así como la f:alta de · ¡Y laa aeñorit11.11 se rion y celebran loa chis- ion que se nota en todas partea, y la 1 tea del que no sabia en dónde estaba 1 rdialidad en las rolacionea acocialoa. Ademaa, etl'preciao no tener nunca la ton- Pero a que entro nosotros no hay dh·eraio­tería de creer que un hombre se ha embria. nea p blicas, ni J•naeoa o¡,'Tadnblea, mi otra gado por dar gusto á ans amigos; una pel'llona cosa e tal cual tertulia CIIIIOr& ú algu¡aa que se da á '1'118pt!tar no hará. eso. y si tieoo funci ea de teatro, cuando una co111panía 1 ooetambre de seguir loa consejos de autt ami- extra "era se aventura entre nosotros, ¿por goa, ea porque halla gusto en ello. Que invi- qué n se educa á loa jóvenes de UDCll y otro ten á un júven despn·ocupado á rer.ar el Ro- •sexo una manera que encuentren dentro aario, y verán si nt> tiene fuen:a de ''oluntad 1 de si iamoa lo que Do hallan por fuesra? La para rechazar la propuesta de sus amig~Ja. inatr ion que ae dá aquí á niños y á niñu No hay, pues, aino u u camino que acgnirai' sólo t nde á materializare! espíritu cm lugar se quiere la reforma de esta sociedad. Loa de 6111 t·ihtalizar la materia. Así, los jóvenl!fl vicioa no se corrigen con leyes ni con scrmo- que lo piensan en loa goces materiales no nee, tanto máa cuanto que nadie entiende ni tt-ata de aolnzaTBe sino 011 laa tabemes y en obedece á las primeros, y pocos son loa que IIIS ca as do juego. Tanto más hacen esto eecuchan loa 110gundoa. Pet·o si las señoritas cu:mt que bien saben que nada pierden con no recibieran ju111118 loa olJ&ej¡uioe y no acep- t>ll • conducta; 6 &ea~~n son mal recibidos taran las palabraa de afecto de loa hombrea jomaa en In sociedad pon¡no 1111 vieioe son que tienen frecuente costumbre de embriu- conoc 011? No tal ; el di a en que uno de ea tos gane, DO dirémoa que esto curaría repentina- homb , embrut& . .'ido por la bebida, perver­mente el mal, ni que la sociedad 80 aulvaria tido 1 r aus malas ideaa, corrompido por sna de un aalto, pero aí aaegurámoa que tendría- pn11io , el dia que quiera llamar á la puerta moa andado mncho camino por la via do la del ci adano mú respetable y pida Jaruano regtneracion aocial. Ea probable aun mb, de la ija de la cua, bien sabe él que le aoo-que runchos hombTf'JI vidoaos, al verse recba.. n el mayor gusto loa padre., y qne udoa de las cana J"l>llr.etablea, ae entregarían rita no vacilará en entre¡:arle sa mano, con máa ahinco á la bebida y perderían por indudablemente la hará dagraciada entero la vorgfuloza. ¿ Pero pensaia que eatna mundo y criará hijos pamque padez-pDtes ee reformarían con la indulgencia ? el otro. No tal, y ta prueba estA palpable. En cambio, aa, muchísimas mujeres ae ouan por • toa cierta que Dlllchoa jóvenes que empe- casar , simplemente por no qucdane aolte­z* a ya á resbalar por el mal camino, al ver ras (1 que oonsidenm como una ignominia), que ae rechazaba de la buena sociedad al vi- y ao\1 todo por neta ignorancia. Onintu no oioao, ae eapantarian con tan triste ponoenir bomoe :visto que careceo euteramente de con­y 1t0 se reeoi'Vman á arrostrar la sitnacion oienci que no baa peneado Dunoa aieo en degradante que lee aguardaba, Oon ea&e mo- lu v idaliea del aoviazp ,-ne ea la. napon­tivo evitarían á tocio u.ce seguir loa malos .. bir de la madre de famitia;! ej .. ploa de ¡,,. demu, y • corregiria.n taD A loa oje» mujelw; ejercitad ~eatra perfeatamente eomo • nfonna el que lo baoe inteli ola. co.o ~ Monalee 1 pea- ~ A propia vohat.d. Si el freoo de la Be- ad o porvepir &.n. de dar V1lt!ll&a 1111180 HgiOn y el de la~ no iaplde A• la ju- A 1111 In 4¡ue • •tNgae á la Mtlida. 1 ftlded Be eMnpl 111 _..dalo - b vi- S. , H S. (C••iÑ).

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La Mujer - N. 17

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La Mujer - N. 19

Por: | Fecha: 05/07/1879

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LUZ Y FE DAN FUER~ A. LA MUJ R, REVISTA QUINCENAL EXCLUSIVAMENTE REDACTADA POR SEÑOF AS Y SEÑORITAS, BAJO LA DTlU>CCION Dl> LA !IEÑOJl ~ SOLEDAD ACOST A DE SAl\ PER. N.o 1!>. r . - JUEVES, JULIO 5 DE 1879. ~ PRRCIO 30 C$. --~~----~----~~-- ESTUDIOS HISTORICC S 1:50BRE LA MUJEH, EN LA OIV~LIZACION. CAPÍTULO OCTAVO. LA )!UJER GRIEG.tl ( CONTINUACION). IX Segun las yes de Licurgo, los pa- HASTA uc¡uí no nos heruos ocupado dres no emo uefiosde sus hijos: n.pé­casi si u o de las mujeres de Atéoa.s y de nas nacía el n ño 6 la niñrt, era. llevada otras ciudades que imitaban aquella; delante de un consejo del E~tado que aborn. nos toca hablar do las esparta- la examinaba y si lo encontrnbnn débil nas, las mujeres heroicas por exc•Jlencia. 1 6 mal confor ado, lo mandaban arre- Como bs dn.h crau pues no conv nía á lo. República tener tan robuHas, grande.i y bien formadas ti su cargo un crin tu m tplu acaso seria ' coruo sus hermano~. poro ta.muien como inútil para. la ociedad. A los siete años ellos carecían completamente do deli- los niiíos salí. n de la. tutela de los pn­cadeza. y de finura. Pa.ra.lns espn.rt~nas dres y ernn ~ucados por el Estado la. vida. era un deber y onda. más, así para que fuE un l.menos ciudadanos. siemp~e so manife¡¡tabao sérias, graves Entre otros p imores les enseñaban el y prudentes. En FAipa.rta. todo se hacia arte de robar para que practicasen con con arreglo á las leyes, y la sociedad astucia, los 1 andaban que con mafia reglamentada en todos sus pormenores, se ejercitasen en el asesinato, permi­se movia como una grao máquina. e o tiendo que ro asen á los ilotas 6 escla.. que el individuo era solamente una vos. Tanto 1 s hombres como las mu­parte de un todo, y por consiguiente, jeres tenian l deber de casarse á la. siempre era sacrifictHlo al bienestar de edad que pre ~ribian las leyes, ni ántes la sociedad comun. L1a embargo, como ni despues de !~O años los hombres, y los extremos se tocan, su amor á la li- las mujeres á os 20. En las principa­bertad lleg6 hasta el punto de que, les fiestas, qu emo las de Baco, las como deseasen ser todou igualmente mujeres se d pnta.ban, casi desnudat~, libres, resultaron todos esclavos. el premio de a carrera . . TOMO li. 19 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. --------- 150 Las mujeres casadas vestían túnicas, coutes ha sido el largas y anchas que 1M cubrían todo el rcsult, ]o de la batalla." El hombre cuerpo, y llevaban al salir á la calle 1 repuso:-" Hemos triunfado!" un velo. Las doncellas no llevaban más -" "utóoces, dijo ella, me resigno vestido que una. camisola corta, abro- ¡ con pl cer ú la pérdida que he sufrido!" cbada. sobre los lados, para dejar mayor IIa endo tlabido una. madre que su libertad á lor¡ ejercicios de la lucha, la 1 hijo v lvia. derrotado, y huyendo del carrera y el manejo de la flecha y elJ campo ae batalla, en que babia o llJuer­dardo, en los cuales pasaban la mayor 1 to tod sus compaííeros, le sa.li6 al parte de su exibtencia ántes de casarse. encue tro y le mat6 diciendo: Las mujeres espartanas eran conside- -•· 1 Eurotas no corre para. los radas como máquinas de formar buenos sieno ! " ciudadanos y nada más; así las educa- Son ·o terminables las anécdotas que ban robustas, sanas y vigorosas. Eran refiere los Jüstoriadores acerca de es. tan mal miradas las mujeres pequeñas, ta.s m res inhumanas, má~; bien que que el rey Arquidnmo fué multado por heróic ~. algunas de las cuales mataron que se cas6 con mujer endeble y pe- á sus ijos porque se habiau manifes­queña.. Pero ántcs de todo, las espar. tado e bardes ó 01éoos valientes que nas eran patriotas, y primero pensaban pnííeros de armas. en el bien de la 11acion, que cu el de aquellos tiempos de barbarie sus familias particulares. s prisioneros de guerra erau Citaréwos algunos ejemplos que nos s como esclnvos. Una vez VOll-parecen más característicos. Tenían o una plaza p•íblica del Asia ú. tan alta idea del honor ~uerrero, que una m jer espartana. Uno que de.,caba una espartana le escribía á un 1tijo Mtyo 1 comp rla lo preguntó qué sa.bia bncor. que hn.bia. lograrlo escapa.rse cou 'itla.llt~ "Sor ibre:" conte~tó. Lle ..... ada á la una batalla: -" Corren malos rumores casa. d su amo le mandaron que hi­con re11pecto de tu conducta.; pt·ocura. ciera lguna cosa que le pareció 'il y hacerlos cesar ó cesar de vivir." l bajo, más bien que obedecer se dió Refiriéndole unos forasteros á AQUE- jla m u rte. LONIDAS (madre do un general espar. Un vez un:~. extranjbra, sorprendida tano, que babia muerto e o un comb.•lte ), ante p:1 triut istuo y virtudes cívicas. cómo babia. pelead:> su hijo, a~e=>rurán- l de las c~partaoa. .; , que tomaban parte dolo que jamas E-;parta. ha.b;n produ. con t to iute res en los negocios pú­cido tan famoso guerrero, ella les con. blicos dijo á In. r11njer de Lecnídas (1): testó:-" Es verdad que mi hijo era osotras lm. espartáuas !>ois las valiente, poro mhed que Esparta posee mujeres ~n el mundo que teueis muchos ciudadanos que valen más cía sobte vuestros maridos.'' que él." \o consiste, contestó la reina, Otra. mujer, cuando corrieron 1favi. sa.rle que \IDO de sus llijos ncabnba de <'fJnÍda,., fné aqnel famoso rey que se · 1 izó delcudiéndm;e de las huéstcs del monr en e puesto más peligroso del rgesen el eH trecho de ¡38 Termópilns. ejército, dijo : -" Q11e lo ectierreu, y das sólo tenia 300 hombres; Jergcs que tome su lugar su hermano menor.'' ejército innumcrable.El pe11•:\le mnn-Á< Yuardaban \·arias roujoros en la dó dec al espartano que rir.dit•Ae las a• mas. orill~ de un c.'\roino la noticia. del re. -V id por e11~s! contestó Leonídae. A.n- 1 l tes del ombato btzo que los soldados connc-su tado de una b~ta la que dnban los rnn, nc nsejlindole11 que lo hicieran con la espartanos, no leJOS de aquel lugar. l JlCit~ua 'on de que esa noche ceuariau cou los -"Vuestros cinco Lijos han muerto en 1 diot~cs. . . el combate!" exclamó un posta, que .Ant. d~ dcJ~r su pn~na, el rey espartano llegaba con las noticias del campa. le habr dtcho n. su muJer: . d. · ·, d . , d l ¡ -C neo yo muera, buscad un esposo dig-mento, ,~ng1cn ose u una. e as espar- no de uestros métitos, y dad á la patria tanas.- Eso DO C8 lo que deseo saber, otros e dadanos dignos de ella y de vos. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ------------------------------------------ REVISTA QUINCENAL. 151 ~que n~estros hijos son dignos della-1 serenidad es el sólo bien que nos per­marse así y no séres afeminados." teucce realmente, porque depende de Cleomeno, rey de Lacedemonia ó Es- 1 nuestra voluntad, puesto que los acon. parta, lu1.hia hcnho uo tratado con un tecimieutos son obra de los dioses!" 1 rey ele E~ i pto, pero éste le exigía. que De la corto d(j 'l'olomeo, esta valien-le dier;ln en rehenes iÍ su nmdre y ú sn te mujer le escribía :í su hijo que no hijo, niiío de pocos nños. Cleomello no pensara. sino en el bien de su pa.tt·ia, se atrevió por muci10S din.s á decir á :;in tener en cuenta la miserable exis. su madre Cratesiclea. la exigencia del tencia de uoa vieja y de un niño. rey t.le Eppio, pero como éste le apu- Efectivamente, Cleomeno tuvo al fin rn'>e para. que llevase á cabo su ofrecí. que dejar sacrificar :í su familia, y el miento, al fin le dió parte de la triste rey de Egipto envió al suplicio á Cra­situaciou en que se balbba. tesiclea con sus nietos y todas las mu. -" ¿ E-;to era, pues, exclamó Orate- jeres de su comitiva, las que murieron siclea. riendo, lo qne tanto te preocu. como espartanas. paha 1 Qu6 aguardas para cumplir tu Sin embargo,observa Can tú, "aquella 1 promesa? Bnsca en breve un navío en virtud de las espartanas que no se fuu­que mandar fuera. de aquí ú tu familia, d11.ba sino en un falso honor, al fin "e ! y que este cuerpo pueda ser útil á Es- relaj6, y una vez que las mala11 costun - parta, ántes de que la vejez lo gaste en bres y el vicio se entronizaron en h 1 la inaccion ! " sociedad, la corrupcion cundió con do- En el momento de embarcarse, y ble fuerza en naturalezas llenas de pa- : cuando llevabu. de la mano á su nieto, siones, y sin más freno que un dobcr, -afligido al dejar su patria tal vez se puede decir imo.ginario, puesto que parasiempre- Cratesiclea, notando que estaba edil1cado en el aire, sin más re!:. Cleomeno se enternecía, le llamó a par. peto que el humano y sin otra espe. te y le dijo: - "Vamos, rey de Lo.cedc- ranza que el estéril aplauso de sus co!l. monia, teued valor y que no v~au ver. ciudadanos." ter lágrimas ni manifestar tristeza á S. A. DE S . todo un rey de los espartanos. Nuestra {Continuará). -~ ... - -- UNA NUEVA POETISA. Con el mayor gusto io1>ert::unos en el presente número de La .Mujer, y lo haremos en subsiguientes RcvÍ!,t,.'\.o;, algunos ens.J.yos poéticos de una señorita, perteneciente á la. muy notable familia 'Tejada, que cuenta entre Rus nscen­d~ eutes á ilustres ese. :tore~, hombres pÍtblicos y mártires de la Iudepeuclon. cm. La sefíoritn. es, ademas, prima l1ermana. del señor Temístocles Tejadn, poetn. u e nohble mérito, conocido en toda la América como tal. 1 Jt'elici(laa Trjculct ~énas cuenta lG años, es oriunda del Estado de Cun. dinamarca, pero vive Mé!tualrneute en el pueblo de 1n. Floresta, en el E stado 1 de Boynd. ~i á su tierna edad, sin mál\ educacion que la que ella mismn. se proporciona en el seno ele Ru familia, y vivieudo en un lugar distante d~: 1:1. alta civilizo.cion, la señonta Tejada va compone versos como los que se leerán á cont~nuacion, con el tiempo ella podrá Rer una notable poetisa.. N os atreve. mos, Rln embargo, á aconsejarla que estudie mucho en los libros, y que en la naturaleza observe con cuidado cuanto la rodea, pues no puede haber verdn.. , de ro literato sin el instinto de la observacion muy desarrollado. Decimos esto, porque las poetisas idealizan demasiado, y es preciso aprender á obsermrlo ¡ todo para. tocar el corazon del lector, que busca. en las poesías, no lo que lm soñado sino lo que ha sentido. l Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ,------------------------~----------~~----------------~------- 152 LA MUJE)l. LA NOCH~. ¡ Llega la noche, y sus sombras A extenderse empiezan ya, Y pronto envueltos seremos En su negra soledad ! ¡ Tal a.CJÍ la triste madre, Envuelta y llorosa, va 1879. P, la tumba de sus hijos .r; e la noche en la honda paz l . ¡ Ay ! c111Ín medrosa e,¡ la noche, l ~ro cuánto alivio da, } las almas afligidas C u e tenemos que llorar ! ..... . FF.J,!ClAN4 TEHDA. LOS DESCUBRI ~ORES. OUADROS HISTÓRICOS Y NO' ELESCOS-SIGLO XV· (CONTINUACIO ) . ALONSO DE O EDA. CUADRO VI-DOS AÑOS EN ESPAÑA-1497. l ellas ~ puede celebrar el OfiCiO divino con to ~a pompa, sin que se estorbe el II uno a otro, aunque en cada capilla hay CoMo lÍo tes hemos dicho, el palacio 1 un ór ano grande y sonoro. Arzobispal está en la plaza y al frente Ero pezaba á caer la tarde cuando se halla la Catedral. O jeda era muy Ojeda entró en el templo, débilmente devoto, en su turbacion y perplejidad 1 ilumi ado por los últimos ra.yos del volvió na.turalrneute los ojos al cielo y sol q\.1 ~entraban por las ventanas, cu. entró en la Catedral para invocar la yos e~ sta.les opacos no los dejaban pe. proteccion divina. 1 netra. sino amortecidos. El interior de esl.a iglesia es tan im. Oje a, que conocía la Catedral, se ponente como su puta de afuera, y dirigí fÍ una capilla retirada en la. que está poblado de pilares, columnas, cor. se dal ""culto :~ la Vírgen. El templo nizas y grupos de estatuas de diversos esta!, silencioso y solitario y sólo se r.nfÍrmoles, que armonizan con las be. oían l !i acordes solemnes de un 6r~o.­llas pintura.s y costosos adornos de lo~ uo ve no, en el qlle en..;a.yaba una mtsa. o.ltn.res. El coro, cuyos bajos relieves de re uiem un organista; y estas a.r. representan episodios del o.ntiguo y del moní~ graves y profundas parecían nuevo Testamento, es una obra maestra como 1 eco de las almas que en otro ejecutada. por famo!':Ísiruos artista.c;, á mund se acordaban de este y de sus quienes se pag6 por ello más de mil afecto , de sus penas, de sus dolores y ducados. Adema.s de las obras pro- de sm remordimientos. pías para. el culto religioso encuéntran. Hi cóse con recogimiento al pié del se muchos grandiosos monumentos, bajo altar, t con una profunda fe invocó al los cuales esMn enterrados varios re. cielo ara. que le iluminara el espíritu yes y muchos grandes de España.. N u. en est s circunstancias en que tanto méranse, fuera del cuerpo principal naces· aba su ayuda. Poco á poco, y del edificio, 8 capillas laterales,. tan miént as que la. oscuridad invadía todo espaciosas y bien construidas, que en j el rec pt<~, fué convirtiendo su oracion Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. R E V I S 'f A Q U I N C E ~í\. L ~ 153 - --- ----------~-";:_ ______ en vago raciocinio. Con los ojos fijos ella jamas la volverás á ver: promete en la hermosa estatua de la Vírgen, que no obrar nunj:a contra tu conciencia, estaba 110bre el altar, apoyó los brazos y sabrás en d ¡nde se halla María. contra. el enrejado al pié de él, pennn. Pero en aquel momento 'lgltÍen en. neci6 largo rato como anonadarlo, mi. tró ú la cnpi~~~· y son6 la desapa.sible rando entre In oscuridad las indeciSAS voz del sacriR n que decía : forma.'! de la imágen, hasta que, arrulla. -Sefior ballero, se cierran las do por lot~ sonidos del 6rgano é irnpreg. puertas : ten d la complacencia de nánJose, por decirlo a.'>Í, en el perfume salir. de las ftore!l que adornaban la capilla, Inmediatarx ente deAApareci6 á los sintióse como presa de un letárgo ex. &Rombrados oJos de Ojeda la. claridad traño, y sus párpados se cerraron in. misteriosa quEt iluminaba tí la im~en, voluntariamente ...... :No supo cuánto y saliendo de su trance ó enagenac10n, tiempo permanecería en aquel estado, púsose en pié, pin contestar al portero cuando crey6 vol ver en EÍ con el rumor salió tras de ~ de h\ capilla y del tero­que hiciera el roce del ve~tido de una plo,proponién ose volver al diluiguien­mujer, y levantando loa ojos po.reci6le te á continua su plática con la Vír­ver la estatua de la Vírgen iluminada gen¡ puesto q e él de ninguna manera por una luz interior, y auli fo.cciones, peus6 que aqu llo podía haber sido un que no babia podido distinguir ántes, ,ago suefio, á tes qued6 persuadido de tomaron un color de vida sobrenatural; la realidad de' milagro y de la protec. entreabriéronse sus labios, y aunque no cion que la rEina del cielo le dispen­ofa con loa oído~ del cuerpo BOnido al. saba hasta el punto de entablar du'ilo­guno, con los del almacompreudi6 que gos con él. A,sí eran los hombres de ella le dirigía estas palabras: aquella époc ., valientes, e&forzadoa, -Alonso, no manches tu vida con ind6mitos, pe~o infantiles en sus creen­una accion pérfida. N o te fies de Fon. cías ha~>ta la~lemencia 1 seca y su11 falsos halagos. Sigue los dic. Al día sigu ~nte mand6le á don Juan tados de tu concioncia. Rodríguez de ~nseca,unn no muy bien Sobrecogi6se Ojeda con el misterioso redactada mi va (pues O jeda era mús suceso, y con los cabellos erizados por hábil con la e a que con la pluma), el pavor que causa todo lo que parece on la cual reli u&aba decididamente el sobrenatural, permaneci6 pustrado y cargo de la ex icion á laa Indias si sin atreverse casi á respirar, en tanto aquello deberi de hacerse sin el con­que desde el fondo del alma contesta- sentimiento ~~ Colon, Conteatóle el ba así : Obispo que to maria nota de su nepti- -Seilora, a6lo deseo que me ampa- va, pero que .o la aceptaba como ure­reis y aconsejeia en mis vacilaciones: vocable, y qu 1 aguardaria algun tiem­dadme, reina del cielo, fuerzas y valor po que volvie en su juicio llutee de r:ra obrar siempre bien . .. pero bien darle li otro e ofrecido e~leo. o sabeis, no tengo más que un deseo, Apénas lle la tarde ÜJeda se diri­un anhelo en el mundo: volver á ver gi6 ú la Cate 1 y fuó á buscar la Ca.. á mi María, saber en d6nde se halla y pilla de la Vír en, y al pié del altarp er­poderla hacer mía alguna vez. Bien lo maneci6 larga: horaa esperando oír de aabeia, sefiora, que p&:ra.lograrlo no hay nuevo la comunicacion em,PCzada el sacrificio que no hiciera : y aun no sé día anterior, - pero todo fue en vano: si ~~ia. re1ist.ir á una falta, á un crí- ningun so~r Hnisterioso adormeci6 1us meo, 81 con ello obtengo el blanco de sentidos m 11z6 su espíritu, ni la mú mis aspiraciones.... leve vision ni el menor ruido le di6 á Frunoi6 laa cejas la imágen y mir6 entender que la Ví~ volvía ' "IJUir con disgusto al pottrado j6ven. platicando ~ él. Sali6 ' la vos dtl -Nunca la obtendrás, imagin6 que taerietan, pa volvw ~ lu tardee deciao. ~tus labios,- •i DO erea digno de por mú de oc dial que permaneció Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ------ ------- - -----.,..--------~-- ---.- - ~---. , 154 LA M:UJER. --------- ------------------------------- en Búrgos; pero todo fué en vano: la hrar en aquella antigua ciudad, cuna Vírgcn permaneci6 muda y sorda á sus de !>us antepasados, el matrimonio del ruegos, á pesar de que basta lleg6 á príncipe heredero, don Juan, con la pasar en el templo una noche invocún. archiduqnesa de Austria y futura go­dola postra,lo á sus piés. beroadora 6 vireina de Jos Países Ba. Decidido á no aceptar l)or ningnn jmt Parecía que el príncipe tenia uno. precio los ofrecimientos de Obispo de salud débil y delicada; y aunque sólo Búrgos, Ojeda apeló á su pariente el contaba 19 años, su espíritu era sério Inquisidor que llevaba. su mismo nom. basta la rigidez, resena.do y profunda. bre y apellido, suplicándole le iufor. mente devoto como sus padres,- mién. mase de la suerte de María, en d6nde tras que Margarita, criada en la corte se encontraba y si aún estaba libre. francesa, era franca, robusta, alegre y Pero su pariente no pudo 6 no quiso un tanto despreocupada. El acompaña. darle r:iuguu iuforme. Entóoces volvió miento y eirvieotes de uno y otro no­á buscar al duque de Medinaceli y pi. vio ünitaban el carúcterde sus sefiores; di6le que le llevase consigo á la corte de modo que no podio. verse un con. entre su sé1uito. Ojeda aguardaba te- traste más grande que el que se nota. ner noticias más segul'as de la suerte ba entre los flamencos y los espafioles de María entre los cortesanos y las d~ de la corte que recorrían la antigua mas que rodeaban {!Isabel. Pero est5. ciudad. estratagema le salió tarubien fallida: Con motivo de este enlace se cele. las damas fingían no acordarse de ella, braron muchas fiestas de toros, cafias y 6 aseguraban que desde que la. habían torneos á lns cuales naturalmente con. llevado á un convento no habían vueL curri6 la flor y nata de los ricos- hom. to á tener noticia suya. bres, hidaluos y caballeros, no sola.men. Así se pasaron las semanas y los me. tt' de Casti11a y Ara.gon, sino de toda ses, y Ojeda vagaba como una sombra la península Ibérica, y aun de varias en la corte de los Reyes Católicos en cortes europeas. La corte eRpaffola era el séquito del duque de Medinaceli, y por eotónces grandemente acatada y aunque nada descubría, jamas perdía atendida por todos los reyes de la cris. la e!!pemnza d~ encontrar al fin la tiandad, pues se preveía que aquel tro. huella de su querida María, cuyo re. no seria en breve muy poderoso. Due. cuerdo era. ya no un amor real y ver. ños de todo el antiguo imperio godo; dadero, aino un fanatismo, una manía, victoriosos en Italia; aliados con Aus. un pensamiento continuo : era la for. tria. por medio del matrimonio del ma palpable de sus sentimientos mW! príncipe y el de la infanta Juana; alía.. puros y verdaderos, idea alta. y elevada dos con e1 Portugal tambien, puesto del afecto humano que le preservaba que Isabel babia prometido dar por de toda mala accion y le llevaba por segunda vez su mauo á un rey de la senda del bien. Era ent6nces nues. Portugal, - los Reyes Católicos acaba. tre héroe, el bello ideal del espejo de bao ele contratar la union de su terca. caballeros, valiente, denodado, ~oble, ra bija, Catalina, con el príncipe be. jóven, elegante y heroico. Sólo un amor redero de la corona inglesa, alianza como aquel es capaz de inspirar grao. muy del gusto de aquellos reinos. Ade. des y nobles pensamientos, y sin él el mas tenían la esperanza de ver e u bre. corazon del j6ven s6lo produce espinos Ye imperando sóla la Religion Católica y abrojos. en la península, pues el rey de Portu. ITI gal se prep:haba á expulsar tambien de sus dominios á los judíos y á los moros Un dia de Abril del siguiente año que se habian acogido allí para ampa. de 1497, Alonso volvi6 otm vez á Búr. rarse de la~ persecuciones en España: gos en el séquito de los Reyes Católi. esta babia sido la exigencia que le babia cos, - pues éstos tenían pensado cele. hecho para admitir su mano la infanta. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. Isabel. El Santo Oficio por otra part~ 1 lo. oculta novicia. Extraíiahnn mucho comolidaba su imperio más y más. Im- ¡las damas el aspecto melancólico, uui. perio que con el tierupo debería ha. do á la grande audacia y agilidad que cerse tao poderoso que temblaban des. desplegaba en todo juego guerrero,- y de los príncipes, cu medio de los suyos, no pocas hubieran aceptado sus home. basta el labrador en su campo, s6. najos si él se manifestara múoos retra.i. lo con el nombro de la. Inq uisicion : do y huraño. nadie teoin &eguridad ni en su mis. Sucedía frecuentemente que eu tan. ma alcoba do que no supiesen los to que sus compañeros se ocupablln en inquisidores lo que decían, y los es. nle~res di ,·ersiones, pao;eoli y saraos él pa.ñoles que no excusaban las a.ccio. pasaba las horas postrado al pié de la 1 nes m{¡s valientes y audaces, se humi. Yírgen eu la Catedral ó tHl su estancia. liaban y no osaban ca;;i re!>pirar cuan. ó si no vagando sólo por los contornos clo oían el menor mandato de un inqui. de la. ciudad. Una. tarde en que más sidor: su red de hierro cubría toda la afligido y desconsolado babia ~:a.lido de na.cion, y ilU poderoso brazo alcanzaba la Catedral, despnes de orar ferviente. al reo hasta en los lugares más rec6n. mente se dirigi6 {1 las puertas de la di tos. Cou e!! te motivo notóse que des. ciudad y salió de ella tomando sin pan. de prir.cipios del siguiente siglo XVI snrlo el camioo que lleva al convento el noble y romántico espíritu caba. de la.'l Huelgas. Estando en la orilla lleresco, e¡ u e por diferentes causas ha. de él notó que pasaban iÍ su lado dos bia. decaído en las demas naciones caballeros, montados en magníficos ca. europea<~, - pero que aún se conser. bnllos, y aunque el uno parcoia excu~r vaba en todo su nuge en España, - el ser vi~>to, nuestro amigo vió que era ese ellpíritu mismo empezó á caro. nnJa. ménos que el rey Fernanclo, y el biar de a~pocto en nquella naciou do otro un cortesano muy de sm confianza. héroes, é hízose méoos libre, ménos Siguiólos por el empolvado camino, frnnco y mÍis egoisla. • y en breve vi6 que Olltrn.hau con cierto Sin cm hargo, merced al culto y ad. ~;igilo e u el monasterio de lnll ÜMrneli. mirncion qno todos ~us súbditos tenían tas, ya mencionado. Una. idea a.c;nlt6 á 1:1. reina hu.bel, ol rMpeto por el be. ent6uces á Ojeda y comprendió ií las llo se..xo se roan tuvo incólume en E;pa. claras que en aquel comento debía de ña. por muchos aiíos, y en los torneos y estar la que tanto había buscado. en las fiesta<; lo:.cahnlleros lle. .-. aban aún Lleg6se al monasterio manifestando los colores do ~u~> damas, por cuyo ho. curiosidad grande, y entabló conversa. nor combatino sin desmayar. Durante cion con un locuaz jardinero que en. ' aquellas fie.~t.'\8 del matrimonio del prín. cootr6 tomando fre!'co ú h puerta de cipe de Asturins viéronsc en las justas ~us dominios exteriores. A poco descu. lucirse 1Í muchos caballeros, pero uiu. brió que lss enrejadas veutn11o.s que guno como nuustro Alonso de O jeda, ú 1 daban sobre el jardín pert cnecian a.l pesar del luto que vestía y los colores noviciado de la. abadía, a.unqne el jar. tristes que llevaba., con motivo de sus dinero le dijo que (L ellas, por Ror 111uy deseos siempre frustrados de halla.r ú ¡11.l ta.'l, jamas se podía u asomar las no. ,·icias, salvo á una. m1ís grande c¡ne por. * La Jnqnisic!on no e~·n! como lo picnaan teoecia ú la capilla del noviciado y mucho11,. Un!\ Soc1ednd reh~tosa sol_amento, al daba luz á aquel recinto -pero aun es. contra no, lo!l Royca la ha01an servu· como un t t lta. d d' 11' medio polítiro pnm reinnr. De aquí natural- ~ era an a qu_e. el e ~ ~ no. po­mento resultaron enormes abusos, y los Inqui _, d1a.n! aunque qulSleran, d1st1nguu el sidores bacio.n servir el inmenso poderío del jard1n. cual disponían parn lleva~ ó. ca~o. sus veo-. -i Y las reverendas monja.Ír08. Aquí y al lí veían. pres cía de ánimo del acróbata más se iírboles de granado, pinos reales, li. expe "mentado. Cuando pudo llegar moneroR, naranjos, membrillos, cipre. hast la reja que decimos, se agarró ces, pimiente pa- ven a, los que estando sólo entorna. seando por aquellas alamedas hasta que dos e dieron, y pudo ver lo que babia cayó el dia y salió la luna,_ que pla. dent de aquel recinto. tea.ndo todo con su lnz puso de relieve i tál seria su asombro cuando ,.¡6 aun más las bellezas de él. El jardinf'. ante us ojos una capilla que él cono. ro quiso ent6nces que saliese, pues él ci4 "ectamente, aunque porsupuesto pensaba retirarse á dormir, Ojeda re. nunc babia podido verla t Ricas al-sistió á abandonar un sitio que le pa. fi entapizahan elsuelar ... .... es decir, poner yo misma -María, repitió él con suavísimo y ol sello á nuestru. uterna scparo.cion. tierno acento, vuelvo á veroR, rui seño. Pero el rJcnsa.tuieuto que vos no me ra. mi vida, JUÍ reina ! olvidábais me ha. 80stcn.ido basta ahora Ella. se acercó rnú~ y mit·ánclole iln- en los mús amargos traucet;. Sin cm-minado por los rayos de la luua que bargo, Alonso, hoy ya Ctul¡ezaba á des­brillaba on su zenit: · mayar, os lo confieso, pues ayt:r estuvo -Alonso ? cx.clam6 eutcrucciJa .. aquí el rey don Furnaudo ú notificar­él os !. .. al fin le veo, y le he llamado roo que ú todo trance debería profesar tanto, tauto ~ si no qneria incurrir e11 su real des­y juotaudo las manos le coutempló placer; y ántes lan!Jíruno vi~itado el extática, olvidada de toiu acor- Obispo do Búrgo~, quien me aseguró darse que una doncull:~ reca~ada no que vos yl\ no pons;íbais en mí. .. y aun 1 mira jamas á un hombre así. Ella rni- que era. cos:l. sabida. en la corte, que l raba tambien, y fué su: dicha tan gran- obsequiiíbai~ ,í otra dama. .. , de en aquel momento tjtte quedó re-¡ - ?lieutÍil.! e-.:claruó Ojeda, mentía, 11 compensado en u u instante ele todns , os lo juro, y él lo hacia con intencion, las pasttdas angustias y sufrimientos. pue~ bien sabe lo contrario ¡el pér. -María l de~ia. él :;in poder añadir 1 fido : . , ' otra. cosa ¡Marta.... r -N o ha.blet:; tao alto, que nos pue- 1 -Alonso ! repetía. ella, y en esa. ' den oír ... · palabra ponía toda ~m alrua. -Peto .Marí11., ¿qué dijisteis al Rey ¡,Podrá en este mundo haber dicLa 1 cuando os queria itnpooer su voluntad 1 igual á la que proporciona un amor -LlorJ, supliqué, gemí en vano, no puro y mútuo, cuando se tiene la per. pudo ablandarle ... sin etnbargo, ofre. sua.cion de que es verdadcrarner.te co- cí dar mí consentimiento dentro de r respondido? Cuando dos personas se tres dias; o~o fné todo lo que pude lo. l ama. o con el alrua ¿,acaso porque están grar .. . Y cutre tanto tenia una vn¡;t~. ausentes¡;econsideran separadas? i ~o y loca esperanza de que algo descn- TOl!O IJ. - - ---- ----20 _ 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 158 L.A. 1 briria. ántes de qne- se cumpliera el ¡ sencia plazo. Esta noche, á la hora de ret i- aquel! 1 rarme, pedí licencia de entrar iÍ la Ca. J\lnría, 1 pilla para orar. El corazon me palpi- geruid taba y sentía algo en el aire que me ¡,uelo, 1 anunciaba no sabia qué... huella -Era mi vecindad, querida l!faría, adema e ánimo que le disting~ia, - que podía perder la reputacion de uvo valor para no exhalar un y deslizóse con tiento hasta el ajando, sin poderlo evitar, una. e sangre por todo el muro y la cuerda atada en lo alto de exclam6 Ojeda, no lo dudeis ! la rej -.Así seria; repuso la novicia,- y El s frimient.o babia sido tan atroz no podia orar sino pensaros, Alonso, que cu ~ndo toc6 la. tierra con los piés y en lugar de invocar la misericordia y se vi en salvo se dejó caer largo á divina os invocaba ú vos .. Eran tan largo tre las flore!, sin sentido, en extrafíos mis sentimientos que aunque donde ¡ ermaneci6 basta que llegó el Die sorprendi6 vuestra voz hasta el dia,¡ 'OU el día el jardinero que le punto de creer morir de alegría, la abri I puerta.. Inmediatamente Ojeda. aguardaba... tomó e camino de la ciudad, casi loco Ojeda ent6nces empez6 á decirle de dol r y con la ensangrentada mano c6mo habi&. llegado hasta allí, y trata- envuel a en la capa. · ba de darle cuenta de sus pasados años • Ent ha Ojeda precipitadamente en cuando se o.bri6 la puerta de la. Capi- 1 su pos a en donde quería bacerc;e cu. lla y present6se en ella una monja !la. rar la ano cuando pusiérousele por mando ú ~a.r!a. P.arn que se ~eti,rnse 1 delaut dos 'hombres que exclawa.ron á su dorm1tono, s1eudo contrano a las al mis1 o tiempo: reglas estar fuera de él 6. esa hora. -E tais pre~o. Alonso Je Ojeda., en -Idos por Dios! exclamó María tem- nombr del Santo Oficio ! blando. - P r qué? preguntó con debilitarlo -Mo.ñana vendré á la. misma hora., acento pues h sangro que babia par­respondió el j6ven bajando tarubien dido d rante la noche le babia. dejado la voz. deswa ado y siu fuerzas. -Hermana María de los Angeles! 0 os lo dirán, si á bien tienen, gritó la monja vi~ndola, no al pié del e'l del Santo Oficio. contostá-álta. r, en donde hnbia pensado hallarla, s corchetes, - nosotros cumplí. sino cerca lle la roja i qué ba.ceis aso- llevaros. mada á esa ventana. 1 preci~o obedecer y seguir á -La. cerraba.; contest6 con dehili. toras hasta la prision, en donde tada. voz la novicia., -y temiendo que llegt'1 cayó al suelo moribundo. la. monja. se acercara y .viera á O jeda onse los carcelero~ y viéroulc la úntea de que éste hubiese tenido tiem. e~ pedazada; lleg6 un méuico po de bajar, empuj6 con violencia los e declaró en tanto peligro de maderos. ue le llevaron directamente á 1 El jóven no babia podido sacar aún la. en rmeria, sin bentido y devorado la. mano que tenía metida. entre los por u a fiebre ardiente. Alonso por­enrejados de hierro, y los maderos se manee o entre la vida y la. muerte du. la apretaron entre los barrotes has- rante rgos días y semanas. ta hacérsela casi peduzos.... El dolor que sinti6 fué tan agudo que estuvo i punto de dar un grito y dejarl!e caer abajo,- pero recordando, con la pre- (Co tintumí). --- - ----- -----lif- S. A. DE S. ____.. ---------------- , _______ , ______ ___, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. . REVISTA QUINCENAL. 159 LA AZUCENA Y LA ROSA. 1:!- un f!o!"ido vergel U m' ros!\ peregrina .thí hablaba á bll 'ed:1a, Cou profunda comp:ls;on, A una gentil azucena, Cándida, pura, inocente, Que bajaba el alba frente Uevelaudo su aflicciou. -¿Por qué te miro tan tri~te 1'ú, que halagan lob amores, Y ú quien cu,·iuinn In~ flores La fragancia de tu olor ? m céfiro, blando siempre, 'l'o acaricia con sus nln:~, Dio11 te dió touas las galas Que puedtl dar~e ú una flor. 'l'e dió candor, hermOflura, Y algo de su pura esencia, l'11011 eres de la inocencia, El emblema seductor, Y .t posar de todo gimes, Y á pesar dE> todo lloras, 'fe ajl\8 y te desoolorns .... ¿Cuál es, dime, tu uolor? -Ya que tú molo preguntas 'fnn dulce y tan cariiiuoa, 'l'o contaré, bella rv.~n, La causa do mi pe 'U' ; l'am quo ten~ns presento .\l oit• UIÍ t:ril>lO hisloria, Que la dicha es ilu•orin, lJJJn sombra, y uad\ más. Jóven yo, y envanecida, Alegro ~iowpre y mimada, A mi dcspeoho fuí nmndn l'or un risueüo jt1zruiu, Que con aliento uulcítlimo Me prometió sor constante, Y yo, al ,·erlo tan amante, Lo di mi CAriño al fin. ~'elices un tiempo fuimos, ~;1 gozó de su ventura, Y \lna dicha dulce y pura De mi ser se apoderó. Enero 12 do 1879. 1· )'oro como en c ... to mundo 1'odo e:; frgaz, os in~t.able, !\o fné su afi..Cto durable 1 su promesa olvidó. Desue entónces, defi<>lnda, Abatida, mustia, I!Ola, Tri~te iuclino mi corola Echando ménos mi amor. Ya del cielo ni aun rooibo Su benéfioo rocío Solo con el llanto mio Riego la tiena en reuor. Aunque él me asegura siempre Qno 11u afecto no ha cambiado, Conozco que se bn entibiudo ..\qucl su ferviente amor. Y una planta delicada I>ara so~teaer su Yida, Necesita sor querida, O In destruye el dolor. F.t~ un sufrir continuado Y nu doloroso lamento Ver que no tiene alimento La llama de nuestro amor ! Scutir encendido siempre Eu nuestro pecho ~;ensible J•;so fnogo inextinguible, Que nos consume en eu ardor. Aprende, cándida rosa, Que para vivir contenta, Debos tener siempre exenta 'l'u alma virgen de pasion. l'uos co verdad bien sabida, Nadie en el mundo lo nief,ta, 'l'ms del amor siowpro llega La triste deailusion. Quiera el cielo, tierna amiga, Que nunca oigas placentera La prom~ lisonjera Do un mentido y folgo amor .... Si alguna vez, de~~dicbada, Conoces de amor la pena, Compadece á la a:r.ucena Que te cuenta su dolor. AzuCE:lU. DF.L V .u.LJC. --~--------------------~~-----------------------__1 , Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 160 GALERÍA DE MUJERE~~ VIRTUOSAS Y N O '1' .\ B T. E S . PA~TE TaRCERA. mania,, en Rusia ó en Italill ...... al MU~EBES BIENHECHORAS DE LA SOCIEDAD. mome lto todos nue'ltros periódicos re. ~nos estucl.i~clo ya -varios tipos do produ~:en aque]la noticia ¡t ¡1orfia; loa muJeres todos d1versos. pero calla cual po~meoores, m•:s escandaloso,;, la~ con. interesonte on su ~fcrn. Así, vimo1~ á le~10n IS mas mdecoros~'l, )n..c; cau~M las mujere!l virtuos:\11 en las cortes, ro- 10as corrnptorall, c?yo eJemplo puede deadas de nquel esplendor que solo allí ~er fu esto para la JUVentud, tod~ Aque. se encuentra; despue& las nclmirnmos llo lle a las columnas d_e l(>s pon6d1cos en ol cadalso de los mártires, en Jos YJ?M del~nte. de In: VJAta rle nne~t~os campamentos, e u la.~ cárceles, en don. hiJOS. i Que o_b~eto t1cne.n las. relacJO. de fuero11 los áugel68 protectores de o es d loe VJe.10s. más 1 natt~J tos q~e los cautivos y de los desgraciado<~. En refior los d1anoa; extranJeros . lllD ae~üda, bajando al hogar doméstico, emb~ y que los. nuestrofl rep1ten las presentamos sirviendo de ejemplo s~rv1lr ente? Su obJC~ ~s de~pertar, como hijas. novias, hermunas y amigas. sm dt:¡da, mall'~Da cuno~1?ad, tnterc. Réatanos ahora contemplarlas bajo el sar cor la. rel~c1on de VlCIOil, muchas aspecto de verdaderas santas y como veces < e~conocu.lc•s ?utre n~tr?"! por. bienhechoras de la humanidad. que ~e. pum'-a 9ue !iulo aquelro rhvu~rte, 1 eutrct1,ene y d1strae; y sin embArgo no es así: Ln. virtud tnmbien es a~rada. l. A HEBliA~A ROS.\LÍA. ble, sm; acciones pueden ser dramút ica¡:;, El biógrafo ,Je la homtana Rosalía la vida. do los seres lmenos tienen sus (Vizconde de :Melun) dice en tHl pró. cuadros tan intere!;aotes como la vida logo lns siguientes palabras, que son de lo!l malos, -con esta Hlnt.'\jiL: que dignas de copiarse al pi(. de la letra : al dej~ r el libro 6 el periúclicll fll cnra • .. El poriodü;mo cuide. tanto de pu. zon pnlpitn. entu,tinsrnnclo por olbien, blicar los crímenes, de.,cubrir los cs. y ha1>t • las personns iotlifercntcs sien. Cándalos j tiene tanta habilidad ~m ten YÍ fÍr en el fondo de Sil alma el dar luz 110bre las iniquidades que tm. de~eo le imitar á &C}uel ser q•lc le pre. tan de ooultan;o ; en bu¡;c3r los moti. sentan tao ejemplar. VOl olvidadOfl c¡ue pueden tener los Par probar lo que hemos dil'ho tra. hombrea para r;er acreedores nl doqprc. tarém de sacar á luz e."cena11 dmmá. cio de llUs contemporúneos y de la pos. ticas ~ interesantes de la. vidn, no de teridad, que es preci!lo oponer ú aqne. una re~ na, de unn. princo!!a, de una m u. llos malos ejemplos otros que revelen jer de a n.ltn 11ociedad, do una viajera, las secretas \'Í rtudes. en on~nbio de los uua có ica, cantatriz ó :wcnturcrn, no, vicios mi~terioso•, y la odificacion, ,¡los no ncc 1 si tamos salir de un bo.rrio de C~teándaloR." Pnris P. ra ello, y ni sic¡uiera de un con. Y entre ooaotros cuúnta verdad no veiJto E 1 m(LS pobre, el mús humilde, hay eu esto coa NRpecto del extran. él máR ulro, sito en la misornble calle jero y de Dueatra. patria 1 Que Ae co. llamad; desde tiem¡>Q inmeJl)Orial de meta un crirueo inauclito, que se per. " La es de palo." pe~re un ~inato, lUta iofami& cual. li qu1era, aquí o en loa Estados Unidos, en Fran01a, en Ioglaterra, en Ale. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ---~-- --------- - ·- - .. --1 REVISTA QUINCE 161 ' hermana Rosa. lía. en su comunidad ) J nana te ni poco mús de diez y seis nació en una lejana pro•incia francesa., años,- vivió incuenta nños en París y en Gcx, cerca de las fronteras de Sa. su madre pe aueció siempre e o Gex; boya, de padre'> honrados, de la. clase murieron ca i en el mismo dia, y sin media, que vivian de su trabajo. Había embargo no volvieron tí ver más en venido al mundo poco á o tes de que se 1 este mundo l desencadenara sobre Fra.ucia. la. gran Aquella. v acion en J u a. na era tanto tempestad revolucionaria (en 1787 ). más meritori cuanto que su salud era Su madre tuvo grande influencia sohre • delicada; le enia miedo á los muer-el carácter de 1m hija, á quien crió re. tos, y tan ne Ío!'a, que todo la impre­ligiosa. sin afectacion, amante da los sionaba. Sin mbargo, sn voluntad era pobres, incapaz de mentir y entusiac;t.'\ más grande 1 1e Ru constitucion débil, por todo lo bueno y lo noble. Así. pues, y supo vence e, dominarse y formarse Juana, al abrir los ojos á la razon, en un carácter nérgico y valiente a toda el tiempo del Tm·or en Francia en- prueba. i Po y entura no será un estu­contr6 que su fe era perseguida, y ql\e dio tnás inte snnte el de una. alma de las persouas por quien su familia pro. este temple, ue lucha y sujeta los ins­fesaba m(&s respeto, tenían qne ocul. tintos de su atnraleza. y uo la do un tarse para conservar In vida. Hizo su mahado 6 d un ente débil que se de­primera. comuniou en un subterráneo, ¡ja llevar por us malas pasiones~ en donde se babia asilado un sacerdote Una vez p fesa la hermana Rosa­católico, y fuéle preciso ocultar aquel lía, puso ma s á la obra con activi­acontecimiento de su vida tí las perso- dad en la re eneracion de los pobres nas de su pueblo, á riesgo de causar da su barrio, egeneracion tn.nto física un grave perjuicio ú todtl su familia. 1 como moral. o breve se le reconoció De esta manera aprendió desde su pri- j un mérito t incontestable, que fué mern infancia tí .~er discreta. y supo nombrada s eriora de la casa de la cuán útil es saber callar á tiempo. 1 calle de la" spada de palo." La Re- Cuando concluy6 la época del Terrot volucion qu ht:.bia hecho olvidar el Juanafuéenviadaácompletarsueduca. camino de 1 Iglesia á los desgracia­cion en un convento de U rsulinns. Pero, ! dos del barri más miserable de París; á pesar de que desde su infancia ha.hia las guerras u e },a bino arrancado á resuelto consagro.rse á Dios, no lo. satis. los hombres e los talleres y :í los ni­fizo aquel convento: necesitaba. uo so- ño!! de las es 1elas; Ir. situacion efer­lamento orar y meditar en la mi,;eri- Yescente de os a.fios anteriores: todo cordia Divina, sino que la hacino falta aquello hn.bi sumido en los vicios y los pobres; era. para olla. preciso hacer en la misori á lol' habitantes del ba­el bien material Íl los desgraciados, rrio de San arcclo. Cincuenta años coosolnr á los afligidos de fuera. y soco- luchó la he aoa RoAAlía contra la rrer á los enfermos en sus sufrimien- impiedad y 1 inmoralidad, siu desma­tos; en fin, babia nacido IJerm..ana de la yar nunca, si descausar, sin fatigarse Caridacl como otras nacen coquetas. jama.c;, Fiemp sobre la brecha, COIJ la Cuando st\lió del convento su mayor sonrisa en lo labios, la confianza y la dicha em pasnr temporadas cou una fe en el corn n .. .. .. ¡,No podria.mos, amiga de su madre, que era superiora decidme, se ras mias, poner á esta del hospital de Gex. En fin, su vocacion mujer en In tegoría de las heroínas, parecía. tan completa., y su deseo tan como una J u na do Arco, una Carlota vehemente de consagrarse á Dips sir- Corday 6 un Pola Salavarrieta 1.. .... viendo á los pobres, que su madre la Ln Revoluc n babia de~lojado todas permitió ir ú Paris, á un convento de las antiguas i tituciones de beneficen­Herma. nas de la Caridad, en el cual cía y dostrui las iglesias: era. preciso debería. hacer sus prirncra.s cwmas. reconstruirlo do, y á fuerza de vigor, Madre é bija se despidieron llora.ndo ; paciencia, ac vida.d y un gran génio gu- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. , _....._ ___ --------- - --- -------- 162 LA . - ----~ bcrnati vo, aquella pobre provinciana, biogr ía si q ui¡;iéramos Üa.rrar todas Rin relaciones, !;ÍU amigos, si u Jinero, sus bu nas acciones y las innumerables al fin tuvo tal influeucin en In. so- conve iones que efectuó entro la bez ciedad fra.nce~a, que la visitabau los del p blo, volviendo á la. vida. moral potentados, la acataban los grandes á i nfiu dad de familias entregndns al y los príncipes, y la escribían de to. vicio ú la clegrndtlcion más absoluta.. das partes del mundo pidiéndola con. El me orar la ~uerte desgraciada de la sejos y auxilios, sin que jamas ningu- niñez ra lo que mf.s la ocupaba, y no hubiese sido frustrado en sus pre. creó n solamente asilos y escuelas gra. tenciones, si eran buenas, y en sus de- túitas ara. los niños desvalidos, sino un seos, ei eran conformes con la moral y asilo ra los anciano~ enfermos, el que la Relit:,>iou. despu de su muerte se fundó definí. Desgraciadamente no nos es po~ible, tivam te bajo la advocacion de su pa-en el corto espacio de un artículo de anta Rosalía.. periódico, delinear siquiera la marcha era la. consoladora de todos los triunfante de nuestra heroína por el dcsgr iados de cualquiera categoría ú camino del bien; aunque eiempre hu- que p rteneciera.n: á unos enviaba ú milde, bondadosa, alegre, ocupada co. los ho pitll.les, á otroR á las escuelas, ó mo un!\ ahejn, pero sin manifestarse conse ia una beco. en algun colegio impaciente con los impertinente!!, era, para 1 estudiantes: á loa conventos no diré querida sino idolatrada pur iban 1 s niñns sin asilo; al seminario •los infelices de todo el barrio, quienes los j6 nesque lo deseaban; conseguía sabían que siempre tenia tiempo para emple s ú los que querian seguir esa atender á sus quejas y socorrerlos en carre ; oficio al artesano sin trabajo; sus necesidades. en fin, todos salían llenos de consuelo Su iuuulgcncÜ\ con los pobres era de su resencia. No era extraiio, pue11, tal, que estando un dia enferma en su que t 'Íese diariamente una n.udiencia celda, de donde el médico le babia como de ttn príncipe reinante 6 un prohibido que saliera, oy6 -voces ú lo Secre rio de Estado. léjos y no pudo ménos que salir tí pre-, Los · 6venes que le mandaban de las guntar qué sucedía. provin ias con una carta de recomen. -Ec¡ un pobre, contestó la portera, dacion eran úmpliamentc protegidos que está furioso porque no ve ú In Su. por el ; en personales buscaba aloja.­periora, con quien tiene un empe.ño. mien honrado y bamto, les recomen- Al momento hermana RMaha. bajó da.ba ra. que les diesen empleos, y ú hablar con el hombre y lo despidi6 • los cuí aba. si enfermaban; sólo con la satisfecho y contento. 'condic o de que algunas veces le ayu­- Por qué no me avisásteis 1 dijo la i' dara.n despachar su correspondencia bueun hermana¡ espero que esto no ó la a mpañaran á cumplir una obra. volverá á suceder. de ca ad en alguna guarida sospecho. Y como la otra se excustLba recor- . sa de barrio. Si la conducta de sus dándole su enfermedad, y diciend.Q¡ade. l pro te dos era mala, procuraba refor­mas que el pobre le babia. contestado ma.rlo pero si continuaban en ella, m&l: los bf\ ·a Balir de Paris. Un dia mandó -i Cómo quereiF:, repuso la Supe. llama ú uno de sus protegidos, que no riora, que aquel infeliz haya tenido babia erido corregirse, y le dijo: tiempo de estudiar las reglas de l¡j, bue- ba.llero, tiene usted un empleo na educacion? Es preciso uo alejarlos stantinopla. Hé aquí el pasa. con palabras duras, ni desconuar de su pagado ya el viaje por ferro-aspecto vulgar. Generalmente esta po- vapor. Vaya usted á componer bre gente es más estimable de lo que letas porque debe partir esta parece. Seria preciso referir aquí su entera. lla noche (sin querer ella escu- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. char sus prornes.'\.'3 de enmienda) el j6ven partió para Constantinopla, y esto sin que se le hubiese ocunido de­IObedecerln., á pesar de que ella uo te­nia sobre él m(u; derechos que los que la daban su influencia y su virtud. Algunas veces &e reunían en su sala de audiencia un gran n1ímero de jóve­nes de todas opiniones y partidos, que iban á poner!lo bajo su direccion pn.rn ayud:ule en lo que ella quisiese. Así vieron muchns veces salir de aHí á Do­noso Cortés con una lista de pobre¡¡ que ella le halJia dado para que los visita.'le, encargo que él cumplía con el mayor gusto, distribuyendo entre los desgro.- 163 lnba (¡ loa qt e se afliginn y luchaba 4 brazo partid ' con la ei'pBntosa peste.'' En 1854 ~apoleon y la Emperatriz Eugenia fue 'on persounlmento á visi­tar á nuestr heroina en su pobre al­bergue, y el Emperador la <:oudecor6 con In órde do In Legion do Honor. Eqto favor g~ nó los comzooes de los pobres del bt rrio de San Marcelo, más que lli el So' erano los huhiem. conde­corado ú C4.. desdo t~iuo como á rseguidos y de graciados. Napoleon 1 hasta ~apoleon III, le en- Lo policía a ivierte 6 la Hermana que viabau inmensa cantidad de limosnas si vuelve á p,roteger la fugl\ de loa cul. para que las di11tribuyera entro los po- pa.bles se la poudrá en la c.írcel., Al breP de su barrio. Ella jama-11 ~te mezcló cabo de poc dias s;íhoso que ha incu. en la política, y recibin de todos los rrido tm In isma fnlta. Antes de dar partidos, con igual ontu!liasmo y ngra. úrdeu para e se lleve tÍ cabo la ame­decimiento, cuanto la daban para svs naza, el jefe de policía líO le 11resenta det~raciudos desvalido!!. un dia á la ennanu : Esto en tiempo normal, ¿qué Reria -Vengo, la dice, á advertir ú usted en las angustiosas épocaR de epidemias, que está brrav mente comprometida por durante laa cuales roorian centenares haber hecho salir de Paria(¡ un impor­de infelices en los barrios pobres de tanto miemlho de los revolto6os, y be Paria t "Ella, dice Imbert de Saintr venido á preguntarle ti usted c6mo se Amand, durante las epidemias del c6- ha atrevido ¡manejarse a.sl, tanto más lera, ert. sublime de energía: pasaba cuanto ya estaba advertida. lu noches cerca de los enfermos, orga. -8eiior refecto, contestó ella, yo nizaba los hospitales, reanimaba al pue. no soy sino u a Hermana de la Caridad. blo aterrado con sus consejos, couso- Y o no tengo bandera y sólo tengo la Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. J64 mision de proteger ú los do:~gmcindos -N 1, aquí no, si no quiere la Her. y J~Crseguidos en donde los encuentre: mana, >oro en la calle :sí: Su muerte yo no los juzgo. ARí, pues, sefior Pre. está de •retada! • fccto, se lo prometo, s1 n.lguna ve:& U!l- Uua. l1ora. entera duró aquella lucha ted se encuentra. en la. mi11ma 11itua.rion, entre 1 ángel del bien y ol génio del acud!l usted á mí,que le Rerviré tatobieu, mal. L l.s hombres furiosos no cedian ni En seguida dijo al .Jefe de policía un pu to, ni ella tampoco. que las Hermanas de la. CariJa.d !iÍem- -Er. tregue el prisionero! gritaban. pro pertenecen al partido de los veu. -Nc, lo entregaréjatn&!l! contestaba. cido:~ y de los más infelices, y nunca -Er tr&.rcmos á buscarlo ! quiso prometerle que Jlejarin ele prole- -:No entrarán ! ger á cuantos co::~spirndores le pidiern.u Al fib llegaron basta el lugar en don. auxilio. de e:sta.ba el oficial, disputando el te- En la siguiente semana., estl\udo clln rreno la Hermana Rosalía palmo á ¡ conversando con un jefe n:lDdeauo que palmo. bnbia itlo á darla las gmcias por la -M ere, iufame! gritaron los más prot.eccion que babia dado á muchos de euergú euos, y varias armas se levan. los pseudo-insurreccionado!!, repentina- taron uutündole. mento entro á la sala nada ml-uos que La ermana Rosalía se interpone, y el Jefe de policía.. La Hermana, sin encarál do"e con aquellos locos levanta turl.rse, hizo seña al descuido al cons. las mat os y exclatoa de rodillas: pirador para que s:1lie~e lo mi'! pronto -H: ce cincuenta aflos, señores, que posible, y en !Seguida, c.:ou gmn &creui. os he Clt>n~agrado mi vida ; por to:lo el dad, entabló con el.Jefe de policía una bien que Oi he hecho á VOiOtros, á vues. larga é interesante conversacion, que tras n ujeres y ú vuestras hijos, sólo dió tiempo al otro de alejar11e lliu que pido 1 vida Je este hombre : sospecharn natla. su.perse;;uidor. Una conmocion eléctrica in11pira á Cuando al cabo de poco' días el Jefe todos quellos hombres, y al mismo de policía tnvo uoticit~ de c6mo In Her. tiewpq las armas se inclinan, ol ailen. mana lo ha.bia engañado, fu~ á recon- cio su de ú los grito!! de odio, lágri. venirla. mas de ternura inundan muchas meji. -Qu6 quería usted que hiciera i ex. Has e• negrecida!J por la. póh·ora, y clam6 ell" ; yo lo hice tanto por él volvier~do la espalda salen corriendo como por usted . Deseaha que usted uo de aq1 ella casa, vencidos y subyuga. tuviera la pena de tenerlo que npreAAr, dos, sú o cou la voz de una humilde y en seguida sumirlo eu una prision ; mujer. El prisionero se hal>ia~~alvado: ¡por ventura no hice bien? Pod :iamos multiplicar becb011 y p&· ~hiendo logrado huirso de entre la!Jras heroicas, que pintan el carácter laa mnuos de Jos ener~ómcno11 insurrec. de est mujer qu6 tuvo todas las vir. t011 de Junio de 1848, un oficial de )¡, tud&~ las cualidad el! de la mujeduer. Guardia .Móvil, se babia refugiado en te de Escritura. - la mansion de la Hermana Rosalía. Los J Há a el fin de ~u vida cegó, cosa amotinados se presentan ú la puerta que 1 afligil\, porque no podía conti. pidiendo ven¡_!anza y que le.'! entregasen nuar s rvieodo ú los d~racio.doa. "Ah! ' áan victiwl\. La Hermana Rosalíasalió decia, ios me ha quttado la vista, ' conferenciar con ellos, pero aquellos por•¡m yo gozaba demasiado viendo á hombres estaban ébrios de sangre y de mi11 pq Lres 1" Tenganza, y á todas sus palabras con. S6lo unB vez us6 la cruz de la Le. testaban con grit<-s horribles: gioo .e Honor: cuando la llenron al -El prisionero es nuestro 1 es:cla. ceme terio. Vestida con su hábi&o de mftbaD; entréguenlo para matilrlo! herm ba de la caridad, llevada en el -Matarlo aquí! dice ella¡ i en esta carru e de loe pobrea, aua fuoeralea co.sa ! hacia un mro contl'Mte con la. ilnnen. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCEN sa. multitud que Acompañaba su cadá-1 La. vida de 1 ver; un cardenal, un obispo, los prin. puede compeo ci paJes miembros del clero, con <.les, du. que ella repetí ques y marqueses, mendigos, artesanos, "Tengamos estudiante!!, pobres, ricos, viejos, j6ve. con Dios, de nes .... la nacion entera. estaba repre. de juez para co sentada. en aquel entierro. y ademas le 1 rindieron honores los soldados como ú miembro de la Legion de Honor. 165 Hermana Rosa.lía. se nr en estas palabra¡;, frecuentemente : corazon de nii'ío para. l?·e para el pr6jimo y nosotros mismos." S. A. DE S. MIS SOBRINOS EN LA IGL SIA. Querido lector mio: -Ha muobo tiem­po que nCI os dirigía mis letras. ¿Por qué tal silencio? preguntareis acaso, y yo o!t conte:.taré qno mil moti>Oll, que no es del cnso deciros, y por cierto no os importa. conocer, llle lo habían impedido. Pero no croais qtie por haber 'guardado silenoio he dejado de observa¡· lo que pnsa on la &o­ciedad ; no tal : y lo peor e,.¡ qno poco de lo que he visto n•e hn agmdado. Hepotiré aquí lo qne años atrns dije, y es quo en mí se ha cumplido aquel proverbio popu­lar qne dice: "á quien Dios no le da hi­jos el diablo lo d•1 Eubrinos." En verdad que 'estos benditos jóvenes son mi peren­ne pesadilla, y los que 1uo proporcionan toda clase do quebraderos de cabeza. Y ~;i no 1no lo creeis, l!á:;teos saber que un hom­bre como yo, porteuccieuto ' otra época, que mira todo con ojos qno nacieron en ot.·o ~iglo, y qne licuo la do~gracia no ya do \'ivir, sino de tter rit·i,· á los demaa: qne bn abandonado las tablas do In exis­tenc: in para convertirse en simple ospoc­tador; un hombre quo no tiene hijos sino sobrino~, ,¡ quienes no puede colTegir sin que se burlen de él ; repito que 11n posi­cion no os muy halngüeña ni ag¡·adablo en ll!>ta ciudad progresil'ta. de Dogotá, qno jactanciosamente se titula "L~ Aténas de t)ud Amét·ica." N o liÓ si tilguion se acordartt do la'> a von­tllrns qne en oie11o tiempo referí, ouaudo mo vi precisado, por cironnstaucins intie. pendientes de mi voluntad, á acomp~ñnr 1\ mis sobrinas ti los bailes y otras concu­rrencias que ya no son propias para los viejos como yo. Desde entónces había ju­rado no volver jamns á los sitios en que mo !Jndiora encontrar con mis quol'iuus sobrinos, á qnienes suelo vor eu su casa en las horas en contrar persona do este p1·opó~it cncontrarruo co frecuento, cosa buen humor, ni espíritu, nlgnna que sucede en e Vengo ahora mio, lo que me dins en una igle brnr. Deseaba o teológico (cuyo habiéndome inf iglesif\ como un onaudo ~Íiu e~ yo 'ivo léjos do no funcionan e resolví aguarda pi•t de h1 fiesta, na\'o, que roo p oaso y do donde nl proclioador ; oomo en seguid Hacia apéu estaba allí, cuan faoron entrando rins señoritas, qt como á no toatr estilo ; tnn engn taban, y cou tan jo miraban en t ban sayns y mnn acostumbran las ni templo, nsab llenos de lazos dajns, que est¡¡n llos tan largos at·aodelaa, ena exagerados, y st gres, quo tuvo p - - - --------+>-~· -----~ e no hay riesgo de en­de fnorn. Pero, á pesar me sucede, por acaso, ello!! en los lugnres c¡ue que no me di~pone al propia para serenar mi eces conturbado con lo din. referiros, amable lector sucedió no ha muchos a que no quiero nom­prcdicar á un orador ombre tampoco diré) y ·mado mnllll'guó á la hora fmtos de tiempo, y solitnrin ; poro como cruplo, y mis piernns ya su antigua actividad, n nn dncon el priuoi · cogioudu nn ladn de la eció muy propio para. ol otlria c.ir cómodamente !la que no dobia suceder, lo verá el lector. algunos momentos que o oí muchas pisadn!S, y or diferentes partes va­llegnron á la iglesia ú otr~ ·di vorsion por el nndns y compuestas cs.: franqueza y dcsparpa ­o SUJO. Aunque lleva­llos ncgt·as como las que iiorns de Bogot$ p3rn ir los peinados tan altos y cintns y demas :uu·an­n moda hoy : los zaroi­visto~ os, los recogidos, ns y sobrenaguas tan miradM ta.n vi vns v ala­r un momento la inton- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. f 166 LA MUJER. cion de acercarme á ellas para advertirlas -Más nle que piense en lo que va á que se habían equivocado de edificio y hacer. que á la ''casa de Dios " no debe concu- -¡ Pues ! cabalmente para distraerme rrirse sino con un continente modesto y y no pensar en lo que vo.v á hacer, es que aspecto humilde ; pero reflexioné en se- quiero conversar. guida que probablemente aquella indica- Entre tanto dos de las del monton ba­cion seria mal recibida, pues noté qne en- bian entrado ya variM veces á la sacris­tre las señoritas estaban dos de mis so- tía á preguntar por el ausente confesor, y brinas, y así permanecí tranquilamente en como el sacristan no les diera contesta­mi asiento. Las 1·ecien venidas (que iban cion terminante, al uso de loa sacrista­solas y sin sus madre~, al uso inglés ó ame- nes, volvían al punto de reunion y con ricano del Norte) se fueron reuniendo al toda franqueza continuaban la ie-to malcriado igual! dico contra el q pctor ••• ? Para eso ne- -Recnerde nllted que es mi hermano; ce.Qito oir el sor pon. contestó la otra amo~Stazada. -Déjate de frioleras ...... acompáña- - Ya no saldrá al confesonario el doc- me ahora, y de pues volvereruos. tor ! exclamó ott·a interviniendo, y con el --Perderiam s el pue:;to. cambio impidió un disgusto entre laot-que, ba~Sta cuándo e iScüor :11isericordioso per-al contrario, les rla t"lltro á los hombre."l.... mitir:"1 que este ridículos ó ignorantes -Y bieu oo lo merecen ellos ! mozuelos pedau ~' con motivo de su mis­Bu tunto que así hablaban en voz baja ma ignorancia, penetren en la casa de aquellA:~ &eñoritaa, noté que varios de mis Dios para insul da con sus palabras irra­sobriuos, en un ion de otros jóvenes y le- vereutes y turb á los fieles en sus ora­chuguinos del mi!>wo juez, se habiuu ido 1 cioues? acercat.dó y hablaban en vo"' mós alta; -Fuera.! fuE a el viejo Coco 1 dijo el por consiguiente, no pude méuos que oir- insultado. le~ la conver11aciou. --H111>e visto nsolente! añadió otro. -Qué te parece, hombre, dijo uno de -Yo no hag tlino contestar al apóHtro-ellos; he recorrido toda la igle.sia y no la fe del jóven, re use. he podido encontrar ! -No, señor, ~~~o no le tocaba á un ve- -l!:&tará detras de alguna columna.... jet~ como usted -No tal; sé, poco más ó ménos, en -La libertad de la palabra y del pan-dónde había de arrodillarse. samieuto es sag ada 1 dijo otro. - Pero, entre tántas mujeres, cómopue- -Eao mismo ~igo yo, contestó, y por dea distinguirla? ooo interpelé á stcdes, haciendo uso de -Fácilmente...... Me dijo qno llevaria mis derechos. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. , . ~----------'------- - - ---~--.,--... ---- - - ----- -- ·- 168 LA MUJER. -Pues nosotros DO le escuchamos ! -Mal criado ! le dije. -Que le echen fuera de In iglesia, pues ya sube al púlpito el predicador ! replicó uno. -Pues no me iré, ni me callaré. -Que le pongan mordaza ! -Así tratan ustedes á un anciano ! -Así irrespeta á la juventud ilustrada! -A la esperanza de la patria ! Y o iba á <;oute~otar, pero... . . . lo confie­so, me embargó de tal modo la cólera, que tomé mi sombrero y salí al punto de la iglesia, por DO hallarme en un templo que aquell08 mozuolos profanaban; más pt1ra mi satisfaccion alcancé n oir las pri­meras palabras del predicador : " Amados oyentes 1nios ... " -Ah, sí ! dije para mis adentros ; Dios ama aún á lolf que le del!couooon ó le in­sultan 1 Pbrdónalos y oorrígelos, Señor, así como los amais. RENATO. ANALES DE UN PASEO. DIA PRIMERO. Et in Arcadia ego ! (Yo tambien viví en Arcadia). El sábado 2 de Julio de 1871, no ha- y no hay momentos más agradables en la hiendo salido el sol todavía, los amigos de vida que los que se pasan en la sociedad Alicia se reunieron & la puerta de su casa, de personas unidas por una amistad leal, formando una alegre cabalgata, la que formada en la conformidad do ideas y pocos momentos despues emprendió oami- edncacion. no. A más de Alicia, doña Catalina, don Era ya más de medio dia cuando la Gregario, Pepita, Bartolomé, J\Jstina, caravana, pasando un caudaloso río por Adriana, Máximo y Mauricio, les acom- un pint<>resco puenta de madera, casi pañaban los dos niños de Alicia, montados completamente cubierto por el follaje de en mansos caballitos enseñados á su ligera los altos árboles de la ribera, llegó á la. carga. hacienda. La casa de habitaoion ocupaba El día iie anunciaba sereno y el cielo se lo alto de una erupinada colina, y sólo era mostraba cubie1t0 con la ligero niebla que abierta cuando la familia del duefio iba á precede á un dia brillante. Todos, más 6 pa~'\r temporadas en la hacienda; estando ménos, formaban alegres proyectos de pa- á orillas dol rio los edificios y enramadas seoe y diversiones campOI>nes, proyectos para viviendas de los ¡leones y el mayor­que probablemente no &e cumplirían, ó que domo, y para las oficinas concernientes al al cumplirse se borrarinn despnes de su beneficio y administrocion de la hacienda. memoria, con la lllit1ma fncilidad con que La. ca~a era de teja, alta de techos, y se secaba el rocío brillante en los arbustos rodenbanla anchos oonedores con baran­que los viajeros rozaban al pasar. das de madera cubiertas por cortinajes de Bajaron lentamente el camino pedre- gualdas y enredaderas floridas; osten­goso, formando variados grupos, ndelau- tando el jazmin bUS estrellas blancas, la tándoso algunas veces unos y quedándose bellísima ~;us rosados pétalos, los raor~:io• su atras oh·os, para acompañar alternativa- perfume, el subí y cojéme sus alegres fru­xuente R. los niños. En breve salió el sol, tas, y las bella.s ele noche sus magnífi088 y el calor fué creciendo hasta que á medio y aromática& flores. El cuerpo principal día ero tal su intensidad, que agobiaba de de la habitnoion se componía de llll& gran lleno á loa viajeros, como si les rodeara sala amoblada sencillamente y nrias al­una hoguera, no obstante lo cual todos iban cobas ; lllliándose con otro edificio por tan contentos qne la conversaoion amena un ancho oorredor que, á manera de y animada no languideciÍl ui un momeuto. puenta, dividia en dos un bello jnr­La simpatía. es an verdadero don del cielo, 1din-huerto. El comedor era espaoioeo y Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ----------- -- REVISTA QUINCENAL. 169 bien ventilado, perfumado tambien por¡ más fuerte subia del rio, murmuraba en­varias plantas aromáticas. Antes de subir tre los árboles, mezclada con el perfume á la caaa, resolvieron los do la comitiva de las flores, y, enfilando los corredoret~, bañan.e en el río, que corria claro y fres- despertaba sus ecos y dejaba tras sí los co bajo los altos árboles de la ribera, fren- ricos aromas del campo y el apagado ru­te de la casa del mayordon1o. Al pasar mor delt·io. pur un estrecho sendero que oonduoia al L" oonven;acion entre los amigos, que retirado sitio que habían escogido las se- babia sido al principio alegre y aniroada, ñoras para bañarse, Alicia sintió que el fué poco á poco languideciendo, hasta que velillo de su sombrero se babia enredado al fin se quedaron callados. en un espino, y al quererlo desprender -Cuán hondamente suspira nsted, oayó en torno suyo una lluvia de florecí- Máximo ! exclamó Pepita, incorporándo­llas delicadas como plumas y de un suave se en su hamaca. color de rosa: eran flores de amé, planta -Yo suspirar! Seria Maurioio ... llamada vulgarmente madre de a!llla en -No me creo culpable, dijo el interpe-algunaa provincias, y carbcmero en el lado riéndose; et10 es bueno para Jos Canea. poetas. Alicia mostró á sus compañeros, al tiem- -Me deolaro culpable, contestó Míxi-po de dirigirse á la oaaa, un ramo de es- mo, pero perpetr6 el suspiro á duo con taa flores, diciendo : Mauricio. · -Esta flor me ha recordado hoy un -Y por qué? preguntó Alicia.' ¿Ya curioso lance de mi primera niñez. están ustedes faatidiadoa con nuestra com- -Que la rogamos nos refiera usted, pañía? dijeron rodeándola todos. 1 Al contrario, contestó lláximo, yo pen- -Alioia no contestó, quedándose pon- saba en este momento que la vida que aativa, y Máximo, que se babia acercado v11mos á llevar aquí, será la de los pasto-para darla el brazo, la preguntó : res de la Arcadia ... encantadora. -¿ Es acaso un secreto quo u o u os pue- -Sí, Pevita, la triate:Ga ea nuo de loe de usted re\'elar? sentimientos más poderosos del corazon -Secreto no, pero oreo que apliqué humano. 'l'odo en la naturaleza es tria­malla palabra • curioso ' al lance, pues te, añ&dió, porque todo lo que conmueve máa que de curioso tiene de raro y ex- arranca lágrimas, enternece. 6 Por qué es traño. esto ? Consiste eu que en el fondo de to-y como todos pedian que lo refiriera do sentimiento se enouentt·a la melanco-oontestó : lía, aun en lo qne so oonoidera mía fea- -No, ahora no. Esta noche tal vez, ú tivo. Nadn ea más cierto que aquello de otro dia. que traa de cada sonri~~a hay siempre una -Dcspue. de comer llegó la noche : la lágrima. noche de tierra caliente, tranquila, serena, -Tiene usted razon, dijo Alicia ; hasta trayendo consigo el fresco y el bienes- las belleza111 de la n11turaleza física, nl con­tar,- midiéndose por horaa de gozo deli- mover pt·oducen tristeza. Ante los impo­oiOBo, indesoribible, en que el mero acto nantes espectáculos del sol poniente ó de de existir ea una dicha. la aurora, de un hermoso paisaje ó pri- Alioia, Máximo, Adriana, Pepita y Mau- moroso jardín, ¿ nu es verdad que ex po­ricio dejaron ¿loe demas en la ~~ala en- rimentamos una confusa pena y una tria­tretenidos jugando, y Blllieron á tomar el teza vaga ? fresco á una esqnina del corredor en que -Así será para algunas personas, ob­habian colgado dos grandes hamacas. Las servó Adriana, pero no todus sienten lo tree señoraa se acomodaron bien ó mal en mismo, aunque para muchos un bello dia una de ellas, dejando la otra para Máxi- y un cielo azul y despejado sean ooaaion mo y Mauricio. más bien do tristeza que de alegría. Soplaba un vientecillo suave pero cons- -Sí, repuso Máximo, la tristeza ea el tante, que esparcía loe sueltOB cabellos fondo de todas nuestt'all alegrías. ¡, Des­rubios y castaños de AliciA y Adriana y pues de una ausencia no volvemos á ver jugaba con loe rizos de Pepita. La luz de á nuestros parientes y amigoe más bien la luna que se ocultaba, moria en loe oam- con melancolía que con regocijo? ¿No e. poa, y coando alguna ráfaga de viento verdad que una nOQhe eileooioaa, tranqui- ---- - --~------------------------------------------~ ~--~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 170 LA MUJE la, seren; nos infunde m~yor recogi~ien-1 te i un ór querido, sentim~~o~ como to que una tempestuosa y oscura, que pl.lr nn dese gaiio, y una justa queja estalla lo eomuu cautSa espanto y pavor ? Del en nues o cornzon." fondo de toda música alegre surge un [ -Qu troz() tan verdadero ! exclamó suspiro, una queja, una lngrin1a. El mur- Adrinn y qué feliz debe ser usted, señot· mullo de lAs fuentes y rios, el golpear de Arandn poseyendo nua memotia como las olas del mar, el canto de las aves, el la que ne 1 viento entre el ramaje de los árboles... -X o lo orea usted, contestó él: la me­todo esto conmueve, es decir, entristece. rooria e el peor de lo:~ martirios y nos -Oh 1 la alegría es siempre un ebfuer- causa 1 mayores penas: yo que despues zo, dijo Alicia ; para sentirnos alegres, es de hab leido un libro ú oido un discur­preciso olvidar las penas de la vida; per- so recu rdo capítulos y trozos enteros, der de vista las realidades de la exi:rten- cambia1 a muchas veces este don por el cin, entusiasmándonos. del olYi o. -Es tan cierto lo que usted dice, con- -M parece, dijo Mauricio, que la fe­testó Máximo, que no ha mucho leía yo licidad s enteramente convencional, y en una obt-o. de Madama de Gasparin un 1ede ser muy dichoso á pesar de trozo que me hizo mucha impresion; y nndo al traves de un crespon na-aunque no só ¡,j las palabras serñu las mis- n1emoria puede efectivamente mas, el fondo del pensamiento es este : enas ; pero tambien nos propor- " Causa compnsion la dura suerte del tas y alegrías, ret.:ordi.LDdo lo pa.- actor que se ve precisado á salir á la es- que fuimos felices y dándonos cena al dia siguiente de haber llevado al positivos. cementerio lo11 re.stos de un sér querido. d es todavía muy jóven, Mauri- Difícil seria imaginar un suplicio mayor. t>tó Má.ximo, pero de::,graciada- Sin embargo, bajo su careta el actor es mente pasarán muchos años ántes de dueño do &ns sentimientos y de su verdn- estar p suadido de lo contrario : que no dera fisonomía. Ha penetrado en una in- bay quí n no lleve un luto que más ó mó­dividualidad ajenn, definida, que encu- nos enu greco la vida y turba toda felici­bre hasta cierto punto la integridad de dad. ¿ uión no tiene en sí mismo un su carácter, y lleva con aparente holgura recuerd de su infancia cí de su primera vestidos de fie&ta ; más el luto permanece juventu , que no le baga estremecer en el mismo : puede rein,e, contestar, chan- medio e sus alegrías ·? ¿Quién no ha cearse, accionar; pero su alma es suya, y visto m rir ó desapnrecer algun pariente en ella oculta la vida íntima, cubierta con ó sér q rido, cuyo recuerdo se alza de un velo que ninguna mano discreta le- improv o, iuterponiéudo:>e cual una ro­vantará, ni tampoco le habrá que pueda conven on al goza1· do algo? ~acedad rompe1· las puertas de su santuario oculto. seria q jar¡;e de tales nubes de dolor, Mas nosott·o11 los nctore:; de este lllundo porque 11tas 110n a1hertencias necesarias no tenemos siquiera ese asilo inviolable. en nues ra vida, que nos envía Dios para Nuestro papel u o os el de un personaje que co nendo.mos que no hay nada es­ficticio, sino el de nue:.tra propia vida, y table a 1Í en el mundo. sin contar lo!! indiscretos, ¡ cuánf.Gg per- -Ut. d se equivoca, Mnximo, le con­sonas no D05 perturban con preguntas testó el ermano de Adriaua, si piensa dictadas por el cariño! ¿Cómo nos man- que no omprendo la tristeza; la creo tan tendremos resen1ados ante los que tienen indispe ble en la vida, como las soro­derecho de indagar nuestros sentimientos? bras en n cuadro bien pintado, que ha­Porque nosotros les pertenecemos; su te. cen res tar mejor el juego do la luz de soro 08 nue¡¡tro corazon y ocultárselo es la exist cia en todo su brillo y esplendor. robarles. Quien nos ama quiere leer en -Es idea, replicó Mnximo, me con­nuestro espíritu. La indiferencia es dis- firma e lo que ónt&~ dije : usted no ha traída ; el amor no puede consentir en probad de la vida bino los goce& de la parecerlo. El amor, como el sol, absorbe melanc ía1 aquella melancolía poética y las nubes; sufrir en su pr86encia es inju- sin mot o real, que siente la primera ju­riarlo, o por lo ménos manüestarle que es ventud pero despues cada año le traeri impoténte para llenar nuestro corazon é una pe verdadera, que no es ya melan­inhábil pua curarle. Cuando vemos tris- colía si o tristeza ¡ la naturaleza humana Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. -T" ------ REVISTA QUINCENAL. 171 es tan singular, que en la juventud &e rnndo huirla á todo trance. En Elllto con­• imte y se go7.a con la melancolía, mión- si&te que los viejos suelen t~cr ó parecer tras que en la edad mris avanzada, &e la más joviales que muchos jóvenes. comprendo mejor, y por eso se sabe que es necesario ocultarla á los ojo3 do loo do- S. A. nE S. mas, y no dejarnos llevar de ella, procu- ( Continuarú). REVISTA DE EUROPA. I 1 " Ltrrumbam•e.nto social por ol 6pocll, en la cual se enscña. á que todo acaba. otro. Lt~ s•tnacwn es por CJerto cspantosn, Y on la viul\ material ' .. Cuando BO le señala lo peor 1'8 que e~ menor escala on~ontramos ~1 hombre, como el ¿;,¡~o fin do su vida, c~ta formados los nusruos ba_!allones, •zuelas las tr'ste existencia terrestre sns miserias le bdan 1 dertiRdY la. lucha cm penada en todas parles d~aeRperan. ... Todos : Ol;it~pn~, aaccrclotes, e DmI un o. ¡ bc\1 'd ¡ d ¡ c'vTzacion ¡ eg1· s 1a d 01.c s, t o d os d cu'-o-.:rnos p•·o ctu· ar que se ces~ que ~ _ 0 1 ea. e a 1 1 ¡' ntre eleven \nA mirt~da.'l al cielo .... Dig1ímoslo en es la paz, la b 1mandad } la concord 8 e voz muy nlta: la mtu:rt11 es una rutituriOtl,.. todo~ los pueblos, unos con ot~~· en ~odas Dt!bcmos en.:ontrar h Oio11 ni fin 1!0 I01lo ; no las ~·udaOn 1 vuelva á Jos co;azones que !u h. n rochazado eetan .a punto de declararse 1~ guerra), en la con tanto ahinco durante lo11 últimos aiioR! Amér!ca del Sur ao combate sm ceaar: '!'"o: En St•xz \ 80 le siguió cau~;a á un doctor ron m•llarCA ,de ~ersonns Y corro la snn¡;ro 11 nrons11e editor do un periódicu incendiario torrenteR! hn Europa ~~~preparan 1.08 cm!'- titulado' Avatlt Oarde, y 110 lo comlt·nó á do~ bote~ pam lo f•!htro, so SJCmbr~ la cbsconh~, mC'j¡eS dC' prision y die1. aiios de destierro, por se. nuna la aocJe~iad, ao ~rgamznn los n•¡;•- hnber pnblí~ado que era nccoKario nsesinar á m•entoa, sn "Já!l7.nn lo_R puunl~s, Y se hu~e una Jo;; nlon;ncall y altos magistrados rle todas las ~ucrra CI"UIIn !" !od_a ulea de orden, de mora- nnl'ivne¡¡ para plantear el socialismo en au hdad y do rllh.;•oa•dnd. ¡ 1 .~ · n En I'QnTt.·o" L diacuton en laa Ctirnaras le- cvmp e a P~· J UCIO • ~islntivba acaloradamente una ley para ¡olan- lJ tear el matrimonio ch;J obligaturio y otrul' Con motivo de la tcntath·n de asesinato del leyea de la misma escuela. Zar do Rusia, los periódicos europeos so ocu-t~ n Fll.ASCIA so trabaja activamente pnra pan extcns:1mente dclt"Stndo político y social destruir la Universidad católica, y todos los de ese enorme E!~tado semi-europeO y acmi­colelíioa y escueiiUI dirygidos por rcligio!IOB v at~iiÍtico. rcli!!;IOíiBII do ciertas Onlcnca. Aclc1uas, paro La aituacion do aquel Imperio 1'.8 c.ada día. acabar do ~orrompcr los espírituR, 11e lH\ íun- mlia nlarrnante, tanto que dkc Rl 7'int4~ que daño on l'aris un periódico titulado R~vi&tn ca probable qtte el Zar no hubi<'m lamentado R~alista, en la cual so hace una gnorm cruda mucho que el asoaino, quo le at11C'6 •·n lus ca­á todo lo idcnl, lo noble y lo elevado en 11! llcs de San Petersburgu, hubiera llevado á arte y en In. literatura, ocupándose particu- cnbo su proyecto. La responsabilidad que latmento do Rqncllas ciencias que prudnrcn pesa sobre él, las augustias, 1<•8 pcli~ros, las ideu materialistas y que matan el capiritua- 11mennzas son l«IC$. que do se¡;nro debe de Hamo en todas las mentes juveniles. :t:stn cstl\r doseoso de salir dl'l paso do cualquier tendencia i materializarlo todo, cou lo cual modo. ae ha trotado de engañar á los incautos, cm- Des pues de la tentativa do 118eeinato sobre el pic;r.a á ni armar á los mismos maestros de las Zar, se han hecho cinco mlls aol.lrc los miuia­idcas llamadas libemles. tros y agentes do policía, y aunquo no se han Víctor llugo, el ídolo de los demócratas llevado á efecto, elterror es tal que Ro dice que franceses, ha pronuneiado algunos diacurRos todos ellos han hecho dimision de su11 empleos, últimamcnto en lns Cámaras legislativaR, que porque se ha descubierto que casi todo11 los han dejado atónitos á sus amigos. So bablal>a 1 empleados subaltemoa eran miembros de laa do la cnsoiinnza. ctüólica. : sociedades nihilistaR. Dico El 'l'im~s que una Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1~--------------------------~---------. 172 LA MUJER. dama de la corte, y del más alto rango en el Imperio, ha sido arrestada en sus propiedades rurales como soapc.:hosn. Ella se defendió con revólver en mano, pero una V1!l!: capturada confesó que era miembro de las sociedades secretas. Las mujeres han tenido gran parte en estas conspiraciones, a!:l.cando personnl- 1Dento á los condenados á muerte por los tri­btuwlu nihilistas. ·Se han ofrecido millares de rublos á los que denuncien á los criminales y á los impre­sores de un periódico incendiario llamarlo El Paf1 de la libertad, que amanece pegado en las esquinas, lo encuentran los empleados públi0011 sobre sus mesas, Jo descubren los obreros en sus talleres, los soldados dentro de sus cartucheras, los estudiantes en sus pupi­tres, caen de lo alto do los techos sc•bre las personas q11e transitan por las calles .... Se oree que se ti m en las prensas del Gobierno mismo, y que multitud de impresores se reu­nen á deshorM de la noche llevando en sus bolsillos los tipos, y trabajando activamente lo componen en breve rato. En ese periódico publican la lista de los condenados-¡¡ muerte por el comité revolucionario; allí se amenaza y so cumple In amenaza, se anuncia y se lleva & efecto el anuncio. La situacion es tan es­pantosa, que Rusia ontera. está en estado do guerra, y ya nadie ao atreve á ee.lir :í la calln, y ni siquiera á ho.blo.rrocio dentro de su casa. III VolvBmoe ahora lo11 ojos hácin IT.u.u, en donde nos llamará la atencion un espoct.áculo muy interesante. Pnret~ que un roinislro protestante, el doo­tor Ribetli. bnce algun tiempo 80 babia pro­puesto en Romn predicar, publicar y esparcir hojas sueltas muy io~pías contra la Vagen. Lcon XIII, dice El Time~, levantó con m\1cho acierto In vo?. denunciando C8lc hecho que tanto indignó Á loa romanos, que 11iempro hnn profesado especial venerncion a la Virgen. Pidió que el pueblo hiciera un acto público de repo.ra.cion por aquellos insultos, y el Cardenal Vicario señaló el dia ( 19 do Abril) pam que so hiciera una peregrinacion muy solemne. No exagl'r:ll'iamos, dil.>e el mencionado perió­dico, si dijéramos que el pueblo cntC\ro do Roma obedeció á la invitacioo del Santo Pa­dre, y esta demostracion so considerará indu­dablemente, y con mucha razon, como un triunfo do la Iglesia. E u las puertas do todas las iglesias a!l_l\recieron aquel día avisos con este letrero : Viw.1 la Virgen ,lfarf4, ltladre de Dios, á g_uim impíamente se ha insultado. DC8de muy de mañana el pueblo ocupaba las callcR, haciendo laa visitas preecriU!s en las basílicas de Santa María la Mayor y Santa Oruz de Jemsalem. Pero por la tardo, á las tres, las calles estaban tan repletas de gente que iba en procesion reundo, que ora impo­sible transitar por ollas. El Cardenal Vicario, desde lo alto de un balc.•D, exhibió las reli- ,_·-_------- --------- quías quo se veneran en Santa Omoz de Jem,. salem. Y, aseguro. El Time1, que jamaR se ha visto una escena tan imponente y conmovedora en Roma. De improviso, al levantar las reliquias en alto, toda la gente que estaba en la iglesia so prostemó, y otro tanto hizo en las plazas y calles adyacentes la multitud que las llenaba. El pueblo en tanto rezaba el Rosario en alta voz y cantaba himnos religiosos. Aquella ceremonia concluyó con In bendicion Q\le en nombre del Santo Padre di6 el Cardenal Vi­enrio á todos los que hnbian concurrido 1\ su llamamiento: aquella muchedumbre inmensa se componía de nobles y mendigos, de hom­bres, mujeres y niños do todas categorías, loa cuales, conmovidos, elevaban oraciones pi­diendo á Dios perdon y misericordia. En eso acto, dice el y)criódico inglés, " clori­cnles y liberales" 80 unieron como hermanos delante de Dios. Los periódicos liberales miamos, salvo los más exaltados, babian ma­nifestado su disgusto por el insulto del pro­testante, Sin embargo, al din siguiente volviéronso ú ver sobre los muros iDacripciones del doctor Ribetti qne decían : "Gloria á Dios 1ólo." IV Háblase mucho en Francia do la muerto (Abril 16), en Nevera de una humilde •• Her­mana de la Merced y de la Inatmccion cria­titma." Era nada ménos que Bemardita Sou­birons, la pastorcita que vió á la Virgen en Lourdes. Vivia retiradísima. en su convento, dejándose ver lo ménos posible, y le disgus­taba mucho que la visitasen personas extra­ñas.-" ¿ Para qué desear venne ? decía (.qué tengo yo do mt\a que toda la gente? Diol! se sirvió do mí como do loa bueyes do Betharrams, cuyo casco golpeó la tierra en el punto en que estaba enten·ada la e$tatua milagrosa. E&o es todo. Nada mna .... " V Leemos un hecho muy curioso y digno do notarse en el Maga1in de1 Demoiselltl, de .A..bril último, y es este: que se ha Ol!tablocido en Paria, detrae del Jardín de Plantas, UD mercado espocinl para vender aapo1. Llévan­los allí de todas partes del mundo, y los pn­gan, cuando son bien crecidos, á razon do 90 francos el ciento. Parece que utilizan estos animales para destruir los insectos que des­floran las plantas, y los agricultores loa apre­cian mucho en Francia. Como aquí tnl vez no tenemos por eJios la misma estimacion, se debería formar una Compañía para exportar fuera del país algu­nos centenares de sapos (á 90 franco" el ciento!) Señalamos esta nueva industria á los aficionados & buscar empresas que aún DO se hayan explotado entre Doeotros. S. A.. DE S. lmrr•:nl" ele "l.:l Dko Sod,'\l.''

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La Mujer - N. 19

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