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Cosas de Casa - 27/10/21

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  • Año de publicación 27/10/2021
  • Idioma Español
  • Publicado por RBA Revistas S.L.
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
"Cosas de Casa - 27/10/21", -:RBA Revistas S.L., 2021. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3270349/), el día 2025-05-07.

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El Porvenir - N. 4

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Imagen de apoyo de  Planos de las fachadas norte y oriental de la Biblioteca Pública Virgilio Barco

Planos de las fachadas norte y oriental de la Biblioteca Pública Virgilio Barco

Por: | Fecha: 11/10/1855

TRI..U• ~o / "''-~LE :1.0 I:Uh 5 CANlliOA TO UlOPT.\DO POR L.\ JG\T.\ Cb. 'TR.\l, ELECCIOX.\llH DE 1IEDELLIN. EL PUEBL Y A se aproxima la segunda can1paüa ·eleccionaria; i aunque las cárceles se lle­nen de liberales; i aunque ]a Lejisla.tura se ponga en receso para que sus miem­bros ejecuten como pnrticulares lo que co­rno l~jisladores resolvieron a fin de ase­gurar el triunfo; i aunque los Cabildos 1 jurados sean parciales; i aunque nos t'scomulguen los JJadres, hai que entrar de lleno en ella como si nadie nos ata­- cara, como si nada nos impidiera trabajar con libertad. Los pueblos de Córdoba sobre todo, en Jos cuales jamas ha podido aclima­tarse el bárbaro monopolio de licores, .están en el caso de hacer un esfuerzo upren1o. Ya habrán visto lo que, en su informe a la Lejislatura, dice en favor l Cabildo CfiJe el púrroc.:o CliCllplo con sus deucrcs, i como ha d:cho ánlcs no :wh~ ni ha _oído decir qne se hnbicrn mezclado en las elecciOnes, 1 por el ronlrnri lo viú padfico consagrarse a sn:> deberes. 4.o Qne ni nnn so ncercó el Sr. cura al jura­do él recibir cédtlla ni n Yolnr. Todos lo· miembros del Cabildo qne coneurrieron a la se 1011, e~tán unónirm:s rn e:;te c~rtificado, j en su con­cepto, ::;i alguno <.lijeye lo_ contrariO es nnu labedad .. En fe ue lo Ctlill, esptdc el pre;;ente en el Helt­ro a 9 ue ~etLeud)re de 1 5:J. El \'bepre~Hlcnle, PEDH.O J(jAX J.uU.liiLLO. -El Se­cretario, Jo._·é ill. Jle;ta Ochoa. SE:-'oil CrH \. 'PBRO~f: Vrt:EXTE CAL\D. nl'tiro, ll de setiembre de 1855. AprP.ciado seiior nuestro. . En contcstacion, a la apreciable nota de U. q11e anlecede, i en ob::.eqtlio de la verdad .i la ju:,li-cia, decimos lo siguiente: . . Como p;irroco cumple ~ .. per_fec~arnenfe l~ten, con las obligacione ' d~ s11 m1_nt..:leno 1_es mm ll1gno tlel SucerJudo que eJerce; 1 como cwdadano ob­srrva nna conducta ejen1plarisima. No3 consta: qne el dia 8 d~ julio últi~no, día en que tuvieron lugar las elecctone· de dtputado a _la Lejislatura provincinl, so crlcb;ó en este dis­tnto la fiesta del Corazon de Marta, la cual, pe­riódicamente se celebt·a por U. i por us fdigee­ses con constante i ferviente devocion: que allf esln vo U. funcionando i e u mpliendo con los ~acro­bantos deberes que le impone su mini5terio sacer­dotal. Nov consta con evidencia, el que U. no ha obrado, ni directa, ni mdirectamante ea dichas elecciones; i que ni siquiera em!ti6 su voto en el~a . Creemos r1ue U. no a~ra_-tro, como a bestias, a lo vecinos Je este dJ.-:tnlo, para q11e fueran a votar a Rionecrro; i para formar nuestra creen­cia. nos ba tu 0 vel' la lci que seúala los limites, dentro de lo~ cuales deben votar los ciudadanos, j mal podría U. comlucir ~ su:s feligreses del !~e­tiro, para que fnC'sen a R1~n_e_gro, ce~ ndo debwn votar i votaron en su donncllLO. La mas preponderan1c í convin~ente razon _q,ne nos asiste, para creer lo contrar_IO, a lo em1t1do por los periodi~las de Li\ EsPERANZ.\ t EL CATO_LICISM_O, cuyas citas nos hace U, _es: que los vecmo' ael Retiro no son de esos mtserables que, conlo au­tórnat¡ s o biombo , se mueven en todas direccio­nes a impul$OS del f~nnti~m<> i l_a abyeccion; pues que el carácter de mdere~denc~a de los ve_ctnos del Retiro, n es dcsconoc1do, ~ttlÓ de lo Edttores de" EL CATOLrcrs.,ro" i "LA E PERA ' Z.\. ". Es lo que podemos decir a U:· _en obsequio de. ~a verdad; entre tanto nos suscnbimos sus afectlst­mos servidores i amigos. Pedro José 1lfejía, Leon Un:be, Pedro 1Jfejía, J. Ra­fael Vallejo, Jo¡;o su mui atento seguro servidor. Q.B.S.M. '"E:'i .\.~CIO fi.ESTREPO. En prescnci-. de tnn flagrantes tc.:llimonius decida el público impnrcial, si corresponden a mí losatent' dos e UG se me imputan contra la soberanía nacional, pmfanando así la sagrada mision uel sacerdote. Cuales hayan sido los principios que me han guindo en el ministc ·io sagrado, en los nc~gocios r-elacionados con f 1 Cobierno ternpora!; Yoi a manifestar breremente alguno~ de ellos, para no eansal' la alencion pública. Luminosos son los lugares de la sa~rada es­critura, nsi del antiguo como nuevo Testamen­to, C' ilnnnes i decretos eclesiáslicos, doc.:ll'inas Je e ·rritores i maestros re~pctables pm· su e­rudicion rn tan grave materia, en donde '"C de­muestm un;íni nemente que <~1 sacerJotc cris­tiano debe abBtracr~e de 'todn los negocios pro- 1iwos, pnra 'Oiisnt; ·.:se todo al ministerio sa­grado. En el an!i;uo Testamento se refiere: que rl se­fior Dios dest1nó a los Levitas para que se em­pleasen en el servicio del tabernácu lu, que rni1n­dó a 1\Ioises que tornase ios hijos de Caalh pura nsislir di;\ j noche i ~enir en el Tnbrrnáculo de la alianza-euidando que esla familia no se perdiese de entre Jos Le-. itas--punfic;indolus c~nfMme al Rito-a lo qne Aaron debía ofre­cer, como duo de Jos hijos de sracl en la pre­sencia Jcl Sefíor, para que sirviest~n en su mi­nisterio- por· lo c11al :Moises debia separados de e u medio de los hijos de brael, i de todos oficios i empleos públicos, para que únil'mnen­te fuesen suyos.-~ingnno pnede servir a dos seño ·e, eomo se vé en el nue\'O Testamento. Jesucristo fundnJor 'e la ''cn!adcra Iglesia, enviado por su padre celeslinl pitra la felieidad temporal i eterna del j(•nrro humano, arar(•ce al mundo, ya como ami~o i protector de los hombres, ya como Lnite,:,ll'o snpicntísirno, dig· no modelo de justicia i dcrnas "Virtudes. Sus multiplicados milagros hacen qnc los pnchlos le tcconozc" n por el gran profeta que había de venir al mundo: por cll\Iebins anunciado i es· perado sio·Jos a tras; que babia de St'e Rci deIs­rael. Qui~·re clcvúrsclc por el pueblo al trono ya establecido proclamándolo rei.-l\Ius como él no habia Yen ido a romper ni despreciar la lei sino a cumplirla; evadió sabiamente esta ocn­sion dando n entendct· que "su Túno no era de este mwtdo" qne su autoriuad puramenle es­piritual no le permitía intervenir en los nego­cios del siglo-qu~ ninguno lo hallia antorizu­dc para esto. Queriendo los fariseos sorprende¡·­! e respecto a la obediencia delJida al César, que ordenaba pngar tributó, concertaron mandnr cerca de él a algunos de sns discípulos con Jos Hcronianos pam que les dijese: st era lícito pa­gar triúnto al Césat o no? El Salvador les con­testó: dad al CésaT lo q·ue es del Césa'l' i a Dios lo que es de Dios. Pasando del maestro a sus discípulos a quie­nes trasmitió su auloridad para rejir la Iglesia de Dios; vemos que reverenciaron i pradicaron esta misma doctrina marcando i reconociendo siempre los límiles de esta potestad. Asi es que entre los cánones i decrelos apostólicos se re­jistran algunos a e~te fin. Tales son "el Obis­po, el Sacerdote, o el Diúcono, de ninguna ma­nera se ocupen dn los negocios lemporales. (ea p. Epíscop. 88 dist). No conricne al Obispo, Pbro. o Diácono, mezclarse en asuntos de adminis­tracion pública; pues debe estar espctf topara consagrar~r. al servicio eclesiástico; teniendo presente' 'qu,e ningmw puede servir a dos se·­tfwr ·es ''. Sucesivamente los santos PP. San Clemente, San Ambrocio, San Cipr·iano, los concilios ecu­ménicos, particularmente el Cartujincnse i Tri­dentino reconocieron esla misma doctrina, i la mandaron observar so pena de ser escluido de Ja comunion católica, segun la tremenda ser:t­tencia de S. Mnleo ... .. si no oyere a la Iglesw tenlo como jentil o publicano. El respetable Osio Obispo español, dirijién­dose al Emperador Constantino, se espresa asi: '' Atí te encomendJ Dios el imperio, i a noso­tros nos confió las cosas pertenecientes a la Igle­sia; i así como el que atenta a tu imperio con­tradice a la ordenacion divina; asi tambien guá¡·­date de esponerle a un gran crímenapropiándo­te lo que es de la Iglesia. Escrito está dad alCé­sar lo que es del Césa'r i a Dios lo que es de Dios; i no siénuonos por lo tanto, permitido tener el imperio sobre la tierra, tampoco a ti ¡oh em­perador! te corresponde ·tomar el incensario, ni (lis poner de la potestad sagrada''. No es ménos terminante el erudito Pedro de Marca hablando de la autoridad civil con rcla­ciou a la eclesiástica. "De tal modo dice, se ha de tomar esta autoridad, que los reyes en las cosas humanas no admitan la compañia, ni de la mi ma potestad eclesiástica) la cual cs!ft destinada a lns cosas rspiriLuales, de ma­nera que no puede locar en las temporales sin h·1ccr inJuria a los reyes". Con\'enéido de la necesidad de observar estos principios lw procurado, desde que abrazé el sacerdocio, (nl1o de 185flj sean ellos la invaria­ble re¡:; la de mi condueta al traYcs de los recios sacudimicnlo · políLiCl era cura de esta parroquia cuando sonó en l\_ edellin el grito eJe n'hclion pretcstando, entre olros motivo·, In drf¡'nS:1 de la relijion cri Liana: mi debr.r en-tales rirtuns­tancias era precaver a mis ·f'eligrcsr::; de lo~ fal­sos profeta& que predicaban el cstermin:o Je hrrmanos contra hermanos, reconlándo\ps los divinos mandamientos, base fundamental de la relijion de Jesur.ri!>lo; la cual no era enlón­ces atacada, ni podia defenderse con espada de fi<'no, sino con la espacia der espiritn que es la orncion i penitencia, como se espresaba San Pedro Damiano. ''Si, pues, por la fé que es la . vida de la lgl sia universal, nunca se permite tomar las nrmas de fierro. ¿Cómo es pues, que se empeñan sangriento~ combates por las fa­cullades terrenas i transitorias de la Iglesia? Así como el mismo hiJO de Djos venció todos Jos obslúculos del mundo, no por la venganza de un exámen rigoroso, sino por su i n\'icla paciencia; así tambien nos ensenó a sufrir con ánimo firme la rabia del ·munclo, ántl:'s que to­mar las a1·mas, o hacer dafio al que nos dat1a ''. Híceles presente que debian todos estar suje .. los a la lejitimu autoridad para no contradecir, ni resislir a la divina oruenacion: lo que moliYó la órden de separacion de mi curato. Dins des­pues, el jefe de la rebelion me hizo comparecer ante si, i trató de reconvenirlne, en medio de su lrJpa, como contrario a su pronunciamien· to. Contestéle, que si el pronunciamiento era contrario a las máximas del evanjelio que eran las que yo predicaba en el templo a mis feli­gn ·ses, como era mi obligacion, ciertamente hahia sido contrario a tal pronundam1ento, de­biendo así continuar. Mas tarde, el mismo je­fe firma la órden para que se me caplure i remita con la custodia necesaria a la cárcel de Medcllin; prision que evadí acojiéndome a la bandera del lejllimo Gobierno en cuyo estado tuve la salisfnccion de prestar mis servicios, corno sacerdota a ios uesgraciados de nno i o­tro ejército en Jos campos de batalla de Abe­jorra! i Rionegro, como fué público. No concluiré este largo i pesado artículo sin dar las gl'llcias a los señores EE de "EL CA­TOLICISMO" i •' LA EsPERANZA", por la oportuni­dad que me han brindado para darme a cono­cer e ual soi; i no como a su caletre i cal afia ,plugo representarme. Encareciéndoles, sí, a fuer de escritores ortodojos, no ohiden el oc­tavo mandamiento de la lei de Dios; "No LEVAN­TAR FALSO TESTil\fO~IO, 11 MENTIR''. Cumpliendo con las obligaciones que la Relijíon impone al infraetor. En esto conocerá la nacion, que los dichos señores, si han delinquido contra Ja honra del prójimo, están prontos a repararla como vcnladeros católicos que no ignoran que "La Fésin las obras es muerta". José V·icente Calad. --(~"'-)-=H:-a:-br-cá:--co_m_o-un año que no voi a .Medellin. Se­guramente el informe fué equivocado; os~ me confun­dió con mi hermano Dr. Manuel Emeteno Calad que era el que allí estaba. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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El Pueblo - N. 19

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Cosas de Casa - 27/10/21

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