Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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ESTADOS UNIDOS DE OOLOMBIA.
TRIMESTRE I.
ADVERTENCIAS:
Este periódico saldrá por ahora los juéves de cada semana. La
Buscricion vale 50 centavos por trimestre que se pagarán adelantados,
i el nnmero suelto 5 centavos.
Se canjea por todos los demas periódicos que acepten el canje.
El Ajente jeneral es el señor :Federico Ferro i en la imprenta
que está a su cargo, calle :¿~ al Sur, número 33, se recibirán los
avisos, documentos i remitidos que se nos dirijan.
ENTRE EL SAPISMO I LA. OLIGARQIA.
Si se estudia con alguna detencion el curso de
la política en Colombia, se notará a pnmera vista
que hai en ella algo bien curioso; esto es, la alianza
entre el sapismo i la oligarquía, sus puntos de
contacto, sus tendencias i la lealtad con que proceden
respectivamente.
La oligarquía quiere el Gobierno jeneral para
sÍ, con los tres o cuatro millones que anualmente
producen las rentas nacionales. Mas, como los oligarcas
son impopulares e impotentes para conseguir
solos el logro de sus aspiraciones, hacen liga
con los sapistas i tratan de sostenerse aSÍ. Los
miran, es verdad, con mala voluntad, pero como la
necesidad tiene cara de hereje, tragan el amargo
del acíbar, i a mas no poder, fraternizan con ellos.
Los sapistas, por Sil parte, no quieren a los
oligarcas, eHos no quieren a nadie, su amhicion es
más limitada, se conforman con el Gobierno de
Cundinamúrca, para esplotar el Estado a su sabor;
pero como por sí mismos nada pueden tampoco contra
el pueblo, que de todo corazon los aborrece, se
juntan con los oligarcas en compañía anónima;
los primeros ponen en la sociedad su gran máquina
de hacer rejistros falsos, i los segundos aportan
a la misma sociedad, cuando están en el Poder, la
- Guardia colombiana i una parte de los caudales
de la Unibn.
Oon estos elementos reunidos entran en campaña
contra el pueblo, atropellando cuanto obstáculo
les presentan las leyes, la moral, su propio
decoro i la suerte de su patria; i si logran su
objeto, poco les importa lo que digan sus contemporáneos
i la historia. Si con sus desmanes consitan
a la guerra civil, la miran como cosa de poca importancia;
ellos se dicen: " el Póder para nosotros,
i que arda Troya, pues no nos tocará ni una .chispa
de ese incendio." El pueblo suministrará la carne
de cañon. Irán a las batallas los liberales que no
son doctrinaTios, creyendo que van a salvar las instituciones,
i cuando venzan' cantaremos victoria,
paboneándonos por ser nosotros los salvadores de
la patria, i luego alcanzaremos la inmortalidad en
la historia, que a tiempo escribiremos, por que solo
nosotros tenemos el derecho de narrar en el libro
de los siglos."
Pero esta alianza tiene el inconveniente de ser
hecha de mala fe; los aliados se tienen desconfianzas
mútuas, se miran de reojo i saben a qué atenérse
loS" unos respecto de los otros.
Si los oligarcas alcanzaran los favores del pueblo,
estirparian el sapismo al no necesitarlo.
Si los sapistas pudieran por sí solos mantenerse
como dueños i señores de Cundinamarca, abofetearían
a los oligarcas.
Estos dos grupos viven unidos solamente por
la lei de la necesidad, pero siempre están dispuestos
a tql.icionarse cuando la traicion convenga a
cualquiera de las dos paNdillas. .
De esto tenemos ejemplos mui recientes.
Para vulver el círculo sapista al Pode~, de
donde habia sido arrojado ignominiosamente el 18
de julio de 1870, hizo un juego con el Gobernador
del Estado en 1874, mediante el cual el Jeneral Salgar
entregó de nuevo todas las influencias oficiales
a Jos sapistas para que pusieran mayoría en
- lL ¡Asamblea lejislativa, i los sapistas, por su parte,
r ¡3cieron al Jeneral Salgar el voto de Cundinaro
ca para la Presidencia de la Union.
. 1 eneral, preciso es confesarlo, dió a sus compafíeros
e entónces todas las influencias del GoP:
v '10, p o de nuevo el Estado bajo la férula in-fama
del sapismo, pero los sapistas burlaron al
.Te . roG:un.a adhesiou on . z . seis fil'-
dejaron esperando la vida perdurable,
e se fueron a negociar en otras ' aguas
al quedaba que pescar.
Bogotá, 18 de julio de 1878.
El Jeneral quiso a su turno tomar la revancha
contra sus pérfidos amigos, pero ya era tarde, porque
anticipadamente les habia entregado, incauto,
todos los elementos de que disponía.
En el año siguiente, viendo los sapistas que la
oligarquía estaba próxima. a perderse, por cuanto
que el doctor N úñez podia considerarse como elejido
Presidente, contando como contaba con los votos
de Cundinamarca, El Cauca, Bolívar, Magdalena
i Panamá, abandonó sus filas i el jefe del circulo
escribió diciéndoles á sus ajentes eleccionarios, que
a ellos lo que les importaba era·la eleccion del doctor
Sánchez para Gobernador, . que en cuanto a lo
demas hicieran cualquier cosa; i fué preciso para
que los sa.pistas volvieran al campo que dejaban,
que vieran que el Gobierno jeneral, a golpes de
sable i de fucil, imponia su candidato en todos los
Estado's que lo resistian.
El Relator, órgano principal del círculo oligarca
al eclipsarse en dias pasados, queriendo como Francisco
l, al verlo todo perdido salvar 131 honor, escribió
su famoso artículo sobre jenealojía de los 'partidos,
estableciendo que los que ahora se llaman
doctTÍnarios, no son sapistas, i que el sapismo solo
es una compañía de negocios, que ni siquiera
debe ser mirado como fraccion de algun partido.
Si El Relator hubiera sostenido esta tesis, nosotros
nada tendriamos que objetarle; pero cuando
este periódico apareció de nuevo en la escena politica,
i al hacer las cuentas de " El Gran Capitan,"
enumerando los recursos de que dispone la oligarquía
en la lucha de los partidos, hace cuenta entre
otras cosas del Gobierno de Cundinamarca.
Este Gobierno, en todos sus ramos, es como bien
se sabe, la mas completa encarnacion del sapismo,
i en vista de estas ideas que nos parecencontradictorÍas
preguntallIlos a El Relator:
Cómo es que si los doctrinarios u oligarcas no
son sapistas, cuentan con éstos, como cosa propia,
su la lu'Cha que sostienen contra el partioo -liberal
que defiende la Administracion del Jeneral Trujillo?
Si no son compañeros en una misma empresa no
deben los oligarcas contar a los sapist~s como fuerza
propia, i si lo son no deben escupirles en el rostro ..
La alianza dfl que ahora tratam0S es mas dificil,
que otras veces, en las presentes circunstancias,
porque en esta ocacion los oligarcas no tienen ni
fuerr.a armada ni empleos públicas que dar a los
sapistas, i estos, solo quieren cubrirse con la capa
de aquellos, para ponerse a cubierto del peligro
que los amenaza, i por 10 tanto han formado listas
de candidatos para la Asamblea, en que apvrecen
confundidos los nombres de los sapistas con los de
los oligarcas, i tal vez mui pronto nO faltará quien
diga:
J unté yo buenas manzanas
Con otras ya enmohecidas;
No mejoré los podridas
I pudriéronse las sanas.
NÚMERO 3?
escribir a sus amigos' de los distritos, que ya se
han arreglado con el Jeneral Trujillo, con lo que
esperan engañar la opinion pública i desviarla; lo
que nos pone en el caso de asegurar, como 10 hacemos,
que esa especie es del todo falsa, i que el
Presidente de la Union en ningun caso entrará en
arreglos indebidos. Todo el pais conoce la rectitud
i demas virtudes del vencedor de Los Cháncos i
Manizáles', i nadie debe imajinar siquiera, que este
ilustre ciudadano, pueda descender al terreno de
transacciones con el sapismo, que serian impropias
i humillantes.
Otro de los espedientes de nuestros contrarios,
Gonsiste en procurar que en aquellos Distritos el1
donde nada pueden conseguir, por no haber podido
apoderarse de las Municipalidades, o por cualquiera
otra causa, se hagan listas mistas, haoiendo a los
liberales, falaces promesas que nunca cumplen.
Esta es una de sus armas mas gastadas. Muchas
veces han engañado a algunos de nuestros
hombre¡¡ con ese sistema, i conociéndolo, como lo
conocemos, nos hemos resuelto a rogar a nuestros
amigos de los Departamentos, que en ningun caso
convengan en aceptar listas de transaccion.
Es mejor sucumbir, si tal cosa nos toca, lidiando
como buenos, que dar pié a nuestros contrarios,
para que a la opresion que nos imponen agreguen
la burla de su cínico descaro.
Estamos situados en el campo de la opinion i
del derecho. Es esta la ocasion mas propicia que
ha podido presentársenos para recuperar las garant'ías
de que hemos sido despojados. Luchemos,
pues, con ánimo incontrastable, seguros de que en
ningun caso será inútil nuestro esfuerzo.
Tengamos fe en que el pueblo que quiere ser
libre, tarde o temprano vence a sus tiranos, i no
olvidemos que quien rehusa el combate por can·
sancio, se pone a merced de su contrario. . .
El gran crÍmen del 1 ~ de \ aO'osto de 1875, gue
pareció ser la muerte ae a "República, fué por el
contrario, el mejor elemento que se tu,'O para
arrojar a los oligarcas del Capitolio.
Trabajemos en las elecciones, pero hagámoslo
con enerjía i entusiasmo. Defendamos el derecho
de sufrajio, i.nmolado hasta ahora en los escrutinios,
i la propiedad amenazada coo los .nuevos catastros
i las ley.es de confisoacion, que si no alcanzamos
la :victoria, pondremos a los sapistas en el
caso de repetir sus atentados, seguros de que ellos
recojerán mui pronto, no' el fruto, sino el castigo
de su iniquidad.
LA REJENERACION.
Na hai que dudarlo ya; el partido liberal vencedor
desde 1860, contando diez i ocho años de
permanencia en el Poder, ha entrado en un período
de desGomposicion que inspira tristeza al patriotismo.
La dificultad de que venimos hablando es toda- De unos seis años para acá especialmente, Co-vía
mas gl'ave, si se atiende a que los sapistas no lombia ha venido atravesando una ~poca mui seme-entregarán
de buenas a primeras el Estado a los jantea la que cruzó Francia, la nacion de la inteli·
oligarcas, porque sieudo como son, prácticos en el jencia, bajo el reinado de Luis XV.
asurito, saben. bien que correrían el peligro de que · Se ha visto i se está viendo en nuestro país, el
los oligarcas se alzasen con el santo i la limosna, i lamentable espectáculo de la miseria del pueblo,
por esto estamos seguros, de qne la resalucion que agravada cada vez mas con los tributos públicos.
dicte el Gran Jurado al declarar quienes son los Se han visto consumir estos tributos, en la pros-
Diputados, podrá traducirse así: titucion de las ideas conquistadas a tan caro precio
El señor Victor Arevalo, es mas popular que en una série no intel'l'umpida de luchas.
el señor Aquileo Parra; • Se ha visto i está viendo a las clases trabajado-
El seño,r Lucrecio Salcedo, es mas querido -eh ras desamparadas por el Gobierno i entregadas a
el Estado que el doctor Nicolas Esguerra; las humillaciones del ájio; única idea conque los
El señor Alejandro Saavedra, seria mejor lejis- mandatarios del pasado han pretendido servir a la
lador que el señor jeneral Eustorjio Salgar. industria, pr.otejiendo sus propios intereses. .
Los señores Pedro Domingo Alcatarras o Ramon Se ha visto que desde las rejiones del Poder
Castro son mas hábiles en política que el doctor Fe- público, se han decretado naufrajios de hombres i
lipe Pérez. de principios, i repartido reputaciones bajo la misma
Los oligarcas que permiten que los sapistas se lei del capricho tenida en cuenta para conceder los
cubran con la honorabilidad de sus nombres, á lo empleos oficiales.
sumo serán declarados suplentes de los Diputados, Se ha visto i está viendo, en fin, que habiéndose
i será para ellos, este, un nuevo chasco, bien me- perdido casi por todas la¡ fé en tOQO, el partido lírecido,
por asociarse para tan mala compañía~ . beral, antes respetuoso de su programa, sufrido,
Los enemigos de la República ocurren ademas elevado de carácter i de sublimes tendencias para
a cuantos~() medio.s-pueden.- condueir aLJogro----el porvenir, viviendo en el seno de una. contraill
de su intento, por reprobados que sean por la mo- cion permanente, no sabe qué quiere, ni en dónde
ral; entre otros han apelado, desde el mes de está, ni para dónde va.
abril, al de pulular en las calles de esta ciudad i Sufriendo la nacÍon los estremec1mhmtos epi-
•
I
, .
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10
1épticos de la anarquia, a que la mala conducta de
algunos gobernantes, usurpadores de dignidades '
públicas, la ha c6nducido, cualquiera que desconozca
las leyes en que se apoyan 108 partidos politicos,
podia creer que la comunidad liberal tocaba
al término de su viaje, agotadas sus fuer"zas en sus
últimos pasos, como un hombre robusto y de hercúlea
musculacion a quien los rigores del vicio i el
escándalo de una: vida ajitada, 11ubieran asaltado en
la mitad de la vida robándole el jugo bienhechor
de la belleza i de la fuerza.
Tan grande es la anarquia del liberalismo, que
se sostiene apénas por los pocos quilates de fe republicana
que quedan en el corazon del pueblo, el
patriotismo de unos pocos de sus prohombres, i
las ideas de libertad que jerminan en la conciencia
de la juventud;, i se sostiene sobre estas {:olumnas,
que pudieramos llamar inmensas pirámides, porque
por fortuna para los pueblos, los partidos no
se disuelven porque tal cosa sea del antojo de un
tiranuelo, por mas irregular que sea la conducta de
diez, veinte o mas saltimbanquis que tengan en su
seno; pues que viniendo su autoridad e influencia
de las ideas, ,mientras que esas ideas tengan en el
espíritu público el prestijio de la bondad i la justi- ,
cia, ellos vivirán por mas resbaladizo que sea el
camino que les toque seguir en su marcha Mcia el
porvenir.
No obstante, el progreso de la sociedad, mas o
ménos lento o acelerado, no depende únicamente
de la bondad de los principios reinantes, cuanto de
la lealtad de los mandatarios; por eso en todos
los paises en que el pueblo tiene la conciencia de
su deber i sabe lo que debe esperar del Gobiell1o,
la resp9nsabilidad de los gobernantes es un hecho
i tremendos los castigos que se les imponen por
infraccion a las leyes. El desprecio público, lit prision,
el~estielTo i aun el patíbulo mismo, están de
pié ante los majistrados ensefiúndoles la gravedad
de su apostasía.
En los Estanos dond~ la responsabilidad oficial
es efectiva, la socieda.d marcha armónicamente i
sin obstáculos; pero en las naciones como Colombia
que se llama hombres hábiles a los majistrados
pelj~ros ;
'Sábios a los falsificadores; i
Jenios a los que siembran la semilla amarga-mente
fecunda de la corrupcion:
, Los ciudadanos viven en completa tortura, i el
progreso es tanto mas lento mientras mayor es la
impunidad de los representantes de la lei.
N9-hai ue dudarlo ya; habiendo re"1ajado el
país unos pocos hombres protervos, a quienes se
ha bautizado con los nombres de oligarcas i sapos,
nosotros necesitamos para volver al camino de la
moral i la seguridad" de un Restaurador de la Re-pública.
'
De un Restaurador como Benito Juárez, que
tenga dentro de sí la majestad de la nacíon i sepa
rendir austero culto a esta madre comun cuya
honra importa conservar;
Como Juúrez, que sostenga la majistratura dentro
del carril de las leyes, contra el espíritu de
faccion i los facciosos;
Como Juárez, que sirva con fria impasibilidad
de Para-rayo a los atentados i combinaciones de
los ambiciosos descreidos, e ingratos para con la
libertad que ' les permite hacerse pasar por gr?-ndes;
Como J uárez, que cierre las puertas del Poder
a los criminales; ,
Como Juál'ez, en fin, que lleno de amor patrio,
esté resuelto a morir por la moral i la legalidad
col') el mismo entnsiasmo con que plidiera morir
por la patria.
Si esto no sucede, el. liberalismo apesar de su
anarquia, podrá muí bien en virtud de la exéjesis
de su programa, i el heroismo de sus hombres, seguir
con las riendas del Gobierno ¡, pero cual será
su responsabilidad ante la historia si pasados algunos
años exhibe en vez de una nacion feliz por su
organizacion, un 'simulacro de nacion en que toda
justicia sea letra muerta i 10s mas malol¡ sean los
primeros i los últimos los mas buenos?
N(\cesario es precisar todo cargo, i señalar el
mal donde quiera que se halle para ver qué remedio
pueda serle conveniente. En la suprema hora
que atravezamos, todo es formal i grave, i las divagaciones
no conducen a nada.
La fatalid¡:¡d del país ha consistido i consiste,
en haberse destacado del seno del partido liberal
una faccion pretoriana, a quien en las presentes
circunst~ncias hai que disolver o contentar.
Se le disuelve o se le contenta?
Hé aquí el dilema en que forzosamente están
colocados los hombres que llevan en aus hombros
la direccion de la porcion honrada del partido democrático.
Qnestll'Ú de la Re.púOlica si a ra faccion pretoriana:,
se le contenta?
Qué será de! país si se le disueh'c?
EL DERECHO.
'Esperamos que los ciudadanos que tienen comprometida
en la cuestiun política no solamente su
honra sino su derecho, estudien este 'diJ.ema i se lo
resuelvan cuanto ántes. A la nayion le importa
saber a qué atenerse sobre el particular.
En. cuanto a nosotros, teniendo derecho a manifestar
nuestras opiniones, creemos' que no siendo
los sapos otra cosa que una pandilla de violadores
de la justicia, i los oligarcas un remedo de Rosas',
Iturbide i Santa-Ana, primeros implantadores de
la dictadura en la América latino-republicana, es
preciso disolverlos para salvar la causa de la libertad
i del órden.
Estos hombres, intransijentes con el derecho
individual i popular, han vivido en permanente
conspiracion contra el voto de los pueblos, i como
éstos insistieran en hacer efectivas sus garantías.
especialmente en lo que se refiere a la eleccion de
los majistrados, esta demanea se les ha resuelto
como resolvia todas las de la laya el cesarismo ro-
, mano en tiempo de la República, con el establecimiento
de la Oligarquía burocrática.
La Oligarquía en el país ha sido U11 hecho, i ,
aun cuando los hombres que la sostienen hayan
rodado al suelo, de la cúspide del Poder nacional,
merced a la última revoiucion, estos hombres están
apandillados i atrincl;erados en los Estados, de
donde es preciso desalojarlos i hacerles perder sus
hábitos inquisitoriale¡¡ para que vuelvan a la vida
republicana.
Para conseguir este fin, solo hai dos medios:
la eleccion o la guerra.
En la situacion actual, deseándose por todos
algo que tienda a consolidar en el país el réjimen
de la legalidad, precursor de la moral política, i del
progreso, basta el camino de la eleccion para sujetar
a los oligarcas al imperio de las instituciones i
volver a los sapos al carril de la j uS,ticia.
Pero si ganada la eleccion por el partido liberal
política que mantiene en espectativa los ánimos,
los ciudadanos del Gobierno despues de haber iniciado
la Rejeneracion del país, contentaren a los oligarcas
i sirvieren de sosten a los sapos, habia que
elevar a la categoría de proféticas estas palabras del
Libertador, por lo que respecta a Colombia:
"No hai fé en América, ni en los pueblos ni en
los hombres; "
"La,s constituciones son libros, las leyes son
papeles, las elecciones combates, la libertad anarquia
i la vida un tormento; "
"Los que han trabajado en f-avor' de la libertad,
han arado en las aguas; "
" La única cosa que puede hacerse en América
~s emigrar: "
Pero siendo evidente que una nueva' era se
inicia, hagamos todos que la conciencia social preste
su cooperacion a los hombres rej.eneradores.'
Hagamos que la prensa 'en sal se los grandes
principios, pisoteados por los traidores de la libertad,
i que son el v.erbo de la democracia. ,
Hagamos que los oradores, incontrastables como
Víctor Hugo que permaneció veinte años de pié
en una isla del mar atlántico, tronando contra
el despotismo de Napoleon III, arrojen sobre los
apóstatas el anatema de su propia historia. .
Hagamos que el patriotismo, a semejanza de
fulminante rayo, caiga sohre los malvados, oríjen
(lel descrédito del país i de sangrientas guerras
civiles.
1 tejamo's coronas para. los ]ejionarios del derecho
que sirvan con poderosa fe a la justicia, como
solian hacerlo los antiguos griegos que iban a las
Termópilas a sacrificarse por el renacimiento de la
libertad.
EL DERECHO DE PROPIEDAD.
honrado, los pandilleros se apropiasen la victoria, Los derechos individuales son anteriores~a toda
como tienen por costumbre, entónces habrá que re.- leí. Ellos están en la naturaleza misma del hombre
cunir, mas o menos temprano, al doloroso estremo i ,uac~~ C?t1 él, puesto que no 8.on otra cosa que el
de las yias de la fuerza, de donde saldrá indefecti- eJerclClO Inocente de las facultades con que Dios
, blemente la redencion del derecho, porque es pro- lo h~ dotado. El Lejislador al consagrarlos en las
piedad de las revoluciones el purificar a los puc- instituciones los reconoce, no los crea, de la misma
blos en el foco de su propio holocausto. manera que cuando el físico afirma que los cuerpos
Para evitor este desastre, basta tan sólo que son g:aves, no da existencia a la lei de la gravetodos
los ciudadanos que aman la. paz i desean el dad, SIDO que la enuncia. El Lejislador reconoce
engt'andecimiento de la nacion, se presenten en' las los derechos individuales para garantizarlos; esto
urnas, en todas partes, el dia que se trate de cons- es, para establecer que la fuerza social representada
tituir el personal del Gobierno de los Estados, i en el Gobierno los proteja i haO'a efectivos.
hagan seutiLel peso ele su opiniQn"cautra. Jos poc.o.s. Es-es.ta.. ciertamente una lI~rda.P.Arivial, como
tránsfugas de las libertades civiles, que tanto tor- l~ e~ sfempre la verdad científica; pero es una trimento
han causado a la República. vlahdad de aquetlas que echan en olvido ciertos cír-
, Si así no lo hicieren, i el mal social continua en culos polftic?s cuando están en el Poder, i que se
progreso por indiferencia, eutónces aparecerá, hoi hace necesano estar recordando para que no caiga
ó maüana, bajo este o aquel nombre, un altivo en, completo desuso, porque su cumplimiento es la
vengador de las instituciones patrias que salve a pnmera base de la vida social i la fuente obligada
la sociedad del hondo abismo a que la conducen, del progreso i del bienestar de los pueblos.
la incuria de los ciudadanos i las torcidas ambicio- Los derechos individuales se resumen todos en
nes del pandillaje, haciendo revivir 'cid fuego de la libertad i en la propiedad i estos dos en el sesus
propias cenizas el espíritu público. gundo. El uno es la causa, el otro el efecto. Mr.
No somos nosotros méno¡:; que los peruanos que Thiers lo ha dicho:
hicieron pasar rápida, fugaz como un delirio, la "El ~ambre tiene una primera propiedad en su
dictadura de Balta. persona 1 sus facultades; tiene una segunda pro-
Si los oligarcas hubieran de volver a la Majis- piedad, ménos adherente a su ser pero no ménos
tratura nacional, este país, vil como las colonias sagrada en el producto de sus facultades, que abrachinas
que se dejan imponer las leyes del látigo za todo lo que se llama bienes d(3 este mundo, i que
bajo la mas oprobiosa servidumbre, merecia se le la sociedau se halla interesada en el mas alto grado
borrase del mapa de las naciones i que la historia en,gal .. a~tirla, po'rque sin esa garantía no cabe tralo
revolcara en el fango de su propia ignominia, baJO, 1 slL1,tra~ajo no cabe civilizacion, ni siquiera
por ingrato de su derecho e indiferente a las lec- lo necesal'lO, SlL10 la miseria, el latrocinio i la barciones
de patriotismo que le legaron los fundadores barie."
de República. La propiedad, es pues, el derecho individual
Triste cosa seria, a la verdad, que Jos descen- po~ excelencia; i tanto 10 es así, que los pueblos se
dientes de aquellos egréjios varones que armaron la rf:Slgnan muchas veces a vivir en paz, i viveI\ promas
alta cruzada contra el despotismo estranjero i gresand,o, aunque no gocen de libertad, siempre que
conquistaron su independencia arrojando allende la propiedad les sea respetada.
Jos mares a los tiranos de la patria, no pudieran re- MI" Thiel's lo demuestra así:
dimirse del poder de unos pocos miserables sapos, ," Respétese la pl'opiedad, por el progreso del
nt disolver la gavilla de pretorianos que ha despe- tIempo, por la sabiduría del soberano, i al instante
dazaelo la bandera del liberalismo, violando desde renace la confianza, los cápital.es recobran su imel
primero hasta el último, todos los articulos de port~ncia relativa, la tierra, valiendo lo que está
nuestra carta fundamental. destlllado a valer, se fecundiza; el 01'0 i la plata,
Conocidos el carácter i tendencias de los hom- tan buscados, no son ya mas que unos valores in-bres
que 8e hallan al frentfl del Gobierno nacional, cómodos i pierden su Pllecio: la clase que los de-está
fuera de toda duda que tales ciudadanos entren tentaba, rehabilitada ya, recobra la diO'nidad con
en contemporizaciones de ninguna especie con los la 8~gul'ida:d, no o,culta la riqueza~ la mOuestra con
miembros de l,a pandilla Sa,po-oligaTca; i éstos, (wnfianza, 1 la prestit a un rédito módico. La 3>eaunque
pesa)'osc¡s de haber tenido que abandonar tividad, es universal i continua; sigue el pip_
el Poder, rábien, i en su rábia impotente conspiren nestar Jeneral, i la sociedad, despleO'ándose ce '
sin trégua i continuen corrompiendo sin descanso una flor al rocío i al sol, se ostenta por toda,s 1
a los inocentes, en su deseo de vol ver a adquirir la tes, a los ojos ,encantados que la contemplan. 1 E
posi0ion política que la fuerza de la opinion les qmel1e ~tl'l?U\r cste estado próspero de las s,o ,j- -
hizo abandonar, todos sus atentados no pasaran de d~des clVI]¡zadas a la libertad, cuya benéfica VJI I
meros conatos, esprecion, en semejantes casos, de DIOS me preserve de l1egarl~! responderé que ' "
todos los que tienen el esar de v~r sus es~eranza~s -+-~~.."ll""o~r uJtados-sotl dehiqe~ ttl lespeto I! . • ' -
dcsvanecwas. ' pIedad, pues aun cuando Venecia no f'la JI ,
'Mas si por este o aquel motivo, solucion que como sus tiranos, respetaban el trabaj~, llegó f
nadie se ha atrevido a dar hasta hoi a la cuestion la mos rica esclava de la tierra."
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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MI'. Thiers escribia e stas líneas en 1848, para
defender la' sociedad, como él lo dice, de ciertas
doctt'Ínas con que los 'socialistas franceses se habian
propuesto minar el derecho de propiedad, cuando,
en efecto, lo único que lograron con ellas rué desaCJ'editar
la República i enjendrar un Imperio abominable
que duró 22 años.
En Cundinamarca el respeto por este precioso
derecho, jenerador de tantos bienes, aun bajo el
imperio del despotismo, ha venido muí a ménos,
no por las doctrinas supistas, que El Relator ha
démostrado que "el sapismo no profesa ninguna
doctrina," sino por sus repetidos i ya insoportables
abusos.
Trés son las armas mas poderosas con que el
sllQ)ism@ viene zapando la propiedad:
El Poder judicial,
Las contribuciones i
La lei 2~ de Ul76, sobre espmpiaciones.
La misio n del Poder judicial es aplicar la lei a
los casos particulares, i principalmente decidir sobre
el tuyo i el mio, o sea sobre el derecho de propiedad,
Desde luego, si el Juez es bueno, sus decisiones
serán justas i contribuirán a consolidar el
derecho; si no lo es, sucederá todo lo contrario.
Para que el Juez sea bueno debe reunir las si-guientes
cual idades:
Ciencia,
Probidad,
Independencia.
Porque sin lo primero, lastimará el derecho por
ignorancia; sin lo segundo, por malicia, i sin lo tercero,
por sujestio-H'; i cuando el Juez está destituido
de todas tres cualidades, no hai.enemigo mayor de
la propiedad.
No sabemos qué nos inspira mas miedo entre
un caballero de industria o un Juez ignorante i pillo.
Cuando se quiere que el Juez sea el garante de
los derechos individuales, se le busca con aquellas
condiciones; cuando su mision es tener complacencias
i ganar elecciones, se le nombra con otras
mui distintas.
Los sapistas nombran sus Jueces para lo último;
i, así, entre un hombre honrado i competente
i un mercenario, su eleccion está hecha, 10
que no impide que sufran fuertes equivocaciones
encontrando un majistrado ilustrado, honorable i
recto, en quien soñaran un vil instrumento. Ellos
se resignan en estos casos con la seguridad de que
si incurrierol'l en error en el hecho, no fué lo mismo
en punto a la intencion. A esas equivocaciones,
unas veces, i al temor, otras, se- debe el que haya
algunos buenos Jueces en el Estado. ,
Pero esto no 'es sino la escepcion; i la reglajeneral
que es la que impera, está dando amarguisimos
frutos: porque no hai confianza en el Poder
judicial; porque todo hombre de bien sienM miedo
profundo de librar la suerte de su derecho al
fallo de un Juez; porque desde el momento en que
una propiedad se pone en el tela' de juicio, su dueño'
la cree pe¡;dida, i prefiere entrar en un arreglo
con el pillo que desea quitársela, sacrificando una
parte, ántes que esponerse a perd(lr el todo; i porque
al traves de toda providencia judicial, la parte
cree ver una mano estraña e interesada en contra
que ha -intervenido, o que supone que ha intervenido,
al dictarla. I este mal terrible de la desconfianza
es tan grande que, aun cuando se tenga la
seguridad de que el Juez es competente, no por eso
se deja de esperimentarlo, porque ya en ese caso
no es la persona del Juez la que lo produce, sino el
sapismo que está, o se presume que está, por encima
de él.
Siendo una de las misiones de los Jueces supistas
ganar elepciones, estos empleados no pueden
guardar la circunspeccion que la severidad de sus
funciones les exije . .. Forzosamente tienen que ponerse
en intelijencia con los sufragantes, 10 cual
autoriza a éstos para entrar en claridades con ellos
i para pedirles el precio de sus "otos en complacencias
inmorales en el ejercicio de sus empleos,
con pmjuicio del derecho ajeno. En todo caso, la
consigna del sapismo es esta: demorar los pleitos
hasta que pasen las elecciones, para tener colgados
a los interesados i arrancarles el sufrajio ante . el
miedo de perder el juicio, i fallarlos despues, para
pagar a cada cual segun sus obras.
En semejante situacion,
¿ A qué altura estará el derecho de propiedad?
Hai una cosa cuya simple enunciacion hace
te lblar al propietario i huir al capital, i que soI
lec de i aterra a la sociedad, como la presencia de
'Olla epidemia : la c071jiscacion.
~"o sabemos cuándo, 111 en dónde, tuvo orijen
e L ~pen a atroz; pero la historia nos dice que ella
i ul' l'l1a de las instituciones de la Edad média, i
q .. am~ó como digna comp{\fiera-d~l-tormentO-"
d\ '1 inquisicion.
E lla ha sido abolida en todos los países civiliz:
dos ; i el hecho de haberse elevado su abolicion
EL DERECHO.
. a la categoría de diflposicion constitucional, acredita
el hOlTor que ella inspira. En España, su t ea-,
tro principal, fue desechada hace 40 años con esta
disposicion consignada en la Constitucion.
"No se impondrá jamas la pena de confiscacion
de bienes."
Con esta concisa i enérjica fórmula, se la ha
abo1ido en todas partes.
Nuestra Constitucion autoriza las espropiaciones
en tiempo de guerra sin prévia indemnizacion, pero
agrega:
" Esta disposicion no autoriza para imponer la
pena de confiscacion en ningun caso."
No obstante esto, los sapistas la han sancionado
en Cu.ndinamárca en la ominosa lei 2~ de 1876.
En virtud de esta lei, no se requieren sino dos
cosas para confiscar los bienes de cualquiera individuo:
e Que una junta, llamada de Hacienda, declare
en tiempo de guerra que un individuo es reo; es
decir, enemigo del Gobierno. Poco importa que no
lo sea: no hai reglas para la declaratoria; i
2? Que esa junta le asigne un empréstito.
Lo demas es obra de unas pocas formalidades
que se llenan brevemente por un comisionado especial
i que terminan con el remate de los bienes,
adjudicándolos al Estado si no hai remat ador. Por '
lo que hace a la víctima,-supuesto enemigo del
Gobierno, o reo,-poco tiene que hacer en este
cambio de su propiedad, pues ni tiene derecho de
apelacion, ni de reclamo de ninguna especie, i si
se quiere prescindir de él por completo, basta cbnsiderarle
ausente, en cuy e caso no se le notifica la
ejecucion sino que se le pone una boleta en la
puerta de Sil casa i con eso se le da por notificado.
Los jueces ordinarios ninguna intervencion tienen
en el asunto. ,
" Confiscacion, dice el Diccionario de lejisla- .
cion, es la adj udicacl0n que se hace al fisco de los
bienes de algun reo."
Por manera que esta pena la constituyen estas
dos cosas:
U n reo por una parte:
La adjudicacion de los bienes al fisco, por otra.
La lei 2~ ha{:e el reo de cualquier ciudadano,
con solo que una junta le asigne un empréstito, i
ya se tiene lo primero;
En seguida se le rematan los bienes para cubrir
el empréstito i se adjudican al fisco, i se tiene lo
segundo.
¿ Será o no la famosa lei 2~, W1 acto lejislativo
que ha sancionado en toda su fealdad la monstruosa
pena de la confiscacion ?
Esta pena, como lo demuestra el Diccionario
de legislacion, tiene, entre otros, los siguientes
defectos:
Falla muchas veces por falta de objetos sobre
que recaiga (muchas veces son los bienes de 1m
tercero los que se adjudican); supone sentimientos
que pueden no existir; es demasiado fecunda en
males; es contraria al sentimiento público de simpatía
i antipatía; obra , en sentido contrario a la
lei, i alcanza tambieu a la sociedad entera; persigue
más allá del sepulcro recayendo sobre la familia
del penado; despierta la compasion púBlica;
un sentimiento confuso aCUSa a las leyes de injusticia;
la humanidad se declara_contra el lejislador
i da cada dia mas partidarios a sus víctimas; el
respeto al Gobierno se debilita en todos los corazones,
porque este se muestra imbécil a los ojos
de los sabios i bárbaro a los del vulgo."
¿A qué venir en pleno siglo XIX, i ante una
constitucion liberal, con 'tamaña barbaridad?
¿ Con esta famosa lei habrá quién a la hora de
declararse turbado el órden público, se crea en
Cundinamarca dueño de nada? ,
En la última Asamblea lejislativa hubo algunos
diputados que quisieron eliminar de la lejislacion
este borron, pero la mayoría sapista no consintió
sino en hacerle a~gunos remiendos.
Pam honra del Estado, es satisfactorio recordar
que los confiscadores no tuvieron cómplices,
I -n
o se le carga al bolsillo. Cada año se le aumebtari
el avalúo de sus fi ncas el doble o el t riple. .(1 fin
la contribucion absQrverá el fruto de la propiedad
Por todas partes se va a Roma ..
Así, ¿ de qué le sirve a un individuo el p asal
los dos t\lrcios de su vida trabaj ando honradament(
para acu~l ar algunas economías con que hacel
frent e a s~, ecesi da~es, i pa!a ser mas bien que
gravoso, utll la SOCIedad , SI luego viene un cír ..
culo político i ice :
" ~mi$o: uste. izo ya lo que le correspondía:
trabaJ al' I economIza hora ha Herrado mi turno
a mI' mte o ca tomar e 1 r o i apro voe ch arlo." ,
El sapismo profesa .roa volu ntad a todo el
que posee algo. En la Edad édia, bastaba p r&
echar a un individuo a la. tort a i a las llamas,
sindicarlo de hereje. En Cundi arca para despertar
la antipatía de los sapos con .~ alguien, es
suficiente deCIrles que tiene de qué vi,,¡ .
I con semej ante elemento en el Poder
¿ A qué altura estará en Cundinamarca el derecho
de propiedad ?
I este elemento es el que pretende continuar
' esclusivamente rrobemando el Estado .a perpetuidad,
trayendo a ~as Asambleas lejislativas esas mayorías
automáticas que todo se lo llevan por delante;
que yienen p revenidas contra el propietario, i
que no se ocupan del bien público, sino de los medios
de estraer el dinero del bolsillo de los pueblos
para apropiárselo en forma de sueldos.
Pero esto no puede continuar así; que los cundinamarqueses
se pongan la mano sobre el corazoú
i le digan. .
La necesidad de paz, de trabajo, de progreso i
de bienestar, exijen otra cosa; i para ésto se hace
de imperiosa necesidad, que los cundinamarqueses
envien a la próxima Asamblea Diputados antisapistas
para que esa corporacion l~jisle para todos, i
entre otras cosas haga lo siguiente: •
Derogar las leyes sapistas contra la propiedad;
Improbar el monstruoso catastro que se está
haciendo; .
Constituir el Poder judicial de manera que los
Jueces puedan cumplir sus dcheres;
Disminuir los impuestos que ya hacen insoportable
In. vida;
Organizar un Gobierno barato, que no consuma
el Tesoro público en pagar empleados inútiles i en
mantener soldados innecesarios;
Arreglar las cosas para que el GobiernO dél
Estado marche en armonia con el honrado Gobier-
-o de nlm.l ; '1
Levantar el ramo de caminos, caido en abatimiento
desde que sus fondos se omaron para sueldos
i raciones;
Despertar el entusiásmo pú l\co por el ferrocarril
de Occidente, obra redentor del Estado, i única
realizable eri el interior del p ÍS; i
, Dar garantías al derecho de propiedad, sin 10
cual es en vano pensar en otra osa queen emigrar.
UNA LECCION OBJETIVA,
El círculo electoral de Mosquera jeneralmente
da que hacer al Gobierno de Cundinamarca en materia
de elecciones por haber en él algunos distritos
conservadores, i porque Fusa:gasugá, que concurre
con un número no despreciable de votos, ha sido
fuerte para resistir a las influencias malignas del
sapismo. Sinembargo, varias veces hemos visto
sapos lejíti mos sentados en la Lejislatura con este
letrero en la frente: "DIPUTADOS POR EL CIRCULO
DE MOSQUERA."
Cómo han obtenido este nombramiento? con
bajas intrigas i flagrantes desacatos a la lei.
Veamos una muestrecita tomada de 10 que está
pasando en )a presente campaña electoral.
** ' *'
porque no hubo rematadores, a escepcion de una DICIEMBRE DE 1877,
média docena ele la falanje sapista, cuyos nombres CONCILIABULO EN SAN FRANCISCO.
constan en ~l Rdistro del Estado i entre los cuales
creemos haber visto el del sujeto encargado de -Es preciso que en esta vez sentemos a Nar-hacer
el catastro de Bogotá. 'ciso en la Asamblea como Diputado por l\1osquera
I con la confiscacipn erijida en lei -no les parece bueno?
¿ A qué altura estará en Cundinamarca el dere-- -Tiene el inconveniente de que en Fusagasu-cho
de propiedad? ' gá no le darán los votos, i de que hace pocos dias
P ara el tiempo de guerra el sapismo ha esta- tomó participacion en un asunto criminal que vino
blecido la confiscacion que corta el derecho de un de por allá de esos lados, i cometió sus .... deslices,
solo golpe; para el tiempo de paz tiene otra má- diremos.
quina que lo absorve lentamente: esa curiosidad En cuanto a lo último no tememos nada: esa no
se llama Catastro. es una poblacion tan adelantada ue digamos, i
Aquí el procedimiento es distinto, pero el ob- luego esas cosillas .... se olvidau. ¡ ( ., iUl-
.j.e.tivo L-l)1Ísm.Q. ~ __ ,...~~;-----r-~-+~'O: ,:l:,'t:::a;:.:n;.;t;e es introducirlo allá,con a l ~\ na ~o ti tI ll e
A todo el que no es sapista, el sapismo o . e ( é lrffluenCl a; por 'ejemplO;-: J,' l 1H)!i h cerio
clara enemigo del Gobierno. ¿ Cómo, castigarle su miembro de la Junta de caminos. . .
delito? Embistiéndol~ a su propiedad. O se rinde -Eso tiene un inconveniente i es que la Jei Do
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
t.
110 permite, porque esa Junta debe componerse
ndoe sd oL \ vecinos de Fusagasugu, . d S h 1 uno e oac a.
_:Estás tu bien seguro de ello? .
_'fan seguro que aquí tiene usted la lei. DIce
así el artículo 22 de la lei. 47 del llÜO pasado, S?bl:e
vías de comunicacion: "Para ser miembro pnnclpalo
suplente de ~na !u.nta adminístrad?r~,. ~e
necesita saber leer 1 escnblr, estar en el eJelclclO
de los derechos de cí udadano i ser vecino dell ugar
en que ha de residir la Junta; pero cuando .no h~lbiere
personas idóneas en ell ugar de l~ resIdenCIa
de la Junta; podrán ser. n~mbr~dos ~llembros de
ella. los vecmos de los dIstritos ll1medJatos.
" Esceptuándose de la disposiciol1 anterior la~
Juntas del Nordeste, Guatavita, Machetá, FUSAGASGGA,
Tábio i Ubaté. Las dos pri meras tendrán
cada una un vecino de Sesquilé; la de lIIachetá se
compondrá de un vecino de éste distrito, otro de
li1:anta j otro de Tibirita; la de Fusagasugá, dos
VcCÜ10S de allí i uno de Soacha" &c.
-Sí, sí, efectivamente la lei es terminante; .
pero eso iene un remedio mui s~ncillo: nosotros
que la hicimos podemos con la mIsma facultad ha-o
cerla a un lado i decirla: estese usted quedita
miéntras tanto. Solo sí debe cuidarse de que los
otros dos miembros tampoco sean vecinos de Fusaga
ugá ni de Soacha, para que así nuellt~o Nar-ciso
no quede marcado como blancu. .
-1\1:ui bien, mui bien, este punto está resuelto.
Lo demas le toca hacerlo a Narciso, i por mi parte
creo que lo hará con tino porque ya otras yeees le
han tocado papeles difícile¡; i nos ha dejado contentos.
NARCISO EN ACCION.
A mediados de enero galopaba el sefior González
V., por la sabana de Bogotá con su nombramiento
en el bolsi llo i haciéndose reconocer, de
~duani l la en aduanilla, como Presidente supremísimo
de la Junta. Con efecto, los compaüeros no eran
personas de intrigas ni que anduviesen a caza de
semejantes honores, i no solo cedieron a sus insinuaciones
haciéndole Presidente, sino que por el
grande e inusitado interes que mostró por el camino,
se lo confiaron todo.
Llegó, pues, a Fusagasugá dueño i señor de los
fondos; dueño i señor de los empleos que la Junta
debia proveer; dueño i señor de algunos otros
destinos; i, dueño i señor, segun él aseguró, de
grandes e inmensas influencias en el Gobierno del
-Es.tadoJn. com¡ecn.encia distrib ó los m le s,
mejoró algunos sueldos, crió nuevos destinos, prometió
otros para lo futuro, i dejó así establecida su
base de operaciones.
>11 "" ".
LAS PROMESAS.
Al pueblo de Fusagasugá le ha ofrecido:
1~ Un ferrocarril que parta de Bogotá, cruce
las calles de aquel pueblo i dé a los márjenes del
Magdalena;
. 2~ Que construirá el puente tan deseado sobre
el Sumapaz ;
3~ Que ántes de estas obril1as, macadamizará
todo el trazado de La Trocha;
\ 4~ Que en parte o en todo el trayecto de la
sabana, dejará una frondosa alameda que proporcione
frescura a los viajeros;
5~ Que acortará . el camino de Bogotá a Fusagasugá,
quitándole el trayecto comprendido de Tres
Esquinas a San Vict.orino ;
6~ Que hará vo l v~r la Junta a Fusagasugá i
que se recomponga legalmente;
7~ Que hará que se esceptúe esta Junta de la
cOnsignacion del 50 por 100 de sus peajes, para el
ferrocarril de Occidente; .
80 Que hará derogar el impuesto sobre miel,
panela i azúcar; . . .
9~ Que hará variar la 1m de Call1lnOS en el sentido
de que el de Fusagasugá no atraviese la pobla-cion
de Soacha; .
10~ Que hará derogar las leyes sobre ProsecIOnes
i Seminario, dadas por la última Lejislatura.
11. Que púa todo esto cuenta con el Gobierno
de CUlJdinama,rca i todos sus fondos; pero que le
bastan los pequeñísimos recursos del camino P?rque
posee un secreto en virtud del cual "con mUl poco
se hace mas de 10 que a primera vista parece."
Todas estas promesas i otras muchas, o han salido
de sus propios labios, o de labios que hablan
por él. No hai pues exajeracion.
Cabe ahora preguntar: promete todas estas
cosas de chanza, o les ha visto a los fusagasugueños
oreja!! de jumento? Qué interes verdadero p~ede
tener este señor por Fusagasugá, cuando contnbuye
a que se pisotee una lei que se dió ?onsultando
los intereses de aq!1el pueblo? Qué mteres real
- -pn:eUe teuer -ptJr-el cam oTsuS ftnrttoS', SI esta fllas
clal"O que la luz, que está en aquel puesto para ver
si ile hace· Diputado? Qué interes va a tener por
EL DERECHO:
un pueblo en cuyos hijos solo ye ladrones del camino?
porque las palabras siguientes que son de
él al echarse viento en el número 26 de La Doctrina
·, 'no dicen otra cosa. Hélas aquí: "En vista de
esto viene bien preguntar: ¿ si $ 2,443 se recaudaron
en cinco meses, cuando la recaudacion no ha
sido mui productiva, cuánto mas se debió recojer
en los tiempos anteriores, contándose como se contaba
con los ingresos de lo del Qolejio, que hoi
pertenece ya a unajunta especial? Ya lo sabremos
pues estamos buscando los datos."
El candidato deja comprender mui claro que ha
descubierto en las Juntas anteriores, Juntas de
bandidos, i que los pondrá en vergüenza pública
porque e.n ello está dando los pasos. ·Qué lindo el
gosque ladrálJdole a los cerros! Quien conozca a
los Pabones, a los Caicedos, a los Garcías, a los
Diaz o a los Ayas de Fusagasugá, que son a quienes
puede referirse elcargo insidioso a que nos referimos,
tiene que reirse del señor Gonz~lez V.,
porque todas esas son personas de capital, de negocios
i no de intri"gus para esplotar destinos, i mas
que todo, de una reputacion bien sentada entre la
jente honrada i de posicion pecuniaria.
Y es el caso tambien de responder a un cargo
que el seüor González le formula al señor Manuel
María Aya en el mismo número de La Doctrina,
por no haberle presentado unos fondos del camino
que dice páran indebidamente en su poder.
. La afirmacian de· que el seüor Aya tenga en su
podel· fondos pertenecientes al camino, por sí sola,
es temeraria; porque el señor González no conoce
el movimiento que tuvieran dichos fondos en la
época en que el señor Aya fué Tesorero. Pero dado
el caso de que tenga algunas existencias, s¡¡,bemos
que se le ha dificultado la formacion de las cuentas
porque el señor González del modo mas irregular,
atrapó mas bien que tomó de las aduanillas las
existencias que en el mes de enero habian, tanto en
dinero como en guias; de donde ha resultado que
el señor Aya no ha podido tomar un dato concienzudo
sobre cuáles eran esas existencias. Sabemos
tambien que los vecinos de Fuságasugá han dejado
comprender su sincero deseo de que tales fondos,
si los hai en poder del señor Aya, no pasen sino a
poder de una Junta constituida legalmente i que
por lo mismo dé garantías verdaderas de una j uiciosa
i económica inversíon de los peajes. Sabemos,
por último, que mui pronto presentará sus cuentas
i que ellas serán satisfactorias.
-,,'E ' ~ I TI O O g--, -
Sefí.or Director de " El Derecho."
Con el mayor gusto i con un grande entusiasmo
hemos leido el primer número del importante periódico
que, con el nombre de "El Derecho," ha comenzado
usted a dar a luz.
Esta importante empresa merece a la verdad ser
acojida con todo el acatamiento i consideraciones que se
le deben, como que viene a ser el vocero de la parte
sana, sensata i trabajadora de ~ sociedad cundinamarquesa.
I su aparicion viene a Ber tanto mas útil, cuanto
que en las actuales circunstancias se van a ven tilar cuestioncs
de alta i vital importancia para el Estado. Se
trata nada nada ménOB que de la renovacion del actual
personal que compone el Gobierno de Oundinamarca
con otro que nsegul'e los dereohos dc todos i de cada
uno dc los ciudadanos. Esta renovacion se hace tanto
mas necesaria, cuanto que teniendo un cará.cter legal i
verdaderamente popular, va a echar por tierra lo vicioso
e hijo del fraude que ha Yenido caracterizando
casi todo nuestro Gobierno. En Cipaquirá, sobre todo,
es en donde con mas ahinco se espera el remedio, consistente
en que se le oiga i se le hagan efectivos sus derechos.
Bien sabe todo el mundo que . hace mucho tiempo
que Cipaquirá, por estar dODJinada por el Resguardo de
las salinas i por la Guardia colombiana, no ha vuelto a
tener voluntad propia en cuanto a sus intereses locales
ni en cuanto a la política del Estado; i esto porque
siempre el Gobierno jeneral, por medio de sus ajen tes,
ha supeditado la soberanía del pueblo en esta seccion,
no permitiendo que este mismo pueblo elijiera su lejítima
representacion. En todo i para todo los intereses
de Cipaquirá han sido menoscabados por falta de defensores
jenuinos, verdaderos conocedores de sus necesidades
i aspiraciones. Cipaquirá se ha mirado con desden,
si no con desprecio en ·Ia hora de la seguridad i de la
calma; a la hora del peligro se le han exijido cuantos
sacrificios se han necesitado, i los que prestados a la
medida de sus fuerzas, apénas le han merecido los vanos
. títulos de entusiasta i patriótica. Llegada la hora de
siquiera nombrar sus representantes, entónces BUS admiradores
se han convertido en acérrimos enemigos i no
han vacilado en descargarle el látigo. No ha mucho
tiempo un alto funcionario público amenazó echarle bala
a los electores que no estaban de acuerdo con él, i aportó
o preparó varios de sus ajentes con tal objeto, el de
asesinar al pueblo cipaquireño. Esto i mucho mas se
puede aseverar en corroboracion.de lo que deci~os. Pero
afortunadamente los tiempos calamitosos pasan i los di as
de..honau1U llBgRu. C!rlle!llnA~nfiQ,m()s en que eE
próximas elecciones el derecho del sufrajio será respeta·
do i su re ultado r¡llíjiosamente observado. Así lo quiere
el pueblo, i parece que los eternos far5antes, si no han
quedado por tierra, pronto lo eslarán. El grito de BU
conciencia i el miedo que siempre los acompaña los hará
iDJpotentes para luchar contra el derecho i pretender
. avasallar la voluntad popular.
Afortunadamente en Cipaquírá i en el círculo electoral
el elemento zapo está del todo desprestijiado i sin
influencias suficientcs para hacer temer por el b.uen éxito
cn las próximas elecciones. Las autoridades del Departamento
prestau todas las garantias del éaso, no serán
ajentetl eleccionarÍos en rigorosa campaña. Si salieren
de este camino los denunciaré mas. Entendernoll, ademas,
que el señor Alejo Moráles viene animado del magnífico
deseo de sostener los interosea de Cipaquirá abandon~ndo
la pernicj.osa práctica de supeditar la voluntad popular
imponiendo candidatos estraños. Est¡¡ honrada CODducta
i sana política vendrán a aumentar las consideraciones
que bien se merece el héroe de "La Donjuana."
Por hoi damos conclu8ion a este remitido, i le rogamos,
Sr. Red~lctor, lo inserte en su periódico, si a bien lo tiene.
Cipaquirá, julio 10 de 1878. UN CrPAQUIREÑO.
Sefí.ores Redactores de "El Derecho."
Muí señores mios:
Hemos tenido por aquí al gusto de ver la patriótica
publicacion que ustedee están haciendo, .destinada a defender
la causa de la~ libertades pÚblicas, amenazadas
hace tiempos seriamente por algunos malos liberales.
Gran séquito ha tenido por aquí" E l Derecho," i algunos
republicanos que deseamos la paz i el cumplimiento
de las iustituciones a tan alto precio conquistadas,
hemos resuelto poner nuestras pequeñas, ·pero desinteresadas
influencias, al servicio del. triunfo del antisapisma,
en la próxima campaña electoral; en tal virtud,
hemoR convenido que los candidatos para la en trante
Asamblea por el circulo electoral de la Mesa sean los
siguientes señores
Wenceslao Ibáñez.
Leopolrlo Cervantes.
Constancio Franco V.
Arístides Forero.
Joaquin Solano B.
Fidolo González L.
Sírvanse ustedes dar cabida en su importante periódico
a esta manifestacion, i aceptar las consideraoiones
de mi verdadero aprecio.
La Mesa, julio 7 de 1878. GREGORIO CA.NTILLO.
A ULTIMA HORA.
EL CATASTRO.
En el Diario de Cundinamarca de ayer ha ensayado
el comisionado del círculo de Bogotá, don
Juan Perdomo, una defensa de aquel adefecio.
Conviene en que contiene errores, pero dice que
son caligráficos, i que él no hizo el catastro de la
ciuda . Es o por demasiado sabido pudo callarlo.
Entre las fuertes razones que aduce don Juan
en favor del" catastro, la mayor i mas fuerte es esta:
que nosotros tenemos hidrofobia i" hambre.
Los que atacan el catastro tienen hambre; luego
el catastro es una obra perfecta. Esto es saber .
razonar. Esto es lo que se llama hablar en plata i .
saber convencer. De hoi mas, vamos a quedar convencidos
de que el catastro es una obra maestra,
solo que tenemos que decir al señor don Juan una
cosita contando con su catastml benevolencia, i armándonos
de toda la modestia de que somos capaces,
i esta: que no tenemos hambre, a Dios gracias.
Con el permiso del señor don Juan, vamos a
darle algunas razoncitas de la verdad de nnestro
dicho.
No tenemos hidrofobia porque no tenemos
hambre:
Si tuviéramos hambre no escribiríamos contra
el catastro, sino que adulariamos a los sapos para
que nos dieran un destinito ;
Si tuviéramos hambre, pediriamos en lugar de
la rebaja de las contribuciones su aumento, para
que algo nos tocara de ellas;
Si tuviéramos hambre, hubiéramos solicitado el
nombramiento de comisionados para hacer el catastro,
porque solo el que está mui apremiado por
aquella necesidad puede aceptar una comisiÓn tan
odiosa;
Si tuviéramos hambre, pedil"iamos que el empleo
de comisionado fuera permanente, como lo ha
insinuado él señor don Juan para pe7feccionar la.
obra;
Si tuviéramos hambre, tendriamos turbia la
vista, como acontece con esa enfermedad, i entónces
no objetariamos· el catastrq, porque en nuestra
alucinacion estaríamos, como el señor Perdomo,
viendo palacios valiosísimos i grandes haciendas
donde no hai sino cascarones o corrales de ovejas;
Si tuviéramos hambre, hubiéramos ido, siquie
fuese por comision, a falta de rec.ursos, a remat
a menosprecio el rancho i · Ios licores del almac
del señor Lázaro Pérez en plena revolucion, COI
parece que sucedió al señor don Juan.
El señor don Juan puede estar tranquilo, que
que se- fuga del catastro no se entíeñcIe con el q e
no es mas que un editor de responsable.
IMPRENTA A CA.RGO DE F, FERRQ.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"El Derecho - N. 3", -:-, 1878. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3690796/), el día 2025-09-17.