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'/ Periódico político, religioso, literario, noticioso y de variedades.
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AÑO 1 República de Colombia, Bógotá, martes 26 de Noviembre de 1901 ~ NUMERO 99
VINOS de champaña, Borgoña, Burdeos, Oporto, Jerez, Madera, Vermouth. No
compre usted sin comparar nuestros precios.-Restrepo Hermanos.
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BRANDYS Hennessy, Otard Dupuy, 1848. Muy bajo precio.-RestrepoHermanos.
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bana.-Resfrepo Hermanos.
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EL MEJOR regalo para hombre es una piel de oso.-Restrepo Hermanos.
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piano. Sillas para costura. Sillitas para comer los niños.-Restrepo Hermanos.
BAVARIA
A pe~ ar del alto cambio sobre el Exterior j
A pesar del alto precio de la cebada;
A pesar de la carestía del lúpulo y los corchos;
A pesar de la escasez Y gran valor del carb6n;
A pesar del aumento de los jornales;
A pesar de que los precios de todos los d~más productos nacionales y extranjeros han subi·
do enormemente,
ven.deretnos desde hoy n.uestros produ.ctos á precios
:rn.ás bajos que los esta.blecidos en el Illes de
, Junio de 1 {)OI
con la intención de seguir proporcionando, al alcance de todos, una bebi'da agradable, sana y
alimenticia, correspondiendo así á la justa preferencia con que el buen gusto del público en ge"
eral ha favorecido nuestros productos.
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Agua gaseosa pura, en medias botellas, á .•••• • ..••. $ 9 60 docena, sin envase.
Id. íd. con jarabe, íd. íd ...•.• • ..... '" . . • . • 9 60
CE RIJ EZ~ PllSEN ER, lAGER V DOCK, id. id.·· ...... .. 12··
Id. Pi!sener, La~e r y Bock, dobles botellas. _ .•• • _ 22 80
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Id. Higiénica, íd. íd ......... _. __ .• _ .... _ ... _ .. , :n 60
Extracto de Malta, íd. íd._ ••..•••.• _ •.•. .•..•..••. - 48 ..
Nuestra CERVEZA. DE BARRIL continuará vendiéndose á los mismos precios de ayer, así
Cerveza de bnrril, blanca, á _ .• - •• - - ... - - - • .......• 1 70 el litro.
Id. íd., negra, á ••.•••.•.•.•....••••••.• :z ••
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En compras por rnayory de contado, haremos los siguientes
descuen tos:
En 10' ó más docenas, ellO por 100
En 50 - el 12~ por 100
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GALLETAS. Té, $ 20 líbra.-Restrepo Hermanos.
~XPO~I~I~N NALI~NAl D~ 1~~~
Del informe que el señor doctor Luis M. Herrera Restrepo presentó al
Jurado de esta Exposición sobre la cerveza Bavarz'a y las demás del país
que fueron exhibidas, copiamos lo siguiente, de gran interés general:
" • _ . _ .• 1 ~ U na cerveza para llamarse tál, debe ser fuertemente alimenticia;
"z? Debe ser t6nica ;
"3~ Debe ser estimulante;
" La primera condici6n, sin duda la más importante, la debe á las sustancias alimenticias
que tenga en disoluci6n y provenientes del grano con que son fabricadas; la segunda
propiedad la debe á las especiales del lúpulo; y la tercera, es decir, su poder estimulante, lo
debe á la cantidad moderada de alcohol que contenga.
" De todas estas tres propiedades, la primera, y en alto grado, s6lo la poseen las cervezas
Bavaria exhibidas por el señor Kopp, por ser las UNICAS exclusivamente fabricadas con
CEBADA; las otras cervezas lo son principalmente con PANELA.
" En cuanto á las otras dos propiedades, el ser t6nicas y estimulantes, las poseen las
otras cervezas distintas de la Bavaria, por tener principios amargos del lúpulo y una txagerada
cantidad de alcohol.
" Si hago esta menci6n es por hacer notar que
Solo los productos de la Ea varia
DEBEN LLAMARSE CERVEZAS
Los demás no merecen el noro bre de tales
" ., _ ... En cuanto á las otras cervezas (aquf las marcas), yá dejo indicados los: motivos
por los cuales no considero, ni considerarse deben, esas bebidas como cervezas.
" . ' _ . .. Todas estas cervezas no contienen Extracto de Malta, pero sí una proporci6n
considerable de alcohol, puesto que siendo fabricadas con panela, todo el azúcar que ésta con·
tiene se convierte en alcohol. Por tal raz6n estas bebidas son preferidas por los bebedores de
profesi6n, que es 10 que más se les parece al brandy, según el efecto inmediato del alcohol que
al tomarlas sienten.
" Estas cervezas, como bebidas alimenticias, no tienen valor ninguno, y como bebidas
higiénicas su importancia es dudosa. A mi juicio, la CHICHA bien fabricada con los cuidados
necesarios, es más alimenticia y sana que estas seudo-cervezas . . . . _. "
GUILLERMO CAMARGO L.
AGENTE Y COMISIONISTA
O,li-"ICINA: 4~ calle de Florián, nútnero 465
El valor de la cerveza se cargará en cuenta á los precios corrientes del día en que Cornpra y venta de
se despache, aun á los clientes que tuvieren saldo á su favor. Letras,
Se desp acharán á domicilio, dentro de la ciudad, l0S pedidos NO MENORES DE
OINCO DOOENAS.
NO SE PRES1AN ENVASES
DEUTSCH-COLUMBIANISCHE BRAUEREI G. m. b. H
"BA V ARIA."
Bogotá, Noviembre 1.° de de 1901
Restrepo Tirado, Cardona & Pardo
10-1
(ERNESTQ RESTREPO TIRADO, RAMON J. CARDONA, UR1AS PARDO)
Se encargan de mortuorias, deslindes,
peritazgos, particiones, redacción de
pólizas, docunlentos y memoriales, examen
de títulos, y, en general, de toda
elase de asuntos judiciales y adUlinistrativús
y de CÚIlli~ iones de cualquier gé-
J30GO'I'A
Acciones
Oro arnonedado,
de Compañías anónilnas
y 1J E _BANCOS Io--:z
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AVISAMOS AL PUBLICO
que hemos abierto en nuestra Oficina una sec:ci6n especial, que se
ocupará en la gestión de negocios de Banco.
Recibimos consignaciones de dinero, abonando los siguientes
tipos de interés:
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Sobre el saldo mínimo mensuaL ___ -_. 10 por 100 anual
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ESQUINA DE SAN FRANCISCO 10-51 Carrera 7r:, números 375 y 377, 31!' Calle Real. 30-4
•
) , . :.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL COLOMBIANO
CONDICIONES I aSl, o b rab a, f ue vl,ct.lma, de su propl.a t.l :-::'r. .t:Hanco no io-noraba, no po - l .l a prensa de ::~i an C n"s tobal eI a ba a' luz
día ignorar, q ue n Ll m~ roso armame n- la proclama incendiaria de Vargas
to, de que como por en salmo les fue Santos, quien alardeando con la undado
disponer á los revoluc ionarios, se pnnidad que 10 rodeaba, se dirigía
acopiaba en la región fronte riza . Las hasta Maracaibo á orga ni zar las exreclamaciones
de n ll e~; tr o r [inistro y pediciones que de ~111í salieron por mar
las gestiones de las Autoridades de la y ticrl'él. sobre Riohacha; era uormal,
frontera lo desmentirían si in tentase y los Gcner;üe' vcnczol a nos, con tropa
negarlo. ac:n en el sup licsto ele que ven cl.olan a invadían por la Goajira ;
ni éstas 111 aqll~lléls hubie ran tenido era no rmal, y el hlinistro de Guerra,
luo-ar, la notoriedad de los hechos Dr. José Vicente Concha, se veía en la
cU~'nplidos, narrados yá por la prensa, necesidad de dirigir ·to a Alo cución al
y la presencia de e"os elementos de Ejército, á fin le que se previn iera
g uerra en la rronte ra, excusaríal la contra la agresión que se preparaba
prueba. en la opuesta orilla del Trtchira ; era
Este periódico se publ ica los martes y viernes.
N úmero suelto el día de su salida. _ o 20
Número atrasado .... . . __ .. _. _ . .. _.... o 30
Suscripción, 25 números . . ... . ... . .... 4 80
Remitidos, COiUl11ha ... . ..... _ ........ 30 . .
Anuncios, palahra . . . ......... . . . ..... o o-\.
Los suelto, ó avisos r , r !MJlC en Gacetilla,
palabra . .... ... ......... . .. . ... . .. . . .. . o JO
En tipos grandes, die/tés, etc., el centí· ·
metro lineaL.......................... o 40
No se devuelven originales.
Las suscripciones para el Exterior se cobrarán
en la moneda del país de su origen.
Los m'isos del Exterior se pagarán en oro.
Contratado un aviso por número determinado
de veces, no se devolve rá suma alguna cuando se
ordene suspcrder su publ icación .
PAGOS \ TICIPADOS
credulidad; y cayó en el garlito al són
de la mefistofélica carcajada de quienes
han hecho verbo de la mentira y
el engaño.
Toda correspondencia re lativa al periódico, elebe
dirigirse al Director y Administrador,
¿ Los qtH~ así conspiraban, obraban
por su propia cuenta? ¿ Contaban con
recursos propios para consumar este
enorme atentado que ha llevado ell uto
á los hog ares, la miseria al seno de
las familias y la verg Li enza al rostro
de la Patria, que contempla en tristecida
á sus hijos descastados, recog iendo
los mendrugos que les arrojan los
t iranos de otros pueblos, empeñados
en que la servidumbre también venga
á complementar nuestras desgracias?
Una vez situado Uribe (J . en esa normal, y mientras que la prensa asa-
EUCLIDES DE ANGULO B. Por entonces, como lo tenemos dicho,
el Gral. Cipriano Castro vivía asi región,
dirigía la sig uí ~ nte célrta: lariada de Caracas pregonababs exce-
"Sa n Cn's to' b a1, Jt i l'L O 4 (Ie J 9° 1. lencias de la Q'uerra cont ra Co lombia, 'J U ribe U. le hacía coro, acogía el p ro -
EL MEMORÁNDUM
Sres. Cáccres y Lal11 11s.-Bochalema. lado en nuestro territorio, y ejercía el
oficio de conspirador. El Gobierno de Les anuncio mi llegada con cuantioso' el e·
(Conclusión )
En nuestro n{¡mero anterior insertámos
el Memorándum del Sr. Minis·
tro Blanco, anteponiendo algunas observaciones
necesarias, ya que ese
documento estaba destinado á ilustrar
no sólo el concepto de las Naciones á
quienes se dirigió, sino á establecer
la razón de su sinrazón en la actitud
asumida con perjuicio de la paz y la
buena amistad entre Venez uela y Colombia,
y á la vez ofrecimos continuar
la tarea que el patriotismo nos tenía
impuesta; mas como nuestra Cancillería
ha hablado yá, poco nos queda
que decir.
mentos. Antes de Cjuince días pasaré la fronteVenezuela
tenía reclamada su inte rna- ra con tres mil hombres por lo meno~, bien al'·
ción, y Castro había venido á Bucara- mados y municionados y con sufic :ente a rtille·
manga. Entonces fraguó la revolu- ría. E l plan es gener al y simultáneo: yá
El lenguaje culto, la serenidad del
razonamiento y 10 irrefutable de la
argumentación hacen que la réplica
del Dr. Abadía Méndez sea una exposición
concluyente. Después de leída
nadie dudará : I~ Que en el campo
de la sana crítica como en el del Derecho,
las quejas del Ministro del Dictador
Castro tienen que ser consideradas
por las respectivas Cancillerías,
como una verdadera aventura diplomática;
y 2? Que no han sido la prudencia
ni la justicia las que dictaran
lo ' cargos con tánta ligereza formulados,
como fá cil y victoriosamente desvanecidos
por el aCll sado.
. Parécenos que á la luz de los hechos
está más que probado, que siendo el
quereIlante uno de los responsables
de la sistemática hostilidad ejercitada
contra Colombia, lejos de cuadrarle
la posición de actor en su demanda
temerari a, es la de reo la que le co rresponde.
El juicio se ha ini ciado de
modo invers0; pero yá veremos sobre
quién pesa el veredicto de las naciones
l1amadas á juzgar. Acaso sea éste
uno de los poquísimos casos en que el
responsable se .haya anticipado á demandar
una reparación que está obli·
gado á verificar, y en que la conciencia
de una culpabilidad indiscutible, lo
haya inducido á la pretensión incalificable
de que no sean la razón ni la
justicia el árbitro, aten iéndose preferentemente
al caprichoso fallo de la
fu erza bruta.
Que es temeraria la demanda, y que
los miembros del Gobierno dictatorial
ele Venezuela son los responsables de
las dificultades presentes, es lo que
nos proponemos demostrar en seguida.
Colombia se disponía, allá por los
años de 1898 y 1899, á entrar de lleno
en el camino de las reformas reclamadas
por la opinión p{¡blica, y en el de
las economías que demandaba su difícil
situación fiscal. El Cong reso había dado
principio al retoque de las leyes que
lo requerían, y por su parte el Poder
Ejecutivo había acordado la reducción
del Ejército, á cuyo alto n{¡mero atribuían
los conspirado'res el origen del
desequilibrio en los presupuestos. El
ingenuo Presidente creyó seguramente
que las protestas pacíficas y el empeño
de juramentos solemnes de parte de
los que venían tildados como promovedores
de nuevas perturbaciones del
orden público, lejos de ser una es tratagema,
era el eco de una convicción
honrada; y cedió. El Presidente que
ción, que IJar la nce l·l 1 concebible 10 H errera y Rosas está n peleando en el Ca uca ; ZubirÍa en Panamá, Lugo en Bolívar y Clodo·
llevó al Poder. Dame y te daré, dijo miro Castilla en el Magdalena . I báñez va con
á los revolucionarios de Santande r, y buen parque para Boyacá, Cunclinamarca y
con ellos cruzó el Táchira. Y á victo- Tolima. T enemos buques en ambos mares.
rioso, dame lo que te dí, dijO eran los mis- Pero el ~s[L1 erzo para tIlle ~ea decis ivo ti tile
que ser supremo. Es necesario el levantamienmas
revoluciona rios, y entonces, con ro en masa. Todas las armas d eben ponerse en
creces, el Magistrado retornaba lo que mano, y los que no tengan, ven ir por ellas. Las
había recibido el conspirador. Este guerrillas d eben entrar en ac tividad, intercep·
1 . .. d . 1 tando las comunicacion es, armando embosca·
fue e pnnclplO e esa sen e e e aten- das y h ostigando ele Lodos modos al enemigo.
tados que no ha querido tener en Yá estoy entendido con el General Vargas San·
cuenta el Sr. Ministro autor del Me- tos. Pedro Rodríguez .,iene conmigo. Arriba
morándum. todos!
Abiertos los parques de Venezuela Su amigo, Rafael Uribe Uribe."
y puestos á disposición de los que ha- Según este testimonio, de c-uant,¿'o·
bían ido allá en busca de aventuras, la sos elemmtos disponían. ¿ Y el Sr. Blanrevolución
en Colombia, con aquel co podría decirnos quién se los había
apoyo, tomó lag formidables propor- suministrado, y por dónde había veciones
con que se exhibió en Palone- nido el cargamento ? Con 3000 homgro..
Pero herida ahí de muerte, el Ge- bres por lo me1tOS, y con sufic iente arneral
Castro respondió ~l desas~re con tillería se disponía á invadir el caucli nuevos
r ecursos, que se lmprOVlsaron; 110, amén de lo que quedaba á cargo
y con ellos fue destacado el Presidente de Alfara y Zelaya; lbáñez se enca·
del Z ulia sobre Cúcuta. Vencida allí minaba con bue7Z parque hacia Boyacá
esta otra expedición, se organizó en el para proveer las necesidades de la
Táchira la que es taba predestinada á Reyolución en ese Departame nto y
sucumbir el 12 de Diciembre de 1900 .en los de Cundinamarca y Tolima
en la batalla de E l Rosario. E n ese ( : cuánto se necesitaba para ll enar esa
campo memorable, quedaron, como n~ces idael ?); Castillo obraba yá sobre
testimonio de la infidel idad, las cajas el Magdalena ; tenía buques y había
de cápsulas que tenían estampado este hecho las paces con el desacreditado
letrero : "La Guaira," y los rifles ele y ofendido Vargas Santos. Pedro Rolas
tropas venezolanas que concurrie- drígu ez : ¿ sabe el mundo quien es
ron al combate. Pedro Rodríguez? Pues con ese Pe-
De todo esto se r eclamó an tes de dro Rodríguez de todos conoeido, se
que las fu e rzas que á la luz meridiana había unido, y con él venía el invasor.
se organizaban y reorganizaban en y sin embargo, con un candor puer il ;
territorio venezolano, volvieran sobre con un desembarazo rayano en auda·
la brecha. N uestro Min i tro en Cara· cia, el Sr. . Iinistro del 1emoránclum,
cas, y las a utoridades de la frontera nos dice: "Para el promedío de J ulio
daban cuenta de lo que se hacía, pi - era la situación verdaderamente nor·
diendo el remedio acordado en los mal." ¿ Asegurar esto ante ese cúmulo
Tratados; y sin embargo, notas col- de alarmantes antecedentes, no es una
madas de promesas ilusorias y de ex- ironía sangrienta? ¿ o es confi ~r
cusas rabulescas fue lo que se obtuvo demasiado en la aj ena credulidad ó en
como resultado. los recursos de la imp0c,tura?
y á habían sido invadidas nuestras Pero sigamos.
Costas y ocupada Riohacha por la Para Colombia era no únicamente
expedición procedente de puertos ve- anormal sino rodeada de peligros la
nezolanos, cuando las derrotas suce- situ ación creada con premeditación en
sivas de U ribe U. obligaron á los que la fro ntera. U n ejército de 3,000 homhabían
sido favorecidos con armas y bres por lo menos, dotado con cuanpertrechos,
buques y din ero, á volver tiosos elementos se nos venía enClá
los sitios de donde habían partido. ma; estábamos á tiro de ballesta del
¿ Cómo fueron recibidos allá? El Sr. campo enemigo asentado en te1/rito1'Z'0
Ministro Blanco 10 sabe muy bien: á neutral; y no obstante, el Sr. Minisnadie
se desarmó. La familia del Dic· tro Blanco dice á los pueblos del orbe,
tador, interpretando s us se ntimientos, bajo la fe de su elevada posición, que
con un festín ofrecido en Capacho, para el prornedio de Julio de 1901 era
fiesta que revistió las proporciones de la situación VERDADERAME.\'TE XORuna
ovación para agasajar al Jefe MAL. _ • - Era normal, y mediaban las
de los J efes vencidos en Colombia, á reclamaciones diplomáticas por Ba-qUlen
se le ofrecieron coronas, dejó gran te violación de los Tratados, obliver
lo que la diplomacia se había pro- gándonos á mantener, arma al brazo,
metido ocultar. Y sabe también, y le sobre la amenazada frontera, un nu-consta
que la Casa Amarilla V1l10 á meroso ejército; era normal, y el teconstituírse
en centro de una más rritorio venezolano daba abrigo á las
vasta conspiración contra Colombia. huestes invasoras en el seno de las
¿ Acaso el T ratadó de Amapala no poblaciones; era normal, y á lomo de
había sido refrendado con su inter- mula y por el camino público se convención.
y resuéltose con ella el ano· ducían los cargamentos de mUI11CIOnadamiento
de nuestro país? nes destinados á la in vasión por Arau·
¿ y qué sucedió luégo ? Y á se ha ca; era normal, y los invasores ar dicho
cómo flle llamado, y cómo Uri- ¡ mados seguían camino de la frontera
be U. vino á Caracas, para partir lué- hasta librar combate en Chita y amago
á San Cristóbal en Junio de 190!, gar sobre Sog'amoso; era normal, y
~
yecto de la erección de la Gr:-J.n Colombia
por la fuerza de las armas, y
declaraba que su causa e ra solidaria
con la de l~s Gobi e rn ~s .que s ustenta
ban esos n11smos propos!to s ; era normal,
y se t rataba en Venezuela nada
menos que de acabar con la soberanía
é in tegridad de Colombia, sin que
se escapara el más débil acento de
reprobación por parte de los mandatarios
del país donde se p reconizaban
esas ideas; era normal, y yá el Dictador
había aceptado la primicia
del fru to de la maquin ación, acariciando
la proximidad de su eng randecimiento
personal; y se restregaba las
manos y convertía en tema de sus
conversaciones el proyecto que simultá
neamente habían hecho del dominio
público su prensa y Sll protegido
Uribe U .
Apremiado el hermano del D ictador,
que á la sazón dominaba en la
frontera, para que impidiera el escándalo,
negóse á ello pretextando falta
de facultades constitucionales, aceptando
de hecho la responsabilidad consiguien
te á tan improcedente negati
va. El S r. Ministro manco tampoco
pu lo ignorar la ma e e e:·: -a·;agante
de solucionar las di fic ultades á que
aquel había:recurrido; yantesemejante
estado de cosas, ¿ no es 1 ara ~orpre nder,
la s01jJresa que se apoueró del
ánimo del Sr. :M inistro á tiempo que
cosechaba el fruto de sus obras?
y después de todo es to, cuando la
tormenta estalla á distancia del -sitio
calculado; cuando tras Ranjel ' Gar biras
otros jefes venezolanos como
l~ rancisco T runconio, Sebastián Reyes,
Esteban I\lan ti lla, Ulises Anselmi
y J Llan Márquez se lanzan sobre
los que profanan el suelo de su patria,
acompañados de una juventud distinguida,
entre quienes sobresal en Vizcaya,
Vega, Blum, J. NI. Crespo, D. Monti
el, E . Cuberos, L. Estrena y más de
un millar de venezolanos quc se propone
arrebatar al enemigo común los
elementos ahí al istados para nueva
inicua guerra; cuando algu nos colom~
bianos, perd ida la esperanza de j usta
reparación, estimulados por esos
tres san tos amores: el. de la patria,
el de la justicia y el de la fam ilia, secundan
el esfuerzo, el Sr. Blanco se
dcclara sorprend ido. ¿ O será que
fru strado el plan de ataque y descubierta
su complicidad, el Sr. Ministro
deja escapar su queja y tiende á la
amenaza?
y en este drama, que sobre sí trae
las miradas de las naCIOnes, preocupándolas,
¿ no se descubre algo como
la queja de Caín por la conducta de
Abel? ¿ Algo como la contrariedad
de Tarik en Ceuta, por no habel" encontrado
tan fácil la conquista de Andalucía,
como se la había pintado
D. J ulián, el Conde traidor?
Pero no es esto solo. El Sr. Ministro
encuentra digno de reproche la
in vasión del General Garbiras, no tan~
to por el hecho en sí cuanto porque
con él figuraran algunos colombianos,
cuyo número ha parecido lícito ponderar.
Y nos(,tros preguntamos : si tan
mala le pareció la coalición, ¿ por qué
favoreció la que dio principio en 1899
CIGARRILLOS. Son pocos los que quedan y se realizan á precios bajísünos., Galle
1 f) (P:l.l:l.lJ l. nÚmp.rl\ ~2 r._
Digitaliz1a fd)o pPor: ll.al :Bl.iblJlio lte. can LÚuims Ápn.grell \A r~an2g or .d_e l Banco de la República, Colombia.
"
contra Colombia, desde que Castro se
hizo al Poder?
Imperdonahle le parece que un gobierno
sorprenda al vecino con inesperado
gol pe, y afirma que el ele Venezuela
ha sido dolorosamente sorprendido
por el que le asestara el de
Coloro ia. Pero, ¿ hay verdad en esto?
¿ No es evidente que el Gobierno colombiano
se apresurara á improbar
eso que se hacía con Venezuela, como
yá había protestado contra lo que se
había hecho en daño de Colombia?
¿ El Sr. Ministro Blanco juzgó que
acá se hubiera repetido lo que allá en
sus dominios se hizo, y sin dar tiempo
á las explicaciones prometidas por
nuestro Ministro, lanza su Memorándum;
y hé aquÍ que el tiro que dispara,
al punto lo hiere de rechazo. ¡
Pero en todo esto hay algo más
grave, que da la medida de la cordura
con que se ha procedido. Después
de condenar toda ilícita intervención
con tropas regulares; todo atropello
contra la propiedad. quien tales teorías
sostiene, no encuentra inconveniente
para disimular el ataque y despojo
de cuanto tenía la Comisión delimitadora;
ni dificultad para organizar
un h)'ército Resta'ttrador auxiliar,
comandado por el Gemralísz'mo José
Antonio Dá vila y el General Carlos
E. Echcverría (q. e. p. d.), organizado
con batallones regulares como los
denominados CipriaJZo Castro, Peralta,
M01'ón, Ddvz'la, C07'O Barquisineto
y Z amora, y el compuesto de solo
jefes 'j ohciales, comandados por D.
Comelio Castro, hermano del Dictadar;
ni escrúpulo para ordenar el
bombardeo, por. sorpresa, de una población
indefensa, como Riohacha; ni
pudor para hacer destripar balijas
violando la correspondencia inter nacional,
confiadas á buques neutrales,
ni recato para contestar con frase rús ti ~
ca y airada la intervensión amigable de
una potencia como Chile, y la de la
más alta Corporación que actualmente
fun cione en el Continente, acaso
porque el temor á la justicia inexorable
d,#la opinión, precipitara aquella
respuesta, brote de una naturaleza indómita
y bravía.
Ahora toca á las naciones decidir y
á la prensa manifestar de parte de
quién está el derecho; y si merece
absolución quien tiene valor bastante
para proponer á un juez incorruptible,
algo así.
"Prorrogo á usted jurisdicción, SI
promete hacerme ganar el pleito."
CONTRAMEMORIA
Ministerio de RelaciOlles Exteriores d~ la R epública
de Colombia.
Con fecba r G de Agosto último publicó e!
Sr. Ministro de Relaciones Exteriores de los
Estados Unidos de Venezuela un Memorándum
destinado á comunicar á las naciones amigas
de aquella R epública la protesta de su Gobierno
" contra la invasión de una parte del territorio
nacional por fuerzas militares pertenecientes
al Ejército ue Colombia, y contra los actos
por ellas cometidos. "
Al Gobierno de mi país no se le ha comunicado
ei Mt'1l10rándtt7JI por ningún conducto oficial:
ba tenido conecimiento de él por haberlo reproducido
varios órganos de la prensa extranjera;
lo considera, sin embargo, auténti co, y tan luego
como ha llegado á su conocimiento, se apresura
á dar las explicaciones del caso á los países
con los cuales cultiva relaciones de amistad,
sobre el asunto que moti va el referido Memorándum.
Dice éste que á mediados ::le Julio del presente
año era 1" situación verdaderamente normal
entre Colombia y Venezuela, y agrega :
" Así el hecho de la violación del territorio,
por fuerzas colombianas, con un revolucionario
venezolano á ia, cabeza, sorprendió doblemente
al Gobierno, pues fuera de no haber indicio
alguno material que pudiera haberla anuncia do,
.las circunstancias mismas en que se,hallaba
la República, y el estado favorable de las relaciones
con el país vecino, hacían imposible, no
ya la previsión de acto tan insólito, sino aun
la de un movimiento producido únicamen te
por asi lados venezolanos."
Cuando se afirma que en aquella época las
relaciones en tre los dos países eran normales,
varece darse á ent~nder que .10 eran por ~ompleto
lo cual impltca el olVIdo voluntano de
grav~s antecedentes que las habían hecho, no
solo difíci les, sino imposibles por culpa del
EL COLOMBIANO
Gobierno venezolano. Aunque de pública notori
edad , esme preciso recordar algunos de esos
antecedentes para lijar el verdadero estado de
las cosas.
Dbde prinC'ipios ele Diciembre de 1899 empezó
el Gobierno ele Colombia á recibir avisos
i1ded ignos de q ue las autoridades de Maracaibo
estaban consintiendo el paso de elementos de
guerra para los revolucionarios de esta N ación.
Posteriores informes y hechos irrefragables,
confirmaron la exactitud ele esos an uncios, pues
fue evi d~nte que e! numeroso y bien provisto
Ejército que organizaron en C{¡cuta y libró
después grandes batalla contra las fuerzas del
Gobierno, se equipó con armas y pertrechos
procedentes de Venezuela, que las autoridades
de allí snministraron ó permitieron pasar, con
flagrante violación de sus deberes internacionales
y de los mandatos de la ley venezolana,
que no consentía la introducción de elementos
de guerra por c uenta ele particulares al territorio
de aquella República.
A prin cipios de Enero de 1900 se preparó
en el Estado del Zulia, República de Venezuela,
y salió para la Provincia colombiana de
Padilla, una expedición armada al mando del
Sr. Justo L. Durán. Según los datos obtenidos
por nuestro Cónsul en Maracaibo, constaba de
cerca de seiscientos hombres, y fue eficaz y
abiertamente auxiliada por el Presidente de
aquel Estado, que lo era á la sazón un individuo
que más tarde pasó á Colombia como
cabecilla de banelas revolucionarias y perp etró
en nuestro territorio hazañas execrables, especialmente
en el cerco de la ciudad de Cúcuta.
La guarnición de Riohacha se retir6, los invasores
se apoderaron de la Provincia. y permanecieron
en ella por más de un año.
En el mes de Diciembre último fue invadida
la Provincia de Cúcuta por una fuerza que salió
públicamente del Estado venezolano del Tách
ira, la cual vino organizada en batallones y
Divisiones, armada COD fusiles de moderna
invención, y se daba el título de Ejército liberal
det l\Torte." El r 2 de ese mismo mes fue
atacada y bati'da á poca distancia de la frontera.
Los .derrotados se asilaron de nuevo en
Vel'lezuela, y á ciencia y paciencia de las auto ridades
de ese país, continuaron ejec utando
actos hostiles contra el Gobierno del mío. La
mayor parte de ellos siguió luégo á la Intendencia
de Casan are con un armamento, y es
notorio que posteriormente han recibido por la
vía del Orilloco, más elementos bélicos.
Las autoridades de Puerto Cabello toleraron
el arribo fraudulento del vapor revolucionario
apell idado El Rayo, le permitieron cambiar de
tripulación y hacer uso de bandera fal sa .
Ese mismo vapor y el llamado Augusto, que
por contrato estaba destinado en Venezu ela al
servicio de remolque en el Lago de Maracaibo,
se armaron y equiparon en aguas venezolanas,
)T, no obstante haber pedido oportunamente
nuestro A inistro en Caracas que fu eran dete nidos,
salieron iib remente con J eíes y Oficiale:,
armas y municiones, á coad yuvar la acción de
los revolucionarios. Después de que se apoderaron
de un vapor del Gobierno y de que en
varios puertos colombianos desembarcaron armas,
tornaron en pleno día al puerto de La
Guaira, en donde fueron deten idos á solicitud
de la Legación colombiana, pero no le fueron
entregados al Gobierno de Colombia, rara lo
cual se pretextó, ex post facto, que la captura
tenía solamente carácter fiscal.
En notas que demostraban y probaban la
existencia de estos y otros muchos hechos violatorios
de la neuralidad, protestó la Legación
colombiana y pidió en ti e¡npo satisfacción y
reparación al Gobierno de Venezuela, el cual,
hast'a hoy, ha guar<;\ado abr\l.mador silencio
para él.
En Junio de este año regresó de los Estados
Unidos de América á Caracas el Jefe revolucionario
colombia.no, Sr. Rafael Urib~ Uribe,
é hilO viaje de La Guaira á Maracaibo en el
buque de vapor Augusto, que acababa ele ser
incorporado oficialmen te en la Armada nacional
venezolana con el nombre de Zumbador; y
al mIsmo tiempo algu!~os órganos de la prensa
ministerial de Caracas y Maracaibo, dieron la
noticia de que en el Extranjero se estaba preparando
una nueva campaña contra el Gobierno
ue Colombia, campaña que contaba con tantos
elementos, que de antemano podría garan ti z.
i-l'Si: el triunfo.
Este anuncio y el haberse puesto un buque
de guerra venezolano á órdenes del Sr. U ribe
Uribe ];Jara su traslación á Marac~ibo, produjeron
grande alarma en las p,oblaclOnes fronteri
zas del norte do esta Repubhca respecto de
la actitud del Gobieroo de Venezuela, y esa
alarma vino á convertirse en exaltación, por
baberse publicado en el Estado del Táchira, el
mismo Sr. Uribe Uribe, un escrito titulado
j)t[otivos, en que an utl ciaba públicamente y á la
sombra. de las autoridades venezolanas, que
vení'i á continuar la guerra en Colombia, y
q~le yá no se trataba de la ntivindicación de
los derechofi de un Partido, liino del restablecimiento
de la Gran Colombia, con la fusi6n de
las tres Naciones: Colombia, Ecuador y Venezuela,
con el General Castro como primer
Presidente, lo que sugirió á nuestros pueblos
la soso echa de que contll.ba, para realizar ese
plan, ~on el apoyo del mandatario de la N ación
vecina, directa é inmeditamente fav orecido. Y
rara coincidencia! A tiempo que el J efe revolucionario
Sr. Uribe Uribe, expresaba tales
ideas y propósitos en su referido Manifiesto,
la prensa oficial de Caracas los daba á luz
sim ultáneamente y los círculos del Gobierno
venezolano no hablaban de otra cosa, como lo
pueden atestiguar muchos de los Agentes Di-plomáticos
extranjeros acreditados ante ese
Gobierno.
A la exacerbación que produjo la amenaza
de la continuación de la guerra con un fin que
habría de hacerla muy larga, sangrienta y desastrosa,
como que .1tclltaba :i la soheranía de
Colombia, se agregaban los padecin:ient05 consig
uientes al estado de ruina y desoiación á que
habían sido reducidas las poblaciones de la Provincia
de Cúcuta, tanto por las in cursiones de
los invasores salidos de! paí~ vecino, como por
la suspensión del tráfico comercial por el río Zulia,
medida que, á pesar de no baber sido justificada
por ningún acontecimiento, y no obstante
la protesta del Gobierno ele Colombia, estaba en
vigencia hacía más de ocho meses, sin otro
pretexto que el temor infundado de perturbaciones
que podrían ocasionar los revolucionarios
venezolanos asi lados en Cúcuta.
Es cierto que también alegó el Gobierno de
Venezuela, para mantener esa medida, que un
J efe militar colombiano se había expresado de
modo ofensivo a l General Castro, en un lugar
público de San José de Cúcuta, lo que habría
dado motivo parac¡ue el Cónsul venezolano se
ausentara de la ciudad. E l Gobierno de Colombia
retiró de la front era, por cortesía, al militar
Reusad o, y el Goi)ierno de Venezuela ofreció
que el Cónsul tornaría á su puesto, cosa que no
sucedIÓ, porque se a l ~gó entonces que en un periódico
semioficia l de Cúcuta ~e habían hecho
cargofi al primer Magistrado de ese país. El periódico
fue suprimido, y no obstante ese nuevo
acto de atención, el consulado no fue provisto y
continuó la suspensión del tránsito por territorio
venezolano de mercaderías extranjeras, destinadas
á Colombia, porque se ordenó por el
Gobierno de Venezuela á la Aduana de J\faracaibo
q ue no admitiera en las tornaguías el
certificado de otro Cónsul, aun cuando fuera
el de una nación amiga de aquel país.
Los venezolanos asilados en la Provincia de
Cúcuta, aprovechándose del vivo descontento
que existía en esos p ueblos á causa de la prolongación
de la guerra y la suspensión del tránsito
por el río Zulia, y aprovechándose también
de la dificultad de las comunicaciones con la
capital de esta República, al mismo tiempo que
halagados con la perspectiva de poder ad ueñarse
fácilmente del cuantioso parque que el Sr.
Uribe Uribe tenía acopiado en la frontera venezolana
para hacer la guerra en Colombia, y
apl icarlo en seguida á su empresa de hacer la
guerra al Gobierno de Venezuel a, lograron que
algunos indi virluos de tropa colombiana, sin
J efes ni Oficiales, salvo contadas excepciones,
se lefi reunieran con numerosofi enganchados
para pasar al Táchirá. Ese acto se realizó contrariando
disposiciones terminantes de mi Gob
ierno, quien hal"ía ordenaelo á los Jefes Civi
les y Militares de las fronteras q ue no se ingirieran
en los aountos interiores de los Estados
limítrofes. La neutral idad ha sido regla de su
pol ítica internacional y ha persistidn en ella, á
pesar de que en la ctual perturbación del orden
público no todas las naciones vecir:as la
han observado respecto de Culombia.
El 27 de Julio último dirigió el Sr. Ministro
de Relaciones Exteriores de Venezuela al R epresentante
de Colombia en Caracafi, una nota
en que le transmitía los informes recibidos de
las autoridades del Estado del T áchira .respecto
de la invasión, y, proteo taba en nombre de su
Gobierno contra la complicidad que en ese
hecho pudieran haber tenido las autoridades
civil es y mi litares ele Colombia. Yen ese mismo
día el J efe ele la República venezola na daba á
luz una procl ama virulenta contra el Gobierno
de Colombia, llamando á todos los venezolanos
á las armas, y esto sin aguardar un principio
de explicaci6n del suceso acaecido, lo que permite
dudar de los sentimientos ami tosos de
Venezuela hacia Colombia, de que hace mérito
el Sr. Ministro de Relaciones Exteriores de
ese país en el Melllorálldu1Jl á que contesto.
Nuestro Ministro no podía haber recibido
informes de este país acerca del tal acontecimiento.
Así lo expresó tn su re;,:p uesta, agreO'ando
que sin duda alguna ia invasión no podía
tener el grave carácter que le daban los avisos
llegados á Caracas, y en todo caso afirmó, tenía
qUt haberse llevado á cabo contraviniendo á
órdenes expresas de su Gobierno.
Cuanto á la parte esencial de la protesta, el
Sr. Ministro había de referi rse á su Gobierno,
y aS1 lo lnanifestó en su respuesta, ofreciendo
enviar aquel documento á este Despacho, en
primera oportunidad.
Al Gobierno de Venezuela no le satisfizo el
procedim iento adoptado por nuestro Ministro,
y determinó participarle que, mientras llegaba
á Caracas y se le comuniCAba la contestación
á la protesta, suspendía su trato con la Legación
colombiana.
El ro de Agosto recibió el expresado Agente
diplomático un telegrama de este Despa..:110 en
que se le transmitían los primeros informes llegados
á mi Gobierno respecto de la invasión y
se agregaba :
"Ordenóse inmediatamente represión y guardar
estricta neutralidad. Comuníquelo así al
Gobierno de Venezuela.
Se dice que invasión de los asilados venezolanos
la provocó acumulación armamento
San Cristóbal de los revolucionarios colombianos.
Paz del: uno y del otro:Estado exige reprimir
con firmeza, por ambos Gobiernos, toda
maquinación revolucionaria en la frontera. "
Verbalmente le consultó al Sr. Ministro de
Relaciones Exteriores 'si se aceptaría el anterior
telegrama como un principio de aclaración
de lo ocurrido, el cual le contestó, por orden
de! Presidente, que su Gobierno no se haría
cargo de la nota en que: se le comunicara el
telegrama.
E l Ministro diplomático de Colombia resolvió
ausentarse temporalmente, y se embarcó el
13 d..: Agosto en La Guaira con el Secretario d t:
la Legación, después de haberle participado al
de Relaciones Exteriores de Venezuela que
venía á conferenciar con su Gobierno y á procurar
que se all anaran las dificultades que habían
surgido en la frontera.
A principios de Septiembre un ejército procedente
de Maracaíbo penetró al territorio de
Colombia, al mando de un conocido General
venezolano. No eran colombianos armados en
Venezuela, sino soldados, Oficiales y J efes pertenecientes,
en su gran mayoría, al ejército de
dicha República, los cuales penetraron al territorio
colombiano con elemen tos .bélicos, tan
abundantes y escogidos, que no podían estar
al alcance de particulares.
A esa invasión ,- que fue gloriosamente bati·
da por fuerzas colombianas el día 13 de Septiembre,
á inmediaciones de la ciudad de Rio·
hacha, y q ue contó con el apoyo de tres buques
de la Armada venezolana, los cuales vinieron
con bandera de su nación en actitud hostil á
nuestras aguas,- parece haberle querido dar el
Gobierno de Venezuela el carácter de represalia,
no obstante que yá estaba impuesto de que
la verificada al Estado del Táchira, á fines de
Julio, lo había sido contra las órdenes del Gobierno
colombiano.
A pesar de este nuevo mútivo de queja, el
Gobierno de esta República se ha limitado á
guarnecer las fronteras y á aumentar el numeroso
Ejército que desde hace más de veinte
meses está sobre las armas con el principal
objeto de impedir las invasiones que constant
emente lo han amenazado y lo amenazan
aún, los revolucionarios colombianos asilados
en Venezuela, y que son la causa eficiente de
la prolongación del estado de sitio en este país,
que lo anarquiza, empobrece y desangra, y que
tan hondos padecimientos hace pesar ~obre
los nacionales y los extranjeros en él domici-liados.
.
La conducta seguida por el Gobierno venez.
olano desde fines del año de 1899, tan contraria
á la justicia universal y á los prin cipios del
Derecho de Gentes, que con tanta exactitud
expone y defiende el Sr. Ministro de Relaciones
Exteriores en su Jl1emol'áltdum, habría autprizado
á mi Gobierno para demandar la satisfacción
y las indeminazaciones consiguientes y
debidas, con las armas en la mano; y, sin embargo,
se ha limitado f¡, una actitud defensiva
m~ramente.
Esta actitud defensiva obedecía al deseo de
no turbar la paz universal, y de no desencadenar
la guerra entre dos pueblos hermanos, ligados
por mil vínculos, lo que abriría en ellos
incurable herida ; mas no á pusilanimid.ad .ni
temor, ni á carencia de medios para la re1l1vmcl
icación ele sus fueros y derechos, vulnerados
por un mandatario más bien que por n pueblo
en el cual cuenta esta Nación con hondas y
extensas simpatías. .
Colombia mantendrá esa actitud defenSIva
por todo el tiempo que las c ircunstanci~s lo
permitan, y protesta, con la mayor sole~11Dld~d,
ante las naciones amigas, contra la VIOlaCIón
del territorio nacional por ejércitos procedentes
ele Venezuela, y por las repetidas transgresiones
de la neutralidad que han prolongado por tanto
tiempo la perturbación de! orden públ i~~ en
este país, y cleclina á la vez la responsabllJdad
mOl al de los suceso,:; á que la repulsión de esas
agresiones puedar dar lugar en lo venidero.
Bogotá, Noviembre LO de 190L
MIGUEL ABADÍA MÉNDEZ
DE T O D O
En la Delegación Apostólica
Una respetable y numerosa Comisión, á
nombre de la colonia caucana en esta capI tal,
concurrió an te ·Monseñor Vico, con el objeto
de presentarle la expresión de su reconocimiento
por su importantísima interven~ión,. á fin de
alcanzar la erección de la ArqUIdIóceSIS de Popayán.
'El Gral. D. Euclide ' de Angulo ll e\:ó
la palabra, y á su discurso, en que enc!lrecIó
que se llevara al San~o. Padre la. eXl~reslón de
afecto filial y de declcllda adheSIón a la Santa
Sede, Monseñor Vico contestó complacido de
que los hijos del Cauca hu?ieran h echo tan
franca como noble declaraclOn. .
Quedó recomendada la creación de los Vi.
cariatos apostólicos en las regiones del Caquetá
y el Atrato.
Enlace
Nuestras cordiales felicitaciones al Sr. Mar
iano Ortega y á su encantadora espos~. I?~
Detén R ubio. Él aporta al nuevo hogar JUICIO
y laboriosidad; ella, virtucl y belleza. Merecen
ser felices, como ardientemente lo deseamos.
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Por existir aquÍ otro individuo_con mi.nombre
haero saber que uso mi firma con la M. de
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El Juez l~ del Cúcldto de Facatativá,
HACE SABER:
Que por autos de fechas cuatro y diez y seis de!
presente mes, proferidos en el juicio ejecutivo seguido
por Aparicio Rueda B. contra Roberto Rubio,
se decretó, respectivamente, el embargo, ava-lúo
y depósito de las siguientes finc as denunciadas,
en su orden, por el ejecutado y el ejecutante, para
el pago de la suma que se cobra:
Una casa de bahareque y paja, ubicada en esta
población, en e! camellón que conduce al cementerio,
deslindada así : "Por el frente, camellón de
por medi" (el que conduce al Cementerio de esta
ciudad ) con casa de Calixto N. ; por un costado,
con casa y solar de Benedi cto Rivera; por la espalda,
con solar de C ll'ITIe n López; y per el otro
costado, con casa y solar de N. Arévalo."
Un solar con una nra. ada de teja constr ída
en él, ubicado en esta población y desl indado así :
" Por el Norte, calle de los I\-ladereros de por medio,
con casas de Ambrosio Rojas y F elipa lVIaldonado
; por el Occidente, con terrenos del ejecutado
Sr. H.oberto Rubio; por el Sur, la carretera del
Ferrocarril de la Sabana de por medio, con te rreno
de Dolores Díaz ; y por e! Oriente, con propiedad
de la misma Dolorcs Díaz."
Por el presente se cita, llama y emplaza á todos
los que se crean con derecho á las fi ncas embargadas,
para que dentro del término de treinta días
contados dcsde hoy, se presenten á hacerlo valer
en j uicio de tercería.
y para dar cumplimiento á lo dislJuesto en el
artículo 200 de la Ley 105 de 1890, se fija el presente
en el lugar respectivo de la Secretaría hoy
veintidós de Octubre de mil novecientos uno.
El Jucz, CARLOS BRAVO
L. Edl¿ardo Vargas, Secretario en propiedad.
Es copia-Facatativá, 22 de Octubre de 190I
L. Eduat'do Vargas, Secretario ell propiedad.
3-3
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muy bara ta y completame nte nueva se vende
en la Sombrerería de Eugenio Dufto, media
cuadra al sur de Epamú¿ondas. 5-3
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colocar sobre hipoteca en cantidades de $ 4,000
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arrendar á magní ficos inquilinos.
PIÑEROS & MARTÍNEZ solicitan en compra
una casa de $ IS á 20,000.
PIÑEROS & MARTÍNEl se encargan de la
gestión de asuntos j udiciales, administrativos, de
policía, etc.
PIÑEROS & MART ÍNEZ se encargan del arreglo
de cuentas y de todo lo relacionado con Contabilidad.
PIÑEROS & MARTÍN El solicitan en compra
una hacienda de valor de $ 100,000. 2-2
V ALENTÍN G UTI:ÉRREl se hace cargo de
comprar á comisión articulos de e,,-portación. Carrera
11, número 118.
VALENTÍN GUTIÉRREZ compra café, cueros,
cauch o, joyas y plata. Carrera lJ, número liS.
U A MESA ele tablones y cercos de nogal'
propia para panadería, vende VALE- 'TíN G UTIÉRREZ.
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Citación recomendada (normas APA)
"El Colombiano: periódico político, religioso, literario, noticioso y de variedades - Año I N. 99", -:-, 1901. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2876020/), el día 2025-06-25.
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