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Bogotá, 31 de Agosto de 1901 ~
~- --~~.e---:~·~- - -<,¡-_L... \•' 1 \ •• - -~-- ~_,
Organo del Ministerio de Guel'ra y del Ejircitu
UtRECTOR AO 110!\úRt.M
Fran~is.:Jo J. ·er:ga:a y Vela3J(}
Gennal lit l:l;('uieroa, :Mie-111bro de \'ariaa So ·it•dntlea Ci •11t.Ciicu
DECRET urvrER 103 DE Igül
23 DR .\GO O
JhJr el cual , reorganiza el l<..j 'rcito de l'esen·a
.El V/aprtúit!llt de f,l Repúbl/ca, mcaraado del Podtr ],;jteuli'vo,
I>ECRE1 !\
Art. 1.0 Reoro·anízasc el Ejér jto d ~ Resen a del modo si~
·uiente:
De lo Batallones del Ejército d R crva que hacen guarnición
en las Provincias de este O partamento y que no tengan por
lo mismo un personal de 245 plazas de tropa, se formarán cuerpos
que consten del personal indicado, con lo· jefes y·Oficia1es que
designe el Estado l\t1ayor, que e 1 . io·ui nte: ·
Un Coron 1 primet· Jefe; un Teniente Coronel ó :argento
Mayor, segundo Jefe; .un Capitán Ayudante Niayor; un ubteniente,
Abanderado; un sargento r .0
, tambor mayor; un argento 2. 0 ,
corneta de órdenes; un cabo I . 0
, tambor de órdenes; ur1 soldado,
ordenanza.
e compondrá de cuatro compañías. cada una con un Capitán,
un Temente, dos Subtenientes, t.n sargento ¡·rimero, cuatro
sargentos segundos, cuatro cabos primeros y cuatro abos segundos
y 47 soldados; es decir: cada Compañía de cuatro esruadras,
de rs individuosde tropacada una.(Artí ulo I27. II5 d 1 Código
Militar).
TO.W 11-17
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~oletm ~tititm: be ~olomóia
\._ 258 _)
Provz!záa dt Bogold-Organízase un Batallón con el personal
arriba indicado, que se compondrá de los Cuerpos 23 de Reserya
acantonado en Chía, y 29 de Reserva acantonado en Soacha.
Provz1zcz'a de Zipaqzúrd-Organízase un Batallón compue to de
los Cuerpos 7. 0 de Re ·en· a, ~ Batallón Cazadores, Compañía suelta
de Cogua, íd. de Gachancipá é íd. de Nemocón. Este Batallón
constará de 5 compañía ~ , con 1 personal arriba indicado.
Provz1zcia de L'ba/é-Organízan ~ e dos Batallones, compuestos:
·el I.0
, de los Batallones 9 y 11 de e erva; y el 2. 0
, de los Cuerpo
8 y 10 de Reserva y Compañía Boca del 1onte. Estos Batallones
se compondrán de 5 compañías, cada una con el personal de Jefe ,
Oficiales é individuos de tropa ya indicados.
Pro·l'inúa de Gua!am'ta- rganfza e un Cuerpo compuesto del
Batallón Guerrilla de Guasca y Compañía suelta de e quilé, ele- •
vando su personal de trova en las onclicione ya indicadas.
Proz•ináa dt • CIJOc onld-Organiza e un Batallón compu to del
5. 0 de Reserva y de la Compañía uelta de :Manta, elevando su
personal á cuatro compañía , n la forma ya establecida.
Pro·m'nda dt Oriente- rganízanse do Batallone , compuestos:
el 1. 0 del Batallón 12 de R scrnt y el E cuadrón 11-!ochuclo ; y el
2.0
, de los Batallone I 3 y 22 de 1 e en·a. Estos Batallones se compondrán
cada uno d cuatro compañías, er1 la forma ya dicha.
Proz•t'náa de Ttqumdama- Organízan e dos Batallones, compuesto
así: el I .0
, de lo · atallon : 1., y 19 de Reserva y Escua
drón Chicalá; y el 2. 0
, d los Batallan 20 y 2 I de Reserva y E -
cuaclrón Guataquí. 1: to · Cuerpo se compondrán cada uno d
uatro compañías, con ') 1 p rsonal n la forma indicada.
Pro·ánáa de J1acaltlll'7,d- rganízan. dos Batallones, compue -
to : el 1 .0
, d lo Batallone 24, 25 y 26 de Re~erva y ompañía
suelta de Tocaima; y el 2. 0 de los Batallones 27 y 2 d - Re ~rva
y de la Compañía uelta d 11adrid. E tos Batallones se compondrán
de cuatro e mpañías, n la forma· dicha.
Los Batallones 1. 0
, 2.0
, 3. 0
, 4.0
, 16 y 17de la Reserva, que se
hallan parte en la capital d la República y los demá en Comisión,
se compondrán de cuatro compañías ada uno, con excepción
del 2.0 que consta de 5, y con el personal indicado.
Arl. 2.° Como los Inspectores militare.:~ fueron ·de carácter
1 rovisional, ]os Batallones ya indicados d penderán directamente
de Cuarteles Genera le. Di vi ionarios ó de Brigada.
Art. 3. 0 Los In pe tores militares procederán á hacer esta
reorganización tan pronto como Jcs sea comunicado este Decreto
y tomando de lo Cuerpo existentes que e reorganicen, los Jefes
y Oficiales que deben componer dichos Batallones, y se les a.utoriza
para hacer los nombramientos correspondientes, los cuales serán
sometidos á la aprobación ele la Comandancia en Jefe. Los Jefes
y Oficiales que queden e.·cedente serán pasaportados á la capital
de la República. La re01·ganizac'ón de que se trata deberá estar
terminada, en cuanto se refiere á la orden y autorización dadas
por este artículo, á más tardar seis días después de comunicado
este Decreto al re pectiv Inspector. Para las Provincias en que
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$oldin ~Uhlittu- be ~olombh'l
'- 259 _J
por ausencia, sen~icio ¡] otra cau a no esté funcionando el Inspector,
se nombrarán por el Comandante en Jefe del Ejército de Reserva
sendos comisionados ad IJOc, á cuyo cargo quedará la reorganización
de que se trata.
Art. 4.0 Suprímese el E ·taclo :rviayor del Ejército de Reserva
y ad críbense sus funciones al Estado Mayor general del Ejército
de la ReptÍhlica. El jefe de éste dictará las medidas conducentes
á la licencia ó destino de los indi\'iduos que forman aquel Estado
Mayor y de lo In p .... ctores militares de la Provincias, y á la manera
como deben incorporarse los Batallones del Ejército de Reserva
en las varias Di\·isiones e.'istentes en Cundinamarca, pudiendo,
i lo creyere con venicntc, crear nuevas Di vi iones para
atender meior al servicio. La di posiciones que se dicten -en desarrollo
de lo que aquí se re uclve, y lo nombramientos á que
elias dieren lugar, se con ultarán con e te Ministerio, sin cuya
aprobación no podrán ten~r efecto.
Comuníquese.
Dado en Bogotá, á 23 de 1\gosto de rgo1.
JO. E 11ANUEL .1ARROQUI
hl lini tro de 'uerra. PEDRO TEL O PIN.\,
RDE GE ERAL
Rtpública de Colvmbla-1~~ lado May or guural dd Ejérálo
rt. 4,066. En cumplimiento de lo ordenado en el artículo 4.0
del Decre o que precede, y en virtud de las autorizacion s que por
el mismo artículo se le confieren al suscrito, dispone :
1.0 Promuéyese al r. General Víctor Calderón del puesto
de jefe de Estado Mayor del Ejército de Reserva·, que se suprime,
al de Primer Ayudante general del Cuartel ge eral del Ejército
Permanente, con destino á prestar sus servicios á las órdenes del
Sr. General Comandante en jefe del Ejército de la República, y
especialmente para coadyuvar á la reorganización del Ejército de
Reserva.
2.0 Por disposición posterior se determinarán los Jefes y Ofi-ciales
del Estado Mayor suprimi~o que deben continuar prestando
sus servicios, y se indicarán la funciones de éstos y el puesto á
que serán promovidos.
3. 0 También con posterioridad se determinarán las funciones
y lugares en que deben obrar los Inspectores ad lwc que hubiere
necesidad de nombrar, y se dictarán las demás disposiciones conducentes
al Cle'sarrollo del Decreto ; y
4.0 El Pagador general del Ejército de Reserva ~.ontinuará
ejerciendo sus funciones hasta nueva orden, y suministrará á los
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~o(etin 9Jti(ttar be io{ombia
'- 260 _J
Habilitados de los Cuerpos del mencionado Ejército, e.'istentes en
esta guarnición, los fondos necesario para que queden cubiertos
de sus haberes hasta el día último del presente mes. Respecto de
los Cuerpos que se hallen fuera de esta capital, continuará suministránqoles,
como hasta ahora, los fondos para sueldos y raciones,
hasta su completa incorporación en el Ejército Permanente.
El General Jefe, MARL\1·o Ton.\R
LA DIRECCIO DE LA GUERRA
1 1
gxP'OSICION SUCINTA DE Sü PRIKCil'IO Y • H:DIOS Dl!. EJF. U ION, POR ¡;, L
1
GENERAL COLfAR BARo.· VO.ili r>ER GOLT7.
(Traclucci(,n para 1 Roldí11 /JiililaJ)
Uontinún
VIJI
l.\ OPERACJO, 'f.S
/. Gmuahd dts- .. n el cur o de 1 s uc os u se dec...arr Jlen
en el t atro de la gu rra, se Yerá . iempre que una eric de é tos
forman ·ua~. Pero en una operación aislad•,
es necesario que haya continuidad, á lo meno hasta cierto
punto · por u el enemio- ha ni descubi rto 1 icn pronto el fin que
uno e propone y padrá apr vechar e d toda interru ción 1 ara
im edir que se lon·re el thtituy se un"t J(l.;3e 1Jrovisional ó intermedia.
E ta, Yerdader m nte n esta a oro-anizada de una. manera tan
completa com la ba~e principal, p r > bastaba qu .... purlie e uministrar
1 jér ito a 1u lle }1.1C n e ~itabc. por algunos días. Todo
los grande capitane , pm · d· e ·s que puedan parecernos sus c.·pedicil)
nes, han dado la 1.1a~ r in.l ortancia al hecho de poseer
una buena base de o¡ racion .s. De pué de sus pt·imeras ·ictorias
~obre los per_as, l janclr estu·;o si 1 eluda tentado á cg-uir los
Ejércitos en derrotad aquéllos, :_ irlcs al alcance, con el fin d sacar
el m jor partido po!:>ible ck los triunfo (JUC acababa de obt ner;
así le vemo_ taml ién luég de la l atai a del Gránico, lo mi mo
qut:: dc:pué dt: b de o , irigir 1 rimero hacia el liloral del
1 fed: crr:neo, y u 1 emp1 ar un ti mpo lemasiado largo en sitiar
los uerto , con el fin a egurar · u comunicaciones con la madre
P tria y de formar, al pr pi tiempo, ¡.Jlaza~ de al astecimiento
r ara su Ljérciw. El con ic t ró hasta necesario, antes de
penetrar en el interi r 1 ia, < n 1uistar 1 Ezipt á fin de ase-gurar
la fuerza na v 1 1ue juz) · ba ncce itar 1 ara . ·tend r su
e n uista . alia d la p qucña 1acedonia, bien distant , cambi6
·u ba e d ~~pué de pcn trar n As· a, _ la ·olvió á traslad· r sobre
tod el };toral Es e del l\1editerrán o.
I apoleón I tamp e el ,cui aba nada a1·a crearse una as
dt! o¡Jcracion .s comple amente.~ •gu·a para todas su e.·pediciones.
Son in tructi vas de mod part · cul· r la~ clispo iciones que tomó á
este respecto cuando la campaña d 1813 en Alemania. Después
de perder· durante el in •ien10 ]a lín a d 1 \'ístula, y luégo la del
Oder, tomó la del Elba. para nu ,.,.a ba e de operaciones. i\.1 principio
se prometía tomar una ofen ·iva o-randiosa, partiendo del
curso inferior de este do, para restablecer sus comunicaciones
con las g-randes guarnicior,es que había dejado en las plazas fuerks
del teatro de la guerra en Pru ia y en Polonia. Concedía
suma importancia al h cho ue mantenerse sobre el curso septentrional
del Elba con iVIagdeLurgo y I-Iamburgo, para servirse de
base, y con este único propósito encargó al Virrey Eugenio que
ocupase, con los restos del Ejército traído de Rusia, una posición
temible enfrente de la primera de estas plazas, en el camino de
Berlín.
En la segunda parte de la campaña el Emperador escogió
el curso medio del Elba por base de la defensiva, á la cual tuvo
que plegarse, contrariando su inclinación y su temperamento,
porque la situación general lo obligó á ello. Presenta vivo inte-
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58oletin 9JliHtar be do lo que c~it , <.::s, de ele luego,
de grande ayuda.- 'onlo11ía.
LA CIENGL MILIT' P E
1
CO. FEl{E. CIA DEL CORO.'EL DI!. 1 ·c¡.:,·n:ROS S}{. l\IARVA
[Co:1tiuúa]
l~L .t\lTO:JlOVILl .10 F..: LL EJ1~l'CI'10
Conocido ya el automo ·ilismo como 6ro·ano, y el alcance de
su poder en el seno civil, adviene la oportunidad de discurrir acerca
de su función militar, última parte d 1 'urso á ]a .q e concedió
el Coronel 1\tfarvá la necesaria extcn"'ión .
El palpitante interés que afecta dicha part , y u -tructura
más cou·áblc, menos z'ngt~u(ra, y por tanto má accesible á nuestra
indocta pluma, nos inclinan á consag-rarle amplio lugar en ocasión
1
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~oldin 9nilitar be lo r S S á
remolcar, .uyo término m dio e\· de 440 kilogramos para cada
mula, y por tanto dentro le la potencia de los automó,·iles corrientes.
La utilidad r sulta d la ~onomía por tonelada hlóm tro n
los nuevos vehículos y ele lo 1 r cios de ad ui ición. 1\ e te resultado
se llega pondcrarrlo lo datos r 1ati,·os á los carruaj DionBouton~
cotte, Dietrich, 1,.. och, "·c.
TRAS VE.'1.\JAs-Innec ~iclad de locales-... ro con umo en los
desean os-Reducción de e nductores y d 1 fondo de las columnas-
Tran portabilidad de pesos indiYisibl_s.
L·co. ·vL·m. ·Tt:.-Los inherentes á. todos los mecanismos y á la
constitución del firme-Necc id~d de depósitos de agua y com-
1 ustible-Pcr anal técnico-Constderadone acerca del problema
de la viabiiidad y demás extremos apuntados.
REsu.rE.· .-EI conferenciante formula estas conclusiones:
Para el Convoy no deben usarse tractores ni camiones pesado
, pero sí estos últimos de una rl.. tres toneladas y llantas
de caucho.
Para el Abaslcámt'enlo pueden util izar tractores y camiones
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o(etin ilWita¡: be ~o(om&ia
\._ 266 _;
pesados, aunque adolecen de incorwenientcs que sostienen aún el
litigio con las
Loc omotoras camú!Cras.-Sus diferencias cdn lo· automóviles.-
0 ·ganas principales.- Ineptitud para la tracción individual.
1/z'ston'a de sus progresos.-Trabajos de eguier, Dietz y_ otros
hasta la E.'posición Uni,·ersal de r86¡.-Dcscripción de las camineras
Al\'aret, Bollée Caill y Aveling-Port .r.-Caminera Fowlcr;
sus Yentajas (potencia d~ 50 caballos con sólo un peso propio de
IO T.; arrastra 20 T. en pendientes de l/¡2)-Trucks para carruajes
ordinarios.-Las camineras son complemento de vías strechas
portátile , y espccia1m nte útiles n tiempo de paz.
I-II TOPL\ DE FS .~ruc~ cw. 'J<:s MILITARES.--Inglaterra: Empleo
en Crimea.-Comisión de estudio en r86 .-Endo de 6o .r\\elingPorter
á la India y á Zululandia en r 87 3-7 .-Simulacro de sitio
en Chattam ( r, 77).-:VIaniobras de B rk ·hire n I 893 y de .'alisbury
en 1 g8.-Guerra del 1 ran vaai.-Aiemam·a: Empleo de la
caminera 14 0\rler en 1870- 71 .-Prueb". con la de Bollée n r8 o.
La riqu za caballar ele sta Nación e .· plica el poco uso de las camineras.-
Rus/a: E .·perimcnto con lo tipos Av ling y Fowler en
1876.-En la campaña turco- ru < se utili zaron como máquinas de
vapor (bomba , grúa , carga y d e scarga) y como tran portes de
municiones y víveres.-Rumamá: 'e <.:m¡l aron n Plcwna para
~ontar pieza ?n bat~ría.-Enseñanza qu e.? ·srrenden.-Italza:
Importancia denvacla de la scasa pol lacwn caballar.-E.· ..
perimentos con los tÍJ. ... OS .. veling y Fowlcr entre Veron y Turín
( r 7 5- 3 .-Transport de granel s pi za .-R "sultados.- 'za'za :
Experimento n 1 892.-Arrastr de añon , placa· · c. por
rampas.-Re ultado ·.
L.\ C.\.TL.ERA co.rPARAD. t..o.· LO TR\c'lORh A 'Io.r'vu.E .-Estos
tienen mayor complicación y tr pean má el firm ~ ; aquéllas
apro echan mejor el carbón, y tienen la ,·entaja <..le llevar los
mecanismos por ncima de la caldera.
Estado actual de las t>!iraciones del aulomoz:ibsmo tJI los dti:crso
iJ!rdlos.-Rusz'a: Aplicaci'ones á };l artill ría de campaña-Proyecto
del Gran Duque \VlaClimiro.--Postas.-A/anania: · crvicio civil de
correos.- Janiobras de 1898 ·obre 1 Veser.-Furgón para el
alumbrado del campo de batalla.-Hospital volante.- !vlaniobras
de I 899.-Ausln'a: Adopción del camión Daimster para gruesa
artillería.-Cañón automóvil.- tros tipos.-Italia: Automóviles
para bagajes y en·icio postal militar.-1\.Tonuga: Triciclo con cañón
de pequeño calibre.-BHgzra: Tipos para columnas de municiones
y para el Congo.-E'stados [}m'dos : u csca a red de carreteras.-.
Automóviles eléctricos para ametralladoras y servicios teIegráficos.-
Otros tipos.-Jt"í·anria: De cripción del tractor Scotte.
Automóvile empleados en las maniobras de los últimos años.Omnibus
Panhard y Levasser para el E. ivL-Estudio de diYersos
tipos de automóviles rápido ,-<--Vehículos para estación, material
de línea, alumbrado, cuarteles generales, arra tres pesados, &c.Recorridos
efectuado , velocidades, accidentes y otras circunstancias.
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~oletin IDlilitm be ~clotttbia
\.._ 267 ~
OVEDADES PltESENTAD.-\S POR FRA rCIA E •• LA EXPOSICIÓN Dlt IgüO.DescripciÓn
de los tipos l\1ors, Ptngeot y Kellher para el transporte
rápido de personas.-Automóviles para servicios especiales:
Mors (telefónico); Dietrich-K.eller (ambulancias)· Sautter--Harlé
(telegrafía), &c.
Los 1 TGLESES E.· EL '1 R . t.. ·s.\ v. L.-= 1edios tlc transporte utilizados.-
Tren blindado.
EsPA.~A. * * *
Hemos llegado á la cumbre, y cual viajero que al tocar el
picacho recibe la impresión del panorama y la graba para referirla
después, así nosotros, mirando 1 camino recorrid , recogemos
imp1·esiones para tra.ladarlas á quien quiera oírla . Sin aficiones
á decidir ex calhtdra, ni autoridad para oficiar de juez de
campo en torneos científicos, no queremos hablar por cuenta propia,
y nos limitamos á resumir el cr do de la opinión general, á
taquigrafiar lo escuchado á tirios y á troyanos.
Lo que resalta en la tarea del Coronel far\'á es el severo
~ncadenamiento del orden, lo intuitivo é insinuante del método, y
la precisión dl! su palabra sobria, ükil y expedita. Esta cualidades
dan como resultante una e posición tan clara, que la perc pción
del alumno marcha paralelamente al rápido raciocinio del
maestro, cual i ! te poseyera el dón de facilitar lo difícil, la mágica
facultad de rasgar las tinieblas. Esto 1 or lo que e contrae á
la forma.
Cuant á la doctrina, unánime la opinión d que el confe-renciant
ha despl gado un lujo asombro de conocimientos,
dando á. su_ leccion un parámetro consid rabie y una densidad
acaso excesi \a á tal punto, que si:l la rara aptitud int 'ti ca del
Profesor, no fuera posible vaciar en siete lecciones tan g-ran cantidad
de materia. Por e to han dicho algunos qu 1 Mae tro ha
dado demasiada cüncia. E te pecado no sería ciertamente muy grave,
pero no podemos admitir 1 adverbio, porque no se han visto
ecuaci9nes diferenciales ni escuchado lo sutiles distingos de la
teoría. Cuando la ciencia se administra en pociones indigestas,
po á parecer exce iva, mas no cuando se sabe dar en forma
perfectamente asimilable. Por otra parte, esta cuestión debe decidirse
introduciendo en ella la única variable: el público. Formado
éste por inteligencias cultivadas y en gran parte por ingenieros,
explicar nociOnes rudimentarias fuera caer en una plática
infantil de dómine doctrinero ; remontarse á las especulaciones de
la mecánica racional sería conceder á lo abstracto un tiempo necesario
para lo concreto y fatigar estérilmente la imaginación de
los cursantes menos versados en los áridos empeños de la ciencia
pura. Aquí, como en todo, afiliarse á los extremos es abdicar
de la razón ; por eso hallamos oportuno que la explicación del
curso (por álgo 11amado de Estudios superiores) se haya hecho con
marcado sabor científico, huyendo, sin embargo, de hondas disquisiciones
contrarias al fin útil que se busca.
Esta claridad de exposición demuestra el absoluto dominio
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
5Soíetht ;.Ul ilitar e <5.o [ombia
del Sr. Man·á sobre la matera .stutliada, porque sólo se puede
explicar bien aquello que bien j~ sabe. Para tratar de automovilismo,
e mo para tratar de omn.·rt, basta recorrer las revistas profe
ionales, recortar monogramas de lo catálogos y repasar los
boletines de la producción ibu·a; mas para condensar un Yasto
curso en siete lecciones, ugerir n breve lap~o la idea de un mecani
mo complic ad0, y hacr•r palpar en cuatro palabras el motor,
el rodaje y la caja de un aulot11 ó ·i1. e ncc sita mucho má ; se 1 ecesitan
facultadt' incubadas en la t .'t cln y en e! taller, en 1 libro y
en la f~brica, en el desarrollo el~ 1a fórmula y n el tnontajc de la
máquina; ~e necc ita, en fin, hab , r cursado el oficio, er maestro.
Para tratar· el prvblema de la lucomoción, es notoria la autor/
la/e jJropn'a del autor de la lhtcolm en das ftrrcas. 1 o e tá el Sr.
Marvá clasificado en la categoría ele esos saLios que salen de la
biblioteca para tropezar - n las ele conocida asper~:;zas de la práctica.
Con la lla \' ó el metro n la mano, y la blusa d 1 obrero
sobre el uniforme, hánle visto sus compai1cros a]umn - montar
el artefacto, r gir la alclcra, rt:parar la a vería ; ct us e rnJSIOnes
al E. tranjcro ha esluc!t"ado la fabricación rnetalúr~ica, ba oído
elogios de la · ca _ a~ construct ras, ha sido por algunas consultado
y ha z ido utomóYilc.. o es mucho, pue , 1ue al tratar le éstos
lo haya hecho e n aut rielad propia, e mo qui n balJ!a de msu,
como pudiera hacerlo el mismo constructor .
. on harto conocidas esta circun tancias para que la malicia
human pueda percibir aquí el tufillo ele la li~onja. Lo repctimo ,
estos juicios n cos d comentario h cbos n los pasillos del
ten~..:o. Elogiar no e adular, como v r la luz no nccnderla ;
e cribimos ad n(trtndum, no fan aseam ~. or lo demás, nue tra
pluma e muevé al er ·icio d la id a, no al tlel indi' iduo; profe_
amos 1 culto ele ia razót. y de la ju ticia, nu el fetichismo de
los diose m norcs; nos dcscul rimos ante el talento, p ro no
hincamos la rodilla en las gradas del homl r "'-Ídolo, porque fu ra
d 1 templo somos ic n c1a~ta
1 lgo t nem s que decir acerca del aráct r u ~ las cnnf~t encías
que nos oc pan. 1 o es esta la primera vez que la illa del Ateneo
se ha honrado on el uniforme militar. De de lo mismos escaños
en que ornarnos estas notas .. hemos e cuchado la elocuente palabra
de ilustrados J fe y Oficiales, y nuestra admiración y nuestro
aplauso han ido hacia ellos; pero lamentamos que tan brillante
facundia no aplicase <Í temas más concretos, no por defecto de
aptitud en los conf r nciantes, sino por falta de ambiente, por
vicio de sistema, por espíritu de los tiempos, inclinados á lo conceptuoso,
á lo opinable, á ]o discutible, á ]o r tórico.
Recientes desventuras han venido ::t demostrar dolorosamente
que no se ganan victorias con arpegios ni lirismos, y que para
tonificar la indolente fibra del biceps, se requieren impresiones
más inten a _, recetas de una t rapéutica más . ólida. Pese á los
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
~o(ttin 9JtHitat: be ~o(ombia
'--- 26g _J
escépticos de nuestra regeneración, ella vendrá inevitablemente,
lenta y trabajosa pero segura, y vendrá en nuestt as costumbre ,
en nuestro gustos, en nuestros procedimientos, en nuestra oratoria.
No sabemos si la forma poéb"ca tsid llamada tÍ desapartar, pero
sí opinamo que la oráción ampulosa y huera del Ycrbo latino,
cederá u tribuna á la disertación sustanciosa, positiva, sólida, de
la dicción anglosajona. A este re ~ pccto las lecciones del 'oronel
Marvá significan algo más que un progr o ; son ya la pauta necesaria,
el módulo definitivo: la palabra como simple vehículo,
el pensami nto en acción, la idea en movimiento, la ciencia en
rcliev ' la rerdad hecha cuerpo. ¡ Homero detTibado por Pestalozzi
! ; Tyndall de tronando á Demó tenes !
Ya lo dijimos en <:J primet· artículo: el n mbr del maestro
ra motivo d grande e.·pectación ; --1 público ha entrado en las
conferencias, ,y parécenos-valga ('1 r ·trué ano-que ésta han
ntrado en el público, dado qu el número de cur antes fu creciendo
á partir de la pt·imera 1 ~ <. ción, ll ~gando á contarse una
noche m<.ts el · r 30 oyentes.
El Ejército ha llevado ur1 cuntingenk . ele cto y numer so:
todas la úzleligenáas, todos los colore y t das las jerarquías, porue
se han visto mucho alumnos d la h cuela de Guerra y algunos
1en _rale , n tanto como fuera de ·ealle, pcr sí los que
ac pta una discreta jn·o¡;ordonalt'dad tdclica.
De la ma a civil no podía faltat· algún t~·ahJinco de é o . que
dan n la manía el a amarse á la r( ,,,//ilart, y de ello· hemos
vi to una veintena.
Esto es má ¡ue al~:;o; un \·erdaderu colmo en un país
donde los estudios militar·e · son la eterna incóo-nita de la cultura
·acial, y donde se mira de reojo la fu rza armarla ·omo una pe5;aLlumbr!
insoportable.
Estas conferencias han ncontrado algún eco en la pren a militar
pero ninl)·uno, que s pamo , en la ci\'il. o nos admira la
omisión ni la vamo · á censurar : pero . ~ano er·mi ido hacer un
com ntari ~1 e te propósito.
En la· ociedaue · ll gada á · u mayorid~d, la pren a no e
ni debe cr otra cosa ¡ue un medio de implc ínformaci6n, un
tornavoz universal, el eco de las palpitaciones humanas· pero en
los pueblos apenas entrados en la adolescencia, incapaces de opln.
ar por sí, la prensa tiene un fin más intensivo : el de edurar.
El pueblo español, el más guerrillero de Europa, es por antilogía
el más ignorante en achaques de guerra, y esta ignorancia,
que se refleja en las clases ilustrada , como en las analfabetas, e
la raíz .:le todas nuestras desdichas, la que mantiene la Nación
desarmada, fomenta la patria eh/ca, apaga las notas del canto na-
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~vletin Wlilita~: be ~olombia
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cional, alienta el desdén á la bandera y conspira contra la unidad
y fortaleza de la Patria única y grande. Pues bien; en la hermosa
tarea de ahuyentar esa ignorancia, de hacer luz, de extirpar
insanos perjuicios, de promover la indispensable alianza entre
las clases civiles y militares, tiene la prensa española un campo
ancho y virgen donde realizar su noble y redentora misión.
Esta prensa-y nos referimos á la rotall'va-no tiene menos
vicios que la extranjera, pero tampoco tantas virtudes en lo que
al orden militar se refier . Allí fue la prensa civil, fueron hombres
civiles los que hicieron de la in trucción militar primaria una
integral de la enseñanza pública. Eran hombres civiles los que
decían : si dais al niño reglas de urbanidad para que cumpla el
deber de amar al prójimo, reglas de higiene para que cumpla el
deber de conservarse., reglas de ciencia porque tiene el deher de
instruírse, reglas de religión y moral porque tiene el deber de
amar á Dios, ¿, por qué no le dais las nociones necesarias para
cumplir el deber sagrado de amar y defender la Patria ? Hombre
civil, tein, fue quien levantó la Prusia Ilevando al acervo militar
todos los recursos y la fuerzas vi as del país ; hombres civile
los que sacrifican el comercio inglés en aras de la inteo-ridad patria,
votando siempre conlra la · obras del túnel de la Mancha, y
los que, ojo avizor y oído alebrestado, ati ban, como Tomá Gibson,
los menore fal eos de la defen a nacional. Hombres civile
fueron en Francia los que gritaron ¡'7.Jz'7)t l'arméc .' y robu tecieron
el Ejército después de la derrota; hombre civiles son al presente
los qu ao-itan el ombrero ante la bandera, · aludan lo marciale
batallones con ¡ hurras ! ec;:t ntór os, y ritan con toda la fuerza
de su pulmone ¡ toul jJour l'armte!
¡ ontraste doloroso! Aquí, cuando en días aún hábiles para
la salvación, un hombre ci il osó decir: "Queremo Ejército,
cueste lo que cueste, ' la rechifla se produjo, y los dio es del
Olimpo exclamaron : ¡ Cedan/ arma logae!
No basta dedicar un artículo al relato de la (undo1us militares,
ni acudir á Jos acordes de la charanv-a, ni pá ear la bicicleta
entre las escuadras de gastadores, ni marchar al arrim del
Cuartel general para referir después los incidente del combatt,
batiendo el parche al valor desplegado por las tropas en sus ejercicios
doctrinales ; es necesario también dar algo á lo serio, asistir
á funciones menos teatrales pero más progresivas, oír lo que e
dice de milicia, y reflejarlo despuás en el diario.
A juzo-ar por la prensa, no hay aquí má ambiente ni otra determinante
social que la política; y á decir verdad, debe ser así
cuando en la calle y en la plaza, en el teatro y en el café, dondequiera
que dos españoles se reúnen, allí salen á colación el pucherazo
y el cacique, la doctrina del partido y la intriga de las oposiciones,
á tal punto, que parece de hoy aquella calificación que
Aristóteles hacía de la especie humana, diciendo : El hombre ts mt
am·mal polítz'co.
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~oletin Wlilitat be ([o{ombia
'- 271 _)
Pero al exceso de vida política, que atrofia otras más importantes
vísceras del cuerpo social, se añade la plétora de abogacía,
la plaga de superfzcia!z'smo y esa gárrula, descosida, insoportable
verbosidad, verdadera lepra ele nuestro tiempo, que ha
hecho decir, modificando ]a definición de Aristóteles: L7 hombre es
mz animal hablador.
Para que haya Patria, para que tengamos fuerza, para que
nuestro pueblo pueda entrar por derecho propio en el concierto
de las naciones-modelo, es preciso empezar educando la masa,
y que la prensa ponga la primera piedra del dificio; es prcci o que
acabe se terno charlar y jamá hacer, y que nos penetremos
de que sólo las mujeres y lo~ mozalvet s e entregan á 1 s frívolos
deportes de la lengua, porque sus débiles manos no consienten
ocupación más grav ; e . de toda nec sidad que la prensa vaya
marcando nuevo rumbos para que la sociedad cleriv á otras
aficion s ; para que la humorada, el chiste, ]a agudeza, la tra vesura,
no arrinconen al crdadero talent ~. que es 1 (¡ e hace, el
que crea, el que impul a, 1 que deja algo n po de sí; es necesario
que la hoja busque la nota militar tJJ toda parltS, y la dé eren
y juicio a para conciliar voluntades, ilu_ trar opinione , abrir
e peranzas é infundi1· alientos ele Patria de trabaj y el~ progreso.
1ostrando al pu .blo la cruz de la sparla 1 d be decirle : In
hot s,;gno v/nces ~· al Ejército : / 'l / paetm para bdlum ; al mercader:
El collzerdo s1:~ue á la baudera ; al estadi ta. : . 'i r¡u/t.rer em·lar
la guerra, prepdrala. La P' nderación y la armonía enlr todos lo
lem nto ociales: e t e~ 1 nort . Oue viYan en t u ~n hora
ccnt nare · de revi. tas p uclo-Iiteraria -donde la crónica pueril
la nota pornográfica, el ncurs de chascarrillo , la fál ula babosa
y 1 engendro tí ico su len borrajear, · n el mono y la página
crómica, lo brillantes 1 li gos d papel stuc ; pero que v·van
tambien el periódico ci ntífico y la Aézdón m/blar. ~iquicra sean
tirados en modesto papel continuo.
Educar las masas· c. parcir la semilla dando al puebl una
noción siquiera tenue pero cierta, de lo que e milicia ; no callar
·us irtudes maliciosamente ; registrar sus triunfos n la ci ncia y
en el arte, y reconocer su. beneficios cuand labora el pan qúc
la huelga no quiere amasar; lleva el tren 'lUC el maquinista no
quiere conducir; sirve las estaciones desamparada por la indisciplina,
y asegura en toda partes los favore de 1a paz.
Esta elevada mi ión incumbe á la prensa, y urge poner manos
á la obra. Hace más ele un siglo que estamos haciendo de Don
Quijote. al revés: aquél veía un gigante en cada molino, y nosotros
hemos mirado siempre un molino en cada gigante Hora es de
volver á la realidad y abrir los ojos á este pueblo, para el cual es
el Ejército un cuerpo policíaco, juego de soldados, motivo de bullano-
a en paradas y desfile, ; que cree á pies juntillas que los reductos
se toman cargando por escuadrones en masa, y que el último
progreso del arte es el ataque á la bayoneta de una columna maciza
en carrera desenfren:tda.
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moretin ~1Hitar be ~o(ombia
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¿Veremos lo comienzos de esta renovación ? No hemos
perdido la fe ; omos creyentes y esperamos convencidos; esperamos
hoy, esp~raremos mañana, y, si es preciso, llegaremos á la
hora final diciendo, como Da vy : " ·Yo espero! "
EFEELE
(De la Rn,ista Tlmim d~ lnjtwtafa y Cr.rballa·la de Mndriu).
MISION DE LA CABALLERIA
E.' L.\S GUERRAS ANTIG A Y IODERNAS
Las pr/ncipales cabal/trías no·opeas m el prtstlllt sz'glo-Todos los
reglamentos que fijan en los distintos ejércitos europeos las reglas
para la. organización, mstrucción, armamento, maniobras, conducción
y empleo de sus re pectivas caballerías, están inspirados en
las ideas por ellos admitidas sobre la misión de dicha arma en las
guerras del porvenir, cuyo 1 apel pretenden que la ca baile ría propia
desempeñe. Estas ideas son las que brevemente vamos á exponer
para que el lector pueda darse cuenta e.·acta del papel que
en las guerras venideras jugari la caballería y de su verdadera
misión en la exploración y el combate.
La caballtrta alema11a-Del adelanto que en los últimos veinticinco
años viene efectuándose constantem nte en el Ejército alemán
ha participado, como no podía meno de suc der, la. caballería.
u cuadro , u efectivo·, u número, no ha crecido; n lo
que ha rranado es en in trucci6n, en pr paraciún, en movilidad. ~ e
han perfeccionado el armamento y el equipo; se ha dedica o especial
atención á la equitación ; al pa ·o de cur ·o · de aguas; á la
marchas ele resistencia ; á procurar e los m dios m'"l.s rápidos para
la transmisión de la reseña ; á la mejor ejecución rá as gura o una oncentración oportuna."
Para el cum limiento el la rnijón .s raté rica d la caballería,
cumplimiento qu • tratará dt.:: ím1 ~ dir la nemil·a, r comicndan
mucho los alemanes la t1 l ol;s rvan ia de un principio qu , ampliado,
con tituyc 'l \' nhd ·n. r t } y la t:nria de la o-uerra ;
esto es: no querer batir e y ·encer p r tola e par~- . ; 'n > ·er el
más fuerte en el punto é 'nst<. nt dccisiv .., ; : l ara t e• pr ciso
procurar combalt y virlor/ s l rt el jJWllo d a: 7•o, J' su¡cr · 1ridad de
obserlJadlm de las p 7/ru/1 s ol11 t: /oda la lín a d, coulaclr>.
Para obtener sta u¡ eri ridad n !a Jb. na i n r ¡ ... r ci-
~o el triunfo sobre la e ball ría a \' •r a : • la supt.nori ad en 1
combate conducirá á la up riurid d ·~n la ·pl >ración. ' La victoria
táctica producid. la vict ría ' ~tra égica, lo mi mo q la e tratégica
conducirá alguna v z ~1 la tácti ·a · · 1 indi oluhl nlace
entr ambas mision de la caballería .
• '!;
En el Ejército ale m · n omina la i 1 a dt~ la u ~ nsi "a, y é ta
resplandece, más que n ningtín otro. f n 1 Re r}am nto del Arma,
que posee en grado máximo ' ta ualidarl y cuya rganización,
armamento y espíritu, t. tin Pn perf('cta armonía con ese
modo de pensar.
La táctica alemana es, pue , minent m nte ofensiva, tit..'!nae
á. instruír y mover la caballería para ponerla t n condiciones de
vencer á la del adversario y ser dueña, desde el rrincipio, de las
operaciones de la zona que separa ambos ejércitos; y e mo consecuencia
de estos ideales, preconiza el empleo de grandes masas, dotadas
del arma ofmsz'va por txcelencia, de la lanza, que ha sido acogida
con indescriptible entusiasmo en el Imperio germánico, sin
• lust,uction d conduilt dt la cavaltrit-Berlín, 1896.
TOHO 11-18
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~oft>titt m-Hntar be ~otombia
L 274 .J
que se haya olvidado la necesidad de un arma de fuego que asegure
á la caballería su completa independencia en el servicio de
exploración y le permita llenar sus múltiples misiones delante del
ejército *.
Sobre la intervención de la caballería en la batalla, dice el
Reglamento : "Es verdad que las pequeñas unidades pueden,
aprovechando un momento favorable, obtener resultados tácticos
importantes, pero no es sziw !Jadmdo jugar grandes masas como se
provocarán m la batalla cn's¡'s susreplibles de ddann·nar el éx/lo.
Opinan en Alemania que u caballería evitará la crisis y en
la hora decisiva arrojará. en la balanza 1 peso de sus masas,
abriéndose en la guerra moderna una nueva y glorio a e.·istencia
con la única condición de sati fac r á las exi~encias que le impone
el nuevo estado de cosa , que son : la ojeada pronta del jefe,
las aptitudes maniobreras de la tropa, la acción en masa, la facultad,
en fin, para atrave ar 1 terreno inundado por fu go de la infantería;
y por úllimo, poder sostener 2,000 metros de galope.
Esas masas de calJallería, agrega Von B rnhardi, decididas
á jugar un papel en el combate general no a brán dejar de encontrar
ocasi6n para obrar.
* .· ·~
La misión que los alemanes a ignan <Í la caballería divisionaria
r.s la mi ma que ·a indicamos: prote2"er á las columnas en
marcha evitando sorpresas; cont ner é 1 enemigo, apoyando á la
caball ría independi nte si ha sido rechazada por la adversa;
establecer l enlace .on ella y con la infantería á que preceda;
asegurar la e.·ploración inmediata cuando se a roxime el enemigo
y durante el combat , impidiendo la investigacione de la caballería
enemiga,-todo esto in perjuicio d" tomar part n la lucha
cuando se presc.:nte ocasión favorable. Para desempeñar estas
misiones, á cada división de infantería estaba adscrito en 1890 un
regimiento d . caballería, y después de muchas discusiones entre
los Generaie Von .. chrnidt, Pelet-l·arbonne y otras autoridades
en esta materia, se ha el vado á una brigada, á la que e.·igen en
sus maniobra una participación acti ,-a en todas las fases del combate
de la infantería. Durante la batalla hay tendencias marcadas
á disminuír la caballería di\'isionaria, y en se sentido se e. ·presan
el General Pelct-.. Tarbonne y el Príncipe Federico Carlos, quienes
creen deberían dejarse tan solo dos escuadrones por división,
uniéndose el resto á la caballería mdependientc; mas á pesar de
tales opinione , parece que hoy por hoy queda al arbitrio del
• Los 372 escuadrones que componen en la actualidad la caballería alemana
en pie di" p;u, e t.í.n armados de lanza, carabina y sable.
El Coronel Von UernharJi, en su obra La caballería m la próxima guerra,
indica el crecimiento de importancia clel combate á pie y las \'Cntajas que el jinete
podrá sacar de su car.l.bina, r:..futando la idea de los qu~ creen que la artillería
montada ba tará iem,pre para batir con sus fuegos al enemigo y facilitar
el pa o á la caballería ... ~1 mi<;mo Reglamento alemán insiste también en demostrar
e ta importancia.
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~oiettn 9JHlitar be G:ofombin
'--- 276 _j
los austriacos, y la manera de practicarlo obedece á la idea d
oponérselcs una caballería más numerosa; sus tendencias son
impedir las empresas del adversario, reducir al mínimum los resultados
de sus descubiertas, y al propio tiempo ocultar los movimientos
de las fuerzas propias ; al ataque oponen la defensa;
al espíritu ofensivo de la caballería rusa respond e n los austriaco
con un aumento de resistencia, y por eso unen á su caballería la
infantería, haciendo participar á esta arma en los combates de las
dos caballerías, combinando ambas con habilidad para sacar de
ellas mayores ventajas, reduciendo en lo posible los inconvenientes.
A pesar de esto, la caballería austro-húngara no ha renunciado
á combatir sin la infantería en los ca o en que por efectuar con
rapidez las operaciones de la movilización y concentración, ó por
otras circunstancias, se presente oca ión favorable para ello.
Las ideas que sobre el empleo de su caballería en el combate
profesan en Austria, .·pré alas 1 General Czerlien en una importante
y reciente obra, parte ele la cual e .· tracta la Rezme mililm
·n. En ella recomienda tan iluslr escritor que la educación de
los jinetes sea perfecta, para que no dejen al azar procurarl e s ocasiones
favorables, y se ñala su opinión de qu "' la caballería no puede
juuar m la balalla un papel /mporlanfe sino n.;unida eu gra.ndts
masas, conducidas por jefes cuyo espíritu hay que preparar y perfeccionar,
considerando á la caballería divisionaria como uficiente
para atender á las n cesidade que e pre entan en la línea de
batalla.
El nuev Reglamento de maniobra para la ca allería qu ·
acaba de er publicado, en u segunda parte indica, n 1 capífulo
que trata d l combate: " )u la caballería indepcndi nte deberá,
mientras sea po ible, qu dar en totalidad ú n part á mano de l
comando para . er tmp!wda e11 d momento dt'Ct' ·iz•o. sin que esto prive
al jefe de caball ría, que dt.be seguir la fase· de la lucha d ' su
iniciativa para no de perdiciar nin(J"una le la oca ion de obrar
para concurrir al fin general.:'
El mismo Reglamento cledi .a e pecial atención álas persecuciones
en caso de é.'Íto, y á la protección de las retiradas, dando
también reglas para el ~embate contra la infantería, contra la caballería,
para el ataque á la artillería, y para el empleo de la caballería
en su enlace con las otras armas; para el combate á caballo
y á pie, "que no debe emplear dicha arma sino á título
de excepcional," y cuya instrucción .especial está calcada en la
que contienen los reglamentos de infantería.
'Resulta, resumiendo, que por las especiales circun tancias n
que se encuentra Austria, tiende á dar más resistencia á la caballería,
aun con perjuicio de su movilidad, para poder oponerse con
ventaja á la caballería rusa, y que si bien prescriben sus reglamentos
que dicha arma debe tener participación en la lucha genera],
no está dotada de ese espíritu ofensivo á todo trance que tiene
la alemana, ni pretende jugar papel t::tn decisivo en la batalla.
EnuARDO G LLEGO Y RA~tos
Capitán de Ingeniero
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~oíetin 9JlHitar be ~ olomóia
\._ 278 _;
presuntuosa , llenando su cabeza de ideas abstractas y dLcutibles,
sin provecho ni aplicación inmediata en la modesta esfera de sus
deberes.
Aunque haya excitado alguna crítica, mantenemos firme este
párrafo en este trabajo. 1 To se proscriben los altos estudio militares:
lo que e pretende es refrenar impaciencias y encaminarlas
con discreción. En catecismos ó manuales para principiantes,
se debe atender mucho á la parte cuantitativa 6 dosis d e doctrina
que se exponga. Conviene abrir \'astas horizontes, pero dejándoles
su respecti\·a lejanía. En el lisonjero Informe que encabezó
y honr·S este trabajo, e lee : "n· sccnder ele crolpe desde
la altura teórica en que se manejan numerosos batallones hasta
el arreglo de las escuadras de una compañía, forzosamente ha
de producir un choque desagradable, un verdadero desencanto
en el é.Ínimo impaciente ó inexperto del joven oficial. Por eso el
autor del Guía s O> ñala con acierto, de de la primera pá género, el
e pionaje, la estadí tica, cuant concurre á fundar y resolver cálculos
de guerra, á preparar, ejecutar y Yigilar sus operaciones.
Per , en rigor, bien se ve que una parte de la !ogísltca está contenida
en la eslrale¿/a y otra en la ldcllca, aceptada la divi ·ión de
e tas dos ramas. Una marcha, en el fondo, ó se ejucuta en el campo
de batalla, y entonces forma part de la maniobra táclrca; 6 se
ejecuta fuera, y es la simple jccución de un concepto erlra/Jgzco. En
gen ra1, ]a táctica se ocupaba y e ocupa todavía de marchas,
campamento y acantonamient ~ y no parece tan imperiosa la
1ecesidad d nuevas segr gaciones y denominaciones. Como si
fueran pocas, recient mente ha urgido otro arte 6 iencia de Conducdón
dt las /ropas, como titula u conocido libro Verdy du Vernois,
que sin tener nada común con estrategia, táctica y logística,
comprende, sin embargo, á las tres. -
~ in entrar en di cusión sobr los inconvenientes ó ventajas de
e ta moderna tendencia á clasificar ó aislar los diferentes ramos,
íntimamente enlazados, del arlt de la "zttrra~· sin examinar hasta
qué punto podrá ser admisible en la parte científica de la ·milicia el
principio de la división del trabajo, tan fecundo en la industria,es
un hecho que la moderna tslralegz·a ha contribuído á fijar la nomuulalura
de varios objetos que antes requerían circunloquios;
tanto por esta razón, como porque entre la eslrategz"a y la táctica
rtglamentart"a existe una táclrca superior, de que luégo se tratará, y
á la c-ual aquella nomenclatura es también aplicable, conviene insertar
aquí breve y claramente las principales dejinzciones esfrat¿gicas
y tácticas que tienen ya la sanción definitiva del uso común, y
que son indispensables para el servicio, para la lectura y hasta
para la conversación vulgar. Como siempre es recomendable la
exactitud y precisión del lenguaje técnico, se sigue en ellas cuanto
conviene como principal autoridad, la generalmente reconocida,
1
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5Boletin mlititat b ~olombia
'- 281 _;
detalladas para la redacción de las noticias, educación é instrucción
del personal encargado de comunicarlas y organización del
mencionado servicio.
Los medios que deben emplearse para la transmisión de órdenes
y reseñas que expresa el citado texto en su capítulo nr, son los
jinetes estafetas, ciclistas, teléfonos, telégrafo eléctrico, palomas
mensajeras y telegrafía óptica, no mencionando los automóviles, á
los que después se refiere, limitándose á decir que de ellos se podrá
sacar buen parHdo, sin marcar en qué circunstancias esto podrá conseguirse.
Los aparatos de señaladores y de telegrafía óptica pueden
-dice el Reglamento-prestar servicios cuya utilización e tá subordt'tzada
al tiempo.
Las palomas mensajeras exigen-expresa-preparación conveniente
y condiciones favorables, pudiendo darse á las patrullas
de caballería, y 1 telégrafo y el teléfono son de empleo general
en el combate y fuera de él.
Comprendiendo toda la importancia de este servicio, el Reglamento
indica que los comandantes de las grandes unidades deberán
siempre di poner del personal nece ario para la transmisión
de órdenes, recomendando limitarlo en lo posible para evitar reducir
los efectivos, y ordenando se procure enviar cuanto antes á
~us destinos á los portadores ele noticias 6 1 eseñas. Para facilitar
al personal encargado de He 'ar las órd ne el rápido cumplimiento
de su misión, e di pon que cada comandante de ejército, cuerpo
de ejército 6 di vi i6n vayas guido constantem .. nte de un jinete
con una bandera, para que sea más fácil conocer la ituación de
dichas aut ri<.lades, y se hace constar la obligación d ~ todo cuerpo,
~in nec idad d ord n especial para 1 , de dar á lo estafetas,
ciclista , ..: c. indicaciones precisas, y ha ta de cambiarle. los caballos
si así lo r.cclamaret .
Cuando e retín gran mímero de tropas se t·ecomiendan los
( e11iros de lnmsmz'silm, que si está bien scoo·ido su mplazamiento,
permiten ganar algt' n ti mpo y ahorran per onal. Las estaciones de
corrtsjJondenda se colocarán á 20 kii~Smetros como promcdi , de tinándosc
á asegurar la transmisión á grandes distancias y á unir
las columnas €uando n haya t 1é rafo, estando formadas de ocho
6 diez jinetes preparados para las marchas rápidas; y si las comunicaciones
se han de mant ner largo tiempo, las estaciones se compondrán
de un oficial y ro jinetes. Si lo· portadores en vez de estafeta~
fuesen cicli tas, eñala el Reglamento alemán, como distancia
entre estaciones, 50 kilómetros, debiendo instalarse éstas en
caseríos aislados á la inmediación de lo caminos.
Las órdenes y reseñas importantes, manifiesta deben ser llevadas
siempre por oficial .s, e. ·presando que en algunos ca os se
trasladarán éstos en carruajes con escolta de úzfanltrfa (!).
Por caminos poco seguros irán expediciones d jinetes y ciclistas,
e.·plicando con detalle la orden escrita á los portadores de
ella, para que puedan comunicarla con e,·actitucl al destinatario
en caso de qu se les .·traviare ó de que se·vieren en la necesi-
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~otetin 9JHritar be ~o!ombia
'- 282 _J
dad de romperla para impedir que el enemigo la oja, y dándoles
in trucciones completas sobre un plano ó croquis del camino
que deben lievar á la ida y al regreso, así como la situación probable
del que da la orden y del que ha de recibirla.
La velocidad de la marcha de los jinete y ciclista , ordena
el Reglamento se fije por -1 expedidor del de pacho, por medio
de una señal convencional, que es una cruz cuando se de ea lleve
el jinete la ,·elocidad ordinaria, ó sea un kilómetro en seis minutos;
dos cruces cuando haya de ser acelerada, á razón de cuatro
minutos kilómetro, y tre · cruces para la marcha más rápida, debiendo
el stafeta aten e rse á dichas inclic<:tcione para regular u
marcha.
El mencionado Reglamento de cam¡ aña al mán ocúpase con
extensión de fijar las r glas para la r -dacción de ]as órd ne Yerbales
y e crita y los principios generales á que ha de ujetarse la
correspondencia escrita, descendiendo á detalle cuyo cumplimiento
es prácticamente muy interesant · para la mejor organización y
buen funcionamiento de est servicio sin qu ~ d tal s e ·tremas
juzguemos oportuno hablar, por ser tan sólo destinado nuestro
modesto trabajo al e tudio de los medt os ap!/caUes á la transmisión
de las órdenes y rcs "' ña~ . •
( De lo.') J~studws l//;/;/art'S d~ Aiad1 "d, España.)
~ttCab¿~
VIAJE P()l{ MÚXIC) SUI) t\1 RICA
N EV. GRANADA-P R G. '1. VIG.·E
(Traducido del inglés para d Boütfn .Vilitar)
( Conúmírl)
Al ponerse el sol del 16 d~. Octubre llegué al pa o nfrente
de Honda, en donde el 11agdalena e junta con 1a más pcq eña
corriente del Gualí. despu~s de un cur o de cerca de sesenta y
• Despué de haber aparecido en la Rtvúta T¿cnica d~ hifanltría y Caba.
lllrfn los artículos correspondientes á ciclistas militares y procedimientos tele~
ráficos, se ha dispuesto, por Real orden de 16 ele Octubre de 1900, que en cada
regimiento de infantería y batallón de caz1dores se organice, con carácter permanente,
una sección de velocipedista , nom•míndose una comisión encargada
de redactar el reglamento por el que han de regirse para su organización, servicio,
vestuario y armamento dichas secciones, y por el Ministerio de la <.luerra
francés se han dictado las disrosiciones para complementar el acuPrdo reciente
de la formación de un batallón de telégrafos de seis compañías que desempenará
el servicio de primera línea, re en·ándose el de la se~unda al personal de lac;
ecciones técnica del cuerpo de telegrafistas civile . .
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~o(etin 9JliHtat be ~o!omóia
\._ 283 _;
cinco millas, viniendo del Occidente. Un banco de arena e forma
por el remolino de la corrie nte al retroceder. El equipaje no se
acabó de pasar por completo hasta por la mañana, porque en su
conducción se gastó algún tiempo. Pasé una noche muy agradable en
la casa de 11r. T., en donde encontré algunas señoras y caballeros
americanos é ingle es.
Honda es uno de los más interesantes lugares del país. , A la
mañana siguiente subí al cerro que queda al Sur de la ciudad. Hacia
el Sur se divisan sobre la llanura cerros azules. o re la ribera
izquierda el país más abierto. La ciudad es pequeña p ~ ro muy
pintoresca, con ca a blancas, rojos t jados, y chozas con jardines,
palma ,, & ., d -, be su posición é importancia al río, que no e s na veg-
able por vapor más arriba. Fue muy deteriorada por un temblor en
r8o5. Contemplé una antigua fortaleza e pañola y un cañón francés
viejo, marcado así: La Fauselle-u!Hma ratio regtm )' i\éc plurilus zlllpar.
I7JI. Btrmgtr. Una mujer llevaba un gran pesc-ado acabado
de cog r. El río corre con curso rápido y acelerado, y turbio, por
entre las colinas al occidente y la ciudad; us orilla se levantan
formando terraplen s. Mr. T., perfecto geólogo, me dijo que el
granito in szlu y la ienita eran comunes, como formación esquistosa
en otros lugares; y que la del río Nare, á un día de viaj , bajando,
está formada de rocas de piedra al iza, como de 700 pies de
altura, que contienen un mármol perfcctam .nte blanco, de grano un
poco áspero, y que botes suficientemente grandes para tran~portar
bloques de é~te pueden subir hasta por media milla.
Oí una hi toria de un abogad , según la ual él le dijo á una
vieja que le co taría 12,000 pesos continuar un litirrio r lativo á
una propiedad, de suert~.:: que ella pudie e tener el goc de la finca
por el r to d su ·ida, dando por s ntado qu lla no tenía título
real para eso.
Octubre 20-Salí de Honda en una barca para t·eunírme al
vapor unas pocas milla abajo. Una bandada de águilas pescadora
que e dice se ven pasar en Noviembre sobre el precipicio detrás
de Bogotá en viaje al Amazonas. El vapor desciende en la
proporción de once nudos por hora. El Capitán Robinson me dijo
que pasábamos por un lecho de mineral de hierro. 1onos en el
bosque. Como á treinta millas las oscuras aguas del Rionegro se
juntan á la revuelta corriente del Magdalena, y poco después
llegámos á la aldea de Buena vista, que tiene c "' mo doce casas pajizas
á la orilla izquierda. Noche terriblemente caliente .. Inmediatamente
abajo pa é el río de La Miel, y como á medio día parámos
en Nar , sobre 1a orilla izquierda, en la boca del río del mismo
nombre. Aquí hay un camino para subir á Antioquia. Los peñascos
de mármol blanco estaban á la vista, y hay lavaderos de oro
arriba de esta bella corriente. El Magdalena en esta parte es como
de media milla de ancho, y sus orillas están cubiertas con densos
y tupidos bosques.
Octubrt 22-Mañana lluYiosa y fría. Variedad bella de follaje.
Guacamayas az11les y amarillas, por pares y volando alto como
ac stumbran. Arbol con flor blanca, de color encarnado debajo.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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~oietitt !Rint y á intervalos de pocos segundos una columna de
agua cenagosa, casi igual á la temperatura de la atmósfera, se oye
borbotar, y se levanta á una altura sufici nle para permitir d vez
en cuando que un poco se derrame de lado y arroje burbujas que
Humboldt aseguró eran ázoe. La adelfa, como yo la había visto
al pie del Himalaya, y también en ]a boca del Indú , crece aqu{
en el patio de Ja posada.
De pués de un paseo de pocas millas por entre el bosque y
por entre un monte más bajo de arbustos tan completamente cubiertos
de convólvulos, de tal modo entrelazados, que presentaban
en apariencia las formas más artificiales y grotescas, llegámos á
una eminencia, desde la cual el camino corPienza á descender hacia
Cartagena; repentinamente se descubren las blancas fortificaciones,
como visible sueño, con el Atlántico detrás de ellas, al través
de una atmósfera caldeada que paree haber sido impregnada en
ocre amarillo; y alegremente entré en ellas, después de un viaje
de 840 millas, en línea recta desde Guayaquil, y seguí á buscar el
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58o[etin ~ititar be ~oromb a
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hotel. Encontré que el pueblo rodeaba á un alto y huesoso yanqui,
marinero, quien se había colocado (por chanza) en actitud de
pelear, y decía, tocándose 1 brazo izquierdo : '·Con éste, siete meses
enfermo; y con éste (tocándose el derecho), la muerte súbita.
Ahora vénganse." Aquí permanecí algún tiempo para curarme los
resultados de la sacadura de nigua, &c., y tratando de restablecerme
en esta caldeada atmósfera, después de los ince antes insomnios
y fatigas del viaje, con un baño de mar toda las mañanas,
poniéndome al amparo de una roca, para librarme de lo tiburones.
Carllzgena.-Cartagena (originariamente Calamar, del nombre
de un pescado que allí cog n), y su completas y bellas
fortificaciones españolas, han ~ido frecuentemente descritas. Yo
supongo que la artilleda moderna destruiría pronto las última .
El mejor paseo es sobre la mura11as, cerca del mar, en donde
desde Octubre á Abril se respiran las brisas: luégo siguen las
lluvias y el tiempo caliente ha ta Junio, cuando el \'(, ranilla llega
con ca uales brisas. El tiempo, durante los trc meses que iguen,
es muy caliente, con viento del ur; las brisas frías vi nen del
1 oroe~ te, corno de costumbre. Los negro tienen un horror intenso
al tiempo lluvioso, y por lo común e niegan á trabajar, alegando
que el ejercicio les produce fiebr · y erisipela, la qu ·pu sta
á la luz dl! la luna se cree aumenta. Ellos dicen que la c01wul ión
de las quijadas se produce 1 or humc.dcc .. e la mano en agua cali
nte y luéo·o en agua fria. Al cólera le ha.n dado el nombr de
.E~l Judío .EI·ranle. ~s hecho n tablc, y uno d lo que más se
al an para probar su naturaleza pidémica, qu durant la prepon
erancia del cól ra n los mese. calientes el rey de los gallinazo
desaparece completamente, y vuel \'C cuando ha ce a do el
c6let#a. Los ga11inazos e van cuando ·1 cólera em¡ eora un poco,
y ·u lren cuando su virulencia comienza á disminuír.
La bahía ele Cartagena, de algo más de una milla d ~ ancho,
stá c"'rrada por una isla. La Boca Chica, ó canal, del lado más
di tante de ésta, queda á nueve millas. El lado inmediato, 6 Boca
Grande, se ha cerrado artififialmente por un dique de piedra, desde
el a alto del Almirante Vernón en I 741.
La bor.a del dique, como se 11 ma 1 canal español 1u ale
del Magdalena, queda como á diez y ocho mlllas de distancia. Le
falta limpieza; por esto s61o los botes pueden pasar, á causa de
las malezas, que en algunos lugares están tan tupidas, que una
persona puede pasearse sobre ellas.
El canal de Barranquilla, también conocido por .Caño de
la Piña, se comenz6 desde el último lugar de la costa norte de
Cartagena, pero al presente no se ha seguido por falta de fondos.
El pueblo dice : "Pónganos impuestos y haga usted la obra.'' El
Gobierno replica : "Haga usted la obra y denos una parte de las
utilidades; usted toma el resto.'' Y de este modo nada se hace.
Las torres del Convento de San Francisco, cerca de los cuarteles,
son una señal para los vapores que se acercan. Gran cantidad de
pescado. Vi una señora que llevaba un paraguas abierto á la luna.
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~O{etin ID'lilitar be ~ OlOml'Hl
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I I de 1Vovzembre-Aniversario de la independencia: mucha
embriaguez. Largos párrafos sobre Bolívar y la libertad, en los
periódicos. Numerosos grupos de máscaras y visitas todo el día;
y yo alegre por tener oportunidad de conocer la fina hospitalidad
del Cónsul americano Mr. Sánchez, y de su familia, cuya casa estaba
abierta todas las noches para recibir á los visitantes ingleses
y á otros debidamente introducidos. Supe de di fraces que tenían
intención política. Algunos jóvenes, cuyas blancas manos burlaban
su pretensión de pasar por aldeanos, conducían y aguijaban, no sin
incesante desorden, un toro joven con una figura henchida sobre
las astas. El toro representaba á Mur·illo Toro, oposicionista político,
y la figura acomodada era la del General Mosquera, el Presidente;
ambos se suponía que e taban amordazados y eran arrastrados
por ahí por lor partidario de Ospina, del partido de la
Iglesia, cuando era Presidente, pero quien está ahora derrotado
por los liberales mandados por Mosquera. Pero los transeúntes
estaban cruelmente indiferentes, como si no entendiesen la intencionada
burla. y el toro parecía hacer su gu to, lo mismo 1ue lo
Ospinista . -
Un sastre, uno de los mejores de la ciudad, qut; había prometido
formalmente cumplir una orden para este día, \ ino á e.·cusarse,
lo más diverlidamente borracho, y con el más ·cel nte
humor, :.í decirme que á lo menos ·o no debería estar di gustado
con él por aquel día, ni n el sigui ntc, ni en Ll otro.
Una orquesta militar cstU\'O tocando en la parada, e n donde
se encontraba numerosa r unión de pa cante , y toca1·on la marcha
del Sultán· yo era probablemcnt ~ la únic~ per, ona allí, c.·cepción
hecha de los mu icos, qu podía reconocer la pi za.
La Popa, 6 sea el único cerro que domina la ciudad, de
piedra caliza, como á una milla de distancia, y á 6oo pies sobre
ella. Tiene telégrafo en su más alto punto, y una muralla á lo largo
del precipicio, para mo\·imientos militare; . Una inscripción que
hay dentro del edificio dice que éste fue fundado en 160 , y que
un indio, de apellido ~1éndez, fue quemado allí en 1677. us lados
están cubiertos por una vegetación den a, en la cual hay cactus y
mimosas, é idéntico árbol á aquel del cual refiert: Humboldt que
entre sus punzantes espinas fue arrojado un hombre por su mujer
y por el amante de ésta.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año V Serie II Tomo II N. 9", -:-, 1901. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3691134/), el día 2025-09-15.