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Fábulas de Tamalameque

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  • Autor
  • Año de publicación 2019
  • Idioma Español
  • Publicado por Instituto Distrital de las Artes (Bogotá)
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
"El Mosaico - Año IV N. 2", -:Bogotá: Imprenta El Mosaico, 1865. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2093074/), el día 2025-05-06.

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Imagen de apoyo de  Reflexión anónima sobre las mujeres admiradas por dar visibilidad a otras mujeres que han sido víctimas de violencias.

Reflexión anónima sobre las mujeres admiradas por dar visibilidad a otras mujeres que han sido víctimas de violencias.

Por: | Fecha: 03/12/1859

EL MOSAICO (AL CUAL ESTA UNIDA LA BIBLIOTECA DE SEÑORITAS.) TRIMESTRE 4.° Bogot á, 3 de diciembre de 1859. NtTMERO 48. El Mosnico. Pltj. REVISTA, por el Fisgon ........ ....... . ....... .. 381 Seccion literarlll. UN PLEITO EN "Er, SIGLO XVI, por S. A. . . . . . . . . . . .. 382 CUENTOS DE COLOR J?E ROSA, por don Antonio de 'frue-ba (conc1usion) . ... ....... . " .. .. . . . . . . . . . . . 387 C ITARADA, por Anónimo.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 388 EL lJIOSAICO. de altar, se congregabaú los vecinos i al son de . un violin se 'cantaban letanías i se contestl1ba a los versos, i los cohetes se cncargaban de avisar que en esa casa 110 fiütaba un alfé1'ez para cada. noche. Despues de la novena se t ontaba alfradía tomó luego la posesion real i " actual, i se edijic/J.Jun Hurnilladet·o en un cabo del dicho " pedazo de tierra u1ojonado i teniendo i poseyendo la di- ( Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 384 -EL MOSAICO. " eha cof!'adía se hizo el dicho Humilladero, en el otro pe- ¡ en nucsLras vonas oorra sangre española. Sou Jua,n de " dazo de tierm en lugar de poses ion .... " Céspedes, Ruiz Orejuela, García Zorro, Muñóz de Collan- Esta última parte bien puede referirse a que existiera tes; los Venégas, los OIallas, Figueredos: nombres que 111l~' C1'1.tZ .en el otro pe.dazo de Lierl:a, en seíi a~ de poses ion a c~da paso ~ncontram os en Pidrahita i Zamora, i en el a dIferenCIa del Humtlladero proptamente dICho. De esa < festn'o Rodnguez Fresle ; consumando altas empres38, Oruz se dice que existia " en el medio a un lado del dicho cruzando en reñidos altercados, i en terribles encuentros. solar." Ante ella esos hombres de espada i rodela, se dice Las declaracioues de estos testigos tienen todo el valor tambien que en graye procesion iban el juéves santo a que es consiguiente a la celebridad de los hechos, sobre adora.rJa,. Ellos, que habian abrasado yivo al úILimo de los . los cualcs dcponen, Los lectores versados en el foro halla­Zipas, pillado sus ,tesoros i prostituido su raza, i ba~ com- rian novedad ademas en las fórmulas, i tendrian ocasion . punjidos ' a dolerse de sus crímenes nntc el suplicIO del de notar cuánto de solemne e imponentehai al presente de Cristo I ¿ No es creible que esta expiacion preservase a los ménos en nnestro procedimiento. Véamos 8i no la forma indios de mayores desventll\'as? . del juramento. " Yo, el dicho escribano tomé i recihí VII. "juramento en forma debida de derecho .por Dios i por " Santa :Haría i por una seña I de cruz i por las palabras Nos conviene hacer notar qne la demanda del mayordo- "de los san Los evanjelios que él ( el tesLigo) como bueno, mo de In Veracruz, 110 se encaminaba a obLener la poscsion "fiel i católico cristia.no, temiendo a Dios i gnardando su i propied:td del sola,r que la cofradía habia obtenido del de " ánima i conciencia, dida la verd'ad de lo que supiere i Lugo llfll'a SllS propósitos piadosos. " le fu'ere preguntado, i si así lo hiciere, Dios, le ayude, No está por demas decir que la plaza del mercado tomó " i si al contrario, él/se 10 demanda mal i ca,ramente en este este nombre a causa de qne en su sitio tuvieron Ingar des- "mnndo al cnerpo, i en el otro a la ánima donde mas ha da un principio las transacciones entre los. indios i los espa- " de durar como a I'nal cri stiano que a sabiendas se perjura ñoles. La, costumbre i no un acto oficial, dió oríjen a esa ,1 jnrundo el Santo nombre de Dios en vano_" plaza pública, solo que sus dimensioues estabab tan inde- Ya hemos dicbo que los testigos casi todos eran herma­terminadas corno las de las demas huertas qne por aquel nos de la Verncnlz, i no Qbstantello se les pilso la tacha de lado babian tocado on repn r timien~o a los pobladOl·es. tener interes en el pleito. Ellos salvaban este Teparo pro- ,Tuan de Moscoso tuvo la jenerosidad de donar su huerta testando decir la verdad, bajo la im'ocacion de que" Dios a los relijiosos de Santo Domingo, que en corto número ayude a quien tnviere jusLicia." poblaron el primer monasterio que hubo en esta ciudad, Hemos calificado de céle/y¡'e¡; los hechos que armaban los por los años de 1544 en adelante, hasta el de 51 en que el testigos, por€jue t rescientos a~ os dan veneracion a aquello cabildo autorizó la existencia de las comunidades de Santo que se rctiel'e haber visto o ejecutado, como actor o presen­Domingo i San Francisco contigua a aquella casa, en la ciador. Son los mismos hombres los que nos dicen, al cabo esquina norte estaba la casa de Anelrps V ázquez de :Moli- de t rescientos años, lo que ellos hicieron. Esto tiene para na. Es probable que el solar asignado a la Veracruz hubie- { nosotros el poder que.da el tiempo n los hechos que pasa­se primitivamente pertenecido a F rancisco ele Meztanza, ban en loo primeros momentos de una sociedad, que. hoi pues tal hecbo se aseguraba para esc1nir a la Veracrnz, adelnntada, mira con curiosidad i cariño' él punto de su bien es que en el proceso no se hace ulterior mencion de parLida. este sujeto. Tambien se reconoció que a contim¡acion de Los testigos afirman haber salido de Santamarta bajo las este solar queda.ban las huertas de Juan Guémez i J uan ól'denes del licenciado Quezada : dicen como llegaron a Puéllez, de quienes el capitan Melchor de Valdez decia estas t ierras, senta.ron sus reales, su jefe erijió nn cabildo haberlas obtenido en venta. Estas heredades venian a i que este repa,rtió estancias, huertas i solares. . - quedar sin disputa en la manzana en donde hemos dicho CuntI·o años despues (154} ) llegaba el de Lugo. En la está hoi la casa del J eneral Santander. solemnidnd del miércolbs santo de nquel año, esos aventu- En este estado se encontraba el predio obtenido pa.ra la reros, que entreveian ya la posibilidad de que la ciudad en Veracruz, cuando el cnpitan Valdez principió a levantar ciernes se-estendiese i afirmase, sintieron la necesidad de sus casas. El prioste i el mayordomo intentaron varias ve- dar salida a esa aspiracion de guardar las prácticas relijio­ces atajarl!! el paso, alegando que se esta,ba introduciendo sas que vieron en sus mayores¡ ejecutadas allá en su suelo en dominio ajeno. • natiyo, que acnso no tornarian a verlo. Muñoz de Collantes 1ilas, el de Valdez debia sor sin duda tenaz i confiado pidió entónces al de Lugo un solar en donde erijir la santa ndemas en la eficacia de los hechos consumados. Tambien Veracruz. debió contar con lo que el tiempo daria de suyo, si lograba Log capitanes Orejuela, Olalla ¡ García Zorro, son los que el pleito fnese arrastrándose a merced del procedi- que nos dicen cómo fueron, midieron i amojonaron el miento mas dispendioso que pudo inventar la morosidad solar. Aquí levantaron una cruz e11 señal de posesion, i española. entabla.ron por costumbre ir en procesion a orar ante ella Hemos apuntado que el primer pleito habia desal)(lIrecido cada año. En fin, todos contestemcnte determinan los lin­en ct incendio de las casas del Secretario Téllez. Sinembar- deros de aquel sola,r; i el García Zorro, que habia medido go, el de Valdez, despues de negar los hechos en que estri- las hl1el'tas que recayeron en Valdez, colindantes con el baba la demanda, opuso la pendencia de aquel pleito, i sola,r, añadía " i ~charon entónces los mojones porque en tambien la propalada transaccion que afirmaba haber pa- "aquel tiempo habia por allí ¡mas matas de espino i otras, i sacio entre él i los c(lfrades. Valdez habia ofrecido una "esta del espino el dicho Gregorio López medidor dió con beclJ'lvra i que partiesen mano de la dicha demanda, a trueque " un alfanje i dijo que aquel era el mojon i que en Dios i de que lo dejasen en paz seguir la labor de sus casas I " en su conciencia le parece que el dicho capitan Valdez VllI. " se há metido mas acá ácia el solar de la Vera cruz cuando " edificó de 10 que él le dejó señalado cuando le midió las Si hubiésemos de confesar cuál haya sido entre otros el " dichas dos huertas." , móvil que nos impulsara a sacar a plat.1Oa la relacion de este Es preciso creer en la fuerza que en aquellos tiempos pleito, apénas tondriamos valor para r~vel arlo. Contamos tendria una afirmacion en juicio. Lo demns de las declara­con que hai santafereños, i buen número de provincianos, 'ciones Tevela desconfianza, recelos, .suspicacia, como si se qne se estasínn con la idea de cómo serian, qué pensarian temiese que largar la menor prenda los espnsiese a una i ha,rian esos aventureros que echaron los fundamentos de delacion, a una pesquiza. El denuedo de aquellos hombres esta sociedad en que boi vivimos. Esta preocupacion es la se hanaba sujeto a restricciones tales que trat.'Í.ndose de que nos fanatiza, i dominados por ella, es que tratamos de I fechas, de épocas, hasta de saber su propia edad, ninguno esos hombres que nos parecen seres fautásticos criaturas l' afirmaba, sino que su dicho lo subordinabau a " poco mas o de otra raza, de otro idioma, de otras creencias; tan despe- ménos," como precatlCion-,pam no caer en un error. Por dazado así está el vínculo qu'e a ellos nos liga, clespues de aquí podremos figurarnos la licencia i arbitmriedad con si­cuarenta años en que la madre España nos ha dejado ir ¡ gnien tes a ese estado de insubordinacion a que provocaba borrat;1do las tI'adicciones, hasta que llegue tm tiempo en la ocupac!on de unas rejiones en donde los invasor~s ~e que no h ~lI e ya en nosotros nada de españóles. hallaban Imperando como absolutos. - - Al tocar al lJZenOlf'io de nuestro pleito, nos ha parecido ( que a8is~iésemos a tilla escena de la conqui sta. Los testi- ( IX... _ gos en pro i en contra, son esos mismos capitanes a quie- <¡ Si no hubiésemos temido fastidiar al lector, habriamos nes rejía i con¡:lucía el intelijente Quezada, i de quienes por querido trasuntar aquí una por nna las declaraciones de - fas o nefas descendemos Lodos los que nos picamos de que los diez testigos, mayores de toda escepcion, que repetida- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL MOSAICO. 385 mente aseveraron que 1ft Veracruz habia adquirido en pro­piedad el solar, a título gracioso por quien tenia amplio poder para trasmitírselo. La misma probanza da por resul­tado, que. el capitan Valdez se habia introducido, salvando los términos del solar, i edificado en él sus casas. Aun mas: los mm magníficos señor-e8 Licencil\dos Fran­cisco Briceño i J uan de Montaño, Oidores de la Audiencia real de este reino, "para ver por vista de ojos el solar so­bre que es este pleito," se trrtsladaron allí, lo inspecciona­ron e hicieron medir, i se sentó por dilijencia la operacion practicada por el medidor Juan Fuerte. . Sentados estos datos, no vacilamos en afirmar que el fallo defirútivo en primera instancia, debia asegurar los de­rechos de la Veracruz. En efecto, el dia 30 de julio de 1,555 " los señores presidente i oidores de la AudieucÍfl, real de sus Majestades de este reino," sin preámbulos ni considerandos, fallaban que la par te de la Veracruz habia probado su peticion i demanda; i que la parte del Melchor Valdez no habia probado sus escepciones i defensioues. En consecuencia era condenado a que dejara " libre i de­sembargadamente a la dicha coft·adía de la Veracruz el so­lar sobre quc es este pleito, con lo que en él estuviere edi­ficado." En honor de esos oidores no debemos omitir, que apesar de que Vázquez de Molina· no habia sido oido rú te­nido por parte en el juicio, con todo, como halla,ran por la, inspeccion practicada, que el dominio de aquel habia sido in­va, dido, mandaron que el límite del solar declarado por de la Veracruz, que fuera a tocar con las casas de aquel, que­dara ciru;o piés mas atl·as de ellas, dejando la calle i plaza cual entónces existian. mover al moroso en el pleito, a que no se aprovechara de uua coyuntura tan favorable para empatar mas tiempo. Pero lo que por aquí se ga,naba se perdia por otro cami­no. Conclusa la causa para sentencia, los mui magnífo;os oidores providenciaban en 7 de febrero de 1659, que sus­pendian " la determinacion de cste pleito i causa fasta tan­to que por ellos se vea por vista de djos el solar sobre que es la dicha diferencia." XI. En 26 de j un io~.dc 1,563 la colonia habia crecido en po­blacion, en tráfico i en escándalos. El factor González de 1 ~~Peña, a quien Valdez tenia vendidas las casas, i .o1¡ros, que en la ocasiou m~nciona.remos, se apresuraron a labrar cada uno las suyas. De esta suerte la manzana qne limita el lado norte de la plaza, habia crecido en ocho años, ocu­pando la mitad d(l.1 solar, que indisputablemente pertene­cia a la Veracru7.. La duracion del pleito, la muer te de al­gunos cofrades fervorosos, el descuido de los mas, i quizá por otras atenciones de estos; todo esto contribuiría a quo se mirara, con esa indolencia que caracteriza los cuerpos colejiados, la invasion que se hacia en una propiedad anónima. La composicion de la Audiencia no debia influir ménos sobre el resultado _final del pleito. Cuando este fué senten­ciado en primera instancia, aqnel Tribullallo formaban Bri­ceño i M:ontaño. La historia nos dice de estc oidor que fué ambicioso, vengativo e implacable ; pues no solo terciara con Al varo de Royon en proyectos para levantarse con lo .conquistado en estas partes para la COTona de Castilla, sino que en la residelwia _que tomó a los oidores Beltran de x. G6ngora i a Pelaz de Galarza, los depuso i remitió presos Diez m~ses, diez dias habian trasclll"rido <,lesde que. la para la corte. Montaño cobró ~a l ascendiente sobre sp demanda fuera propuesta hasta- que recayó sentencia en compañero Bríceño, cuanto era de esperarse de su carácter primera instancia, como 10 acabamos de ver. Si tnviésemos osado, de lo que ya ha.bia dado pruebas con los OtTOS oido­en cuenta que el procedimiento entónces adolecia de mlll- res. Decíase que de hecho él solo gobernaba el reino, cual titud de dilaciones, no habria por qué estrañar semejante vino a hacerlo por la ausencia de Briceño, poco despues; retardo en la admirústracion de justicia. De aquí para ade- siendo entónces que por sus desman es i arbitrariedades se lante nos fijaremos mas sobre este particul ar, porque cree- atrajera ese cúmulo de acusaciones qne.mas tarde lo lleva-mos que de los resabios españoles el que predomina aún ron al patíbulo. . en mlestra jeneracion, es el espíritu de cbicanería, embro- En la fecha citada, la Audiencia compuesta do los oido- 110 e intriga, para comprometer todas las cu~stiones en res Cepeda, Arteaga i Angulo, inspeccionaban los lugares pleitos, i relucir una grande habilidad en prolongar estos sobre los cuales versaba el pleito. El movimiento de la po­cuanto les conviene a los injustos deLentadores. blacion los habia trasformado: casas valiosas se encontra- El fallo que hemos citado, Jlor lo visto no fué consentido ban allí, en donde ocho años atra~ solo habia matorrales i por el capitan Valdez. Desde luego interpusq el recurso de ciénagas: los mismos que ántes se habian esforzado tanto súplica para ante · Ia misma Audiencia. Tampoco omitió por la cofradía, Orejuela, Céspedez, Rivera, al ,ver ahora que se recibiera en esta segunda instancia, la causa a prue- aquella tras formacion, es posible que al recorrer aquellos bao Todos estos pasos de suma lentitud, eran otros tantos . sitio§ ya poblados, i seducidos por la espectativa de belle­ ·dias, semanas, meses, años, que se proporúa prolongar el 'za i esterision que agua.rdaba a la ciudad que acababan plE!ito. ,En la duracion de este estaba el secreto para sacar apénas de sacar de la tierra: ellos mismos provocasen a los todas las ventajas que provienen de fatigar a un contrin- oidores a que dejasen 10 ya hecho, sin gravámen para SUB cante, pobre, necesitado, urjido; o bien, aunque no lo sea, autores. cRinsarlo, hostigarlo, bnrlarlo, i haeer frustráneos 'sus es- O bien podemos admitir que l"as simpatías de los oidores fuerzos. "Estos medios conducen a arrancar una transac-. ácia los nuevos pobladores los halagara en el trance. Estos cion, o a que tengan lugar algnnos hechos previstos, o un era1;l superiores en nfimero, estaban en su edad de las em­cambio de majistrado!t; de todo lo cual, el litigante que presas i tenian comprometidos fuertes intereses en lo re­pasa por entendiqo i astuto, consigue retener i aprovechar- cientemente edificado. Al lado de esto, poco debia pesar el se de la cosa que se contiende, si es que no se queda con derecho de una cofradía, representado por hombres que ya ella por nada o por una bicoca. ha bian cumplido su misiono Tres siglos despues nosotros o No hai que hacer aplicaciones. Estamos historiando un hemos arrojado lodo a la frente de los que nos independi­proceso iniciado en 1,554 ; que fu.é fallado en primera ins- zaron de España. La gratitud es obra de otra jeneracion, tancia diez meses despues;. i que se halla de nuevo en es- cuando el tiempo ha borrado los intereses i las pasiones tado de prueba, por ·providencia de 10 de setiembre de que lúcieron hundir en el olvido a los antiguos bienhecbores. 1555. LOR aficionackJs verian con gusto la fórmula de esta En fi nl ¿ por qué no habia de entrar por algo, al juzgar . sentencia interlocut~ria, en la, que se encargaba a las par- sobre lID fallo pronunciado por Montaño, el odio, el desden, tes que no. promoviesen prueba sobre los mismos ar tículos la venganza, todo esto que incita a borrar la obra del ene- , o directamente contrarios. No obstante, es de verse que migo caído, por digna que sea? la prueba p'edida por el recurrente consistió en reinterro- Si hemos recurrido a estos medios para poder esplicar­gar a los testigos de pl~mera instancia, poco mas o ménQs nos la sentencia de 6 de julio de 1563, que en catorce ren­sobre los mismoH ptIDtos,' con lo cual, sea dicho en paz, 10- glones de una mala redaccion, echó por tierra la de 30 de gró una prueba . .. . contraproducente. julio de 1,555; es porque,. con los autos. a la vista, seguros Entónces ocurrió un incidente, cuyo desenlace apénas al- de nt!estro propio juicio, no podemos ménos sino de califi­canzamos a _descifrar. La parte interesada en mantener el car esa revocatoria de perfectamente inicua I pleito cayó en la cuenta de que su contrario habia venido obrando on esta segunda instancia sin tener carta de per- XII. sonería. Como era de cajon, el proceso fué repuesto i de Aquí cerraríamos Ja descarnada relacion de un plei to nuevo recibido a prueba, por a2t6 de i 7 de setiembre de que, por otra par te, lo reconocemos, no tiene otra cclebri- 1557. Habian trascurrido dos anos, i acaso los golillas co- dad que los personajes que en él intervinieron i la épo­rridos de ver tanta demora, 11.0 es dudoso que insinuasen a ca en que ocurrió. 1¡fas nucstra tarea quedaria/incompleta las partes que, subsanado el defecto, ratificara.n lo actuado, si callásemos otros ¡hechos, que sirven como de acabamicn­como a la verdad así so hizo. Una insinuacion en bdca de to de aquella inSigl¡e pilA1.tuna. ' Ilnoidor, es lo único que nos inclina a pensar que pudiese Recuórdese que os cofrades de la Voracrnz no pretcn- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 386 EL MOSAICO. d ieron ganar el sola..r on propiedad, en razon do que Valdez \ líva,r contabn, con estas protecciones. Un dia despue~ estil u otro le gozase por título. La cof¡'adía tenia pleno dOll'li- ) contrad i ~to r ocurria n,nte la audiencia, hablando mas bien nio en el solar, i fundada en este, lo único que pretondió en el fondo del asunto, negando al Ooncejo la potostad de fué rechazar la usurpacion del Gonz:íJ.ez de la Peña, qu ien, espedu' mercellos, ántes que quejarse de un pl'ocediroiente al edificar otras casas eu lo que habia comprado a Valdez, arbitra.rio i violento, come el seguido por los rejidores. La se introdujo en terreno ajeno. audiencia pidió en el acto el proceso, para prevenir los pa- No lo entendieron así los que habian salido victoriosos sos de los cofrades, que a toda prisa acumulaban materia­en la contienda. Ademas de mantenerse en lo ocupado in- les para. emprender obra en el solar. trnsamente, se prevalieron del reves que habia sufrido la Dou Autonio Díaz Venero de Leiva, a quien su época cofradía, i se apropiaron lo restante del terreno hasta la lí- llamó padre de.la patria, presidia la alldienciael23 de ma­nea divisoria con el.llumilladero, dejaudo el espacio para. yo, a tiempo que se estaba y,iendo el recurso introducido la calle. Dos afias despues Francisco Gómez se apresuraba por Bolívar. Oomo lo que impOl-taba era i.tnpresionar el áni­a edificar en lo que la cofradía daba ya por perdido. mo de la audiencia, a la vez que ide a la mano al cabildo Esta corporacion llegó a desalentarse en su ÍJltento de en la ¡¡ b~ra¡¡dad con que espedia mercedes de tierras; el exijir para su uso uu templo, segun lo' manifiesta el silen- de Leiva aprovechó la ocasion para declarar que, solo a él cío que guardó durante uueve años. La nueva tentativa incumbia la potestad de conferu'las; i por aquel dia el artí­que vamos a refedr, hecM por personas que áutes no ha- culo relativo a la posesion quedó sobre la mesa. bian sido mencionadas, nos deja comprender que en el La intriga entre cl Presidente i la audiencia para favore­declU'so de aquellos años la colonia habia crecido rápida- cer a los pobladores del mareo de la plaza, quedó patente mente. pOI' la provideucia que este tribunal dictó el 24. Decíase Francisco de Ledesma aparece en la escena como·ma- en ella que para espedir el cabildo títulos de merced, debia '­yordomo de la cofradia, obrando con empefío i decísion. Si guardarse lo di puesto por S. M; i daudo por hecho que él hubiese empleado el medio obvio dc cercff!' i ediílcar en el cabildo no hubiese observado las ordenªnzas reales so­lo que en buen derecllo le quedaba de tierra a la cofi'adía, bre el particular, declararon sin ningun valor la posesion conforme a la primitiva coucesion, es bieu seguro que ha- del sola,r conferida a la Yeracruz, con prevencion de que no bria logrado su empresa. Los medios aviesos no siempre se innovara cosa alguua acerca de ello "so pena de mil tienen un ¡:esultado próspero. pesos de buen oro para la cámara de S. M." Por tal nos atrevemos a· calificar el que ideó el buen Le- Para cousmnar' el despojo que se tenia concertado con- ~esma.. tra aquella cofradía, el de Leiva por su parte otorgaba a El Ooncejo, Justicia i Rejimiento de esta mui noble i mui favor de la ciudad un título de merced de la plaza de San leal i mas antigua ciudad de Santafé, como así se titulaba, F rancisco, el cual ponia en manos de Bolívar el 26 de ma­lo formaban IÍ la saZOll los nuevos pobladores, entl'e los yo de 1572. Es presumible que se conviniese que este tí­cuales Gabriel de Linlpias i Nicolas de Sepúlveda eran en- tulo no se habria de hacer valer sino cua,odo llegase el teramente adictos al plan concebido por Ledesma. En 13 caso de cruzar las pretensiones que con el tiempo la cofra-de mayo de 1572, dicho Ooncejo despach.aba nn título en día quisiese remover. . forma a favor de la Veracruz,_ en el cual se refiere que el El prioste i mayordomos de ella que vieron frustrados Adelantado de Oanarias habia cedido a la cofradía un solar sus intentos por la mal disimulada influencia del de Leiva, "en la parte i lugar que ha estado i al presente está el se convencieron que luchaban contra un poder que no po­Humilladero de la Santa Oruz." Eu seguida se describe la cUan contrapesar. Para estos casos no quedaba otra espe· ubicacion del solar, tomada de lUla informacion en que así ranz.a sino aguardar a la terminacion del período de mando constaba, " la que podiamos ver i vimos eu cierto p1·OcesO.'~ del Presidente i oidores. • 1 concluye el tíL1¡JO mandando iumitu' a la cofradía en la Se hablaba ya de que el Venero de Leiva partía. para posesion del solar, "ca nos por la presente la damos i ha- España, cohnado de oro i de bendiciones. bemos por dada la dicha poses ion sin otro mas auto ni de- El sucesor en la presidencia selia el Licenciado Briceño, claracion ni aprehension alguna." qtúen con Montaño babia visto en l." instancia este tra,ba- En el mismo dia el prioste de la cofradía, que lo era jado pleito. Bolívar iba a quedar .desamparado con la se­Juan de Otálora, contador de la real hacienda'de su Majes- paracion del de Leiva. Las cosas con esto tomarian .otro tad, el mayordomo Ledesma, i los rejidores Li.tnpia~ i Se- aspecto, i era presumible que a f",vor del nuevo presiden­púlveda, requerian al alguacil mayor Pedro Suárez Farfan, te, la cofradía lograse recuperar el telTeno perdido. para que con vista de la merced, i prévia la mensura del . :&L.,pr_~vbivo vizcaino creyó llegado el caso de sacar a solar, diese la posesion de él a la cofradía. Esta~dilijencias luz el::títnlo de merced, i estar aparejado para res~tir, por­se practicaTon incontinenti, que no parece sino que todos que ya le daba el viento que podia correr. Oon tal fin el estuviesen de acuerdo en la rápida ejecucion de una obra 19 de enero de 1574, ante el mui magnífico señor capitan que co n ~iderarian altamente merit.oria,. Juan de MQntalvo, alcalde ordinario, parecia Pedro ·de Bo- Es opinion comun que por aquellos buenos tiempos, to- Jívar, en la plazuela de San Francisco, en donde tenia las do lo que tocaba a la relijion era respetado i cumplido, a casas de su morada, i con presentacion del título i manda­diferencia de lo que ahora dicen que acontece. Mas noso- miente, por el que el ilust:re señor Venero de Leiva hacia tras tenemos justas razones paua afirmar que en mas de merced," para que quede por ,tal plazuela por ornate i au­un caso los autiguos se comportaron con la enerjía digna teridad de la diúha ciudad para siempre jamas; " pidió i de un hereje de nuestros tiempos. Vivía entónces Pedro le'fué conferida la posesion correspondiente. No hai para de Bolívar, caballcro notorio, vizcaino por 10 visto, i se nos qué decir que el título autoriza.ba a cualquier patricio para antoja que un sí es no es espíritu fuerte. Este caballero, recibir In, posesion en nombre de .]a ciudad. Bolívar a la como ya lo hemos insinuado, tenia sus casas mirando a la vez que procmaba su propio interes, hacia un servicio de plazuela. No bion sintiera lo que allí estaba pasa,udo, se importancia, que la posteridad le reconoce con admiracion apersonó e hizo prescnte al alguacil i diputados " que co- i gratitud. "mo vecino coma,rcauo q,ue está juuto al dicho solar i por En noviembre de aquel año los hechos que hemos enUll­" el perjuicio que se le sígue a él i los demas vecinos co- ciado se iban sucediendo como estaban previstes. Por este "marcanos i a la plaza. de Su Majestad, contradeda i con- Bolívar se auticipaba a presentar a la audiencia el título i "tradijo la dicha posesion." Este rasgo de entereza i de dilijencias de posesion, para que en los autes h.ubiera cons­celo por el procomunal, aunque fuese el propio interes el tancia de que la plazuela quedaba situada i sentada prYr que lo sujiriese, d ~ja percibir el carácter del vizcaino, a l J'k1za i ornato de /!Sta ciudad. quien no imponia, el motivo piadoso que inspiraba la arre- Los de la coti:adía no se dieron por rendidos con este batada posesiono golpe de gracia. Era el momente de reasumir a la par que El despecho de los rejidores se dejn, comprender p,Or la el quebrantamiento de sus derechos, los desallOgos i anral).­manera con que proccdieron en este tTance. Mandaron ques a que provoca_ la injusticia, para que todo viniese a que la posesion se cumpliese, apesar de la contradiccion: servir como (le una protesta contra los dictados de unos que el de Bolívar no fuese osado a quitar los· mojones, ni a jueces arbitrarios. Una merced debidamente otergada: UIIA perturbar al mayordomo de la cofradía en el goce del solar; sentencia fulminada sohre las pruebas mas relevantes': i en fiu, se le apercibió a que en caso contrario sufriria la hasta los mismos presajios del cielo, ¿ qué no habia en este pena de cien pesos para la romam de S. M, "i seis meses proceso que no descubriese la mas culpable violacion de de destitfTTO de esta ciudad i sus términos." las leyes que defienden i amparan la propiedad? Si los del Ooncejo protejian abiertamente las pretensio- 1 al mencionar los presajios ¡lel cielo, no debemos p9Jl!U' nes del prioste i mayordomo, de otro lado veremos que Bo- en s~encio un hecho que marca la índole de las jeDtes ,de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL MOSAICO. 387 aquel siglo. El dia en que Bolívar contradocia la poses ion . q~ la cofradía tomaba del solar, "acaeció, decian Otálora "1 el de Limpias, a la audienoia, que la Cruz de Sa:n Fran­" cisco, que está en la plaza de San Frallcisco juuto al di­" cho solar, eu frente de la parte en donde el dicho Bolí­" val' hacia la dicha coutradicciou, la dicha santa Veracl'l1z "cayó en el suelo sin que a ella llegase persoua alg'uua, i " estando el tiempo serono, oosa que se tuvo por milagro " i se admira.ron las personas que estaban presentes como "negocio de grande admiruoion, i se entiende babel' suce­" dido por la dicha contl'adiocion que hacia e hizo el dicho " Pedro de Bol!var." Ellos pedian que en servicio de ella se levantase informaeion pamacreditul' este hecho : cl cual está luego reproducido como una mzon formal en élel'echo. Tambien el de Leiva que ya habia partido, no quedaba mui bien puesto, apesar del dictado de just'icie?'O, Decian de él que por dan' contento a Molina i a Bolivar, sus íntinnos annigos, i solo por enuoblecerles sus casas, i favotecerlos como siempl'e lo hizo, "i uo por lo que toca a esta Repú- . blica," fuera que menoscabara a la Veracruz, cuando que­daba "buen pedwto de plaza dende el rio a los ' dichos solares." La existencia de la plaza de Santafé, espaciosa i de bue­nos contornos, pero con su apariencia grave ¡melancólica, nos prueba a no dudarlo que todos' los esfuerzos de los cofrades de la Veracrllz fueron impotentes para reponerse , en el solar con tanto empeño ¡por . tantos años disputado. Los oidores justiciables, a quienes el Visitador Monson no dejaria de agravar con los cargos que dejamos detallados, ,nos dice la crónic¡¡ que salieron provistos a mejores plazas. Unas pocas palabras mas icol1c\uimos. Si algun lector despreocupado, como lo llamaría Trueba, viese en este mal perjeñado artículo otra mira mas allá de la de oli'ecel'le un cuadro de cómo se administraba justicia en la colonia, en el siglo XVI, le diremos qÍle ciertame.nte no nos choca la cofradia de la Vel'acruz. • El señor Gregorio Obregon nos ha permitido ojear los estatutos de aquella corporacion, i le estamos mui agrade­cidos por esto. Su amistad nos ha deparado en cllo buenos ratos de solaz, i la conviccion de que aquel instituto tiene por fin la práotica de dos de las principales obras de mise­ricordia. Enél se prescribe a los cofrades que visiten a lo~ enfermos, los asistan i socorran. Tambien debian recorrer los campos, i traer i sepultar en la capilla los cadáveres que habia abandonados. Cuando en nuestros dias se les daba aun sepultura en nuestras iglesias, recordamos habcr visto es­puestos a las puertas de la Veracruz, cadáveres de infelices que los hermanos se apresuraban a sepultar. Las socicda­des que taJes práctiCJíls cumplen, aunque se llamen Vera­cruz, San Vicente de Paul, Masoneria, son otros tautos ausiliares,para el ejercicio de esta ardiente palabra CARI­DAD, que es la enseña de nuestro siglo. ' 1 en abono i memoria de la Veracruz, copiaremos de sus cuentas, estas tristes i elocuentes partidas, sentadas en la época del terror español. . "Por tres pesos e,ntl'egados a dicho sacristan para que "-pagase los peones que cargaron i enterraron a Ped1'O ele " la Lastra, Antonio Baraya i un soldado llamado Simon "Farelo, los , que fueron alcabuciados (sic) el 20 de julio de 1816." " Por cuatro pesos cuatro reales pa.ra que pagase los " peones que cargaron i enterraron a los nueve que pasaron "por las armas; 14 de n~viembre 1817." ¿Policarpa Sala­barrieta i sns compañeros ilustres? "Por dos pesos dos reales por cargar i sepultar a los "tres paisanos Laurean Sierra, Pioquiuto Bernal i Bonlla­" clo Fernández, que se pasaron poI' las armas: 7 de agosto de 1819." ( " Por doce pesos por el entier!'o de los CUARTOS de Jua;n Holana i Ji'rancWco Vega, i consta por órden de los alcaldes, su fecha 11 de agosto de 1819." , . Cuando Muñoz de Collántes, Qt!Uora i Ledesma pugna­ban por afianzar el instituto 'de la Veracruz ¿ pudieron imajinarse que bajo el suelo de su iglesia vendrian a re-posar los restos de nuesflros_ m/urtvres? S. A. ••• , DESADO. GOS DEL CORAZON. , En m'3dio de la calma que triste me circunda 1 turba pasajera doliente vibracion, La pena. que me abruma tristísima i profunda Fluctuando entre las sombras que llora el corazon, Que lloro su dolor que es el llanto en la agonía Cual bálsamo que sirve la calma a difundir, La fuente que del'l'ama vertiéndose sombría La mas alborotada del mísero vivir 1 La lluvia que fecunda tristísimas las flores Que el hombre en su carrem cultiva con aranl Esencia misteriosa q.ne endulza los dolores Refresca, las pasiones cayendo en su volcan 1 Que llore el corazon que perdiera la ventura Que en pos de la fortuna se lanza i del placer, 1 busca entusiasmado 1:1 luz i la hermosura, Perftmles que le embriaguen encantos por doquier. Que sueña con la gloria i allbela las delicias 1 quiere entre laureles buscar la inspil'acion, 1 amores i virtud i grntísim:1S oaricias 1 todo ouanto_pinta brillante la ambiciono 1 encnentm recojieudo sus :1las con tristeza, Un cuadro que remed'a 1:1 calma fuueral, La sombra on que se pierden la luz i la belleza Que léjos so reflejan cual lampo celestial 1 Silencio en que se pierden fatabo los latidos Que el pecho palpitante desprendo en confusion, La sombra en que so envuelven. los lúgubres jemidos Que el, alma entristecida murmura en su afliccion 1 La estrella misteriosa qUe radia en. el destino Envuelta entre la nube que enluta el po~v.onir, Hallando en su lugar infelice el peregrino El myo que se mira fatídico lucir 1 La imájen de la muerte cual único consuelo, Que puede al desgraciado la dicba presentar, Consuelo misterioso que ofrécese en el suelo Abriéndonos la tumba para ir :1 descansar 11 PEDRO ALCANT,~RA HERRERA. -------~ ... ~------- CUENTOS m: COi.OR DE ROSA, POR DON A.,'or no incurrir en un defecto semejante al tu)'o.-¿ Te acuerdas de él ? Dios cst~ba cansado (si Sil Divina Majestad puede cansnrse) de oir decir a los hombres que habian sido sorprendidos en esta vida, que nacian 1 crecian sin esporicncia, que tropezaban en .trOdos los escollos porque desconocinn el derrotero; i en fin , que ¡si 8e na­ciera MSVece8 !-Tal era la obligada cantinela del jénero humano. Dios, sonriendo sin duda, pero usando de su infinita gracia, con­cedió un paréntesis e.l dia del jUlÍoio para que volv'-icran n nacer los que tantas veces lO tenian deseado; Jes concedió el conocimien­to de lo malo que tocaron (t ll tes i el li bro alvedrio para cuanto qui­sieran hacer en esta segunda percgrinacion. 1 ¿ qué suced ió, pues ? }~l señor Nemecio el boticnrlO volvió a dar dinero a premio; Bas­tinnillo se enamor6 de Jnanita i se volvió a casar con ella ; don Es­tévan de la ~Ianeha no abrió un libro de e~tudios; i todos, todos los hombres, dauos sus insti ntos nnturales, su educncion, el método de vida a que se aficionan (sepan lo que se.}mn, digan lo digan, pien .. sen 10 que piellsen~ hacen eu idénticas situaciones idénticas cosos, hasta el punto l1ris tn ; no es es­ceslvamente riguroso en mnterins de propi edac( fraseol6jica; aso­nnnta con frecuencia, i aun algunas veces aconsonanta sin piedad; usn locuciones vulgarísimus tl'atando de nsuntos ~rnvcs, e 'incurre, en 'fin, en otros (1 efectos fine condenan la sintáxi I la prosodia . . Sin embargo, su estilo, ropc¡timos, os cmcautador; S1I prosa galnn.R l. fti­cil, sus períodos redondps i acabados, el tinte jeneral de su. dlcClon correcto i espresivo. ¿ ]~n qué consiste esto? ¿ Cómo se csphcnn ta­les contrndi~ciones '} Esto cOllsiste en que el nrt.o ele escribir tiene sns 1'r.glns, pero l~\ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 388 EL MOSAICO. e locuencia no tiene nlngunne. Se puede ser elocuente nl escribir, burlándose de la gramática, nsi como el orador puedo ser elocuen­t. e burlúndosc de ht ortografia. Si desmenuzamos una porcion de frases célebres que han conmovido o electrizado al mundo, las ha­llaremos acnso plagadas de barbarismos. Entre nuestros escritores contemporáneos, nadie se atrevería a negar UD primer puesto a P as tor Diaz, Pacheco i Valdegamas, cu­yos escritos no solo se asimilan al {mimo del lector, sino que fre­cuentemente prod ucen admi.racion i entusiasmo. Pastor, Pacheco i Vnldegamas (dispénsennos la osadía) no escriben, sinembnrgo, , del todo bieD.-Son pocos los que, como Galiano Marlínez de la Rosa i Barall unen lo correcto del lenguaje a la elegancia i enerjia de su esprcsion; i méuos aun los que sin segu.ir paso a nJ1SO la s intáxis, pero sin fallar a ella, sean elocuentes hasta 1u sublimidad. Nosotros pond.riamQs por modelo al :lutor de "vn Sí iwn No}}>or­~~ 1(~a.t-~-t~8.prosn en el molde de que se vaJin el auto~ de t Sí Pues bien : si la elocuencia naLllrnJ no tiene reglas, claro es quo consiste en su propia naturalidad j sencWe;':.-Un dibujo fotográ­fico puede ser un malísimo dibujo, coO)o arte, i es, sincmbargo, un ndmirablc dibujo como ·copia.-Ei telkwa, Ji1ram.ces, Aritmética, Aljebra, J eografia i Tenedu?'Ía de libros por patrtida doble. . La clase de dibujo estará a cargo del señor Ramon Tó­rres Méndez. En el Liceo se les darán a los niños todos los útiles ne" cesarios pa.ra la enseñanza. Los alumnos entrarán por la mañana a las ocho i media, i saldrán a las doce; per la tarde a las tres, i saldrán a las cin"CO. . Al fin de cada bimestre,' se pasarán a los padres de fa­mUia informes por escrito sobre la conducta, aprovecha­miento i faltas de asistencia de los alumnos. La cuota es de cuatro fuertes, debe pagarse por bimes" tres adelantados, i no se devolverá despues de em}Jezado un bimestre, ,aunque el alumno deje de concurrir al esta­blecimiento. IMPRE~TA DE PIZANO 1 PEREZ. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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El Mosaico - Año I N. 48

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Reflexión anónima sobre lo que significa ser mujer desde la sensibilidad

Por: Anónima | Fecha: 2020

Narración oral sobre lo que significa ser mujer. La narradora considera que es un regalo maravilloso que el machismo quiere convertir en condena. Además, asegura que se necesita valentía para ser mujer y sensibilidad para reconocerlo. El testimonio fue recolectado en el marco del laboratorio de co-creación "Postales sonoras: mujeres escuchando mujeres" de la línea Cultura Digital e Innovación de la Red Distrital de Bibliotecas Públicas de Bogotá - BibloRed.
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