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  • Prensa

Biblioteca de Señoritas - Año I N. 32

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  • Año de publicación 14/08/1858
  • Idioma Español
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
"Biblioteca de Señoritas - Año I N. 33", -:-, 1858. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2094832/), el día 2025-07-30.

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Biblioteca de Señoritas - Año I N. 35

Por: | Fecha: 02/09/1858

----------~------------~~------------------------- .--~------------- • • • • ANO I. Bogotá, 2 de setiembre de 1858. .NUM. 35 . • Boletin semanal. , a dar, i al público a que asi sta a ella. Es intieo-a .. n amiguito i paisano nne tro , que no lr'a in ven- b~c que E1·nani es una opera de pri1n~r órden, que tado la pólvora, como se die , n os r efe ria una v ez bten puede parangonnrse con las m ejoTes de los sus ~1.:\sgT~c~as en los n egocios} i las calabazas que cotnpo"'itores italianos clá icos, por mns que se haa habta recll:üdo en sus atnot s, i concluin trist e tn \n- lo contrario. E s preciso no preocuparse contra l~s te u reJacion as(: "Ai 1 atnigo: n esta ti 1:\ rra ya obras dé st g'r an co mpositor rn otlei·no, por e l é ... ito no s_ab_e uno qué camino tomnr j si h ace trntos,pier~ no mui fitvorabl e cle la ejec uci o 1 de :Ernani, i los · de, 1 SI se enamora, tnmbi e n pi rd e !'' E sto mi .... rn o que asi .Aan a la r peticion de esta ópera, i a :Attila, n otro s e ntido os f!Htsa• n n osotro , qt-t e , ~s pr ec1'"'ó l lfu be"lto e I t Trov atorc, no podrán ménos r\e for - confesarlo sin falsa n1o 1 stia, tampoco l1 e n1 os in v e n- Jnarse una alta idea ele é l. " tado la pólvora. 1 Í no aproban1o ~ Jo qu e no m e r ece ~'i Vi•rnani produjo una impresion d esfavora bl e; aprobaci on, perdernos, i si elojihmO;::s ~ 1 ve rdad e ro con Luc.i'fl de Lammernloor ha sucedido todo lo con­mérito tambien perden1os. i Qné catnino tomar, trc.trio, i aun diremos ma s, ning')lla representr fe del ; mundo, hnga tnos los el o - · tia ció en F~ é r ga rno en 1799. D e'"' pues c.le hn ber jios que se merece algun cabafJero djstinguiJo¡ al- apre ndido l os ru di m entos ae la tnú ica e n el lic eo guna obra buena, o cualquier otra co a a í. Ni de aqu~IJa ciudad, t o mó lecciones del célebre 7Jl rle s­ap e larernos a aj e nas opinione para apo yarn os, pu0. tro rli C a,1h:.lla Simon Mayr, i despurs fué di.:cípulo aqu e llas de nada nos valdrán para dis,·ulpar cual- de Pil o tti i de i\l a lt e i en B o lo nin. Apé naste rmin6 quicr desacierto en que incurramos, ni para qttc de ~ sus estudios, e .. crib i6 oberturas, cuar t e tos para vio ­~ odos r:1odos sa]gamos_perdiendo. ~on g~e as ~ , tn e - < J ~ ~' can_tatHs, rni sa."' i otras piez~s de tnú s i ca ~agraJa . .JOr sera que arnos qtlletos,o,caso d e sPguJr p ecando ( 1~ ué btcn pronto despues obl1gndo a servtr e n · la (pués e~ tan fácil Qu e brantar propósitos) preferire- carrera militar, i tuYo qll e hac e r i esperar 1nu cho mas I,l e car tnas bien por carta de rnénos que por para obte n e r sn lib e rtad, co n e l fin d e d cd i c ar~ c carta de mas. V amos, puos, al e u nto con n1esu ra al objeto de su rnayor atn b icion, la cor:nposicion i en las puntas• de Jos pi é s, cotno quien anda sobre dran1ática. Apt' na s es tuvo libre di ó en rápida &u­huev "'. < cesion: e n V .eoecia, las óperas En'r ico , conrle di B or- 'I'enian!QS intencion de cc¡llarnos sobre la reprc- gng·na, La I/ollia, Le Noz:ze in l 'T"ill a, It Fal~·na1n e sentacion ele Et·nani ópera de Verdi ; n1as hemos de 'Livonia ; en Rorna, Z oraicle d i Granata; en pensado que nuestro sdencjo podría s e r mal inter- rápol cs) La Zingft?·a, La /J ettera Anoni~n¿c¿, i otras pretado.quc tal vez se atribuiria a una improbacion obras en otras ciudatles. En 1 8 :22 su ChiaTa e reclon é)~ <)e su ejecucion: i estarnos mui 1éjos de dar S e1·c¡firza fné ejecutada en T ... a Sea la d e Tároles. ese falto soore Ja rcpr~s e ntacion en nue tro teatro En todas estas obras ... e n o tab~n la s faltas d e una de una de las creacione ~ mas populare s del compo· <,gran facilidad d e. Í?.roclticcion, i las ~cñales e;viden­~ itor italiano que hoi llama mas Ja atenc1on de l os ~ t es d e s u inclinn ci o n a ir:nitar u l~o sinj. Una mul­ami go de la ópera en el viejo n1undo, sobretodo titud de otras ol)ras déoiles se d e~ pren d ieron . de su cu ando l1uou eh ella trozos perfcctarnente intc r- fá:c1l plun•a, notándosc , sinembargo, de cuando en pne_{a los. cnando, tln carácter mas grande i e levado en la No citaremos r.1ada de 'aquello que nos pareció cornppsicion. A s í es qu e , en el estilo sério, su 1obresulie nte, porque' s t:, bre este punto h e mos re- .lf1ta Bolcna e I sabel en l(en ilwrJJ·t h (representadas suelte no estenClcrnos sin0 hasta despues de su re- e n N áp.o les e n 1 828 ) i sobretodo, su L' Esule di peticion. Rollla ( 1829 ) contienen b e ll e zas reales. En el l\1ucllo se ha hablado en contra de la prirnera j é ner6 jocoso su Elisir rl' A1no1·e i 'otras, cstáq rcptese11tanion de esta céle:bre 6pera, pero van1os a llenas de :vjvcz~ i Cl e gracia. El jnterv:alo entre decir Cltá dloé la falta jeneral quo dominó en ella: estas i su Ilfa Tinn I?alieto (Paris, l e 35) fn~ llenado los c0ros no estaban bion ens?yados, la orqu sta lo co11 u nas catorce óperas, todas Jas cuales han. ca ido mismo. Esto produjo una ~eneral ltñpres16n d e a- cornpl e tntnente en la oscuridad. La pri~a i poco gradable; ·mpvesion que h'zo pasar desapercíbiaos cuidado d e s us cornpo ... ic io n cs e ran debidas en gran rnuchisimos trozos mui bie!l1 ejecutados por cada parte a l a m e zquina r e Jnun e racion que los cotnpo­uno de los artistas qne tot(laron part~ en dicha re- sitores r ce il5ian ; pu e s durante muchos años en que prcsentacion, i cada uno de los cuaJes tuvo n1omen- Donize tti se con1prometió con Barbaja, el i1n1Jre­tos felic~ in1os. Nos~tros cr~emo 9ue la rep ~ ticiofl < s~1·.io e~ Nápole , a escJ:ib,ir anualn1 ente dos ÓP.cras íle ~f: opera causara \n1a 1mpres1o hiu1· (hfeten- S s é rtns 1 · dos bufas, rec1b1a en recornpensa de" s11 te; i a~í escitan1oe a lR"Cotnpafiía a que la vuelv~ ~ trab11jo e~c asa1nente lo prec iso para hacer frente a • • .. • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • • • sagrándole RO un" recuerdo: " Jóven, · talentoso,- eonaider:ado el ¡,~ • se, al>ria a ~}te s · anchuroso i purpúreo. embargo, po el mo paquete se anuncia que d aquel nobfe i jeneroso jóven, tan lleno ae ilusio-siones i de un cadáver eiJ o q · 4ltt is. ,; aturf)rMDJe Qfty:djoso i o~orvador ~l:A hal)ia ~~~ do ~Et col~ji~ ni de pedp~ro . instrui se. · "Jip pull1ie.ó e loa pt Anti~qu,ia una ompoaicion poét1c&~ la irnajin,ci~ mas tiemna í multiplica4:as neg~ip de &u oo~ co¡percio, pr,o iQO e 1 qal eje · 6 een boe sqc~o i ll~~· 1 • agooJ fl\llt• 1 a rg eia ttn ~ie !o~o 1.1 t•AmR~ iao o~ ~ 4- ~ i (J~uirió .......... ~~~ ~~ . ·i h j Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • BIBLIOTECA t).E SE~ORITAS . el espíritn de rivalidad que existe entre los dos al campean, que acomete con denuedo i sin dar un sexos, no~ es porque queriendo contr1bu ir fruetuosa- p~so atrns. Es cosa de verse la facilidad el desem­mente a a moralizacion de la sociedad, creo que barazo i la. afluencia con que hace a la 1 pobr.e niña deb? at, carel mal en sus principios para curarlo la d e clurac1on de su atnor, porque ei nec snrio con­radicalmente. fe,ar que ellos para decir no ron nada cortos· la U no de los t emas mas con1u.nmente ndoptndos urjc, la ohJiga, la compromete a que dicte el falto para los art_ícu !os en cuestiGn, es el de la coquetería tretnendo que ha de decidir de su ~ida entera. Ella de lns - ~~UJ eres, contra la cual no ce_~ · n de l.ac er 9ue no comprende lo que pnsn, aturdida con ta~ brusqutsrmos ataqu~s, no solo los e~cntores sino el 1nesperada decJaracion, re ponde ~ola1nentc que no homb~e ?e los corrdlo~, o ~ea el .tn~uno de los ca- ~ cree nad~ de lo que se le_ hu dicho, ponque la é!uda chaco~, st~ q_uererse confesar a SI m1smos que son < en tnnt ena de amor nace con la mujer· el héroe no ello_s los umcos culpables de este desvío en las 1 se desalienta i sigue con los mas fuer: es arg ume n­muJeres. tos demostrándol e que no ha dicho sino la veruad i No sé s i debido al clima, a l os alimentos o a hi aunque no consigue convencerla, sí se persuade naturaleza del. t erreno en que habitarnos, lo cierto que J~ fortaleza es accesible, porque ha visto cierto es que la muJer en nu estro pais se desarrolla tan ~nn1~to de colores d urante el asalto, que es seílal precoztnente, que una niña de catorce años está 1nfaltble de bu e n éxlto. aquí tan . completantente forn1ada: como lo estaría Una vez ini:iada, dice el p e pito, no hai mas que una de diez i ocho o veinte en cunlquier par te ere tener _co~s~anc1a, que con esta t.odo se vence, i con Europa: segnn se nos cuenta. ro '3UceJe lo mismo ~ al pnnc1p 1 ~ .~n la cabe~za la pe~·sigue por toda parte re '"" p ecto de su parte intelectual pues cuando a los 1 lu ga r, dinJ •endoJe miradas tiernas i arnorosas · si catorce años éstá fú::icamente bi~n formada, de ma- 5 alauna vez a ~ iste al teatro, nu estro amiguito no' ha · nera q~e pueda Uamarse mujer, t odavía conserva ~ n11rado una soln vc,z a las tabJa s, a las que les vuel­la sencillez, la inoce n e ia i la falta de malicia que ve la pspalda para colocar s u anteojo e n dire ccion caracterizan al n i ño. 1'odo e to. se n1 e dirá no vi e - de la bella, porque los lorñetazos son de un efecto ne al ca~o; nada tiene que l1 ac~ r con la .coqnetería asombroso. En fin, al cabo de afgun tiempo de ha­de la muj e r, ni ron c ho tn é nos con que el hombre ber h ec ho ~u corte as1duatnente, alr.anza aquel si tenga la e u lpa; sinembargo,necesito de esta peque- tan d.es~a~o, por e J qu e se dan mas de tres ca idas ña reseña para qu e se vea, que cuando la rnuj e r los prtn cl p1antes e n amor; ha ll egado a la cúspide~ por su formncion física tiene ya t oc.los los atractivos ya .no l e queda qué ha cer:. es de rnui rnal -tono se­que arrebatan i enatnoran, carece to da v1'a de la g u1r l os amor< s con una n1ñn que ha soltado e l si; malicia que es necesaria para precaverse de los en- se acabnn Jas de \'ociones en la ig1esia, Jos p aseos por gaños i falsías de lo3 hombres. e l frente d e l balcon i !as 1niradas lánguidas. Cuando Cuando uno de estos pirnpollos se presenta en el la inocente e incsperta muchacha percibe el de$den mundo, el inagotable ejército de los pepitas desple- de su amante; cua~do se p ers uad e de. que ha sido ga sus bandera~, refa~c~ona sus fortificaciones, pre- cngañada,ya n o es tl ernpo,~ l pep1to Ja . tJene anotad a para sus armas 1 munJcJona sus cartucheras para ya en su Lbro de n1 en1onas. i Que hac e r e n tal entr~r ~n batalla .. l\Ias como la m mil suizos a .. us propias ec::pcnsas, obligó a e~tos veces efecto de la desconfianza que la falta de hi- dos señores a cederle por segunda\ PZ ~u conquista, daJcruía en los hombres ha hecho nacer en ellas, intünidú o sedujo a los dcrnas insurjcntes, arrebató per~ q\~e no han afectado en nada su cor~zon. Si nigaglia a Francisc? i\ •I~ría de la ~ov re he_r- Sed JUStos, fcñores hot:lbres de plurna, 1 sgbre to- ; mano del c.nrdcnnl Juhan, 1 el 31 de d1c1embre ae do lójicos, i si verdaderamente teneis las loables in- S 1402, hab1.endo logrado apoderarse de a]guno ba­tenciones de correjir la soeiedad con vuestros escri- rones, les l11zo dar la muerte. Estos eran itellozo tos, dirijíd las críticas a los de vuestro sexo; ens~- Vitelli, seiíor de CiLta-di-Cast .. uo, Olivcrotto de fiadles a respetar la debilidad i la inPsperiencia de ~crn1o, ~?bl? Or ... ini, duque de ~ravina, i 'i ran.; las mujere~, P?rgue elJns han de~~~· las compañe- c1~co de 1 od1. ... El 1:apa, que habla entrad? en el ras de su v1da 1las madres de sus h1JOS m1smo complot, hac1a por su parte prender 1 matar RuPJ.NA. n Roma a otros jefes de la familia Orsini. Unica-mcnte fué perdonado el cardenal de Jos Ur~.inos; a Qésar Borjia. que1n en cambio encerraron en el castillo de San n- ( Conclnsion.) jelo,i no ~alió de alh sino despues de haber firmado la Apenas entró a Italia, en la cotnitiva de Luis capitulaGion de todns las plaz:1s que hacían el patri­XII que reclamaba los derechos de su abuela Va- monio de su casa. Las 1njquidades de César Borjia, lentina de l\'Iilan, el nuevo duque de Valentinois, ~cuando estuvo de nuevo en la ~apital, no tu\·ieron envalentonado con la proteccion de un gran mo- n1cdida; pues, dicen los historiador s de aquella narca, continuó el curso de sus homicidios i usur- época, que, ro leado .de guardias i ue concubinas, pacioncs sobre las grandes fnrnilias romanas. El lo lo.)onlctia todo a sus caprichos. l\1ataban, asesina­tnismo rei de Francia le dió dos mil caballos i seis ban, envenenaban, arrojabnn al rríber a Jos que no tnil infantes para asegurar su triunfo i su fortuna. le gustaban; se confiscaban Jos bienes i Jos rnue­Comen2Ó por la toma de Irnola, de Forli i de Ce- bies de aquellos que él condenaba; Francisco Bar­sena, patrimonio de la familia Riario aliada del jia. su pritno, fue entóuces una de sus víctimas. papa isto IV. No se le escapó ni su cuñado, a f>andolfo Petrucci, Pab]o Baglioni de Perusa, no qujen quitó el 8eñorío de Pe:-;aro; pr.ro con1o se se le escaparon sino por rnedio de Ja fuga con tnu· apoderó al m isn1o ticn1 po ele los bienes de la fa mi- cho~ otros barones. lia Caye~ano, <.lió estos a su hern1ana Lucrecia 'l'antns esaccionts no l1abian saciado ni su atn­con la condicion de q u e enterase ochenta tnil du- bicion ni su codicia. Forn1Ó el proyecto de enve­cado~ en las cajas apostúlicas, lo que equi, .. alia a nenar a cuatro de los cardenales mas ricos en un darlos a Cc·sar Borj ia tn isn1o, pues q ne snc(. bu a fes ti n que les hizo prepn ra r en la viiía -ero Luis i de I esn ro. Los venecianos se armaron al mismo le prohibió que pasase adelante, i tomó a Florencia proteccion de sus armas, Pablo ;Baglioni volvió a i Ja R?mañn baj? su proteccion. Esta decl~racion ~ ~er.usa c.on el. resto de los ~ rsi nos i Jos condes. e­del ~e de F.tranc!n envalentonó a los enerq_Jgo~ de t1ghano 1 Alv1nno. Pero m1entras que los encrn1gos • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • • de César Borjia lo d pojaban fuera d0. l on1n ·. 1 era d n eño del a ti cano i del castillo de ... an Anjelo con doce anil hon1brt'' , i para sostenerse se aprovechaba de las divi~iones que se mauifa~tab an en el cón­clave, n donde la faccion C'"'paiiola, s o~ t q nida por Gonzalo de Córdovo por lo Ur:sinos i los 1 olon­nas, t enia que luchar contra la faccion franc <: sa cuyo candidato era el cardenal d 1\n1boise. Gon­zalo avanzaba por llado de Nápol r, i I_,.,ui ....... JI por el de Ja R otnaiia. é~ar Bo~jia e quilibró la dos fuerza gue lo o licitaban con 1gnal ardor, i se tleci'dio por Lui ~ ""r i [ 1 l card nal d ' 1\n1b oise, esperando cn(.;ontrar en ellos una protecc ion ma po­derosa. r> ~ ro como los rsinos habian r e uni do sus tropas en l.,otna, i la guerra civil pareci a inrninen te, los cardenales i el pueblo obtuvieron de lo s dos partidos que salieran de la capital para d ·jn r mas libertad a Ja eleccion. Este conv nio fué fatal a d' mboise i a Borjia qn e fué abandonado por gran parte de sus tr opns. e el1jió por fin un papa viejo i enfermo que to1nó el notnbre de Bio III. Bor­jla echó de ver que este n nciano no podria vivir 1nucho tiempo: i pre \'iendo la necesidad de una nueva eleccion que le era indispen - able a ... egurar en u no de su partido, ol:>tu ~o un salvo conducto de este papa para entrar a Roma con mil soldados. Atacado en su palacio por Jo. Ur.sino .. , fué ba,tante feliz para refujiarse en el castillo de San Anjclo; i se l1izo allí bnstaute formidable para ser mirado con re.., peto por el mas orgu lioso de sus ene1n igos. Pio III, despues de un pontificado de 26 días, dejó vacante la silla apostólica ; i como la influ e ncia del duque de Valentinois sobre los cardenales es­pañoles de la creacion de l ejandro XI. babia recobrado toda su fuerza, el cardenal de la Rovere, uno de l0s pretendientes al papado, creyó conve­niente reconciliarse con él para alcanzar el objeto de su ambician; i echó mano para eso de las disi­mulaciones mas infames: llevó su perfidia hasta hacer · comprender a César Bo1jia que él era su propio pac.lre, i que durante una ausencia de Ale­jandro XI, cnt6nces cardenal, habia obtenido Jos · favores de Vanozza, i que él, César, había nacido de ese adulterio. Borjia lo creyó, o no lo creyó; mas hizo que lo creía para capta·rse la ami .... tad del futuro papa, quien ]e prometió la dignidad de con­fa ion ero i de jeneral de las tropas de la iglesia. . ll.IT ; . . -- · - ~ - .... - el papa, .. ino por el cardenal, que no qniso qu e ~obre Juli o ll pesase esta nu eva infamia . Borjia se r et iró cntónccs cerca <.l e Gonzalo el iórdova, quien despnes de h abe rl o colma lo de h o nor es, lo trai­c io n ó co tn o los detnas, i lo n vió a E paña, e n donde l r i F rn an<.lo l o hr¿o encerra r en el cas ti­llo d e Icdinn d e l Catnpo. hi permaneció tre s año n 1 cq bo de 1 os c ual t:s con si o· u it> c.scapa rsc : i se r cfujió e n 1506 en Ja corte de Juun d' lbre t, su ~uíi ad o. I.J os hi s toriadores varían so bre la qpoc, de su n1u cr t e; p 'ro e~ proba blc qu e fn ó e l 12 de mal z o el e 1 5 16, e u n n o pe re~ i ó de u n b a 1 n z o fr ~ n te a J Cl1o.~tillo d e '\Tia nn, durante la guerra que Junn el' l b ret, r c i de nvarrn, tuvo que sostener contra 1~ e r na n do l ~a tu 1 i e o ; n1 u e r te qu e fu é m u i g lorio a para s crnejante monstruo, a quien la horca d eberia l1 abe r h cho justicia. o me atrevo a injuriar las bella letras diciendo qu e las cultivaba con esmero, i que prot j ia a los sabios i a lo s po e tas. S u hi~toria particular ha ._i do cscri ta por 'I'omazi, i su r e trato exi. te aun en Florencia . Ln pintura no ha conser­vado jarnas las faccion es de un tnalvado mas con· .... u m n do q u e • ésa r B o 1j in, q u e ha b i a na e i el o, di e en los mora1istas italianos, para l1ac c r a su padre el servicio de ~ e r mas criminal qu e é ], i para e vitar a Jn silla apostó lica la vergüe nza de haber sido ocu .. pada por el hon1 bre tna s perverso de aquel siglo. VJENNf'T. ( 'l'. D.) • Rafael Armero. Vibra de nuevo e n mi sensible Jira J_,a cuerda del dolor; I nuevamente el corazon su pira, 1 el alma se estremece de afliccion. Es, oh mi hermano, mi querido hermano, Que no escucho tu voz, Que ya no estrecho tu sincera mano, Que en vano, en vano te descara yo. Cuando una tarde ]a implacable suerto Con hórr1do furor, Lanzó a la tumba con funesta muerte La esposa de mi amante corazon ; Tú me quedabas, tú, i en tí vein Para consuelo yo, Su imájen i un h crznano; i vino un dia En que tambicn moriste, h e rmano, adios' MARIANO GoNz .iLEZ M ANRIQUE. Esta vez Ja astucia de Julio II fu é superior a la del hijo de Alejando .1. I) pues este fué víctima de los engaños i artificios de aqueL Al principio de su exaltacion, Julio JI aparentó cun1plir su palabra, i confió al duque de Valentinois el cuidado de deft: nder la Rornnña contra los venecianos, que acababan de apoderarse de Faenza, i que amena­zaban las detna~ plazas en donde César Borjia l1abia colocado gobernadores de su confianza; pero apé- • . nas estuvo emb~rcado en Ostia en una de Jas gale- Rlcaurte, o el Parque de San Mateo. ras Cle In iglesia, cuando dos cardenales se le pre- Motivos de_ deJicadeza ~e obJi~a~ a pro~es tnr sentaron exi jiéndolc la entrega de dichas plazas. ( contra la pubhcac1on que, s1n conoc.nniento mio, se Borjia i?digna~o. rehusó en vano la restitu~ion d~ ha hecho _:n la il!lprenta de la Nac1on d.?. e t e dr~­ellas; pues tra1~1onaclo P.Or sus tropas, se v16 obh- ma del ~enor E ... mt.ho Seg_ura~ de Ctt.}~O orlJ~naJ auto­gado a conse!lt1rl0; pero como los gobernadores O'Tafo so1 yo el untco du_cno, 1 que dJ al senor doctor de Cesena, Ostia Forli i Bertinoro r e hu ~ aron en- Lorenzo 1\11. Lléras, D1rector del teatro de Bogotá, tregar estas _ciud~?clas, Julio H . e~ m bio ?e to~o, con el escl~si vo ~bjcto de que se 1: ~rcsentase. ~>a­entró en cap1tulacJones con su pr1s1oncro, 1 lo h1zo ra esto fu 1 autonzad~ cuando rcct bt el manusc11to trasportar al castillo. de Ostia, ~ajo la guar~i~ del que su autor me en v1ó desd~ Panamá como ~ln .re­del cardenal CarvnJal, promet1endole stt l1bertad galo, mas no para que se dtese a ln prensa: 1 bten inmediatamente despues de que dichas plazas fue- 1 se comprende que _ al hacerlo se n1e ha colocado en sen_entregadas; tratado que fu ' cumplido, no por ~ una posicion deltcada, pu e~ que e l srñor Segura • • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. - • • • 6 BIBLIOTI!:CA DE SE~ORITA~. pudiera cree r que yo estoi especuland? co_n su obra. Si a es to se agrega que en la publl cac10 n se han hecho al drama no pocas alteraciones, segun se me ha informado, mi r e~ ponsabilidad para con este amigo es todavía mayor. ' Ignorando dónde se halla al presente el señor Segura, creo de mi deb e r hacer esta protes ta por la prensa para que llegue a su conocimiento, no ere· yendo, por otra parte, que sea in diferente para el pÚ· blico el conocer este 10cid e nte r elacionarlo con uQa produccion lit e raria que tanto h a aplaudido por su mérito i por su argum e nto n acio nal. JO SÉ CAICEDO R. Ya me ausento. puede venir en un mes ni en un ai'i.o 1 aunque sí en medio siglo. D ejo tambi e n ya la pluma, para empuñarla a la vuelta en b e n eficio, si es posible, de la causa de las l etras; porque es aquel asunto que habrá de mere­cerme una media docena d e artículos cuando mé· nos, porque t e n go la oferta ya h ec ha al público i h ab r é de cumplir con elln; porque es materia de mi particu lar predi l ecc i o n, i sobre la cual, por lo mismo, hnllo gusto e n escribir; porque en algo ha· bré de ocupar los muchos ratos de ocio de que hoi dispongo; i en una palabra, porque a fuer de miem· bro de la asociaci o n granadina, t e ngo de cooperar en todo a su engrandecimiento i a su dicha. JUANCHO BLANCO . • Si fuera yo un Próspero Pereira Gamba o un Educacion. Jul io Arboleda; esto es, toJo un po e ta p rop iam e n- Señor Santiago Pérez. te dicho, ya estaría mi barbuda vertiendo armonio· 1 sos i s e nttd os ver., os, con que deleitar los oídos i Permítame U. que lo felicite por la buena eco­conmover el co ra z on d e m is l e ctores; pero ¡ ai de jida que han tenido e ntre los granadino sensatos míl que no s iendo smo un menguado p ro s ista 0 un las sanas ideas qu e U. ha manifestado sobre la pobre escritor. prosaico . si e qu 1ere, te n go por fu e r- et!ucacion de la juventud, en su JH'eciosa carta z a que escnbn est e que llamaré Ya me ausento en publicada en Et Comercio. U. ha probado que l a humilJisima prosa que acostumbro. i Qué re· comprende la mision de un ciudadano a quien m e dw 1 los padre s de familia han encargado de formar el J\le voi, sabe Dios a t!ónde ¡ como tmspillado de entendimiento i el corazon de sus hijos. Un ca­dolor el co?'azon, como en ocasion sol e mne dijo el lejio no está destinado a ser el semillero de secta­Príncipe de las m e m o ri as, a p:1sar unos pocos dias ríos políticos de la bandería en que esté afiliado fuera de este tristís imo convento que llaman capi· su Director, sino una escuela en donde se nutre tal de la R ep ública. la intelijencia con Íos principios de las ciencias, D ejo, pú es,e~ ta trist e ciudad, foco t e rrible de usu· i se inculquen a la juventud lo~ preceptos de la reros, que vivefl del sudor i ele la s :-mgre del hombre moral i las virtudes sociales. U. ha comprendido trab njaclor; porque si veis a e~e que e difica nlcáza- esto perfectamente; i es de esperarse que las res i palacios, a ese otro que esparta nuestros fru- reflexiones que sobre el particular contiene su tos para el estranjero, a los que comprnn i venden carta dirijida al encargado del colejio de la Paz, mercancías, a los que ceban ganados, a los que ua· tengan el ef~cto de modificar el sistema que aquel nan sueldo i pension, a ±a vi u da e¡ u e ji m e, al arte";a. apreciable jóven se proponia seguir en- la ed, u ca­no que llora, todos no son otra cosa que pobres víc- cion de los alumnos de su establecimiento. El ' no timas de la rapacidad del usurero. podrá ménos de convencerse de que jóvenes pro· D ejo esta triste ciudad, c¡ue no tiane mas indus- vistos de un buen caudal de principios científicos, tria que el campo, el ajiotaje i los empleos, entre- i penetrados de la importancia de practicar los gada a sus mi¡;erias, que no me es posible remediar. preceptos de la moral conservadores del órden i Esta triste ciudad, que como tantas veces he dicho · de la buena intelijencia entre los miembros de la no tiene mas importancia que la que le dnn las le~ ~ sóciedad, saldrán de su colejio . dispuestos a ser tras i la política, i que se habrá de destruir sin adua- buenos ciudadanos, que seguirán las ideas polí­na de depósito i sin camino de Honda. ticas cuya práctica tenga por resultado producir Dejo esta triste ciudad, abundante en mendigos el bien para todos, no entregar el poder a una han­de todos traj es, sexos i condiciones, propicia tan dería. sol? a unos pocos que, viviendo de sus rentas, sin U. ha toe!ado en su carta lo que se refiere al cuidado alguno por las cosas públicas, indife rentes cultü· o de la intelijencia i la formacion del cara­a t o~ o lo que no sea dut:lo propio, en una palabra, zon. Pero creo que hai ciertas cosas accesorias a declmando el E g o me i, sin conju ga r mas amo amas aquellas, a que debe atenderse con no menor cuí­que el cuido de sus doblones, pasan esta vida, si dado, porque son las galas que adornan la ciencia no como res de ceba, a lo ménos como míseros au- i las buenas costumbres. Hablo de las maneras tóma!as; máquinas de dij e rir, de andar, hablar i cultas, del porte i del buen trato social. La cien­do. rmlr; ar~atostes, en .fin, que nada valen i que cia i la virtud, !'in la civilidad i cultura de los rilo­para nada Sirven. dales, i sin cierta amenidad en el trato con los de- Dejo e ta trist~ ciu~ad, semejante a un T-unjar mas hombres, carecen de la educcion necesaria gmn~, como ~ec1a _el d1funto Duque. para hacerlas apreciables i formarles partidarios. DeJO est_a tnste ?mdaú, en donde apesar de todo Creo, pues, que, al mismo tiempo que se dén lo ~rnba_ d 1cho, ex1~t_en para mí los encan~os de la a los niños lecciones sobre ]as ciencias, i st; les a~u.stad 1 ?e 1~ faml11a; e~ d?n~e trascurnó alegre instruya en los principios de la moral, se debe ~~ mfa_ncJa, sm pensar m :nqu1era en lo que hoi cuidar con esmero de enseñarles a ser miembros p1enso 1 me atormenta; en donde viviera mi madre ao-radables de la sociedad. i viven todavía ~.1is ~eudos a quienes am? i des~o 0 Están en práctica aún enh·e la~¡~ personas que prospendnd. Dejola 1 la encontraré lo mt~mo, sm se Har:nan jente de buen tono, muchas ~osas que c1ue hayn en ello duda, por wanto au me,JGra no, hl soe1edad •erdaderamenté eulta no admite, ni • • • • • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • - • BIBLIO'fEC.A D.E SE~ORI'rAS . 7 debe admitir. Es, pues, prt>ciso hacerlas de~apa- ~ s~ ~ecu stan sobre el espaldar de la silla en que recer. est· ... entada a conv ' r sa rl e al oído· ni Jos qu e ha­Preguntar acerca de todo s ue 111al tono, prin- blan en voz rnui alta i dejan oír risotadas ruido­ci pa 1 r~enté e na nclo la pregu1~ta va del i t~ r ,rior a 1 sas; ni l~s q u ? acabando tle futnar un g ran ciga­sup erior, o a person a con quten no se ttenen r e- rro, :van llHned1atarnente a bailar un valz j mo- . laciones rnui csttecflas. '"'e pu de preguntar sobre le tara .. u par )ja con e l rnal olor del tabaco; ni el ~stad~ de la alud d e una pe_r~~na, sobre su l~s qu e csc\~pen en ot~?- parte que én su pañuelo; restil enCHl, so ore al gu n acont .le nrucnto notable 111 los que p1d en bran d 1 e n 1 u cYa r de vino cuando que llatna la atenc ion pública, i d c tnas cosas de se les irv ~ n rt.)f resco ; ni mt~cho tnén os los que igual natural e za, c¡uc l os hornbrcs no ti ene n nin- se P-Olp( .. fian n di · puta de cualqui e ra clase en gun inconveniente e n cotnunicarsc l o unos a l os 1nedio d e la concurrencia. o ro~. )ero preguntar sobre lo que se ha ce o se ¿ ué diremo · de e os jóven 0s que v:an a los conversa en una casa que se visita, s ob re l os ne- tetnplos a burlarse dt! los predicadores, dirijir gui-· gocios que uno hace, sobre la intencion con que ñadas a las rnuj e r es, i obstruirles despu c s el paso se pa ... ea po esta o por la otra calle, sobre lo qu e e n la puerta para ultra ja r el pudor ? ~sos, 0 no come o b ebe, sobre las simpatías o antipatías que han recibido ni las n1as sencillas lecciones de bue­esperi menta &. a, &. a es una grandisirna descor- na crianza, o son perdularios incapaces tle apro­tesía, que, por desgracia, e tá admitida cotno tno- vecharlas. neda corri_ente en nuestra socieüad. Son tnuchas El mi smo concepto t enemos de los que se reu­las personas que no tienen el n1enor escrúpulo en· nen en la tiendas cle licofe a beb r aguardiente, pararlo a U. en medio de la calle, i h'lcerle el si- j decir chist {lS groseros; i atto· tantó <.le lo8 que, guiente interrogatorio: ¿ \ 1 ien ti. d e tal casa? clespues de hab r pasado muchas horas en la or­ ¿ De qué le conversó la señora? ¿Quié n e . tabn JL• e n el café , o en la ta berna, .. aleo a rn edi a no­allí? ¿'A dónde va U. ahora? íga tne ¿ a dónde< che por la calles dando gritos uescompas~dos i va? ¿Por que pasa U. tantas veces por esta ca- de p e rlando con sobresalto a los que dormian lle? Cón1o arregló U. tal n g hr io ••••• ? " h! tran quilarnente. ~ señor, aseguro a U. que cuando tengo la de grac ia Hai ciertas co as qu e , usadas una vez, son cor­de tropezar con uno de esos hombres descor e~e~, te ·es, i rep etidas son de~cortes es . Ofrece r el paso que se creen con derecho a p onerlo a uno en con- a una pPtsona es un acto de corte ía; pero in7 fesion, no sé cón1o tengo paciencia para sufridos! si tiren que lo torn e la persona que lo ha rehu­Bueno seria que en los colejios se enseñase a los ... ado, soJarnente es p er mitiJo al dueño de ca ·a niños que, por lo Jeneral, toda pregunta es indis- cuyo hú .sped<_,s no q' i e ren salir de ella ántes que erecta, i que no se deben hacer sino aquellas que éL Luis Xl V iba una vez apa ·ear con el Ji_,lnba ­la necesidad justifica, o las rela ciones de a1nistad j<~dor de lnglat \l'lia. L ~ajaron JUntos lnduzcan en todo con cortes1a; I e e e.1emplo c~sa. Este audaz pasajero baj6 al gabinete de Pul­hará fnas efecto sobre ellos que todas Jas leccio- t · t ... 1 ·b· d · 1 ... l nes escritas. on a quien encon ro so o, escr1 1en o, 1 e pago e D . ( U h . . precio deJ :v,iaje, que se haoia fijado en seis dolares. rspen .. eme.. . que me a~y·a pertn1t1do ngregar · estas reflecciones a las mui juicio as que contie- Flllton permaneció inmóvil largo ti~mpo, c·on-ne su carta; i sír,rase verlas como la espresion del te1nplando el dinero puesto en sus n1anos; i te· buen deseo de pre ·tnrle n1i débil cooperacion en rniendo el pasajero haber cornetido alguna equivo .. la empresa de mejorar la educacion ele la juven- cacion, le preguntO: t No es e.sto Jo que me ha beis tud. UN ÜBSERVADOR. . pedido~ • lrt •* Al oir Fulton esta pregunta, salió tle su n1ed'i- :Fuiano, Zutano, etc. ~ tacion, dirijió sus miradas ácia el interlocutor,¡ , . . . dejó ver u nn 1ógTima roda11clo de sus ojos. · De estos celcberr1mos per~onaJes, tan conocHlos ..., ., coJno Napoleon i Alejand.-o, se sabe mui poco acer- Escusadme, le _contesto con alterada vozt. pen-ca de su patria i jenealojía_. Espondremos Jo que s~a en que es~os.se1s. dolares son el primer salario de ellos d1cen I_os autores~ 1 algo de nuestra propia que han obter11do rnfs largos trabajos sobre la nq:­cosecha. Roclr!g~ Üal'o, en sus !Jias Jeniales opina vegacion por vapGr. Q.uerria, agregó apretanf:lo la q ue Fahula~no 1 "ta~rtano eran d1oses de los Illltr>ha· d 1 · .. . '" ' mano e Ra, aJero • cons(}gTar el recuerdo de este chos enta·e los ]en tales; el uno, que los enseñaba a . ,. 1 u . . hablar, i el. otro, a andar¡ .i de aquí se pudo éleri- mor~ento su ph~l,:lPdoos partir conm1g~ una bo~lla var}.u.ta1zo 1 zutano, es decJr, unos séres de quiene'S de vu1o, pero m1 pobreza no me permite ofrece~os­solo se sabe que hablan i andan. Gonzalo de Ber- Ja. Espero, sin embargo, poder indelnni~aros laJtti­o~ o, en Jns coplas 642 i 7.36 de ~O! miJagros de mera vez que nos encoflU·emo~. uestrR Seftora: usa 18 palabra fulatto splicándo- J ' • tT. D.) • , -PUBLI f T CA LU S - t IGE A~ O • • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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Biblioteca de Señoritas - Año I N. 35

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"Yo, maestra", Sandra Báez y los estudios de las emociones

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Biblioteca de Señoritas - Año I N. 36

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