Serie V Tomo JI .Año IX-N.o 4. 0
ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJERCITO
Director y Editor
FRANG1SG8 J. VERGARA Y VEL.ASGO
General ue IngenielOS
Puede muy bie11 suceder que mustro nspeto á todas las convicciones, venga á parar
m la indiftre?Zcia y u os rlrjc sm C11t'? ¡;fa para defender las nuéstras
ENRIQUE SIENKIEWICZ
• • * Bogotá, Julio 23 de 1904 * * *
®Oficial@
ALOCUCION
DEL i\11• 'ISTRO DE GUEIU\.A AL EJÉRCITO
¡ Generales, Jefes, Oficiales y Soldados!
. En esta fecha, consag-rada por Ja gTatilud na ional á la
conmemoración de las mús puras rr]orias dt·l Ejército Colombiano,
todos mis pensami ·ntos son para Yusotros. PieHso ql!C
sois los herederos :¡ representante: 1egllimus de los ({UC con
su sangre n·encrosa conquistaron nu stra libertad. Pienso que
en vuestros pechos arde también, inextinn·uible, aquel sagrado
fuego que consumía el corazón de nuestros padres. Y pienso,
en fin, que en los sacrificios del porvenir habréis de mostraros
hijos dignos de aquellos cnyos hechos recordamos.
El homenaje de admiración y earii1o que, en dúts como
éste, presentamos ú los Libertadores, no del1e consistir única- ·
mente en ruidosas manifestac.ioncs de contento . La verdadera
fiesta de los héroes es la que celebramos en nuestros corazones,
y el más bello tributo que podemos pagar :-i su memoria
es la imitación de sus virtudes.
Para que conserváramos intacta 1:. (Jhra grandiosa realizada
por ellos, nos legaron lo· Próceres el ·lltísimo ejemplo
de su abnegación y patrio ti, m o. En vano es que aspiremos
á disfrutar tranq· i1a y djgnamenlc la primera, si no nos sentimos
capaces de seguir el segundo. En vano t.:s que admire-
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Boletín Militar de Colombia
\._ g8 _ _;
mos las hazañas y que aplaudamos la victoria de nuestros
mayores, si ante todo no nos entusiasman y seducen su constancia
heroica, su desinterés absoluto}' su fe inquebrantable.
Nunca fue tan oportmo y provechoso como ahora evocar
los recuerdos y meditar las enseñanzas de los grandes
días de nuestra Historia; nunca tan conveniente remontarnos
al punto de partida de nuestra e.· istencia nacional, examinar
atentamente nuestra conducta de ciudadanos libres, y
averiguar por qué la Patria altiva, feliz y respetada de otros
días, se encuentra ahord agonizante y desgarrada.
En guerras fratricidas, en estériles discusiones y en incesante
agitación política, hemos derrochado ~orpemente nuestras
energías y nuestra sangre.
Por eso, cuando el andaz conquistador ha tocado á nuestras
puertas, nos ha encontrado pobres .Y extenuados ante el
mundo. Impunemente nos ha arrebatado la más preciosa joya
de nuestro territorio, ha herido nuestro honor, y, con aplauso
casi universal, nos ha tratado como á horda salvaje!
Tan tremendo castigo nos dice que es tiempo ya de detenernos
en la fatal pendiente y de rectificar nuestros yerros,
antes de que la ruina y la disolución del país sean irremediables
y completas.
La obra de reconstrucción y de reparación se impone. Así
lo comprenden, por fortuna, todos los hnenos hijos de Colombia,
que en ella esh\n resueltos éi cooperar con entusiasmo.
Así Jo comprende también el .Tefe progresista y enérgico que
pronto ha de empuñar las riendas del Gobierno. Jfenos po!illca
y más trabajo, menos teorfas hermosas y más hermosas
prácticas, tal es) en resumen, su programa, y debe ser ('n adeJante
la consigna inviolable de todos loH hombre patriotas.
La Administración c¡uc termina luYo que concretarse,
como casi todas las que le han precedido, c.i defender á mano
armada las Instituciones. lro obstante Jos felices auspicios
con que se inauguró)' sus nobles y honradas intenciones, su
l~bor fue r.aralizada J l1ccha estéril por Jos fJUe, s~n vacilación,
sacnficaron una vez más c1 Pueblo Colombiano á las
pasiones po1íticas.
Feliz el futuro Magistrado si Jos rectos propósitos que
abriga son coronados con ]a patriótica empresa con que sueiía
de devolver mplan los caracteres varoniles. Las naciones
como los hombres, s <'ducan y se fortalecen en la lucha
con la adversidad. Aceptemos In nuéstra como merecida expiación
de Jos pasados e. ·trayfos, y como aviso providencial
de que c1 camino qur l1evamos conduce á seguro desastre.
Recordemos que por ley moral de ineludible cumplimiento,
cada individuo y cada pw·hlo es hijo de sus obras, y dueño,
en tal concepto, de u ~uerte.
¡Generales !J Jefes!
En esta hora solemne de nuestra vida nacional, graves
deberes pesan sobre vosolro. , y grandes y risueñas esperanzas
están vinculados rn vue tro patriotismo. Si queréis colocaros
á la altura de vuestra posición, inspira os en los inmortales
ejemplos de los fundadores de la Patria. No olvidéis que
en vosotros están fijas las mi1 adas de vuestros subalternos, y
que debéis ser padres, más bien que superiores, espejos y modelos,
más que Jefes.
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''- 100 _.)
¡Oficiales y Soldados del EJército/
Vosotros sois el brazo armado del P'ueblo Colombiano,
los centinelas de la paz, Jos guardianes y defensores de la ley.
Si hemos de creer en la cordura del país, nunc!l más correrá
vuestra sangre en criminales guerras fratricidas. Nunca más
esas armas, que empuñáis con honor, han de ser obligadas
á herir las propias carnes de la Patria. Otras empresas más
gloriosas os tiene reservadas el porvenir, en las cuales repetiréis,
sin duda, las hazafias que realizaron nuestros padres.
En nombre del Gobierno y en el mío propio os presento
las felicitaciones á que sois acreedores por vuestra conduela
y virtudes, y en nombre de la Patria hago votos por vuestra
prosperidad y por vuestra gloria.
¡Miembros del EJército!
Pronto dejaré el puesto en que me habéis honrado con
vuestra obediencia y respeto. A Ja vida privada 11evaré el más
grato recuerdo de vo otros, y la íntima satisfacción de haber
cumplido mis deberes en la medida de mis escasas facultades.
Si dejo de ser vuestro Jefe, nunca dejaré de ser vuestro amigo
solícito, como que á todas horas y en cualquier lugar en
que me encuentre, vuestra suerte y la mía han a e hallarse Ji ..
garlas por vínculos indisolubles.
Quiera Dio~ que c11ando Jlegue el día de su justicia inexorable,
brille para vosotros el mismo sol que en Boyacá y en
Ayacucho iluminó las frentes de los Libertadores 1
A. V .ÁSQUBZ Coso
-. -·••<--
DECRETO N liMERO 61 1 DE r go4
(13 DE JULIO)
por el cual se recon:::cen unos grados militares y se confiere un a~censo
El Vicepres/dente de la Repúbü'ca, mcargado dtl Poder Ejecult'vo
DECRETA
Art. r. 0 Rcconócense los siguientes grados militares,
comprobados en debida forma:
AJ Sr. D. Mariano Tanco Ponce, el de General de Brigada,
con ]a antigúedad del!~ de Noviembre de 1902;
Al Sr. D. Eduardo Tanco Poncc, el de Teniente Coronel
efectivo, con la an tigücdad del 9 de Abril de I 902 ; y
Al Sr. D. Santos Rodriguez, el de Teniente efectivo, con
la antigüedad del 3 de Diciembre de 1903.
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'- 101 _;
Art. 2. 0 Asciéndese á Subteniente al Sargento 1.
0 Gregorio
Sánchez, de] Batalldn Calibío.
De los dos primeros reconocimientos dése cuenta al honorable
Senado, para ]os efectos constitucionales.
Comuníquese y publíquese.
Dado en Bogotá, á 13 de Julio de 1 go4.
JOSE MANUEL MARROQUIN
El Ministro de Guerra, ALFREDO V ÁSQUEZ CoBo
DECRETO NUMERO 612 DE 1904
(13 DE JULIO)
por el cual se acepta una renuncia en el Ministerio de Guerra
El Vicepresidente de la RP-públú:a, encargado del Poder Ejecultvo
DECRETA
Artículo único. Acéptase Ja renuncia que hace el Sr. Dr.
Salvador Urihe del puesto de primer Adjunto de la Subsecretaría
de Guerra.
Comuníquese y pub1íquese.
Dado en Bogotá, á 13 de .Julio de rgo4.
JOSE l\1ANUEL MARROQUIN
El Ministro de Guerra, ALFI\EDü V ÁSQUEZ Cono
DECRETO NUl\1ERO 6r3 DE rgo4
(13 DE JULIO)
por el cual se concede una licencia y se dispone quién debe ocupar el puesto
durante ella
El Vicepresidente de la República, mcargado del Poder Ejecutz'vo
DECRETA
Artículo único. Concédese al General Tomás Quintero
licencia por treinta días para separarse del puesto de Gobernador
Militar de la Plaza de Honda, pudiendo dejar encargado
de él á uno de sus subalternos y bajo su responsabilidad.
Comuníquese y pubHquese.
Dado en Bogotá, á 13 de Julio de 1904.
JOSE l\fANUEL _MARROQUIN
El Ministro de Guerra, ALFREDO V ÁSQUEZ Coilo
I~N CO DE l P UCA
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\.._ 102 __)
DECRETO NUMERO 626 DE rgo4
( r4 DE JULIO)
por el cual se declara insubsistente el nombramiento de un Jefe de Cuerpo y se
nombra reemplazo
El Vt'cepresz'denle de la Repúblz'ca, encargado del Poder Ejecutivo
DECRETA
Artículo único. Declárase insubsistente el nombramiento
hecho en el Sr. General Manuel Canal para primer Jefe
. del Batallón Cazadores número 18, acantonado en Pamplona,
y nómbrase para que lo reemplace al Sr. Coronel Belisario
Torres.
Comuníquese y publíquese.
Dado en Bogotá, á r 4 de Julio de 1904.
JOSE MANUEL MARROQUIN
El Ministro de Guerra, ALFREDO V ÁSQUEZ CoBo __ ..,. ... .,.._ __
COMANDANCIA EN JEFE
ORDENES GENERALES
El artículo 9072 de la Orden General del Ejército, correspondiente
al 12 de · .Julio, dice Jo sio·uienle: Por disposición
superior s ~ puhli a á continuación el siguiente telegrama
circular:
República de Colombia-Comandanet'a en Jefe del Ejército.
Circular-Telegrama número 3951-Bogotá, II de Julio
de 19o4.
Comandantes Generales de División y Jefes Militares-Boyacá, Santander, Bo.
lívar, Tolima, Antioquia y Cauca.
Algunos Jefes de Cuerpo, de Estado Mayor y aun Comandantes
Generales, han querido introducir la anomalía de
dirigirse, en asuntos del servicio, directamente al Ministerio
de Guerra; es decir, que tratan por duplicado un mismo
asunto con dos entidades. Como bien comprenderéis, este
procedí mi en f o es su pcrfluo, porque el :Ministerio no despacha
asuntos que le lleguen por vías anormales; es gravoso al Tesoro,
por el gasto inútil de doble telegrama, y es contrario á
la disciplina, porque pretermite el conducto regular que en
todo caso debe ob ervarse.
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'-- 103 __)
Con el propósito de que en lo sucesivo no se repita tal
procedimiento, os ruego hagáis insertar en la Orden General
el presente, junto con la prohibición expresa que dictéis
sobre el particular, para que se conozca y cumpla. por los Jefes
Militares del Ejército que de vos dependen.
Os aviso, además, que la Dirección General de Telég-rafos
ha ordenado á los empleados del ramo que no transmitan
telegramas que se hallen en el caso de que os hablo.
Por el Comandante en Jefe, el General Jefe encargado,
DANIEL E. PARDO c.
El articulo rgo4 de la Orden General del r4 de Julio
dice:
Artículo r. 0 Declárase insubsistente el nombramiento
hecho por Decreto número 232, de fecha r. 0 del mes pasado,
en el Subteniente Juan Quintero, para el Batalldn Girardot
de la División Palonegro, por no haberse presentado oportunamente
á tomar posesión del puesto; y nómbrase en su lugar
al Teniente Guillermo Tobar, á quien se llama al servicio
activo y_ se destina como Subteniente.
Artículo 2. 0 A petición de los Jefes del Batalldn Caliblo
de la División Cundinamarca, apoyada por los Jefes superiores
respectivos, en oficio número 4 r 79, de fecha 2 del presente,
declárase en u o de licencia indefinidn, por mala conducta,
al Subteniente Jorg·e TorrcR, perteneciente á la 4.a Compañía
del mismo I3ata1lón.
Artículo 3. 0 Llárnasc al servicio activo al Teniente Rafael
Ramírcz, y dcstínascle <~la vacante que de tal empleo existe
en el Batal/dn 1/olguln de la DiYisión Cauca.
Artículo 4. 0 A petición del Jefe del Batalldn Cdrdoba
de ]a División Tolt'ma, hecha en tele~rama nümero 65 del
9 del presente, y apoyada por el Uobernador Militar de
Honda, en telegrama número r 9 de ]a misma fecha, declárase
en uso de licencia indefinida, por mal comportamiento, á
los siguientes Oficiales pertenecicn tes al Batallón expresado :
Teniente J ulián Brand.
Subtenientes Ambrosio Talero, Luis Enrique Huss,
Tránsito Santamaría.
Nómbrase para remplazarlos, en su orden, al Capitán
Darío Luque, destinado como Teniente, y á los Subtenientes
Joaquín Ruiz, Gabriel Arango C., Vicente Arturo Galindo
y Samuel Nieto, á quienes se llama a] servicio activo.
Dése cuenta al Ministerio de Guerra y comuníqueseles.
Por el Comandante en Jefe, el General Jefe encargado,
DANIEL E, PAaoo c.
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'- 104 ..J
El artículo 9086 de la Orden General del r 6 de Julio
dice:
La gualnición de Ocaña será suministrada en adelante
por el Batalldn Cazadores, acantonado en Pamplona, y no
por el Tiradores, como se dispuso por Decretos números 205
y 2 r 3 de esta Comandancia en Jefe.
Queda en estos términos reformada la parte pertinente
de los Decretos citados.
Dése cuenta al :Ministerio de Guerra y publíquese en la
Orden General del Ejército.
Por el Comanda~te en Jefe, el General Jefe encargado,
DANIEL E. PARDO c.
La Orden General del Ejército correspondiente al 19 de
Julio, 9097 : Por disposjción superior cleclárase nulo y sin
ningún efecto el Decreto número 6r4, de 13 del presente, publicado
en el artículo 9092 de la Orden General del Ejército
para el día r6 del corriente.
Artículo 9098. Por di" posición del Mini:5terio de Guerra,
el Sr. Ge,neral Arsenio Zamudio, nombrado Inspector de la ·
Divzston Boyacd, continuará con el mismo carácter en comisión
por tr inta díns mt1s, no obstante la eliminación decretada
con fecha G del ac.Lual, de la División expresada.
LJáma. al servicio activo al Capitán Lms Alberto Rojas,
y destínasclc ti la .Jefatura ::\Iilitar d, Bo. 'acá, en el puesto
que designe el Gc•wnll J fe Militar re. pectivo .
. Dése cuenta al l\1 ini~ terio de Guerra y comunfqucse.
Por el Comandante en Jefe, el General ncargado,
D .. L.IEL E. PARDO c.
Editorial
INFORl\1E
DEL MINISTRO DE GUERRA AL CONGRESO DE I 904
(Continúa)
EJ Con~reso extraordinario reunido en r 903 trató con
insistencia derel)ajar el efecliYo del Ejército. Repetidas veces
me opuse á esa medida, y manifesté al Honorable Senado Ja
necesidad que existía de mantener un pie de fuerza respetable,
que permitiera atender al mantenimiento de] orden, no
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bien consolidado todavía, y á la integridad nacional, amenazada
por el Gobierno americano, según se colegía del lenguaje
oficial de su Ministro, con pretexto del Tratado celebrado
por los Represen tan tes de Colombia en vV áshington. Permitidme,
honorables Senadores y Representantes, que trate ex ..
tensamente de los asuntos que se relacionan con este último
punto, porque deseo, como ya os dije, que apreciéis imparcialmente
mi conducta y sepáis cómo cump1í con mi deber.
Siempre creí como el que más que el Istmo de Panamá
era la presa codiciada de los Estados U nidos, y por esta
razón me preocupé de restablecer la Comandancia en Jefe
del Ejército del Atlántico, buscando un Jefe de dotes especiales
apropiadas para imponerse á nacionales y extranjeros,
hacer respetar nuestros derechos y defenderlos con
energía, llegado el caso.
Me remonto en mi relación al mes de Julio de 1903,
cuatro meses antes de los graves acontecimientos de Panamá.
Todas mis citas podéis verificarlas en el Archivo de este Ministerio,
y todas las personas que nombro están vivas para
ratificar ó desmentir mis aserciones.
En dicho mes de Julio fui Jlamado al Ministerio de Relaciones
Exteriores, en cuyo Despacho encontré al Sr. Dr.
Luis Carlos H.ico. Allí se me mostró un telegrama del Sr.
Herrán, nuestro Representan te en \V áshin~'ton, en que anunciaba
que si el Tratado del Canal no era aprobado, vendría
una guerra de separación en el Istmo. 1\-fi opinión categórica
fue que la situación era muy 0 Tav , y que había necesidad
urgente de buscar los recursos necesarios para el envío de
tropas, y me ofrecí cspont~neamente á ir á ocupar el puesto
del pehgro. El Sr. :Ministro de Relaciones Exteriores manifestóme
que aunqne estaba de acuerdo en cuanto á la grave-
. dad del asunto, el artículo 35 del Tratado de 46 obligaba á
los Estados Unidos á g·arantizar la soberanía de Colombia
en el Istmo, y se hallaron razones para juzgnr inconveniente
mi separación del 1\-Iinisterio.
El Excmo. Sr. Vicepresidente de la República se hallaba
á la sazón ausente de la capital por enfermedad, de modo
que, sin consultarlo é interpretando sus vehementes deseos
por el bien del país, me dirigí al Sr. General D. Ernesto Barrero,
á Popayán, ofreciéndole el mando de nuestras fuerzas
en Panamá. Me dirig·í <Í él por el conocimiento que t.engo de
sus dotes de militar pundonoroso, honrado, conocedor del
terreno y bien apreciado en Panamá; creí, pues, que era el
llamado á servir de lazo de unión entre ese Departamento y
el resto de la República, y que en sus manos estarían segu ..
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ros el honor y la integridad. Por desgracia, el General Bo
rrero se excusó en e) telegrama siguiente:
'' Repúbli~a de Colombia-Telégrafos Nacionales-Urgente
Popayán, 12 de Agosto de 1903
General Vásquez Cobo
Acabo de recibir telegrama de 2 I DE JuLIO. Enfermedad
señora impídeme aceptar nombramiento honroso puesto Panamá.
Siéntolo. Agradezco inmensamente. Amigo,
ERNESTO BoRRERO"
Como se ve en este despacho, transcurrieron veintidós
días entre mi telegrama al General Borrero y su contestación.
El mal servicio telegráfico tuvo lo culpa de eso; pero se
comprende mi angustia y mi deseo de enviar al Istmo un
Jefe prestigioso, por el siguiente otro telegrama:
"República de Colombia-1'elégrajas JVaciona!es-Número
IQ6s-Urgent/simo-Cali, 6 DE AGOSTO de 1903
Ministro de Guerra
Recibidos telegmmas fechas 3 y 5 del presente, y en
contestación á cJios manifiéstole que 'hoy me he dirigido al
General Borrero, á Popayán, interesándolo en la marcha á
Panamá: lo mismo he hecho con el Genernl Palacios.
Caso de que ninguno de los dos nombrados convenga
en ponerse en marcha, y de que el asunto en Panamá sea de
mucha gravedad que requiera mi presencia en ese Departalamento,
me pondr(en marcha, pero únicamente por el tiempo
necesario para restablecer normalidad.
Mi separación de ésta implica mi ruina total.
Servidor, LuciO V E LAsco"
Cuando me dirigía á los Generales Borrero y Palacios,
suplicándoles aceptaran el puesto que les ofrecfa, tuve conocimiento
de los sucesos de] 26 de Julio, que paso á relatar:
El General José V ásquez Cobo fue nombrado Jefe de la
Flotilla del Pacífico por el General Víctor M. Salazar, Jefe
Civil y Militar de Panamá, en Diciembre de 1902. De modo
que cuando entré yo al Ministerio en Febrero de I 903, ejercla
aquel Jefe sus funciones con aplauso J á satisfacción de
todos. Más tarde, con motivo de artículos de feriódico ofensivos
para los militares, no contra el Genera de quien me
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ocupo, suscitóse un motín en una imprenta de la ciudad de
Panamá. Amedrentado por tan poca cosa el Sr. Facundo
:Mutis, Gobernador entonces del Departamento, por su cuenta
y riesgo, sin contar con nadie, pidió el auxilio de fuerzas
americanas, y solicitó por cable el envío de buques de guerra
al Gobierno extranjero, diz que para garantizar el orden en
la linea del Ferrocarril y restablecerlo en la ciudad. El General
Vásquez Cobo logró imponerse y dominar la situación
con una escolta del Batallón Colombia; dispersó los amotinados
del arrabal de la ciudad, y no tuvo ambage en comunicar
á los Cónsules allí residentes que Colombia era soberana
en el Istmo, y que en tal virtud él no permitiría que desembarcaran
fuerzas americanas. Vióse precisado, además,
á asumir el mando, porque el Sr. Mutis Durán, cuyos procedimientos
posteriores son muy conocidos, hoy es Magistrado
de la Corte Suprema, se escondió en casa de un americano,
Jefe del Ferrocarril Interocéanico, autorizando con su
fuga la anarquía y las pretensiones de los yanquis. La entereza
de ánimo demostrada en aque1Ja ocasión por el General
Vásquez Cobo hubiera dado golpe mortal á las revoluciones
en el Istmo y anonadado el separatismo, si desgraciadamente
no hubiera restablecido en la Gobernación al Sr. Mutis, por
influencia de per-sonas de alta posición, entre otras el Sr. Obispo,
quienes aseguraban que no se trataba de desconocer á Colombia.
El General V ásquez Cobo fue llamado á esta capital á
responder en jni io d' las acusaciones que le hadan el Sr.
1\-Iutis y su Secretario de Hacienda, Julio Guerra, ambos hoy
hijos predilecto. de la nueva pretendida República. La Comandancia
en Jefe no halló el motiv .rara seguir el Consejo
de Guerra que yo, como l\Ii nistro, ordené, y los hechos se encargaron
á poc de justificar la conducta del Jefe á quien, no
por ser mi hermano, he de negarme á defender.
Como lo demuestra el telegrama del General Dorrero,
desde muchos días antes de estos acontecimientos había pensado
yo en mandar al Istmo un Jefe superior de excepcionales
dotes, que fuera por todos acatado, y que si acaso no lograba
salvar para Colombia aquella codiciada región, salvara
por lo menos el honor nacional.
Dirigíme de nuevo al General Lucio Velasco, encareciéndole
aceptara el mando de las fuerzas de Panamá y Flotilla
de ambos mares) con facultades amplias para reorganizar
el Ejército y dictar medidas que creyera necesarias. Desgraciadamente
el General Velasco rehusó una vez más el nombramiento
del Gobierno, como se ve por los siguientes tele~
ramas;
,
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''Comandancia en Jefe del EJército-Número I50J-Urgentlsimo-
Cali, 16 de Agosto de 1903
Ministro de Guerra
Recibido telegrama urgentlsimo de fecha 12, en que se
sirve comunicarme que por Decreto he sido nombr'ado Jefe
Militar de Panamá y Flotilla Pacífico. Por conducto de S. S.
doy las gracias al supremo Gobierno por los honrosos cargos
que me ha conferido, pero en esta ocasión SIENTO positivamente
no aceptar, porque no tengo á quién dejar encargado
de mis intereses, que en las largas ausencias han desaparecido
casi completamente por diferentes cansas, y muy particularte
por la criminal indolencia de algunas autoridades.
Hago notar á S. S. que en veinte (20) años de servicio
activo, es la primera vez que me excuso de marchar al lugar
que se me asigna.
Afectísimo amigo,
El General, LuciO V E LASCO"
"República de Colomb1á - Telégrafos Nadonales-Comandancia
en Jeje-1'-lúmero 1.]66-Cali, 27 de A,qosto de1903
Ministro de Guerra
En telegrama 1502, de fe cha r6 del que cursa, urgentísimo,
contesté á S. S. excu ándome de ir tí Pan amé\. Espero que
S. S. habrá recibido tal documento. Hefiérome al telr.grama de
dicha fecha. Afectísimo,
LuciO V ELAsco ,,
Difícil por demás es la situación de un :Ministro cuando
los mejores Jefes rehusan, con razón ó sin ella, aceptar el
puesto que se les señala en un momento de peligro. Por eso,
cansado de rogar, me diricrí al Excmo. Sr. Marroquín ofreciéndome
para ir á Panamá, era esto Jo más que podía hacer
en cumplimiento del deber. Pedía para mí el sacrificio; pero
no se permitió mi viaje hasta qtu' . e viera si otros Jefes aceptaban
la delicada misión. Mandé llamar entonces al General
Jesús García, {t quien no conocía personalmente, pero de
quien tenía los mejores informes. Su alta graduación de General
en Jefe, y su bien sentada reputación de militar pundonoroso,
fueron bastante para que en mi Despacho le ofreciera
el mando del Ejército de la Costa) con amplias facultades,
con el dinero y los Batallones que creyera necesarios. Tampoco
el General García quiso aceptar el cargo, no obstante
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que en diferentes ocasiones le rogué con encarecimiento que
no se excusara de prestar al Gobierno ese importantísimo y
oportuno servicio. Todo fue en vano) y mientras tanto se
supo que el Tratado con el Gobierno americano para )a apertura
del Cana], sería negado irremisiblemente por el honorable
Senado.
( Continúa)
~·Doctrinal ~
INSTRUCCIÓN DE LA INFANTERIA
PROYECTO DE REGLAMENTO
PARA LOS EJERCICIOS Y MANIOBRAS DE LOS CUERPOS DE INFANTERÍA, PRE'
SENTADO AL MINISTERIO DE GUERRA POR EL GENERAL DE DlVISION ANTONIO
LAVERDE R.
(Continúa)
Alineaciones
189. Las alineaciones se tomarán paralela ú oblicuamente,
á la derecha, izquierda ó centro.
Para que los reclutas comprendan mejor los principios y el
mecanismo de las alineaciones , se hará que Jo ejecuten individualmente
Con este objeto. estando los soldado, en una fila y en su )u.
gar descanso, el Jefe dispondrá que el Sargento y el primer hombre
se poñgan firmes y den tres pasos al frente. Después de es.
tablecerlos, mandará firmes al siguiente soldado, y le dará la voz :
Por la derecha, aline-AR (s;.: ).
A esta voz el soldado designado marchará al frente tres
p ~\sos, y hará alto cuando diste unos quince centímetros cie la
línea, para lo cual acortará el último paso; en seguida ,·olverá
h cabeza y la vista á la derecha, y sucesivamente y sin precipi- .
tarse se establecerá en dicha línea, por medio de pasos muy cortos,
hasta que toque ligeramente con su codo el hombre por quien
se ha de alinear, y conozca que sus homb os, que deben estar
cuadrados hacia el frente, se hallan en la misma dirección de los
de aquél. (El soldado estará bien alineado cuando con el ojo izquierdo
vea el pecho de todos los soldados, y cerrando este ojo,
vea con el derecho el pecho del tercer soldado).
Establecido y alineado este soldado, se pondrá firmes al siguiente
y se le dará la misma voz, quien practicará cuanto queda
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dicho para el anterior, y por el mismo método se alinearán los
demás.
Alineado el último soldado, el jefe- de la Sección mandará:
Vzsla al-FRKN (le)
Los soldados volverán la cabeza y la vista al frente.
190. Cuando los soldados sepan alinearse individualmente,
lo verificará toda la fila á Id vez, para lo cual, después de colocar,
como está dicho, dos hombres que sirvan de base, al Jefe de la
Sección mandará:
Por la derecha ah'ne-AR (se)
A esta voz, toda la fila marchará á quedar á quince centímetros
de la nueva línea, y cada soldado se colocará en ella en la
misma forma que cuando son llamados sucesivamente.
El Jefe de la Sección, colocado hacia el lado de la alinea.
ción, á dos pasos fuera del flanco y con los hombros en una dirección
perpendicular á la fila, verificará la alineación, haciendo
avanzar ó retroceder á los soldados que estén á vanguardia ó á
retaguardia de la línea.
Cuando el jefe de la Sección vea que toda la fila se halla
alineada, dará la voz de :
Vz'sta al-FRRN (te)
19 I. Las alineaciones por la izquierda ó centro se ejecutarán
bajo los mismos principios, pero haciendo preceder la voz de
aliruarse, de la indicación Por la z'r¿quierdrt ó cettl1·o.
192. Las mismas voces se darán para rectificar una alineación,
esto es, cuando la alineación deba efectuarse sobre la misma
línea ocupada por la Sección.
193· De una manera análoga se ejecutarán las alineaciones
oblicuas y á retaguardia. En este último caso se colocará antes
la Sección, con paso atrás, á retaguardia de la nueva línea.
Cuando la Sección esté en dos filas, los soldados de la segunJa
fila pondrán la vista del lado de la alineación, como los de la primera,
y cada hombre cubrirá á su jefe de hilera.
- 194. En las alineaciones, como en todos Jos movimientos con
el arma descansada, los hombres llevarán los rifles como se ha
dicho en el número 63.
Es esencial que se ejercite á la Sección en alinearse lo más
rápidamente posible.
Pasar de una fila á dos, y recíprocamente
195. Estando la Sección en una fila y numerada :
A jormar en dos filas-MAR (chen)
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'- 111 -'
A la voz preventiva , que será un poco larga con el objeto
de que la tropa se entere del movimiento y ejecute, al terminar
esta voz, la parte preparatoria de él, toda la fila, á excepción del
Sargento y del primer hombre de la der~cha, que no se moverán,
girará á la derecha, los números pares se colocarán á la derecha
de los impares, menos el primer número par, que se colocará detrás
del número uno.
A la voz de marchen, las hileras se pondrán en marcha, es.
trecharán los intervalos, darán frt'nte y se alinearán. Cada hilera
llevará la vista al frente, una vez que esté alineada y haya hecho
lo mismo la que precede del lado de la alineación. Esta regla se
observará en todas las alineaciones individuales.
tg6. Estando la Sección en dos filas, el Jefe de la sección
de~ignará la hilera que quiera sirva de base al movimiento, y
mandará: •
A formar m una fila-MAR(chen)
A la voz preventiva, que será un poco larga, la hilera de
base permanecerá firme ; las otras hileras girarán á derecha é
izquierda.
A la voz de marchen, las hileras que giraron se pondrán en marcha
sobre la prolongación de la primera fila, cada hilera hará alto
á un paso de la que precede del lado de la base y dará frente;
los soldados de la segunda fila se colocarán á la izquierda de su
Jefe de hileras, en la mitad del intervalo. Todos los soldados se
linearán por el hombre de base, y sucesivamente pondrán la vista
al frente.
A.brz'r y urrar filas
197 . Abrir filas (ó á la11los pasos abrir filas)-M AR (clun)
A la voz de marchen, la primera fila avanzará al frente tres pasos
ólos que se designen en la voz de m ando, y permanecerá firme.
Para cerrar las filas
Cerrar filas-MAR (chm)
La segunda fila y la exterior marcharán de frente á ocupar su
colocación normal. Si conviniere cerrar las filas sobre la segun.
da, se mandar.í paso atrás á la primera .
~!arenar en línea
198. La direcci6n de la Sección marchando en línea será
asegurada por la hilera de base, habitualmente la del centro ( 1.•
de la 2: escuadra en la secci6n de dos escuadras), esta hilera
marchará exactamente sobre las huellas del jefe de la sección y
á cuatro pasos de él. Cuando el jefe de la sección se vea obligado
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'- 112 _;
~separarse momentánea mente del puesto que ocupa delante de su
tropa, anunciará en alta voz: guía al antro (det·echa ó z"zr¡uierda)
al mismo tiempo que indica el puntí• de dirección. A esta voz,
el sargento se colocará rá¡Jidamentc delante de la hilera que
debe servir de base.
Cada soldado conservará la alineación así como el intervalo
que lo separa de su inmediato del lado de la dirección ; cederá
á la presión que venga de este costado y resistirá á la que venga
del costado opuesto; tomará insensiblemente la alineación 6 el
intervalo cuando los pierda, y mantendní siempre la cabeza derecha
y los ojos fijos en el Jefe de la Sección.
La fila exterior marchará á un paso de la segunda fila y
supervigilará la marcha.
• Sección-AL (lo)
199. A esta voz suspender la marcha como en la instrucción
individual ; ningún soldado se moverá aun cuando haya perdido
la alineación ó el intervalo ; para recobrar su puesto esperará
á que se dé la voz de alz'nearse ó se le ponga m su lugar des.
canso.
Marclzar dz'agonalmmte
200. Estando la Sección marchando en línea :
Dz'agonal á la derecha (i'lquio·da)-MAR (chm)
A la voz nlflt·chm, que se dará en t:l momer to en que el pie
derecho (izquierdo) toca el suelo, anwzar y colocar á su distan.
cia el pie izquierdo (derecho), hacer medio á la derecha (izquierda),
y llevar el pie derecho (izquierdo) en la nue,·a dirección. Cada
soldado marchará rectamente al frente C]Ue ahora tiene, dando de
tiempo en tiempo una mirada á .u inmediato de la derech·\ (izquierda)
y regulando ~u paso de modo que suc; hombros estén
colocados paralelamente á los de este último, y que su cabeza
oculte la· de los otros hombr0s de la fila. Todos los soldados con.
servarán la misma longitud del paso y la misma inclinación dia.
gonal.
La dirección primitiva se recobrará con las voces :
Diagonal á la izquierda ( derecha)-MAR (chen).
A la voz de m:1.1·chm, que se dará en el momento en que el
pie izquierdo (derecho) toca el suelo, avanzar y colocar á su
distancia el pie derecho (izquierdo), hacer medio á la i~quierda
(derecha) y n.archar en seguida rectamente al frente.
( Coniz'nlta)
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'- 113 ,.......1
IMPORTANCIA DEL. ESTADO MAYOR
GENERAE .
El Estaclo Mayor General es el gra1: cmtrf1 de·
acciótt en dond<.> se comunican y en donde 5e imprimen
todos los movimientos generales y particulares
del Ejército . . ... Los Estados Mayores
<.livisionarios y de Columna son ramijicacit»ti.t
ú Oficinas depenJientes del Estado Mayor General."
Alemania y Francia. Despertóse Moltke, y_
~in sorpn·n ,Jerse ni inmntan;f-, se contentó con señalar al
A.ruclantt• su {'scriturio, diciéndole:
"-Abrid el cajón número tal, y entregad al Rey esos
pliegos" ........ y sigui(> tranquilamente su sueño.
8
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"- 114 _)
· ¡ Tal era la confianza y seguridad en sus planes de pre.
paración para la guerra 1
Esto eran los pliegos en los cuales se encontraba todo,
absolutamente todo, previsto:
"A cada División se le dio el cuadro de marchas y se le
señaló el punto de partida y el día y hora de salir; la duración
del viaje, las estaciones destinadas á descansar y el lugar
de llegada. En el territorio de concentración, los acantonamientos
estaban dispuestos por Cuerpos de Ejército y Divi..
siones, y para que nada faltara, se habían establecido almacenes.
Así es que, cuando se declaró la guerra, necesitóse solamente
la firma real para poner en movimiento todo el aparato
ofensivo, con la mayor precisión. No se hubo de cambiar
nada de las instrucciones que primeramente se dieron, y
bastó ejecutar los planes preconcebidos y preparados." -(Moltke-
La guerra francoalemana de 1870-7 1).
Inútil nos parece agregar que, una semana después,
goo,ooo prusianos repartidos en tres Ejércitos, atravesaban el
Rhin é invadían el territorio francés.
· Otro ejemplo reciente de lo que es un Estado Mayor General
bien organizado, nos lo presenta la guerra actual entre Rusia
y Japón. Debido al Estado Mayor General japonés, el Ejército
pudo movilizarse en el acto, al stalJar la guerra; y cinco
días después desembarcaba el primer Ejército en Chemulpo,
en seO'uida de la victoria na al de ese nombre. Este desembarco
con tituye por su rapidez y orden, "el espectáculo más
admirabl que r gistran los anale militares del mundo," al
decir d 1 Corr pon al militar del lVew York 1/erald, que lo
pre enció, y agrega :
"¡Qué organización más admirable! A pesar de los millares
de hombr s IJegado al Jurar del de embarco, no ha
habido necesidad de pedir una sola ración, ni de exigir la
prestación del mós pequeño atvilio <1 las autoridade indígenas
del lugar. Sólo con una or r·anizarión maravillosa se
comprende que hayan podido de:cmharcar Jos japonese en
una semana 1 oo,ooo toneladas de prrlrr.chos de boca y guerra,
y má.s de 3~,ooo hom~~rcs .. Todo. e:<' ~·ig-antc~co trabajo
se ha reahzado sm conjuswn, sm nudo, s1n l mas pequeño
accidente ........ Es una operación de gtwiTa sorpn"'ndente, que
~e le debe y pone muy en alto a] Estado Mayor japonés.''
Tan previsores é ilustradoH son los. Oficiales miembros
de ese Estado 1\Iayor-y c.·to )'U Jo dijo este scmanarjo,que
dos meses antes de estallar la guerra, el Coronel japon~
s O ka en. un intervieTw con algunos rep.ór,tcrs de periódicos
amen canos en 1 · ew York, pronostico, con toda
precisión, qué día estallaría la guerra, dónde tendría lugar el
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\....;. · r •s .J
primer combate naval, lo que les sucedería á los rusos, la
toma de Dalny, el sitio de Puerto Arturo, la batalla de Y aJo,
y otros acontecimientos de la campaña, no menos importantes;
todos los cuales se han cumplido de acuerdo con las pr•
dicciones del "militar amarillo." _
Esto confirma las doctrinas proclamadas por esta misma
Revista, y lo que ya dijimos:
Que el estudio, el trabajo metddico y la previsidn de un
Estado Mayor, suplen al genio.
Fijándonos en la organización militar europea, hallamos
en ese organismo tres grandes funciones, que son: la de mando,
la técnica y la administrativa.
El Comandante en Jefe de los Ejércitos es e] Emperador_,
Rey ó Presidente (según el país), cargo que confía, para que
lo ejerza á su nombre, al !vlinistro de Guerra, qmen tiene
como auxiliar al Jefe de Estado Mayor General, en todo Jo
concerniente á la parte técnica de organización y preparacidn
del E.Jércl·lo para la guerra. Esta es la principal misión
del Estado Mayor General. •
El General Von Schellendorff, distinguido Jefe del Gran
Estado Mayor prusiano, escribe: "El comando efectivo de
· las tropas no entra en las atribuciones inmediatas del Estado
Mayor."
En la parle administrativa el Ministro está secundado
por el Subsecretario de Guerra y por el Jefe del Comisariato, ó
Intendente militar.
El mando, dirección y gobierno todo del Ejército, está
reservado exclusivamente al Ministro de Guerra, desde luego
que es el responsable ante el Congreso ó Parlamento. No hag
otro Comandante en Jefe.
Si, en ca ·o de guerra, el Soberano asume el mando personal
y directo de los Ejércitos, el Ministro Jo acompaña, y
quedan á cargo de él las funciones administrativas.
Para la repartición de Jos diferentes trabajos, el Estado
Mayor está dividido en Secciones ó Direcciones, y estas sub-
• En algunas naciones se denomina C1an Estado llfa;'oY Cuma! del Ej&dto,
y en otra!; Estado 11/ayor Cmtral, nombre que juzgamos más convenirnte
se dé al nuéstro, para no confundirlo con el Estado Mayor General de los Cuerpos
de Ejército, cuando se formen varios. El nombre rimbombante y desacertado
de Estado Mayor Cmtrallsimo, ha sido abolido aun en Inglaterra,
donde tal denominación 6 título es considerado como de mal ngiitro, fatídico.
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'- 116 _;
divididos en negociados. El nombre de mesas no existe sino
en Colombia.
· :Tal .-.s, á grandes rasgos, la organización militar de los
Estados Mayores de todas Jas potencias europeas, inclusive
la de nuestra madre España.
· En Colombia, la Constitución vigente y el Código Militar,
nos prescriben algo análogo. Dice el artículo 120 de la
Constitución:
"Corresponde al Presidente de la Reptíblica, como Su-prema
Autoridad Administrativa ..................... .
g. 0 Dirigir, cuando lo estime conveniente, las operaciones
de la guerra como Jefe de los Ejércitos de la República
........ "
Y el Código citado, en el artículo 42, especifica:
"El Presidente tiene, como Jefe Supremo de los Ejércitos,
el mando superior de ellos, y dirige las operaciones de la
guerra.," y agrega: "Cuando lo hace personalmente y fuera
de la capital, sólo ejerce el Poder Ejecutivo en el Ramo de
guerra, con el Mmistro de ese Despacho."
De suerte que, según nuestras Leyes, el Presidente de la
República es el Comandante en Jefe titular de los Ejércitos,
cuyo cargo ejerce á su nombre el Ministro de Guerra, quien
viene á ser, por lo mismo, el Jefe efectivo de dichos Ejércitos.
Hasta aquí, muy bien. Esto está de acuerdo con la organiza,
ción europea que acabamos de indicar. Pero en seguida el
mismo Código Militar habla de otro Comandante en Jefe de
los Ejércitos, cosa incompatible con las modernas leyes de
organización y hasta con el buen sentid0 práctico.
Porque, en efecto, ó es el Ministro el Jefe del Ejército y
lo comanda, ó quien esto hace es el General Comandante en
Jefe. En ambo casos, uno de los dos está de más, El cuerpo
humano no tiene sino una cabeza.
Tal anomalía debe corregirse su.rrimiendo Ja titulada
Comandancia en Jefe. Entonces el Mmistro despacharía los
asuntos de guerra auxiliado por el J ·fe de Estado Mayor General.
Así se simplificaría más el mecanismo del Ejército, ha~
iéndo lo menos largo y complicarlo; se ahorraría tiempo y
dinero, desde luego que habría un conducto menos; y se evitarían
ciertas contrariedades, malas intf'ligencias é irrevocables
renuncias qne jamás dejan de ocurrir donde hay dualidad
de mando. Ejemplo práctico: Kuropatkine y Alcxeieff.
Es claro que cada cuerpo de Ejército ó Ejército en campaña
debe tener su Comandante en Jefe.
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~'- 117-'
La supresión mencionarla es una de las necesarias y urge_
n:tes reformas que de~en introducirse en nuestro organis~&
militar; reforma ya reahzada por nuestras hermanas Repúblicas
Chile, Argentina, Brasil y Perú.
En los Estados U nidos, por ley del Congreso, también se
acaba de eliminar la Comandancia en Jefe del Ejército. Este
destino lo desempeñaba á sazón el General Nelson A. Miles.
El Ejército colombiano ha tenido muy veteranos é ilus-·
tres Comandan tes en Jefe. Citaremos entre ellos, y para no
hablar sino del Gobierno conservador de 1886 en adelante,
á los Generales Ponce, Quintero, Valderrama, Pinzón, V élez
Marceliano, Urdaneta, Tobar y otros. Pues bien: todos ellos
se convencieron -nos atrevemos á afirmarlo-de que no debe
haber sino una cabeza que mande. Esta cabeza necesariamente
tiene que ser el Ministro, como inmediato Agente del'
Presidente, y responsable ante el Congreso.
Todos vimos cómo en la última guerra (18gg-rgo2) el
Ministro daba sus órdenes por telégrafo y verbales, directa-·
mente á los diferentes Jefes de Cuerpo de Ejército en campaña,
prescindiendo en ah oluto de todo conducto regufar.
Mientras tanto el Comandante en Jefe de los Ejércitos, residente
en la capital, tenía tanta autoridad sobre dichos Cuerpos,
como la que tiene el Papa sobre la Iglesia griega.
Pero el Ministro necesita de un colaborador, de un Adjunto-
digámoslo así,-para cumplir bien la misión que e]l
Presidente de la Rrpúlilica le confía. Ese colabor2dor, ese
Adjunto, es el Jefe de Estado :Mayor General del Ejército.
Así se explica, dice un publici la italiano, que "mientras
el :Ministro se entrega-como no puede menos-á las
agitaciones de la política y á las diarias novedades que en
el Poder absorben la atención, allá en el fondo de su gabinete,
ajeno á toda lucha y á toda pasión, inmutable, sereno, con
la vista fija en el porvenir, el Jefe del Gran Estado Mayor
del Ejército elabora; cuida, perfecciona, alienta y aumenta
sin cesar, el aparato de defensa, como lo llamó Herber Spencer,
del que depende la integridad y gloria de la Patria."
Lo dicho á este respecto, puede resumirse en el siguiente
aforismo alemán : El Estado Mayor forJa y acera los dardos;
el Afinistro de Guerra los lanza y los dirige.
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Boletín Militar de Colombia ·
- 118-
Si, como lo esperamos, el nuevo Gobierno reorganiza en
grande el Ejército, sobre bases científicas modernas, por
cuanto lo presidirá un notable militar, de seguro adoptará
para ello un plan, meditado y estudiado por militares que
entiendan su oficio; y Jo Jlevará á cabo con método y orden,
sin vacilar, á pesar de todo y por encima de todo. Téngase
presente que las empresas naufragan -las más de las vecespor
fa]ta de estos requisitos.
Organizar el Estado Mayor general, gue es la cabeza
será sin duda la hase de dicho plan, sin olvidar la fundación
de Escuelas Militares, de donde · han de salir los Oficiales
científicos que deben servir en ese gran centro de acción.
Hoy día la pólvora sin humo, los rifles de repetición y
largo alcance, los cañones de tiro rápido y los medios de locomoción,
exigen "una nueva táctica y una nueva estrategia,"
y trabajos distintos á los señalados en el anticuado
Código Militar a) Estado Mayor. El mundo marcha, y no
podemos quedarnos en plena edad de piedra, contentándonos
con ejecutar muy lindos despejos y trabajar muy bonita documentación.
¡E pur si muove !, y es necesario seguir adelante, y dejar
á un lado la vieja rutina, si no queremos quedarnos á retaguardia
de ]as RepubJiquitas de Centro y Suramé.rica. Ya
·hasta los paraguayos han organizado su Ejército á la moderna
: la misma China despierta ya de su letargo soporífico
de siglos, y forma su Ejército á la europea.
El no í ·imo Derecho Internacional del mundo, ha proclamado,
por boca de los cañones, que sólo las naciones fuertes
tienen derecho á existir. Por esto, á las negociaciones diplomáticas
de Jo Gobiernos fuertes las guía esta cuestión :
¿Tiene ese país fuerzas suficientes para resistirnos?
Caso afirmativo, las cuestiones se arreglan amigablemente,
por tratados semejantes al anglofrancés, que acaba de firmarse,
ó como el chilenoargentino.
Caso negativo, los asuntos se arreg1an á estilo inglés-
6oer ó yanqui-colombiano, por ]a cuestión Panamá.
Tal es la L Jy. Ya Bísmarck, en la Dicta prusiana, lo
dijo: "Pasaron ya para siempre Jos tiempos en que Mr. l\1etternich
y Mr. Talleiran arreglaban el mnntlo político por
medio de la diplomacia; hoy sólo se es grande por el plomo
y por el juegu."
En todos nuestros trabajos de organización debe, pues,
ruiarnos es~a idea fija: Mañana put!de estallar la guerra.
PAuLo E.r.rruo EscoBAR
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'- 119 -'
Variedades
LAS FACES TIPICAS DE LAS CRISIS •
Crisis, según el Diccionario de la lengua, es un campio
considerable y súbito en un organismo enfermo, ya para mejorarse,
ya para agravarse más, y por extensión el movimiento
culminante y decisivo de un negocio grave. En los pueblos,
considerados como organismos, las más diversas causas
ejercen siempre en su vida económica una influencia oscilatoria
ó de incertidumbre. Por esto, aun dadas las posibilidades
tan numerosas de las perturbaciones económicas, no es posible
afirmar que las fluctuaciones y la naturaleza de un
malestar económico se repite en los mismos períodos y con
los mismos caracteres. Empero, por otra parte, tratándose
de las grandes naciones occident~les, por vivir en condiciones
casi idénticas, desde hace un siglo el desarrollo económico
presenta una marcha de ciclo, una sucesión de altas y
bajas que forma la trama de su vida. Se trata de períodos de
prosperidad y de infortunio, presentados á intervalos de 8 á
20 años.
El punto esencial en el asunto es el carácter enteramente
diverso de la alza y de la baja, entre las cuales, no siempre, se
presenta la crisis ó época de paralización sühita de Jos negocios,
de quiebras, de fuertes variaciones en los :rr cios, de suspensiqn
parcial ó total del crédito. A vece., la cflsis no dura ino muy
poco, á veces dura afio ; á menudo se reparte en accesos con
uno ó más años de intervalo. La crisis económi a no es una
enfermedad que surcre súhitamcnt , sino la ·xpresión acentuadísima
de la transformación del movimiento económico de la
cual depende, y que se precipita de ]a prosperidad á la estagnación:
tales las olas se levantan enormes para desplomarse
en las depresiones del mar.
La evolución típica de la crisis es visible sobre todo en
las naciones de vida económica avanzada é intensa, en las
cuales aquéllas son simultáneas ó sucesivas, pero siempre en
íntima relación las unas con las otras. En los países menos
avanzados, que conservan la economía natural y cuyas comunicaciones
son difíciles, las crisis á la europea no se presentan
nunca sobre
Popayán 3,000 hombres, la obligó á retirarse al Valle del Cauca
el 27 de Agosto.
La Junta se fij6 en Quilichao, á donde y á los demás pueblos
del Valle emigraron todos Jos vecinos comprometidos de Popayán
El Diputado de Carrago, D. Felipe Mazuera, fue nombrado
Dictador, y Comandante de armas D. José Marfa Cabal, que
fij6 su Cuartel general en el Alto de Ovejas.
La ciudad quedó á discreción de los partidarios de patianos
sin que se acercase jamás fuerza alguna de Pasto : en vista de esto
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\._ 125 ._;
y no siendo dable permanecer en el aislamiento en que se hallab'i
el Gobierno. acordó la ocupación de Popayán . El Comandante
Cabal con el Coronel Rodríguez la verificaron el 9 de
Octubre. con una D1visi f• n fuerte de 400 y más hombres: en las
calles murieron 14 de los facciosos patianos, libertando 1 15 popayane"
es que llev ban presos
D.• Ana Polonia García, mujer de Tacón, salió del Carmen,
en donde se había mantenido de~de la retirada de aquél, y se
fue á Pasto en este día, escoltada por los ~atianos.
Hablo de esta señora, porque su presencia en Pasto fue utilísima
á nuestros Oficiales y soldados prisioneros; trabajó por libert;_
rJos á todos de los calabotos, del hrtmbre y del suplicio; si
se difiere el de Caicedo y Macaulay, habrían merecido la beneficencia
de esta generosa mujer.
La Junta, mientras permaneció en Quilichao, acordó el que
se sellase la moneda de cobre con t . n valor nominal ; reales, pesetas
y pesos debíafl acuñarse, y se acuñaron después, siendo la
mayor de estas monedas de sólo el peso de un poco más de un
real de plata.
Esta merlida antieconómica produjo los efectos que son consiguientes:
distrihuír por fuera un valor imaginario, para que no
tenga alguno en el comercio.
Los vecinos de Popayán, entre quienes se repartieron casi
$ 20 .000, sufrieron este perjuicio principalmente El Congreso de
la Unión aprobó la amonedaciór. de $ 2,000 de esta moneda,
bajo la garantía de las Provincias federales.
La Junta regresó de Quilichao á la capital el día 8 de Enero.
Quito ya estaba ocupado por el General D . Toribio Mentes
desde el 6 de Noviembre de 18 I 2, sucediendo al Presidente D.
Joaqu~n Molina, que residió en Cuenca sin haber venido ~ esa
capital.
De orden de Montes, fueron fusilados D. Joaquín Caicedo y
Alejandro Macaulay, en la plaza de Pasto, el 21 de Enero. Los
Oficiales fueron quintados, y rescataron con dinero su libertad
los demás, para poder pasar á Quito.
El proveedor de la División patriota.~ N. Tobar, vecino de
Buga, ha hía podido escdparse de la prisión de Pasto, y con mil
fatigas y rodeos por Sebondoy vino á Popayán y de allí al Valle.
E-3te testigo presencial fue el primero que r.nanifestó los verdade ..
ros hechos, la muerte de Caicedo y Macaulay, y todo Jo ocurrido
en Pasto, de que no se tenía el menor conocimiento.
Todo aurLentaba el alarma de los pueblos de la Provincia;
en Popayán se aumentaban con las guerrillas patianas que tenían
en sobresalto y en continuo ataque á la ciudad; llegaban hasta
)as inme.di:tciones y se les persegula sin fruto; porque nuestras
tropas se fatigaban y los facciosos ocupaban tranquilos sus guaridas
en Patía.
(Contlnúa)
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'- 126 --'
GUERRA RUSOJAPONESA
(Crdnicas para el BoLETÍN 1\'hLITAR)
¿Quién ignora las _glorias de Numancia y de Sagunto?
Dos p11eblus de la misma tierra-Espalia-sacrificándose con
idéntico heroísmo por opuestas causas, revelan un estado de
á.nirno que se ha presentado una que otra vez en la vida de
las naciones y señala el apogeo del patriotismo y las enaltece
con algunas de esas págmas que son el orgullo de la humanidad.
Cicerón llam6 grar1 guerra á la lucha que por catorce
años sostuvieron los 4,ooo numantinos contra las legiones
deJa ciudad eterna, contra 4o,ooo veteranos vencedores
de Aníbal y mandados por Escipión el africano. Ante los pechos
de los saguntinos se detuvieron ocho meses Jos 150,000
soldados de Aníbal, y en esa singular jornada es célebre en
especial d episodio aquel en que derruidas las mnral1as y
lanzados los cartag·ineses al asalto, ''los sitiados cubren la ciudad
con sus cuerpo , y ni uno solo retrocede para no entregar
al enemigo el terreno sagrado; y así en apretados haces unos
y otros, nir1gún dardo se pierde, y todos los golpes vienen á
· causar bajas en las filas."" Y esos heroicos sold
Citación recomendada (normas APA)
"Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año IX Serie V Tomo II N. 5", -:-, 1904. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3691257/), el día 2025-08-18.