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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año IX Serie V Tomo II N. 4

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  • Año de publicación 23/07/1904
  • Idioma Español
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
"Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año IX Serie V Tomo II N. 5", -:-, 1904. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3691257/), el día 2025-08-18.

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Todas mis cosas en tus bolsillos

Por: Fernando Molano Vargas | Fecha: 2019

"Estos casi no son poemas de amor. Son poemas de mi amor. De un amor, quiero decir. Y son también de mi deseo. Así ¿a quién más que a mi novio, o a aquellos amigos cercanos que me quieren, o a mí, podrían interesar? Temo que para otros podrían resultar muy aburridos. Es probable. Porque Fray Luis comentó algo acerca de un pasaje del libro que Salomón le hizo a su amada: si alguien ve de lejos, sin oír la música que los anima, a una pareja que baila, así, sordo, solo verá un par de monigotes moverse como idiotas. Y es cierto. Pero fray Luis también creía que justamente por eso valen, y son bellos, los escritos sobre amores. Porque a veces evocan esa música; la que los dos danzaron. Acaso, a pesar de mi torpeza, haya sido yo capaz de hacer sonar algo de ella en estas líneas. Ojalá así sea". -          Fernando Molano Vargas, en 1997 "Todas mis cosas en tus bolsillos es un conjunto de vestigios e invocaciones del amor a un ausente, y están escritos al filo de la propia ausencia; es un collar de poemas de muerte, como lo son todos los poemas de 'un amor'". -          Del prólogo escrito por Carolina Sanín
  • Temas:
  • Poesía

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Todas mis cosas en tus bolsillos

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Por fin ha comenzado el fin

Por: | Fecha: 13/08/1904

'!Serie V Tomo !1 DRGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJERCITO Director y Editor FRANCISCO J. YERGARA Y YELASCO General d ~ Ingeni9J08 rPutdt muy bie1t suadtr qut ?ruutro rupeto á todas las amviccio11es, vet1ga á para,. ¿n la mdiftrmcia y 11os dt¡f: sm mr1¡,. a para dtfmdtr las Huhtras ENRIQUE SIENKIEWICZ • • • Bogotá, Agosto 13 de 1904 • • • ®Oficial~ DECRETO NÚMERO 6g1 (7 DE AGOSTO DE rgol¡) por el cual se nombran Ministros del Despacho Yo Rafael Reyes, Pre idente de la República, En uso de las facultades que me confiere la Constitución, D'ECRETO Artículo único. Nombro :Ministro del Despacho á lossi­uien tes señores : Para el Departamento administrativo de Gobierno, al Sr. D. Bonifacio V élez. Para el de Relaciones Exteriores, al Sr. D. Enrique Cortés. Para el de Haci nda, al Sr. D. Jorge Holguín. Para el de Gu rra, al Sr. General Diego A. de Castro. Para el dr Instrucción Pública, al Sr. General D. Carlos Cuervo Márquez. Para el del Tesoro, al Sr. D. Lucas Caballero. Comuníquese y publíquese. Dado en el Palacio ele San Carlos, en Bogotá, á 7 de Agosto de Igo4. R. REYES 12 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 178 _J POSESIÓN DEL MINISTRO Y DEL SUBSECRETARIO República de Colombia-A-finisterio de Guerra-Sección 1 .a- Circular número ........ -Bogotá, Agosto 8 de 1904. Señor Tengo el honor de participaras que, por disposición del Excmo. Sr. Presidente de ]a República, en esta fecha me he encargado del Despacho de Guerra, en mi carácter de Ministro de Instrucción Pública. Mi mayor aspiración, mientras permanezca en tan hon­roso puesto, es ]a de poder ser útil al valeroso y abnegado Ejército que dignamente comandáis. Aprovecho la oportunidad para ponerme á vuestras ór­denes y expresaros los sentimientos de mi consideración y­aprecio. Dios os guarde. CAnLos CuEnvo 1\L\nQuEz . República de Colomlna-Aiinisterio de Guerra-Secdón !.a- Circular número ........ -Bogotá, .9 de Agosto de 1904 Señor :.Me es grato comunicaros que por Decreto del Excmo. Sr. Presidente de la República, he sido nombrado Sub­secretario de Guerra, y que ayer tomé posesión de dicho carro. En este deli a do puesto me pon rro á vuestras ürden s, y os prom to coadyuYar en la medida de mis facultades á la mejora y prorrre o de este importante Ramo. Amigo afectísimo, Cd) ACO L SADA DECH.ETO NUMERO 679 DE rgo4 (AGOS'JO 4) por el cual se r ccvnoce un grado militar El Vú:epres¡'dente de la RepúMt'm, encargado del Poder Ejecutz'vo DECl\ETA Artículo único. Rrcon<'>cr.se al Sargento 1\Iayor Campo Elías Duarte el grado de Tclltcntc Coronel efecti ·o, con Ja antigüedad del r. 0 de Enero de 1903, fecha en la cual fue as­cendido á tal grado por el General Comandante General de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 179 __; la División Casas Castañeda, autorizado por la Comandan­cia en Jefe del Ejército. Comuníquese, publfquese y dése cuenta al honorable Se­nado. Dado en Bogotá, á 4 de Agosto de 1 gol~. JOSE :l\IANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ALFREDO V ÁSQUEz CoBo DECRETO NUl\tiERO 68o DE rgoQ (AGOSTO 4) por el cual se reconocen dos grados militares y se nombra un empleado para los Talleres Militares de esta ciudad El Vü:epresidente de la República, encargado del Poder Ejecutivo DECRETA Art. I.0 Heconócense los siguientes grados militares: El de Coronel efrdivo, a] Sr. Luis E. Soto, con Ja anti­güedad del r. 0 de Febrero de r goo, fecha desde la cual pres­ta us servicios en ese grado; y El de Sargento l\layor efectivo, al Capitán Aparicio Fi­gyeroa, quien viene sirYiendo con este último grado hace die­cmue ' e ailos. Art. 2. 0 J. r óm1Jrase Herrero de Jos Taller<~~ :Militares de esta ciudad al Sr. Antonio .T. Castro, en reemplazo d rcpo­muc ·no l\Iéndcz, uyo nombr·amicnto se d<'clara insuh.is­tentc. Comuníquese, publíquc "' e y drs cuenta al honorable Se­nado. Dado en Bogotá, :í 4 de A o·osto de r go4. JOSE MANUEL l\IARROQUIN Ell\finistro de Guerra, ALFREDO V ÁSQUEZ Cono DECRETO NUl\IEH.O 681 DE rgo4 (AGOSTO {¡) por el cuD.l se reconocen unos grados militar"s y se nombra un Profesor para la 2 a BandD. de Música de e3ta Plaza El Vú:epresz'dml e de la Repúblzca, encargado dtl Poder Ejecult'vo DECRETA Art. r. 0 Reconócense los siguientes grados : El de Coronel efectivo, al Sr. David H . Zapata, con la Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia \._ 180 _) antigüedad del 5 de Septiembre de 1902, fecha en la cual fue llamado con tal grado á servir como Jefe del Batalldn 3.0 Cuervo. El de Sargento Mayor graduado, al Sr. Rafael S. Rodrí­guez, con la antigüedad de esta fecha; El de Sargento Mayor graduado, al Sr. Eudoro Castillo, con la antigüedad de esta fecha; y El de Sargento Mayor graduado, al Capitán Rafael Gar­cía V., con la antigüedad de 18 de Abril de 1903. Art. 2.c Nómbrase al Sr. Sebastián Daza Profesor de 2.a. clase de h~ 2.a. Banda Militar de Música de esta ciudad. Art. 3· 0 Dése cuenta al honorable Senado del reconoci­miento del grado de Coronel, para los efectos constitucionales. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 4 de Agosto de 1 go4. JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ALFREDO V ÁSQUEZ Cono DECRETO NUMERO 684 DE 1904 (AGO TO 4) por el cual se nombran Cocheros para Palacio y el Ministerio de Guerra El Vicep1·esúimle de la República, encargado del Poder Ejecutivo DECRETA Artículo único. Pro muévese al Sr. Bernardino Vargas dd puesto de Cochero del Minist-erio de Guerra al de Coche­ro de Palacio, en reemplazo de Isaías Angel, cuyo nombra­miento se declara insubsistente, y en la vacante que deja Vargas, se nombra al Sr. Juan de la Cruz Bej aran o. El presente Decreto tiene la ant~rioridad del 28 de Julio último, fecha desde la cual prestan sus servicios los nom­brados. Dado en Bogotá, á 4 de Agosto de 1904. JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ALFREDO V ÁSQUEZ CoEo Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 181 -' DECRETO NUMERO 687 DE 1904 (AGOSTO 5) por el cual se nombra Jefe de la Secci6n 1.• del Ministerio de Guerra El 'Vlcepresl"denle de la RepúbNca, encargado del Poder Ejecutiva DECRETA Artículo único. Nómbrase en proJ;>iedad al Sr. D. Daniel Rozo A. Jefe de la Sección 1 .a del Ministerio de Guerra. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 5 de Agosto de 1 904. JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ALFREDO V ÁSQUEZ CoBo RESOLUCION NU~IERO 164 DE 1904 (28 DE JULIO) relativa á expedicionarios sobre Panamá (sus reclamaciones) El All"nistro de Guerra CONSIDERANDO Que ha tran rurrido suficiente tiemp para que los ex­pedicionarios sobre Panamá hayan hecho todas las reclama­ciones á qu se refieren las Resoluciones de e ·te l\linistcrio número 147 (18 de Abril), 150 (29 de Abril), 153 (12 de Mayo) y 155 (9 de Junio) del presente año; y Que tales reclamaciones han dado lugar á fraudes de algunos expedicionarios contra el Tesoro público, á los cua­les hay necesidad de poner término, RESUllLVE Desde la presente fecha quedan sin valor las Resolucio­nes citadas en el primer considerando de ésta; de manera que no podrán presentarse ni despacharse más reclamacio­nes de expedicionarios, fuera de las que hoy están apareja­das en la Sección 3·a de este Ministerio. Comuníquese y publíquese. Dada en Bogotá, á 28 de Julio de I9o4. El Ministro, A. V ÁSQUEZ CoDo Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- IS2 _) COMANDANCIA EN JEFE ORDENES GENERALES En la Orden General del Ejército correspondiente al 4 de Agosto, en su artículo 9148 dice: Art. 1. 0 A petición del primer Jefe del Batallón Córdo­ba, de la División Tolima, apoyada p0r el General Jefe de Es­tado Mayor respectivo, en telegrama nümero 3390 de fecha 28 del mes próximo pasado, declárase en uso de licencia in­definida, por ineptitud y mala conducta, á los Capitanes Car­los León y Teodoro Nieto, pertenecientes al Batallón expre­sado, y nómbrase para reemplazarlo al Saro-ento Mayor Ili­ ·pólito Nieto, destinado como Capitt\n, y al Capitán Alejandro Montoya, á quien se llama al servicio activo. Art. 2. 0 Llámasr al servicio activo al Subteniente Ra­fael H.ivero T., y destinase al Batallón llijles, de la Divzsión Santander, acantonado en Bucaramanga, en la vacante que allí existe. Art. 3.0 En vista de las peticiones del Coronel primer Jefe del Batallón Bomóoná, de la Diuú;ión Cundinamarca, he­chas cDn fecha 27 y 30 dd mes pró.·imo pasado, .en oficios números I4o y 142 y apoyadas por el Jefe respectrvo supe­rior en nota 42o8 de 30 del mi. mo mes, declárast=> en uso de Jicencia indefinida, por mala condueta, al Teniente Evancrelis­ta Fajardo y al Subteniente Anselmo Grijalba, pertenccicn; tes á dicho llatallón, . nómbrase para reemplazarl()s, por su orden, al Capitnn Lui' Carlos Acehedo, destinado como Te­nient e, y a] Subteniente Eduard Aranrro C.,~\ quien se llama al servicio activo. Art. 4. 0 Dcc]áranse insnbsistenl('S lo. nombramientos hechos por Decretos números 2!19 y 256, en e] Subteniente Samuel Nieto y Teni(•ntc Al~jandro Sánchez, para el Bata­llón Córdoba, de Ja /Júnsión Tohma. Dése cuenta al .Min isterio de Guerra. El Comandante en Jefe, :MANUEL l\L CASTRO U. ~ Doctrinal l7~ EL TIRO EN PAZ Y EN GUERRA (Arreglado según T. Degot, Comandante diplom:tdo, para el Boletbz 111ilitnr) El homhre en el campo de batalla no se parece en nada al so }dado en tiempo de paz: cuando las balas silban en torno de él; Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 183. _1 cuando las granadas explosivas estallan sobre su cabeza con ruido siniestro, que hiela la sangre en las venas; cuando por todas par­tes la muerte es visible, tangible, de todo su sér se apodera una rprofunda turbación, la bestia humana aúlla á pesar suyo, y á su pesar disminuye en entidad moral. L::ts perturbaciones psíquico-fisiológicas que se producen en el hombre cuando está en presencia de un gran peligro inevitable, se caracterizan así : 1.0 Inervación de los músculos de la voluntad, debilidad ge­ ·neral, temblor, rlisminución de los movimientos, alteración de la voz, &c., en una palabra, parálisis más ó menos acentuada del · aparato motor voluntario; 2. 0 En los músculos de la vida orgánica, contención de la secreción salivar y de la respiración, opresión, estrechez de la .garganta, perturbación de las secreciones intestinales, &c. ; 3.0 En el aparato vaso-motor, constricción espasmódica de .los vasos, palidez, anemia periférica, ddatacz'ón de la pupzla. Aplicados al tiro de combate esos datos de la fisiología de la sensación, tendremos: a) Por causa de la parálisis,más ó menos acentuada, del apa­rato motor voluntario, lzende á desaparecer la acáón 1·e~uladora de los antros super/ores, es decir, del cerebro y del ceretelo. b) Por causa de las perturbaciones en la vida orgánica, de la opresión, h respiración se torna anormal, las oscilaciones au­mentan en número y en amplitud y se hace n irregulares. El hom­:! J re deja de se1iorear su organz'zad!m. e) Por causa de las perturbaciones vasomotoras, el hombre ve afectadas sus facultades intelectuales, la asociación de las ideas desaparece, el raciocinio y la atención disminuyen; 1lO ve la t!na­tTefl del aba por causa de la dilatac ión de la pupila, ó no la ve sino confusa; además, como la membrana se nsible de la retina se hace menos impresionable, no pue de a ir la image n de dicha alza. Apunta con el guión, de ordinario con la base y el extremo del cañón, sin que de ello se dé cue nta. En resumen, el hombre dominado por la emoción tira con precipitación, no se sirve del alza, apunta con la extremidad del arma y aun aprieta el gatillo antes de apuntar. Si la emoción aumenta, bajo la acción del instinto de conservación que lo escla­viza, dispara sin apuntar; las balas se van al aire ó caen á pocos pasos de él; lira sin lomar en cuenta las órdenes de sus Jefes que tlo ve ni oye ; lira aunque no tenga enemigo al frente; tz"ra hasta sobre l~s ca­maradas que le quedan delante. "Por la observación y la experiencia estoy convencido de que las tropas de lfnea sometidas á la acción disolvente del com­bate, nunca disparan apuntando, por calmadas y sólidas que sean. Tiran al frente) nada más; muchos apenas colocan la culata en ~~ hombro, y ni aun esto harían sí no temieran el culatazo del fusil"- General Gardz1z. " El peligro de ser herido no es grande sino á ciertas distan­• cias medias. Si se pasan esas distancias, el peligro, en vez de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 184 __} aumentar, disminuye á medida que uno se acerca al enemigo, y­acaba por desaparecer ó poco menos. El hecho se explica natu­ralmente: entre más se aproxima el enemigo, más se apresura el fuego y mtnos se apunta. Apenas se apoya el fusil sobre e hombro, y el tiro sale muy alto. Y el hecho se realiza con todo . armamento "-Príncipe Federico Carlos. "Es una ilusión creer que en el combate, cuando por ho­ras enteras la muerte rodea y oprime á los combatientes, salvo excepciones pequeñfsimas, éstos se hallen en capacidad de apun­tar. Usan el fusil instintivamente, como el animal sus defensas naturales; enfrente del peligro multiplican los disparos como e caballo las coces, el toro las embestidas, el felino los saltos y los zarpazos, con frenética precipitación, pero siempre con los nervios en convulsión. Es wz error contar co1z la puntería en el campo de bata­lla." General Libermann. Lo dicho explica la diferencia entre los resultados del fuego.. en el y polígono en el campo de batalla. Siempre será enorme el gasto de municiones para herir un hombre. En Chellala se dispa-. raron 33,000 cartuchos para matar 70 árabes á boca de jarro; en Cofrena, en un combate, se quemaron 8o,ooo cartuchos para herir 25 negros mal armados. En la campaña de Afghanistán una tropa inglesa ¡!>rodujo 50 bajas con so,ooo disparos. En Astcourt (gue­rra anglo-boer) Jos ingleses, aun cuando entre un tren blindado~ lanzaban sus proyectiles á 8 ó ro metros de altura sobre la cabeza de los boers, que apenas distaban poco más de 100 metros. Y con tropas reclutas son muchos los combates en que el consumo de municiones llegó á miles de mtles de proyectiles sin bajas de sangre! Algunos dicen que el tiro de combate puede compararse at de paz por la noche, al de los polígonos dividido d resultado por diez. (¿Por qué esta división y no otra?) E as son hipótesis sin fundamento. A priori, las dos clases de tiro no son comparables, y nada tienen de común ; el carácter esencial que las diferencia es que en la batalla están afectados el cerebro y el aparato visual~ y sólo el estudio de las variaciones que sufre en el tirador durant~ el combate, puede ilustrar la cuestión. A medida que se presente la emoción, es decir, que se pre­sente el peligro, el tirador levanta la extremidad d -1 arma; si la emoción se torna muy intensa, tira al frente inconscientemente.To­mando como base ·cstos hechos plenamente demostrados, y to­mando en cuenta, además, que el tirador ha recibido una instruc­ción práctica de tiro insuficiente, que está fatigado por las pena­lidades de la campaña, que su organización es más ó menos im­presionable, y que su moral es más ó menos fuerte, se llega, desde el punto de vista de la guerra, á las conclusiones siguientes= 1 _a Desde que lza;y emoción, es decú·, peh'gro real, la amplitud del co1lo de proyeccz'ón. de las balas se /onza más grande que eu 1/empo de paz~ JI el eje de dzdzo cono, que es la tra,yeclorz'a medz'a, uo pasa por el blanco szizo que lo rebasa. 2 ... A medz.da que la emoci!m aumenta, el cono de prOJ'ección de las ~alas se ensancha,y su eje rebasa más y más el blanco. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombi~ '- 185 _J 3.• Sz· la emocz"ón llega á SU máXllno, no hay regularidad m e/ ti1zo,y las balas cam á todas las dúlanáas en el eje del tiro. Estas leyes explican por qué antiguamente Jos Sargentos usaban unas largas pértigas para bajar las boquillas de los fusiles durante el tiro. Si se considera colectivamente un grupo de tiradores, se llega á las conclusiones siguientes: I: La zona p eligrosa de tma línea de fuego es lodo el terreno que puede ser baNdo: comzenza á pocos metros de los tiradores,y no termina sino con el máxt"mo alcance del fusll ... 2."' El núcleo del haz de dúparos jamás pasa por el blanco, sz'no que cae nuís allá, ~y es/o tan/o más cuan/o m enos es la energía m?ral de los tú-adores. Luego las llamadas ley es según la experiencia de los polígo­nos, no son czetlas en la guerra, y la eficacia del tiro no depende ni del alza (dada por el que manda) ni del fusil (bien hecho ~or e 1 fabricante), sino, en primer término, del E-:,TADO DE ANIMO de los tiradores. ----~---- GUERRA RUSOJAPONESA (Crdnicas para el BoLETÍN MILITAR) . Por fa_lta de datos ?ompletos so~re la operaciones de la primeraqmnc nadeJuLo, nca nreñ1d s combates, en vez de narrar hechos de guerra, reproduciremos hoy algunas piezas de la prensa extranjera, tanto por su importancia como por­que confirman los juicios emitido antes en este semanario. .. .. No parec e envidiable la situacic'>n de nue lros aliado en el Extremo Ori e nte. Los desa tres llue,· n sobre ellos en el camino de la retirada; pero nada sio-nificarían esos desastres, reparables con un común e ·fuerzo, si no los agravara el des­acuerdo existente n el e mando superior del Ejército, cuan­do la cohesión m;.\s perfecta no cesa de presiclir todos Jos ac­! OS de los japone e . Kuropatkine y Al xieff se querellan, é 1m potentes uno contra otro, envían á San Petersburgo despacho tras de pacho en que re petuosamcnte exponen sus planes contradictorios, causa de sus diferencias y germen de su dis­cordia. El Zar, desolado ha ' ta verter lágrimas por haber de­jado prender esta guerra nefasta, se limita á escuchar, mejor á oír, y, lejos del teatro de la guerra, reúne Consejos milita­res, en su mayoría compuestos de veteranos del heroísmo, que responden á los querellantes con ........ palabras conciliadoras que no hacen sino exasperar más y más al Almirante y al General encargados de dirigir la guerra. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia \._ 186 _; Entre tanto los Generales japoneses, que persiguen un plan cuidadosamente elaborado y preparado desde hace años, no se separan de la línea que se trazaron, y viven, victoriosos, en completo acuerdo, serenos y precisos, sin que de sus cam­pamentos salga una sola voz de perturbación ó enemistad. Tal es Ja situación moral de los beligerantes; la que, nos pa­rece, debemos considerar sin ambages ni rodeos, ya que la política del avestruz no per:judica sino á quien la practica, y todos los sentimentalismos jun.tos no alcanzan á prevalecer contra I1echos que no debemos ignorar, sino al contrario, puesto que nos alcanzan por contragolpe. Veamos, pues, cuál es la situación de nuestros aliados en Mandchuria. En este punto hablará un personaje de indiscutible au­toridad, ~1 quien interrogamos no en un interview, que ha­bría rehu ado al periodista indiscreto, sino en una conversa­ción de salón en una casa amiga: su nombre no puede es­tamparse aquí, pero afirmamos que es un Oficial General muy connotado, y que en la actualidad desempeña un alto cargo. Podemos ao-regar que ese General de plumaje Llaneo se ha ocupado, como consultor, en las cuestiones militares relacionadas con la alianza francorrusa, sobre ]as cuales se le pidió concepto repetidas veces, y que conoce á Husia ú fondo. lié aquí lo que oí de su boca : -No quiero darlas de profeta; p e ro puedo afirmarle que desde hace tiempo preveí lo que dc. g raciadam ente ha sucedido. Hace cinco <111os afirmé al Estado l\layo"r ruso c1ue la n-uerra con el Japón Pstallaría antrs de poco, por cuanto el Japún la preparaba y 1 Japón la quería. Tose m e qui. n creer. Husia, que confiaba' n f'U fuerza, n o se irrwn·inaha que nadie se alrevif'ra :t atacarla. 1 \mea vi impn~vi ·ión s mejante. Y esa furrza, esa fuerza que el E:tado l\ln. or ponderaha tanto, ni la aumentaba, ni aun cuidaha de cons rvarla. Pura d ·cir de una vez la ver·dad, en San P 'tershurgo nadie se ocupaba del E . ·tremo Ori<·n te; la ruptura de ]as hostilidades . orpren­dió á todo cJ mundo, y al E~::tado Mayor como á ninguno. "1To se atreverán." Y al abrigo de esa infantil afirmación se hizo todo, ó mejor, nada se hizo. Y hoy, no hay para qué en­gañarnos, el desastre de nuestros amigos es irremediable. -¡,Cree usted que el mal no tenga remedio? -Es irremediable, ó, si quiere usted, inevitable, pues no veo cómo podrán salir los rusos de la aventura, si sólo se con­fían á la surrte de ]as armas, que les ha sido tan contraria. Los 4oo,ooo hombre de que se nos habla, y que Kuropatkine espera, esperándolos se quedará ........ bajo el papayo. Actual-mente dispone-guarismo exacto-de r42,ooo hombres, de los que están 3o,ooo en los hospitales, lo que reduce mucho el Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '-- 187 _; efectivo disponible. El transporte por el Baikal está erizado de dificultades; los arribos de tropas se hacen más y más ra­ros. Y además, ¿qué van á hacer? AJexieff quiere socorrer á Puerto Arturo; Kuropatkine desea concentrar sus tropas en Liao-Yang para esperar al enemigo-y tiene razón en mi jnicio,-ó, lo que es lo mismo, el comando, enfrente del ad­versario, se muestra tan dividido como descuidado se mostró en la paz. Estas son condiciones pésimas, en especial cuando al frente se despliegan luchadores tan precisos, tan matemá­ticos, tan fríamente seguros de sí mismos como los japoneses. Y luégo ...... .. -¡, Lué~·o, qué? El General vaciló un momento antes de hablar. Después, retorciéndose nerviosamente el bigote y bajando la voz, agregó: -Hay olro mal. El Emperador está muy mal servido, y Kuropatkine carece de servidoff~s. Es que Rusia tiene un cáncer, un cüncer qne deb<'ría e ·tirparse, operándolo á la luz ele medio día. ¿Pero quién lo hará? ¡ Cmíndo habrá un Emperador ha tan te juicioso para desembarazarse de la aho­minaule influencia del Santo Sínodo, hn.' tante fuerte para atre- · er~se. ü respirar o!ro aire que no sea la pesada atmósfera que ash. ·m á Rusia, que teno·a el valor de proclamar el estado de descomposición ('fl que se encuentra totla la administración, todas la.' oficinas, todo el Ejército!. ....... Entre nosotros han ocnr·rido es

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