Por:
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Fecha:
01/12/1880
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
T..~U7. Y FE DAN FUl<::RZ~ 1 1
LA MUJER.
REVISTA QUINCENAL
EXCLUSIVAMENTE REDAC T ADA POR SE.ÑORAS Y SEÑORITAS,
D}.JO LA DinECCIO~ 1>~ L.\ Sl.~OU}..
SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER.
ESTUDIOS HISTÓRICOS
SOHHli: T ... A :.\!UJEH. E:N T ... \. CIYli..l~.\.OTON.
EDAD MED I A .
J,A MUJER ESPA~OLA Á:NTES DEL CHIS'fiA:\I::nW
( COXTIXUACJOX ).
II
ÜOXGJ,TJIUAS lns guerras entre rar.
ta~incnsc~ y romanos, íostos qneJ:trou
cutemmf'ute dueños dt• E:;paña, y se
¡Hopu ierou tratarla romo país courptista<
lo. Pero )oc; espaiíoles no podi·1t1
~oportat·ln e clMitucl, y duwuto una
larga série do aiios, los romnuos 1cninn
que romhatir iucesauturnentc á los n'l
tumlc~ insurrectos que procnrahan recuperar
~u líhcrtad. Varias veces lo~
romnrws l•icieron las paces. por medio
de trutaclo, que violaban, en tanto c¡uo
los iberos lo~ c:umpliau religiosaJnentc.
De nllí resultalw.n nuevas guerras J
contiendas. f.;e llcnarinu muchos vohi·
IliOnes si fnémmo;; lí nnrrar aquí, aun-que
fucr:t LreromentP, b.s h:t?.alias 1lo
los patriota'! peoiusulu.rc.i en d~fcusa
de su lilJortaJ. Despues de Saguuto, 1:~
historia debería honrar en el mismo
grado á In ciudacl do A.stapa (en la cual
1 perecieron todos, hombros, mujeres y
1
uiños, m lis hien que rendirse), y ti In. de
~ uron.ucía, que hizo otro tanto, y cuyo
T0){(1 Y.
nomLro cnusab:t tul terror :'i los romanos,
que en el Sunotlo e\ itab.m uom.
hrnrla. CU'ILJdo llc0 a1Jall IÍ ent1ar los
triu11faclore~ :í. u un do esta~; ci uclndes,
no cucoutruhan nlu.n \ Í\ ient<': todos
se hahiau dado l11 mucr.te, quomnmlo
ademn.s cuautos te-oro poseicm.
1:!~3 a11os ántos do In. l~ra c:ristinna,
Quinto ::;et·torio, perseguido por Rila
su cncllligo, logró pasnr n E'tmiia, y
lcvantawlo un u u me roso cjúrci to eles.
conoci6 el gohiclllo romauo y proclamó
en la Peuín 11lo. 1tW1 repúhlic 1 con
1m ::)C'uado, prefectO!>, tribunos, mn •i •
trados y un tren de gohicruo propio \
l'epamdo dPI de Homa. ~\clc•rnas, fn11tlu
P<:r·uclas ptíhlicas y promo\ i(, uwjora
materiales, adulando al pueblo espafíol
hasta el punto que lleg6 (¡ harerse ido.
latr:tr de lo>1 iberos. ProcunuHlo al
mismo tiempo ensei'iorearw por medio
tic las su pcr.sticiones de aquel put•hlo,
fingicí tener siempre á su lado tlll (' pí.
ritu familiar que lo ~ervia para rornunica.
r;;e con lo:; Dioses, de c¡uion él¡•reteuJia
~;er el e m i:ulo. Así, dijo e¡ u e
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30 LA MUJER.
ac1uel e-~píritn st:J ha.bia. encarnado en tas á España, y los hijos de Pompeyo
una. cierva que le seguía á todas partes, ~>ignieron guerreando allí l1nst.a q~c
a.<.•ompañándole l1asta en los campos de César tambien los desbarat.6, quedando
batalla. Informado el tirano de Roma, otra vez dueño de la Península, b
Sli:L, de esos acontecimientos cu Espa.
1
cual, sometida. ya completamente al yu.
ña, envi6 un ejército a.l mando de un go romano, despues de algunos esfucr.
a.ntÍgllO general, para que debelase la zos infructuosos de los Cantabrios y
rebolion de Sertorio ; pero como éste
1
Galicios, permaneci6 en paz durante
fuó d~rrotado en tod~~ partes, R-oma los siguientes cinco sig~os. Sin embarmando
en su lugar al JOVen Pompeyo, go, no era. ya. que estnnora Españn. soque
ya le llamaban G-rande por sus metida á Roma, sino que hacia en roaproezas
militares. lidad parte del Imperio romano, dúndo-
1
Desde 1¡uo Pompeyo lleg6 á España, le Emperadores como Traj.wo, Adriano,
empezó á menguar la fortuna de Serto. Múximo y Teodosio li ; literatos como
rio. Perdieron la confia.nz:~. en él sus Séneca, Lucano, Marcial, Quinti1iano,
Lropas, que se sublevaron y desertaron 1 &c. Un.~ vez ndopt:tda por aquella na.
1
muchas, alucinados los soldados con las cion la lengua latina, hL religion y la.s
JHOmesas que les hacían los romano~. costumbres de s_us couquistr,clore~, le.l
1
Por otra pa.rtc, agrióse el génio de Ser- vantáronse por todns partos magníficos
t.orio y so manifestaba descontento y monumentos y soherLios palacios, obras 1
temeroso de que le hicieran traicion de arquitectos espafiolcs, cuyos restos 1
los suyos; en esto no erraba, porque al aún S01Jlrendcn. De los romanos data
fin murió nse¡;inado por los mismos r¡ue la afieion que Ee conserva aúu en 1odan
haLin protegido, 73 años á u tes de J esu- las razas cS}lañolas por las corridas de
cristo y el octavo de su gobierno iutru- toros, que entónc0:1 eran do toda espe- 1
so eu :K•paña. cie de fieras, y los bailC's del pucl1lo 1
A l.L uwerte dtJ Sartorio, todos los espafiol todnvíu. son los mismos que
JlUl'blos r ('il_Hladc:s qne le hahia~ jura-: Uf'aban en Esl?aña. en o aquellos tiem. 1
do ol•cdtencJa, se apresuraron a pres. pos. Una vez mt\'oductda en E~paña .
tule elwisll1o jmamcnto tí Pompeyo, una. costumbre, buena 6 mala, ni el
y por al,¡;noos años reinó la paz en la tiempo, que todo lo destruye, pueJe
1
Pením.ula. 1 hacerla olvidn.r: la constancia es su
De~graeiadtunenlo los romanos siem. carácter Jir;tiutivo.
pre c.-cogían ;Í Ji:,paiia para teatro del Espa.fia progreRalJ:t materialmente,
Mts pewlcucias. g¡ m11 ndo era poro ya. pero la corrn pcion do la ci vili:...acion
y~:.t.m la amLil·iou de Cmmr y Pompeyo. romana babia peuetratlo muy adentro
:g1 ptiroero envidiaba al sc:Jundo su go-1 en aquellas alma.s en \111 tiempo arnigas 1
born:wion 1lc la Península, y .J!) años de la libertad y de la independeneia.
{m tes d1· .Jesucristo, CJ~snr se presenl6 E¡;pafin estalm dividida e u tres partes:
nn K p:tña á la cabeza de un numeroso Lu:iifcmict (Portugal), 13/fic•t (Grann.
t!jército, ag11errirlo é invencible hnsta da y Andalucía) y Ta'rrar¡u¡r.nsr. A
l)ntónccl;, Pompeyo logní rechazarle ::d poco aquellos países so vieron cubier.
principio, pero ¡;us triuufos duraron tos de espléndidas ciudades, en las cun.
poco; Cé~>ar ~ra el primer general del les se ostentaba la civilizaC'ion m~ aite. l
mundo, y en breve cambiÓH} la fortuna. ln.ntada y el lujo m{~ refiuo.clo.
de Pompeyo, r¡uien se vió derrotado, Sí, coluo dicen, es F"iial de fdicidt\d
deshechas sus lPgioncs y JJOr 1íltimo el qne una nncion carezca ele histot·ia l
completa1ueute desbaratado en la famo- iotcres.."tute quo narrar, n.quellos cinco
sa batalla de Jl~an;.'llia (en Grecia), en siglos de la completa rloroinn.cion de'
donde ha.lJia tenido qne buscar amparo Roma en España deben haber ¡,Ífto muy
eon su flota y sus ejércitos. felices, puesto que en unas pocas púgi-
Pero :.Híu no habían cesado los ro- nas se encierra la historia do esa época
manos de llevar el teatro u e sus dispu- ca Espaíía.
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REVIS T A QUINCENA L . 31
Nada. sabemos con certeza de la po.
sioíon do lo. mujer en Espaiia dnra.ute
esa época inmedialK1.meute anterior al
Cristianismo, pero inferimos que seria
igual ú lA que ocupaba en Roma, pues.
toque la Península se había ideotifi.
cado tan completamente al Imperio.
~Iás tarde la. verémos ya cristiana..
S. A. DE S.
( Continuc~;tú).
---~·----
LA FAMILIA DE TIO ANDRES.
( :&poca ue la Independencia - $eaunda pat¡te de la juvenlud de ~nd~és, )
NOVELA HISTÓRICA Y DE COSTUMBRES NACIONALES
POR SOLE DAb ACOSTA DE SAIIIJ!ER.
• (CONTINUACION) .
CAl•ÍTULO PRThfl>RO. más 6 ménos) donde otras veces haLia
ido al propio efecto, acompañado de sus '
criados y parientes, y de algunos clérigos
LA ALDEA OE USME.
Cm.m tengo la conviccion de que muy y segla res. Hízose una ramada granrle
pocos de mis lectores conocen ú Usme, en aquel sitio; couvocúronse los imlios
y muchol"l tal voz ni do nombre, creo de Ubaque y Chípaque, Usmes y otros
conveniente hncer aquí una tlescrip. de aquella comarca.
cion clam de aquelluga.r y c.lol camino "Fué S. S. á hacer nocbe ;Í. la ramn.
que do Santafé de Bogotá conduce ú da. De.'lde las cumbres 1lo nquol páramo
aquel teatro de muchas de las a.ventu. lo. mesrna noche los indios, con tromrems
c1ue nos proponemos referir. tas, fotutos y otros instrumentos, tliorou
A }JOsar de su pobrezn. y ninguna á entender como estaban allí. Ama.nc.
importancia, U:;me fué teatro do un ció el dio. claro y alegre; púsose Sn Se.
suceso curioso, qne refiere l!:l Uante1'o ñoría á caballo, tomó un perro do la
de clon Jn¡\n Rodríguez Fresle, y no laja, á don Fulgenciodc Cárdcnas,:m so.
podou1os resistir al deseo de trascribir. brino, y á Gutierre do CárclomL'l rnn.n.
lo aquí litern.lmontc, para regalo de d6 tomar otros, y pu,.;o las paradns de
nuestros l ectores, c1ue no eludo gusta. su mano, quedándo!le á \ ista de todos.
rán de nc¡uel rancio sabor e..c;pañol del Comenzó li calont.'lr el sol, y do nc¡nc.
siglo XVII. lla.'3 qnehradas y horulur;1s se cou•cu.
"Eu 1500 murió en est..1. ciuclad el zarou á levant..1.r n:tas nieblas; o~pc. ,
señor Arzohispo don Fray L uis Zapata sáronse de tal manera, que uo se vei:~
de CúrdonaR, á 2:! do Enero Je dicho un hombre á otro. A ccrt<Í á ve11i r un
año. "' Ori,t.rínúse su muerte de la. cazn, venado por donde estahu el ArzollilljJO,
á que ero. aiieionadn. Uootaré este ca¡;o la.rgúle el perro y fuélo siguiendo :;iu
como lo pla.ticabo.n los que fueron que nadie lo viese.
con ,ntA. iglesia, porque sus parienoin.
d voccnr y grita '}tlG a-cdaba por tes le empol>recierou de manera que
los cerros. no tuvo qué dejar."
"Era ya de ooche ; traía el Arzobis-po
uua corneta de plata al cuello. A
las VOCI)S tot:~la, respondieron cou vo- 1 ce~ y grita, N u t:5uñoría pen:ever6 e u VolvalllOS ahora á nuestra relacion.
toear la t~orueta, con lo cual fué Dios Usmo ()l;tá Jbtante de Bogotá de cLHl.-
servitlo quo l:t geutc allegase 1\ donde tro á cinco leguas, al Sur. Batiendo por
c.~t:\ ha. Las Unte es, t-e ntra' icsa el río T!'ndta
" lla!l.íronle al pié de uu:\ peña, á y Pe toma un c.'lltlÍno que va orillando
Jo:.ulc con fnulcjouo~ y su capn. tenia el 'l'unjuelo, cuyas riberas son eo pnrahiiada
la. camn. parn p:t~M la noche. tes (lridus y (!Dlerradas entre prccipiFul-
muy ~raude la alHgTÍ;~ que se tuvo cios, y eu otras se oculta cutre moutoeu
hl1herlt: hallado, y~~~ :-:luííot Í<\ 111Jra- cilios LupiJo~. A poco, abandonando el
zaha á todo,; L:ou elh~. En ti[J, allí tra. can1iuo la orilhl. del TunjntJlo, torna
:r,arou uua lt:unuca en tple le metieron, por medio de un terreno que parece
y rlt(rigos y Re~hres cargaron de él, en ptirte un mar :sólido y atunneutado
1
<¡nu fué otro rato de gusto, por lo. .¡ dr- y á trechos ap¡~reuta ruioas tle alguna
citos y chiste~ que p:\.-;aLn.rt. Tarubien ciudad autigua. Sicl.lllo el terreno aje que, á rc~ar rle 110 ser particu.
to m:'\:a ameno¡ multiplícanse las ~;o. ln.rmente ri~ueño, tiene su encanto y
ment~ms 6 uno y otro ln.do del ca.mi. car:ícter di!üiuti...-o. L'omo .ra hemos di.
no, á merlida que se vuelve á 0.'\jttr 1 cho, la parte fronteriza de la plaz:~ no
al vallecillo del Tuujuelo, y la~ casas ostá edificada, y deja campo 6 ln. vista 1
pajiza;,-; ::-e hacen más frecuenteq á la. iz- pnrn extenderse ho."ta b pancla. bon.
quicrtb. L~ via. empieza iÍ suuir de donada ó nlle 1ll0 clivitlO la falda en
lluevo, y do itnprovi-;o, al volver un que est:í. Rituada la nlden, clo los cerros
recoclo del camino. se ven la." cnwchns pelndo~ del frente. E te valle c-.tá cu.
del pueblo, en hilera, divididas unns bierto de !:ementeras diYitlidns por cer.
de otrns por scmenterilb.s de papas, de cados 1le arbolillo"> e~pino·os y bosqneLabas
ó do trigo. El camino lle~a dere. cilios, todo por terreno desigual, señol'ho
á la plaza dtJl pnehlo, que é.'! llll rondo aquí y allí por el techo pajizo •lel l
peqnefio cuatlrado: al frente e~t:í la dne1io tlel te:-rcui llo. pnco;to'l u e c · t.:í to.
i61o,it\, c¡ue ocupa todo e~e la1lo, ~·'por do él dividirlo uu peqneiios lote~,- hasta
onyo ~osta.,Jo coutioúa. el rrtrniuo rcnl. ,1ne b vista so pierdo ou lontnnnuza
La i~lc~ia os grande ( pves el v~r;iudn. cwJ.w)o \'a á uuir"e con los nmho~ cam.
rio da inJígeua~ era nnmero.,o e u 1 iem. po~ do la sabana de BogotlÍ. A la iz. ~
po.do la couc¡uista), •de teja, y ~ionc al l¡uiorda los cerros do cufrcutc, forman-l
freute un atrio encerrado tras tlc un do u u queLraclo scmici rcnlnr, ,·:rn á
¡ muro bnjo, cowo Hl maba en otros Huirse con los de Jn, izquierda, mostiompos,
y auu In auti(!ua Uatcdrol de traudo sus :\-.peros y desiguales lomos,
1 Hogotá lo tunin.. A la izqnienla se en. llenos de couca' idade3, grictns, preci.
1 cueutrn In t·ns~ cural. que e:;; ele teja y l'icios, erizn·lo~ riscos, negros do~pcüa.
1le balcon, la cual deherin. h~ her sidl) doras, tíritlas rocas, en mPtlio tle lo cual
partiuulanmmte cómoda cna.udo ln ctli. se a\ ista una que otra ladera cubierta
Hcaron, y nuuq11e el arquitecto uo sa. de verde grama y seiiorcaola por nlgu.
bio. ln'l n1gll\1i ele su arte, ui so le uos arbusto~ que crecen Ú clnrns peu!ls
ocurri6 t¡ue fiu tlelJia guardar silllclría eutre aquella:s nspcrt>:r.a¡,;, hatit!as siem-uutro
puerta~ y ventanas, los Uuras pro por el viento, In lluvia y In ltclaJa
.-~tnb;\tl muy satisfuchos con ~ u viviou. uiohln Jc los púrn.ruos que empiezan
da. El balcou c.:;t(i á un l.tJo del Hrli. allí mi!lmo.
fic~o, y como cruzn la eo>quinn, mirn Al principiar el presente s.iglo, U!:.
tauto l!úcio. ol foudo del vullecillo que me cm poco m(is 6 ménos la misma
In aldea domina, como sobre el patio n!Jc!l t¡uc existe hoy, salvo que la igle.
iutorior y los cerros que e:>tt'ín t'Í su e~- 'a, algo mt'í3 nue\"a, ostnua mis cuida.
paldn. A 1 otro lado de la plaza, frente dn y ac;eatla, así como In. casa curol H~
ú la casn, curo.l. no hay edificio alguno, hallnlm en mueLo mejor estado que
!lino un oamiuo que conduce nl fondo hoy dh. En el urnbml de su puerta
del valle y uu l!obr ~l)llllJrado du trigo. cncoutmlm. siempre ol dcsvnlido una
Al lado opuesto á la iglt.lsi tt hrty una limosna, y algun alivio. y:\ físico, ya
casa granJu de paja, casi arruwn•!:\, mornl, el de!ó!graci:t. Hoy ya uo se encuen- y crecida para su edad. A.sidrL 1lo él, y
tra por allí un sólo árbol bien crecido, medio oculta. dotras, YeiaRe nnn. uifiita
las nguos han meuguaJo, y es preciso algo menor, pue,; no contaría siete años,
caminnr larga!' horas para encontrar la blanca como la leche, rubia como Céres,
guarida y la espesura en donde so avis- fresca como la; prima\ era, que procurate
a.lguu vena,lo. bn. en vano baja.r los ojos sombreándo-
Oh·i•llíuaiUo decir que en cada es- los tras .-lo sus largas pestaña~. El vaquina
de la pla z:~ ba.hia una c~ucha de roncit~ nsaba pantalones do mo/l()n
paja c¡no llatn,~han ermitas, que ser- ¡ aruarilloR, cha.queta hlu.nca, somLrero
vinn de [IOBcUI en las procesiones de de paja y zapatos de cordobn.n. La niC6rpus,
para la cual las adornaban con üita sólo tenia encima. de sus ropas inmusgos
y !loros del campo, y durante teriores un ropon largo de grucro do
el resto del año llcrmaneciau cerrn.das, lino color verdoso; un chal de algodon
si rvieudo una rle ellas, la. más in media- de varios colores entretejidos, que llata
ú la iglesia, para ¡;ruardar herra. maban de guinea, lo cntzaba Robre el
mieuuts y cmH~ros que no se necesita- pecho, atado a tras, y un p::úíuelito blanbn.
u Jiariamente. co le rodeaba la cn.beza, amarrado de. - CAPÍTULO II.
EL CURA Y SUS SOBJ\U-(OS.
ÉusE el Hi de Diciembre de 1806.
D•espuntaba. el alba dorando las altas
ct uubres Je los cerros y sonroseando y
bajo de la barba, pero desdefía.ndo todo
! cuanto pudiera emular su libertad; se
hallaba con los piés descalzos.
-i Por qué se han levantado tan
temprano 1 exclam6 el Cura coo tono
afectuoso acariciándolos. i Qué proyecto
tienen hoy entre manos~
-N os vn.rnos á paseo.r.
'
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REVISTA QUINCENAL. 35
--..Solos? -Ahora no, cout~tó .Manuel, por-
-No, señor ..... con Romualdn, con. que pronto nos iremos.
tes-tó el oiffo con a.lgunombarazo, si -¡A Saotafé tal nu.1 iYavolvió
ulla. quiero. mi !ieñora 1
-¡ Ttí tampoco le tienei; miedo al -A Sanmfé no, sino 6 cacería con
frío, Marianita 1 repuso el Cura diri- ñva Fernaoda.
girndose á la niña. -¡ 8e burla el niño de yo! pero no
Ella uaj<í los ojos y, levantándolos le creo.
con ciertn. coquetería natural en algu. -No lo crea~, pero así es, repuso
1
nas nilias, hizo una gra.cioNJ. mueca di- ~bnuel sériameLte.
cieuJo q u o u o. -iDo véras L.. ¿Y mi Marianita
-¡ Qné frío puede t~ner ella ~ excla- taro bien 1
m6 Manuel. que así se llamaba el niño, -Sí, ambos.
¡ si hasta calor siento yo ! -,':)ería de oir al amo, si yo los de- 1
-Calor: repuso el doctor Ruiz, ¡mi. jara. ,
ra, tonto, si hará calor! -El mismo nos dió la. licencia.
Y !ll decir esto rompití con la cabeza -; Tmposible!
de plato. de su fuete una ligera capa de -PregiÍHtaselo á la misma_Feruan-hiclo
r1ne se extendía sobro el agua llo. da. Ayer tarde, cuando estunmos con 1
vet!iza c1ue rocogia utm gran tínojr cómo ont 11na cacería y el correr de los
el recodo del camino, "ognido del nc- veo:t1los JIOr esas un'Iias, y las mmndas
gro, .-\l:uianita dijo 111iraudo á su her. gue hacen en el monte .... Un:~ r~'l.cería
mano COII expresion de incertidmnbro: flobc sor rn{¡s uouitn y divertida qno lllla
-¿Ya será hora de ituo:;? procosion tlH Setnann. Santa. Yo Jije
-Sí ser:A., pero para qne no uos eso, y Fe manda, quo IJeva sus hijos que 1
lmsqueu, tenernos que Lo.l,fur primero 1 son m:í;; chicos que yo, mo couvidó .....
con ltomuahh. -¡ Y el amo ñores cll-rigos uo saben lo qu11 son los
-Y a. \ cr:Ís e¡ u e toJo so va á penler l ni ti os:.... Escrícheumc, sus murcctles,
-Yo sa.brÍ',- déjrm10 IÍ mí. añadití In. mulata; no fO vo.yan t'i cace.
-Es mejor echar á correr. ría, quo uso no es !meno parn. los ni.
-X o! ños, y de:;pues de almuerzo los monto
-Sí' en el burro cnrgunro y nos vamos u.l
Estahn.n en esta tliscusiou, que podía monto li coger fresas y traer el musgo
acabar en riñn, cuando su presentó eir para el pc,ebre.
el hueco de la. vcnlaun de la e;;calora -Yo lo quo quiero es ver Jos vo-l
la risucfia y booJaJo¡;u. faz de la mula. nados.
tn. Romunlcla, que tenia á los niíios li -En el monte hay muchísimos.
su cargo. -Mentiras, Romunlda! cuántas ve.
-¡Nifios, angelitos mios~ cxcln.mtS, ces hemos ido y nn(ln hemos visto, ni 1
¿qué hacen ,\;US merce•lus eu ose patio 1! cun.ntlo estuvimos allá l0jos encima ele
dusde tan temprano? ¡ ::-5uban acá y los aquel cerro! 1
1
contaré uu cueuto tao honito !.... -Por allá no hay; poro yo los lle. ,
-~-------------- -- 1
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varé á donde su ,·co de todo!i tamaños, compretadido todo,- como nos han de
grandes y chicos. venir ú llamar, apura á la cocinera
-:So me ou~afia..; ya,- respondió Ma. para qu!~ nos dé do almorzar pronto, y
nuel con dc~uoil.oso acento: tstom pre nos estar lieltos cuando vengan por naso-iremos
con l!'eruaodu. tros.
La pobre esclava no sabia qué ha. Ente mente tranquilizada con esto
cer y bC encontraba en un doloroso con- la. mulalt.a pensó que le sobraba tiempo
flicto, pues si permitia que se fueran para toDoar u1:1a resolucion, por consilos
niños á una expedicion tan pe- gltiente se quit6 de la ventana y volvi6
ligrosa, de seguro la castigaría su se. :'i sus quehaceres sin afaoarRe m(LR.
fiora cuando lo supiera, y al mismo Apén~s hahiadesaparecido la criada
tiempo u o su atrevía ti desobedecer ni en el i bterior de la casa, cuando los
seño~ Cura, si él les hubia dado la Ji. niños, olcspues de hahcrse mirado con
cenc1a. aire de hitmfo, ~~~lo, y tonu\udo una vereda al tra.
jer de Btístos. ves de un prado, en breves momentos
-Quiún dice que no es cierto 1 re. llegaror:~ á un tiro de fusil de dist:mcin
puso la uifia diplomáticn!ncute. de la eaun de flUí, rusohió l'lKCrrar á los nifios aun. rredorets cstal•nn repletos de hombres,'
que le pc>ara t-.ausarlos pena. hnsta. mujer y niños c1uc preparaban los
que t:o hubiosl' ido l11 expediciou de avíos 1 ra la expediciou, riendo y con.
111w Feruauda. para ol páramo. vcrsnndo ú gritos1 como hacen siempre
Manuel, q11o ern muy vivo, compren- los gaffj ne~"~ y lnhrañorcs.
dii) el pensamiento u e la mulata, y 1 -Ab ~ .Mauuell exclamó Mariauita
contesto con dc.oemlJ:mazo: [ deteoi6bdose á alguna distancia cle la
-Tarde. Des pues de almuerzo, se- casa.. ¡ 'Vengo cansada l
gurame11to á las uueve, dijo :Fcrnauda., -Si hemos corrido tnnto: Contest6
-Así, afiadi6 llarianita,- que habia él min~ndo con desconfianza bú.cia la
-~ 1
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REVISTA QUI~CEN A L. 37
casa cural. que por ac¡uel lado se veía donde debe e¡star ·iíua Fernanda. 6 su
tan bien por detras. marido.
-No nos detengamos aquí, repu!io Y tomando de la mano á su herma-ella,
que Romualda nos podrá ver ... pe- nita se dirigi~t á donde decía, sin tur.
ro me da miedo entrar por entre tanta barse ni arred¡rado con la batahola.
gente.
-Descuida, dijo el niño con aire del
proteccion, yo te llevaré á la cocina en ( Contin~ta'11Ó ).
S. A. DE S.
-----
SECCION RELIGIOSA.
EL HOMBRE COMO DEBERIA1 S:=:R.
H~: aquí un p roblema: un hombre os ' bios, tocios los San tos unos tontos¡ que
propone un dia. que jugueis una partida j todo lo grandet, lo geuero<:o, lo almega·
con CJ tas condiciones: si la ganais os do de la hum midad, no e,-; ~ decir, '1110 realmente no haya cielo 1 consentirían 010 condennrre fríamente.
é infierno. ¡Qué ganará con eso! Voy 1 Los hombre~ iÍ. quiene:. me dirijo s6lo '
á decíroslo. Cuando llegue el fin do 1m 1 pretenden no ¡pensar en esus cosas. Huexistencia
t~udrá el ('Ousuelo d~ decir. 1 yen do la re~ xiou c?bardemcnt?, ~'Í
se como otros muchos: estoy satt¡.¡fed•o, :como <•l homq e arrumado lie aleJa de
he vivi•lo sin inclinarme delante de 1 sus acreedores¡ como e 1 come,-cian te que
Dio~> y sin haber puesto los pit~s eu los: teme la ban(J~rota se niega :í exami.
templos, como esa multitud de gentes narsus libros, emiendo comoncorse de
que se titulan buenas, y sin ombar. 1 olla. De all( uella necosidad de mo.
go, mi suerte es igun.l ú la de todos! verso sin cesar, aquel entusiasmo TlOr
Bato &orá el result.ado si efectivamente los nogocios, 1 juego, las diversiones
oncont rara la nad:~ en la etornidad. do todo gúnor ~- de allí el horror do esPero
si pierdo ¡ deflgra<:iado do él ! K_c¡ tar solos, y la !dificultad que tienen JllUcspantoso,
dice el Apóstol, caer er~ pu- chns mujeroR bnegadas en distraer uu
tlcr del Di verdaderos sa. no se acucrda1 do busearle un remedio
_l
TOMO \'. 5
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3S LA MUJER. ------------ -----
verdaderamente. Así. por un extrafio sancion, ni wficient • "ancion sin reli.
quid p¡·o r¡uo. el fastidio, qn<' c.- su mal gíon Si la religion reinara en todas lr .. o;
visible, e~ en realidad su mayor fortuua. almas, la socie.Jatl 1eria apneihle y feporque
para curarse de él, muchos tm. liz. CaJa noo goza1ia do :;ns ílerecltos 1
tan d~ buscar las fuentes de la vcrdatl, porque to;\Cerdote para reciL...,ir los pe .
. . . . . .. . . . . . . . .. . .. .. . . .. . . . . . . .. .. . .. . . ... .. .. ~ados secretos u e su corazon. Y cnaOtlo l
¡Feliz aquel que sabe hacer de la fo laR piernas rehusan llc\ a de m(u;, la
,;u guía y que su dicha es la. virtnJ ~ religion le ofro<"criÍ nna Hermana de la
Ru vejez será la de los putrint·cn~; c:;tn Caridad que le Cllfas de !>U
cuauclo nos in temor, porque ha i Quién podr.í medir el ·~~ultallo
1 vivido siu reproche. Corno Alcjl\udro desa~troso del mal ejemplo/ L:\ teoría 1
1 hogamlo h:ícia la Ara1ia .Fcli:.~, prc~ion. de b mayor pnrto de los hcnmbre& do
to el cielo por la. frngnncia d~ los pt•r. mumlo e~ c:stn: " 1 >io~ estl'Z. Je ~ohm
fumca. Y como San Lui~ muricrulo cu el ~obieruo dl'l muuuo. Q1uo se que.
sobro lns ruiuas de Cartngo, ~;u liltimo de en" el ciclo y uo:,.¡ ticia. con
men. Toda sociedad nece~ita para e.xis. respecto ú Dios. o A•J, , pue', 1n m. d'f 1 u.
tir que la paz reine en su neuo. Ln. paz rcncia en estn muteria es siempre uu
y In. tranquilidad en el órden. Poro no crímen porque infringe los derechos 1
1 habrá 6rden sin leyes, ni leyes efica.' más sagrndos.
: ces si u conciencia., ni conciencia sin 1 Encontramos lÍ un hombre en un en.
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J ¡ _ ------ 1~ E v_I H T A.-~ u 1 N e E N A~ ___ _ _3f~
1
1 mino est.recho, qut no hemos vi~to nun- nadie sabe á qué se expone el iugr•~to
ca. IJUC no es ni ouec;tro pa.rieotl", ni que se deshereda por su gusto .... Dios
nuestro amigo, n nue.~tro prowctor. lo sigue, lo p~ r¡;Íguc, llamn. á su puerta,
Hi u erubrar~o. lo "aludamos al pasar. implora que vuelva sobre sí. Pero él,
¡Qué sig oilic;L ese saludo! Es como si iodifcreute, ·rerrnnncce sordo, inseosi.
uijí:rais: .• Rcspel> Ull vos la imúgeu Llc, inexora.~¡le. Más tarJe despertará
de Dios, la ~ncanacion do una alma; ;v pedirií. mü¡ericonlia á ese aruor tan
1 basta. quu~ scais un ho1nbre para que no largo tiempo despreciado, pero ese
me ~nai~ iudifermte." Pero eucoutra- amor se ma üfestará ya indiferente
¡ tuo,., á DJio:; á cac.h paso de nuestra vi. tambien, y el Señor torn:l.fá su desqui- 1 '¡
1 'th y pa... . :umos sin saludarle. ... Te neis te y ~ont~sh~rá á. su turno: i qué me
' uu lrijo 1que ha.ueil criado con terou- irnpoda! 1
' rn, pero .él sin cuitar~o 1le vo3 uo os ~>a- Muchos di,cen: arregbré todo con
lu.la. jauun.~ ui so a:uerda rlu vo .. ; nunca, tiempo; pe¡,o i qnién tiene el tiempo 1
oeup;íudO>se sólo ce sus negocios ó di- comprado? ¿ Y cómo podrá ser sincera r
venioues .. lodiguaio le llamais uu mi- y verdadera una conver>ion á última
1 serablc p•orquc vicln todos sus rleberes hora! ¿ !::ier:l posible que ante la tl.im- ·
con re..~pl!lcto á liU lledad filial. y touei,; ba que le eclama el hombre sabrá 1
razou, lllunquo ns mismo lu hubeis arrepcntil'¡;e 1 ¡Cuándo ni cómo se ha.
'dado el ejemJJlo. Mús compa .. ~ivo que ce eso? .... Dios pide solamente la \me.,
1
1 niuguuo de los p::dre-; terrestws, ]Jios ua voluntad, J esa voluntad, cua.udo esos
ha d:n.do un rucrpo maravilloso, Lí llena. de citwrgía, puede hacer tnlla-1 ¡
uua a.lrn:v. destello do la suya.; para sal- ••ros. ¿Cómo aguardaremos á quo no 1
\'!\ros vivuó pobre, J llorrí y sufrió como ~.:amos sino oruJ:lveres para ofrecerles á
' un morta 1, y por último muri6 e u la ni os 1 Nos acerca romos dicit~udo o:
1
C111z. víctlima del }l)lnure. ¿Y qué pide "Miéutras q111e pudll 9o.za.r de la ctis. l
e u rccom pcnsa? Un;t mirada, un rnovi. teucÍlL uo me preocupe ue vuestra j lS,
miento~~~ gratitu ...... Vos on tanto. uo ticia, ui tl~ vt~estras nmeuaza.s. Me rlae- ~
1
o; ncorda,¡,; de vue~ro Cn:~dor, y uuse- le que rnt VlUa sea ta.u corta porque
rable y ~~cioso ~o~.rompei:; el cuurpo
1
on ver.datl no roo fasti~iaba gozar de 11
q~1e os dt u y olvtd!.t~ el alma. Tal vez, ella n1 me e usalra de msultaros. Pe-
1
dwe el hoHnhre, es verdad quo Dios Jiú ro, ya que ti do hn conduiclo, que el
su saugre p(l.ra resmtaruos; la religion lllundo mo ar oja, que la t.umln. me pi-me
lonse6ura,yba !.aria quererlo para. Je, vuelvo(~ vos mi:; ojos, si ac.asoe.-.
1
t~ucqJru•ebas do ello. P~ro s,o p~eliuro cierto que cxl11tis, co1~10 lo dicen _los sa..
d1 vertlrmtc ~ of~uder {í Dtos, u quwn u o cerdotes; y (,o roo ~tcen t¡uc ~o1s m:.t)'
conozco, uu.us bum ¡ue molestarme en lruouo, os ofr1 zco m1 cuerpo eorromptprobarle
llllt gratitud; y continúa su ca. do v mi alma; infiel."
mino sin tcuidarse do cosa nlguua. Dio:-. •
lo mira c:on tristeza, pues uw_j_or _qu e (Ooatio!lai'Ó). ...,. .. __ _
LA MENTIRA DE SABINA.
~0\ EL.A E~f\lTA 'E~ ~'!lA!I{CES PO~ LA P~lli{CESA O. ¿ l'\fACUZ1:':1\E-ALTIE~t.
( I?Ulblicada en In " ~c~:uo des dcux u;!ondes," en l1.1l \J • .'~gosto de JSSO,)
TllUtUI CIQ), flf4 :;. A. JIF. 0·
y I 1 cero recio q~te caía sobre el suelo con
. franqueza, p1roporcionaudo fecuudida.d
LLOVI.\ s1 n cesar, pero no era agua. á la tierra sedienta y bañando beut'fi-
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40 LA MUJER.
cnment; el grano scm hrado e o R~ se u o, 1 aq Llello; ca ractéres tiernos que ucccsí.
p1·oduciendo un agradable perfume en tan de apoyo como la yedra, y que, como
' la atroó::.1era; llovia, pero pasito, sin 1 esta planta, se lian con sus fibras im.
1
1 utilidad ninguna, una llovizna desagra- perceptibles á las personas que aman:
dable que para nada servia, que produ. es condicion e1;eocial esa para poder
cia en tod~Xs partes olor ú humedad.... existir. La babia u arrancado brusca.
una de aquellas lluvias que el sol en- 1 mente de la atmósfera suave del con.
cuentra instaladas sobre la tierra desde vento, en donde v~getaba en medio de
que aparece con dificultad sobre un nna general simpatía, que en su cali.
cielo grisoso, pesado y cargado de nu. dad de huérfana y por su carúcter dul.
bes, y que deja lo mismo al ocultarse ce y amable, se babia. ganado entre
por la tarde. Las hojas se desprendian maestras y discípulas. Llevada á aque.
lentamente de los •irboles y caían una lla atmósfera balada, entre la indife.
á una, no arrancadas por el viento, aun rencia. desdeñosa. de su padre y el a.{ec.
brillantes y ele variados colores, sino to reconcentrndo de Sabina, la infeliz
mn.rchitas, ajadas y todas igualmente sufria una pena intensa.
amarillas y sin vida, las {~uales se deja. Tanto en la parte física como en la
1
bao caer entre el lodo en torno de los j moral, era. imposible encontrar dos her.
árboles en donde acn.baban de podrirse. manas más diferentes que Sabina y
Los pajaritos tratab::tn de buscar asilo Flora. Parecia como si la naturaleza se
entre las ramas, y estaban todos moja-¡ hu hiera propuesto crear en ellas dos
dos, erizados y con las alas caídas; las tipos enteramente oRuestos de belleza
golondrina~ se habian ido ya, y los I!U- femenina. Dotada Sabina de cualida.
pos y caracoles gozaban solos en medio des viriles y nada comunes entro las
de semejante paisaje tan desolador. mujeres, Flora en cambio poseía aquel
Ciertamente el cal!lpo no había reci. conjunto irresistible de gracia y debi.
bido con galnutería el regreso á sus lidad que encanta r desarma ha.o;ta :í.
p~!uates de Flura de la Rullierc; torlo !los mn.lquerientes. Sabina. podía inspiel
paisaje se h}tbia cubierto con un rn.r simpatías, pero á poco heria con su
manto desapn.t:ible y melanctSlico: esto 1 eo.rúcter demasiado adusto: se la esti.
pensaba la pobre nifi¡¡. al apoyar la maba, pero la faltaba el arte de hacerse
fnmto coutra b "idriera y mirar caer amar. No podia expresar lo quQ ¡¡eotia
gota ú gota el agua de la!l goteras. Le
1
eu el fondo de su alma grande y noble:
provocaba scotn.r!;e á llorn.r p:tm imitar hogar t[UO se quemaba sin llam:\, y á
el cielo. Ciertamente el convento es uu quien le faltaba el dón de alumbrar y
encierro triste paro. las niñas que han calentar. Pertenecía ú aqud gremio de
dnjado un hogn.r eu doude las acaricia. sércs que atraviesan la vitla sin que
ha su madre y las couseutiau sus nbuc. jamas nadie los conozca: ninguna ar.
los en medio de la familia q u o las ama.; m o nía existe cutre los sentimientos que
pero para la. tierna huérfana que no g¡mrdan y los cpte pueden cxprc."-'\1'; y
couoci6 tÍ. su madre y cuyo padre I'C le 1 como se les juzgn por las apar~oncia.<~,
ha presentado tücmprc como no tirano no se les hace cn.so, 6 se les acusa de
furioi'O 6 iudifereoto, el convento, eu frialdad, do rudeza y de l'goismo. lflodonde
so habÍa educado, ora á sus ojos 1 ra, con su sensibilidad t·asi enfermiza
su verdadera familia, y sus juegos ino.
1
y su alma que vibralJa (r la, meuor emoceutes
se le pro~eotabn.n enttínces como cion, con sus grandes ojos pardos de nn
la mayor felicidad del mundo. :-)abina, 1 tinte claro é indefinido como sus sen.
qne la había visitado uua vez por afio, saciones, su cal>ellera vaporosa, de oro
era. paril. pam ella ca.<;i una desconocí. pálido, la cual parecía. iluminada por
da más bien qne una hermana. Cuan. uu myo de luz, MU a~pccto poético, el
dó lleg6 al ca~tillo, del cual casi no delicado óvalo de su cara, sus labios
se acon.laha., sintiií como 1;i arribara rosados como los de un nifio, su sonrisa
.~ pa{t; extm11o. Poseía lt'lora uno de eutre tierna y triste, el color de nácar
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REVISTA QUINCENAL. 41
de su tez suave, 1 cierta iracia infantil delante. El p!l.tio, que miraba sin pencomo
de qnien 1goora sus cualidades, sar estaba separado del camino real
Flora, decimos, apénas se presentaba, por una reja de hierro. A un lado y
y ya no habia quien no la amara. otro ~ exte-ldiau las huertas y hor.
Cuando lleb"S á la Rulli~re, el casti. talizas, y más léjos, hasta penlerse en
llo parecia iluminarse con un brillo el hori1..onte, veía la tierra ele labor
desconocido a11í. Parecia como si la cubierta de exteusas sementeras, las
primavera con toda su poesía, la ju. cuales últim~Lmcnte habían sido sem.
ventud con sus sonrisas, se hubieran bradas, y no se notaba aún eu todas
detenido en el castillo por primera vez. ellas la meno1r sefial de vcgetacion. Era
Dos di&a despues la tristeza de aquel aquello tan uniformemente triste, que
lugar se hab1a apoderado tambieu de Flora cerró loa ojoa para no ver.
Flora. De repente abrió los ojos; 'lguien
-No has crecido nada,- la dijo su babia entradc, al patio. "Algun labrapadre
sin mirarla, y como si hablara dor," peos6,- ya babia visto puar otroa.
con una niiiita extraiia,-y habia afia. Pero el que 818 acercaba teDJ.& un aapecdido:
y conservas el pelo tan amarillo to rarísimo. Enaopado de agua y cu.
como áoteR,-e!le fu~ todo el recibimien. bierto con una capa burda, llevaba un
to que la hizo. Sabina tuvo que oou. gorro de pie~lls haata laa cejaa, derra.
parse asiduamente de las cuentaa a.tra.. m'baae sobr~~ sus hombroe un bo.que
saJad durante su corta permanencia eu de cabellos hLrgos rubios y barba igual,
Paris, y no tenia tiempo de ocuparse de y dando sal toa llevaba cuidadosamente
la re01on llegada. Una vez arreglado un canastillo tapado con hojas verdea
au corto equipaje de escolar no sabia que cubrian un ramo de rosas. Caen
qu~ ocupa rae. Examin6loslibi'08 de minaba ' toda carrera daDdo -.ncaSablua,
poro éstos trataban todos de ~ con un&~l piernaa larpa y flacas,
n.gricultura, rlorechos rurales y otra~~ .-.omo las de una gana. Flora crey6 que
materias por el ~tilo. En el aalon de seria el mayc,rdomo de su padre, y delrecibo
lu,b1a un piano¡ se acordaba que pues de verl9 entmr al oaatillo no vol.
era el de 1111 madre; lo abri6: el teclado vi6 ~ pensar ~n él.
o.marillndo por el tiempo y la humedad Un mome1¡¡.to deapuea ainticS que ~y
el moho habian roto las cuerdas. Bajo guien abria ~a puertadelaalon. Volvi6
los dedos de Flora el pobre instrumento (í mirar 1 vi~¡ detenerse bajo el dintel
sou6 con u u acento tan ronro y destem. & un ind1viduo que la miraba con ojos
piado que parecía un sollozo, y al oirlc espantados, y tan claros, que no pare.
ell" cerr6 apre uradameote el piano cian tener ningun color. El agua caía
moribundo ..... No ~lia aalir porque en arroy01 e:11 torno suyo, y al dar un
la lluvia no CC8&ha; fué, pues, á apo. paso dejaba aefialadas las botas en el
yane contra lOR cristales del balcon..... auelo. Sus barros desmelenadas y mo.
"i Para qué In hahia sacado su hermana ja.das le caiau sobre el pecho; en una
del oouvento1" pensaba. "Nadie me mano llevaoa su gorro de pieles y en
quíoro, nadio me necx~ita aquí." ... No la otra el ca¡~tillo ¡ estaba despeiuaeucontm\)
ll cosa alguna que hacer, y do, mal vesi~do y todo parecía eo él
cou terror so figuraba que así eeriau demasiado la~o: la oarh:, el 6valo de
todos los dias de su vida en aquel des. la cara y la~ manos, erau iumeDIJIIB;
tiorro, y o.l pensarlo, empezaron laa pero una faccion le impcdia po.recer
lágrimas 4 asomar á sus ojos. En la ri~ículo: la frente al~, despejada, co.
primera juventud se sienten esas in. mo de poeta, de aofiador .... La e:spre.
explicables angustias que parecen eer aion de su fisonomía en nquel momeo.
el presentimiento de las triatezas de la to era la de la sorpresa mál grande .....
vida futura. Flora no trataba siquiera Miraba y re1miraba ñ lt'lora l. su admide
limpiar las lágrimas al traves de las racion crecin. Ella se sonri , y viendo
cuales ~e le velaba el paisaje que t.eoia que cíl cont.ittuaba como extasiado, dijo:
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~~~:2=~~~~- ----;AMUJE~-- -~~
-¡Usted tlcccsitnha alg-o? 1 ofreciéndosela, íÍ Flora, y las únicas 1
Ali rotlilla.'l. volvió á mirar á Flo. sér físico. 'fodos los poetas y peusn..
m con el aspecto beatífico de quien es. cloros románticos y sentimentales eran
cuclm una lejnoa melodía. La niña lo su~ favoritos, y Jacobo recorría sus tiacalificó
de neu10 ~· f'e puso á buscar en rrns y labranzas siempre cu co10pañía.
1 ~us recuertlos c¡uiéu seria. :Nunca se le Je algun libro que le elevara el Pspí-
1
j hahia ligurn.uo que ese pobre hombre ritu y le idealizara. la vida prosaica.. 1
er~ ol novio que Sabina le tenia. des- Hubiera deseado vivir en tiempo de la
1
1 tina1lo ~ caballerín. y de las CruzaJas, y como
' -¡Buenas to.rdes, JacolJo! exclamó su existencia era tan poco seotiruental,
. Sabiua, entranJo un momento dc.-;pues. huscaln~ la. poesía dentro de sí rnismo.
Creo que ustedes Jos se h:'l.n reconocido El señor de la Rullicre se burl~ua de
otra vez. i Te acuerdas, Flora, que de él, diciéndole que ou sus labrn.nza~ po- ¡
chÍfjUita le tenias utieuo? Pero ahora uia demasiada poesía y poco abono. Es
~;ení tu mejor amigo, así como es el cierto que sus sementeras prosper:Llmn
mio. poco; pero no así la. mente del júvou
- ¡Grncins, ¡.:racias ! der:in. entre tan. que se hallaba cultivarla como 110 jar.
to Jacobo frot&nciose la~ rno.oos vi,.oro. di u lleno de bell:ts flores, eut re las
samente, y procurando Je esa m~oera <:tt::des crecían los gérmenes do todas
t;erennrse. las virtnJe¡; v todos los ~n.crificios.
Scntáronso on torno riel hogar; ~;e Sabina. no' había comprendido jamas
hnbló del vinje rlo SaLina {¡ Paris, cosa á J a.cobo, á quien lla.mah:t soñador.
poco. ~omuu para e lb, y a.demns se dis- 1 Flora. adivinrS n_;ejor qu? olla cu~~to
curnu ttceren. do> la lluvia, Jo h. cual se onhi~Jasmo, cnauta pocsu~ y OX'lUJslta.
otupan mucho lo~ cn.mpesinos. ' delicadeza oncermha. ese corazon. 'l'tí- l
Snb. ÍM, notando el cnuastito, 1 vole l{lstima. al verlo tan tímido y tan
-¡ Quf trae usted! pre~uut6, ¡ rosa.!'l desma.fiado ; ella comprendió que esa !
tn l vez 1 Reg;ílesela.s á Flora, que le alma llena de melodías celestes y eRe
gt:lstnran mucho. 1 corazou tn.n tierno deberían sufrir mu-
Jacobo las sacú con mucho cuidado. cho dentro de tan rústico exterior, co.
ta ~ando otra ''ez el .canastito con. las l ~o un ave. en una estrecha. ja~la. SinbCJJa5
de col, como s1 dentro hubtera tt6 como s1 Jacobo fuera un ser enfer.
ot.ra cosa.. mizo, á quien era preciso tener com-
-Son las últimas de la estación, dijo pa.sion y tratar con dulzura.
1-' --
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R }l~ V I S T A Q U I N C E N A L . 43 1
Hu voz involuntariamente tom1Í, para j arra~tr.lndose sohre todos lo!! muebles
dirigirse á l-1, un tono amable y cari. y las alfomlm~<~, no habiens que decir :
tahle para Jacobo, pero el f¡ue m,:uos -; A~qucrasos caracoles: Van ú da.
podía llamar la ateucion de ~abiua. liarlo todo ....
cuya cducacion, como iíotes hcmo¡; di. -Oh! no, dijo cándidamente Jaco.
< ho. había &irlo muy descuidada. bo. no u1;~uclmu unda, basta pasar una
Comenzaba á oscurecer, y la llamo. esponja con ngua por encima de los ·
1h'l hogar, 1íoica luz que hahia en el muel1les.
nposPnto, iluminaba 1le •ma manera Poro no er~~ cu los muchles que pen.
f:mt(LSticn los muebles y los muros cu. :mba Sabina.
biertos de antiguos tapices do todos co- -Pudo u.slod Lnberlos dejado en la
lores. Flom escuchaba, olvidando poco antesala, cou e~tó ella cou brusquedad
tÍ poco la;; botas eu!o,lada.s do .Jacobo, y con uu to o como ~i ~;o diri::,tiera á
qnu estaha seota1lo cen·a. de ella,, sus un niño.
largas mano.; rojas y quemadas y 6\IS -: PenJ,)o lUJe ustetl! rOJJUSO Jacobo •
ojus descoloridos. Re RoureirL suave. dirigiéndose 1' Flora wús y máll tur- ¡
rnento, aspirando el perfume do poeJSÍa hado.
que se trntlucin en palabro.s y que fil- Tenia un pecto ta.u triste, e habían separado para toradas excu s de Jacobo, se dijo con
dejar pasar un ejército de caracoleR. una sonrisa do satisfaccion:
Despues de haberse paseado deutro del -Despues oc todo, sí tenia razou éll
gorro de pieles en todas direcciones, se cuando dijo tque los caracoles no ha-~
h:~bia.n salido de allí, y se les veía biau dañado 1 ada. '
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44 LA MUJER.
SEGUNDA PARTE.
I
trigales 1 En cuanto al riOl que corría
en ondas de plata. al tra ves de los
troncos de las mimbreras Yf los juncos
de la. orilla., saltando en caprichosos
AL dia siguiente un débil rayo de remolinos por encima de las piedras
sol, tímido y sin calor, trató de atrave- que le impedían el paso, i acaso tamsar
el velo húmedo que le impedía lle- bien no babia procurado emcerrarlo en
gar hasta la tierra. Brillaba. como una un ca.nal, entre dos murallro.s de marosonrisa
entre !~grimas; pero la tierra postería, para que no inundara Jos alle
prestaba brillo con el esplendor de rededores 1 Pero el rio se hrubia negado
su aderezo de diamantes que la lluvia á obedecerle, 'Y un dia de primavera,
babia derramado sobre su seno. Al mo- habiendo llamado en su so•corro á tomento
la naturaleza entera mauifest6 das las nieves de las montmñas, se hasu
alegría; los gallos cantaron, las ave- bia entretenido en arran1car brutalcillas
sacudieron sus mojadas plumas mente los murallones y celrcos, y voly
se pusieron á saltar de rama en ra- viendo todo al revcs, form16 con las
ma, moviendo la cabeza, y cada cual piedras del canal pintoresca~s cascadas
haciendo ver con cuánto ~~sto recibía r¡ue enfurecieron á su dumño sin pootra
vez al bello astro del uia; una ma. derlo impedir. Al momento, mandó sariposa
trató de emprender vuelo, lJero car algunas piedras y lajrus del lecho
no tuvo fuerzas para hacerlo, y fu~ á de su enemigo para hacer Otomponer el
caer al suelo perdiéndose entre las bo- camino; pero no trat6 de 1empezar de 1
jas secas. nuevo su obra, sabiendo qu¡e quedaría
-Nos aprovecharemos, Flora, de la vencido de nuevo.
escampada, dijo Sabina, para ir á visi- Aquella. mañana, el rio mrecido cou
tar 6 tu madrina en su castillo de los la lluvia de los días auterüore.<~, mur.
Allais. Miéntras que me ocupo en ha- muraba discretamente su ca..uto de viccer
enganchar el pone¡¡, si quieres a pro- toria, haciendo el papel de torrente y
vechar el buen tiempo, continúa por la jugando con los juncos que empujaba
avenida. hasta llegar al rio; no puedes húcia un lado y á otro. Los pajari11os
equivocarte. Yo te alcanzaré. saltahan sobre la arena, y h1n.udadas de
Contenta Flora con la idea de sacu- patos silvestres volaban almiéndose en
dir el tedio que se apodero.ba de ella, triáng1llo una via sobre el delo azuloacept6
con gusto la proposiciou. so. :&~lora camiuaba lentamente, levan-
}~o otro tiem}IO el parque de la Ru- tando con el pié las hojas cai1das y amonllícre
ho.bia sido mny bello; pero la tonadas sobre la alameda .. formando
m a. nía utilitarista. de su dueño aetual una alfombra espesa, y ulmitsmo tiempo
lo habia. dañado, de.c¡pojándolo del as- escuchaba aquel ruido vagfO que se lepecto
poético y grandioso que ántes le vaota de la tierra cuando 11M gotas de
distinguio.. No habin. podido impedir agua acaban de deslizarse pa>r las ramas
r¡uo los nogal eH se inclinaran á uno y y yerbas. Impresionable coiiDo era para
otro lado de la avenida basta formar todo sufrimiento, se ident;ificaba con
una bóveda oscura como la de una. ca- &Ste aspecto déhilmente mel.ancólico de
tedro.l gótica, ni ha.bia logrado que los la. naturaleza., y encontrabru. cierto enprados
de menuda yerba. se cubrieran canto en la tristeza. r¡ue se r·espirabo. en
de vistosas florecillas en la primavera. las cosas que la. rodeaban1. Una voz
Sin emhargo, ¡ cuiÍ.ota guerra hacia. lÍ sonora. la. arrancó de su meclit.'\Clon.
esas pobres florecilllas que, aseguraba,
lle\'aban la semilla á sus sementeras y ( Cont1inual'á.)
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REVIS1'A QUINCENAL. 45
LITERATAS FRANCESAS
DESlOE EL SIGLO XIII HASTA EL FIN DEL SIGLO XVIII.
ll
(CON'fiNUACION). 1
el poderío que tania n las mujeres en 1
esos siglos. Los caballeros !4e sometian
TR.\SCUIIlRlÓ m seguido. casi todo el humildemente á sus fallos y cumplían
siglo XIV, si u qte uiugunB mujer apa. religiosamente con cuanto las dama.:;
reciero. en el torizonte literario de les ordenaban.
Francia. E::s cieto que la época fué an. Los principales tonwos de anuw te.
1 gustiosa y poc• propia pa.m el arte nia.n lugar en laR semi-cortes de l.~s
poético. La hist•ria no refiero en aquel Condesas de :;s'arbona, do A..,;gnon y
siglo sino g;nerr.s civiles, sangre derra. de Chn.mpaña, y por último, bajo h
macla á torrreutG, crímenes sin número, famo~a Clemencia Isanre, tan citad:t
desgracias asado íi h Corte do tor más sencillo y m~s puro que puede
l<:duardo Ill de ng aterrn. con la Reiua presentarse de nquella épocl\." Es cier.
Isabel del! 'ranc:t., escribió, ú la muerte to que sus contemporáneos exageraron
do estn. Prrincea, su historia, siendo sus mérito<;, y hasta el siglo XVI la
l A hade~ deJl m o aste1·io de Longcho.mp. l igualaba u por la elocuencia á Ciceron
1 .Arlemas m lUcha dnmM del sur de Fran. y por la ciencia ií Cafon.
1
cia., abandomadn en sus ca;~tillos, mién.t Hija de u u italinno, Tomas de Pi.
tra..<~ que sws pares: entre éstas citaremos fué protegida por In. Corte, y sus poe.
1 de paso á Cú"»Luncla !!J Jt,ana rle AÍas celebradas por toJos los cortc~anos;
, Quiquewu1., Bnu!d(t y JJeat,·iz de ... l- ~ pero á la muorte del protector de su
1 gou.lt, Jr'la md,·i'la de Plas~;an, l::ts dn. padre se vi6 sola y abandonarla, y tuvo
mas de Jfa.l'chd"'J.t'e y de Faycl y otras que apelar tí la litemtum para ganar
varias cuy os nmbres seria fastidioso sn subsistencia.. Compuso eutóuce.-; uua
citar, pues suspoc;;ías so han perdido historia del reinado de Cárlo.;; V (el
y sólo· sus nonbres han sobrevivido. frances), que lla.mtS Hechos de CtÍrlos
Entónces t'ué anudo se instituyeron V, y otra titulada Libro de los heclws
aquellas co,¡·tes o am.or, tribunal feme. de armas de la Cnballeria. Esta última
ni no que u patria adoptiva, taoto que agonizaba la Edad Média y
Cristina dirigió un:~.1•loeuentíf;ima ca.rtn albor caLa el Renacimiento, h guerra.
ú ar¡uella Reiun JWPr1~irmtlC8, género de !>[ID y )fATIGARJ'l'.\ DB AXGOUI,E~IE,
pocsla. n.nnouiosn. y suctve c¡ne todavía, Reina. do Navarra, PriucC!'n de Valois
no su u aha en su é}10ca. y l1ermaua. de Francisco I, sienJo estn.
1 ' Cristwa uo so hace acreedora á nuo~- 1Íl\ima. In mujer mfis illlportante en l tm estimaciou solamente por :;us obra¡; las letra~ que cuc·outramo~ al empezar
literaria~, ¡mta cínica: en resúmen, año!! de su v1lda. en arrepentirse de sus
es una mujer 'Mecenas y de b. raza de pasados erro res y lamentar &•1& deseo.
los ValoiK Eu ella hay dol'! personas: la gaños en un retiro, en donde la fué á
protectora de los poeta!: y la poetisa." buscar la muerte en 1549, á los cin.
llargn.rita., hija. de Cárlos de Angou. cuenta y ocho año.~ de edad. Ya para
lcme, na.ci6 en 1492. Desde niña. se de. ent6nces los poetas á la moda, como
dic6 al arte y á 1M letras; pero el cul. Ronsard, Belllay, Dorat, &c., habían
to de lo bello la. llev6 hasta perder los olvidado á n9¡uella Reina vieja y triste,
nobles instintos y prorogativas del al. que tanto babia brillado, para aclamar
roa femenina. éoqueta y orgullosa, la gloria nac¡iente de otra. Reioa j1Íveu,
quiso hacen;e un nombre protc.~..,riendo protectora. dEl las letras, mujer del nue.
á los calvinistas; deseo;;a de ap::mmtar vo Rey Enri~1ue VI: hablamos de Ca.
in,lependencia de ideas y carácter vi. ta.lina de M,édicis, mujer extraña y
ril, supo hacerse RO!-ipechosa á los catÓ- temible, que supo mauifelitarse humil.
licos y ~ao6 los" elogios de los refor. ta ib~ig11ificante, miéotra.c; vi. 1
mistas, sin queJar en resúrneu en Luen vió !ill c.<~pos , para ~uesentarse dc,;puos i'
pié cou niu~uno de estos partidosJ>Olí- á los ojos de la nacton, y cuando tuvo '
ticos y re! igíosos. Amanto de la fi o~o- :el poder en 11us manos, violenta., apafía.
y Je h metafísica, quiso ser tam- sionn.da t; inc¡rornLle.
!Jieu poeti:;a. y lo couRi~'UÍÓ, aunque no ContempoJ~áneas de esta Marga.ritn.
naturalmente. La vactlacion en todo do las Marg~aritas, ó tJI"l·ln de la.~ peros
lo que caracteri~ sus oLrat>, y ella Úls, corno la llamaba u los de sn tiempo,
pcrsouilica la Rituacion de los ánimos fuerou otras dos Princesas fmncosns,
do aquella época, en que los espíritus, tatubien céle,brcs por su amor á las le.
impelidos por el vaiven de uuevns tras: Rt·:".AT ~ Uf) FuA~OlA, hija menor
ideas, bu~calmn •cou ahinco b "crdud du Luis XII, casada con el Duque de
eu todas JHLrtos y olvidaban que L'St.'\ lt'errara, y J~IARGAHITA tn: SAnOYA,
hnbia nn.eitlo eou olloil. hija de Frnu(•Í~l·O l. Au1has oran muy '
l"as oLra.~ 1lu llargarita de An"OII- H!rsadat> ou 11 latin y el griego, com.
Irme so u Jnttolms y dt! dh'ersos géu;ros. pouian ven>oll y discurrían talento sa.
Las ruá:; couuci~las sou: en primer lu- mt>ute con todos los sabios qne eutónces
ga.r, uua colecc.iou no uovela!! llamada concurriau ú us cortes.
IV
E'llleptanwron <Í /,:istm·i.a, •Ú los aman.
tes ajvrtunad.CJ.'I, de una moral muy
~udosa, t.'\nto, que hoy día JlBrecerin.
unposiblo que las escribiese una rnujer Pero no 1119 crea que ol ~her y el
1¡uu se respeta: ta.mLion dos obras mÍR. amor al arte poética s6lo brillaba so.
tica..'l de estilo somhrío y misterioRo, bn.l los troMis; entre la claso média.
'fUC recuerdan el Paral.w perdúW de tambieu se ti.Jlcoutraban mujeres afi.
Mil ton: ¡.;¿ tri'ltnfo del Cot•fÚ"''O y El cionada.s á la.tl lelm.-. E u Lvon se había
e.~pi!j() ikL "li14l' pec((,dom.-La Ma1·ga- het·ho oélebre¡ una mujer "ue humilde
rita. de l.as J{¡ugarita.s, coleocion de cunn., llamad.a LmsA Luu:;, la b~U.a
poesía. .< ¡ sueltas y drama¡¡ cortos, e.q lo wrc.leÚI'(t, de la cual decían sus con.
mejor de tódo lo escrito por ella cu temjloráneos "que era bella como V é.
verso. nus, blanca clomo Diana y sábia como
Marga.ritJ1 fué casada dos veceS: la Minerva." S1u vida fué de ayent.uras:
primera, aJ ClllnpJir diez y seis años, Ú los diez anos, vestida. de hombre y
con el Duque de Alen¡¡oo, y en segun. con el título ~e Capita.n Lys, peleó en
das nuprint~, cou Enrique de Albret, el sitio de Pelrpignan con RiJlgular lucíRey
de ~Bva.rra, rle quien tuvo una miento. AL ll~grOiiar de ll\ campaña se
hija, llamada Juana, que fué madre de entregó al es dio con alunco: apren-
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48 L A M U J E JR.. --- ------
dió el latín, el griego y el italiano; res qu4e las de Cata. lino.: la primera era
aclemas em muy docta en historia an. mujer tierna y al mismo tiempo apatigua
y ver~>uda en los autores clásicos. sionad~il.; la se~¡,ruuda, que murió Roltera,
. Aunque la. coleccion de sus poesías es canta E u bogar con voz dulce y melo- ¡
corta, son muy apreciadas y se encuen. diosa. pero fria; se citan de ella, como
tra en todas ellas la pagion espontánea 1 partic~1larmente buenos, dos sonetos, ·
de }¡, Safo griega unida á la c1encia. de uno á 1m jardín y otro á su rueca.
su contemporánea Margarita de Angu. E l ~omb re de estas dos mujeres em.
ll:me. Luisa Labé mmi6 en 15136, á los r,ezaba. á hacerse conocer cuando llegó
cuarenta años de edad. .1 Poitiers una peste que diezmó sus
Casi en la mi!-imn época se dieron á habita ~tes, y entre las víctimas muric.
conocer en la ciudad de PoitieN dos ron el mismo día., con pocas horas do
mujeres literatas, madreé hija: MAG. ioterv 1lo, las dos poetisas. No quiso la
OALE~A y CATALI~A DES RocnEs. suerte que sus nombres se separasen
Ambas eran muy eruditas é instruidas, 1 ni en li~ tumba, y así es que en la his.
sabían latin y hasta griego. Publicaron toria [e la l iteratura. siempre andan
uu tomo de poesías en 1584, el que juntos.
tuvo tres l'dicioncs con,¡ecutivas. S. A. DE S.
Las poesías du :Magdalena son mejo- (Con~t inucmí). ----- -
LAS DESDICHAS DE AURORA.
COMEDIA DE COSTUMBRES EIN CUATRO ACTOS
P OR SOLE DAD A. DE SA~IPER ,
A O T O S E G U ~if D O .
La c&ecnn rcprcaentn el mismo saloncito del primer t\Cto, pero cstnrú n\liortn In ¡mertn do
f tlon, l'i cunl se ,·crá iluminado con muclltiH bnl~íns. So verán pasar I11S pnrcjas do
t ailo y so oir:l. íi lo ll:jo11 la música do piano, toca~1do valses y cuntlrillns, &c.
I·:SOE~A rRDIER.\. taba sol amlo, que vcitL visiones ... . pero
cuando so me acercó{¡ invitarme IÍ bai. J..UIWHA-JULU.. (arob:1s véstidas do baile).
lar dcl;¡nte de papá, que estab;~. cerca
.JULI.\-V en, llablemos aquí á solas ... y no d1ecia nada, no só cutíutns cosRs
1 A t:noR \ ( cutL (((lema n ri<• J('SI'spcra. irna¡!ÍD~i., y mi .~ornt.ou diú un Y~ ele~
cion)-Déj:une.. . ( ucttltn la ca m en. de aleg1na..... Sw emb:Hgo, no se que
tre /aihdad, cuau.
po de lo tJUt! sucudia. ( Se sienla 1L - A a. do pnpt. me acal>nLa tle notificar que me
rol'a ron ftt ~ara topada ). prohib. hasta coutc~tarle el saludo?
Ault. ( 1lonién•lo.ifls wio~ ; lJio, mio! ¡Qué deR- AUR.-Yo estaba ~obre ascuas, pues •
<.liehada soy~ á. cada linlo veit\ que pnp:í ó tio .l<'~lix
.JGLl \.-;Cilmatel 1invitabuu ii Va lerio al cuarto en quo
A Ult . ( uoluitÍtUl>Ul del ras rle (El s•in:iente lo sn,lta.11ara. ·,·¡>r<>fJ<- ,._
una cnrtiJUt)-Ah! ;Quemo lo hayan le f'l 81>-m(mli'O; Valniu tamlxtlnt :y
puesto en esa. situaciou! qu·iere tMirse ff.)
v·AT,ERIO (apoyado cnunSIRVIENTEy
dando traspiés, con el sombrero ladeado,
la corbata dcsatm)a y los vestidos eu dcsúrlcn-
Los Dicnos.
noxA ÜLEO. ( accrc-í IUlose á A·uro?'
ll )-Mira, hija, ¡quío descrédito l
Jui,J.\ (accr~ínftl'lt la sccla.) .... entónces no me inL ..
aún .... (IÍ ,z{)n Péli.r.) Tengo una sed ...
demo u~tod algo .... algo con que remo.
jar ..... In _gnrgnnta .... .
Do.s ~'•:L.-; Venga usted acá! ......
Afuera le da.ré lo que quiera.
V AL.-N o! Quiero bailar ..... (á ,Tu.
liAJ,) Se ... fio ... rita (da vn traspiés y
se tiene d~>l sirt>iente) querría ..... USted
..... honrarme .....
JULIA ( C{>n i n~tionacion )-¡Quite
usU,d! ... que usted no está en su juicio.
J ULIA (danaso wlcl.)
DoN F•;r •. -¡ Desgrnciado l (M acNca
). i s~a ha quedado dormido como un
tronco l
})o~ SAT. (á .A1trom CJI~ /¡n., Bflliflo
de su cacomlite a.l csf¡•¡umrlo)-¡Míralo,
hija iug:rata !. ... ¿Aun per~;istes en tltl.
witirle como pretendiente? 1
AuR. (con en~ryía) Sí~ .... le quiero
de todoj' modos ..... y así me gusta tam.
bien.
( Jlovim-ienfo de SO'I')>resa. dr. t•)l.los ).
CAE EL TELON,
( Duro¡Jtte todo el acw se ha oido adentro ¡
música de pitmo, y variM parejas, ya bailando,
ya J!laseando, :.traviesan por el \·ecino
salo u.)
(Con.tin1tará ).
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RE VI S T A QU I NCENAL. 51
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REVISTA DE EUROPA.
1 rolina, Fernmlda, Filomena y ~lfaría d1
todo• lo• S ant01p. '
I
En FRANCIA continúan las crisis miniate- Tiene, pues, suficientes nombres para una
1 tialos y la persecucion bárbara y sin trcgoa generacion entera, y si aquel real matrimonio
i coutra las órdenes reli¡;iOAaa. Oambetta, que tiene muclta pn~le, acaban\ por reunir en la
: se ha propuesto hacer y dcaborMar miniate- familia tocio el !Calendario.
ri<•s, sólo Re ocupa en realidad en preparar Parece que 1el nombro de María do las
, el terreno para su futura Presidencia. Su in- Morcédea fuó 110 acto de delicada gencrosi-flucncia
es tan poderosa entre los rojos fran- dad de parte o la Hcina litaría Cristina,
CCI!Cil, que podría gobernar tsa nacion el dia para recordar a primera y querida Cllposa
que quisiera. Poro ca suficientemente cauto 1 del Uey.
pam eacat· la brasa por mano ajen:.- y quiere 1 Adema,;, con cato ella so l1a ganado mucha
que Francia so encuentro organizada á su pnpularitlad en re el pueblo é8p:lñol, que ea
gusto 'CU!ITHlo él torno las riendas del Gobier- tan ndrnirador de toda acc:ion nohlc, y c¡uo
no. J,os .Tcsnitas lo c~torbnban, era preciso rn:ís r¡uo ningn1~ otro, ea capaz do apreciar un
cchorlos,- las ó&·dcnc~ religiosas lo hacian rus¡;o Je clesinl res y abncgacion.
Rornbra, era ucceeario snprirnírlaa,- el ejército
se rnan irr•st.nb:~ religioso, so ha dado ónlen
p¡n·a que se lo quite sus capellanes y 10 proIII
hiba que oi¡;an misa los soldados. Adema&, En INOL4n:¡~n., se continúan preocupando
en loR colegios y liceo;¡ del Gobierno se ha mucho con la ~1ucslion de Irlanda, cuya soproducido
un:~ gran rcvolucioo, couvirtiendo Juciou parece ¡lada dia más difícil y azarosa
la11 lmenna enseñanzas quo se daban allí, en para el Uubier~ o.
unas onterarncmo »onticriationaa. .Muchos nihllist.ns rusos so la un trasladado
"Tantas veces "" l•l cántaro al agua, que á Inglaterra, e uuode han trat.nrlo ele munial¡;
1111:1 be quiebra." I:tl prulmble qu o tudus fCI!Iartltl pvr m di u de teutath a11 pa1 a !&acut·
cRtos cñlcnloa le salgan CITRI!os á Gnmbotta' volar una ornl•nrcacion peatcnco·iento al IJzar,
y á sus~ocunccf!. ER tan gr:1.1ulo la misericordia' (con din;~mita) y un tren en qno viajaiJa uno
lli vinu, que cuando los cálcnloll humanos son de RUS hijo11. l,urcco r¡uo en esto Ita te u ido
t·o11trarios ni bim 1111premo, ,:&tos salen fu- parte un tal Hartmann, el mismo qus, reaultn lo contrario. los rojos do a el vais.
lo1>S esplritu~ timoratos no dejan do alarmarso
con ciertas profecías qno sin c<'Bar so
proclaman, anunciando calamidades. Ha puIV
lllicodo recientemente un profesor Orimrnor, Trae mny a¡ it.ada A la prensa sueca y nosegun
el 'l'uMtt (25 de Setiembre): "Desde ruega el dcsco1 que ha maniCust.ndo una parte
1880 huata 1887 1•ahrá en el mundo una nni- de la poulacio~l noruc¡;~ doecpararse deSne\'
crsal mortandad. Asia se vorá despoblada: cia y proclarn r su independcnciaerigillndoao
Jo:uropa RO conv()rtirá casi en un desierto ; 1 en Iwpúbl ica.
A me: rica perderá quince millones do habitan-! Deberían co pprcnder aquellos hombrea qno
1
tea. So VCJ~n infinidad de tempestades, in un- las repúblk-aa ~en EuroJ1a, salvo la do Smza
daciones, montañas que se precipitarán sobre (por ser de url gen antiguo y formnda ánt.ca
los valles, &o." do que hubiost lo que se llama partido libe-
Ya vamos concluyendo el primer nño de ral¡1 todas v 11 1\ parar en anarquía y en
prol•anza y aun no hemos visto mayores ca- desorden, en i jjusticia y en crímcu, es decir,
lamitlades que en otros años, veremos si en el gobierno do las mall!na democráticas 1 del
los seis restantes acierta igualmente mal. elemento del ~~al sobre el del fJitll ! Ahora
l
II
Entretanto que lleguen á suceder estas
coAus, en Espaiia so han regocijado con el
nacimiento clo una I nfanta Heal, la quo ha
sido bautizada con CRtos nombres: .Varía de
las McmJ.les, Isabel, Teresa, Cristina, Alfo,
ua, Jaci11I!J, Ana Josefa, Francüca, Ca-loa
noruegos viven tranquilos, sin temores do
socialismo, sin lnchat& cleccionnrins, sin dis-putas
y sin ~~ •rraa. ¿Qué será do ellos dentro
do diez nn IS si logran proclamar la Hcpública?
......
V
Esta ha sid~ In t'poca realmente en qnc las
mujeres se h¡l'n puesto en todas partes de]
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- - ______________ __._ _______ _
~¡-52 LA M U J E lt.
rr.undo en si tio prnmincnte,·sea pam hacer el ¡la carne y que contienen todos loa elementos
bien, para c:~:hibit su ciencia ó para ponerse propios ~ara la buena uutricion del hornbre.
en rio!ículo. En Inglaterra, una seiiora ha Ademas, aboga por un sistema que impide
¡m~scutado un proyecto en el Con groso de 1 que se sacrifique la vida de tantos animales,
Ciencias Soci11les, por el cual exige que ao en- '' eso11 ~~ermanos menores del hombw," dieo
trcguen los hijoH exclusivamente á la eaposa, : el la,- a~ nqne no ao opone al conamno de la
Qlle loS lllariooB no J10SIJ311 más privilegio en BU leche y QO los )l\leVIJ81 Jo que taml.Jicn,- S03
familiu, sino el do m:mtenerla, y que los hi- 1 dicho de1 paso, no deja do ser una crueldad si
jos no tcu¡;an el deber do obedecer sino á la se mira bien.
ma1lro. La especie no deja do tcuer su sal y Todo los di as 110 inventan nuevos sistemas
su pimientn. y nnev011 métodos, pero la costnmbre es mtís
Mucho in torca habÍ:I!O mnnifcstado en San fuerte q,lte todo; y tememos qno A pesar do
Fr:mci8CO do California con ls npnricion por la l!locu~!ncia do la seiiora Kin¡;sford, las curprimcm
vez en los Juzgados de una mujer uiceríu no mengunrún en el ruuudo.
1
abO!Jado. La señom Gordon es jóven y boni-ta,
y cuando se presentó delante del público YI
vestida de ue¡;ro C(Jll una rosa 11obre el pecho,
el auditorio nplandió; ella no hizo el menor El faQ~oao mÚRico Offcnhach, qno compuso
1
caso á las manifestaciones que la prodigaron, 01jeo e~ lQI injiti"IIOS, La !lija de madama
sino que muy séria expuso el caso (defendía .Anr¡ou/~1 ~·c.,Juurió en Paria el 3 do Octubre
á un hombro acusado do asesinato) con tan casi re ~ntinamcntc. Leemos en la Bstrella
sentidas y elocuentes frascll, qne acabó por de Panafmá :
pct'lluadir ul Jnrado qne el hombre era ino- " Los funerales de J acqucs Offenbach so
ccnte, y tuvo la alcgna do verle declarado. celebrar · n el 7 con grau pompa en la igleHia
así por unanimidad. 'de la M~~dalena. 1~1 día estaba lluvioso, pero
Dícese que lns mujeres tienen el don de la 1Ja mult.iptd era inmensa dentro y fuern del
palabra, y que su elocuencia es muy persua-. templo. •1 féretro iba cubierto do !'nrona!l
11iva. Si así es, lJronto no habra ncusado que enVIadaS• por los teatros de l'ariij y do c:u~i
, no prcticm una abogada IÍ un aLo¡;ado, y la todas In" c:lpit'llea de Europa. Precedía al
profcsiou pa~ará á rnano11 de las mujeres. cortejo ll~n destacamento 1IC soldados do línea
J,cemos en la J,¡Jr¡)wdtnria JJelya: "En pnrn tri! ufar al finado los honorc11 militares
una téais sostcnitla recironll•mPHte en la fucul- a que t ma derecho como e,. ha lloro de la
tad do PariH, porunajóven dQctura, la señora Legion ele llonor."
Kiu~sford, ella b~ tratado do probar la supe-rioridad
IJIIC hay <'11 el 11istema de la alimenta- 1 VII
cion puramente vegetal. La diclta doctora
hace parto do uua sociedad wyrtariaua do l'n cu•rioso médico de los Estados Guidos,
I nglaterra quo cuenta 3,000 miembros; re tic- deapucs¡üc Juru:hoa estudios, dice qno IIC gasre
en su tésis, quo hace ocho aiíos que ta en cu zas de dcutadu!"ll como 111edio millon
no prucro la canto Y tiene una salud com- do fnert~ en uro, solamente en los Estados
pl~ta; ci tn el cjemi•Io de l_a llJUjor do }JI!~ Unidos. Así usegnru que dentro de 300 aiio11
do loa fnndacJorCII do la Soc1edad, qnc v1v1o todo el ¡ro en circulncion se hallar:i enterratrciuta
uños sin comer carne ni una vez, •.•i do en lo! dientes y tuuciBS de los pobladores
beber otra c.<•,sa qn? n~ fucra.~¡;ua pura, D1- 1 delmunl~o . .El mi11mo profesor, diLe el bmcha
dama dr'? ,lu7. n 'l~mco DJO~s, muchos de t do11 J1Jeillit'.al Record, asegura quu se gutan
loa cual~s cno ella llllema, y sm embargo ee por uJio fin el misnto pnis trea millones uc
conservo hasta nna edad muy nvanznua en dientes rtificiul~s, y 't'le do cada ocho perpcrfccta
salud, y udcmus do fuerte y robusta, sou!UI s lo una tiencdreutcs propioa
do 1111 hnmor alegro v festivo." ! ' '
Ln señora Kiugafonl demostró que hny 1 S. A DI>: S
muchos granos que son wlls aliwonticios quo ' ·
------~·~----ir-
• ImprCGta ele Silvl:ltzc 7