En una granja de producción de semillas del centro-sur de Montana, EE.UU., encontramos al estrepsíptero Paraxenos westwoodi (Templeton) parasitando adultos de Sphex ichneumoneus (L.), que fueron recolectados mientras buscaban néctar. A lo largo de un periodo de dos años, el 25% de los machos y el 7% de las hembras de avispa se estilopizaron, como lo demuestra la presencia de puparios y de cajas pupariales vacías de machos y hembras de P. westwoodi exsertadas dorsalmente entre los segmentos abdominales. Nuestra estimación se basa en un tamaño de muestra mayor que los que se suelen notificar para estrepsípteros que atacan a avispas aculeadas solitarias. Revisamos la literatura sobre la prevalencia de estrepsípteros en avispas aculeadas solitarias y proporcionamos una lista actualizada de avispas solitarias que se sabe actúan como hospedadores de estrepsípteros en Norteamérica.

Las mariposas monarca son famosas entre los insectos por su singular migración en el este de Norteamérica hacia lugares de hibernación en México y por el color naranja brillante de sus alas, que tiene una función aposemática. Mientras capturaba monarcas migratorias en el noreste de Georgia (EE.UU.), observé que muchas parecían tener alas de un color naranja inusualmente intenso. Inicié el presente estudio para comparar las tonalidades de las alas (obtenidas mediante el análisis de imágenes de alas escaneadas) de las migrantes (capturadas en 2005 y 2008) con muestras de monarcas reproductoras e invernantes. En consonancia con las observaciones iniciales, los migrantes tenían tonos anaranjados significativamente más bajos (reflejando colores anaranjados más profundos y rojizos) que las monarcas reproductoras e invernantes. También hubo una diferencia en el tono entre los sexos y una relación con el tamaño del ala, de tal manera que las monarcas más grandes tenían tonos más profundos y rojos. Las razones de la diferencia de color de los migrantes no son evidentes, pero una posibilidad es que la generación migrante más longeva tenga una escamación más densa para permitir la pérdida de escamas a lo largo de su vida. Otra posibilidad es que este efecto se limite a la subpoblación de monarcas del sureste de Estados Unidos, que puede no estar bien representada en los lugares de hibernación mexicanos. En cualquier caso, este descubrimiento pone de relieve las muchas preguntas que surgen sobre la importancia de la variación del color de las alas en esta especie.