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  • Prensa

El Estado: diario de la tarde - N. 6592

  • Año de publicación 04/11/1947
  • Idioma Español
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
"El Estado: diario de la tarde - N. 6773", -:-, 1948. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3685287/), el día 2025-05-21.

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Imagen de apoyo de  Podcast: "Rock al Parque: la música"

Podcast: "Rock al Parque: la música"

Por: Red Distrital de Bibliotecas Públicas. BibloRed (Bogotá. CO) | Fecha: 2019

Podcast que recopila testimonios del público asistente al ciclo de charlas "Libertad Sublime" realizadas en las Bibliotecas Públicas de BibloRed. Dan cuenta de la experiencia musical relacionada al Festival Rock al Parque. Los participantes relatan sus vivencias: donde compraban los discos, los primeros conciertos a los que asistieron, como se difundían los nuevos exponentes del rock colombiano en los medios públicos, la relación de los rockeros con seguidores de otros géneros musicales y la influencia que tuvo esa música en un momento en sus vidas.
  • Temas:
  • Rock (Música)
  • Música

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Podcast: "Rock al Parque: la música"

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Imagen de apoyo de  Podcast: "Rock al parque: las bandas"

Podcast: "Rock al parque: las bandas"

Por: Red Distrital de Bibliotecas Públicas. BibloRed (Bogotá. CO) | Fecha: 18/03/1899

Bogotá, Marzo 1 8 de 1 899 NUM. 9l ---··~--- ORGA O DEL MINI TERIO DE G ERR Y DEL EJERCITO ---··~--- DrucToR AD-KONOREM, FRANCISCO J. VERGARA Y V. Coronel, Miembro de la Sociedad Colombiana de Ingenieros ~~~~~~ ~~~~~~~~~~~~o~~~~~~~~~~~~~~Q~~~~~~~~~~~~~~~~9.~~~~~~~~~~ Son colaboradores natos de este periódico todos los Jefes y Oficiales del EJército de la República ~~~~~~~~~~~~~~0066~~60006 ~~~~~~0~6~~~~~6~~ ~~~~~~6~~~~~~~~~~ ccr N n ~·r L ---···-- A la inversa de lo geólogos que estudian hoy el pasado e la tierra á la luz que proyectan lo fenómenos actuale , aftr­mando que entre éstos y los de épocas anterior , apena hay di­fe- rencia de intensidad; los oldado estudian el valor militar del terreno á la luz que arrojan sobre el las camp iia cutnplid~s en tiempos pasados y, comparando la obra de lo capitane celebre con la de los guerrer s adocenados, deducen lo' pri 1cipio fund - mencale que rigen la utiliLacion del relieve de una com rca p r acrecentar las pro pi fuerza , csq ui var op r tuna 1en te lo golpe del contrario y, por último, arrebatar; e'te la victori . Consideran hoy, pues, la grandes autoridades Jel ramo, como e ·tu dio de capital importancia, el de la hist ria militar, y los oldaJo y aun los publici ta de la nacionc · civilizada trabajan con interes ere ience en labor tan ardua, habiendo e nseguido a la fecha grandtsimo re ultados. 1\las, si apartando lo o·o, de aque llo pat es ... lo volverno al nuc tro, tenemo que hacer la doloro. afir ­rnaciun de que l Republica carece por completo d una Hi tori11 milit(/r, no pudiendo ervir al ejercito ni aun de auxiliar en u tart:a lo relato de guerra y carnpaila que se ·ncucn tr·tn en l. s obra de f-1 i toria gcrH:r 1, p r -cuant su· aut r · ) no prco up - n­do ·e en primer término de la materi , ni le dier n la exten-,ion dcbiJa, ni t•on ignaron dct lle e enciale· en el a unto, ni pudier n emitir ju t. opinionc obre lo. plane de lo jefe de tropa , por-lo conocer á fondo el tecnici mo mili car. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 114 BOL'ETÍ MILITAR El campo stá virgen, por decirlo a í : á la historia resumen­ó extracto de boletines ó simple apología ó catilinaria en pro ó en contra de e te jefe, escrita al calor de simpatías ó antipatías de es­cuela política, cuando no por móviles menos generosos, es tiempo se su tituya el relato fiel, completo y debidamente analizado de las ope racione militares que de un modo ú otro interesan al Ejercito de Colombia, en vista de los documentos y archivos, pu­blicados ta demuestran que en las órde­nes y disposiciones equivocadas del jefe los subalternos leyeron lo contrario, pues estaban escritas de suerte que produjeran tan ma­ravilloso resultado. Y es de advertir que quien n0 Jlama á la cabecera de un en­fermo un abogado en ''ez de un médico, ni confía la defensa de sus pleitos á un matemático, ni ~oJera que el lego en pintura juz­gue á Rafael ó á Velásquez, no halla inc:onveniente en escnbir sobre a untos militares, condenando ó absolviendo ex-cátedra á Aníbal ó Napoleón, aun cuando no entienda una palabra en la materia y nunca haya lidiado soldado dentro del cuartel. Por lo dicho es fácil que incurra en errores ha ta un sol­dado si escribe años después de una campaña ruuerdos sin otra base que la metnori~, ó los boletines del tiempo, en especial si por no ser jefe no estuvo en ciertas intimidade del uartel gene­ral ó no busco en lo archivos los documentos que relatan los hechos tales como pa aron, pues todos ~aben que n1ientras truena el cañon y su ·na el clarín, al público no olatnente no se dice todo lo ucedido, pero ni aun se le comunica totla la verdad de lo he­chos de que e le tia cuenta. Ejemplo de lo que antecerle es la campaña de A racucho, digna de e tudio por mil razones, pero de la cual en manos del publico sólo existen rel tos fantá ti o en parte, hermo as piezas literarias si se quiere, pero no hi tvria digna de tal nombre, con­f<., rme lo pruebe la siguiente pieza que e ("llcuentra inserta en las MemiJrias de 0' Leary : "Cotno el combate de l\llatará suscitó- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. :BOLETÍN HILIT A.R. 115 discu iones entre los jefes, el General O Leary, por medio dei General Salom pidió datos al Gt:"neral Jacinto Lara, quien contestó lo iguiente : ia 1 Precisamente el plan de apoleon presuponía hacer le­vantar el itio de Genova, de suerte que si Massena re i ·te cinco día m · s, se habna al vado : y tan es a í, que al capitular no e le exigió al ejército que mandaba la trivial condición de que no to­mara parte contra Austria en el re ro de la campaña. El autor france olvidó la relacione de ti mpo y espacio, y por odio al Emperador e tampó un juicio que no ocurrió nunca ni aun á los escritores enemigo , como puede verse en la rec·ente obra del Coronel Conde de Wa tenaburg (alemán), titulada : Tapoleon J~ de Ejércit'J. rande e , pues, el campo de labor que e abre ante los Ofi­ciales del Ejcrcit colombiano, los cuales sólo con el simple tra­bajo de cotejar lo historiadores con los documentos de la época y con revi ar fecha , hora y números, habrán hecho buena obra como que sin ella no e posible escribir correctamente la hi toria militar del país, premiosa necesidad para la in trucción del ejército, siendo de advertir que ha ta la fecha ningun pa1s de la América latina ha llevado " cabo tan importante trabajo. La historia militar d 1 p ís, lo repetimo , e una necesidad premio y á ella pueden contribuír también los militares colom­bianos evocando su recuerdos p ra precisar en la últimas cam­paña la fecha , las hora , las cifra , lo nombre geográficos, lo cual pueden hacer sin ofen a para nadie y con ventajas para todos. Ya que no podrá nunca escribirse nue trd hi toria militar con la precisi n de detalle que el sunto de-nanda hoy día, y de lo cual es modelo admirable la Hi toria de la guerra Franco-alemana en x87o - 187 t por el E . M . Alemán,~ lo menos debemos procurar escribir la de nuestra guerr s, expurgada de clásico errores. --···,_ ( C'luti nuá) A juzgar por la conducta de Jo oficiales q te seguían mi eJemplo, y por Ja disciplina de todo el ejercito, impo ible hubie­- ra sido apercibirse uno, de que estábamo en paí enemigo, en donde poco tiempo hacía que habían ido sacrificados nuestros má virtuosos compatriotas. Arregló ft el gobiern de la isla. Dej da que fue la guarni­ción nece aria para su defensa y seguridad, y daJa todas las ór­denes para la tranquilid d interior y para cic trizar la ll;iga biertas por e) furor revolucionario, me encaminé con el ejérci­to á Cumaná y Barcelona, para reconocer el pai's y re tableccr el orden, que no existía, á causa de una de 1~ más angrientas <;ampañas que hayan afligido á Venezuela . Nunca perdí de i - a que la conducta del ejército debía devolver la confianza al pue- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. J.20 B OLETÍN MILIT.AR b]o y el crédito al gobierno español, crédito perdido por las exac­ciones de algunos mandatarios y por las intrigas y sugestiones de jefes y agentes de la revolución . Las proclamas que di en esta· provincia ate tiguan de manera inequívoca, cuáles eran n is de­seos y mis medidas para devolver la paz . Orden dd día, expedida por D . Pablo MorillA, Mariscal de campo de los cjercitos reale.s, Capitán Grncral de la.s Provincias de f?uuz.uela, G nu a 1 en Jefe del Eje ·rcito cxpt'dicionario, ''Hago aber al ejercito que, cualquiera que e encuentre á más de un cuarto de legua de las ciudades ó aldea sin permi-o de sus Jefes, será pasado por las armas. El que e encuentre á menor distancia, in que pueda comprvbar el objeto que le lle­vaba, erá taatado como ospecho o y, la pena, que aun en estt caso podrá er la de muerte, e establecerá con forme al ca o q u .e trate . Al agricultor que f~cilite la huída á Jos individuo com-rendidos en los ca os anteriore , e le considtrara como com­plice, y ujeto ' la mi mas pena . ''En consecuen ia, ordeno a los Jefes de Jos diferentes cuer­pos que publiquen inmediatamente la presente decisión, con toda la solemnidad posiblt-, y que repitan á menudo la lectura, hasta en los hospitales militares, á fin de que nadie pueda alegar ignorancia, y que el castigo caiga con justicia sobre los infrac­tores. tra clase de relaciones queJas que eran indi pensables para conci­liar las necesidades del ejército con la prosperidad y biene tar de los pueblos.-( Continuará) Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 124 BOLETÍN MILITAR EFECTIVO DE LOS .EJERCITOS Alemania . . . . . . . . . . ......... Francos A u tria Hungría.. . . . . . . . . . . . . . . .. . Inglaterra . . ...................... . 1<. usi a ..............••........ · · - Francia . . . . . . . . ................ . E s paña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • .. Italia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Grecia ........................... . S c r-.ia . . . ... . . . . . . . . . . . . . . . . . , . Suecia y N o ruega ............ . .... . S tiza ........... . .............. . 'rurquía . ............. . ..........• Países B j'>S. • .••.•.....•.......... P Jrtuga ] . . . . . . . .... R umanía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . Bélgica . . . . . . . . .............. . Dtnan1arca . . . . . . . . . . . . . . . ..... . Bulgaria.. . . . . . . . . . . . . . . . . ..... . Total .. . . . ........ Franco 877. 70J, 503 7 5 f81.229,292 so 1 ,oJ 9-896,8oo 798·73+.732 88o.¡ r ,670 I6J.6)9,J22 340.000,000 23-345,799 1 +· l I 5·393 46·4-11,T51 75 20 200 8+9 175·456,738 JO fO.ooo,ooo 4+·467,425 ++·+70,3 55 73-.tt-28,375 2 3 · 1 5o, 57 9 8 9 22.104,000 El efectivo del ejército de esas naciones en tiempo de paz es e siguiente: Alemania : soldados y clases, 55 7,44-6 ; oficiales y jefe$, 21,088_ A u tria Hungría : soldados y clases, 3 34-1 r 4 ; O'ficiales y jefes~ 2'h583. Rusia : soldados, 86o,ooo ; oficiales y jefes, 36,ooo. Sen·ia·: soldados, 2 T ,ooo ; oficia! es y jefes, J, 24-8. Suecia y oruega: soldado, 38,976; oficiales y jefe ·, '·9S3· Inglaterra: oldddos, 226,363 ; cAiciales y jefes, ro,+23. E paña : 128,18 3 hombres. Francia : soldados, 5+0,4-20; oficiales y jefes, 28,157. Grecia : soldados, 24,453 ; oficiale y jefes, I 88o. Italia : soldados, oe4 1, 1 51 ; oficiale · y jefes, r •b4-3 J (no compren-didas las tropas de Afric ). Bélgica; soldados, 4-7,876 ; oficialc y jefes, 5,+26. Dinamarca : soldados, ro,oo6; oficiales y jefes, 7 51. Turquía : 3 so,ooo hombres. Paíse Bajos: soldados, 26,972; oficiales y jefes, t88z. Portugal : 3 2,62 S hombres. Rumanfa : soldados, 5+.44-S ; oficiales y jefes, 3269. Bulgaria : soldados, 4-3,234; oficiales y jefes, z,8o¡. Es decir, tres y medio millones de soldados con uno ciento oehen ta y do mil jefes y oficiales, 6 sea uno de los últimos por cada die7. y nueve de los primeros El gasto que demanda cada día un individuo, sea jefe, oficial 6 soldado, asciende, pues, á 7 S centavo (oro) por tér­mino medio. En Colombia este promedio apenas alcanza á "' r-40 e papel moneda. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILl'l.'A..R 125 Ll'I'ER TU PERECRit-: CtÓN MILITAR Á JERUSALÉN, POR ERNESTO LOUET (Cr,nlh/Íta del 11ÍI11uro f 8). Despucs de almorzar en el convento, volvimos á continuar nu.e tra excur ión para recorrer todo el Monte Sión, que guard tambien su numero de recuerdo hi tórico . Para conocer todos los lugares de la Pa ión era preci o vi itar la ca a de Anás, el gran acerdote, y la pequeña sala en donde Jesucri to fue abofeteado por un criado. Esta es hoy una igle ia griega, lo mi mo que la celda en donde Je ús pa ó alguna horas,cn ca a de Caifás, la noche fen que le prendieron . wl - lejos, el gran convento de lo armenio católicos nos abrió tambi n su puerta , y no' hiLo ver u magnt­fica capilla, tan rica en mo aico de mármol y en embutidos de nácar; allí se venera el lugar en donde fue decapitado antiago el Mayor. El patriarca armenio ocupa n e te convento un aparta­mene completamente de príncipe; pedímos que se no diese oca-ión de ofrecerle nuestros homenaje , y no recibió con gran ce­remonia. Era un señor grande y muy viejo, de ochenta y dos años de edad, y muy querido de u correligionarios. Jgunos dta des­pues dt: nuestro tr n ito por Jerusalen, enferm ' y murió n poca~ .horas; ast es que mi recuerdo no e refiere sino á una tumba. 1 atrave ar el cetncnteri católic , lleg mos á la mezquit que lo musulmane han levantado en 1 sitio de la tumba del Rey David. n edificio pegado á e ta tnczq ui ta enc:erra el Cenáculo n donde Je ucri .. to, en medio de sus doce postolc , in tituy la · ucari. tta la ví pera de su muerte. Es una ala grande, abovedada, ue debe haber ido recon truída varia vece de P'J de la muerte eJe ucri to ; la verdad e que ella evoca muy dulces recuerdos, y que sena muy de de carse que pertenecie e á lo latinos ; pero . al es la uerte de ca!>i todo los nto Lug re u detcntore no ignoran cuánto valen par a no otros, y si los guardan, i lo cie1 r n, e para obtener una pr pina de los que lo 'i itan. 11 negro fue quien no abri"' la ·ala de l Cena, y ·e quedó uy orprendido al ver qu no dcscubnmo al ~ntrar. ~rocJ hace contra te en Jeru lén. · noche, que caía rápidament ·, pud <>lo contener nuc tra curio id d int: tig. bl·. A la i de 1 arde comimo , lo mi tno quc el día ante , en el Con ulado de rancia. Lunes, 24 d~ Didanbrt·-'Tan luego como no lev. ntámo~, uimos al anto cpul ro a oir la rni a que por nuc tra intención Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 126 DOLN'J.'ÍN M.lLl'J.'A.R se iba á decir sobre la tumba del Salvador ; de nuevo vi si támos todos esos itios llenos de recuerdos conmovedores, que habíam0s recorrido la víspera. Repentinamente lo sonidos de un órgano ,jnieron á henr nue tro otdos: era la primera vez, desde nuestra salida de Francia, que oí mo e ta m u ica de igle ia ; comenzó por un preludio comple:tamente alegre, semejante á lo primeros aires de nuestros órgano en Fran ~ ia, y á poco pudimo contemplar á una novia que entraba á la igle ia, conducida al altar por su pa­dre: esa mu ica nos lJamaba tambien á un altar, al más divino entre todo , y las notas admir3bles que el instrumento esparcía bajo la diestra mano del habil organista, fraile de la ierra Santa, quedaron mucho tiempo grabadas en nue tros oídos, l mismo que la emoción que nos produjo y las lágrimas que nos hizo \'er­ter. Estábamo baj el rocío cele te que vivifica y regenera. Sólo. el celebrante y sus acólito tuvieron puesto en el Santo epulcro : no otro permanecimos arrodillado en la capilla del Angel. Cuando terminó la misa eran la ocho de la mañana, y el Cón­sul de Francia nos e peraba para ir á visitar la mezquita de Omar,. en compañía del cawás que ureiah-bajá había puesto á nuestras. órdenes. Era preciso una verdadera escolta para seguir impune­wente las htJellas consagradas por Mahoma, como que nos hallá­bamos en pre encía de una multitud de mu ulmanes que se admi­raban de que se nos diese entrada al anto de los antos. La célebre mezquita se levanta sobre e) monte Moriah, en donde debió cumplir e, egún los judío , el sacrificio de A braham, y en donde alomón construyó el templo que David, su padre, ha­bía proyectado en honor de Jehová. Todavía hoy lo judíos acuden á rezar allí, H>dos los viernes, sobre la ruinas de su templo, y es un e.,pectáculo que muestra la encilla fidelidad á sus tradiciones. Se llega á una va ta esplanada, en forma de paralelogramo, que tiene mil quinientos veinte pies de largo, sobre novecientos treinta de ancho. En medio está un segundo paralelogramo, ltvantado como e sa de quince pie , y rodeado de pórticos ó de pequeña con truc­ciones, en donde moran el Imán y lo guardia de esos lugare sa­grados: se sube a este alto atrio por bella escaleras que conduc<.:n cuatro magnJfic-a puerta oji,alc. La del norte e llam Put;rtn d~l PnraHo; la del ur, Pu rf<~ dt• la On1rion· la dd oriente, Puerta dt: David; 1 del occidente, Putc rfa dd 1ánplo. E en el centro dl: c .. tc atrio en donde e lc\'anta la mezquita, ?11 ha con trucción oc­t"' igona, cuyos muro e ·teriores e tan reve tidos d porcelana bar­ni ·L.adas y coronado por una cúpula de color br nccado. En el umbral del alto atrio t dos lo verdadero creyente se descalzan, y no otros, hereticos en cuanto á creencia mahome­tana , dtbíamo omcternos á la co tumbre, pero de una 1nanera que e conformaba mejor con nue tro traje de caballeros. Lo que pre­tende 1 ley mu ~ u]m na es que no e camine en la mezquita con el calzado que acaba de rec gcr b rro en la calles: cada uno de no - Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. DOLE~rf MILI T..lR 127 otro saco del bol illo un par de 1 rga pantufla , de cuero amarillo, que no pu irnos obre las bota , y el iman, que v la severamente por el cu m pli anier to de la tradicione religio a , e dec1 re> ~ a ti,(. - cho con e to. Primero n ~ detuvimo á la iz.qu1erd a de la mezquita bajo un ancho kio, c , de forma octagona con e lun1na .. , v u a pequcÍla cupula e t o tenida en el interior por una n1uy bell arm dura. Aque fue, cgun dic~n, d tn bunal de lomon, pe ro no, presu­ramos "' iladir que e: to solo se afirma por tradicion. ~n seguida penetramos la mezquita por un ,.e t1 bulo de ei e lumna : una cJaridad apena perceptible ilumina 1 interior. !)os fila .. de bellaos columa .. se extienden en contorno y o ttenen la cúpula, bajo la cual e t ' el principal antuario, la roca, lnpi· pt:rtusus, que forma­ba en otro ti mpo el s nto de los anto del templo de alomon: e · un bloque inmenso que Salomon conservo inra to cuando el hizo nivelar el monte íoriah, para con truír allá su templo: el arca santa e taba depo itada encima, y un gran velo, el mi moque e de garro cuando el alvador lanzó el último su. piro en el calvario, separaba el arca y la roca del re to del templo. ~~ gran sacerdote no penetraba en el santo de los santos in una vez al año. La roca atrave ada, ó rot:a S"!parada (con ambos nombres la co­nocen), mide treinta pies de l rgo obre otro tantos de ancho; 1 atraviesa un pozo que lvs musulmanes llaman el pozo de lé:1 almas~ y para que no per uadamo de que es roca eparada y que no for­ma parte del uelo no mue tran debajo de ella una gruta á la cua e baja por una e caJerita de diez peldaños y en donde están mar­cados lo itio que IJí ocuparon ucesivamente todo lo grande_ profeta : aqu1 vino a orar Salomón; y oró Elías· en este ángulo e mantu o el ángel Gabriel; e te cuarto rinconera el itio de Abra­ham; pero vuelvo repetirlo, todo esto no es in o tradicion. V 1- vamos al a pecto interior de la mezquita: una verja levantada ro­dea la roca agrada y oJ pasando lo brazo por entre u barrote dorados c . como e puede tocar con la mano la hu lla que dej "' o-bre la picdr. el pie del profet iahoma cuando e alz ' á los cielo - 'O deberí decir u par 1so· y al 1 do, otra huella que se dice ser la del ángel Gabrid cuand el detuvo la roe que S levant, b el lo cielos con M homa.- Preci o no fut es cucha r e t a hi toria · in de 1 me7quita e encuentra 1 pit::dra negra, loza pcqucñ , e mo de do pie , incru tada ·n el p •imento: alli dicen que c_t ntcrr. Jo Salatnon, y e ..... donde acuden .... rez r lo profc ­t, . 'l'od la b ' vctla que ubre la d fila de e lumn qut: (; rm a n dos na\'e , est ""' cubiert le mosai o , en fondo de or , e e: til igual á losque e admiran en an .~.ia•·co de Venecia. El interior de la cúpula e r:·ricamcnte ad rn.1do de rnaderas esculpida, de rabc co ) de texto del Cor " n, trazada en letra') de or . 1 oda la· olu na son de m ·rn1ol antiguo y de orden orinti . El conjunto forma Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 128 BOLETÍN MlLI'l'AB desde el punto de vista del arte y del dibujo, el monumento más curioso de Jerusalén, pero sin embargo, aquello no era el fin del viaje que habíamos emprendido. Belén queda á dos horas, todo lo más de Jerusalén; -allí llc:-­gamos como á las tres de la tarde. Toda la población estaba ya de fiesta; esperaban al patriarca, al cónsul de Francia y á los bajaes. Belén cuenta 3,000 habitantes, de los que 2,500 son cató­licos. Los bajaes y el cónsul de Francia llegaron; sólo el patriar­ca no acudió á causa de un conflicto por una cuestión de policía en los Santos Lugares. El año pasado, la víspera de Navidad, hubo desórdenes en la iglesia de Belén: los católicos latinos fueron de­rrotados por los griegos y por los turcos, y no bastó la presencia del cónsul de .Francia á impedir el desorden. Para evitar Ja repeti­ción de escenas tan lamentables, el señor Barrere solicitó una com­pañía de soldados turcos en Belén durante las ceremonias reli­giosas. El p'ltriarca rechazó enérgicamente esta intervención de soldados musulmanes cerca de la cuna de la religión católica; el cón­sul se mantuvo firme, y Monseñor Valerga, que no podía dejar de protestar, dt=>claró entonces que no iría á Belén. Perdfamos allí por esto el espectáculo de la pompa religiosa de que rodean al patriarca. Sin ser guiados por la estrella de los Pastores, fuimos á des­montarnos delante de la grande iglesia que se levanta hoy enci­ma del pesebre del Salvador. El convento de los griegos y de los armenios está á la derecha de la iglesia, y presenta una fachada magnífica; el convento de los Padres de la 'rierra Santa está a la izquierda, en el declive del valleci ro, y tiene apariencia m u y mez­quina. Los religiosos de Jerusalen nos habían hecho preparar alh, de antemano, una hospitalidad muy confortable. La iglesia es una magnífica ha ílica de cinco naves, Hena de recuerdos franceses : varios reyes de Jerusalén fueron á e e lugar á hacerse consagrar. Construída por orden de Santa Elena,agrandada t;Jl el reinado de J ustiniano, restaurada en tiempo de las Cruza­da por A maury 1, permaneció iendo posesion exclusiva de los católico la ti nos ha ta el año 1 449· Des pues cayó en poder de los griegos, quienes, encontrándola mu;' grande para el pequeño número de correligionarios que tienen en Be len, destinaron tan sólo el cor para el ejercicio de su culto, y l epararon dt! la nave por una gran pared. La nave se torno entonces en un bazar mu-ulm: n ; no tiene bu veda y deja ver la magn 1 fica armazon que :,o tiene el techo. La igle ia parroquial rie los católic latino de Bcíén, es la gran capilla de Santa C talina, enclavada en la cons­trucciones Jel convento de los Patlres de ' íerr. S. nt . Alll sera en donde e celebra el oficio nocturno que nos ha atraído .• (C'Jntinuará) --···-- BOGOT -IMPREN ACIO AL Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año III N. 91

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