Por:
Red Distrital de Bibliotecas Públicas. BibloRed (Bogotá. CO)
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Fecha:
18/03/1899
Bogotá, Marzo 1 8 de 1 899 NUM. 9l
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ORGA O DEL MINI TERIO DE G ERR Y DEL EJERCITO
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DrucToR AD-KONOREM, FRANCISCO J. VERGARA Y V.
Coronel, Miembro de la Sociedad Colombiana de Ingenieros
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Son colaboradores natos de este periódico todos los Jefes y
Oficiales del EJército de la República
~~~~~~~~~~~~~~0066~~60006 ~~~~~~0~6~~~~~6~~ ~~~~~~6~~~~~~~~~~
ccr N n ~·r L
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A la inversa de lo geólogos que estudian hoy el pasado
e la tierra á la luz que proyectan lo fenómenos actuale , aftrmando
que entre éstos y los de épocas anterior , apena hay dife-
rencia de intensidad; los oldado estudian el valor militar del
terreno á la luz que arrojan sobre el las camp iia cutnplid~s en
tiempos pasados y, comparando la obra de lo capitane celebre
con la de los guerrer s adocenados, deducen lo' pri 1cipio fund -
mencale que rigen la utiliLacion del relieve de una com rca p r
acrecentar las pro pi fuerza , csq ui var op r tuna 1en te lo golpe
del contrario y, por último, arrebatar; e'te la victori .
Consideran hoy, pues, la grandes autoridades Jel ramo,
como e ·tu dio de capital importancia, el de la hist ria militar, y los
oldaJo y aun los publici ta de la nacionc · civilizada trabajan con
interes ere ience en labor tan ardua, habiendo e nseguido a la
fecha grandtsimo re ultados. 1\las, si apartando lo o·o, de aque llo
pat es ... lo volverno al nuc tro, tenemo que hacer la doloro. afir rnaciun
de que l Republica carece por completo d una Hi tori11
milit(/r, no pudiendo ervir al ejercito ni aun de auxiliar en u
tart:a lo relato de guerra y carnpaila que se ·ncucn tr·tn en l. s
obra de f-1 i toria gcrH:r 1, p r -cuant su· aut r · ) no prco up - ndo
·e en primer término de la materi , ni le dier n la exten-,ion
dcbiJa, ni t•on ignaron dct lle e enciale· en el a unto, ni pudier n
emitir ju t. opinionc obre lo. plane de lo jefe de tropa , por-lo
conocer á fondo el tecnici mo mili car.
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114 BOL'ETÍ MILITAR
El campo stá virgen, por decirlo a í : á la historia resumenó
extracto de boletines ó simple apología ó catilinaria en pro ó en
contra de e te jefe, escrita al calor de simpatías ó antipatías de escuela
política, cuando no por móviles menos generosos, es tiempo
se su tituya el relato fiel, completo y debidamente analizado de
las ope racione militares que de un modo ú otro interesan al
Ejercito de Colombia, en vista de los documentos y archivos, publicados
ta demuestran que en las órdenes
y disposiciones equivocadas del jefe los subalternos leyeron lo
contrario, pues estaban escritas de suerte que produjeran tan maravilloso
resultado.
Y es de advertir que quien n0 Jlama á la cabecera de un enfermo
un abogado en ''ez de un médico, ni confía la defensa de
sus pleitos á un matemático, ni ~oJera que el lego en pintura juzgue
á Rafael ó á Velásquez, no halla inc:onveniente en escnbir
sobre a untos militares, condenando ó absolviendo ex-cátedra á
Aníbal ó Napoleón, aun cuando no entienda una palabra en la
materia y nunca haya lidiado soldado dentro del cuartel.
Por lo dicho es fácil que incurra en errores ha ta un soldado
si escribe años después de una campaña ruuerdos sin otra
base que la metnori~, ó los boletines del tiempo, en especial si
por no ser jefe no estuvo en ciertas intimidade del uartel general
ó no busco en lo archivos los documentos que relatan los
hechos tales como pa aron, pues todos ~aben que n1ientras truena
el cañon y su ·na el clarín, al público no olatnente no se dice todo
lo ucedido, pero ni aun se le comunica totla la verdad de lo hechos
de que e le tia cuenta.
Ejemplo de lo que antecerle es la campaña de A racucho,
digna de e tudio por mil razones, pero de la cual en manos del
publico sólo existen rel tos fantá ti o en parte, hermo as piezas
literarias si se quiere, pero no hi tvria digna de tal nombre, conf<.,
rme lo pruebe la siguiente pieza que e ("llcuentra inserta en las
MemiJrias de 0' Leary : "Cotno el combate de l\llatará suscitó-
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:BOLETÍN HILIT A.R. 115
discu iones entre los jefes, el General O Leary, por medio dei
General Salom pidió datos al Gt:"neral Jacinto Lara, quien contestó
lo iguiente : ia 1 Precisamente el plan de apoleon presuponía hacer levantar
el itio de Genova, de suerte que si Massena re i ·te cinco
día m · s, se habna al vado : y tan es a í, que al capitular no e le
exigió al ejército que mandaba la trivial condición de que no tomara
parte contra Austria en el re ro de la campaña. El autor
france olvidó la relacione de ti mpo y espacio, y por odio al
Emperador e tampó un juicio que no ocurrió nunca ni aun á
los escritores enemigo , como puede verse en la rec·ente obra del
Coronel Conde de Wa tenaburg (alemán), titulada : Tapoleon J~
de Ejércit'J.
rande e , pues, el campo de labor que e abre ante los Oficiales
del Ejcrcit colombiano, los cuales sólo con el simple trabajo
de cotejar lo historiadores con los documentos de la época y
con revi ar fecha , hora y números, habrán hecho buena obra
como que sin ella no e posible escribir correctamente la hi toria
militar del país, premiosa necesidad para la in trucción del ejército,
siendo de advertir que ha ta la fecha ningun pa1s de la América
latina ha llevado " cabo tan importante trabajo.
La historia militar d 1 p ís, lo repetimo , e una necesidad
premio y á ella pueden contribuír también los militares colombianos
evocando su recuerdos p ra precisar en la últimas campaña
la fecha , las hora , las cifra , lo nombre geográficos, lo
cual pueden hacer sin ofen a para nadie y con ventajas para todos.
Ya que no podrá nunca escribirse nue trd hi toria militar con la
precisi n de detalle que el sunto de-nanda hoy día, y de lo cual
es modelo admirable la Hi toria de la guerra Franco-alemana en
x87o - 187 t por el E . M . Alemán,~ lo menos debemos procurar
escribir la de nuestra guerr s, expurgada de clásico errores.
--···,_
( C'luti nuá)
A juzgar por la conducta de Jo oficiales q te seguían mi
eJemplo, y por Ja disciplina de todo el ejercito, impo ible hubie-
ra sido apercibirse uno, de que estábamo en paí enemigo, en
donde poco tiempo hacía que habían ido sacrificados nuestros
má virtuosos compatriotas.
Arregló ft el gobiern de la isla. Dej da que fue la guarnición
nece aria para su defensa y seguridad, y daJa todas las órdenes
para la tranquilid d interior y para cic trizar la ll;iga
biertas por e) furor revolucionario, me encaminé con el ejército
á Cumaná y Barcelona, para reconocer el pai's y re tableccr el
orden, que no existía, á causa de una de 1~ más angrientas
<;ampañas que hayan afligido á Venezuela . Nunca perdí de i -
a que la conducta del ejército debía devolver la confianza al pue-
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J.20 B OLETÍN MILIT.AR
b]o y el crédito al gobierno español, crédito perdido por las exacciones
de algunos mandatarios y por las intrigas y sugestiones
de jefes y agentes de la revolución . Las proclamas que di en esta·
provincia ate tiguan de manera inequívoca, cuáles eran n is deseos
y mis medidas para devolver la paz .
Orden dd día, expedida por D . Pablo MorillA, Mariscal de
campo de los cjercitos reale.s, Capitán Grncral de la.s Provincias de
f?uuz.uela, G nu a 1 en Jefe del Eje ·rcito cxpt'dicionario,
''Hago aber al ejercito que, cualquiera que e encuentre
á más de un cuarto de legua de las ciudades ó aldea sin permi-o
de sus Jefes, será pasado por las armas. El que e encuentre
á menor distancia, in que pueda comprvbar el objeto que le llevaba,
erá taatado como ospecho o y, la pena, que aun en estt
caso podrá er la de muerte, e establecerá con forme al ca o q u
.e trate . Al agricultor que f~cilite la huída á Jos individuo com-rendidos
en los ca os anteriore , e le considtrara como complice,
y ujeto ' la mi mas pena .
''En consecuen ia, ordeno a los Jefes de Jos diferentes cuerpos
que publiquen inmediatamente la presente decisión, con
toda la solemnidad posiblt-, y que repitan á menudo la lectura,
hasta en los hospitales militares, á fin de que nadie pueda alegar
ignorancia, y que el castigo caiga con justicia sobre los infractores.
tra clase de relaciones queJas que eran indi pensables para conciliar
las necesidades del ejército con la prosperidad y biene tar de los
pueblos.-( Continuará)
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124 BOLETÍN MILITAR
EFECTIVO DE LOS .EJERCITOS
Alemania . . . . . . . . . . ......... Francos
A u tria Hungría.. . . . . . . . . . . . . . . .. .
Inglaterra . . ...................... .
1<. usi a ..............••........ · · -
Francia . . . . . . . . ................ .
E s paña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • ..
Italia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Grecia ........................... .
S c r-.ia . . . ... . . . . . . . . . . . . . . . . . , .
Suecia y N o ruega ............ . .... .
S tiza ........... . .............. .
'rurquía . ............. . ..........•
Países B j'>S. • .••.•.....•..........
P Jrtuga ] . . . . . . . ....
R umanía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .
Bélgica . . . . . . . . .............. .
Dtnan1arca . . . . . . . . . . . . . . . ..... .
Bulgaria.. . . . . . . . . . . . . . . . . ..... .
Total .. . . . ........ Franco
877. 70J, 503 7 5
f81.229,292 so
1 ,oJ 9-896,8oo
798·73+.732
88o.¡ r ,670
I6J.6)9,J22
340.000,000
23-345,799
1 +· l I 5·393
46·4-11,T51 75
20 200 8+9
175·456,738 JO
fO.ooo,ooo
4+·467,425
++·+70,3 55
73-.tt-28,375
2 3 · 1 5o, 57 9 8 9
22.104,000
El efectivo del ejército de esas naciones en tiempo de paz es e
siguiente:
Alemania : soldados y clases, 55 7,44-6 ; oficiales y jefe$, 21,088_
A u tria Hungría : soldados y clases, 3 34-1 r 4 ; O'ficiales y jefes~
2'h583.
Rusia : soldados, 86o,ooo ; oficiales y jefes, 36,ooo.
Sen·ia·: soldados, 2 T ,ooo ; oficia! es y jefes, J, 24-8.
Suecia y oruega: soldado, 38,976; oficiales y jefe ·, '·9S3·
Inglaterra: oldddos, 226,363 ; cAiciales y jefes, ro,+23.
E paña : 128,18 3 hombres.
Francia : soldados, 5+0,4-20; oficiales y jefes, 28,157.
Grecia : soldados, 24,453 ; oficiale y jefes, I 88o.
Italia : soldados, oe4 1, 1 51 ; oficiale · y jefes, r •b4-3 J (no compren-didas
las tropas de Afric ).
Bélgica; soldados, 4-7,876 ; oficialc y jefes, 5,+26.
Dinamarca : soldados, ro,oo6; oficiales y jefes, 7 51.
Turquía : 3 so,ooo hombres.
Paíse Bajos: soldados, 26,972; oficiales y jefes, t88z.
Portugal : 3 2,62 S hombres.
Rumanfa : soldados, 5+.44-S ; oficiales y jefes, 3269.
Bulgaria : soldados, 4-3,234; oficiales y jefes, z,8o¡.
Es decir, tres y medio millones de soldados con uno ciento oehen
ta y do mil jefes y oficiales, 6 sea uno de los últimos por cada die7. y
nueve de los primeros El gasto que demanda cada día un individuo,
sea jefe, oficial 6 soldado, asciende, pues, á 7 S centavo (oro) por término
medio. En Colombia este promedio apenas alcanza á "' r-40 e
papel moneda.
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BOLETÍN MILl'l.'A..R 125
Ll'I'ER TU
PERECRit-: CtÓN MILITAR Á JERUSALÉN, POR ERNESTO LOUET
(Cr,nlh/Íta del 11ÍI11uro f 8).
Despucs de almorzar en el convento, volvimos á continuar
nu.e tra excur ión para recorrer todo el Monte Sión, que guard
tambien su numero de recuerdo hi tórico . Para conocer todos
los lugares de la Pa ión era preci o vi itar la ca a de Anás, el gran
acerdote, y la pequeña sala en donde Jesucri to fue abofeteado
por un criado. Esta es hoy una igle ia griega, lo mi mo que la
celda en donde Je ús pa ó alguna horas,cn ca a de Caifás, la noche
fen que le prendieron . wl - lejos, el gran convento de lo armenio
católicos nos abrió tambi n su puerta , y no' hiLo ver u magntfica
capilla, tan rica en mo aico de mármol y en embutidos de
nácar; allí se venera el lugar en donde fue decapitado antiago el
Mayor. El patriarca armenio ocupa n e te convento un apartamene
completamente de príncipe; pedímos que se no diese oca-ión
de ofrecerle nuestros homenaje , y no recibió con gran ceremonia.
Era un señor grande y muy viejo, de ochenta y dos años
de edad, y muy querido de u correligionarios. Jgunos dta despues
dt: nuestro tr n ito por Jerusalen, enferm ' y murió n poca~
.horas; ast es que mi recuerdo no e refiere sino á una tumba.
1 atrave ar el cetncnteri católic , lleg mos á la mezquit
que lo musulmane han levantado en 1 sitio de la tumba del Rey
David. n edificio pegado á e ta tnczq ui ta enc:erra el Cenáculo
n donde Je ucri .. to, en medio de sus doce postolc , in tituy la
· ucari. tta la ví pera de su muerte. Es una ala grande, abovedada,
ue debe haber ido recon truída varia vece de P'J de la muerte
eJe ucri to ; la verdad e que ella evoca muy dulces recuerdos,
y que sena muy de de carse que pertenecie e á lo latinos ; pero
. al es la uerte de ca!>i todo los nto Lug re u detcntore
no ignoran cuánto valen par a no otros, y si los guardan, i lo
cie1 r n, e para obtener una pr pina de los que lo 'i itan.
11 negro fue quien no abri"' la ·ala de l Cena, y ·e quedó
uy orprendido al ver qu no dcscubnmo al ~ntrar. ~rocJ hace
contra te en Jeru lén. · noche, que caía rápidament ·, pud
<>lo contener nuc tra curio id d int: tig. bl·. A la i de 1
arde comimo , lo mi tno quc el día ante , en el Con ulado de
rancia.
Lunes, 24 d~ Didanbrt·-'Tan luego como no lev. ntámo~,
uimos al anto cpul ro a oir la rni a que por nuc tra intención
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126 DOLN'J.'ÍN M.lLl'J.'A.R
se iba á decir sobre la tumba del Salvador ; de nuevo vi si támos
todos esos itios llenos de recuerdos conmovedores, que habíam0s
recorrido la víspera. Repentinamente lo sonidos de un órgano
,jnieron á henr nue tro otdos: era la primera vez, desde nuestra
salida de Francia, que oí mo e ta m u ica de igle ia ; comenzó por
un preludio comple:tamente alegre, semejante á lo primeros aires
de nuestros órgano en Fran ~ ia, y á poco pudimo contemplar á
una novia que entraba á la igle ia, conducida al altar por su padre:
esa mu ica nos lJamaba tambien á un altar, al más divino
entre todo , y las notas admir3bles que el instrumento esparcía
bajo la diestra mano del habil organista, fraile de la ierra Santa,
quedaron mucho tiempo grabadas en nue tros oídos, l mismo
que la emoción que nos produjo y las lágrimas que nos hizo \'erter.
Estábamo baj el rocío cele te que vivifica y regenera. Sólo.
el celebrante y sus acólito tuvieron puesto en el Santo epulcro :
no otro permanecimos arrodillado en la capilla del Angel.
Cuando terminó la misa eran la ocho de la mañana, y el Cónsul
de Francia nos e peraba para ir á visitar la mezquita de Omar,.
en compañía del cawás que ureiah-bajá había puesto á nuestras.
órdenes. Era preciso una verdadera escolta para seguir impunewente
las htJellas consagradas por Mahoma, como que nos hallábamos
en pre encía de una multitud de mu ulmanes que se admiraban
de que se nos diese entrada al anto de los antos.
La célebre mezquita se levanta sobre e) monte Moriah, en
donde debió cumplir e, egún los judío , el sacrificio de A braham,
y en donde alomón construyó el templo que David, su padre, había
proyectado en honor de Jehová. Todavía hoy lo judíos acuden
á rezar allí, H>dos los viernes, sobre la ruinas de su templo, y es un
e.,pectáculo que muestra la encilla fidelidad á sus tradiciones. Se
llega á una va ta esplanada, en forma de paralelogramo, que tiene
mil quinientos veinte pies de largo, sobre novecientos treinta de
ancho. En medio está un segundo paralelogramo, ltvantado como
e sa de quince pie , y rodeado de pórticos ó de pequeña con trucciones,
en donde moran el Imán y lo guardia de esos lugare sagrados:
se sube a este alto atrio por bella escaleras que conduc<.:n
cuatro magnJfic-a puerta oji,alc. La del norte e llam Put;rtn
d~l PnraHo; la del ur, Pu rf<~ dt• la On1rion· la dd oriente, Puerta
dt: David; 1 del occidente, Putc rfa dd 1ánplo. E en el centro dl:
c .. tc atrio en donde e lc\'anta la mezquita, ?11 ha con trucción oct"'
igona, cuyos muro e ·teriores e tan reve tidos d porcelana barni
·L.adas y coronado por una cúpula de color br nccado.
En el umbral del alto atrio t dos lo verdadero creyente
se descalzan, y no otros, hereticos en cuanto á creencia mahometana
, dtbíamo omcternos á la co tumbre, pero de una 1nanera que
e conformaba mejor con nue tro traje de caballeros. Lo que pretende
1 ley mu ~ u]m na es que no e camine en la mezquita con el
calzado que acaba de rec gcr b rro en la calles: cada uno de no -
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DOLE~rf MILI T..lR 127
otro saco del bol illo un par de 1 rga pantufla , de cuero amarillo,
que no pu irnos obre las bota , y el iman, que v la severamente
por el cu m pli anier to de la tradicione religio a , e dec1 re> ~ a ti,(. -
cho con e to.
Primero n ~ detuvimo á la iz.qu1erd a de la mezquita bajo un
ancho kio, c , de forma octagona con e lun1na .. , v u a pequcÍla
cupula e t o tenida en el interior por una n1uy bell arm dura.
Aque fue, cgun dic~n, d tn bunal de lomon, pe ro no, presuramos
"' iladir que e: to solo se afirma por tradicion. ~n seguida
penetramos la mezquita por un ,.e t1 bulo de ei e lumna : una
cJaridad apena perceptible ilumina 1 interior. !)os fila .. de bellaos
columa .. se extienden en contorno y o ttenen la cúpula, bajo la
cual e t ' el principal antuario, la roca, lnpi· pt:rtusus, que formaba
en otro ti mpo el s nto de los anto del templo de alomon: e ·
un bloque inmenso que Salomon conservo inra to cuando el hizo
nivelar el monte íoriah, para con truír allá su templo: el arca
santa e taba depo itada encima, y un gran velo, el mi moque e
de garro cuando el alvador lanzó el último su. piro en el calvario,
separaba el arca y la roca del re to del templo. ~~ gran sacerdote no
penetraba en el santo de los santos in una vez al año.
La roca atrave ada, ó rot:a S"!parada (con ambos nombres la conocen),
mide treinta pies de l rgo obre otro tantos de ancho; 1
atraviesa un pozo que lvs musulmanes llaman el pozo de lé:1 almas~
y para que no per uadamo de que es roca eparada y que no forma
parte del uelo no mue tran debajo de ella una gruta á la cua
e baja por una e caJerita de diez peldaños y en donde están marcados
lo itio que IJí ocuparon ucesivamente todo lo grande_
profeta : aqu1 vino a orar Salomón; y oró Elías· en este ángulo e
mantu o el ángel Gabriel; e te cuarto rinconera el itio de Abraham;
pero vuelvo repetirlo, todo esto no es in o tradicion. V 1-
vamos al a pecto interior de la mezquita: una verja levantada rodea
la roca agrada y oJ pasando lo brazo por entre u barrote
dorados c . como e puede tocar con la mano la hu lla que dej "' o-bre
la picdr. el pie del profet iahoma cuando e alz ' á los cielo
- 'O deberí decir u par 1so· y al 1 do, otra huella que se dice ser
la del ángel Gabrid cuand el detuvo la roe que S levant, b el lo
cielos con M homa.- Preci o no fut es cucha r e t a hi toria · in
de 1 me7quita e encuentra 1 pit::dra negra, loza
pcqucñ , e mo de do pie , incru tada ·n el p •imento: alli dicen
que c_t ntcrr. Jo Salatnon, y e ..... donde acuden .... rez r lo profc t,
. 'l'od la b ' vctla que ubre la d fila de e lumn qut: (; rm a n
dos na\'e , est ""' cubiert le mosai o , en fondo de or , e e: til igual
á losque e admiran en an .~.ia•·co de Venecia. El interior de la
cúpula e r:·ricamcnte ad rn.1do de rnaderas esculpida, de rabc co )
de texto del Cor " n, trazada en letra') de or . 1 oda la· olu na
son de m ·rn1ol antiguo y de orden orinti . El conjunto forma
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128 BOLETÍN MlLI'l'AB
desde el punto de vista del arte y del dibujo, el monumento más
curioso de Jerusalén, pero sin embargo, aquello no era el fin del
viaje que habíamos emprendido.
Belén queda á dos horas, todo lo más de Jerusalén; -allí llc:-gamos
como á las tres de la tarde. Toda la población estaba ya de
fiesta; esperaban al patriarca, al cónsul de Francia y á los bajaes.
Belén cuenta 3,000 habitantes, de los que 2,500 son católicos.
Los bajaes y el cónsul de Francia llegaron; sólo el patriarca
no acudió á causa de un conflicto por una cuestión de policía en
los Santos Lugares. El año pasado, la víspera de Navidad, hubo
desórdenes en la iglesia de Belén: los católicos latinos fueron derrotados
por los griegos y por los turcos, y no bastó la presencia
del cónsul de .Francia á impedir el desorden. Para evitar Ja repetición
de escenas tan lamentables, el señor Barrere solicitó una compañía
de soldados turcos en Belén durante las ceremonias religiosas.
El p'ltriarca rechazó enérgicamente esta intervención de
soldados musulmanes cerca de la cuna de la religión católica; el cónsul
se mantuvo firme, y Monseñor Valerga, que no podía dejar de
protestar, dt=>claró entonces que no iría á Belén. Perdfamos allí por
esto el espectáculo de la pompa religiosa de que rodean al patriarca.
Sin ser guiados por la estrella de los Pastores, fuimos á desmontarnos
delante de la grande iglesia que se levanta hoy encima
del pesebre del Salvador. El convento de los griegos y de los
armenios está á la derecha de la iglesia, y presenta una fachada
magnífica; el convento de los Padres de la 'rierra Santa está a la
izquierda, en el declive del valleci ro, y tiene apariencia m u y mezquina.
Los religiosos de Jerusalen nos habían hecho preparar alh,
de antemano, una hospitalidad muy confortable.
La iglesia es una magnífica ha ílica de cinco naves, Hena de
recuerdos franceses : varios reyes de Jerusalén fueron á e e lugar á
hacerse consagrar. Construída por orden de Santa Elena,agrandada
t;Jl el reinado de J ustiniano, restaurada en tiempo de las Cruzada
por A maury 1, permaneció iendo posesion exclusiva de los
católico la ti nos ha ta el año 1 449· Des pues cayó en poder de los
griegos, quienes, encontrándola mu;' grande para el pequeño
número de correligionarios que tienen en Be len, destinaron tan
sólo el cor para el ejercicio de su culto, y l epararon dt! la nave
por una gran pared. La nave se torno entonces en un bazar mu-ulm:
n ; no tiene bu veda y deja ver la magn 1 fica armazon que
:,o tiene el techo. La igle ia parroquial rie los católic latino de
Bcíén, es la gran capilla de Santa C talina, enclavada en la construcciones
Jel convento de los Patlres de ' íerr. S. nt . Alll sera
en donde e celebra el oficio nocturno que nos ha atraído .•
(C'Jntinuará) --···--
BOGOT -IMPREN ACIO AL
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