La Ilustración: política, literatura, noticias, filosofía, relijión, artes i oficios, instrucción pública, bibliografía, medicina, variedades, revista de la ciudad, revista de los estados, de Europa i mercantil - N. 20
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Política-~i~eratura-. N oticias-F~losofía-R~lijion-Art:s i oTI.cios-Instruccion pública- Bibliografía.
:MedlCllla-Vanedades-RevIsta de la CIudad-RevIsta de los Estados-De Europa i mercantil.
Se publica los mártes, miércoles, viérnes i sábados, I
i el mismo dio. se lleva a las casas de los suscritores de
la capital i se remite a los de fuera por los correos r es- .
pectivos. Los lúnes i juéves se publical'¡¡ si es necesario.
Valor del trimestre, tres fuertes.
Valor del semesLr e, cinco fuertes sesenta centavos.
Valor del año, diez fuertes.
Valor delllúmero suelto, diez centavos.
TRIMESTRE 1. AÑO l.-Bogotá, 4 de febrero de 1870.
LA ILUSTRACION.
Decoro social.
La vida de nuestra sociedad, no ha sido
sino una larga escuela de actos de violencia..
La emancipacion de la metrópoli, se obtuvo
con la guerra. La guerra es la violencia.
Una vez emancipados, la violencia nos ha
azotado en nuestras tristes luchas domésticas
de tal manera, que difílmente podemos discutir
sin herirnos de la manera ménos razo·
nable.
De aquí viene que, jeneralmente hablando,
nuestras discusiones acaban en disputas, en
-que cada cual procura demostrar, no que
tiene razon, es decir, que le asisten hechos
ciertos, innegables, que siempre pesan mas
que las vacías declamaciones, sino que su
contendor es el cuervo de la fábula, que tiene
por regalo el comer cuerpos muertos.
Para cualquier pais extranjero que haya
coleccionado nuestras polémicas políticas i
aun las piezas oficiales de nuestros gobiernos,
¡'esulta que todos nosotros somos una horda
de miserables bandidos.
La. horrible hipérbole de nuestras iras políticas,
ha llevado fI tal SI·acio la exa)eraC10n
en nuestro lenguaje, i las imputaciones de
traicion, vandalaje, etc, han sido tan co~u·
nes, tan injustificables casi siempre, tan 1I1a·
decuadas las mas, que ya casi no nos quedan
términos para denominar las verdaderas
enormidades. Tánto así hem0s abusado en
el particular!
Las palabras bandido, jilibusteTo, asesino,
etc, se han prodigado tanto i con tan absurda
impropiedad entre nosotros, que si su
aplicacion hubiera sido justa, este seria el
pais mas infame del universo. Afortunadamente
nada es ménos cierto; lo cual nos
honra altamente.
Hemos cometido errores hijos de nuestra
mala educacion colonial; de nuestras preo·
cupaciones, fruto de tradiciones que no hemos
podido o no hemos querido analizar, pa·
ra estimarlas en lo que valen ante la moral i
la filosofía; hemos padecido largos vértigos
revolucionarios que han ofuscado nuestra
razon i nos han hecho cometer injusticias
que la ira enjendra aun en los mas benévolos
caractéres; pero no somos ese pueblo de
malvados que nuestras luchas tipográficas denuncian
ante el mundo.
El extranjero que, des pues de leer nuestros
1 Nacion ; j pero vana esperanza!
porque esas Asambleas se convierten en un
verdadero palenque, en el que cada cual no
trata sino de recriminaciones de partido,
un as veces, i otras de conseguir la sancion
de los proyectos de interes personal, formándose
entónces un feo canje de votos o sea el
hago pal'a que hagas. En estas discusiones
de que ningun provecho saca el pueblo, pasan
nuestros representantes la mayor parte
del tiempo, que debian emplear mejor en el
cumplimiento de sus obligaciones; i cuando
y?- está p:na llegar el dia de la clausura de
las sesiones de un Congreso, es que precipi.
tadamente se sancionan leyes que despues
ofrecen duelas i dificultades en la práctica i
no pocas ocasiones hasta la mala redaccion
se nota en ellas.
No desconocemos que a las Asambleas
concurren algunos hombres honorables, ilustrados
i de buen juicio, que hacen esfuerzos
en el e11no de sus obligaciones, pero que en·
cuentran tropiezos que no pueden quitar i
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
'1
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sus buenos propósitos quedan .sin fruto. Hai,
pues, una verdlLd demostrada I es, que en los
gobier'nos l'epublicanos es necesario que los
/lOmb1"es que ocupan los puestos públicos tengan
ilustracion, pues sin talento.'1 i sin luces
las instituciones se vician, porque la gran
palanca de las naciones modernas es la intelijencia
unida a la virtud i a los principios
morales, que deben ser la pauta del gobernante;
pero pretender que se pueda ~oltar
el arado para tomar el baston del maJlstrado
U ocupar una curul, es una quim.era, cuando
ese que suelta el arado no tiene los ~onocimientos
suficientes para el desempeno de
un encargo público: i no se ~re.a q.ue noso·
tras abrigamos la idea de dlstlDClones ?e
clases léjos de nosotros semejante barban smo,
p~es como verdaderos republicanos, juz:
O'amos que el Gobierno debe ser de todos)
para. todos; pero sí creen:o~ que debe hab~r
aptitudes en los que adl1J1nIstran la cosa pu-
1~lica.
Instalada la representacion nacional en el
presente año, tenemos confianza en que nuestros
delegados, deponiendo en las aras del
patriotismo esos miserables rencores .de p~rti
do, solo atenderán al bienestar SOCial, diCtando
leyes que hagan progresar a ~uestro
pais i alivien los males que sufre. As) lo esperamos
i tenemos derecho a esperarlo.
F. DE P. C.
EXTERIOR.
ROMA.
Alocucion
DE SU SANTIDAD EL PAPA pro IX EN LA REUNlON
PREPARATORIA PARA EL CONCILIO, CELEBR.\DA EN
LA CAPILLA sr:r.TIN A EL 2 DE DICIEMBRE.
Venerables hermanos: Debiendo abrir dentro
de pocos dias la reunion del santo Concilio ecuménico,
nada nos ha parecido mas oportuno i mas
grato que dirijiros la palabra, venerables hermanos,
en este momento en que, agrupados a nuestro
¡-----__ ~fM:l"'t~eg~.~ed~ . .:¡;q~~ ~~~e~rs
puntos del universo oatólico a esta noble ciudad
para el Concilio indicado por N os, reuniéndoos a
nuestro alrededor, i siendo tan caros a nuestro corazon
por vuestro ardor admirable para promover
el reino de Jesucristo i sufrir persecuciones por
Nuestro Señor.
Esta reunion, Venerables Hermanos, es para
Nos, tanto mas preciosa, cuanto Nos, seguimos las
huellas de los Apóstoles, que nos han dejado
grandes ejemplos de su un ion íntima con el divino
Maestro. La Escritura Santa nos muestra, en
efecto, que cuando Nuestro Señor Jesucristo recorria
las ciudades i las aldeas de Palestina predicando
i anunciando el reino de Dios, los Apóstoles,
movidos por el mismo celo, se hallaban a su
lado, acompañán:iole los Doce por donde quiera
llevaba sus pasos. Esta un ion de ]os Apóstoles se
muestra especialmente cuando el Maestro celestial
levantando hl voz en Cafarnaum ante ]os judíos,
discurrió largamente sobre cl misterio de la divina
Eucaristía. Entónces, en efecto, cuando aquella
multitud, dejándose llevar de una idea grosera
i carnal, no pudiendo creer en tal maravilla
del amor, se separó como con disgusto del Maes.
tro j cuando muchos discípulos tambien, segun el
testimonio de San Juan, se alejaron i dejaron de
seguide, no sufrió detrimento el afecto íntimo i
la veneracion de los Apóstolcs j i habiéndoles preguntado
J csus si tambien ellos iban a abandonarle,
Pedro, aflijido por la duda, exclamó: " Señor,
i a quien iriamos?" I dió en seguida la razon
que le hacia seguir al Señor con fé constante:
"Tú tienes las palabras de vida eterna."
Llenos de estos recuerdos, ¿ qué otra cosa mas
grata podemos tcner mas profundamente grabada
en el cOl'azon? Ciertamente, ni aun en esta reunion
formada en nombre de Jesucristo, nos libra-
,..... '.1. ..1_-L«o -t--..lv-tGo ooa....c...~~ _ Nos
hemos de desconfiar del hombre enemigo que desea
especialmente sembrar la cizaña j pero el recuerao
de la firmeza i flonstancia apostólicas que mere·
cieron este elojio del Señor: "Vosotros habeis
permanecido conmigo en los dias de las pruebas "j
el de la declaracion positiva de Nuestro Redentor:
"Quien no está conmigo está contra mí" j
i en fin, el de nuestro deber, nos obligan a hacer
todo esfuerzo para seguir a Nuestro Señor Jesu-
I tal' en mi hasta el exceso la susceptibilidad del honor.
Hablad. Me aconsejais que olvide el juramento indiscreto,
pero solemne, que en este instlLnte, es lo único
que me separa de la dicha que habiais soñado para
vuestro hijo adoptivo?
1\11'. Laubepin se levant6: sus espesas cejas se fruncieron,
recorri6 a grandes pasos el cuarto durante algunos
minutos; despues, deteniéndose delante de mi,
i tomándome la mano con fuerza, me dijo:
-J6ven, es cierto, os amo como 11. un hijo; pero aun
cuando se os destrozase el corazon, i el mio a la. par
del vuestro, no transijiré con mis principios: en materias
de honor vale mas trnspasar sus límites que
quedarse atras: los jurfl,mentos, fl,un los dictados por
el filo del puñal, o por la boca de una pistola, deben
cumplirse. Ese es mi parecer.
-1 tambien el mio. 1\1e voi mañana con vos.
-No, Mú.ximo, quedaos todavía por algun tiempo.
No creo en los milagros, pero creo en Dios, que sopor_
ta raras veces que perezcamos por nuestras virtudes ...
Demos una t.regua a la Providencia ...... Sé que os pido
un gran esfuerzo de valor, pero lo reclamo formalmente
de vuestra amistad. Si dentro de un mes no habeis
recibido noticias mias, entónces partireis.
Me abrazó, dejándome 111. conciencia tranquila. i el
alma desolada.
cristo con fe inquebrantable, permaneoiendo siempre
con corazon unánime adheridos a Él.
Tal es, en efecto, venerables her'manos, ]a situacion
en que nos vemos, i en la que desde hace
mucho tiempo venimos librando rudos combates
con numerosos i terribles enemigos. Es, pues, necesario
t!¡ue nosotros nos sirvamos de las armas
espirituales de nuestra milicia, i que soportemos
todo el choque del combate, apoyándonos en la autoridad
divina, i parapetándonos detras del escudo
de la caridad, de la paciencia, de la oracion i de
la constancia. Pero no se tema que las fuerzas nos
falten en esta lucha, si nosotros queremos fijar
nuestros ojos i nuestro espíritu en el Autor i con-
8umador de nuestra fe. Porque si los Apóstoles,
unidos por la vista i por el pensamiento a J esucristo,
alea nzaron fuerzas i valor para soportar
valerosamente todas las pruebas, nosotros tambien,
en la constante contemplacion del misterio
de nuestra. Redeocion, de donde emana una virtud
divina, encontraremos fuerza i enerjía para
triunfar de las calumnias, de las injusticias i de
los engaños de nuestros enemigos, teniendo el gozo
de conseguir de la C¡'uz de Cristo la salud
para nosotros mismos, i aun para los muchos desgraciados
que viven fuera del camino de la verdad.
Pero no es bastant~ la contemplacion de nuestro
Redentor j es necesario que esta contemplacion
vaya revestida de una gran docilidad de espíritu,
a fin de que escuchemos su enseñanza con
toda la humildad i ternur!l de nuestro corazon.
Porque lo que el Padre celeste ha ordenado en el
momento en que Cristo Nuestro Señor revelaba
su gloria en la cumbre de una montaña a presencia
dc los elejidos: .C Estc es mi Hijo amadísimo
en quien Yo he puesto todas mis alegrías: escachadle,"
nosotros dcbemos cumplirlo escuchando
a Jesus con respetuosa atencion, i escuchándole
en todo sin duda alguna, pero mas principalmente
en lo que Él mismo, previendo las dificultades
con que se habia de luchar, hizo muchas veces
objeto de ruego a su Padre, i tuvo presente en la
última cena: "Padre S!lnto, conservad en vaestro
nombre a los que Vos me habeis dado, a fin
de que ellos sean uno, como nosotros somos uno."
Que todos tengan en Jesucristo una sola alma i
un solo corazon. Ningun consuelo habrá para nosotros
mayor que el de prestar dócil oido a las
advertencias de Cristo; i he aquf la. razon de reconocer
que el:!to.tnOD OOD Él, i que en DOSoe.rOS
encontraremos la prenda evidente de eterna salvacion.
"Porque el que es de Dios, escucha la
palabra de ~ios."
i Que Dios Todopoderoso i misericordioso, por
la intercesion de la Vírjen Inmaculada, confirme
con su gracia estas palabras de nuestra Alocucion
pontificia, que salen del fondo de nuestro corazon,
i que nos sea propicio para que el/as consigan nu-vida
estaba mui arraigada en aquel corazon enét:jico.
para desprenderse sin una. lucha obstinada. El doctor
habia predicho que la agonía seria larga. Sinembargo,
desde la primera aparicion del peligro, Mma. Laroque
i su hijo. le h",binn consagrado todos sus cuidados con
la apasionadlL abnegacion, i el asíduo afecto que son
la virtud especial i la gloria de su sexo. Anteayer noche
estaban rendidas de cansancio i fatiga, i Mr. Desmarets
i yo nos ofrecimos para llenar sus veces con
Mr. de Laroque en aquella velada; consintieron en
tomar algunas horas de reposo, i pronto el doctor me
dijo:
- y o no sirvo de nada aquí, el negocio está concluido.
Ved, ya no sufre el pobre hombre! Es un estado
letá\jico que no tieue nada de desagradable. El des-pertar
será la muerte ......... Asi, podemos estar tran-quilos,
i cuando noteis algun cambiamento llamadme;
pero creo que eso no sucederá. hasta mañana. Me muero
de sueño. Hasta mas ver.
Hizo oir un bostezo sonoro i sali6.
Sil comportamiento i su lenguaje ante el moribundo
me disgustaron, i sin embargo, es un hombre excelente;
pero para tributar a la muerte el respeto que le es debido,
es preciso no ver tan solo la materia bruta que
disuelve, es preciso creer tambien en el principio inmortal
que arrebata. •
12 de octubre.
Hace dos dias que pude salir de mi encierro e ir 11.1
castillo. No habia vuelto a ver a. Margarita. despues
de la noche en que nos separamos en la. torre de Elven.
Estaba sola en el salon cuando entré: al reconooerme
hizo un movimiento involuntario como para
levantarse; despues se quedó inm6vil i su rostro se
oubri6 de pú\'pura. Esto fué contnjioso, porque sentí
que me ponia rojo tambien.
-C6mo vais, señor? me dijo tendiéndome la mano,
i pronunci6 esas palabras COIl un tODO tan humilde, tan
dulce i tan tierno, que tuve intenciones de echarme a
sus plantas. Elllpero, tuve que responderle en el tono
de una política glacial. Ella me mir6 dolorosamente,
despues baj6 sus grandes ojos con aire de resignaoion
i siguió su trabajo.
Casi al mismo instante su madre la hizo Hamar,
porque el estado de sn padre era mui alarmante. Haoia
algunos di as quo habio. perdido la voz i el movimiento;
la parálisis lo habia invadido completamente. Los últimos
signos de la vida intelectual se habian extinguido:
solo la sensibilidad persistia con el sufrimiento.
N o podia dudarse que su fin seriB próximo; pero la.
Solo, en el cnarto fúnebre, me senté a los piés de la.
cama, i traté de leer .n. 10. luz de una lámpara que estaba
cerca de mi. El libro se cayó de mis manos: no
podia pensar sino en la combinacion singular de acontecimientos
que, despues de tantos alIos, le daba a ese
anciano culpable, por testigo i protector de su último
sueño, al nieto de su víotima. En medio de la calmB
profunda do la hOI"l\ i del sitio. evooaba a pesar mio
los escenas de violencias i tumultos sangninarios que
habian llenado esa existencia que acababa. Buscaba
la impresion lejana en el rostro de aquel agonizante
sccular, en aquellas facciones, cuyo pálido relieve se
destacaba en lo. sombra como una má~cara de yeso, i
no encontrn.ba sino lo. gravedad i el reposo de la tumba.
Por int.ervalos, me ap\'oximaba o. lo. cabeeero. para
asegurarme de que el aliento vital levantaba todavía.
su pecho debilitado.
A media noche, un suelIo irresistible se apoderó de
mí, i me dorm! con la frente apoyada en mis manos.
De repente, me desperté ajitado por una horrible pesadilla;
levanté mis ojos i sentlllegar el pavor has~ lB
médula de mis huesos. El anciano se hl\bia inoorporado
en su camB i tenia fija en mi uno. mira.da atenta.
sorprendida, donde brillaba. la. expresioD. de lo. inteli-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
merosos frutos 1 i Que el Señor vuel~a su cara
hácia vosotros venerables hermanos, 1 que colme
con la gracia 'de sus bcndiciones vuestros cuerpos
i vuestras almas j vuestros cuerpos, paro. que tenaais
la fuerza de sufrir valientemente, i con ale~
ria las fatigas inseparables de vue tro ministe~
io .' vuestras almas, para que, henchidas de gracia
eel~stial, deis el glorioso ejemplo de verdadera
vida sacerdotal i de todas las virtudes que son
necesarias para salvar el rebaño de Oristo! ¡Que
la gracia de esta bendicion os acompañe oonstantemente,
i os inspire todos los dias de vuestra vida,
a fin de que ellos sean llenos de santidad i de
justicia, obteniendo el fruto do vuestras obras, en
las cuales encontrareis la verdadera riqueza i la
verdadera gloria. 1 que tambien nosotros podamos,
despues de haber reeonido dichosamente
nuestro peregrinaje mortal, decir en el último dio.
de nuestra vjda : l. Yo me he alegrado de las palabras
quo se me han dicho j nosotros iremos a la
mansion del Señor')) i nos sea dado encontrar
abierto el camino d~ la santa montaña de Sion,
de la J emsalen celestial.
Ecuador.
Quito, enero 4 de 1870.
6ño1' Nz'colas Ponton.
:Mi estimado amigo :-Nada mas ha ocurrido
notable despues de los sucesos de Cuenoa que comuniqué
a usted en mi últi~a, i de los que ~stará
bien orientado por los Boletz716s que le adjunté.
El año nuevo nada nuevo ni bueno nos promete,
pues ya le he manifestado ántes que el Ecuador
vive por vivir.
Una sola cosa ha venido a producir dos encontrados
efectos: el celebérrimo " Tratado de amistad,
oomercio i navegacion entre los Estados Unidos
de Colombia i el Ecuador," cuyos pormenores
ignoramos en parte i pues en el número 340
de La P"ensa apénas se contentan con decirnos
que él no mejorará la suerte de los colombianoa
establecidos en el Ecuador, lo que sabiamos de
antemano una vez conocidas las miras del señor
Sántos Gutiérrez. Creiamos, i con sobrada razon,
que este asunto ocuparia a todos los periódicos de
la República, o por lo ménos a los de la capital.
Por eso hemos extrañado que La Prensa se ocupe
de él tan lijeramente siendo, como es, un a,;unto
de gran trascendencia para ámbas Naciones.
Decia a usted que el Tratado en referenoia ha
causado dos efectús contrarios, i paso a manifestárselo
annque brevemente.
En los ecuatorianos que ven a cada momento
levantado sobre sus cabezas el látigo que amenaza
flajelarlos sino rinden su flrib1ltO, ha producido
contento porque de hoi en adelante verán que los
hijos de la altiva ijustamente orgullosa Colombia,
tendrán que confundirse entre los tributarios de
jencia. Cuando mi vista encontr6 la suya, el espectro
tembló; alo.rg6 sus brazos, i me dijo con una voz suplicante,
cuyo timbre extraño i desconocido, det~vo el
movimiento de mi corazon. , .
-Señor marques, perdono.dme!
Quise levantarme, quise hablar, pero en vano. Estaba
petrificado en mi silla.
Despues de un silencio, durante el cual la mirado.
del moribundo, siempre encadenada a la mia, no cesaba
de implorn.rme, repiti6 :
-Señor marques, dignaos perdonarme!
Encontré al fin fuerzas para llegar hasta él. A medida
que me aproximaba, se retirabo. hácio. atras, como
pn.ra librarse de uu contacto espantoso. Levo.nté una
mano i colocándolo. ante sus ojos desmesuradamente
abiertos i aterrados, le dije:
-Desco.nzad en paz! yo os pel'dono !
No bien hube acabado estas palabras, cuando su
semblante cadavérico se ilumin6 con un brillo de alegria
i de juventud. Al mismo tiempo dos l(~grimas brotaron
de sus ojos apagados. Extcndió uno. mano bácia
mi, despues esa mano so cerr6 violentamente, i se o.lzó
con jesto amenazante; vi rodar sus ojos por entre sus
pá¡'pados dilatados, como si nna balo. le hubiese llegad,
o al corazon.
-Oh! el inglés! murtnur6.
1 co.y6 sobre lo. almohada como una masa inerte.
Estaba muerto.
Llamé o. todos i llegaron. Pronto fué cercado de lágrimltS
i ruegos piadosos. Me retiré con el almo. profundamente
turbada por eso. escena extraordinaria,
'lile seria siempre un secreto entre aquel cadéver i yo.
Este triste acontecimiento me ba impu ~sto deberes
i cuidados, de que tenia. necesidad para jusLilicar o. mis
propios ojos la prolongacion de mi estancin. en aquello.
C:l.sa. Me es imposible comprender en virtud de qué
oo.usa Mr. Lo.ubepin me aconsej6 diferir mi partida.
Qué espera en ese tiempo? Me parece que él ha obedecido
en esta circunstanoio. a uno. especie de vaga su'
persticion i de pueril debilidad a que no hubiera debido
sujetar una alma de su temple, i a los cunles ho hccbo
mal en someterme. ¿ N o ha oomprendido que mo
imponia, a mas de sufrimientos inútiles, un papel siu
franqueza i sin dignidad! Qn6 har6 aquí en adelante?
No es ahora que podria oensurllrscme el jugal' con nobles
i sagrados sentimientos? Mi primern. entrevistn.
con Margarita habio. bastado para revelarmo todo el
rigor, todo. lo. imposibilidad de la pruebn. o. que estaba
condena.do, ouando lo. muerte de Mr. Lo.l·oque, ha ve-
LA IL USTRACION.
un amo, i como los propios siervos, sujetos tamo
bicn al látigo, a la tortura i al consejo de guerra
verbal. En los colombianos se v6 la inuignacion
porque el honor de su nacionalidad ~e ha. ofendido
i ultra;ado vilmente i menosproclado su noble
O1'aullo i "10 q 0.0 es mas, porque 6e les entrega. mani:
tadc/s por su propio Gobiel'llo al furor implacable
del señor García Moreno, quc nunca les perdonará
la hidalguía con que lo trataron en Tulean,
ni la jencrosidad i desprendimiento de que ta.ntas
pruebas le dieron en Pinzaquí. Por eso 108 eouatorianos
elojian i bendicen a sus r epresentantes
i comisionados que celebraron tal Tratado, miéntras
que los colombianos justamente resentidos,
bajan avergonzados la. cabeza, porque convertido
el señor Sántos Guti6l'l'ez en 01 Czar de su patria,
quiero dar pruebas de su absolutismo, vendiendo
a sus ciudadanos en el extranjero en cambio de __
una inramia! Maldicion! ____ Qu6 vale, pues,
tener por patria a Colombia si ella entrega al extranjero
la vida e intereses de sus propios hijos,
para quo sean afrentados con . marca ignominio-sa
? ___ _
Es necesario, pues, que la prensa recabe enérjicamente
del Congreso colombiano la ímproba.
cion de ese Tratado, que no solo mengua nuestra
dignidad sino que tambien expone a s6rios disturbios
que surjirán a cada momento j pues quc
vi6ndose los colombianos residentes en el Ecuador
obligados a todas las cargas, obligaciones i tyz'butos
de los nacionales, forzoso les será, para siquiera
aliviarlas, tomar parte activa en los asuntos
domésticos, i entónees guai! del Ecuador guai!
de los colombianos.
Con el objeto de evitar todas las funestas consecuencias
que pueden sobrevenir, los colombianos
residentes en esta capital hemos representado al
Gobierno del Cauca i al dc la Unian, para que
atendienuo nuestros justísimas reclamos soliciten
del Congreso la improbaoion del "Tratado de
amistad, comercio i navegacion entre los Estados
Unidos de Colombia i el Ecuador, )) celebrado en
Bogotá ellO de junio de 186~. Esperamos que
usted se sirva insertar en su periódico la representacíon
dicha,'" apoyándola con las razones mas convenientes
a la paz de las dos Repúblicas i :t nues·
tro propio bienestar.
Quedo de usted afectísimo amigo. Tmzo.
!If Se publicRrá despues.
REVISTA DE LA CIUDAD.
-U na vez hechas las elecciones en las Cámaras'
de lo cual dimos cuenta en nuestro último número,
la del Senado nombró en comision para poner
en conocimiento del Poder Ejecutivo i de la Cámara
de diputados el acto de su instalacion, al señor
jenonl Antonio González Carazo j i esta dió
cuenta de haber empezado sus ~rabajos, al Presi-nido
a dar, por algun tiempo, o. mis relnciones con
ella, mas naturalidad i mas decoro a mi posiciono
26 de octub¡'e.-Rcnnes.
Todo está terminado, Dios mio! qué fuel'te era pal'a
mi ese lazo! él envolvia mi oorazon, i lo ha dest¡'ozado
0.1 romperse!
Anoche a l,ts nueve estaba apoyado en mi ventano. i
me sorprendi6 una luz que se o.proximabn. por entre
las mas sombrías aveuidas del parque, i en una direccion
que la jente del castillo no tiene la costumbre de
seguir. Un instante despues llamaron a mi puerta, i la
señorita de Porhoet entl'ó jadeante.
-Primo, me dijo, tongo que hablar con vos.
-I1o.i alguna desgracia?
-N o exactamente: vos lo juzgareis.
-Sentaos.
-Habeis pasado dos o tres noches de esta semana
en el castillo, i no hn.beis observado nada nuevo i singular
en la actitud de esas damas '1
-Nada..
-¿ No habeis al ménos notado en su fisonomía uno.
serenidad no n.costumbro.da ?
-Tal vez. Fuero. de la melancolía de su duelo reciente,
me han parecido mas tl'D.nquilas i aun mas felices
que ántes.
-Sin duda. Otras particularidades os hubieran
llamado la. atencion, si como yo hubiel'ais vivido quince
dias en su intimidad oolidin.na. Así, he llegado a
sorprender los signos dc unn. intelijencio. secreta i de
una misteriosa complicidad: sus hábitos se han modificado.
Mma. Laroque que se ha separado de su brasero,
do su sillon i de todas sus manías de criolla, se
leva.nta a horas fabulosas i se insto.ío. desde lo. aurora
con Margarita ante una mesa de labor. TOllas dos han
concebido una gran paaion por el bordado i pregunto.u
qué puede gan!l.l' uno. mujcr en eso. especic de trabajo.
Alli bn.bia un onigmn. que en vano trat:loba de desoif¡
·:1r. Esa palabra acab¡t de revelárseme i me apresuro
a tmsmitírosla.
A In. protesto. de absoluto. confianza que me apresuré
o. dil'ijirle, In. señoritn. de Porhoet continu6.
-!lIma. Aubry vino a verme o. hurtadillas, i comenzó
por ecbarme sus brazos en torno del cuello, lo que
me disgustó mucho; despucs entro mil quejas personales
que os evito, me suplio6 que detuviese a sus parientas
al borde de su ruitH\. Ved aquí lo que ha sabido
escucbnndo detras de las puertas, segun su graciosa
oostumbre: estas señoras solicitan el permiso de entregM'
todos sus bienes a una congrego.cion de Rennes,
a fin de suprimil' entre lIIargo.rito. i vos lo. desigualdad
7H
dente, por medi del señor doctor Ramon Gómez
i para el enado comisionó con el mismo fin al señor
José Maria Quijano W.
-La víspera de la instalacion del Congreso.
promovió (\1 señor doctor Jacobo Sánchez una.
reunion ue los diputudo13 ministcriales, a la cual
fueron invitados los miembros liberales de la opoSlClon,
con 01 fin de convenir en los nombramientos
i ac?rdarse en algunos otros puntos i i despues
de un 11)ero preám.bulo en que reinó el mayor desacuerdo
en unos 1 otros, los oposioionistas abandonaron
el lugur de la reuníon.
·-Como en tudo pais rcpublieano predomina.
~as q~e ~n. oh'? alguno,.la lucha entre oposieiomstas
1 TUlmstcnales, en CIertos casos mui saludable,
no estará por demas decir que en el actual
Congreso, aunque compuesto do elementos muí
heterojéneos, el partido oposicionista, formado
de couservadores i liberales, tiene mayoría en el
Senado; i la prueba de esto es, que con veintiun
miembros, i faltando algunos de la oposicion, votando
para Presidente por los señores doctores
Ezequiel Hójas i J os6 Mul'Ía Rójas Garrido, resultó
electo el primero por solo once votos. En la.
Cámara de diputados dispone el Ministl)rio de una
eonsi~orablc mayoría, sinembal'go de que entre
los mlembros que la forman hai intereses contra .
dictorios i diversas aspiraciones.
M~NSAJE DEI, PODlil?t EJEcuT[vo.-Despues de
pra?tlcadas las formalidades do estilo, el primer
MaJIstrado de la Union dirijió por medio de su
Secretario su Mensaje a las Cámaras. N o copia~
lOS este informe, porque los órganos de la prensa.
11bcrallo reprodujeron el mismo dia. Solo nos
ocuparemos de él para hacerle unas lijeras observa
ClOnes.
A pénas se empieza su lectura, se tropieza con
e~ lenguaje destemplado de las pasiones que tanto
dl&Uena en un l\iajistrado leal a las instituciones i
respetuoso de las opiniones ajenas. Sus primeras
palabras son todas dirijidas contra determinados
miembros de un partido a quicnes califica con términos
mui ajenos al decoro, e impropios de un documento
dirijido al Cuerpo Soberano de la nacion,
en cuyas filas se cuentan hombres que vienen a
representar toda clase de opiniones, pues sus comitentes
no p'artieipan unánimemente de las ideas
del Ministerio. Si a esto se agrega que este lenguaje
lo emplea un l\Iajistrado próximo a abandonar
el solio, fácilmente se comprenderá que la política
seguida por la administracion que espira, no
ha sido mui imparcial que digamos. Desde que en
el pais se oyó aquella fracesita de" yo mando con
mi partido," necesariamente deberia Ilegal' otra.
en que se pretendiera sostener esta otra: "mi
partido soi yo" j i olvidando que en las repúblicas
todos tienen derecho a participar del manejo
de la cosa pública i a proclamar con libertad 8US
de fortunas que os separo.. No pudiendo haoeros rico,
ellas se hacen pob¡·es. ~re ha parecido que no debia.
dejaros ignorar esa ueterminaoion, igualmente digna
de esas dos almas jenerosas i de esas dos cabezas ilusns.
Vos me escusarcis si os digo que vuestro deber es
no dar pábulo :lo ese designio. El arrepentimiento que
infaliblemente se preparan nuestras amigas, lo. responsnbilido.
d terrible que os amenaza, es inútil decíroslo:
vos lo comprendeis tan bien como yo a primero.
vista. Si pudiéseis, n.migo mio, aceptar desde ahora la.
mano de lIIlu'garita, esto concluiria mui bien; pero
estais ligado por un compromiso que, aunque imprudente,
no es ménos obligntorio a vuestro honor. No os
quedo. sino un solo partido: el de abandonar esto. caso.
inmediatamente, i arrancar todas las esperanzas que
vuestra presencia aquí sostiene inevitablemente. Cuando
ho.yais partido, me será mas fácil volver o. esas dos
locas lo. razono
-Yo estoi pronto; esta misma noche partiré.
-Está bien. Cuando os doi ese consejo, mi amigo,
obedezco a uno. loi del honor bien riguroso.. Vos encantais
los últimos instantes de mi larga soledad. Suplicándoos
que partais, yo hago mi último sacrificio, i
él es inmenso.
Se leva.nt.6 i me miró un instante sin hablarme.
-No se abraza a los j6venes en mi edad, dijo sonriendo
tristemente, se les bendice. Adios, mi querido
hijo, i gracias! Que Dios os ayude l
Besé sus manos trémulas, i ella se fué precipitadamente.
Hice de prisa mis prepn.ralivos de viaje i escribi alRunaa
llneas a Mma. Laroque. Le suplicaba que renunciase
a una r esolucion cuyo alcance uo podia. medir,
i que estaba firmemente determinndo o. no ha.cerme
cómplice en ella. Le daba mi paln.bro., i ello. sabia que
debio. creerse, que yo no acepto.rio. jamas mi dicha :.1
precio de sn ruina. Al terminal'. para desviarl., mas i
mas de su proyecto insensato, le hablé ,agamente de
un porvenir próximo en que entl'evela pl'Obabil' '(atles
de fortuna.
A medianoche, cunndo todo dormio. en el caftillo,
dije adios, un adios cruel a mi morada, o. esa .ieju.
torre donde habio. sufrido i amado tanto! i me introduje
en el castillo por una puerto. secretn, cuya lla,e
so me habia confiado. AtraveslÍ furtivamente, como
un criminn.l, las g"lcl'Íns desiertas, gui(¡,ndome pntre
lns tinieblas como podia, i llegué al salon donde la
habia visto por primera. vez.
( Conclll ;rti )
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
80
opiniones, los gobiernos patrocinan sin disfraz el
partido o el círculo de sus simpatías, desatienden
el grito de la opinion i enarbolan la bandera de la
esclusion, que de ninguna manera puede producir
resultados satisfactorios. Con motivo de las frases
dellVrensaje a que aludimos, el señor doctor Rójas
Garrido hizo la proposicion que insertamos en
el númel'O anterior, que aunque filé negada, no
deja por eso de constar en el acta, que fué lo que
su autor se propuso. Esperábamos que la Cámara
hubiera hecho una pl'oposicion semejante, porque
si no se protesta enérjicamente contra este lenguaje
i este proceder de esclusivismo, las administra·
ciones venideras observará n la misma conducta,
i nunca saldremos de esa trillada senda de las re·
criminaciones, que jamas nos conducirá a la con·
solidacion de la paz.
-El 29 del pasado se unió el señor Melchor
Madero a la señorita Rosa Azula,
-El dia 2 tuvieron lugar las exéquias de la
señora MARTINA ARANZA en la iglesia de San
Victorino, i en seguida se le dió sepultura.
El mismo dia se celebraron en Santa Bárbara
las de la señora MARTA CA!lU CHO.
-Tambien se efectuó el mismo dia el matrimonio
del señor Federico Puerta con la señorita
María Josefa Posse Sálas,
-Ayer se hicieron en la misma iglesia las de
la señora MAnrQUITA PARDO.
-Nuestro estimable amigo el señor doctor Ra·
fael Peña Solano ha inscrito su nombre entre los
redactores de la parte polít.ica de este periódico.
-Tambie!) deseariamos saber el estado del jui.
cio que cursaba en ese juzgado contra el señor
doctor Cárlos Holguin, relativo a la cuestion Pa·
namá, pues la nacion desea saber lo que haya resuelto
el gobierno jeneral en este negocio, para
que el Congreso actu~l deeida definitivamente es·
te punto.
REVISTA DE LOS ESTADOS.
:Bolívar.
El "Instituto de Ocaña," que dirije el ilustrí·
simo señor Obispo doctor José Romero, ha presentado
los exámenes correspondientes al año que
terminó en diciembre de 1 869. Los alumnos han
manifestado el provecho que han sacado de los es·
tudios. Las matbrias sobre que fueron examinados
son las siguientes;
Lectura, caligrafía, doctrina cristiana, urbanidad,
cono.cimi?ntos de los núme:os enteros i que.
brados, hIstOrIa sagrada, (secclOnes especiales de
inst:uccion .primaria), gramática española, aritmétICa,
nOClon.es de jeografía, jeografía universal,
teneduría de lIbros, jeometría, retórica i oratoria
idioma inglés, instruccion moral i relijiosa ética'
teodicea e idioma latino. "
Doyacá.
Guayatá: 6 de enero de 1870.
Señores R edactores de La Ilustracion,
Una nueva calamidad azota a csta poblacion:
despues del malestar en que lie hallaban varios de
los habitantes del lugar por la pérdida de las ca.
sechas, la miseria se aumenta con los estragos del
incend~o, pues anoche como a las doce, ::nas o mé.
nos, fUImos alarmados COD la destruccion que se
estaba consumando por medio del fuego en dos
manzanas sin saberse cuál fuera la causa de esta
Verrible catástrofe.
A consecuencia de ella muchas familias que na.
da pudiero~ sal~ar d? las llamas, están reducidas
a la mas tl'lste sltuaClOn. El señor Prefecto del
departamento i muchos vecinos de Guateque vinieron
~ auxi~iarnos j i se I?gró hacer que termi.
nara ellDcendIo: las casas lDcendiad.as eran las
mejores que existian.
Ru~go.a usted. que comunique esta noticia en
su periódICO, eXCltando la caridad de los vecinos
de esa ciudad en favor de los desgraciados.
. Suyo.-"' ....
-Han SIdo nombrados curas interinamente:
. De Santa Bárbara de Tunja, presbítero Sántos
Clfuéntes.
De La Mesa de Campa, doctor Cárlos Perelli.
~
Cundinamarca.
-Ha sido removido el Alcalde de Sutatausa
señor 1\1 anuel Ocampo, por falta de cumplimient~
en sus deberes legales.
. -Se ha ueclarado insubsistente el nombra.
mlento de directora de la esouela de Ubaté, i se
ha nombrado en reemplazo de ]a señora Antonina
Echeverría, a la señorita Victoria Andmde.
-Se han desertado del ejétoito nacional los
soldados Eustaquio Cifuéntes i José :M:aría
Tórres.
LA ILUSTRACION.
-El Alcalde de Fómeque, avisa tener en di·
cho distrito, en depósito, un caballo zaino, el cual
fué tomado a un individuo que no era su dueño.
-El exámen público de la escuela de niños de
Chipaque, ha demostrado el adelanto de los jó.
venos, debido a la consagracion del Direotor señor
Manuel S. Castro.
dos al señor Administrador contador de la Direccion
jeneral de Correos, señor José María
Forero Segura, segun consta de las notas que se
han publicado en el ]JiOlrio Oficial de 2 del mes
en curso.
-Las dilijencias de visita, en las oficinas de
recaudacion de La Mesa i Quipile, han sido altamente
satisfactorias, pues marchan en buen estado
las oficinas.
-La Administracion de Hacienda de La Mesa,
ha sido visitada i se han hallado los libros,
perfectamen te arreglados.
-En el no.mero anterior de este periódico se
dijo que el Capellan de la Casa de refujio era el
doctor Rufino Cuervo; i debe leerse: Romualdo
Cuervo.
-Se continúan publicando las actas de la J unta
de Beneficencia i en ellas se ve el iateres que
se toma por tan importante ramo.
-Han sido emplazados por edictos, i por el
delito de heridas, los señores Eleuterio Martínez,
Aniceto Rodríguez, Protacio Velandia, Antonio
López, Juan Tórres, José María i Miguel Cifuén·
tes i José María Cubillos.
-Continúan publicándose en el ])iOlrz'o las actas
de la Junta de Beneficencia.
-Habiendo renunciado el señor Cornelio Manrique
el destino de Secretario de Gobierno del
Estado, para asistir al Congreso, le fué admitida
la renuncia. Se ha nombrado en su lugar al señor
doctor Nicolas Esguerra, i miéntras él toma pose·
sion se encargará del despacho el oficial mayor de
la secretaría.
-Se han repartido varios útiles a las oscuelas
primarias del Estado.
-El presbítero Juan de Dios Parra, ha sido
nombrado cura interino de la capilla de Tenza.
-Ha sido nombrado cura interino de San
Luis, el presbítero Rafael S'. López. -
eantander.
Hemos recibido el programa de los certámenes,
de la " Casa de educacion secundaria de Soto,)J
que dirije en Bucaramanga el estimable señor J.
Da vid Guarin.
Las materias sobre que versaron los exámenes,
fueron las siguientes:
Aritmética elem.ental, gramática castellana,
jeografía universal, des criptiva i física, astronomía,
gramática francesa, &.a &.3.
En todos estos ramos, demostraron los alumnos
estar bien adelantados. Felicitamos al señor Guarin,
a lós catedráticos i alumnos, por el buen éxito
de sus tareas.
ORONIOA DEL GOBIERNO.
Actos del 1.° al 2 de febrero.
-Por decreto de 29 d el pasado se ha mandado
organiza\" media compañía de infantería, con des·
tino a servir en el territorio de Casanare.
-Se ha llamado al servicio al capitan de la
Guardia colombiana señor Rafael Asprilla, i se le
ha nombrado comandante de la média compañía
que se ha organizado.
-Se ha publicado la proposicion que hace el
Gobierno de la Gran Bretaña al de los Estados
Unidos de Colombia, sobre el modo de dirijir las
comunicaciones oficiales relativas a negocios ca·
merciales, i se ha acep~ado el ofrecimiento,
-Se ha citado por edi'Jtos a los herederos del
señor Francisco de P. Angulo, para que se pre·
senten a estar a derecho en el juicio que se sigue
por cierta cantidad, que adeudaba el finado señor
Angulo.
-Ha sido aprobado por el Poder Ejecutivo el
Tratado para la eonstruccion i arrei'lo de un canal
interoceánico al traves del Istmo de Panamá o
Darien, celebrado por los señores Justo Arase·
mena, J acabo Sánchez i Stephen A, H urlbut. Se
dará cuenta al presente Congreso para los efectos
del inci so 12 del artículo 49 de la Constitucion.
-Habiendo terminado sus trabajos los señores
Arosemena i Sánchez. como plenipotencial'ios
para el contrato del Canal, el Gobierno les ha
d~d? las gracias por cl buen desempeño de su
mlSlOn.
-El Ministro del EI'asil, señal' Joaquin Na·
centes de Azambuja, se ha despedido del ciuda·
dano . P"0~idente de la U niou, pues se r etit'a de
est~ clUdad, en virtud de licencia que le ha con·
cedIdo su Gobierno.
..:-No ha~iendo el Tesorero j eneral de la Union,
senor FlávlO Pinzan, presentado la cuenta del
m~s de octu~re dentro del término que señala la
lel, la Oficma jeneral de cueutas le impuso la
multa de 25 pesos, los cuales han sido entrega-
COLABORADORES.
B.ecuerdo.
¡Dejemos que Du estraalma contemple
la orfandad de una familia
respetable!
Tal fu6 nuestra exclamacion cuando alcanzamos
a ver rodando el carruaje fúnebre que conducia
el cadáver de nuestro venerable amigo el
señor BRUNO l\IARTÍNEZ ZA.LDÚA, muerto a los
85 años de edad, despues de dejar hondos recuerdos
de las tantas virtudes i pruebas de abnegaciob,
con que el hombre edifica su salvacion eterna, i
conquista aquella tranquilidad de conciencia que
dulcifica la vida pública i embellece el hogar do·
méstico.
La familia Zaldúa, caida en la orfandad por el
funesto acontecimiento, debe llorar, deciamos, porque
todo bien inestimable que se pierde, es sentido
con el coraZ0n, i el desahogo del corazon SOD
las lágrimail. Empero, para ese dolor tan justo i
tan intenso, debe aplicar, sí, el recon00imiento
al Dios de los cristianos, por haberlc concedido
una larga i honorable posesion de tan caro objeto,
permitiendo que recibiera la bendicion extrema,
que cuando es de un padre, de un esposo esencial·
mente católico, significa el voto mas vehemente
para el porvenir de una familia. Tal bálsamo, ese
reconocimiento, es el medicamento que indicamos
a la matrona respetable i a los dignos hijos, para
que les venga el consuelo, la resignacion i el alivio
en los trabajos que vienen con la orfandad
que contemplamos como amigos, admiradores der
que nos ha dejado para siempre.
Bogotá, enero 28 de 1870. M. S. R.
REMITIDOS.
Sefior Cornelio Manrique.-Presente.
Mui señor mio :-Contesto gustosa la not
Citación recomendada (normas APA)
"La Ilustración: política, literatura, noticias, filosofía, relijión, artes i oficios, instrucción pública, bibliografía, medicina, variedades, revista de la ciudad, revista de los estados, de Europa i mercantil - N. 20", -:-, 1870. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3687257/), el día 2025-09-10.
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