Por:
Eun Heekyung
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Fecha:
20/04/1879
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LUZ Y FE D AN FUERZA.
LA MUJER,
REVISTA QUINCENAL
EXCLUSIV A MENTE REDACTADA POR SEÑORAS Y SEÑOR I TAS,
BAJ'O LA DffiECCION DE LA SEÑORA
SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER.
N.0 11. r LÚNES, ABRIL 20 DE 1879. ~ PRECIO 30 cs.
ESTUDIOS HISTORICOS
SOBRE LA MUJER EN LA OIVILIZACION.
CJ.1'ÍTULO SÉTIMO.
LA SUZI.A.NA P.A.NTEA.
I belicoso 6 independiente. Su capital
Como se ha visto hasta ahora, entre era llamada l::luza, cuyas ruinas han
las mujeres hebreas, persas, sirias, me. desaparecido enteramente, pero dicen
das, trácias, escitas, asirias, lidias, ca. los historiadores que aquella ciudad,
padócias, cartagines~s y egipcias no como la de Babilonia, encerraba edi.
hemos citado casi sino á mujeres es. ficios magníficos, y sus reyes no deja.
clavas, sometidas á la voluntad del ban de ser poderosos y respetados por
ruiW, Bin otro aliciente en la vida que los vecinos.
el Je uo de"agradat· á los hombres. Cuando el famoso rey de Persia, Ciro,
Cua.udo la mujor no presenta ese tipo se paseaba victorioso por toda el Asia
de hulllillacion y dulzura, la oncontm. Menor, conquistando y venciendo los
m o~ valiente, inspirada. por alguna pa. pueblos más ricos¡ poderosos del muo.
sion, heroica ó sauguiuaria, cruel y do civilizado, cay en manos de aquel
odiosa, pero nunca la verémos digna conquistador todo el tesoro de Aura.
do su misiou, ni virtuosa en el sentido date, rey de Suzia.na. Entre los despo.
que damos á esa palabra: la virtud, jos y botín tomado, los generales de
como la comprendemos hoy, era deseo. Ciro escogieron los objetos que creyenocida.
eu la antiguedad. rou más dignos del Rey, y le presen.
Hay, sin embargo, uu ejemplo entro taron una soberbia tienda de campa.
b.s mujeres antigua!', que se a.cer,a lo¡ ña, dos mujeres músicas, algunas joyas
más posible á lo que se llama. el tipo do gran valor y la mujer más bella quo
de la mujer virtuosa : este es el de babiau visto : Pantea, la esposa de
P A..~'PEA., conocida en la historia con el .A.bradate. Ciro no quiso ver á Pan tea,
nombre de la suziana. temeroso de prendarse do ella, cuando
En el camino que conducía de Babi. s6lo quería pensar en la guerra.; ado.
lonia. á la Persia se encontraba (VI si. mas, aunque era permitido quitarles
glos A.. de J . C.) una. provincia llama. sus mujeres á los vencidos, - las que
da Suziana habitada por un pueblo pasaban con sus tiernas pi'(J[>ÍCd.(ulcs á
TOMO ll.
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30 LA MUJER.
manos del vencedor,- parece que á " .J enofoote,- dice Saint-Mnrc GiCiro
repugnaba este procedimiento in- " ra.ndin _,..ha querido pintarnos n Pan.
justo y mandó que guardasen á In pri. " teo. como el tipo de la fit.lelidacl con.
siooera con los mejores miramientos. " yugal, nsí como nos presenta á Oiro
Jenofoute refiere con muchos pormc. "como el modelo del rey perfecto .. Jc.
no res bs aventuras de Pan tea en la " nofonte • • tenia acerca de In educa.
corte de Ciro, el respeto que in!Clpiró " cion de b mujer las ideas de la e¡;.
al guerrero y la. digmdad de la suzia. " cuela de S6cratea. N o es dcci r que
na. Agradecida Pantea de los buenos " estos filósofos quisieran que ln mujer
procedimientos de Ciro para con ella.,¡" saliese nunca del seno de la familia,
pidió al Rey permiso para tener una " para preseuk'l.rse en el mundo, -bino
entrevista con RU esposo, y referirlo " que, presintiendo la sociedad c¡uc ha
cutíl babia sido lo. generosidad del con- " creado el cristianismo, - descnbau
quistador. Este concedió lo que pedia., " que la mujer fuese siempre la corny
aquellos dos e!'posos, que parece que " pañera del hombre, y no su esclava,se
amaban como esroscs cristianos; lle. " dándole i[Jtwl¡\nten. se le prescnt6
con unas riquí~irnns armas cubtertas de
pedrerías, que ella babia mandado fa.
bricar con sus mejore:; joyas,- pues, dijo
que para. ella no habin. dicha igual como
lo. de ver á su esposo mejor ataviado
r¡uo todos, JlUCsto que le consideraba
como el mtí digno de los mortales.
"¡Dioses iumortales l exclamó él le.
\&nt.ando las m:~.no~.- permitid que me
mnmfieste hov di~oo de la amtstad de
Ciro y digno Jo sor e po~o de Pan tea l"
Dc:sgmcintlamcnte Abradate eucontr6
la muerte uu aquel campo de bata.
lln, on donJ\1 combatió como un héroe.
Pauteo. lúzo llevar &u cadáver á un lugar
solitario, y oo c¡ueriendo sobrevi.
vir á su espo,o, ¡;e dió la muerte allí
misn&o, suplicando que b. enterrasen
con .Abradn.tc, envuelta en el mismo
velo, y que á ámbos cubriese una ROla
lof'n. Porsupuosto Ciro hizo levantar
sobre aquellos esposos modelo una mng.
níficn tumba. In que tampoco se sabe
ou Mude Re halla, salvo que existió en
las orillas del1·io Pactolo.
•
Aunque la' historia de estas unciones
asiáticas y africanas registm los uom.
bres de otms muchas mujeres, y refiero
su vida y su~ acciones; coruo c{~tas no
nos enseüan ::oi oo crímenes y hechos des.
naturalizados y crueles, que pruebau
el estado de loca corrupciou á que ha.
bia. llegado eM. ci vilizacion c¡uo Fe u cs.
moro naba: u o lu~mos querido mnnc·hn r
las páginas de esta obra narrando ¡;us
crímenes, y patentizando y dnnllo luz
sobro un abiRmo, cuya fealdad cle~\ane.
ce y aflije profundamente. Callarémos
pues, los hechos y vida de AtO&>a, -h.
mujer do Cambíso, rey de Per:formarse
en uua parte de Dios.
'
jeres se pierden por el lujo, los placeres
y las malas lecturas : los malos
libros son invenciones infernales. Si
Cuando totlo nos abandona
uemos todo !t Dios.
llego.is á encontrar alguno tiradlo como
si fuera un carbon encendido. No juzgueis
sin pruebas, sed bondadosas con
abando- todos. N o os contenteis con ser buenas,
sed amables, y que esta. amabilidad, á
un tiempo enérgica y condescendiente,
sea. inspirada por Jesucristo.
N o 'eamos sino á Dios, uo amemos
siuo á ÉL, aunque ~ndo de
drn.l de Sevilla, la cual con nlgunns Ht- mármoles y sombreado por muchos ua.
riaciones, no todas de buen gusto, es ni 1 ranjos olorosos; desde él se >eía levan.
más ni ménos que la mezquita musul. tarse en todo su esplendor la famosa
mana, uno de los monumentos más es. ¡ torre de la Giralda, que antiguamen.
pléndidos que nos ha legado la Edad te hacia parte de la mezquita, pero que
Média. Fué edificada por un a\·quitec. está hoy enteramente separada del edi.
to árabe llamn.do Geber; mide de lar. 1 ficio de la Catedral. La torre es de
go m(u¡ de 13.j varas ca.ste1la.on~, de forma cuadrada, lleva. por lado u u poco
anoburo. mús de noventa y de altura más do 1G varas, y se compone de dos
42 varas. 'fieue 9 puert"s, 82 altares parte~ superpuestas: la inferior es de
en los cuales se decinu en el siglo XV, construccion arábiga y la superior fué
.?00 misas diarias ; la custodia. pel'laba. edificada por los cristianos para poner
20 arrobas de plata; tenia 25 campa- l campanas. En el Siglo XV no tenia
nas, (la mayor de ellas pesaba 100 aún el globo dorado que hoy corona el
quintales); 2ú2lúmpams de plata, en edificio y que brilla corno ft.ego á la.
las cuales ardían 800 arrobas de aceite, luz del sol, llevando encima una aórea
y otras tantas de cera se gastahau por estatua de la Jt'é, de bronce, que ir6.
afio; el cirio pascual pesaba 82 arrobas. uica10ente sirve de veleta..
Entre los muchos tesoros que eut6uces
1
. En la época á que aludimos estaban
encerraba. la catedral mostraban las construyendo el último balconcillo en
famosas tablas Alfonsinas; -que son la parte más elevada del segundo cuer.
de plata, oro y piedras preciOS.'\S; la bo ue construccÍon, Ú más de 100 :va.
llave de plata que presentaron al rey ras del suelo, ,al cual sube por mm.
Fernando, el Santo, cuando éste se hizo 1 pas suaves, sin escaleras; por manera
dueño de Sevilla; un San Leandro de que podria llegarse hasta la parte mús
plata y u u San Isidro del mismo metal, elevada ú caballo 6 en coche, si la puar.
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t11. de entrada no fuera. tau pequeiín. • vicio. Era ta 1 enemi.~~ Jel lujo do los
Desde aquella altura se nbarca. en su vestidos y de as ntidosns fiestas, que
totalidad Ju. herulo&í;;ima ciuJad ~;itun. una. ,·ez le e~ ribi6 á su confe~><>r, Fray
da en bs orillas Jel Guadalqui,·ir, ro. Herunuestido hice de seda y con tres mar.
1493, porque cstab.'l allí en aquellos "cos de oro, el w(¡.:; llano que pude:
días la reina I>abel con u un. parte de " e,tn fuó to~a mi fiesta ... Los 'csti.
su corte, íÍ donde había. iclo <·a~;i de in. " doR do los l ombre~, que fueron muy
cógnito :í !;olaz:\rse y ú cumplir la pro. ·· costo!;OS, no lo:! mandí-, mús,estorb\-se.
mo~a que había hecho á uu santo do "le~ cuanto pude, ynmouestc que no Re
tnl devocion, cuyo santuario e~tt\.b:l. un '· hiciesen. D , los torol:i sentí lo que vos
la cn.tedml de esa ciudad. " decí", a.uuq e no alcanct- tanto; mas
Acababan de p .'.\ .S/\r las maguífictl'l " luego allí p puse, con toda determi.
fiestas y regocijos que tU\·ieron lugar '· naciou, de nunca ,·erlos en toda mi
en toda E~paiía en celebracion del re. " vida, ni se ~ cu que se corran, y no
groso de Crist6bal Colon de su viajo de " digo dofen~erlos, porque esto no era
descubrimiento. quien, corno lo babia "para mí ú SI las." •
uuuucindo, "olvin al cabo Jo pocos me. Hao;ta nquel tiempo Isabel habia sido
s~ con l:t noticia. dol feliz l-xito de su muy feliz e 1 cuanto emprendia, y
arriesgtlda. eruprc~a . t tal parecía q e b Provi,leucia. se coro-
No olJstnute su ~loria y poderío I-n. placiese en p ewiar su virtud y gran.
bella UatMica odiaba la o. tentacion dcscualidade•'· ¡;embrando en ~;u camino 1
y jtltnas se luunifostuba. altiva r onru. cuantas dich ~ poditl apetecer. Sin em.
llosa, sino que por el COntrarÍO cada ~OZ bn.rgo, CO fue Zl\ de aquella misteri011a
que ~e lo pcr;nitian la~; circunst.an. ley de comper sncioucs, que todos ten e.
cin'i p_rocurnba sepamn;o de ln pom¡>!l moa 9uc st!fr•r cu este mundo, Isabel
y vaut~Jndes de la cone ¡ cosa r1ue rara ucabu 11u v1d llena su alma de deseo.
voz lograbn, y 'da~ e sicmpn.l forzuda gauoR y hond penas, y sus hijos fue.
tí arra trnr con sigo u u séquit(1 numero. ron uuo iÍ u o sufriendo desgracias y
so de dAmas y de caballeros do ~;u ser. rnuertes vrc~~atums; la l1ija rnayor de
la reina, la i ffauta Isabel, que fué dos
• Pnnlco qno h n•ina l11al10l 11, tuvo una veces reina Portugal, vic'Í morir (r. su
vez el capricho do subir en cocho huta lll primer cspo~ ó los pocos mese!\ de 6U
cuml1re do In Uimldo, lo cua.lllc\ 6 li cabo sin matrimomo, ·y o u seguida rnuri6 ella
dilicnltad. '
t llahicmlo 11ulitlo clcl p~>qneiio puerto Jo bre\"C tiempo despues de ltabcr contrai.
Ptlos el 3 de Agosto del aiio anterior, al cabo do segundas upcia!. : el infante don
dt~ es dins c.le nnvegadon, descubrió entro Juno, único h1 jo va ron que tuvieron los
el 11 Y el 12 de Octubre la ticrm del Xuc\'o Hoyes C.'\t61i os, heredero de aquellos
M mdo, que t:l creyó hasta 811 mucr1e qM era imperios, fe eció tristemente á los 20
8(110 una parto do lus ludias orientales. Ln
primera isla (•n que tocó 116 llnmnlm Ouauani aiios sin doja sucesion ; la infanta. Ca.
e lengua indígena, JK'rO f'-olon la llan:ó san talina, como su hermana. Isabel, viú
~alvador. Dcepues ~e dejaren Haití 39 espa- morir nl prí cipe de Gale~, su primer
11 les, Colon regreso á Europa, <'fandoae a la esposo, y cas ind06o con el hermano de
velu el 22 de E~ero de 1493, y teniendo que
tocar por nc~·csrdad en Portugal. llegó el 13
d Marzo ni¡Juerto do P3loe, gastando en este
p!lrtcntoso y audaz dcscubri~niento apénaa 7
IDflles y JO diaiJ.
el Orden de Snn Ger6nimo,''
osé do Siguen%&. Obra citada
boa. en an " Tesoro de pro-
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34 LA MU.JER.
éste, \'ÍÓ~e en se~ida di,·orciada, vili- tar su faz bajo el velo que la cubría..
pendiada é insultada por el que fuú Así pas6 largo mto hastA que las daEnrique
VIII de Ioglnterra. Juana, ln mas hubieron participado de la colaIÍnica.
de lns hijas de la reina que rei- rion que les ofrecieron, cuando de
nó, fué la madre de Cárlos V, conocida l n~peote la reina. fij6 su vista en la. seen
la hi!ltoria con el apodo de la l.oca, n.ü velada figura de la doncella, é inla
cual¡¡as6 su vida oucarcelada y mal 1 mcdiatamoute mandó que la llevasen
mirada por no esposo que la odiaba, y 1 á su presencia, porque quería hablarla.
á quien ella. amaba localDente. La niña se acerc6 humilde y con los
ojos bajos.
II -Marín, dijo la. reino. con amable
sonrisa,- se lllO ocurre que no has par-
Una m:~.iínna, despucs ele oír misa ticipado de la colaciou,- y al decir
en la Catedml, la re ion lsa.bel salió 1 cato, con sus reales manos le ofreció
del templo por la sacristía, y acompn- una naranja.
ñada por su s équito se dirigió al patio María puso una rodilla en tierra
de los nar(wjos, en el que los can6oi- , para recibir con respeto tao gran favor,
gos l1ab'an preparado uno. colacion y entóoces la reina se inclinó un tanto
que olla E'e hubia. dignado aceptar. Ri- y la dijo a.l oído, en voz tan baja que
ca.s alfombras y cojines cubrían el sue- ninóuno de los que estaban cerca allo
embaldosado de mármol, bajo lasom- cauza.ron .i oír estas palabrn.s:
bra. de los naranjos y nl fresco de ln. -¡Lo has pensa.do ?
fuente. 'l'ouu~ asiento ln reina. en el -Señora., coutest6 la jóvon levan-lugar
que le habían aderezado, y por taodo los'ojos con exprcsion Jo espanespecial
fa ... or permitió que las dama.s to, tened piedad!
que la acompaüabau hiciuruu otro tau-1 -Piedad 1 repuso la soberuna con
to, formando J!rupos nllí y aquí bajo ¡ !:overo acento, no ~e tmt.A de eso, sino
los árboles . .Miéntras que la reina pla. l de sa.ber cuúl claustro escojes.
ticaba, rodeada de los canónigos y al- -Ninguno ... dijo con voz ahogada
gunos de los letrados que siempre la. la niña.
acompaiiaban, las damas lllás j6vencfl -Ninguno : exclam6 la roioa casi
camLiabanJntlabra:s y miradas con sus en alta voz, y afiadi6 bajnnuola otra
galanes al escuido de la reina, pue!l vez ¡estás on tu juicio l
ella era muy rl~ida. y severa y uo per- -sei'iom, mi señora, tel'ga vuesa.
mitin. ninguna lagere:ta en su prescuciB majestad picdud de mi desamparo 1
y en rm corto. -Tu desamparo! ... 'Escuchn., ingra-
Separada do todos los ¡_{rupos, eo pi~ ta, te quiero hacer fdiz, y si yo -puy
sola. debajo de un :írbol distante, es- diera dispcoer de mis hijas no tendrían
taba. uua hcrmoshimn doncella de diez otra suerte: es la única que lleva al
y ocho niios, poco tnlis {¡ ménos, blanca ciclo sin tropiozo!
y pálid~L, que tijaba su!! grandes y me- -:No me aleje Su Majestad do su
lanc6licos ojos azules on torno suyo lado! insistió la nifia.
con tristeza y timidez ; vot.íbale ol os- -Ba.sta ya do réplicas, - dijo la reibelto
cuerpo un vestido to.n exajern- na con mucha severidad, - recibirás
damente ámplio y t>Oncillo, de color en breve mis órdenes.
tan oscuro, que mús parecía el de uon Dicho esto so incorpor6, y la don-
! monja que el de una dama de la corte cella, levantándose de los piés de la
de los reyes más }loderosos do la. cris- reina, se oncamin6 de nuevo hácia. el
tiandad. He le conocía. un sincero deseo árbol que le babia dado sombra, y cu-
1
de no llamar la atcncion de nadie, yas ramas caían casi hasta el suelo por
pero particularmente temblaba cuando el lado de a tras. Recostóse, 6 mtís bien
creía que la reina dirigía sus mimdaa apoy6 su espalda contra. el tronco, cu-
1 ~~la, y entónces procuraba ocul- brióse ·enteramente con el ,·elo, y per-
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It E Y I S T ~ 35
ma. ... ~ció al~n n tiempo coufus:o, anona. convento? pr guutó Alonso con acen.
dada y profundamente afl:gid~. (O desconsola o.
De repente oy6 detras dul cortinaje - Sí.
de verdurtt ma. vo1., para ella lA. mli.'> -¡ C'uándo
dulce del mundo -1 L ~ mis
-~laría., decta nn tono tan bajo, que -¡ J l , '
llegaba apénas. á Hl OH.Io colllo ell'\Hn o~ -)le lo a,c . .
do la. brisa entre las ho¡as,- .Jlnría, nn1 -¡ Y á dur le ~ JUSto ciClo!
señom, mi esperanza, .:.~i vida i por -So roo h perP1Ítido escoger entre
s¡ué se aflige tanto la re tJ~ de mi co. el de Carmeli as de 'Sta ciudad, ó el
razon 1 do C1diz do l mismt~ ·eligion.
Ella, sin variar de postura, teuüen. -i '{ por ál os ha~ ic; decidido?
do llamar la atencion, contestó . -He dich c1uo ¡){lr un. runo ¿qué
-Alonso ... se ha descubierto l ~ti( m o impor ta ! lo pueden Bo ar al que
-la reina sabe que me amais, y qt q\1iernn,
yo os correspondo,- y me notific6, des. -Escoged
de ayer, que siendo yo hija. de tan alto -¡ Por 4'1.1
personaje era preciso vivir oculta en -Porque 1
un convento el resto de mi vida.. y me atrever
-i La. reina os dijo eso 1 preguntó sacaros do él
Alonso de Ojeda, siempre escondido 1 nieute.
detra.s del árbol. 1 -Jesus, J
ronoz<'o bien por fuorn,
ri escalar sus muros, y
i no tuvierais inconvn.
-Sí; y roo repiti6 lo que tantas -i Por qu
veces me han dicho, - que no puedo ir -seria un ·mposi L 1
contrn. la. promesa que hizo mi madre -No tal, sú lo '' <" 3igo.
de dedicarme á la Vírgeu Sa.ntísimn. 1 - - Seria un sacrilegto
por todos los días de mi vida. -i Y no 1 es peor su ntros en un
-Pero no lo hizo con vuestro con- convento con ira vuestro g u~.o?
sentimiento, María.! , -No lo p seis, Alonso, los muros
-Eso no,- pero mi ma.cire prome-1 son muy alto altísimos ...
ti6 en mi nombre. -¿ Qu~ m importa. la altura de los
-Vive Dios 1 exclam6 el jóven casi muros? . . . )1 ía, añadi6 ¿me querríais
en alta voz i por qué no a.pelais al rey dar esa na.ra a?
que tiene el deber de protegeros? -Sí, cont t6 ella., pasándosela por
-Calmaos, Alonso, responrli6la don- entro las rn s del ñrhol, y con ella
cella. asustada, ¡ os podrían oír~ y aña- e.~e lienzo bo dado por mí: éstA eert\
di6: ¡,decís que apele á la misericor. tal vez la últi a. que hablareis conmigo,
dia. del rey! Alon!;O, per no me clvideis, no me
-..~í. olvideis ...
-~[én os piedad a.tín tiene él q\10 la Y al decir sto no pudo retener las
reina! Hgrirons.
- Eso es imposible : -Oh: exc m6 el mancebo con do.
-E~cucbadme, - noa. vez me atreví loroso acent ¡ jamas, María, jamas
á suplicarle que no lle\'ara á cabo la miéntras viv ! Pero no perda.is las es.
intencion de sumirme en un conveoto, peran¿as: ju dme no tomar el velo
y él me coutest6 réciameute que me ántes de n.vis rmelo, pues nada. en el
mandaba con toda la autoridad que él mundo me a ellrar1í si vos me amais !
tenia sobre mí, que obedeciese siempre 1 -Sí A lo o, confío en vos y juro,
en todo y por todo á la reina, á quien por lo más sa rado de nuestra. religion,
él babia ofrecido, cuando ella. descubri6 resistir á cu quier violencia. si tengo
mi nacimie.nto,. deja~ á su albedrío mi 1 el. convencí ieuto de que perma.ne.
suerte 'l ~l extstenc1a. enteramente. ce1s consta~ . . .
-i 1 a la fuerza os llevarán á un Iban aqu1 s dos J6venes en su tler.
~~--------
(
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" f
j
36 L A M U J E R .~
1 na plátic:1. cuado María. sinti6 que ál- lgt_m_o-fPd·-.e- l_o_s_q_u_e_ a_q_u_í_aoda_m_ o_s_s_e_p_u_e_
1 guíen se aoercaba, díjoselo rápidamen.
1
de e CúRar por vigilante y cauto que
te ú Alonso, y é!ite en el acto se alej de los árboles. 1 deja~ a solicitud que tenia Marta., pam
· III que ~~dais tomar la parte mejor, que
ese~~ 6 María, lo cual os hace ver y
. 1 -Bella doncella., dijo la persona que se1.1ti estas tribulaciones ...
se acerca.J.,a ·,í María (y que era nadl\ - eñor, dijo María ioterrnmpién.
méuos que Hernabdo del Pu!gar, el' dole, preferiría más bien ser desgra.
' cronir;ta, el cual cotno l•emos diC~lO án-1 ciada á mi modo que feliz al vuestro!
tes era muy considera.do y a.teudtdo en 1 Soy j ven, teugo vida, curiosidad ...
lo. corte)- la reina, mi ~eñora. toe ba - h! pobre uiñn, pobre niña, dijo
encomendado, continu6, tener con vos 1 el cr oista., es verdad que sois j6ven . ..
una corta plática acerca de un asunto poro í os puedo certificar que si el
que os interesa. mozo tuviera b experiencia del viejo,
-i Qué asunto 1 preguntó María, si ses~ tu\·iese, huiría del mundo teronada
~atisfecba con b snfrida inte. pran< y de las cosas dél, pero la mocerrupciou.
. dac.l 1 zana, ignorante de sí misma, tieL
_, -El asunto de vuestro porvenir, y ne W:~ fuertes los combates de la carne,
l ruanii't,,tn.ros el deseo que tienen las que o pudiendo resistir, es enlazada.
1
personas que se interesan por vos de é me ·da en l:l.s necesid~des que des.
que tomeis el estado monji!¡ el mús pues o puede cuando quiere salir de
hermoso y propio par3. una doncella ella~. •
como vos, que desprecia las vanic.ladcs - ero, seííor, si l1e de sufrir, esa
del mundo y J>ÍOnlln. en el cielo. cuen 1\ es mi3. y de n:1.die m:ís 1 Adetn:J.s
-Hablais, señor, con sociego por le te pgo mala. voluntad al encerra.
cierto ! pues no podeis pcn!'ar ya na- n}ien o.
turalruente !tino en la otra. vidn, puesto - ~ijn mia, $Í es cierto que en un
que ya ésta se os acaba, pero yo. . . mouv terio estareis encerrada i no lo
-La. empezais, interrumpí•) el an. est:íu a.cá en el mundo bs hueons ruu.
cia.no,- es cierto, - pero hija mía, por jere!i ... Y si os repl•gna estar ~ugeta
lo mismo lo que se quiero es 1 ibraros ¿u o 1 m:\nrlií pi os q11e lo fuéramos todo
las penas que en el siglo so pa~ao. c.los! ll<;n suma, añadi•Í el buen ancinno
-Yo no quiero que me libreo de bajat ~o h voz ¿o·; parece poca la suollas:
dijo la nifia con ímpetu. Quiero gecio de u un. corte y sus eti•¡uotas y
conocer el mundo ántes de verme on- sus l ~a- mt\nos, rcvcroncias y ce remo.
cerrada. para siempre en un moua.S- tnas.
torio. h: sc11or ¿ y creis que mw. mon-
-Ah: e>o d~ci~, doña )ir..r(a, porque ja go .. di! ~~~ libortnc.ll
no t:abeis qué es lo que os convi~ne, - -~o, - pero sí de una paz tlo ánimo
y as( es que otros, mús sabios y conoce. comp et:\.
dores en la materia, se encargar:ín do -Pero 1Í mí me han rlicho, seííor
libraros de las act~chauzas del mundo y •Ion ~ crnnudo, que cuando vue~tra hisus
miserias. ja., q ~ e teuin. para ello vocacioo, (lo
María escuchaba. con la ~.;nbeza in- c¡uo ~ muy diferente) so hizo monja,
clioada. y en silencio. no e tnbais muy contento, y pública-
-¿ Y qué os diré do los trabn.jos)n- meo ~ lo lamentasteis.
numerables con que ol cuerpo sufre en erdad, verdad, que la hora que
el mundo l Conviene saberlo, dice San yo y u madre ln vimos apartarse de
A!rustin. " i Quién es el que anda en noso os y encerrarse en clausura se
et mundo que no está obligado á los • ' ~ase "Carta de llernando del rulgar á.
casos inopinados? Do todo lo cual nin. su fij monja."
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RE VI S 1' A Q'u IN O E N 1\. L . 37
nos conmovieron las entrañas, sintien- de·segnro dar un paso falso; y i c6mo
do aquel rungimiento que la carne se podrá volv~r. si apénas tiene sufi.
suele dar e espíritu. Pero despues que cieute a.ncbur ~ ln. viga para los piés1
la razon, usando de ~'U oficio nos hizo El perfumado ~liento de la primavera
pensar c6mo en esa angostura del tem. llevaba hasta ~sa altura el murmullo
plo gozaba. de la a.nchurn del para.íso, de los espectJ1 ~ores, con riesgo do cau.
ent6nces nos esforzamos en vencer las sar vértigo 6 ¡..turdimiento a.l encum.
sujestiones mundanas, y gozamos de la brado manee~ p, pero no fué así : des.
clara victoria que suele gozar el ánimo : pues de ha be r recorrido con la vista
y más, ent6nces tomé la. pluma. y le es. cuanto tenia ~or delante, y mirado por
cribí lo mismo que os estoy diciendo. • último a.l a.ug ~stinrlo grupo en el patio
De repecte los dos interlocutores de los nara.uj s, se sostuvo dul)l.nte un
oyeron un grito de admiracion y de sebrundo en un pié, y, levantando el otro,
sorpresa, que sa.li6 instintivamente de gir6 sobre sí ~ismo y regresó hácia la
todos los pechos de las personas reuní. torre. Oua.nd le vieron acercarse á
das en el patio. Tanto María. como Pul. aquel lugar, todos respiraron,- pero
~r salieron de debajo del árbol, y vien. aún no babia. oncluido sus pruebas el
do que todos tenia.n la vista fija en la. animoso Ojed , porque, en lugar de de.
torre de la. Giralda., ámbos alzaron á jnr aquel siti( peligroso, apoyó ltn pié
mirar. i Cuál seria. el espanto de María contra el m u~ p de !u torre, tiró a.l aire
ent6nces cuando vi6 á Alonso de O jeda la naranja qu llevnb:~. en l:l. mano, la.
en la. cumbre de la torre, que acababa recibió de nl ~vo, y en seguida. salt6
de saltar por encima de la baranda del por encima d ln bnro.nda. del balcon.
último balconcillo, y poniendo los piés cilio, saludó e ~11 u u lienzo que llevaba
sobre una. viga, que proyectaba do la. en la otra ro no, y desapareció á la
pared exterior de la torre como unas vist-a de todo , Jllltliéudose jactar de
siete varas (la que babia servido para haber proJnc ~o en cuantos le mira.
subir material en la construcciou que bao la impro ~on mús angustiosa po.
entónces hacían para recibir In. veleta), sible. ·
caminó con completa compostura y se. En tanto ?. ~rín habin. permanecido
renidad hMU\ la punta de ella; alll en el mismo s tío, rígida. como una es.
mir6 para abajo é hizo una reverencia tntun, sin mo ~ miento y sin vida, con
respetuosa á 1:~ reiua y á su corte. De· los espantndo ojos fijos en Ojeda, los
túvose un momento como p:~.rn nJnnra.r labios cntre:1J3iertos, los pnfios apre.
el soberbio pn.isn.je que se extendía á tados: aguan p. mio cou i nd~Jci ble :wsin
sus piés, cual un inmenso mapa anima. ver perder el ~quilibrio al sér que wás
do: viendo bañadas por la luz del sol amaba sobre p. tierra y Yolverse peda..
laa lejanas ca.mpifias sombra. das de zos sobre las p!1.ldosa.s del suelo; pero
castillos y de torres de arquitectura cuando lo vió aozarse sano y snlvo por
morisca, reotos de los alcázares de encima del b lcon, la. conmocion fué
los antiguos soberanos, alamedas de tal en su org~ pismo, que perdi6 el senfrondosos
árboles y huertas, jardines, tido y cayó d ~plomada, sin ncordn.r!Je
agrupadas casas y caseríos; m:Ls cerca, que en la cor p á nadie le es permitido
enmedio de la. ciudad brillaban las !manifestar ta ú las clara.'! sus sentlflechas,
cruces 7 veletas de cien cam. mieutos.
pana ríos de las 1gleslas y ht: rmita.s. El cronista que babia permanecido
Todos miraban n.sombrados al osado ú su lado, gra.c ~ó la inconveniencia. del
j6ven y aguardaban verle ca.er, y ui á inoportuno dE ·mayo de ~Ia.ría., y no ,;e
respirar se a.trevia.n, i c6mo, se pregun. atrevia á ped auxilio de los demas
taba.n, c6mo podrá volveral muro de la para la. post ¡¡.da doncella, ni acudir
torre~ Si procura volverse de espaldas personalment á socorrerla .
. * Véase la " Carta de Pulgar," ántes
Citada. • VéaRe la vi a de Ojeda po1· W. Irviug.
-
TO~O II. ,J
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38 LA MUJE;R.
Este embarazo por parte dela.nciano la du ña. fué á buscar quien las acom.
1
no duró mucho, porque la reina, á quien pafia ~. pues dos damas bien nacidas
nada se le escapaba, XlO babia perdido no po ~ian salir á In calle sin custodia,
de vista á María ; y cuando la vió des. un pB ~ ecillo, con la. librea. del duque
fallecer, con quebra.nt<1 de la compos. de M dinaceli, se acercó á la desconso. l
tura que exigía de sus damas y caba- l lada oncella y entregándole un papel
lloros, llamó á una dueffa. favorita, y 1 al de [cuido, la dijo al oído ántes de
en tono severo dijo, seffnlando á Mana: retirarse :
-Levánta. á aquella postrada don. l - ~o parte de Alonso de O jeda!
colla y díle, de nuestra. parte, que Ma ía volvió la. espalda. á la dueña,
su carácter sin entereza. y su corazon que} p.blaba con dos escuderos y pademasiado
sensible, DO le permiten
1
DÍa~ ~dos de la corte, que salían de la
permanecer á nuestro lado. N o vol ve. Sacri tía, y leyó con turbados ojos el
rá con nos al Alcázar hoy, sino que la pape que decía de esta manera.:
conducirás inmediatamente al monas. "]~ que me vísteis hacer, Mana,
1
,
terio que encuentres más cercano, y " bo~ en la Giralda, fué para probaros
allí aguardará nuestras últimas 6r. " qu~ nada. me arredra., que no hay
' denes. 1" m u o quo DO pueda escalar sin a.tur.
Dicho esto dicíla señal de retirada, y " dir pe, ni riesgo que me atemorice
salió del patio acompañada de su sé. " si e toy pensando en vos.
quito, quedando en él solamente la " ( !oufiad en mí, tened valor y cons.
dueña y María, quien levantando la ca- " tan ia."
beza. se incorp<>r6, é impuer;ta de la ór. ALONSO.
den de la.. rema no pudo ménos que 1 Contimu;,J·n ).
prorrumpa en llanto. Miéntras que 1 S. A. DE S.
A LA SEÑORITA ROSAl RANCO ACOSTA.
Rosa del paraíso
Llena de los aromas
Que Dios para sus ángeles
Unicamente di6.
Qué triste es hoy Rosita.
Mi canto ! al saludarte
Siento que falta. al pecho
La savia. del calor.
i Qué le dará la. arena
Reseca del desierto
Al árool que fecundan
Las aguas de la mar ?
Qué quiere del inviern<1
La alegre primavera.?
i Qué pide á los crepáscul06
La lumbre matinal ?
'
~n torno de las hadas
~ue en m;igicos vergeles
~n ullan de sus sueffos
!-a espléudida vitiion,
~asuena como un eco
pe lúgubres salmodias
¡.;os cánticos de una alma
~ue vive del dolor.
Brillen serenos límpidos
J;OS soles de tu cuna
~in que su disco empañe
¡..a luz crepuscular,
~ arrullen tus oídos
~agníficos acentos
~in que se mezcle en ellos
~i canto funeral.
~GBIPINA MONTES DEL V .U. LE.
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REVISTA QUINCEN L. 39
SECCION RELIGIOSA,
LA HERMANA DE LA CARIDAD EN EL SIGLO XIX.
~mposicion que obtuuo el pt;cmio de pces{a en la Jj radcmia lj'qonec8ól,
POR ERNESTINA DROUET.
,.l.~ramndre.
'BUS vertiendo lágrimas, J esus en _la m. -Ah! eso entre nosotros muy rara
digenoia..-Sí: sus primeros.~erm?~s y vez sucede ....
sus primeros pesares, sus p1c~ dcbrlcs -¿Pero c6mo mirais s~n repugnany
sus ~equeñas manos, ~oust1tuyen el cia. alguna á _!liños de~pOJados de e~Jesus
m!'! o para la sa?tn ~ írgen. P?ede cantos infanhles, mactlentos, ll?arcblser
9ue en la. noche, mchnacb baJO la t:o;~ envuelto" en un <>rose ro veshdo l
clandad de un cirio, ate!4tigue tu dolor :_A todos amo y :u ellos está Dios;
al eco de las b6,·eda~ St\ntas, Y e lo ve cada uno representa la imágen deJebasta
el Señor esl.a. oraciou : " Ln. voz sus. cada uno lleva en ¡;Í algu11o de ios
de la inocencia. con~ueve un c.orazo~ rasgos de nuestro Salvador; 1\mo su f6
de padre, y las lágnmns el el mño pt- en el uno cu el otro su candor, éste me
den el perdon para su 01adr e." lo recuerda en su obediencia., aquél en
La puer~ se cer~ó si~ ruido tdguno. su bondad y su paciencia¡ tal nifio en
Todo es qmetud y stlenc10, e!! de noche, su humildad y todos en su pobre~;a. é
hace frío I inocencia.
LA ESCUEr.A. De sus ojos brotaban tiernas lágrimas;
-1 A d6nde vas, hijo mio l el cielo iluminaba su frente dulcemen-
-A la e¡cuela, t:eñora. te. Yo escuchaba su voz y los latidos
-De guién 1 de su corazon, y le. dije por fin:
-De las Hermanas. -Gracias á vos, Hermana, entre-
-:5encilla y dulce palabra: veo un horizonte inmenso i el respeto
-Mi abuelo, que todo lo sabe, me á la in!e.ncia por el amor de Dios. Hallo
ha. dicho con frecuencia que la igno- en vuestras pale.bras una claridad nue.
,ancia es hoy una. ~rande enfermedad ; va ; es una gran leccian la que hoy be
yo se leer y escribu. recibido.
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,---- ------ ---------fl
REVISTA QUINCE:N AL. 41
Yo me sentí dulcemente estrechada
en los brazos de la santa.
-Al pié el árbol santo todos los
corazones se 1 aunen !
-Hermana. puedo amaros y veros algunas
veces ? _ _.. __ HECHOS CURIOSOS
(Continuará).
EN LA CIENCIA ASTRONÓMICA,
( CONTINUACION ).
III mucho, y su ~rillo y dimensiones muy
variable ; á eces llegan á verse tan
i Quién no habrá reparado, e u lns no. grandes comq estrellas de primera mag.
ches en que no brilla la luna., que de nitud y otr31 parecen puntos a.pénas
repente parece como que una. estrella visibles en 1~ oscuridad. Tambien va.
se desprendiera. del cielo para. caer so. rian en el e olor, con frecuencia. son
bre la. tierra 1 Aquel fen6rueno es más blancos y tali bien amarillos, rojizos y
frecuente en los meses de Agosto y de verdosos.
Noviembre. Un astr6nomo de .Nápoles Ahora. veá ·~os como explican los sa.
coni6, durante una sola noche, en Agos- bios este cur pso fen6meno:
to de 1839, como mil meteoros, y otro Se ha dich que á cierta distancia
en Francia. en 1836, vi6 en una hora en torno de~ sol hay una zona corocaer
basta 316. Porsupuesto que para puesta de m~ eoros, que debe de ser
ver tantó era. preciso poseer telesco. más gruesa et algunas partes y más delpíos,
y estar en un observatorio propio gada en otro~; y así, cuando la Tierra,
para el caso. en su curso a ual, se encuentra con las
Como el 10 de Agosto, dice Guille. partes más es pesas del dicho anillo, los
min, es cnando se nota particularmen. meteoros se nfla.man al atravesar la
te este íen6meno, los cat6licos de Ir. atm6sfera t rrestre, y por eso los
landa, que celebran la. fiesta de San vemos.
Lorenllo ese dia, llaman aquellos me- Pocos son ps meteoros que caen soteoros
la.8 lágrirtULB del mártir ; en bre la tierra la mayor parte no hacen
Francia c.licen que es la lluvia de San sino atravesa nuestra atm6sfera para
Lorenzo. continuar ro~ [Ando por el espacio o es-
En Noviembre tambien vénse gran pues. Hay v rías especies de mateocantidad
de meteoros, y cuando Hum. ros: los llan ados bólidos 6 aerolitas
boldt estuvo, en 1799, en Venezuela, que parecen ménos activos y duran
observ6, estando en Cumaná, durante más tiempo ~bre el horizonte, cayen.
la. noche del 12 al 13 de Noviembre, do en seguid en forma. de piedras feque
el cielo se cubri6 literalmente de rruginosas, r ás 6 ménos grandes, en
respla.nd?res continuos, pr~ducidos por. varios punto de nuestro globo. A veuna
lluvia de meteoros. D1ce que pa. ces al inflam rse estallan, se oye una
recia.n fuegos artificiales ; y otro tanto detonacion ce mo una descarga de fusiobservaron
en la misma noche en las lería., y cae~ sobre el suelo multitltd
costas de Labrador, en la Groenlandia., de piedras e~ r.andecentes de varios taen
la Guayana1 en el Brasil y en Ale. mafíos y figu tas
manía. Los quími ps y mineralogistas ha~
Hay ailos en que estos meteoros son examinado ~ ~tenidamente los aerohnumerosí.
simos, y otros en que escasean tas, pero has ~ ahora no han encontra-
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1 42 LA MUJER.
, do ninguna sustancia diferente de las mineml6gico, los demas planetas son
que se hallan en la tierra, lo cual pro- ' idénticos al nuestro.
b~ria que, por lo ménos bajo el aspecto (Continuará). S. A. DoE S.
EL TALISMAN DE f-:NRIQUE.
NOVELA.
PRIMERA PARTE.
PPfíf PJ?.PJl-'Jf ¡..¡. fl~f'J?.PJ?.f'i-·
(CONTINUACION).
-Como señ<í Josefa está sola con sefiora! exclamó la vieja santiguán·
una. negra y duerme del otro lado de la dose.
casa no habrá oído. Enrique la. agarró por un brazo y sa.
-¿Y las demas personas, pues 1 cudiéndola decía con desesperacion:
-Todas se fueron para Lima, cuan. -Entrégame á mi esposa! entréga.
do se fué la señorita ayer mafiaua. mela. ó te mato, vieja bellaca!
-i Se fué la señorita? preguntó En. -Déjeme su mercod hablar! Suél.
rique mús y más sorprendido. teme !. ..
-Sí, la señorita Cecilia,¿ no mandó -Habla i en dónde está tu sefiora.?
su merced por ella? -¿Acaso uo mandó su merced por
-Yo mandar por ella!... ella ayer ?
-Así dijeron los hombres que se la -Yo mandar por ella! Dime, des.
llevaron. gra.ci11.da., ¿ á quién podria yo confiar
-Mientes, mientes! gritó Enrique mi tesoro?
fuera de sí, y presa de una angustia -Lo único que sé es que así dijeron
horrible. los que trajeron au caballo ensillado
-Qué se yo .. . dijo el hombre de mal para la. señorita, y otro para la mucha.
humor, déjeme su merced dormir que cha.
necesito mi sueño. -Y ella les creyó!!...
Y al decir esas palabras el hombre -Pues ... me dijo Manuela que ha.
entornó la ventana, dejando á Enrique bian traido un papelito escrito por el
cnsí demente cerca de la casa cerrada. ... caballero, en el cual le anunciaba á mi
Precípít6se contra la puerta dando ta. sefiorita que la esperaba en el Callao, y
les gritos de desesperacion, que la ama que se fuera con esos caballeros que
de llaves tuvo á bien levantarse é ir á eran sus ami~os. Decíale que no babia
abrirle la puerta ántes de que la. echa.- tiempo para 1r por ella personalmente,
se abajo. porque el buque que partía para. Es-
-¡-Don Enrique! exclamó ella con paña 11e daba á la vela inmedia.tamen.
fingida sorpresa, levantando en alto la te y no podía desamparar el punto.
luz que traía en la mano. -Y ella creyó semejante absurdo! ...
-Mujer! gritó el jóven corriendo al exclamaba Enrique con angustia.
interior con ta.l ímpetu que apagó la -Sí, sefior ... y al momento reunieluz
¡mujer! i en dónde está Cecilia.l ron alguna.'> mudas de ropa, un Cristo
--Jesus credo! Jesus, María y José! y otrascosillas y se pusieron en marcha.
Santa Bárbara bendita.! Madre mía y -Dios mio! Dios mio! decía Enri.
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RE VI S-T-A=Q--=-U-- 1-N C-E- N AL- . ---~------4-"T3- -,,
que casi demente: partió, parti6 y no que re_p_e_t-id_a_s_ le_s_e_n-·a_n_f_a-ta-1-es, pero 11
tengo ú quién apelar!. .. Pero, grit6 en que si no sucedía e~o podría vi~ir museguida,
tú me engañas, ella esti.Í. en la cbos uños sin volver <Í experimentar ol
casa, quizás enferma : tal voz muerta! ataque.
Y corriendo desalado por los aposentos Apt{nas pudo levantarse, Enriq\le co-llamaba:
Cecilia, Cecilia! rrió ú Lima y al Callao para averiguar
La vieja trémula volvi6 á encender las intenciones que tuviera el ma.rqttés,
la vela en una cera que ardía en su al. y poner cuanto le fuera posible de su
coba, y alumbrándolo á su amo las va. parte para recuperar á su arrebatada
cías habitaciones do su señora, tratan. esposa, 6 morir en la demanda.
do de consolarle. . Sin embargo lo que deseaba no era
-Cecilia! Cecilia! gritaba Enrique fácil. El marqnés, al tiempo de partir,
pasando de una á otra cou loca deses- l.abia recomendado á sus amigos que
peracion, -hasta que persuadiéndose impidiesen, á todo trance, á Enrique
de que efectivamente su esposa no se que saliese de Lima, y así no fué 11ino al
hallaba en la casa, y comprendiendo cabo de algunos meses que el jóven loal
fin, que babia caído en poder de su gr6 burlar la vigilancia de sus enetío,
por cuyo motivo él y su hijo se ha.- migos y tomar el camino de Méjico en
bian burlado de él á tiempo de embar- ~u persecucion.
IV
carse, vi6 clara y patente su lllesventu.
ra, y abrumado por el dolor cayó en
tierra golpeándose la cabeza do mane-ra
que perdi6 el sentido y quedó tendí- Preciso será quo domos aquí algu-do
y yerto. nas explicaciones más claras para que 1
•
N o obstante su egoísmo, su traicion nuestro relato no sea demasiado oscuro
y crueldad, la vieja no pudo ménos que y pesado, y d1gamos, auuqne si u meoconmoverse,
y arrodillándose delante cionar nombres propios, quiénes eran
del postrado cuerpo de Enrique pro- los parientes de Cecilia. Esta niña., hecuro
volverle en sí, basta que, viendo redera de una gran fortuna, quedó, coque
no se movía y permanecía inani- roo al principio le oímos decir á Mamado,
temerosa :le que la culpasen si nuela, á cargo del Marqués de F., su
resultaba muerto salió corriendo á pe- tío y su tutor. El caballero era ambidir
socorro. En el patio se eocootr6 cioso, amigo de la ostentacion y en excon
el sirviente de Enrique, que se ha- 1 tremo envanecido por su rango y su tíbia
quedado a.tras, y explicándole lo tulo; pero en renlidad, aunque no poque
babia. sucedido lo mand6 al cerca- demos decir que fuese un hombre cono
pueblo de Huacho en busca de mé- teramente perverso, puesto que no ha.
dico, si lo babia. Entre tanto se pasa- cía el mal por el gusto db hacerlo, y
ron horas, y Enrique no volvía en sí. sí era capaz de ejecutar buenas accioPor
fortuna se encontró ttn médico en nes, &i aquello le reportaba algun bien
Huacho que lleg6 al fin, y examinándo- á él ó á su familia, tampoco vacilaba
le detenidamente declar6 que, aunque
1
jn.mas en ejecutar malas obras por los
parecía muerto, no lo estaba, sino pri- , mismos motivos. Cuando se persuadió
vado totalmente de sentido, en fuerza de que su sobrina no quería aceptar la
de una afeccion violenta al cora.zon, mano de su hijo mayor, y viéndosearrui- 1
cuyos efectos semejaban á la muerte. nado y sin suficientes recursos para ~os-
Despues de muchas aplicaciones, al tener el boato- que era una de las nécecabo
de horas se logró que el paciente sidadcsdesu vida-hizo el propósito de
recuperase la vida: el médico le ad- no permitir que la fortuna de su sobrina .
virti6 que aunque le babia salvado por saliese de sus manos y con esta. segurient6nces,
quedaría siempre propenso 1 dad se propas6 á disponer, no solamente
1
.
á esos accidentes, que le darian cuan. de las rentas de Cecilia, sino tambien
do tuviese alguna fuerte emocion, de parte de su capital. Puede, pues, el,
1
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44 LA MUJER.
lector comprender cuál seria la. rabia. chanclo que ella había sido la. causa de
del Marqués cuando descubri6 que su la.s desgracias de su señora, hizo -voto
sobrina pensaba. sériamente en casarse de dedicarle su vida, más que como
con un pobrete, el cual, por lo mismo, una. esclava, como una. tierna madre.
necesitaría de toda la fortuna de Ceci.
lia y le exijiria cuentas claras de la V
tutela. No sabiendo c6mo salir del pa.
so, pidi6 y obtuvo 11n empleo en Méjico, Dejémos correr el tiempo. Cerc3. de
con la intencion de sacar á su sobrina dos año!J despues de los acontecimiende
Lima, y llevársela consigo lo más tos que hemos narrado arriba, en una
léjos posible; pero en esto aconteci6 hermo!'a. mañana de Mayo, cuando la
la fuga de Cecilia y su subsiguiente primavera sonreía y el sol lucia bri.
matrimonio; lo que determin6 al ~lar. liante en el cielo azul y sereno, un na.
qués á suplir los recursos legales que vío recien llegado de la Habana entra..
le fahaba.n, oon todo género de vías de ba. al puerto de Cádiz, y media. hora
hecho, aunque fuesen criminales, para .despues, entre otros pasajeros, verémos
hacerse dueño de la. fortuna de su pu. desembarcar á nuestro amigo don Enpila.
Ignorando el paradero de ésta., rique, el que, contando apénas veinte
hizo correr la voz de que partiría. pron. y dos años parecía. de mucha. más edad.
to pnra Méjico. esperanzado en que los Caminaba s6lo, triste y abatido y no
novios cometerían alguna. impruden. ma.niíest6 señales de contento al vol.
cia.; lo que tambien se le hubiera frus. ver ú su patria, que babia dejado en la
trado si la charla. de Manuela. y la in. infancia, sino cuando se sinti6 apreta.
teresa.da. curiosidad de la ama. de llaves do entre los brazos de una señora de
no hubiera coincidido para daño de los alguna. edad que abrazándole decía :
dos novios. ~Hijo, hijo de mi vida.; No creía
Como habrá advertido el lector, la. posible volverte á ver .. .
seikl Josefa se le préRent6 al Marqués Despuesdeaquellas palabras de bien
cuando babia perdido la esperan~ta. de venida. y tiernos abrazos entre madre
conseguir su objeto, y, merced á una é hijo, la señora hizo acercar un coche
fuerte propina, dijo en d6nde se halla. abierto, que la aguardaba. á pocos pasos,
ban los novios pr6fugos, y c6mo babia y subiendo á él con Enrique mand6
oído la conversa.cion entre Enrique y que los condujeran á la Quinta. Rod6
Cecilia, en que éste pensaba dejarla el carruaje por la. orilla. de las fortínsola
para ir al Callao á presencia.r el caciones y pasando ú San Fernando y
viaje del :Marqués. Fácilmente a.rre-1 Santa María, se dirigi6 a.l travez de los
glaron todo el plan, que ya. conocemos, campos búcia la. Quinta., que demoraba.
para hacer l!alir de la chama á Cecilia á dos horas de distancia de Cátliz.
y ponerse voluntariamente en marcha,· -¿ C6mo sigue mi tio? pregunt6 al
no descubriendo el engaiio sino cuando ca.bo de algunos momentos Enrique,
se ball6 en el navío en medio de su procurado salir do sus tristes medita.
cruel familia, en tanto que Enrique la ciones.
veía embarcarse de léjos sin saber que -Mal, muy m~l de salud, pero tu
era ella ... Al encontrarse s6la. en me. llegada le hará indudablemente gran
dio del Oceáno, rodeada de enemigos, provecho. ¡Deseaba. ta.nt.o tenerte á su
y separada, segun le decían, para siem. lado 1
pre de su es:poso, ¡,u dolor no tnvo H- -Me alegro en el alma; así tendró
mites, y su t10 tuvo esperanza de que a.lgun aliciente en la. vida, ya. que di.
muriera, pero no sucedi6 así ; pocas cba. no exi!'te para. mí !
son las personas que mueren de pena. -Ni para. nadie, hijo mio !
Recupero la. mísera Cecilia su salud, -No pensaba yo tal ahora. doR años 1
merced i los cuidados constantes y ab. -Pero ... si este asunto no te causa
negacion de Manuela, la. cual sospe- demasiada. pena,- quisiera saber si has
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REVISTA QUINCE 45
perdido enteramente las esperanzas de 1 invadidos p las guenillas de los in.
balltlrla... surgen tes, Marqués babia partido,
~Es decir que usted no recibi6 mi ma dijeron con toda su familia ;
carta en la que le refería c6mo y dón. yo seguí tr s do él ú riesgo de ser
de la hnbia encontrado 1 fusilado lJO uno ú otro bando revo.
-La encontraste!. ... i Y ent6nces lucionn.rio, ero la vida de los des.
cómo vienes sólo? graciados 11 a un talisman consigo y
-Sí, la hallé, ¡Dios santo !. .. Pero ram vez se é amenazada por verdade.
en el triste cementerio de una. iglesia ros peligro T..legué sano y salvo {i
de Vera-Cruz. la capital :Méjico, y en breve roe r
-Había muerto!... presenté en 1 tlespacbo del Marqués,
-Mire usted, madre mia, el disefio á quien tuv la fortuna de en~ontrnr
de l:l tumba, que con mil trabajos hice sólo. El se mutó a.l verme, y yo, te.
levantar á mi esposa. idolatrada. Esto miendo qu se me escapase, cerré la
es todo lo que me queda de elb! puerta de l estancia, y en voz baja y
Y sacando de una cartera un papel términos br vos le pedí cuenta de mi
lo desdobló y mostró ú su madre, aña. esposa, y a oacé 10atarlo en el sitio
diendo con profunda tristeza: si no me da su palabra de devolvér.
1
-Oh ! madre mía, ¡por qué no me mela inme tameuto. Aterrado cou
dejó usteu morir niño l Cuánta!! amar. mi nqpecto dijo IJalbucieute:
guras me hubiera evitado! -No pu o devolvérl'ela porque no
1 -Ingrnto l... est:í aquí.
-Perdóname usted, perJóueme !.. . . · -Miente rsted! grité fren6tico.
per·o he sufrido tanto, tanto, que e u -Caball o l dijo con algunn. digni.
realidad no sé lo que digo .... Ademar; ciad, se lo a guro, níitulió, cibí una carta tuya, fecho.da e u tia, puesto
Ver..l-Cruz hará poco mús de un afio, y preguutt-.
en seguido. otrn.s varias pero tan cortas -Con un
y couf,rs:u; que solamente lo. que me una crindu s
anunciaba tn regre'lo pude compren. -i Jura
der . .. y desue eut6nces he vivido en verdad 1
•lej6 usted á Ceci.
familin. est:¡ &t!UÍ?
mujer do rni confianza y
yB: )lauucb.
·ted •J.UC lo que dice es
Cúdiz e:~perando coa á usía tu llegada . . -Sí, cont st•Í con solemniuad.
-¡Es decir que usted no ~upo 4'\e, -Bieu es ¡: ueme u~tell por escrito
habiendo logrado descubrir que el .Mar. ol uombre d la mujer con quien JejS
qut!s de F. y su familia habiau desem. W!ted ú Ccci ia, y la.<; seüas de la. casá, l
barcado en Vera-Crull no llegué ú este y ademas e. iéndame usted un llnlvopuerto
sino para saber que pocos uias conducto pa poder regresar íÍ y
úntes ha.bian seguido para la ciudad de Cruz sin l'Íe o de ser aprebado.
Méjico? Des pues de permanecer largos
me~es detenidos en Vera-Cruz, con roo.
tivo de la inseguridad de los caminos, (t'o1¿fi 1 'a I'CÍ ).
~-~-----
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TQ)IO U.
S. A. m; S.
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46 LA MUJER.
CUADROS DE COSTUMBRES.
MIS SOBRINOS Y YO.
AHORA ocho 6 nueve afíos publica- tio de seis ó siete sobriooo, criados, ves.
mos en un periódico de esta. capital tido~; y educados completamente á la.
algunos artículos de COHtumbr~ con un mod11. actual. Vivo con rois hermanas
seudónimo masculino. Creemo~ que és. en una casita propia, anticuada, como
tos vendrán todavía al caso en la socie. sus dueños, sita en las alturas de Egip.
dad y no desagradarán á nuestras lec. ¡ to, muy Mj os do todo barrio elegante;
toras. Esto, por lo méuos, nos han di. pero en cambio, desde la ventana da
cho algunos de nuestros amigos, co.¡ mi cuarto diviso un panorama tan bello
nocedore~ do estas produc-ciones, y á 1 ~obre la &abana, que á mañana y tarde
instancias, y por oonsejo do ellos, las exclamo con fray Luis de Leon :
damos hoy á fa ~tampa. l '' ¡ Qoe descansada vida
S. A. DE S. l La ?el que huyo ~el mundanal núdo,
Y stgno la eaoondtda
-- 1 SPnáa por donde han ido
I Los pocos sabios que en el mundo han sirio!
..............................................
Bueno será que áutes de empezar la Vivir quiero conmig",
narracion que en ~>eguida se leerá, le Gozar quíoro del bion quo debo al cielo
hable al lector de mí, si é1 me lo per. A eolas, sin testigo,
mi te. Le diré en primer lugar que no Libre de amor, de celfl,
pertenezco á la actual genera.cion, y De iglo, )as COStumbres de}
bros favoritos, envolverme eu mi capa., dia no dejan de e,,candalizaruos un tan.
fumar y conversar con los pocos ami. to. Mi hermano Rttfino v1ve muy or:u.
gos que me h!\n quedado del tiempo de pado de su~ 11egor.ios durante el dia; y
antaño. ¡ Quantwn¡, 'YIWiCilus áb illo! como delesta. la ·sociedad de moda., por
Muy cambiados están loR tiempos ;
1
la noche robnsa acompafíar á visitas 6 á
¡felices aquellos eu que yo podia ci. tertulias á sus hijas, yendo por¡su lado
ta.r mis auto1·es latinos más queridos, ti reunirse con sus amigos y jugar tre.
sin temor de que no me comprendie. lilillo (asinus asinu'Yit fricat, 6 corno
sen ! Pero reanudemos la. frase : soy dij~ramos en e~'~pañol vulgar: "cada
puas, un pobre viejo, soltaron y hasta oveja con su pareja.,'') y en tan ama.
l ridículo delante de las gentes de este ble compañía olvida. que su interesante
1 ytiempo: mi familia. se compone de dos prole necesita de sus consojoi>. Su se.
'·, hermanas, viejas tambien, solteras y ñora., mi cuñada Pacbita, es una. perso.
por consiguiente beatas, que detestan na de carácter angelical, y á tal punto
por instinto toda. innove.cion1 y un her. suave y blando, que se deja dominar
mano casado, 'ni rico ni pobre en rea. completamente por su familia : ade.
1
dad, pero que me ha hecho el feliz mas, como siempre e&tá enferma, sus
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REVISTA QUINCENAL. 47
bijas asisten á toda funcion (á ménos sados tan extrnñott, que poco bá ni
que sea al teatro) sin mejor compañía una loe&. los hu hiera usado, y mucho
que la de los petimetres de ~;us herma- ménos una mujer en su juicio; lo que
nos, niños de diez y ~is á diez y nue. prueba que las mujeres sensatas del
ve afios. diu ~>on más locas que lag locas de mi
Una tarde, eRtando yo en casa de mi tiempo.
cuñada conversando sa.brosaQlente con -Esto de usar peluca, las dije, es
ella., y fumándonos á duo un par de lo que más me extrafia.
exquisitos cigarros, nos vinieron á in. -Eso mismo les vivo yo predicando,
terrumpir mis do& sobrinas mayores, contestó la ma.dre, con más ra.zon ~uan.
Casandra y Aspasia. Estaban las po- toque cuesta un platal cada un de esas
brea niñas muy afligidas porque ¡;u¡¡ casta:ilas.
amables hermanitos Radamanto y Pa.- Un gesto de de>den pleg6 los labios
linuro, y hasta el menor, Séneca (mi de mis sobrinas al oír aquella. herejía
ahijado) le.s notificaban que, habiendo de lesa. moda., y Casandra contestó:
sido invitados ú una cena en el Club -Esta moda es muy bonita, y ade.
Americano, no podrían disponer aquella mas muy c6Uloda, y luce tanto!
noche de la preciosa escolta que ellos -Por otra parte, añadi6 Aspa.sia,
debían procurarlas. que tiene el genio mónos sufrido, en
Las muchachas se mostraban muy lo que cuest.:~. no nos metemos¡ y así
afligidas con aquel suceso, porque ca. como no le critico á mamú su pafíolon,
balmeute en esa. noche deb1a.n asistir ni á usted su capa, creo que somos nos.
á una tertulia, 6 té, como se dice ahora, otras libres de UEar lo que mandan de
en casa de la señora de don Toribio Europa..
de N***', una. de sus amigas, pa.m la Pachita bajó los ojos y sa.li6 del
cual babian preparado hermosos veati. cuarto avergonzada, sintiéndose bumidos
imitando los últimos figurines lle- Hada. y como ignorante delante de sus
ga.dos pot· el paquete, que por cierto hijas.
representaban á dos fa.moaas actrices -Ahora. que estamos solos, querido
de los teatros de París. ¿ Y cómo no tío, dijo Casandra con aire amable, te.
Uor:u la prrdida. de aquella ocasion de nemos un emveüo con usted; si qui.
lucir~:;e l Me mostraron los vestidos : sieru ayudarnos ...
el uno era color de sapo, con fluecos, -En lo que gusten, contesté con za.cinta.
s, lazos y recogidos, y con enagua,¡; lamería.: la.s mujeres son las que man.
unas corta!! y otra¡; largas, de un color dan; nol!otros obedecemos.... cuando
m:i~; S\ll'Ío y apagado ¡ el otro era roa. nos conviene.
tizado y con las mismas zamndajas, -Se trata de esto: Paliuuro ofre.
vuel ta'3 y revueltas de calatnaco azul y ció llevarnos esta noche hasta. la puer.
colorado, tela que me record6 viva. ta de 1::~. casa de don Toribio, pero no
mente mi último capote de estudiante, puede volver ú traernos . .. i t¡l ustod
eu que fundé todo el orgullo de mis quisiera. acompañarnos al regreso?
juveniles año~:. Con estos disfraces de- -Yo! ...
bian llevar unos 1.apatitos con tacones --.Sí, usted ... como á la una 6 dof,
de cuatro pulgadas de altura. que las de la mañana.
obligarían á caminar en las puntas de -iLuogo es baile?
los piés é inclinada¡; para adelante, lo -No; un sencillísimo té: si ÍtJera
que, con las colai y los peinados, en baile no podriamo& salir ántes de las
figura de copete, les daba. cierto aire seis 6 ¡¡iete de la mafiana.
de pájaros bobos, Dada. tnvidia.ble. Me -Eso me convendría más, porque
olvtda.ba. mencionar laa pelucaa de for. ent6nces iría de mattanita. 'misa. y de
m& á la bacant.ú, segun me dije~on se pasada. las traería. á su caea. Pero eso
llaqsa.bi. aqullo, eoi»puecsWI de rir:os, de presentt.rse ' eBJ,B horaa eo un salo u
trenzas, cacbumboa, eepeluoo. y preu. doa~e nadie le conoce á ...
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48 LA MUJER.
-No babia necesidad de que usted 1 oído nuestras parejas, y por tal cual
er·· ·ara l me contestaron afanadas. coqueteo inocente y "sin consecuen.
Yí pintarse eu sus fisonomías el te. cías," como dicen los franceses, ponen
rr~r más grande al pensar que yo po. el grito en el cielo.
dna. presentarme delante de sus ami. -Decididamente, dije con ironía,
gas, con mi aspecto de vejete, y recia. es preciso suprimir ese mueble imHil
marias como sobrinas: comprendí aquel que llaman madre.
1
sentimiento en sus ademanes y añadí -No! exclam6 Casandra: no digo
prontamente: eso: pero sí es mny justo que Re to.
-Pero no tengan ustedes cuidado, meo la. pena de quedarse en casa, tan.
que no iré. to más cua11to que hacen muv mal pa.
-No irá :... ~ pel entre las gentes de toño. En la
' -No, hijas mine;: busquen elegantes casa es otra cosa: nadie las impide
que las acompafioo, que yo no soy para mandar en las criadas, cuidarnos cuan.
el caso, y ademas de esto me hace daño do estamos enfermas, ver la ropa y la
trasnocharme. Tampoco me parece con. cocina, &c. A eso no me opongo abso.
veniente que vaynn á estarse así, solas, lutamente, y ademas, creo que no sé
en una casa que su mamá no frecuenta, qué haríamos sin las mamás.
segun. me ha dicho: por lo ménos ella -Pero lo que no permitimos, añ"-
debena acompañarlas. dió Aspasia, es que se erij:1.n en nues.
-Ella ! si no la han convidado ! tras consejeras y quieran mezclarse en
- No la. han con,·i':lado l y á uste. coso.s de la buena sociedad, que ellas
des sí ! no entienden.
- .A nosot ras es diferente .... -Pues, señoritas, dije yo ya indigna.
-¡Y ~ pesar de semejante desaire do,. sepan ustedes qne se equivocan
persisten ustedes en ir 1 mucho, si creen que Pacbita, ]a exoe.
-No se con!lidera como desaire de. lente mamii de ustedes, no entiende lo
jar de convidar á las madres : es moda que son Jos usos de la buena sociedad :
ingles~. en mi tiempo, cuando éramos j6venes
- Lmda moda, por cierto ! ella y yo, mi cufiada era el espejo en
-E~ verdad : es una. excelente in. que se miraban todas las que querían
novaciou. Lns viejas sirven siempre de manejarse con compostura: era un mo.
estorbo on una tertulia, té 6 baile: delo, y la. citaban siempre como el
ocupn.n llll l11aa.r necesario en el salon ejemplo que debían seguir las scñori.
y qna puodc ~tilizarse paro gentes que tas elegantes y de buen tono.
se dejan de convidar porque no caben. -E<>o soria en su tiempo, contesta.
Ademll.S '1¡;tpd no tiene idea de lo que ron desdefio~amente; esa época. pns6
molestan ]a~; madres en un baile: á y h juveotuu es la que gobierna hoy.
todo trance quieren ver cuanto pa.«a, y -i Y :>U mamá las obedece 1
como nadie las dirige la pa.labm, tie. -Pues ... Le contaré cómo la obli.
neo ln. irnpertineucia de sentirse por gamos una vez ú que nos diera gus.
e:;o. Y luego al tiempo de ir ú la mesa, to. Cuando estaba. aquí la compaf'Iía.
lo;¡ dueño<;-de casa no pueden conse. dramática de la Rcnntn-al, quieimos ir
gui t' que los jóvenes se apresuren á lle. una noche al teatro: daban una pieza
vatb.s al comedor, y una vez allí es que nos habían ponderado como intere.
, ¡)leciso seryirlas primero .. . . Siempre santísima; pero no se quién le dijo á
tienon In i udelica.deza de cansarse pron. mamá que el drama era inmoral, y nos
to, y desde las cinco de lo. mañana em. declaró que de ninguna manera con.
piczau con <'l .sonsc>nete, repitiendo: sen tiria en que fuésemos. Le contesta.
" ''árnouos l " cada vez que por casua. moa qne se equivocaba, porque al con.
lida.c.J: llM ~o acerca á ellas. tmrio, Arturito y Enrique nos habian
-.Por otrn. 11:1-rte, e.fiadi6la otra her. dicho que la pieza era excelente, puea
mau:a, quÍ!ereo saber qué nos dicen al aehabiarepr918ntadocongiandeaplau.
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.-----~~~-RE v r si; Q u r N e E~ A ;:-----49-1
so en París, en un teatro que llama.n ¡ ra.do con air~ insolente, me volvieron
del Palaci,o Real. Pero en esta ocasion la espalda, acercándose á las mucbnniugun
argumento pudo convencer á cha1.1 las ofr cieron la mano con una
mn.má, y por la primera vez la. encon- familiaridad tan poco respetuosa, que
tramos ineKora.ble. l me provoca a administrarles un buen
-¡ Y oo fueron 1 castigo.
-Imposible hubiera sido... -¿ C6mo e va, Casandrita 1 dijeron,
-Me alegro mucho. i que tal As ¡asía.~ Y sin pedir licencia,
-Al contrario, replicó sonriéndose se sentaron ~n el canapé al lado de
mi interlocutora; imposible hubiera entrambas.
sido deja.r de ir. Viendo que mamá no -Bien, e atico!
cedia, no quise discutir más, pero roan- -Perfect mente, Arturito 1 contes-damos
buscar el palco y comprar las taron ellas e ~n aire amable y despejaboletas.
Por la noche nos vestimos Ca- do, i y usted s como están ?
sandra y yo y nos presentamo:; en el -Nosotrq ... pas 'Tiud, pas mal!
cuarto de mamá, quien se preparaba -Por fin, tpregunt6 el Arturito, ha-para
acostarse. ciendo moli~ ete con el bastoncito de
-A d6nde van t exclamó al vernos. mimbre, i t~ ~dremos el gusto de verlas
-Al teatro, contestamos abrochán- esta noche e ~ el tá, que dan don Tori-donos
los guantes. bio y su sefí~ ra para celebrar el oum- 1
1
-Pero niñas, repuso i no les babia pleaños de 1 niñita!
dicho que de ningun modo permitiría -No sé ~ ~é baremos ... no tenemos
que fuesen? quién nos ac mpafíe do regreso .. . pues
-Y uos volvió á recitar la letanía nuestros he pnaoos estaríÍn ocupados.
con que nos había obsequiado por la -Vaya. \l a bicoca: contestó hacienmatiaua.
. .Nada le contesté, pero lln.
1
do dengues E que hnhian llamado chc~mando
ú una criada mandé decir á Pa- tico, y que e a el hijo de una tendera.
linuro y ú Rada manto que estábamos 1 de la plaza e mercado. i Y no saben
listas para s~lir. ustedes que stos brazos están siempre
-¡Y qué hizo su mamá? IÁ 11u disposic ~u 1
-Usted sabe que lo único que papá j Viendo qt ~ mis sobrinas parecían
ha prohibido es que vayamos al teatro indecisas y o conte3to.ron unda, me
sin mamá; así viendo alla. que estába.. acerqué al gtJ 1po y dirigiéndome ií ellas
mos decididas á ir con ó 8¿,~,. su consen. dije :
timiento, y temerosa. de tener un dis- -i Cómo o han de tener una perso.
gusto con papá, -se >Ístió ú toda prisa na. de ?'e8'}>etq que laR acompañe á su
y nos acompañó. casa. do regr~ ocle la tettulia! tNo me
Yo estaba. aterrado, ntmdido, abo- ven ustedes quí? ¿Estoy acaso pintachorcado,
oyendo aquellas convereacio~ do en la. par d 1
ncs de mis caras sobrina!!, é interior. -Pero, ti , como usted nos babia
mente daba gracias nl cielo porque Pa. notificado qt ~ no podía trasnocbo.rse .. .
chita hubiera preferido casarse mlis -Eso dijE pero no soy rio para no
1
bien con mi hermano que conmigo, poder volver ~e atrns. Díganme á qué
como en un tiempo le propuse yo. horas quiere que vaya por ustedes y
Bendecía al cielo, que me habia libra- cumpliré. -
do de tener una familia q11e educar en Convenim ¡¡ en la hora; y saliendo
Ol!tos tiempos. al momento ~o casa de mi hermano,
En ese momento ~>en tí las piBadas de tomé el cam · ~o de la mia, abochornavarias
botit&s que caminaban menudi- ldo y apesara o. Pensaba. en lo que era
to, y, vi entrar á mis amables sobrinos la juventud e mi tiempo y en la corocon
dos pepjto8 amigos suyos. Loa pri- j postura y me ~les sefforiles de las ni.
meros se acercaron á saludarme, pero ftas, aeí co~c en la respetuosa galanlos
segundos, despues de haberme mi-l te ría. de los , ~vene11, tan diferente de
-----..,.....-------~~-...,........,.... --------~~----------- ----
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•1 )0 LA MUJER .
la del dia, y roe iba diciendo con Jorge niñas. Cuando llegan las señoras de
Manrique: edad :'i preseutan;e en ltu: salas de sus
casas, los amigos de sus l1ijas las equivocan
con los muebles, y olvidan salu- ¿ Qu~ se hicieron lne damns,
Sua tocados, su.s ''eaiit.los,
Sus olores'?
¿,Qué se hillieron las llamns
De los fuegos encendidos
De amadores'?
1 darlas, porque no las conocen, bien que
1 en esto no tienen mucha culpa los j6-
l venes, pues todos los que se llamu.n
1" á la moda " son miopes y no alean-
Se me present6 (haciendo contraste ¡' zn.o á ver sino aquello que les agrada;
con lo que era mi cuñada cuando lu- d6n moderno tambien y desconocido
cin. como reina de la sociedad bogo-• en· mi tiempo. Ent6oces veíamos por
tana.) esa pobre señora que es hoy' parejo lo feo y lo bonito, lo agradable
como cero á la izquierda en su fa- y lo desagradable. Así, saludábamos
milia, irrespetada y relegada al últi- primero ú las ancia.nns y despues á las
roo rincou de la casa de su esposo, niñas de la casa : ahora " hemos carocomo
retrato viejo. Viva la libertad 11 biado todo eso," como decía Moliere, y
Ahora los hijos son todos libres des- el corazon ya no está donde se enconde
que abandonan las escuelas, ¡ qué traba ántes; y lo peor del cuento es
digo 1 desde á u tes de entrar en ellas ... , que no se sabe en qué region se le debe
loe~ padres no tienen ra::on de e;nistir: buscar. El espíritu de anarquía no está
la madre, principalmente, debería mo- solamente entre los que se quieren tirir
temprano : sn existencia es un 1 tu lar pueblo soberano, haciendo y des.
uso anticun.do y ridículo que debería 1 haciendo gobernantes: ha invadido la
abolirse; no se le encuentra más des-; familia; y la de mi hermano Rufino
tino ya, á la o.ltura á que han llegado no es lo. única en que está establecido
nuestras costumbres, que el de cuidar el gobierno 6 desgobierno, de los l1ijos
la casa y nyudar á vestir, (l enrizar,¡ sobio los padres.
peinar y componer la.s pelucas de las (Concluirá}. RBNATO.
---... ·----
CURlOSIDADES.
CAPRICHOS DE L0:-:5 l\IÚBICO~.
OLUCK no podia componer si uo 11e. poder componer. Riendo y disputando
va.ba su clavicordio en medio de u o pra. con sus n.migos fué que escribi6 sus medo.
Necesitaba el espacio, el cielo sobre jores partituras.
su cabeza, el calor del F.ol y .... ea preci. MOZA.RT necesitaba est.1.r solo, pa..
so confesarlo, una 6 dos botellas de seándose por el campo, sea á pié 6 en
champafia para inspirar su musa. coche, para que le vinieran sus ruo.s poé-
PAISHJLLO nada hacia si no estaba. ticas ideas, las que despues escribía á
acostatlo largo á largo sobre su cama. toda prisa al volver á ~u aposento.
HA.YDN se. vestía de l1rnpio y aun RoSSINI, como Cimarosa, gustaba. de
con lujo, se ponía. un anillo, regalado e~tar rodeado de amigos, eo cualquier
por el Emperador de Alemania, y sen- parte, en una. fonda, en el campo, en
tándose delante de una mesa, aobre la. medio del ruido de un ensayo, en la.
cual hubiera papel muy grueso, tinta Ópera., á média. noche, 'J'!'T la m&ffa.Da,
y plumas de lo mejor que se encontra. á medio di&. Su fecundidad era prodi.
ra, escribía sus composiciones con la gioaa.. Una vez que eacribia un (fuo,
mayor pulcritud y cuidado. metido en la. cama, en medio del in-
CUUROSA necesita.b& oir en ttl c~n. •!arman~s. las recibida.; por el loa Gobcmador 18 de aquella colonia han h~
que llet:"o ult•mamento )1011 por cierto mucho cho todo lo po ible para civilizar á la11 t ripeores.
En FRASCIA hablan de inundacione11 bru~ de negros Juo meran en lo1.1 alredoderca.
tenibiCfl, y pérdida do millont•H de árbole11 El Rey do los "rulus, era el máa sah·ajft de
en loA hn t:s1• \:lA, En IT.~LtA, qno todnH laR m nchnch1111 de sn corto. se c:J~
n ol mea de Febrero, ao desenc-adenó 1111 11nrnn con loa ~ orrcros viejos IJUO ya no ndvendahal
tan espantoeo on toda11 lu oo&tne ¡ mitia en au eje•c:ito por inutilca. {Es prohiqne
en~ Vene~ia el ~~r J.>(n~tro h:u~La Ja pllt~ ~ihido en nqu la .na!.'ion c¡uo lo~ guerreros
za de San Marcos e munrlo mnchoR pl\laciOII JÓvenC!I t~>ngnn lllll)er.) ),na negntn.; ruhu&ay
011!'111· En alguna& dndarl~>ll el viento y la r~n obodoccl' á s•t ltoy,_y cnlónccs é.;to, io-ll_
nvliL ornn talcR, qnn c·:'lyllron loR c:unpan:1• ch¡;nrodo, la:; h 911T.!IHI11ll' en nHtBtl. Cunn-noa,
y en do11 iglesia11 la11 mi u as roahron á de• lo supo fll r. m11rlo1' do la colonil\ man-los
uccrdotea que docian misa. JJOf; nanfra- 1IÓ suplicar al uol Octiwayo que tratara de
gipll han 1ido tales, qno pocns buques han co•mbior do col duda. .fo~l tirauv enfureci•lo
podido resistir al catucli11mo y al :mub.'\to de le reepondiv qtH aún no habia derramado IIU·
los elementos eufnrocir'los. ftc!ontc sangre, segun lns costumbres de 1111
.Al mi1mo tiempo el Vesuhio 11a manifesta- nncion, pero qu' en odelaulc t<1ni!\ iotoncicn
ba s:;itado, y el viento llevó lus <'(mizas quo ilc hncor correr s;w~ro 1l torrentes; adcmas
arrOJI\ba 1111 cráter huta Horma. En IAIJ!Ilnos •·vwn ti no ro ru)Cia In intcn·cnt·ion de los
pal'tOII, arlemaa, eo einucronli¡;ciUs temblores ~uglefloo en 1111 ~ obierno, le adverlÍI& que conde
t1erra. tal'a conque lej nria~>ontir todo ol peso do11n
l::n EePAI\A ROban alnrmudo t(llnbicn por- jnlllll rolern. In tdh&tatnonto puso mnnoa á la
que r'tltirntlmente han notado una ~nm recm.l obm, y pcrsi.:;• y ruandó al!csin,tr á los midef!
cencio. de lepra 6 lázaro Cll Ahcanto. Los sioncros ctiRti~ os que hllcia mucho tiempo
médicos, ain I!Dlbargo, han trft~lo do calmar 1 cataban eBtablc<1d011 en sus rlominios; atacaba
los á ni moa, nac¡;urando quo eu t~nfer.nedad continuamente Jas guarniciones iuglosaa, y ol
no es contag!oaa, sino hereditaria. Poro Jo ! de Euoro ú lti.lo so dcclnr6 definitivamente
cierto os qUil cuando esta t.nfermcdn(l qun 80 la ~1crm enLro gloses y ~ulus. llunndo el :!2
habia acabarlo rnsi por <'moploto en Í~uropa du E11cro los i Jo;¡es lmtabc&n de 'refonnr
ha vuelto á mostrar 11u tcrrihlo fa¡, ni mie~ lae guarnirion y poners!l rlefinitivumenttl
mo ticnapo que la Jlt'&to en Ru11iu nlJ;O de en estado rlo rl íen r:n, d horriLie Rey negro
muy extraño debe do haber eu la ~tmosfera atnc6 con 20,00 salvajes mh, nna columna ae nuestro planeta. Dioose que en HuRia no iugl~>aa, á poc· lcc;uay 1lo !\atnl, y la desha
progreaado la }"CCItc, con moth·o dnl in. trnyó complota.: ente, rnuricndo en ella. 500
tCIIIO frio que ha reinado en Rnropa durnntc soldados y cr.r~ de 70 ofici31os, salvándolo•
ulLimor; mes·~ del invierno; poro se to11e &o t&J?énns un pocbs Jlor miln¡;ro. Eat~
que 8(1 declare de una maucm violenta con nolic1a ha p ~nc:ldo unn ,·ordadera cone-
Jos primoroli catorcR iio la priloavera. temnciou en glatcrrn, on donde, como to-¡ n .toa sabeo, eól loe hijos do los nobles 6 de
. • . l11e fanlilias h algas siguen la carrera mi-
L oa penodtooB do l NOL.It"Enn A no hablan litar.
de otra cosa que uo sea de la ct~pantosa C3- Miles de pe
t.Áat~ofu oenrrida en la colonia. de Natal, y cll T nglatcrra cou
88CSIDBW do un destacam~to entero de in. como volnntari
glcsea por millarea do Zulus, negros cruelos vcngár la mue
onal! so han prestllltado r:n
andablo cntus1asmo á servir
on el cjórcito del Cabo, y
e do Jos valientes militan:s
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LA 1\IUJER.
ueeinados tan bárbaramente. Entre lo~ vo. cihió en andit>nC'Ía solemne ú tod011 los deleluntnrios
partió, á fine¡¡ dn }'ehrero, el J>rín- :;ados de 13 prensa C3tólit:\ del momio, n-procipo
Luis Napoloon, el Ílnico hijo do Napo- ¡ sentada por 1,:102 periódicos, los cuales emleon
III. Antlls\f"c embarcal'lje dejó una car- pican !5,000 cscritore11. En contestncion al
ta, on fonua do proclama, manifostando su diRcurso que le dirigió en esta ocasion Monvalor
y 1111 genet-osidad. Bien conoce él á sus señor Tripeli, Lcon Xlii contestó en latín
compab·iotaA, loa franceses, ~ue nnrla al'Otlll dando las gracin11 lí la prcnM. católica y matanto
como á. un Jefe militar. r.os periócli- nifest:mdo lo útil que cm. t.1dn la que se ocupa
cos legitimistas dicen que el prínt·ipc Na po- I en combatir diariurnont<> contra el atcismo y la
lcon tit>no ruzon de ir á la Buena Bsptra.ua. revolndon. Reeomt·ndú ii todos la sumision
El Timu de J,óndres publica un artíl·ulo cu l ú bs enseñanzas de la lglesin, la moderncion
el cual asegura que el Rt>y uegro C..tiwn)'O no en las polémicas, la concordia entre los petiene
tanta culpa en la m~ncionacla c:atn!lltro- rivdico3 católicos, la dignidad en las argufc,
como loa comerciantes ingleses, los ctules, rncntaciones y la dcfen11a á toda costa de los
J>C118ando sólo en el amor al lucro, )' olvi- principios cristianos, que son loa cimientos
dando wdo patriotismo, hnn vendido milla- del órden social y In paz de los pueblos y la
rc11 de fusiles de aguja á. los znlus. Al prin- civilizacion.
ci1•io Cllle tráfico era público, y últimamente
por !lOntrnbando, dando así armas á loa enemigot~
de an raza, y causando grandes des.
grar:ius, }lUCB si do selíuro Inglaterra. trinn!
nd por fin, no &et·á smo a. cof!ta do muchos
sacrificios. Los negros bien ntmndus y envalentnnndos
con este triunfo (IÍ peRat· duque
mordieron el polvo miles do ellos) indudauh
mente prolongarán lllUChO ia lucha.
IV
Esto probuá una vez más, que en una nacion
loa pecados y los ,·icios de lo& unos caen
sobro las cabczna de loa demas, y pagan justos
por pe<."adorcs.
III
El aniversario de la cxaltacion al trono
pontificio ele Loon XIII fné culcbmdu cu Huma.
( 18 ele Febr<>ro ) con toda solcmmidnd.
"J<;lntwvo Pontífice, dio.:o El ¡lJtwdo Catúliro,
vcmludoramento inspirado por el Espíritu
Sttnto se lm olov:ulo m:ís do lo que so
pensaba. Bl comprendi<í quo la march:~ de loa
nNnteciroicntos, permitida ú msnd11da por
I>iuR para llevar ñ cabo su plan divino, neccsit~
L:l do nplicar loa miRmOII Jlrincipioa
de diversa mauera. Cuando ))íos cambia. sus
trnlmjndores es iucludablomonto porjó á t~ns sucesores un potler espiritual
c¡u'l Y<' no le pueden disputar y una milicia
perfectamente obediente ...• El actunl Papa
no ecni ménos ¡;rande dclanto de In postelidllrl.
Lo que ha hecho durante el presente
año do su pontificado demuestra la tijeu do
111111 intenciones, la trnn•¡uilirlad de HU alma. y
In "levacion y profundit ad clo sus fines."
PoC08 cliae deilpues del aniversario de su
advenimiento al Pontificado, Lcon Xlli re-
Continúan las negociaciones entre el Vaticano
y el Imperio .A.lemnn. Algo inquieto
Bismnrk con el no npagndo francesismo de
las provincias do Alsacia y Lorcna, -arrancadas
li la madre patria en la última guerrn,v
temeroso scgm11utc:ntc do pordcrllls al fin,
rc:;olvi~ admiuistnu·lcs un remedio supremo,
mandando constituir la Als:tcia-Loruna en
un Est-ldo independiente, gobernado por un
Príncipe alcmKn.
El anive!'fl:uio XXXI do la República de
1818 fué celebrado en Paris con un banquete
presidido por Luis lilanc, y con la pnblicacion
de los díscnl'l!Oll ~cmngó~¡..¡cos de ~edru
Rollin. En aquellos m1srnoa d1att aparcc16 un
poema nuevo de Víctor llugo titulado ''La
piedttd suprema." I.o t¡uu trata de probar
allí el nutor c11 que son mh di¡;noa de lástima
los tiranos que lu víctimas y perseguidos.
Cuando pensamos en la lt·ntitud con ~ue se
tml•ajn aqul en las obras dtl lipografta uo
pu'e 1Je,·un á ··nbo lna pnhlicaciones
en Eutopa. Con rnoth·o tlo los desastres del
Cabo de Dnen:1 I::s¡.>ernnza 111 Gobierno in¡;
les mandó publicar lns memorias del último
Gobernador clo av¡uclln provincia. El manuscrito
llegó ñ manos do loR impresores
( ~lacrnillan > d 12 do Febrero; el 13 se empezó
ú. trabajar en ello y ol 18 :i IRs once y
média do la nocc, :lO cjemphu·es con 400 páginns
y 3 grnhados, todo P•'Tfoctnmcnte cot
·regido y r<~visado, aunque uo tiO pudo encuadernar,
fttm·on cnli'<'I·Pdos á. los principales
oficiales de tloa bntnllones que se embarcaban
con dircccion tÍ A frica esa misma noche.
I.a civiliz:1cion bajo esta ío.z es muy
dignn de bendecirse y admirarse, y si todos
los in,·ento~ nue,·os no 11irvieran sino para
hacer el bien á la humnnidad, por cierto que
pensaríamos que Dios los ayuda. Pero en
cambio de e:.ta asombrosa aciívidad, aquelbs
maravillosas :trt1~s 11e emplean las mús 'l'"eces
para bacer el mnl, mús bien que para el bien.
S . .A.. DE s.
ltlllll:CIO l>Ot Etataclu J., l::l.c:oH!r.
. .