u VA GRAN ADA.
TRIl\f. 1. ~ Bogot
utos.
Hoi, señor Gobernador, me encuentro ya absolutamente sin l'(cursos,
1>orque nádio mo nn, ni me presta un solo cuartillo, al mismo tiempo, que
mis acreedores me cobran los víveff~S que me han dado.
Yo no me deniego a continuar dando las raciones, a pesar de la exesiva
carestía de Jos víveres, pero para poderlo hac~r, espero de U. se sirva
tomar todos los informes que estime carA venientes para cerciorarse de
las canlidades que se me adeudan, i mande que se me paguen por las respectivas
Tesorerias, pues sin este recurso no podré continuar suministrando
las raciones, por no toner fondos para hacer gastos, no eontando con
mas capital que con el valor de las raciones. ~
Por tanta a U. suplico, que en atencion a 10 justo de mi peticion,
se sirva resolver como solicito. '
Bogotá, mayo 3 de 1854.
Sefior Gobernador :-Jorje Silva.
L.
siempre su amigo, i consecuente sea eua1 fllere la banu ra
que abracemos, pues ni f l me harú a mí, ni yo le lmuo a ':'1
agravIo de creer que adopte ningun partido rolí ticú ~on TUI la
fe. Ile sentido mucho las e 'nsuras que se le dirijen' ¡ tanto
mas por haberse divulgado que yo tenia parte en el1a. : Puede
S?l" que en el curso de esta revolncion se me ofrezca la oportunidad
de demostrar con hechos al . r. de Obaldía, que sé apreciar
suldistinguido mérito, i que tengo a mucha hon':a el contarme en
el número de sus verdaderos amigos.
e
JUAN FllAl'iCISCO ORTÍZ.
EL DIPUTADO CIRUELO.
, Nadie podrá quejarse de ser el objeto direct
l. de mis discurso-, pues deben tener presente
" que cuando pinto no retrato."
;lIESOXERO. Las costumbres de J1íaarid.
Las rentas del Hospital de Cnridad, (*) del Hospicio, de la
Casa de Refujio i del Colejio de la Merced se hallan en la mas
completa bancarrota, en virtud de la inicua lei de redencion de
censos, sancionada por los gólgotas, i de cuyas disposiciones se Campo-Hermoso es una poblacion afamada por sus ciruelas,
valieron muchos conservadores para redimir en el tesol'o, por la como Cipaquirá )0 es por su mina de sal, Tunja por sus carmitad
de su valor, gruesos principales que reconocian, operacion neros, V élez por sus bocadillos, i Bogotá por sus cachacas.
que han ejecutado enterando vafes comprados por una tercera En Campo-Hermoso se dan las ciruelas mas esquisitas del
parte, cuando mas. mundo, i en tal abundancia que una de las familias principales
Los mendigos llenan hoi 1as calles de Bogotá, todos piden li- ha tomado su apellido de la fruta.
mosna, todos invocan la piedad cristiana; el ciego, el cojo, el .~efieren los hom?~es mayores de ese pueblo, que aquel
manco, el tulJido, se hacen conducir, o se arrastran como pueden apelll~o lo trae la. fa,nuha de abolengo, pues se le confirió, por
pidiendo un bocado de pan, porque m~eren de necesidad; i esta elecclon popular J duecta, al tatarabuelo de nuestro diputado
culpa no la tiene el Gobierno provisorio: la tienen los lejislado- a causa de haber hecho su fortuna vendiendo cirue1as; pues
res de.l país, en cuyas cabezas ardia el fuego go]gótico de las in- I eran tantas las que cosechaba, que llegó a ser conocido en los
novaCJones. . pueblos de a la redonda por el HO~IBRE DE LAS CIRUELAS, como
Es preciso aplicar a tanto mal algun remedio, i nosotros mas tarde ]0 fué en esta República el Jeneral Santander por el
nos atrevemos a indicárselo al Sr. Gobernador de la provincia, HO~IBRE DE L.~S LEYES.
que bogotano i patriota, como el que mas, no dudamos acojerá ~1 ho~bre de las
Citación recomendada (normas APA)
"El 17 de Abril - N. 5", -:-, 1854. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2095197/), el día 2025-05-07.
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